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Con el soplo del viento, su Madre Celeste llega a la Tierra del querido hijo y maestro San Francisco de Asís, para recordarle al mundo y a la humanidad el amor que están perdiendo por la Creación y por los Reinos de la Naturaleza.
En este día, su Madre Celeste les recuerda la humildad de San Francisco, para que la busquen dentro de ustedes, dada la falta de inocencia en la humanidad.
Hoy les recuerdo la pureza de Santa Clara, para que la encuentren dentro de ustedes, dada la falta de castidad, sobriedad y silencio que hay en el mundo.
Que estas divinas virtudes de los santos y maestros Francisco y Clara de Asís inspiren, en esta fase de la peregrinación, la búsqueda de una vida más pacífica, misericordiosa y caritativa con lo que es digno y semejante a ustedes.
Su Madre Celeste les enseña y les recuerda estos caminos de espiritualidad cristiana y franciscana ya que, en los días de hoy, la vida y la continuidad de las órdenes religiosas, así como la esencia que las creó, se están perdiendo.
Por eso, su Señor Jesucristo viene al auxilio de las almas que cayeron en la ignorancia y en la indiferencia de su vida religiosa y espiritual.
El Señor viene a levantar con Sus Manos lo que cayó al suelo hace más de mil años, y que fue el impulso que abrió las puertas para que la humanidad viviera la vida crística.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Mi amado Hijo entraba y salía de Jerusalén para predicar el Evangelio en el Templo, los ángeles del Cielo también entraban y salían, acompañando la tarea que Jesús realizaba espiritualmente.
Con la Presencia de Jesús en el Templo, los ángeles trabajaron en la captura de los demonios para que estos no interfirieran en lo que Mi amado Hijo viviría durante Su Sagrada Pasión.
Los propios ángeles retuvieron a diferentes grupos de demonios que atormentaban, castigaban y poseían a los inocentes para que, en su derrota, observaran inmóviles,cada momento de la Pasión de Nuestro Señor.
De la misma manera, cuando Jesús retornaba a Betania, esos demonios esperaban el próximo viaje de Mi amado Hijo a Jerusalén.
Días previos a la Última Cena, Jesús, unido al Arcángel Miguel, reunió a todos esos demonios para que, a través de un acto de humillación, tuvieran consciencia de saber que estaban siendo derrotados por el Amor del Hijo de Dios.
Todos los demonios fueron colocados, por las huestes del Arcángel Miguel, en sus propios abismos para que, desde allí, se purificaran y tomaran conocimiento de la victoria que el Hijo de Dios viviría por medio de Su muerte.
Por eso, en aquellos días hubo una revolución en los infiernos, los que eran quemados y disueltos por los grados de amor que Jesús despertaba en las almas. Así, los espíritus impuros fueron vencidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Después que Jesús entró en Jerusalén, el Padre envió cientos de ángeles al servicio de Su Primogénito para que lo acompañaran durante Su ingreso en el Templo, lugar en donde Nuestro Señor le demostraría a la humanidad, el nivel de consciencia y precariedad en la cual se encontraba.
Fue el Propósito de nuestro Padre Eterno que Jesús contara con la fuerza y el poder de cientos de ángeles para derribar las viejas estructuras espirituales de las consciencias humanas, que se manifestaban a través de los comercios y de los negocios.
Cuando Jesús entró al Templo y vio que la Casa de Su Padre Celestial estaba rodeada por bajas y mundanas energías, Su Corazón dio la orden de expulsar a todos los ídolos materialistas que eran venerados.
El Hijo del Padre quiso declararles a todos la existencia de un Único Dios, el Dios del Amor.
Con la entrada de Jesús en el Templo de Jerusalén, Mi amado Hijo sabía que, desde ese momento, Él sería repudiado por haber retirado la vida materialista y ambiciosa de la Casa de Su Padre y por haber expulsado a todos los que, a través del Templo, sacaban sus provechos y eran infieles.
Aquel día, el Señor ya sabía que Su hora se acercaba; mientras tanto, las santas mujeres estaban en Jerusalén a la espera del gran acontecimiento después de la Última Cena del Señor.
Los ángeles anunciaban, en sueños, a los simples de corazón, que la derrota del reino de las tinieblas estaba próxima porque el Primogénito entregaría Su Santa Vida por la liberación absoluta de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La entrada de Jesús a Jerusalén significó que el triunfo del Reino de Dios estaba próximo y que nadie podría impedir la divina y exaltada victoria de Nuestro Señor.
Las almas, en lo más íntimo, reconocieron la grandeza y la Misericordia de Dios a través de Su Unigénito.
El día domingo, el mal fue derrotado y paralizado para que las almas, sobre la superficie de la Tierra, conocieran la Luz poderosa de Dios y durante ese día se libraran del sufrimiento y del dolor, al saber que por intermedio de Jesús, grandes puertas infernales se cerrarían en toda la consciencia planetaria.
El Maestro del Amor ingresó a Jerusalén exaltado por los coros angélicos del Padre, los que, aquel día, le dieron una fuerza y un poder desconocido al Hijo de Dios para que, a pedido del Altísimo, se cumpliera la Sagrada Escritura.
El día domingo había llegado para desvanecer de la consciencia humana cualquier principio de autodestrucción o de decadencia.
La esperada entrada de Jesús a Jerusalén, por la puerta mayor de la ciudad, significó para la humanidad traspasar un umbral incierto hacia la luz y la redención que se manifestó por la Presencia del Divino Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Después de que Jesús curó la ceguera de una pobre y simple mujer, acordó con las doce santas mujeres que acompañaban a Mi Divina Consciencia, que se encontrarían el domingo de noche en la casa de una de ellas, para terminar de preparar la gran tarea que Él realizaría por la humanidad: Su Divina Pasión.
Las doce santas mujeres, después de haberse desposado con Jesús en Betania, salieron en peregrinación por otro camino que las conducía hasta Jerusalén. Con oraciones, ayunos y sacrificios, las santas mujeres, junto con María y durante el camino a Jerusalén, comenzaron a vivir éxtasis inexplicables, lo que las hacía más conscientes de la Pasión que viviría su Santo Esposo Espiritual.
Mi Divina Consciencia fue relatando a lo largo de la peregrinación, las visiones que el Padre Eterno, a través del Arcángel Gabriel, Me enviaba sobre el duro momento y sobre la agonía que viviría Cristo.
Sin saberlo, las doce santas mujeres, que caminaban rezando y ayunando hacia Jerusalén, comenzaron a vivir de una forma anticipada la Pasión de Jesús.
El día domingo por la noche, ellas recibieron del propio Jesús, y a través del legado que dejaría Mi Divina Consciencia, todos los detalles sobre la preparación de la Última Cena. Percibieron las indicaciones para esa ceremonia por intermedio de sueños y por directa orientación de sus ángeles de la guarda.
Eso permitió que estuvieran en comunión perpetua con el Sagrado Corazón de Jesús, hecho que, en el final de los tiempos, repercutiría en todo el género femenino.
Antes de llegar a Jerusalén, las santas mujeres le declararon a María la unión interna con Su Corazón de Madre y le confirmaron que compartirían, con Ella y por Ella, todos los martirios y dolores que la Santa Madre viviría con el fin de aliviar a Su Amadísimo Hijo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Jesús recorría las ciudades, una a una, las almas ya podían sentir y reconocer la santidad de Mi Hijo porque, en realidad, el Santo Padre se expresaba a través del noble Corazón de Jesús.
Eso permitía que las almas pudieran ser partícipes de muchas Gracias, a pesar de que Mi Hijo ya sabía que Su hora se acercaba. Jesús, más allá de todo lo que viviría, nunca dejó de manifestar Su alegría, porque a través de Su alegría, Él transmitía muchas cosas a las almas; a través de Su sonrisa dejaba un mensaje de esperanza y de victoria, que quedaría guardado en la memoria de los más simples.
El Señor atraía hacia el mundo el Reino de Dios y, estando con los niños, Jesús demostraba que es en la pequeñez de las cosas más sencillas y humildes, en donde se guarda la verdad sobre nuestro verdadero ser.
A través de las parábolas o de los ejemplos más concretos, Jesús atraía desde el Universo la esencia de la Instrucción y, en las personas más simples, dejaba grabado el Principio de la Sabiduría.
De esa forma, nadie quedaba sin la posibilidad de conocer internamente la esencia del Amor y de la Verdad, que a través de Jesús se expresaba en todo lo creado.
Él atrajo hacia la humanidad, en aquel tiempo, el conocimiento sobre el Reino de Dios. Conocimiento que en este Universo material se encuentra en toda la Creación.
El Señor ayudaba a cada alma a que se sintiera, en algún grado, una con el Creador; porque estando en el Padre y el Padre en ellas, podría manifestarse el verdadero estado de la Unidad.
Jesús se valió de todo el tiempo que tenía disponible para concretar la Voluntad de Dios, esto culminaría en Su Pasión, en Su Muerte y en Su Resurrección.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Después de que Jesús estuvo en Betania reunido con las doce santas mujeres, Nuestro Señor partió rumbo a Jerusalén, acompañado por algunos de Sus apóstoles. Ese era el momento en que Él, como hombre, enfrentaría Su gran tarea espiritual por la humanidad.
El Maestro, en ese viaje, visitó otros lugares que estaban en el camino, en donde depositó más códigos de Luz, con el fin de que la humanidad se sirviera de ellos en el futuro y a través de las siguientes generaciones que vendrían después de Él.
Por última vez y en la presencia interior del Padre, Mi Hijo pasó por algunas ciudades y pueblos, acompañado por Sus apóstoles, para enseñarles cómo curar, sanar, liberar poseídos y, sobre todo, instruir y proclamar la Buena Nueva.
El Santo Señor intentó dejar grabada en la consciencia de la humanidad, la importancia de Su pasaje por la Tierra y el momento esperado de Su segundo Retorno al mundo.
En este sentido, Jesús, que después sería reconocido como el Cristo, reveló a las almas los más altos grados de amor para que ellas, a pesar de cualquier circunstancia o situación, nunca olvidaran que el Amor de Dios está presente en todo lo creado.
Así, Mi Amado Hijo recorrió varios lugares de Tierra Santa antes de ingresar a Jerusalén el día domingo, en donde comenzaría la Pascua; momento en que el cordero sería inmolado y sacrificado por las propias manos de quienes lo entregaron por engaño y por error.
Durante Su visita a los pueblos de la región de Israel, Mi Amado Hijo dejó presentes las llaves espirituales para que, enseguida de que fuera condenado a la cruz del mundo, las almas recordaran quién en verdad había sido Él.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Así como existen millones de estrellas en el universo, existen millones de esencias que son hijas de esta Creación universal.
En este vasto universo la Jerarquía Espiritual acompaña el despertar de esas esencias dentro de un camino de redención y de paz.
En el vasto universo existe la vida, la vida en todo lo que creó el Padre, con el fin de que se expresaran los diferentes grados de amor.
Por eso, las esencias pueden aprender sobre el amor a través de las experiencias de vida que se dan en este universo, hasta que alguna consciencia alcance los más altos grados de amor, así como los alcanzó Jesús en el tiempo pasado.
Es así como la Creación se recrea, para que la vida evolutiva avance, y pasos más profundos en el amor y en la verdad sean dados, aportando sabiduría sobre todas las cosas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Renuncia a tus imperfecciones y virtudes por todos los que no lo hacen.
Renuncia a las grandes aspiraciones y a los fracasos por todos los que no lo hacen.
Renuncia a las pruebas y a los desafíos por todos los que no lo hacen.
Renuncia a las expectativas y a los desánimos por todos los que no lo hacen.
Porque renunciando a todo lo que les ofrece el mundo, se logra estar en la Misericordia de Dios.
No temas encontrar lo que aún no ha muerto dentro de ti o lo que aún no has purificado.
Sé valiente y recibirás la fuerza interior necesaria para dar los pasos hacia Mi Hijo. Él tiene gran compasión por los miserables y también justicia para con ellos.
Elévate, elévate y solo elévate por todos los que no lo hacen; y atrae hacia la Tierra la Gracia de Dios.
Es hora de encontrarse con uno mismo, pero también es hora de espejar la Misericordia de Dios por encima de todas las cosas.
¡Adelante!, y triunfarás en Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los anima,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cada vez que Yo desciendo del Cielo es para traerles algo que, día a día, fortalecerá sus corazones.
De la misma forma, cada vez que Yo Me elevo al Cielo es para llevarme algo de sus corazones, una cálida ofrenda de oración y de amor.
Así, se establece una comunión interior capaz de ayudar en muchos asuntos del planeta, que necesitan de reparación y al mismo tiempo de liberación.
En su ofrenda existe la posibilidad de renovar el planeta, en su donación pueden darse oportunidades incalculables para todos.
Queridos hijos, con mucha alegría donen sus almas y vidas en las Manos de Dios, porque el Padre siempre los colocará en el camino correcto y en el lugar correcto, dentro del desarrollo espiritual de Su Plan de Amor.
Quisiera que el atributo de la donación, que en este día debe ser expresado con fuerza interior, pueda todos los días hacer de esta humanidad una civilización más fraterna y caritativa con todo lo que rodea a las consciencias.
Queridos hijos, la llave de la donación fue lo que permitió a Mi amado Hijo llevar adelante la Obra de la redención planetaria.
Piensen, entonces, en lo que hoy les digo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión interior y maternal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Apocalipsis: Tiempo de adaptación
Queridos hijos:
En el Corazón del Padre Celestial, desde el principio estaban escritos los últimos días del planeta, en donde todo sería permitido para que la humanidad diera el salto a la trascendencia de la consciencia y de la vida planetaria.
Es en esta hora en donde el Universo se prepara para atravesar, junto a la humanidad, este momento.
El Apocalipsis significa espiritualmente el cambio de un ciclo para otro, a través de acontecimientos puntuales, que darán a la humanidad la oportunidad de cambiar completamente el estado primitivo de su consciencia.
Para eso llegó Jesús en los tiempos pasados, con la finalidad no solo de liberar a la humanidad de sus errores, sino también con la meta espiritual de prepararla conscientemente para su esperado retorno.
Después de más de dos mil años de historia terrestre, en donde la humanidad vivió y experimentó la indiferencia y la maldad humana, ese momento de Apocalipsis se aproxima a nivel universal y cósmico, para poder corregir y alinear lo que la humanidad por sí misma no ha conseguido vivir ni corregir.
Es así que en la consciencia de los seres humanos el término “Apocalipsis” fue inculcado como una expresión e información equivocada, enseñado por las grandes religiones de este mundo como el “fin del mundo” o el “fin de la Tierra”.
Es así que ese término “Apocalipsis” aún no ha sido vivido ni comprendido, por la mayor parte de la humanidad, como el momento más importante del planeta; momento donde las verdaderas Leyes Universales podrán ser conocidas y aplicadas para corregir lo que está torcido en los seres humanos.
El Apocalipsis existe en este momento en la humanidad y en todo el planeta, por no haberse cumplido ni vivido las leyes básicas de los mandamientos, con las cuales hace mucho más de dos mil años, a través de Moisés, se intentaba enseñar a la consciencia humana primitiva cómo ella debía vivir en Dios y dentro de las Leyes Universales, con el fin de permanecer como raza dentro del Propósito Divino y Cósmico.
Fue así que una vez que Moisés entregó las revelaciones de las reglas contenidas en los mandamientos, la raza humana, después de los hechos vividos por la primera población de los Adanes y de las Evas, desvió totalmente su propósito de estar en Dios, en Su Fuente Primordial de Amor y de Unidad.
Antes de que la humanidad se perdiera completamente, por sus acciones y sus conductas, el Padre Eterno envió a Su Hijo Primogénito con el fin de romper espiritualmente la cadena del ADN primitivo, para que despertara el código crístico evolutivo a través de las más altas expresiones de amor que alcanzó Jesús.
Aun habiendo Jesús sufrido y padecido todos los martirios y pecados de la humanidad a través de Su Pasión y de Su Muerte, con la misión de retirar al espíritu humano del abismo de la consciencia, la raza prosiguió cometiendo errores más graves que llevaron, a lo largo de los tiempos, a que los propios elementos del planeta, que también eran transgredidos, comenzaran a movilizarse y a hacerse sentir por medio de los diferentes efectos climáticos y físicos.
La consciencia del planeta, que es un ser vivo y activo, está en el momento de mayor sufrimiento al ser sometida y violada permanentemente por la humanidad.
Esa transgresión que ya se volvió más que centenaria, ha llevado a que las propias Leyes que rigen al planeta, Leyes naturales y telúricas, comiencen a activarse en este tiempo de una forma precipitada, al encontrar en la superficie de sí mismo, un efecto nocivo de parte del hombre de superficie.
Esta actividad de las Leyes de la Tierra, que forman parte del Apocalipsis y del cambio de los tiempos, se activará, como es el caso de Centroamérica, con el fin de corregir a la humanidad y de colocarla en un punto diferente, más consciente y menos destructivo.
Es así que el Apocalipsis prepara a la humanidad para que en un tiempo futuro ella encarne el verdadero amor y la verdadera unidad con las Leyes del Universo.
Mientras el ser humano continúe explotando al planeta para su propio y maléfico beneficio, en muchas partes del mundo sucederán cosas increíbles.
Por eso, mientras el Apocalipsis llama a la humanidad al arrepentimiento y no a la indiferencia, llegó la hora de que la humanidad dé el paso hacia el camino correcto, porque si esto se hiciera con amor y perdón, muchísimas consciencias humanas serían aliviadas del actual proceso planetario.
La herramienta fundamental que ayudará a mantener las cosas en su debido orden universal y planetario será el verbo constructivo de la oración, poderosa energía de la Fuente Divina Creadora que ayudará a equilibrar todo lo que intentará moverse físicamente en este amado planeta.
El Apocalipsis es el momento en que el planeta como consciencia madre, después de haber sufrido tanto, estará en la hora de su gran parto; ese nacimiento del nuevo hombre y de la nueva consciencia terrestre llevará a purificar y a vivir grandes cambios que solo prometen mejorar y ampliar la evolución de la humanidad, para que ella deje de ser primitiva y se torne evolucionada.
Mientras esta raza no acepte el tiempo y el momento del Apocalipsis que está viviendo, el retorno de Cristo se demorará, porque la Fuente Primordial, el Dios Vivo en Su Infinita Gracia, esperará que las almas se definan y dejen de vivir superficialmente.
Saliendo de ese punto de ignorancia y de indiferencia, el planeta entero podría ingresar en otra escala.
El Apocalipsis es un momento en donde todo será visto y reconocido por los hombres. Nada quedará oculto; el Apocalipsis es la oportunidad de autotrascenderse para así alcanzar la perfecta unión con el amor y la paz.
Estos son los tiempos que el planeta y la raza humana estarán enfrentando. La oración siempre los colocará, a pesar de todo, en el lugar seguro que es el recinto sagrado del Corazón Supremo de Dios.
Agradezco a todo México por haberme recibido.
Los ama y los guía en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Después de que su Madre Celeste haya ingresado en Estados Unidos, Mi Amadísimo Hijo finalizará y cerrará la sagrada misión llevada a cabo en Centroamérica, México y Estados Unidos.
Su Madre del Cielo descenderá antes para preparar la llegada de Su Hijo a Estados Unidos, en esta ocasión, a la ciudad de San Francisco en California.
Nuestra divina misión será ayudar a la consciencia espiritual de los norteamericanos por medio de las oraciones que cada uno de los latinoamericanos pronunciará en esos encuentros. En ellos estará Mi fuerza motriz y espiritual para llevar adelante la obra corredentora junto a Mi Amado Hijo Jesús.
En Estados Unidos existen almas valiosas que también cayeron en la trampa de la modernidad y de la indiferencia diseñada por Mi adversario.
Para eso Mis pies pisarán la serpiente que ocasiona las revoluciones sociales, para que ella, debajo de Mi poder de amor desaparezca de la consciencia de muchos.
Necesitaré de las oraciones de todos para que su Madre Celeste pueda hacer pasar hacia los mundos superiores a cuantos están en cautiverio espiritual.
Por eso desde ahora, su Madre Santísima está convocando a Sus hijos consagrados como Hijos de María para que la acompañen amorosa y fervorosamente en los encuentros de paz que se realizarán en San Francisco.
Así, cuando Mi Amado Hijo haya llegado a Estados Unidos por una única vez, el día viernes 16 de diciembre de 2016 a las tres de la tarde, el Centro de Amor de Monte Shasta participará y ayudará en la sagrada tarea que Jesús llevará adelante en toda Norteamérica.
Para eso Yo los invito nuevamente a colaborar con todos los esfuerzos extremos para que, así como fue con Costa Rica, Nicaragua y México, Estados Unidos no pierda la Gracia de redimirse en los últimos días de la Tierra.
Desde ahora agradezco a todos Mis hijos orantes por estar concretando Mi llamado en Estados Unidos.
Mi Amor de Madre con todos ustedes.
Les agradezco por ayudarme.
Los ama en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como la Madre de todos los pueblos y de todas las razas aún permaneceré peregrinando en México, para poder curar a la mayoría posible del dolor que Mis hijos viven en este tiempo.
Es así que desde el Cielo enciendo los Espejos de oración, para que ellos irradien potentísimos caudales de amor, de cura y de liberación.
De esa forma, hijos, su Madre Celeste consigue penetrar con Su Consciencia Divina los espacios más sufridos de México y del mundo, y con la fuerza interior de todos Sus hijos orantes puede llevar adelante la obra corredentora junto a Su Amado Hijo.
Por eso, amados hijos, la humanidad se ve liberada de los errores milenarios por medio de los Espejos de oración que enciende cada alma en el momento de ofrecerme simplemente su oración de corazón.
Es en este último ciclo, que la Divinidad del Hijo de Dios concederá que muchas consciencias ingresen en los planos internos, a los recintos de amor, en donde los ángeles del Cielo podrán cuidar espiritualmente de ellos; esto en verdad es un estado de Gracia generado por el sí de todos los servidores.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los une a Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Madre de la Iglesia Interior de cada ser
Queridos hijos:
Yo soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser, soy la Madre y Guardiana del templo espiritual que reside en la esencia de cada alma.
Por eso estoy aquí, para que recuerden el valor de lo sagrado y de lo eterno, de lo que es puro y de lo que siempre los llevará a encontrar la paz en esa unión perfecta con Jesucristo, su Pastor.
Yo soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y por ella vigilo, oro y adoro para poder ver a Mi Amado Hijo en lo más profundo de cada alma.
Esa Iglesia Interior es inexplicable y al mismo tiempo misteriosa, porque cada alma que la considera y la aprecia en su vida, tarde o temprano sabrá que existen preciosos tesoros que son internos y no materiales.
Yo soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y guío a las consciencias a través de la oración del corazón, para que ellas siempre encuentren dentro de sí esa comunión espiritual con la Consciencia Divina de Mi Amado Hijo.
Soy esa Madre que los conducirá de la mano hasta Jesús y soy la que les traerá fuerza interior para superar los obstáculos.
Soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y con Mis ejércitos celestiales protejo de toda perdición y destrucción a las almas que se unen a Mí.
Como Madre de la Iglesia Interior de cada ser, vengo en este día para pedirles amorosamente que miren hacia dentro de sí y vean cómo está su Iglesia Interior, su Iglesia Espiritual.
Invito a todos en este tiempo a reforzar día y noche, de ciclo en ciclo, ese compromiso vital de mantener sus mundos internos ordenados y alineados con el Propósito.
Les he enseñado a todos la gran llave que abre todas las puertas, la llave del Santo Rosario; a través de ella la Iglesia Interior fortalece su existencia y puede guardar en sí los mayores tesoros que motivarán al alma a dar sus pasos hacia la Luz del Reino de Dios.
En este tiempo, hijos, millones de Iglesias Internas están en riesgo por la superficialidad que domina la vida y las relaciones humanas.
Sus familias deben ser el ejemplo sagrado de la unidad y del bien, para así poder proteger los valores del amor, del servicio y de la fraternidad.
Queridos hijos, soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y vengo en este día para advertirle a la humanidad que está muy lejos de su verdadera espiritualidad y que solo está centrada en sí, en sus beneficios, en sus comodidades, en sus modernidades y en su egocentrismo.
Pido a todos Mis queridos orantes que vivan definitivamente en la llama sagrada de Mi Corazón Inmaculado para que sus consciencias, en nombre de todos, estén más cerca de la Bondad del Padre, del Amor del Hijo y de la Sabiduría del Espíritu Santo.
Los llamo a todos para que sean menos indiferentes y más fraternos con la realidad mundial.
Deseo, hijos Míos, una perfecta comunión de sus Iglesias Internas con el Padre Celestial, a fin de recuperar ciertos principios de luz, que la humanidad día a día pierde por su soberbia y por su arrogancia.
Recuperando el sentido de la armonía y de la paz en la Iglesia Interior, queridos hijos, ustedes ayudarán a que la Madre Iglesia, la que está expandida y presente en toda la Tierra sea fortalecida por sus hijos y no por sus gobernantes.
Así los invito a no tener poder sobre nada y a permanecer desprendidos de todo, para que los tesoros del Cielo, que son los Dones del Espíritu Santo puedan penetrar más allá de la consciencia humana.
Recuerden que como la Madre de la Iglesia Interior de cada ser, espero que Mis hijos crean en el bendito mensaje redentor que Mi Amado Hijo les trae en este tiempo.
En este ciclo, su Madre Celeste aparece fuera de la Iglesia institucional porque los sacerdotes aún no consiguieron llegar más allá del alma de las personas.
Es así, que Yo vengo para enseñarles que todos son esencias creadas por Dios y que todos sin excepción tienen una misión que cumplir ante el Padre Celestial, una misión que permitirá colocar al planeta en una escala mayor de rescate.
Mis amados hijos, Me anuncio fuera de la institución de la Iglesia de Mi Hijo porque Él Me pidió que fuera en búsqueda de todos los corazones que destruyen, por sí mismos, su unión con el Padre Celestial.
Así Yo estoy formando a través de esta obra a nuevos cristianos, similares a los primeros que en el pasado testimoniaron la presencia de Cristo en su interior.
Por eso ahora Yo vengo por todos, sin dejar atrás a ningún hijo Mío.
Recuerden que soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y que soy la Madre de todos, no solo de la Iglesia, soy más que eso y llegó el momento de que ustedes conozcan a la Madre del Sol.
Guarden en su interior Mis palabras y que, en este día de consagración, sus corazones y vidas reencuentren el camino hacia la Iglesia Interior.
Les agradezco a por recibirme.
Los acompaña siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Primero vendrá Mi Amado Hijo para derramar la Misericordia que necesitan las almas más perdidas.
Después vendrá su Madre Celeste para reafirmar en este pueblo el Reino de Dios, y para que los buscadores y no buscadores de Mi Corazón por lo menos reciban la Gracia de la expiación final.
¿Por qué les digo esto?
Porque el tiempo de la definición ya está sucediendo, y Mis hijos más perdidos tendrán la oportunidad de no condenarse.
Es así que el Padre nos envía para auxiliar a Centroamérica y para que al menos una chispa de luz entre tantas tinieblas se pueda reencender y, en nombre de muchos, pueda alcanzar la redención.
Es por eso que la última hora del arrepentimiento se aproxima y a muchos de Mis hijos distraídos los tomará de sorpresa.
Venimos aquí para poder reparar algo a tiempo, la hora indica un rescate mayor y todo estará en juego.
Pero mientras sus corazones estén unidos al Mío nada les pasará, podrán estar delante del gran caos planetario y humano y Mi espada los defenderá.
Sean valientes y persistan, aún no saben cuánto estoy haciendo a través de los esfuerzos extremos de Mis servidores.
Le doy la bienvenida a una nación necesitada del verdadero y puro amor del corazón.
Estoy con ustedes siempre y los ayudo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los reúne en el Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Abriendo las puertas de Mi Inmaculado Corazón, recibo a todos Mis hijos de Venezuela para que, al menos espiritualmente, ellos alcancen la paz ante tanta desesperación.
Abro las puertas de Mi Corazón para que Mis hijos se refugien en Mí y no pierdan la esperanza de salir de esa crisis y comenzar de nuevo.
Quisiera que todos Mis hijos del mundo ayudaran con sus oraciones a Mis hijos de Venezuela, para que puedan ingresar plenamente en Mi Corazón y sentir un momento de paz.
En esta hora, su Madre Celeste sigue orando para que los fuertes nudos de la consciencia de Venezuela se puedan desatar y así liberar a los que están presos en esa ilusión de vida; recen también por todos los que son castigados por la desigualdad.
Queridos hijos, frente a los últimos acontecimientos, invito e imploro a Mis hijos de Venezuela a que busquen el final de toda esta historia dentro de sus corazones y que implorando al Padre Celestial, Él perdone todos los errores cometidos para que los responsables se puedan redimir y liberar de sí.
Mi deseo de Madre es que todos alcancen a Jesús, independientemente de sus errores. Que el amor y la paz puedan reinar para que el tiempo ajuste todo lo que sucede.
Serán necesarios una extrema paciencia y un inquebrantable amor para aprender a superar, por encima de sí mismos, todas las pruebas de fe que también la Sagrada y Divina Familia tuvo que vivir en otros tiempos por todos ustedes.
Recuerden que lo más bello e importante es el Amor de Cristo en cada uno y que ese amor crístico deberá actuar entre ustedes, más allá de todo, porque Mi amado Hijo ya les enseñó cómo hacerlo. Llegó el momento, ¡háganlo, Mis pequeños! y no pierdan su inocencia por nada.
¡Les agradezco por escucharme de verdad!
Los alienta,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Quisiera en este día santo que recordaran Conmigo el momento en que Mi Hijo cruzó las puertas de Jerusalén, para liberar al mundo del cautiverio por medio de Su llegada a la ciudad santa, en donde Él fue recibido y alabado tiempo antes de Su muerte.
Quisiera que en esta Semana Sagrada acompañen a su Madre del Calvario en cada uno de los hechos que marcaron un antes y un después en la historia de la humanidad.
Unidos a través de la Santa Pasión de Mi Hijo, los invito también a cruzar con Vuestra Madre Celeste por las puertas de Jerusalén, entre la multitud, para que se encuentren con Él en todo Su esplendor y gloria.
Queridos hijos, que en este día se eleven al Cielo sus ramos y flores, para honrar y recordar a Aquel que nuevamente les ha dado la vida espiritual después de Su muerte y de Su Resurrección.
Unámonos a este momento sagrado y veneremos el legado que Cristo dejó por los siglos de los siglos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Camino a la ciudad santa de Jerusalén,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Calvario
La solicitud de los últimos tiempos
Queridos hijos:
En los tiempos que vendrán las exigencias de servicio y de oración por la humanidad serán mayores, exigencias que llevarán a redoblar los esfuerzos de todos los apóstoles de Cristo. Así, en ese constante ofrecerse a los otros, Vuestra Madre Celeste podrá ayudar a las almas que padecerán la propia purificación de estos tiempos de transición.
Con serenidad podrán abrazar todas las necesidades que se presenten; con la oración podrán resolver cosas que parecían imposibles.
En toda solicitud que surja siempre deberá estar presente Mi Hijo para que Su Bendito Corazón los guíe. Eso los ayudará a no tomar decisiones impulsivas sino a que realicen acciones bajo el espíritu del discernimiento y de la paz.
La solicitud del fin de los tiempos llevará a responder todas las necesidades y, aunque a ustedes, Mis hijos, eso les parezca imposible de poder cumplir, las llaves correctas abrirán las puertas correctas para las soluciones que se necesiten.
Solo deberán apelar continuamente a la sabiduría y sobre todo al amor superior, para que la energía del Padre Eterno les muestre el camino de salida.
Los tiempos que llegan a la humanidad están marcados por ritmos de vida y de demanda propios del caos que habita en el corazón de los que están lejos de Dios.
Queridos hijos, la fórmula vital para todos será la humildad, la paciencia y, sobre todo, la donación sin condiciones ni formas. A través de la donación encontrarán el camino que los llevará a vivir todo en nombre de la Misericordia de Mi Hijo.
Entre pocos se hará mucho para que así la mayoría, que no responde, también sea considerada parte del plan de salvación.
En fin, ustedes son llamados a imitar lo que Cristo hizo solo en la Cruz: dar todo por amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ampara,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Será por la cruz que cada uno acepte, que Mi Purísimo Corazón triunfará en el mundo y logrará la victoria en todas las almas que nunca clamaron por Dios, porque Yo las rescataré.
El triunfo de su propia cruz es posible. El camino que ustedes deben realizar les promete una transformación profunda y rápida en estos tiempos.
Hijos, no teman cargar con su propia cruz, con la cruz de su entrega, de su esfuerzo y de su constante caridad. Carguen con su cruz con ánimo y valentía para que pronto el mundo y la humanidad se libren del error.
La cruz para los que se consagran en el fin de los tiempos no tiene fin porque es una cruz espiritual plena en ofrenda y sacrificio por todos los que no llevan su propia cruz.
Hijos, les parecerá imposible lo que les digo, pero el mundo deberá ser purificado también por la cruz que todos acepten cargar sin miedo.
El amigo cirineo ahora será Jesús, el Rey, quien cargó la peor Cruz por todos ustedes. Pero Él en Su infinita sabiduría compartirá con los suyos la gran cruz del mundo para que así las almas se puedan salvar.
Siéntete digno de recibir esta Gracia de poder compartir con tus hermanos una cruz que la mayoría no quiere cargar por sí mismo. La cruz no será sufrimiento, sino que será el motivo de que tu corazón y tu vida alivien el peso que ocasiona la humanidad a todo el universo.
No te sientas solo en todo este trayecto de cargar con la cruz, sabes que a tu lado están los ángeles y los arcángeles que aliviarán todo el mal que ocasiona el adversario.
Si Jesús venció en la Cruz, ustedes, Mis hijos, deberán vencer mediante una entrega mayor. La cruz de la humanidad pertenece a todos; quien acepta el camino de la consagración, acepta tomar una parte de esa cruz para que la sagrada victoria ocurra en los demás, en los más pecadores y en los más perdidos. Eso fue lo que Mi Hijo hizo por todos, tomó la cruz del mundo y la cargó en su espalda, silenciosamente e hizo triunfar el Proyecto Redentor del Creador.
Ustedes, Mis niños, no tendrán una cruz tan pesada como la que tuvo el Rey. Ustedes podrán abrazar todo lo que el Padre les envíe, así como Jesús abrazó la Cruz. No será todo belleza para los autoconvocados, porque al tomar una parte de la cruz deberán ver el sentido oculto de la misma en estos tiempos.
Hijos, no les hablo de sufrimiento ni de grandes sacrificios, les hablo de aceptar los tiempos de renuncia, los tiempos de entrega, los tiempos de una confianza mayor en la Voluntad del Padre, sin juicios ni comentarios.
Aceptar la cruz de la Voluntad Infinita no es resignarse, sino que es abrir el corazón y el alma para comprender los misterios del Cielo y de todo el universo más allá de sí mismo, más allá de la comprensión mental.
Mis niños, han visto la crueldad humana en este mundo de hoy, han comprendido la indiferencia y han pasado por fuertes experiencias. Ahora que la misión en Turquía finalizará su primera etapa, eso no significa que todo estará resuelto en esta humanidad.
¿Quién compartirá el dolor del semejante o al menos el dolor de quien tienen a su lado todo el día?
¿Quién amará por encima de sí el llamado divino y responderá sin condiciones?
¿Quién aceptará en esta hora la cruz del mundo para que todo el dolor sea aliviado?
Ahora sé, Mis hijos amados, que muchos de ustedes nunca querrían escuchar hablar de sacrificio ni de cruz. Pero llegó el momento, los 144 000 están convocados por la Madre del Mundo para ayudar a cargar la cruz de la humanidad, la cruz del odio, la cruz de la indiferencia, la cruz de la falta de amor.
Los 144 000 están siendo llamados para cargar con la cruz de todos los Reinos de la Naturaleza; están siendo llamados para cargar con la cruz del Reino Mineral, totalmente ultrajado; con la cruz del Reino Vegetal, totalmente devastado; con la cruz del Reino Animal, totalmente mutilado; con la cruz de los Reinos Dévico y Angélico, totalmente desplazados del aura de los Reinos Menores.
¿Quién amará esa cruz, así como Mi Hijo los amó a todos ustedes?
Sus universos internos estarán siendo removidos, y sus espíritus recibirán la Gracia de definirse.
Seguir a la Madre de Dios no es solo ser colmado por la Misericordia y por la Gracia, servir a la Madre del Sol significa disponerse día y noche para ayudar en lo que sea necesario. Así, hijos Míos, algún día aprenderán a amar el plan más allá del propio sentir, más allá de sus familias y de sus hábitos, más allá de esta humanidad y de este mundo.
Amar la cruz que el Padre hoy les ofrece es aprender día a día a amar el Plan de Dios y toda Su Obra creadora en otras dimensiones.
Los seres humanos hoy están siendo llamados para que abandonen en este tiempo crucial todas sus preferencias y vivan el Plan de Dios, así como la Sagrada Familia lo vivió por cada uno de los Reinos creados.
¿Quién aceptará este ofrecimiento con sabiduría y discernimiento?
Todos en este momento están tomados de Mis manos para aprender a caminar como niños hacia una entrega mayor y verdadera.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la verdadera realidad planetaria,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Como el humo del incienso sagrado que exorciza las tinieblas, las nubes del Cielo en las que posan Mis pies exorcizan las creaciones del mal y así, establezco el Reino de la Luz en donde antes no existía.
En esta guerra del fin del tiempo, queridos hijos, no hay nada que se pueda oponer a la Luz de la Madre del Sol, porque de lo contrario se quemaría por la intensidad del impulso solar que tiene el Fuego Divino.
Hijos Míos, las herramientas angelicales siempre estarán a disposición de los misioneros y de los soldados de la paz para que, en la aparente nada, surjan y se puedan defender de todo mal.
El Armagedón ya circunda al planeta, y muy pocos quieren aceptar que los tiempos cambiaron.
Las resistencias al cambio, aunque sean en una parte, repercuten en el mundo actual, y retrasan los pasos que la mayoría debe dar.
Nuevamente, les digo que en esta batalla final por la conquista espiritual del próximo reino no podrán existir interferencias de ningún tipo; porque si así fuera, las consciencias aún no estarían preparadas para sobrellevar la esperada purificación del planeta.
Que a través del servicio humanitario y de la donación de amor, sigan siendo desactivados los falsos reinos creados en las grandes regiones, reinos que existen para aterrorizar a las consciencias y apartarlas de Dios.
La verdadera victoria estará en los que perseveren de corazón. Mi Hijo nunca los dejará solos, cuando entre los corazones exista la certeza y la fe absoluta de que Jesús mora y vive en cada corazón humano, lo que no podrá ser quitado por nadie ni por ningún arma de exterminio físico ni espiritual.
El Amor de Cristo que vive en los corazones es el Amor del Padre que los abraza y los guía hasta la meta final.
Hoy les estoy hablando de los refugiados, de sus hermanos que perseveran hasta el final, en la sagrada esperanza de que algún día encontrarán la Tierra Prometida, después de este largo exilio.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón del Padre Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más