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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
He aquí el Señor del Vacío, Quien no retiene nada para Sí, sino que entrega todo lo que tiene y que proviene del Padre Eterno.
Esta es la etapa en la que todos deberán entrar, en el vacío de sí mismos, para que el Todo los pueda colmar a través de Su Sabiduría, Amor y Compasión.
Sin vacío interior no es posible recorrer Mi Camino, esta fue la primera regla que Yo les entregué a Mis apóstoles para que aprendieran a conocer en profundidad el misterio de Dios y, sobre todo, Sus más íntimos Designios.
Cruzando la puerta del vacío interior, solo se encontrarán con la Ley, que es noble y justa, que es liberadora y trasciende en la materia. En el vacío de sí mismos, podrán comprender la Ley, así como es, y podrán vibrar, junto a ella, así como vibra todo el universo y la Creación.
En estos tiempos críticos que enfrenta el planeta y la humanidad, el vacío de sí mismos será la primera clave para Mis apóstoles. Será esa clave espiritual e interna que les permitirá comprender ampliamente la realidad de estos tiempos y, sobre todo, la experiencia de las almas.
No quiero que tomen esto como algo inalcanzable o como algo que está muy lejano de ustedes; porque, a través de estos últimos años que he compartido con cada uno, Yo los he venido preparando para ingresar en la escuela del vacío de sí mismos.
Porque es en ese lugar bendito y sagrado en donde Mi Padre los quiere tener; para que, cuando llegue el tiempo del Retorno del Señor, sus almas y espíritus sean depositarios, una vez más, de los impulsos que Cristo traerá al mundo para poder restablecer la Ley Sagrada del universo en todas las dimensiones del planeta y principalmente en la Nueva Humanidad.
Pero esa puerta del vacío de sí mismos, que deberán cruzar en este ciclo, no podrá ser cruzada de forma forzada, porque si no sufrirán; debe ser cruzada de forma gradual y espontánea porque en el vacío, en el que también vive Dios, Nuestro Padre Eterno, se encuentra la Llama Sagrada de Su Amor.
La Ley es el Amor Vivo de Dios, la Ley no es imposición ni justicia, la Ley es el Amor Vivo que restablece en los corazones la comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo.
Por eso, no tomen este impulso, que hoy les traigo, como algo lejano. Muchas veces lo coloqué ante ustedes, principalmente ante sus almas y espíritus, sobre todo en cada momento en que los llamé a la humillación y a la resignación.
Pero esto, en este tiempo, no puede ser algo árido, porque árido está el mundo por las guerras, los conflictos y, principalmente, por la batalla espiritual en los corazones.
Yo quiero que sientan en esta noche el bálsamo de Mi Amor Redentor, que es la Ley misma que se expresa para todos los mundos presentes y no presentes, para los que están en sintonía y en comunión con Mi Sagrado Corazón.
Pero, para preparar Mi Retorno al mundo, será necesario que ustedes puedan seguir dando sus pasos en la medida en que puedan mantener su estabilidad interior y espiritual, mental, física y emocional.
Ustedes saben, compañeros, que Yo nunca los colocaré ante una gran prueba que no puedan atravesar o transitar. Sí, los colocaré ante desafíos en sus vidas, en la experiencia inconfundible de los grados de amor que solo los hará crecer en servicio y en entrega.
Sientan esta expresión del vacío de ustedes mismos como el gran tiempo esperado para su liberación interior, como la gran puerta hacia el despojamiento y hacia la entrega total y absoluta de sus vidas y corazones al Gran Corazón del Señor.
Hoy, Conmigo están dos ángeles del Arcángel Metatrón que sostienen entre sus manos el rayo de la Ley de Dios y que infunden, en el mundo, el impulso para que las almas ingresen al vacío de sí mismas, de una forma pacífica y sagrada.
Porque el vacío interior no lo alcanzarán mañana, sino cuando ustedes mismos, al final de sus días y de esta vida en la Tierra, vivan la síntesis y la meditación en sus consciencias de todo lo que han podido aprender en este mundo y principalmente con sus semejantes.
Será entonces, en esa hora y en ese momento, cuando los propios ángeles del Arcángel Metatrón, junto con sus ángeles de la guarda, registrarán ese importante momento para sus vidas y, sobre todo, para sus esencias que tendrán la dicha de poder retornar al Origen, al lugar en donde una vez todo comenzó para ustedes, como pequeñas chispas de Luz de Dios, como pequeñas moléculas de Su Amor Creador en las dimensiones, planos y universos.
Por eso, a veces parece que la materia no quiere transformarse o aun a veces parece resistirse por sus impredecibles miedos, pero Yo les digo que no teman, su propio Maestro lo vivió en carne propia en el Huerto Getsemaní. Recuerden que Mi consciencia humana sudó sangre por lo que Mis propias células irían a enfrentar hasta la muerte en la Cruz.
Y eso es parte de una experiencia crística también para ustedes. No sudarán sangre, pero tal vez se enfriarán sus almas, sentirán que los abraza la noche oscura y que, después de tanto esfuerzo, tal vez nada tendría sentido ni motivo.
Pero es en esa hora, compañeros, esa hora aguda y grave del planeta, en la que Yo vengo a colocarme disponible para cada uno de ustedes. Es inevitable que haya una parte que ustedes deben vivir y experimentar.
¿Cómo creen que podrán ser los Nuevos Cristos del Nuevo Tiempo si no viven su propio Getsemaní?
¿Cómo creen que serán los Cristos del Nuevo Tiempo si no cargan con su propia cruz, sobre todo en aquella estación en donde parece que pierden todas las fuerzas, en donde ya están exhaustos y sus mentes piensan que no conseguirán seguir adelante por Mí?
Es en esa hora en la que el Sagrado Cáliz del Señor está expuesto ante sus espíritus y almas para extraer de cada corazón humano la experiencia del amor y del perdón.
Es en esa hora en la que la Creación se puede renovar y, a través del mérito invisible de Mis compañeros y discípulos, los graves pecados y ultrajes del final de los tiempos pueden ser perdonados, los conflictos que aún suceden en el mundo se pueden detener.
No quiero que se ilusionen, quiero que tengan consciencia y que despierten. Algunos fueron llamados a vivir este sacrificio Conmigo para que otros tuvieran la Gracia y la oportunidad de la redención y de la paz.
La humanidad le debe mucho a Dios por todo lo que Dios le ha entregado a lo largo de los tiempos; por eso, deben existir Nuevos Cristos, Cristos del corazón.
Que, en esta hora, cada uno pueda ser valiente, pueda tener el coraje de poder superarse y de fijar su mirada en el Propósito, aquel Propósito que aún está siendo escrito a través de la experiencia de sus vidas y almas.
Este fin de tiempo ya estaba previsto, la noche oscura del planeta ya estaba prevista, así como también la noche oscura del alma. Pero recuerden que, en esta noche, Yo vengo como la Luz del mundo para una vez más disipar las tinieblas y llevarlos al centro de Mi Paz, al Gobierno Espiritual de Cristo en todo este universo.
La última Sagrada Semana se aproxima; 2025 es un año de grandes cambios y definiciones como nunca antes lo han visto o reconocido.
Es en esta hora en la que Mis Designios y sobre todo Mis Instrucciones deben estar en práctica, en la experiencia de su día a día, en el ejemplo imborrable de aprender a amar la condición más humana y densa, que la mayoría no quiere amar ni perdonar.
El Amor Crístico de Mi Corazón no tiene condiciones ni formas; es un Amor sin dimensiones ni planos, porque es un Amor Infinito y Eterno que impulsa a las almas a la elevación para que se animen a imitarme en cada paso, con la convicción absoluta que no los abandonaré, que no les soltaré la mano si ustedes no se sueltan de Mi Mano.
Aun en la noche más oscura y más confusa del planeta, Yo estaré, para que todos Mis discípulos y servidores Me representen como parte de los 144 000 que fueron revelados y escritos en la Biblia.
Este es el tiempo del apostolado, no lo olviden; del apóstol que no se queda inmóvil; del apóstol que es activo y que está predispuesto, junto al Sagrado Corazón del Señor, a que se cumpla Su Divino Plan.
Cada uno está siendo llamado para esto, aunque crean que ya fueron llamados o aunque hoy ya estén aquí, como tantas veces lo estuvieron.
Hoy, Mi Llamado es diferente, porque es un llamado interno y definitivo; es Mi último Llamado antes de Mi recogimiento, después de la Semana Santa.
Será entonces cuando la historia se comenzará a escribir, la que ustedes mismos representarán, la que ustedes mismos reflejarán con sus ejemplos, con sus transformaciones y con su entrega a Mi Corazón Misericordioso.
Quiero que sepan que, a pesar de un mundo sufrido, hoy siento la alegría de estar aquí con ustedes, por cada oración que Me han ofrecido, por cada canción que Me han cantado, por cada llanto que Me han entregado, por cada incomprensión que han dejado a Mis Pies y, sobre todo, por el amor que Me han ofrecido verdaderamente.
Esto es lo único que Yo vengo a buscar aquí y que vengo a buscar en el resto del mundo, en cada alma y en cada corazón que reconoce a su Maestro como el Maestro entre los Maestros, entre todos los Maestros Ascendidos.
Mi Fuente Espiritual una vez más se abre para que vengan a lavarse y a purificarse, así como su Maestro y Señor purificó a Sus apóstoles en la Última Cena, lavando sus manos y sus pies de todo lo que ellos mismos pretendían.
¿Ahora comprenden que este es el ciclo del vacío interior?
No les digo que no van a sentir resistencias, porque no sería correcto.
En cada día, un nuevo paso, una oportunidad de volver a comenzar, de no bajar los brazos, de ir más allá de uno mismo para que Yo pueda ir más allá de ustedes mismos, sabiendo que todo tiene su momento y su tiempo, así como lo prevé Nuestro Creador.
Esta Comunión Espiritual que hoy celebrarán es importante para Mí, precede a Mi última tarea durante la Sagrada Semana. Porque desde ahora, aun dentro de la Cuaresma, las almas se preparan para Mi gran y último momento, el momento de escribir esa historia que Dios tanto espera, a través de los discípulos y discípulas confirmados al Sagrado e Insondable Corazón de Jesús.
Si Yo Soy su Rey, como lo cantaron en esta noche, ustedes son Mi todo y Mi motivo. No existe otra razón espiritual o interna de estar aquí, sino de que sus vidas, a través de Mi Amor Redentor, sean vida en abundancia.
Así, Yo los santifico y los bendigo, preparándolos a ustedes y a sus hermanos, que acompañan este momento, para ingresar en la Dolorosa Pasión de Jesús, el triunfo de Su entrega y de Su Amor al mundo, a través de la Sagrada Semana.
Les agradezco por estar aquí, en fidelidad Conmigo, en este momento y a lo largo de todos los tiempos que pasaron. Recuerden que eso es imborrable para Dios, más allá de cualquier situación o acontecimiento.
Dios no mide sus acciones a través de las formas, sino a través de su amor. Recuerden esto y tengan fe, Mi Reino está cerca.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Última vez, junto con el Sagrado Corazón.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"¿Cuánto ya aprendiste a caminar libre de ti mismo en este desierto?
¿En esta Cuaresma, conseguiste reconocer tu verdadero ser en tu persona humana?
Es importante tener claro que, en todo camino de transformación, no hay que identificarse con todo aquello que, en ti mismo, te derrota, sino que es importante mirar el aspecto evolutivo de cada paso que es dado en confianza.
Por eso, en todo examen de consciencia, debes sumergirte en el acto del arrepentimiento, para que las resistencias inamovibles de tu consciencia puedan rendirse algún día ante el poder del Amor Crístico; así, te librarás de todo lo que cíclicamente repite la misma actitud justificada.
Sé sabio y permite que, en esta Cuaresma que ya está terminando, puedas hacer un examen de consciencia que sea capaz de abrirte a la redención".
Cristo Jesús
Vamos a entonar “Fuente Primordial” por algunas veces y vamos a acompañar a Cristo en Su tarea de liberación del planeta.
Nos ponemos de pie.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El origen de la Tierra fue modificado desde el principio. El Propósito Divino no llegó a cumplirse y muchos de ustedes ya saben cuál fue la razón.
Hoy no vengo a recordarles el error, sino las causas, algo que aún deberá ser corregido por la propia redención del ser humano, para que recupere su filiación con la Fuente y viva la Voluntad de Dios.
Aún la corrección del Propósito Divino no sucedió. La humanidad ha vivido muchas experiencias a lo largo de los tiempos y aún no se ha redimido. Por esa razón, Yo deberé volver a la Tierra para terminar de realizar y de concretar lo que falta.
Si Yo no hubiera venido, hace más de dos mil años atrás, el planeta no estaría dentro de este sistema solar. La desgarradora injusticia de la humanidad en aquel tiempo era muy grande y, aun con la Sangre que fue vertida hasta lo alto de la Cruz, el ser humano se ha seguido equivocando.
Ahora, la situación en este tiempo comparada con la de ayer es muy diferente. Los acontecimientos se han agravado y han perjudicado la propia espiritualidad del ser humano. La expansión de la consciencia que promete el Universo llegará a la Tierra para ingresar en el interior del ser humano, descristalizar sus resistencias y a través de un gran golpe de Luz que surgirá de la Fuente Divina, a través del Sol Central de la Galaxia, gran parte de la humanidad tendrá la chance de despertar.
Los acontecimientos de estos días son un preámbulo para llevar a la humanidad a la recuperación de su origen y de su propósito.
Es así, que la humanidad tendrá una oportunidad única y podría recuperar el lugar que perdió cuando Adán y Eva cometieron los primeros errores y salieron del Edén. La propia dualidad que hoy viven muchos de ustedes, originaria del tiempo del Génesis, es la que cada uno deberá aprender a vencer y hacerlo.
Eso traerá para la consciencia una posibilidad importante no solo material, sino también espiritual, de que el hombre de la superficie de la Tierra genéticamente recupere su lugar, aquel arquetipo o diseño de Dios que fue pensado para ser aplicado en esta humanidad, en esta raza, y que fue modificado por la perversión y la desobediencia.
La humanidad, en este momento, no sabe lo que internamente sucederá. Antes de que la Justicia Divina modifique el universo, sigan modificando sus actitudes y hábitos, porque así no sentirán el impacto de la Ley en este tiempo.
La Madre Universal les ha hablado del arrepentimiento, de la penitencia. Son palabras, atributos que no pueden ser olvidados, no pueden escucharlos como si no comprendieran lo que eso significa. La Palabra de la Jerarquía llega en este tiempo con determinación.
Es necesario forjar la existencia del verdadero ser para que la ilusión se desvanezca de la consciencia humana. Ya no podrán pasar dos mil años más para que el ser humano pueda cambiar, no hay tiempo. Esta es la única oportunidad, una oportunidad tan semejante y única a la que recibió el pueblo de Israel con el nacimiento del Mesías.
Después de dos mil veinte años, la situación de la humanidad se agravó. La humanidad se alejó del Propósito y ella creyó, por sí misma, que estaba más allá de todo. Pero, en este tiempo, reconoció que no es así. Los hechos demuestran lo contrario y esto debe terminar.
La humanidad no puede seguir retrocediendo, no fue creada para ese fin. El retroceso es parte de la adversidad, la evolución es parte de la Fuente Divina, y en eso se ha concentrado la Jerarquía en estos días especiales, en los cuales decisiones importantes definirán los próximos pasos en la superficie de la Tierra.
Pero aquel que quiera forjar su sobrevivencia, no lo conseguirá. Es necesario esforzarse para estar en la Ley y cumplirla. El sufrimiento no es parte de la Creación ni de la vida. ¿Seguirán sufriendo cuando la ayuda del universo está aquí?
La humanidad debe comprender que no está sola y que la vida no termina aquí. El universo está en un gran dinamismo constante, todo forma parte de la vida, todo forma parte de la Creación. ¿Acaso eso no es de Dios?, siendo que Él fue Quien lo creó.
Despierten y no perecerán. La consciencia debe expandirse y alcanzar su propósito. Los espejismos y la ilusión ya no pueden someter a sus vidas. ¿Cuánto tiempo más esperarán para que el gran paso pueda ser dado?
Esperamos que la humanidad comprenda que hay que dar un gran paso y que de ese paso dependerán muchas otras situaciones que la humanidad ignora y desconoce. Esos pasos tienen que ser dados. No hay hacia dónde ir o dónde permanecer.
La consciencia será llevada a enfrentar la realidad. No ayudará su irritación o intolerancia. Sufrirán, solo sufrirán si se resisten al gran cambio de la consciencia.
La humanidad necesita estar preparada para Mi Retorno. Si no se prepara, ¿cómo Me reconocerán?¿Encarcelarán al Hijo de Dios por no poder crucificarlo nuevamente?
Él vendrá con la Gloria que el Padre le ha dado, con la gran revelación que fue vivida por algunos de los apóstoles en la Transfiguración. Con Él no solo vendrán los seres angélicos, sino también todo lo que está y vibra en el universo, llamado Hermandad.
No habrá forma ni movimiento que lo detenga, porque cuando el Retorno suceda, el universo temblará y el planeta ingresará en un tiempo en el cual nunca ha estado, el tiempo eterno del universo, en donde todo se sabe y se vive.
En este momento, toda preparación podría ser insuficiente. Por eso, la demanda en este tiempo es muy grande. Necesitarán ayudar a sus hermanos en el despertar. No podrán quedar paralizados cuando Yo retorne al mundo y el universo ingrese al planeta de una forma muy fuerte. No habrá quién no lo pueda ver, ese momento está escrito y deben recordarlo.
Por eso He venido, en estos últimos tiempos, preparándolos para que, cuando Yo retorne, no se sorprendan, porque podrán ver el verdadero Rostro del Hijo de Dios como nadie nunca lo ha visto, porque el Hijo vendrá desde la Fuente y a Sus Pies lo acompañará el universo, y la humanidad lo sabrá porque será una señal sin aviso.
Aquellos que nunca creyeron, creerán. Aquellos que Me negaron, se arrepentirán. Y aquellos que Me abandonaron, se golpearán el pecho y dirán: ¡Dios mío, Dios mío! Pero todo ya estará cumplido, porque las Gracias de Mi Fuente han sido inagotables.
Vengo a abrir los ojos de la consciencia. Vengo a hacerles sentir en el corazón la Verdad y esto va más allá de cualquier religión, porque la Fuente Divina es única y universal. Es la Fuente de todas las criaturas y consciencias, en todos los niveles de la Creación.
Esa Fuente Divina pertenece a cada ser, porque todos venimos de ella y el fin de esta experiencia en la Tierra, así como en el universo, es que ustedes retornen algún día a esa Fuente, para renovar la Creación con todo lo que aprendieron y vivieron.
No quiero que sientan temor a Mis Palabras, sino seriedad. La Voluntad de Dios actúa en este lugar y Su Poder se expresa a través de Mis Palabras, despertando a las células del ser humano para que alcancen la elevación y el despertar.
No quiero que más almas se sigan cegando, que pierdan el camino del espíritu, que pierdan la oportunidad de amar y de crecer interiormente.
Di Mi Vida por ustedes y aún la sigo dando, porque la humanidad no ha comprendido el Mensaje. Por eso, aún debo venir del Cielo para que las almas Me puedan escuchar y reconocer. Si Yo estuviera en Mi Iglesia de la Tierra, la humanidad no Me escucharía.
Muchos fueron los caminos que Mis compañeros decidieron tomar y se alejaron de Mí lentamente. En el centro de Mi Corazón divino y solar uno atodos los caminos para que las almas retornen a Mí y tengan vida eterna.
Pero Mi llegada al mundo, Mi Retorno, no está lejos. Piensen en eso, porque en el momento menos pensado Yo llegaré y ustedes deberán estar prontos para ir a Mi encuentro, así como Yo iré hacia los cinco continentes. Y la humanidad entera, a pesar de sus lenguas, Me comprenderá, porque hablaré en un solo idioma que aún nadie ha escuchado. Será el Espíritu de Dios el que les hará comprender Mi Mensaje, así como ahora comprenden Mis Palabras.
Deben ser celadores de Mi Legado, viviéndolo para que sus hermanos también aprendan a vivirlo.
Yo vengo del Cielo con el Propósito de Dios, porque queda poco tiempo para que la humanidad corrija sus caminos y enmiende sus errores, a fin de que no le falte Mi Misericordia. Eso es lo que espero, que no les falte Mi Misericordia.
Hoy entre Mis Manos tengo el gran Pergamino de Dios, que el Padre escribió para la humanidad, Su Deseo sublime y ardiente para cada uno de Sus hijos.
Este Pergamino fue presentado a los Arcángeles en el Génesis, para ser aplicado en la primera humanidad, en Adán y Eva.
Recen Conmigo por los tiempos que vendrán, para que este Propósito de Dios que está escrito, se cumpla en cada una de sus vidas conforme ÉL lo ha pensado, y Yo rezaré por ustedes para que lo puedan vivir.
Muchas almas negaron este Legado, almas con grandes tareas rechazaron este Propósito sin tener consciencia de lo que hacían. Pero Yo Me ocuparé de ellas y las colocaré en el lugar que les corresponda por su elección, porque ahora ya no tendrán el premio de los Cielos, sino la amorosa Justicia.
Pero ustedes seguirán rezando hasta antes de Mi Retorno al mundo, para que las almas puedan corresponder a Mi Llamado, que es el Llamado de Mi Padre a través de la Voz de Su Hijo, que espera hacer eco en los corazones.
Hoy, delante de la Voluntad escrita de Dios en el origen de esta Creación, vamos a ofrecer el Sacramento de la Eucaristía, para que a través del Cuerpo y de la Sangre de Cristo las almas tengan fuerza interior para vivir el Propósito.
Celebremos contemplando este misterio.
Vamos a contemplar a Cristo, aún presente en este lugar para el mundo entero, sosteniendo entre Sus Manos el Pergamino de Dios, la ardiente Voluntad del Creador para Sus hijos en el origen de la Creación.
Llevamos nuestras manos al corazón y nos unimos a Jesús Cristo, haciendo nuestro ofrecimiento en esta tarde de Misericordia y de consciencia. Y en nombre de la humanidad, vamos a agradecer que el Señor siempre nos lleva a la Verdad para que seamos guiados al Padre.
Ofrecemos nuestro corazón imperfecto y aspiramos a recibir la llegada de Cristo a la Tierra, en hermandad y en luz.
Jesús, conociendo el Propósito de la Creación, en aquel tiempo, mientras estaba reunido con Sus compañeros, tomó el pan, lo elevó y ofreció todo Su Ser por cada uno de nosotros. Y le pidió al Padre que el pan que le era ofrecido fuera convertido en Su Cuerpo.
El Padre, lo escuchó y aceptó Su entrega.
Fue así que Jesús lo partió y lo ofreció a los apóstoles, diciéndoles: “Tomen y coman, este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
Y la forma de Luz entró en el alma de los apóstoles. Enseguida, Jesús tomó el Cáliz y lo elevó, pidiéndole al Padre que se convirtiera en Su preciosa Sangre, el Padre Lo escuchó. Enseguida, Jesús lo ofreció a los apóstoles en un acto de profundo Amor, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la nueva y eterna Alianza, que será derramada por Su Señor para el perdón de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
El Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Con todo nuestro corazón, en la Presencia viva de Nuestro Señor Jesucristo, ofrecemos la oración que Él nos enseñó:
Padre Nuestro (en español e inglés).
Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.
Señor,
yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.
Padre Celestial,
que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti.
Guíanos por el camino del amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.
Yo siempre les daré todo lo que Soy y todo lo que tengo, porque sé que lo necesitan para aprender a amar Mi misterio y vivir Mi Voluntad.
A pedido de Nuestro Señor, vamos a escuchar a través de los hermanos del Consejo, una intención que quieran dejar en el Corazón del Redentor por la humanidad.
El Señor los escucha, uno por vez:
“Que se cumpla Tu Voluntad eternamente, Señor”.
“Que haya paz en los corazones, a pesar del sufrimiento”.
“Que podamos vivir la compasión y la unidad, y seamos un solo corazón y una sola alma, en Cristo”.
“Padre, escucha a aquellos que Me sirven,
a aquellos que Me siguen, a aquellos que Me viven.
Padre, dulce Adonai, Suprema Voluntad, Eterna Esperanza,
sagrado alivio del sufrimiento,
escúchanos, para que se cumpla Tu Voluntad.
Padre, no mires los errores,
cree en todo aquello que Yo puedo hacer en Tus hijos,
porque Tu Amor, Tu Gracia y Tu Misericordia, siempre vencerán”.
Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Para cerrar este encuentro y esta transmisión, llevando el impulso de Amor de Cristo en el corazón, vamos a escuchar una canción a Su pedido: “Retorna”.
Superar los errores y persistir, hijos, es una forma de crecer humana y espiritualmente.
Cuántas veces sus personalidades, y aun las resistencias de sus almas, los llevan a caer en abismos profundos y oscuros, de donde solo pueden salir a través de la humildad, de la obediencia y cuando abrazan y acogen el desierto.
Cuando una consciencia comete un gran error en el camino espiritual, tiende a querer desistir de todo, porque le es más fácil sucumbir de una vez en el abismo que erguirse con esfuerzo y valentía, con humillaciones y obediencia, yendo en contra de todo lo que antes la engrandecía.
Pero cuando esa consciencia se arrepiente y abraza el camino de retorno al Corazón de Dios, por más doloroso que parezca ser, y coloca sus pies en las huellas de la humildad, de la rendición y de la obediencia, es entonces, hijos, que esta consciencia conocerá verdaderamente el Amor, el Perdón y la Misericordia de Dios.
Es entonces que crecerá como hombre espiritual y forjará en su interior una fortaleza que no es humana, sino divina.
Es entonces que aprenderá que más vale caer y levantarse mil veces que sucumbir en las facilidades de los abismos del mundo, porque estos abismos solo traen sufrimiento y dolor, angustia y pena, mientras que levantarse de ellos trae un crecimiento forjado a fuego que imprime en el alma la unión con Dios. Y por más que los seres sean siempre probados en su camino, esa alma ya sabrá lo que debe hacer al caer y, en cada caída, crecerá más, humana y espiritualmente.
Aprendan de los errores. No se rindan ante las debilidades humanas, sino afírmense en la humildad y en la obediencia, y así seguirán en ascensión al Corazón de Dios.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Acoge con amor y gratitud las pruebas que tu Señor te envía y descubre, a través de cada una de ellas, el camino perfecto para tu cura, tu despertar y tu redención.
A veces, hijo, Dios te da una enfermedad para experimentar y que, a través de ella, vivas una cura espiritual profunda. La enfermedad te muestra la fragilidad de tu ser humano cuando solo está sustentado por fuerzas humanas y en las leyes de este mundo.
Cuando te rindes de corazón y colocas tu vida en las Manos de Aquel que la creó, y que es el único capaz de conducirla con perfección, entonces comprenderás que la enfermedad viene para curarte de ti mismo, para vencer tus resistencias más profundas, para colocarte delante de Dios, tal como un frágil cordero en los Brazos de su Pastor.
Percibe la enfermedad como la advertencia que proviene del Cielo y que te llama a profundizar en tu entrega y resignación a Dios, en tu rendición delante de Su Voluntad, para que comprendas que Él es el único capaz de guiar tus pasos.
Mientras tú tienes fuerzas, Él tiene Poder.
Mientras tienes conocimientos, Él tiene Sabiduría.
Mientras tú buscas una verdad, Él es la Verdad.
Por eso, hijo, permanece delante de Dios en tu interior, para agradecer cuando Él busca abrir tus ojos, revelándote tu fragilidad.
Profundiza en el sentido de la entrega, de la rendición y de la obediencia. Profundiza en el sentido de la fe, de la gratitud y de la humildad ante Dios; porque de esa forma, tu enfermedad será curadora para ti y tu espíritu se liberará.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Si tu corazón está cansado interiormente, si tu mente está cansada de resistir, si tus cuerpos están cansados de sustentarse a sí mismos y a este mundo, hijo, llegó el momento de rendirte a Dios.
Si tu espíritu es tentado, si tu alma está en agonía, si la soledad se aproxima y, aun rodeado de amigos, es su silencio el que habla más alto en tu interior, hijo, es porque llegó el momento de rendirte a Dios.
La Pasión planetaria comienza con la tentación.
Antes de entregar todo por amor, tu Señor ya cargaba espiritualmente el peso del mundo y, venciendo a las tentaciones internas con la revelación de Su Fe inquebrantable, venció, entonces, a Sus resistencias más humanas al sudar Sangre y, en ella, al miedo de toda la humanidad de vivir la entrega y el sacrificio por un amor sin recompensas.
Una vez más te digo, hijo Mío, medita en la Cruz de tu Señor y crea un vínculo profundo con Él.
Porque cuando el Verbo Divino se silencie, cuando las estrellas se oculten en el cielo y hasta aun tu universo interior esté oscuro, como una noche sin luna, solo el poder de la memoria de la Pasión de Cristo es lo que inspirará a tu alma. Es tu unión profunda con Él y la meta de imitar Sus pasos lo que te permitirá seguir adelante.
Es tan poco lo que padeces, hijo Mío, pesar engrandecido por las tentaciones del mundo, los asedios de estos tiempos. Pero te digo que mucho mayor es el Amor y el Poder de Dios dentro de ti.
Arriésgate a descubrirlo; entrégate para vivirlo.
No permanezcas en el cansancio o en la agonía, sino bebe del Cáliz divino que parece ofrecerte dolor, pero que, en verdad, te ofrece el Amor infinito.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Permanece en el desierto como Madre Teresa de Calcuta que, a pesar de estar en el vacío y en la soledad, supo encontrar al Señor en sus semejantes.
Todo cuanto buscaba, como compensación interna, se desvaneció. Su fe se fortaleció y se consolidó con tan solo cumplir la Voluntad de Dios y consolar a los pobres en el cuerpo y en el espíritu.
Fue de esta forma que Madre Teresa encontró a Dios y se fundió en Él, aunque no lo percibiera enteramente.
Permanece en el desierto como la Madre Teresa de Calcuta, fortaleciendo el propio interior, no en el mundo sensible y en la unión mística con Dios, sino en la fe palpable y en la superación constante, comprobando y experimentando la Presencia de Dios en los que más necesitan, siendo nada para el mundo y para sí mismo, y todo para Dios, todo para el Corazón del Redentor, que palpitaba cansado dentro de los pobres y de los oprimidos, dentro de los solitarios y de los perdidos.
Busca, hijo, vivir tu desierto consolidando tu fe. Sabe que cada desierto trae consigo un salto al infinito, y esto sucede de muchas formas.
Si tienes sed de sensaciones y de experiencias internas, sed de realizarte y de ver a Dios y, aun así, Él te mantiene en el vacío, descubre que tal vez la Voluntad del Señor sea revelarse para ti en donde menos lo esperas, en aquel espacio en donde a tu amor le cuesta llegar, en donde tus resistencias bloquean tus pasos y no te permiten entrar, en donde tus flaquezas te impiden descubrir la necesidad de amor. Allí está Dios, esperando por ti.
Deja en el desierto tus deseos y aspiraciones, tus necesidades, tus ansías más profundas. Y cuando no tengas nada, el Creador te mostrará en dónde Él está escondido, llamando por ti, buscando tu mirada, tu fe, tu corazón.
Quién sabe, hijo, si tu desierto será el desierto de la Madre Teresa de Calcuta, en donde Dios se revela de afuera hacia adentro y de adentro del prójimo hacia dentro de ti.
San José Castísimo
En estos tiempos definitivos, las consciencias tendrán la Gracia de poner fin a la cadena de errores del pasado, y también el planeta, como consciencia, se liberará del peso milenario que guarda.
Así, todas la consciencias que son prisioneras de errores pasados, como también las consciencias que generaron esos errores, enfrentarán ese agudo momento en el que la Fuente de energía solar expurgará y purificará todas las raíces de la adversidad.
Todo ese movimiento será en cadena; y consciencias que ustedes ni imaginarían que pudieran cargar con esa inmensidad de errores, se mostrarán, para que el fuego solar y las fuertísimas emanaciones del Amor hagan de cada momento o acontecimiento un proceso acelerado de liberación.
Por eso, deben estar libres de resistencias y de condiciones para que sus almas ayuden plenamente a liberar al planeta de todo lo que él carga desde hace siglos.
Abracen esta oportunidad de servir y de llevar adelante el momento de la gran redención planetaria.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Es en este nuevo ciclo, que comenzará en el año 2020, que se verán y se sabrán cosas increíbles.
Todo lo que fue astutamente ocultado en todos los sentidos, formas e ideas, se destapará.
Toda mentira, manipulación o engaño que haya sido construido por invención del hombre, se desenmascarará.
Toda situación de las personas, sea interna o externa, de salud, de purificación o de resistencia se mostrará, porque las ondas solares que en este tiempo estarán ingresando, durante el verano en Sudamérica, son ondas ultravioletas que están llegando con un altísimo grado de expulsión y de movimiento sobre todo ser viviente de éste y de otros planetas.
El Sistema Solar, a partir del año 2020, ingresará en la última y más aguda etapa espiritual, cósmica, mental y material de su transición.
De los ocho mil millones de personas presentes en este planeta, el noventa por ciento están distraídas e hipnotizadas por la ilusión global.
En ese sentido, el campo de acción de las ondas solares removerá de su sitio y lugar todo lo que esté fuera de la Ley, y este impulso que traerá el Universo y que se asociará al desequilibrio del planeta y del eje de la Tierra, aumentará el efecto inesperado de ese movimiento cósmico.
Por eso, el año 2020 será el último tramo para poder alcanzar la elevación de la consciencia y del plano mental, para que los efectos universales de ese movimiento no afecten a la mayoría de las consciencias dormidas.
Así como el impulso solar será fuerte en los ámbitos involutivos de la humanidad, el mismo impulso traerá a todos los seres de bien la oportunidad de dar grandes y firmes pasos en la evolución y en la madurez de la consciencia, así como la posibilidad de establecer importantes procesos espirituales de redención, de perdón y de reconciliación.
Pero les vuelvo a decir: no habrá ser de la superficie de este planeta que se pueda oponer ni esconder de este movimiento solar. Todo quedará en evidencia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Entrega tu corazón y tu vida en las Manos de Dios, para que tu sufrimiento interior termine.
Deja que los rayos que descienden del Cielo para la definición de los seres no causen dolor en ti, sino que te liberen de tus resistencias, de los muros de piedra que te separan de lo que eres, que te impiden llegar a Dios.
Deja que se quiebren las barreras de la resistencia; deja que se renueven tus fuerzas y tu amor por el Plan de Dios.
Todas las oportunidades para la ascensión y la iluminación de la consciencia se encuentran en tu día a día; la llave está en tu actitud frente a los acontecimientos, a las pruebas y a las necesidades que te llevan a la superación.
Tus pies ya no están en el calvario de este mundo, por eso no detengas tus pasos, sino abraza la cruz que te fue dada, con paz en tu corazón.
Recuerda el abrazo de tu Señor a la madera, cuando la cruz de tu redención pesó sobre Él, y hoy que eres llamado a imitar Sus pasos y dar todo de ti por amor, haz lo mismo: abraza la cruz, por la redención de los ciegos de espíritu y por los duros de corazón, por los indiferentes e ignorantes, por los que no recibieron Misericordia porque creyeron que su estado de miseria era el tesoro de sus vidas.
Cuando abraces la cruz, desde Cielo vendrá el auxilio para que puedas cargarla.
Cuando abraces la cruz, vivirás la revelación del Amor de Dios en Cristo.
Cuando hubieres consumado tu entrega en la cruz de estos tiempos, verás el Amor de Dios renovarse en ti.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
A veces, al llevar la paz al mundo pierdes la paz en tu interior, porque el sacrificio y la entrega constantes hacen que emerjan tus resistencias más ocultas, hacen que tu condición más retrógrada salga a la luz y sea liberada inconscientemente de tu mundo interior. Eso, hijo, también es parte del servicio que prestas a la humanidad y a este planeta en el nombre de Cristo.
La paz interior debe ser conquistada todos los días. La unión con Dios debe ser construida y reconstruida a cada instante. En estos tiempos, en los que la humanidad está en el centro de una batalla que define la evolución de toda la Creación Divina, todos los días las consciencias son blancos de los estímulos incansables de la vida de ilusión para que no avancen en su despertar, para que no profundicen en su unión con Dios, sino para que retrocedan o al menos se estanquen en el punto en el que están.
Por eso, hijo, observa con calma este momento, sé consciente de que las pruebas de este tiempo son desconocidas para toda la Creación y, todos los días siempre que puedas, recuerda el propósito de tu vida y de tu consagración. Reconstruye, poco a poco, tu vínculo con Dios y no dejes de intentar llegar al Padre. Mantén un diálogo con Él en tu interior, una confesión sincera de tus debilidades, no para reafirmarlas, sino para transformarlas y liberarlas de tu corazón.
Siente que la confesión con Dios limpia tu corazón y que comienzas a retornar al Padre, sintiéndote digno de Su Presencia. Haz esto todos los días. Haz esto siempre que lo recuerdes.
Piensa en el espejo de tu corazón y únelo a los Espejos del Cosmos con un simple pensamiento. Piensa en la Esencia de Dios y siente que Ella está en ti. Piensa en la vida superior, en la vida universal, y siente como ella te aguarda.
Renueva tus fuerzas en las pequeñas cosas, porque es también allí en donde el enemigo va minando tu evolución y tu unión con Dios.
Ora y reencuentra la paz todos los días.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
En estos tiempos difíciles, el miedo al fracaso es un pensamiento insertado en la mente de mis hijos, así como la idea de no estar cumpliendo con el Propósito de Cristo y con Su camino.
Todo eso crea una confusión mental capaz de perturbar y de distraer de su propósito a la débil consciencia.
Eso sucede a partir de la separación espiritual o de la resistencia que la consciencia puede estar atravesando al debilitar su fe y afirmar sus ideales en base a conceptos huecos.
La entrega total y absoluta de parte de la consciencia de todo lo que creyó durante años y de lo que siempre alimentó, genera un momento culminante que definirá si ella está con el Plan de Dios o si es indiferente, después de todas las Gracias recibidas.
Este momento culminante de definición confirmará claramente si Cristo pudo entrar o no dentro del corazón humano y si las almas en algún grado fueron capaces de renunciar y de entregarse a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El tiempo de la purificación de cada alma, de cada consciencia, remite al momento de poder librarse conscientemente de muchas experiencias espirituales pasadas, las que comprometieron el caminar y la evolución en los grados de amor.
Por esa razón, desprenderse de esa historia anterior significa abrirse sin miedo y dejar atrás cualquier resistencia que pueda interferir.
Este es el tiempo de hacer una síntesis de la vida para poder cerrar muchas puertas internas que solo los conducen hacia estados de consciencia de sufrimiento y de dolor.
El tiempo de la purificación permite poder pasar hacia una nueva etapa, la que colocará a cada consciencia en otro escalón del despertar y de la redención.
El momento de conocer la realidad de cada uno es como enfrentarse a algo que no tendría solución. Pero por medio de la Gracia y de la Misericordia las consciencias pueden curar el pasado, animándose a dar más pasos en el amor y en la compasión.
Siguiendo los pasos de la Jerarquía, las almas alcanzarán la paz al saber que ya están en otra escuela.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Aprendiendo a rendir el corazón
La humanidad, hijos, aún está aprendiendo a rendir el corazón a Dios. Algunos se rinden porque no tienen otro camino ni otras opciones; otros se rinden por todo lo que ya sufrieron; y unos pocos se rinden por amor, porque no fueron vencidos ni por su inercia ni por el sufrimiento de la vida, sino por el Amor de Dios. Esta rendición es la que el Señor los llama a vivir.
Cuando Cristo les dice: "Ríndanse a Mi", no se refiere a seguir Su camino por no tener otras opciones, por miedo o por inseguridad; no se refiere a escoger Su camino porque ya sufrieron lo suficiente como para no querer buscar otra cosa que no sea la paz. Cristo se refiere a comprender el verdadero sentido de la vida, a saber que están en la Tierra por un propósito superior que es la renovación del Amor de Dios.
Sabiendo y teniendo fe en ese Amor, que destituye de sus vidas todas las potestades humanas, es que ustedes comenzarán a rendirse verdadera y espiritualmente a Cristo.
La rendición es una decisión interior que nace del descubrimiento del Amor de Dios y del ansia de vivir en ese Amor y por ese Amor, para siempre.
Cuando un ser se rinde al Amor de Dios comprende todas las cosas como vehículos para llegar a él: las dificultades, las pruebas, las humillaciones, el vencer las resistencias, la constante profundización de la entrega; todo se torna un vehículo para renovar el Amor del Padre, porque todo es parte de Su Plan y llega a la vida de Sus hijos y servidores para conducirlos al Propósito Mayor, a la Voluntad Divina.
Por eso, hijos, en este tiempo, ríndanse a Dios de corazón y sin miedo, confiando en Su Gracia y en Su inconmensurable Amor. Dejen que el Padre les dé a conocer ese Amor, delante del cual todo se torna pequeño, todo pierde su valor y su sentido; y ríndanse a él. Descubrirán, así, que no hay nada más maravilloso, en la evolución de los seres que ser inundado y colmado por Dios, porque fueron creados para eso, fueron creados para amar.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Ama a tus hermanos tal cual son, así como Yo te amo a ti, sin condiciones, sin reglas ni restricciones.
Ama a tus hermanos como son, sin intentar cambiarles nada, porque ellos mismos deberán hacer el gran cambio de la consciencia, así como tú deberás hacer el cambio interior.
Ama a tus hermanos con todos sus defectos, con todas sus imperfecciones y con todas sus resistencias, así como Yo amo todo tu ser, con todos tus errores, con todas tus fallas y con todas tus miserias.
Ama a tus hermanos con todos sus talentos, destrezas y habilidades, así como Yo te amo con todo tu potencial, con toda tu inteligencia y con toda tu energía.
Ama a tus hermanos en los momentos de alegría, en los momentos de dolor y en los momentos de júbilo, así como Yo te amo en tus momentos de caídas, en tus momentos de prueba y tus momentos de derrota.
Ama a tus hermanos con toda su felicidad, con toda su ira, con toda su necedad, así como Yo te amo con todas tus resistencias, con todas tus incomprensiones y con todas tus dudas.
El amor es capaz de todo y él no tiene límites, no tiene compromisos ni horarios.
El amor es donación de sí y es aceptación de los más grandes y de los más pequeños errores.
El amor siempre te liberará de las cadenas y te sanará el corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Aunque te estés purificando y el planeta se esté purificando intensamente, nunca dejes de ver la belleza en tu interior.
Aunque toda resistencia interna sea removida y los elementos de la Naturaleza estén limpiando los espacios, nunca dejes de ver la belleza en tu interior.
Aunque dentro de ti todo se mueva y ya no sepas cómo volver a comenzar y en el mundo solo existan las guerras, nunca dejes de ver la belleza en tu interior.
Porque esa fe en lo que es verdadero y se encuentra dentro de cada ser, hará de la humanidad algo rescatable y así más puertas de luz se abrirán para que las almas perdidas y distraídas reciban la intervención de lo Superior y de lo Divino.
Que para estos tiempos de grandes movimientos nunca dejes de ver la belleza en tu interior, porque eso volverá cada momento más sublime y suave, aprenderás de cada experiencia de vida y enriquecerás tu espíritu de nuevas instrucciones.
Por eso nunca dejes de ver la belleza en tu interior, así le darás lugar a la cura de la humanidad en niveles más profundos de la consciencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Entren en Mi Corazón de Paz
Entren en Mi Corazón de Paz para que les revele en este tiempo la Gracia de Mi Presencia y que, a través de los testimonios de sus vidas, le hable al mundo.
Tomen con sus manos el rosario para clamar por la paz y verán establecerse la paz en el interior de sus corazones y en todos los que se aproximen a ustedes. Esa será la señal viva de aquellos que responden a Mi llamado.
Sepan amar y comprender a pesar de los juzgamientos humanos, y la pacificación de sus corazones hablará más alto que todas las críticas emitidas por el mundo.
Vivan en Mi Iglesia Celestial y en Mi Corazón de Paz; ingresen en Mi Reino y aprendan allí sobre los misterios divinos que el Creador les revela a los corazones puros.
De esta forma, la sabiduría de sus espíritus, adquirida en el Reino Celestial, será impregnada por una Verdad que no proviene de este mundo, y ni el más sabio de los sabios ni el más letrado de los doctores de las ciencias y de las filosofías de este mundo sabrá explicar la ciencia divina que habita en el corazón de Mis hijos.
Respondan a Mi llamado sin miedo y déjense guiar.
No teman romper dentro de ustedes los preconceptos y las resistencias, porque Yo no los estoy conduciendo hacia lo viejo. Yo vengo a renovar sus vidas y a la consciencia humana.
Vengo para enseñarles a renacer en espíritu y a profundizar en la Presencia de Dios que, desde el principio de Su Creación, intenta conducirlos a la Verdad.
Yo vengo para ayudarles a encontrar el camino de la cura del pecado original, para que conviertan no solo en sus espíritus, sino también en su más profunda condición humana, aquello que les impide llegar a Dios.
Dejen de lado, hijos Míos, por un instante, todos los conceptos de sus mentes y sientan en Mis Palabras la Presencia de Dios.
La humanidad está en su último tiempo de despertar y de arrepentimiento; ahora es el momento de rendirse a los Pies de Dios y clamar por perdón, porque Su Espíritu Consolador aún está sobre el mundo, atento a las súplicas de la humanidad, para limpiarlos de toda mancha y prepararlos para un nuevo tiempo.
Porque pronto llegará el día en que los Cielos se abrirán con toda su potencia por segunda vez, para que el Hijo del Hombre retorne a la Tierra y, mirando a los ojos de Sus compañeros, traiga la Justicia para unos y la Gracia para otros que, siendo consecuentes con Su Evangelio y fieles a Sus promesas, aguardaron con amor Su llegada.
Las profecías se cumplirán, como se cumplieron a lo largo de toda la historia de la humanidad, y Yo estoy aquí, más brillante que el sol y tan viva como sus corazones, para enseñarles a elevar, no solo sus súplicas, sino también sus almas, a través de una oración verdadera que los transforma y los conduce al Reino de Dios, aun estando en vida.
Cada misterio que Yo revelo, cada espacio divino que Yo les doy a conocer, es para que aspiren a algo más allá de este mundo; es para que sus almas renueven la esperanza de llegar a Dios; es para que sus corazones, en la eterna aspiración de conocer el Cielo, puedan llegar a él y atraerlo hacia la Tierra.
En sus oraciones, hijos Míos, contemplen con amor lo que Yo les muestro y dejen que su Madre Divina despierte en su interior la pureza que los hace dignos de estar en Dios y participar de Su Verdad.
Con estas palabras los bendigo y les agradezco profundamente por responder a Mi llamado.
Oren por la paz y eleven sus corazones a Dios, pues el mundo así lo necesita.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Que nada te sorprenda en el fin de este tiempo, porque a los que Me abandonan después de haberles dado todo, todo les será quitado y nadie podrá reclamar porque estará obrando la Divina Justicia.
A veces las consciencias humanas piensan que Mi Plan es un proyecto, que tiene por motivo a unos pocos y que es pasajero; pero en verdad les digo que conocerán la realidad de Mi Obra.
Ya no podré poner Mi confianza en los corazones tibios; la renovación solo promete más transformación y más esfuerzo.
Y si con lo poco que les pido que hagan ya se sienten cansados, ¿quién protegerá la espalda del Maestro cuando llegue la hora de vencer con Mi Espada al adversario?
¿Dormirán a los pies del árbol como lo hizo Pedro? ¿Quién vigilará Conmigo en la hora más culminante?
Ya basta de lamentarse y de justificarse por no saber encontrar la salida al estado de bloqueo o de resistencia.
Yo solo les pido que amen lo que hacen, porque de lo contrario tendré ante Mí un número incontable de ingratos.
¿Dónde están Mis apóstoles de los últimos tiempos?, ¿solo están presentes cuando Me necesitan?
No puedo volver perder los tesoros, como una vez se perdieron en todos los que antes Me honraron y después Me crucificaron.
¿Tendré que volver a sentir sus clavos en Mis Manos?, ¿dónde está su misericordia por Mí?, ¿acaso no les he dado todo lo que Soy y todo lo que tengo?
Mis hermanos, reflexionen, ya no es hora de abandonar la barca, porque la tempestad de estos tiempos podría hacerlos perder.
Antes de decidir, recen, recen y solo recen.
No se puede vivir Mi Obra de Redención con los pies en dos caminos, los quiero fríos o calientes.
No pierdan la oportunidad de hacer un esfuerzo más. Si al menos no lo hacen por sus hermanos, háganlo por Mí, de verdad, y así estaré aliviado.
Desmientan ahora su fantasiosa realidad; la Vida Mayor los llama a amar de verdad.
¡Les agradezco por respetar y por considerar Mis Proyectos!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijo:
Cuando el alma agoniza y se remueve por dentro buscando algo que no encuentra, da gracias a Dios y solo deja que Su renovación llegue a tu espíritu.
No resistas, no desistas y no te entristezcas por algo que, en verdad, debe traerte paz, porque significa que tu interior se está disponiendo a la transformación.
Cuando el alma grita en el corazón de aquel que intenta seguir la Voluntad de Dios y que a ella entregó su vida, es señal de que un cambio y una renovación son necesarias. Y ese cambio proviene de la propia Voluntad Divina; a ti te cabrá no resistir, no desistir y no entristecerte por algo que, en verdad, debe traerte paz.
En realidad, lo que sientes como una agonía interior es tu alma alzando la voz más allá de los aspectos de tu cuerpo, de tu mente y de tus sentimientos.
Escucha, entonces, esa voz que quiere hacerse oír y deja que ella se exprese antes de que tu alma se canse de gritar en tu mundo interior por un nuevo paso, un nuevo ciclo, un nuevo ser.
Escucha la voz que se alza desde tu alma y deja que ella se exprese como sienta; que sea un canto, una oración o incluso un llanto que expresa la libertad del alma de manifestarse, y que todo eso, tu canto, tu oración y tu llanto sean los impulsos de un nuevo ciclo y de una nueva etapa en tu vida.
Que no grite tu alma sin ser escuchada; que no le cierre tu mente la ventana al alma, ocultando nuevamente lo que se remueve en tu mundo interior.
Así como grita el alma del planeta para ser escuchada por los corazones de los hombres, también gritan y se agitan dentro de los hombres sus propias almas.
La vida es un espejo de sí misma en diferentes proporciones; por eso hoy te digo: escucha la voz de tu alma para que un día sepas escuchar el alma de este planeta, y que ninguna voz interior se alce en vano.
Dios habla a través de las almas y de los espíritus de los seres, y es Él quien los llama a un nuevo ciclo, que no necesita ser grande, sino que necesita ser nuevo; trayendo consigo aquello que ya sabes que debes ser y que aún no eres, no porque sea imposible, sino porque te vuelves sordo ante la voz que grita en tu interior.
Sin miedo, escucha lo que te lleva hacia ese nuevo tiempo; así podrás ser uno, en la multitud de este mundo, capaz de oír el alma del planeta y guiar a tus hermanos según aquello que Dios habla a través de la voz del corazón de la Tierra.
No sientas que lo que te digo es un misterio, porque ya no lo es. Solo escucha esta voz en tu interior y síguela.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Compañero,
San José Castísimo
Cuando Yo encuentro sus corazones abiertos y sin resistencias; cuando encuentro sus almas unidas a Mí y sin interferencia de los aspectos humanos; cuando encuentro sus espíritus en comunión Conmigo y sin pareceres, es cuando en verdad Mi Obra de Misericordia se cumple en ustedes.
Por eso, compañeros, que esta Obra infinita de la Misericordia de Dios se propague primero en ustedes, para después propagarse victoriosamente en el mundo.
Sean, para Mí, ese ejemplo que Yo espero ver todos los días de la vida; así como en este día, en el que sus corazones se abrieron a Mí con simplicidad. Porque es en la misma simplicidad de los corazones abiertos en donde Yo puedo llevar adelante la Obra de la Misericordia Divina.
Los invito, compañeros, a ser misericordiosos en todos los detalles como en todos los actos; así atraerán a la Tierra las sagradas Virtudes de Dios que su humanidad necesita para poder vivir el proceso de la redención y del perdón.
Con ímpetu de esfuerzo, de paciencia y de dedicación, compañeros Míos, ingresen en la escuela suprema de la Misericordia Divina, a fin de que los principios del amor y de la unidad no se pierdan en esta humanidad y los corazones menos se olviden de que todo comienza y termina en la expresión mayor del amor del corazón.
Los animo a renovar el apostolado de estos tiempos siendo discípulos en la escuela espiritual de la Misericordia del Señor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más