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Treinta y tres son las constelaciones principales de este Universo que llevan adelante la vida evolutiva, lugares de los cuales muchos provienen y que han venido con un motivo especial a la Tierra, para formar parte de esta escuela de redención y de perdón que Mi Hijo les viene ofreciendo desde el principio.
Nadie podrá entrar al Reino de Dios sin antes pasar por esta escuela.
Es necesario que el Universo se vuelva a recrear en base a sentimientos de paz, de amor y de caridad, en base a experiencias de redención y de perdón; de un sentimiento capaz de ir más allá de todo, así como lo hizo Mi Hijo hasta el último momento en lo alto de la Cruz.
Pero Él reunió en aquel tiempo a todos los que necesitaban de redención y de perdón, no sólo los que estaban presentes durante el acontecimiento de la Pasión de Mi Hijo recibieron esa gran oportunidad universal, sino también todas las constelaciones que forman parte de este sistema de vida, del cual la Tierra también forma parte desde hace mucho tiempo.
Pero para que esta humanidad alcance un nuevo estado de consciencia, será necesario vivir la escuela de la redención y del perdón colocando a los pies del Creador todos los acontecimientos, todas las experiencias y todos los hechos que modificaron Su divino Plan de Amor.
Por eso, hijos Míos, hoy les digo a todas las criaturas de la Tierra que estamos ya en el tiempo de vivir esa redención, para poder definitivamente trascender el sufrimiento y las secuelas que el dolor deja en la vida de los seres humanos.
Ya no es necesario aprender más de los errores, es necesario aprender del amor, de un amor incondicional y vivo que es capaz de dar la vida por el otro, así como Mi Hijo la dio por cada uno de ustedes.
En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo en la Tierra y vivió Su Pasión, se abrió la puerta de la gran oportunidad para la humanidad y aún esa puerta está abierta a pesar de los errores presentes, es la puerta que Nosotros cruzamos cada vez que venimos del Universo a la Tierra para anunciar la Palabra de Dios, para entregar las gracias a Mis hijos y para dar nuevas oportunidades a todos los que las despreciaron por alguna razón.
Todos, absolutamente todos, están ante esa puerta de redención. Esto va más allá de la religión, de la sociedad, de los pueblos o de las naciones. Va más allá de los errores que hayan cometido en el Universo porque esa puerta está abierta por el Amor de Dios, por el Amor que Él tiene por cada uno de Sus hijos, a pesar del desprecio que Él recibe en este tiempo.
Eso también es obra de la divina e insondable Misericordia, a fin de que todas las criaturas que vinieron del Universo, y que hoy están presentes en esta humanidad, no pierdan esa oportunidad de redimirse y de amar incondicionalmente así como Jesús los amó.
Ante la revelación de estos tiempos es importante tener consciencia de lo que estamos viviendo, hijos Míos, porque esa oportunidad que hoy ustedes reciben, también la pueden recibir sus hermanos del mundo entero, buscando de una manera precisa y objetiva que las almas puedan despertar a lo que vinieron a realizar a la Tierra y puedan hacer parte de sí el Plan Divino de nuestro amado Padre Creador.
El Universo no sólo gira en torno a este mundo. El Universo es algo más que el Universo en sí. Él es más amplio de lo que parece, más vasto de lo que tiene, más infinito de lo que posee.
El Universo aún está por mostrarse a la humanidad. Sólo en los últimos tiempos, el Universo se mostró a través de la Jerarquía espiritual, con el fin de buscar el despertar de la humanidad, con el fin de entregar la advertencia de estar desviándose del Propósito de Dios, yendo por el camino de la autodestrucción.
Por eso la intervención divina se da de tiempo en tiempo, así como la intervención de la Jerarquía espiritual en diferentes regiones del planeta, con diferentes culturas y con distintos impulsos de luz que llegan de la Fuente de la Creación para traer consciencia al hombre de superficie.
Es así que hoy el mundo entero, en este día 13 de marzo de 2019, está ante la presencia de su origen, de la oportunidad de recapacitar espiritualmente y de enmendar todos los hechos por más que ellos sean desconocidos y lejanos.
Hoy los primeros velos de la consciencia caen de sus rostros para que puedan ver la realidad que deberá ser redimida y perdonada, porque esa realidad ya no estará en la Nueva Tierra, no estará en el sentimiento ni en la consciencia de la Nueva Humanidad. Todo, absolutamente todo, será transformado especialmente en este tiempo de transición y de caos.
La ampliación y la profundización del amor en la consciencia del ser humano, será la gran llave del fin de estos tiempos que podrá remediar el caos que existe en las naciones, traer paz donde ya no existe y fraternidad donde hoy no se vive.
Esa llave del amor que está en sus manos y especialmente en sus corazones, será la puerta que Cristo utilizará para retornar a la Tierra.
No será una alegoría, será una realidad viva que llegará de la noche a la mañana.
Por eso, es el tiempo de que el mundo entero resuelva sus deudas, perdone sus conflictos y trascienda los errores por la ayuda de la intervención divina que en este día el Universo les da.
Cada nueva consagración de Hijos de María es la oportunidad de ampliar ese conocimiento divino y de aproximar esta revelación a la consciencia humana, de lo que existe en el Universo, así como de lo que existe dentro del universo interior de cada ser.
Este es el momento en donde se puede profundizar el conocimiento, en donde las almas se pueden volver más conscientes de todo lo que hicieron para poder enmendarlo y perdonarlo, para poder vivir finalmente el propósito que los trajo aquí.
Por eso hoy la consagración de Hijos de María será especial para Mí, porque va más allá de su persona, va más allá de sus espíritus, llega muy cerca del Propósito Divino, del motivo principal y primordial que esta consagración generará en la humanidad y no solo en un grupo de personas.
Con esa expansión de consciencia es que hoy los llamo aquí para que vengan a consagrarse, porque estarán haciendo votos no solo con sus mundos internos, con el propósito que los trajo aquí, sino también estarán haciendo un voto con la humanidad, sabiendo que la humanidad finalmente deberá aprender a vivir la Voluntad de Dios, que ya no será necesario pasar por tantos errores y sufrimientos para poder aprender algo.
Hoy es la escuela del Amor que Yo les ofrezco a los Hijos de María, especialmente a los que hoy se consagran y colocan a Mis pies la oferta de su corazón y de su vida para alcanzar algún día la Voluntad de Dios.
Que hoy la llama espiritual de sus corazones esté encendida para que la sabiduría esté presente en la Tierra, más allá de los acontecimientos o de las pruebas, para que siempre la Sabiduría de Dios, como una llama viva, los lleve al Amor de Dios y a la experiencia del perdón, que deberá ser vivida en este tiempo con profunda sinceridad y verdad.
Escuchando el himno de su consagración, hoy volvemos a renovar los votos ante el Padre Celestial en el camino de la persistencia y de la fe, de la constancia, de la caridad y del bien por encima de todo mal o de toda prueba, de toda dificultad o de toda enfermedad, confiando plenamente en la Presencia de la Divina Gracia, en el Universo de la Misericordia de Dios, que en esta noche los congrega en la Presencia del Divino Espíritu para consagrarlos y bendecirlos, en el nombre del Amor.
Que estas flores que fueron colocadas hoy a Mis pies, no sólo sean recibidas por los que hoy se consagrarán, sino por todos los que están aquí, que Me acompañaron aquí, hasta Aurora, para apoyar a su Madre Celeste en este impulso de la nueva revelación que el Universo de Dios les está entregando para que se pueda vivir el perdón y la redención.
Que estas flores que hoy dejaron a Mis pies les recuerde el retorno a sus orígenes, a su esencia interior, a su pureza original, a su verdad, la verdad que Dios les colocó desde el principio como esencias, como almas, como espíritus.
Que estas flores, estas rosas, les recuerden siempre la Verdad de Dios, y especialmente la infinidad de Su Amor y de Su Sabiduría, presente y viva en toda la Creación.
Que sus vidas, hijos Míos, algún día se conviertan en una flor, para que la Luz del Cristo, del Cristo vivo, se irradie a la Tierra, Amén.
Yo los bendigo, los consagro y los despierto a la verdad universal, a la verdad del amor, a la verdad de la sabiduría y de la cura que todos los seres pueden vivir para alcanzar la felicidad celestial de estar en Dios y con Dios para siempre.
Yo los bendigo, con la autoridad que Mi Hijo Me concedió y por los méritos de Su preciosísima y divina Pasión, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Pueden cantar.
Les agradezco
Una nueva alianza se instituye entre el Cielo y la Tierra, entre los pacificadores y el Señor.
Sentados a la mesa de la redención, el Maestro purifica el espíritu de cada discípulo, lavándolo con Su Agua de Vida.
El Señor moja sus cabezas para que el Santo Espíritu los bautice con sus Dones.
El Señor lava las manos de Sus discípulos para que vivan, a partir de ahora, una vida de íntegra donación incondicional.
El Maestro lava los pies de Sus discípulos, así como Él lavó en el pasado los pies de Sus apóstoles, para que caminen por la senda de la pureza, de la resignación y de la obediencia.
Y así, todos son preparados para celebrar la comunión interna y espiritual con el Santo Cáliz del Señor.
Los pecados más impuros fueron disueltos. Las dudas más profundas fueron aclaradas.
El sentido del propósito de cada alma hoy es revelado. Nadie quedará prisionero de la ignorancia.
Todos los discípulos de Cristo ya son conscientes de la responsabilidad de su compromiso. Así el Plan de Amor se diseña en la consciencia de los que lo acogen, porque siendo tocados por la Luz del Espíritu de Dios reciben una Gracia que no merecen.
Llegó el momento. Llegó la santa hora.
El Santo Cáliz es tomado del altar por las Manos del Sacerdote Mayor.
Todos reverencian este nuevo acontecimiento. El legado que una vez fue confiado a la raza vuelve a despertar como un tierno recuerdo en el corazón de los que dijeron “sí”, de verdad.
El Santo Cáliz es elevado.
La sagrada fórmula de la consagración es pronunciada por el Altísimo Señor, y Sus discípulos, postrados en el suelo, reciben la inspiración de la Llama Sagrada del Espíritu Santo.
Se vuelve a consumar la alianza, pero esta vez no irá el Cordero al matadero; Su Sangre fue, es y será el testimonio de la victoria celestial a lo largo de los tiempos y de las generaciones.
Los Nuevos Cristos repoblarán la Tierra y se respirará, finalmente, la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que la Gloria de Dios esté en este lugar para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Abriendo las puertas del Universo Celestial, la Consciencia de la Madre de Dios penetra las dimensiones profundas de la Tierra, para traer a las almas una gracia y una oportunidad.
Es que hoy tampoco estoy aquí sola, sino rodeada por las Jerarquías de la Luz, aquellas grandes Consciencias del Universo que contemplan, tiempo tras tiempo, el Plan Divino de Dios y Su manifestación en los diferentes mundos.
Con la gran bóveda del Cielo, hoy bendigo a todas las almas de la humanidad y mientras Mis portales se abren, la Luz de la Nueva Aurora emerge en el corazón de aquellos que creen en ella.
En este momento, una intervención espiritual se establece entre el Universo y la Tierra, entre las almas y Dios. Y una Gracia extraordinaria permea a todos los espíritus de la Tierra para concederles la Paz, la Redención y el Amor vivo de Dios en cada corazón humano.
Es de esta forma que las estrellas de Mi Corona de Luz hoy descienden sobre la Tierra, rodean la órbita de este planeta para encenderlo, no solo en Luz, sino también con todos los atributos de Dios, con las doce principales corrientes de Su Divino Espíritu, que harán de la Tierra un planeta rescatable y una Nueva Humanidad redimida, que finalmente seguirá los mandamientos del Señor.
Por eso escuchen la voz de la Madre de Dios en este día único y extraordinario, en donde no solo sus almas se ven beneficiadas por el Universo Mayor, sino también sus seres superiores que participan de esta coyuntura; aquellos seres que vinieron a la Tierra con un principio y con una misión, la que en estos tiempos definitivos se revelará para aquel que quiera abrirse a conocerla, porque esa misión y ese principio espiritual serán un aporte importante e imprescindible, diría, una gran tarea espiritual e interior que cada alma podrá donar para Dios con la plenitud de su corazón y de su vida, donándose constantemente al Creador en entrega, en servicio y en sacrificio.
Este compromiso de cada ser de la Tierra es vital para estos tiempos. Es por esa razón, queridos hijos, que las grandes Jerarquías de la Luz, hoy reunidas alrededor de su Madre Celeste, contemplan la gran oportunidad que tienen las almas del mundo, en esta coyuntura universal y cósmica, en donde las almas más despiertas y más disponibles para este nuevo año que comenzará, tendrán la gracia de dar un nuevo paso bajo la bendición de Dios y de Su Divina Confianza, concretando así Sus Principios y Voluntades, materializando Sus Proyectos y viviendo plenamente Su Plan.
No deben perder la oportunidad de comprender lo que Dios necesita, porque Sus Palabras no se desperdician, son agua de Fuente Viva para todas las almas de la Tierra, para todos los congregados por Su Amor.
De universos superiores viene el auxilio para el mundo. Lo desconocido se torna conocido, los Misterios se develan y las puertas se abren, para que el Sagrado Conocimiento de Dios descienda una vez más a la Tierra y esto fortalezca a las almas en su compromiso con el Plan y la vivencia de los Principios de Dios y del Propósito que el Padre tiene para cada ser.
Por eso hablo de que es una oportunidad única e irrepetible, para que este nuevo año que comienza no solo sea permeado por la consciencia y por la sabiduría, sino por la concienciación de todos, sobre lo que verdaderamente deberá suceder para este nuevo ciclo, con el aporte y la colaboración de todas las criaturas de Dios, de todos los servidores de Cristo, de los que quieren plenamente vivir en el Señor, para así, siempre encontrar Su Reino.
En los silencios de Mi Alma es cuando descienden los más importantes códigos y las almas se pueden nutrir de la Verdad.
De esa nutrición espiritual el alma encuentra su camino, retorna a su origen y despierta a la Consciencia Divina, encontrando el sentido de su existencia y la capacidad, cada vez más, de poder amar de verdad y sin condiciones, transcendiendo los límites, las fronteras y las dificultades.
Porque será el amor de cada uno de ustedes al Plan de Dios lo que permitirá que Sus Obras sigan aconteciendo; permitirá que todo pueda suceder y que nada, absolutamente nada, sea alterado por la indiferencia de los hombres o por la mediocre colaboración de las almas.
Para concretar el Plan de Dios y su próxima meta, es necesario de colaboración y de adhesión, de una adhesión verdaderamente interior, para que después sea una adhesión exterior y verdadera que pueda cumplir los preceptos de Dios, según como Él lo ha pensado y lo ha destinado para el mundo.
Pero mientras eso no suceda, hijos Míos, Dios esperará en Su Reino por las respuestas de Sus hijos. Su Reino Celestial debe descender a la Tierra en este tiempo crítico, porque de lo contrario el planeta no sobrevivirá.
Es necesario, hijos Míos, que comprendan más allá de las formas, de la mente, más allá del corazón. Que se puedan unir a la Fuente para encontrar el sentido de Sus principios y la manifestación de Sus Proyectos para estos tiempos agudos de la Tierra.
Todo el conocimiento que ya fue entregado debe ser la base para su reflexión y despertar, para su próximo paso en este año que comenzará, esperando una respuesta sincera y honesta de todos los corazones para con el Padre Celestial, y una respuesta que comprende más allá del conocimiento, que entiende más allá de la sabiduría, que acepta más allá de las formas y que se adhiere de corazón y de forma incondicional a lo que Dios necesita.
Todos esos cambios y todas esas vivencias formarán esa gran respuesta de parte de la consciencia humana, la que concederá de parte de la humanidad, la continuidad de Plan y la manifestación para estos tiempos.
Pero es importante que en este ciclo que termina, cada uno de sus corazones, cada una de sus consciencias, haga una síntesis interior, perciba la realidad, despierte a la verdad y tome conocimiento de lo que necesita tomar conocimiento, no perdiendo la Palabra de la Jerarquía, no perdiendo el sentido del Mensaje, para encontrar las próximas llaves que necesitarán, que abrirán las puertas a las nuevas oportunidades y al descenso de las nuevas gracias que tanto necesita el mundo, y también la humanidad.
No quisiera que en este año terminaran con alguna ignorancia, con alguna incomprensión o con alguna duda.
Deseo que en este año que termina su respuesta sea sincera y verdaderamente honesta para con Dios.
Lo vuelvo a repetir para que lo comprendan y lo acepten, para que lo vivan y especialmente, para que lo practiquen, sabiendo que aún hay mucho para hacer en esta humanidad que está doliente, que está enferma por apartarse del Amor de Dios, por creer en el amor propio, en las fantasías, en las ilusiones, en los espejismos que todo el mundo ofrece día a día, tiempo después de tiempo.
Pero su recapacitación para con la Jerarquía, la concienciación de su respuesta honesta y verdadera, creará nuevas oportunidades, nuevas condiciones de que la Gracia Universal y la Misericordia Cósmica llegue a más corazones de la Tierra y a más naciones.
Recuerden que aún espero poder llegar a Asia y Oceanía y esa meta deberá concretarse por todos para este nuevo año que comenzará.
No dejaré de venir al mundo hasta poder concretar esta misión espiritual, junto a la unión con todos Mis hijos y bajo la respuesta de todos.
Esto permitirá expandir la Obra en la humanidad, las misiones de servicio y de caridad en regiones tan lejanas del planeta, en donde existe la verdadera desesperación, el caos, la enfermedad, la indiferencia y la soledad de muchos corazones.
Pero ahora, hijos Míos, ustedes que son portadores de la Gracia y de la Misericordia de Dios a través de los tiempos, tienen todas las posibilidades y todos los medios para poder realizarlo, y así también poder duplicar y difundir este llamado a más corazones en el mundo, que deben despertar a la concienciación de estos tiempos, a la emergencia de estos tiempos, a la necesidad de la vida fraterna y de servicio para con las almas del mundo.
La cura del planeta está en sus manos. El cambio de la consciencia está en su interior y la elevación de esta humanidad está por medio de su oración.
Cumplan con Mis pedidos para estos próximos meses. Sean obedientes y vayan a los Centros Marianos. No dejen que la comodidad los sumerja. Hagan el esfuerzo que es necesario, que es justo, del cual merece Dios, de cada uno de ustedes por todo lo que Él les ha dado en estos últimos once años.
Así, hijos Míos, por más de que esté la tempestad en la humanidad, la oscuridad en el planeta, la tribulación en los corazones perdidos, no Me cansaré de venir al mundo una y otra vez, porque llevaré en Mi Corazón de Madre la respuesta sincera de Mis hijos para poder mostrarle a Dios y así continuar adelante con Su Plan, de que el Reino del Padre viva y more en todos los corazones para que triunfe Su Amor y Su Plan.
Tal vez en esta noche esperaban escuchar grandes cosas, más revelaciones que puede impulsar Mi Corazón. Pero eso será posible, hijos Míos, cuando su respuesta se amplíe, supere las barreras, trascienda los miedos y que ustedes se puedan adherir absolutamente a lo que les digo, sabiendo que por detrás de cada una de Mis Palabras existe un propósito, un sentido y un objetivo espiritual que aún no alcanzan sus consciencias.
Por eso, hijos Míos, abran los sentidos internos, abran el corazón y acojan Mis Palabras con la dulzura del amor por la cual las entrego, para que sus vidas se enriquezcan en Dios y vivan la plenitud de Su Sabiduría. Aún queda tiempo para poder cambiar.
Gran parte del mundo llorará por no haber cambiado, pero si el cambio nace de muy pocos, todos en la mayoría, se sentirán impulsados a cambiar, hasta en lo más pequeño que parezca.
Por eso, hijos Míos, en esta noche de gloria, de júbilo y de amor, en donde los portales del Universo están abiertos para elevar sus consciencias y a todo el planeta, la consagración de los Hijos de María en esta noche especial, es un compromiso irrefutable, intransferible e inmediato. Un compromiso de orar por los Planes de la Santísima Trinidad y de comprometerse en la vida material de espejar esta Voluntad Superior por medio de los actos, de las virtudes, del servicio y de la entrega, que serán los medios que transformarán sus consciencias para poder vivir algún día el Amor Crístico.
Que los que hoy se consagrarán se coloquen a la derecha del altar, y vengan aquí con el ánimo que Yo les entrego, que le entrego a todas las almas, a todos los que Me escuchan y a todos los que Me viven, porque la unidad de nuestras consciencias es donde se construirá el Plan de Dios y se manifestará, y sus bendiciones serán ilimitadas.
Sus Gracias se expandirán en sus consciencias y corazones, y así sus vidas se transformarán completamente conforme a lo que Él ha pensado para cada una de sus esencias.
Por eso, hijos Míos, hoy los consagro para que puedan vivir el compromiso con Dios, en nombre de millones de almas que no lo viven, que están sumergidas al hipnotismo y en la ilusión mundial y que despertarán de golpe a su realidad y vivencia, cuando Mi Hijo retorne por segunda vez a la Tierra.
Pero ustedes tendrán la oportunidad, hijos que hoy se consagrarán, de poder ayudar a esas almas que desconocen, colocándolas en la oración en cada acto de amor y de servicio, para que la Gracia Divina toque esas consciencias y más almas se puedan transformar según Cristo, según Sus Principios de Amor y de Verdad.
Escuchando el himno de su consagración, que la Fuente de la Gracia Suprema se aproxime sobre esta amada Aurora, para que los corazones sientan el gozo de vivir en el Amor de Dios, en la Gracia de Su Sabiduría, la que cura los corazones heridos, cicatriza a las consciencias que fueron lastimadas por el mal, disipa todas las dolencias espirituales e internas.
Aurora, en el Nombre de Dios, les concede la cura interior y la absolución de sus deudas, para que ese compromiso sea verdadero y transparente, amoroso y humilde, siguiendo los pasos de Nuestro Redentor, Jesucristo, el Salvador.
Colocando su mano sobre el corazón reciban la Luz de Mi Espíritu, reafirmando el compromiso con Dios y la meta de materializar Su Propósito para estos tiempos, a fin de que más almas alcancen la cura, la redención y el perdón, así como hoy ustedes, hijos Míos, ante el Universo de Dios lo alcanzan por una Gracia extraordinaria y por una expiación infinita, frutos de la Obra de la Misericordia.
Y hoy los ángeles del Santísimo Hijo transustanciarán los elementos ofrecidos a los pies de la Madre de Dios, los que se convertirán en el Cuerpo Vivo y la Sangre Viva de Cristo, para que las almas se alimenten de la comunión reparadora con Dios y de Su Esencia Sublime, la que es eterna en todo el Universo Creador.
Así como lavo sus almas, lavo sus cabezas, sus manos y sus pies, con la Fuente del Espíritu Santo, para que sus vidas se reparen en la comunión con Nuestro Salvador.
Que la Sangre Divina de Cristo sea vertida como Código de Luz en las almas sedientas del Amor de Dios.
Que el Agua que brotó del Costado de Cristo descienda como cura a los corazones.
En esta noche donde el mundo no vigila ni adora, que el Cordero de Dios, que fue inmolado y llevado al matadero, sea reconocido y adorado por sus fieles seguidores en el mundo entero, para que sus atributos de Gracia y de Misericordia, fuentes de cura y renovación, se expandan en la humanidad para tornarla algún día rescatable y sagrada, así como el Padre Celestial necesita por los siglos de los siglos. Amén.
Coman del Cuerpo de Cristo, beban de la Sangre del Señor y confíen que todo se reparará y se curará conforme como Dios lo ha pensado.
Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Felices serán los que en esta noche se sirvan del Señor, Amén.
Padre Nuestro...
Y ahora que fueron consagrados con el Espíritu, sean consagrados con Mi Paz, en la Esperanza, en la Fe y en el Amor de que comprenderán para los próximos meses lo que Dios necesita de ustedes, para que Su Voluntad se cumpla en toda la Tierra y en toda la humanidad.
Yo los consagro, hijos, y los bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
En alegría y en júbilo, en nombre de Mi Hijo, se darán el saludo de la paz, para que la paz permee la Tierra.
¡Les agradezco!
Queridos hijos:
Ya estamos próximos a Belén y en su interior se prepara el recinto sagrado, en donde volverá a renacer el Cristo interior.
Que su espíritu de paz y de soberanía los colme. Que su Gracia, que es infinita y misericordiosa, los mantenga en profunda y reverente unidad con Dios para que Su Plan, que es amplio y desconocido, se aproxime a sus vidas a fin de llevar adelante Su Voluntad Divina.
Al preparar el sagrado recinto interior en donde renacerá la luz crística para los tiempos de oscuridad, que esa poderosa Luz proveniente de la Fuente del Amor Supremo traiga para todos la oportunidad de reintegrarse al camino de la redención y del perdón.
Hijos Míos, este ya no es el tiempo de mirar hacia el pasado, sino de colocar la mirada hacia el futuro, hacia el divino encuentro con el Cristo interior, el que necesita estar actuante y victorioso a través de la vida interior de cada ser.
Les doy, hijos Míos, la oportunidad de vivir este tiempo de gracias, para que sus vidas, finalmente, sean parte de la milagrosa Gracia de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Y como fue dicho, vengo descendiendo desde lo alto de los Himalayas para dar continuidad a la revelación del Plan de Dios, aquel que está escrito en Sus libros sagrados, guardados como copia en el Arca de la Santa Alianza y dentro de Su Fuente inmaterial, de Su gran afluente espiritual y de Su Pensamiento Divino.
Hoy, el Maestro entre los maestros, viene hacia ustedes para dar finalidad a este año, a este ciclo que ya se está cerrando en la humanidad. Ciclo que ingresará en un nuevo ciclo, en una nueva historia y en un nuevo movimiento guiado e inspirado por la Jerarquía.
En las montañas de los Himalayas se guardan muchos tesoros, los cuales, los puros de corazón los conocieron y así como todos los allegados que tuvieron una íntima relación con la montaña, con el fin de elevar su consciencia.
Aún el impulso de la consciencia de la humanidad, de su pronta elevación, debe continuar. Pero dependerá de este fin de ciclo para que eso pueda suceder. Mientras tanto, compañeros, ustedes atraviesan una transición muy desconocida por la mayoría, a través de la purificación y de la definición. Pero aún la Jerarquía espiritual no solo tiene para entregarles más revelaciones, sino también llaves que conducirán sus vidas durante esta etapa muy dura de la purificación, llaves que les permitirán atravesar los tiempos, las dimensiones y los planos para siempre poder encontrar a la Jerarquía que trabaja en una sola línea y en un mismo propósito.
Para que ese descenso de la información se pueda realizar, dependerá de que, en este lapso de tiempo en donde la Jerarquía espiritual estará recogida públicamente, haya en cada uno de ustedes una verdadera reflexión, más allá de lo que hayan podido comprender y sentir, más allá del símbolo o de la forma, aun más, más allá del propósito y del sentido infinito que nos une a ustedes y a nosotros en esta misión del fin de los tiempos por el rescate de los atributos de la humanidad y la redención de las almas perdidas y ultrajadas por mi adversario.
Para que la Jerarquía pueda seguir actuando en el planeta y en la consciencia humana, para que la Jerarquía pueda seguir trabajando en las diferentes regiones del planeta a través de todas las naciones que aún le falta recorrer y visitar, dependerá de la reflexión de Mis compañeros y de Mis allegados. Porque, ahora, la respuesta deberá venir de ustedes y no de Dios.
Es hora de asumir el Propósito con transparencia y humildad para que el Plan se pueda seguir diseñando y realizando. Para que comprendan la Inconmensurable Obra de la Misericordia de Dios, es que hoy les traigo parte de ese Plan Divino y Cósmico que Mi Santa Madre comenzó a escribir y a relatar por medio de Sus impulsos espirituales y mensajes.
Pero esta revelación no termina aquí, dependerá de esa reflexión. Lo vuelvo a decir y lo vuelvo a repetir, porque es importante que lo comprendan y que lo acepten, porque aún hay mucho por hacer.
Hay almas que aún están sumergidas en el infierno y la mayoría no lo percibe, por lo superfluo de estos tiempos y del hipnotismo de las modernidades que ciega a los corazones y los aleja de la vida del espíritu. Mientras tanto, cada uno de ustedes, según su escuela y su aprendizaje, según el grado de amor y según su madurez, tiene una responsabilidad para con el Plan de Dios.
No hay ningún otro lugar en el planeta que haya sido escogido para esto y señalado por el propio Dios de las Alturas, el Todopoderoso.
Su fe en lo inmaterial y no en el fenómeno es lo que permite la continuidad de esta obra, porque la humanidad ya fue demasiado merecedora de milagros. Ahora el milagro, cada uno de ustedes lo debe construir dentro de ustedes, para que triunfe Mi Proyecto, para que se concrete Mi Victoria en todos los redimidos.
Quiero escuchar ahora el instrumental de “Así habló el Maestro”.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En nombre de la honra de Dios, de Su Misericordia, de la Fuente de Su Gracia y del Universo infinito de Su compasión, Su Hijo primogénito, Jesucristo, tiene la autoridad de abrir Su libro Sagrado para que Sus Sagradas Escrituras Doradas sean fuente de renovación en las almas, despertar de las consciencias y continuidad del propósito en los corazones.
Abraham fue el padre que recibió las síntesis de las primeras humanidades. En aquel tiempo, el Gran Patriarca de Dios que congregaba a los pueblos que serían el preámbulo del Advenimiento de Cristo, guardaron los Tesoros Sagrados del Arca en lo que más tarde fue el Templo de Salomón.
En aquel tiempo, muchos impulsos fueron recibidos por la Divinidad. El Arcángel Gabriel y Rafael descendieron a la Tierra para entregar los símbolos de la revelación en las propias manos de Abraham, y para que estos símbolos, estos impulsos sagrados fueran fuente de renovación y de evolución en esa civilización tan antigua.
Fue tan sagrado lo que sucedió en aquel tiempo a través de Abraham y de su pueblo que, hasta los días de hoy, la propia consciencia humana, sin saberlo ni comprenderlo, guarda dentro de sí, en sus núcleos más profundos e íntimos, el legado que Abraham alcanzó como Padre y Patriarca de la humanidad.
Él fue transmutado por el Arcángel Rafael, para que en la Tierra se pudiera vivir, dentro de los pueblos sagrados que él comandaba, las primeras leyes de cura y de regeneración que permitirían desatrancar el proceso de evolución que ese pueblo guardaba de sus descendientes Adán y Eva.
Para que eso fuera posible, Abraham tuvo que formar una gran familia para que fuera heredera de los conocimientos que él recibió del propio Arcángel Rafael, con la intención y el motivo espiritual, que la historia del Proyecto de Dios que el propio Padre revelaba a los hombres más simples y humildes, pudiera tener continuidad a través de los tiempos y de las generaciones.
Abraham fue un Patriarca que sufrió y vivió la impotencia de ver, en aquel tiempo, el desvío de algunos de sus hijos, que se mantuvo a través de las generaciones y hasta los tiempos de hoy entre Israel y Palestina.
Pero ese ciclo interminable terminará en la consciencia humana. En la genética de la humanidad está guardada esa experiencia de amor que Abraham vivió en profunda unión y comunión con el Arcángel Rafael. Su legado llegó hasta las manos de Moisés a través de los mandamientos y de las Leyes que ese siguiente Patriarca conoció de las Jerarquías espirituales y universales, en el sagrado Monte Sinaí.
Ahora estas llaves, que abrieron las puertas de la consciencia de Abraham, retornarán a la Tierra por el impulso del Hijo Primogénito que proviene de esos Sagrados Padres, de ese Sagrado Pueblo que estaba en la búsqueda de la Tierra Prometida. Pero la verdadera promesa de Dios se encuentra dentro de ustedes, en la realización de la Vida Divina sobre la superficie de la Tierra, en el alcance de los diferentes grados de amor y en la donación constante de sus espíritus para la materialización del Plan en toda la consciencia humana.
Y aunque estemos en un tiempo de grandes desvíos, en donde el caos y el mal batallan para ganar un lugar, hoy los despierto a todos los seres humanos de la Tierra, más allá de sus creencias o de su fe, para esos principios y esas llaves que también se guardan en el Arca de la Santa Alianza como en el corazón humano que tiene absoluta fe y confianza en el Plan de Dios.
Por eso, compañeros, así como Abraham se sirvió de los Principios de Dios y de todas las dádivas celestiales, sean dignos en el Señor y también sírvanse de esos principios y de esas llaves, plenamente identificados y representados en los atributos de la Madre Universal.
Si cada uno de estos atributos de cumpliera y se viviera al pie de la letra, una nueva humanidad nacerá y ya dejará de ser una promesa. Mismo un advenimiento será una realidad que será construida dentro de cada uno de ustedes, viviendo el camino de la transformación y la trascendencia, de la donación y de la entrega por los millones de almas que están encarnadas en este planeta y no lo hacen.
La unidad entre los pueblos y las religiones, profecía escrita en la Sagrada Biblia sucederá cuando dentro de cada ser humano despierte el Cristo interno, para dar continuidad a la Obra de Dios y a su Divino Proyecto en este planeta como en otros.
Sean como Abraham, sean como Moisés o como Mi propio primo, Juan el Bautista, que fueron difusores y precursores de la vida crística por medio de un modo de vida de simplicidad, de verdad y de entrega inconmensurable a Dios.
No les pido que sean patriarcas o profetas ni tampoco grandes servidores Míos. Yo necesito a los más miserables, a los más imperfectos, a los más condenados y a los más perdidos para rehacer la Creación y establecer, finalmente, cuando Yo retorne al mundo físicamente, una nueva colonia de Cristos que sabrán vivir el amor, la hermandad, la fraternidad y la unidad con el Único.
Dios entregó a Abraham un tesoro que no tuvo continuidad en el planeta y en la humanidad. Dios le dio conocimiento a Abraham de la venida del Mesías, de la llegada de la Madre de Dios como una simple mujer que fue escogida para ser el receptáculo del propio Dios. Le dio a conocer la llegada de San José, de un simple carpintero que llevaría adelante la misión más importante de todos los tiempos, desde el principio de la Creación hasta el fin de los tiempos.
Entonces, compañeros, ustedes, ¿ante quiénes están? ¿Reconocen nuestras faces? ¿Sienten nuestros corazones? ¿Palpitan en nuestro amor y son movidos por nuestro espíritu para llevar adelante, en el fin de esta trayectoria, el gran Plan de Rescate?, que deberá tener continuidad por la sincera adhesión de todos que comprenden, más allá de las formas y de la mente, la importancia de que en este tiempo se materialice el Plan de Dios.
Abraham conoció a los Sagrados Corazones en los planos internos y enseñó a todos sus hijos y a su pueblo que era imprescindible y fundamental vivir en el amor, más allá de las dificultades y de todas las pruebas, más allá de toda oscuridad y tiniebla.
Ahora que todos ustedes ya saben que son hijos de Abraham y de su descendencia, y de las antiguas tribus de Israel, expandidas por los cuatro puntos de la Tierra, tendrán en sus manos y principalmente en sus corazones la oportunidad de concretar el Plan de Dios. Y que a través del Amor-Sabiduría y del principio de la Sagrada Hermandad que trasciende todas las diferencias, todas las dificultades y todos los malos entendidos, podrán unir a las culturas y a los pueblos en la esencia del amor y de la verdad. Porque cuando eso suceda, será la señal de la raza humana de que Yo tendré el permiso y la autoridad universal de retornar al mundo por segunda vez, para que toda la raza humana: los perfectos y los imperfectos, los caídos y los resucitados conozcan al Hijo de Dios como Él es, desde el principio al fin, para que se cumpla así la Ley de la Divina Voluntad.
Como el Amor de Dios llegó a Abraham, Mi Amor siempre llegó a sus corazones.
Quiero generar en su interior una verdad pura que sea capaz de iluminar el fin de los tiempos, de trascender las fronteras y de unirse al prójimo más allá de su religión o de su credo, de su ateísmo o de su fe.
Que las columnas de Cristo, que prepararán el retorno del Hijo de Dios, puedan implantarse en la superficie de la Tierra. Que las vivas columnas de Dios representadas por los seguidores de Cristo que no viven ninguna manipulación, que no profesan ninguna mentira, que son verdaderos, transparentes y cristalinos como el agua, y que, más allá de sus impurezas y de sus errores universales y planetarios, estarán anunciando en sí el retorno del Señor, el “sí” del retorno del Señor, para este tiempo definitivo y por medio de esta obra.
Cuando se cumplan Mis palabras en ustedes, especialmente en estos dos próximos meses, es que Yo esperaré, ardientemente, poder retornar para seguir compartiendo con cada uno de los Míos la fortaleza que necesitará, la confianza imprescindible que precisará para poder abarcar la Obra de Dios, más allá del Brasil y de Sudamérica. Para abrir su consciencia y su corazón para acoger y recibir a los que buscarán la luz de Cristo, la luz de María y de San José en este lugar bendecido por Dios y señalado por Su Sagrada Mano, antes de que ustedes encarnaran en la Tierra.
Por eso, el compromiso de todos es muy grande; no solo en la Obra de Dios, sino en el mantenimiento de las Islas de Salvación. Espero que todos comprendan lo que estoy diciendo, porque cada uno sabe lo que debe escuchar para que se torne un ser responsable, maduro ante la Voluntad Divina y ante la necesidad de seguir haciendo florecer las Islas de Salvación, y eso también va más allá de lo material.
Las dádivas de Dios no pueden ser sacadas de aquí. Este fue el lugar escogido por el Padre, así como los demás Centros Marianos para que, en la semejanza de la simplicidad de la Casa de Nazaret, fueran verdaderos receptáculos y templos en donde el Dios Viviente esté presente en los momentos de mayor tribulación, en donde la luz será escasa y la oscuridad será muy grande por cegar a los corazones con sus propios espejismos.
Por eso, hoy les entrego, del Libro de Dios, la revelación de la vida de Abraham y del legado que él recibió como persona, como alma y como espíritu. Ese legado no puede terminar en Israel, una historia que se sabe de lo que allí se vivió. Ese legado debe continuar, vibrante y luminoso, en el corazón de las personas que profesan su fe a Dios y su confianza para que se lleve adelante Su Sagrada Voluntad. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Cerrando el Libro de Dios, abro el libro de sus historias internas para que Mis Palabras se escriban en él y ya no sean promesas, sino realidades. Realidades que serán de verdad y que se podrán manifestar por la consecuencia y la adhesión de los Míos.
La decisión está en sus manos y, sobre todo, en sus corazones. Celebraremos esta noche la Eucaristía de la Reflexión y de la Sabiduría para que el discernimiento en estos dos próximos meses, esté en todos los seres humanos. Para que la oración diaria, la comunión diaria y la confesión diaria con Mi Corazón Misericordioso sean atributos que impulsen el despertar de la consciencia y el discernimiento promovido por el Espíritu Santo para que se cumpla la Voluntad de Dios. ¡Qué así sea!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nos ponemos de pie a pedido del Señor.
Y a Su pedido, vamos a celebrar esta cena junto a Él, bendiciendo los elementos del Altar, ofrecido por los corazones nobles, los corazones humildes que abrazan el llamado de Dios a través de los tiempos.
Cada uno de ustedes en este momento, compañeros Míos, tendrá la oportunidad ante Mi Iglesia Celestial de realizar su oferta y su entrega, en el silencio más íntimo del corazón y del alma. Porque en ese lugar, en ese sagrado recinto interior de cada ser, Dios escucha la voz de sus súplicas.
Pueden comenzar a rezar interiormente.
No lo hagan solamente por ustedes, sino por el mundo entero. Abracen el planeta así como Yo lo abrazo. Amen a la humanidad imperfecta, inmadura y errada, así como Yo la amo, desde que nací hasta que enseñé, pasando por la cruz y por la Pasión, la Muerte y la Resurrección, más allá de la Ascensión y del retorno de Mi Corazón y de Mi Sagrada Presencia en la humanidad, sigo amando a esta raza y abrazando a este planeta, más allá de su condición y de sus aprendizajes.
Que esta oferta se amplíe, que no se restrinja a sus pequeñeces. Que sea una oferta capaz de ir más allá de las fronteras, de las naciones y de los pueblos. Que llegue, esa oferta, al Corazón de Dios, por los que verdaderamente sufren y no tienen nada, ni siquiera la dádiva de escucharme aquí, así como Me escuchan ustedes hace bastante tiempo.
Si esa oferta fuera de esa forma, Me dejarán tranquilo y Yo pacificaré sus corazones, porque cuando Yo ya no esté más con ustedes en el próximo ciclo, será la señal que habrán comprendido y entendido que todo lo que viven y hacen, deben hacerlo por amor por la humanidad y por este planeta para que mantenga su eje en equilibrio, más allá de la purificación y la transición que la Tierra vivirá duramente.
Cielo y Tierra podrán pasar, pero Mis Palabras serán vivientes en ustedes. Serán Perlas de luz en los tiempos de mayor tribulación; y no tendrán dudas. Su fe no se enflaquecerá, no se debilitará. Será una fe fuerte y madura que se arriesgará a dar la vida por Mí.
Que el legado de Tu Sagrada Arca descienda a la Tierra para cumplimiento de Tu Divina Voluntad.
Bautízalos, Señor, con la Luz de Tu Espíritu, para que la lluvia de Tus Gracias penetre en lo profundo de las almas y cure a los corazones doloridos.
Hoy Mi Inconmensurable Amor se mostrará a todos, en un simple acto de consagración, para que sean testigos de que hoy y que aún estoy con ustedes hasta el fin de los tiempos.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Lucy, de Venezuela, puede venir aquí para consagrarse como Auxiliadora. El Señor necesita de un velo y de un aceite para ungir.
En este momento, cada una de sus almas tendrá la oportunidad, delante del Padre Celestial, de volver a vivir esa reconsagración interior a Mi Sagrado Corazón. Recuerden que eso es importante para Mi Consciencia, así como también es importante para Mí de que sigan orando con fervor la reconsagración de Brasil a Mi Sagrado Corazón. Esta tierra no puede ser sumergida ni invadida, debe ser el Edén que Dios escogió desde el principio de Su Creación para generar aquí la familia universal.
Hija Mía, Dios te bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Te unjo con Mi Luz, para que Mi Luz esté en todos los que te rodean. Amén.
Mientras estoy aquí, los códigos de la Sagrada Arca descienden sobre ustedes y el mundo.
En aquel tiempo, por ustedes, Yo tomé el pan y reunido con Mis apóstoles, que representaban a muchos más, Yo les dije: “Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado y ultrajado por los hombres. Que sufrirá y morirá por todos para el perdón de los pecados. Hagan esto en Mi memoria hasta el fin de los tiempos”.
En aquel tiempo tomé el Santo Cáliz del Señor y elevándolo a Dios, el Todopoderoso lo bendijo. Lo entregué a Mis apóstoles, diciendo: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será eterna en todos los que Me sigan y Me vivan, a través de los tiempos, hasta que Yo retorne a la humanidad por segunda vez”.
“Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo, dichosos los que son llamados a servirse del Señor.”
Bienaventurados serán los que hoy comulguen de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, porque tendrán la Gracia y el impulso de poder representarme interiormente para los próximos tiempos.
Hija de Israel y de Abraham, hija predilecta de María Santísima, Hija y Esposa Mía recibe el Sacramento del Altar, la donación perpetua de Mi Corazón por las almas que deben vivir Mi Amor a través de los tiempos.
El Cuerpo de Cristo...
Recibe del Cáliz, la poderosa y preciosa Sangre de Cristo, el manantial infinito de la Gracia y el Universo de la Cura, para que todas las dolencias espirituales sean disipadas y se establezca el Amor y la Voluntad de Dios en tu vida.
La Sangre de Cristo...
Ahora es momento de celebración, de júbilo y de alegría, porque los redimidos se están congregando. Los hijos de Adán y Eva se están uniendo. Los hijos de Abraham están recibiendo su legado y dando el paso para vivir los Mandamientos que una vez recibió Moisés; a fin de que la Tierra, en este tiempo, a pesar de su decadencia y de su enfermedad, a pesar de los conflictos en las naciones y en los pueblos, de la muerte y del hambre, prevalezca el amor, el que nunca será ocultado ni vencido por los que pronuncian la Victoria de Cristo en la humanidad, la Victoria de Cristo dentro de sí.
Por esa razón, bienaventurados sean los misericordiosos, porque siempre recibirán Misericordia y donarán Misericordia por donde vayan y pasen.
En unión a las Sagradas Revelaciones de Dios y la Suprema Fuente Divina, principio de Amor y de Unidad, en nombre de los Arcángeles y de los Ángeles del Universo y de toda la Jerarquía Espiritual, en nombre de la Hermandad y de la Fraternidad, Yo los bendigo y bendigo al mundo para los Cristos internos que despertarán en esta Navidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por tener ánimo de escucharme y por abrirse a las correcciones de Dios.
Un corazón se transforma siguiendo un solo camino y estando en una sola barca, que es la barca que Yo les ofrezco, la que los llevará hacia el puerto de Mi Corazón para vivir el Amor eterno, el Amor inapagable, el Amor intransferible, el Amor invencible.
En nombre de la Luz de Dios, para que la Luz esté en la Tierra y en los nuevos cristos, fraternalmente, se darán el saludo de la Paz.
¡Les agradezco!
Cree en el poder del amor y de la renuncia que Dios te ha dado.
Cree en la realización de Sus Proyectos en tu vida y en la vida planetaria y, a partir de allí, expresa de forma ininterrumpida la fe absoluta de tu corazón; fe que te hará vencer la dualidad dentro de ti, para después vencerla en la humanidad.
Deja que esa creencia en la realización del Plan en tu vida se mantenga viva; así permitirás que las corrientes del Universo que promueven la concreción del Plan también vengan en tu auxilio, así como esas corrientes vienen hoy a tu encuentro.
Todos los errores cometidos existen para aprender sobre el amor y la compasión. Ellos son el medio más inmediato y doloroso que la humanidad eligió para darse cuenta de sus equivocaciones. Pero el Padre, que es pleno en Sabiduría, ofrece Su Infinita Misericordia para que Sus hijos abandonen esa cadena viciosa de los errores y así alcancen la libertad de espíritu y de alma.
Confía en que es posible cambiar de ciclo y recibir, por medio del Universo, toda la ayuda que necesites.
Porque el deseo ardiente de Dios es que Sus hijos más pequeños lo superen en el amor para que, una vez más, el mal sea vencido y la Creación sea recreada.
Sigue el camino hacia el Corazón de Mi Hijo, porque allí todo se curará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cánticos de Figueira – “Hermanos de otrora”
Este cántico implora por la aproximación de la vida universal a la humanidad a través del conocimiento sagrado revelado por los Hermanos de otrora.
En esta invocación, la consciencia humana que apela por ayuda espiritualmente es elevada, en los planos internos, hacia las Moradas Celestiales, en donde sus núcleos más profundos son trabajados para vivir el estado de la transformación.
En ese camino, la humanidad que despierta cuenta con el apoyo incondicional de los Hermanos de otrora para vivir su proceso de perdón y de redención.
Una de las llaves que brinda este cántico es el amado atributo del silencio, el que abre las puertas para dejar a la vista del mundo interno todos los misterios universales, realidades sublimes que pueden permear la consciencia de muchos más atributos internos.
Ese silencio, en el que la consciencia se puede sumergir, permite encontrar el estado profundo del templo del corazón, desde allí surge la gratitud eterna que permite concebir la Misericordia, el amor y el perdón.
En el templo del corazón es donde se manifiesta esa sagrada llama que los venerables Hermanos de otrora contemplan, como Jardineros de los espacios cósmicos, a fin de que despierte el Nuevo Hombre.
Este cántico también nos prepara para el encuentro interno con realidades superiores, en donde encontramos la razón de nuestra existencia. Eso hará surgir y nacer el nuevo ser que es llamado a asumir su compromiso ante el Plan Divino del Amor.
Los Hermanos de otrora están al servicio de la humanidad y del planeta para entregarnos la palabra llave que éramos antes de partir de viaje hacia la vida universal.
Después de esa trayectoria, el Universo nos permite regresar a la esencia de lo que éramos y eso es concedido por la sagrada Fuente de la Instrucción, la que nos retira de la ignorancia y nos abre las puertas a la elevación de la consciencia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Pasión de Jesús significó y representó para la humanidad muchos acontecimientos. Algunos de esos hechos fueron conocidos, pero otros aún son desconocidos.
Muchas realidades y situaciones se dieron, ampliamente, en otros planos de consciencia, algo que iba más allá de lo material y también de lo espiritual.
La Pasión del Señor fue el verídico testimonio de que Él, por encima de todo, había encarnado para cumplir con esa misión y que no habría nada que pudiera modificar o alterar ese acontecimiento.
Cuando Jesús se encontraba en el Huerto Getsemaní, había llegado la hora y el momento de que, como hombre encarnado, Él le entregara esa condición humana al Padre para que, por Su intermedio, ese sacrificio fuera transformado para el bien de la humanidad, aunque la propia humanidad no fuera merecedora de esa Gracia.
El Padre, a través de Su Hijo, sabía que si esa entrega y ese sacrificio no sucedían, la propia raza humana se autodestruiría.
La razón fundamental de Cristo, durante Sus treinta y tres años de vida, era poder vivir y cumplir, más allá de Él mismo, la Voluntad Divina.
Jesús fue un hombre nacido con Dones evidentes de Dios, pero Él tuvo que conocer, como todo ser humano, la condición humana; pasó por tentaciones y pruebas para que de Su Espíritu emanara, todo el tiempo, la razón de Su existir.
Esa adhesión inmediata de Jesús a la Voluntad de Su Padre permitió que no pereciera.
Recordemos que Jesús llegó en un momento de la humanidad en el que la perversión y el abuso del poder eran los abismos por los cuales la humanidad se estaba condenando.
Jesús mantuvo el ímpetu de Su Amor por el Padre. Creía, por encima de todo, en la realización de esa Divina Voluntad, así como estaba escrito.
Su Propósito era alcanzar la meta que el Padre le había entregado, a pesar de las diversas dificultades que el Maestro podría enfrentar.
Su confianza en la manifestación de ese Plan y, sobre todo, Su Amor por él, lo hacía un Ser espiritualmente libre, capaz de vencer la dualidad y la adversidad que los seres humanos habían creado.
Amar esa Voluntad fue el principal objetivo espiritual de la Vida de Jesús.
Él sabía que nada ni nadie podrían cambiar el destino que el Padre le había mostrado para Su Misión en la Tierra.
Era una necesidad imperiosa del Maestro, la vivencia de esa Voluntad, aunque a veces, a pesar del desarrollo sensorial y místico de Su Consciencia, no sabía hasta dónde esa Voluntad lo llevaría dentro de Su Misión personal y global.
Hubo llaves inextinguibles que protegieron y ampararon la realización de toda la obra, tanto en la Vida de Jesús como en las almas, que fueron la humildad y la entrega abnegada de Su Ser. En esa escuela no podía prevalecer ninguna veta de soberbia ni ninguna señal de egoísmo.
La comunión que Jesús vivía constantemente con lo Alto, lo hacía verdaderamente libre y, más allá de Él, las Leyes de la Misericordia y de la Gracia universales podían actuar y realizar milagros.
Lo fundamental en la Vida de Jesús fue el Amor que Él trajo como Hijo de Dios y la enseñanza que Su Consciencia dejó de que el amor sincero y verdadero sería capaz de transformar y de sublimar la corrupción humana.
¡Les agradezco por imitar la Voluntad y el Amor del Señor!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijos:
Sus oraciones son como pequeñas estrellas que intentan brillar dentro del firmamento celestial.
Cada oración que es ofrecida, luego de ser elevada a lo Alto, se une a una gran corriente de luz, a elevados voltajes de energía divina que alimentan, una y otra vez, el Propósito Divino.
Cada vez que sus corazones y sus pensamientos estén sinceramente dirigidos hacia lo Alto, estarán unidos a ese manantial de luz que impulsa, de ciclo en ciclo, la concreción del Plan Divino.
Vean entonces, hijos, la importancia de la recitación diaria de las oraciones para estos tiempos. Estarán sosteniendo en el mundo esa corriente de luz espiritual que trae para las almas la revelación de Dios a cada ser.
No existe otro camino para encontrar la Faz poderosa de Dios.
La oración es ese puente directo que los unirá con la gran Existencia y, allí, sus almas sedientas del Amor de Dios podrán ser saciadas y colmadas por Su Amor Eterno.
La oración, en este tiempo, no es sólo un arma de defensa y de protección contra el adversario, sino que es también la medicina espiritual que disuelve cualquier mal. Solo bastará creer en ella y en su poder oculto.
La oración es algo más que repetir palabras.
La oración fue y es el primer mantra de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mis palabras son las poesías del Cielo.
Mi consuelo es la alegría que el corazón tiene de poder vivir a Dios.
Mi aspiración es la conversión de todos los corazones.
Mi mensaje es la realización de la Voluntad en Mis hijos.
Mi gozo es la canción de los corales.
Mi cura es la felicidad de los que le sonríen a Dios.
Mi camino es el retorno de Mis hijos al Corazón de Cristo.
Mi aspiración interior es que todos comprendan a Dios.
Mi canto es la oración de todos Mis hijos.
Mi vida es la vida de los que siguen Mis caminos.
Mi principio es el Propósito de Dios.
Mi meta es el despertar de los que están dormidos.
Mi tristeza es el abandono de los que no vivieron la Voluntad de Dios.
Mi ardor es el fuego orante de Mis hijos.
Mi ofrenda es el amor vivido entre Mis hijos.
Mi espera es la respuesta consciente de los soldados de Cristo.
Mi agonía es el desamor y el odio entre los corazones.
Mi alivio es el rosario ofrecido por Mis hijos.
Mi convicción es la fe absoluta en el Plan Divino.
Mi intercesión es la bondad de los mansos de corazón.
Mi regocijo es la consagración de las esposas de Cristo.
Mi paz es cuando tú, hijo Mío, te animas a decirme "sí".
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
En vísperas de los próximos encuentros con Mi Hijo, su Madre Celeste prepara Su llegada al Centro Mariano de Aurora para que, en este mes de agosto, recordemos todos los divinos impulsos que, a través de la humilde Aurora, fueron concedidos a la humanidad.
Quisiera que cada ser orante supiera sobre la importancia de mantenerse unido a lo Alto en estos días, para que los impulsos espirituales que les dará el sagrado Universo sean reconocidos en el interior de cada ser y así se puedan seguir cumpliendo las divinas etapas del Plan.
Aurora, con la fuerza silenciosa de su poder, abrazará con su fuego a todos los que lleguen y, como parte de la misión espiritual de Aurora, ella dará los últimos impulsos que definirán a las consciencias para poder seguir por el camino de la Gracia o por el camino de la Justicia.
La atención y el esmero de cada hijo Mío que llegue a Aurora, le demostrará al Reino Sagrado del Amor la posibilidad de su intervención universal y cósmica a partir del próximo 8 de agosto, en el que se definirá un importante ciclo para siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Adonai, Eli, Olam, intercede por Tus hijos en este momento. Intercede por el mundo y su humanidad. Intercede por los que aún no forman parte de Tu Misericordia. Permíteles conocer los valores sagrados de Tu Espíritu. Por eso vengo aquí para mostrarlo, presentando Tu Segunda Persona ante la humanidad.
Vengo a una tierra en donde muchas heridas fueron ocasionadas, en donde muchos martirios fueron vividos, situaciones más fuertes que Mi Pasión.
Por esa sangre inocente que fue derramada, por aquellos que se apartaron del amor y que ocasionaron muchas secuelas, hoy traigo el Santo Cáliz entre Mis Manos, para que en esta Cena redentora, Alemania reciba la expiación que necesita, a fin de que triunfe el poder de Tu Corazón Creador.
En este Sagrado Cáliz que hoy traigo desde el Sur de América, en donde es preciosamente guardado y protegido, traigo la Sangre espiritual del Cordero, que fue inmolado por la injusticia de los hombres; el Cordero de Dios que se ofreció, para poner fin a la maldad de la humanidad.
Y aunque muchas generaciones no comprendieron este mensaje y la maldad se siguió generando en la humanidad, fue el mismo error de los seres de esta tierra, que ocasionaron grandes ultrajes en la propia civilización de la Tierra.
Pero a través de los códigos y de los méritos de Mi Pasión, tengo la alegría de llegar a Alemania junto con la Madre de Dios, para concederles a las almas y a las esencias la rehabilitación que necesitan a nivel espiritual. Y así, nuevamente, podré renovarlo todo dentro y fuera de los hombres, en la esencia y en la expresión de esta raza.
Con la autoridad que el Padre Me ha concedido desde el principio, vengo a poner fin al pasado, vengo a borrar con Mi Luz el sufrimiento vivido y por medio de Mi Misericordia, vengo a ofrecerles Mi Corazón de Paz, para que los hombres y mujeres de Alemania y del mundo reconozcan el valor del Amor de este Corazón, que de tiempo en tiempo se ofrece al mundo para poder suplirlo con el Amor de Dios y para poder curarlo con la esencia de Su Corazón.
Este es el Corazón de Jesús, el Cristo, que ha sido ofendido por los hombres y que en lo más interno de Él guarda la llama de Su Amor, que viene a derramarse al mundo y a la humanidad, para que sea redimida y perdonada.
Ante los Universos Celestiales, hoy Mi Presencia está sobre Alemania y las Manos del Hijo de Dios escriben en el Libro de Luz del Padre una nueva historia que hoy comenzará a florecer en lo más íntimo de las almas, que por medio de este encuentro han respondido al llamado del Hijo de Dios, de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Alemania siempre ha estado en Mi Corazón Sagrado. Alemania debe encontrar su camino espiritual para poder despuntar como una civilización redimida, que despierta a los valores de la fraternidad y del amor, del acogimiento y de la esperanza.
No quiero que recuerden a la Alemania sufrida. Quiero que recuerden a la Alemania renovada que debe cumplir su misión ante el Padre Celestial.
Así como Mi Corazón se ha ofrecido a consagrar muchas naciones del mundo, como lo es Ecuador, hoy ofrezco Mi Corazón para consagrar a Alemania a los divinos Planes de Dios que serán gestados y creados por tan pocos, pero que al igual que hace dos mil años atrás, con tan solo doce personas, este Plan de Dios en Alemania podrá florecer y despertar silenciosamente en muchos corazones.
Hoy les traigo ante Mi Presencia el arquetipo espiritual de esta nación, el que Dios pensó desde el principio, desde su concepción.
Que despierte este principio en los corazones que escuchan y que por medio del Cáliz Sagrado del Señor, los códigos infundidos por la Misericordia de Dios, los códigos infundidos por la Divina Gracia, los códigos infundidos por la sublime cura, borren el sufrimiento que ha sido generado a través de los tiempos y renazca en los corazones la alegría de servir a Dios, de vivirlo plenamente en el Cielo, así como en la Tierra.
Para eso deberán trabajar mucho, pero Mi confianza los fortalecerá, porque lo que Yo espero de Europa es muy grande y todo comenzará en lo pequeño, para que después esto se refleje en lo grande.
Comprométanse a vivir de la Sangre del Cáliz del Cordero de Dios para que sus códigos internos sean renovados por medio del Sacramento de la Comunión que hoy les ofreceré, para que los tiempos sean renovados y para que los espíritus se renueven en Mi Gracia.
Con especial dedicación y con espíritu de consuelo, hoy Mi Corazón refleja sus Rayos sobre Alemania y experiencias bien desconocidas y profundas son disueltas.
Las almas, en su universo espiritual, reciben por intermedio de Mi intercesión, la ayuda que necesitan para liberarse de las cadenas de los errores y para que vivan la Voluntad de Dios, por medio del bálsamo de Amor de Mi Corazón.
He escogido a Colonia porque Me ha abierto la puerta. Y cuando tan solo un alma Me abre la puerta, esa alma abrirá la puerta a muchas almas más.
Vean a su alrededor y comprenderán lo que les digo.
Yo atraigo hacia Mi Misericordia a los que más la necesitan.
Yo atraigo hacia Mi Luz a los que viven en una profunda oscuridad.
Y por medio de las almas más sufridoras, Yo renuevo los tiempos y recreo el Proyecto de Dios en todos los que Me responden.
Para el Señor del Universo ha sido un gran movimiento universal y espiritual poder llegar en este momento, en esta hora y bajo esta circunstancia.
Pero vean que cuando el Amor de Dios está presente, nada es imposible, porque el Amor de Dios es lo que conduce a los corazones y no los separa de Mi, al contrario, los funde con Mi Espíritu, para que Mi Espíritu pueda sentir el gozo eterno de vivir en comunión con las almas.
Por eso, hoy elevaré este Cáliz Espiritual en el nombre de Alemania y del mundo y los llevaré a todos hacia Mi divina Misericordia, para que vivan en Mi divina Misericordia y para que aprendan a encontrarla en cada momento.
En esta hora, en donde Mi Corazón se expande plenamente al mundo y a todas las almas de la Tierra, ofreceré esta plegaria a nuestro Creador, no solo por Alemania sino por todos los que escuchan, para que sean invadidos por el íntimo Espíritu de Dios y la llama profunda del amor rebrote en los corazones simples, en los corazones abiertos a reencontrar en sus vidas la esencia del amor.
Ofrezcamos este momento, por todo lo que conocemos y desconocemos, por los misterios desvelados y aún no desvelados, para que la energía de la Divina Gracia actúe y proceda según la Divina Voluntad.
Que todo este escenario hoy se convierta en un altar, para que más almas ingresen en él y se sumerjan en la fuente de Mi Gracia.
Por eso no les he pedido subir a él, porque ya estará bendecido para cuando venga la Reina del Cielo y la Madre de toda la Tierra.
Quiero que conozcan Mi profunda simplicidad, porque el Señor del Universo es simple y Su simplicidad se encuentra en la esencia del amor, que es lo que todo renueva de tiempo en tiempo.
Y ahora, llegaremos al momento más culminante de este día, en donde las almas y Dios se unirán, en donde el Cielo descenderá a la Tierra por medio de la consagración de este ofertorio.
Hoy este sacrificio, que es renovado por todos los hombres de la Tierra y por intermedio del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, es ofrecido preciosamente por la cura interior y espiritual de toda Alemania.
Hace más de dos mil años les enseñé algo muy simple pero muy grandioso. Y hoy les vuelvo a pedir que Me imiten interiormente y que se unan a Mí por intermedio del Cáliz Espiritual del Señor, que hoy he traído con todo Mi Amor para que ese sagrado terafín los irradie.
Cuando estaba con los Míos en la Última Cena, en la profunda apertura de Mi Corazón que emanaba amor para todos los seres de la Tierra, le pedí al Padre que bendijera el pan y Su Espíritu descendió sobre él, y les dije: Tomen y coman todos de él, porque éste es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados.
Y así, los apóstoles comieron de Mi Cuerpo y la Sabiduría de Dios ingresó en sus almas para llevar el testimonio de Mi Presencia hasta el fin de los tiempos.
Y hoy ofrezco este cáliz material en nombre del Cáliz espiritual, que hoy ha venido especialmente de Sudamérica para hacer flamear entre los continentes la barca de la Esperanza de Dios, la que nadie podrá detener.
El Padre bendijo el Cáliz con Su Espíritu y el vino se convirtió en la Sangre del Cordero y les dije a Mis apóstoles: Tomen y beban todos de él porque éste es el Cáliz de Mi Sangre, que será derramada por los hombres y hoy especialmente sobre Alemania, para la remisión de los pecados y la cicatrización de todas las heridas en los corazones inocentes.
Este es el Hijo de Dios presente en Cuerpo y Sangre que derrama Su Misericordia de tiempo en tiempo, para ofrecerles a los hombres el profundo testimonio de Su Amor.
Al fin, la misión que he venido a cumplir a Alemania se ha consumado y continuará adelante por la respuesta que Me den las almas.
Ahora podré volver al Cielo, para llevar en Mi Corazón este sentimiento de amor que Me han dado los corazones y así mostrarlo al Padre, para que Él alegre Su Corazón ofendido.
Amadísimo Señor de la Creación, Espíritu infinito y sublime, haz brotar en las almas de Alemania Tu Misericordia, para que todos reconozcan su filiación Contigo y así se cumpla Tu divino Proyecto de Amor. Amén.
Antes de partir al Universo desde donde vendré por segunda vez a la Tierra, desearía que Me despidan con una canción que conmueve Mi Corazón, para que sus corazones sean conmovidos de reencontrar el camino de unión profunda con la Fuente Primordial.
Quiero que Alemania escuche esta canción como una sola voz. Y deseo que todos los que la saben, la puedan cantar, para que más almas sean conmovidas por la fuerza de Mi Espíritu, el que los renueva y les da la redención.
La canción se llama: "La razón de mi existir."
Les agradezco.
Que la oración del corazón siempre abra la puerta entre los hombres y Dios para que el Universo obre y se manifieste a través de los seres.
Que la oración del corazón comunique a las almas con los Universos Mayores y que ellas aprendan del movimiento de la vida universal.
Que la oración del corazón atraiga al mundo mucha más sabiduría para que las almas aprendan a vivir el discernimiento y el espíritu de la razón.
Que la oración del corazón conceda el conocimiento interno sobre quiénes son los que oran y sobre qué han venido a cumplir como misión espiritual.
Que la oración del corazón manifieste la verdad interior para que cada alma se reconozca como hija de Dios.
Que la oración del corazón construya el Plan Divino en los hombres y que éstos sean partícipes de la comunión divina con el sublime Espíritu.
Que la oración del corazón establezca la paz en todos los mundos internos para que esa paz se refleje en la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Dios no le importa que sus vidas sean imperfectas, sino que sus corazones siempre sean verdaderos; así permitirán que Él pueda obrar y actuar y, algún día, sin que ustedes perciban, hijos Míos, sus vidas se transformarán.
En este tiempo en el que todo se está purificando, refúgiense en el Corazón del Padre, en el Sagrado Templo de la oración interior, para que nada ni nadie los aparte del camino de Mi Hijo.
Si algunas almas en este momento están en prueba, que no se amedrenten, que sepan que por encima de toda realidad y situación está presente el Padre Celestial, paciente y muy bondadoso, que siempre los espera para que por intermedio de Su Divina e Infinita Misericordia todo se pueda curar.
Cuando las almas, en este tiempo, no pueden vivir el Plan divino, o adherirse a él, es porque no están acercándose a la Fuente de la Misericordia, lugar en donde toda duda desaparecerá y cualquier conflicto terminará.
A veces se debe dar el paso correcto en dirección a Dios y no a sus propios conceptos o sentires.
La Misericordia siempre los llevará al entendimiento y al perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En Mi Corazón misericordioso existe un lugar para cada alma. Solo deben recordar que ese lugar, ese refugio, estará siempre disponible.
Eso los llevará a comprender los misterios del Amor de Dios basados en las verdades de la fe y de la confianza.
Vivan en Mi Corazón para poder encontrar en cada momento la paz y, así, irradiar ese manantial a las almas del mundo.
En Mi Corazón existe un espacio para cada ser, capaz de generar armonía y confianza, capaz de despertar las virtudes internas, las que en estos tiempos servirán de auxilio para la manifestación del Plan Divino.
Por eso, en Mi Corazón encontrarás la calma y la mansedumbre que necesitas para aprender a dar los pasos hacia Mí.
En Mi Corazón de servicio su fe se fortalecerá y el amor de sus corazones se expandirá para que, en humildad y en servicio, las almas sean tocadas por el Amor de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A través de los Misterios Gloriosos el alma encuentra el testimonio verdadero de la realización del Plan Divino en la humanidad por medio de los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José.
Pero, ¿qué representa para ti la Resurrección de Jesús al tercer día?, ¿y la Ascensión gloriosa del Señor?
¿Qué representa para ti el descenso del Espíritu Santo?, ¿y qué significa para tu ser la Asunción de María a los Cielos?
¿Y el momento de la Coronación de la Sierva de Dios?
En todos esos hechos existen importantes recursos internos y espirituales para que cualquier alma dispuesta alcance la perfección interior, un camino lleno de desafíos y de pruebas, pero verdaderamente colmado por el Amor del Creador.
Cada pasaje de los Misterios Gloriosos representa una llave de acceso para la realización de la Voluntad Divina y para transformar la voluntad humana en una voluntad fundida en Dios.
Los Misterios Gloriosos evidencian todo el tiempo la presencia del Amor de Dios por todo lo creado, especialmente por Sus criaturas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, vengo con la intención primordial de realizar la misión peregrina a Asia y Oceanía; porque si esto sucede en esa región del mundo, muchas situaciones serán evitadas y otras reparadas.
Necesito que cada ser orante se vuelva consciente de que cada paso, que desde ahora será dado, ayudará a construir la próxima etapa de trabajo espiritual e interno en la humanidad.
Como Madre y Guía de las almas, necesito, queridos hijos, que los pasos que Yo les pido que den en este momento para que esa misión se concrete no sean solo materiales, sino también internos y espirituales.
Eso facilitará que el propio universo interior de cada ser esté preparado para asumir esa próxima misión con otro estado de consideración y de consciencia; porque lo más importante, hijos, es lo que comenzará a generarse y a gestarse desde ahora. Más adelante, las condiciones internas, espirituales y materiales, repercutirán ampliamente para que todo se realice, así como está previsto por el Padre Celestial.
Vivir una misión en Oriente no es lo mismo que vivir una misión en Occidente. A pesar de que la humanidad es la misma biológicamente, otras necesidades, carencias y urgencias deberán ser suplidas desde el momento en que Mis misioneros coloquen sus pies en esa región del planeta. Por eso, vuelvo a repetirles, Mis amados, que todo lo que hagan repercutirá en el futuro para que la misión se pueda realizar.
Su Madre Celeste no habla de ser autoritario o severo, su Madre les habla de la importancia de colocar más amor y consciencia en todo lo que los rodea diariamente. Corrigiendo esto, se construirá la nueva misión y las puertas a la Divina Providencia estarán abiertas. Así, todo se llevará adelante bajo la ardiente aspiración de Mi Inmaculado y Materno Corazón.
Desde ahora, les agradeceré que estén atentos a ustedes mismos para que se pueda construir una nueva misión victoriosa y plena en el Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En la próxima Peregrinación por la Paz en el continente europeo, Mi Inmaculado Corazón a través del Centro Mariano de Fátima, intentará llegar al mayor número de almas, especialmente cuando el Centro de Lys Fátima realice su expansión el día 13 de mayo.
Quisiera que Mis hijos de Europa trabajaran en la Campaña por la Paz con la finalidad de establecer, en el interior de las almas, una oportunidad de despertar el interés por el Plan Divino.
Por eso, toda la Campaña por la Paz deberá ser realizada con el máximo esfuerzo y dedicación, con el fin de que las bases para la manifestación de esta próxima peregrinación se materialicen.
Cada Hijo de María europeo tendrá la oportunidad de colaborar y también de ser parte de la Campaña por la Paz, para que de esa forma más frutos crezcan en el interior de las consciencias.
La creatividad y la expansión de esta Campaña ayudarán a atraer la atención de las almas europeas hacia algo más evolutivo y constructivo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Durante la próxima Peregrinación por la Paz en el continente europeo, su Madre Celeste intentará atraer, hacia gran parte de esa región, un cierto y urgente equilibrio, que se conseguirá por la adhesión de todos los europeos.
Desde ahora, a ellos les corresponderá, dentro de los principios de la caridad, del bien, de la cooperación y de la fraternidad, gestar las bases para que esta peregrinación liberadora pueda realizarse.
Esta próxima Peregrinación por la Paz intentará llegar a las raíces espirituales de ciertos asuntos que, a lo largo de los siglos y de los tiempos, quedaron inconclusos y sin resolver.
Por eso, vuelvo a decir que la adhesión, el trabajo y la dedicación de todos los europeos en recaudar los recursos para esta peregrinación, le mostrará al universo que, en verdad, la consciencia de todos ha cambiado de espacio y de punto, ha madurado y está correspondiendo a la necesidad de estos tiempos, que es planetaria.
La peregrinación se desarrollará a partir de lo que los grupos de oración generen, para que todo se pueda llevar adelante según lo establecido por el Plan Divino.
Es hora de que los europeos atraviesen la dura capa de la indiferencia y que miren a su alrededor, para ver la necesidad de ayuda y de alivio de miles de almas refugiadas, apartadas del caos reinante en las naciones de Medio Oriente.
Todos son invitados a crear las condiciones para que esta próxima peregrinación no solo sea concedida por los latinoamericanos, sino también por los europeos, llamados a trabajar ampliamente en la Campaña por la Paz.
¡Manos a la obra y no a la comodidad, el Cielo aguarda su participación activa!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Humíllate delante de los que, por error o temor, abandonan Mi precioso y predilecto camino.
Vierte las Gracias infinitas, que Yo he depositado en tu corazón, sobre los que las han perdido por ignorancia. Arriésgate al punto de dar la vida por tus amigos. Nunca habrá nada semejante o diferente que destruya el amor que con tanto esfuerzo se ha construido entre hermanos.
Dichoso es aquel que cree plenamente en Mi Verdad y la profesa, porque Yo prometo recompensarlo en el día de su gloria celestial.
Miren ahora Mi Costado espiritual herido, que es una señal de las angustias y de los desiertos que me ocasionan las almas en las cuales, desde el principio, Yo he derramado Mi infinita Misericordia.
Todos quieren beber de la Fuente, pero pocos se animan a buscarla a través del dolor, del desierto y del vacío.
¡Atentos!, Yo les he dado a conocer el camino de los desiertos y en verdad les digo que aún no han cruzado la primera parte de la gran aridez del corazón.
A veces, Yo les hago probar espiritualmente la sed que la humanidad Me ocasionó durante la Pasión, en la Cruz; pero sé que cuando esta sed insoportable e insostenible se agrava, muchos tienen el impulso de rendirse y al tiempo de abandonarme.
Sé que, después de todo, comprenderán el misterio que Yo les vengo a revelar, el misterio de sufrir por amor y de padecer las amarguras que castigarían al mundo. Por eso Yo, día y noche, Me sirvo de sus internos para depositar estados de vacío y de transmutación necesarios para evitar la Ley soberana sobre la humanidad.
Cuando aún creen que nunca Me verán, Yo los visitaré. Cuando aún creen que nunca Me sentirán, Yo Me haré sentir profundamente, pero Mi Ley es probar el grado de su amor y de la fidelidad inalterable de sus almas.
¡Ay de aquellos que no me han invocado verdaderamente!, pronto perderán todo lo que estaba previsto para ser recibido en sus moradas.
Pero tan grande y misterioso es el poder de Mi Divina Misericordia que Yo vengo a advertirles que si han pensado en abandonarme, están a tiempo de regresar al camino de Mi Corazón, a la bendecida Casa de Adonai.
Hoy abro sus ojos para quitarles el polvo de la ceguera. Hoy toco sus corazones para que puedan, ahora y siempre, creer que Yo Soy quien les habla: Jesús de Nazaret.
Bienaventurados los simples, porque siempre encontrarán la respuesta indicada.
Que sus pies no se cansen de seguirme, que todo desierto interior sea motivo de purificación y de afirmación concreta del Plan de Mi Padre.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados e inteligentes.
¡Gracias por persistir a través de Mi Corazón!
Cristo Jesús Misericordioso
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más