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Contemplen con el corazón los ciclos de la vida y renuévense en cada nuevo ciclo, como en cada nuevo día.
No tengan miedo, hijos, por los tiempos que vendrán. Antes, estén con el corazón siempre pronto para defender de ustedes mismos la Voluntad y el Plan Divino. Si sus corazones están abiertos y sus espíritus despiertos, serán capaces de ir más allá de todas las pruebas que el planeta será llevado a vivir.
Por eso, a lo largo de los años, les enseñamos sobre el poder de la oración, de la intercesión y del servicio; porque estas son las llaves que mantienen a sus consciencias en la vibración del correcto despertar, en unidad con las Leyes Universales y sus Rayos Divinos.
Mientras mantengan sus corazones despiertos y vigilantes, sus espíritus en oración y su consciencia en servicio, siempre recibirán del Cielo las Gracias que necesitan para dar sus pasos, porque estarán alineados con la Ley y los Rayos Divinos.
Vigilen siempre para no estar distraídos con el mundo y sus tendencias, para no dejarse llevar por los ideales que hoy confunden a tantos corazones.
Mientras oren y sean humildes ante Dios, manteniendo encendido y vivo el diálogo con el Creador, siempre sabrán qué hacer, dónde estar y cuáles son los pasos que deben dar para cumplir Su Voluntad y mantenerse en Su Camino. La oración y la entrega, la humildad y el servicio serán sus escudos en este tiempo de ilusiones. A través de ellos, siempre sabrán regresar al Propósito que Dios tiene para sus vidas.
Todo ya les fue dicho, todas las Gracias ya les fueron entregadas, todos los dones que necesitan ya están latentes en lo profundo de sus corazones. Ahora, hijos, es tiempo de hacerlos emerger.
En el recogimiento de los Mensajeros Divinos, serán probados en el fuego de sus corazones, porque el mundo buscará llevarlos hacia la inercia, el vacío y la inestabilidad; pero dentro de ustedes estará la llave para ir más allá, ser y vivir la instrucción que recibieron durante tantos años. Por eso, siempre vuelvan a Nuestras Palabras y diariamente recuerden lo que ya les dijimos, allí encontrarán respuestas y fortaleza, allí encontrarán la paz.
Sean perseverantes y valientes, sean verdaderos y simples. Busquen siempre el espíritu de la paz y de la transparencia para estar en Dios.
Tienen Mi bendición para esto.
Su padre y amigo,
San José Castísimo
Después de transmitir Su Mensaje Semanal, San José consagró a nuevos Hijos y Amigos de San José:
Hoy, bendigo esta agua para que bendiga sus pequeñas vidas, limpie el pasado y sus heridas más profundas. Acojo en Mi Casto Corazón las intenciones que traen para elevarlas a Dios, sus familias, sus naciones, sus historias, para que reencuentren la paz.
Mientras la Gracia de Mi Casto Corazón toca sus vidas, oren también por las familias del mundo, para que sean siempre una red de intercesión y de cura, porque la cura que llega hasta ustedes debe permear también al mundo.
Recibirán esta unción en nombre de la humanidad, para que la cura que proviene del corazón de Aurora toque sus corazones, recorra sus células, sus espíritus, sus almas y llegue al alma de la humanidad, a la consciencia humana. Reciban el toque de esta unción como el toque de Aurora, como la respuesta a sus oraciones y el reencuentro con la paz.
Que este incienso les traiga liberación, libere las amarras más profundas que les impiden retornar a Dios, dar sus pasos en dirección al Padre Celestial. Permitan que estas amarras sean liberadas por el aroma suave de la entrega de sus vidas.
El incienso representa al alma que se rinde y se eleva al Padre. Por eso, hoy son bendecidos a través de este santo elemento que, desde los patriarcas y hasta los días de hoy, inspira a los corazones a retornar al Origen.
Hoy, Yo los bendigo y los consagro como Hijos y Amigos de Mi Casto Corazón, como almas servidoras e intercesoras ante la humanidad, el planeta y sus Reinos.
Caminen a Mi lado, así como también al lado de la Sagrada Familia. Que sus corazones ya no conozcan la soledad, el desaliento, el desamparo, porque cuando se sientan así, hijos, oren y sentirán Nuestra Presencia. Estaremos siempre a su lado.
Reciban Mi bendición, Mi Gracia y Mi paz.
Reciban de Aurora su cura y, de su verde corazón, el principio de la redención para que retomen el propósito de sus vidas y de su existencia.
En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Como el humo del incienso sagrado que exorciza las tinieblas, las nubes del Cielo en las que posan Mis pies exorcizan las creaciones del mal y así, establezco el Reino de la Luz en donde antes no existía.
En esta guerra del fin del tiempo, queridos hijos, no hay nada que se pueda oponer a la Luz de la Madre del Sol, porque de lo contrario se quemaría por la intensidad del impulso solar que tiene el Fuego Divino.
Hijos Míos, las herramientas angelicales siempre estarán a disposición de los misioneros y de los soldados de la paz para que, en la aparente nada, surjan y se puedan defender de todo mal.
El Armagedón ya circunda al planeta, y muy pocos quieren aceptar que los tiempos cambiaron.
Las resistencias al cambio, aunque sean en una parte, repercuten en el mundo actual, y retrasan los pasos que la mayoría debe dar.
Nuevamente, les digo que en esta batalla final por la conquista espiritual del próximo reino no podrán existir interferencias de ningún tipo; porque si así fuera, las consciencias aún no estarían preparadas para sobrellevar la esperada purificación del planeta.
Que a través del servicio humanitario y de la donación de amor, sigan siendo desactivados los falsos reinos creados en las grandes regiones, reinos que existen para aterrorizar a las consciencias y apartarlas de Dios.
La verdadera victoria estará en los que perseveren de corazón. Mi Hijo nunca los dejará solos, cuando entre los corazones exista la certeza y la fe absoluta de que Jesús mora y vive en cada corazón humano, lo que no podrá ser quitado por nadie ni por ningún arma de exterminio físico ni espiritual.
El Amor de Cristo que vive en los corazones es el Amor del Padre que los abraza y los guía hasta la meta final.
Hoy les estoy hablando de los refugiados, de sus hermanos que perseveran hasta el final, en la sagrada esperanza de que algún día encontrarán la Tierra Prometida, después de este largo exilio.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón del Padre Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más