MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PUERTO IGUAZÚ, MISIONES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

La humanidad como consciencia debe rendirse a Dios para que todas las faltas cometidas sean perdonadas, y los corazones sean aliviados y liberados de su cautiverio interior.

Mientras no haya verdadera entrega y disposición a Dios, la humanidad que aún no se arrepiente sufrirá mucho y aprenderá a tomar consciencia de sus errores por medio de los efectos ocasionados por todas sus decisiones.

Anuncien al mundo y a todos los que encuentren por sus caminos que llegó la hora de rendirse a Dios, de colocar la cabeza en el suelo y de pedir misericordia y perdón para que antes de los últimos grandes acontecimientos las almas encuentren el camino de salvación.

Para eso, vengo a pedirles a todas las almas del mundo la consagración diaria a Mi Materno e Inmaculado Corazón, a fin de que Yo pueda cada vez más interceder por todos los que están perdidos e hipnotizados por las trampas de Mi enemigo.

Deseo en esta hora, hijos Míos, que todos puedan abrir sus ojos y salir de la ilusión mundial que atrapa a millones de almas.

Díganle a las almas que se consagren día a día a Mi Inmaculado Corazón, para que la mayoría pueda vivir un verdadero arrepentimiento de sus pecados y así reciban la Gracia de una victoriosa redención directamente de Mi Amado Hijo.

Recuerden que el arrepentimiento de corazón abre las puertas al Reino de los Cielos para que descienda la Divina Misericordia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que despierte la Pureza de Dios en los corazones simples para que la Tierra pueda ser repoblada de dones de Cura, de Luz y de Misericordia.

Que, en los simples, esta Pureza transforme al planeta y a su humanidad para que cada día se disipe más la soberbia, la indiferencia y la constante tendencia a la omisión.

Que los justos ayuden a los injustos y que la mayoría reciba una grandiosa oportunidad de hacer de cada vida un regalo para Dios, para que la Creación se siga recreando, para que los más humildes traigan a este planeta una importante Gracia que haga de cada consciencia un nuevo ser.

Que, en estos tiempos, todos participen de ese milagro de Amor y que este Amor, que proviene de Cristo, se extienda hasta los confines de la Tierra para que, al menos por unos segundos, los que están más separados de Dios sientan por lo menos en un instante que el amor todo lo puede y vence todas las barreras. Y que, finalmente, nadie se quede sin conocer a Dios o por lo menos a su verdadero mundo interno.

Que todas las consciencias se abran para conocer su propio universo, el camino más seguro a la redención.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELIAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Adéntrate en el océano de Mi Gracia, para que todo lo que sucede en el mundo se pueda reparar.

Adéntrate en el océano de Mi Gracia, para que todo lo que sucede, en el mundo interno del planeta, pueda ser purificado y colmado por la Luz Maternal de Mi Corazón.

Adéntrate en el océano de Mi Gracia, para que Dios te tenga en Sus Brazos de Misericordia y pueda realizar en ti Su Proyecto Redentor de Amor.

Adéntrate en el océano de Mi Gracia, para que todas las circunstancias de la vida sean resueltas por el poder inmaculado de Mi Amor.

Adéntrate en el océano de Mi Gracia, para que la vida del planeta, sus reinos, elementos, ángeles y devas, también sean ayudados en este tiempo por la intercesión de tu oración.

Adéntrate en el océano de Mi Gracia, para que todo lo que perdiste y es verdadero, que proviene de Dios, lo recuperes y sientas la fortaleza que en estos tiempos irradia Mi Corazón.

Adéntrate en el océano de Mi Gracia, para que vivas en Mi Amor y Mi Amor Materno pueda estar en ti hasta que se realice la Obra Divina en este planeta.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

No vengo a prometer la victoria aquí en la Tierra a ningún ser humano, sino un sacrificio que es desconocido por la mayoría. Es parte de Mi Obra de Misericordia, la que Yo intento que vivan Mis apóstoles en estos tiempos de transición.

Hoy vengo con Mis cinco principales Llagas encendidas.

Necesito que sientan las Llagas de Mis Manos, las Llagas de Mis Pies y la Llaga de Mi Costado, a fin de que compartan Conmigo lo que estoy viviendo por esta humanidad y por la que vendrá.

Mi Pasión no terminó en la Cruz, ella continúa viva en el eterno silencio de Mi Corazón.

Pero hoy también les muestro Mi Corazón resplandeciente; este Corazón que ha dado la vida por ustedes, que se entregó por ustedes para que estuvieran en comunión con el Padre a través de los tiempos y de los siglos.

Vean Mi Corazón Glorificado, que aún arde de Amor por las almas.

Este Amor consume como un Fuego a Mi Corazón, es un Amor que a veces duele, por estar tan limitado para poder entregarlo a las almas que tienen mucha sed de Dios.

Este es el Fuego Divino que Me permite estar aquí con ustedes y el que a través de los tiempos ha acompañado a esta humanidad, desde el momento en que Yo estuve encarnado aquí, en la Tierra.

No deseo que este Fuego de Amor Me consuma. Aspiro poder derramarlo, entregarlo y compartirlo con las almas que están más vacías de Dios, que no tienen salida, que no encuentran un sentido para la realización del Plan de Dios en este tiempo definitivo.

Con la Luz de Mis cinco Llagas y con Mi Corazón ardiendo de Amor en el Amor infinito de Dios, hoy deseo que coloquen su mano sobre Mi Corazón, para que puedan sentir Mi Presencia, que es eterna y perpetua.

Amado Mío: coloca tu mano sobre Mi Corazón y siente la fuerza de Mi Amor inextinguible, este Amor que repara y que cura a las heridas más profundas de la consciencia, el desasosiego de los espíritus, la tristeza de los inocentes, el dolor por los que claman por una oportunidad.

Coloca tu mano sobre Mi Corazón Glorificado y siente Mi Presencia. Yo estoy aquí y si estoy aquí, nada semejante a Mí puede estarlo, porque Mi Fuerza es indestructible, Mi Poder es invencible.

A Mi Amor nadie lo puede derrotar; porque es un Amor que proviene de Dios, de Su Infinita Fuente, de la emanación más profunda de Su Corazón eterno y sublime.

Siente, a través de Mis Palabras, tocando con tu mano Mi Corazón, este Fuego Divino de Amor y de Gracia, de Cura y de Redención, que hoy derramo sobre ti para renovar tus células, tus sentidos y toda tu consciencia, que es bañada por Mi Espíritu, es colmada por Mi Consciencia, es elevada por Mi Divinidad.

Hoy deseo que todos toquen Mi Glorificado Corazón.

Recuesta ahora tu cabeza sobre Mi Pecho y siente la paz. La paz que conforta, la paz que renueva: Mi Paz, que restaura. Mi Paz, que cicatriza. Mi Paz, que consume cualquier dolor, cualquier angustia.

Ríndete a Mis Brazos; ingresa en lo profundo de Mi Corazón, en donde está Dios a la espera de tu espíritu, junto a Sus ángeles.

Recuesta tu cabeza sobre Mi Pecho y siéntete completamente vacío; lejos del mal, y cerca de la Fuente renovadora de Mi Corazón.

Ríndete a Mis Brazos, para que Yo te pueda cubrir con el Manto Sagrado de Mi Divina Alma, de Mi Sublime Compasión.

Ríndete y ya no te resistas.

Abre tu corazón, dime qué es lo que sientes en tu interior.

Yo conozco tus misterios y los rincones más profundos de tu consciencia. No hay ningún obstáculo para Mí, ni ninguna barrera que Me pueda impedir llegar a ti.

Entrégate al Fuego de Mi Corazón y déjate consumir por la Sagrada Adoración de Mi Corazón Eucarístico.

Bebe del cáliz que hoy te estoy ofreciendo y vive el sacrificio por Mí, por todas las almas, por todos los Reinos, por este planeta que agoniza por la falta de tanto amor.

Consúmete dentro de Mi Fuego y que Mis profundas Llamas de Amor transfiguren tus sentidos, transfiguren tus células y eleven tu alma a través de Mi Corazón, al Sagrado Reino de Dios.

Siente los Rayos de la Cura, para que lo más imposible se pueda curar.

Siente Mis Rayos de reparación, para que lo que está restaurado se pueda volver a transformar en el Divino Proyecto que Yo tengo para ti.

Ríndete a Mis Brazos y déjame obrar.

En Mi Corazón está el refugio para estos tiempos, la fortaleza para las almas, la fuerza y el poder que derrotarán el mal.

Ahora deja que Mis Llagas toquen tu cuerpo y coloque Mis Manos en donde tú más lo necesitas. Siente la Luz de Mis Llagas, siente Mis Manos, las humildes Manos de un Obrador de Dios, que se entregó a ti, por Amor y Redención.

Siente las Manos de tu Rey, las que fueron traspasadas; Manos que soportaron el dolor del mundo, la indiferencia de la humanidad, hasta los tiempos de hoy.

Siente el calor de Mis Manos, que irradian la cura y la restauración para tus células, para cada rincón de tu ser.

Ríndete ante tu Maestro Celestial.

Acepta a tu Señor, acepta a tu Esposo y vive Conmigo la alianza eterna con Mi Corazón.

Ahora observa cómo toda amargura se disipa y el poder de Mis Llagas todo lo transforma, para que algún día, amada alma de Mi Corazón, alcances la Luz y la Ascensión,

Rindete a Mis Brazos. Ríndete ante Mi Presencia. Porque ahora debes ser nada para que Yo sea en ti y tú en Mi Padre, que está sediento del amor de las almas; que está lleno de Misericordia para todos tus defectos, para todas tus heridas, para todo lo que nadie puede curar en este planeta.

Y ahora, siente Mi Abrazo, siente el refugio de Mi Espíritu y sumérgete en el océano de Mi Paz, en donde ya nada más importa, solo estar en Dios y en Su Divina Presencia.

Quédate en Mis Brazos como un pequeño ser y sé tan insignificante como todo lo creado. Sé pequeño entre los más pequeños. Sé el último entre los primeros.

Te invito a ser nada, en el sagrado vacío de Mi infinito Amor.

No busques resultados, sino constantes esfuerzos.

Complace a Mi Corazón por todas las Llagas que el mundo me genera día a día.

Así como te entrego Mi Ser, entrégate en rendición a Mí, para que puedas salir de ti y puedas estar ahora en el sufrimiento de tus semejantes; curando como Yo he curado, amando como he amado, entregándote completamente, como Me entregué en la Cruz por cada uno de ustedes.

Haz de Mis Palabras el Fuego de tu vida, la Llama infinita que todo ilumina en estos tiempos de oscuridad.

Toma Mi Corazón como una nueva alianza y bebe de Mi Sangre Divina, para renovar tu ser, y así, transfigurarte de la noche a la mañana.

Quédate en Mis Brazos tan solo por un momento y ya no pienses en nada.

Estás dentro de Mi Reino, viviendo de Mi Verdad.

Estás en la realidad del Universo y, en este mismo momento, lejos de la ilusión.

Ríndete a Mis Brazos, para que puedas sentir el Fuego de Mi Amor, y así, aprendas, en este tiempo, a amar cada vez más, sin condiciones, sin barreras, sin defensas, sin apariencias.

Ama como Yo he amado a todo el mundo cuando estaba en la Cruz, en la mayor agonía.

Ama más que el dolor y que todo sufrimiento, porque el amor vencerá y algún día serás lo que Yo tanto aspiro, desde el surgimiento de tu consciencia.

No pienses en el pasado, sino en el eterno presente que hoy te ofrendo con Amor, para que puedas comulgar Conmigo en la plenitud de Mi Espíritu y en la Gracia de Mi Consciencia.

Ama por los que no aman.

Ama por los que no saben amar.

Ama por tus enemigos.

Ama delante de tanta indiferencia, y que encuentres en tu prójimo el Amor de Dios, que está vivo, pero herido, en tu semejante.

Ama como los ángeles aman a Dios. Que este Amor pueda arrebatarte, el Amor que hoy te entrego, el Amor que proviene de Mis Llagas y de lo profundo de Mi Corazón.

Ríndete a Mis Brazos y aprenderás a amar como Yo lo espero para este tiempo de crisis.

Que este amor surja de ti como un espíritu verdadero, como una Gracia incondicional que pueda superar tus límites y todas tus imperfecciones.

Ahora que estás rendido a Mis Brazos, rodeado por el Fuego de Mi Amor, por la Divina Luz de Mis Llagas, acepta Mi Llamado: curar a este planeta bajo el Amor de Mi Corazón, para que muchas almas más se salven, para que millones de consciencias despierten a la vida del espíritu.

Está llegando del Universo la fuerza imperiosa de Mi Amor, que quiere traspasar muchos corazones más que hoy agonizan.

Siente los Rayos de Mi Amor y libérate del cautiverio.

Siente los Rayos de Mi Amor y, en el sagrado silencio, entra en comunión Conmigo para entrar en comunión con Dios, a fin de que se establezca la sagrada reparación.

Ahora guarda en tu corazón lo que hoy te he donado de una forma incondicional, porque te estoy ayudando a cargar la cruz de estos tiempos difíciles, Yo Soy el nuevo Cirineo.

Yo vengo a hacer de tu vida una nueva vida, algo que tú desconoces, algo que está lejos de tu control y de tu pequeño poder, vengo a hacer de tu vida lo que Dios espera.

Hoy solo vengo a cumplir Mi Voluntad. Amén.

Lleven las manos hacia al corazón y comulguen Conmigo, en el calor interno que hoy los une, en la Comunión renovadora que hoy nos congrega para que, algún día, nos tornemos libres, libres de la cadenas, libres de las prisiones y de todos los atavismos, tan libres como lo fueron los apóstoles.

Solo les pido que no teman cruzar el desierto porque Yo siempre estaré allí, para extenderles Mi Mano y levantarlos del suelo, dándoles fuerza y coraje, templanza y esperanza para poder caminar hasta el fin de la meta, hasta el Reino de Dios.

Hoy vengo con Mi dulce Fuego de Amor y con la suavidad de Mi Espíritu, con Mi Amor-Sabiduría, para curar al mundo de los núcleos más internos que aún no se pueden transformar, por temer a vivir el gran Amor que Yo tengo por todos, eternamente.

Siente tu corazón vacío de toda secuela; y ahora, contempla en tu corazón cómo se abre la flor de la redención, tan bella como las rosas y todas las flores del Universo.

Este es el toque de tu esencia.

Este es el resurgimiento de tu pureza que se ha entregado a Mis Brazos para poder despuntar como el Sol de Mi Corazón, en este Universo, para siempre.

En los tiempos de oscuridad vendré a dar fuerza a los que Me sigan, a los que Me escuchan abiertos de corazón, a los que Me adoran y a los que aún esperan Mi llegada al mundo, aunque no Me puedan ver.

Yo quiero que se rindan a Mis Brazos los que aún no se han rendido.

Yo vengo a buscar de ustedes lo que es verdadero y justo.

Vengo a traspasar las capas más profundas de la miseria, los muros más rígidos de la consciencia por medio del Rayo Poderoso de Mi Amor, y así los hago resurgir bajo Mi Espíritu, que es el Espíritu de Mi Padre.

Y ahora, en Mis Brazos, sientan el Sacramento de la Reconciliación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Vengo a hacer de sus vidas nuevas cosas.

Vengo a concretar lo que parecería imposible.

Vengo para manifestar en este tiempo la Gracia de Dios, una Gracia que aún no es comprendida ni valorada por la humanidad.

Vengo a entregarles lo que viene de Dios, a través del Corazón Amadísimo de Su Hijo.

Vengo a santificar este aceite con la emanación más profunda de Mi Espíritu,para consagrar a nuevas auxiliadoras de Mi Divina Misericordia, que serán a partir de esta noche, Mis Brazos y Mis Manos, para llevar al mundo, por medio de los Sacramentos y del Ceremonial, la Misericordia de Dios para las almas, para las almas más moribundas.

Hoy contemplaré esta consagración con regocijo, como lo fue en Santiago de Compostela, en donde pude ver en esas almas la verdadera misión de sus esencias, manifestada en la vida material por el simple hecho de adorar y de amar Mi Corazón.

Hoy vengo a entregarles esta Gracia que va más allá de sus almas, de todas sus condiciones, de todas sus imperfecciones.

Hoy vengo a liberarlas para que estén en Mí y Yo en ustedes, en comunión perpetua con las esposas del Señor.

Que el Señor bendiga este elemento, que surgió en los principios de este planeta para santificar a las almas y para quitarles la sed de Dios, con el fin de que se reconcilien con la Santísima Trinidad, presente en el elemento agua, fuente de gracia y de reparación,

Este es el símbolo1 que las unirá a Mí. Aquí está la unión con Mi Sagrado Corazón, fuente de gracia y de cura.

Y así, en momentos de alegría como de tristeza, en momentos de desafíos como de pruebas, así Yo siempre las quiero ver. hijas Mías, fortalecidas por el coraje del espíritu, la templanza del alma, por el fuego de sus corazones unidos al Fuego de Mi Corazón.

Bendigo a todos y al mundo entero, con la señal luminosa de la Redención: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

1Fray Elías exhibe el pan y el vino.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 50ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Fray Elías del Sagrado Corazón: 

Repitamos:

Ven, Humildad de Dios 
y fortalece mi vida.
Ven, Humildad de Dios
y hazme nada en Tu Esencia Divina.
Amén.

        Y ahora, a pedido de Cristo, la haremos juntos.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vengo con todos los Rayos de Mi Gloria hacia ustedes, Rayos más brillantes y dorados que todo este altar, que todos los soles que existen en el Universo; más brillantes que todas las estrellas, que toda la vida y que toda la esencia.

Esta es la Humildad de Dios en Mi Corazón, que hace posible lo imposible, que convierte el pecado en amor y que disuelve el error por medio de la Divina Misericordia.

Estos son los Rayos de la Divina Humildad de Dios, que los formarán, que los fortalecerán y que los animarán a seguir, en estos tiempos, el camino del apostolado que hoy les indico, al cual se han ofrecido por medio de sus intenciones en esta simple cesta.

Vengo a traerles el Don de la Humildad de Dios, el que ha permitido toda la existencia; porque en la Humildad de Dios está el amor y en el amor está la Sagrada Unidad, que es la Fuente de expresión de todas las cosas.

Vengo con Mi Corazón resplandeciente en este día, sintiendo el gozo profundo de sus almas por estar abriéndome los caminos para que Yo los pueda recorrer, junto a ustedes, en esta sagrada misión planetaria.

Vengo a entregar el Don de la Divina Humildad de Dios a todas las almas, especialmente a las buscadoras de la Verdad, a aquellas que aún no se sienten plenas en el Señor.

Hoy vengo a pedirles, amados compañeros, que no miren más sus errores; que miren en ustedes las virtudes, las santas virtudes de la transformación interior, no para vanagloriarse ni tampoco para engrandecerse.

El Don de la Divina Humildad de Dios les permitirá realizar Mi Obra y cumplirla en cada etapa, así como lo tiene previsto Mi Sagrado Corazón.

En esta Sagrada Humildad de Dios, en esta Divina Humildad del Padre, se encuentra la renovación de sus vidas.

Porque si viven en la Humildad de Dios mientras estén en esta superficie del planeta y ante estos tiempos caóticos, nada más importará.

Que sus corazones y vidas puedan ser fuentes e instrumentos de esa Divina Humildad.

Hoy, he decidido venir antes del tiempo previsto, porque la Gracia Me lo ha permitido y porque sus corazones aspiraron a encontrarme en su interior, pleno y vivo.

Los invito, compañeros, a buscar, en estos tiempos, la Divina Humildad de Dios.

Recuerden que, en el día de ayer, Yo les dije que depositaría en sus manos Mis Designios; este es el primero y el fundamental, porque en la Divina Humildad de Dios siempre encontrarán la salida ante las dificultades y todas las pruebas que puedan atravesar y vivir en este tiempo.

Los animo a no tener miedo, sino a fortalecer su confianza en Mi Corazón misericordioso.

Estoy viendo en sus vidas, finalmente, las Virtudes de Dios, el espíritu de la realización de Mi Obra en las almas más imperfectas de este planeta y en los espíritus que estuvieron muy lejos de Dios, hace mucho tiempo.

Por eso, les vengo a demostrar que es posible vivir en la Divina Humildad de Dios. Eso siempre los unificará como hermanos y Mi adversario no colocará su mano para intentar destruir Mis Planes en ustedes.

Ya han construido en ustedes, en estos últimos cincuenta encuentros, el Don de la Fortaleza, que los lleva siempre a tener más sabiduría en el momento de tomar decisiones importantes en sus vidas.

Un ejemplo de todo esto son los Adoradores de Mi Santísimo Cuerpo Eucarístico.

Vean cómo Yo no he hecho nada, sino cómo ustedes lo hicieron todo por medio de su constancia, de su perseverancia, de su fe; superando obstáculos, internos y externos; superando barreras, límites y todas las perturbaciones posibles, para poder finalmente unirse a Mí en la Sagrada Fuente de la Eucaristía de Mi Corazón.

Es así, que hoy vengo como Sacerdote Mayor, para celebrar este momento con cada uno de ustedes, por la humanidad, por todos los pueblos y todas las razas, por todas las naciones del mundo; más aún por aquellos que están lejos de Dios, en su profunda oscuridad.

Hoy, quiero que sus corazones sean relicarios, que se conviertan en tabernáculos, para que Yo pueda depositar la Eucaristía de Mi Corazón en la más perfecta unidad con sus esencias.

Vengo así, a tejer, simbólicamente, con hilos de oro, desde Mi Corazón hacia cada uno de sus corazones; trayéndoles los Dones del Espíritu Santo, que se han mostrado verdaderamente en sus almas, en cada grupo de oración y en cada grupo de servicio, que sostiene, perpetuamente, Mi estandarte de la Paz.

Vendrán tempestades, la Tierra temblará, el universo gritará y se escucharán cosas espantosas, pero les pido que, en este encuentro número cincuenta, sus corazones no vacilen, sino que pongan en práctica las virtudes espirituales que han adquirido por medio de la oración, de la comunión y de la Adoración a Mi Sagrado Corazón. Eso los hará invencibles, a pesar de cualquier locura. Eso los hará fuertes, a pesar de cualquier embate.

Aunque Cielo y Tierra pasen, Mis Palabras se perpetuarán en aquellos que han creído en ellas, porque serán victoriosos como es victorioso Su Rey del Universo y cada esencia divina que vibra en este universo sideral.

Vengo a darles fuerza, coraje, valentía, entusiasmo y una inextinguible motivación para los tiempos difíciles que llegarán.

No puedo negarles los tres días de oscuridad. Ustedes deberán ser Mi Luz en el mundo, más brillante que el Sol y que todas las estrellas porque así, serán faroles en el mundo que iluminarán en la noche a todas las esencias caídas y a los ángeles del universo que vendrán en auxilio de la humanidad para retirarla de su abismo y de su derrota.

Enviaré, entonces, al Arcángel Rafael para que Él los cure, todavía en este tiempo que resta.

Enviaré al Arcángel Gabriel para que en sus mundos internos se anuncie la Palabra de Dios y sepan estar, actuar y proceder en donde Yo lo necesite.

Enviaré al Arcángel Miguel para que sus almas se conviertan en una luminosa espada que cortará las tempestades, disolverá los abismos e iluminará los caminos de los que están en tribulación.

Por eso, Mi Madre Santísima se anuncia en este tiempo para dar el mensaje de Mi Retorno.

La última fase que vivirá la humanidad será un servicio mayor y exigente, hasta que todo suceda.

Esa será la hora de que se refugien en Mi Corazón, para que el Señor, el Todopoderoso, los ampare y los guarde de todo mal.

Pero les pediré una última cosa en ese momento, que oren por los que permanecerán en la oscuridad y que partirán de este mundo en tinieblas, porque han buscado ese destino para sus vidas.

Nadie podrá salvarse del Juicio Universal. Será necesario pasar por eso porque de lo contrario no podrá existir una Nueva Humanidad.

Yo los preparo para que sean parte de esa Nueva Humanidad, para que crean que podrán serlo por encima de todas las cosas y, principalmente, para que dejen de sentirse como estrellas caídas porque ahora ya son estrellas redimidas por la Gloria de Mi Corazón.

Acepten entonces, en esta tarde, esta Comunión Conmigo para que podamos prepararnos para ese próximo tiempo con total consciencia y discernimiento.

Hoy vengo a oficiar, a través de los Sacerdotes, estos sagrados Sacramentos que servirán de impulso espiritual para las almas, de cura y de renovación para todos los que los vivan interiormente.

Hoy no quiero hablarles del mal que hace el mundo, por mayor que sea. Hoy quiero quedarme en el regocijo de sus corazones al haber confiado en Mi santa Palabra; por más que no Me vean, por más que no realice grandes fenómenos o milagros ante ustedes, porque el verdadero milagro es la conversión y la redención de sus corazones; así se cumplirá Mi Voluntad.

Celebremos entonces, hijos de Mi Padre, esta coyuntura especial en la que Mi Corazón es el Portal hacia el Cielo para cada uno de ustedes, el Cielo atraviesa Mi Corazón para llegar hasta aquí y unirse a sus almas.

Entremos, entonces, en el júbilo de Mi Reino Celestial, en donde he preparado una morada para cada uno de ustedes, después de esta vida.

¿Aceptan esa Morada de Dios?

¿Aceptan ir Conmigo al Paraíso?

Entonces Mi Obra se cumplirá aún más, contaré con ustedes, paso a paso, en todo lo que necesite para realizar el Proyecto Redentor.

En esta tarde, sientan el gozo de estar Conmigo y, a través de esta unión, disuelvan el mal de la humanidad.

Ustedes son almas al servicio del Padre, vivan en el espíritu de Su Santa Humildad y la Tierra será repoblada de Nuevos Cristos.

Ahora consagraré los elementos y también a los que hoy se consagrarán, después de haber vivido este ejercicio de Adoración, a Mi Corazón Eucarístico y Divino.

Que este ejercicio se cumpla hasta el fin de sus vidas, para que más almas sientan el magnetismo de vivir, como ustedes, la sagrada Adoración, trayendo el Universo de Dios a la Tierra con una simple mirada a Mi Eucarístico Corazón, lleno de bondad, de Misericordia y de un profundo amor que he sentido de ustedes en muchos momentos.

Esto es lo que Me hace retornar aquí, porque ya no sería posible por todo lo que hace el mundo y su humanidad, por todo lo que promueve esta raza de superficie en la Creación y en los Reinos de la Naturaleza.

Finalmente, compañeros, con Mi Mano sobre Mi Corazón, puedo decir que ustedes ya son parte de Mis Manos y de Mis Pies, y Yo Soy en ustedes, en esta Obra de redención planetaria, por medio de los grupos de oración, de los peregrinos y de los miembros que forman parte de Mi Red-Luz universal.

Brillen como soles todo el tiempo.

Brillen como almas y como esencias, y sus dificultades se disolverán.

Brillen como han brillado los Adoradores y sigan haciéndolo para que Me superen en el Amor y en todo lo que Yo he vivido por ustedes durante Mi Sagrada Pasión, porque creo que es posible que Me puedan superar en el Amor.

En el Nombre de Mi Padre, ¡aleluya!

No seguiré emanando más Amor porque podrían ahogarse.

Soy exigente, pero amo todo lo que contemplo, todo lo que busco y a quien llamo para servirme.

Celebremos esta alianza entre el Cielo y la Tierra. Celebremos esta alianza entre Dios y Sus pacificadores a fin de que exista un mayor tiempo de paz en este planeta.

Ahora, para que los ángeles transubstancien los elementos entonaremos el cántico Aleluya, así como lo han entonado con el gozo de sus corazones ante Mi Presencia sacerdotal. Los escucho.

Me siento feliz cuando las almas se consagran y el Plan de Mi Padre se realiza y se manifiesta en las cosas más simples y humildes. Este es el fiel ejemplo de que siempre allí, encontrarán el Reino de Dios.

Todos pueden ser Adoradores de Mi Corazón siguiendo los principios de la Orden que Yo he fundado, en estricta obediencia. Eso testimonia que Yo estoy aquí presente, obrando y trabajando por medio de sus corazones y vidas. Esto es lo que hará siempre que Mi Obra en la humanidad sea eterna.

Les agradezco ante la presencia de los ángeles y de los coros de Dios.

Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Antes de irme de aquí, también quiero que glorifiquen este momento por medio de una simple canción para que, a través de ella, Yo pueda hacer llover mucho más amor en el mundo.

Les agradezco.

Canción: Lluvia de Amor.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

A los que se consagran

A los que se consagran, que nunca pierdan la fe y la confianza en todo lo que viven, porque por más que algún día sea difícil, Dios no los abandonará.

A los que se consagran, que vivan bajo un espíritu de mansedumbre y de pacificación, porque así estarán protegidos de toda adversidad.

A los que se consagran, que crean que es posible vivir la infinita transformación, porque en la hora más culminante del planeta, recordarán los tesoros de la Gracia que un día recibieron.

A los que se consagran, que nunca pierdan de vista los principios de la comunidad religiosa, ecuménica y fraterna; que sus vidas sean las bases definitivas para el nacimiento de una nueva humanidad.

A los que se consagran, que escuchen con atención y llenos de humildad, de gratitud y de entrega, las palabras de los que los guían, porque así estarán dentro del espíritu de la inquebrantable unidad entre hermanos.

A los que se consagran, que recuerden, día a día, las herramientas que les fueron entregadas y el júbilo de sus semejantes, de los ángeles y de los santos por haber dado un paso hacia el Señor.

A los que se consagran, que protejan de sí mismos las reglas que constituyen el espíritu de cada congregación y que, como vigilantes de las puertas de los monasterios, siempre prevalezca la transparencia y la verdad.

A los que se consagran, que trabajen el resto de sus vidas para erguir sobre la superficie de este planeta, la morada en donde Cristo encontrará reposo cuando retorne.

¡Les agradezco por dedicar sus vidas al Propósito mayor y desconocido, el que un día se cumplirá en la humanidad!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

A veces, no puedo contarles toda la verdad a Mis compañeros porque no la podrían soportar.

Por eso hoy, con Mis Pies descalzos, toco este suelo sagrado para volver a bendecirlo, protegerlo y resguardarlo por medio de Mi Sagrado Corazón.

El tiempo del Universo se detiene, porque su humilde Pastor ha ingresado en la órbita de este planeta, y a través de este portal de paz, para auxiliar al mundo.

La humanidad aún no conoce el verdadero escenario del fin de los tiempos.

Todo lo que ven por televisión es una pequeña ilustración de la verdad, porque aún existen secretos peores, que se mantienen ocultos bajo llaves de puertas inciertas.

Yo vengo a colocar Mi Luz en esa realidad.

Yo vengo a traerles consciencia a Mis compañeros para que, en los momentos más críticos que se avecinan, no estén durmiendo como durmieron Mis apóstoles en el Getsemaní, y cayeron en tentación.

Los invito a estar despiertos más allá de su despertar.

No solo hablo de salir del sueño, hablo de un despertar espiritual, de una vigilancia extrema ante los acontecimientos que los rodean todos los días y que solo saben de ellos el uno por ciento.

Hoy, a Mis Pies, traigo la realidad planetaria y espero que los que se han consagrado a Mi Corazón pronunciando votos de vida, los cumplan.

No vengo a juzgar sus dificultades, ni tampoco sus imperfecciones.

Yo quiero que Me den lo que pueden darme, porque a través de lo que Me den, podré socorrer al mundo.

Los brazos, las manos y los pies con los que cuento no Me bastan para realizar esta Obra de servicio mundial.

Necesito que sus talentos estén disponibles para Mí, porque mientras sus talentos no están disponibles, millones de almas desesperan, y muchas son víctimas de la muerte, de la injusta muerte.

Los sellos del Apocalipsis ya se están abriendo. Cuando el séptimo se abra, todo, todo se desatará. No habrá quien pueda escapar de esto.

No vengo a traerles terror, sino consciencia.

Aspiro a que puedan salir de sí, todos los días. Que no den trabajo a sus hermanos de camino. Que cumplan, en estos tiempos, con el don que vinieron a ofrendarme.

No pierdan tiempo en cosas superficiales. Ustedes fueron llamados por Mí, ustedes acogieron Mi Convocatoria a lo largo de los tiempos.

Yo sé que esta extrema entrega no es para todos, pero no vengo a pedir lo imposible.

Necesito que Me acompañen con madurez en estos tiempos.

Dejen de ser niños y, a partir de ahora, sean Mis apóstoles, Mis guerreros de la paz, servidores incondicionales de Mi Corazón.

Porque las agujas del reloj siguen corriendo y los acontecimientos se precipitan, uno encima del otro.

¿Quién detendrá esta corriente de maldad en el mundo?

Necesito que Mis cimientos estén listos para que Yo pueda retornar. Y eso será a través de sus corazones y entregas. Mientras eso no suceda, no tengo permiso ni autoridad para volver.

No les estoy haciendo un reclamo. No estoy desmereciendo sus esfuerzos, ni tampoco sus sacrificios, que son visibles a Mi Corazón Misericordioso.

Necesito que estén en madurez y lealtad. Ustedes saben, compañeros, que eso no está sucediendo.

Mientras tanto, Mi Corazón es flagelado por el mundo, al ver tantas víctimas en el abismo de la muerte.

¿Quién las rescatará? ¿Quién dará la vida por ellas? Y no solo hablo de la humanidad, sino también de todo lo que es invisible a sus ojos.

Hoy vengo a declarar Mi preocupación por la humanidad.

Tengo el poder de detener todo lo que sucede, pero muchos escogen el camino del sufrimiento. Y Mi Corazón está tan lleno de Misericordia, como un cáliz que desborda y que aún no es bebido por nadie.

Siento, en Mí, las llagas del planeta.

Escucho, a través de Mis Oídos, el llanto de las víctimas en el desierto, en el desierto de esta transición planetaria.

Necesito que se unan definitivamente, de verdad. Porque en verdad les digo, compañeros, ya no lo aparentan. No es bueno para ustedes ni para Mi Obra en el mundo.

He venido a llamar corazones sin experiencia, vidas en redención, corazones en transformación.

San José es el camino para alcanzar las metas.

Él se ha ofrendado a Mí, en extremo sacrificio, por aquellos que sí perseverarán y que sí seguirán Sus enseñanzas, paso a paso.

Porque Él es el ejemplo de una posible y verdadera humanidad, de una Nueva Humanidad, portadora de una nueva consciencia.

Mientras tanto, San José hace lo imposible para que Mi Proyecto se cumpla en la humanidad.

Los Mensajeros Divinos hacemos lo inalcanzable, por intermedio de todas las criaturas, para cumplir con lo imposible.

Hoy vengo a hablarles desde el Principio de la adultez espiritual porque, a partir del último 8 de agosto, todo ha cambiado, mucho más de lo que parece y de todo lo que conocen.

Deberé colocar a Mis servidores en lugares de conflicto.

Deberé llegar, por medio de sus vidas, a los lugares de mayor caos, con el fin de que atraviesen todas las dificultades, sin perder el empeño ni la esperanza, para que Yo pueda colocar Mi Espada en el monte más alto de este planeta.

En ese momento, todo caerá, y será el fin de la corrupción humana.

La Tierra se abrirá como una madre que está a punto de dar a luz.

Todo se purificará y nadie podrá detenerlo, porque llegará la hora de la gran Redención.

Y como en una noche de estrellas, vendré en silencio, aunque muchos estén agonizando, sufriendo las consecuencias de estos tiempos y de todos los que los gobiernan.

Traeré en Mis Espaldas la Cruz de la Salvación y ya no cargaré con la deuda de la humanidad, sino que traeré la Cruz luminosa de Emmanuel para iluminar al mundo, en los cuatro puntos del planeta.

Muchas naciones estarán unas contra las otras. Pero no se desesperen, el aparente cautiverio terminará, y todos podrán verlo conscientemente, hasta que se ponga fin a la autodestrucción de la humanidad.

Vengo a traerles un mensaje de Sabiduría, vengo a irradiarles Mi Discernimiento.

Ahora, es hora de crecer, no solo interiormente, sino también exteriormente.

Cada uno sabe lo que debe madurar, que cada uno asuma su lugar en esta transición, porque ya no hay tiempo.

Recordarán este mensaje cuando todo suceda y sus almas deberán servirse de la energía de Mi Luz, para estar por encima de todos los acontecimientos, sin indiferencia.

Porque así Me podrán acompañar, y podré apoyar Mi Cuerpo cansado sobre ustedes, recostar Mi Cabeza sobre sus hombros para que, al igual que Juan, alivien a su Señor.

Alivien a su Señor. Alivien a su Señor. Es lo único que les pido, y podrán estar en Mi Paz.

Alivien a sus hermanos, alivien a los que los guían, y estarán en Mi Paz.

Alivien al Padre Eterno y estarán en Su Plan de Amor.

No den trabajo en donde no existe. No creen complicaciones en donde no las hay.

Sean inteligentes, mucho más que Mi enemigo, y cruzarán los puentes hacia Mi Reino; así no demorarán sus pasos, no demorarán Mi Plan.

Hoy Me confieso, como un hijo se confiesa con su padre.

Hoy Me dirijo como un maestro se dirige a sus discípulos y también él muestra sus preocupaciones. Pero no la preocupación como ustedes la comprenden en esta vida terrena. Yo la llamaría de “impotencia celestial”, como la que diariamente viven algunos de sus compañeros.

¿Ahora comprenden el compromiso de los que se han consagrado a Mí?

Yo no vengo a entregar alianzas para que sean tiradas a la tierra u ocultadas por el polvo.

Vengo a reconocer lo que hay en ustedes interiormente. Y no tengo dudas porque, a pesar de haber sido hombre y de haber estado encarnado en este mundo, en Mi Reino ya no existen dudas; eso es del enemigo que confunde a los corazones y los desvía de Mi camino de Redención.

Los invito nuevamente a ser inteligentes y, como un ejército de Luz, cerrar las puertas para que aquel que es Mi rival, no pueda entrar por ninguna brecha.

Mi Manto de Luz siempre estará sobre ustedes, y si un día él no lo está, observen si no lo han sacado de sus cabezas o si se han apartado de Mí, al punto de que Yo no los pueda alcanzar.

Las naciones del mundo necesitan de mucha Misericordia.

Vengo a reforzar las oraciones por América Latina, como también por el mundo entero. El nuevo Edén no debe ser disipado de las mentes de los que tienen fe en él. La esperanza es la base para ese nuevo Edén.

Quisiera que todos Mis seguidores, a partir del día de mañana, reciban por escrito este mensaje, y todos los que lo pidan, lo recibirán. Tienen Mi Permiso para eso. Este mensaje debe llegar a todo el mundo y en todas las lenguas posibles.

Agradezco que, de cualquier parte del mundo, conociendo o desconociendo Mi Obra aquí en Sudamérica, las almas se ofrezcan a transcribir Mis Palabras y a traducir Mi Mensaje en todas las lenguas posibles, a fin de que muchos más sepan que estoy aquí, acompañándolos en estos tiempos de oscuridad, así como acompaño a Mi Iglesia en la agitación y en el temblor de su barca. Pero Yo ya les enseñé que todo se puede revertir.

Le dije una vez a Pedro, cuando estaba en el mar de Galilea: ¿De qué tienes miedo, Simón?, si tu Maestro camina sobre las aguas, ¿crees que tu fe te lo impedirá? ¡Sal de la barca y camina hacia el encuentro de Mi Sagrado Corazón! Tu fe puede ser tan inquebrantable como una montaña. Yo te doy la fuerza para hacer todas las cosas.

Y Simón caminó sobre el agua. Sin darse cuenta, él se apartó del miedo y entró en Mi Amor, en el Universo de Mi Amor.

Yo los invito a atravesar estos tiempos con mucha, mucha fe.

El terror podrá ser grande, la sangre que corre por el mundo podrá ser interminable, pero nadie podrá superar a Dios.

Los hombres deben comprender que están lejos de Dios, que le han dado las espaldas al Reino Universal de la Luz. Por eso, Él envía a Su Unigénito para dar fuerza y coraje a los corazones simples y buenos.

Yo vengo a ofrecerles en esta noche Mi Comunión, porque es ese Sacramento el que siempre los restaurará.

Pidamos al Padre por Su Misericordia, por medio Sus hijos, porque en Sus hijos está la Misericordia de Dios, sobre todo en aquellos que creen en Su Divina Fuente y concretan Su Plan en esta superficie.

Siembren en sus corazones Mis Códigos de Luz y todo podrá cumplirse, así como Mi Padre lo ha pedido. El sufrimiento cesará y las almas reencontrarán el amor y la esperanza. Que así sea.

No tengan miedo de que su Maestro les entregue revelaciones definitivas y contundentes.

Necesito que Me acompañen con la misma Sabiduría que Yo tengo, con el mismo amor que Yo vivo, con la misma Misericordia que Yo expreso por esta amada humanidad.

Fray Elías del Sagrado Corazón: Vamos a cantar los Nombres de Dios, a pedido de nuestro Señor.

Hoy consagro esta Sangre como Mi Sangre de Vida, por la sangre que es derramada en el mundo, por las víctimas que sufren la injusticia humana, en cada una de las naciones del mundo.

Hoy consagro este pan como Mi Cuerpo, por las almas que son mutiladas, explotadas; por las almas que son víctimas de la esclavitud y que están en cautiverio; por las almas que son presas por las manos de los hombres; por las madres que abortan a sus hijos; por los niños que son vendidos y extraviados en el mundo; por los ancianos que son maltratados; por las almas que padecen enfermedades en los hospitales y sólo reciben desprecio, sin conocer el amor consolador.

Hoy Mi Corazón se complace por cada una de esas almas, por las almas que no tienen nada que comer, sino solo vivir en oración, esperando una Gracia Mayor.

Hoy ofrezco este Sacramento por los Reinos de la Naturaleza que, en silencio, son ultrajados; por los animales que son despreciados, que son matados y que sirven, injustamente, como lujo en las mesas de los ricos.

Por toda esa sangre injustamente derramada, por los que no conocen a Dios y que han endurecido sus corazones al Amor Eterno, ofrezco esta Comunión, y les pido a cada uno de ustedes que así lo haga, porque esta será Mi última intervención por la humanidad, antes de que todo suceda.

Que sus corazones sean valientes para ofrecer este sacrificio por Mí, aunque no estén preparados.

Yo recogeré sus súplicas, así como siempre lo hago, para depositarlas, como pétalos de luz, a los Pies de nuestro Creador.

Porque, a pesar de todo el sufrimiento del mundo, grande es Su Misericordia, más allá de este Universo.

Yo consagro, en esta noche, el vino y el pan, trayendo la Piedad de nuestro Padre Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (x3)

Amén.

Que sus voces sean escuchadas en este Universo, proclamando los Nombres de Dios.

Les agradezco.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Como la lluvia, que bendice al planeta en este día, queridos hijos, derramo todas Mis Gracias, especialmente sobre las causas más imposibles de resolver.

En este sentido, la lluvia que hoy toca este suelo trae una bendición espiritual para el Brasil; porque sé, como Patrona de esta nación, que este amado y querido país Mío está atravesando, en estos últimos tiempos, la mayor prueba de fe en Dios y en el destino de todo este querido pueblo brasileño.

Por eso, incondicionalmente, estoy aquí; porque Mi Divino e Inmaculado Espíritu está presente en cada Santuario y Centro Mariano de Brasil, a través de la presencia de los más humildes y simples peregrinos.

En todos ellos, como en las almas que oran el Santo Rosario todos los días, está la realización y la concreción de Mi Obra Mariana en el Brasil y en el mundo.

Les pido a todos, Mis queridos hijos brasileños, que mantengan la calma, el fervor inquebrantable en sus oraciones y el fuego arrebatador de una esperanza inextinguible, para que todo su pueblo y su nación, tan amados por Mi Inmaculado Corazón, mantengan, conserven y demuestren su carisma de fe y de unión con Mi Divino y Materno Corazón.

Estoy con ustedes en esta prueba, caminando al lado de Mis hijos de Brasil, inseparable y perpetuamente.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Dulcísima Madre de la humanidad

He aquí la Madre de todos los pueblos, de todas las naciones y de todas las culturas.

He aquí la Madre de los simples y Madre de los pobres. Madre que escucha las oraciones de los mansos y que siente el corazón de los pacificadores de Cristo.

He aquí la Madre que cura y Madre que sana las heridas más profundas en los corazones.

He aquí la incansable Madre que guía por el buen camino a las almas.

He aquí la Madre de la Iglesia y Madre de los Apóstoles, Madre de los

Misioneros, Madre de los Servidores de la Luz.

He aquí la Madre de la Gracia y de la Misericordia. Madre que consuela, Madre redentora.

He aquí la Madre de la Paz, Madre de la Esperanza, Madre que concibe la Verdad en los que la buscan.

He aquí la Madre de la Pureza que purifica a Sus hijos, para consagrarlos al Corazón de Dios.

He aquí la Madre que libera del cautiverio a los que están presos de sí mismos.

He aquí la Madre que construye en los corazones y en las almas los puentes hacia Dios.

He aquí la Madre de los humildes y Madre de los que son simples, Madre de los que aman, Madre de los que se entregan y de los que se consagran a Dios.

He aquí la Madre de la Bondad y Madre de la Justicia, Madre que intercede incondicionalmente por todos Sus hijos.

Madre del Carmelo, Madre de todos los que aspiran al camino del espíritu.

He aquí la Madre de la Luz y Madre de los desamparados, Madre de los que están presos, Madre de los sufrientes.

He aquí la Madre de la Sabiduría y Madre del discernimiento, la Madre de la Ley y Madre mediadora ante el Padre Celestial.

He aquí la Madre de los despojados, Madre de los entregados, Madre de todos los consagrados.

He aquí la Madre de la Redención, Madre de la Liberación, Madre de las Espadas de la Luz.

He aquí la Madre de la Defensa y Madre de la Intercesión.

He aquí la Madre de los más pobres, Madre de los olvidados en el mundo.

He aquí la Madre de los verdaderos, Madre de los honestos, Madre de todos los que abren su corazón a Dios.

He aquí la Madre de los Peregrinos, Madre de los Caminantes, Madre de todos los incansables.

He aquí la Madre de la Honestidad, Madre de la Transparencia, Madre de la Esencia Original.

He aquí la Madre del Sol, Madre de las Estrellas, Madre de la Primavera, Madre de la Naturaleza.

He aquí la Madre de todos los sublimes Espejos, Madre del Conocimiento, Madre del despertar espiritual.

He aquí la Madre de todos los que buscan a Cristo, Madre de los que comulgan del Cuerpo Eucarístico de Cristo.

He aquí y ahora la Señora de la Paz, la que llega a este encuentro de hoy para estar con Sus hijos más simples, para escuchar la voz de sus oraciones, para bendecirlos a todos en nombre del amor.

He aquí, hijos, la Madre que siempre los escucha, Madre que viene a su auxilio para retirarlos de cualquier sufrimiento y dolor.

He aquí la siempre Virgen María, la que desciende del Cielo para estar en júbilo junto a Sus hijos, para entregar a cada alma lo que necesita.

He aquí la Madre del Santo Rosario, la que les extiende Sus brazos para que se tomen fuerte y eleven sus consciencias a Dios.

He aquí la Madre que eternamente los ama, la Madre que los espera todos los días en oración.

He aquí la Madre que los conduce y los guía por el camino del perdón y de la reconciliación.

Que este día sea de fiesta celestial, que los Portales de la Luz y de la Cura se abran sobre esta ciudad y que ningún alma pierda la Gracia de liberarse de sí para siempre.

Que todos juntos construyamos sobre este pueblo de Carmo da Cachoeira, el Arco de la Paz y de la Misericordia de Dios.

Que los ángeles de la Luz desciendan para colmar a los corazones con todas las Gracias posibles.

Que se establezca la alianza entre las almas y Cristo.

Amén.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús Glorificado, durante la 49.ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Cristo Jesús:

Hoy vengo a proclamar Mi advenimiento, pero también Mi agradecimiento por las almas buenas, honestas y sinceras, que se congregaron aquí para celebrar con Su Señor el triunfo de Su Reino en la humanidad. Este acontecimiento es parte de Mi Victoria celestial en el planeta.

No teman compañeros, ni aquí ni en ninguna parte del mundo, porque si Mi rival está agitado, es señal de que está próxima su derrota.

Hoy también vengo por las almas que sufren y que no están aquí, presentes como ustedes están aquí, participando de esta Comunión íntima con Mi Corazón misericordioso.

A través de sus oraciones en estos dos días, un gran número de almas pudo ser sumergido en el Océano de Mi Misericordia. Los pecados más imborrables e imperdonables fueron disueltos por la Llama celeste de Mi Gracia.

Ahora vean, compañeros Míos, soldados Míos, discípulos Míos, cuál es la verdadera tarea para el fin de estos tiempos. No busquen resultados mayores a través de esta Obra. Eso sucederá si Mi Padre así lo desea.

Yo los invito siempre a vivir en el amor y en la verdad, porque siempre sabrán estar libres de las prisiones de este planeta y de toda su ilusión mundial.

Hoy sus almas abrieron los ojos de la consciencia.

Hoy sus corazones abrieron las puertas hacia el Infinito. Y esto es parte de Mi Gracia, de todo lo que concede Mi Sagrado Corazón para las almas, después de Yo haber vivido la dolorosa Pasión, hace ya tanto tiempo.

Hoy Me han hecho la Cruz más liviana. Por eso estoy aquí junto a los ángeles del universo, para celebrar junto a ustedes esta nueva Cena, hoy la Cena de la alegría. Es muy necesaria la esperanza en estos tiempos. Sus corazones nunca pueden perder la esperanza, porque sus hermanos vendrán a buscar esa esperanza en ustedes y en cada ejemplo de amor y de caridad.

Vengo así a verter sobre ustedes, Mis Dones, los Dones del Espíritu Santo, de la Llama Sagrada de Dios, de lo que construye la consciencia evolutiva, la trascendencia y la ascensión.

Hoy vengo a hablar con ustedes, a través de la Ley de la Ascensión, aquella Ley que el Universo aplicó para elevar Mi Consciencia al Universo, hace más de dos mil años. Esta Ley les permite vivir la trascendencia de todo lo corrupto, tan solamente cuando abren sus corazones, así como los han abierto en estos dos días.

La Ley se cumple por sí sola y las almas ya no tienen más pesos impagables que vivir. Las cadenas se liberan, las amarras se desatan y el Rayo de la Voluntad-Poder se manifiesta en todo lo que es vida planetaria.

Y a pesar de que las aguas del mundo y de las naciones estén turbias, sepan que no los abandonaré. Cumplo las promesas que Yo dicto, así como las he cumplido con Mis apóstoles, con todos los cristianos, a través de los tiempos y por medio de todos los milagros.

Hoy vengo del Cielo con Mi Iglesia Celestial. Que las puertas se abran para que los ángeles del universo desciendan y así alabemos al Todopoderoso, el Creador, por hacer a la humanidad merecedora de tantas Gracias.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos, a pedido de Nuestro Señor Jesucristo, a escuchar el cántico “Alabado sea Dios, glorioso Su Reino, Aleluya, Aleluya”.

Todos juntos. Abriendo las puertas a la Iglesia Celestial.

Y ahora, a pedido de Cristo, abriremos las puertas al universo angélico y arcangélico. Cantaremos Kodoish melódico, unidos a nuestros Ángeles de la Guarda, acompañando el ejercicio que Nuestro Señor está haciendo.

Vamos a alabar, junto a los ángeles, a nuestro Creador.

Vamos a vernos acompañados por Cristo delante de la Fuente Primordial.

Vamos a visualizar, a través de nuestro corazón, esa luminosa Presencia del Padre que se aproxima hacia la humanidad por medio de Nuestro Señor Jesucristo y del poder de Su Sagrado Corazón.

Vamos a ver cómo el Maestro, dentro de Su Iglesia Celestial, nos abre esa puerta que nos llevará al encuentro con el Creador.

Vamos a visualizar a través de ese portal de luz que Cristo nos abre, un gran océano de luz, celeste profundo. Por encima de él, vemos una gran esfera de luz dorada, más luminosa que muchos soles y, sobre ella, vemos a nuestro Padre Eterno en Su aspecto de Sabiduría y de Discernimiento, de Bondad, de Amor y de Misericordia.

Vamos a ver alrededor de nuestro Padre a diferentes consciencias angélicas aladas que se postran ante nuestro Padre y levemente inclinando nuestras cabezas, vamos a saludar a nuestro Padre, el Creador, Abba.

Jesús nos ha llevado hacia Él para que lo escuchemos, para que escuchemos la Voz de nuestro Padre, así como la Voz de nuestro Padre le ha hablado a Su amado Hijo, muchas veces.

En ese recogimiento y adoración ante esa Fuente Primordial y ante ese Universo Espiritual, de los que Cristo nos invita a comulgar plenamente, vamos a realizar, a Su pedido, un acto de perdón y de reconciliación. 

Y ante esa Fuente Primordial, vamos a depositar nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, nuestros errores, nuestras equivocaciones, nuestros desvíos, para servirnos del Padre a través de Cristo, de la Fuente de Su Misericordia.

Pongamos nuestras manos en señal de recepción, apoyándolas sobre nuestras piernas. Vamos a dejar nuestro cuerpo físico distendido para que la Energía espiritual del Creador ingrese en nuestra consciencia, a través de nuestra cabeza, y hacia todo nuestro cuerpo, llegando al centro de nuestro corazón.

En este momento, ante la Presencia de Nuestro Señor Jesucristo, de los ángeles y de los Árcangeles y de nuestro Padre Celestial, vamos a emitir este acto de perdón y de reconciliación, liberando nuestros corazones de cualquier amargura, de cualquier perturbación o de cualquier aflicción que nos amarre, que nos limite en nuestro caminar espiritual.

En el silencio de nuestro corazón y de nuestra consciencia, vamos a entregar en las Manos de Cristo nuestras miserias y vamos a recibir de Cristo lo que Él retirará de la Fuente para entregarnos en un profundo vacío, sin intención ni expectativa, en una profunda nada.

Vamos a entregarnos a los Pies del Padre Celestial, vamos a ver Su Mirada bondadosa y misericordiosa, vamos a ver cómo Él nos tiende Sus Brazos y Sus Manos como un Padre que abraza a Su pequeño hijo, y vamos a sentirnos en paz, en comunión con la vida universal.

 

Padre Creador:

Escuchen hijos la Voz de vuestro Padre. Escucha humanidad la Voz de vuestro Padre Creador.

Enderecen sus caminos. Coloquen sus corazones en las Manos de vuestro Señor porque la inocencia en el mundo se está perdiendo y la oscuridad está avanzando, alejando a todas Mis criaturas de la Fuente de Mi Amor.

Reciban de Mi Reino Celestial la cura para sus consciencias, la Luz para su renovación, el Amor para su ascención, la redención para su liberación.

Ingresen en Mi Iglesia celestial y díganle a todos sus hermanos que ha llegado la hora de retornar al Padre, de testimoniar lo que han aprendido en este planeta.

Una síntesis hoy se realiza en sus vidas y un nuevo ciclo espiritual comienza en sus pequeñas consciencias.

Hijos de esta Creación dejen que su amoroso Padre deposite Sus Dones en sus corazones y, finalmente, en el nombre del Amor sean otros, en este planeta que tanto sufre, que tanto agoniza y que padece la persecución de esta raza y la destrucción de todo lo que he creado a imagen y semejanza de Mi Consciencia.

Sientan el dolor de la Madre Tierra y el pedido de Su Misericordia. Sientan el dolor de los Reinos y su pedido de redención. Sientan a la naturaleza, que pide por paz. Sientan a la consciencia de este planeta, el Gran Cristal del centro de la Tierra que, en su silencio, pide por piedad.

Ustedes son parte de este mundo y de este Universo Creador. Ustedes son parte de una Vida que no les pertenece. Ustedes son parte de un origen, de un principio y de un fin, pensado por Mi Corazón paternal.

En este profundo vacío, que hoy los invito a vivir, en los Brazos de vuestro Padre Eterno y en una profunda entrega, de amor y de unidad, les pido, hijos, que ayuden a Mi Plan universal, a todos Mis ángeles, a todos los Arcángeles, a Mi amado Hijo y a Mi bienaventurada Madre.

Reciban de la Fuente, la Santísima Trinidad y comulguen, en Mi Iglesia Celestial, de estos Principios. Que sus células despierten a lo nuevo, que sus sentimientos se eleven y que sus miedos se disuelvan, porque ha llegado la hora del Gran Juicio del Amor, en donde vendré a pedirles, hijos, todo lo que Yo les he dado, desde Mi universo inmaterial.

Delante de Mi Fuente, y del Universo de Mi Amor, encuentren en él la Divina Pureza. Crean que es posible poder recuperarla, porque si Yo Soy vuestro Padre que está en los Cielos, nunca habrá nada imposible para Sus hijos, cuando sea Mi Divina Voluntad.

Hoy reciban en sus mundos internos, una pequeña chispa de la Fuente de la Pureza Original y háganla crecer en vosotros, así como crece una flor para alabar a la Creación.

Ahora, lleven sus manos sobre su pecho y vean cómo una flor de luz se abre en sus mundos internos, y la reconciliación se establece entre el universo espiritual y el universo material. 

Ya no hay mal que se oponga a esto, porque si Mi Voluntad, hijos, es que Yo esté en ustedes, también es Mi Voluntad que ustedes estén en Mí, así como lo está Mi Hijo y Yo estoy en Él, en perfecta unidad.

Con este ejercicio del más puro Amor de vuestro Creador, disipo algunas tinieblas de la Tierra y traigo la Gracia, en esta tarde, del despertar de nuevas consciencias.

Hijos, sean Mis Columnas, para que Yo pueda erguir Mi Templo sobre ustedes y guardar dentro de él a todos los que sufren.

Los dejo con Mi Hijo, porque en Mi Hijo está la Vida, como parte de Mi divina Emanación y de Mi sublime Consciencia en todos los universos de la Creación.

Hoy se cumple en este lugar, una Ley cósmica. Hoy, una Gracia inexplicable se manifiesta para un gran número de consciencias. Esto es obra del Amor que siento por Mis hijos; más por aquellos que se alejaron de Mí y están perdidos.

Sean el espejo de Dios en el mundo y Mi Luz podrá refractarse en la humanidad. Crean que es posible, porque así no se reconocerán.

 

Cristo Jesús:

Si Mi Padre no Me hubiera enviado al mundo, nunca hubiera aprendido a amar, porque a través de Mis enemigos está la vivencia del amor y la expresión de Mi Divina Misericordia.

Hoy los he traído aquí, hacia la Fuente y ante Mi Padre Celestial, para que lo escuchen, lo vivan y lo sientan, así como Yo lo siento en cada segundo de la vida y en cada respiración.

Que el mundo vuelva sus ojos al universo, para que recupere su filiación con Dios. Que el mundo no ofenda más a Dios, porque el Padre se siente muy ofendido por tanta indiferencia, por tanta maldad, por tanta crueldad.

Sean portadores de la Misericordia de Dios y alcanzarán el Reino de los Cielos, así como hoy han vivido por un momento el Reino de los Cielos.

Dios se ha pronunciado, después de Su Silencio. Dichosos sean los que abrieron sus oídos sin poder ver, porque serán dignos del Reino de los Cielos.

Quisiera que el mundo viviera los universos sublimes, pero sé que Mi enemigo se ha encargado de apartar a la humanidad de su verdadera consciencia.

Hoy, después de que han aprendido cómo conectarse con Dios, imiten Mi ejemplo y háganlo por sus hermanos, por todos los que están dormidos.

Vengo a cerrar este encuentro a través de esta unión con el Creador. Vengo a oficiar estos Sacramentos como una dádiva más para las almas. Les pido que no pierdan estos tesoros internos. Que nada ni nadie se los quite, porque pertenecen al Creador, para la vivencia de las almas.

Ahora, Mis ángeles transustanciarán los elementos y las sustancias, para que estos sirvan de cura, de júbilo y de gozo a las almas simples. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Podemos ponernos de pie, a pedido de Nuestro Señor, para la consagración de los elementos.

 

Cristo Jesús:

Ahora, reciban de Mi Corazón la bendición del Amor, la gratitud eterna por este encuentro. Y como esto es parte de un júbilo de Dios y de la obra de Su Gracia, quiero que hoy las naciones del mundo, más allá del Brasil y el Cono Sur, reciban de sus corazones el Rayo de la esperanza, aquel que abre las puertas para la cura de la humanidad.

Me elevo al Cielo, escuchando “Color Esperanza”. Que sus voces canten por el mundo, para que los corazones se curen de su dolencia espiritual.

Que así sea.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

¡Gracias Señor por cuánto nos das!

En este encuentro Te honramos, Señor.

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Primer día de la Novena:

“Por la oportunidad de amarnos más como almas al servicio de Dios”.

 

El amor, queridos hijos, lo es todo para estos tiempos porque sin amor la obra es hueca y no puede ser realizada.

El amor es la matriz fundamental para la vida de superficie.

El amor es lo que permite, por encima de todo, que las criaturas se amen entre sí, dejando atrás lo superficial y lo aparente.

El amor es una gran llave curadora y redentora, porque el amor incondicional desata los nudos y las amarras de las consciencias.

El amor revitaliza y crece en el interior de quien lo acoge de verdad y sin preconceptos.

El amor es el que impulsa a las almas a vivir el servicio y, en seguida, la entrega a Dios sin condiciones.

El amor suplanta a la ira.

El amor sustituye al orgullo.

El amor se coloca por encima de toda arrogancia.

El amor unifica y multiplica espiritualmente el caudal de la Gracia.

El amor nutre el espíritu y sensibiliza a la consciencia con todo lo que es semejante.

El amor construye un espíritu de servicio por el planeta y por su humanidad.

Es el amor el que brinda la oportunidad, en estos tiempos, para que las almas se amen así como Dios ama a todas Sus criaturas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Libera tu corazón de todo elcansancio y entrégate en confianza a Mis brazos, para que tu espíritu incansable pueda reposar en Mí.

Deja atrás toda amargura y desprende de tu interior todo lo que no sea amor, porque padeciendo Mi Amado Hijo todos los martirios, el Señor te ha mostrado el camino incondicional para encontrar fortaleza.

Vengo para pedirte que te entregues a Mí y Me permitas que Mi Corazón pueda obrar a través de ti, porque aún debo calmar la desesperación del mundo.

Sumérgete pronto en el océano de Mi Gracia y podrás estar cerca de Mi Hijo, sintiendo Su insondable Corazón y viviendo plenamente Su Divina Consciencia.

Entrégate a Mis brazos y sabrás qué hacer, con sabiduría y discernimiento.

Apártate del miedo y acércate, día a día, al Amor que nace de la Fuente Primordial.

El triunfo de Mi Hijo está en la redención de tu vida y en la conquista de tu corazón, para que así Él pueda morar en ti.

Fecunda un espíritu de mansedumbre y así recibirás desde lo Alto las llaves del Cielo, así como las recibió Pedro cuando entregó su vida en confianza en las Manos del Señor. Y ya no solo serás parte del Pescador de hombres, sino también serás parte de una comunidad fraterna formada por la Jerarquía Espiritual.

¡Adelante! Y deja los desánimos atrás, por Mí. La esperanza es posible.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando tu oración sea verdadera, Mi Corazón Inmaculado te guiará y Yo te podré acompañar, llevando Mi Mensaje hasta los confines de la Tierra.

Mi Corazón se ennoblece cuando las almas oran de verdad; es un gozo desconocido por el mundo, es una alegría que permite abrir las puertas hacia la Misericordia de Dios, y así las almas no guardan pecado alguno y se purifican a través del poder de la oración.

De esa forma, el Reino Celestial se aproxima y todo se renueva hasta llegar a tocar lo profundo de la consciencia en cada partícula, en cada esencia.

El Señor transforma y vivifica a Sus hijos en Su Reino; cuando las almas oran de verdad, los corazones se alivian, llega la calma y se establece la paz por el simple acto de orar con la humildad del corazón.

Por eso, cada vez que un hijo Mío alcanza ese estado de oración, puedo derramar Mis Gracias, y ellas ya no se guardarán más en los Cielos, estarán en todos los corazones que orarán con plena sinceridad y de verdad a Mi Inmaculado Corazón.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los protege en esta nueva etapa,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 48.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA, LA CORUÑA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Aquí está el Arca Sagrada de Dios, que guarda los mayores tesoros del Universo.

Ella retornará Conmigo a la Tierra para instituir el nuevo Plan de Dios al momento que surja la nueva humanidad.

Retornaré más brillante que un sol y más luminoso que cientos de estrellas.

Mi Espíritu será tan fugaz como el viento, semejante a la fuerza de los océanos y de todos los mares.

Un Portal del Universo se abrirá sobre la Tierra, y los 144 mil lo sentirán porque escucharán Mi Voz en sus corazones y sabrán que la hora se aproxima.

Será el momento en que Dios habrá declarado Su Justicia sobre el mundo; y los impíos, los injustos, lo sabrán.

Por eso, vengo a ofrecer esta Arca Sagrada como última salvación de la humanidad.

He colocado dentro de ella Mi Sagrado Corazón lleno de espinas para que sea venerado, adorado y reparado por los hombres.

Los ángeles participarán de ese acontecimiento, de la Venida del Hijo del Hombre, y no habrá consciencia que quede sin saberlo, porque Dios ya está poniendo fin a las injusticias humanas, a todo lo que es pecado y a todo lo que está perdido.

Como hice hace más de dos mil años en Tierra Santa, vengo a ofrecer Mi Corazón como símbolo de expiación universal para que las almas encuentren un refugio seguro, para que sepan conducirse en los tiempos que vendrán y no pierdan la posibilidad de ser guiadas.

Con todo esto, vengo a revelarles los misterios de Mi Sagrado Corazón, los cuales no son verdaderamente contemplados ni buscados por todos, en estos tiempos.

Escogí este lugar para hacerlo porque aquí ha venido uno de los Míos; ha venido en Mi Nombre a dejar algo que la humanidad no ha comprendido y que ha convertido esa oportunidad en perdición para muchas almas.

Pero Mi Misericordia es infinita, más grande que todos los océanos y que todo el Universo.

Mi Fuente de Gracia nunca dejará de brotar, pero debo ser obediente a Mi Padre, así como ustedes deben ser obedientes a la Ley y a la Justicia.

Mi Gracia no terminará, pero deberé cerrarla en algún momento. Por eso, en estos tiempos, vengo a fortalecerlos para intentar hacer de sus vidas nuevos instrumentos que puedan corresponder a la necesidad de Mi Plan y de Mi urgente retorno al mundo.

Mientras el mundo sea injusto a todo lo que Yo le he dado a través de Mi Sacrificio y de la Cruz, por la profanación de la Palabra, del Divino Verbo, y de la Eucaristía, aún sufrirá más de lo que espera.

Por eso vengo, con tan pocos, a cambiar los acontecimientos y a hacer de sus encarnaciones un momento de renovación y de esperanza para el mundo.

Quisiera que todos los días Me oraran como Me oraron hoy.

Quisiera que todos los días caminaran hacia el Portal de la Paz así como caminaron hoy, con simplicidad, en amor y en sintonía.

Eso ha permitido que Yo viniera aquí, a recoger los purgatorios que existen en toda Europa.

Cuando sus pies caminan con determinación y firmeza hacia Mi Portal de la Paz, muchas cosas Yo puedo hacer a través de ustedes; y todas las que Yo puedo hacer, son muy desconocidas para la humanidad.

Hoy han permitido que Mi Padre concediera traer hasta aquí el Arca de la Santa Alianza, bajo la veneración profunda de Mi Sagrado Corazón, que está dentro de la misma, como esencia y energía.

Quiero que sus ojos observen el horizonte de Mi Corazón, el Universo de Mi Amor y la Divinidad de Mi Consciencia, y que puedan creer que más allá de todo esto existe algo mayor y verdadero, que el mundo aún desconoce.

Hoy pude dejar en sus corazones las Moradas de Mi Padre, aquellas moradas de las cuales Yo he hablado en el Evangelio, en el Nuevo Testamento.

Quiero que no solo oren por ustedes, sino también por el mundo infiel y egoísta; por aquellos que usan Mi Nombre y el Nombre de Mi Madre para promoverse y hacer creer a muchas consciencias que todo es verdad.

No saben cuánto siente Mi Corazón cuando desvirtúan las cosas, como propósito y como designio celestial.

No tengo nada más para entregarles que Mi Corazón y Mi Vida, Mi Alma y Mi Divinidad.

Aspiro a poder ser en los Míos mucho más de lo que Soy.

Aspiro a poder convertir lo que aún no Me permiten.

Aspiro a poder liberar lo que aún se resiste en ustedes, por miedo o por vergüenza.

Mis Ojos de Misericordia no vienen a ver lo que está mal; sino vienen a ver lo que Mi Padre ha creado en lo profundo de sus consciencias, desde el Principio.

Es por la esencia de las almas del mundo que rezo todos los días, a los pies de una luminosa cruz semejante a esta que está junto a Mi altar.

En esta Cruz Yo di todo por el todo y mucho más de lo que los hombres conocen por historias o por relatos, por experiencias o por visiones.

Dios nunca revelará totalmente Su Misterio, porque sabe que el hombre es débil en la carne y en la tentación.

Pero sí, Él podrá dar todos Sus tesoros y lo que existe más allá de este Universo, a los que tienen fe en Él, a los que creen en Su Palabra, a los que viven en Su Voluntad y la respetan, a los que confían plenamente en Su Misericordioso Amor.

El mundo está muy enfermo de cuerpo, de mente y de espíritu.

¿Quién socorrerá este mundo llagado y lleno de heridas?

Un mundo que sufre como consciencia, a través de la humanidad y de los Reinos que Mi Padre ha creado para su beneficio, para beneficio de Sus criaturas.

Estoy como un árbol, esperando que Me contemplen.

Estoy como las aves, esperando que Me alaben.

Estoy como el mar, para que Me busquen en el silencio.

Estoy en el viento, para que reconozcan la caricia de Mi Amor en todo lo creado.

Mi Amor, que es el Amor de Mi Padre, está en todo, esperando por reparación y cura.

Que los valientes se animen a seguirme.

Que los perseverantes no se cansen de seguir Mis pasos.

Que los imperfectos no se amedrenten.

Que los enfermos crean en el Poder de Mi Cura, y que los pacificadores no dejen de dar la paz, a pesar de lo que suceda.

Porque, en verdad les digo, dichosos serán los que hagan cosas más grandes que las que Yo hice, porque en el Cielo serán coronados por vivir y buscar Mi Humildad; porque en el Universo serán reconocidos como Mis siervos del fin de los tiempos, y como los santos de los últimos días.

Ofrezcan sus pequeños sufrimientos por los que más sufren.

El planeta, como un todo, como consciencia, es el mayor dolor de este Universo.

Retornaré en Gloria para corregir este proyecto humano y esta gran idea, divina e inmaculada, que Mi Padre emanó de Su Corazón al Infinito.

Cuando vean que el mal hace temblar todo y que las mayores dificultades de la Obra se presentan, sepan que Mi enemigo está inquieto, porque estoy dando pasos firmes, camino a Mi Retorno.

Que se enciendan las antorchas de los Nuevos Cristos.

Que se eleven los estandartes de la rehabilitación.

Que en lo alto de los montes se vean las banderas de la paz, porque el fin está llegando, aunque muchos no lo crean.

Refúgiense en el Inmaculado Corazón de Mi Madre.

Oren, adoren y esperen en silencio, porque una señal significativa pasará y no podrán estar distraídos, sin poder verla.

Esa señal indicará el fin del último fin y la llegada del Omega a la humanidad.

Los Libros Sagrados terminarán de ser escritos porque la Mujer Vestida de Sol abrirá el nuevo cofre, en donde las perlas más preciosas de la redención serán presentadas ante los Tronos de Nuestro Señor.

El Arcángel Gabriel anunciará a Sus ángeles el momento de Mi Llegada, y la última trompeta en el Universo Celestial se escuchará. ¡Ay de aquellos que no hagan penitencia!

La Justicia será muy grande por lo que la humanidad ha hecho, pero Mi Misericordia salvará a aquel que se rinda, de verdad, por él mismo y por sus hermanos.

Ya no busquen la paja en el ojo ajeno. Ya no juzguen, ya no critiquen.

Sean misericordiosos como Yo lo Soy, hasta el final de la cruz, hasta que sean traspasados por la Lanza del Amor de Nuestro Padre.

Aun en esa hora, no desistan porque, aunque aparentemente Yo no esté presente, Mi Espíritu Divino siempre estará en aquel que crea y que viva Mi Confianza.

Que esta Arca sea el símbolo de los nuevos redimidos que veneran, pacíficamente, Mi Sagrado Corazón y que lo hacen por una raza perdida e indiferente.

Alegres serán los que así lo hagan, porque nunca les faltará la fe.

El Reino de Dios se aproxima para derramar Su Justicia, y Yo haré todo lo posible y un poco más por los caídos. Que así sea.

Rezaré en estos días, junto con ustedes, para que estas rosas que han traído a Mi Altar sean bendecidas y, al tercer día de este encuentro, se las lleven como un presente de luz de Mi Sagrado Corazón y como parte de la donación de los Reinos de la Naturaleza a la humanidad, una donación incondicional.

Que en esta Maratón oremos por los que no viven Mis Mandamientos, por los que infringen las Leyes del Universo todos los días, por los que son religiosos y espirituales y no son verdaderos, para que el Espíritu Santo abra sus ojos y rompa los candados de sus corazones; para que descienda la Gracia de Mi Misericordioso Corazón y las almas sean rescatadas de sus abismos. Amén.

Mientras Me elevo al Universo con todas las súplicas recibidas, necesito en esta hora que alivien Mi Corazón de todo lo que ve, día a día, de este mundo.

Estoy aquí por los que Me escuchan, por los que Me viven, por los que Me buscan, por los que creen en su Divino Señor.

Necesito que reparen Mi Corazón, hoy, con una canción muy profunda para Mí.

Yo estoy aquí con ustedes, y ustedes, a través de esta canción dirán: Señor, Tú estás aquí, siempre.

Los bendigo con el poder salvador de la Cruz, con la señal luminosa de la redención y de la paz, para que los espíritus impuros sean liberados y para que las almas encuentren la paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN ESTEVE, MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE LAS APARICIONES DE MEDJUGORJE

Fiesta de San Juan Bautista

Queridos hijos:

Que la humanidad renueve, en este día, su bautismo espiritual y no sus costumbres.

Que en la Fiesta de San Juan, las almas recuerden el mensaje de ese santo hombre, primo de Jesús.

Que todos retornen al Reino de Dios, que está muy olvidado.

Que la mayoría de las almas se vuelva a unir a Dios y no a todo lo que se vive y promueve en la superficie de este mundo.

Que en el día festivo de San Juan, las consciencias de este planeta celebren el Sacramento que él trajo para el mundo: la posibilidad de ser renovado por el Padre, por el Hijo y por el Espíritu Santo.

Que en este día no sólo recuerden su bautismo, concedido por el sacerdote a través del agua, sino que también recuerden la bendición espiritual concedida por el Santo Espíritu.

En verdad, el propósito de la fiesta de San Juan, como la de otros santos, fue desvirtuado por Mi adversario; él consiguió llevar la atención de todas las almas hacia algo exterior, mediocre y superficial.

En cambio, en este día, San Juan trae el mensaje de que, a cada nuevo año, las almas se pueden renovar en la fe, recordando el Sacramento de su bautismo y confirmándose ante Dios y ante Su Divina Voluntad.

El bautismo es la bendición que el alma recibe, directamente de la Fuente de la Gracia y de la Misericordia, que permite liberarla de las manchas y de todos los pecados.

La finalidad de la Fiesta de San Juan era que las almas que comulgaran en este día, pudieran renovar su bautismo a través de un acto de fe y de unión con Cristo.

Hoy en día, esta intención está lejos de la atención de las almas y, muchas de ellas, en vez de renovarse, se condenan al Purgatorio sin siquiera percibirlo.

Por eso, su Madre, la Reina de la Paz, un 24 de junio de 1981, descendió en Medjugorje en la Fiesta de San Juan para intentar revertir esta costumbre humana que, hasta los días de hoy, y después de 35 años de Apariciones, sigue llevando a muchas almas al precipicio.

En las manos de cada alma está su elección.

Su Madre, la Reina de la Paz, llegó a Medjugorje para volver a unir a un pueblo que quedó destruido y separado por la guerra.

Mi Hijo pidió que, en la Fiesta de Su primo San Juan, Su Madre Celeste apareciera para recordarle al mundo el tiempo que aún tiene para retornar al Corazón de Dios y dejar de ofenderlo.

Después de 35 años en Medjugorje y de casi 10 años presente en Sudamérica, la Madre de Dios llega para advertir a Sus hijos que es urgente convertirse y rendirse lo antes posible al Amor de Dios, para no perder la paz interior cuando el mundo se purifique violentamente.

Así, la Reina de la Paz hoy desciende para confirmar un año más Su Presencia maternal y amorosa, entre Sus hijos que la aman y que la invocan.

El Padre Celestial espera que, lo antes posible, todos miren en su interior para percibir cuán urgente es un cambio en la humanidad, antes de que se abra la puerta definitiva a la Santa y Divina Justicia.

Hoy, en la Fiesta de San Juan, su Madre Celestial llega para despertar del sueño terrestre y del hipnotismo a cuantos corazones están lejos del Reino de Dios y que caminan hacia el sufrimiento.

Por obra de la Gracia, la Reina de la Paz hoy invita a todos Sus hijos a que renueven su bautismo y que así lo hagan también por los que ya no recuerdan esa bendición espiritual.

En este día de oración por la paz en las naciones, recordemos la llegada de María, Reina de la Paz, a Medjugorje, para que la consciencia humana sea elevada y purificada.

Su Madre Celeste retorna a Barcelona, porque aquí existe un camino abierto para comenzar a vivir ese cambio que Dios tanto espera ver manifestado en la humanidad.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice, renovando el Sacramento del Bautismo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE ÁVILA HACIA BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que hoy Mis Palabras sean recibidas por los corazones humildes, para que siembren en su interior los Dones de Dios y estos despierten para vivir el gran servicio planetario.

Que hoy Mis Palabras solo encuentren morada y reposo, para que les puedan brindar claridad y entendimiento a las almas que necesitan de mucha guía.

Que hoy Mis Palabras sean recibidas y consideradas, para que puedan generar en la consciencia la condición de poder vivir la redención.

Que hoy Mis Palabras sean contempladas por los que más las necesitan para vivir su cambio interior y para atraer al planeta la Gracia de una oportunidad.

Que hoy Mis Palabras sean escuchadas con amor, porque eso transformará a las consciencias y las hará fuertes en el momento de vivir los nuevos ciclos.

Que hoy Mis Palabras sean consideradas por el mundo, porque en ellas está la Instrucción y la salida para los grandes cambios internos.

Que Mis Palabras sean guardadas como luz para los momentos de soledad, de entrega y de renuncia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
 

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN ÁVILA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Con Mi Corona de doce Estrellas iluminada, vengo a reencender el compromiso de ustedes con el Padre Celestial.

Con Mi Corona de doce Estrellas iluminada, vengo a encender los atributos que formarán parte de la Nueva Humanidad.

Con Mi Corona de doce Estrellas iluminada, vengo a sustituir los códigos viejos por códigos nuevos.

Con Mi Corona de doce Estrellas iluminada, vengo a intercambiar las faltas por Gracias extraordinarias.

Con Mi Corona de doce Estrellas iluminada, vengo a retirar de los abismos a los que esperan por liberación.

Con Mi Corona de doce Estrellas iluminada, vengo a establecer un tiempo más de paz interior.

Con Mi Corona de doce Estrellas iluminada, vengo a derramar sobre el mundo los Dones de Dios.

Con Mi Corona de doce Estrellas iluminada, vengo a reunir finalmente a las doce tribus de Israel.

Con Mi Corona de doce Estrellas, enciendo los Espejos Sublimes a fin de que la raza sea transmutada.

Con Mi Corona de doce estrellas, le ofrezco al Padre las oraciones de Mis hijos y, así, Él Me concede una expiación espiritual para aquellos que no la merecen.

Con Mi Corona de doce Estrellas, le traigo al mundo la Misericordia de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado con perseverancia!

Los ama,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ÁVILA, CASTILLA Y LEÓN, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Con el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo expuesto sobre Mi Inmaculado Corazón, hoy su Madre Celeste celebra, con ustedes y con todos los orantes del mundo, la Fiesta del Sagrado Cuerpo de Cristo, en la que el Cielo ofrece una indulgencia a todos los que comulguen de este preciosísimo Cuerpo del Señor.

Es de esa forma, que la Comunión con Cristo debe ser considerada especial y célebre, ya que Mi amado Hijo estará concediendo, desde los Cielos, a quien comulgue con devoción, la Gracia de disolver cualquier falta, deuda o hecho cometido contra Su Sagrado e insondable Corazón.

Esa Gracia ganará más fuerza y amplitud en el interior si las almas adoraran este Sagrado Cuerpo Eucarístico durante unos minutos. Tan solo por colocar la mirada en el valor del Sagrado Cuerpo de Cristo, las almas equilibrarán sus errores y serán libres de todos ellos, los que las han llevado a apartarse del camino del amor.

Este acto, que puede ser ofrecido por cada alma, atraerá un caudal inagotable de Gracia sobre la humanidad y sobre todas las causas que generan la guerra, la muerte y la persecución de los cristianos y no cristianos.

La Gracia será para todos si la mayoría contemplara el Sagrado Cuerpo de Cristo, presente en la Eucaristía.

Les agradezco por adorar a Mi Hijo de corazón, porque eso hace expandir Su Misericordia por el mundo.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ÁVILA, CASTILLA Y LEÓN, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que en estos días puedan beber, como de una fuente, la espiritualidad y la religiosidad de Santa Teresa de Jesús.

Que sus almas puedan vivir la transverberación interior y así, puedan sentir la conversión del corazón.

El Espíritu Santo ofrecerá la Gracia de la liberación de un aspecto terrestre y humano. Por eso, unidos a Santa Teresa de Jesús, pidan su intercesión para que esa liberación se lleve adelante.

Hoy les ofrezco a todos los consagrados, con Mi rosario de Luz, el devocionario a Santa Teresa de Jesús, para que sea orado por los corazones buscadores de la transverberación interior.

Este devocionario, que ya conocen, los llevará a aproximarse a la esencia de la espiritualidad de Santa Teresa de Jesús. De esa forma, sus consciencias serán ayudadas por la humilde intercesión de la Sierva Teresa de Jesús.

Que los caminos de Teresa de Jesús sean sus caminos y que sus vidas alcancen, algún día, el espíritu de la simplicidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ROMA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La segunda parte de la Nueva Profecía

Y verán, que aquellos que dicen tener el poder de la religión entre sus manos, perderán el control de todo, de la noche a la mañana.

Su ceguera y ambición espiritual serán tan grandes como también conocidas.

Verán entonces, revelarse la señal del último tiempo, señal que indicará la última fase culminante de la caída del falso templo.

Lamentaciones se oirán tan semejantes al muro de los lamentos.

Los ambiciosos ya no tendrán su propio refugio, porque el Gran Espíritu se habrá mudado de lugar y sólo estará con los más simples.

Esa será la hora de la gran prueba del patriarcado, porque ni dirigentes ni naciones lo podrán detener, ya que la Divina Voluntad que se moverá con la fuerza de la Santa Justicia, todo lo mostrará.

Allí ya no quedará piedra sobre piedra; el falso poder combatirá con su propia ambición y la gran crisis de las religiones sucederá.

Porque, como fue dicho, las llaves serán quitadas y aquellos, no conseguirán abrir las puertas para poder ingresar a la Casa del Padre.

Los que han ocultado la verdad y no fueron transparentes o cristalinos como el agua, enseguida se ensuciarán. Sus trajes de vida social se rasgarán, porque aparecerá la piel de los lobos, la que antes estaba oculta en los trajes de buenas ovejas.

En esa hora, todos como humanidad creyente, tendrán la oportunidad de unirse o de separarse más de la Mano de Dios.

Como con el soplo de un fuertísimo viento, las estructuras del templo se caerán, así como el templo de los fariseos se cayó al momento de la muerte del Unigénito en la Cruz.

Y más revelaciones llegarán.

La barca del viejo templo estará agitada por el furor de los grandes mares.

Una tormenta se precipitará sobre la barca, cuando ésta esté expurgando todos sus males.

La fe allí estará en prueba y los pobres corazones de miles de pecadores se deberán confirmar ente la Ley.

Tendrán la Gracia de permanecer por encima de todo, o tendrán la desgracia de quedarse sumergidos en la terrible agitación purificadora.

Pero el Señor, en esa hora de grandes revueltas, enviará a Sus ángeles para socorrer a aquél que, con nombre pobre, hará remover los cimientos del viejo templo.

Por eso deben orar por ese pastor, visto como el gran opositor de todos los tiempos y como la interferencia de todas las naciones, que viven materialmente, sin Dios.

Es así que llegará la Justicia, como un fuerte golpe de luz, que el martillo divino dará en la hora de la sentencia final.

El Hijo Amado, que lo sabe todo, soplará, una a una, las palabras de Su Santa Sabiduría en los oídos del humilde pastor y le dará más coraje y fuerza a través de los orantes anónimos, los que, como en el pasado, ayudaron a la Santa Madre para dar digna sepultura a Cristo.

El Gran Pastor y sus rebaños, que no son de ese templo, serán envueltos como en lienzos de protección, a fin de que nada semejante e invisible los toque.

Estarán tan protegidos, así como Cristo mantuvo Sus Llagas protegidas por las sábanas del Santo Sudario.

No habrá mente o intelecto que, en esa hora de remover el viejo templo y de purificar la vieja barca, quede con claridad o discernimiento.

Aquella alma que no vaya pronto hacia el corazón, estará perturbada todo el tiempo.

Por eso, corran con prisa, y entren en la morada del corazón antes de que sea demasiado tarde.

Porque el adversario, con su sucia inteligencia, confundirá a todo aquél que busque o aspire respuestas mentales.

Avancen antes del tiempo e invoquen la Gracia de poder llegar a sentir la morada del corazón.

Allí, el enemigo no conoce el Reino ni tampoco sabrá cruzar el desierto, en donde la Mujer de la Luz protegerá a Sus hijos.

Antes de que el templo se tiemble, corran al templo del corazón, en donde Dios tiene Su Iglesia verdadera, Su Existencia y Su Presencia Eterna.

Todo recomenzará en la Nueva Iglesia a partir del corazón, y allí todo será realizado como desde el Principio fue pensado y meditado por Dios, el Creador.

Y aunque los lobos se muestren furiosos y arranquen con sus manos las falsas vestiduras de ovejas, no se amedrenten; esa será la señal de que, en verdad, el cambio está llegando.

La hora venidera indica la llegada de la renovación y los verdaderos hijos de Eva, perderán, finalmente, el vínculo con el Pecado Original y estarán libres de todos los errores de otrora.

Así, el nuevo templo, libre de ambiciosos y ostentadores, será digno de recibir, en su Altar Mayor, a Aquel que siempre ha gobernado, el propio Cristo, vuestro Señor.

Hagan penitencia simple por los que no se convierten y por todos aquellos que sólo desean poder, y más poder.

Vivan y practiquen los mandamientos, porque Dios enviará de nuevo a Moisés, en su nueva faz, para decirle al mundo cuánto se ha alejado de la Ley y no la ha cumplido.

Vivan las Leyes, por los que no las viven y por los que las proclaman en los altares y no las cumplen.

Que su centro sea la Divina Presencia de Cristo en la Eucaristía, allí estarán a salvo de los que no dicen la verdad.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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