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Mis queridos hijos:
Que la Paz de Jesús sea en sus corazones y almas.
En este día, una vez más, vengo con el apelo de una querida Madre; para que, a través de las próximas 1 000 Ave Marías, el mundo entero sea colmado por la Luz y por el Amor de Dios.
Quisiera que cada cuenta del Ave María, que será ofrecida, incluya a todas las situaciones urgentes; para que, a través del ejercicio espiritual de las 1 000 Ave Marías, su Madre Celeste envíe al mundo a Sus ángeles y así los nudos de la maldad planetaria sean desatados por las propias Manos de la Madre de Dios.
Que, a través del incesante espíritu de la oración fervorosa y cariñosa de Mis hijos, estas próximas 1 000 Ave Marías representen el cese del fuego que es provocado por la guerra, pero también por la destrucción de los ultrajados Reinos de la Naturaleza.
Queridos hijos, en espíritu de vigilia y adoración al Dios Creador, quisiera que continúen orando el Santo Rosario por el fin de la insensata guerra en Europa del Este, como en otros lugares del mundo.
En el día de las 1 000 Ave Marías, estaré atenta a la voz de la súplica de Mis hijos; porque, solo a través del poder creador de la oración, el mundo podrá enmendar sus graves errores de impunidad, de odio y de martirio.
Queridos hijos, quiero que sepan que su Divina Madre estará sosteniendo la soga de los nudos de la consciencia planetaria y que, como la Señora Desatadora de Nudos, Yo estaré desatando los nudos a través de la voz orante de Mis hijos, para que las Gracias que colman Mi Corazón Inmaculado se derramen sobre el mundo y sobre Mis amados hijos.
¡Les agradezco por responder, una vez más, a Mi maternal llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora Desatadora de Nudos
Queridos hijos:
La cura de la humanidad se alcanzará cuando las almas perdonen de verdad, sin resentimientos ni culpas. Estos sentimientos no evolutivos son los que detienen el descenso de la Ley de la Cura en la humanidad.
Para que esa cura tan esperada se pueda dar en la conciencia, es necesario perdonar para después reconciliarse.
Los malos sentimientos también obstruyen la actuación de la Ley de la Cura. Por eso, busquen tener un corazón humilde y puro para que, a través de ustedes, el planeta también se pueda curar de su enfermedad espiritual.
En este tiempo, la causa de tantas enfermedades es la falta de unión con la corriente de la cura, por una profunda desconexión con la vida de la esencia del ser. Esto promueve no solo un vacío que tarde o temprano se convierte en depresión, sino también en enfermedad del cuerpo.
Por eso, que la cura de esta humanidad esté en la alegría de servir al otro, en la fraternidad para con el semejante y aun con los ultrajados Reinos de la Naturaleza, que son una pura emanación desconocida de la Ley de la Cura.
Aprendan a curarse internamente, en reconciliación, para que la cura tan esperada se dé en el cuerpo, en el alma, y en el espíritu.
Busquen curar lo que aún no perdonaron, busquen amar lo que aún rechazan, porque al fin de todo solo el amor curador triunfará, más allá de las formas y de las creencias.
La técnica no es el camino de la cura, sino el amor con que nos donamos a los otros, porque en la donación está la liberación del ser.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos del Árbol Sagrado de Figueira:
En este tiempo de duros enfrentamientos y conflictos entre naciones y pueblos, en este tiempo en el que la sangre inocente que es derramada no tiene importancia, en este tiempo en el que la impunidad ganó el asiento principal en la vida de muchas personas; que ustedes, Mis hijos, puedan contemplar ahora los sagrados frutos de la conversión y de la fe renovada para que, en este ciclo en el que se aproxima el Juicio Final, sus vidas sean el fiel ejemplo de una redención alcanzada por la intervención de la Santa Gracia de Dios.
Cada vez que su Madre Celeste llega a Figueira es una oportunidad de reparación de los ultrajados Corazones de Cristo, de María y de San José, es una oportunidad de que, en Mi Corazón Materno a través de la fe y de la esperanza de Mis hijos de Figueira, Yo pueda sentir amor, gozo y alivio al reencontrarme con los Míos.
Por eso, Mis amados hijos, recuerden y revivan, en cada momento, el poder estar ante su Madre Celeste. Sientan esto por aquellos que, en este tiempo de incertidumbres, no tienen la Gracia de sentir ni escuchar a la Madre de Dios.
Les pido que mantengan ese espíritu de fe inquebrantable, una fe que ayude a la consciencia y al alma de Brasil, para que esta tierra no solo sea redimida junto con los Reinos de la Naturaleza, sino también las almas reencuentren la alegría y la razón de pertenecer a este amado y bendecido país.
Unidos, en oración continua Conmigo, Yo los invito a reforzar el espíritu de los ejércitos de oración, para que la antorcha de la Luz victoriosa de San Miguel Arcángel se mantenga encendida en el corazón de cada hijo brasilero.
Desde el Reino de Dios, desciendan todas las Gracias necesarias para esta querida nación de Brasil.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de Figueira
Queridos hijos:
Como en el Mensaje del sábado pasado, les dije claramente que no se cumplió Mi llamado maternal en Garabandal ni en La Salette; hoy, su Madre Celeste, como la Señora de Guadalupe y la Reina de la Paz, viene para extender Su Sagrado Manto sobre todos Sus hijos, para que la mayoría de Mis hijos estén protegidos de las adversidades de la guerra, de la persecución entre cristianos y de las catástrofes de la naturaleza.
Yo vengo, como la Madre del Mundo, para hacerles escuchar el grito de la Madre Tierra y de los Reinos Menores. Y como esto no es tomado en consideración, Mi llamado maternal se vuelve a repetir y a reforzar para que no se siga concretando, de forma tan temida, el Tercer Secreto de Fátima.
Hijos Míos, es necesario hacer algo. Como Madre Dolorosa, a los pies de la cruz del calvario del planeta, vengo a pedirles que ya no sean indiferentes ni insensibles.
Vengo, como su Madre Celestial, a abrirles los ojos de la consciencia para que puedan despertar a través del sentimiento verdadero del corazón.
Queridos hijos, hoy, el grito del planeta, de los volcanes, del clima, de toda la miseria y de la guerra de la humanidad, es también Mi grito, es Mi clamor, es Mi Voz de un ¡basta!
Ya no sean parte de un dolor y de un sufrimiento desgastado; sean parte de la Nueva Tierra, del surgimiento de la Nueva Humanidad, libre de tantos errores y penas.
Hoy, Yo estoy aquí con Mi Corazón marcado por las señales de Mis hijos y de un planeta sufrido.
Estoy aquí como la Portadora de la Paz para el mundo, como la Señora de la Esperanza.
Que la Tierra sea bendecida y sea consagrada a Dios, a través del sí de los apóstoles de Cristo.
A pesar de la actual crisis mundial, les vuelvo a decir que, al fin de todo, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Hoy, con inmensa e indescriptible alegría, por estar aquí presente con ustedes, vengo a cerrar esta sagrada etapa de la Peregrinación por la Paz. Y, con júbilo, vengo a establecer, bendecir y abrir el nuevo Centro Mariano Sagrada Arca de Dios; para que, a través de la Comunión con el Padre Celestial y con los Reinos de la Creación, los mismos Códigos que recibió Noé se depositen espiritualmente en este lugar y desde aquí en todo el Brasil.
El Centro Mariano Sagrada Arca de Dios tendrá la misión de orar para que el verdadero Gobierno Interno del planeta, que es el Gobierno de la Jerarquía, se cumpla espiritualmente en este país y, a través de este país, en el mundo entero.
La tarea de Mis hijos de Brasilia será expresar este Sagrado Centro Mariano, al que bendeciré en un próximo tiempo, cuando parte de él ya esté manifestado.
Que este lugar sea un espacio para la cura interna y para la reconciliación de los corazones.
Aquí deberá manifestarse la Fuente de la Señora de las Gracias, para que Mis hijos de Brasilia, de la región y del mundo entero puedan llegar hasta aquí para recibir Mis Gracias.
Así también, aquí se expresará la Via Sacra y la pequeña Capilla del Castísimo Corazón de San José, además de una pequeña plaza con el Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos hijos, los invito a estar en júbilo y alegría en este día, junto con su Madre Celeste, agradeciendo a Mi Hijo, porque finalmente se instituye un punto de Luz en la superficie de esta región de Brasil.
El Sagrado Nombre que rige a este Centro Mariano es Elohim.
Les agradezco por cumplir las aspiraciones de Mi Amado Hijo.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo:
Los Reinos Mineral, Vegetal y Animal aceptan todos los días tus oraciones y ejercicios de servicio para con cada uno de ellos.
Así, a través del amor del ser humano, ellos conseguirán expresarse y le enseñarán a la humanidad lo que la humanidad perdió, como los valores y la dignidad.
Los Reinos de la Naturaleza son maestros de la donación, del amor y de la entrega que el ser humano debe percibir y reconocer.
En la tarea de cada Reino está la cura para la humanidad. Pero los Reinos esperan ser atendidos y reconocidos por el hombre, para que ellos reciban la oportunidad de continuar evolucionando.
Observa con atención cada Reino, su belleza y peculiaridad, y en ellos encontrarás verdaderas enseñanzas de amor y de donación espontánea a la Creación.
Así, únete al Todo, al universo, a la esencia y a la vida, y cuando ores, ora por los Reinos de la Naturaleza, que sufridos y abandonados, están huérfanos del Reino Humano.
Siente en tu corazón a los Reinos de la Naturaleza y agradece que aún ellos estén aquí para servir a la Creación y al planeta.
Alivia sus traumas, repara sus heridas y calma el sufrimiento. Que los Reinos, por su devoción y belleza, te hagan encontrar la Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Quincuagésimo poema
Reina de la Paz,
Madre Consoladora,
Guardiana de los corazones,
intercede por este planeta y por esta humanidad,
intercede por los Reinos de la Naturaleza.
Lleva a cada alma
la fortaleza y la inmensidad de Tu Amor,
para que, en este tiempo definitivo,
Tus hijos sepan qué camino recorrer
y así, encuentren el sendero
hacia el Sagrado Corazón de Tu Hijo.
Reina de la Paz,
que Tu Paz haga eco
en el universo interior de cada corazón.
Que la humanidad entera pueda sentirse en hermandad
entre los semejantes.
Que ya no exista el odio, la adversidad, la injusticia
ni el tráfico de personas.
Que los corazones despierten
y reencuentren el camino hacia Dios,
nuestro Padre Poderoso.
Que por medio de la fe, Madre de la Paz,
el mundo entero siembre esperanza y cura interior,
para que los que sufren tengan la Gracia de ser tocados
por los Rayos maternales de Tu Corazón.
Permítenos, Santísima Señora,
ser embajadores de Tu Amor y de Tu Paz.
Que, seamos merecedores de Tu Gracia suprema.
Que cada vida sea reconstruida
para que la reconciliación se establezca
y el perdón les traiga a todos
el fin de la desunión y de la indiferencia.
Que cada hijo Tuyo
recupere la fe que necesita para seguir adelante,
hasta que, como aves de luz,
sepamos regresar algún día
a las Moradas del Padre Celestial.
Reina de la Paz,
Madre de la Esperanza,
Amor inconmensurable,
prepáranos, ahora y siempre,
para el esperado Retorno de Cristo.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigesimocuarto poema
María,
Luz de Dios que desciende a la Tierra,
Estado de Gracia y de Misericordia perpetua,
Te pido, en este día, que mi alma y mi corazón
puedan vivir la consagración interior,
a fin de que Tu Hijo encuentre un espacio en mi alma,
en donde Él pueda gobernar y obrar.
Por eso, Virgen Santísima,
ofrezco mi vida como camino para la consagración.
Despojado de mis ideas y conceptos,
llévame al vacío de todo, para que,
en ese ejercicio de constante renuncia,
yo pueda ser merecedor
de toda la Misericordia posible,
para poder redimir y santificar mi vida.
Querida Madre Celestial,
que la oración diaria me impulse a la transformación,
a la vivencia absoluta del servicio al prójimo
y a los Reinos de la Naturaleza.
Que mi corazón humano se sensibilice
para poder sentir la necesidad
del que clama por ayuda.
Espero, algún día,
estar correspondiendo a Cristo
como un discípulo principiante
que aprende a conocer el servicio y el amor
en cada lugar.
Haz de mi alma, Señora mía,
un alma misionera.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimonoveno poema
Estrella de la Mañana,
Aurora del renacer,
Patrona de todas las naciones,
que, como pueblo,
preparemos la Llegada de Cristo.
Que nuestros pies caminen en dirección
al sagrado Templo del Corazón del Rey
para que, bendecidos por Su Espíritu,
renovemos nuestra fuerza en el servicio y en la caridad
por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza.
Querida Madre Celestial,
ayúdanos a aliviar los dolores de la humanidad.
Que Tu Amor nos enseñe
a estar siempre presentes en todas las necesidades.
Que aprendamos a cuidar y a proteger nuestras naciones
a través de la oración fervorosa,
porque sabemos que allí,
Tú estás presente para auxiliarnos.
María,
auxilio de todos los cristianos,
envuélvenos con Tu Manto de Luz,
para que nos animemos a seguir el camino
de los apóstoles de Cristo.
Que nuestra redención sea el ejemplo
para los que aún no encontraron a Cristo.
Que nuestra fidelidad sea la llama hermanada*
con los que no viven en Dios.
Que, en el vacío de nuestros seres,
Tu amado Hijo encuentre un lugar
en donde pueda gobernar y obrar,
por amor a la humanidad y a todo el planeta.
Que nuestra fe ayude a nuestras naciones
a cumplir el Propósito de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
* llama hermanada es la energía del amor y de la compasión que desde nuestro corazón podemos irradiar al otro.
Hoy rezo con ustedes, hijos Míos, postrada en el suelo ante la Majestad de Dios, para volver a pedir por todos Mis hijos, y junto a los ángeles hacemos la ofrenda amorosa a Dios para que Él, en su insondable Amor y Piedad, tenga Misericordia del mundo entero.
Rezo, postrada en el suelo, por la humanidad enferma de espíritu, confundida y engañada por la mente, conmovida por sus emociones.
Rezo, junto a ustedes, para que todas las mentiras, que son provocadas y someten a la mayoría de la humanidad, se disuelvan por el poder de la Verdad, de la Verdad que cada uno es desde su esencia espiritual.
Postrada en el suelo, rezo por las naciones y por todos sus habitantes, para que las almas vuelvan a buscar a Dios y no a los ídolos de las comunicaciones ni tampoco a los fanáticos del fin de los tiempos.
Rezo, postrada ante Dios, para que la luz del discernimiento invada con su poder de sabiduría a todas las almas posibles para que, de esa forma, Mis hijos no vuelvan a ingresar en la cadena interminable de los sufrimientos.
Rezo, postrada en el suelo, por todos los que ocultamente promueven y generan el mal en la humanidad, a través de acciones globales que solo perjudican y atemorizan a la humanidad, para que la armonía y el orden interior se establezcan.
Rezo, postrada en el suelo, por los Reinos de la Naturaleza que son los que más sufren los efectos de la polución y de la contaminación del hombre. Algo que se agrava, día a día, y que ya no tiene retorno.
Rezo para que la consciencia del despertar impulse a Mis hijos a la conscientización y al respeto mutuo entre los Reinos menores y el hombre, para que la Creación tenga su espacio esencial y fundamental para poder regenerarse.
Rezo, postrada en el suelo, por todos los que sufren y por los que sufrieron en los últimos tiempos, para que esas almas apenadas alcancen la liberación de sí mismas y encuentren el camino del perdón y de la cura interior.
Rezo por la Iglesia de Mi Hijo, extendida por toda la Tierra, para que el Santo Padre tenga fuerza de determinación y valentía para poder expurgar del seno de la Iglesia lo que no es de Dios, así como Mi Hijo expulsó a los vendedores del Templo.
Rezo, postrada en el suelo, por innumerables causas, pedidos y súplicas.
Yo los invito a rezar junto Conmigo, en este día de Vigilia de Oración y en todos los días que vendrán porque, aunque no lo parezca, la oración será su arma de defensa contra Mi adversario y todos sus planes nefastos que él lleva adelante.
La oración será siempre fortaleza para sus espíritus y consuelo para sus almas.
Nunca dejen de rezar, porque así estarán protegidos y amparados de las consecuencias durísimas que vivirá el planeta y de las barbaridades que cometerán los anticristos.
Amen la oración y no se reconocerán. Así también ayudarán a todas las almas que sufren.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Amor es capaz de concederle la Sabiduría Divina a la consciencia, cuando ese Amor actúa a través del alma que lo acepta.
El Amor es una corriente que libera los obstáculos de la mente y de lo material, porque su principio de energía promueve un constante dinamismo y renovación.
El Amor Mayor es el que abraza y guarda a toda la Creación, porque en ese Amor se concibe el valor de la vida y de todas las esencias creadas.
Cuando no puedas vivir en el Amor, intenta buscarlo, aspira a encontrarlo a través de la donación de tu ser y de la humildad que puedas vivir por medio del servicio y de una entrega incondicional.
En el mundo hay muchas almas que son despreciadas y no amadas, hay Reinos de la Naturaleza que tienen tanto amor para darle al ser humano y también son despreciados por él.
El Amor es la gran llave que siempre abrirá las puertas para que la vida del no amado se convierta por la cura que le dará el Amor.
Ámense de verdad y sin apariencias, el Amor los llevará a la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La historia que nunca fue leyenda
En las lejanas y coloradas tierras del norte de Arizona se expresó, una vez, una sagrada civilización que provenía de la unión y de la mezcla de americanos originarios y de asiáticos de remotos lugares, de islas diversas de Asia y de Oceanía.
Esa unión de familia, de raza y de cultura, los trajo con el tiempo hasta el norte de Arizona, región que hace miles de años se comportaba como un terreno fértil para el desarrollo de poblaciones provechosas de la siembra y del cultivo.
Lo que siempre se ofrecía para ese sagrado pueblo era el mismo río Colorado, el que bañaba con sus márgenes a toda la vegetación presente en aquellos tiempos.
La causa de la desaparición de ese pueblo no fue una destrucción ni un acontecimiento extraordinario. El tiempo mostró para ese pueblo, que había alcanzado un grado altísimo de contacto con el universo, por lo que ya no le fue necesario vivir de lo material como siempre lo hacía.
Ese sagrado pueblo del norte de Arizona también vivió su camino de transición como lo vivieron todas las civilizaciones y culturas que pasaron por este planeta.
La antigüedad de este pueblo era anterior a la perdida civilización de la Atlántida.
Ese sagrado pueblo originario, de raíces indígenas, desde el momento de su unión con sus antepasados del lejano oriente nunca más vivió un encuentro con ninguna otra raza.
Su experiencia se basó en el aprendizaje sobre el sostén de la vida grupal. Era esa unión de consciencias lo que fue haciendo del pueblo el ejemplo de una fraternidad y de una solidaridad recíproca.
El escenario del Gran Cañón del Colorado fue el espacio que favoreció el desarrollo del aspecto intuitivo de esa civilización sagrada que, al permanecer naturalmente apartada del mundo y amparada por condiciones extraordinarias de la naturaleza, creó un ambiente propicio para el proceso del contacto.
Esa civilización, originaria de esa región del planeta, fue pasando por diferentes estados, y el conocimiento que recibía sobre la ciencia de la Creación y sobre el Universo, a través del contacto, hicieron que dicho pueblo accediera a principios que abarcaron otros planos superiores de consciencia que eran colmados de conocimiento e instrucción para cada uno de ellos.
Lo más destacado de ese pueblo era que, desde el niño más pequeño hasta el anciano más grande, vivieron un grado de contacto que los hacía estar dentro de una frecuencia de amor muy alta.
Todo ese proceso del pueblo del río Colorado, de pasar de lo material hacia lo espiritual, los llevó un día a ingresar en una escuela de aprendizaje diferente que se reveló espontáneamente sin forzar nada.
Es decir que ese pueblo accedió a la realidad cósmica y universal, y su desaparición de la superficie del planeta se debió a su ingreso total en otros planos de consciencia, en los que ya no era necesario servirse de lo que es material.
Como la presencia de ese pueblo no tiene registros históricos en la humanidad y solo ha sido considerada una leyenda, ese propio pueblo, desde los planos superiores fue el que guió e impulsó a otros pueblos originarios para que hicieran sus experiencias y aprendizajes dentro de la misma región en la que ellos estuvieron.
Por esa misma razón, otros pueblos originarios de otras partes de Norteamérica migraron hacia la región del norte de Arizona, en busca de esa misma fuente de contacto que se reveló para ese primer pueblo sagrado.
Fue así que la civilización indígena, que como pueblo partió hacia otras esferas de consciencia, apeló para poder entregar los mismos impulsos que sus sucesores precisaban a fin de dar continuidad a la evolución de la consciencia.
Cuando el sagrado pueblo del norte de Arizona ya estaba dentro de otra dimensión de consciencia fue cuando todo su pueblo se preparó para dar un nuevo paso y así ellos asumieron colaborar ampliamente en el sostén espiritual del planeta. Así, comenzaron dentro de la Ley de la Jerarquía, a cuidar del alma-grupo de cada uno de los Reinos de la Naturaleza, para que cada alma-grupo también pudiera evolucionar.
Lo mismo hicieron al cuidar y amparar a los núcleos internos de otras almas que, habiendo sido indígenas, no habían accedido a la totalidad de su transfiguración, como lo había vivido el sagrado pueblo.
En los planos internos, la región del Gran Cañón del Colorado se volvió una escuela importantísima de servicio y de amor interno por todo aquello que, esencialmente, es verdadero y nace de la existencia de cada ser.
A pesar del cambio geológico del Gran Cañón del Colorado, con el pasar del tiempo, eso no fue un impedimento para que esa escuela interna pudiera expresarse y realizarse. Fue en ese nivel de consciencia que alcanzó el sagrado pueblo del Gran Cañón del Colorado que el Padre Eterno encontró una puerta segura para dar continuidad al proyecto de la humanidad de superficie.
Ese legado y experiencia, que continuó sucediendo de forma paralela a la encarnación del Hijo de Dios, fueron factores de acontecimientos que colaboraron ampliamente en la Obra Redentora de Cristo, aun después de Su Ascensión a los Cielos.
Con esto les quiero hacer comprender que, desde los tiempos más remotos de la Tierra, ya existían la fraternidad y el amor, los que fueron evolucionando y que hicieron posible salvaguardar la esencia primordial de la experiencia humana, bajo un potencial de experiencia grupal de servicio y de solidaridad mutua.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El esfuerzo y el amor expresados hoy en sus oraciones, plegarias y pedidos ofrecidos por los Reinos Menores de Australia está permitiendo que una Gracia Divina descienda y que el alma grupo de cada uno de los Reinos, que fue afectado por el fuego, pueda ser conducido hacia espacios espirituales de reparación, de cura y de mucha regeneración para que, a partir de allí, el alma grupo de cada uno de los Reinos Menores de Australia encuentre un lugar dentro del Universo Creador, en donde continuar su experiencia de evolución.
Cada Ave María que es ofrecida hoy permite que a un miembro del alma grupo de los Reinos Menores de Australia se le abra la puerta para que en los planos internos también viva su liberación.
Más aún, la oferta amorosa y orante de este día está interviniendo por China y por toda la región de sus países hermanos, para que la crisis de salud que enfrentan sea iluminada y colmada por la cura de la oración, a fin de desactivar las grandes poblaciones de demonios que están atacando a una parte de los habitantes de China y más allá de ella.
Es así que la oración ofrecida hoy es un trabajo planetario para que las raíces del mal sean extirpadas del inconsciente de los seres humanos y para que las almas se vuelvan a religar con Dios, porque la causa de tantos sufrimientos en la humanidad es la ausencia del propio contacto interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy su Madre Celeste emite un profundo agradecimiento y amor a todos los que hicieron posible esta nueva edición del Festival en la ciudad de Santa Fe, Argentina.
Este amoroso agradecimiento también llega a todo el grupo de almas jóvenes que forman la Junta de este Festival que a través de los tiempos realizaron grandes y verdaderos esfuerzos para seguir concretando esta aspiración de su Madre Divina.
Agradezco por el sincero y equilibrado ecumenismo alcanzado a través de la confraternización con otros movimientos y corrientes espirituales que de alguna forma buscan una conexión y contacto con Dios.
En este sentido, he podido presenciar el crecimiento y la madurez de los jóvenes para asumir esta tarea y misión por las diferentes ciudades del mundo, sabiendo lo que eso significa, no solo a nivel material, sino también espiritual.
Es de esa forma, que los más adultos deben seguir apoyando y ayudando a los más jóvenes para que ellos puedan dirigir y conducir sus potenciales, talentos y virtudes por el camino correcto.
A través de los últimos Festivales, su Madre Celeste ha podido trabajar en el despertar de los más jóvenes, para que todos estén protegidos y no sean confundidos por todo lo que el mundo de hoy les ofrece.
Por eso, queridos hijos, el Festival deberá seguir alcanzando su amplitud no solo espiritual, sino también material, hasta que el mismo represente uno de los más importantes eventos de consciencia, de amor y de respeto por la humanidad a fin de que la cultura del descarte y de la indiferencia por los Reinos de la Naturaleza y por los seres más marginados sea arrancada de raíz de la consciencia humana.
Todo lo que hoy fue ofrecido por el Festival de Santa Fe los preparará para la próxima etapa.
Que hoy todos los seres de bien, más allá de su creencia, de su religión o cultura, sean bendecidos, porque en esencia todos son hijos de un mismo Padre y Creador.
¡Les agradezco a todos los jóvenes por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En este día especial y espiritual, los tres Sagrados Corazones se vuelven a unir y a reunir por amor y por la redención de esta humanidad y planeta; y cada uno de los Sagrados Corazones emite y envía un impulso especial para toda la consciencia humana.
Este es el nuevo ciclo de los Sagrados Corazones, ciclo que traerá las últimas instrucciones y advertencias para la humanidad para que, después de tantos años de trabajo y de servicio con nosotros, finalmente, los apóstoles de Cristo estén disponibles, preparados y conscientes para llevar adelante la sustentación y el apoyo inmediato de las Islas de Salvación, las que recibirán a las consciencias que despertarán también al camino del Espíritu como a aquellas almas que serán rescatadas de diversas situaciones y causas.
Por eso, en este ciclo, el mensaje de los Sagrados Corazones se debe vivir en la práctica del día a día, para que los atributos y las llaves espirituales que guardan los mensajes de la Jerarquía se activen y estén al servicio de la gran necesidad planetaria.
Este es el tiempo de percibir que la humanidad está llegando a su última y más aguda etapa de purificación y que todo lo que se haga, viva o practique contribuirá para que el alivio llegue a los Reinos de la Naturaleza y a las almas más perdidas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo en este día, desde el corazón del Universo, para auxiliar y rescatar a Mis hijos de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza. Estamos en un mundo en ruinas y en llamas, con una humanidad consumida por la ilusión y la indiferencia.
Vengo en este día para atender a diversas situaciones del planeta porque, dentro del Armagedón, la raza humana no está respondiendo a los tiempos de emergencia.
Por esa razón, vengo para clamar por consciencia y prontitud porque su casa, que es este planeta, necesita de la ayuda y del amor de todos los seres humanos a fin de que la explotación, el tráfico, el consumo excesivo y la destrucción masiva de los Reinos Menores sea revertido, más allá de los intereses que la minoría tiene y que provoca la pobreza global.
Este es el tiempo, en el que ciertos poderes que cree tener el ser humano se desmoronarán al igual que una montaña que se viene abajo. Nada quedará en el lugar en el que se cree que debe estar. La Jerarquía intervendrá para que la injusticia termine y sean destituidos los que viven del trabajo esclavo de toda la humanidad.
La humanidad no se imagina la llegada de ese momento. Por eso, debemos orar, orar y orar, para que la Justicia sea suave con todo lo que ella interceptará. Sean conscientes de esto, y acompañen a la Jerarquía.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Su Madre María, Rosa de la Paz
Como Nuestra Señora de Chiquinquirá vengo, hijos, a colocar a esta nación bajo Mi manto y dentro de Mi Inmaculado Corazón. Vengo a tenderles Mis brazos y a abrir los caminos para que Mis hijos estén más próximos a Mí, resguardados en Mi regazo e inspirados por Mi Corazón.
Vengo en un tiempo en el cual muchas naciones agonizan y colapsan por los estímulos del caos y por los frutos de su propia purificación, porque todo lo que antes estaba oculto, hoy sale a la luz y los espíritus no están preparados para sustentarse a sí mismos y a sus naciones, sin sucumbir a las tentaciones y a los impulsos humanos de rebeldía y de descontrol.
Hoy, hijos Míos, vengo a establecer la paz en sus corazones y a solo pedirles que oren. Oren con sus familias, formen grupos de oración en los cuales sus espíritus se fortalezcan y se ayuden mutuamente para llegar a Dios. Creen lazos de amor con el Creador, a través del verbo que se eleva al Cielo.
La oración, hijos amados, les traerá paz y traerá paz al mundo; resguardará lo sagrado que en él habita y permitirá que estos Recintos Sagrados puedan continuar auxiliando al planeta con su presencia y con su paz.
Colombia, hijos Míos, es una nación bendecida por Dios con los Reinos de la Naturaleza, los que hacen que todos los desequilibrios humanos puedan ser transmutados y liberados. De esa forma, a pesar de tantos conflictos, aún hay paz, mansedumbre y amor en los corazones de muchos de Mis hijos colombianos.
La oración y la devoción de su pueblo los trajeron hasta aquí, los levantaron en cada caída y los irguieron hacia Dios, a pesar de todos los abismos que cruzaron a lo largo de los años. Y hoy vengo para decirles, hijos, que la oración continuará siendo su sustento, pero, a medida de que las pruebas del planeta se tornen más agudas, mayor debe ser el tiempo que dediquen a la oración, más imbuidos deben estar de Dios, de Su Propósito, de Su Presencia, de Su Fortaleza y de Su Paz.
Creen, hijos amados, redes de oración por la paz, por el bien de las familias, por el rescate de los Reinos de la Naturaleza, por los espíritus y por los ángeles de las diferentes naciones de este mundo.
Los tiempos de prueba deben despertar en ustedes el espíritu misionero, para que cada día se sientan responsables por el establecimiento y el sustento del Plan y de la Voluntad Divina para este mundo.
Por todo lo que han vivido, hijos Míos, y cómo han perseverado en cada prueba, a través de la devoción, puedo llamarlos a dar un paso más en la oración, a definirse en el camino de la luz y no solo fortalecer a sus propias vidas y a su propia nación, sino también a otras vidas y a otras naciones, a través de la oración sincera.
Yo los amo, los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Después de cuatro años regreso desde el Cielo a esta ciudad de Cali a fin de que su pueblo devoto y fiel a Mi materno Corazón se una a su Madre Celeste para rezar e implorar por Colombia y por el planeta.
Regreso a Cali con la intención de hacerlos más conscientes de la situación delicada de la humanidad y para que, a partir de ahora, en la formación de nuevos grupos de Rosarios de Luz, ustedes asuman definitivamente la oración en las familias, para que la célula principal de Dios esté protegida y amparada de todas las influencias e informaciones superfluas de estos tiempos.
Mis hijos de Cali, regreso a su amoroso encuentro para volver a verter Mis Gracias en sus corazones a fin de que una sagrada alianza y un maduro compromiso se establezca entre ustedes y Yo.
Como Madre y Señora de Chiquinquirá, como patrona y protectora de su pueblo, Yo rezo para que los valores culturales de su raza se mantengan vivos en sus vidas, y para que esos valores internos sean los que protejan a su pueblo y a su país.
Como Madre de la humanidad, regreso a Mi querida Colombia para colocar debajo de Mi manto a los Reinos de la Naturaleza y a toda la biodiversidad que Colombia guarda desde tiempos remotos.
Vengo para pedirles que defiendan y que protejan las grandes reservas naturales y a los animales que este bello país tiene, ya que son la base natural y espiritual para el desarrollo de su cultura.
Que ese cuidado y amparo a los Reinos menores sea algo consciente en todos los colombianos para que no permitan el ingreso de industrias que solo explotan y contaminan químicamente los manantiales y todo el suelo sagrado.
Este es el tiempo en el que la humanidad entera verá caer situaciones increíbles por su propio peso. Por eso ustedes, Mis hijos de Colombia, deberán asumir la oración con seriedad para que nada los sorprenda.
Regreso a su querida patria para darles este mensaje, para que este mensaje sea parte de cada uno de ustedes, sabiendo que llegará el tiempo en el que su Madre Celeste se recogerá.
Por esa razón, ahora Yo llamo a todos Mis hijos para que actúen conforme a la emergencia y a la necesidad espiritual de estos tiempos.
Será esa actitud responsable y consciente de cada hijo Mío lo que evitará acontecimientos inesperados y lo que cortará la cadena del mal que hoy vive todo el género humano.
Colombia es una tierra de tesoros espirituales. Colombia es una tierra que puede vivir la paz y que debe disolver los conflictos, para que el país pueda renacer en Cristo y, en Cristo, él alcance la consagración al Plan Divino.
Es hora de reencender el compromiso crístico de cada corazón colombiano. Así las reliquias más benditas y sagradas estarán entre sus manos para que también aprendan a proteger y a cuidar a Sudamérica como parte del Proyecto Divino de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por escucharme y por responder a Mi llamado!
Hoy bendigo a Mi querida Colombia, de norte a sur y de este a oeste, para que la poderosa Cruz de Mi Hijo los proteja.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con alegría hoy puedo decirles que sus oraciones por la amada Amazonia son como flores de luz que se depositan a los Pies del Creador para entregarle la ofrenda y la respuesta de la consciencia humana por este precioso proyecto.
Es así, que estoy acompañando las ofertas de todos Mis hijos y con amor las recibo en Mi Corazón, para después poder derramarlas como gracias y cura en la humanidad.
De esa forma, queridos hijos, todas las necesidades espirituales, mentales y materiales comienzan a ser suplidas, y las almas tienen la oportunidad de tomar consciencia y de despertar.
Vean de esa manera el efecto poderoso de la oración que nace del corazón, oración que concede y permite el cumplimiento del Plan Divino en sus diferentes etapas.
Hoy la Amazonia es nuevamente imantada por la luz y el amor de Mis hijos, de los que aman a los Reinos Menores y de los que siempre buscarán el poder restaurar y aliviar a la naturaleza a fin de que, algún día, el hombre destructor de la superficie perciba que, sin la presencia de la naturaleza, morirá por no tener la vida ni el amparo de los Reinos Menores
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Mientras el mundo y la humanidad sufran, siempre habrá servicio para hacer y para ofrecer.
En el servicio encontrarán la puerta correcta para salir de ustedes mismos todos los días.
El servicio no los hace pensar en sus procesos o en sus desiertos.
El servicio les quita la sed interior y los libra de cualquier vacío.
El mundo y la humanidad, especialmente, necesitan servirse recíprocamente para que las faltas más graves ocasionadas a la Creación y a los Reinos de la Naturaleza sean perdonadas.
Imiten a Mi Hijo. Sean, como Él, almas en eterno servicio a Dios y a los más pobres, entre los pobres, espirituales y materiales.
Alégrense cuando el Universo les envíe un nuevo servicio y, así, se liberarán de ustedes mismos.
El mundo sufre no solo por la falta de amor compasivo, sino también por la falta de servicio.
El servicio es el abc de la vida espiritual y de la vida religiosa, porque es en el servicio en donde encontrarán la cura de todas las miserias.
Reciban el servicio como una oportunidad de amar y de compartir la bondad interior.
Que el servicio por los demás los impulse a concretar la tan esperada cura de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi materno llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más