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Queridos hijos:
En tiempos de batalla espiritual ustedes no le teman a Mi adversario; él nunca podrá vencer a ninguno de los corazones que haya profesado su consagración a Mi Corazón Inmaculado. Él podrá hacerles temblar el templo, pero el templo nunca se derrumbará, pues la fuerza que les da Mi Corazón de Luz es invencible ante todo daño y todo mal.
Hijos, vivan el ciclo de vuestra purificación como el gran momento de vuestra rehabilitación espiritual ante el Padre Universal. Sepan, queridos hijos, que vuestra purificación tendrá su tiempo y su momento final, por eso, no pierdan las fuerzas internas que les proporciona la oración.
Yo les doy a beber de la Fuente de Cura que brota de Mi Corazón Castísimo para que, renovados por Mi Amor Maternal, reciban, en esta hora, la oportunidad de volver a comulgar con el Padre Celestial.
Queridos hijos, en los tiempos que llegarán, no despierte el pánico ni el falso miedo, pues la verdadera Voluntad de Dios es desconocida por la humanidad de la Tierra. Solo traten de ser buenas personas, llenas del Amor de Dios, el que los colma todo el tiempo y busquen servir sin preferencias, para que cada una de vuestras ofertas sea aceptada por el Universo Creador como un acto de amor reparador y de cura para el mundo entero.
Amados hijos, sean el testimonio de redención que Mi Hijo espera, reflejen a todos el espíritu de vuestra transformación espiritual, así animarán a todos aquellos que no quieren vivir la transformación.
Queridos hijos, vuestra Madre Celeste los acompaña en este tramo en donde muchos cruzan los umbrales para la purificación y para la liberación interior. Escuchen Mi llamado. Acepten la mano bondadosa que se extiende hacia ustedes para ayudarlos. Vivan el tiempo de vuestra purificación como el momento del despojamiento de sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los acompaña siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Por la Fuente de Mi Gracia, serán lavados durante el tiempo culminante de vuestra difícil purificación.
Por la Luz que brota de Mi Espíritu, serán curados durante el ciclo mayor de vuestra liberación.
Por el Amor que nace de Mi Corazón Inmaculado, serán consagrados durante el momento definitivo de vuestra consagración interior.
Hijos, Mis rayos demuestran al mundo su falta de gratitud y de respeto al Creador de todas las cosas. Por eso, a todos aquellos que se animaron a enfrentar el Armagedón interior, les digo: solo encuentren aliento en el Sagrado Espíritu de los Mensajeros Divinos de Dios.
Hijos Míos, el tiempo de vuestro cautiverio terminará, ya no sientan en ustedes ningún lazo que los una al pasado, mas con alegría celebren el gran día de vuestra redención. No teman encontrar todo lo que los ha hecho perder y distraer del sagrado camino que les ofrece Mi Amado Hijo.
Mi adversario podrá reírse de ustedes y de vuestras caídas, pero Mi Corazón Invencible los erguirá y los llevará al Océano de la Misericordia del Redentor, en donde encontrarán la posibilidad de remediar vuestros propios males y pecados.
Recuerden, queridos hijos, que están en el inicio de la tribulación planetaria y que todo lo que está oculto a los ojos de los semejantes, tendrá el tiempo de su purificación.
Inclinen vuestras cabezas al suelo, el Dios de la Misericordia los librará de toda perdición. Vuestro Padre Eterno desea encontrarlos plenos por la vida cristiana que escogieron vivir, así con vuestros esfuerzos y trabajos dedicados al Señor, prepararán el camino por donde vendrá Mi Hijo para establecer la paz final.
No se permitan amedrentarse, ustedes ya sabían que el tiempo de la rendición llegaría como oferta para todos, pero, en verdad, muchos hijos pensaron que serían retirados del propio cautiverio de otra forma.
Desde el Cielo les extiendo Mis manos para que se unan a Vuestra Madre Celeste, a Vuestra Madre de la Divina Piedad. Espero todo el tiempo poder guiarlos y ayudarlos a retirar las viejas impurezas que no dejan nacer a la verdadera alma renovada en el Señor y en Su Santo Espíritu.
Libres de las amarguras y de los resentimientos, vivan el tiempo de vuestra purificación con gratitud y fe, sin dejar de comprender que están quedándose libres de las propias prisiones de antaño.
Aún necesito, hijos, que sostengan la bandera de la Paz que Yo les he entregado, pues el Plan deberá cumplirse por encima de vuestras debilidades y pruebas. Quien aspire a ser una consciencia diferente de lo que hoy es, pídalo al universo, la voz de vuestras súplicas será escuchada por los Mensajeros de Dios.
No pierdan tiempo en vuestros asuntos pequeños, Mi adversario día a día hace perder a las almas su verdadero camino espiritual, esto ahora es algo planetario.
¡Sigan Mis pasos sin mirar atrás!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en la Piedad de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡Queridos hijos, no tengan miedo!, siempre encontrarán refugio en la fortaleza de Mi Corazón. Allí nada malo sucederá, y sentirán el Amor Inmaculado que siempre los abrazará.
Viviendo el tiempo de vuestra purificación, que es el tiempo de vuestra constante preparación, tomen como instrumento invencible la oración del corazón; así descubrirán los dones internos de la fortaleza que constituye Mi Corazón Inmaculado.
Hijos Míos, que en estos tiempos difíciles, y al mismo tiempo decisivos, vuestra mirada solo se concentre en el Propósito que el Padre Celestial tiene pensado para cada uno de ustedes. De esa manera, concentrando vuestro sentir y vuestro mirar en el Corazón del Padre Eterno, estarán siendo guiados por los caminos correctos.
Queridos, que ni una pequeña parte de vuestros seres se sienta separada de Dios. Trabajen sin demora para construir una fortaleza semejante a la de Mi Inmaculado Corazón.
El Señor los espera en el regazo de Su Reino Celestial para tenerlos en brazos y así entregarles el legado eterno de Su Misericordioso Amor.
Con determinación y entrega al gran Propósito del Creador, ustedes fundarán las bases necesarias para la manifestación del espíritu de la Nueva Humanidad, que estará absuelta del pecado, de la negación y del sufrimiento.
La victoria de Mi Inmaculado Corazón y el triunfo de Mi presencia en el mundo y en toda la humanidad determinarán el gran paso evolutivo que Mis hijos deberán dar superándose a sí mismos. Esto librará a los inocentes de todos los ultrajes, y los más humildes serán los precursores de la Buena Nueva para el tiempo que llegará.
En el camino de la oración ardiente siempre Me encontrarán, rezando por ustedes y por el mundo.
¡No teman! Sean valientes y adquieran el don de Mi fortaleza para enfrentar el tiempo de cambios y definiciones.
Mi Amor siempre los impregnará a todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice bajo el Amor Purísimo del Creador,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Reciban en vuestros corazones Mi aliento, que es el último que recibirán antes del gran tiempo de la tribulación.
Sepan reconocer Mi presencia en vuestros corazones, porque en un tiempo futuro, solo podré orar por Mis hijos y observarlos y en ese momento, Mis queridos, sentirán Mi oración tocando vuestras esencias.
Aquellos que construyen, por medio de la oración, el camino que los conduce a Mi Corazón Inmaculado, sabrán estar unidos a Mi Consciencia Universal, aún cuando Yo ya no pueda llegar a este mundo como lo hago hoy.
Mis amados, todo lo que vengo a construir dentro de vuestros seres tendrá su verdadera repercusión solo después de esta vida.
Sepan que el hecho de estar a Mi lado no los hará libres de obstáculos y dificultades que el mundo impone a sus habitantes. Mas aquel que ora verá los acontecimientos venideros como quien no pertenece a este mundo. Y aunque le corresponda vivir cosas consideradas como sufrimiento por la humanidad común, él no lo sentirá de esa forma, sino que encontrará en todo la oportunidad de imitar a Mi Hijo y aprender como Él sobre la esencia del verdadero amor.
Mis amados, no los retiraré de este mundo cuando llegue el momento de la prueba final de vuestras vidas; les aseguro que aquel que persevere en el camino de la verdadera oración no perecerá por las contrariedades planetarias.
Quiero que sepan que el tiempo de purificación ya comenzó dentro de cada ser. Ahora es el momento de aprender a soportar las tempestades que viven en el propio interior para que así aprendan a vencer las dificultades, cuando ellas lleguen al mundo entero.
Hijos Míos, no deben temer, deben prepararse, pues aquel que se prepara muy bien para realizar una prueba no teme estar ante ella.
Vengo al mundo en este tiempo porque sé de la gran necesidad de los corazones. Aprendan a sentir, en Mi presencia diaria, la urgencia del momento planetario y la infinita Misericordia de Dios que Me envía al mundo una vez más para rescatar y despertar a las consciencias.
Estoy lanzando las últimas redes al mar de este mundo para llevar a la barca de la salvación a todos los que se pierden en las aguas de las ilusiones y las emociones de la vida sobre la Tierra.
Hijos queridos, les pido con amor: oren con una devoción que todavía no conocen. No permitan que la oración se vuelva una rutina común en vuestros días. Sepan orar con el clamor de vuestros espíritus.
Que en cada momento de oración sepan sentir la necesidad del mundo. Que en cada momento de oración sepan trascender los límites de los propios cuerpos, de la tensión y de la inercia hacia la cual la actual condición planetaria los lleva permanentemente.
Acuérdense que Mis ojos y Mi Corazón están atentos a los corazones orantes del mundo y, delante de la mínima puerta que se abre, puedo rescatar a aquellos que sufren de verdad, pues perdieron la unión con Dios.
Mis amados, estudien Mis palabras, practíquenlas y no las olviden ni un solo minuto. Mi Verbo Divino viene para construir la fortaleza necesaria para los tiempos que vendrán.
Yo los bendigo hoy y siempre. Y los espero en oración.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quédate hoy en Mis brazos, hijo Mío, porque Mi manto de luz te hará invisible a los ojos de Mi adversario. Quédate entre Mis manos, porque Mi Amor Materno te hará más fuerte que el dolor del mundo.
No dejes que la gran puerta de la purificación se abra, pues Dios que está en los Cielos, ya tiene contados los segundos y los minutos en donde cada hijo Mío deberá enfrentar la última batalla.
Quédate Conmigo y reza a Mi lado.
A pesar de que la tempestad sea mayor que las propias fortalezas, que con Mi Amor he construído, el suelo no temblará porque los cimientos que Yo construyo son inamovibles. Quédate hoy entre Mis brazos y no temas por nada, el ciclo de la rendición y de la humillación deberá ser vivido por cada hijo Mío, pues para que pueda nacer el próximo tiempo de paz, todos Mis hijos deberán vivir su purificación.
Deja hoy, hijo Mío, que Vuestra Madre Celeste lave tu cuerpo y tus impurezas con el agua divina de Mi Gracia; recuéstate y entrégate en Mis brazos para que Yo pueda purificarte y convertirte en el modelo que Dios Me ha pedido, en el modelo de la gran redención.
Descansa hoy, hijo, entre Mis brazos y no mires tanto las constantes caídas; vengo para levantarte del suelo y para llevarte al regazo eterno del Corazón de Mi Hijo. Su Misericordia es tan grande como Su Justicia, por eso, ven en confianza hacia Mí y no desistas antes del gran tiempo.
Por Mis hijos cumplo las obras de Dios, por eso los protejo como una leona protege a sus crías, nada podrá amedrentarlos.
Abre espacio, hijo Mío, para que las impurezas del viejo sean desterradas. Así como Mi Corazón ora e implora por cada uno de ustedes, Mis manos de Madre desatan a tiempo los nudos del egoísmo y de la necedad que viven en cada uno de ustedes. La oración es la fuente de toda solución, siempre reencenderá el corazón que esté apagado y sin luz interior.
El dragón rojo aproxima sus ejércitos antes de enfrentar a la Mujer Vestida de Sol. Ya las estrellas de Mi Corona son lanzadas a la Tierra para demarcar los espacios en donde el dragón no podrá pisar ni encontrar a ninguno de ustedes.
Cuando la Mujer Vestida de Sol haya lanzado Su última estrella de salvación a la Tierra, se abrirá la gran puerta y el gran ciclo se desatará y no tendrá fin.
Los ejércitos de la luz deberán estar formados para que, a través del verbo divino de la oración, se manifiesten las islas de salvación, que fueron marcadas por las estrellas.
Y la gran señal llegará, por lo que todos deberán estar más fusionados que unidos, ya que en ese espacio de la consciencia el dragón no ingresará, porque él lo desconocerá. Ese tiempo, hijo Mío, aún no llegó, pero no falta mucho para que suceda.
Los sellos del Apocalipsis están siendo abiertos y los ángeles esperarán la respuesta de las criaturas de Dios. La purificación es el preámbulo de un tiempo diferente para todos, tiempo que desconoce la humanidad.
Que vuestra purificación sea, en este tiempo inmediato, la preparación y la liberación de las deudas, pues la unidad y la oración serán los instrumentos que vencerán a Mi adversario.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Lean los mensajes todos los días.
Los entrena en los ejércitos de la luz celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en tiempos de Apocalipsis solo vivan en la fe del corazón.
Por eso, hijos, que vuestras almas confirmen al Padre Celestial el sentimiento absoluto de confianza y de amor, que cada uno de ustedes tiene por el Creador.
Hoy derramo sobre vuestros espíritus el poder Creador del Amor de Dios, algo que la humanidad olvida buscar y practicar con el corazón.
En estos tiempos, será el Amor Vivo de Dios que los ayudará a soportar el ciclo de los cambios internos, que llegará para todos sin excepción.
Hijos Míos, busquen el Amor de Dios a través del Amor que Cristo incansablemente les ofrece todos los días. Por eso, Mis manos hoy tocan vuestros corazones para encenderlos en la Luz del Amor del Creador, en el Amor que confía, en el amor paciente, en el amor renovador.
Tomen en vuestras manos el rosario y recen con amor, pues eso los liberará de todo mal y no sufrirán el acecho de las artimañas del enemigo.
Con vuestros corazones en la fe soportarán toda prueba y perturbación y, cuando les llegue el tiempo de enfrentar vuestra purificación, el poder de vuestros rezos los habrá hecho mansos y pacificadores en el Corazón de Cristo.
Permitan, Mis amados niños, que vuestras deudas sean aliviadas y perdonadas.
Confíen siempre en la Misericordia de Dios y no pierdan tiempo en los problemas superficiales.
A pesar de las graves situaciones que vive la humanidad, Yo les traigo la oportunidad definitiva de poder alcanzar la santificación interior.
Todo indica que algo deberá suceder en estos tiempos. Las leyes Universales, que brotan del Corazón de vuestro Padre Celestial, se están conjugando para que la armonía que le falta a este mundo se pueda manifestar.
Solo a través de la determinación abrirán la puerta correcta para que la humanidad entera no pierda la oportunidad de recibir la Misericordia de Mi Hijo.
Siempre los amparo con Mi Amor.
Vuestra Madre reza por ustedes, para que algún día sean aquello que vinieron a ser: ser dignos en el Señor y en Su Insondable Amor.
Recen por aquellos que, influenciados todo el tiempo por las modernidades, están presos en las tecnologías y pierden el hilo interior de luz que los une al Amor de Dios y están presos en las tecnologías.
Sean aquello que Mi Hijo espera: sean apóstoles del amor y de la redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los convoca para amar de corazón y de alma,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Si vuestros corazones cursan la escuela de la humildad, ellos algún día serán puros y, viviendo la pureza del corazón, transformarán vuestras faltas y conseguirán vivir en la Misericordia de Dios.
Por eso hijos, en este tiempo trabajen ardientemente para alcanzar la pureza del corazón.
Mis rayos son derramados sobre ustedes para que, tocados por Mi Luz, siempre vivan en el Amor Redentor de Mi Hijo.
A través de vuestros pasos dados en el camino de la transformación, vuestra Madre Celeste encuentra el camino abierto para liberar a las almas de la constante perdición.
Abran los brazos y reciban en el centro de vuestras almas la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
Están a tiempo de cambiar actitudes y costumbres que forman parte de la vieja humanidad.
Con vuestra transformación y redención inmediata, darán el sí y el verdadero testimonio al Padre Celestial, quien se complacerá en ver a Sus pequeñas criaturas dispuestas a redimirse a sí mismas.
Vuestro Maestro del Amor les ofrece la oportunidad de enmendar vuestros caminos y de seguirlo a pesar de las consecuencias. Ustedes, Mis hijos, viviendo en Su absoluta confianza, adquirirán un espíritu de fe que será inquebrantable en el momento del gran embate planetario que vivirá la humanidad.
La hora actual señala el tiempo de la conversión para dar paso a la consagración definitiva de vuestros corazones y vidas.
Hijos Míos, pasen por el ciclo de vuestra purificación renunciando a todo lo que les incomoda y abriendo los ojos al horizonte de misericordia que viene para redimir todos los males.
Mi camino se abre en vuestros caminos, por eso no pierdan la hora de vuestra rendición.
Yo Soy vuestra Madre y los sostengo entre Mis brazos para que siempre sientan la Paz.
El mundo aún no entiende la gravedad de los tiempos. Yo, en nombre de Mi Hijo, les traigo a la consciencia que llegó el tiempo de cambiar y de curar el pasado.
¡Les agradezco por responder a Mi urgente llamado!
Los cura,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Así como es urgente que vivan la redención y la paz, también es urgente que muchos lugares en el mundo, como este(1), vivan su ciclo de purificación, para que a través de la Gracia de Dios, las almas reencuentren el camino del corazón de Mi Hijo, el cual perdieron por las cosas superficiales.
A través de los tiempos, Yo les traigo desde el universo la consciencia de la Vida Mayor; así, vuestra Madre Celeste los ayuda a direccionar vuestras pequeñas vidas hacia el Señor.
El tiempo indica un cambio, no solamente en la consciencia, sino también en la actitud de cada hijo de Dios. El mundo ya no puede llevar la misma vida y ser de la misma forma como si nada sucediera alrededor.
Por eso, hijos, trabajen todo el tiempo por vuestra purificación, así confirmarán al Padre Celestial que este proyecto creado por la Fuente Purísima del Amor, podrá vivir su tiempo de transformación.
En la oración se encuentra el impulso para poder trascender los obstáculos internos y los engaños que el enemigo imparte.
Yo estoy pisando la cabeza de la serpiente, para impedir que ella penetre con su veneno dañino en los corazones que en este ciclo se decidieron a ayudarme a cumplir con Mis planes de Paz.
Por vuestra donación permanente se abrirán las puertas de las Gracias para todos y los más desprotegidos recibirán la parte que les corresponde.
Vivan a través de la Luz de Mi Hijo y disipen de vuestros seres internos cualquier oscuridad o prueba que los quiera hacer sucumbir. La victoria que Mi Hijo alcanzó a través de ustedes, aún no ha terminado. La hora indicada está señalando el momento de la redención de las almas y la liberación de los infiernos que viven sobre vuestro mundo.
El universo celestial abre las puertas para guiarlos e indicarles el camino de la verdad y de la constante transformación interior. Mi Corazón siempre los bendecirá y a pesar de que los soldados caigan por sí mismos, Mis manos los elevarán hacia la Misericordia de Dios.
No olviden que ustedes, Mis queridos, participan de un propósito infinito que Dios conduce por medio de los Sagrados Corazones. Por esta razón mayor, colaboren todo el tiempo en poder construir entre ustedes un espíritu de paz y sin rivalidades.
No dejen entrar por la pequeña puerta ninguna influencia del mal. Mis rayos protegen vuestros pasos diarios de consagración y de servicio. Algún día comprenderán todo lo que les he dicho.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los redime en nombre de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
(1) La Virgen María se refiere al lugar donde se estaba recibiendo el mensaje.
Queridos hijos:
Que exista la paz por siempre en vuestros corazones, y que sea la paz de Mi Inmaculado Corazón la que los promueva todo el tiempo a vivir la transformación interior, que será el espejo de una gran transformación exterior.
Por eso hijos, con mirada de bondad y de amor materno, los estoy introduciendo en el último tramo del camino redentor que Mi Hijo les oferta para este tiempo. Viviendo el ciclo de vuestra purificación, encontrarán dentro de ustedes todo aquello que ya debe morir, para que en el día de mañana, Mis queridos, participen del Reino de Dios.
Con vuestra purificación y servicio, el mundo se transformará y ya no será necesario que las almas sufran el precio de sus propias decisiones.
En el espíritu de la oración permanente, hallarán la llave maestra que les permitirá hacer trascender el fin de los tiempos y el tiempo interior en cada ser.
Arriésguense a entregar a vuestra Madre Celeste aquello que más los une a esta vida material. Encomienden a Dios vuestras familias, porque por vuestro servicio incansable, el Plan del Altísimo está siendo reposicionado en una esfera celestial mayor.
Sean para este ciclo aquello que nunca fueron. Sean apóstoles de Mi Hijo, los que no se separan del propósito ni tampoco se alejan del camino de la evangelización interior que Cristo está realizando a través de vuestras vidas. Mientras el mundo enfrenta el resultado de sus decisiones, vuestra Madre Celeste viene para ayudarlos a reconducir la morada interior de millones de corazones hacia el verdadero principio universal: hacia Cristo.
Únanse cada vez más a Mi Corazón Inmaculado y no permitan, hijos Míos, que las engañosas ideas del enemigo ingresen en vuestras mentes y moradas. Para que eso no suceda, afirmen en vuestras vidas que vivirán en este tiempo para responder a los designios de Mi Hijo Jesús. De esa manera serán verdaderos soldados, con los que Mi Hijo contará para llevar adelante el propósito de encaminar esta humanidad ultrajada hacia la escuela suprema de la rehabilitación.
Abran las puertas del corazón para que las palabras de los Mensajeros Celestes puedan llegar cada vez más profundo, y así se pueda establecer el Reino de Dios en cada interior.
Dejen a Mi cuidado vuestros seres queridos, compartan la misericordia que reciben todos los días y juntos, Conmigo, reconstruyamos esta humanidad decaída.
A pesar de las consecuencias, por vuestra fidelidad, harán triunfar Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los convoca al ejército orante de la luz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Que en vuestro tiempo de purificación solo exista el motivo de servir a Dios y a Su Plan universal por encima de ustedes mismos.
Hoy los invito, pequeños Míos, a ver los brotes que dieron las semillas de luz crística que con tanto amor y esfuerzo fueron colocadas en el tabernáculo de vuestros corazones.
No dejen de mirar la grandeza y la transformación que Mi Hijo ha realizado en ustedes. Con espíritu de fe y determinación vivan el ciclo de vuestra purificación, ofreciendo al Padre Eterno todos vuestros dolores e incomodidades por aquellas almas que están aquí en la Tierra y que no se dignan siquiera mirar a Dios ni recordarlo como algo primordial para este tiempo.
Por eso les digo, hijos Míos, compadézcanse de aquellos corazones que, sometidos por el lujo y la modernidad, pierden el camino que los lleva a creer en Dios. Dios Padre les confía ciertas pruebas para que, entregándolas a Su Corazón de Amor vivo, el mundo pueda ser nuevamente aliviado.
Aquellos corazones que no escuchen a la Madre Celeste solo les restará vivir y padecer el resultado de sus propias elecciones de vida.
Hijos, el camino es único, ya no existen dos; es con Cristo o es en contra de Su Voluntad Mayor. Sean para este ciclo portadores de la Gracia, representen el nuevo apostolado redentor de Mi Hijo y den testimonio de Su próxima y segunda venida al mundo.
Con vuestros pequeños espíritus en lo más alto del Cielo, hoy reciban hijos la consolación y la paz de vivir vuestra purificación como una oferta de constante sacrificio y reparación. No se cansen antes del esperado tiempo, el Cielo espera por vuestra madurez y redención para que el Reino de Dios al menos se establezca en las almas transformadas por Cristo.
En la paz encontrarán las fuerzas internas para enfrentar el término de un tiempo destruido y deteriorado por la consciencia de la humanidad.
Ustedes Mis queridos, volviéndose apóstoles de Mi Hijo y profesando vuestra constante fe, alcanzarán la Gracia de siempre tenerme a vuestro lado, hasta en los momentos de mayor tribulación.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los protege vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ríndanse a Mí y sobrevivirán en este tiempo.
Los He lavado con Mi Agua para purificarlos. Los sequé con Mi Manto para protegerlos.
Los curé. Les curé las heridas con Mi Sangre y todos fueron testigos de Mi Retorno sabio al corazón.
Cólmate de Mi Luz. Nútrete con Mi Espíritu y aléjate del mal que solo quiere hacerte daño.
No abras ni una puerta al enemigo, mas espérame con los brazos abiertos cuando te venga a visitar.
Sostente en Mi Confianza, ya sabes que no te decepcionaré. Deja que Mi Fuego Divino queme tus estructuras para que ahora nazca, el nuevo ser redimido.
¿Qué esperas para entregarte a Mi Luz y ser partícula de Mi Energía Crística?
Antes de que entres en Mi Reino, deberás vaciarte mucho más de lo que imaginas. Pero ten fe y esperanza, Mis Manos nunca te soltarán. Yo te acompañaré hasta el final, cuando verdaderamente Me des espacio para poder hacerlo.
Dejo Mi Corazón como oferta de vida. Desearía que todos Me escucharan, como una vez tú Me escuchaste.
Ya es hora de preparar la morada. Ya es tiempo de unificarse y no de distanciarse de Mí.
Mi Padre te lo ha dado todo y Yo también te lo daré. Por eso, confía en lo que sucede dentro de ti. No te sientas solo ni abandonado, porque el pastor nunca abandona a sus preciosas ovejas.
Ven y quédate en Mi Regazo, así serás digno de llamarte Hijo de Dios. Mientras espero que des el paso hacia Mi Corazón y seas parte de Mí, no dejaré de decirte que debes regresar a Mí.
Yo estoy aquí por ti y por más nada, así como estoy por cada alma y esencia que Mi Bondadoso Padre Ha concebido.
Yo Soy el Guardián de tu vida y de tu destino.
Yo Soy el Umbral perfecto por donde cruzar y caminar con fe hacia lo desconocido.
Quiero hacer algo de ti que desconoces. Deseo que Me dejes obrar y continuar, pues Mis planes para tu existencia son más profundos y verdaderos de lo que tú imaginas.
Confiésate Conmigo y no pierdas la chance de renovarte, a través de Mi Presencia en tu corazón.
¿Acaso Me aceptarás así como Soy?
¿Quién se arriesgará a borrar su identidad para ser parte de Mí?
¿Quién esperará, en alegría y en gloria, Mi Regreso?
Ahora, Yo vengo a visitarte en Espíritu, pero vendré en Gloria para que recuerdes Quién Soy.
Solo espero tener en Mis Manos instrumentos purificados por Mi Misericordia. Solo espero por su sí final.
Ahora, escucha lo que Te diré directo al corazón: ”Hijo, pequeño, soldado orante sin espadas, reposa en los Brazos de tu Comandante para que, en el amanecer que llegará, veas surgir en tu universo interior la llama del Amor, la llama gloriosa de la resurrección de la humanidad”.
Bajo la gloria que los permea y los consagra, sean bienaventurados.
Gracias por visitar Mi Sagrado Corazón, en oración.
Cristo Jesús Glorificado
Deja que Mi Sangre circule dentro de tu corazón, los poderes que Yo manifiesto y te presento son desconocidos para ti.
Deja que Mi Sangre circule por tus venas, para que tus códigos del pasado sean renovados por Mis códigos de luz y redención. Deja que Mi Sangre remueva de lugar todas tus células.
Deja que Mi Sangre purifique tus sentimientos y que transmute tus heridas, pues Yo tengo el poder para revertir todos los males. Si aún Mi Sangre no vive dentro de ti, busca el porqué no Me tienes dentro de ti.
Deja que Mi Sangre libere cada parte de tu ser; y que tu cuerpo, aún siendo impuro, alcance la pureza y la consagración a través de Mí, porque lo que Yo te ofrezco no es parte de tu voluntad ni de tu deseo.
Yo provengo de una célula de Vida Mayor que ilumina hasta las pequeñas partículas de aquellos que buscan la cristificación a través de la donación. Por eso, deja que Mi Agua brote dentro de ti, para que cada rincón de tu ser sea bañado por Mi Agua de Vida y de Liberación.
Deja que Mi Espíritu habite dentro de ti y Él haga morir lo que ya está viejo. Tengo la potestad de renovarte y al mismo tiempo de abrazarte con Mi calor y Mi paz durante las duras noches de frío que llegarán.
Déjame que pueda actuar a través de ti y en poco tiempo no te reconocerás, porque Yo haré maravillas en tu vida.
Deja, sobre las palmas de Mis Manos, tus miserias y lágrimas para que Yo, en nombre de Mi Padre, pueda convertir tus maldades en bendiciones, tus pesares en liberaciones, tus tristezas en alegrías, tus dudas en afirmación y verdad.
Por eso, Yo deseo que Mi Espíritu tenga morada en las almas imperfectas, Yo las busco y ellas se esconden de Mí por temor o desconfianza. Si hoy eso sucede contigo es porque no conoces la fuerza de Mi Amor curador.
Déjame ser en ti, día y noche, tanto en tus errores como en tus virtudes. Yo contemplo al mundo y lo guardo todos los días en Mi Corazón, a pesar de las heridas que muchos me ocasionan.
Déjame ser unidad y vida, Misericordia y consagración; si solo me lo permites, en un tiempo breve serás Mi apóstol.
Déjame ser, déjame actuar, déjame vivir en ti, solo deja que Yo sea en ti para siempre, porque en Mí se encuentra la única salida.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados y unidos.
¡Gracias por solo dejarme ser!
Cristo Jesús Glorificado
| Listado
Queridos hijos:
Yo vengo del Cielo como una Estrella de Confraternidad, de Luz y de Oración. Hoy vengo al mundo para que a través de un acto de arrepentimiento y de perdón, él sea depositario del Reino de Mi Paz.
He venido trayendo entre Mis sagradas manos los nudos que están amarrando vuestras vidas. Solo a través de vuestra fe y determinación de alcanzar la santidad en esta vida planetaria, es que Yo podré ayudarlos a desatar los nudos que los ahogan y que no los dejan respirar Mi aire celestial.
Por medio de Mi Gracia Maternal y por la divina autoridad que me ha dado Mi Hijo, vengo a desatar el nudo para liberar así a la humanidad; para que esto sea posible, vuestras oraciones y ofertas sinceras a Mi Inmaculado Corazón permitirán que se abran las puertas para la redención de los corazones.
Una y otra vez Yo he descendido en Gloria sobre esta bendita colina, la que se ha convertido en el punto de luz para esta región.
Pero Yo necesito de ustedes, necesito que vuestros corazones sean luceros de amor y de paz para el mundo; de esa forma ustedes podrán disolver los nudos que se guardan en vuestras pequeñas y simples consciencias.
Solo a través del poder del Santo Rosario, conseguirán vivir el camino de la purificación y de la santidad, vuestras almas deben convertirse en espejos vivos de la Voluntad de Dios; así por medio de Mi intercesión, vuestros pasos y huellas serán más luminosos, serán las huellas de los apóstoles de Mi Hijo.
Hoy desato especialmente el gran nudo de la incomprensión y del mal sentimiento; nudo que el enemigo pacientemente se ha dedicado a crear en las mentes de los que no dedican tiempo a la oración del corazón.
Ahora como almas maduras mediante Mi sagrada instrucción les llegó el momento, después de siete años de Gracias, de que mediten sobre los pasos que han dado junto Conmigo.
Por encima de todo lo que sufre y padece este mundo, Yo les traigo la Gracia de que ustedes puedan reconocer Mi Amor Maternal, el Amor de Dios, el Amor de Madre y Entendida de todos los problemas y conflictos espirituales que muchos hijos viven hoy.
Por eso, hijos amados, vean en vuestros horizontes la Luz Salvadora que los viene a socorrer y que pasa por aquí por última vez. Vean el esplendor del Divino Amor que los quiere liberar y purificar, para que sean verdaderos siervos humildes de Cristo.
Quien me suplique de corazón y de alma, de fe y de espíritu, Yo prometo ayudarlo a desatar los nudos a través de la siguiente oración carismática:
Oración Carismática a Nuestra Señora Desatadora de Nudos
Señora del Poder Celestial,
desata de nuestra consciencia
todos los nudos que nos oprimen
y cierran nuestros caminos.
¡Señora Desatadora de Nudos!,
corta y libera las amarras de la vida,
que Tu Luz de Sabiduría Divina
destierre y disipe los abismos de este mundo.
Que Tu manto celeste de protección y amparo,
nos guarde eternamente
bajo el poder de Tu Amor y de Tu Guía.
¡Sagrada Madre que desatas todos los nudos!,
que junto a Tus Ángeles y Arcángeles
nuestras vidas sean desamarradas
por la imposición de Tus sagradas manos.
Ora por nosotros,
todos los días que vendrán,
para que unidos a Tu Consciencia Maternal
veamos venir en Gloria el día de nuestra redención,
el día del Retorno de Cristo,
Nuestro Salvador.
Amén
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Paz y Bendición.
María, Señora Desatadora de Nudos
Como un ave que sobrevuela el mundo, Yo llego buscando a los que no despertaron para Mi último llamado.
Muchos escucharon el resonar de Mi voz a lo largo de los siglos, pero pocos fueron los que verdaderamente pudieron comprender la esencia de lo que estaban viviendo.
Por primera vez en la historia de la humanidad, la Mujer Vestida de Sol, viene a revelar Su verdadera Faz, para que los seres de esta Tierra puedan salir de la ignorancia en la que se encuentran en vida. Por eso los preparé por tanto tiempo, para que puedan ser las manos que retirarán los velos de la inconsciencia humana. Mas, para eso hijos Míos, es necesario que la propia inconsciencia esté curada y que vuestros corazones ya se hayan definido en este tiempo de purificación.
Necesito corazones firmes, que conozcan la esencia de estos tiempos y no pongan su atención en lo que viven aquí en la Tierra, sino en lo que vivarán en el universo, a partir de lo que alcanzaron en este mundo.
Hijos Míos, todos se purificarán en este tiempo. No habrá alma sobre la superficie de la Tierra que no viva su instancia de purificación. Por eso les pido hoy, que se afirmen en el Poder de la oración y en el amor a lo desconocido. De esta forma, cuando llegue la hora de purificar y equilibrar todas las deudas que tienen ante Dios, lo harán sobre una base fuerte que los sustentará en el camino correcto y les mostrará que están viviendo lo que les fue anunciado y que pronto pasará.
Mis amados, si se afirman en la oración, podrán purificarse de una forma más armoniosa, porque a pesar de todo el sufrimiento interior, contarán con Mi auxilio que de alguna forma los conducirá y los amparará siempre. Pero, si por el contrario no construyen esa base orante, podrían llegar a sentirse muy confundidos en este momento y permitir que el enemigo les hable al corazón mentiras que parecerán verdades totales, desviando vuestras almas que por tanto tiempo perseveraron fielmente en este camino.
Quiero que crezcan, Mis amados, definitivamente. Los tiempos de hoy, ya no son más los mismos de ayer. No pretendan mantener dentro y fuera de ustedes el mismo escenario planetario, porque eso no será posible.
Aquel que se apegue a las imágenes del pasado, sufrirá la transformación brusca que vive el mundo; mas aquel que se deje transformar y que permita que se derrumben sus estructuras internas, jamás sufrirá, pues se transformará junto con el mundo y a pesar de vivir internamente el caos que se vive externamente, también verá emerger en sí una nueva vida, en cuanto en el mundo se establezca esta vida.
No quiero que se asusten con lo que viven, pero sepan que muchos no soportarán las transformaciones y las purificaciones internas y externas; no obstante por todos los méritos que generaron, su evolución tendrá salvación, aunque sea en los niveles del espíritu.
Mis amados, Mis palabras resuenan con el tono de estos tiempos; para comprender lo que ocurre verdaderamente en el mundo deben estar maduros. No tengan más ojos infantiles delante de realidades que los esperan maduros, sino con los pies firmes en esta barca de salvación, remen, remen sin titubear.
Yo Soy la Figueira Madre, la que da savia de Vida para que no se acaben sus frutos. En Mí se unen la Tierra y el Cielo, espíritu y materia, el viejo y el nuevo hombre.
Comprendan que si Mi presencia no estuviera entre ustedes, los autoconvocados no podrían responder a su compromiso.
Yo Soy la voz de la verdad Divina. Aquel que me escucha con atención, encontrará en Mí cada paso que deben dar. En Mis palabras se encuentra el camino para concretar los Planes de Dios. No estén sordos delante del Verbo Divino. Sigan el eco de la Mensajera Celestial.
Yo los amo y los conduzco al Corazón de Cristo, el Rey Universal.
María, Señora de la Sagrada Figueira
Oración: Inmaculada Señora de la Paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Quiero que se arrepientan por todo lo que no han hecho bien hasta los días de hoy. Están dentro del Reino de Mi Paz y esta es la última oportunidad de derramar Mi Gracia sobre ustedes.
He venido a purificar y limpiar sus corazones de toda mancha; y así, como lo hago con ustedes, lo hago también con toda esta humanidad dormida.
Hoy, he venido para que puedan buscar la reflexión del corazón, la meditación profunda del alma y del espíritu ante las Gracias y las oportunidades recibidas.
Yo tengo el deber de que ustedes puedan madurar y que cada día amen más el Plan de Dios, como él se manifiesta.
Ustedes no tienen conocimiento de lo que sucede en el universo, solo les bastará unirse al Pensamiento de Dios para estar en la Ley. Por eso, día y noche, Yo los traigo a Mis brazos para que puedan sentir Mi Corazón pleno y profundo, Corazón que los acompaña todos los días de su vida, que acepta errores, incomprensiones y dificultades para poderlos liberar y curar.
Yo vengo a traerles la Luz que ustedes desconocen. Yo vengo a traerles el Presente de Dios, que es Su Amor profundo y verdadero por ustedes. Yo estoy pasando por aquí, en estos tiempos, como he pasado por otros lugares del mundo.
Están a tiempo de poder crecer y asumir las tareas que Yo les encomiendo; amándolas sin juzgarlas, viviéndolas en sacrificio y en entrega por todos aquellos que no lo hacen bien.
Yo vengo a su encuentro para pedirles algo especial: liberen de sus corazones todas las incomprensiones. El mal está sembrando veneno en muchos corazones, y muchos se adhieren a ese veneno creyendo que todo está muy bien. Por eso, Yo les traigo la Ley para que la conozcan, para que la puedan vivir y practicar.
Sé que sus corazones están inmaduros e impuros y tienen muchas faltas ante Dios. Pero a lo largo de los tiempos que Yo he estado con ustedes, Yo he venido a retirar sus faltas y a entregarles Mis Gracias, lo que muchos no han considerado muy bien, porque es algo inmaterial y espiritual que se proyectará en el cercano futuro para todos.
Por eso, ustedes deben entender a Mi Corazón, más allá de Mis pedidos y peticiones. Yo vengo a pedirles cosas simples pero verdaderas. Yo vengo como Corazón Inmaculado a liberar a esta humanidad porque, a través de sus ofertas, el mundo se calmará. Todos los que Me han escuchado, a lo largo de los siglos en diferentes lugares del mundo, nunca dejaron de recibir Mi Amor y Mi Voluntad. Recuerden que Yo soy la Portavoz del Mensaje Divino y solo debo pasarles lo que Dios planifica para estos tiempos, así comprenderán el Mensaje con el corazón y no con la mente.
Yo vengo a traerles la fuerza de la renovación y de la paz.
Miren un tiempo atrás, ¿cómo estaban sus vidas y sus corazones?, ¿qué era lo que ellos no podían alcanzar por sí mismos?
Yo les traigo un reconocimiento mayor, que es Mi Amor predilecto por todos ustedes. Deben querer también Mi Amor predilecto para que las vidas puedan cambiar y transformarse.
Yo vengo a traerles, en este momento, algunas verdades que sus corazones y almas deben reconocer. Por eso, Yo los reúno en Mi Cenáculo Sagrado para que puedan percibir Mi perspectiva divina, Mi pensamiento divino y puro para la humanidad.
Hoy, necesito que ustedes se unan a todas esas cosas y se definan por vivir el Plan de Dios como él se presenta. Así, no le crearán problemas al universo, sino que le darán alivio a esta humanidad tan enferma.
Yo vengo como su Mediadora a transmitirles Mi Paz. ¿Ustedes han percibido que sus corazones han resucitado en espíritu y que encontraron aquello que habían perdido hace mucho tiempo?
Queridos hijos, hoy los invito a tener consciencia en el corazón. Mi Hijo estará agradecido profundamente por su oportunidad de poder reflexionar. Todos son imperfectos a los ojos del universo. Y Yo, a través de Mi Gracia y de Mi Amor puro, vengo a rescatar en ustedes las preciosas virtudes, aquellas que servirán para cumplir el Plan de Dios en estos tiempos.
Dejen de mirar las miserias ajenas. Fíjense en ustedes mismos y encuentren la pureza que habita dentro de ustedes. Necesito que sean transmisores verdaderos de Mi Paz, verbos del Verbo Divino, emanaciones de este Sagrado Espíritu Santo que muchas veces los ha colmado y los llenó de la Gracia de Dios.
Queridos hijos, el mundo está muy difícil. No se pierdan en las cosas simples, en las cosas insignificantes. Muchas situaciones graves suceden, día a día, en este mundo. Imaginen que, si ustedes no estuvieran dentro de Mi Gracia, formarían parte del gran ciclo de la purificación total de la Tierra.
Yo vengo a evitar muchas cosas en esta parte del mundo, como lo hubiera deseado en los Estados Unidos. Los tiempos son críticos para el mundo espiritual de todos. Aquel que no se redima a través de la oración no podrá dar los pasos hacia el Regreso de Cristo, y ustedes fueron avisados como en Ruanda. Por eso, Yo les traigo un Mensaje consciente, un llamado a la reflexión y a la reconciliación de todos.
La nueva Obra de Dios se construirá a través de los buenos espíritus. América debe ser el lucero para el ciclo final, debe ser la gran antena que capte la Misericordia de Dios. Por eso, Yo vengo a buscar canales simples pero verdaderos.
Entre todas estas impurezas del mundo, Mis brazos y Mis manos se han extendido hacia ustedes para rescatarlos, para que formen parte de Mi ejército mariano de la Paz. Por eso, queridos hijos, abran sus corazones todos los días, busquen abrir cada día más sus corazones. Así, Yo estaré agradecida y podré dedicar Mi tiempo universal a grandes situaciones en el mundo.
Dios Me ha permitido, en este último siglo, decir cosas a toda la humanidad; una por vez, para que las almas puedan crecer y escuchar seriamente. Yo necesito de ustedes una honesta sinceridad, una adhesión profunda a Mi Espíritu mariano que vaya más allá de las emociones y sensaciones.
Yo vengo a descubrir en ustedes espíritus guerreros que puedan ayudar a los que caen día a día. Lo que solo importa en este tiempo, queridos hijos, es la salvación de esta humanidad y de los Reinos antes de que llegue la gran causa de la Ley.
Yo los vengo a preparar de corazón y de alma, en devoción y oración, para que puedan estar firmes y seguros, y sean serviciales con los que necesitarán ayuda.
En esta noche de Gracias y de reconciliación, les pido nuevamente, queridos hijos, que mediten en aquello que no han hecho bien con su pensamiento, con lo que sienten sus corazones y con todo lo que ustedes permiten que ingrese a sus almas.
Yo les pido, en esta última oportunidad que el Cielo Me ha dado ante ustedes, que sean espejos de oración y de paz. Reflejen al mundo alegría y alivio. Así, muchos, que no pueden por sí solos, alcanzarán la cura que tanto esperan.
Desde el Cielo, Yo los guío; desde los Tronos Celestiales, Yo los reúno. Con Amor y Pureza, Yo les llamo la atención porque es hora de crecer verdaderamente y de unirse de corazón y alma al Propósito Mayor, que debe descender a este mundo material, donde las Leyes inmateriales deben ser energía y vida para todos. Leyes que los transformarán de la noche a la mañana en seres redimidos y rescatados, y no podrán reconocerse.
Antes del regreso de Mi Hijo Jesús, Yo vengo a anunciar el tiempo de su purificación. No podrán decir, queridos hijos, que Yo no se los dije, han escuchado de la Madre de Dios las Sagradas Palabras del Cielo que los irradia y los bendice con cada Palabra que es pronunciada por Mí.
Y este pedido final que hoy les hago de Corazón, ante todas las Gracias recibidas y las oportunidades de redención que les fueron dadas, vengo especialmente en esta noche a bendecir a todos los Hijos de María con la lluvia de Mis Gracias y de Mi Amor; fortaleciéndolos en la fe y en el amor para que sean buscadores de la Sabiduría Suprema del gran Pensamiento de Dios, que les permitirá que estén unidos a Su Voluntad. Por eso, descenderé un poco más sobre ustedes, en espíritu de Pureza y Redención, para bendecirlos y agradecerles.
Vengan Conmigo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Con todo nuestro corazón y alma vamos cantar “Ave, Ave, Ave María”, esperando la bendición de Nuestra Señora.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos Míos, sepan que Yo los amo profundamente y necesito que sus consciencias crezcan a través del amor predilecto a la Ley de Dios, que conocerán cuando sigan Mis simples pasos en la oración y en cada oferta que hagan día a día.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Quiero que hoy sepan que, a lo largo de los siglos, reuní bajo Mi Manto a aquellos que se comprometieron Conmigo en el principio. Y hoy, quiero dejar en sus corazones que resuene una pregunta, porque si no permiten transformarse, hijos Míos, si no puedo contar con los que se comprometieron en el principio, ¿con quién contaré en este mundo?
Hoy, quiero que sus corazones se alegren, pero también que se confirmen para que Mi Manto, que hoy está sobre cada uno de ustedes, pueda eliminar definitivamente la astucia del enemigo en sus vidas.
Hijos Míos, muchas veces ya les dije que aquellos que Me dijeran sí alcanzarán la paz y la unidad. Pero aquellos que le abre la puerta al enemigo y que no permiten que Mi Corazón se aproxime, no podrán darme el permiso para que Mi Amor actúe en sus vidas.
Hoy, los Hijos de María se multiplicaron en el mundo. Estos corazones se encienden para demostrarle a la humanidad que, a pesar de todo lo que acontece en el planeta, una Luz Mayor brillará.
Quiero que se formen a través de la oración, a través de la adoración y de la perseverancia en la transformación de sus vidas. Estarán vistiendo una parte de Mi Manto para que sean testimonios de Mi Presencia en el mundo. Y aquellos que hoy no visten esta camiseta, que no aflijan a sus corazones, pronto llegará el tiempo en el que todos podrán hacerlo. Mi Corazón actúa, de a poco, por la respuesta de los espíritus y también por las causas materiales de este mundo.
Mis amados, dejo hoy sobre ustedes Mi Luz Maternal, Mi fuente de perseverancia. Renuévense ante Mi Presencia y no se cansen de estar ante Mí. Que Mi Corazón no sea algo normal para sus vidas, porque necesito sus corazones y sus conciencias, necesito que cada uno de ustedes descubra, en este momento, que esta Voz que les habla es más que la Voz de la Virgen María. Tienen ante ustedes a la Presencia de Dios y, aunque no comprendan lo que viven en este momento, esfuércense por corresponder ante el Universo por tantas Gracias y tantas bendiciones que recibieron. Luchen, día a día, para no perder el espíritu de la unidad. Que el enemigo no pueda entrar en esta casa, que hoy consagro definitivamente a través de cada uno de ustedes.
Aquellos que Me digan sí jamás serán tocados por la oscuridad, porque pertenecen definitivamente al Corazón de la Sierva de Dios, a Su Espíritu Inmaculado que desciende al mundo para demostrarle a la humanidad que ya no son tiempos comunes y que deben despertar al Universo Mayor.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Por eso, queridos hijos, lleven en esta noche Mis Gracias y Mis reflexiones para que sus corazones puedan crecer en el Espíritu de Dios.
Les agradezco por responder a Mi llamado y que la santa bendición de Miguel Arcángel esté en ustedes, ahora y siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canten ahora “Espíritu de Dios”, para que Él llene sus vidas y los colme con Su Amor y Su Paz.
Mañana, en la Colina, un rayo universal de Mi Corazón trazará un nuevo tiempo.
Les agradezco.
Cuento con la respuesta de cada uno de ustedes. Cuento con la respuesta de todos los que están presentes, todos los que escuchan Mi Voz y quienes en sus hogares Me dicen: ¡Sí, María, estoy Contigo!.
Gracias, hijo Mío, por ayunar; así las debilidades y las tentaciones se desvanecen de lo profundo de la consciencia.
Anímate a entregarme aquello que en verdad Me puedes dar; porque solo a través de ti Yo podré realizar Mis Obras de Paz en el mundo.
Yo Soy el Sol de la noche estelar. Soy el Lucero que trae regocijo y serenidad para quien lo busca. Soy el Camino que se abre para encontrar en este tiempo la paz del corazón.
Únete a Mis preceptos y conocerás Mis voluntades, las que Yo deseo concretar en tu vida.
Hoy, te traigo hasta el Portal de la Paz para que puedas entrar en Mi Reino y encontrar la Paz que no está en ti. Por eso, súmate al universo de los prodigios y deja que Yo, a través de Mi Amor, te pueda bendecir.
Con esta agua que hoy los bendigo a todos, decreto sobre este elemento el Amor Purificador y Eterno de Dios, para que las partículas del enemigo se disipen y los corazones encuentren la cura.
Derramo, sobre el agua, los códigos de la Redención y de la Gloria de Mi Hijo Jesús, para que los que han estado tristes y solitarios reencuentren la unidad con el Padre Celestial.
Hoy, vengo para que, a través de esta agua, sus deudas sean lavadas e ingrese dentro de ustedes el Amor de Cristo Redentor.
Con esta misma agua, lavaré vuestras ofensas, imperfecciones y temores; a través de ella, Yo dejaré el signo del Bautismo y de la Renovación, por medio de la Esencia Poderosa del Espíritu Santo.
Como con el agua que fue bautizado Jesús, hoy Yo los bautizo para la redención de todos, para que puedan sentir Mis caricias de Maternidad y de Paz.
Que la cura del espíritu sea la meta para todos, así las puertas del Paraíso estarán abiertas para los que solo Me dijeron sí desde el principio.
Dejo, sobre esta agua, el Amor Universal del Cosmos, el signo visible de la purificación y de la santidad para los nuevos redimidos.
Reciban esta agua como el símbolo del perdón y de la reconciliación con Dios Padre, para que este Sacramento del Bautismo Espiritual les permita comulgar con los Dones de Dios y de Su Hijo Adorable.
Como su Madre, derramo sobre esta agua, el espíritu de la liberación y de la transfiguración, para que los buenos espíritus se eleven y encuentren la paz del corazón.
Yo los redimo. Yo los purifico. Yo los absuelvo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre, la Virgen María, Reina de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cuando María transmitía este Mensaje, iba consagrando esta agua.
Entonces, vamos a recibir esta bendición con mucho amor y mucha gratitud; así, como Ella dijo, vamos a sentirnos lavados por esta agua de vida.
Después de que Madre Zorobabel haga esta bendición, habrá dos hermanos en la puerta de salida que estarán partiendo con sus manos este pan, para que los que sientan puedan comulgar y llevar el Cuerpo de Cristo en sus corazones.
Mientras la Madre hace la bendición, vamos a cantar.
Como almas servidoras, eleven la bandera de la persistencia, de la sabiduría, de la humildad y de la valentía del corazón, para que puedan seguir marchando en dirección a Mi Reino, en dirección a la Redención de este mundo.
¡Oh almas por Dios convocadas!, para aprender en este mundo sobre el Amor y la Unidad, les pido que no bajen los brazos, que no se cansen de caminar, pues aún será larga la trayectoria de vuestras vidas.
Algunos partirán en breve, dejando para la Tierra el legado de sus aprendizajes; otros proseguirán en este mundo para aprender un poco más de todo lo que este planeta les puede ofrecer.
Congregué bajo Mi manto a aquellos de Mis hijos que, con valentía, Me entregaron todo y caminan con fe hacia la manifestación del Grandioso Plan de Dios y hoy los impulso a dar un paso en sus consciencias, un paso interior, más que un paso físico.
Cada uno busque, en Mi presencia, la fuerza para transformar aquello que hasta hoy no consiguió, porque traigo para vuestras vidas la posibilidad de una transformación intensa y permanente.
Quiero que manifiesten en estos campos el Reino de Cura Universal para las almas que buscan Redención; también que sean todos curadores de este mundo, junto a Aquellos que en los planos del espíritu trabajan incansablemente para Dios.
Veo muchos corazones que se angustian porque no consiguen descubrir el camino para dar los pasos en sus vidas. Hoy les digo, Mis pequeños, que están sobre uno de los recintos más sagrados de este mundo, por eso sus consciencias viven en una purificación permanente. Pero alégrense, porque esa purificación permitirá que en un tiempo futuro, puedan servir con perfección a Dios.
En vuestras vidas comienza a emerger todo lo que la humanidad como un todo debe transformar, por eso a veces, se vuelve tan difícil caminar en dirección al Hombre Nuevo. Utilicen entonces todos los impulsos que Dios les entregó y les entrega hasta el día de hoy, para que no sean arrastrados por las olas de imperfección que existen dentro de cada uno de vosotros y que, de vez en cuando se hacen presentes.
Mis amados, alegra Mi Corazón ver una familia tan grande, tan determinados corazones, que aceptaron cumplir con la Voluntad Mayor.
Quiero que puedan confiar más los unos en los otros y que, juntos, puedan establecer en estos campos el Reino de Nuestro Señor, de Nuestro Padre Celestial.
Arriésguense a vivir la verdadera fraternidad, a amar con el corazón, cada día un poco más. Dejen emerger las virtudes que guardan bajo siete llaves. Vivan algo nuevo todos los días, renueven la aventura de entregarse a Dios. Superen las barreras de la vida, enfrenten las dificultades y no se escondan de ellas. Vayan al encuentro de lo que les parece penoso y venzan el miedo de dar un nuevo paso en vuestras consciencias.
Amen los reinos de la naturaleza y descubran en ellos una fuente para la transformación de vuestras almas. Si quieren dar un grandioso paso, permítanse conocer más profundamente los reinos que los rodean. Compartan sus vidas con ellos y pidan al Padre que les abra el corazón, para que puedan al fin, comprender de qué forma deben actuar con esos tan amados reinos, esas expresiones del Amor Divino, que son ultrajados en este mundo.
Mis amados, entre Mis palabras les entrego muchas llaves, tómenlas y abran las puertas de vuestros corazones.
Les agradezco por estar a Mi lado y por ser fieles compañeros de los Mensajeros de Dios.
María, vuestra Madre y Reina Universal
Humíllate delante de los que, por error o temor, abandonan Mi precioso y predilecto camino.
Vierte las Gracias infinitas, que Yo he depositado en tu corazón, sobre los que las han perdido por ignorancia. Arriésgate al punto de dar la vida por tus amigos. Nunca habrá nada semejante o diferente que destruya el amor que con tanto esfuerzo se ha construido entre hermanos.
Dichoso es aquel que cree plenamente en Mi Verdad y la profesa, porque Yo prometo recompensarlo en el día de su gloria celestial.
Miren ahora Mi Costado espiritual herido, que es una señal de las angustias y de los desiertos que me ocasionan las almas en las cuales, desde el principio, Yo he derramado Mi infinita Misericordia.
Todos quieren beber de la Fuente, pero pocos se animan a buscarla a través del dolor, del desierto y del vacío.
¡Atentos!, Yo les he dado a conocer el camino de los desiertos y en verdad les digo que aún no han cruzado la primera parte de la gran aridez del corazón.
A veces, Yo les hago probar espiritualmente la sed que la humanidad Me ocasionó durante la Pasión, en la Cruz; pero sé que cuando esta sed insoportable e insostenible se agrava, muchos tienen el impulso de rendirse y al tiempo de abandonarme.
Sé que, después de todo, comprenderán el misterio que Yo les vengo a revelar, el misterio de sufrir por amor y de padecer las amarguras que castigarían al mundo. Por eso Yo, día y noche, Me sirvo de sus internos para depositar estados de vacío y de transmutación necesarios para evitar la Ley soberana sobre la humanidad.
Cuando aún creen que nunca Me verán, Yo los visitaré. Cuando aún creen que nunca Me sentirán, Yo Me haré sentir profundamente, pero Mi Ley es probar el grado de su amor y de la fidelidad inalterable de sus almas.
¡Ay de aquellos que no me han invocado verdaderamente!, pronto perderán todo lo que estaba previsto para ser recibido en sus moradas.
Pero tan grande y misterioso es el poder de Mi Divina Misericordia que Yo vengo a advertirles que si han pensado en abandonarme, están a tiempo de regresar al camino de Mi Corazón, a la bendecida Casa de Adonai.
Hoy abro sus ojos para quitarles el polvo de la ceguera. Hoy toco sus corazones para que puedan, ahora y siempre, creer que Yo Soy quien les habla: Jesús de Nazaret.
Bienaventurados los simples, porque siempre encontrarán la respuesta indicada.
Que sus pies no se cansen de seguirme, que todo desierto interior sea motivo de purificación y de afirmación concreta del Plan de Mi Padre.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados e inteligentes.
¡Gracias por persistir a través de Mi Corazón!
Cristo Jesús Misericordioso
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Yo Soy la Reina de la Paz y quiero que todos vivan en la paz que Mi Corazón pronuncia. Estamos en un tiempo difícil, pero la paz es posible.
Mi Corazón resplandece por estar hoy en la Argentina. He visto que Mis hijos respondieron a Mi llamado con más devoción.
Ustedes no saben, queridos hijos, la repercusión que esto tuvo en el Cielo; pues mientras ustedes trabajaban Conmigo, en este día, Yo permanecía orando por ustedes para que las almas fueran tocadas por Mi Luz Celestial.
De esta forma, vean, queridos hijos, qué simple es ser apóstol de Cristo; pronunciar la palabra verdadera en el momento cierto y proclamar la fe desde sus corazones para todos, abriendo puertas para aquellos que las tienen cerradas.
Mi Inmaculado Corazón hoy se aproxima a sus vidas, como una vez se aproximó en Fátima, Lourdes y Medjugorje. Yo Soy la misma de ayer y de hoy, Soy la Madre de la eternidad y del eterno presente. Conozco a cada una de sus vidas, a sus mundos internos y a sus intenciones.
Por eso, en esta noche, Yo los reúno en Mi Cenáculo de Oración, al igual que lo hice con los apóstoles, después de la partida victoriosa de Mi Hijo al Cielo.
De esta misma forma, Mi Hijo Me envía, en esta era, para que Yo pueda agrupar a los rebaños y llevarlos al establo de Su Corazón, en donde todos vivirán la Comunión eterna y perpetua. A pesar, queridos hijos, de que estén enfrentando un tiempo de purificación, Mi Corazón quiere sostenerlos fuerte, mantenerlos entre Mis brazos para que puedan sentir el calor y el Amor de Mi Corazón.
Hoy, Me anuncio en Argentina como la Reina de la Paz, al igual que Me anuncié en Venezuela hace poco tiempo. Comprendan, a través de este misterio de Mi Corazón, queridos hijos, cómo Dios Me envía a peregrinar entre las naciones y los pueblos, abriendo nuevas puertas de Luz para todos, reconciliando corazones y curando vidas.
Su verdadera cura del corazón, queridos hijos, se encuentra en la oración de Santo Rosario. Pero estos tiempos ameritan orar de una forma operativa.
El Cielo necesita aproximarse a sus consciencias para que el Espíritu Santo de Dios pueda actuar, los pueda reunir como almas al servicio del Creador y socorrer a la humanidad enferma.
Muchos espíritus, que están sobre la Tierra, se pierden ampliamente por sus acciones y engaños; pero Mi Luz Celestial y Maternal se anuncia desde el horizonte divino y la Estrella de la Paz se aproxima a sus corazones para recordarles su compromiso con Cristo.
Mi Corazón no viene a evangelizar sus vidas, sino a abrir sus corazones a la Fuente Mayor.
Queridos hijos, muchos de ustedes se han olvidado de Dios. La vida les ha quitado el tiempo de orar con Dios y, de esta forma, se han olvidado de los Mandamientos, tan importantes, que fueron dictados a Moisés.
En estos tiempos, queridos hijos, Cristo Me envía a darles Nuevos Mandamientos, Mandamientos que encontrarán en los Atributos de la Madre Universal.
Sean caritativos con el prójimo. Sean bondadosos con quién más lo necesita. Amen a quién nunca han amado y sostengan la fe verdadera en sus corazones.
El Cielo quiere derramar una Gracia especial sobre ustedes, pero cada una de sus almas tiene un tiempo para poder recibirla.
Queridos hijos, es necesario que creen una condición con la oración, para que esa Gracia, que proviene de Dios a través de Mi Corazón, se pueda derramar en sus vidas y en sus familias. Necesito que se consagren a Mi Corazón, todos los días.
Sepan, queridos hijos, que una buena Madre siempre protege a Sus hijos; los prepara para dormir en la noche y entregarlos en los brazos del Creador para que ningún mal los pueda atacar; males que se expanden en este mundo a través de las malas acciones y de los resentimientos de los hombres, de las perturbaciones que viven muchos corazones, de la ausencia de paz que muchos viven.
Queridos hijos, acepten Mi Universo de Paz, entren en Mi Océano de Paz. Mi Hijo Me ha concedido esa oportunidad para todos ustedes desde el principio, a los pies de la Cruz; cuando Él Me entregó, como su Madre, a todos los hijos que están sobre la Tierra. Pero debe existir un permiso interior, amados hijos, para que Dios pueda concretar Sus Planes en sus vidas.
Vendrán tiempos difíciles, pero también vendrán tiempos de Gracias. Yo los llamo a vivir en esa Gracia especial, y eso comenzará, queridos hijos, cuando ustedes coloquen su fe en Dios y alivien Su Corazón ofendido mediante la oración, la conversión y la paz. Los invito a ejercitar estas cosas simples. Lo vengo repitiendo a lo largo de los siglos, pero muy pocos corazones escuchan Mi llamado.
Si ustedes amaran la Ley del Señor, en sus vidas no existiría el sufrimiento.
Yo fui una Gran Mujer sobre la Tierra. Fui una Profetiza de Cristo, que llevé el Evangelio a todos, a través de las enseñanzas y del amor.
Yo sé lo que es ser un ser humano. Yo los necesito cerca de Mí, para que puedan percibir Mi energía celestial. Yo los reúno a todos en lo profundo de Mi Corazón. Estén atentos, queridos hijos, a las señales que vendrán. La Gracia Mayor los espera siempre.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Como les prometí, les traigo en esta noche la cura celestial a sus vidas, y esta cura de la cual les hablo, hijos Míos, es la cura del alma, la cura del espíritu, que se podrá manifestar en sus vidas solo si dicen sí y si abren las puertas del corazón para vivir algo nuevo, algo desconocido para sus consciencias.
Hijos Míos, en esta hora, los invito a encontrarme con la mirada del corazón. Pueden visualizar Mi Manto azul, Mi túnica rosada, Mi velo blanco que cae sobre los hombros, Mis pies descalzos que vienen a enseñarles el despojamiento de todo. Pueden contemplar Mi Corona de Estrellas, que representa el Amor que tengo por cada uno de sus corazones. Cada uno de sus seres, hijos Míos, es una de las Estrellas de Mi Corona, las que enciendo permanentemente a través del Amor de Mi Inmaculado Corazón.
Vean ahora, hijos Míos, cómo las huestes de Luz traen hasta esta Tierra la Luz de Mi Reino, y esta Luz permea cada uno de sus corazones, ingresa en sus vidas y va más allá de sus almas; porque Mi Ley no es de este mundo y puedo llegar a todos los corazones que están ligados a sus seres, puedo llegar a sus familias, a los seres próximos y queridos, porque si uno de ustedes Me dice sí, es como si toda la humanidad recibiera esa cura.
Hijos Míos, los invito a abrir verdaderamente el corazón, a permitir que Mi Voz resuene en su interior y, como niños, puros y simples, despierten a este llamado que hace tanto tiempo vengo realizando.
Hijos Míos, cada una de sus almas tiene un compromiso universal Conmigo; por eso, hoy están ante Mi Corazón, pero le cabe a cada uno de ustedes decidir si asumirá este compromiso y si ustedes se volverán apóstoles de Mi Paz o si seguirán en la vida ignorando la Luz que los llama.
Hijos Míos, son tiempos de definición para el mundo y nada más quiero de sus corazones, sino que vivan la Paz de Mi Reino, que puedan vivir una vida de fraternidad, de unidad con el prójimo, que puedan ser ejemplo para las almas del mundo que no tuvieron oportunidad de estar ante Mi Presencia.
Hijos Míos, es necesario en este tiempo que haya una gran conversión en la humanidad, conversión de las acciones, de los sentimientos y de los pensamientos humanos, conversión de la relación con los Reinos de la Naturaleza que tanto necesitan de su auxilio.
Hoy, una vez más les revelo que Mi Presencia Maternal está en todo y que Mi Corazón se expande en los Reinos de la Naturaleza. Por eso, cuando cuidan a estos Reinos, están comulgando de Mi Presencia y de la Pureza de Mi Inmaculado Corazón.
En esta noche, Mi Luz Celestial ingresa en sus vidas. Por eso, les pido que coloquen interiormente a Mis pies todas aquellas situaciones que necesitan luz, que necesitan redención y cura, porque, si confían en Mi Presencia, Yo siempre podré auxiliarlos, podré curarlos y guiarlos. En el silencio de sus corazones, clamen por Mi auxilio, porque elevaré la plegaria que hoy Me entregan al Señor que, por la Pureza de Su Sierva, le concederá la intercesión por toda la humanidad.
Hijos Míos, hoy los llamo a la consagración de la vida, para que muchos más se puedan consagrar al Divino, entregando sus corazones a una Vida Superior, abriéndose a lo desconocido y trayendo al mundo una Vida Mayor.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
La cura comienza con la fe en Dios y a partir de allí, queridos hijos, se abren las puertas para la redención.
La Madre del Cielo ama a todos Sus hijos, la buena Madre del Cielo no tiene preferencia por nadie, ama a todos los corazones por igual, porque todos surgieron de la Fuente Mayor. Son chispas del Espíritu de Dios, llamas de devoción que se pueden encender en estos tiempos, para ayudar a la humanidad a la conversión y el perdón.
Por eso, Mi Hijo Me envía a las ciudades a despertar a aquellos que duermen y, como buena Madre, recordarles el compromiso con Cristo, la unión perfecta de sus seres con Su Espíritu Misericordioso.
Hoy, les daré un simple ejemplo, en una nueva consagración de tres preciosas almas, que en sus caminos Me encontraron y Me reconocieron como la Fiel Energía Femenina, la manifestación poderosa de Dios en este mundo y en otros, en los universos y en las estrellas, pues Mi Corazón proviene de la Fuente Mayor.
Yo Soy la emanación del Amor de Dios para la Tierra. Soy la Estrella incandescente para las almas que están en la oscuridad. Resucito en espíritu a todos los seres que están caídos, los levanto con Mis manos y los ayudo a caminar hacia Cristo para un encuentro mayor.
Bendigan sus corazones todos los días; es posible recibir una Gracia Mayor, encontrar el perdón y la paz, que muchos se han olvidado de vivir por las realidades de estos tiempos finales.
Pero Mi Corazón Misericordioso y Compasivo también recibió la Preciosa Sangre de Jesús. Yo adoré el misterio de Mi Hijo en la Cruz, y Soy la primera difusora de Sus poderes celestiales, a través de Su Cuerpo y de Su Sangre, en el misterio sagrado de la Comunión.
Yo los invito, en esta noche de Cenáculo, a que ingresen en Mi Corazón Inmaculado para que Yo los pueda bendecir y que puedan llevar a sus vidas la semilla crística de la Paz, que deberá brotar en el fin de este tiempo para que pueda servir a Dios y a los que más necesitan de Dios.
Son posibles apóstoles de Amor. Son los nuevos evangelizadores a través de la oración. Vivan la devoción de Mi Corazón. Abran las puertas de sus hogares para que Yo pueda entrar, solo necesito estar con ustedes para poder cumplir lo que vine a hacer en este tiempo: ser Madre de todos, de todas las criaturas, de todas las almas y de todos los corazones.
Por esta respuesta que le han dado a Mi Corazón, durante esta noche de oración, Yo les agradezco profundamente y eternamente.
Ahora, acérquense para que Yo los pueda bendecir, colocando Mis manos sobre sus cabezas y, así, Yo pueda interceder por todos Mis hijos, ante Cristo, su Señor.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está esperando que vengan. Por favor, pónganse de pie y acérquense hacia acá.
Canción: “Inmaculado Corazón de María”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, bendigo en esta noche esas sagradas imágenes, como muchas veces ya lo he hecho para Mis hijos. Ellas son un símbolo de unión predilecta entre los corazones y Dios, de los que confían en el misterio de Mi Divina Maternidad.
Pero del Cielo he venido en esta noche para bendecir estas tres preciosas criaturas que han escuchado Mi Voz, al igual que todos los presentes.
Hoy, derramo sobre ustedes Mi Amor Materno e Inmaculado, Mi Gracia se proyecta como Luz sobre sus seres; abriendo Mis brazos y extendiendo Mis manos los consagro y los bendigo, pidiéndole a Dios Altísimo Todopoderoso que interceda ante Cristo por todas estas almas preciosas que han encontrado un camino hacia Mi Hijo, en este tiempo final.
Por eso, les pido a los Arcángeles y Ángeles del Cielo, que acompañen estos preciosos espíritus, para que ellos se congreguen como un solo rebaño y cumplan con la promesa de Mi Hijo, preparando ardientemente con devoción Su Retorno a la Tierra.
Aspiro profundamente, como Madre Altísima, a que puedan reconocer a Mi Hijo cuando Él regrese, pues Él se mostrará a todos los que quieran escuchar el Regreso del Maestro en el corazón.
Les agradezco, ahora y siempre, bendiciéndolos con el Arcángel Rafael y Sus Rayos de cura y de transfiguración que nacen desde la Fuente de Dios para todas las dimensiones, los planos y existencias, que el Todopoderoso creó.
Por eso, Yo los bendigo bajo el Poder que Dios Me ha dado como Madre Universal, como Madre del Mundo, como Reina de la Paz y de todos los corazones, para que todos los seres se levanten de donde han caído y caminen hacia Cristo con confianza y en paz.
Mi Maternidad los protege, Mi Luz guiará sus caminos, Mi Corazón palpitará en sus corazones siempre que estemos unidos en la oración del corazón.
¡Alégrense! Este día es especial, la Gracia del Cielo está cerca de ustedes y Mi Corazón los contempla con Amor.
¡Les agradezco!
Canción: “Revelaciones en Aurora”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Para cerrar este encuentro con nuestra Madre Santísima, queremos relatarles brevemente lo que sucedió durante la Aparición de hoy.
Hermana Lucía de Jesús:
Hoy, como todos pudimos escuchar, Nuestra Madre Divina vino como la Reina de la Paz, como describió a todos, con un velo blanco, Manto azul celeste y una túnica rosa.
Y un poco antes de llegar nuestra Madre Divina, mientras estábamos orando, los Ángeles y Arcángeles ya se aproximaban a este lugar y empezaban a realizar una tarea intensa con nosotros y con toda esta ciudad.
Ellos nos liberaban de energías que estaban en nosotros y en el mundo, que son generadas por las acciones humanas, que, como todos sabemos, no siempre son las mejores. Entonces, por eso es la importancia de orar con fervor, de preparar este camino con todo nuestro corazón, porque hoy, como oramos con intensidad, nuestra Madre Divina pudo profundizar en la tarea que realizaba en este lugar.
Cuando Ella ya estaba presente, pudimos ver detrás de Ella varias puertas que llegaban hasta el Cielo. Era como si pudiéramos ver el Paraíso detrás de Ella, un lugar de mucha Luz donde caminaban los ángeles.
Y de este lugar descendía una luz intensa, que en el momento en que Ella hablaba sobre la cura, fue tornándose una luz de color verde. Y esa luz iba ingresando en cada uno de nuestros seres e iba limpiando nuestros corazones de todo aquello que tenemos dificultad en nuestras vidas.
Cuando Ella nos pidió que entregáramos aquellas situaciones que necesitamos transformar, era como si sus almas quedaran cristalinas. Y, aunque ustedes no dijeran nada, Ella podía ver a todos sus seres como si fueran transparentes. Y aquellos que tuvieron una pequeña abertura de corazón recibieron la intercesión de nuestra Madre.
Ella elevaba nuestras ofertas, que pasaban por ese portal por el que llegó hasta aquí e iban a un lugar que nosotros no veíamos, pero que Ella nos dijo que era a los Pies del Creador.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Tuvimos la misma visión con la Hermana Lucía. Solo queremos acrecentar que en un momento de la Aparición se manifestaron varios planetas y constelaciones que rodeaban el aura de nuestra Madre.
Cuando nuestra Madre pidió una intercesión ante el Padre, el Arcángel Rafael se aproximó y trabajó directamente con nuestras esencias y almas, con aquello que Nuestra Madre llama de divino; ese punto interno que cada uno de nosotros tiene, que nos conecta con Dios. Por ejemplo, cuando oramos, ese núcleo divino que es nuestro Dios interior se activa a través de la oración y entramos en comunión perfecta con el universo.
Nuestra Madre nos hacía mucho énfasis en eso y necesita que nosotros lo podamos recuperar conscientemente. Ella se ofertaba amorosamente para ayudarnos, no solo para curar nuestra vida interior, sino para que nos unamos a Dios cada día más.
En el momento de la bendición, Ella descendió un poco más, se aproximó un poco más a nosotros. Amorosamente, los llamó a todos ustedes para la bendición y colocó, como Ella dijo, Sus manos sobre nuestras cabezas y sentimos Su Amor Materno, Su protección, Su paz, Su profunda armonía y esperanza. Sentimos a Dios a través de Sus manos, por la energía que Ella derramaba como Luz; y, simbólicamente, Ella nos abrazó a todos, estrechándonos bien cerca de Su Corazón para que podamos, en esta noche y a partir de este momento, confiar en Ella, porque Ella es nuestra Mediadora. Ella viene a recuperar en nosotros aquello precioso que hemos perdido, como Ella nos dijo: la alegría, la esperanza, la fraternidad y principalmente la oración que nos ayudará, según nuestra Madre, a poder sobrevivir en estos tiempos difíciles.
Así, Ella nos invitó, universalmente en esta noche, a unirnos al Universo de Dios mediante la oración, la reconciliación y la unión que cada uno de nosotros pueda generar día a día por su esfuerzo, colaborando por este planeta, por esta humanidad que nuestra Madre ve que está enferma espiritualmente y que necesita curarse, prepararse para recibir a Su Hijo. Y no es la primera vez que nuestra Madre nos dice que Su Hijo está regresando.
Ella verdaderamente, en esta noche, nos colocó entre Sus brazos a cada uno de nosotros y como una Madre amorosa contempló nuestros problemas y dificultades. Pero Ella, en esta noche, no veía nuestros problemas o dificultades; Ella contemplaba nuestras esencias, el amor que tenemos guardado dentro de nuestro corazón, y que dijo que necesitamos derramar en este tiempo para evitar algunos acontecimientos y para que podamos curarnos en Dios.
Hermana Lucía de Jesús:
Mientras el Fray relataba, yo recordé algo.
Cuando nuestra Madre Divina comenzó a hacer un movimiento, en el que la Luz descendía del Reino Celestial, y fuimos viendo que el Arcángel Rafael se aproximaba con una Luz verde intensa, y sentíamos la energía de cura llegando hasta este lugar; nuestra Madre Divina nos decía:
“Yo podré curar a sus almas, a sus corazones y a sus vidas, pero ¿estarán dispuestos a mantener lo que les entregaré?”.
Nos gustaría que todos quedáramos con esta pregunta en el corazón, porque de la misma forma en que es simple recibir esa cura, también es muy simple perderla por las acciones de nuestra vida. Porque, poco a poco, nos vamos olvidando de Dios, y si no mantenemos este momento a través de nuestra persistencia, de nuestra oración, este momento se va perdiendo de nuestra vida.
Entonces, nuestra Madre Divina nos dejó un compromiso, que es algo simple: que recordemos esa energía que Ella deja en nuestro interior y que, a través de nuestra devoción y de nuestra fe, podamos hacerla crecer y multiplicarse más allá de nosotros para que pueda llegar a nuestros hermanos, para que otros puedan recibir, a través de nosotros, lo que recibimos hoy.
Peregrinen, en este día, por el largo camino de sus consciencias, un camino interior, en el cual encontrarán algunos obstáculos para ser traspasados, algunas pruebas para ser vividas y algunos recuerdos para ser perdonados y olvidados.
Busquen caminar por el mundo interior, con profunda paz y alegría y, aunque el encuentro con algunas situaciones les cause dolor, procuren sobrellevarlas con la alegría de ese día.
Permítanse, hijos Míos, ser guiados por la Estrella de Belén hasta el lugar más simple y puro de su mundo interior; lugar que, para muchos, es desconocido, pero que existe y que ya está pronto para recibir al Hijo de Dios.
Hoy, el Señor les oferta una posibilidad de liberar y curar antiguos dolores, miedos, culpas, antiguos errores y sufrimientos. Hoy, el Señor les da a conocer, a muchos de Sus hijos, lo que deben transformar en este tiempo. Porque, para vivir una transformación efectiva y contundente, necesitan conocer, de sí mismos, todo lo que está para ser convertido. Sin embargo, confíen en la Gracia, que les es concedida, de ser guiados por la Sierva Fiel de Dios y no se impresionen con lo que puedan ver de ustedes mismos.
Aquellos que se permitan dar un paso en este día, se verán delante de un pasado a ser redimido y de todo aquello que escondieron de sí mismos durante tanto tiempo.
Hijos Míos, hagan de este día un día de Gloria y, de esta purificación, el prenuncio de la llegada gloriosa de Mi Hijo Jesús. Porque estarán construyendo para Él un espacio vacío y puro, en donde Él podrá habitar con libertad y podrá reinar con la totalidad de Su perfecta Consciencia.
La grandeza de este día se manifestará en las consciencias del mundo, de acuerdo con la apertura de cada uno a lo que le está siendo ofertado. La profundidad con la cual Dios obrará en sus consciencias se dará a partir de la apertura de sus corazones. Por eso, estén dispuestos a vivir algo nuevo, desconocido, que revolucione su mundo interior.
Hijos Míos, hagan del peregrinar de este día un momento semejante al vivido por José y María en la noche del Nacimiento de Jesús.
A José y María les fue revelado mucho, mientras se aproximaba el Nacimiento del Mesías. Ellos se ofertaron para conocer y curar el mal que vivía en la humanidad de aquella época. Mientras se aproximaba el Nacimiento de Cristo, a través de la peregrinación de José y María, fueron siendo convertidas y transmutadas las energías de la lujuria, de la avaricia, de la vanidad y de la soberbia que se expresaban, en aquella época, con mucha intensidad en los seres humanos.
Los dolores de parto de María se tornaron más intensos de lo que normalmente se sentían. Experimentaron la desolación y la aflicción de no poder dar a Cristo un lugar seguro para nacer, y esta experiencia de purificación culminó al comprender la Voluntad de Dios y dar vida a Jesús en un establo, experimentando la más pura humildad y alegría y descubriendo así, que todo había de ser curado a través de la humildad, de la pureza y de la fe en la Voluntad de Dios y en Su divina conducción.
Hoy, para los corazones del mundo, no será diferente. Si se lo permiten, el Señor les dará a vivir una grandiosa experiencia que culminará en el descubrimiento del vacío de sí y en la entrega a la divina humildad.
Mis amados, alegren hoy sus pequeños corazones y caminen Conmigo, que seré Su Estrella de Belén y, a través de la oración, los conduciré al Nacimiento de Cristo en sus esencias.
¡Les agradezco por permitirme guiar sus vidas!
Yo los amo siempre.
Su Madre, María de Nazaret, Estrella de Belén
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más