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Queridos hijos:
Estos tiempos exigirán, de las almas y de todos los seres de superficie, una apertura lo suficientemente grande para poder acompañar los cambios que son necesarios.
Estos cambios se darán a partir de una receptividad verdadera, que construirá las bases para poder vivir lo que es nuevo y aún muy desconocido.
En ese sentido, queridos hijos, estos tiempos, que son parte de una transición, deben ser vividos con mucha valentía, neutralidad y paz. Esto permitirá, en todo momento, construir dentro de ustedes una consciencia positiva y atenta para vivir los cambios necesarios, sin necesidad de atravesar el sufrimiento.
Por eso, es importante, para esta humanidad de superficie, tener un gesto constante de gratitud y de amor, para comprender y aceptar cambios y situaciones de la vida que parecerían imposibles.
Es hora de abrir los mundos internos, mucho más de lo que habitualmente están abiertos, para poder ver, sentir y comprender que todo cambio o ciclo nuevo es una oportunidad de salir de lo estático de este mundo, para poder vencer las propias barreras que impiden que la humanidad se exprese espiritualmente como consciencia, dentro de este planeta escuela.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuarto día de la novena:
“Por la entrega incondicional de los consagrados al Plan Divino del Padre”.
Querido hijo:
No dejes que tu corazón se marchite, ni tampoco que se seque la fuente de amor que brota de tu corazón.
No permitas que tus incertidumbres y pruebas te arrinconen en un espacio sin salida; sabes, desde ahora, que siempre puedes contar Conmigo. Soy tu Madre y deseo el bien mayor para todos Mis hijos.
Los tiempos de hoy exigen cambios grandes, que podrán darse en lo pequeño y no en lo grande; porque mientras las almas coloquen la aspiración al cambio en cosas grandes, sufrirán y no lo alcanzarán en esta vida que Dios les dio.
Los verdaderos cambios que nos llevarán, algún día, a ser incondicionales, se encuentran en las pequeñas cosas, como en los pequeños gestos.
Por eso, en este día de la novena la intención está dedicada a todos los consagrados que en estos tiempos difíciles se entregan de manera incondicional, porque en ellos Mi Amado Hijo hará Su Obra.
Entregarse al Plan Divino es carecer de toda expectativa, resultado y acierto. El Plan siempre los colocará en el lugar y en el momento de poder dar un paso sin condiciones; por eso, en este mundo la verdadera consagración la viven muy pocos.
Pero, aquella alma que se esfuerza por ser totalmente consagrada, sepa, desde ahora, que algún día lo conseguirá, porque tendrá el divino apoyo interno para que esa aspiración se cumpla en su vida.
Hoy, rezar por los consagrados del Plan significa algo importante, porque en estos tiempos es difícil vivir en un Plan dentro de una humanidad en purificación.
Todo se consigue con fe, esperanza y determinación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para que la Justicia Divina no se precipite sobre los que son más resistentes a los cambios, es necesario orar por ellos y ayudarlos misericordiosamente a que puedan encontrar su lugar en esta transición de la Tierra.
Aquellos que tienen más resistencia a los cambios, son los que se purificarán más. Eso demuestra que hasta ahora nunca ha existido resignación, humildad verdadera y confianza en las decisiones que, por ejemplo, su semejante, maestro o instructor haya tomado por el bien de todos.
Esa resistencia tarde o temprano lleva al sufrimiento, después genera miedo y por último enfermedad corporal; ya que en la consciencia que se resiste tanto no existe ninguna vía de evacuación de los estados arcaicos.
Por eso, cuando un alma atraviesa ese tipo de dificultades internas y para que ella no ingrese en ese camino que la llevará a un destino infeliz, hay que ayudarla colocándola en el lugar en donde no piense tanto en sí, sino en la necesidad de aliviar el sufrimiento de los otros, es decir, en la vida de servicio permanente.
En estos tiempos, será necesario utilizar las herramientas de descompresión, como lo es el servicio incondicional a la humanidad, para que las consciencias que viven altos grados de resistencia puedan destrabar sus procesos internos para que, finalmente, estén aptos espiritualmente para participar en la última fase del fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Renuévate todos los días, aunque la vida parezca pasar y los años se reflejen en la apariencia de tu rostro.
Renuévate en un tiempo que no pasa, en el fluir de leyes que se transforman solo para generar nuevas posibilidades de evolución para las criaturas.
Renuévate en espíritu y permite que tu ser redescubra cada día el sentido de la vida, para que cada vez más te aproximes a la Voluntad de Dios para ti.
Sirviendo a un Dios que es movimiento constante, cambio y renacimiento permanentes, no puedes quedar aprisionado a una idea, a un viejo pensamiento ni reflejo de lo que es la Voluntad del Creador para tu vida. Por eso, hijo, renuévate; lánzate a lo nuevo y renueva tus planes de acuerdo con el fluir de las Leyes divinas.
No te apegues a las metas que tenías cuando eras un niño, en cuerpo y en espíritu. Todo lo que es vivo cambia; la transformación y la renovación en el Creador son una ley.
Renuévate como criatura, como alma, como hijo de Dios. Disuelve en tu corazón las imposibilidades y busca dentro de ti la posible y alcanzable perfección en Cristo.
Si te reconoces tan hijo de Dios como Su Primogénito, vive como Él, bajo leyes que pertenecen al Padre y no al mundo.
Renuévate comenzando todos los días como un pequeño niño; mira al mundo como si nunca lo hubieses visto; mira a cada ser humano como si no supieses nada sobre él y permite que tu corazón supere los errores del pasado, las ideas fijas sobre la conducta del prójimo y ame a cada uno de una forma nueva todos los días.
Renuévate respirando el aire como si fuera la primera vez; viendo la lluvia, el sol, los Reinos de la Naturaleza como si fuera la primera vez. Por un instante, permite que tu ser encuentre un estado de renovación desconocido para ti y, aunque te parezca loco o imposible, renuévate.
Olvida el tiempo, el pasado, las metas del futuro y también el presente. Entra por un instante en el tiempo del no tiempo y renuévate. Di: “Señor, hazme de nuevo”.
Si no te renuevas, hijo, los patrones del viejo hombre envejecerán tu consciencia y morirás en vida, sin saber de la existencia de la eternidad. Vivirás para cumplir una meta que la sociedad colocó dentro de ti cuando aún eras un niño, mientras la vida del espíritu, que es la verdad, será siempre para ti una ilusión, el segundo plano, el universo paralelo.
Por eso, renuévate y redescubre la vida todos los días. Hazte hijo de Dios y no de los hombres. Vive bajo las leyes que provienen del Padre y no solo del mundo.
Aquel que te impulsa a la renovación,
San José Castísimo
Mis queridos hijos:
La indiferencia en esta humanidad, reflejada en la falta de servicio de unos con otros, es la causa del abandono de los pobres, de la marginación de los que están presos, del dolor de los sometidos y del aborto de las madres del mundo como una moda en estos tiempos; y todo esto es la causa cruel de las guerras.
Para que el mundo tenga paz en su interior y se la merezca, el esfuerzo, el sacrificio y la renuncia a todo lo que siempre creyó que estaba bien, deberán ser muy grandes ante el Reino de Dios.
El universo sabe que no todos tendrán la consciencia lo suficientemente despierta para percibir que es urgente cambiar dentro de sí. Por eso, queridos hijos, vendrán los tiempos de purificación del planeta, de los Reinos de la Naturaleza y de la humanidad.
El aviso ya fue entregado, y muy pocos en este mundo actual reconocen que es mejor cambiar a tiempo que cambiar en un profundo dolor, camino que la humanidad siempre escogió.
¿Cómo hacer para cambiar a tiempo?
Sirvan, dónense, entréguense, no critiquen, no juzguen, no incomoden, no se mientan ni tampoco mientan a los demás, no transgredan las leyes básicas de la vida, sean generosos, sean pacientes, sean amorosos con los demás, sean pacíficos y ayuden con alegría, siempre y cuando los llamen a servir; así, percibirán que no estarán perdiendo el tiempo con otras cosas y que todo poco a poco se convertirá.
Es por eso, hijos Míos, que el universo promueve el servicio a través de las misiones humanitarias para que todos perciban cuánto se alejaron de servir al prójimo y de estar disponibles todos los días para lo que sea necesario.
Las misiones humanitarias son una forma de recordar el principio fundamental del apostolado de Cristo en estos tiempos. El servicio humanitario cura la indiferencia que los seres tienen por todo lo que los rodea. El servicio humanitario es una forma de equilibrar las faltas graves que hoy comete la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los cura,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
Los tiempos que se avecinan serán diferentes a los tiempos que ya pasaron. La Creación del Universo tendrá su actuación máxima durante el momento culminante del Armagedón.
Queridos hijos, el Padre Eterno enviará a Sus Ángeles para ayudar al planeta, y los Mensajeros de lo Alto vendrán a batallar contra la bestia de siete cabezas.
Hijos, el momento ya es otro; nada será igual como ha sido hasta ahora, por eso en el silencio y en la oración Yo vengo preparando sus consciencias para que ellas participen de una misión nunca antes conocida.
Queridos hijos, la humanidad día a día se está sumergiendo y Mis ejércitos en la Tierra ya no están soportando la fricción de los tiempos. Por eso, sus corazones son trabajados para que la verdadera tarea y la importante misión de cada servidor se puedan cumplir.
Queridos hijos, el tiempo ya marca nuevos acontecimientos, la salida se encuentra en la oración y en la unión profunda con Mi Hijo. Pero los Ángeles Mayores vendrán a auxiliarlos para cuando Vuestra Madre Celeste tenga que cuidar de la otra parte de la humanidad.
Hijos, el tiempo del gran cambio y de la profunda experiencia con los Universos Mayores ya llegó; esto dejará de estar distante de todos, estará bien cerca para poder despertar la verdadera ciencia de todas las cosas.
Mientras todo está por suceder, vigilen unidos a Mí, así no perderán la oportunidad de crecer interiormente. El Padre necesita de vuestra sincera actuación de amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Vida Mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En la Cruz, fui clavado por ustedes, y bajé de la Cruz para darles la vida.
Bienaventurados aquellos que creen en Mi Corazón y no le temen a la tribulación, porque vivirán en Mi Amor y reencontrarán el camino que perdieron.
El silencio le habla al mundo sobre la necesidad de un cambio en toda la humanidad. Pero ¿quién corresponderá a este llamado ante del Hijo de Dios?, Aquel que vivió entre ustedes, predicó para ustedes y murió por ustedes para darles la salvación. Sé que muchos recuerdan estos pasajes, pero no los viven.
Yo les enseñé un camino, el camino de regreso al Corazón del Padre Celestial. Muy pocos consiguieron hacerlo, pero ahora Yo vengo por la mayoría de ustedes , porque entre tantas ovejas, alguien podrá alcanzarlo.
Santifiquen sus vidas. Prediquen y vivan la Palabra de Dios. Recuerden los Mandamientos de Moisés y corrijan sus caminos, pues este es Mi último llamado antes del tiempo de la Justicia Divina; y nadie podrá decir que no sabía que el Cielo les habló y los invitó a cambiar profundamente para alcanzar la paz, paz que ya no existe en el mundo, pero que sí puede existir en sus corazones cuando Yo pueda servir en sus vidas, cuando Yo pueda ser ese gran Camino en sus caminos, cuando Yo pueda cargar con ustedes la cruz; la cruz que Dios les envía para madurar y aprender, para corregir los caminos y alcanzar la santidad.
Mientras sufren, ofrezcan el sufrimiento a Dios; pues Dios no es sufrimiento, es Vida. El sufrimiento fue creado por la humanidad y más allá de esta.
Por eso, Yo vine a su encuentro para despertar sus corazones al Camino de la Verdad, el único que deben buscar en estos tiempos, por encima de las mentiras del mundo, mentiras que ocasionan la perversión de la humanidad y que crean la perdición de las almas.
Pero Yo vengo en Espíritu, en Divinidad, para que sientan el Poder de Mi Palabra; pues Me verán, lo prometo, cuando todo se haya purificado. Si no se purifican, no Me verán.
¿Cómo Mi vino nuevo puede entrar en un jarro viejo?, eso no es la Ley, no es el equilibrio del universo; pero Yo vengo aquí para ayudarlos en la transformación. Si se animan, conocerán lo que no han conocido.
Yo les traigo la Paz, la verdadera Paz que reside en el Corazón de Dios y de los inocentes.
Yo no vengo aquí para que Me crean. Vengo a dejar una semilla para el futuro, pues en el fin de los tiempos recordarán este momento; y al final de su vida recordarán este pasaje, Mi Presencia y Mi Energía sacerdotal y espiritual que los congrega en la Fe y en el Amor de Dios.
Sean Mis apóstoles, pues cuento con muy pocos servidores que siguen con fidelidad Mi camino, en obediencia a la Voluntad de Dios.
Yo no vengo a quitarles nada de sus vidas, sino a entregarles aquello que no tienen. ¿Creen que eso es posible?
Yo Soy el Espíritu de la Glorificación de Dios. Soy la Consciencia omnipotente que ascendió a los Cielos y que está junto a Su Padre Eterno para traerles la Verdad, el camino de la renovación y principalmente el de la Fe.
Por eso, vengo en Gloria ante tantas impurezas y caminos corruptos. Mi Misericordia todo lo transforma y penetra en sus corazones para que renazcan a la vida espiritual y se encuentren con Dios, en estos tiempos definitivos.
Hoy, les vengo a entregar una llave invisible. Hoy, vengo a depositar en sus vidas una semilla espiritual, pues el Agricultor esparce en terrenos infértiles las últimas semillas de la evolución. Riéguenlas con el agua de su fe y de todas sus oraciones, así crecerán firmes y sus caminos no se torcerán, porque nacerán a la verdadera vida y encontrarán el verdadero espíritu, aquel que mora en el Corazón de Dios y que no es conocido por el mundo.
Ese Espíritu de la Verdad encarnó en esta humanidad, como el Hijo primogénito de Dios, para traerle la salvación, la redención y la Misericordia al mundo; abriendo las puertas a la liberación del mal. Pero después de tanto tiempo, después de que Yo estuve entre ustedes, vengo a buscar lo que he dejado en cada corazón: la madurez, la fidelidad, la verdad, la esperanza, la fe, el amor, la fraternidad y principalmente la hermandad que es algo que el mundo no vive.
Sean fraternos y para ser fraternos, sean sinceros. No escondan el mal en sus corazones. Disipen toda oscuridad de sus caminos y que el verdadero resplandor sea la oración del corazón. Así, sus familias no se perderán como tantas familias que se pierden en el mundo, en el mundo de la ilusión y de la crueldad que invade los corazones simples.
Yo vengo a traerles el rescate. Yo vengo a revelarles el Plan de Rescate. ¿Quién se sumará a esta Obra de fin de tiempo? Por eso, necesito soldados verdaderos.
No vengo a ver sus imperfecciones, sino a corregir sus vidas para que sigan un camino correcto, un camino seguro hacia el Corazón de Dios.
Por eso, deben realizar un voto en sus vidas, un voto que cada uno pueda vivir Conmigo, con Mi Madre y con Dios. Y si viven ese voto, a pesar de las pruebas y de las experiencias de vida, será la verdadera confirmación de su parte ante el Universo Celestial de que habrá valido la pena que, después de veintiséis encuentros Conmigo, algo haya sucedido en sus vidas. Porque cuando Yo ya no esté aquí, haciéndoles sentir Mi Corazón noble, ustedes ya deberán estar prontos para asumir la tarea planetaria de ayudar a muchos rebaños perdidos.
Es hora de despertar. Salgan de ese sueño. No entren en el sueño de este mundo. Vivan la realidad que existe en el universo. Busquen la Fuente de la Verdad que vive en Mi Corazón misericordioso, y así serán testigos de Mi segunda Venida a la humanidad.
Por eso, Yo preparo a los rebaños, siembro la Tierra para que los corazones puedan despertar a los Dones del Espíritu Santo, que todavía no conocen profundamente; pero esos Dones pueden vivir entre ustedes siempre y cuando purifiquen sus vidas de todas las condiciones que ustedes colocaron, para poder evolucionar en la vida del espíritu y de la verdad.
Yo vengo a traerles cosas simples. Vengo a enseñarles las Leyes de la Creación. Pero sé que la mayoría de la humanidad no quiere mirar hacia eso, y Dios ya no puede esperar a una humanidad ingrata e inmadura. Cada uno de ustedes, compañeros, independientemente del grado de su despertar, deberá cumplir una parte en este tiempo final. Eso está escrito en el Libro de Mi Señor, está escrito por los ángeles del Cielo y así lo verán en el fin de los tiempos.
Crezcan de verdad y sin prejuicios. Crezcan en fe y en amor; y no dejen de rezar a Mi Corazón que hoy es consolado por todos, por aquellos que se esfuerzan en buscar Mi Reino, para vivir así en Mi Corazón.
Hoy les traigo, por primera vez, la súplica de Dios a todo el mundo, antes de que todo se desate, porque nadie lo podrá detener.
Quien construye su templo interno, es sabio. Las paredes temblarán, los suelos se moverán, pero el centro de su corazón no perecerá si hacen lo que les pido en nombre de los ignorantes y de los que deben despertar a la redención de Mi Corazón.
Ahora, compañeros, celebremos, en este sagrado Cenáculo, la institución de Mi Cuerpo y de Mi Sangre para los corazones que deben redimirse y vivir en la Fuente de Mi Misericordia.
Que este acto de consagración sea una renovación para todos. Uno Mi Espíritu sacerdotal a todos los presentes y a todos Mis compañeros que Me acompañan en este momento en cada parte del mundo, buscando sinceramente cumplir el Propósito de Dios.
Cuando todo haya pasado, cuando los Mensajeros Divinos se recojan, verán escritos en los libros la esencia de Nuestro Mensaje y finalmente comprenderán.
Incienso.
Oración: Padre Nuestro (en portugués, tres veces).
Ahora llamen a Mi Padre, compañeros, para que el Espíritu de Su Sabiduría, que es omnipresente, omnipotente y eterno, descienda sobre este mundo y en el corazón de todas las almas que buscan la unión perfecta con el Universo Celestial.
Canción: Adonai, Espíritu Santo.
Bendigo a aquellos que buscan el espíritu de la consagración a Mi Corazón. Así, los bendigo, los perdono y los absuelvo de todo pecado y que, saliendo de este lugar, sus vidas sean otras ante Mis Ojos.
Recordarán este día por siempre, porque está en Mi memoria universal.
Yo les agradezco.
Sonríanle a la vida, sonríanle a Dios. Es el bálsamo perfecto para el alivio del mundo. Es la expresión noble de un corazón puro y de un alma que se regocija en el Señor.
Yo los amo y los quiero eternamente. Que así sea.
Vayan en paz y en Mi Camino.
Ahora, mientras Me elevo al Cielo en Divinidad y Gloria, confiésense silenciosamente ante Mi Corazón, Yo los escucho.
Que, en el nombre del Arcángel Miguel, las puertas de la perversión sean cerradas. Que la Luz reine por siempre en el corazón de los simples y de los humildes, de los que buscan la unión Conmigo en los tiempos que vendrán.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
Hijos:
Mi Gracia Maternal está derramando códigos universales de Piedad y de Misericordia sobre aquellas almas que se abren para reconocer en sus caminos la Voluntad de Dios.
Así, hijos Míos, serán estos códigos universales de Mi Gracia que los ayudarán a caminar en el momento culminante de vuestra purificación; allí podrán ver con claridad el pasaje del viejo al nuevo hombre, colmado de los códigos divinos y crísticos.
Por eso, hijos, hoy los estoy llamando a todos para que vivan la redención, así estarán dispuestos desde la consciencia para concretar el Plan Divino de vuestro Padre Celestial.
Ahora, Mis niños, el Plan determinará una próxima vuelta en la vida de todo el universo. Ustedes son invitados a prepararse y entrenarse, como lo hacen los planetas cuando de ciclo en ciclo giran alrededor del sol, siempre buscando una relación con el equilibrio del cosmos.
Queridos hijos, ese nuevo ciclo está llegando y nada quedará como antes; dentro y fuera de ustedes el universo se moverá para ser colocado en otro punto, y si ciertos aspectos no estuvieran ya trabajados, el propio universo y el cosmos los colocarán en otra escuela de instrucción.
Hijos, no pierdan la oportunidad de cambiar a tiempo, así como cambian los ciclos en todo el universo. Ahora estos ciclos serán visibles para muchos, y en la Tierra el alma más inconsciente e ignorante se dará cuenta de esto porque el planeta está casi a las puertas de enfrentar el ciclo tan esperado de la purificación.
Y así, se cumplirá la profecía de Mi Hijo: “la paja se separará del trigo y después será quemada en la hoguera”.
Hijos amados, Yo soy vuestra Madre e intento conducirlos siempre por el camino del bien. La paz será vuestra aliada en los momentos de purificación, y vuestra fe removerá todo lo que hasta ahora estaba preso en la consciencia.
Ustedes, Mis queridos, ya saben cómo hacerlo; tomen las herramientas y trabajen, así el planeta se salvará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los guía hacia la meta mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En tiempos de batalla, que reine la paz del corazón.
Que entre Mis soldados reine la unidad, para que así el enemigo no ingrese por ninguna brecha.
Que en el tiempo del Apocalipsis puedan escuchar Mi Voz y prepararse, para que algún día sientan la paz, igual que los oídos que escuchan una cálida melodía.
Hoy, queridos hijos, he venido en esta hora crítica para apartarlos del peligro y de la inseguridad que Mi adversario despierta a través del desorden humano.
Por eso, como en la victoria de Cristo en la Cruz, su Madre de las Siete Espadas se coloca en sus caminos para guiarlos y retirarlos de la adversidad y del peligro inminente que crea Mi adversario.
Su Madre Celeste enfrenta las primeras batallas con Su enemigo, para impedir la destrucción espiritual de los corazones, para evitar que las almas pierdan la fe en Dios y en Su Plan.
Por eso, los ejércitos de la Madre del Mundo se preparan para responder a situaciones inesperadas y no planificadas. Como verán, Mis hijos, el ritmo de los acontecimientos cambió y será a través de esas experiencias inesperadas que ustedes se transformarán en esencias de sacrificio y de entrega permanente para que, hasta el alma más distante de Dios, la más pecadora y condenada, encuentre Su Misericordia.
Hijos amados, no se desesperen. Sé que es difícil para sus vidas vivir tantos inesperados cambios, pero sepan que Yo Me he comprometido con Mi Hijo a retirarlos del peligro y del engaño que Mi adversario infunde en todo el colectivo de la humanidad, en lo que Yo llamo de tendencias y modernidades.
Los últimos acontecimientos han comenzado a desencadenarse entre el Cielo y el caos, y por todas las almas o por solo una, todo está permitido.
Síganme, Mis ojos no dejan de observar sus pequeños pasos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los protege más que nunca,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El camino de la consagración total a Dios, es lo que aspira vuestra Madre Celeste para todos ustedes.
Conforme a esa aspiración y en estos tiempos, muchas almas pasarán por el examen que confirmará el camino elegido y Yo estaré allí para ayudarles a tomar la correcta decisión interior, sin vivir la culpa, solamente el amor a Dios.
Hijos, los santos de los últimos días estarán presentes para ayudar en el tiempo culminante de la transición de la Tierra, cuando la luna roja defina el despertar del nuevo ciclo liberando del pecado y del error.
Por esta causa, los desafíos y las pruebas serán la tónica que marcará el inicio de ese nuevo ciclo, libre del dolor y del sufrimiento humano. Por eso Yo, en este día, les traigo la consciencia divina de la consagración universal, una misión que le corresponderá a muchos hijos Míos, los que empujarán la pesada barca de este mundo para que definitivamente navegue en el mar de la Gracia y de la Misericordia.
Vuestras estructuras se moverán y todo control oscuro dejará de gobernar para que de una vez y para siempre, todos sean en Jesús y Jesús sea por siempre en ustedes.
Hijos, concedan el permiso para que Mi Hijo gobierne vuestras vidas, así ningún otro gobernante o aspecto de vuestras propias vidas no purificadas podrá tener determinación en la vida espiritual de vuestras almas.
Por eso sean mansos y dejen que Mi Hijo los conquiste poco a poco para que Él, en Su Gloria Infinita, tenga instrumentos para desarrollar la última parte del Plan de Dios.
Vean vuestros pecados como instrucción y como oportunidad de transformación y cambio interior, de esa manera cuando Mi Hijo haya tomado el reino de vuestras vidas, todas las almas receptivas se santificarán.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a amar la consagración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Si vuestros corazones cursan la escuela de la humildad, ellos algún día serán puros y, viviendo la pureza del corazón, transformarán vuestras faltas y conseguirán vivir en la Misericordia de Dios.
Por eso hijos, en este tiempo trabajen ardientemente para alcanzar la pureza del corazón.
Mis rayos son derramados sobre ustedes para que, tocados por Mi Luz, siempre vivan en el Amor Redentor de Mi Hijo.
A través de vuestros pasos dados en el camino de la transformación, vuestra Madre Celeste encuentra el camino abierto para liberar a las almas de la constante perdición.
Abran los brazos y reciban en el centro de vuestras almas la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
Están a tiempo de cambiar actitudes y costumbres que forman parte de la vieja humanidad.
Con vuestra transformación y redención inmediata, darán el sí y el verdadero testimonio al Padre Celestial, quien se complacerá en ver a Sus pequeñas criaturas dispuestas a redimirse a sí mismas.
Vuestro Maestro del Amor les ofrece la oportunidad de enmendar vuestros caminos y de seguirlo a pesar de las consecuencias. Ustedes, Mis hijos, viviendo en Su absoluta confianza, adquirirán un espíritu de fe que será inquebrantable en el momento del gran embate planetario que vivirá la humanidad.
La hora actual señala el tiempo de la conversión para dar paso a la consagración definitiva de vuestros corazones y vidas.
Hijos Míos, pasen por el ciclo de vuestra purificación renunciando a todo lo que les incomoda y abriendo los ojos al horizonte de misericordia que viene para redimir todos los males.
Mi camino se abre en vuestros caminos, por eso no pierdan la hora de vuestra rendición.
Yo Soy vuestra Madre y los sostengo entre Mis brazos para que siempre sientan la Paz.
El mundo aún no entiende la gravedad de los tiempos. Yo, en nombre de Mi Hijo, les traigo a la consciencia que llegó el tiempo de cambiar y de curar el pasado.
¡Les agradezco por responder a Mi urgente llamado!
Los cura,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Así como es urgente que vivan la redención y la paz, también es urgente que muchos lugares en el mundo, como este(1), vivan su ciclo de purificación, para que a través de la Gracia de Dios, las almas reencuentren el camino del corazón de Mi Hijo, el cual perdieron por las cosas superficiales.
A través de los tiempos, Yo les traigo desde el universo la consciencia de la Vida Mayor; así, vuestra Madre Celeste los ayuda a direccionar vuestras pequeñas vidas hacia el Señor.
El tiempo indica un cambio, no solamente en la consciencia, sino también en la actitud de cada hijo de Dios. El mundo ya no puede llevar la misma vida y ser de la misma forma como si nada sucediera alrededor.
Por eso, hijos, trabajen todo el tiempo por vuestra purificación, así confirmarán al Padre Celestial que este proyecto creado por la Fuente Purísima del Amor, podrá vivir su tiempo de transformación.
En la oración se encuentra el impulso para poder trascender los obstáculos internos y los engaños que el enemigo imparte.
Yo estoy pisando la cabeza de la serpiente, para impedir que ella penetre con su veneno dañino en los corazones que en este ciclo se decidieron a ayudarme a cumplir con Mis planes de Paz.
Por vuestra donación permanente se abrirán las puertas de las Gracias para todos y los más desprotegidos recibirán la parte que les corresponde.
Vivan a través de la Luz de Mi Hijo y disipen de vuestros seres internos cualquier oscuridad o prueba que los quiera hacer sucumbir. La victoria que Mi Hijo alcanzó a través de ustedes, aún no ha terminado. La hora indicada está señalando el momento de la redención de las almas y la liberación de los infiernos que viven sobre vuestro mundo.
El universo celestial abre las puertas para guiarlos e indicarles el camino de la verdad y de la constante transformación interior. Mi Corazón siempre los bendecirá y a pesar de que los soldados caigan por sí mismos, Mis manos los elevarán hacia la Misericordia de Dios.
No olviden que ustedes, Mis queridos, participan de un propósito infinito que Dios conduce por medio de los Sagrados Corazones. Por esta razón mayor, colaboren todo el tiempo en poder construir entre ustedes un espíritu de paz y sin rivalidades.
No dejen entrar por la pequeña puerta ninguna influencia del mal. Mis rayos protegen vuestros pasos diarios de consagración y de servicio. Algún día comprenderán todo lo que les he dicho.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los redime en nombre de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
(1) La Virgen María se refiere al lugar donde se estaba recibiendo el mensaje.
Queridos hijos:
Que en tiempos de batalla, solo exista la paz y que la paz del corazón consiga restablecer absolutamente el amor de Dios en los pobres corazones que lo perdieron. Por eso, hijos, en este tiempo, vuestra Madre Celeste llega del Cielo para prepararlos a vivir la gran batalla espiritual que la Mujer Vestida de Sol tendrá con el enemigo.
Vivan en esta hora la paz del corazón y que vuestras vidas, transitando el ciclo de la purificación, solo encuentren predilecto refugio en el corazón de Mi Hijo. Pero mientras el Rey que desterrará el mal no llegue todavía para llamarlos a vivir la última cena del ciclo, vuestra Madre Celeste ya está corriendo al desierto y está protegiendo a Sus hijos de las afiladas garras del mal.
Queridos Míos, el tiempo de la definición ya llegó; no den vuelta vuestros rostros al gran cambio interior que se aproxima, el que los necesita purificados antes de que Mi Hijo retorne a vuestro encuentro.
Por eso, amados, no pierdan ni un minuto en las cosas superficiales, solo busquen gestar dentro de ustedes una fortaleza mayor, que no se construye con arrogancia ni orgullo propio. Sean humildes cada vez más y estarán a salvo de las garras que asechan todo el tiempo a los más ingenuos e impuros de corazón.
Deseo, en este ciclo, que vuestra purificación pase rápido, así estarán a la altura de saber responder a la Voluntad Divina que todo el tiempo los llama.
Vuestra Madre Celeste ya se encuentra en el desierto protegiendo a Sus hijos de toda adversidad y engaño, pues el tiempo de los espejismos llegó para todos. Destruyan con el amor y el poder de la oración interna, toda realidad paralela que los quiera desviar del único propósito: de Cristo.
Reverentes y humildes manifiesten la posibilidad de que la paz realice prodigios y salvaciones en aquellos que no la merecerían por su propia crueldad para con el Reino de Dios.
Con vuestra mansedumbre sabrán reconocer lo falso de lo verdadero y nada les quitará la atención del verdadero camino crístico que vinieron a recorrer.
Por vuestra renuncia el mundo recuperará su pureza. Estén atentos a las señales que les dará vuestra Madre Celeste a través de los mensajes, pues esta es la última oportunidad para todos.
Mi Gloria y amor los ampara.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los reúne en el corazón del Maestro,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el mundo de hoy, en gran parte, se olvida de mirar a Dios y de reconocerlo, Yo vengo en este tiempo para anunciarles Mi último Llamado, aquel que los congregará por amor para una tarea espiritual y mayor Conmigo.
Pero las almas de hoy son diferentes a las almas de ayer, existe en los corazones una necesidad inculcada de buscar lo bueno y de satisfacer sus vidas.
Yo vengo a entregarles todo aquello que desconocen del universo. En nombre del Amor de Dios vengo a despertar a los últimos apóstoles que, en la noche fría, aguardarán Mi llegada.
A todos los conozco muy bien, sé de sus certezas y de sus dificultades; pero Yo necesito, todo el tiempo, el corazón pulsante de cada ser; aquel corazón y aquella alma que me permitirán obrar en tiempos críticos.
Vuestros esfuerzos de amor deberán ser mayores. Llegará el momento de amar lo que nunca han amado y de perdonar lo que nunca han perdonado.
Ahora, en este tiempo de cambios y de pruebas, les entrego la gran llave de la mansedumbre, algo que Yo viví por ustedes durante la Pasión.
Me reconforto de este mundo cuando las almas aman Mi Sagrada Pasión; misterio que, con precisión, he comenzado a revelarles para que el creyente y el ateo descubran la Luz de Cristo en tiempos de tribulación.
Por eso, busquen penetrar el misterio de Mi sacrificio y de Mi entrega, porque a través de Mi Corazón aprenderán a soportar los embates del enemigo, como muchos seres que vivieron y obraron en Mi santo Nombre.
Pobres de aquellos que me darán la espalda en este tiempo, su propia ignorancia y vanidad los hundirá como una barca en altamar.
Recen por todos los que no reconocerán a tiempo que Yo he retornado primero en Alma y en Divinidad.
Dichosos de los consecuentes y de los perseverantes, nunca perderán la oportunidad de conocerme en profundidad y en espíritu de paz.
Sean obreros en plenitud. Sean portadores vivientes y testimonios de Mi sagrado Mensaje, porque la hora indica el momento de vivir Mi Amor redentor.
Yo Soy aquel Ser que nació por obra y gracia del Espíritu Santo. Ustedes son aquellos que también nacieron de la Fuente del Amor.
Recuerden los principios de vuestros orígenes y sirvan a Dios en total paz.
Yo nunca les fallaré. Clamen por Mi Nombre, busquen Mi Palabra para saciar la sed interior. Sean siempre misericordiosos.
Bajo la Gloria que proviene de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Luz de Mi Glorificado Corazón!
Paz en toda la Tierra.
Cristo Jesús
Vengo al mundo para arrancar de los corazones los miedos internos y para liberar a las esencias del sufrimiento perpetuo.
A cada momento les entrego Mi Divina Misericordia, para que la reconozcan como vuestro camino de salvación y de redención.
Pero la Paz inalterable será la gran llave para el fin de este tiempo, llave que les permitirá proyectar el porvenir y llevar adelante la transición y los cambios. Yo Soy ese Gran Sol Espiritual que busca constantemente alumbrar el camino de los que están ciegos y de los que no quieren ver la verdad y la entrega que hoy le ofrezco a la humanidad.
Pero algo más allá de lo normal deberá suceder si la humanidad no cambia ni reza con el corazón, para pedir a Dios por Su Misericordia.
Mientras tanto, el Amado Padre envía a Su Sacratísimo Hijo para llamar al mundo al despertar de la consciencia y de los acontecimientos. Busquen sin demora el Fuego Eterno de Mi Corazón y sientan profunda confianza; los que Me siguen prevalecerán, aunque con tan poco tiempo Yo pediré, para algunos, cambios internos que parecen imposibles.
En verdad, Yo sé con quienes cuento para esta hora de definiciones; en verdad, ya sé con quienes contaré para Mi Retorno.
Mientras los acontecimientos suceden, preparen todos los días vuestras moradas; el gran día de la revelación llegará para los que lo quieran ver y para los que se quieran ocultar más allá de Mi Luz Celestial.
Ahora los reúno internamente en el Cenáculo de Mi Corazón y les doy a conocer los misterios del Cielo; ellos preparan vuestras esencias para el esperado momento. No se mortifiquen, ofrezcan a Dios lo que en sinceridad le pueden ofrecer, el Cielo se alegrará por recibir vuestras pequeñas entregas.
El tiempo amerita una acción evolutiva y consciente. La hora marca el gran encuentro con el Rey del Amor. Estén en Paz.
Bajo el Bien Mayor del Padre, sean bienaventurados.
¡Gracias por volver a escuchar Mi Corazón!
Cristo Jesús, el Sol de la Eterna Gracia
Mi Espíritu les dará la fuerza para enfrentar los cambios, y Mi Corazón los resguardará de todo mal. Por eso afirmen en esta caminata la unión predilecta con Mi Corazón; a pesar de las tribulaciones Mi Presencia los colmará y los animará a seguir adelante.
Aun en circunstancias adversas, no bajen los brazos, eleven el corazón hacia lo Alto, porque así el Señor los ayudará. Estén siempre firmes mirando al horizonte de la misericordia. Estoy con ustedes.
Bajo el Bien de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer en Mi Corazón.
Cristo Jesús
Cuando un alma siente verdadera sed de Mí, reconoce que ha llegado la hora de cambiar y nunca temerá transformar aquello que no le sirve más.
Esa alma se atreve a buscar la liberación de sí escuchando con atención la voz de sus semejantes porque entre tantas palabras y dichos podrá estar presente la voz instructora del corazón.
Si el alma se decide plenamente a recorrer el camino de la santidad, el Cielo le proveerá de todas las pruebas posibles para que se confirme.
Si el alma busca la consagración al servicio, llegará a su vida tanta caridad para realizar y tanto amor para donar, que no tendrá tiempo para sí.
Si el alma no busca ningún camino y decide caminar en el mundo por sí sola y sin instrucción, rápido perderá el sentido de su vida y apartará el espíritu sagrado de la morada del corazón.
A las almas que nacen de la Fuente y vienen a este mundo para vivir el perdón y la redención, no les puede faltar la instrucción, porque se perderían entre las cosas materiales sin tener orientación ni discernimiento. Pero el alma que se sostiene mediante la oración misericordiosa siempre recibirá la Gracia de entender, de aceptar y de comprender todas las cosas.
Dios prevé el camino para cada uno de Sus hijos; por eso, Él siempre mostrará a los Suyos lo que deberán aprender y en lo que prontamente deberán crecer.
En esta escuela de la Tierra existen maestros y discípulos, y todos tienen lecciones pendientes que aprender, pues el despertar al Amor Absoluto y Único tiene un solo camino. Por eso hoy les digo que, más que nunca, estén atentos a las señales de autocorrección en sus vidas. Para todas las almas será una oportunidad de madurar en consciencia y de trascender las barreras que el egoísmo de este mundo impone.
A través de la Coronilla a la Divina Misericordia todo se resolverá cuando el alma tan solo dé un sí verdadero y humilde. Los tiempos en este ciclo hablarán al mundo por medio de señales internas y externas, estén atentos.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje con el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Una vez más les ruego que acompañen todos Mis Mensajes desde el corazón, porque ya es tiempo de que vivan Mis Palabras, ellas han intentado construir algo inquebrantable dentro de sus seres. Ahora, Dios Me ha pedido que, después de todo lo que les he entregado a Mis queridos hijos, Yo le entregue a Él los frutos que deposité en cada uno de sus corazones.
Por eso, Mi consciencia maternal se manifiesta a través de impulsos espirituales a todos los que se abren para recibir el conocimiento de otras Leyes, Leyes que no están presentes en sus seres, pero que ustedes sí pueden estar unidos a ellas.
Mi Obra es una obra de paz, de fraternidad y de hermandad.
Todas las piezas que Yo moldeo, día a día, son entregadas después a Mi Hijo, para que Él las encamine hacia su misión final. Pero algunas de estas piezas, que forman parte del Todo, son duras de pulir. Por eso, Mi Amor que es profundo y verdadero por todos ustedes, intenta desterrar aquello que ya debe morir para que así nazca el nuevo espíritu.
A lo largo de los siglos, siempre le advertí a la humanidad que si ella no cambiaba de actitud, tiempos difíciles llegarían a la puerta de la vida de cada ser. Ahora, estos tiempos ya llegaron, tiempos de equivocadas acciones en el aborto, el suicidio, la mentira, el poder y el deshonor; los que en algunos corazones desbordan más que un río.
Pero Mi Corazón, que es paciente y manso, los quiere llevar a encontrar la Verdad, la Verdad de Dios para sus vidas, porque será a través de su transparencia y de su oración que se transformarán en aquello que Dios tanto espera y, de esa forma, ustedes como parte de toda esta única humanidad ayudarán a que ella se convierta pronto.
No se olviden, Mis queridos hijos, de que lo que fue escrito en la Biblia Sagrada se está cumpliendo, de una forma que muchos no perciben por estar llenos de otras cosas en vez de aferrarse a los poderes de la oración.
Si en verdad el mundo quisiera estar en el Reino de Dios, ya no cometería algunas acciones que perjudican siempre a los más desprotegidos y pobres.
Por eso, Mi Amor ingresa al mundo como una nueva Ley para que Mis hijos reaccionen, ya no son tiempos de vivir en las pequeñas insignificancias, sino que es tiempo de adquirir a través del Espíritu Santo una fuerza mayor para ayudar a los Planes de Dios.
Por medio de la Gracia y de la Misericordia, sé que ustedes podrán acompañarme y darán los pasos maduros hacia la conversión que los llevará a vivir la liberación. Hoy, más que nunca, los rebaños de Cristo deberán ser uno solo para que, a través de la oración, creen un muro protector que los separe del mal y los una más a Dios Todopoderoso.
Queridos hijos, he querido ser fiel a ustedes ante la situación planetaria, pues es hora de vivir la vida desde otra postura interior, porque su universo interior en este tiempo debe colaborar con el Plan del universo. Ustedes deben ser portadores de los nuevos códigos crísticos que Mi Hijo está derramando en aquellos que le dijeron sí.
Por eso, es hora de retirar de ustedes lo viejo, aquello que duele en lo profundo de sus corazones, para que en la oración alcancen la fuerza preciosa que irradia el perdón.
Queridos hijos, Yo los quiero preparar e instruir, porque la Mujer Vestida de Sol se está anunciando al mundo por última vez antes del nacimiento de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por madurar en la fe y en la confianza en Dios!
Los bendice siempre,
María, Madre y Reina de la Paz y de la Reconciliación
Cuando una puerta del mal se cierra por la presencia del Sublime y Sabio Amor de Dios entre los hermanos de la humanidad, el Espíritu Santo en Cristo vuelve a ordenar ampliamente a las consciencias llevándolas una vez más al encuentro de la verdadera misión espiritual que Mi Padre les ha confiado.
Por eso, no teman que sus vestiduras se caigan de sus seres o ellas sean retiradas como lo fueron de Mi Glorificado Cuerpo, porque de ustedes se retirará lo viejo para que sean revestidos por el Espíritu Santo.
Cuando Mi Corazón les comunica la hora de los cambios, es para que los corazones se preparen para el camino de la trascendencia y de la purificación.
Quien bebe del cáliz amargo del vacío de sí, después se encontrará Conmigo para beber y cenar del cáliz de la reparación y de la redención.
Pero es urgente que el pasado sea transmutado por Mis Rayos Misericordiosos para que sus seres reciban la absolución y el perdón.
Sé que a veces Mis discípulos se sienten solos ante tanta sequedad del desierto, y por instinto buscan saciar su sed en otras fuentes que podrían estar secas.
Yo les digo que el verdadero amor crístico y casto entre los seres nace cuando se revela la verdad entre ellos, porque allí está presente la Sabiduría de Dios, y el amor que pueda existir entre las almas podrá ser purificado para que se amen en espíritu y en fraternidad.
Por eso Yo les pedí que se amaran los unos a los otros. Les he pedido que se amen tal cual son para que aprendan a amar el alma de cada consciencia, porque esa es la meta interna.
Cuando esté presente el Amor de Mi Corazón entre los seres, se vivirá el Amor Puro de Dios como lo vivieron en la Tierra Mi Madre y José Castísimo. Crean en ese Amor y nútranse de él, así desaparecerá la sensación de vacío. Yo estoy retornando como la renovada Fuente del Amor que está ausente de toda la humanidad.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en la Fuente de Mi crístico Amor.
Cristo Jesús
Vengan a Mí los que hoy se sienten perdidos y se lamentan por no haberse mantenido a Mi lado. Yo, que soy su Madre del Cielo, los perdono y les ofrezco Mis brazos para que en ellos encuentren paz y valor para enfrentar las pruebas.
Vengan a Mí los que están confundidos y no comprenden por qué caminan en el sufrimiento; Yo los llevaré al Corazón del Redentor, aunque crean que caminan a ciegas.
Vengan a Mí los que están afligidos y tienen miedo de los cambios que este tiempo propone; estarán en brazos seguros, los brazos y la guía de la Madre Celestial, que hoy los convoca a una tarea más consciente y más amplia.
Vengan a Mí aquellos que sienten que deben servir a sus hermanos como manantiales de caridad, que Yo les mostraré los lugares hacia donde necesito que vayan.
Vengan a Mí los que aman orar, para que Yo les transmita a sus corazones el poder del verbo creador y así puedan ser Mis instrumentos en la Tierra.
Vengan a Mí los que no pueden orar porque vivieron otras experiencias y se olvidaron de lo que aprendieron Conmigo cuando eran niños.
Vengan a Mí los que no confían en nada, que Yo les quiero mostrar un camino seguro en donde encontrarán la Paz y el Amor del Redentor.
Vengan a Mí los que se engañaron y dañaron la vida de otros, porque en el Perdón del Padre, Yo los levantaré en Mis brazos y les mostraré cómo reparar el corazón de sus hermanos.
Vengan a Mí los que necesitan curar sus almas, porque Mi Manto los cubrirá y sanará todas sus heridas.
Vengan a Mí todos Mis hijos, los que Me sienten y los que aún no Me conocen. Mi Amor de Madre los espera a todos, para que podamos construir la esperanza que será la puerta por donde Mi Hijo, el Redentor, entrará definitivamente en sus vidas y los liberará para siempre de las cadenas que los mantienen atados a los abismos del dolor y del miedo.
Vengan a Mí, hijos de Dios, que el Cielo tiene un lugar preparado para cada uno de ustedes, y Mi Hijo, el Salvador, ya está llegando.
Vengan a Mí, queridos Míos, no se demoren; lleguen hasta Mi corazón antes de que las puertas de sus corazones se cierren definitivamente.
Vengan a Mí, que Yo los espero como los he esperado siempre, con Mi amor de Madre, cálido y lleno de consuelo.
Vengan a Mí, pequeños hijos. Vengan a Mí, que los estoy esperando.
Los amo y los bendigo.
Agradecida por estar hoy Conmigo.
María, Madre de Dios y Madre de toda la humanidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más