MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Bienaventurados los pequeños y humildes de espíritu, porque de ellos brotará el Amor de Mi Amado Hijo.

Queridos hijos:

Hoy los invito a plasmar, a través de la oración del corazón, un espíritu humilde de servicio y de donación a la Voluntad de Dios.

El día a día de sus vidas les proporcionará un espíritu humilde a través de la caridad y del servicio a los semejantes.

Queridos hijos, si ustedes tuvieran un espíritu humilde la humanidad ya podría ser otra y sería permeada por una Gracia Mayor. Sé que muchos de Mis amados hijos, que se han entregado en las manos de Mi Hijo, buscan a diario ese propósito y ese Don Interior Divino; pero Yo hoy les digo, Mis pequeños niños, que para los espíritus humildes todo pasará, mas el verdadero Reino de Mi Inmaculado Corazón prevalecerá en la vida de cada uno de Mis hijos.

Hijos Míos, cada pequeña alma que se consagra a Dios es una victoria en el Reino de los Cielos porque es un alma más necesitada de Luz y de Redención, que se incluye en el Propósito de Salvación.

Queridos hijos, que Mi Corazón Maternal sea un refugio y unreparo interior para cada uno de ustedes. Así Mi Luz universal los podrá auxiliar a cualquier hora cuando solo se unan a Mi Amor Maternal.

Recojo hoy del mundo a muchas almas de Dios que, gracias a la respuesta a Mi llamado, han podido ser elevadas hacia un Reino más cercano a la Faz del Señor.

Hijos Míos, hoy les entrego esta llave del espíritu humilde para que sea el verdadero motivo de renovar sus vidas de oración y de donación a Dios.

Sepan, queridos hijos, que cada acto de Amor verdadero repercute sobre el mundo necesitado de Luz.

Por todo esto, la Misericordia de Dios es grande en estos tiempos, y así Mi Faz de Misericordia estará con ustedes los días 25 y 26 de mayo en Fátima, Portugal.

Gracias por responder a Mi llamado.

Mi Amor Maternal para todos.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Estén en Jesús y vivan en Mi Hijo para que sus corazones preparen el Templo Interior para la venida del máximo y venerable Redentor.

Hoy los llamo a profundizar en el camino de la oración porque de esta manera, queridos hijos, permanecerán con vuestros corazones y con vuestras vidas más elevados, distantes de la tentación del mundo. Quiero estar con ustedes, acompañándolos desde la inmensidad de Mi Inmaculado Corazón para que sus pasos puedan seguir los caminos que Mi Hijo les revelará en Su Retorno.

Guarden en sus corazones todo lo que, como almas, pueden vivir a través de la oración porque, en este ejercicio, el Amor Verdadero podrá prevalecer en vuestros corazones. Por eso, hijos Míos, esperen en Mi Hijo lo nuevo, lo bueno y lo puro; pero ante todo, ustedes deben saber que deberán construir un camino permeado por Mi Paz y Mi Amor.

Como Madre Corredentora, los llevo a diario hacia Mi Hijo porque aún este mundo desvía a las almas del Propósito que Dios tiene reservado para cada pequeño corazón. Estoy aquí, entre vuestras vidas, para guiarlos y mostrarles cómo se llega a Mi Hijo Glorificado.

Los buenos ejercicios de fe y de oración elevan vuestros corazones como las grandes torres que vigilan la Presencia de la Luz de Dios. Nunca olviden que deben volverse hacia Dios con ojos de paz y de perdón para que el Propósito en cada uno de Mis hijos se pueda cumplir.

Sepan, queridos Míos, que la oración donada por sus corazones ayuda en la salvación de todos Mis hijos que aún viven sin esperanza y sin paz.

Los llamo a la perseverancia a través del poderoso y luminoso Corazón de Cristo.

Paz para el mundo, porque todos los días la humanidad necesita de paz, de la Paz de Dios.

Gracias por responder a Mi llamado.

Que Mi voz reverbere con amor en vuestros corazones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Mensaje Extraordinario de María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad transmitido en el Santuario Nacional de Aparecida, San Pablo, Brasil.

Como Señora Aparecida, les doy Mi Paz y Mi Bendición desde el Corazón Misericordioso de Mi Hijo Resucitado.

Hoy los llamo, queridos hijos, a vivir la llama de la redención a través de este día de oración y de paz, que en estos tiempos es necesaria para poder vivir una verdadera conversión. Hoy también, Mis pequeños hijos, les agradezco haber respondido a Mi llamado, pues Dios Omnipotente, por medio de la presencia de Mi Inmaculado Corazón, les envía la plenitud del Perdón y de la Gracia por reencontrar el camino por medio del llamado de la Sierva Fiel de Dios.

Quiero decirles, hijos Míos, que el Señor Cristo mediante la respuesta de todos está derramando Su Infinita y Divina Misericordia sobre algunas naciones que necesitan del absoluto perdón. A través del “sí” de todos Mis queridos hijos y por la intercesión de Mi Inmaculado Corazón he recibido el permiso fiel delante de Dios para que millones de almas perdidas, a lo largo de este último tiempo, puedan ser tocadas por la Luz de Mi Corazón Maternal.

Queridos hijos, por la respuesta de esta parte de la humanidad Mis Planes de Paz están descendiendo sobre el mundo. Eso significa, hijos Míos, que la oración sincera de todos ustedes y de todos los fieles a Mi Inmaculado Corazón ha permitido, una vez más, la victoria de Mi Inmaculado Corazón y el triunfo del Plan de Dios en este ciclo de tribulación.

Por todo esto, queridísimos hijos, Yo los llamo a que visiten, periódicamente y según las posibilidades de cada corazón, este Santuario de Aparecida dedicado a la honra humilde de Mi Inmaculado Corazón.

Vengan a Mí a través del Santuario de Aparecida porque en este camino estarán colaborando en la salvación de los que están perdidos y lejos de Dios.

Únanse al principio consolador de Mi Corazón para que en la fe renovada de todos Mis hijos, los corazones lleguen hacia el Reino del Padre, que es igual y humilde para todos, en donde impera el Amor de Mi Hijo.

Lleven en vuestras vidas la fortaleza de Mi Corazón y que este atributo les dé la oportunidad de vivir el estado eterno del perdón.

Gracias hijitos por responder a Mi llamado.

Les agradezco, en la Paz de Mi Corazón, a sus corazones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, la Bendecida Aparecida del Brasil

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Entra en Mi Paz, y en tu fe, vive en Mi Inmaculado Corazón. Bebe de Mi Fuente cristalina del Amor y del Perdón. Abandona tu corazón en Mí para que Mis pasos guíen el nuevo camino. Ya no dejes pasar el tiempo sin estar en oración Conmigo porque las cuentas de la contemplación forman parte de la salvación de la humanidad.

Reconoce que aún tu corazón está creciendo y que la vida bebe de la fuente del aprendizaje y del conocimiento de Dios. Mi Hijo permite que cada alma viva la escuela que ha venido a cursar. Sin vivencia, vuestras vidas no podrán testimoniar la presencia de Mi Hijo porque el amor se aprende a través del caminar de cada corazón.

Mis Palabras son el aliento para vuestras vidas, ellas son el fuego que los alumbra para que encuentren la Fuente de la Paz.

Por eso, hijitos, hoy Yo les digo: ¡quédense en Mi Paz! Caminen en cada aprendizaje unidos a Mi Corazón porque él los guiará. Sepan, que Mis Ojos acompañan cada uno de vuestros pasos para que, en Mi Vigilancia Maternal, ustedes puedan refugiarse bajo Mi Manto de Protección.

Muchos de Mis Hijos aún están desprotegidos porque sus vidas están sin Dios.

¿Pueden sus corazones ver ahora cómo Yo estoy cerca de cada uno de ustedes?

Soy un Corazón Sencillo que los quiere impregnar como una oración para el corazón. Solo les mostraré lo verdadero y lo bueno para que sus corazones puedan crecer y caminar.

Por eso, de nuevo Yo les digo a cada uno de sus corazoncitos: ¡Entren en Mi Paz!, abandónense en Mi regazo para que los pueda sostener como lo hice con Jesús. Sean siempre como niños para estar bien cerca de Dios. Retomen el camino de la santidad a través de la fe absoluta en Mi Hijo.

Los ilumino con Mi Corazón y los encontraré en oración Conmigo.

¡Adelante!

Los Amo en el silencio de Mi Inmaculado Corazón.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Queridos hijos, les transmito este mensaje de forma especial, pues les ayudará a traer Paz, Mi Paz Verdadera y Maternal. También será una instrucción para todos.

 

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Como Señora de las Gracias, los visito diariamente para saciar la sed de Mi Hijo de almas buenas.

Queridos hijos:

Con Mis manos sobre el Corazón de la Paz, les doy las Gracias para despertar la gratitud en vuestros corazones.

Yo les pido, hijitos, que persistan día a día en el camino de la oración. Ahora, vayan alegres y ¡recen, recen y recen! Recen por esta humanidad a la que le ha llegado la hora de cambiar. El perdón misericordioso de Mi Hijo está siendo derramado y entregado para que las almas vivan la penitencia del corazón. Llamo de penitencia a una profunda oración que restaure el Sagrado Corazón de Jesús. Por este camino de restauración a través de la oración estarán unidos a Mi Hijo, quien los espera con inmensa alegría y gozo.

Queridos hijos, Mi Corazón Maternal está donado para cada uno de Mis hijos, más aún para aquellos que viven sin Dios. Los invito para que Me acompañen en esta tarea de paz y de salvación de corazones.

Hoy les dejo Mis palabras de Amor porque, como Madre y Reina de la Paz, aguardo que en este día estén unidos en oración a Mi Inmaculado Corazón. Solo quiero decirles algo más, que Mi voz le habla a varios hijos en el mundo, pero aún más a aquellos que deben ayudarme en la misión de la conversión y del simple camino de oración.

Mi Amadísimo Corazón los ama y los espera enteros en cada acto de oración. Sepan, queridos hijos, que toda oración hecha con el corazón es una oración por la salvación de la humanidad que está dormida.

Hoy les dejo el Amor de Mi Inmaculado Corazón como una fuerza interior para los corazones. Mi Corazón de Paz pulsa en vuestros corazoncitos.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Todos los corazones, como almas, entrarán en el Reino de los Cielos, por lo tanto, no deben temer. Mi Inmaculado Corazón está en sus vidas para que lo puedan vivir y amar.

Mis muy queridos hijos:

Mientras el mundo necesita de salvación, Yo les pido que oren con el corazón para que todas las almas sean partícipes de la presencia de Mi Hijo. Yo los espero día a día en oración, queridos hijos, porque en el día a día muchas almas son presas del enemigo. Mi Inmaculado Corazón se aflige cuando Mis hijos son llevados por los pareceres del mundo.

Cuando Mi voz los llama a la oración constante es por la gran necesidad de Paz y de Luz en tantos otros corazones que no saben vivir en Dios Padre. Por eso, queridos hijos, Yo vengo llena de Gracia para que las almas acepten la presencia de Mi Corazón de Luz sobre el mundo.

Aún, pequeños hijos, queda mucho por hacer. Por este motivo, Yo los invito a vivir en Mi Hijo Glorificado para que todos puedan ser como ríos y caudales infinitos de Su Divina Misericordia.

La Misericordia es la llama para la rápida conversión del corazón; si ustedes estuvieran en la Misericordia, la situación de las almas sería otra y la paz reinaría por un tiempo más.

Para que eso acontezca, hijos Míos, es necesario tener confianza en Dios y hacer brotar la llama de la oración como uno de los más preciosos instrumentos que Dios les entregó.

Queridos hijos, quédense en Mi Paz Maternal; Yo los comprendo y vivo en cada uno de sus corazones. Yo los llamo a vivir siempre en Mi Hijo, porque así sus talentos serán como Mis rosas en el jardín del Amor Maternal.

Gracias por responder a Mi llamado.

Paz en lo profundo de sus corazones,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Es así como Yo quiero ver a todos sus corazones: en vigilia y en oración por todas las almas. Así estarán confirmando sus vidas a la vida de oración y de salvación. Sus corazones serán guiados hacia Mi Inmaculado Corazón.

Pequeños niños, la humanidad de hoy sufre por estar distante de los ojos de Dios. Por eso, Mis hijos, es necesario establecer columnas de paz en cada lugar de la Tierra como en cada hora del día. El Señor misericordioso Se sirve del llamado orante de todos Sus hijos para poder aliviar al mundo de la justicia que llegará para toda la humanidad. Es necesario fortalecerse y confirmarse en la oración para poder así consagrarse a Mi Inmaculado Corazón.

Quiero traer desde los Cielos a las huestes de ángeles para con la oración comenzar la hora de la salvación de todos los corazones. Queda mucho por hacer, Mis pequeños, por intermedio de sus manos. Por eso, encendiendo la llama universal de la oración ayudarán a aliviar el dolor de este mundo que cada día se destruye a sí mismo.

Yo llamo a todos los caminantes de corazón para que, junto a Mi Inmaculado Corazón, recorran la senda de la oración. Estamos en la hora del llamado final para la salvación de las almas. Mis ojos misericordiosos quieren derramar la pureza y la bondad del Señor para así llamar a la conversión a los últimos corazones a quienes Mi Corazón y Mi voz se anunciarán.

El día de la Gracia llegará para todas las almas que sepan reconocer la Misericordia que el Señor, desde los Cielos, tiene por cada corazón. El mundo deberá ser restaurado y, para eso, deberemos afirmar, en la vida de cada corazón, una oración que repare los hechos cometidos a lo largo de los siglos.

Mi Corazón Inmaculado triunfará en aquellos corazones que ansíen vivir en Mí y en Mi Templo para no abandonarlo jamás. Pero todas las almas deberán confirmarse delante de Dios en este último tiempo. Por eso, Mis pequeños hijos, Yo vengo desde los Cielos para preparar a los corazones que quieren escuchar Mi llamado. Para ello, Mis pequeños, será importante que los oídos del corazón estén abiertos a Mis palabras para que ellas perforen lo que aún está resistente a Dios.

No teman, Mis hijos, confíen en Mi Luz Eterna y conocerán el Amor Prodigioso de Mi Corazón. Yo los amo a todos, aún más a aquellos que caminan por otros senderos, quienes deberán ser rescatados del mundo. Con sus oraciones, alivien el Corazón Flagelado del Señor para que, en la esperanza celestial, más hijos sean convertidos por Mi Amor Maternal. Yo los sigo a todos desde el Corazón Puro.

Gracias por responder a Mi llamado del día 23 de Diciembre.

Los ama y los bendice perpetuamente,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Confíen en Mi Amor Maternal y serán salvos. Comulguen de Mi presencia divina para que sus corazones se liberen de todo dolor y renazcan como pequeñas luces para el Señor.

Queridos hijos, el Señor necesita servirse de ustedes cada día en esta vida y durante todo el tiempo que pasa. Por eso, Mis pequeñísimos corazones, aférrense a Mi Manto de Luz para que, debajo de Mis humildes pies, puedan ver el camino que Yo les indicaré hasta el trono del Señor.

Oremos por la paz en el mundo y, en especial, oremos por todos aquellos corazones que viven día a día sofocados por el sufrimiento y perdidos en la confusión del corazón. Para aliviar todos estos males, Mis pequeños, necesito perpetuamente de sus oraciones. Así, Mis queridos, muchos corazones que en este último tiempo están perdidos, podrán ser rescatados desde las penumbras de la vida y del mundo y así ser salvos.

El Señor, que es digno, prodigioso y misericordioso, quiere, a través de Mi Presencia Maternal, salvaguardar a todos los corazones que, sin percibirlo, son distanciados de Su Corazón de Amor. Ahora, Mis soldados, ha llegado el tiempo de dar todo por amor al Supremo Padre; eso contribuirá para la liberación de las grandes faltas que muchos hombres cometen injustamente contra el Corazón de Dios.

A ustedes, Mis pequeños, que como siervos de la oración responden a Mi llamado de paz, les digo: Yo, la Reina de la Paz, cuento con el pulsar de sus corazones, que, llenos de oración y de Misericordia, ayudarán en la armonización de muchos corazones ciegos.

Mi Luz Divina, Luz que mensualmente les estoy trayendo hacia sus corazones, es la misma que deberá ser irradiada a sus hermanos, los que aguardan reposar en Mis brazos maternales.

Por eso, Mis queridos hijos, cada día de servicio que pasa equivale a años para el rescate de los corazones que están ausentes del Amadísimo Señor de los Cielos.

Mis pequeños, estamos en tiempos de Gracias Especiales y Únicas que a través de Mi Inmaculado Corazón están siendo concedidas a los corazones que no las merecerían. Y, como Mi Amor es grande e inmenso por cada uno de ustedes, podrán comprender que Mi Divino Corazón de Madre y Sierva está obrando en honor a todos Mis hijos necesitados de Mi Amor.

Estoy preparando sus corazones a diario para los tiempos que vendrán. Yo los escucharé y los encontraré en el ejercicio interno de la oración porque, les aseguro y les confirmo, que Mi Inmaculado Corazón estará dentro de sus pequeños corazones.

Es hora, Mis amados, de que el Amor que brota desde Mi Divino Corazón sea una expresión de vida para cada una de sus almas.

Que el Señor, a cada momento los bendiga a todos ustedes, Mis hijos.

Los adora y los ampara,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Calmen sus lamentos en Mi Corazón y les aseguro, hijo Mío e hija Mía, que encontrarán la Luz de Mi Reino.

Queridos hijos:

Sigamos obrando para Dios a través del poder de la oración. El enemigo intenta disolver Mis Planes para las almas preciosas, las que debo rescatar de vidas oscuras. Por eso, Mis soldados, si en algún momento de la vida están en prueba, sigan camino y corran hacia el centro de Mi Inmaculado Corazón para que Yo los proteja y los ampare.

Mis pequeños, debemos orar porque el último tiempo está llegando, y los corazones solo se podrán afirmar en la fuerza del Amor Divino de Mi Corazón. Quiero decirles, Mis pequeños, que coloco a todos Mis seguidores de la oración frente al dolor del mundo, mundo que le debe mucho a Nuestro Señor.

Para aliviar el dolor y la desesperación diaria de las almas, hoy les pido que oremos para que la Luz Misericordiosa de Dios descienda sobre todos los corazones que buscan la paz. Pero el mundo y la humanidad alcanzarán la paz y el nuevo tiempo venidero de Dios cuando, en humildad y renuncia, oren por su propia salvación.

Yo estoy aquí para ayudarlos y guiarlos hacia Mi Reino de la Paz, Reino de Dios. Aguardo, a cada momento, por Mis hijos en oración. Recuerden todo lo que Yo les he dicho hasta ahora. Así comprenderán que la prueba en la vida es pequeña delante de la emergencia del mundo.

Oremos y obremos por la paz.

Los ama y los ampara siempre,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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