- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Amados hijos Nuestros:
Hoy, estamos reunidos en la Aurora del Amor para renovar los votos de todos aquellos que se han comprometido con Nuestro Hijo, Cristo el Redentor, para que en este final del tiempo desciendan sobre este planeta la Gracia y la Misericordia que llegan desde el Corazón de Dios.
Hoy aquí se reflexionó sobre la humildad, aquella que Nosotros dos aprendimos con Nuestro pequeño Hijo Jesús.
Saben, amados Nuestros, que cuando Jesús tenía tres años y nos reuníamos a orar, Dios ya hablaba a través de Él. Y era por medio de ese Verbo pequeñito y suave que el Creador instruía a la Sagrada Familia, casi a diario.
Así, aprendimos a escuchar a Dios, también a través de Nuestro pequeño Hijo que, en total inocencia y amor, contaba a Sus Padres de la Tierra lo que Su Padre del Cielo le mostraba sobre los mundos, sobre el universo y sobre Sus otros hijos del Cosmos.
Nuestros oídos y Nuestros Corazones aprendieron a escuchar en humildad y a reconocer la Sabiduría infinita que Dios depositaba en Nosotros, a través del pequeño Jesús.
Y ustedes, hijos amados, ¿escuchan con humildad y de corazón lo que viene del Corazón de Dios?
¿Creen verdaderamente que es posible que el Padre Eterno hable por medio de Sus Mensajeros?
¿Viven, en humildad y fraternidad, toda la Sabiduría que Nosotros, sus Padres del Amor, transmitimos por medio de algunos de sus hermanos que se están donando para repetir Nuestras Palabras?
Para que todos podamos construir esta nueva y sagrada familia entre todos, debemos abrirnos y confiar en el Mensaje de Amor y Humildad que hoy Nosotros traemos al mundo.
Para que la fraternidad sea la tónica de sus vidas, deben dejar de ser lo que eran e imitar la vida de la Sagrada Familia. Al principio solo la podrán imitar, pero a medida que experimenten la paz y el sentir profundo del corazón, al unirse a Dios, llegará el tiempo en que todo se convertirá en una extraordinaria experiencia. Esa experiencia será la cuna de la Nueva Humanidad.
No sientan temor a experimentar la humildad, no sientan reparo en ser menos que los demás porque en realidad nada son, solo representan unas pequeñas piedritas en un gran desierto.
Hoy, les damos un impulso de amor y de unidad, y reunidos en el Amor de Dios los invitamos a realizar una oferta a Nuestro Hijo, Quien los visitará al caer la noche de hoy.
Pídanle que les enseñe sobre la humildad, aquella que Él nos enseñó desde bien pequeño a Nosotros dos, Sus Padres del Amor.
Hoy, dejamos Nuestra Gracia en este lugar bendito y Nuestro Amor a todos Nuestros hijos del mundo.
Los aman y los acompañan siempre,
María, Rosa de la Paz, y el Casto Corazón de San José
El principio de la Sagrada Familia universal
Érase una vez, una familia humilde de Nazaret, que en su espíritu cultivó la sagrada obediencia a las Leyes Divinas.
De un vientre purísimo nació la Suprema Misericordia llamada Jesús y, en aquellos tiempos tan difíciles, los Tres Sagrados Corazones cumplieron una tarea en pro de la salvación espiritual de la humanidad.
De San José brotó la humildad de servir a Dios. En María, se expresó la obediencia y el amor por las almas, y en el pequeño Niño Jesús se manifestó la Gracia y la Misericordia del Universo Mayor.
Era este proyecto de Familia Sagrada el que debería cultivarse en todas las criaturas no redimidas. Era este proyecto, tan pensado, el que trascendería las barreras del mal y del dolor por medio del Amor profesado por el pequeño Jesús.
Este proyecto trino finalizó cuando el Maestro cumplió la Voluntad de Dios al dejarse clavar en la Cruz, y fue allí que la Sagrada Misericordia se derramó una vez más sobre el mundo.
Es este proyecto el que aún está latente en los Mensajeros Divinos y es por él que Ellos trabajan incansablemente, para que la obra máxima de la redención planetaria se pueda cumplir en la humanidad.
Que se abran los oídos internos de las criaturas y que puedan escuchar el llamado celestial, pues la Voluntad de los Mensajeros Celestes, que todo lo abarca, es que todas las criaturas de la Tierra sean una sagrada familia universal. Y será, hijos Míos, durante el tiempo de la purificación que este sagrado y divino deseo de Dios se podrá concretar.
No dejen de trabajar por su redención. No descansen hasta que estén completamente vacíos de ustedes mismos; será así que Mi Hijo encontrará barro nuevo para moldear el arquetipo de una familia divinizada por Dios y por la Santísima Trinidad.
Es este sagrado proyecto creador el que deberá cumplirse al menos en una parte de la humanidad. Cuando alguien consiga vivir los principios de la unidad y del amor, será la señal para los Mensajeros Divinos de que la Obra Sacra fue completada.
Será, en ese día, que los ángeles cantarán Aleluya porque habrán visto cumplirse la promesa de la sagrada familia universal, que deberá estar formada por cada uno de ustedes, así el mal será liberado del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en la Santísima Trinidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
La negligencia ha llevado a la humanidad entera a tener acciones y actitudes contrarias al Plan del Creador, porque por detrás de cada estado interior, conocido o desconocido por ustedes, se encuentra un motivo que no está de acuerdo a la necesidad del Plan Mayor.
Por eso, hijos, su Madre Celeste, Madre de la Justicia de Dios, viene al mundo para desterrar estos estados que llevan al camino del error y del estancamiento del espíritu en cada ser.
Atentos a todo, abiertos a escuchar lo irreconocible y simples para recibir la instrucción del Cielo y de la Tierra; ustedes, Mis hijos, podrán percibir los diferentes grados de la condición humana y de su decadencia a lo largo de los tiempos.
Pero para que ese patrón de conducta, que fue gestado como algo normal, pueda cambiar, la constancia y el esmero en descubrirse a sí mismo serán las llaves que abrirán la puerta para poder liberar todas las condiciones humanas.
Para formar parte de la nueva sagrada familia de la humanidad, aunque estos estados internos y ocultos actúen y se manifiesten por sí solos, sin posibilidad de mantenerlos neutros; la oración, la instrucción y la perseverancia por encima de ustedes mismos, los ayudarán a encontrar el camino del vacío de sí, a pesar del gran desierto que enfrentan en estos tiempos.
La hora de su purificación marcará el momento de poder limpiar y curar todas estas cosas que como la negligencia, hasta los días de hoy, llevan a la humanidad por el camino incierto de una ilusión “renovadora y deseada por muchos”.
El manto de la humildad los protegerá de todo y sepan, hijos Míos, que en el momento de percibirlo todo, Yo estaré desde el Cielo alentándolos a la liberación de sí y a que reposen en los brazos de Mi sagrado recogimiento.
Cuando comiencen el camino de su purificación, será la hora de poder redimir todos los hechos y todas las acciones que ya no son parte de una vida santificada en el Señor.
Su unión inmediata y su amor al prójimo, a pesar de las diferencias, los harán libres y dichosos para recibir la Gracia del Reino de Dios. Pero mientras su búsqueda de todo lo que está equivocado queda visible ante los ojos internos de los valientes, no se desanimen hijos, esta escuela que viven promete la inserción en el camino espiritual del corazón, en el camino crístico de Mi Hijo amado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye, en consciencia y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como Castos y Purísimos Corazones venimos del Cielo para que puedan reconocer, en sus vidas, los valores y las Gracias celestiales que, durante estos últimos tres años, hemos depositado en sus espíritus.
Hijos Míos, ustedes, habiendo reconocido la necesidad de caridad y principalmente la falta de amor en los corazones sufrientes que, en este tiempo, su motivo primordial sea aliviar las necesidades que tiene la humanidad y los Reinos de la Naturaleza.
Muchos de ustedes, a través del servicio, vencieron y traspasaron las barreras de la gran resistencia interior y, abriendo sus manos para donarse a otros, descubrieron la fuente de servicio y de amor que habita dentro de cada una de sus almas.
Si la humanidad entera pudiera socorrer a los grandes desequilibrios y a las miserias que existen en todo el planeta, y si la donación fuera espontánea e inmediata, la Misericordia de Dios ya hubiera transformado todo el mal en Luz. Así, muchos corazones dejarían de sufrir el resultado de sus errores.
Por eso, hijos Míos, habiendo ingresado en la esencia del servicio a la humanidad, que es uno de los principales atributos de la Sagrada Familia, el mundo ya podría tornarse salvo y digno de recibir una oportunidad más.
Su Sagrada Madre Celeste los aproxima a las virtudes que harán posible que la Nueva Humanidad surja.
Mientras la Mujer Vestida de Sol desvía del camino a la bestia para que todos los hijos de Dios alcancen la paz, les pido que continúen trabajando para el despertar del servicio y del amor puro por toda la humanidad.
Su Padre Celestial espera que la acción de servicio sea fraternizada con otras consciencias que también deberán despertar al servicio por sus semejantes.
El amor del corazón, unido al servicio espontáneo, promete grandes transformaciones y alivio de todas las deudas que son generadas, día a día, por la humanidad actual.
Queridos hijos, así como mi Santo esposo San José, padre y guardián de Jesús, los invitó a servir sin preferencia ni gustos propios, continúen caminando en dirección a la Fuente y al manantial que surge para lavar y cicatrizar las grandes heridas espirituales de esta ultrajada humanidad.
Mi Inmaculado Corazón los encontrará obrando a través del servicio y de la oración, y así como lo pidió Mi amado Hijo, vayan de dos en dos y proclamen su redención al mundo.
Los Sagrados Corazones estarán atentos a la voz de sus súplicas y a las de todos los servidores del Amor.
Les agradezco, en este día, por responder a Mi llamado y por haberlo concretado.
Los reúne, en el espíritu del servicio por la paz en el mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo siempre estaré al lado de los que clamen por Mi presencia. Siempre acompañaré a los que trabajan día y noche para que Mi Obra Mariana sea una realidad en este mundo.
Mis sagrados ojos están siempre fijos en los que Me permiten llegar a los más olvidados y permiten que Mi llamado se difunda en este mundo. Mi manto siempre estará sobre los que permiten que Mi presencia sea una realidad en la vida de todos los seres, porque a través de sus vidas, dan testimonio de la presencia divina en el mundo.
Mis amados, siempre estoy presente en vuestras vidas, a pesar que pocos Me pueden ver. Siempre acompaño vuestras oraciones porque cada una de ellas son preciosas delante de Dios. Yo estoy en cada letra que escriben, mientras trabajan; en cada palabra que pronuncian cuando buscan soluciones ante las dificultades de la vida y de esta sagrada misión.
Quiero estar en vuestros corazones, diciéndoles como seguir adelante. Quiero que oigan Mi voz y no desconfíen de que Soy Yo la que habla, aun cuando Mi presencia se esté recogiendo de a poco. Quiero recogerme en vuestros corazones y aunque Mis videntes un día no repitan más Mis palabras sagradas, quiero que en este tiempo, este verbo divino este latiendo en vuestros seres y se renueve cada día en vuestros corazones.
Yo vine al mundo y estuve tan cerca de todos ustedes, para que Me reconocieran y aprendieran a sentir Mi Corazón y saber cuando Yo estoy presente.
Mis amados, Yo jamás los abandonaré, porque Mi Inmaculado Corazón es omnipresente y desea vivir dentro de cada uno de vuestros corazones, así como Mi Hijo. Quiero hacer de vuestros corazones la simple y sagrada morada de Nazaret; morada que fue el refugio de la Sagrada Familia, que vio al Niño Jesús crecer y transformarse en el Cristo Vivo; morada donde la Sagrada Familia vivió la perfecta comunión con Dios y consiguió vivir el arquetipo divino, aún estando sobre la Tierra.
Mis queridos, alégrense pues hoy un nuevo ciclo se inicia y cada vez que Yo Me recojo un poco más de este mundo, tanto más presente debo estar en vuestros corazones. Cada vez que dejan de escuchar Mi voz resonando en la voz de Mis vidente, tanto más esa voz deberá resonar en vuestro interior.
Mis amados, cuanto más se aproximan los tiempos finales, tanto más deben estar preparados y fortalecidos para vivir lo que deben vivir como humanidad y, siempre que vean que uno de ustedes bajó los brazos, mayor debe ser vuestro esfuerzo y la esperanza de que un día este hermano pueda retornar a su misión original.
Por cada uno que deje de trabajar en este Plan, ustedes deben multiplicar los esfuerzos y no dejar que se apague el amor en vuestros corazones, mas sí, crecer en el amor y en la comprensión que disuelven la oscuridad y protegen de las dificultades.
En este tiempo, Mis amados, Yo les digo, sino existe amor en vuestros corazones no habrá paz. Amen para ser pacificadores y comprendan para saber amar.
Yo les agradezco por abrirme la puerta de esta sagrada casa, a la cual llego todos los días, pero donde muchos aún no Me percibieron.
Sepan que estoy aquí todo el tiempo y quiero encontrarlos en oración y fe. Conversen Conmigo y pídanme consejos delante de las dificultades, Yo les hablaré al corazón.
Los amo y los bendigo.
María, Señora de la Sagrada Figueira
Queridos hijos:
Mi voz maternal es inconfundible entre los universos. Por eso, Yo siempre vengo del Cielo para anunciarles el estado eterno de Mi Paz.
Con alegría y bendiciones, hoy quiero que suenen las campanas y los cuencos durante tres minutos de su tiempo y antes del comienzo de la vigilia de oración, porque este gesto de celebración anunciará la venida del Cristo interior a sus pequeños corazones.
Hoy Mi Inmaculado Corazón regresa a Su segunda casa de oración en el mundo, pues la primera casa de oración en el mundo es el Reino de Medjugorje.
En verdad, Mis amados, en Mi Corazón no existen diferencias, solo existe una gran misión por cumplir, misión que Yo amorosamente comparto con algunos de los autoconvocados al servicio planetario, porque por esta sagrada respuesta el mundo aún se está pudiendo sostener.
Queridos hijos, hoy llego a su encuentro como la Señora de Belén, quiero que todos Mis queridos hijos, durante esta noche, regresen internamente de corazón y de alma al gran momento del nacimiento de Cristo.
Si ustedes consiguieran vivir este misterio como verdadero e importante, sus almas abrirán las puertas del corazón para que los códigos crísticos se cultiven preciosamente en sus corazones.
Dios quiere rescatar el día del Nacimiento de Su Hijo predilecto en el corazón espiritual de la humanidad, pues el enemigo no ha podido destruir el amor verdadero que ella creó a través de las buenas acciones, porque algunos atributos, que una parte de la humanidad expresa hoy sobre la Tierra, permitieron salvaguardar al mundo de su autodestrucción.
Hijos queridos, deseo que Mi mensaje llegue al corazón de todos los que escuchan. Mi Hijo espera que hoy lo puedan vivir como algo sagrado y devoto.
Cada vez que en el mundo se celebra fraternalmente una fecha sobre algún hecho de la Sagrada Familia, oportunidades de Gracias especiales se abren en el Cielo para ser derramadas sobre el mundo como un manantial.
Que esta noche sea de Paz para todos y que ofrezcan a Dios esta inusitada paz de fin de tiempo por los que no viven en paz y por los que viven grandes sufrimientos en sus vidas.
Les agradezco el gesto de amor y de reverencia ante el Pesebre de Belén.
Agradezco la buena respuesta interior de los peregrinos para poder concretar la misión del ómnibus peregrino de Divina Madre, porque detrás de todo pedido celestial, se encuentra la santa Voluntad del Padre.
Alégrense y canten amorosamente a Cristo, porque Él hoy los escuchará en todo el mundo. Revirtamos así el mal sobre la Tierra a través del amor del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en este día especial,
Vuestra Santa Madre María, Reina de la Estrella de Belén
Yo Soy la Fuente universal de la Gracia de Dios manifestada a todo el universo. Yo soy María, la Madre de las Gracias, que en este día sábado de Gloria vengo al reencuentro de los hijos del Altísimo.
Desde ahora, estoy agradecida por la Gracia sincera que los Míos, Mis queridos hijos de la Nueva Tierra, han hecho surgir como un manantial en este sagrado lugar, porque aquí también el Cielo del Padre tocó con Sus manos a la Nueva Tierra para consagrarla hoy a Mi Inmaculado Corazón.
¡De gozo supremo está lleno Mi Inmaculado Espíritu maternal!
Queridos, acepten Mi Gracia suprema, que los liberará del mal y los curará completamente, que los renovará como en el origen y así serán buenos espíritus de la Creación.
Mis queridos, vivan en este mundo sin paz a través de Mi Gracia suprema, la que los lavará por entero como un manantial.
Yo Soy la Bendita llena de Gracia, soy la que intercede por ustedes de día y de noche, soy la Madre de las Gracias, soy la que les derrama el estado de Misericordia y de piedad a través de Mi queridísimo Corazón materno.
Yo Soy la que por Gracia Mayor intercede por ustedes ante Mi Hijo Jesús, para que reciban los dones de Su infinita Misericordia.
Para todos ustedes, Yo Soy la Madre milagrosa, soy la que les quita de los ojos la venda de la perdición para que puedan ver la divina compasión en el horizonte.
Yo Soy la Madre de la divina Gracia, soy la que los librará del juicio final para que ingresen a través de Mi Corazón al sagrado paraíso.
Yo Soy la Gracia universal, soy la que les provee el misterio de su fe, soy la que les brinda e irradia la esperanza, soy la Madre constructora de la Nueva Humanidad del corazón.
Hoy, esta Gracia suprema desciende sobre sus vidas y calma sus corazones, trayéndoles paz, cura y redención. Como dijo el Arcángel Gabriel en su profunda humildad: “Ave María, llena eres de Gracia, el Señor es Contigo...” y hoy Yo les digo: “Y bendito en Mi vientre es el fruto de la Nueva Humanidad, porque ella surgirá por la intercesión de Mi Gracia, por la misma Gracia que Dios derramó sobre Mi Ser”.
Queridos hijos, amados niños de la Nueva Tierra, como Yo les he prometido, en este día extraordinario descenderé del Cielo para estar muy cerca de Mis hijos y para confirmar que es posible rescatar a la humanidad perdida, a la humanidad que está sin Dios.
Por eso, hoy vendré hasta este sagrado lugar por medio de Mi Gracia, Gracia que quiero y deseo que puedan amar y que aspiren a encarnar en vuestros corazones.
Yo Me lleno de gozo y de amor cuando la Madre del Cielo está entre Sus más pequeños hijos, porque Mi Gracia Me recuerda a Jesús en Mis brazos. Sean como el pequeño Jesús, manso, simple, humilde y amoroso, que hoy Mis brazos puedan mecer a toda la humanidad necesitada de amor.
Les agradezco, ahora y siempre, por haber abierto aquí el manantial de Mi Gracia a través de la humilde manifestación de esta gruta, porque ella me recuerda a Mi antigua morada sobre la Tierra. La gruta me recuerda a José Castísimo, cuando construyó con Sus manos el simple hogar para Jesús en Nazaret.
Con esta finalidad, Yo pido las grutas, para que las almas se recojan en el interior de la Sagrada Familia.
Los bendice, los ama y les agradece por este amado recibimiento,
Vuestra Madre María, Señora de las Gracias
Querido hijos:
Con alegría y compasión llevo en Mis brazos a niños y jóvenes, porque como Madre y Guardiana de la Fe, los llevo todos los días al Templo de Mi oración, al Templo eterno de Mi Padre y desde allí los llevo al encuentro eterno con Mi Hijo Jesús.
Amados hijos, hoy los reúno en nombre del Amor de Dios para que, impregnados por Su Espíritu, alcancen la paz, la paz del corazón.
En la Sagrada Familia se encuentra el verdadero Templo de oración, en donde el Espíritu Santo participa a través de Sus Dones en el corazón de las familias. Orando todos los días a Mi Corazón materno, como Madre podré estar presente para guiarlos hacia la paz.
Queridos hijos, que este encuentro con la Reina de la Paz, abra sus corazones al llamado de la conversión.
¡Les agradezco por unir sus corazones a Mi llamado del Cielo!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Reina de la Paz
Queridisimos hijos y almas de la oración:
Con alegría recibo a todos sus corazones en el Reino de Mi Padre y hoy los invito a emanar la paz y el amor desde lo profundo de sus pequeños corazones.
Queridos hijos, ya estamos en una misión celestial de paz y de conversión para cada una de sus vidas y para todas las vidas que están sobre este mundo. Por eso, pequeños hijos, Yo los invito a vivir constantemente en oración para que en todas las cuentas de la contemplación, hechas por todos con el corazón, puedan tocar los Cielos, y el Señor pueda contestar a través de Sus Gracias.
Yo soy la intercesora de todas las almas. Soy quien los llevará hacia Mi Hijo Glorificado. Para eso, queridos hijos, después de estos meses que ya han pasado, en los que hemos estado unidos de Corazón a corazón, les anuncio como Gracia Especial que Mi voz celestial seguirá por un tiempo más acompañando a todos sus corazones a través de Mi Amor y de Mis Palabras en los Mensajes Diarios con el fin de que Mi Inmaculado Corazón llegue a todos. Yo les pido, queridos hijos, que difundan Mi llamado por la paz y por la hora de la conversión y que inviten a los corazones a reencontrar el ejercicio de la oración como algo primordial en estos tiempos.
Ahora el Señor Me ha pedido que, a través del Espíritu Santo, Mi Inmaculado Corazón llegue a las familias para que las familias del mundo puedan recuperar el símbolo de la Sagrada Familia de Nazaret. Y esto acontecerá cuando todos los corazones de las familias inicien el camino precioso de la oración. Así ellas también serán consagradas a Mi Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, agradezco con Amor Divino a todos sus corazoncitos por responder a Mi llamado. Deben saber que es Dios que ahora llama al mundo a la reconciliación y al perdón para que la Misericordia surja como fuente de conversión para todos los corazones.
Gracias por responder a Mi llamado.
Misericordia para todos Mis hijos.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más