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Queridos hijos,
Para consagrar a América a Mi Inmaculado Corazón, necesito del esfuerzo y del despertar definitivo de todos Mis Soldados.
No todas las naciones están dispuestas espiritualmente a recibirme, porque el espíritu de la ilusión y del adormecimiento envuelven a las criaturas en placeres y falsas búsquedas espirituales, que no existen en beneficio de la evolución del planeta, sino del bienestar material de los individuos.
Hoy, Mis amados, el Creador los llama a una vida espiritual que trasciende el bienestar material y, muchas veces, no lo incluye, porque Él está intentando despertarlos a la actual situación planetaria, en la que el desequilibrio se convirtió en una ley, y la paz, una excepción en el corazón de pocos.
Hoy, hijos, el Creador los llama al sacrificio y al esfuerzo permanente, porque no todos los que se comprometieron con Sus Planes en el principio están respondiendo a Su Llamado.
Existen muchas naciones que dependerán del equilibrio generado por otras para no desaparecer, porque la consciencia de esas naciones, como un todo, decidió permanecer en la oscuridad.
Mis amados, comprendan que lo que vengo a ofrecerles no es sufrimiento, pues este es fruto del desequilibrio humano y de las acciones de las fuerzas del caos. Lo que les ofrezco es sacrificio, un acto de hacer no solo su parte, sino también un poco más en nombre de los que no respondieron.
El sufrimiento es fruto de la ilusión, es algo de lo que se valen aquellas fuerzas que los quieren dejar adormecidos y presos en sí mismos y en sus propios dolores. El sacrificio está pleno de Dios, porque el alma se dispone a servir conscientemente para generar el correcto equilibrio e, incluso, aliviar el dolor de los que sufren.
Hijos, vengo para pedirles una vez más que oren Conmigo y que escuchen Mi llamado. Vengo para pedirles que oren por América y que lo hagan por todos los que están en la perdición y en el engaño.
En este momento, aquellos que se dispongan a caminar verdaderamente a Mi lado están cargando un peso que, muchas veces, supera el sacrificio que les correspondía vivir. Y no es la Voluntad de Dios, hijos, que el desequilibrio también esté presente entre los Suyos, por el hecho de que no todos estén respondiendo correctamente.
Es necesario que, entre los soldados del Creador, haya una entrega equitativa y equilibrada, para que el peso del desequilibrio humano no sea sustentado por unos pocos.
Mis amados, mediten en lo que les digo y busquen en sus vidas el equilibrio correcto. Si aún no entregaron de sí lo que les corresponde o si aún no responden a Mi llamado como deberían, revisen sus vidas y dispónganse a comenzar de nuevo.
Por el equilibrio en la humanidad y en los servidores de Dios, les pido estas cosas.
Bendigo hoy a Mi pequeño hijo que, para responder a Mi Llamado, intenta vencerse a sí mismo todos los días.
Hoy, no solamente les pediré que oren por Mis videntes, sino también les pediré que actúen junto con ellos por la institución de un nuevo mundo pleno de paz. Pediré que luchen junto con ellos por la consagración de América a Mi Inmaculado Corazón y que, para eso, tomen sus rosarios y oren, oren y no se olviden de responder a Mi llamado.
Los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de América
Queridos hijos:
Quien vive para Dios y trabaja amorosamente para Él, se olvida de todo tipo de resultados y ama profundamente lo desconocido, sin saber si algún día recibirá una respuesta.
Por eso, los verdaderos misioneros son muy pocos en este tiempo. Pero el alma que se anima a cruzar el umbral hacia el cumplimiento de la Voluntad del Padre recibirá todo lo que necesite para cumplir con su tarea.
Cuando la consciencia tarda en responder o demora en hacerlo por los asuntos comunes de la vida, la Gracia de Dios recibe el llamado interior de esa alma que no puede actuar libremente. En ese momento, hijos, se genera entre el alma y el universo una respuesta tardía, y el propio universo deberá esperar un nuevo ciclo para poder enviar de alguna forma el mensaje o la instrucción a esa consciencia.
Por el contrario, cuando el alma, ciegamente y sin preconceptos ni ideas, se adhiere espiritualmente a la Voluntad de Dios sin que nada la detenga, todo el universo que rodea a esa alma se vuelve dinámico e invencible porque existe una perfecta relación entre esa alma y el fluir continuo del universo.
En este tiempo, responder a la Voluntad de Dios significa para la humanidad no tener límites ni imponer nada, porque este es el momento de la prueba de fe y de absoluta confianza en que todo lo que se debe cumplir está dentro de la vida y del corazón de cada ser humano.
En esta hora definitiva, por sus acciones las almas definirán todas las cosas, aun su propio destino espiritual.
Al estar presente el universo infinito de la dualidad, las almas pueden escoger qué camino seguir y qué experiencia realizar sin sentirse atadas a nada. Todo lo que suceda después será el resultado de una verdadera elección. Por eso, el llamado del universo desciende para que los ojos del alma estén abiertos y no pierdan la consciencia y la oportunidad de servir y transformarse.
Sabemos, como sus Mensajeros, que cada alma está en una escuela diferente. El universo espera que todos, algún día alcancen el despertar y cumplan la misión que Mi Hijo les encomendó en el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!,
En oración por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Vengo como la nueva y esperada Aurora, para encender nuevamente los corazones de aquellos que se olvidaron de Dios.
Vengo a traer la cura y la redención para aquellos que se dejaron influenciar por Mi adversario y se perdieron del camino que el Creador trazó para sus vidas.
Yo vengo, Mis pequeños, para restablecer Mi Reinado en los corazones de los que se comprometieron Conmigo y para renovarlos a través de Mi presencia.
Traigo en Mis brazos todas las Gracias del Reino de Dios. Traigo en Mi Verbo la Voluntad Celestial. Para recibir estas Gracias, apenas es necesario que abran sus corazones. Para reconocer esa Voluntad Divina, solo es necesario escucharme y seguirme con atención.
Vengo para recordarles lo sagrado que existe en el suelo que pisan y decirles, hijos, que de la Nueva Aurora surgirá la Luz para disipar la oscuridad del mundo y la oscuridad de los corazones de los hombres.
Vengo para despertarlos, porque no solo los llamo a acudir a Mi Centro Mariano para que sientan paz en sus corazones, los llamo para que, en nombre de la humanidad, digan “sí” al Poder de Liberación que Dios quiere enviar a este mundo tan repleto de atavismos.
Los llamo para que, en nombre de sus hermanos, acepten recibir la cura que el Creador les ofrece a través del Reino de Aurora y no permitan que ese manantial, que no proviene de este mundo, se cierre por la ingratitud y por la indiferencia de los seres.
Hijos amados, los llamo a despertar a la realidad espiritual, porque muchos aún tienen sus prioridades en la propia vida material y no descubrieron que la mayor necesidad de estos tiempos no se encuentra en la propia vida, sino en la consciencia planetaria.
Yo los convoqué desde el principio para ser Mis soldados, aquellos que se trascienden a sí mismos y a sus propios planes, para servir a un Plan Mayor y para que sean instrumentos de Dios.
El Reino de Aurora, hijos, así como todos los lugares sagrados que aún habitan los niveles sublimes de consciencia, surgirá para ser la base de una nueva vida en el planeta; y necesita del esfuerzo, del empeño y del sacrificio de todos, para que pueda vencer todos los obstáculos que impone el enemigo y así cumplir con este Propósito divino.
Hoy, hijos, Yo los llamaré a dejar de lado el sentimiento de patriotismo y apego a sus propias naciones o a sus propios grupos, para que vivan en el espíritu de la unidad y sientan que Dios no crea divisiones en Su Plan, mas contempla una Obra única, de la cual todos forman parte.
Yo les demuestro y les demostraré todos los días que no existen preferencias para el Creador; lo que existen son prioridades y urgencias, que no son solo físicas, sino sobre todo espirituales.
Si responden con consciencia, con amor y en espíritu de unidad a los Llamados de Dios, comprenderán la esencia de Su Amor y de Su Plan sagrado.
Los tiempos actuales, Mis amados, exigirán un esfuerzo redoblado por parte de todos. Tan solo les pediré que se unan a Mi Corazón y a los corazones de aquellos que representan esta Obra en el mundo y que vivan en el espíritu de la unidad, de la fraternidad y de la confianza, sin dejar espacio en sus mentes y en sus corazones para las dudas y juicios del enemigo.
Les pido, Mis amados, que en este día se unan de corazón a la instructora que les envié a la Tierra. Pido que confíen en su guía, como confían en Mi Corazón, porque esa confianza la tornará cada vez más fiel a Dios, así como Yo lo soy.
La unidad y el amor entre ustedes son lo que construirá la fortaleza de esta Obra divina
Los amo y les dejo Mi Paz.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Cuando sus vidas forman otra vida, queridos hijos, como lo dice la canción del “Ave María”, es verdad que sus consciencias son llevadas por Mi divina Luz a desprenderse del pasado, del error y del pecado. Por eso Mi tarea maternal con ustedes es formar, a partir de sus vidas presentes, futuras vidas en redención y en paz.
Hijos Míos, ustedes irán conociendo la llamada condición humana, que en verdad es lo que ha llevado a las almas a ingresar en el camino de la perdición y a alejarse del Amor de Dios, al perder de vista la Voluntad Divina.
En este tiempo de purificación para todos, verán cosas de ustedes mismos que antes no conocían o no querían ver, lo que llamo actitudes humanas, que en ciertos casos o en ciertas almas hacen retroceder su proceso de evolución y de mayor despertar.
Vivir para Dios no significa solamente estar en Él y recordarlo todo el tiempo, sino que requiere en este momento de una verdadera definición interior de qué camino escoger. Por eso Mi Inmaculado Corazón se ofrece como mediador e intercesor entre sus almas y Dios, para que Mi Amor materno actúe y abra las puertas hacia nuevas y renovadas oportunidades.
Todo es concedido, queridos hijos, por el estado perpetuo de Mi Gracia para con la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los guía siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En Mi Gloria hoy está el mundo sufriente y mezquino, porque a través de Mi Poder, todo se hace posible cuando los corazones se congregan a través de Mi Luz para adorarme.
Ciento cuarenta y cinco ángeles están hoy aquí Conmigo, en representación de todas las huestes de Luz del Padre Celestial y de los Padres Creadores, para dar comienzo a esta ceremonia sagrada durante siete días consecutivos.
Caminen a Mi lado, viviendo Mi Pasión, cada paso y cada hecho, cada momento y cada historia que fue escrita por Mí en este planeta y en su registro sagrado, en los libros del Cielo y de todo el Universo[1].
Este es el Libro de la Sabiduría de Dios, de las claves sagradas del Padre, que decretan desde el principio del Génesis el surgimiento de la Nueva Humanidad. Recuerden: Yo Soy el Alfa y el Omega, el que dio el primer impulso al mundo, y también soy el que dará el último, cuando retorne en Gloria a Su casa.
En este Libro está escrito la idea principal de Dios, lo que los corazones deben conocer para cumplir la Voluntad del Padre. Aquí está escrita su historia y Mi historia, Mi historia con ustedes en Tierra Santa.
Recuerden, compañeros, quiénes fueron en ese momento; no para vanagloriarse, sino para despertar al compromiso que olvidaron y que hoy vengo a renovar para todos en este lugar, porque en Aurora ya fue renovado. Y ahora ustedes tienen esta gracia de complacer Mi Corazón y de vivificarme a través de este encuentro sagrado durante siete días.
En este Libro está escrito lo que ustedes deben hacer, lo que Mi Padre espera de ustedes.
En este Libro está registrado el momento de su paso, así como está registrado en Mi Corazón Misericordioso, que se abre como una Fuente de Luz para todas las almas que aspiran verdaderamente curar su pasado y renovar sus espíritus en Mi Nombre Santo.
Y cada uno de los ángeles presentes, de los ciento cuarenta y cinco ángeles, guardan la voluntad en sus corazones para cada uno de ustedes, que es la Voluntad de Adonai, del Eterno, del Infinito.
Y este primer paso deben darlo los consagrados, porque como consecuencia, las almas se animarán a dar el paso en confianza a Mi Corazón y a Mis designios celestiales.
Quiero que honren al Dios Todopoderoso, que es el Rey verdadero de todas las cosas desde el principio.
Yo Soy parte de su Dios y de Su Magnificencia.
Yo Soy parte Su Omnipresencia y de Su Omnipotencia.
Honren junto a los ángeles la Presencia del Padre Eterno y de Su Gracia infinita manifestada a través de Su Hijo Amado.
Que canten los coros del Cielo y también canten los coros de la Tierra a través de los corazones abiertos a escuchar este llamado.
¡Aleluya, aleluya! Su hora de dar el paso está próxima.
Así como lo hizo Su Hijo Amado, lo deberán hacer ustedes en esta hora aguda del planeta, cada uno en su grado de amor y de evolución.
Abramos las puertas de los Cielos en este encuentro sagrado a través de Mi Corazón Glorificado.
Que se encienda el incienso y que se escuchen la voces, porque bendeciremos este altar para que él sea digno de recibir las Gracias del Hijo Primogénito, de su amado Pastor y Señor.
Cantaremos a pedido de Cristo, en Su Presencia, el Kodoish melódico, para honrar junto a los ángeles del Cielo al Padre Celestial.
Kodoish, Kodoish, Kodoish...
Ahora, compañeros, que sus corazones están limpios y sus almas están bendecidas por Mi Espíritu, ingresarán Conmigo por el Gran Portal de la Paz, para que Dios en Su Gloria, pueda derramar Sus Gracias sobre Sus hijos y todas las criaturas de este Universo, que también se congregan para este momento en alabanza y adoración y en acción de gracias por todo lo recibido; en donde Mi Misericordia pudo aplacar la Justicia para que ustedes pudieran estar aquí, en nombre de toda la humanidad y recibir también de Mi Corazón todo el Amor del Universo; amor que recibe el Universo también de ustedes en cada oración pronunciada, en cada Comunión realizada, en cada servicio entregado para aliviar el sufrimiento del mundo.
Hoy haremos una acción de Gracias especial y escogeré a catorce consciencias, a catorce almas entre todas las presentes, para que en acción de Gracias realicen una penitencia para el Maestro del Amor, por todo lo que lo ofenden y lo han ofendido y para que una vez más triunfe Su Misericordia en el mundo entero.
Esta acción de Gracias y esta penitencia significará, hijos Míos, siervos de Mi Padre, que los catorce a los que Yo escogeré, en nombre de todos, serán ungidos en su pie izquierdo, que representa la resignación ante el Padre Universal y ante Su Ley, para que en nombre de ustedes, de sus familias y de la humanidad entera, Yo pueda impartir en esta tarde una expiación que liberará a los corazones amarrados por las fuerzas del mal y perdidos por las tinieblas de Mi adversario.
Porque hoy establezco aquí Mi Luz, presente hasta el fin de los tiempos, para quien la pueda reconocer más allá de las apariencias y de las formas.
Aquel que pueda ver Mi Luz hasta el fin de los días será dichoso y bendito y Yo lo coronaré con Mi Gloria, para que esté sentado a Mis Pies en el Paraíso, junto a los ángeles y arcángeles, alabando al Creador por toda la eternidad.
Invoquen internamente la presencia de sus ángeles, porque ellos esperan por su respuesta y convocatoria, para que las obras del Señor sean realizadas por sus principios ultraterrestres, cumpliendo así la Voluntad de Adonai en las criaturas que se abren para reconocer esa Sagrada Presencia Divina.
Oración al Ángel de la Guarda...
No Me iré hasta que haya nombrado a las catorce consciencias que un sacerdote bendecirá para la liberación del mundo y para la paz en toda la Tierra.
Mientras los ángeles adoran la Presencia del Hijo de Dios, tráiganme aquí la Santa Custodia, para que ella simbolice el principio y el fin de un ciclo en el planeta para esta Sagrada Semana de amor y redención para los corazones del mundo.
El Santísimo representa para ustedes, compañeros, la sagrada expiación que irradia Mi Glorificado Corazón cada vez que lo miran con devoción y humildad, buscando la Caridad de Mi Espíritu, el Amor de Mi Alma, que está presente en la Eucaristía expuesta en el Santísimo Sacramento del altar.
No tengan expectativas por ser escogidos.
Busquen renunciar por Mí, al menos por una vez.
Sean misericordiosos de corazón y dejen que los que más necesitan reciban la Gracia, la misma que hoy derramo sobre todos ustedes.
Todos son importantes para Mí, todos pueden ser perlas preciosas en el Reino de Mi Corazón.
No se alejen de Mi Gloria.
Mientras espero el Santísimo contemplen Mi Corazón, que es poderosamente invisible para todos.
Contemplen en adoración a Mi Espíritu, que los abraza para renovarlos y que los absuelve para perdonarlos por toda acción errada, para que así conozcan Mi Amor soberano.
Dios se expresa a través de este santo Misterio para que las almas reconozcan Su Voluntad y la presencia de Su Amor.
Padre Nuestro en arameo...
[1] Jesús está mostrando un libro abierto.
Queridos hijos Míos:
En esta etapa de la misión humanitaria en Turquía, en donde los dolores internos y los sufrimientos más profundos de las almas son conocidos por ustedes, es momento de llevar toda su experiencia misionera al corazón, y así confirmar dentro de cada uno que es real y verdadera la presencia del Cristo sufriente en los semejantes.
Queridos hijos, Mi Hijo también se muestra en esos rostros hermanos que han vivido barbaridades y pruebas que los llevaron al exilio de sus países de origen.
Hijos Míos, en esta etapa de la misión, en la que los conflictos armados se agudizan, solo les pido que sientan a Dios y que piensen en Dios. El Universo los amparará en esta última parte de la misión, en la que dentro de cada uno se definirá un resultado, una experiencia interior que ayudará a madurar dentro de sí los próximos pasos.
Mi Inmaculado y Materno Corazón acoge a cada uno de sus hermanos refugiados, para que al menos una gota de esperanza se deposite en los espíritus aterrorizados y martirizados por las guerras.
Queridos hijos, todo tendrá un final, pero no podremos decir cuál será. La hora indica una profunda unión con Dios, para que en la vida de cada uno se manifieste la Voluntad Divina. Eso los llevará a vivir el camino que, después de esta misión humanitaria, se le planteará a la vida de cada uno de Mis misioneros.
Con alegría, prontitud y amor los hermanos de la Comunidad Figueira estarán esperándolos para comenzar el ciclo de su recuperación después de esta misión.
En el mes de marzo, queridos hijos, ya ingresarán en el espíritu del Encuentro General en el que nuevas oportunidades se presentarán para todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice desde el Cielo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
Con esfuerzo y amor sigamos adelante, caminando en confianza hacia el Señor, que nos espera con Su abrazo paterno y Su gran Amor infinito.
Mi pedido para cada uno de los misioneros de la paz es que se animen cada día más a abrazar esa cruz que Dios les entrega para que, a través del sacrificio y del amor a Su Reino Mayor, las obras de salvación y de redención se concreten en este tiempo.
Así, hijos Míos, no estarán lejos de la Voluntad del Padre, la que primero deben amar para después conocerla en su interior. Amando esa Divina Voluntad, queridos hijos, podrán abrazar la cruz de la entrega total y del sacrificio absoluto por la nueva humanidad, para que así nazcan las nuevas semillas que florecerán en el próximo tiempo.
Mis queridos misioneros, no hay nada en este momento que esté fuera de lugar o de espacio, todo forma parte de una ley desconocida, que muchos servidores en algún momento deben conocer; es la ley de la renuncia, algo que no existe en la consciencia de los seres humanos. Es un principio que fue enseñado por Mi propio Hijo durante la Agonía y durante la Pasión.
La renuncia quiebra las estructuras que siempre estuvieron basadas en la crítica, en la indiferencia y en el error permanente.
La renuncia concede, a través del servicio y de la atención amorosa al semejante, una forma de expiación que equilibra mucho las faltas cometidas.
Queridos hijos, la escuela de la renuncia es el principio y el comando de los misioneros de Cristo, de los que están al servicio de la caridad fraterna.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a los nuevos patrones de conducta,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Como una esfera de luz de siete colores, Yo desciendo a la Tierra para nuevamente colmarla con las Gracias de Dios. Espero que esta esfera luminosa sea vista y reconocida por el universo interior de cada ser.
Dios en Su silencio infinito envía esta señal luminosa de la Madre de Dios para que todas Sus criaturas se eleven al Propósito divino. A través de Su Divino Pensamiento Universal, Su Voluntad hace mover esa esfera de siete colores entre los espacios del cosmos para que el sol interior de cada alma vuelva a encenderse y así retome la tarea confiada.
Es tiempo de que las criaturas afirmen su vida espiritual por medio de la vida superior, Reino Infinito en donde la verdad, la energía y el sonido están manifestados.
Hoy las criaturas del Padre deben ver en el espacio a la esfera de siete colores para descubrir a través de ella, la señal que Dios está anunciando por medio de Su silencio: un nuevo tiempo sin tribulación.
El Reino de Dios se aproxima a través de la esfera de siete colores, el sonido manifiesta en todo el cosmos las nuevas notas de armonía para la Tierra.
Participen de este acontecimiento espiritual, la esfera de siete colores se encuentra cruzando los Cielos de este universo para demarcar en el horizonte una nueva señal: el tiempo del retorno de Cristo.
Que esta señal luminosa de la esfera de siete colores permanezca presente en sus memorias, porque el Reino Celestial se aproxima para erguir nuevamente a todos los que quieran ascender de corazón.
La Gracia está llamando a su puerta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la vida celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La manifestación del Plan de Dios tiene como vehículo la energía de los rayos celestiales. Esos rayos descienden al mundo por intermedio de la Ley de la Atracción o de la Ley de la Correspondencia y, de esa forma, impregnan las consciencias que tanto interna como externamente se disponen a vivir en síla Voluntad del Dios Supremo. Poco a poco, esa Voluntad va ganando espacio en la vida del planeta y, uno a uno, impregna a los seres que se inspiran en el ejemplo de otros para transformar su vida.
Así como sucede con los individuos, también ocurre con los arquetipos de la vida; tanto en la sociedad como en la vida de las diferentes naciones. Muchos se preguntan de dónde vendrá la manifestación de la Nueva Humanidad y a partir de cuál principio surgirá.
Cuando seres humanos se congregan para unir su disposición de manifestar el Plan de Dios y así atraer los arquetipos creadores de los rayos celestiales hacia la vida, esos rayos no solo descienden en los individuos, sino también por intermedio de ellos impregnan la consciencia grupal y encaminan naturalmente la vida grupal hacia la manifestación de lo que Dios pensó para la sociedad humana.
La vida humana sagrada y orientada siempre hacia la obediencia al Divino comenzará a surgir en pequeños puntos de luz en el mundo. Así como algunos individuos inspiran a otros que den nuevos pasos por medio de su transformación, las pequeñas comunidades que dan ejemplo de una vida fraterna y crística, en un arquetipo de sociedad humana, inspirarán a masas de personas e incluso a naciones para que sigan el mismo ejemplo.
Es así como nace la Nueva Humanidad. La Nueva Humanidad es fruto del esfuerzo de cada uno. Después, tendrá su cuna en la unión de los esfuerzos de dos o más que comiencen a constituir una vida grupal y, así, poco a poco expandan esta vida sagrada por el mundo, consagrándolo al Plan de Dios.
Es por este motivo que les pido que jamás piensen que sus esfuerzos no serán suficientes, porque a veces les parecerá que reman contra la corriente de otros miles de millones de seres humanos que hacen cosas contrarias a la Voluntad Divina. Cristo también era uno solo, pero Su Amor por Dios y por Su Plan cambió el destino de la humanidad. Hoy, ustedes son mucho más que uno; son millones de seguidores de Cristo, que deben comenzar a unirse para cumplir con la meta de cambiar el destino, no solamente de la humanidad, sino también de toda la Creación.
Yo los bendigo y los guiaré siempre.
San José Castísimo
Si ustedes son pacíficos en sus vidas y en todo buscan la armoníay la unidad, podrán percibir la unión de los tiempos y lo que esto causa en la consciencia de la humanidad.
Si entran en oración todos los días, tratando de sentir verdaderamente lo que sucede en la vida espiritual del planeta, podrán percibir que los conflictos y las guerras que hoy suceden en el mundo no son como los que sucedieron en tiempos anteriores.
Así como el bien que impregna los corazones en este tiempo los santifica y los torna plenos de modo que los lleva a la cristificación, el mal que vive hoy en algunos seres humanos es destructivo aun para las esencias y para los espíritus de los seres. Todo se está intensificando, todo está creciendo en proporciones desenfrenadas, tanto para el bien como para el mal, y el corazón que ora puede sentirlo y vivirlo. Les digo esto, queridos, porque deben aprender a lidiar con las situaciones que se presentan actualmente en el mundo.
El tiempo real del universo está comenzando a unirse al tiempo de la Tierra, y la consciencia humana también comenzará a sentir su verdadero potencial creador, tanto positivo como negativo. El pensamiento y el verbo tendrán más poder que nunca; por eso, les pedimos que oren, oren sin cesar para equilibrar y contraponer las oraciones a las ideas malignas que, de planos infernales, intentan plasmarse en las mentes de los seres humanos y manifestarse en la vida de la Tierra.
Ustedes no deben temer jamás, porque la mayor herramienta del ser humano es el corazón y no la mente. No habrá pensamiento maligno que no sea destruido y borrado por la oración sincera y plena de un corazón que responde al Llamado de Dios. Solo es necesario que oren, oren de verdad, con amor, con consciencia, llenando el verbo con la intención de que la Voluntad de Dios se plasme en la consciencia planetaria.
Cuando el tiempo de Dios se aproxima a la Tierra, sus espíritus también se aproximan y sus almas son colmadas por los impulsosdel verdadero ser. Por eso, al entrar en oración, busquen lo que ustedes son de verdad. Entren en contacto con la propia esencia por intermedio del silencio y de la paz, y de ahí reciban todo lo que necesitan para vivir los días actuales en unión con Dios y con Su Plan.
Ustedes saben que la humanidad es muy ignorante en relación con la Verdad, y pocos comprenden lo que los Mensajeros Divinos intentan transmitir al mundo. Por eso, es muy importante que aquellos que son conscientes y que comprenden, al menos un poco, la Voluntad de Dios, puedan vivir lo que enseñamos, abriendo así la puerta para que otros sigan el mismo camino.
A medida que den sus pasos, queridos, nuevas oportunidades se abrirán para que puedan conocer verdades cada vez más amplias y para que los que están estancados en su evolución sean impulsados y den el primer paso.
Yo los amo y, por eso, los instruyo para que no solo conozcan la Voluntad de Dios, sino que también la vivan.
Su compañero de siempre,
San José Castísimo
Muchas veces, los ojos humanos no pueden contemplar la realidad planetaria ni encuentran un motivo real para su propia transformación ni algo que los impacte de forma que genere un cambio inmediato y completo en el ser. Es por eso que, en estos tiempos, vengo al mundo para instruirlos, para que puedan conocer realidades sublimes de la existencia que los conduzcan a una búsqueda superior, a la entrega de la vida a un Propósito Mayor, que es el Propósito de Dios. Vengo para intentar abrir, en los hombres, no los ojos del cuerpo, sino los del corazón.
No vengo para ofrecer a las mentes, hechos concretos ni enseñanzas científicas que comprueben la veracidad de la existencia de una vida superior a la vida de este mundo. Yo vengo para que el corazón sienta, en la simplicidad de Mis palabras, lo que Dios los llama a recordar, y para que la propia consciencia, tocada por la Presencia de los Mensajeros Divinos, pueda encontrar el camino perdido de su Origen.
Como les dijo Nuestro Señor, Cristo Jesús, los Reinos de la Naturaleza padecen por la ignorancia de los hombres, que en todo buscan el poder y el usufructo. Y esa ignorancia es la misma que no les permite encontrar la verdad del corazón humano.
Diciendo así, aquellos que saben oír y que meditan en las palabras de los Mensajeros de Dios comprenderán que todas ellas forman un mismo hilo de luz, que está intentando conducir a la humanidad hacia un único despertar.
Al escuchar las palabras de Cristo, no piensen que son para los otros, sino traten de saber en sus vidas en qué punto están faltando con los Reinos de la Naturaleza; hasta dónde tratan solo de usufructuar física, emocional y mentalmente de los Reinos y desde dónde están intentando colaborar de manera consciente con su evolución.
Su grupo de trabajo debe ser uno solo, unido en el Propósito de Dios. Mientras que unos están con Cristo más directamente, liberando y transmutando las raíces de un mal milenario, los otros deben estar buscando esas raíces dentro de la propia consciencia, para extirparlas con el poder de la Misericordia de Cristo; así, todos juntos, podrán conducir a la humanidad hacia la transformación y darle la oportunidad, a toda la consciencia humana, de vivir algo superior y buscar la vida del espíritu.
Yo los amo y, por eso, les enseño a comprender y a vivir la Voluntad de Dios, expresada en las palabras de Sus Mensajeros.
San José Castísimo
Cuando un corazón se arrepiente y no deja de intentarlo todos los días, el propio espíritu va adquiriendo una virtud cada vez mayor.
Cuando el corazón se arrepiente y se confiesa con Cristo, su alma gana espacio para poder desterrar lo que durante mucho tiempo la ha perturbado. A partir de esa apertura que obtiene el alma, nuevas puertas se abren para que paso a paso se establezca la redención.
Queridos hijos, la purificación requiere de un total desprendimiento de todos aquellos códigos que no permiten que evolucione la vida de la consciencia y de toda su existencia.
Mi Corazón de Madre se aproxima a todos Sus hijos para mostrarles el verdadero camino de la santidad y de la consagración.
Cuando el alma despierta, para vivir la Divina Voluntad, ingresa en una escuela que la mayoría de los corazones no viven por estar inmersos en el mundo.
Ahora, su Madre les muestra que el camino de la consagración se conquista a través de cada voto que la vida impone para poder madurar, purificarse y ascender. Eso significa, hijos Míos, que desterrar los códigos viejos de la humanidad no es nada fácil; con la ayuda constante del poder de la oración todo se va transformando, cuando solo actúa el espíritu de la paciencia.
Todas las almas son llamadas a ingresar en este camino y así colocarse en el escalón de la consagración a Dios, consagración que ayudará en la redención de la humanidad.
Consagrar el alma significa consagrar la vida y toda la consciencia. Eso necesita de mucha paz y serenidad para poder abrazar nuevos principios más espirituales.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les enseña a caminar en la fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que la Paz esté en este lugar y en el corazón de todos los seres que invocan el Nombre Santo del Creador.
Dichosos de los constantes y de los perseverantes en la conversión del corazón, porque ellos no se perderán y encontrarán a Dios en todo lugar. Sean dichosos, plenos y santos; que sus vidas testimonien el camino recorrido hacia el encuentro de la redención de estos tiempos.
Queridos hijos, hoy vengo para enseñarles sobre el camino de la redención, que está siendo olvidado por todas las almas, pero si ustedes aceptan este camino de transformación y de entrega, el Señor, Vuestro Dios siempre los amparará.
Saben profundamente que Yo soy Vuestra Madre y que los amo, así como amo eternamente a la humanidad.
Queridos hijos, si sus vidas no cambian así como Dios lo necesita, el mundo no podrá cambiar. Vuestro paso será determinante para que la Voluntad Divina se pueda manifestar. Es por eso que el Señor, Vuestro Padre que está en los Cielos, hace la ofrenda sincera a cada hijo de este planeta. Mientras hayan guerras, conflictos y desacuerdos, el mundo no tendrá la paz. Es por eso, hijos, que antes de que termine el ciclo de la paz, vengo para pedirles la consagración de sus vidas al Plan perfecto del Altísimo.
Queridos hijos, como su Madre vengo para traer una posible solución para una humanidad enferma, maligna y ciega, que perdió la verdadera unión con todo el Universo. Mis hijos, aún hay mucho por hacer en este mundo, aún hay mucho por servir y por dar para que todo se pueda revertir.
Queridos hijos, si las almas no hacen algo pronto, algo que mueva el Corazón de Dios para que Él derrame Su infinita y poderosa Misericordia, no sabría decirles como terminará todo. Este es Mi llamado para ustedes: testimonien a Cristo en ustedes para que Mi Amado Hijo, ofendido por los horrores del mundo, sea visto en los corazones que acepten la redención.
Hijos, estoy con ustedes y con todos los que imploran al Padre Celestial por una ayuda mayor. El mal nunca vencerá, pero él puede hacer mucho daño. El mal no conoce el amor y no sabe cómo se siente ni se vive. Ustedes, Mis hijos de latinoamérica, saben del Amor de Dios, porque ya lo han sentido y vivido en cada oración, en cada comunión y en cada canto. Sean difusores del Amor de Dios y de la unidad inquebrantable entre las almas y Dios, así también harán triunfar Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por escucharme con atención!
Los une al principio del Todo: al Amor Universal y Divino,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para que sean los que abren las puertas del mundo a la existencia de una Nueva Humanidad por medio de la difusión de los principios divinos expresados en las Palabras de los Mensajeros de Dios, primero deberán ser difusores de la transformación, por medio de la conversión de las viejas costumbres humanas en principios celestiales y universales.
¿Cómo hacerlo?
Siendo aquello que aspiran a encontrar en el prójimo, porque la verdadera aspiración de la manifestación de una Nueva Humanidad ya existe en el corazón de todos los que en estos tiempos están despiertos, despiertos para cumplir la Voluntad de Dios.
Es de esa forma como podrán buscar en su interior las aspiraciones más puras sobre cómo debería ser el mundo y cómo deberían ser los seres, y transformar esa aspiración en vida, por medio de la vivencia de todo eso.
No se apeguen a lo que fueron ni a lo que son. Permítanse desconocerse, y por más que a veces sientan que no son ustedes los que actúan, piensan y sienten, que lo que son no es algo verdadero, no importa. Al principio parecerá difícil. Encontrarán muchos personajes y perderán otros; pero en la búsqueda permanente de la transformación, el alma se encargará de conducirlos a lo que en verdad son y que, a veces, está tan distante de aquello que la mente pueda imaginar.
Mi Corazón viene hasta aquí para ayudarlos, para guiarlos en este camino, que es largo, aunque simple, y podrá ser más largo o menos, dependiendo del coraje y de la determinación de cada uno.
Quiero que sepan que todo lo que hagan, no importa lo que sea, debe hacerse en pro de la humanidad. Ni siquiera las transformaciones personales deben ser buscadas solo para sí mismos, porque correrán el riesgo de pensar que se pierden de sí, cuando en verdad estarán perdiéndose de Dios, en la ilusión de que están atentos a su propio proceso evolutivo.
Sepan, compañeros, que la esencia de la humanidad está en poder ser fraterna y simple en todo y, así, encontrar el verdadero amor. Por eso, nunca caminen para sí mismos, nunca tengan proyectos propios, nunca tengan una aspiración personal que no sea la de no aspirar a nada, para que se haga como Dios deseó para todas Sus criaturas.
Yo los amo y los bendigo en la misión que el Señor les encomendó.
Confíen en el Poder de Dios en sus vidas, porque Él triunfará delante de todas las imposibilidades de los seres humanos, siempre y cuando se permitan amar y transformarse por Él.
Paz y compasión a todos los que aspiran a llegar a la meta.
San José Castísimo
Cuando un alma ora de corazón, crea las condiciones para la aproximación del espíritu. Cuando él está despierto, permite que leyes superiores permeen la materia y conduzcan los acontecimientos de la vida de acuerdo con principios divinos y universales, que responden a la Voluntad de Dios.
Solo cuando un ser se abre para la vida espiritual y despierta la fe en lo que no puede ver con sus ojos físicos, todo aquello que es una realidad en el cosmos puede hacerse sentir en su corazón.
Cuando el alma despierta es que la personalidad siente la imperiosa necesidad de descubrir lo que está más allá de la vida material. Es el alma quien hace que la mente y las emociones no estén conformes con la vida de superficie y, así, dispone los cuerpos tridimensionales para una búsqueda superior.
Mientras ustedes aprenden y crecen en espíritu, el alma lucha constantemente con los aspectos que aún están muy arraigados en las tendencias de la vida material planetaria. Por esta razón es que, al mismo tiempo en que aspiran a lanzarse al abismo de la Voluntad Divina y entregarse al misterio que es vivir bajo esa Voluntad, otra parte del ser duda de la existencia de ese abismo, de la posibilidad de vivir la Voluntad de Dios y, según las propias resistencias, ustedes pueden dudar, incluso de la Existencia Divina.
Cuando el espíritu se aproxima a la materia, el alma se fortalece y sus convicciones se convierten en la verdad que rige la vida. Las dudas y los cuestionamientos no dejarán de existir, porque en cuanto estén en el mundo siempre habrá algún aspecto que purificar; aspecto que no quiere sacrificarse y que prefiere mantenerse en la vida común de las gratificaciones y los placeres mundanos. Pero será como un adulto que vive como un niño reclamando, a veces más, a veces menos, al demandar atención para hacer su voluntad.
¿Por qué les digo esto?
Porque ustedes necesitan dejar de darle tanta atención al niño dentro de ustedes que no quiere crecer; deben comenzar a actuar con la consciencia del espíritu, con el adulto espiritual que comprende la realidad planetaria y que está dispuesto a vivir según los designios superiores, sin importarle las circunstancias.
Muchos niños internos están disfrazados de grandes héroes, porque están totalmente dispuestos a cambiar el mundo, siempre y cuando protagonicen grandes papeles en el fin de los tiempos. Sin embargo, cuando se habla de transformarse por medio de las pequeñas cosas de la vida, ya no le dan tanta importancia y piensan, por ejemplo: “¿Para qué aceptar humillaciones, vivir en obediencia, silencio y sacrificio, cuando puedo realizar un gran servicio en África?”.
Sepan, Mis queridos, que les hablo a sus corazones. Sin embargo, hoy les hablo sobre todo a sus consciencias, porque llegó el tiempo de comprender que la única salida, para que la humanidad no sea un proyecto muerto en la memoria de la Creación, es que cada uno asuma la propia transformación y viva en sí los Principios de Dios, depositando en la consciencia humana los códigos de una raza redimida.
Si no redescubren la vida del espíritu y no se dejan transformar por el poder de la oración, jamás descubrirán que la salvación y la redención de las almas del mundo entero dependen de cada uno.
Nuevamente les digo que permitan que la prioridad de sus vidas sea la oración por el planeta, el servicio y el amor que todo lo transforma.
Yo los amo y los guío en los pequeños detalles, para que sus consciencias despierten a la vida superior.
Oren y transfórmense. Imiten a Cristo todos los días, sigan Sus Pasos. El mundo necesita que así sea.
Su amado padre y compañero,
San José
Existen misterios que sólo son revelados al alma simple, aquella que, en su simplicidad, deja de aspirar a las cosas del mundo y coloca el foco de su evolución en vivir lo que es real y que desconoce por completo.
Sepan que incluso el alma que está aparentemente recorriendo un camino espiritual, cuando tiene alguna meta o aspiración material para sí, jamás comprenderá los caminos de Dios y no será capaz de ingresar verdaderamente en Su Corazón.
El alma que se coloca en el camino correcto es aquella que no aspira absolutamente a ningún mérito en este mundo. Todo lo que construye en su vida material, inclusive la propia transformación, es con la única intención de obedecer lo que a Dios le pide, sabiendo que Él algo hará con todo eso. Su verdadera aspiración es disolverse en Dios, encontrarlo y no ser nada dentro de Su Grandeza.
Esa era la esencia de la Sagrada Familia, que fue el ejemplo para toda la humanidad.
En la vida material, ofrezcan todo con empeño, esfuerzo y perfección, para que aquello que Dios pide, se concrete; no para que ustedes sean los realizadores de la Obra de Dios, sino solo para obedecerle, sin importar la finalidad que Él le dará a todo lo que viven.
Si hacen suyas las Metas de Dios, corren el riesgo de colocar la propia voluntad dentro de los designios celestiales; intentarán descubrir cuál es la Meta de Dios, y al creer conocerla, cuando esta no se concrete, sentirán que fracasaron.
Mis queridos compañeros, ¿comprenden entonces la esencia de ser un obrero del Señor? El obrero de Dios no sabe cómo será el final de la obra, no sabe lo que está construyendo. Sólo coloca, cada día, el ladrillo en donde se le pide. Y lo hace con mucha libertad y con mucho amor, porque la obra no es suya, es de Dios.
La verdadera meta del obrero no está en concretizar la obra, sino en obedecer, cada día, al Gran Constructor Celestial.
Coloquen entonces sus aspiraciones en el lugar correcto y abandonen las metas propias, aunque les parezcan espirituales. Diariamente, déjense construir por Dios y no quieran saber en qué resultará Su Obra. Solo amen ser siervos del Creador. Confíen en Su Perfección y, con simplicidad, encontrarán la unión absoluta con Él.
De esa forma, no importará si fracasan ante los ojos humanos, porque en su interior sabrán que solo Dios, que es Perfecto, conoce el resultado de Sus Obras.
El corazón humilde y simple descubrirá muchos misterios.
Les dejo Mi bendición y Mi paz,
San José, obrero y servidor eterno de Dios
En el espíritu de la simplicidad, entreguen la propia voluntad a Dios y no tengan miedo de seguir Sus Designios, que muchas veces son incomprensibles para la mente humana, pero que siempre estarán plenos de perfección.
La Voluntad de Dios siempre resonará en el interior del corazón que se silencia para escucharla, y aquel que aspira a seguir esa Voluntad, sabrá que ese sentir profundo es real, es verdadero.
Dios habla siempre al interior de Sus criaturas, pero, la mayoría de las veces, es muy grande el bullicio que existe en el interior de los seres, debido a la búsqueda constante de una satisfacción que no alcanzarán en este mundo. En otros casos, ocupan inclusive el alma en aspiraciones puramente materiales y no consiguen escuchar el propio corazón; o, para no seguirlo, dudan que el sentir y la voz interior sean verdaderos.
Sin embargo, hoy, Yo les digo que para seguir la Voluntad de Dios deben ser valientes y firmes tanto en el espíritu como en el corazón, porque la humanidad está muy distante de lo que debería expresar y, muchas veces, los corazones de buena voluntad que intentan caminar hacia Dios están dirigiendo sus esfuerzos en sentido contrario.
No quiero, con eso, decirles que abandonen todo lo que hacen, pero sí que presten más atención a la Voz de Dios en su propio
interior y que estén más atentos para escucharlo y dispuestos a seguirlo, cuando Él les dé indicaciones claras.
La posibilidad de unirse a Dios nunca les será quitada. La Voz de Dios colma el espíritu y alegra el alma; no la confundan con la voz de la mente, que sacia las aspiraciones de los sentidos y
de las vanidades.
Este es Mi mensaje para hoy: en el silencio del corazón escuchen a Dios y, con la valentía del espíritu, respondan a Su Llamado.
Yo los bendigo hoy y siempre.
San José Castísimo
Queridos hijos:
La mayor expresión del amor es la aceptación y después, la comprensión de la Sagrada Voluntad de Dios, que se manifiesta en la adhesión definitiva a ese Sagrado Propósito, por el que fueron creados a imagen y semejanza del Padre.
Por eso, hijos, en estos tiempos, reconocer la verdadera Voluntad y vivirla los colocará siempre en el camino correcto y así evitarán sufrir por los errores. Pero reconocer la Voluntad y no vivirla, sería dejarse someter por los modelos de vida que la humanidad construyó, alejando sus vidas de Dios una y otra vez.
Queridos hijos, por eso deseo que todos los días imiten la experiencia de Mi vida, aquella que Yo viví en este mundo a través de la obediencia y de la fidelidad, algo que la humanidad aún no aprendió con firmeza.
Si ustedes aman la obediencia, las puertas se abrirán para conducirlos por experiencias nuevas y para ayudarlos a resolver lo que por inercia hasta ahora no resolvieron. Cada indicación que muestra el universo es única. Dios espera que vivan Su Voluntad naturalmente y que no solo pasen por Su Voluntad, para entender que existe una meta mayor para cada vida.
El Padre espera reflejar Su Divina Voluntad en la vida de todas Sus criaturas, pero la libertad que caracteriza a todos ha demostrado, ampliamente, el abandono y la elección que ha hecho la humanidad por sí misma.
Por eso, hijos Míos, sean como su Madre Celeste; que cada uno de ustedes viva, comprenda y aplique la Divina Voluntad como mejor pueda. Ahora, eso ya no bastará porque la urgencia es grande en este mundo, mundo que vive de colapso en colapso por sus propias voluntades que llevan a la pérdida de muchas almas.
Queridos hijos, los próximos tiempos serán de mayor exigencia para todos, sin importar la escuela que estén cursando en este último ciclo. Su unión sincera con el gran Propósito, sin cláusulas ni términos medios, determinará que el mundo pueda recibir la Gracia Infinita que tanto necesita para no sucumbir.
Hijos, cada uno de sus corazones sabe, ante el universo, lo que vino a cumplir y no quiere escapar de una misión tan importante, a la que amorosamente fueron llamados a vivir en este tiempo.
Hasta el día en el que ustedes, Mis hijos, no tomen consciencia de lo que están haciendo y por quién están siendo guiados, entre tantos millones de almas; hasta ese día, su Madre Santísima estará rezando y esperando una determinada postura de ustedes ante el Plan de todo el universo.
Eso los hará madurar y, si no despiertan, los hará estacionarse en el tiempo. El Cielo espera depositar sus tesoros en los corazones abiertos; si eso aún no ha sucedido es porque la Divinidad está esperando que todos puedan dar un poco más a este Plan y a este Proyecto Divino, y guarden menos espacio para sus propios planes.
El verdadero servidor de Dios es aquel que vive en base a la instrucción y la aplica independientemente de la escuela que esté cursando.
El universo espera hacerlos dignos de recibir las llaves que abrirán las puertas para el surgimiento de la nueva consciencia de la humanidad.
Hijos Míos, en ustedes está la decisión. Nosotros, sus Mensajeros, estamos aquí para guiarlos e indicarles el mejor camino interno.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva a la verdadera Consciencia del Pensamiento de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
En el inicio de este Domingo de Ramos, los invito a recordar el momento cuando vuestro Rey y Salvador entró por la puerta mayor de Jerusalén para liberarla del castigo y del poder conquistador.
Recuerden ese momento decisivo porque fue el comienzo de la entrega de vuestro Señor a la cruz de la Redención.
Por eso en este día, queridos hijos, glorifiquen a Jesús porque quien fue, en nombre de la Voluntad Suprema, vino al mundo para poner fin al cautiverio de toda la humanidad.
Elevando vuestros ramos y palmas de luz para recibir al Salvador en las puertas de la interna Jerusalén, abran vuestros corazones para reconocer al Señor de la Infinita Misericordia. Así, siendo curados y perdonados por Su Luminosa Presencia, reciban de Su Sagrado Corazón el don de la Paz, porque en estos tiempos la Paz los llevará a testimoniar la segunda venida de Cristo.
Ahora, en gloria y en poder, el Rey llegará para finalizar Su Misión en la Tierra. Preparen vuestras virtudes y dones porque pronto Él vendrá a buscarlos para hacer con ellos Sus Obras de Misericordia en las almas del mundo.
Hijos, silenciosamente, vuestra Madre Celeste, en el gozo y en la plenitud de Su Amor Inmaculado, recuerda el pasaje de la llegada de Jesús a Jerusalén. Ese momento fue significativo y predestinado para toda la humanidad porque ella alcanzaría, a través de ese hecho, el tiempo de su purificación.
Pero es ahora, hijos, que ustedes deben estar preparados para esperar la segunda venida de Cristo. Yo los llamo a la concientización de ese acontecimiento universal que movilizará del espacio todas las leyes, y las estrellas serán testigos de la llegada de un nuevo ciclo.
Mientras eso no sucede, traigan de nuevo hacia vuestros corazones el pasaje de la entrada de vuestro Maestro a Jerusalén; de esa forma atraerán los códigos de luz necesarios para definir vuestros caminos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Hoy está junto a ustedes, en las puertas de Jerusalén esperando al Salvador,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que se establezca Mi Paz en el mundo, y que esta Paz reine en los corazones de todos los hombres y en la esencia de todos los Reinos de la Naturaleza.
Hijos Míos, los invito a la profunda pacificación interior para vencer, así, a todas las adversidades de estos tiempos. Solo la paz guardada en el interior de las criaturas les permitirá vivir los tiempos de mayor tribulación en el mundo.
Sepan, Mis amados, que deben aprender a vencer a los propios conflictos internos por medio de la paz; aprender a dejar que el reinado de Mi Paz sea mayor que cualquier tribulación que les puedan causar las purificaciones y asedios de estos tiempos.
Quiero que sepan que los planes contrarios a los Planes de Dios siempre buscarán desestabilizar a Mis soldados y vencerlos por medio de la tensión, del conflicto y del cansancio de sus corazones.
Este es un tiempo en el cual aún cabrán las etapas de aprendizaje, en las cuales podrán caer y levantarse, una y otra vez. Por eso, no se cansen de vencer las propias tribulaciones para establecer la paz en su interior y, así, dejar que ella llegue a los corazones de los demás seres de este mundo; porque, en el tiempo que llegará, esta paz ya deberá estar establecida dentro de cada uno de ustedes, para que así vivan una mayor prueba, que es establecer Mi Paz en los momentos de caos planetario.
No permitan, Mis amados, que las confrontaciones los retiren de Mi refugio de Paz, pues mayores que cualquier confrontación que puedan vivir en este mundo son el poder absoluto de Mi Amor y la fuerza imperiosa de Mi Santa Paz.
Como Rosa de la Paz y como Madre de Jesús, quiero enseñarles a ser pacificadores frente a cualquier situación de sus vidas.
Acuérdense, hijos Míos, del ejemplo que les entregué al ver a Mi Hijo siendo flagelado y crucificado; pues aun sabiendo que ultrajar al Hijo de Dios era la mayor injusticia que se daba en este universo, Mi Corazón jamás perdió la paz, porque jamás perdió la confianza en el Creador de todas las cosas, que nos llamó por el nombre para cumplir Su Plan y que nos garantizará siempre que cada acontecimiento de nuestras vidas nos traerá el aprendizaje justo que debemos vivir.
Para estos tiempos y para los tiempos que vendrán, recuerden que Mi Paz debe reinar dentro de cada uno de Mis hijos y que, por medio de ellos, esta Paz debe expandirse por el mundo.
Hoy están bajo Mi Manto. Yo los protegeré y los acogeré siempre, los resguardaré del mal y curaré sus espíritus y sus corazones cuando estén fatigados en esta batalla para establecer el Reinado del Señor en el mundo.
Mis amados, no desistan, sigan en confianza. Comprendan el calvario que muchos viven como el camino único para el restablecimiento de la Misericordia entre los seres. Pero, para eso, deberán recorrer ese camino, sin perder de vista la Voluntad de Dios y Su grandioso Plan de Amor que deberá reflejarse en sus esencias como amor puro.
Los amo y los bendigo.
Yo les doy Mi Paz, llévenla al mundo entero.
Su Madre María, Rosa de la Paz, Reina de la Paz y del mundo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más