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Vengo al mundo a liberarlo de sus amarras, a sacarlo de sus prisiones, a llevar a todos Mis hijos al eterno despertar.
Vengo al mundo a retornar la esperanza perdida por el corazón humano, a dar vida espiritual a todo lo que ya está muerto internamente.
Vengo al mundo a plantar las semillas de la Nueva Humanidad y a llevar a Mis hijos a sumergirse en la Fuente de la Purificación.
Vengo al mundo a dar testimonio del Amor para que este Amor se viva entre las criaturas que aún no se aman.
Vengo al mundo a ayudar a disolver el pecado y para que la alegría regrese a los corazones heridos y entristecidos.
Vengo al mundo por los que Me llaman, por los que Me esperan y por los que Me buscan en sus pequeñas vidas.
Vengo al mundo por los que Me claman, por los que piden una Gracia Mayor a Dios, Nuestro Señor.
Vengo a traer todos los días la paz y a concederles a Mis hijos el momento de su redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cada oración pronunciada con amor es como una flor que se abre en Mi jardín. Es una Gracia que se puede derramar sobre alguna consciencia de este planeta.
Así, cada vez que se ora de corazón, nuevas Gracias y afluentes de Misericordia surgen para derramarse sobre alguna situación del planeta. Vean, entonces, la importancia de la vida de oración y deu nión con Dios.
Por más difícil que algo parezca, la oración tiene el poder de cambiar el destino, siguiendo los principios de las Leyes Celestiales.
La oración puede enderezar y corregir lo que está desviado o incluso lo que no está claro.
La oración es la esperanza de los mansos y el fuego ardiente de los pacificadores. Es la forma que cada alma tiene de comunicarse con Dios y de convertir cada momento de oración en una oportunidad de estar en comunión con lo Alto, así como de hacer florecer en Mi jardín maternal, muchas, pero muchas, más Gracias.
La oración es el alimento que nunca le debe faltar al espíritu y el agua de vida que siempre debe tener el alma.
La oración es el portal que los conducirá hacia la paz y hacia el despertar.
Es el mayor remedio para curar cualquier necesidad espiritual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Todos los días deseo convertirlos en un modelo de amor y de compasión, semejante o igual a Mi Hijo.
Eso ayudará a que el planeta y la humanidad puedan contar con almas que viven en el amor y en la compasión crística, que despertarán en la raza una pequeña vertiente de Nuevos Cristos, con el fin de que, ahora y siempre, la humanidad ya no se pierda del Camino de Dios.
Abriendo Mis brazos y extendiendo Mis manos hacia Mis hijos, Yo los invito a estar dentro del gran Universo del Amor de Dios, para que muchas situaciones sean curadas y guiadas por la Luz de Mi Corazón.
Así, queridos hijos, los llamo al despertar de lo más profundo y verdadero que existe en ustedes para que, finalmente, este planeta se reconstruya por el amor y la esperanza.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la venerada y dulcísima Señora de Schoenstatt, la Madre tres veces admirable por Su Gracia, por Su Amor y por Su intercesión.
La Señora de Schoenstatt es una divina advocación y una inspiración de un fiel devoto de María.
En María de Schoenstatt, Mis hijos encuentran la oportunidad de ser favorecidos por tres divinas intercesiones de Nuestra Señora; es decir, por la autoridad de Su Gracia, por la autoridad de Su Amor y por el poder de Su intercesión ante el Padre Celestial por toda la humanidad.
Dichosos son los que invocan el poder de María de Schoenstatt, porque estarán ingresando en consciencia a un estado profundo de Gracia y de Misericordia.
Sea, María de Schoenstatt, el modelo y el camino para encontrar la conversión y la redención de la vida.
María de Schoenstatt es la siempre Virgen admirable y honorable que vela y protege a cada hijo que se entrega en Sus brazos maternales.
María de Schoenstatt es la mediadora, modelo para la humanidad no espiritualizada. En Ella se pueden encontrar la esperanza y el recinto en donde hacer florecer la aspiración de permanecer en comunión perpetua con Cristo.
La razón por la cual María de Schoenstatt tiene al Divino Hijo en Sus brazos es para recordarle al mundo que todo camino de amor y de comprensión comienza a través de María de Schoenstatt.
Sea, la Virgen adorable, el modelo para alcanzar la paz interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Soy esa Ave de Luz que viene para anunciar la paz al mundo.
Soy esa Ave de Luz que viene para guiar a Sus hijos por el camino del amor y del bien.
Soy esa Ave de Luz que circunda los espacios para traer sabiduría a una civilización que la necesita mucho.
Soy esa Ave de Luz que trae esperanza y renovación a las consciencias.
Soy esa Ave de Luz que ayuda a elevar el espíritu de cada ser con el fin de que todos se encuentren con el Padre.
Soy esa Ave de Luz que desciende a los abismos de la Tierra, para rescatar a cada uno de los hijos de Dios.
Soy esa Ave de Luz que despierta la devoción en los corazones para que se establezca la comunión divina.
Soy el Ave de Luz que cuida y protege a las esencias que se entregan en confianza a los brazos de la Madre Celestial.
Soy esa Ave de Luz que concede el perdón y la reconciliación con lo Divino.
Soy esa Ave de Luz de Misericordia y espero que todos Mis hijos vivan este poderoso don de liberación.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La preocupación es la falta de atención en la propia economía de la energía, y el arte de la oración sustituye esa preocupación por una ocupación mayor: tornarse un Espejo de la Consciencia Divina.
Por eso, cada vez que la preocupación o la frustración sean más fuerte que la fe, coloquen la mente y el corazón en la oración, y verán el resultado de ese poderoso caudal que es el propio Verbo Divino.
Así, abran las puertas a la esperanza y podrán penetrar muchos misterios, de cómo el arte de orar no solo eleva, sino también concentra a la propia consciencia en corrientes positivas de energía.
Cuando la oración es correctamente invocada, ella es capaz de rasgar todos los obstáculos al punto de traer luz interior a muchos asuntos de la vida.
Es hora de afirmarse en el poder de ese caudal para así atraer la paz en estos tiempos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente Mi Corazón como la única fortaleza para tu alma y espíritu.
Siente cómo en Mi Corazón se puede encontrar a Dios y Él puede estar contigo.
Siente cómo todo es perfecto cuando contemplas la humildad de Mi Corazón y cómo todo se renueva desde el momento en que se le dice sí a Dios.
Siente Mi Corazón como el refugio y también como el amparo ante toda adversidad y peligro.
Es este Corazón Puro que Yo ofrezco a Mis hijos, con el motivo de que reciban toda la Gracia de Dios.
Este es el Corazón Inmaculado que intercede por las almas y por el planeta, es el Corazón que se abre para que toda la humanidad pueda ingresar en la Fuente de la Cura.
Este Corazón se ofrece todo el tiempo para poder remediar los errores y para traer al mundo un rayo de esperanza.
Quien vive en Mi Corazón siempre podrá corresponder al Creador y así la Voluntad Divina se estará realizando en las almas.
Mira a este Corazón que ha sufrido por Sus hijos y que aún debe ser reparado con el amor de los que perseveran en el camino de Mi Amado Hijo.
Este es el Corazón que hará de tu vida el momento del triunfo interior y la expresión de la redención.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el Búfalo Blanco surgía de repente en el horizonte, caminando con serenidad ante los ojos de los puros, era señal de prosperidad y de esperanza. Su boca no hablaba, su idioma no era conocido por los hombres. Su silencio transmitía la Voluntad de Dios; su lenguaje era comprendido con el corazón por aquellos que sabían guardar silencio.
Cuando la tristeza inundaba los corazones de los hombres, ellos clamaban por la gracia de ver y sentir al Búfalo Blanco. Su serenidad los calmaba y sentían la esperanza de que la Tierra continuara fértil, viva y sagrada.
Cuando el corazón de los hijos de la Tierra no estaba pleno de amor y de alegría, ellos clamaban por el Búfalo Blanco. Su alegría y su amor no provenían de este mundo, pero lo nutrían y lo sanaban. Él surgía en el horizonte y representaba la llegada de nuevos ciclos, donde la vida tendría un sentido mayor, pues la tierra sería fecunda y el corazón también.
El Búfalo Blanco era el Santo Espíritu de la Tierra, que silencioso caminaba entre los hombres. El venía a disolver el miedo, la angustia y la tristeza; venía a unir los corazones de los hijos de la Tierra con Aquel que la creó y que también creó todos los planetas; creó el Sol, la Luna y toda la Vida.
El Búfalo Blanco era el portador de la pureza y reencendía la pureza en los corazones de los hijos de la Tierra, para que no perdieran la esperanza de un mundo en paz y en comunión con la Vida.
El Búfalo Blanco era manso pero invencible. Nada podía tocarlo y solo los ojos del corazón podían verlo. Su misterio provenía del Infinito, pese a que su apariencia era de la Tierra. Se volvía menor que los hombres a través del símbolo vivo de un simple animal, pero él representaba al Todo. En él estaban los pequeños y los grandes, desde los animales al Dios Supremo, desde la naturaleza al Todo.
El Búfalo Blanco daba a comprender, de esta forma, que Dios está en todo.
Yo soy el Búfalo Blanco, el Espíritu de la Tierra, el Espíritu de la Vida.
Yo soy la representación de los ciclos fecundos, de los ciclos de Paz.
En Mi presencia se disuelven la desesperanza y el miedo, y los corazones vuelven a encontrar la fe y el amor de Dios.
Yo soy, hijos Míos, la Madre de la Tierra y también del Cielo. Los hijos de la Tierra nacieron en ella, pero no provienen de ella. Sus espíritus provienen de Mí; nacieron de la Fuente Universal de la Vida, resguardados por el brillo de las estrellas que resplandecen en el Infinito, abrazados por la maternidad de Dios, Adonai.
Vengo al mundo para que recobren la pureza y la esperanza, para que curen el miedo y el dolor y para que vuelva a brillar en sus esencias la certeza de poder vivir en la Tierra lo sagrado, la unidad con la Creación.
Estoy aquí, hijos amados, esta vez semejante a los hombres, en un cuerpo como los suyos y con un Corazón Divino, para que reencuentren dentro de sí mismos lo que los une al Creador y los convierte en un espejo de Su Sacratísimo Corazón.
Vine a reflejar en sus espíritus lo sagrado y lo divino.
Aparezco en el horizonte, en silencio, trayendo de nuevo la Paz. Aparezco en este día de un nuevo ciclo, en representación de un ciclo fecundo en la vida del espíritu.
Quiero fortalecer sus corazones y construir en ustedes los nuevos jardines de la vida.
Quiero hacer nacer al nuevo hombre, recobrando la pureza y la dignidad de la consciencia indígena.
Vengo a traer la gracia de la unión con el Origen para los llamados pueblos originarios; para que de esta forma, todos los corazones humanos vuelvan a encender en su interior la pureza del principio, la unidad original con el Corazón de Dios.
Que sus vidas sean fecundas en el amor, ante el Búfalo Blanco.
Recuperen la paz, la alegría y la esperanza, disolviendo del espíritu el mal que causa las guerras y degenera los corazones.
Que la unidad del Espíritu de Dios les traiga la sabiduría, les disuelva la ignorancia que separa a los hombres entre sí y del Todo, que los hace morir estando en vida.
Yo soy el Búfalo Blanco, su Madre y Madre de toda la Creación. Vengo a bendecirlos, a abrazarlos y a hacerles recordar que el Creador tiene una voluntad perfecta para Sus hijos. Solo basta, Mis amados, que contemplen en el horizonte de sus mundos internos la presencia del Búfalo Blanco y se dejen permear por su silencio y mansedumbre, para que su amor vuelva a transformar y a fecundar sus vidas.
Los amo y los guardo en Mi Corazón de Amor.
Su Madre, María, Rosa de la Paz y Madre de toda la Vida
Queridos hijos:
La fe puede colocarlos en otro lugar del plano del espíritu, la fe puede llevarlos a un estado desconocido, estado que se une a Dios y que está en Dios.
La fe es un don poderoso, que los eleva y los guía por el camino de la verdad y de la misericordia.
La fe es algo profundamente interno, porque es el testimonio vivo del alma orante que está ante su Amado Padre.
Es así, queridos hijos, que la fe es como el gozo que vive el alma cuando ella está cumpliendo con los Designios de Dios.
La fe es un atributo que los afirma día a día en su confianza en Dios y en Su infinito Propósito. Porque la fe tiene la capacidad de llevarlos a vivir un amor más profundo y verdadero, un momento de paz que puede impregnar toda la consciencia.
La fe como esencia es el timón para los humildes y simples de corazón, porque en la fe se construyen los puentes hacia la hermandad y esto consolida la unión entre las almas.
La fe los coloca en el servicio permanente a la humanidad y al planeta.
La llave de la fe será fundamental en estos tiempos, porque en la fe encontrarán la esperanza todas las almas.
Vivan en la fe y la fe los guiará siempre.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
En la fe los eleva hacia el Corazón de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Te ofrezco Mi Corazón para que lo tengas contigo y en Él veas el Fuego Divino del Amor por cada alma que lo contempla.
Te ofrezco Mi Alma como el tabernáculo para que encuentres a Dios y en Su Divina Gracia estés en Su Paz.
Te ofrezco Mi esperanza para que en tu corazón exista fortaleza, camino que te llevará a encontrarte con Dios.
Te ofrezco Mi humildad para que la adoptes y en todo momento veas la Voluntad de Dios.
Te ofrezco Mi oración para que la imites y tengas confianza en que nada ni nadie podrá detener el Plan de Dios, porque todo está bajo Sus divinos cuidados, y así se establecerá por fin Su Reino.
Te ofrezco todo lo que hay en los Cielos para que siempre lo anheles y sepas que por cada esfuerzo que has dado nada te faltará, porque a quien esté en Dios nada le faltará.
Te ofrezco Mi Amor como refugio para que en las horas extremas renazcas con el ímpetu del Espíritu Santo y así realices la sagrada misión.
Te ofrezco lo que soy eternamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los contempla con Amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Libertadora del Amor
Queridos hijos de Costa Rica y de Centroamérica:
Su Madre Celeste viene hoy al encuentro de ustedes con la misión de proclamar la paz, en ustedes mismos y entre sus pueblos centroamericanos, para que así al fin se establezca un alto al conflicto y se siembre la paz en las naciones de esta región del planeta.
Con una mirada de misericordia, la Libertadora del Amor espera que Sus hijos de Centroamérica, mediante el perdón, disuelvan las heridas generadas por las diferentes guerrillas en los últimos cuarenta años de la historia.
La Señora Libertadora del Amor viene a Centroamérica para detener el castigo y el sufrimiento inolvidable que vivieron Mis hijos.
Solo a través de una justa causa de amor, es que la Señora Libertadora del Amor quiere poner fin a un pasado triste, que quedó grabado en los corazones que tuvieron que atravesar esos acontecimientos.
Ahora, con una mirada de esperanza verán en el horizonte el esperado auxilio del Cielo, que los encuentra abiertos de corazón para llevar adelante junto a su Madre Celeste esta misión de reconciliación y de paz.
Necesito, queridos hijos, que desaparezcan de su memoria todos los hechos que vivieron como pueblos y naciones.
Vengo en nombre de Mi Hijo para curar el dolor a través del amor infinito de Mi Corazón.
Por eso en este día, libres de todo lo que vivieron y unidos a Mí, profesemos nuestra filiación al Padre Celestial. Con Su Misericordia, y con caridad y amor, abran las puertas para que sus enemigos civiles puedan recibir la oportunidad de la libertad espiritual e interior.
Como Señora Libertadora del Amor, deseo que aprendan a vivir un estado de consciencia y de amor que nunca vivieron; por eso con toda la simplicidad del Corazón les enseño, Mis queridos hijos de Centroamérica, a poner fin a los hechos y a renacer en espíritu bajo la Gracia y la Reconciliación con Dios.
Quisiera, Mis queridos hijos, que con Mi visita a Centroamérica y México pudieran dar un paso definitivo y dejar atrás una historia de lucha y de poder que solo enferma al corazón bueno.
Hijos Míos, sé que para ustedes será muy esforzado poder desprenderse del pasado de sus pueblos. ¡No teman!, Yo soy la Libertadora del Amor, soy Aquella misma mujer de Nazaret que entregó a Su Amado Hijo por ustedes, para generar su salvación y su libertad de una milenaria prisión de errores humanos.
Queridos hijos, ese acto de perdón que hoy les pido que vivan, los llevará a encontrar la misericordia, y sus opositores de siempre también serán merecedores de una Gracia inexplicable, porque Mi Hijo Me ha pedido llamar a los peores y a los más imperfectos, porque en ellos reside Su Proyecto redentor para el fin de los tiempos.
Todo esto es posible simplemente a través del amor y de la paz, algo que espero que asuman porque viviendo estos atributos ayudarán mucho a sus naciones, para que sean liberadas del cautiverio en donde los hombres las han colocado.
Recuerden que soy la Señora Libertadora del Amor y que solo deseo lo mejor para sus vidas y para sus pueblos. Solo deseo que vivan la santa paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
En el nombre del Amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como Cáliz Virginal, en este día, derramo la preciosísima Sangre redentora de Cristo, para lavar sus pecados y todos los males que genera la humanidad ofendiendo al Dios Creador.
Quisiera que, en este día, sus almas fueran parte de Mi purísimo Vientre, como lo fue Jesús durante los nueve meses. Así, hijos Míos, Yo podré contemplarlos, y gestarán en ustedes la libertad interior, la unión con Mi Hijo y con el Padre Celestial.
Que en esperanza y no en sufrimiento, sus consciencias sean depositarias de los códigos de redención y de paz.
Queridos hijos, a veces, Mi llanto es por aquellos hijos Míos que no aceptan estar en el Vientre purísimo de su Madre Celeste. En Mi Vientre maternal, lugar en donde sus pecados son liberados y sus heridas curadas, se guarda todo el Universo Creador de Dios y, a través de Mi Vientre, Yo les puedo entregar la Luz del Espíritu Santo.
Sean como Mi amado Hijo Jesús, guarden sus vidas en Mi purísimo Vientre y podrán estar en paz. Yo tengo un lugar grandioso para cada uno, un recinto sagrado en donde existen el amor y la unidad.
Dichosos sean los que buscan estar en Mi Vientre de Luz porque los consolaré, así serán personas nuevas y lo viejo morirá para que nazca el verdadero ser.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama y los contempla en Misericordia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escuchen con atención: el amor siempre triunfará y por más difícil que parezca vivirlo o manifestarlo, él existe dentro de cada ser.
Ese amor divino lo puede todo, lo perdona todo, lo soporta todo, así como Mi Hijo lo vivió por todos.
No existe otra fórmula de ese amor que todo lo entiende, todo lo comprende, todo lo resiste en el más absoluto silencio.
En esta hora aguda del planeta el amor se podrá expresar abiertamente en los seres.
Es ese amor que actúa por encima de todo y que, al mismo tiempo, puede redimir lo que parecería imposible.
El amor triunfa en la vida de los que se rinden, de los que se entregan, de los que aceptan aquello que tal vez no merecerían, porque es tan grandioso y victorioso ese amor, que él puede redoblarse y expandirse bajo tres vertientes: en la gratitud, en la alegría y en la esperanza.
Además de esos tres pilares el amor también tiene su expresión en la bondad, en la misericordia, en la compasión, en la humildad, en la unidad, en la Gracia y en la caridad.
Que ese amor les traiga a todos el recuerdo de que cualquier error o maldad humana o espiritual es vencida, porque el amor es una esencia desconocida, que vivifica el alma.
Arriésguense a vivir todo por amor y podrán reconocer en sí los potenciales que deben vivir, porque en el amor siempre está la paz y no el conflicto.
Los anima a vivir en el Amor Mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo a esta inmaculada casa a dar alivio al sufrimiento interno que el mundo y las voces de algunos de Mis hijos han generado.
Vengo a renovar la esperanza y, sobre todo, a fortalecer la filiación con Dios, para que Mis apóstoles en redención sientan que el Amor de Dios está en todos los servidores.
Vengo a enseñarles a vivir lo que es ser negado, así como Mi amado Hijo lo vivió después de haber entregado tantas Gracias.
Vengo a remediar y a curar, en lo profundo de sus espíritus, lo que ya pasó y que ha generado malestar.
Como Madre del alivio y del consuelo, vengo a testimoniar el Amor de Cristo en sus corazones y a realizar en ustedes la parte del Propósito que aún deberá cumplirse.
Vengo a enseñarles a amar el error ajeno y a no juzgarlo, como lo hace la mayoría de la humanidad religiosa y no religiosa, lo que ofende el Corazón del Padre.
Vengo, queridos hijos, a ayudarlos a atravesar el calvario del fin de los tiempos y para que aprendan de cosas desconocidas que aún no han vivido.
Vengo a entregarles la fuerza de Mi Corazón y el Amor de Mi Divino Espíritu, porque unidos a Mi Consciencia trascenderemos los abismos de la Tierra y el Plan Mayor se cumplirá.
Vengo, en este sagrado día, a darles Mi Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los colma del Espíritu de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Consigo escuchar desde el Cielo el clamor de Mis hijos de Belo Horizonte y del mundo, y el Padre Universal se alegra porque Sus amados hijos reconocen internamente la Misericordia del Redentor.
Así, las puertas a la Gracia espiritual se abren con cada oración que se pronuncia en la profunda sinceridad del corazón.
Todo el Universo Espiritual contempla en esta hora el precioso acontecimiento de ver almas sedientas del Amor de Cristo e invocando Su poderoso nombre salvador.
El alma de cada uno de los orantes se regocija, y curas profundas se establecen en ellos y en la consciencia planetaria.
Después del último ocho de agosto los tiempos cambiaron definitivamente y, lo que antes parecía estar en peligro en toda esta raza, por la definición, por la entrega, por la oración y por la unión con el Plan Evolutivo todo es posible que se cumpla en la consciencia de muchos.
La perseverancia de las almas valientes anima a Mi Hijo para que Él, en Su bendita Gloria, pueda retornar a este mundo.
Los soles que antes se estaban apagando por la inercia planetaria o por el caos, se volvieron a encender y finalmente encontraron el camino hacia Mi Hijo.
Todo esto moviliza el Corazón del Padre que antes, estando en silencio, enseñaba al Universo Su misteriosa Voluntad.
La invocación de los corazones a la poderosa llama de la Misericordia de Mi Hijo ha hecho que los ángeles del Universo volvieran a descender para recoger las súplicas de los corazones sinceros.
Un fuego ardiente y misterioso está encendiendo el espíritu evolutivo de las naciones y cambiando los destinos catastróficos que pueblos enteros vivirían por acción propia; esto convierte a América entera en un nuevo Edén.
Así, los Sagrados Corazones de Jesús, de María y San José envían a las almas los últimos impulsos preparatorios para los nuevos tiempos, que serán diferentes a los tiempos de ayer.
Un camino nuevo se establece en la consciencia humana, los velos de la ceguera y de la ignorancia son retirados de la mayoría, y una esperanza que antes estaba muerta renace como el ave de fuego.
Mis Gracias iluminan todas estas oportunidades y hoy Mi Corazón que sufre es aliviado por los soldados de Cristo.
Por esto y por todo lo que aún vendrá,
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida a cada corazón orante,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy esa voz que se anuncia al mundo para traer un mensaje de esperanza y de redención.
Soy la Madre que trae en Su Corazón al Reino Celestial para que todos lo puedan conocer.
Yo puedo obrar en el mundo entero solo si son hijos de Mi Consciencia, porque Mi Plan se realiza simplemente a través de cada uno de ustedes.
Quisiera que sus corazones conocieran el poder de Mi maternidad, el amor que Yo tengo por cada hijo Mío de este planeta.
Es este amor que Me hace retornar todos los días al mundo para recordarle una y otra vez que todavía no ha cambiado.
Por eso, contando con almas como las suyas, podré realizar el Plan para este mundo herido.
Que de sus labios brote la proclamación del Reino de Dios para que finalmente los corazones reencuentren el camino que perdieron, el camino hacia la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los congrega,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El cálido abrazo maternal que Yo les ofrezco a ustedes todos los días es para que sus almas reconozcan el gran e infinito Amor de Dios.
El cálido y amoroso abrazo materno que Yo les ofrezco es para que sus vidas renazcan en Cristo.
Es a través del cálido y amoroso abrazo materno que Yo redimo sus corazones y los llevo hacia la paz.
¿Quién podrá resistirse a ese gran y cálido abrazo maternal?
El Amor del Padre todo lo transforma, lo restaura y lo alivia, cuando tan solo el alma se abre para vivir esa experiencia de amor.
Queridos hijos, un abrazo maternal amoroso y cálido le hace falta a toda la humanidad, para que ya no se sienta perdida ni distraída. Por eso, hijos, busquen Mi abrazo maternal, así imitarán al pequeño Jesús cuando Él estaba en Mis brazos en cada momento de Su vida, incluso después de la Cruz.
Vean, entonces, cómo el abrazo maternal resuelve muchas cosas, hasta aquellas que parecen imposibles. Las almas deben arriesgar a sentirse amadas y no olvidar el camino perfecto que constituye el Amor de Dios.
Estén en Mis brazos con esperanza y alegría, aún mucho será aliviado cuando tan solo ustedes reconozcan y adopten Mi santa maternidad.
Deseo ahora y siempre lo mejor para todos. Deseo la paz y la redención para todos Mis hijos del mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En un abrazo perpetuo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Consagración de los hogares al Inmaculado Corazón de María
Queridos hijos:
Mediante el acto de consagración diario de sus hogares a Mi Inmaculado Corazón, Vuestra Madre Celeste consigue tener un lugar de reposo espiritual y de recogimiento interior ofrecido por Sus hijos.
La obra de Vuestra Madre del Cielo es bien amplia y profunda, y así como Jesús desea vivir siempre en sus corazones, Yo espero encontrar por medio de sus oraciones un lugar de esperanza y de paz, de consolación y de fe en medio del caos, del mal y de la crueldad de estos tiempos.
Es así como Yo construyo hogares de luz y de irradiación divina para las grandes ciudades del mundo, las que necesitan un urgente equilibrio espiritual y moral.
Hijos, cuando sus seres abren las puertas de los hogares para que Yo pueda entrar, significa que ustedes en consciencia están permitiendo que el Reino de los Cielos ingrese en sus moradas y de esa forma todo lo que el Reino Divino toca se transforma con el tiempo.
La consagración de los hogares a Mi Inmaculado Corazón no solo representa la alianza de los hijos del mundo con la Madre de Dios, sino también un acto de comunión reparadora y espiritual con el Sagrado Corazón de Jesús. Es a través de esta sagrada alianza de las almas con Dios que el Padre del Universo puede confirmar que es posible concretar el Proyecto en este planeta.
Aún debo ingresar en muchos corazones que están cerrados, que sus hogares están invadidos por el mal y que tienen las puertas cerradas a la verdadera luz.
Es a través de Mis hijos, los que Me dejan entrar en sus corazones y casas, que Yo puedo con confianza ayudar e interceder por aquellos que no quieren ver al Dios del Amor.
Los hogares consagrados al Corazón Divino de María estarán protegidos de toda adversidad, porque serán fortalezas en los tiempos de batalla y de oración; esa fortaleza la construye la oración del corazón, que es la llave que abre las puertas a los Cielos.
Acto de consagración de los hogares al Inmaculado Corazón de María
Madre de Dios,
siempre puedes entrar en mi corazón y en mi casa
revistiéndolos de luz, de paz y de amor.
Hoy te entrego, Divina Madre, este hogar,
para que Tu Amor reine entre nosotros
y para que nos lleves de la mano al Divino Corazón de Jesús.
Amén
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a las familias del mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Oren de corazón todos los días y en cualquier circunstancia para que su oración alcance al Corazón del Padre Celestial.
Oren con fe y en confianza para llegar al final del camino de su conversión.
Oren con esperanza y en alegría para que las dádivas del Cielo siempre desciendan, como la lluvia que humedece la tierra.
Oren en hermandad y fraternidad para que los viejos patrones de la consciencia de la humanidad puedan ser cambiados por los de la vida universal, por los principios de buena conducta.
Oren con fervor y entusiasmo para que todas las almas sean tocadas por el mismo fuego que tocó a sus corazones.
Queridos hijos, oren Conmigo en humildad y reverencia para que de ustedes broten los dones de Mi Hijo.
Solo oren Conmigo y Yo estaré con ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los motiva a la vida de oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
La esperanza de los apóstoles de Cristo debe ser lo que renueve a todo el planeta. Es por eso que las misiones humanitarias a regiones tan necesitadas tienen el motivo predilecto de reparar a través de la esperanza interior, de la fe y del amor a Dios, las consecuencias generadas por el mal.
Queridos hijos, la tónica para estos tiempos, es una actitud interior del alma que verdaderamente confía en el Señor y que Mi adversario desconoce.
Hijos Míos, la misión humanitaria en Turquía intentará una vez más recuperar la fe y la esperanza que Mis hijos de Medio Oriente perdieron.
La esperanza y la fe son una actitud espiritual interior que fluye en el corazón de los seres, así como fluyen las Leyes del Universo. La esperanza de los apóstoles y de los seguidores de Mi Hijo es algo que no puede ser quitado, porque es la esencia de una convicción profunda unida al Corazón del Padre Celestial.
Turquía es una nación que podría gestar en la consciencia el vórtice de la esperanza, algo que podría ayudar mucho a Siria, que se encuentra en una batalla sin precedentes.
La cristiandad es la confirmación de la fe de las buenas almas, por eso, queridos hijos, viviendo esa cristiandad interior sin necesidad de proclamarla, estarán en el camino de la confianza en Dios, una virtud infinita del Padre Celestial.
Queridos hijos, en este momento Mis misioneros de la paz están siendo guiados para establecer ese espíritu de fe y de esperanza en la esencia de los que quedaron atrás por las crueldades del mundo. Es por eso que en este día los invito a renovar el sacramento de la fe, para que así Vuestra Madre Celeste tenga la dicha de expandir Su obra de paz en el mundo.
Queridos hijos, sepan que nunca los abandono y que en estos tiempos estoy con quien Me abre su corazón para que Yo lo pueda curar; aún Mis últimas Gracias están siendo derramadas.
¿Quién las aceptará en profunda fe?
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!.
Los renueva en el sacramento de la Fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más