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Queridos Míos:
En los días de aniversario, Mi Corazón Inmaculado coloca sobre el corazón de Mis hijos, una Gracia especial, ya que se recuerda el día en que el Creador permitió que esa consciencia llegara a este mundo para concretar una tarea para Su Reino Celestial.
En estos días celebra Mi Corazón que, ustedes, hijos Míos, se hayan animado a decir sí, ya que a pesar de ser imperfectos y a veces estar distraídos, han entregado a Mí y a Mi Hijo sus vidas y eso permite que las Gracias del Cielo puedan descender a la Tierra para todos mis otros hijos.
Hoy quiero depositar una Gracias especial sobre todos ustedes, que día a día escuchan Mi llamado y que en devoción están permitiendo que Mi Obra en la Tierra, que es la Obra del Creador, aquella que prepara la llegada del Redentor, se lleve adelante en este tiempo.
A todos, hijos queridos, desde los que transmiten Mi palabra, hasta los que oran en sus hogares en este momento, les agradezco con todo Mi Corazón. Ustedes son Mis amados hijos, Mis amados benditos, en los cuales el Todopoderoso ha colocado Su Confianza para este tiempo.
A través de su persistencia, su devoción y su entrega, muchas almas en esta humanidad encontrarán Mi regazo de Madre, Mi Amor maternal y podrán comprobar, que vivir en el Inmaculado Corazón de la Virgen María es simple y posible para todos.
Sigan adelante, Mis almas benditas, porque siempre estaré con ustedes. Siempre estaremos juntos y unidos en el Corazón Sagrado de Mi Hijo y en el Poderoso Corazón de Dios.
Mis pequeños y amados niños:
Gracias por estar Conmigo hoy y donarse en vida a Mi Obra de Amor y Rescate en la Tierra.
En el amor bendito de Mi Hijo Jesús, hoy acaricio sus cabezas y coloco una de Mis Estrellas en vuestros corazones.
¡Alabado sea Cristo Jesús!
María, Madre y Reina de la Paz unida a vuestros corazones
Queridos hijos:
Yo sé que en este mundo existen verdaderas almas que aman Mi Corazón Inmaculado, pero también existen almas que apartan Mi presencia de sus vidas y de sus corazones.
Por eso, Yo erguiré una a una a las esencias que han caído y elevaré hacia lo Alto el escudo de la redención. Se verá en el horizonte la Estrella de la Paz y todos los seres vivirán en esta Paz por los siglos que vendrán.
Nadie quedará en este mundo sin conocer Mi Inmaculada Faz y así verteré Mis Gracias en los corazones que claman por una intercesión espiritual. Con Mis rebaños, con los rebaños de Mi Hijo, velaré en oración por aquellas consciencias que aún no me han escogido.
Yo les haré sentir la grandeza de Mi Amor Maternal y así derribaré la ilusión de los corazones que se han endurecido, porque entre Mis brazos recogeré a aquellos que tanto han sufrido injustamente. A todos ellos los elevaré hacia la presencia del Padre Celestial y Él, en Su Gloria y Amor, será quien los librará del mal del pasado.
Ya no vivirá más el mal entre los corazones de Mis hijos, porque Mi espada de Amor y de Justicia Divina cortará los lazos que han atado el corazón de los hombres al pecado; así Mi Luz será vista de Oriente a Occidente antes de la gran Luz de Sabiduría y Misericordia que traerá el Amor de Cristo.
La Estrella de la Mañana alumbrará los nuevos caminos de los que se han retrasado para encontrarme en la oración, y la devoción de los silenciosos será la gran llave que abrirá el Portal Celestial para los que han permanecido en el dolor y en la soledad.
Nunca más será ultrajada un alma, porque la Gracia penetrará en los corazones para que la acojan con amor. Los soldados de la oración sostendrán los nuevos tiempos, los que rápidamente pasan por la vida de todos los seres.
El Nuevo Rey Sol brillará en el corazón de todos los que hayan creído en Su Poderosa Palabra de redención y de conversión. El Maestro Jesús volverá en Gloria para reunir en Su Mesa a todos los que no han comulgado con Su Espíritu Sacerdotal y, así, la alianza con el Amor Eterno se expresará en todos aquellos que por error o dolor, no han conocido el Amor del Hijo de Dios.
La Paz para el próximo tiempo será tan profunda que la oración será el nuevo verbo manifestado para las consciencias. Nadie temerá ver al Maestro Jesús porque, a través de Sus Prodigios y de Su Palabra, todos lo reconocerán.
Mi Amor Maternal abrirá las puertas para aquellos que, por sus acciones, les fueron cerradas. El camino de la Nueva Humanidad finalmente brillará en el firmamento del universo y el original proyecto de Dios se habrá cumplido en el corazón de todas las almas del mundo.
Por aquellos que oran en la fe, el mundo se salvará de la perdición y, al final de todo, la humanidad despertará del sueño en el que hace tiempo vive. Así todos podrán reconocer que el único y verdadero amor que nutre a vida y la consciencia viene de Dios Padre Creador.
Las estrellas de la humilde corona de la Mujer Vestida de Sol se lanzarán hacia la Tierra y los Hijos del Sol verán la señal que indicará el gran momento. El mundo encontrará la paz que ha perdido, fortalecerá su fe en el Plan del Padre y volverá a encender el fuego de la devoción por el Universo de Dios.
Los que por injusticia se han quedado descalzos, serán los que por mérito recibirán la Gracia Mayor y la humanidad armonizará la vida diaria por la presencia de la Misericordia del Redentor.
Unidos al Inmaculado Corazón, las Gracias serán verdaderas en los corazones que, por redención, hayan trabajado por la pureza del corazón; así el Espíritu Santo se derramará y la nueva consciencia formará la Nueva Tierra redimida y perdonada, porque las leyes y los mandamientos reconciliarán a los hombres con Dios.
Que el Amor los alegre siempre, para que la Gracia despierte la devoción en sus corazones.
¡Gracias por responder a Mi llamado por la Paz!
Los bendice en la redención y en la paz,
María, Madre del Amor y Reina de la Paz
Mis amados hijos:
Alabado sea hoy y siempre Nuestro Señor Jesucristo en vuestras vidas.
Hijos Míos, con profunda alegría en Mi Corazón traigo entre Mis manos un rosario luminoso para depositarlo en vuestros corazones, el que en honra a Dios sellará la unión de vuestros corazones con Mi Corazón Inmaculado. De esta forma, cada pequeña oración que realicen los unirá un poco más a Mí y, a través de ustedes, muchas almas podrán salir de la ilusión en la cual viven.
Mis amados, renuévense, renuévense todos en Mi Corazón. Renueven vuestras vidas, vuestros planes, vuestras aspiraciones. Renueven vuestros votos para con Dios, renueven vuestras almas, vuestros espíritus. Renueven vuestras ofertas porque hoy las puertas del Cielo están abiertas y la Misericordia Divina fluye como un manantial eterno de Gracias.
Con el corazón pleno de alegría, renuévense todos.
Este es el momento en que el Cielo les ofrece lo Nuevo. De esta forma, abandonen con coraje y valentía, a los Pies del Señor, el viejo equipaje que traían hasta el día de hoy.
Permítanse renacer en Mi Corazón Materno para que los arquetipos Celestiales que el Creador tiene para Sus criaturas, puedan descender en este día sobre la Tierra a través de Mi Presencia.
Despójense del viejo hombre, tanto en las virtudes como en las miserias, porque el que nace en el Cielo es totalmente desconocido para el que vive en la Tierra, y para que este Nuevo Niño llegue, es necesario estar vacío, limpio, ofrecerse a ser un recipiente nuevo, una humanidad Nueva.
Hijos Míos, en estos tiempos de Gracias incomprensibles para vuestros corazones, lo Nuevo debe nacer. Las puertas del Universo del Corazón del Creador ya están abiertas. Aquellos que le digan “sí” podrán percibirse renacidos en Cristo, con profunda alegría. Y aquellos que cierren los ojos para no ver lo que se presenta, sufrirán la falta de lo viejo, que les será tirado.
Oren mucho por los que no percibirán la llegada de la Luz. Oren por los que no ven la Gracia de Dios en los acontecimientos de la vida y que no saben sentir la grandeza del dolor de un parto que trae el Niño Nuevo al mundo.
Hoy les digo esto, Mis amados, porque Mi Presencia extraordinaria sobre la Tierra tiene un motivo más amplio que la conmemoración del renacimiento de uno de Mis hijos. Hoy Dios quiere dar a conocer a toda la humanidad que el mundo entero debe renacer.
Todas las consciencias que habitan esta Tierra tienen hoy la oportunidad de dar nuevos pasos y tienen todo el auxilio del Reino de los Cielos para dejar atrás lo viejo, aun aquello que parece sumamente agradable a los ojos del mundo.
Abran vuestros corazones como Yo abro Mis brazos y, de esa forma, los Misterios infinitos que duermen en el Cielo, podrán descender sobre la Tierra y mostrarse a los corazones de todos los hombres.
Guarden Mis palabras en vuestros pequeños corazones, para que luego puedan comprender lo que hoy les digo.
Y no se olviden: renuévense, renuévense, renuévense siempre.
Les agradezco por compartir Mi tarea maternal y por responder con amor a Mi Llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Amados hijos:
En humildad, que el mundo vea el ejemplo de devoción de Mis hijos, para que el Señor pueda servirse de esa devoción por la salvación de las almas.
En los actos simples, pero sinceros, de un corazón que arde en la llama pura de la devoción, Mi Corazón encuentra aliento.
Si supieran cuán valiosas y apreciadas son para el Señor las pequeñas muestras de amor de Sus hijos, ese momento en el que permiten que el corazón deje por un instante las cosas del mundo para ser totalmente colmado por el Amor Celestial.
Hijos Míos, déjense permear por la devoción que los toca, entreguen sus corazones en la pureza de una locura santa, para demostrar el amor a Dios, siguiendo la voz del corazón.
En lo invisible de sus actos verdaderos está el mérito generado por el amor de sus corazones, para que muchas almas puedan llegar a Mi Reino.
Un alma que responde al llamado del corazón y se entrega sin miedo al Corazón Sacratísimo de Mi Hijo es un alma que se eleva por toda la humanidad. Cada uno de los corazones que se arriesgan a entregar la vida a Dios, sin saber, lo hacen por toda la humanidad.
Cuando uno de Mis hijos se entrega definitivamente a Mi Corazón, es tan grande la alegría que siento, como si toda la humanidad ya estuviera en Mis brazos, porque así lo es en el Reino de los Cielos.
Para el Señor nada está separado, el corazón es un corazón único. De esa forma, hijos Míos, también el mal causado por la humanidad es un mal de todos, que no permite el caminar de Mis pequeños soldados.
Por eso, sean más fuertes que las corrientes contrarias, atraviesen ese mar de adversidades creado por ustedes mismos como humanidad, y den un paso más por toda la humanidad, confirmando que sus corazones y el corazón humano pertenecen al Corazón de Dios y con Él se fundirán cuando sea el tiempo.
Vivan cada prueba con paciencia, con voluntad de superar los obstáculos. Sean fieles al propósito de sus corazones y, si ya saben que están aquí para servir a este Dios Único que los guía, no teman hacerlo. Hagan de todo corazón lo que el Señor les pide en su interior y también a través de las situaciones de la vida.
Sean más conscientes en sus vidas y jamás perderán de vista el horizonte hacia el cual están caminando. Jamás se permitan olvidar que representan al mundo entero y que todas sus acciones, desde las más simples hasta las más grandiosas, generan méritos para la salvación de las almas.
Caminen, hijos Míos, caminen haciendo solo crecer en sus corazones la devoción que los une a Mi Corazón.
No pierdan el fervor que ya existe en sus corazones y, mientras oran solos o en grupo, recuerden siempre que Yo estoy escuchándolos y que Me uno a sus corazones para formar pétalos de flores para ser ofertadas a Nuestro Señor Dios por la reparación eterna de Su Santísimo Corazón y del Sacratísimo Corazón de Mi Hijo.
Les agradezco eternamente por persistir, respondiendo a Mi llamado.
Yo los amo y los acompaño desde de los Cielos.
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos de San Pablo:
Con reverencia, amor y alegría hoy llego nuevamente al Brasil para bendecirlo, porque durante este mes mariano, Yo vengo a prepararlos para el especial encuentro que sucederá con el sucesor de San Pedro Apóstol, el amado siervo Papa Francisco, durante el mes de julio de 2013 en la ciudad de Rio de Janeiro.
Por este motivo, en este mes de mayo dedicado a Nuestra Señora de Fátima, se gestarán los nuevos frutos para que el Brasil los pueda encontrar cuando llegue el siervo de Cristo, el Papa Francisco.
Con regocijo, hoy reúno nuevamente a los servidores marianos de todo el estado de San Pablo. Hoy los congrego como un solo rebaño en un lugar que, en honra a Mi Inmaculado Corazón, será bendecido por Mi Espíritu Virginal.
Queridos hijos, cuando un alma consagra su corazón a Mi Corazón, es un gozo en los Cielos, porque significa que los Planes del Padre se están cumpliendo. Cuando una familia consagra sus bienes y espacios a la Voluntad de Dios, está viviendo en la armonía de la Ley del Señor y, de esa forma, vivirá mejor los Mandamientos.
Queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón durante el mes de febrero de 2013, en Salta, Argentina, anunció la venida de la Señora del Cielo a la casa de uno de Mis fieles devotos en la ciudad de San Francisco Javier. Así, el Padre Me ha permitido consagrar con mucho amor esta pequeña capilla que hoy es elevada para la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.
Hijos Míos, lo más importante en este tiempo es que consagren sus seres a Dios, porque así ustedes abrirán las puertas para que los Sagrados Corazones sean uno en sus vidas.
Queridos hijos, de esta forma estoy alcanzando espacios más profundos en las almas del mundo que más necesitan de perdón y conversión, a través de la consagración de este lugar a la oración. Cuando cada nuevo espacio consagrado se abre en algún lugar del mundo, Mi Luz se expande como destellos de Gracias reparadoras en todos los corazones que deben llegar al Paraíso y así ser rebaños de Mi amado Hijo.
Queridos hijos, con alegría, les agradezco por los esfuerzos realizados en honra a Mi Corazón Inmaculado. Hoy también los invito a la perseverancia y a la paz, con la esperanza de que todos los pueblos y religiones Me reconozcan como la Madre del Mundo, la Madre de todas las criaturas.
Derramando Gracias desde Mis manos benditas, Yo los llamo a ser partícipes de la comunión eterna con Mi Hijo, mediante el acto de la confesión y del perdón, porque así la humanidad podrá ser más ayudada.
¡Queridos hijos, les agradezco por haber respondido a Mi llamado!
Los bendice, en la Gracia de Dios,
María, Madre y Reina de la Paz
Oración de Consagración de los Hogares
al Inmaculado Corazón de María
Madre querida,
abro las puertas de mi ser
para consagrar mi corazón a Tu Espíritu Virginal.
Madre poderosa,
recibo humildemente
la bendición eterna de Tu Corazón.
Madre bienaventurada,
consagro mi hogar
por el bien y la paz en la Tierra.
Madre amada,
eleva mi corazón hasta el Reino de Dios,
porque unidos a Cristo, Nuestro Señor,
mi templo interior será la morada del Creador.
Madre Celestial,
que Tu Misericordia nos conduzca
y que Tu Luz nos cubra,
ahora y siempre.
Amén.
Queridos hijos Míos:
Como Señora del Santísimo Rosario, hoy los invito a todos Mis hijos de Argentina y del mundo a peregrinar, con el corazón y la oración, hasta el amado Santuario de Fátima.
Hoy Mi intención es que sus corazones sientan y descubran la pureza del Reino de Fátima, pureza que Mi Corazón Inmaculado sembró en ese lugar de adoración, silencio y oración.
Queridos hijos, el mundo como un todo deberá despertar a la Pureza Virginal, las almas deberán abrirse a vivir en la Pureza de Mi Corazón materno, porque si así lo hicieran, alcanzarán Misericordia, paz y humildad.
La pureza del Reino de Fátima está abierta para todos los corazones orantes que aspiren a cambiar la vida por una vida de verdadera espiritualidad y amor.
Hijos Míos, hoy 13 de mayo de 2013 se cumple un nuevo año de la presencia del Reino de Fátima para el mundo entero. Así como los Centros Marianos de Fátima, Lourdes, Medjugorje, Aurora, Figueira y Schoenstatt, los invito a que sus hogares se vuelvan Centros de Oración, en donde las almas sean atraídas por la oración devota del corazón.
Quiero que, en este 13 de mayo, guarden en sus esencias la intención maternal de que ustedes tengan corazones cada día más puros y cristalinos, como la lluvia que cae del cielo.
En este día de honra a la Señora del Santísimo Rosario, la Madre Celestial abrirá las Puertas del Cielo para que el Centro Mariano de Fátima se una al Reino de Dios, y así un manantial de Misericordia y de Gracias descienda sobre todos los hijos que se unan al Santuario Mariano de Fátima.
Queridos hijos, vean cómo actúa el Amor y la Voluntad de Dios que, a pesar de que el mundo no vive aún en la pureza, Dios espera con tanta compasión que despierten al llamado de vivir como corazones puros.
En la pureza se disolverán los conflictos, los males y la falta de fe. Proclamen, a través de la oración diaria, que son corazones puros, porque así Mi Consciencia Virginal los ayudará a dar los pasos hasta Cristo.
Hijos Míos de San Carlos de Bariloche, que en sus memorias quede guardada la venida de la Señora del Santísimo Rosario de Fátima a sus corazones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado de vivir en la pureza del corazón!
Los bendice siempre,
María, Señora del Santísimo Rosario
Queridos hijos:
Yo soy el nuevo Sol que despunta en sus vidas, el que viene a retirar sus corazones de la oscuridad en la que viven. Vengo para secar con Mi calor las lágrimas de los que sufren. Vengo para traerles una nueva Luz, una nueva oportunidad de encender el corazón, un nuevo camino por el cual seguir con confianza.
Yo soy la Madre Divina para sus corazones y sus espíritus. Soy la Fuente renovadora que gesta, de tiempos en tiempos, un nuevo amanecer para el mundo.
Hace 2013 años, estuve en la Tierra para gestar a Aquel que sería el Salvador y Redentor del mundo entero, a Aquel que les trajo la Misericordia por toda la eternidad.
Ahora, hijos míos, Mi Corazón contempla el Corazón de Dios y descansa a Sus pies, orando incansablemente por este planeta, por toda la humanidad y por todos los Reinos que son ultrajados diariamente.
En este último tiempo, el Señor Me envía, una vez más, para gestar ahora la Nueva Humanidad, los Nuevos Cristos que deberán nacer para que el Amor de Dios reine definitivamente en este mundo.
Mis amados, no teman la grandeza de Mi misión, pues ella será construida bajo el espíritu de la humildad y de la simplicidad.
Cuando hablo de los Cristos que llevo en Mi vientre celestial, hablo de sus propios corazones, los corazones que hoy están sobre el Mundo y que deberán renacer para vivir una nueva vida, desconocida para todos. Esa vida no es nada más que una vida basada en el amor, en el servicio, en la fraternidad y en la reverencia a Dios, Aquel que los creó.
Hijos míos, hoy les traigo la Buena Nueva de estos tiempos para que puedan despertar a la Voluntad de Dios y al Plan que Él ya trazó y que incluye a cada uno de sus corazones.
Construyan ahora una vida de paz a través de la oración, una vida de fraternidad a través del servicio al prójimo y de la unidad con los Reinos de la Naturaleza. Sean reverentes con los Reinos y lo estarán siendo con Dios. Sean amorosos con el prójimo y lo estarán siendo con Dios. Sirvan con amor sin contar el tiempo, sin cansancio, porque la necesidad del mundo es infinita.
Despierten, hijos Míos, a la vida de oración. Están a tiempo de reconvertir sus corazones y ofertarlos definitivamente a Dios. Están a tiempo de descubrir que algo mayor los aguarda y que ya es momento de caminar con pasos firmes y más seguros.
Yo los aguardo en oración, para que sus pequeños corazones se fundan en Mi Corazón materno.
Yo los bendigo siempre.
María, Reina de la Paz y de sus vidas.
Paz para todos los corazones.
Queridos hijos de San Carlos de Bariloche:
¡Alabado sea Jesús en este tiempo y en sus corazones!
Con alegría maternal, hoy llego a su encuentro para despertar en ustedes una profunda devoción por el Sagrado Corazón de Jesús y por el Inmaculado Corazón de María.
Hijos Míos, por primera vez en la historia de Mis Apariciones, este bendito lugar de Dios será agraciado por la intercesión de la Madre de Dios. Con este fin, los invito a la oración diaria a todos aquellos hijos que han perdido la motivación de orar al misericordioso Señor.
Queridos hijos del sur de Argentina, también aquí mediante su oración en los grupos y en las familias, podrán florecer la fe y el amor, como una flor que se abre a los rayos del sol.
Desde el Cielo, llego hasta sus corazones a traerles un importante llamado a la conversión, a la oración y a la paz. El Padre aguarda que todas las provincias de Argentina se renueven en la fe y en la devoción a Mi Inmaculado Corazón.
Por eso, abran sus corazones para que la Voz grandiosa que viene desde el Cielo, los compenetre, los fortalezca y les despierte el ánimo de perdonar y de reconciliarse con Dios Padre.
Queridos hijos, como aquí en San Carlos de Bariloche Me veneran con tanto amor, Yo los invito como Madre de las Gracias a que sean portadores de Mi Paz en este tiempo en el que los cambios acelerados confunden el camino de Mis hijos.
Queridos hijos, Yo les ruego que estén atentos a la necesidad de orar en sus casas, orar por sus pueblos, orar por toda la provincia y por toda la nación.
Todas las almas necesitan urgentemente pedir perdón a Dios y así encaminarse de nuevo al Reino del Padre a través del Sagrado Corazón de Mi Hijo.
En Jesús Cristo ustedes tienen la VERDAD para sus vidas. En Jesús Cristo ustedes encuentran siempre el CAMINO de regreso al Corazón de Dios. En Jesús Cristo hallarán la verdadera VIDA, la vida del espíritu que los nutrirá bajo la presencia del Amor de Dios.
Amados hijos, como verán, Mis Apariciones ahora se extienden a lo largo y ancho del mundo y Mi Mensaje de paz y de despertar toca los corazones de todos los seres más distantes en la Tierra. Los tiempos ameritan hacer algo por el mundo, por la presencia de la Paz y de la Luz de Dios y ustedes, a través de la santa oración del corazón, tienen las llaves para poder hacerlo.
Queridos hijos de San Carlos de Bariloche y de todos los pueblos hermanos que, en este mes de mayo consagrado a Mi Corazón, sus corazones recuerden Mi llegada a Fátima, en Portugal, en donde por una vez más Mi Corazón intercedió por su mundo. Guarden el Reino de Fátima en el corazón para que, unidos a Mí, encontremos el sendero seguro hacia Mi Hijo.
¡Les agradezco a todos los grupos de oración de la Patagonia por haber respondido a Mi llamado por la Paz!
¡Gracias, queridos hijos Míos!
Los bendice en el Amor de Jesús,
María, Madre y Reina de la Paz
Amados hijos de la Argentina:
Como Madre Peregrina, les agradezco la presencia de cada uno de los que Me acompañan, generando méritos para que muchos, en el mundo, puedan llegar a Mi Inmaculado Corazón.
Hijos Míos, cuando les pido que alivien Mi Corazón es para que alivien el peso del sufrimiento de las almas que cargo en Mi pecho. Mis ojos maternos recorren el mundo, día a día, instante a instante, y lo que encuentro en los corazones de Mis hijos es constante desesperación, tristeza y desesperanza.
El mundo agoniza y sufre, Mis queridos. Hay muchas familias que padecen por el hambre y por la sed, sobre todo del alimento del espíritu. Mis misioneros marianos llevan un poco de paz al mundo, a una parte de esta humanidad necesitada, pero aún es muy poco ante todo lo que hay por hacer.
Mis queridos, quiero enseñarles a ser misioneros marianos en la vida, en el día a día, en sus hogares, en las comunidades, en la relación con el prójimo y en la oración. Quiero que suplan las necesidades, unos de los otros, y que encuentren a los que más necesitan cerca de ustedes.
Es tiempo de servir para aliviar al Corazón de Dios y para reencender en sus corazones el fuego del amor al prójimo, aquel que nutre a sus espíritus. Este es el tiempo de aprender a vivir en servicio, de encontrar en cualquiera que esté delante de sus ojos al ser que necesita de su presencia amorosa, que necesita de sus oraciones para seguir dando pasos en la vida.
Con esto, hijos Míos, les quiero decir que, sí, es muy importante que busquen a lo lejos a las almas necesitadas; pero para llegar hasta ellas es necesario que aprendan a ser serviciales todo el tiempo, con todo y con todos.
No sean indiferentes a las necesidades del mundo, de los Reinos que los rodean. Oren y sirvan a todos los Reinos que forman parte de Mi Corazón y que necesitan ser aliviados del peso del sufrimiento y de la indiferencia.
Mis amados, si quieren aprender a reparar Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo, peregrinen con la intención del corazón de aliviar al mundo. Oren con el fervor del espíritu por todo el mundo y por todo lo que lo compone. Vivan en servicio perpetuamente, practicando el Amor que Mi Hijo les enseño, en todas las cosas y, lo más importante, sean siempre pacificadores en la Tierra y lleven Mi Paz a todos.
Les agradezco, Mis queridos, por responder a Mi llamado con amor.
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy coloco a cada uno de ustedes dentro de Mi regazo de amor, con la finalidad de que puedan sentir Mi maternidad en sus corazones.
Hijos Míos, alabados sean los hogares de las familias que abren la puerta de sus corazones a la Reina del Cielo.
Alabadas sean las familias que rezan Conmigo todos los días, para alcanzar la conversión y la redención.
Alabadas sean las familias que enseñan a sus hijos a orar con el corazón, en los primeros años de vida, porque Mi materno Corazón estará con ellos.
Alabados sean los adolescentes y los jóvenes que encuentran en la Comunión a Mi Hijo, porque en el ejemplo de fe ellos abrirán la puerta a los que están perdidos, sin amor y sin protección.
Alabados sean los hogares que día a día se consagran a la Luz victoriosa del Inmaculado Corazón, porque les aseguro que Dios estará presente a través de Mí, para guiarlos en la fe y en la esperanza.
Queridos hijos, hoy Mi aspiración maternal es que todos los hogares alaben al Sagrado Corazón de Jesús; hoy llego hacia ustedes para pedirles oración por las familias del mundo, ya que son pocas las que viven los Mandamientos que les ha dado Mi Hijo.
Hoy también, Mi Corazón se regocija por tanta belleza creada por Dios Creador en esta región del sur de América. Vean, queridos hijos Míos, cómo Dios está recogido en el silencio de todo este bendito lugar.
Por este motivo de alegría y alabanza les pido que, en estos tiempos, se unan como una sola red de oración en toda la Argentina. Les pido por amor a Dios y a todo lo creado por Él, que sean uno en el espíritu, en el corazón y en la consciencia.
Queridos hijos, Dios espera de Argentina el despertar absoluto a la oración y a la conversión de todas aquellas causas que ofenden al Creador. Dios tiene preciosos Designios y Gracias para toda la nación que, por sobre todas las cosas, forma parte del universo de Dios.
Reciban en sus hogares al Espíritu Santo, ábranle la puerta para que como en el Cenáculo de la Virgen María, sus espíritus de amor puedan ser guiados por Sus benditos dones. Cuando se aproxima Mi Corazón a sus vidas, es el Espíritu Santo cultivado en Mi Corazón que se irradia para ayudarlos a dar los pasos en la fe inmaculada en él.
Queridos hijos, que en esta semana sus hogares se consagren al Hogar infinito del Inmaculado Corazón.
Hijos Míos, que la fe siempre los motive a caminar por el sendero de Mi amado Hijo, por el sendero de su conversión.
Agradezco la presencia de todos Mis hijos de la bendita Patagonia, ahora y siempre la Bienaventurada Señora de Guadalupe bendice a los amados remanentes indígenas.
Que la Paz esté con ustedes y con sus familias.
¡Gracias por responder a Mi llamado por la Paz!
María, Reina de la Paz y Madre de la Sagrada Familia
Hijos Míos:
Una vez más, los invito a vivir la simplicidad y la humildad en sus corazones. Yo los llamé hasta este lugar para demostrarles que Mi Presencia está entre las multitudes, pero también está en los hogares, entre las familias más simples y abiertas de corazón.
Yo los traje hasta aquí para colocar, en el interior de sus seres, el espíritu de la humildad y de la simplicidad, para que aprendan de este ejemplo que tienen adelante de sus corazones.
Mis amados, el mundo necesita de corazones más humildes, dispuestos a responder al llamado que viene de los Cielos; necesita de corazones simples que sean capaces de vivir la obediencia, sin que esta sea un martirio en sus vidas.
Mis queridos, en este día, les quiero dejar en sus corazones este llamado a la humildad a través de la fe, de la reverencia y de la fidelidad. Quiero invitarlos a vivir la simplicidad a través de la obediencia, una obediencia que brote del corazón por el simple acto de obedecer a la Voluntad de Dios en todas las cosas y oír con el corazón Su Llamado.
Hoy pueden no comprender lo que les pido, pero si siguen Mis Palabras, encontrarán, sin muchas dificultades, este camino a través del cual Yo los estoy guiando.
Mis amados, llegará el tiempo en el que sus corazones deberán ser plenamente fieles a la voz del corazón, que es un eco de la Voz de Dios dentro de Sus criaturas.
Para llegar a la eternidad, sin entrar por otros caminos que no los conducen a Mi Reino, deberán silenciarse y oír con atención la Voz del Señor que los guía. Ese eco no trae dudas, trae confianza y, a través de esa confianza, deberán atender al Llamado de Dios sin que sea necesario que él se repita.
Hoy, hijos Míos, Mi Voz trae el eco de Dios, repitiéndoles Su Voluntad innumerables veces; pero llegará el día en el que ese llamado ya no se repetirá, y los que puedan oírlo deberán obedecer con fidelidad y sin demora.
Mis amados, espero, a partir de Mi Corazón Inmaculado, que puedan comprender lo que hoy les pido; que la humildad y la simplicidad en las pequeñas cosas los lleven a trazar los grandes acontecimientos de sus vidas.
Yo vengo como Madre y Auxiliadora para guiar a sus corazones y a sus espíritus. Oigan Mis Palabras con amor, estudien lo que les dije a lo largo de estos años y al menos intenten practicar lo que les indico. Mi intercesión llegará a los que Me dicen sí y dan los primeros pasos para responder a Mi llamado.
Les agradezco por estar hoy Conmigo.
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos Míos y peregrinos del Inmaculado Corazón de María:
Los Cielos del Padre, los Ejércitos Angélicos y Arcangélicos celebran este día de aniversario de una de Mis servidoras en la Tierra: Madre Shimani. Y hoy es el día de declararles que la Bienaventurada siempre Virgen María realizará Apariciones extraordinarias en los aniversarios de los tres videntes.
Este momento, de Aparición especial en un día de aniversario, tiene un objetivo espiritual de agradecimiento, porque los videntes han respondido al llamado de la Reina de la Paz. Principalmente Mis Apariciones extraordinarias, en días de aniversario, renuevan el compromiso divino y universal en las consciencias que Yo he escogido en el nombre del Señor y en el nombre de Mi Hijo.
Por esto hoy invito a todos los peregrinos a reverenciar y a agradecer que siervos Míos, como los videntes en las diferentes épocas donde sucedieron Mis Apariciones, hayan respondido por amor al Plan de Dios.
Queridos hijos, aquel que tiene la Gracia de verme, sentirme, escucharme durante tanto tiempo, es el alma que más necesita de redención y, así, en el amor, ella sirve al Altísimo permitiendo que los planes del Universo se vuelvan a cumplir en la Tierra como en el Cielo.
Un misterio infinito de amor está guardado en Mi Corazón y en el corazón de todos los videntes que, a lo largo de los siglos, Mi Corazón Inmaculado ha irradiado para todos ellos.
Este misterio es el Amor Infinito de Dios, el amor por Jesús Resucitado y Misericordioso. Esto es lo que aprenden los videntes, a vivir de un amor desconocido, de un amor divino y el sacrificio de ellos es tener fe absoluta en el Amor de Dios y en todos los llamados que escuchan del Cielo.
Hijos Míos, hoy les revelo todas estas reflexiones para que vuestros corazones no pierdan el verdadero sentido de la tarea que Mi Consciencia Maternal cumple, a través de los instrumentos imperfectos que Yo escojo para Mi Hijo.
Que hoy puedan rescatar cuán simple es responder al santo llamado de la Madre Universal y con qué simplicidad Yo Me presento día a día a ustedes para despertarlos a la conversión y al perdón de Dios.
A través de las Apariciones extraordinarias en los aniversarios de los videntes, todas las almas que corresponden al ciclo de las Apariciones de la época, y que están amorosamente relacionadas con la tarea de cada vidente, reciben por medio de estos instrumentos una Gracia especial que se cultiva en el corazón.
Entonces, queridos hijos, que ustedes puedan unirse hoy a este encuentro Conmigo, porque una vez más les derramo Mis Gracias. Que ustedes puedan llevar todo Mi Amor Inmaculado en vuestros corazones y que lo difundan como un amor curador para las almas más sedientas. Si en verdad supieran cuánto Yo los amo y cuánto les he dado a lo largo del tiempo, vuestras almas vivirían en gozo y alabanza eterna ante Dios Padre.
Que estos momentos de unión con Mi Corazón Materno, les abra la puerta para vuestra redención.
Bendiciones maternales para este día de aniversario de Madre Shimani y que, los que aún no nacieron, puedan encontrar el nacimiento de la luz y de la salvación.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado!
Paz para todos,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Amados hijos de Mi Corazón, renueven hoy vuestros corazones en este ciclo que se inicia para que, mediante Mi presencia Maternal y Celestial, ellos puedan dar un paso más en el camino de la consagración.
Hijos Míos, espero de este ciclo, un ciclo de Gloria, de Paz y de crecimiento para vuestras almas. Contemplen en vuestros pequeños corazones la importancia de hacer una oferta sincera al Señor en este día para que Él, a través de Sus Intercesores, siempre pueda ayudarlos.
Mi Corazón aspira a que, en este ciclo, Mis hijos contemplen lo imposible, pues ya es tiempo de que todo aquello que sería impensable se manifieste.
Es tiempo, hijos Míos, de transformar todo aquello que jamás pudieron transformar. Es tiempo de manifestar lo que jamás pensarían manifestar. Es tiempo de confiar plenamente en Mi Corazón y no dudar ni por un solo instante de este Poder Misericordioso que viene del Cielo en auxilio de vuestros corazones.
Confíen en el impulso que hoy les traigo, para que esta Fuente de Paz Celestial ingrese en todos los espacios que Ella necesita y que nada esté sin ser contemplado.
Hijos Míos, para que la Fuente Prodigiosa de Dios sea una realidad en vuestras vidas, necesito que jamás pierdan la Fe y la Voluntad de seguir adelante. Vuestros corazones deben estar, en este tiempo, más fortalecidos que nunca, pues fue para este momento que ustedes se prepararon durante tanto tiempo.
Confíen en quien los guía, confíen en lo que aprendieron, confíen también en el potencial oculto de vuestros corazones y uniendo a todos estos atributos de vuestras almas, hagan una oferta sincera de lo que realmente son, para entregarlo sin miedo y sin demora a los pies del Creador. Con la oferta de vuestras vidas, Él construirá un nuevo ser, un nuevo corazón, una nueva semilla que dará una nueva vida.
Estén entonces dispuestos, Mis amados, a vivir la transformación para llegar a aquello que el Señor espera de cada uno de ustedes.
No se desanimen, no bajen los brazos, este es el momento de persistir y de fortalecerse, sobre todo en la oración, para que cuando llegue el verdadero viento de la transformación, este no los derrumbe.
Hijos Míos, cuenten con Mi auxilio y con Mi presencia al lado de vuestros corazones.
Alegren vuestros espíritus, hoy es el día de renovarse en el Espíritu de Dios.
Yo los bendigo y los amo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mis amados hijos:
Llego hoy con Mi Amor Maternal a cubrir vuestros corazones de paz y de protección.
Cuando el Padre elige a Sus Hijos para tareas conscientes de Su Plan, busca en ellos fidelidad, amor y fe en Su Voluntad. Esta es la base de la alianza perpetua de una consciencia con el Supremo Dios.
El Padre no nos pide grandes cosas, solo que lo amemos y permitamos que Él pueda, a través de Sus Hijos, realizar Sus Obras de Amor y Misericordia. Es así que manifiesta Su Amor, Su Sabiduría y Su Voluntad para el mundo.
Cada vez que un hijo suyo se permite ser un instrumento de Dios, el universo se expande en Gloria y los Cielos descienden sobre los mundos y sus criaturas.
Para ser un instrumento de Dios, hay que confiar en Su Bendito Amor y saber que en Él todo es posible. Cada vez que una pequeña criatura se abre en confianza al Creador, todo lo que está diseñado en los Cielos desciende a la Tierra.
Cada vez que ese hijo o esa hija hace un voto de entrega y confía en el Amado Padre, una puerta se abre y nos muestra otros espacios, donde existen otras entregas, más profundas aún, y aumenta la confianza en Sus Designios.
Hoy comienza otra etapa en la vida de uno de Mis hijos, en donde otras puertas se abrirán, compromisos más amplios vendrán, que demandarán de Mis pequeñas almas una confianza más profunda aún de la que ya sienten.
Nada habrá que temer, porque la experiencia de amar a Dios por sobre todas las cosas y vivir para servirlo no es una experiencia que muchos se animan a vivir. Por eso nuestro Padre observa, vigila y cuida con todo Su Amor a aquellos que le entregan su vida.
Hoy los animo a que den un paso más en la consagración. El Padre los espera y la necesidad de esta humanidad también.
Largo tiempo ha pasado ya y muchas han sido las experiencias de amor, fe y servicio que han vivido. Hoy frente a ustedes se encuentra la gran entrega, aquella que abrazarán con total confianza en los planes del Creador.
Sean bienaventurados e impulsen a la humanidad hacia una realidad diferente, plena de amor y de paz.
Gracias por estar hoy Conmigo.
Los amo y los bendigo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Bendito y alabado ser nuestro Señor, Cristo Jesús.
Mis amados hijos:
Mi Consciencia de Amor ingresa al Reino de Aurora para traerles consuelo y aliento para seguir adelante. Ardua es la tarea a la que se han ofertado, pero más intenso aún es el amor que el Cielo les envía para sostenerlos.
No bajen los brazos, hijos queridos, porque están aprendiendo del sacrificio mayor, aquel que se experimenta cuando el ser ya no tiene de dónde sacar fuerzas para responder al llamado del prójimo, que es el llamado de Dios, e igualmente entrega sus reservas y también lo que queda cuando ellas ya no están. Lo entrega todo.
En Mis brazos y en el Corazón del Redentor descansarán y se nutrirán para seguir adelante, porque en Nosotros siempre encontrarán una Fuente de Vida.
Estén firmes, que vuestra Madre Celestial camina a vuestro lado. Siempre estoy aquí para auxiliarlos. Adelante, Mis amados, Dios los observa con infinito amor.
Sean agradecidos siempre por esta oportunidad única de servir plenamente a Dios.
Los amo y los bendigo.
Gracias por estar siempre Conmigo como hoy.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mis amados y pequeños hijos:
Hoy quiero dejarles una instrucción de amor, para que puedan comprender mejor cómo el Plan de Amor de Dios para Sus Hijos de la Tierra deberá cumplirse en estos tiempos.
Cada criatura en este mundo, antes de llegar, acordó con el Supremo Dios una tarea que cumpliría por amor a Él, mientras estuviera en la Tierra.
Cada uno de ustedes es una pieza perfecta del puzle que Dios ha creado, donde todas las maravillas del Cielo se reflejarían en la Tierra. Cada vez que alguno de ustedes se olvida de ese acuerdo de amor que hizo con Dios Creador, se pierde ese Amor que Él derramaría sobre este planeta a través de uno de Sus Hijos.
También ese hijo, al no permitir que ese Amor lo nutra, va secándose como una planta que no recibe agua ni la luz del sol.
Hoy son muchos los hijos que se han olvidado de la tarea de amor que en acuerdo de Gloria, realizaron con el Creador. Hoy el planeta no recibe esa dádiva de amor que lo nutre y le da la vida, y minuto a minuto se seca más y más.
Amados hijos de esta humanidad:
Yo vengo a ustedes para que sus esencias vuelvan a conectarse con esa Fuente de Amor Divino que les da la vida como seres y como parte de este amado planeta sagrado que, casi sin vida espiritual, desfallece intentando sobrevivir.
Por eso Mi Hijo retorna, porque ya una vez Él ofreció Su vida para que la Fuente de Amor Universal nutriera nuevamente la vida de esta humanidad y de este mundo.
Él retorna para que Sus Compañeros, de la misma manera que Él lo hizo, terminen de conectar la consciencia de la humanidad a la Fuente Divina del Amor del Supremo Dios.
Amado hijo, amada hija, que hoy escuchen Mis palabras de amor maternal:
Ha llegado la hora de que, como apóstoles de la Misericordia del Redentor, abran definitivamente la puerta de vuestro templo interior, para que a través de la sincera donación de vuestras vidas al Creador, el Amor Divino de Dios Padre descienda a través de ustedes y nutra a este mundo en redención.
Es ahora, amado hijo, amada hija, que vuestra voluntad deberá ofrecerse al Reino de los Cielos, para que en el Corazón del Creador se convierta en la fuerza espiritual que los impulsará hacia el cumplimiento de vuestra tarea de amor.
Y así, la Voluntad del Supremo, que es todo Amor y todo Poder, se cumplirá en los Cielos como en la Tierra.
Sientan..., sientan la Gloria que desciende desde los Cielos. Es el Creador que los espera.
Los amo y los bendigo.
Gracias por estar hoy Conmigo.
María, Madre de Dios y de todas las criaturas
Hijos queridos:
Con profunda alegría en Mi Corazón de Madre, Me aproximo hoy a vuestros corazones en este hogar sagrado, donde Mi Espíritu tiene eterna morada.
Quiero hoy aproximarme a vuestros corazones para transmitirles Mi Paz, Mi Misericordia y la Redención para vuestras almas.
Hijos Míos, como Sierva Bendita de Dios, vengo a responder un pedido del Padre que Me envía para formar en el Amor a todos Sus hijos.
El Señor espera en este día que vuestros corazones sean impregnados por la gratitud. Una gratitud que trascienda los obstáculos de la vida y que coloque a vuestras consciencias dirigidas solamente a Dios, para alabarlo perpetuamente por todo lo que reciben en vida.
Amados hijos, sean infinitamente agradecidos al Señor pues Él les ofreció como Casa la Fuente de la Misericordia. Mediante la verdadera devoción de vuestros corazones esta Misericordia se irradia al mundo y, de esta forma, están perpetuamente impregnados por Ella.
Sean agradecidos como jamás lo fueron, porque el Rey del Universo les habla día a día.
Sean agradecidos porque el Espíritu Santo de Dios colma vuestras vidas.
Sean agradecidos porque recibieron del Señor el permiso para estar tan próximos a Su más fiel Sierva y, de esta forma, recibir en vuestros corazones una Paz que ya no existe en el mundo.
Mis amados, despierten hoy a la vida en gratitud, pues existen muchos en el mundo que son agradecidos por lo poco que reciben y no se apegan al sufrimiento en que viven. Y ustedes, hijos Míos, pueden oír Mis palabras y sentir Mi Corazón.
Vuestros pequeños seres tienen delante de sí la oportunidad de redimir definitivamente la vida y de consagrar eternamente sus corazones a Dios y eso es lo que el Señor espera de aquellos que algún día escucharon a Sus Mensajeros Celestiales.
Porque, hijos Míos, la Palabra de un Mensajero de Dios jamás es emitida en vano. El Poder del Verbo que les habla viene para curar definitivamente al mundo y a todas las criaturas que habitan en él.
Por eso hoy solo les pido que sean capaces de oír cada una de estas palabras con el corazón y que mediten profundamente en todo lo que tienen la oportunidad de vivir, en cualquier parte del mundo, para que aprendan a ser verdaderamente agradecidos y a valorar con el corazón y con el espíritu todo lo que Dios les ofrece.
Hijos Míos, digo esto a todos los que Me escuchan, porque la razón de que Mis palabras y las palabras de Mi Hijo lleguen a vuestras vidas significa que vuestros corazones tienen un compromiso con Dios, compromiso que vuestras almas no pueden negar y que vuestros corazones deben ansiar responder.
Les agradezco, Mis amados, mediten en Mis palabras con la verdad del corazón.
Los amo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
En alegría hoy los coloco nuevamente en Mis brazos para poder contemplar el amor victorioso que Jesús depositó en vuestros corazones.
Queridos hijos, Mi tarea maternal está viviendo grandes pasos y esto es posible por la sincera colaboración de los hijos consagrados a Mi Inmaculado Corazón. En este día, hijos Míos, les anuncio que el portal de Voz y Eco de la Madre Divina ha dado sus verdaderos frutos para la conversión, el perdón, la reconciliación y la paz en todas las consciencias.
Queridos hijos, hoy les anuncio que a través del primer llamado que ustedes han respondido a Mi Obra Corredentora de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, los dones de Mi Espíritu han podido tocar a las esencias sufrientes y solitarias, como a las familias que estaban separadas y a los hijos perdidos.
Hijos Míos, hoy los invito a contemplar los méritos celestiales que se han manifestado por medio del portal de Mi Voz y de Mi Eco; por este motivo bendigo y agradezco a todos los misioneros de la Madre Divina, porque ellos han sostenido la antorcha de luz de María y de Su Hijo Jesús durante todos estos meses. Así podrán ver, Mis queridos, que Mi Corazón de Madre no los ha dejado solos y que nuevos caminos fueron abiertos para consciencias que estaban en graves faltas.
Por medio de la perseverancia y de la esperanza en responder a Mis pedidos, Yo he visto que vuestras vidas me han dado lo mejor y lo verdadero, por eso hoy los invito a renovarse a través de Mi Corazón. El Señor contempla el esfuerzo de Sus pequeñas criaturas, de Sus queridos hijos; deben percibir que Mi Obra se ha logrado expandir en el corazón de muchos peregrinos y se seguirá ampliando cuando ustedes continúen unidos a Mí en el rescate de las esencias que duermen en las realidades del mundo.
Queridos hijos, han recibido mes a mes, momento a momento, un pedacito de Mi Reino en vuestros corazones. Hoy, como Madre, les agradezco y los bendigo, en la esperanza de que adquieran fuerzas de amor suficientemente grandes para que, a través de ustedes, muchos corazones más puedan despertar.
Hijos Míos, estoy caminando a vuestro lado para mostrarles la senda directa hacia el Corazón de Mi Hijo. Quiero anunciarles con reverencia y amor, que durante los meses de Junio y Julio de 2013, todos Mis peregrinos podrán continuar acompañando Mis Apariciones por este medio de comunicación en redención (Internet). Esto ayudará, queridos Míos, a que Mis pequeños hijos no pierdan la unión Conmigo durante estos dos meses de Junio y Julio de 2013, sino que se mantengan cada vez más unidos a Mi Corazón de Amor.
Amados hijos, hoy los dejo próximos a Jesús, el Redentor; vean como han dado los pasos hacia Mi Hijo, porque vuestra Madre los acompaña.
Les agradezco por responder a Mi llamado por la Paz.
¡Gracias queridos hijos, por cuanto me han dado hoy!
Oremos por la Paz,
María, Madre y Reina de la Paz
En la Rosa que emana de Mi Corazón, Dios ha depositado el secreto de la pureza y la consagración a lo Divino.
A través de ella, traigo al mundo esa experiencia celestial, vivida por Mí desde Mi concepción en el Corazón de Dios.
Esa Rosa simboliza el aspecto puro de la Creación, que el Creador depositó en Su sierva Fiel, para que la humanidad tuviera en su consciencia colectiva esa molécula de pureza virginal.
Hoy quiero dejar en vuestros corazones, amados hijos, esta experiencia celestial, para que todos sepan que en el corazón de la humanidad se encuentra dormida esa pureza virginal, creada por Dios con el más puro Amor de Su Corazón.
Cada vez que alguno de Mis hijos toma contacto espiritual con Mi Rosa de Luz, a través de la oración sincera del corazón, una gota de esa pureza virginal ingresa en el océano de la consciencia humana.
Gota a gota, por medio de la oración sincera de los devotos de Mi Rosa Mística, Yo transformaré ese océano que, mediante la luz de la Rosa de la Divina Pureza Virginal, se irá convirtiendo en el alimento puro que transforme a la humanidad que está perdida.
Por eso, hijos Míos, los llamo soldados de Mi Rosa de la Luz Pura de Dios, para que oremos en unión a este símbolo de pureza virginal y, con cada oración, permitamos que gota a gota ese océano se transforme en luz.
La humanidad necesita de todos los códigos luminosos que desde el Creador lleguen a través de Sus Mensajeros Divinos. Por eso, mediante la manifestación de la Divina Concepción de la Trinidad y Su imagen de la Madre Cristal, como la han nombrado Mis ángeles, quiero que Mis soldados difundan esta oración:
Pureza infinita de Dios,
llega a mi corazón
a través de esta sincera y humilde oración.
Pureza infinita de Dios,
convierte mi vida en devoción.
Pureza infinita de Dios,
que a través del Inmaculado Corazón de María
mi alma se transforme
en pureza y amor.
Amén
Gracias por estar hoy conmigo.
María, la Madre Cristal de Pureza Virginal
Bienvenidos a Mi regazo de amor.
Mi Amor Maternal los cubre para que vuestros seres sean protegidos de todo mal.
Alabado sea Jesús en vuestras vidas.
Queridos hijos:
Hoy vengo hasta ustedes para nombrarlos Embajadores de la Paz y de la Misericordia de Mi Hijo, ante todas las naciones del mundo.
Mis soldados marianos, aquellos que no tienen miedo de morir a sí mismos y trascenderse por completo bajo Mi Amor y Mi Guía, serán los embajadores de Mi Reino en este mundo.
A ellos los invito a estar diariamente unidos a Mi Corazón Inmaculado para concretar, en cada uno de sus corazones, la Misión Mariana Universal que sellaré en ellos.
Esa Misión Mariana Universal llevará adelante la oración perpetua como estandarte y la Luz Divina del Reino de Dios como fruto del esfuerzo y la entrega.
Quiero que estos soldados marianos, que serán pequeñas células de Mi Inmaculado Corazón, sepan que estarán indivisiblemente unidos a Mí y que Mi presencia maternal los guiará siempre.
En cada corazón colocaré una molécula de Mi Pureza Virginal, aquella que les dará la posibilidad de vivir la pureza del corazón y llevar esa pureza a donde vayan.
Cuento con esos soldados marianos para que, a través de la oración del corazón, enseñen a sus hermanos a orar Conmigo como ellos aprendieron; formen nuevos grupos de orantes que se unan al ejército mariano de Luz, para así asistir a esta humanidad dormida y llena de dolor.
Los aguardo a todos ustedes, Mis amados hijos, para que esta Misión Mariana Universal llegue hasta los rincones más lejanos del planeta.
Anímense, hijos Míos, a entregarse por entero a la tarea que les propone la Virgen María, Madre de todas las criaturas.
Los espero a todos en Mi corazón Inmaculado.
Gracias por estar hoy Conmigo.
María, Madre de Dios y Madre de todos
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más