Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis amados hijos:

Alabado sea hoy y siempre Nuestro Señor Jesucristo en vuestras vidas.

Hijos Míos, con profunda alegría en Mi Corazón traigo entre Mis manos un rosario luminoso para depositarlo en vuestros corazones, el que en honra a Dios sellará la unión de vuestros corazones con Mi Corazón Inmaculado. De esta forma, cada pequeña oración que realicen los unirá un poco más a Mí y, a través de ustedes, muchas almas podrán salir de la ilusión en la cual viven.

Mis amados, renuévense, renuévense todos en Mi Corazón. Renueven vuestras vidas, vuestros planes, vuestras aspiraciones. Renueven vuestros votos para con Dios, renueven vuestras almas, vuestros espíritus. Renueven vuestras ofertas porque hoy las puertas del Cielo están abiertas y la Misericordia Divina fluye como un manantial eterno de Gracias.

Con el corazón pleno de alegría, renuévense todos.

Este es el momento en que el Cielo les ofrece lo Nuevo. De esta forma, abandonen con coraje y valentía, a los Pies del Señor, el viejo equipaje que traían hasta el día de hoy.

Permítanse renacer en Mi Corazón Materno para que los arquetipos Celestiales que el Creador tiene para Sus criaturas, puedan descender en este día sobre la Tierra a través de Mi Presencia.

Despójense del viejo hombre, tanto en las virtudes como en las miserias, porque el que nace en el Cielo es totalmente desconocido para el que vive en la Tierra, y para que este Nuevo Niño llegue, es necesario estar vacío, limpio, ofrecerse a ser un recipiente nuevo, una humanidad Nueva.

Hijos Míos, en estos tiempos de Gracias incomprensibles para vuestros corazones, lo Nuevo debe nacer. Las puertas del Universo del Corazón del Creador ya están abiertas. Aquellos que le digan “sí” podrán percibirse renacidos en Cristo, con profunda alegría. Y aquellos que cierren los ojos para no ver lo que se presenta, sufrirán la falta de lo viejo, que les será tirado.

Oren mucho por los que no percibirán la llegada de la Luz. Oren por los que no ven la Gracia de Dios en los acontecimientos de la vida y que no saben sentir la grandeza del dolor de un parto que trae el Niño Nuevo al mundo.

Hoy les digo esto, Mis amados, porque Mi Presencia extraordinaria sobre la Tierra tiene un motivo más amplio que la conmemoración del renacimiento de uno de Mis hijos. Hoy Dios quiere dar a conocer a toda la humanidad que el mundo entero debe renacer.

Todas las consciencias que habitan esta Tierra tienen hoy la oportunidad de dar nuevos pasos y tienen todo el auxilio del Reino de los Cielos para dejar atrás lo viejo, aun aquello que parece sumamente agradable a los ojos del mundo.

Abran vuestros corazones como Yo abro Mis brazos y, de esa forma, los Misterios infinitos que duermen en el Cielo, podrán descender sobre la Tierra y mostrarse a los corazones de todos los hombres.

Guarden Mis palabras en vuestros pequeños corazones, para que luego puedan comprender lo que hoy les digo.

Y no se olviden: renuévense, renuévense, renuévense siempre.

Les agradezco por compartir Mi tarea maternal y por responder con amor a Mi Llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, REINA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CIUDAD DE SAN FRANCISCO JAVIER, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA 

Amados hijos:

En humildad, que el mundo vea el ejemplo de devoción de Mis hijos, para que el Señor pueda servirse de esa devoción por la salvación de las almas.

En los actos simples, pero sinceros, de un corazón que arde en la llama pura de la devoción, Mi Corazón encuentra aliento. 

Si supieran cuán valiosas y apreciadas son para el Señor las pequeñas muestras de amor de Sus hijos, ese momento en el que permiten que el corazón deje por un instante las cosas del mundo para ser totalmente colmado por el Amor Celestial. 

Hijos Míos, déjense permear por la devoción que los toca, entreguen sus corazones en la pureza de una locura santa, para demostrar el amor a Dios, siguiendo la voz del corazón. 

En lo invisible de sus actos verdaderos está el mérito generado por el amor de sus corazones, para que muchas almas puedan llegar a Mi Reino.

Un alma que responde al llamado del corazón y se entrega sin miedo al Corazón Sacratísimo de Mi Hijo es un alma que se eleva por toda la humanidad. Cada uno de los corazones que se arriesgan a entregar la vida a Dios, sin saber, lo hacen por toda la humanidad.

Cuando uno de Mis hijos se entrega definitivamente a Mi Corazón, es tan grande la alegría que siento, como si toda la humanidad ya estuviera en Mis brazos, porque así lo es en el Reino de los Cielos. 

Para el Señor nada está separado, el corazón es un corazón único. De esa forma, hijos Míos, también el mal causado por la humanidad es un mal de todos, que no permite el caminar de Mis pequeños soldados. 

Por eso, sean más fuertes que las corrientes contrarias, atraviesen ese mar de adversidades creado por ustedes mismos como humanidad, y den un paso más por toda la humanidad, confirmando que sus corazones y el corazón humano pertenecen al Corazón de Dios y con Él se fundirán cuando sea el tiempo. 

Vivan cada prueba con paciencia, con voluntad de superar los obstáculos. Sean fieles al propósito de sus corazones y, si ya saben que están aquí para servir a este Dios Único que los guía, no teman hacerlo. Hagan de todo corazón lo que el Señor les pide en su interior y también a través de las situaciones de la vida. 

Sean más conscientes en sus vidas y jamás perderán de vista el horizonte hacia el cual están caminando. Jamás se permitan olvidar que representan al mundo entero y que todas sus acciones, desde las más simples hasta las más grandiosas, generan méritos para la salvación de las almas. 

Caminen, hijos Míos, caminen haciendo solo crecer en sus corazones la devoción que los une a Mi Corazón.

No pierdan el fervor que ya existe en sus corazones y, mientras oran solos o en grupo, recuerden siempre que Yo estoy escuchándolos y que Me uno a sus corazones para formar pétalos de flores para ser ofertadas a Nuestro Señor Dios por la reparación eterna de Su Santísimo Corazón y del Sacratísimo Corazón de Mi Hijo.

Les agradezco eternamente por persistir, respondiendo a Mi llamado.

Yo los amo y los acompaño desde de los Cielos.

María, Madre y Reina de la Paz

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, REINA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN CARLOS DE BARILOCHE, RÍO NEGRO, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA 

Queridos hijos: 

Yo soy el nuevo Sol que despunta en sus vidas, el que viene a retirar sus corazones de la oscuridad en la que viven. Vengo para secar con Mi calor las lágrimas de los que sufren. Vengo para traerles una nueva Luz, una nueva oportunidad de encender el corazón, un nuevo camino por el cual seguir con confianza.

Yo soy la Madre Divina para sus corazones y sus espíritus. Soy la Fuente renovadora que gesta, de tiempos en tiempos, un nuevo amanecer para el mundo. 

Hace 2013 años, estuve en la Tierra para gestar a Aquel que sería el Salvador y Redentor del mundo entero, a Aquel que les trajo la Misericordia por toda la eternidad.

Ahora, hijos míos, Mi Corazón contempla el Corazón de Dios y descansa a Sus pies, orando incansablemente por este planeta, por toda la humanidad y por todos los Reinos que son ultrajados diariamente.

En este último tiempo, el Señor Me envía, una vez más, para gestar ahora la Nueva Humanidad, los Nuevos Cristos que deberán nacer para que el Amor de Dios reine definitivamente en este mundo.

Mis amados, no teman la grandeza de Mi misión, pues ella será construida bajo el espíritu de la humildad y de la simplicidad.

Cuando hablo de los Cristos que llevo en Mi vientre celestial, hablo de sus propios corazones, los corazones que hoy están sobre el Mundo y que deberán renacer para vivir una nueva vida, desconocida para todos. Esa vida no es nada más que una vida basada en el amor, en el servicio, en la fraternidad y en la reverencia a Dios, Aquel que los creó.

Hijos míos, hoy les traigo la Buena Nueva de estos tiempos para que puedan despertar a la Voluntad de Dios y al Plan que Él ya trazó y que incluye a cada uno de sus corazones.

Construyan ahora una vida de paz a través de la oración, una vida de fraternidad a través del servicio al prójimo y de la unidad con los Reinos de la Naturaleza. Sean reverentes con los Reinos y lo estarán siendo con Dios. Sean amorosos con el prójimo y lo estarán siendo con Dios. Sirvan con amor sin contar el tiempo, sin cansancio, porque la necesidad del mundo es infinita.

Despierten, hijos Míos, a la vida de oración. Están a tiempo de reconvertir sus corazones y ofertarlos definitivamente a Dios. Están a tiempo de descubrir que algo mayor los aguarda y que ya es momento de caminar con pasos firmes y más seguros.

Yo los aguardo en oración, para que sus pequeños corazones se fundan en Mi Corazón materno.

Yo los bendigo siempre.

María, Reina de la Paz y de sus vidas.

Paz para todos los corazones. 

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN LA CIUDAD DE SAN CARLOS DE BARILOCHE, RÍO NEGRO, ARGENTINA, TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Amados hijos de la Argentina:

Como Madre Peregrina, les agradezco la presencia de cada uno de los que Me acompañan, generando méritos para que muchos, en el mundo, puedan llegar a Mi Inmaculado Corazón.

Hijos Míos, cuando les pido que alivien Mi Corazón es para que alivien el peso del sufrimiento de las almas que cargo en Mi pecho. Mis ojos maternos recorren el mundo, día a día, instante a instante, y lo que encuentro en los corazones de Mis hijos es constante desesperación, tristeza y desesperanza.

El mundo agoniza y sufre, Mis queridos. Hay muchas familias que padecen por el hambre y por la sed, sobre todo del alimento del espíritu. Mis misioneros marianos llevan un poco de paz al mundo, a una parte de esta humanidad necesitada, pero aún es muy poco ante todo lo que hay por hacer.

Mis queridos, quiero enseñarles a ser misioneros marianos en la vida, en el día a día, en sus hogares, en las comunidades, en la relación con el prójimo y en la oración. Quiero que suplan las necesidades, unos de los otros, y que encuentren a los que más necesitan cerca de ustedes.

Es tiempo de servir para aliviar al Corazón de Dios y para reencender en sus corazones el fuego del amor al prójimo, aquel que nutre a sus espíritus. Este es el tiempo de aprender a vivir en servicio, de encontrar en cualquiera que esté delante de sus ojos al ser que necesita de su presencia amorosa, que necesita de sus oraciones para seguir dando pasos en la vida.

Con esto, hijos Míos, les quiero decir que, sí, es muy importante que busquen a lo lejos a las almas necesitadas; pero para llegar hasta ellas es necesario que aprendan a ser serviciales todo el tiempo, con todo y con todos.

No sean indiferentes a las necesidades del mundo, de los Reinos que los rodean. Oren y sirvan a todos los Reinos que forman parte de Mi Corazón y que necesitan ser aliviados del peso del sufrimiento y de la indiferencia.

Mis amados, si quieren aprender a reparar Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo, peregrinen con la intención del corazón de aliviar al mundo. Oren con el fervor del espíritu por todo el mundo y por todo lo que lo compone. Vivan en servicio perpetuamente, practicando el Amor que Mi Hijo les enseño, en todas las cosas y, lo más importante, sean siempre pacificadores en la Tierra y lleven Mi Paz a todos.

Les agradezco, Mis queridos, por responder a Mi llamado con amor.

María, Madre y Reina de la Paz

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN VILLA LA ANGOSTURA, PROVINCIA DE NEUQUÉN, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Una vez más, los invito a vivir la simplicidad y la humildad en sus corazones. Yo los llamé hasta este lugar para demostrarles que Mi Presencia está entre las multitudes, pero también está en los hogares, entre las familias más simples y abiertas de corazón.

Yo los traje hasta aquí para colocar, en el interior de sus seres, el espíritu de la humildad y de la simplicidad, para que aprendan de este ejemplo que tienen adelante de sus corazones. 

Mis amados, el mundo necesita de corazones más humildes, dispuestos a responder al llamado que viene de los Cielos; necesita de corazones simples que sean capaces de vivir la obediencia, sin que esta sea un martirio en sus vidas. 

Mis queridos, en este día, les quiero dejar en sus corazones este llamado a la humildad a través de la fe, de la reverencia y de la fidelidad. Quiero invitarlos a vivir la simplicidad a través de la obediencia, una obediencia que brote del corazón por el simple acto de obedecer a la Voluntad de Dios en todas las cosas y oír con el corazón Su Llamado. 

Hoy pueden no comprender lo que les pido, pero si siguen Mis Palabras, encontrarán, sin muchas dificultades, este camino a través del cual Yo los estoy guiando. 

Mis amados, llegará el tiempo en el que sus corazones deberán ser plenamente fieles a la voz del corazón, que es un eco de la Voz de Dios dentro de Sus criaturas. 

Para llegar a la eternidad, sin entrar por otros caminos que no los conducen a Mi Reino, deberán silenciarse y oír con atención la Voz del Señor que los guía. Ese eco no trae dudas, trae confianza y, a través de esa confianza, deberán atender al Llamado de Dios sin que sea necesario que él se repita. 

Hoy, hijos Míos, Mi Voz trae el eco de Dios, repitiéndoles Su Voluntad innumerables veces; pero llegará el día en el que ese llamado ya no se repetirá, y los que puedan oírlo deberán obedecer con fidelidad y sin demora. 

Mis amados, espero, a partir de Mi Corazón Inmaculado, que puedan comprender lo que hoy les pido; que la humildad y la simplicidad en las pequeñas cosas los lleven a trazar los grandes acontecimientos de sus vidas. 

Yo vengo como Madre y Auxiliadora para guiar a sus corazones y a sus espíritus. Oigan Mis Palabras con amor, estudien lo que les dije a lo largo de estos años y al menos intenten practicar lo que les indico. Mi intercesión llegará a los que Me dicen sí y dan los primeros pasos para responder a Mi llamado. 

Les agradezco por estar hoy Conmigo.

María, Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA MADRE DEL CIELO, LA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Amados hijos de Mi Corazón, renueven hoy vuestros corazones en este ciclo que se inicia para que, mediante Mi presencia Maternal y Celestial, ellos puedan dar un paso más en el camino de la consagración.

Hijos Míos, espero de este ciclo, un ciclo de Gloria, de Paz y de crecimiento para vuestras almas. Contemplen en vuestros pequeños corazones la importancia de hacer una oferta sincera al Señor en este día para que Él, a través de Sus Intercesores, siempre pueda ayudarlos.

Mi Corazón aspira a que, en este ciclo, Mis hijos contemplen lo imposible, pues ya es tiempo de que todo aquello que sería impensable se manifieste.

Es tiempo, hijos Míos, de transformar todo aquello que jamás pudieron transformar. Es tiempo de manifestar lo que jamás pensarían manifestar. Es tiempo de confiar plenamente en Mi Corazón y no dudar ni por un solo instante de este Poder Misericordioso que viene del Cielo en auxilio de vuestros corazones.

Confíen en el impulso que hoy les traigo, para que esta Fuente de Paz Celestial ingrese en todos los espacios que Ella necesita y que nada esté sin ser contemplado.

Hijos Míos, para que la Fuente Prodigiosa de Dios sea una realidad en vuestras vidas, necesito que jamás pierdan la Fe y la Voluntad de seguir adelante. Vuestros corazones deben estar, en este tiempo, más fortalecidos que nunca, pues fue para este momento que ustedes se prepararon durante tanto tiempo.

Confíen en quien los guía, confíen en lo que aprendieron, confíen también en el potencial oculto de vuestros corazones y uniendo a todos estos atributos de vuestras almas, hagan una oferta sincera de lo que realmente son, para entregarlo sin miedo y sin demora a los pies del Creador. Con la oferta de vuestras vidas, Él construirá un nuevo ser, un nuevo corazón, una nueva semilla que dará una nueva vida.

Estén entonces dispuestos, Mis amados, a vivir la transformación para llegar a aquello que el Señor espera de cada uno de ustedes.

No se desanimen, no bajen los brazos, este es el momento de persistir y de fortalecerse, sobre todo en la oración, para que cuando llegue el verdadero viento de la transformación, este no los derrumbe.

Hijos Míos, cuenten con Mi auxilio y con Mi presencia al lado de vuestros corazones.

Alegren vuestros espíritus, hoy es el día de renovarse en el Espíritu de Dios.

Yo los bendigo y los amo.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos queridos:

Con profunda alegría en Mi Corazón de Madre, Me aproximo hoy a vuestros corazones en este hogar sagrado, donde Mi Espíritu tiene eterna morada.

Quiero hoy aproximarme a vuestros corazones para transmitirles Mi Paz, Mi Misericordia y la Redención para vuestras almas.

Hijos Míos, como Sierva Bendita de Dios, vengo a responder un pedido del Padre que Me envía para formar en el Amor a todos Sus hijos.

El Señor espera en este día que vuestros corazones sean impregnados por la gratitud. Una gratitud que trascienda los obstáculos de la vida y que coloque a vuestras consciencias dirigidas solamente a Dios, para alabarlo perpetuamente por todo lo que reciben en vida.

Amados hijos, sean infinitamente agradecidos al Señor pues Él les ofreció como Casa la Fuente de la Misericordia. Mediante la verdadera devoción de vuestros corazones esta Misericordia se irradia al mundo y, de esta forma, están perpetuamente impregnados por Ella.

Sean agradecidos como jamás lo fueron, porque el Rey del Universo les habla día a día.

Sean agradecidos porque el Espíritu Santo de Dios colma vuestras vidas.

Sean agradecidos porque recibieron del Señor el permiso para estar tan próximos a Su más fiel Sierva y, de esta forma, recibir en vuestros corazones una Paz que ya no existe en el mundo.

Mis amados, despierten hoy a la vida en gratitud, pues existen muchos en el mundo que son agradecidos por lo poco que reciben y no se apegan al sufrimiento en que viven. Y ustedes, hijos Míos, pueden oír Mis palabras y sentir Mi Corazón.

Vuestros pequeños seres tienen delante de sí la oportunidad de redimir definitivamente la vida y de consagrar eternamente sus corazones a Dios y eso es lo que el Señor espera de aquellos que algún día escucharon a Sus Mensajeros Celestiales.

Porque, hijos Míos, la Palabra de un Mensajero de Dios jamás es emitida en vano. El Poder del Verbo que les habla viene para curar definitivamente al mundo y a todas las criaturas que habitan en él.

Por eso hoy solo les pido que sean capaces de oír cada una de estas palabras con el corazón y que mediten profundamente en todo lo que tienen la oportunidad de vivir, en cualquier parte del mundo, para que aprendan a ser verdaderamente agradecidos y a valorar con el corazón y con el espíritu todo lo que Dios les ofrece.

Hijos Míos, digo esto a todos los que Me escuchan, porque la razón de que Mis palabras y las palabras de Mi Hijo lleguen a vuestras vidas significa que vuestros corazones tienen un compromiso con Dios, compromiso que vuestras almas no pueden negar y que vuestros corazones deben ansiar responder.

Les agradezco, Mis amados, mediten en Mis palabras con la verdad del corazón.

Los amo.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE SEMANAL DE LA BIENAVETURADA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MONTEVIDEO, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

Alegren sus corazones, pues el tiempo del apostolado de Cristo se inicia.  El Señor aguarda con Amor para saber cuáles de Sus hijos erguirán los brazos y anunciarán su nombre para este santo apostolado.

Ser un apóstol de Cristo, hijos Míos, es confiar plenamente en Su Corazón, es esforzarse con todo el ser para vivir Sus enseñanzas y, a través del ejemplo más que por el verbo, difundir Su Mensaje.

Hace mucho tiempo que el Cielo aguarda este momento, en el que la Buena Nueva del Señor volverá a ser anunciada sobre la Tierra, en el que los corazones nuevamente podrán arder en el amor a Cristo y la devoción será la fuerza de los caminantes. 

Amados hijos, para Gloria de Dios, ha llegado el tiempo de vivir definitivamente de la fe, de consagrar sus corazones al Plan del Señor y de vivir para cumplir plenamente Su Voluntad.

Hijos Míos, hoy siembro en sus corazones la virtud de la fe y de la devoción ardiente para que, de esta forma, puedan estar prontos para dar el primer paso en dirección al Corazón Sacratísimo de Cristo.

Quiero encontrar, en Mis hijos, el ejemplo vivo de la fidelidad a Dios, para que una vez más el mundo pueda tener, delante de los ojos y del corazón, un impulso de aquellos que se entregaron santamente a las Palabras del Señor y cumplieron, con amor, Sus Mandamientos. 

Yo los invito a ser valientes soldados de la Misericordia, para que Dios funda Su Misericordia en sus corazones y estos sean fuentes de Misericordia Divina para el mundo.

Hoy Yo los invito a seguir el ejemplo de aquellos que fueron locos a los ojos del mundo y vivieron el Evangelio de verdad y con fidelidad absoluta a Cristo.

Yo los invito a entregar el temor, que muchas veces permea sus corazones, para vivir algo nuevo, una libertad celestial que trasformará sus corazones en un puente hacia el Universo de Dios, donde Mi Reino es una realidad.

 Aguardo que, en alegría, puedan responder a este llamado. Yo los tomaré de las manos y Conmigo descubrirán un mundo nuevo, que aguarda en sus corazones.

Permítanme, pequeños hijos, encender la llama de la devoción en sus corazones; una devoción que aún no conocen y que, muchas veces, los hará entregar la vida por amor a Dios.

No teman la intensidad de Mis Palabras ni la grandeza de Mi llamado. Es tiempo de grandes obras espirituales por amor al Señor, y Yo estaré siempre guiando sus corazones. Solo ábranse para descubrir Mi llamado y vivirlo con el corazón.

Yo los amo siempre y estoy a su lado.

María, su Madre y Reina de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MONTEVIDEO, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Bienaventurados serán los que comprendan Mi Presencia, los que confíen en Mis Palabras y los que sigan a Mi Corazón.

A los que aspiran a alcanzar el Reino de los Cielos, Yo les digo que esta es la hora de la conversión, de entregar todas las faltas a Dios y de recibir en humildad el perdón que Él les envía. 

Hijos Míos, una vez más les digo que despierten. Despierten a tiempo para recibir la Misericordia que brota como un manantial infinito del Reino de Dios. Despierten a tiempo para ver que las Manos del Señor se extienden en dirección a sus manos; que el Corazón del Señor se abre para recibir a sus corazones; que el Perdón del Señor esta pronto para borrar definitivamente todas las deudas que tienen con Dios.

Amados hijos, aún hay tiempo de tomar una decisión correcta en sus vidas. Hay tiempo de ser verdaderos servidores, dispuestos a manifestar la Voluntad de Dios. Aún hay tiempo para equilibrar la parte que les cabe de este mundo a través de la oración, del ayuno y de la confesión sincera con Cristo.

Cuando les digo que hay tiempo, es porque hay tiempo para actuar, para decidirse a responder ahora al llamado de los Cielos.  Cuando les digo que están a tiempo, quiero mostrarles la oportunidad de reconversión que el Señor coloca delante de sus vidas, para que aún los que se creen despiertos puedan despertar realmente al último llamado de Dios. 

Hijos Míos, el Señor ya les envió todas las Gracias, les ofertó a Su Hijo, a Su Reino, a Su Sierva fiel, a Sus huestes de ángeles. ¿Qué más esperan para aceptar el llamado de Dios? ¿Qué más podemos hacer para que la voluntad de despertar sea mayor que el sueño que sienten?

El mundo duerme, hijos queridos, ante la existencia de una vida mayor. Hay muchos que escogieron no despertar y cerraron los ojos a la existencia de Dios. Hay muchos que creen servir al Señor y no percibieron que hace mucho tiempo le cerraron las puertas. Hay muchos que dan muy poco de sí, cuando el mundo necesita que cada uno de todo de sí. 

Es tiempo de donarse, pequeños hijos, donarse al Creador de todas las cosas, Quien es la propia donación que les donó la vida y que les oferta la eternidad.

Tan inmensa es la Misericordia de Dios que Él no se cansa de llamar a los que más le faltan y se olvidan de Su existencia; Él no se cansa de llamarlos y, de todas las maneras, intenta traer de vuelta a Sus hijos que se perdieron en el camino. 

Por eso, estoy aquí, hijos Míos. Soy la Madre de sus corazones, enviada por el Señor Supremo para despertar a sus consciencias, para tornarlas activas y orantes. Yo estoy aquí, pues ya es la hora del rescate y Mis soldados deben estar prontos, pues mucho trabajo les aguarda. 

Si conocieran el mundo como Yo lo conozco, jamás habría quejas en sus vidas y, de una vez por todas, decidirían acompañarme. 

Por eso, Mis queridos, coloquen a Mis pies todas sus dificultades y permítanme ser la Guía de sus vidas, a través de la oración permanente.

Vengan Conmigo, no teman acompañarme. Yo los aguardo hace mucho tiempo. Hace siglos que la humanidad se prepara, es hora de comenzar a actuar.

Si quieren saber por dónde comenzar, dónde estar y qué hacer, oren, oren y oren. Ayunen de verdad, comulguen con Mi Hijo y escuchen Sus Palabras diarias.

Caminen, caminen, pues están a tiempo.

Les gradezco por escuchar Mi urgente llamado con el corazón.

 

María, Madre del Mundo y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN LA CIUDAD DE MONTEVIDEO, URUGUAY, TRANSMITIDO POR SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijo Mío, hija Mía:

Entren sin miedo en Mi Corazón, si aspiran a ser guiados por la Reina y Madre del mundo. Corran sin demora hacia Mis brazos, mediante la oración hecha con amor, para que así Yo pueda elevar vuestras súplicas e intervenir delante de Dios por vuestras almas.

El Señor tiene un propósito para cada una de vuestras vidas y también aspira a que, por medio de la conversión de vuestros corazones, pueda manifestarse el propósito que Él tiene para cada una de las ciudades del mundo.

Hijos Míos, como Madre, Yo intervengo delante de Dios por Mis hijos, para así abrir los caminos que van del Cielo a la Tierra, a través de los que fluyen Misericordia y Piedad para vuestras vidas, para las familias y para todos los reinos.

Mi presencia en una ciudad tiene siempre un motivo espiritual: Yo vengo para que el Señor tenga un camino abierto para enviar Su Espíritu y, a través de Él, hacer descender el verdadero arquetipo que está en los Cielos para cada pueblo. ¿Comprenden de esta forma cuán amplia es Mi tarea maternal?

Los invito hoy a estar más activos, junto Conmigo en Mi Misión Pacificadora, pues Mi Corazón irradia Paz al mundo, irradia Misericordia y conversión.

Solo les pido una vez más que estén despiertos y abiertos de corazón, para poder percibir la dirección de Mis pasos de peregrina y para permitir que Yo camine en dirección a lo profundo de vuestros seres, preparando una morada segura en vuestros corazones.

Amados hijos de Montevideo, vengo para anunciar a vuestros corazones y a vuestras esencias que el Señor tiene un propósito especial para esta ciudad y para esta Nación. Mas para que la Voluntad de Dios se manifieste en este lugar, es necesario que Sus misioneros estén activos no solamente en la oración, sino también en el servicio, en la comunión, en la unidad, en la compasión y en el Apostolado de Cristo, llevando la Buena Nueva de Mi presencia y del retorno del Redentor, sin que haya miedo en vuestros corazones.

Un Apóstol de Dios y de Sus Mensajeros confía, por sobre todas las cosas, en las promesas del Señor. La Fe es la llama que lo conduce, que lo hace incansable e invencible. La Fe en el corazón del Apóstol de Dios, borra en él el miedo de perder las conquistas de la Tierra, para ganar la Gloria Eterna en el Reino de los Cielos.

El Apóstol de Dios prepara, en unión a sus hermanos, la llegada de los Mensajeros del Señor y en la unión entre los Apóstoles que Dios dejó sobre la Tierra es que se construirán las bases firmes del Templo en el cual el Rey del Universo, cuando retorne, comulgará con Sus compañeros.

Por eso jamás se olviden, hijos amados, si quieren ser fieles Apóstoles de Cristo, de manifestar el Amor que Él les enseñó, por medio del vivo Amor entre ustedes. Como dijo Nuestro Maestro y Señor, no hay mayor Amor que dar la vida por sus amigos.

Con estas palabras en vuestros corazones, pídanle a Dios que, a través de Su Espíritu Santificado, les muestre los pasos que deberán dar. Y oren, hijos Míos, oren sin tiempo ni cansancio, el mundo así lo necesita.

Les agradezco humildemente por haber respondido a Mi Llamado.

El esfuerzo para recibirme hará crecer vuestros corazones.

Los amo, María, vuestra Madre y Reina de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE LA SANTÍSIMA MADRE DE DIOS, LA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

 

Por el Poder del Espíritu Santo, alabado sea Jesucristo.

Hijos Míos:

En Gloria eterna, el Señor Me envía para bendecir esta ciudad y esta nación. Hoy Mis pies se posan sobre la Tierra para confirmar Mi Reinado en el corazón de Mis hijos y para demostrar cuán infinita es la Misericordia del Señor, que envía a Su Sierva para anunciar el Retorno glorioso de Su Hijo y para preparar el rebaño de este gran Pastor de almas. 

Queridos hijos, agradezco eternamente el esfuerzo hecho por cada uno de sus corazones para recibirme en este día. Agradezco el amor y la alegría con los cuales prepararon Mi llegada y les digo, a partir de lo profundo de Mi Inmaculado Corazón, que hoy el Cielo observa la Tierra con especial atención. 

Los ángeles de Mi Reino se detuvieron para acompañar Mi tarea materna. Los santos y los bienaventurados, que tienen su morada en el Reino de los Cielos, oran con fervor por la conversión de las almas que Me encuentran por primera vez. 

Acojo bajo Mi Manto a todos los que se aproximan a Mi Corazón y Me permitan tocar, con Amor, sus esencias. 

Hijos Míos, no teman estar delante de la Bienaventurada y Santísima Madre de Dios. Yo soy la misma de Nazaret, que retorna en espíritu, de época en época, para renovar a los corazones humanos. Este es el ciclo de Mi último llamado.

Vengo a despertar a aquellos que todavía no oyeron Mi Voz que los llama. Abro Mis brazos para que todos puedan encontrar refugio en Mi Corazón. Yo soy la Madre de todas las criaturas de esta Tierra y estoy aquí, en este tiempo, delante de los que Me ven y Me sienten en sus corazones, para que todos Mis hijos del mundo reciban la oportunidad de conocer Mi llamado a la conversión y a la oración. 

No les pido nada más, solo que oren con amor, que confiesen con sinceridad sus faltas para con Dios, que comulguen diariamente con Mi Hijo Cristo Jesús y que abran sus corazones para que Yo pueda reinar en sus vidas. 

¡Es tan simple lo que les pido y  es tan grande la repercusión que acontece en el Cielo y en la Tierra cuando responden a este llamado!

Cada uno de Mis pedidos, hijos Míos, tienen la única finalidad de salvar a las almas que padecen en la oscuridad y de preparar a aquellos que caminarán al lado del Cristo vivo que retornará en Cuerpo, Alma y Divinidad para redimir definitivamente al mundo. 

Mi Voz resuena en los corazones que Me reconocen, porque fueron convocados por Dios para formar parte de Mi ejército mariano de oración y para trabajar incansablemente Conmigo por la salvación de las almas. 

A los que acepten seguir este simple, pero grandioso llamado, los aguardo en oración. Porque, de la misma forma que Me presento hoy a los que Me llaman con el corazón; aspiro a llegar a sus casas, ciudades y naciones siempre que Me llamen con sinceridad, para que Mi Paz se expanda por el mundo. 

Como Madre y Reina de la Paz, vengo a difundir Mi pedido de Paz; pues el mundo necesita, hijos Míos, encontrar la paz en los corazones de los hombres. 

Dejo en sus corazones este pedido y este llamado, para que acompañen a la Bienaventurada Virgen María en el rescate de las almas más perdidas. 

Aún hay mucho por hacer, y Mis hijos aguardan sus oraciones. 

Por la Gracia eterna que Dios derrama sobre el mundo, Yo los bendigo siempre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

María, su Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LAVRAS, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Alabado sea Jesucristo, su Redentor.

Hijos Míos:

Sobre aquellos que se disponen a responder a Mi llamado, erguiré las columnas de Mi Templo de oración.

Sobre los que trascienden el cansancio, en reverencia a Mi Presencia y Me sienten en sus corazones, depositaré la Gracia infinita del Espíritu de Dios.

Sobre los que están Conmigo y viven para cumplir los Planes de Dios, colocaré siempre el Poder que Dios Me envía, porque a estos el Señor los convocó con Su propia Voz. A estos, el Señor les entregará Su Reino, cuando sea el tiempo. También en estos, el Señor puede colocar Su Cruz, que redimió al mundo y hoy lo purifica.

A los que se entregaron a Mí y confían en Mis Palabras, los llamo Mis soldados marianos. Los que me sirven no abarcan la amplitud de Mi Plan y, aun así, se dejan guiar con simplicidad por Mi Corazón.

Los que están a Mi lado caminan Conmigo, desconociendo el trayecto por el cual están siendo conducidos y, como niños guiados por la madre, solo siguen en confianza los pasos de su Madre.

A esto, hoy invito al mundo, a dejarse conducir por la Madre Redentora que el Señor Supremo les envía.

Yo los invito a seguir el ejemplo vivo de aquellos que son imperfectos; pero que, con sinceridad y simplicidad, responden a Mi llamado por sobre todas las cosas. 

Hoy, hijos Míos, invito a cada uno de sus corazones a que tome con seguridad la mano que les ofrezco, la mano de la Madre del Mundo y, como niños, se dejen guiar por Mi Corazón.

Yo los conduzco hacia un camino de sacrificio, sin embargo de alegría. Los conduzco hacia un camino de sufrimiento, sin embargo de salvación de las almas. Yo los conduzco hacia un camino de eterno servicio para concretar la Gran Obra del Señor.

Los que acepten caminar Conmigo son invitados a ver la vida bajo otro punto de vista. Sus dolencias ya no serán dolencias, serán la forma de liberar el dolor que existe en las almas. El cansancio de sus cuerpos no será cansancio, será la fuente de salvación de todos aquellos que no encuentran fuerza ni inspiración para trascenderse a sí mismos y para responder a la Voluntad de Dios. El hambre que podrán pasar, el frío y el calor que podrán vivir, serán oportunidades dadas por el Señor para el equilibrio del mundo y el rescate de las almas. 

Hoy, hijos Míos, Mi Corazón aspira a reclutar nuevos soldados, corazones que estén disponibles para acompañar a la Bienaventurada Virgen María en el rescate de las almas y de los Reinos con la oferta de la propia vida. 

Mis soldados no realizan grandes obras, pero aprenden que en las pequeñas cosas de la vida está la oportunidad de hacer una oferta al Señor y de generar mérito para la salvación de las almas. 

Bajo la Gracia y el impulso que el Señor les envía, a partir de los Cielos, Yo los bendigo a todos ustedes y les digo, hijos amados, que por el amor al Sagrado Corazón de Jesús, jamás pierdan el incentivo de servir y orar, sobre todo en unión con los Reinos. 

A Mis hijos orantes, de esta ciudad de Lavras, los invito a persistir en el servicio a los Reinos. Aquellos que, hasta el día de hoy no impulsaron a sus corazones a hacerlo, que lo hagan; porque esa fue la forma que el Señor encontró para reparar el mal que el mundo le causa a los Reinos y para dar un sentido a la vida de esta ciudad. 

A Mi grupo mariano, lo invito a que, este domingo, esté en oración y en servicio en el corazón de esta ciudad, en donde el Señor depositó una fuente de redención y amor para los Reinos. 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Yo los bendigo, siempre,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN, TRANSMITIDO POR MARÍA, REINA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE LAVRAS, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Amados hijos:

Alabado sea siempre Nuestro Señor Jesús Cristo.

Con júbilo infinito, Mi Corazón desciende hoy a esta Tierra para bendecir y consagrar a esta ciudad.

Traigo, en Mis manos, los méritos infinitos para la conversión del corazón y del espíritu. Vengo como la Señora de todas las Gracias, para que las Gracias que el Señor envía de los Cielos estén presentes en sus vidas.

Hijos Míos, como Madre y Reina de la Paz, espero que Mi Paz reine y viva en sus corazones, porque a través de ella encontrarán la pureza y la fuerza para seguir Mi camino rumbo al Paraíso. 

Amados hijos, para tener el mérito para ingresar en Mi Reino, deben convertir sus corazones y sus vidas. Eso lo alcanzarán a través de la mansedumbre, de la pureza, de la sinceridad y de la simplicidad. 

Al Señor no le importan los pecados que cometieron en vida si hoy colocan todos ellos a Mis pies, porque Yo soy la portadora del Perdón de Dios y le oferto ese Perdón al mundo.

Como Mensajera del Señor, de la misma forma que les habló Juan el Bautista, hoy Yo les digo: "Arrepiéntanse, arrepiéntanse de los errores de la vida, de los engaños y de las omisiones. Arrepiéntanse por el bien que no hicieron y permitan que Mi Corazón renueve sus vidas".

Como Reina del Cielo y de la Tierra, el Señor Me concedió el poder de liberar a sus corazones de todas las faltas, de limpiarlos de toda mancha creada por las experiencias que vivieron en el mundo. Es solo necesario que confíen en el poder de Mi intervención y que acepten la conversión de sus vidas para que, de esa forma, sean Mis fieles soldados marianos.

Como Madre de sus pequeños corazones, abro Mis brazos para recibir a sus espíritus, para perdonarlos y amarlos siempre. 

Quiero preparar sus vidas para recibir a Nuestro Señor, el Redentor del mundo, que vendrá en Cuerpo y Alma para despertar a las criaturas. 

Es por eso, hijos Míos, que el Señor Me dio el Poder y la Misericordia para limpiar sus almas, para perdonar sus deudas para con el Señor, siempre que estén dispuestos a vivir una nueva vida.

Esta nueva vida, para la cual los estoy preparando, es una vida de pacificación, de conversión y de comunión con Mi Hijo Jesús. No les prometo que estarán libres del sufrimiento dentro de este camino, pero sí les digo que, a través del sufrimiento de sus vidas, muchas almas serán liberadas de la oscuridad en la que viven.

A esta ciudad de Lavras, la invito hoy a consagrarse al Corazón de la Bienaventurada Virgen María, a través de una vida de oración y de oferta permanente a Dios, dejando a cargo del Señor la dirección de sus vidas.

Les agradezco, desde ya, porque veo que muchos responden a Mi llamado y muchos otros corazones se están abriendo para conocer a Mi Corazón de Madre. 

Vengan a Mí, los que buscan paz. Yo les doy la Paz del Señor. 

Les agradezco a todos Mis hijos de Lavras por abrirme la puerta del corazón.

María, Reina de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE RIO DE JANEIRO, BRASIL, A LA HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Alabado sea siempre Nuestro Señor Jesucristo.

Mis amados, les agradezco por responder con prontitud a Mi llamado. La confianza de Mis hijos permite que Mi Corazón pueda llegar a las almas más distantes.

Cada vez que sus pequeños seres dan un paso más en el compromiso que tienen Conmigo, permiten que el Señor abra el camino para que Mi Corazón esté, más tiempo, entre ustedes.

Es por eso, hijos Míos, que les pido, día y noche, que confíen en Mis Palabras, en Mi guía; que sigan sin temor por el camino señalado por Mi Corazón, porque prontamente comprenderán hacia adonde los estoy llevando con Mis pasos de Peregrina.

La confianza en Mi Corazón los llevará a la transformación total del corazón, de la mente y del espíritu. Yo los conduzco a la redención de la vida y les enseño a ser intercesores ante Dios, como Yo lo soy por las almas.

En sus corazones, estoy formando una fortaleza de fe, para cuando Mis pies ya no puedan posarse sobre la Tierra y Mi Verbo ya no esté tan próximo a sus seres.

A través de la fe, Me encontrarán siempre en sus corazones; y esa misma fe los llevará a pedir por sus hermanos para que, hasta el último momento de sus vidas, estén luchando por la salvación de las almas más pérdidas.

Para que Mi Corazón pueda traer a los Cielos hasta la última de las almas que se encuentran en este mundo, precisaré de muchos intercesores con la llama de la devoción encendida en el corazón. Eso se construye ahora, cuando Mis pies aún se posan en la Tierra; cuando Mi Verbo, a través de Mis videntes, puede llegar directamente a sus corazones y a sus seres.

Construyan, en este tiempo, en el que viven tan próximos a Mí, la confianza plena en Mi Corazón de Madre. Confíen en Mi Presencia y en Mis Palabras, y no teman responder a Mi llamado, a donde quiera que él los lleve.

El Señor los observa y, a través de la respuesta de sus consciencias, podré intervenir, más o menos, por el mundo y por las almas. Su amor, sus oraciones y sus acciones dictan Mis pasos. Si comprendieran la importancia de estas Palabras, cambiarían el curso de sus vidas y tendrían el foco de sus corazones en Mi Corazón Inmaculado.

Les dejo esta simple reflexión para que sus seres puedan meditar sobre las acciones de la propia vida, sobre el amor que son capaces de vivir y sobre el verbo que emiten. Observen, a partir del corazón, siempre del corazón, si son capaces de dar los pasos en la transformación del ser, por la salvación de las almas, de los Reinos y del mundo.

Mi Corazón los acompaña con Amor y estará siempre al lado de sus seres.

Agradecida por escuchar Mi llamado a la confianza del corazón.

María, su Madre y Reina de la Paz.

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL RECIBIDO EN LA CIUDAD DE RECIFE, PERNAMBUCO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

Bendecidos sean siempre aquellos que responden a Mi Llamado, aquellos que acompañan a Mi Corazón, aunque no comprendan Mi presencia.

El Señor aguarda en el Cielo a aquellos que en la Tierra son capaces de cumplir con Su Voluntad; que son capaces de buscar, por medio del corazón, Su camino para la Redención de la vida.

Guardo siempre en Mi Corazón a aquellos de Mis hijos que reúnen sus fuerzas para caminar a Mi lado. Oigo con atención a los que Me llaman con verdad y con sinceridad, a los que aspiran conocerme y por Mi intermedio llegar a Mi Hijo, el Redentor.

Agradezco profundamente a aquellos que Me escuchan por primera vez y que no temieron profundizar en lo desconocido que tenían delante de los ojos y del corazón.

A todos Mis hijos del mundo los invito a seguir peregrinando Conmigo, a seguir Mis pasos de Peregrina y a aprender sobre un Amor verdadero y una entrega profunda de la vida.

Hoy también los invito a conocer la simplicidad del corazón, aquella que los ayudará a encontrarme en cualquier circunstancia, porque, hijos Míos, un corazón simple traspasa los obstáculos con levedad y nada puede detenerlo en esta trayectoria de crecimiento del alma y del espíritu.

Los invito hoy a penetrar en el misterio que es vivir la simplicidad para que, impregnados por un alma simple, sus corazones encuentren prontamente las puertas de Mi Reino, las puertas de Mi Corazón.

Mi Llamado viene a activar la devoción que estaba perdida en el corazón de muchos de Mis hijos. Mi Amor llega a sus vidas para que, a través de la oración, sean verdaderos intercesores de la Misericordia de Cristo, para que la Fuente de la Misericordia pueda fluir en la Tierra.

Como Madre, quiero acercar a Mis hijos hacia Mi Corazón, quiero envolverlos con Mi manto y enseñarles a vivir la Voluntad de Dios. Quiero, por medio de aquellos que hoy despiertan, difundir Mi mensaje al mundo. Quiero que vuestros corazones sean ejemplos vivos de la conversión de la vida.

Quiero, a través de ustedes, demostrar la Gracia de Dios al Mundo, para que cada criatura de esta Tierra al encontrarse con su corazón pierda el temor humano de conocer a Dios y que además sepa que dentro del Corazón del Señor existe solo infinita Gracia, infinito Amor e infinito Perdón para que el corazón de los seres humanos siga evolucionando y creciendo bajo la Misericordia y la Plenitud de Dios.

Vayan, hijos Míos, vayan y den testimonio de Mi presencia a través del amor de vuestros corazones, este Amor que Yo deposité en los últimos días.

Sigan sin miedo, como los Apóstoles de Mi Hijo. Vivan bajo las Leyes del Evangelio, del servicio, de la caridad y de la oración. Ese ejemplo, que podrán dar vuestras vidas, valdrá más que cualquier palabra. La conversión de vuestros corazones transformará al mundo más que cualquier milagro.

Sean Mis brazos, Mis pies, Mi verbo y Mi Corazón.

Lleven Mi Paz al mundo.

Les agradezco por responder a Mi Llamado.

Los amo y los bendigo siempre.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE OLINDA, PERNAMBUCO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Amados hijos:

Hoy abro Mis brazos para recibir sus corazones, los que creen en Mí y los que no creen. Es así como el Señor Me envía, como Madre y Mensajera, para acoger y despertar a las almas. 

En la simplicidad de Mis Palabras, encontrarán las llaves para alcanzar la transformación de la vida y del espíritu.

Mi Corazón los aguarda en este día, con profunda alegría y paz, porque el Santo Espíritu de Dios reúne en lo invisible a cada una de sus almas. 

Hijos Míos, hoy les agradezco por haber respondido al Llamado del Señor, por haber aceptado la intervención de Su Sierva, la Virgen María. Porque aunque muchos no lo sepan, sus almas están siendo conducidas por el Espíritu de Dios en dirección a Mi Corazón y, cuando todos se entreguen en Mis brazos de Madre, Yo los conduciré al Corazón de Mi Hijo.

Por eso, en este día, hijos amados, no teman abrazar lo desconocido ni superar los límites de la propia mente para llegar a la infinitud del corazón, porque es a través del corazón que Me podrán encontrar. 

Yo soy la Sierva del Señor, enviada por Él para despertar del sueño a Sus criaturas. Yo soy la Madre del Mundo, la Madre Universal, porque todo lo que fue creado proviene de Mi vientre materno. Yo soy la Estrella de la Mañana, la que anuncia la llegada de Aquel que será el Sol de sus vidas, el nuevo amanecer para sus almas, el Redentor del mundo. Yo estoy en todo, Yo soy parte de Dios. Yo estoy aquí para manifestar Su Obra y Él, a través de Mí, desciende a la Tierra. 

No teman descubrirme en todo. No teman encontrarme en sus corazones. Mi Voz hace eco hasta en el interior de las almas más perdidas, porque los que fueron llamados desde el principio Me reconocen. 

Yo soy María, la misma de Nazaret, la que dio a Luz a Cristo y alcanzó la eternidad, y ahora retorno, hijos queridos, para ser la Luz en sus vidas, para ser la Estrella-Guía que los llevará al encuentro con Nuestro Señor. 

Solo les pido que Me abran la puerta del corazón, aunque muchos no comprendan Mi Presencia. Les pido que confíen en Mis Palabras y en Mi Instrucción, porque la Voz de Dios se manifiesta en Mí, y Yo vengo para cumplir con Su Voluntad, Voluntad que incluye a cada una de sus almas. 

A los que no Me ven, que Me busquen en sus corazones; a los que no Me sienten, solo permítanme llegar; y a los que no creen en Mí y que seguirán sin creer, que preparen sus corazones y sus espíritus, pues ha llegado el momento del Retorno del Redentor y delante de Él, ningún corazón podrá negarlo. 

Yo los amo y soy Su Madre y Pastora de almas, la que reúne a los rebaños para entregarlos al Señor. 

Bajo la Gracia que Dios Me concede, Yo los bendigo a todos. 

Alabado sea siempre Nuestro Señor Jesús Cristo.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

María, su Madre y Reina de la Paz

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CUDAD DE RECIFE, PERNAMBUCO, BRASIL TRANSMITIDA POR LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

Alabado sea siempre Nuestro Señor Jesús Cristo 

Con gran alegría en Mi Corazón, hoy poso Mis pies sobre esta tierra para despertar y bendecir a muchos más hijos Míos del mundo.

Hijos amados, vengo a pedirles que, con el corazón abierto y profunda devoción en sus seres, oren hoy no solo por esta ciudad, sino también por toda la nación del Brasil.

Mi Corazón recibió del Señor el permiso de recorrer este país para reencender, en el corazón de Mis hijos, la devoción a Mi Corazón Inmaculado y prepararlos, en amor y verdad, para la llegada venidera de Mi Hijo Jesús.

Si aceptan acompañarme en esta sagrada tarea maternal, les pido que oren, renovándose entre cada cuenta, sin perder ni siquiera por un instante la devoción del corazón. Porque de esta forma, hijos Míos, podrán auxiliarme no solo en Mi tarea de liberación, sino también y principalmente en la salvación de las almas.

Quiero encontrar, en cada espacio de esta amada nación, soldados marianos que estén dispuestos a caminar Conmigo por medio de la oración, del servicio y de la peregrinación.

De esta forma, estaré despertando a los nuevos apóstoles de Mi Hijo, los que estarán prontos para caminar a Su lado cuando sea la hora de hacerlo.

Amados hijos de Mi Corazón, les agradezco profundamente por abrirme la puerta de esta ciudad y de esta nación. Mediante la fe y la confianza en Mi Corazón podrán tener, cada día, más méritos para llegar al Paraíso.

Les pido que estos días, en los que Mi Corazón estará acompañándolos más de cerca, sean un momento de fortalecimiento de la fe, de la devoción y de la fidelidad en sus corazones. Porque cuando Mi grupo mariano de peregrinos ya no esté aquí, quiero que prosigan en fervorosa oración diaria y en eterna confianza en Mi Corazón de Madre.

Este es el verdadero motivo espiritual de Mi Presencia: que las consciencias de Mis hijos no solo se activen, sino que se mantengan activas y orantes a lo largo de la vida.

Esta es la forma de que den al mundo el testimonio de Mi Presencia. Porque ya no es de milagros que el mundo necesita, pero sí de una verdadera conversión del corazón, de verdadero amor y de verdaderas acciones de caridad.

La verdad en todo lo que realizan en la vida es la llave para que encuentren la inspiración que Mi Corazón les entrega. Sean siempre verdaderos y amorosos con todos los que se aproximen a ustedes. Esta es la señal de un corazón unido al Mío: fe, amor y verdad, siempre.

Los acompaño, a partir de Mi Corazón.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICION DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN EL NÚCLEO DE SERVICIO CRER-SENDO, COMUNIDAD-LUZ NOVA TERRA, RIO DE JANEIRO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Yo soy cada flor que nace en estos campos. 

Yo soy los campos, los montes y los árboles. 

Yo soy la semilla de la Nueva Humanidad que germina en el corazón de los seres que comienzan a crecer, porque toda la Creación proviene de Mi vientre y Yo provengo del Creador de todas las cosas. El Señor crea por medio de Mí, y Yo soy para manifestar Su Gloria, la Gloria de Dios.

Hijos, hoy Mi Corazón glorifica al Señor por permitir que Mis pies posen una vez más sobre este suelo sagrado, para bendecirlos y para confirmar Mi Reinado en el corazón de todos Mis hijos que aquí habitan, sean ellos grandes o pequeños. 

Mis amados hijos de Crer-Sendo, Yo llego hoy de forma especial a sus corazones, para que sepan que ahí habito todos los días, para que me reconozcan como la Madre de cada uno de ustedes y que asuman Conmigo la maternidad, unos con otros.

Porque mediante la vida que aquí se vive, quiero dejar esta señal para el mundo, un lugar donde todos son hijos y todos son madres y padres. Así, todos podrán saber y vivir que es posible amarse unos a otros más que como hermanos, como una madre ama a un hijo y como un hijo ama a su madre. 

Hoy los vengo a impulsar a dar un paso más en la vida de consagración para que, por intermedio de Mi Corazón materno, cada uno de ustedes pueda amar como Yo amo, y ustedes puedan cuidarse unos a otros, como Yo los cuido, día a día, a partir de los Cielos y también de la Tierra. 

Hijos Míos, quiero que el mundo encuentre en este lugar Mi Templo activo de oración. Quiero que cada uno de sus pequeños corazones sea un espejo que pueda reflejar Mi Amor hacia la Tierra.

Vengo para construir, en cada uno de Mis hijos, el puente que los unirá perpetuamente a Mí. Porque donde hubiera amor que viva y reine entre los corazones, ahí Yo estaré para traerles, cada vez un poco más, la Luz del Reino del Señor, ese Reino en donde Yo habito junto a los ángeles celestiales. 

Queridos hijos de Mi Corazón, también quiero, por intermedio de ustedes, dejar una señal más para el mundo, la señal de la persistencia y de la fidelidad a Mi Corazón Inmaculado y Santo. Porque, por medio de la fe de sus corazones, pasarán cada prueba que se presenta en la vida, cada prueba que el Señor les envía para el crecimiento y la maduración de sus espíritus. 

Por medio de la vivencia de la fe y de la fraternidad, podrán, Conmigo, auxiliar a Mis hijos que viven en el mundo, a los cuales les falta fe, amor y fraternidad. 

Confíen en Mis Palabras y en Mi auxilio. Yo estoy aquí, día a día, para guiarlos. Escucho sus oraciones y conozco cada una de las necesidades que presentan. 

Cuenten con Mi Amor y Mi Instrucción para cumplir con los Planes que Dios tiene para cada uno de ustedes y para todos como grupo.

Amo con predilección sus corazones y los aguardo en Mi Reino.

Les agradezco por responder, con profundo amor, a Mi llamado a la vida del corazón. 

María, Su Madre y Reina de la Paz

MENSAJE SEMANAL RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, REINA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

Hoy Mi Corazón los bendice y les agradece por haber estado perpetuamente unidos a Mi Hijo Jesús, aunque no lo hayan percibido.

Mis amados, Mi Corazón viene para entregarles una señal de Redención y de Consagración al Corazón Santísimo de Dios. Porque este es el momento de hacer la verdadera oferta de la vida.

Estoy entre ustedes para enseñarles a vivir bajo la Ley Primera del Universo, que es el Amor, ese Amor que Mi Hijo depositó en el Mundo y que día a día intenta despertar en sus corazones.

Vengo a presentarles un Amor que nace del sacrificio y de la entrega. Un Amor que es desconocido para muchos, porque debe ser despertado en el caos, en la miseria, en la desesperación. Un Amor que nace en los corazones mansos, aún cuando están delante de la maldad, de la injusticia, del olvido y del sufrimiento.

Este Amor que les ofrezco no nace apenas de la belleza, no despierta el placer ni el apego. Este Amor brota bajo cualquiera circunstancia y debe ser entregado al más débil, al más pobre y al más rico. Deben ser amados por este Amor, los que se empeñan en vivir la Voluntad del Señor y los que se empeñan en no vivirla.

Quiero demostrarles con Mi venida a la Tierra, que Mi Corazón llega para los que Me buscan y para los que no Me buscan. Que el Señor Me envía para aquellos que Me abren la puerta y para aquellos que Me cierran la puerta.

El Señor Me enseñó que, donde haya una puerta cerrada, debo esperar al lado afuera, con profundo Amor y paciencia, sabiendo que está en Sus Planes que todas las puertas se abrirán. Que el corazón más frío se calentará, porque en la presencia de Mi Hijo, que resurgirá, nada quedará sin ser contemplado. No habrá sufrimiento que no será calmado, no habrá hijo sin regazo, ni madre sin consuelo.

Quiero con eso enseñarles a Amar como el Señor Me enseñó. Quiero despertar este Amor que Jesús plantó en la Tierra y que quedó adormecido en sus corazones.

Si quieren encontrar un camino seguro, hijos Míos, solo Amen, Amen desde lo profundo de sus corazones, Amen sin distinciones, sin apego y sin separatividad. Amen sin preferencias, Amen simplemente. Porque así, lo que hoy está cerrado se abrirá, lo que está frío se calentará y lo que está muerto vivirá. Esta es la Ley de Mi Hijo, y ésta es la única cosa que puedo ofrecerles en este tiempo.

Todo lo que buscan lo encontrarán a través del Amor. Todos los caminos que sigan terminarán en Él. Porque este Amor del cual hoy les hablo y el cual hoy les oferto, es el inicio y el fin. Es la puerta de entrada, es el camino a ser recorrido y es la finalidad de la existencia de cada uno de sus corazones.

Los convido a despertar.

Les agradezco eternamente por abrirme el corazón en este día.

María, Su Madre y Reina de la Paz

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Mios:

Llego hoy como la Estrella de la Mañana, que prepara al día que será consagrado por el Sol.

La vida en los Cielos, en el Universo, Mis queridos, es eterna consagración al Corazón de Dios. Y Yo soy aquella que, como Madre, viene a prepararlos para esta constante consagración de la vida.

Un alma que aspira a consagrarse al Señor, es aquella que se reconoce tal cual es, imperfecta, y así coloca toda su imperfección a los pies de Dios, para que Él pueda convertir en sagrado aquello que es tan simple y pequeño.

Hoy los convido a vivir, a cada uno, a la consagración del espíritu, del alma y de la vida. Y esto ocurre, hijos Mios, cuando no temen ver lo imperfecto que hay en sus corazones, cuando no temen percibirse como pequeños niños delante de la Grandeza infinita de Dios. Y de esta manera, entregarse en cuerpo y alma a Sus pies, arriesgándose a vivir Su Voluntad.

Mi Corazón se alegra en este día, pues observa desde los Cielos, que muchos corazones están dispuestos a ofertar la vida al Señor. Y les digo, Mis queridos, que no será fácil descubrir la vida de la alegría dentro de la vida del sacrifício. Será un verdadero aprendisaje del corazón, descubrir el Amor eterno a Nuestro Padre, delante de los sufrimientos que el mundo les oferecerá en este tiempo.

Por eso Yo vengo, como Madre e intercesora, para sus corazones. Vengo a pedido del Señor para enseñarles a vivir Su Voluntad a partir del corazón, haciendo crecer siempre la alegría del alma.

Hoy los bendigo y les agradezco por estar confirmando la unión eterna a Mi Corazón y al Santísimo Corazón de Mi Hijo.

Cuenten siempre con Mi presencia, con Mi auxilio y con Mis palabras, grabadas en sus corazones, en sus espíritus y en los libros de sus vidas. Porque cuando Yo ya no pueda estar aquí, entre todos ustedes, descubrirán que Mi Verbo es eterno y encontrarán siempre en Mis mensajes las llaves para trascender a los acontecimentos de la vida y para vivir en eterna renovación.

Los bendigo y los amo.

Agradecida por responder a Mi Llamado a la vida de la consagración.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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