MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Para que la Justicia Divina no se precipite sobre los que son más resistentes a los cambios, es necesario orar por ellos y ayudarlos misericordiosamente a que puedan encontrar su lugar en esta transición de la Tierra.

Aquellos que tienen más resistencia a los cambios, son los que se purificarán más. Eso demuestra que hasta ahora nunca ha existido resignación, humildad verdadera y confianza en las decisiones que, por ejemplo, su semejante, maestro o instructor haya tomado por el bien de todos.

Esa resistencia tarde o temprano lleva al sufrimiento, después genera miedo y por último enfermedad corporal; ya que en la consciencia que se resiste tanto no existe ninguna vía de evacuación de los estados arcaicos.

Por eso, cuando un alma atraviesa ese tipo de dificultades internas y para que ella no ingrese en ese camino que la llevará a un destino infeliz, hay que ayudarla colocándola en el lugar en donde no piense tanto en sí, sino en la necesidad de aliviar el sufrimiento de los otros, es decir, en la vida de servicio permanente.

En estos tiempos, será necesario utilizar las herramientas de descompresión, como lo es el servicio incondicional a la humanidad, para que las consciencias que viven altos grados de resistencia puedan destrabar sus procesos internos para que, finalmente, estén aptos espiritualmente para participar en la última fase del fin de los tiempos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy te bendigo para que veas nacer Mi Paz en ti.

Hoy te bendigo para que vivas Mi confianza.

Hoy te bendigo para que pierdas tus miedos y para que encuentres al Cristo interior en esta senda.

Hoy te bendigo y así renuevo tus fuerzas.

Hoy te bendigo y te entrego el bálsamo de Mi Amor maternal.

Hoy te bendigo y te coloco a Mi lado para que, bien cerca de Mí, escuches Mi voz y sientas a Dios.

Hoy te bendigo para que estés Conmigo y recuperes la esperanza de querer estar siempre en Dios.

Hoy te bendigo por todo el planeta, te bendigo por los que son maltratados, por los que sienten hambre, por los que viven las guerras y han perdido la luz en su corazón.

Hoy te bendigo y te aproximo a Mi Misericordia, porque en esa fuente todo se renueva.

Hoy te bendigo por los que no son bendecidos, por los que sufren y han cerrado su corazón al Amor de Dios.

Hoy te bendigo para que estés entre Mis brazos, porque tu alma sentirá la caricia y el amor de Mis manos, así como Jesús sintió el refugio de Su Madre a los pies de la Cruz.

Hoy te bendigo para que sigas adelante, trascendiendo los abismos, superando los desafíos, amando el sacrificio por el surgimiento de una Nueva Humanidad.

Hoy te bendigo para que aceptes tu cruz y así, vivas Conmigo la dolorosa y pesada cruz del mundo.

Hoy te bendigo para que te tomes de Mis manos, te coloque sobre Mi pecho y así escuches las melodías internas de Mi Corazón. Ahí todo será curado y nada malo sucederá, porque estarás Conmigo a la espera de vivir la nueva Comunión restauradora con Cristo, Nuestro Señor. Él te bendecirá con todo el Amor de Su Divino Corazón, así estaremos juntos en unidad y en compasión.

Que así sea.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Dime: ¿temes alguna cosa?

Llegó el momento de confirmar tu entrega, como le llega a todos los servidores y verdaderos consagrados al Plan de Dios.

Entonces, dime: ¿temes alguna cosa?

Es hora de colocar tu imperfección en las Manos de Dios y de no intentar ser tú mismo el alfarero del barro que eres. Es hora, hijo, de que las más lindas canciones sobre la entrega de la vida se tornen verdad ahora, que tú seas una canción viva, y que todos los que te vean puedan escucharla y se dejen inspirar por ella.

Para todos llega la hora de confirmar la propia entrega; generalmente es cuando se sienten menos preparados para eso, porque la entrega no se confirma antes de ser consumada. Es en el propio acto de entregar el corazón que el espíritu ancla sus bases en la materia y el alma madura y expresa su consagración a Dios. Todo lo que viene antes de esto es una preparación.

Dime: ¿temes alguna cosa?

Vengo para hacerte sentir Mi Amor y para que él, junto al Amor de Mi Hijo, disipe el temor de tu corazón de no corresponder al Plan de Dios.

Vengo con el Amor del Padre impreso en Mi humilde espíritu, el mismo Amor que Me hizo entregarlo todo para cumplir la Voluntad de Dios desde el principio; ese Amor que, como un imán, me llamó, vida tras vida, para retornar a Dios.

Que ese Amor hoy impregne tu ser, te fortalezca y te coloque ante la grandeza del Plan de Dios, que va mucho más allá de esta vida y que tiene en ella su principio y en la eternidad y en la unidad su fin.

Que esa grandeza te inspire a perder el temor y a tener el valor para caminar con pasos decididos de un espíritu que es guiado por Dios, porque si hoy tú lees estas palabras, así es.

Entonces, dime ahora que ya no hay temor en tu corazón, no hay recelo y no hay dolor, pues el dolor que hay en ti no te pertenece y debe ser transmutado por el poder de la Gracia.

Dime, entonces, con simplicidad, que seguirás la Voluntad Divina y que te colocarás en las Manos del verdadero y único Alfarero capaz de moldearte. 

Hijo, es con tu imperfección que Él cumplirá Su Plan, así como lo hizo con la Mía, y hará de ti un recipiente nuevo para colmarlo de la nueva vida que permeará la Tierra.

Antes de esto, durante la grandiosa Obra que el Señor realiza en los Suyos, sé simple y humilde, y todo será como Dios pensó, aunque descubras, un día, que Su Pensamiento en nada se parecía al tuyo.

Dime, entonces, que ya no hay temor y, con Mi bendición sobre tu corazón, descansa en paz, descansa en el sacrificio y en la donación, pues ha llegado el tiempo de tu entrega. 

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Descansa interiormente en Mis brazos, porque Yo te tendré en Mí al igual que a Jesús.

Descansa en la alegría de saber que todo se transformará y que alcanzarás la tan esperada meta.

Descansa en Mis brazos, sabiendo que cada etapa es un desafío nuevo a superar para vencer los miedos.

Descansa en Mis brazos, hasta que Yo consiga hacerte dormir en Mi regazo de Madre.

Descansa en Mis brazos de todo aquello que perturba tu corazón y que genera la falta de fe.

Descansa en Mis brazos, porque ha llegado la hora de reposar en el Corazón de Dios hasta que las almas sientan el ardor del Amor del Padre.

Descansa en Mis brazos en confianza, porque tengo algo especial para cada hijo Mío.

Solo descansa en Mis brazos, porque así te daré la fuerza para transformarlo todo. Confía.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE OKLAHOMA, ESTADO DE OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el Búfalo Blanco surgía de repente en el horizonte, caminando con serenidad ante los ojos de los puros, era señal de prosperidad y de esperanza. Su boca no hablaba, su idioma no era conocido por los hombres. Su silencio transmitía la Voluntad de Dios; su lenguaje era comprendido con el corazón por aquellos que sabían guardar silencio.

Cuando la tristeza inundaba los corazones de los hombres, ellos clamaban por la gracia de ver y sentir al Búfalo Blanco. Su serenidad los calmaba y sentían la esperanza de que la Tierra continuara fértil, viva y sagrada.

Cuando el corazón de los hijos de la Tierra no estaba pleno de amor y de alegría, ellos clamaban por el Búfalo Blanco. Su alegría y su amor no provenían de este mundo, pero lo nutrían y lo sanaban. Él surgía en el horizonte y representaba la llegada de nuevos ciclos, donde la vida tendría un sentido mayor, pues la tierra sería fecunda y el corazón también.

El Búfalo Blanco era el Santo Espíritu de la Tierra, que silencioso caminaba entre los hombres. El venía a disolver el miedo, la angustia y la tristeza; venía a unir los corazones de los hijos de la Tierra con Aquel que la creó y que también creó todos los planetas; creó el Sol, la Luna y toda la Vida.

El Búfalo Blanco era el portador de la pureza y reencendía la pureza en los corazones de los hijos de la Tierra, para que no perdieran la esperanza de un mundo en paz y en comunión con la Vida.

El Búfalo Blanco era manso pero invencible. Nada podía tocarlo y solo los ojos del corazón podían verlo. Su misterio provenía del Infinito, pese a que su apariencia era de la Tierra. Se volvía menor que los hombres a través del símbolo vivo de un simple animal, pero él representaba al Todo. En él estaban los pequeños y los grandes, desde los animales al Dios Supremo, desde la naturaleza al Todo.

El Búfalo Blanco daba a comprender, de esta forma, que Dios está en todo.

Yo soy el Búfalo Blanco, el Espíritu de la Tierra, el Espíritu de la Vida.

Yo soy la representación de los ciclos fecundos, de los ciclos de Paz.

En Mi presencia se disuelven la desesperanza y el miedo, y los corazones vuelven a encontrar la fe y el amor de Dios.

Yo soy, hijos Míos, la Madre de la Tierra y también del Cielo. Los hijos de la Tierra nacieron en ella, pero no provienen de ella. Sus espíritus provienen de Mí; nacieron de la Fuente Universal de la Vida, resguardados por el brillo de las estrellas que resplandecen en el Infinito, abrazados por la maternidad de Dios, Adonai.

Vengo al mundo para que recobren la pureza y la esperanza, para que curen el miedo y el dolor y para que vuelva a brillar en sus esencias la certeza de poder vivir en la Tierra lo sagrado, la unidad con la Creación.

Estoy aquí, hijos amados, esta vez semejante a los hombres, en un cuerpo como los suyos y con un Corazón Divino, para que reencuentren dentro de sí mismos lo que los une al Creador y los convierte en un espejo de Su Sacratísimo Corazón.

Vine a reflejar en sus espíritus lo sagrado y lo divino.

Aparezco en el horizonte, en silencio, trayendo de nuevo la Paz. Aparezco en este día de un nuevo ciclo, en representación de un ciclo fecundo en la vida del espíritu.

Quiero fortalecer sus corazones y construir en ustedes los nuevos jardines de la vida.

Quiero hacer nacer al nuevo hombre, recobrando la pureza y la dignidad de la consciencia indígena.

Vengo a traer la gracia de la unión con el Origen para los llamados pueblos originarios; para que de esta forma, todos los corazones humanos vuelvan a encender en su interior la pureza del principio, la unidad original con el Corazón de Dios.

Que sus vidas sean fecundas en el amor, ante el Búfalo Blanco.

Recuperen la paz, la alegría y la esperanza, disolviendo del espíritu el mal que causa las guerras y degenera los corazones.

Que la unidad del Espíritu de Dios les traiga la sabiduría, les disuelva la ignorancia que separa a los hombres entre sí y del Todo, que los hace morir estando en vida.

Yo soy el Búfalo Blanco, su Madre y Madre de toda la Creación. Vengo a bendecirlos, a abrazarlos y a hacerles recordar que el Creador tiene una voluntad perfecta para Sus hijos. Solo basta, Mis amados, que contemplen en el horizonte de sus mundos internos la presencia del Búfalo Blanco y se dejen permear por su silencio y mansedumbre, para que su amor vuelva a transformar y a fecundar sus vidas.

Los amo y los guardo en Mi Corazón de Amor.

Su Madre, María, Rosa de la Paz y Madre de toda la Vida

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN MONTE SHASTA, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Vengo en este día para restablecer en la consciencia, la comunión con el amor y la paz, para que las puertas se abran a la hermandad interior que cada alma está invitada a vivir. Así lo que llaman “fraternidad” comenzará a ser un ejercicio diario capaz de colocarlos más cerca del Propósito que el Universo presenta para cada nueva etapa.

Es así que su Madre Celeste viene para ayudarlos como humanidad a trascender las limitaciones humanas, las mismas que Vuestro Maestro del Amor se ofreció a liberar por medio de la divina experiencia del amor.

En ese sentido, queridos hijos, al conocer abiertamente la experiencia de los grados de amor, no tendrán que vivir sentimientos de rencor ni desarmonía, sino que sus corazones se abrirán para comprender al otro por medio de la transfiguración de sí.

Poco a poco sus vidas podrán ir perdiendo el miedo y se librarán de todas las condiciones que han colocado a la humanidad en un lugar, del que no puede salir ni tampoco avanzar.

¿Cómo comenzar?

Bastará, Mis amados, que su fe sea más fuerte que las flaquezas y que todas las caídas. Su convicción debe enfocarse en profundizar en los grados de amor, que los colocarán en otro punto de la experiencia y en donde sus pequeños espíritus se enriquecerán por vivir el amor como esencia y como camino interior; lo que también les hará conocer el perdón, y ese atributo tan fundamental librará sus almas de las cadenas y de los obstáculos de la consciencia cuando tan solo acepten vivirlo.

Amen cada momento a pesar de que sea difícil, esta escuela del planeta solo los hará crecer en el amor y en la verdad.

Sean pacientes y no cierren sus corazones, porque cada hermano, cada ser semejante a ustedes, también debe trascender su propia condición humana.

La unidad, que es inquebrantable cuando está impregnada por el amor, los ayudará, crean en eso.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Quien les da la fuerza interior y el coraje para proseguir,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Como Don de Dios que brota del corazón humano, vengo a despertar en ustedes, hijos Míos, el Ministerio de la Fe, para que puedan ser partícipes de estos tiempos como instrumentos del Creador, sustentadores de las almas y de Su Plan para la Tierra.

Quiero que vivan en estos tiempos el Ministerio de la Fe, que nace de la confianza en el Propósito Divino y de la devoción que las almas despiertan al orar con el corazón.

La Fe es el atributo universal que logrará que esos seres estén apartados de la ilusión y de la confusión humana.

La Fe los mantendrá en la verdad, cuando la mayoría de las almas dude de los acontecimientos que vive, aun sabiendo que el caos se precipita sobre la Tierra.

La Fe es la fortaleza del espíritu y la sustentación del alma, es lo que lava los ojos turbados por el miedo y por el sufrimiento, para que puedan ver a Dios.

La Fe transforma su forma de comprender la vida, y lo que antes era un castigo se vuelve justicia; lo que era sufrimiento se vuelve alegría y triunfo divino; lo que era renuncia se vuelve victoria divina en el alma que comprende que la derrota ante los ojos humanos es la victoria del Corazón de Dios.

Vengo a despertar en sus vidas, hijos, la Fe verdadera, para que puedan creer en Mis palabras y vivirlas con el corazón. Vengo para fortalecerlos en la comprensión superior de estos tiempos, disipando el miedo y la inseguridad de sus corazones.

Quiero que se aferren al poder de la Fe y de la certeza de que Yo estoy aquí y que los instruyo y los sostengo para que puedan cumplir los Planes de Dios, en este tiempo de mayor caos.

La Justicia Divina solo se aproxima a este mundo, pero ungidos por el poder de la Fe, podrán superar los obstáculos propios de estos momentos de tribulación y, aunque no sea posible detener el aprendizaje que la humanidad en general deberá vivir, ustedes podrán ser aquellos cuya fortaleza inspirará a otros y que sustentarán este mundo, cuando sus hermanos no puedan soportar.

Si sienten que la Fe no nació y no despertó aún en sus corazones, hijos, ríndanse al Poder de Dios y renuncien al propio parecer, porque para vivir la Fe es necesario renunciar a todo control de la propia vida. No vive la Fe aquel que teme perder el control y duda del poder de Dios, con recelo de entregarse a algo desconocido. El miedo de la Fe y de la entrega es el mismo miedo que les impide amar y abrir el corazón. Por eso, hijos, renuncien a ese miedo milenario que sujeta a la consciencia humana a sí misma y rindan el propio control a Dios; así podrán valerse de cada palabra que Yo les digo para preparar sus almas a lo que vendrá, y no estarán analizando si es verdad lo que les transmito, por miedo de lo que vendrá, si lo que les profetizo fuere realidad.

Despierten al poder de la Fe, entregando a Dios sus miedos. No teman perderse a sí mismos ni al control de la propia vida, porque en verdad jamás controlarán algo que pertenece a Dios.

Si mantuvieran el miedo de entregarse al Divino, solo estarán resistiendo a algo que escapa del control humano y sufrirán mucho por no poder adherir al Plan de Dios, pues no encontrarán la paz, cuando más la necesiten.

Este es el exacto momento de rendirse y decir sí; este es el momento de desenvolver la Fe y entregarse a Dios.

Pidan la gracia de despertar en sus espíritus y consciencias ese Don Divino porque, si es así, no importará la prueba que se precipite sobre la Tierra, sus espíritus se mantendrán firmes y sabrán escuchar la voz de Dios y dejarse guiar por el Creador.

Hoy, hijos, Yo los bendigo y les pido que vivan en el Ministerio de la Fe y que, con sus ejemplos y transparencia en la entrega a Dios, inspiren otros corazones para que vivan esa entrega,

Mi Fe hoy los impregna.

Yo los amo y les agradezco por responder a Mi Llamado y por vivir en la Fe del corazón.

Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MANAGUA, NICARAGUA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Mi intención es traer la paz y la luz al mundo, directamente desde el Reino Celestial a través de sus simples y profundas oraciones. Cada vez que pronuncian la oración del Avemaría ustedes permiten que Mis Rayos, los Rayos de Mi Consciencia Divina, puedan penetrar la Tierra dolorida y así despertar la cura profunda en los corazones.

Por eso, queridos hijos, Yo les pido que nunca se cansen de orar con fervor y de corazón, porque una importante química espiritual se establece entre sus oraciones sinceras y Mi intercesión por el mundo. Es como si nunca se cerrara la puerta al Reino de Dios, por donde todos los días puedo enviar el Cielo a las almas perdidas para que reciban una oportunidad.

Queridos hijos, Me agrada escucharlos, sentirlos y oírlos a través del verbo de la oración. Es como un clamor, una súplica de los corazones que se escucha permanentemente desde la Tierra y por toda la necesitada humanidad.

Es así que de ciclo en ciclo, con fe y esperanza, Yo los invito a renovarse y a ir perdiendo los miedos, el sentimiento de poder fracasar y de retroceder. Hijos amados, ya no piensen más en su cautiverio. Recuerden que Yo saqué a cada uno de ustedes de ese estado de consciencia, Yo los coloqué en Mis brazos para que pudieran sentir hasta el fin de los días Mi Inmaculado Amor.

Yo los invito a mantener la fe. Las pruebas podrán ser grandes, pero el amor siempre será infinito e invencible.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los acompaña siempre sin demora,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MANAGUA, NICARAGUA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos amados, con alegría y regocijo celestial, retorno al mundo para ver triunfar Mi Plan de amor en los corazones de los hombres.

Sé que el terror, el miedo y el dolor toman los corazones de muchos de Mis hijos que están sometidos por las guerras y los conflictos, dentro y fuera de sí mismos.

Sé que muchos están luchando para establecer la Paz en el propio interior y temen no poder mantenerse en equilibrio, dado el gran caos que viven todos los días.

Sé que los hombres aún separan todas las cosas y que su orgullo no les permite unir aquello que Dios inspiró para ser un camino que llevase a Su Corazón, y no a establecer la voluntad humana, como son las religiones.

Yo vengo al mundo para que vivan lo que les parece imposible, porque en verdad, hijos amados, lo que Yo les pido está al alcance de todos, pero ustedes desconocen la verdad sobre sí mismos y aún están adormecidos a la vida del espíritu, que es más de que dedicarme algunas oraciones todos los días.

Es por eso que Yo estoy aquí y recorro cada nación de América que debe manifestar el Plan de Dios en estos tiempos. Vengo para fortalecer los corazones orantes para que sean las columnas que sustenten al mundo cuando él ya no pueda sustentarse por sí mismo.

Yo vengo, hijos amados, para que descubran que la alegría y el regocijo del espíritu no se encuentran en las cosas de la Tierra y para que aprendan a discernir, en los acontecimientos que llegarán, dónde está la voluntad de Dios y donde no está, para que así sepan moverse por esa voluntad y no fuera de ella. De esa forma podrán ver derrumbarse las viejas estructuras mundiales sin perder la esperanza, la alegría espiritual y la fe, porque sabrán que esas cenizas fecundarán el suelo de un nuevo mundo y fortalecerán los corazones para que surja en la Tierra una raza inquebrantable y sustentada por el amor y por la unidad con Dios, y no más por los placeres y por el poder material que este mundo les ofrece y por el cual luchan día y noche, aún sabiendo que perecerá como el polvo al final de todo.

Yo vengo a consagrar a América, hijos, para que aprendan de nuevo a comprender la vida y sus valores. Vengo para que retomen lo sagrado que hay en sus familias. Que puedan comprender que un grupo de almas, reunidas por Dios, debe cumplir la misión de expresar el amor y la capacidad de comprender al otro y unirse a él, más allá de sus defectos, miserias e imperfecciones.

La vida familiar crea condiciones para que despierten el verdadero amor, por ejemplo, de una madre hacia su hijo; amor que trasciende las barreras del egoísmo y de la condición humana y que deben aprender a extender hacia toda la humanidad.

Sin embargo, si degradan la vida familiar y llevan a sus hogares la indiferencia y el escaso amor que se vive en este mundo, están perdiendo la oportunidad que Dios les entregó de despertar un amor puro y verdadero. Por eso, hijos Míos, es tan importante que sepan amar y respetar a sus familias y que también sepan extender ese vínculo de amor a todas las almas de este mundo.

De a poco, con mi amor y Mi maternidad celestial, los conduzco a la familia universal, que es lo que se debe manifestar en una Tierra por Dios consagrada.

Hijos Míos, que no solamente Mi presencia entre ustedes impulse la trasformación y la consagración de este mundo, sino que cada uno, según su perseverancia y su fe, también sea un motor que transforme y purifique la Tierra, para que el Plan de Dios se cumpla.

Les dejo hoy Mi amor y Mi paz, para que tengan fe y valor de transformar sus vidas y, con ellas, la vida en este mundo.

Yo los bendigo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Jesús estuvo en la Cruz y dijo: “Padre, ¿por qué Me abandonaste?”, fue Su humanidad la que pronunció esas palabras; fueron Sus Células, sustentadas hasta ese momento por el Poder Divino las que, en lo profundo, temían la hora de estar solas con su dolor y su padecimiento.

Después de esa pregunta de Su corazón humano, Jesús reconoció en todos los espacios de Su Consciencia, desde la materia hasta el espíritu, Su filiación y unidad con Dios. Comprendió, en Su íntimo, la esencia del amor y del proyecto humano y experimentó la plenitud de ser semejante al Padre.

El miedo de Sus Células se desvaneció por la potencia del amor y del perdón que emanaba de Él. Jesús comprendió la Voluntad de Su Padre y porqué Él lo abandonó en aquella hora, que parecía ser la más difícil, si siempre lo había acompañado. Descubrió que el Padre quería hacerlo sentir y vivir el amor que tenía en Su interior, que lo tornaba semejante a Dios y lo unía a Él; y que, en verdad, el Creador no lo había abandonado. Descubrió que el Padre estaba en Él, así como Él en el Padre, por medio del amor, del perdón y de la misericordia que, en aquel momento, eran vertidos sobre la Tierra.

La Virgen María y Juan comprendieron la Voluntad de Dios cuando vieron a Jesús en la Cruz pidiendo perdón por los que lo crucificaron y aprendieron con Cristo ese amor insondable que une la materia al espíritu, que diviniza al hombre.

Fue así como la Virgen María y Juan también vivieron esta profunda unión con Dios, por el simple hecho de observar a Cristo. Esa unión fue vivida más tarde por los apóstoles y discípulos de Jesús y de María, por medio de la Gracia del Espíritu Santo y, de esa forma, todos vencieron el miedo a la muerte y a la soledad; todos colmaron sus espíritus de la valentía que nacía de la certeza de que Dios estaba en ellos, porque eran parte viva de la Consciencia Divina.

Fue por esa certeza y por esa valentía que la Iglesia de Cristo se consolidó en la Tierra. Pero, a lo largo de los siglos, no todos los hombres comprendieron la Pasión de Jesús ni meditaron sobre Su ejemplo a punto de dejarse divinizar por Él; ni todos encontraron la certeza de la semejanza con Dios; ni todos buscaron la fortaleza en el Dios vivo presente en su interior.

Hijos, hoy el Creador les habla y los instruye por medio de Sus Mensajeros. El Señor Altísimo acompaña cada uno de sus pasos y renueva la historia, despertando Nuevos Cristos. Pero, así como Él “abandonó” a Jesús en la Cruz, también les llegará a cada uno de ustedes el momento de descubrir, en soledad, la unión con Dios. Y, por un instante, les podrá parecer injusto, doloroso o incomprensible que el Creador los abandone cuando mas necesitan de Él. Sin embargo, si vencieran el miedo humano y buscaran en el espíritu la unión con Dios, comprenderán que el Padre, al que siempre buscaban en las Alturas, está vivo dentro de cada ser, en su esencia, en su universo interior.

Cuando llegue la hora de la prueba de la humanidad, recuerden lo que les dije y no teman, pero, sí, amen y vivan el perdón, como Aquel que amó y perdonó antes que ustedes, dejándoles el ejemplo.

Su padre y amigo, el que prepara sus caminos para la divina unión,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESUS

Hijo:

Permite que tu corazón conozca la dádiva de la fe. Deja que esa fe rompa dentro de ti las barreras de la duda, de la indiferencia, de la necesidad de mantener las apariencias delante del mundo; que rompa las barreras de las imposibilidades, de los miedos, Mensajes de Humildad de las vanidades. Deja que te inunde esa fe que trasciende la comprensión de la mente y que no encuentra una confirmación de su existencia sino en lo profundo del corazón.

No hay una evidencia científica que compruebe la acción de la fe y, muchas veces, ustedes quieren explicar los milagros causados por ella como una manera de disolver sus méritos en la vida humana. Pero la fe, por sí sola, hijo, es un gran milagro.

Cuando la fe se instala en el corazón, es señal de que ese corazón ya venció muchas barreras dentro de sí mismo y de que la consciencia ya recorrió un cierto camino de transformación y de unión con Dios para llegar hasta ahí.

La fe nace sin obstáculos en los simples de mente, de corazón y de espíritu y en ellos se expande cada día, transformándose en fuente de amor y de gracias para los incrédulos y los desesperanzados.

Aquellos que tienen fe y que se dejan inundar por ella se convierten, tarde o temprano, en vehículos de la Gracia divina para otros corazones: la propia fe, revestida por la Gracia, opera milagros.

Hijo, lo que llaman milagros en este mundo no es nada más que la acción de la fe en el corazón humano. Si aquel que necesita un milagro, en algún nivel no prepara la consciencia para recibirlo con fe, ese milagro no se manifiesta; porque los milagros son la manifestación de la Gracia y de la Misericordia divina, y si no hay sintonía ni afinidad en el corazón ni en la consciencia, esas Gracias no descienden.

Las Leyes universales son un gran misterio para la mente humana, que las ignora casi completamente. Solo las comprenden aquellos que viven bajo esas Leyes.

Hoy, hijo te llamo a vivir bajo el principio divino de la fe para que recibas del Dios Altísimo la Gracia que necesitas en estos tiempos, manifestada en un milagro de amor y de transformación, para que cumplas con tu misión mientras haya tiempo.

Dispónete a vivir la fe y pide la Gracia de recibirla.

Que el Padre te inunde con la divina fe, transformando no solo tu pequeña consciencia sino a toda la humanidad que, vacía de fe y de esperanza, no encuentra un sentido para la vida.

Te bendigo hoy y siempre. Tu padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO ESPECIAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO CON MOTIVO DEL ÚLTIMO ATENTADO EN LA CIUDAD DE NIZA, FRANCIA, EN LA VILLA DE DORNES, FERREIRA DO ZÊZERE, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

La humanidad terrorista no conoce el poder de la Justicia de Dios en este tiempo y ella misma se lanza al vacío, derrumbando todos los principios de una verdadera humanidad.

El pánico y el miedo abrazan a muchos corazones porque el tiempo del Apocalipsis ya comenzó. Cosas inimaginables ya se ven en las calles del mundo y el temor ahoga a la mayoría, que es indiferente y que no reza.

Los corazones parecen perder el sentido de su existencia y le temen a la muerte que es generada por el terrorismo que fue creado.

Parece que la llama de la fe se apaga de a poco y las almas que no Me aceptan están desprotegidas y sin Mi amparo. La hora del caos ya llegó y muchos prefieren negarlo por no querer enfrentar su propia realidad.

Las miserias parecen multiplicarse más que las rosas, y el valle se torna un escenario de constantes ultrajes.

La humanidad siente el despertar, pero luego se desvía perdiendo el sentido de su verdadero camino de redención.

Todos ofenden a Dios en algún grado y, cuando la mayoría se separa de Dios, eso compromete la vida de todos.

Este tiempo difícil y cruel se precipita sobre los que están caídos espiritualmente y las bombas y los atentados explotan frente a sus rostros.

Nadie acude a Dios y todos se pierden en las tinieblas. Mientras esta separación de los corazones sucede por no pensar ni un segundo en Dios, Yo lucho día y noche junto a Mis huestes contra los planes de Mi adversario.

Nadie conoce el poder de la Justicia de Dios; mientras haya tiempo, arrepiéntanse y pidan perdón por los que ofenden y ultrajan el Corazón de Dios.

Oren con más consciencia y determinación para que las pruebas mundiales que se avecinan no vuelvan a sorprender a la mayoría.

Mi Corazón vuelve a sentir el dolor del mundo y las causas de tanta indiferencia humana. Solo rezo por ustedes y por todos Mis hijos para que estén preparados y así puedan enfrentar el tiempo final.

¡Les agradezco por acompañarme!

Por la paz en los tiempos de atentados,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

El hombre, por sí solo, es débil y no puede soportar los asedios ni las pruebas de este mundo. Sin embargo, el hombre que se une a Dios es invencible, porque comparte con Él Su Gloria y Grandeza.

Cuando el corazón humano de Cristo dijo: “Padre, aparta de Mí este cáliz”, fue el miedo de Sus células que lo llevó a pronunciar estas palabras. Pero de inmediato, unido a Dios, Él dijo: “Que se cumpla Tu Voluntad y no la Mía”. Y fue en la perfecta unión con el Creador que Jesús soportó los insultos, las humillaciones, las traiciones, la flagelación y la muerte en la Cruz.

Únete a Dios, hijo, para que Su Voluntad se cumpla. No quieras vivir en este tiempo con tus propias fuerzas, porque tu corazón humano es material y débil y puede morir incluso de susto.

Aférrate al espíritu y sé Uno con el Espíritu Divino. No pienses que el Creador te encomienda una grandiosa misión y te deja solo. Todo lo que el Señor te pide es que cumplas con Él, por Él y en Él.

El Creador nunca abandona a Sus criaturas, pero es necesario vencer el miedo y aceptar Su Voluntad, teniendo siempre fe en que Él te acompañará.

Reconoce tu debilidad, así como el Señor, quien representa para ti el Camino, reconoció la Suya cuando se confesó al Padre y dijo: “Aparta de Mí este cáliz”.

Pero, reconoce enseguida, hijo, que esta misión no es solo tuya, sino sobre todo de Dios, pues este proyecto humano le pertenece y, unido a Él, afirma: “Que se cumpla Tu Voluntad y no la mía”.

Hijo, ni siquiera Dios te condenará por tu debilidad, como no lo hizo con Su Primogénito. El Señor te colocará en Sus Brazos, unirá Su Santo Espíritu al tuyo y te hará invencible frente a los desafíos de esta vida. Él es quien te abrirá los portales que unen las dimensiones y elevará tu ser a la vivencia del verdadero amor. Pero, ante todo, vence tu débil humanidad y reconócete como hijo de un Creador majestuoso que, de forma misteriosa y desconocida para ti, te hace semejante a Él en lo profundo de tu ser.

Descubre tu semejanza con Dios, aceptando Su Voluntad y comprende el camino por el cual el Señor te conduce a medida que das los pasos en él. No siempre el Creador te llevará por un camino de flores, pues aun a Su Hijo amado Él lo condujo por el camino de la Cruz, de la renuncia, del sacrificio, de la humillación, del martirio y, finalmente, del Amor absoluto y de la Misericordia, que se perpetuó en la Tierra y que hasta los días de hoy intercede por las almas.

Es por la obra de esa Misericordia alcanzada por el Hijo del Altísimo que tú estás hoy escuchando Mis palabras.

¿Serás tú, hijo, capaz de abrir otro manantial, semejante a este, para que otras almas que vendrán detrás de ti tengan una oportunidad de redención?

El Creador te llama y aguarda que des un paso para trascender el miedo y que, unido a Él, digas: “Que se cumpla Tu Voluntad y no la mía”.

Tu padre y compañero,

San José Castísimo

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy, estoy aquí con todos los ángeles del Cielo para bendecirlos y amarlos.
Y aunque las almas estén perdidas espiritualmente, Mi Corazón Inmaculado nunca desiste, porque Mi promesa delante de Dios es continua y victoriosa.

Mi Plan se cumple en todos los que Me escuchan y no dejo de abrir las puertas de Mi Corazón para aquellos que se pierden.

Y aunque ya no esté la confianza de Dios en los perdidos, Yo la recupero a través de Mi Amor, de Mi Gracia y de Mi Luz; por eso, hijos, nunca deben bajar los brazos.

Lo que Yo les ofrezco en este tiempo es único, nunca más se ofrecerá hasta el próximo mundo.

Mi Gracia todo lo permite y la Gracia de los ángeles también.

Por eso Yo Soy esa Aurora que brilla en el corazón de los autoconvocados para seguirme en esta Obra coredentora con Mi Hijo amado.

Yo Soy esa Estrella que nunca deja de brillar en los espíritus que creen en ella y la admiran, porque Yo, queridos hijos, no hago las cosas por Mí, sino que es Dios quien las hace, a través de Su Sierva fiel y de sus peregrinos.

Yo vengo desde las esferas celestiales a encontrarlos y amarlos cada día más.

Yo vengo a construir en ustedes algo nuevo que aún desconocen. Por esa causa Yo estoy aquí, queridos hijos, por ustedes y por Mis hijos del mundo.

Vengo con toda Mi bondad, para acogerlos, para escucharlos y responderles, en la presencia de la Luz de Dios y de Su Reino.

No quisiera, queridos hijos, que nadie perdiera esta sagrada oportunidad. No puedo mostrarme más a ustedes, porque no tengo el permiso.

Mis Gracias ya fueron depositadas físicamente a través de los tiempos y ustedes lo han podido comprobar.

Ahora Mi Espíritu Divino viene a ustedes para llamar a sus espíritus, que tienen una misión especial Conmigo.

No estoy aquí, queridos hijos, para hacerles perder el tiempo. Por eso aún vengo a Aurora, porque Dios Me envía como Su Mensajera, una y otra vez, hasta que consigan escuchar en lo profundo de sus corazones.

Espero que cumplan Mis designios sin demora, porque los tiempos son urgentes para todos y especialmente para los que sufren y no reciben ninguna Gracia.

Será a través de los apóstoles de Mi Hijo, que Yo podré preparar al mundo para la segunda venida del Maestro. Si ustedes no preparan los campos hacia donde Yo los envío a trabajar queridos hijos, ¿cómo brotarán nuevas semillas en los corazones que están cerrados?

Cada uno de ustedes tiene una llave para con Mi Obra y Yo se las entregué. Ella es la oración.

Es la oración que los formará, es la oración que los unirá a Nuestro Padre que está en los cielos y que siempre los espera con Sus brazos abiertos, para recibirlos y hacerlos sentar en Su amado Trono de Luz

¡Cuántas almas no quieren ver esa oportunidad y demoran, demoran mucho, queridos hijos!

¡Cuántos corazones aún no quieren cambiar su forma de vida y no aceptan encontrar el verdadero Amor de Mi Corazón, que viene para auxiliarlos en este tiempo final!

Por eso en este siglo necesito de soldados comprometidos, decididos y fuertes, para responder a Mi llamado.

Vengo para hacerlos crecer en el amor y en la hermandad, en la unidad y en el espíritu de esta sagrada tarea que Yo les encomiendo.

Cada Centro de Luz que Yo he fundado tiene un propósito, aún cumple una misión ante el Plan del Señor.

Así como es en Fátima, lo es aquí en Aurora, como lo es en Medjugorje, o en Guadalupe. Cada nación tiene una llave que Yo le he entregado, a través de Mis diferentes faces, para que los pueblos aprendieran a aceptarme y a recibirme en el amor.

Pero Yo Soy la misma, queridos hijos. Soy la Madre de Jesús, de su Redentor.

Soy Aquella que ascendió a los cielos para implorar a Dios por este mundo y que regresará después de Su Hijo, abriendo las puertas del Reino de Dios para los que han persistido a través de los tiempos.

Soy la que con Mi Hijo ayudaré a resucitar a los muertos, a elevar a los espíritus y a convocar a los que se han perdido para vivir en el Amor de Dios.

Soy la Gobernanta de la nueva raza.

Soy la que enciende la llama en los corazones que invocan Mi Presencia, porque es la Presencia de Dios en Mi aspecto virginal.

¡Necesito que entiendan y comprendan, queridos hijos, a quién están recibiendo!

Yo Soy una portavoz del Universo, que viene a advertir al mundo, para que él no se pierda en la oscuridad.

Ustedes deben ayudarme a que el mal no triunfe en ningún corazón humano.

Cada vez que oran Conmigo una puerta incierta se cierra a la oscuridad y un alma se eleva al Reino de Mi Amor y de Mi Paz.

Así, queridos hijos, Yo peregrino por el mundo para llamar a los que están dormidos; para los que no Me han podido ver, ni sentir en sus corazones.

Aurora tiene una tarea fundamental Conmigo, que es intransferible. Y ella debe cumplirse cueste lo que cueste, porque a pesar de los tiempos de batalla, Yo les daré la fortaleza y la sustentación, por medio de la oración del corazón.

Les entregué, queridos hijos, la gran herramienta de la humildad para las almas y el escudo contra toda adversidad.

Aunque las bestias estén por caminar sobre la humanidad y entre los pueblos, no tengan miedo. Quien se une a Mí, se vuelve un gran Espejo de oración para el mundo e irradia la paz, cuando la acepta vivir de corazón y de verdad.

Yo necesito, queridos hijos, que abran sus corazones para el olvido de sí, porque el mundo está lleno de sí mismo y no quiere aceptar que eso lo hace hundir, día a día.

Necesito que se abran al Amor de Dios, para que puedan conocer la majestad de Su Plan y de Su Obra redentora en estos tiempos.

Cuenten con sus ángeles y llámenlos todo el tiempo. Ellos aún anhelan poder servirlos en este tiempo final. Es hora, queridos hijos, de que perciban que no están solos en este mundo y que cuentan con el Universo Celestial.

Cada vez que vengo aquí, como en cada Aparición, de San José o de Mi amado Hijo o de Mi Corazón, abrimos las puertas del Cosmos para que cada día se puedan elevar y abandonar esta vieja materia, que corroe el espíritu y a los corazones.

Por eso la Aurora los liberará, aunque su presencia sea silenciosa en estos tiempos.

Somos una Hermandad Celestial que los llama a servir al Plan de Dios y a manifestar sus designios en este tiempo, para que más corazones puedan participar conscientemente de su redención y rehabilitación.

Quisiera que pudieran ver el Universo, así como Yo lo veo, todo el tiempo.

Dios no los castigará por no poder responder. Pero sepan hoy, queridos hijos, que saben Mi Verdad, que es la Verdad que Yo deseo para cada hijo Mío, que es el amor que Yo necesito que vivan y que practiquen, para que la humanidad no fracase por su desamor y por su indiferencia.

Mis Ojos los observan en contemplación y en unidad al Padre. Mis manos derraman su Luz a las tinieblas de la Tierra, para poder disiparlas.

Mi Corazón brilla como un escudo protector para los corazones que lo aceptan.

Y el triunfo de Mi obra corredentora junto a Mi Hijo, se establece en los corazones que se redimen y dicen "sí".

Este es el mensaje, queridos hijos, que hoy deseo que escuchen con atención y que lo vuelvan a escuchar en estos próximos días, para poder sentir cada una de Mis Palabras, y más aún, Mi Energía, que es la Energía de Dios, su Padre que está en los cielos y los espera.

Sientan en esta hora el abrazo de los ángeles y de su Gracia y den gracias a Dios todos los días por haber despertado a Mi llamado en este tiempo final, tan crítico.

Hay almas que desesperan y que son torturadas.

Hay almas que sufren en la soledad y en silencio, sin que nadie las contemple.

Hay almas que mueren sin sentir el amor y Reinos de la Naturaleza que sufren las consecuencias de los hombres.

¿Quién aliviará el dolor de su Madre Celeste?

¿Quién aceptará vivir esta aflicción Conmigo y transformarla en amor y en luz para que triunfe el Padre Celestial?

Les pido, hijos del mundo que no cierren las puertas a Dios, porque Él Me envía para que lo escuchen y lo acepten.

No teman a la tribulación, al fracaso. Vivan la penitencia, la oración y el arrepentimiento y alcanzarán, queridos hijos, con Mi ayuda, la santa humildad, en el último día de sus vidas.

Y así, cuando todo termine aquí, en esta amada Aurora, elevaré hacia los cielos los Pergaminos de Luz, donde estará escrita su experiencia Conmigo y la oferta de este sacrificio de amor por la humanidad.

Hay almas que creen que no es necesario esforzarse por este mundo sufriente y perdido. ¿Acaso, hijos Míos, cuando Dios Me envía, Yo no les he demostrado la constancia de Mi Amor, de Mi Misericordia y de Mi bondad para con todos?

Si Yo Soy para ustedes su Gracia plena ¿por qué no hacen lo mismo que Yo hago por cada hijo del planeta?

Solo les pido, como les pidió Mi Hijo, que cada día más aprendan a amarse los unos a los otros, porque quien no pasa por esa Ley, no soportará su purificación.

Los invito a sentirse unidos todo el tiempo, a través de Mi Corazón Inmaculado, que es la casa que se abre para que ustedes puedan entrar y sentir la paz. Así ,queridos hijos, Me agradarán y como en otras Apariciones pasadas a través de los tiempos, podré elevar al Cielo el Cetro del triunfo de los corazones redimidos.

Y nuevamente les digo, que por este esfuerzo sincero, Mi Inmaculado Corazón triunfará.

Les agradezco y bendigo a su Madre, aquí en la Tierra, con el soplo de Mi Amor y de Mi Espíritu.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Nuestra Señora vamos a escuchar "Encuentro con María en el corazón".

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE DEL CENTRO MARIANO DE AURORA​​​ HASTA LA CIUDAD DE CÓRDOBA, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Si hay algo que debe ser inmediatamente disuelto del corazón humano es el miedo.

El miedo es la ausencia de Dios, del amor, de la fe. El miedo nace y crece en el corazón de los que se acomodaron a la condición humana y aún no reconocieron que aquello que debe cuidarse con esmero es solo la esencia más profunda del ser, los principios divinos que allí se encuentran.

Aquel que siente miedo es porque no confía en el amor.

Con sus acciones, deben fortalecer los principios de la fe, la certeza de que el amor algún día hablará más alto en la consciencia humana, porque será tanta la necesidad de paz y de unidad, que todos se unirán en busca de un Único Dios.

El miedo con el cual viven los pueblos originarios es el miedo de perder su cultura, perder su espacio en la Tierra. Por no tener lo básico que necesitan para vivir, ellos sienten miedo de desaparecer como pueblo, así como desaparecieron tantos otros pueblos.

En la misión que ocurre en Chaco, así como en todas las misiones que aún tendrán lugar con sus hermanos indígenas, deben fortalecer la fraternidad y dejarlos sentir que comprenden, o que tratan de comprender, el papel espiritual de los pueblos originarios en la Tierra; porque, más que ayudas y cuidados básicos, ustedes encontrarán en sus hermanos la necesidad de ser reconocidos con su cultura y su sabiduría, como parte de esta civilización humana.

En lo profundo de esos corazones, más que el hambre o la miseria, pesan el abandono y la indiferencia por parte de la mayoría de los seres humanos. Por eso, estamos dedicando estos mensajes no solo para instruir a los misioneros, sino también para despertar espiritualmente a la humanidad y, sobre todo, en este caso, a la Argentina, para que conozca el papel de la consciencia indígena, ya que su equilibrio depende de la pureza, de la simplicidad y de la sabiduría que los pueblos originarios mantienen en su interior.

Ustedes deben prestar un pequeño o un gran servicio, siempre teniendo en cuenta mucho más el propósito espiritual que el acto físico, porque físicamente encontrarán infinitas necesidades materiales, sociales, morales, carencias de cosas básicas para la supervivencia y, para suplir todas ellas, sería necesario un esfuerzo mucho mayor que el de algunos pocos días.

Muchos pueden preguntarse: ¿Cuál es la razón de hacer misiones tan rápidas, en las cuales no se suple ni la mínima parte de la gran necesidad de esos pueblos?

Y Yo les respondo que aquellos que alcanzan a ver con los ojos lo que sucede en el espíritu, y no solo en la materia, saben que las necesidades espirituales se mueven con base en otras leyes y, a veces, una situación que espiritualmente es mucho más grave que una gran carencia material se resuelve con un pequeño acto de amor verdadero.

Es por eso que les pediremos, sí, que lleven recursos materiales, pero lo que en verdad le da sentido a una misión es la vivencia  del amor, la capacidad de abrir las puertas para que Dios descienda y actúe por intermedio de sus manos.

Traten de ser verdaderos y no quieran ser héroes. Sean solo simples de corazón, ábranse para aprender, déjense curar de la propia indiferencia humana, del orgullo y del egoísmo. Es así que podrán llamarse misioneros, misioneros del espíritu, misioneros que sirven para cumplir la Voluntad de Dios.

Yo los amo y por eso les enseño a servir.

Su padre y amigo, servidor del Dios Altísimo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando estábamos orando la última decena del Misterio del Rosario, vimos a Nuestra Señora ayudando y trabajando en una región de Medio Oriente. Momentos más tarde, cuando Ella apareció, nos dijo que estábamos viendo un lugar en Turquía. Señaló con Su mano izquierda a un número infinito de ángeles alados reunidos trabajando y sobrevolando el área.

La Madre Divina nos dijo que había encomendado a un cierto número de ejércitos angélicos que se unieran a un determinado grupo de almas presentes en el planeta, para colaborar con ellas y ayudarlas a que se pudiera establecer uno de los más importantes Propósitos de Dios: la Paz. Ella nos dijo que esas almas, encarnadas en la Tierra para estos tiempos, eran almas servidoras del Plan de Dios que ayudarían en los tiempos de mayor emergencia mundial.

Nuestra Madre del Cielo mostró que los ángeles y las almas servidoras estaban trabajando intensamente en la contraparte física del camino que hoy recorren los refugiados, dentro de Turquía en el exilio hacia Europa. Ella nos dijo que los ángeles y las almas servidoras intentaban contener esa situación de forma armoniosa y pacífica, trabajando para generar alivio espiritual e interno en cada uno de los hermanos exiliados de Medio Oriente.

 

Queridos hijos:

La convocatoria de colaboración y cooperación para la misión de Medio Oriente, ya fue realizada por la Federación Humanitaria Internacional y todos están espiritualmente en los últimos preparativos para embarcar hacia esa importante tarea. Y así como fue en África Vuestra Madre Celeste, junto a las instrucciones de San José, guiará desde cerca esta arriesgada misión humanitaria.

Mis misioneros de la paz ya se encuentran trabajando junto a algunos ángeles en todo el territorio turco. Esta nación hermana se encuentra en medio de dos realidades que son opuestas, del lado de la guerra árabe y del lado de la puerta de entrada hacia los países de Europa Oriental.

Turquía es la principal ruta para todos los refugiados. Pero no solo Mis misioneros de la paz encontrarán necesidades en esa nación, sino también ellos verán la realidad de los pueblos de Siria en busca de una nueva forma de vida.

El principal efecto de la guerra recae en los niños, en los más pequeños, los que deben trascender las consecuencias del hambre y de la falta de agua. Es por eso que los tres Sagrados Corazones ya se encuentran en la región espiritual del conflicto, preparando el camino para que la ayuda humanitaria y orante llegue al mayor número de personas posible.

Mis misioneros de la paz se encontrarán con otros misioneros y, en el nombre de la paz y del servicio voluntario, unirán fuerzas internas de amor y de trabajo por todos los refugiados.

Las principales carencias que están presentes en los rostros de Mis hijos de Medio Oriente son el miedo, el exilio, el hambre y la falta de amor humano. Es por eso, queridos hijos, que esta próxima misión humanitaria colocará no solo a los misioneros sino a todo el trabajo en la realidad del verdadero Armagedón, al que espiritualmente se intenta detener para que no se expanda por todo el mundo.

La guerra no es solo la causa de la precariedad de la humanidad, el planeta como totalidad está inmerso en varios conflictos, que primero se gestan en las familias y después en toda la humanidad, llegando a grandes naciones.

La Justicia Divina está actuando, pero también el tiempo de la Misericordia está vigente. Es por eso que esta próxima misión humanitaria a Turquía es considerada, por el Plan de Dios, como una misión de Misericordia. Será a través del servicio, y de cualquier necesidad que se deberá cubrir, que la energía de la Divina Misericordia será la fuente principal para la transmutación de las corrientes negativas contrarias, las que se alimentan de las guerras.

Mis catorce misioneros, en nombre de Dios, conscientemente estarán ingresando con el amparo del Arcángel Miguel en un área mundial de gran conflicto mental y espiritual. Será como ingresar en una gran tempestad, que está ocurriendo de forma precipitada y desmedida.

El lema para los misioneros de esta nueva misión será: “La Gracia de Dios es nuestra fortaleza”. La Misericordia secreta que deberá ser difundida a través de cada acto y servicio revertirá la desesperación humana y podrá traer un poco de paz a los corazones.

La misión humanitaria a Medio Oriente abrirá otras puertas, para que el Proyecto de la Jerarquía sea solicitado en otras regiones del planeta, en donde existen necesidades de ayuda también muy complejas.

La unión de cada misionero y de cada orante con los tres Sagrados Corazones, de forma verdadera, fiel y amorosa permitirá que no se corran ciertos peligros.

Que en tiempos de Armagedón, la fe y la confianza en Cristo sean el escudo y la fuerza mayor que genere la entrega absoluta al Plan del Padre para que Su preciosa Voluntad se cumpla.

Mi Hijo los reunió a todos en estos tiempos, por eso cada alma es llamada para formar parte de esta obra de redención, sin apegos ni formas.

Nuestra Luz esté presente en cada misionero. Nuestro Amor los colme para que reine la Paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En preparación y vigilia,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN MENSUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE CARACAS, VENEZUELA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Con la dulzura imponente de Mi Corazón, vuelvo a esta nación para traer la paz. Con toda la dulzura del Corazón de Mi Hijo, vengo a cicatrizar sus heridas espirituales, a traer la sanación a sus almas; vengo a traer la cura a sus almas.

Queridos hijos, escuchen con atención Mi Mensaje, porque mientras Yo estoy con ustedes aquí, el Universo de Dios está con todos ustedes y con cada hijo, en cada rincón de esta nación.

Queridos hijos, vengo a fortalecer su fe; vengo a traer la esperanza, la dicha para todos.

Queridos hijos, vivan en Mi Fe, proclamen Mi Fe al mundo. Vengo a liberarlos de este cautiverio que se ha vuelto interminable.

Queridos hijos, escuchen Mi Voz con el corazón. Mis Palabras decretan nuevas Leyes para sus vidas. Mi Corazón proclama la grandeza del Amor de Dios en ustedes.

Queridos hijos, sientan Mi Corazón Inmaculado. Escuchen Mi Voz dentro de sus corazones. Así, una energía divina, en este mismo momento, vendrá a su encuentro para establecer la paz. Crean en Mi Paz, porque Mi Paz es invencible y es posible. Así, queridos hijos, ayudarán a sus semejantes en toda esta nación, que también debe consagrarse a Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, vean el ejemplo de los hijos de Colombia que, en su mayor devoción y pacificación, recibieron a Mi Corazón Inmaculado con un gozo inmenso e infinito, para los tiempos que vendrán.

Queridos hijos, no es la primera vez que ustedes escuchan a Mi Corazón y que Yo estoy presente en sus vidas, caminando en mansedumbre al lado de cada uno de ustedes. Yo vengo a hacer florecer sus vidas. Yo vengo a despertar lo más verdadero que existe en sus esencias. Esto, queridos hijos, se llama Cristo interior, algo que nunca nada ni nadie podrá borrar, porque Cristo vive en ustedes. Él y Su Corazón son invencibles; si Cristo vive en ustedes, son corazones invencibles.

Yo vengo a traerles a ustedes un milagro de Amor, el milagro de Mi Corazón misericordioso que está presente en este momento, envolviendo al espíritu de su nación para que las puertas a la redención se puedan abrir.

Queridos hijos, vivan este momento como un gran sacrificio. Que sus corazones ya no tengan penas. Que sus corazones se alegren por participar de esta comunión con Mi Corazón Inmaculado.

Queridos hijos, Yo estoy presente aquí y en el hogar de cada uno de Mis hijos que, en este mismo momento, reciben Mis Palabras en sus corazones para poder unificar sus vidas con el Sagrado Espíritu de Dios.

Queridos hijos, sientan a Mi Corazón como el único motivo para sus vidas. Concentren sus caminos a través de Mi Alma santificada; para que muchas almas más, al igual que las suyas, puedan despertar en este momento al llamado de redención de Mi Corazón.

Queridos hijos, a pesar de lo que suceda, a pesar de lo que estén viviendo, no desistan. Lo más sagrado que existe en ustedes es la pureza de Dios, es la pureza de los Sagrados Corazones que vienen a reencender sus llamas internas para que las puertas a la Luz se puedan abrir.

Queridos hijos, ya no teman, Yo estoy con ustedes. Crean que esto es posible por encima de todas las cosas, de cualquier pensamiento y sentimiento o acción que los pueda atormentar.

Queridos hijos, pisen como Mis pies a la mala serpiente, porque ella dejará de hacer sufrir a los corazones. 

Que desaparezcan, de esta realidad, todos los males que existen y que perturban a los corazones; porque esos males los hacen temer, los hacen alejarse del Corazón de Dios.

Yo soy su Intercesora, Yo soy su Madre de Coromoto, soy la Madre de su pueblo que viene a encender en sus corazones el verdadero propósito de sus vidas; lo que ustedes conocen como sagrada misión; lo que ustedes, desde su nacimiento, vinieron a cumplir en el nombre del Padre Celestial.

Queridos hijos, en cuanto estoy con ustedes, muchas puertas inciertas se están cerrando para que sus corazones y sus mentes puedan escuchar la Voz de Dios, puedan sentir el Reino de Dios que es infinito, poderoso, invencible, glorioso y bienaventurado para cada uno de ustedes.

Queridos hijos, como su Señora Desatadora de Nudos, vengo a liberar los nudos de su consciencia, porque todo lo que sucede comienza y termina en la consciencia de todos Mis hijos. Pero si sus corazones aman de verdad, perdonan de verdad, se reconcilian de verdad, esto pronto terminará.

Queridos hijos, Yo vengo a reactivar en ustedes la filiación con Dios, algo que nunca podrá desaparecer. Ustedes vienen del Universo, vienen de una Fuente mayor e infinita que se llama Amor y Unidad de Dios. Esto nunca podrá ser cortado por nada.

Queridos hijos, crean en la filiación con Dios. Aférrense a esa filiación con el Altísimo; así, sus células llenas de miedo se reencenderán a través del gozo de Mi Espíritu, de Mi Espíritu de Paz y de Conversión, de Misericordia y de Perdón, que hoy vuelvo traer nuevamente a su tierra.

Queridos hijos, Mi Hijo Me envió a ustedes y Yo los envío a predicar la paz; a llevar el alivio, la calma, la serenidad que ustedes tienen en sus corazones, el gran principio crístico que se llama Poder del Amor. Si el Amor vive en sus corazones y si ustedes creen en el Amor de Dios, ¿por qué temen, hijos Míos?, ¿acaso Dios no es más poderoso que todos los hombres?

Los falsos reinos caerán a su izquierda y a su derecha. Como dijo Mi Hijo en Jerusalén: “No quedará piedra sobre piedra”. 

¡Ay de aquellos que hacen el mal y que no miran hacia el Corazón de Mi Hijo! ¡Ay de esos pobres hombres! ¿Quién rezará por su conversión, en el día del Juicio Final?

Queridos hijos, Yo vengo a anunciarles el Cielo desde Mi Corazón. Vengo a liberarlos de sus pecados y faltas, a través del poder de Mi infinita Misericordia, sagrada Fuente de Amor que Mi Hijo Me entregó a los pies de la Cruz.

Carguen con su cruz. No teman, hijos Míos, no habrá mayor peso que el que puedan soportar.

Yo vengo a liberar sus caminos. Yo vengo a abrir las puertas del Cielo, en el espíritu y en el alma de cada uno de ustedes. Si ustedes Me llamaron, hoy estoy aquí entre ustedes, hijos Míos, porque Dios así lo desea profundamente.

Sean precursores de la Misericordia de Dios. Si sus actos son misericordiosos y llevan caridad a todas las almas, sin temer en lo que podrá suceder, muchas cosas de esta nación se liberarán.

Gran parte del horror hoy es liberado por Mi Corazón Santo, junto a las huestes de Luz que alaban al Padre eternamente, junto al Arcángel Miguel que entierra Su Espada sobre este suelo, para que las almas se puedan liberar.

Dichosos de aquellos que creen en lo que digo, porque verán el resultado en sus vidas. Ese es el gran milagro que hoy les traigo, hijos Míos, el milagro del Amor de Dios que nunca podrá apagarse en sus células. Siempre y cuando crean en el amor, serán invencibles y no fracasarán.

Queridos hijos, a través de los tiempos Yo he estado en los momentos culminantes. A través de los tiempos, Yo les traje un Mensaje de Paz. Queridos hijos, escuchen la Voz de Mi Corazón que derrama Su Misericordia en sus seres.

Queridos hijos, afirmen su compromiso Conmigo. Yo vengo a extenderles Mi mano para que la puedan tomar fuerte, no sentir ningún miedo, sino que puedan caminar firmes hacia ese sagrado propósito de la Nueva Humanidad.

Queridos hijos, no se olviden de rezar por sus hermanos, principalmente por aquellos que ya no están en este país, para que Dios les conceda la Gracia de que puedan retornar a su verdadero pueblo, hacia su verdadero propósito desde el corazón de Venezuela.

Yo vengo a hacer latir sus corazones. Yo vengo a traerles el fuego de Mi devoción, algo que nunca se podrá apagar si ustedes oran Conmigo, con ese fervor que los caracteriza.

Queridos hijos, pídanme lo que quieran.

Queridos hijos, Yo soy su Madre de la Gracia. La Gracia es lo que ustedes necesitan para poder renacer de corazón, para poder hacer resucitar sus espíritus para la sagrada misión que hoy les encomiendo.

Queridos hijos, Yo soy la Madre de todos los pueblos indígenas. Y aquí, en el pasado, existieron sagrados pueblos que encomendaron a Dios su alma y su divinidad. Rescaten esos principios sagrados. Rescaten la consciencia indígena del amor. Así, Roraima resplandecerá y ustedes serán partícipes de esta sagrada misión de convertir a los corazones, no por las palabras, sino por un simple acto de paz y de amor.

Lo que hoy están viviendo es por la falta del Amor a Dios. Dios está lleno de Amor para ustedes. Dios necesita de sus corazones, hijos Míos, para que se conviertan en pacificadores del gran Redentor de todos los tiempos.

Por eso, en este mes de octubre, mes del Santo Rosario, Yo les traigo la revelación de Mi Corazón Inmaculado. Hoy, deposito sobre Mi mano, como una sagrada oferta, el Bendito e Inmaculado Corazón de María, que siempre pulsará dentro de ustedes, cuando lo permitan. ¿Quién les podrá quitar Mi Corazón de su interior? Nunca nadie lo podrá hacer.

Mi Corazón es divino, es sublime y se vuelve más fuerte y poderoso cuando Mis hijos oran de corazón.

Queridos hijos, la bestia le teme a esas cosas. El Amor de la Madre de Dios es invencible e infinito en su esperanza. Si ustedes creyeran en esas simples cosas, hijos Míos, no importaría que no tengan qué comer. Lo que más importa, hijos Míos, es que su alma y su vida estarán nutridas por el Espíritu de Dios. Quien vive a través del Espíritu de Dios nunca tendrá sed, nunca tendrá hambre.

Queridos hijos, si los santos en el pasado, en profundos ayunos y abstinencias, consiguieron vivir a través de la Eucaristía, ¿ustedes creen en el poder de la Comunión de Cristo? 

Queridos hijos, donde está Cristo, no está el mal. Si Cristo está en ustedes, Dios está en ustedes y Yo también lo estoy, hijos Míos. Eso es invencible para los tiempos que vendrán.

Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.

Bienaventurados los buenos de corazón, porque serán premiados en el Reino de Dios.

Bienaventurados los humildes y los pacíficos, porque siempre alcanzarán la alegría. Que esa alegría, hijos Míos, que los nutre a ustedes todo el tiempo, nunca se apague; así, alegrarán al Corazón de Dios que está bastante ofendido por las injusticias del mundo.

Yo les ofrezco Mi Corazón como una Rosa de Luz, el Corazón Espiritual de su Madre que pulsa en todo el universo, escuchando las súplicas de Sus hijos, irradiando todo el Amor del universo a todos aquellos que creen en el renacimiento interior.

Si en sus manos está una llama encendida, ¿creen que ese es el símbolo de la paz?, ¿creen que un alma está siendo aliviada? Eso es posible cuando ustedes viven en la fe. Yo vengo a traerles el Don de Mi Fe, que es algo invencible. Cuando se vive de corazón, la fe siempre triunfará. Y Mi Corazón triunfará en ustedes, cuando crean en la fe, porque la fe es el Amor de Dios, es la Unidad de Dios, es la compasión para todo el universo.

Queridos hijos, hoy, no solo los que están aquí piden por ustedes, sino todo el mundo, todos Mis muy queridos hijos que están, en este momento, unidos a la proclamación de Mi Corazón.

Yo les vengo a traer el advenimiento del Espíritu de Cristo, aquel Espíritu que los ayudará a caminar en estos tiempos de tribulación. Sigan orando, honrando al Corazón de Dios para que así, Él también los glorifique.

Recemos:

Adonai, 
Misericordia, Misericordia, Misericordia,
Redención, Redención, Redención,
para este planeta. 
Amén.
(siete veces)

 

Queridos hijos, en el gozo de Mi Espíritu que concibe la paz y la redención, hoy quisiera especialmente consagrar a los Hijos de María, a estos hijos que se consagrarán ante Mi Presencia Celestial. Que vengan aquí los que se consagrarán, Yo los espero.

Queridos hijos, cuando sus voces cantan, el Cielo responde inmediatamente al pedido de los corazones y a las súplicas de las almas que buscan la paz.

Hoy, vengo desde el Cielo, como su Patrona de Coromoto, para bendecirlos, así como lo hice la última vez, imponiendo Mis manos sobre sus cabezas.

Imploro al Todopoderoso por la Gracia de Su Luz y de Su infinita Misericordia, que los hará fuertes e invencibles; y así, a pesar de cualquier consecuencia, siempre estarán en libertad.

Recuerden hijos Míos, que deben ser dignos hijos de Dios; y si hoy ustedes se dignifican y se consagran, a Mi materno Corazón de Madre, es porque están dando el sí a través de esta consagración para que se pueda establecer el espíritu de la paz, la unidad y el amor entre los corazones del mundo.

Si ustedes, hijos Míos, son generadores del Amor de Dios; el Amor de Dios triunfará y Mi obra se cumplirá, al menos en las Américas.

Rezo por ustedes. Rezo por este pueblo. Rezo por este país, junto al Ángel de la Guarda de esta nación y en la presencia de los coros celestiales, de Cristo y de San José Castísimo. 

Bajo esta sagrada triangulación, con el poder del infinito del Cosmos, Yo establezco, hijos Míos, la consagración definitiva de sus espíritus y almas, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Canten. Ahora, son Hijos de María.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado y recuerden que, a través de sus vidas, Mi Inmaculado Corazón triunfará.

Los amo y los bendigo, en nombre de Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, queremos dejar un pequeño relato de lo sucedido durante el trabajo de oración.

Cuando estábamos trabajando con las oraciones que recitábamos, los ángeles, a pedido de Nuestra Señora, comenzaron a recorrer cada rincón de Caracas y fuertes haces de Luz fueron aproximándose a las almas que más lo necesitaban.

Ellos depositaban en la esencia, en el corazón de cada hermano, una molécula de Luz. Algo que venía directamente del Creador. Era algo que era poderoso, luminoso e invencible.

Y cuando esa molécula de Luz que ellos depositaban en cada hermano se encendía, todo lo que había alrededor y que era oscuridad, desaparecía. Y una forma de fuerza espiritual positiva se engendraba dentro de cada uno, y se manifestaba a través del corazón, como el Amor de Dios. Era como si fuera algo que lo renovaba a cada uno.

¡Gracias Señor, por cuanto nos das!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, HACIA LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que hoy reine Mi Paz, que confíes en Dios porque vives lo que está previsto por Dios.

Que tu corazón no se aflija, mas que reconozca la grandeza de todo este misterio.

Que vivas el amor y lo multipliques para que tus más viejas resistencias se derrumben a los pies del Creador.

Que puedas ser libre todos los días de la vida.

Que construyas ahora los nuevos puentes entre la Tierra y el Cielo.

Que se liberen tus miedos y te purifiques en la fe, porque todo lo que hoy te sucede ya fue pensado por Dios.

Que no pierdas la sana alegría, que revivas todos los días la Pasión del Señor como el propósito de redimir la vida.

Que frente a tu vida se abran las puertas del Universo, que seas colmado por Mi Amor y por Mi compasión. Enciende en tu pecho Mi estrella de la Paz, que ella sea el lucero para los que no ven a Dios.

Que a través de ti se simplifique la vida para que los perdidos retornen a Dios. Abraza Mi Corazón dulce, en esta hora, deja que Yo todo lo pueda resolver. Acepta los desafíos. Vive los cambios por amor y con perdón para la humanidad.

Encuentra en Mi mirada la bondadosa Luz del Padre Celestial. El tiempo de tu entrega está cerca, que celebres Conmigo este día porque en nombre de Cristo he venido a darte Sus Gracias y a conquistar tu pequeño corazón.

Confía todos los días en las virtudes de amar cada vez más lo que parece poco feliz para ti. Pues tu alegría nacerá verdaderamente cuando vivas tu cruz con gratitud por todo este proyecto, allí finalmente serás libre de ti.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los guía hacia la Paz,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Alivia el corazón humano, libertando tu corazón de toda la angustia que lo separa de Dios.

Alivia el corazón humano, que es el Corazón de Dios, perdonando y curando las heridas que la ilusión del mundo causó en su pecho.

Alivia el corazón humano y, en consecuencia, a toda la Creación, cumpliendo los Principios de Dios para ti.

Cura los males del cuerpo con el bálsamo del espíritu; vive en el espíritu de la paz.

Queridos compañeros, no le teman a la libertad del espíritu; aquella que encuentran cuando ya no cargan su peso ni las  cargas humanas que les impiden caminar.

Vengo al mundo como portador de la libertad celestial. Vengo a la llave de una nueva puerta, para que la crucen y salgan de la vieja existencia, del viejo hombre.

Sería simple, para todos los seres humanos, encontrar a Dios y sumergirse en la profundidad de Su Sacratísimo Corazón, si venciesen las barreras del orgullo y del temor de perderse a sí mismos.

Estoy aquí para hacerles comprender una realidad superior para que ingresen, en consciencia, en una vida mayor, verdadera. 

Les pido que curen los rencores humanos como forma de aprender cuán simple es dejar emerger el amor en el propio corazón; que comprendan que ese potencial de amor siempre estará latente en el corazón de todos los seres. Y ahora, ese amor debe verterse no solo sobre los individuos, sino también sobre toda la Creación.

Para aprender a amar al Todo, deben aprender a amar todo y, para eso, necesitan dejar de lado el miedo que les impide descubrir la grandeza del verdadero amor que habita en todos ustedes.

Cuando se dispongan a aprender y a transformarse, Mi Casto Corazón los conducirá, les mostrará los caminos y les indicará los pasos que deben seguir.

Después de que den ciertos pasos, comprenderán la verdadera esencia de Mi enseñanza y podrán vislumbrar hacia dónde Yo los conduzco en este tiempo.

Yo los acompañaré hoy y siempre.

San José Castísimo, siervo de Dios

MENSAJE DIARIO EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El verdadero fruto de la oración es el Amor y del Amor nace la confianza en Dios; de esa confianza brota la Fe como semilla de luz, para que después sea la flor que estará a los pies del Altar de Dios.

El único camino es la Esperanza porque de ella nace la Sabiduría y de la Sabiduría se nutre la consciencia servidora para algún día vivir en la Paz. De la Paz surge la mansedumbre, que es el don de los pacificadores y esa mansedumbre es el escudo contra toda inquietud y perturbación.

El miedo existe por la falta de confianza, y el miedo es un arma engañosa que usa Mi adversario para hacer desistir a los corazones del Camino de Dios. De ese miedo nace la ira y de la ira surgen la culpa y la opresión, astucias del enemigo para impedir vuestra confirmación al Plan de Dios.

Pero el alma que ora se renueva y pierde todos los miedos, no tiene nada que ganar ni que perder porque está entregada a la Voluntad de Dios. Quien vive la oración, da buenos frutos, mas quien ora con sinceridad y sin automatismos se convertirá en una perla preciosa para Dios.

Por eso Yo vengo al mundo para enseñarles sobre esta escuela de oración. Si ustedes ingresan en este camino conocerán vuestros potenciales y virtudes. Solo basta dar el primer paso para que en poco tiempo se liberen de todos los códigos de la vida superflua y mezquina.

Sean en este día un gran espejo de luz que, a través de la oración amorosa, refleje al mundo la Luz de Cristo en medio de la oscuridad.

Sean pilares del nuevo tiempo para que Mi Hijo instituya Su Templo de Misericordia en ustedes, y así las bases de la Nueva Humanidad podrán manifestarse.

Destierren de vuestras consciencias el camino de la perdición y de la ceguera espiritual, abran los ojos y lean el mensaje que ha escrito para ustedes la Reina del Cielo.

Estos ya son los últimos anuncios, antes de que todo se desencadene. Vivan en la oración y algún día serán reflejo de una oración viva, permeada por el Espíritu de Cristo y libre de todo mal.

El mundo necesita espejos de oración, usinas de fuego cósmico y divino, que atraigan hacia el planeta las leyes de la Misericordia y de la Armonía en un tiempo de grandes desequilibrios.

La propuesta de convertir vuestras vidas está vigente. Adhiéranse al llamado e ingresen en el Universo de Mi Corazón para así redimir vuestras consciencias.

Allá en el Universo, siempre seremos uno.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Quien enciende los espejos del corazón,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz  

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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