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Que nunca dejen de nacer de tu corazón las buenas intenciones para con el prójimo.
Que ese bien que debes vivir día a día te lleve a comprender, más allá de las formas y de los sentidos, el Divino Plan de Dios.
Profesa el bien en los semejantes como parte de lo Divino, como unión verdadera con el sagrado Propósito.
Haz el bien por donde vayas y con quien estés.
Que, en tu vida, tu corazón aprenda a superar la dualidad, así entrarás en el perfecto equilibrio del universo.
Ejercita el bien, conforme Mi Hijo lo enseñó, para que en tus células profundas se purifiquen los sentimientos contrarios al bien.
Deja que el bien sea el impulso interior que te guíe, que te lleve a vivir en mayores proporciones los grados del amor.
En el bien encontrarás la cura que necesitas de todos los males que alguna vez viviste.
El bien te llevará a estar en la paz y en la paz podrás sumergirte en el amor.
Si quieres ser un pacificador sumérgete en la cadena del bien, así ayudarás a reconstruir este mundo y cambiarás el patrón humano de hacer el mal todo el tiempo, así ayudarás a apartar a tus semejantes del sufrimiento.
Cuando el alma no realiza sus acciones según el bien, ingresa en el sufrimiento, porque el bien les enseña a pensar y a hacer todo por el semejante y los retira del primer lugar en el que se colocaron.
El bien no batalla ni tampoco compite.
El bien les recuerda que siempre deberán retornar al amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo al mundo por una razón espiritual y universal.
Vengo para abrir aún más la consciencia de Mis hijos, para que sientan en su corazón la Verdad, la Verdad que Yo profeso a través de Mi presencia.
Vengo por un mundo que agoniza y desespera.
Vengo durante un tiempo de purificación intensa.
Vengo para traerles lo que en verdad necesitan, lo que les concederá la libertad, la oportunidad de vivir lo que Dios ha pensado y lo que Él ha planificado para sus vidas.
Mientras tanto, manténganse dentro de Mi Corazón, revivan cada momento de oración como una oportunidad de renovación, para que los códigos divinos lleguen a sus vidas y reciban la sabiduría que necesitan para poder tomar decisiones correctas.
Por eso vengo aquí, una y otra vez, hasta que se cumpla lo que Dios necesita, hasta que se realice lo que Dios ha pensado.
A pesar de que sea un tiempo de caos, si Él decide que todo se lleve adelante, se llevará.
Por eso la confianza de ustedes es imprescindible, y especialmente, la adhesión de todos, para que se pueda cumplir lo que está escrito.
Tal vez sientan que esto lo escucharon muchas veces, pero si lo vuelven a escuchar es porque no se ha cumplido.
Es necesario colocar sus pies en un solo camino.
Es necesario reclinar la cabeza para poder entrar por la puerta de la humildad, así como Nosotros lo hicimos cuando estuvimos aquí presentes en la Tierra como la Sagrada Familia.
Los atributos que son necesarios en la humanidad no podrán perderse.
Deben ser celadores de esos atributos, deben ser guardianes de las Reglas de Dios para que todo se mantenga en su curso, a pesar de los acontecimientos que ya están sucediendo en la humanidad y también de los acontecimientos que sucederán.
Cuando todo esté muy intenso, no habrá hacia donde correr. Solamente en Mi Corazón encontrarán el refugio que necesitan, el aliento que tanto esperan, el alivio que tanto buscan.
Pero Yo los invito en este tiempo a seguir ese camino de fidelidad, como Nosotros lo seguimos hasta el presente y por toda la eternidad.
Ese camino de fidelidad que Yo los invito a vivir los llevará a la transparencia, porque, a pesar de las miserias, sus corazones serán transparentes y puros y algún día podrán vivir la Verdad, a pesar de que el mundo esté en su gran transición.
Quisiera que pudieran beber de la Luz de Mis palabras, que escuchen y que guarden memoria de todo lo que les digo, porque después no habrá nadie que les pueda hacer recordar lo que hoy les estoy diciendo y lo que ya les he dicho en otros momentos.
La Instrucción que viene del Cielo es como el manantial que surge de una montaña, es inagotable e inacabable. Pero para que ese manantial perdure debe ser cuidado y protegido, porque inesperadamente podría terminar.
Deben aprovechar las Palabras de la Jerarquía.
Deben construir en ustedes ese camino hacia la verdadera realidad que en un futuro próximo los librará de ustedes mismos.
Muchos creyeron comprender todo lo que Yo necesitaba y todo lo que Yo decía, pero no comprendieron, porque quien vive la Palabra de la Jerarquía se transforma, a pesar de que lo intente una y otra vez.
Por eso, rezo por los que ya no están aquí, porque no comprendieron al no haber abierto su corazón a Dios, sinceramente.
La Verdad es una sola, no existen dos verdades diferentes; por eso al ser humano le cuesta tanto vivir la Verdad cuando se debe enfrentar a ella para reconocerla y aceptarla.
Estamos en un tiempo de grandes movimientos internos.
Estamos en un tiempo en donde cosas ocultas están saliendo a la luz para que todos las puedan ver.
Ya no habrán engañadores ni mentirosos.
Ya no habrán manipuladores ni consciencias que se puedan aprovechar de todo, porque la Ley ya está descendiendo aunque no lo parezca y Mi amor de Madre viene para auxiliarlos, para decirles: "hijos, no se queden allí, ni tampoco sean así".
No pueden ir contra la Voluntad Divina. No pueden oponerse a ella, porque la Voluntad Divina es invencible.
El Amor de Dios nunca les faltó.
La Gracia de Dios, en muchos casos, fue en abundancia y pocos se dieron cuenta de eso.
No necesito que se entristezcan, ni que se ofendan.
Quisiera que pudieran sentir como siente Mi Corazón y que pudieran vivir como vive Mi consciencia.
No estoy diciendo que serán seres iluminados, ni elevados. La humildad, la obediencia y la entrega los transformarán, pero siempre deberán dar el paso hacia esa búsqueda constante de la Verdad que está en el Corazón del Padre, así como está en el corazón de Sus hijos.
El mundo agoniza, por sí mismo, al haber salido de la Verdad y de la obediencia. Las Leyes de la Gracia ya no están pudiendo tocar la Tierra como antes, solo cuando el corazón se rinde y clama con sinceridad.
Dios los creó para que siempre fueran felices y estuvieran en Su Plenitud Celestial.
Dios no los creó para que sufrieran, ni padecieran.
Por eso, muchos errores están guardados en el Universo y en el planeta. Muchas historias aún son imborrables y nadie ha conseguido desvanecerlas de la consciencia interna de los seres.
Pero llegará el tiempo en que eso sucederá, cuando retorne Mi Hijo para poner fin al cautiverio humano y a la perdición de las almas, para terminar de transmutar a la humanidad y redimirla, y crear así una nueva civilización, con pocos cristos.
La humanidad no está percibiendo que está perdiendo la oportunidad de amar y de encontrar a Dios, y que Él espera que Sus hijos sean consecuentes con Él hasta en los más pequeños detalles.
La Obra es sostenida por la fe, la oración y el servicio de todos.
Aún hay tiempo de revertir muchas situaciones, antes de que el reloj del Universo marque el tiempo final y todo se desencadene.
Las almas no creen que pueden perder la evolución y muchas de ellas se ríen de esto, porque no lo saben, por su ignorancia, por su falta de conocimiento de la Verdad.
El Plano Espiritual es un compromiso de todos; antes, durante y después de esta vida.
El Plano Espiritual no termina aquí, ni tampoco finaliza después.
En el Plano Espiritual está la decisión divina, el Decreto de Dios y Su Afirmación.
Si las almas del mundo no viven el Plano Espiritual, se irán muriendo por sí mismas, se irán apagando, así como el sol desaparece en el horizonte, sin avisar.
El tiempo actual determina una decisión severa de parte de las almas, teniendo consciencia del compromiso y de la responsabilidad, sabiendo que ya no hay espacio para mediocridades.
Es hora de crecer y de forjar el Cristo interior para que gobierne, para que actúe y participe del Plan de Dios.
No dejen que sus niños internos desaparezcan. Cumplan con su deber y todo pasará.
Dios ama profundamente a Sus trabajadores del Plan, pero no olviden que es necesario orar y ayudar al planeta.
La Oración por las Naciones ha sido el refugio para Mi Corazón y también Mi consolación, pero ese compromiso debe sostenerse y no debilitarse por comodidad, cansancio u otra razón.
Ya no son tiempos de justificar sus vidas, es tiempo de remediar los pecados y los graves ultrajes que cometen las naciones día tras día.
Un poco del Amor de Dios aún deberá reinar en la Tierra por intermedio de los corazones que profesan su fe y su comunión con Cristo.
No estamos en tiempos de descanso, ni de poco trabajo.
No estamos en tiempos de pensar si se cumple o no el Plan, o si se deja para mañana o para el próximo mes.
Hijos, ¡despierten, despierten y salgan de su fantasiosa convalecencia!
Miren hacia el firmamento, el Universo espera por interceder y así llevar adelante el Plan de Rescate.
Nadie les prometió tiempos gloriosos, fueron llamados a vivir el Apocalipsis y ustedes se comprometieron.
No se pueden desperdiciar las perlas de la Creación, ni los tesoros del Cielo. Todo, absolutamente todo, tendrá su cuenta final, es parte del gran cálculo del Universo y del equilibrio universal.
Debo anunciarles esto para que despierten, para que la somnolencia no los abrace, no los haga indiferentes, ni mediocres.
La necesidad del planeta será asumida por muy pocos, así como Mi Hijo lo asumió con muy pocos.
Hay almas que se sumergirán en sus propias lamentaciones y en sus propios deseos, pero ya no habrá tiempo para esperar.
El guerrero se forja con la vivencia del Plan y de su cumplimiento.
El soldado se sostiene en la confianza del Propósito y de su meta, así el fuego de la transformación nunca le faltará y podrá librarse de sus cadenas para renacer como un ave de fuego que decreta la realización del Plan.
Que se abran las puertas de sus consciencias.
Que sus corazones se sientan movidos y no conmovidos.
Que sus espíritus reconozcan la tarea y que la cumplan con la mejor voluntad posible y con el mayor amor que puedan expresar para estos tiempos.
Así, la nueva raza se manifestará y dejará de ser una promesa.
Los nuevos cristos habitarán la Tierra y lucharán junto con el Maestro, para vencer el mal y para que se establezcan los mil años de paz.
Deseo que recuerden este mensaje todos los días de sus vidas, porque lo necesitarán.
Bienaventurado será el que cree sin haber visto y sin haber comprendido, porque el Espíritu Santo no lo abandonará.
Me regocijo, hijos Míos, con los que son consecuentes con la Ley y la cumplen.
Mi plenitud llega a los que están más confusos y necesitan de guía, porque Mi Amor siempre será para todos.
Mi plenitud llega a los que están más confusos y necesitan de guía, porque Mi Amor siempre será para todos, a fin de que se cumpla la Divina Voluntad.
Les agradezco por acoger Mis palabras y por no perderlas, por reconocerlas y, humildemente, aceptarlas para la Gloria de Dios.
No pierdan la fe y la convicción de vivir en Cristo, Él los espera.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Siente la Presencia de Dios en tu corazón y no salgas de allí.
Fortalécete con el fluido poderoso que proporciona la oración, con el escudo potente que la oración crea.
Mantente dentro de Dios y vive cada momento, a fin de que crezca tu espíritu.
Condúcete a través de las Leyes y de los Rayos sublimes que provienen del Universo, así aprenderás, con esa ayuda, a superar los últimos tiempos.
Anímate a trascender los obstáculos con amor y las pruebas con perdón para que en esta humanidad despierten los Nuevos Cristos.
Así, tú podrás ser un ejemplo para los demás y muchos más aprenderán a trascenderse y a donarse espontáneamente al Plan de Dios.
Vence cualquier contrariedad a través del amor y de la inteligencia.
No dejes que nada opuesto te lleve, así como la corriente del río.
Tómate del Manto del Pastor y Él te librará.
Quédate en Su Paz, porque en Cristo todo es posible.
Sigue adelante con la certeza de pertenecer a Dios y de estar formando parte de Su Reino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tercera Serie de Poemas
Noveno poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor Jesucristo,
cuando la angustia llegue,
que yo no le tema a la purificación propia
ni a la de los semejantes.
Que la llama gloriosa de Tu Amor
nos colme completamente
para que tengamos fuerzas internas
para superarnos a nosotros mismos.
Señor Jesús, enséñanos a vivir
de la misma forma como Tú viviste
al Padre Eterno en cada momento.
Que podamos ser embajadores de Tu Legado.
Que podamos representarte en la Tierra
así como Tú lo mereces, para que
dejemos de decepcionar a Tu Corazón
y lo llenemos de gozo y de alegría
al estar cumpliendo, paso a paso,
Tus Designios.
Haz nuestros corazones valientes,
dispuestos a sufrir por Ti,
y que así podamos repoblar la Tierra
de nuevos valores de hermandad
y de misericordia.
Que cada prueba que Tú nos envíes, Señor,
nos ayude a confirmar nuestra fortaleza en Ti.
Te pedimos, querido Jesús,
que nos hagas semejantes a Ti en la humildad,
verdaderos en la caridad y pacíficos
ante los embates de la vida.
Que no temamos humillarnos ante Ti, Señor,
cuantas veces Tú lo necesites,
porque algún día esperamos ser nada
y en esa nada fundirnos en Dios para siempre.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A los que ya despertaron - Parte I
A los que ya despertaron les corresponde, dentro del Plan, el mayor compromiso, la solidaridad, la cooperación y el esfuerzo para hacer siempre lo mejor.
A los que ya despertaron les corresponde sostener más a los que no se sostienen; les corresponde hacer lo imposible para que cada etapa del Plan se cumpla.
A los que ya despertaron les corresponde unirse y fraternizar más con el prójimo; les corresponde hacer el mayor sacrificio por los que no lo hacen verdaderamente, para poder compensar la desigualdad existente entre lo que se ha recibido del Universo, como tesoro, y los que no se entregan sinceramente a Dios y crean conflictos.
A los que ya despertaron les corresponde tener siempre presente que están sirviendo a Dios y no a alguien en particular; que la Obra no está personificada en ninguna consciencia, simpatizante o dirigente, porque la Obra es de la Jerarquía y no de la humanidad.
A los que ya despertaron les corresponde ser conscientes de que todo lo que realicen, piensen o expresen influenciará a favor o en contra del Plan, dependiendo de la intención pura o impura que se le coloque.
A los que ya despertaron les corresponde salvaguardar, amparar y proteger a los que recién despiertan y sí quieren vivir el cambio. Hay que protegerlos de los que se cristalizaron en el tiempo y el espacio con sus formas, ideales y proyectos que no están fusionados a la Voluntad de la Jerarquía.
Esa protección de los que recién despiertan permitirá renovar, de forma permanente, la Obra de la Jerarquía.
A los que ya despertaron les corresponde saber que todo lo que se haga o se diga, sea evolutivo o negativo, influenciará a favor o en contra de los Proyectos de la Divinidad y que eso ayudará o desfavorecerá a la realización del Propósito.
Esa actitud, de una forma u otra, pesará positiva o negativamente en la consciencia que lo emita. Por eso a los que ya despertaron les corresponde, como disciplina, nunca olvidar que están en un lugar que no les corresponde, que fue concedido por la Gracia y la Misericordia y que ese lugar, tarea o misión no podrá ser en vano, sino que deberá recibir el valor y el respeto con el amor y la reverencia que se merece la Jerarquía.
A los que ya despertaron les corresponderá recordar que todo lo que suceda en este ciclo quedará registrado en el Universo y que un día todo será evaluado por la Divina Justicia.
A los que ya despertaron les corresponde tener más humildad, resignación y mucha gratitud, así la Obra permanecerá viva en el tiempo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Nunca deberá faltar la esperanza en los corazones porque la vida sin esperanza no es vida en Dios.
Por eso, hijos, tengan presente en sus vidas la esperanza, para que este mundo pueda pedir perdón y ser redimido.
Que la esperanza sea la llama que todo ilumina.
Que la esperanza sea el motivo para la concreción del Plan de Dios.
No se aparten de la esperanza. Sean la esperanza que se manifiesta y se muestra al mundo.
Sean esa esperanza que renueva la fe y construye los puentes de amor entre los corazones.
Hijos, no olviden la esperanza.
La esperanza les dará la paz y en la paz verán la sabiduría que la humanidad necesita para aprender a tomar decisiones correctas.
Busquen la llama de la esperanza en Dios y dentro de ustedes, porque así las situaciones más críticas serán aliviadas y nuevamente triunfará el Amor de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Igualdad entre los Pueblos – Parte II
Y se construirá una Nueva Humanidad y un nuevo planeta, a partir del momento en el que los seres humanos, fraternalmente, compartan todo lo que poseen y distribuyan todo lo que tienen en perfecta armonía, unidad y equidad.
Eso creará la condición para que en la raza actual se construya, dentro de los seres, la Nueva Humanidad redimida.
Todos los que consigan acompañar ese movimiento y todos los que lleven adelante esa meta, serán merecedores de más Misericordia y perdón, porque estarán saliendo de sí, de todo lo que es mezquino y mediocre, para pasar a vivir un nuevo estado de consciencia.
Así, ya no existirán más pobres entre los pobres, sino una verdadera civilización que conseguirá aproximarse a la vivencia de los Atributos de Dios y a la manifestación de Su Divino Plan.
En este sentido, todos los que promuevan, en el mundo, el equilibrio y la igualdad entre los pueblos, estarán desactivando a las ocultas agrupaciones que fomentan y promueven, pervertidamente, el desequilibrio y la desigualdad.
Llegará el momento en el que ninguna de esas consciencias conseguirá seguir adelante por sus propios medios, debido a la inmensa oscuridad que las absorberá; por eso, buscarán auxilio, consuelo y mucha ayuda.
Por ello, los que estén soberanamente trabajando por la igualdad entre los pueblos concederán, sin percibirlo, una Gracia extraordinaria para esas almas, y ellas recibirán, aunque no lo merezcan, la Misericordia de Dios.
En ese momento, y en esa hora, la Madre del Cielo intercederá y todas esas almas perdidas por el abuso del poder y de los placeres, serán convertidas por el imperioso Amor del Corazón del Padre.
Un Rayo Divino de Justicia desarmará todo el sistema mundial y, de la noche a la mañana, todo mudará.
Por eso, vengo a Suiza para pedirles la comunión reparadora de los cinco primeros sábados, para que aquí, y en el mundo, muchas más almas que están perdidas reciban la ayuda espiritual necesaria para poder arrepentirse de sus errores y pedir Misericordia y perdón.
Mientras tanto, deseo instaurar en Suiza la verdadera devoción a Mi Materno e Inmaculado Corazón, para que algún día, y desde aquí, surja la necesidad imperiosa de abandonar definitivamente la vida superficial y los placeres que hacen morir el alma de las personas por no tener a Dios.
Necesito que los que se decidan a acompañarme en este propósito instauren en Suiza grupos de oración, a fin de generar una potente columna de redención y de Luz que los comunicará espiritualmente Conmigo.
Espero que este pedido se cumpla para que la siempre Virgen María, Madre de Todos los Pueblos y Virgen de Schoenstatt, pueda interceder para establecer el Amor vivo de la Fuente en los corazones endurecidos y vacíos de Dios.
Agradezco, desde ahora, su cordial y amorosa respuesta.
Después de que sean creados los grupos de oración en Suiza les diré, en poco tiempo, un próximo pedido.
¡Les agradezco por escucharme con atención!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Schoenstatt
Que hoy se eleven las voces en una sola intención y por un mismo propósito.
Que por medio del encuentro de música se unan las culturas y los pueblos, las naciones y los continentes.
Que todos sientan en su corazón el Amor de la Madre de Dios, para que las almas despierten a su propósito.
Que hoy se eleve en cada interior el Templo de la Compasión y que, a través de las voces y de los instrumentos, en los mundos internos se encienda la llama incandescente de la devoción por el Plan de Dios.
Que hoy unan las manos como hermanos, para que la igualdad mundial se establezca, para que la Fuente del Amor nutra de esperanza y de alegría a los seres.
Que todo lo que hoy brindarán Mis hijos cantores llegue como ofrenda hasta los Pies del Todopoderoso, para que, como la más sincera donación, las almas del mundo reciban la cura interior y la elevación de la consciencia.
Que la música de hoy le cierre las puertas al sufrimiento humano.
Que las melodías que hoy resonarán en los corazones cantores establezcan la paz que millones de seres humanos necesitan para poder continuar adelante.
Que cada pieza que amorosamente será presentada, por el esfuerzo de cada hijo Mío, atraiga hacia las naciones la Sabiduría de Dios, a fin de que se tomen nobles decisiones que beneficien a todos los pueblos.
Que, en esta noche de gala, cada cantor se revista con su mejor energía interna para que todo lo que será ofrecido brille más allá del universo interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Reposa tu corazón dentro del Mío, para que siempre puedas alcanzar la paz.
Reposa tu vida en Mis Brazos, para que Yo siempre te pueda consolar.
No hay nada en tu existencia que no tenga sentido.
Todo lo que vives es parte de un designio y todo lo que escoges es parte del camino del sufrimiento; porque podrías no estar escogiendo el camino de Dios, plenamente.
Todo lo que le entregues a Dios siempre será reconocido por el Universo y por la Creación.
Todo lo que hagas por el Plan de Dios y su cumplimiento, por más pequeño que parezca, es reconocido y honrado en los Cielos.
Deja, entonces, que en esta hora crucial del planeta Yo moldee tu vida completamente, para que aprendas a vivir Mi Voluntad y así aprendas a cumplirla como está escrito.
Deja, entonces, que en tu entrega Yo pueda renovarte e indicarte el camino; que Yo pueda cambiar tus preferencias y gustos por algo mayor y más evolutivo.
Sé que no es fácil, pero no es imposible si en verdad tu Maestro Soy Yo y no otro.
Quiero que sientas en estas palabras Mi más pura verdad, sin ofensas ni juicios.
Quiero que puedas caminar a Mi lado, buscando todos los días ser un poco más transparente contigo mismo, con la vida y con todo lo que te rodea. Así serás un verdadero apóstol de Mi Misericordia y de Mi Piedad, y no tendrás un corazón tibio o duro.
Cree, por encima de ti, que Yo todo lo puedo.
Ábreme la puerta para que pueda entrar y así transformar tu vida según Mis designios.
Anímate a perder el control en lo material y en lo espiritual.
Ríndete a tu Señor todos los días.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El Retorno de la Madre de Dios
Silenciosa como la brisa y más brillante que el Sol, también retornará la Madre del Sol, la Estrella de la Mañana.
Primero, hijos, será Mi silencio el que preparará a sus corazones y el que permitirá que maduren y que vivan aquellas experiencias que confirmarán a sus espíritus en la adhesión al Plan de Dios.
Antes de que todo suceda y que el Triunfo de Dios se manifieste, verán dentro de sí mismos, los frutos de los últimos años de Gracias y de enseñanzas. Y será la propia expresión de sus vidas el testimonio de esta Obra y de la Presencia Divina que los guió, los condujo y los instruyó por tantos años.
Llegará el día en el que Nuestros Sagrados Corazones se silenciarán para que se manifiesten los profetas, los apóstoles, los santos y los Cristos de los últimos días y del Nuevo Tiempo.
Nuestros Corazones se silenciarán porque es parte del Plan de Dios que ustedes puedan crecer por sí mismos y hacer fructificar las semillas crecidas de la Gracia y del Amor.
Así como Dios se silenció en el Corazón de Cristo para que Él manifestara el Amor y la Cristificación en Su Corazón humano, así también Dios se silenciará en el corazón de los hombres que hoy escuchan y responden a Su llamado.
Pero esto no es para castigarlos, hijos Míos; eso es para que nazca de su interior un amor único, que surge del potencial humano cuando este se ve ante una gran necesidad de amar.
Antes de que Nuestros Corazones se silencien, ya le habremos entregado todo a la humanidad, y nada les faltará para cumplir el Plan de Dios.
El Silencio de Dios tendrá un tiempo y durante ese tiempo parecerá eterno y doloroso. Buscarán al Padre dentro y fuera de sí mismos y parecerá que no lo encuentran, a pesar de que Él siempre estará allí.
Su Silencio es el símbolo de la noche oscura que todo el planeta vivirá, porque es necesario.
Es necesario que exista la noche para que el sol vuelva a nacer.
Es necesario que exista la oscuridad para que la luz tenga sentido, para que el día pueda existir.
Entonces, hijos, no teman, pero tengan fe en las nuevas promesas de Cristo y en las revelaciones de su Madre Celeste.
Cuando llegue la noche sobre el mundo, y el silencio y la soledad se apoderen de los corazones de los hombres, recuerden lo que ahora les diré: más brillante que el Sol, nacerá en el firmamento una Estrella que será el anuncio del retorno del día, del día físico y espiritual que volverá a iluminar dentro y fuera de los seres.
Esa Estrella traerá consigo un sentimiento profundo de paz, de amparo y de esperanza; traerá el alivio que los corazones necesitan para cruzar los últimos momentos, y los más intensos, de esta noche oscura.
Permanecerá silenciosa en el Cielo, hasta que el Sol pueda volver a nacer, hasta que el Hijo del Hombre tenga el permiso de Su Padre para retornar al mundo y, como el Gran Agricultor, buscar los frutos que nacieron en los corazones de los seres, y multiplicarlos.
La Estrella de la Mañana, que anuncia la llegada del Sol para este momento, permanecerá silenciosa. Pero, después de que todo se cumpla, Mis Pies también tocarán la Tierra y, con Mi Hijo, vendré para concretar el Plan de Dios y revelarles Mi verdadera Faz.
El misterio de Mi Retorno, hijos Míos, es para terminar de unir pueblos, razas y religiones y para traer hacia Mi Inmaculado Corazón a aquellos que por ignorancia negaron Mi Maternidad universal.
Yo retornaré para recibir de Mi Hijo las almas más perdidas; las lavaré en las Fuentes de la Gracia y las encaminaré para que tengan un nuevo destino y reciban una nueva oportunidad.
El Retorno de la Madre del Mundo ocurrirá para sellar la unión entre el Cielo y la Tierra, entre las diferentes Faces de Dios y Sus criaturas.
Y allí, hijos Míos, se les revelarán todas las verdades que hoy están ocultas, porque haré reflejar en los espejos de sus corazones la verdadera historia de la Creación y, solo allí, cuando todo se haya cumplido, es que comprenderán el verdadero sentido de esta experiencia en la Tierra.
A partir de ese momento, el Cetro de Dios será colocado en la Tierra y se establecerán un nuevo mundo y un nuevo ser.
Sientan la Gracia de Mis Palabras y despierten la fe en las nuevas y eternas Profecías de Dios, pues, se cumplirán, como se cumplió desde el principio todo lo que el Creador habló a través de los profetas.
Yo los bendigo y les agradezco por escuchar Mis Palabras y por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Por medio de esta canción vengo a clamar al mundo que no pierda su inocencia, porque de lo contrario sufrirá mucho, peor que el siglo pasado.
Que la inocencia no se pierda de los corazones, para que nunca les falte la Paz.
Ayer les hablé de la esperanza, pero hoy les hablo de la verdadera consciencia que muchos ojos no quieren ver, por temor, por miedo o por angustia.
Pero Yo, hijo Míos, como Madre de Ustedes y Madre del Mundo, debo decirles siempre la Verdad.
Estamos intentando construir algo nuevo en un tiempo difícil, en donde cada segundo y cada minuto es definitivo; en donde cada paso que será dado, deberá ser dado con premeditación y discernimiento, para que nadie se precipite al abismo.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, como les dije a los pastores en Fátima: No pierdan su inocencia; porque si pierden su inocencia como humanidad y como pueblo, perderán el poder de su pureza original, sus esencias se mancharán y Dios no podrá aproximarse a ustedes para traerles lo nuevo y lo renovador.
Pero como Yo Soy Madre de todos y Madre que viene por todos, por los que están y por los que no están aquí, hoy les hago esta súplica desde lo profundo de Mi Corazón Espiritual y Maternal; que su inocencia pueda resplandecer en estos tiempos a pesar de los errores, de las pruebas y de todo lo que sucede en el mundo, día a día.
Necesito, hijos, que por medio de su inocencia, retornen al camino de su pureza esencial, porque el mundo lo necesita mucho para poder seguir adelante.
A pesar de todas las manifestaciones de estos tiempos, hijos Míos, recuerden que Yo siempre seré su Patrona en esta nación y deseo ser Patrona en todas las naciones del mundo, no importa cómo Me reconozcan o cómo Me llamen. Yo Soy la Divina Madre de Dios, el Espíritu Sagrado y Femenino, que surgió de la Fuente para venir al mundo y tener a todos Mis hijos en Mis Brazos, así como tuve a Jesús, al Supremo Rey.
Los invito a que por medio del camino de la oración, no solo busquen la esperanza de Dios, sino la inocencia interior que debe reinar en estos tiempos, para que las cosas se mantengan en su equilibrio y sobre todo, para que las naciones se mantengan en armonía.
Porque si su inocencia está disponible para el mundo, permeada por una profunda gratitud y amor, muchas cosas que estarían por suceder en los próximos tiempos se podrían detener, cosas muy difíciles y muy grandes, que su Madre Celeste observa, día a día.
Por eso, todo lo que hagan y todo lo que ofrezcan a Dios será importante en este tiempo; ustedes deberán ser creadores de fuentes de reparación para que muchas cosas se equilibren en el mundo y muchos acontecimientos que están previstos no sucedan.
Por medio de este llamado los quiero llevar a todos a la esencia del Amor y de la Verdad, para que el mundo también pueda despertar a eso.
Pero esa esencia del Amor comenzará primero en ustedes, en su descubrimiento interior de una forma simple y humilde, para que después despierte en el mundo y en la humanidad.
La humanidad ha perdido muchos valores, ha perdido muchos principios y también muchos designios que su Madre Celeste viene a restablecer en este tiempo por medio de la peregrinación y del llamado a todos Sus hijos del mundo, independientemente de su religión, de su nación o de su pueblo.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, que Yo Soy la Madre Universal, la Madre que acoge a cada uno de los hijos de Dios: los perfectos y los imperfectos, los pecadores o los creyentes, los que han errado o los que han acertado, todos son Mis hijos en la misma Fuente Original.
Por eso Yo vengo a llamarlos y vengo a buscarlos, para que la transformación de la consciencia suceda en este tiempo y no sucedan graves acontecimientos, como está previsto.
Pero el camino de la oración del corazón que cada uno de ustedes Me ofrece día a día, disipa poco a poco todas las malas influencias y la Luz puede reinar un poco más en el mundo, llegar a más corazones dormidos y despertar a más consciencias que deben encontrar su verdad interior para poder seguir el camino de la Fuente, el camino hacia la Divina Voluntad.
Mientras hablo con ustedes Yo rezo por el mundo. Quisiera que todos lo días que vendrán imitaran este ejercicio de su Madre Celeste, porque en cada segundo de sus vidas, así como en cada tarea diaria, será necesario colocar la mente y el corazón en la oración, para que muchas, muchas más fuerzas negativas se disipen y el poderoso canal de la oración triunfe en Mis hijos y en consecuencia, en el mundo.
Únanse a la oración permanente y continua con su ángeles de la guarda; momentos más agudos llegarán al mundo y ya no son solo palabras, sino realidades que su Madre Celeste hoy les decreta.
Porque el mundo decidió seguir el camino del desamor y se apartó de la verdad.
Pero aún aquí, en esta Tierra, hay muchos corazones valientes, de los cuales Dios se servirá plenamente para llevar Su Obra al mundo.
Todavía hay un poco de tiempo, para poder resolver lo que sucede en la humanidad.
Por eso Yo los llamo, hijos Míos, a que Me acompañen en cada paso de una nueva peregrinación, porque su Madre Celeste necesita establecer nuevas realidades en el mundo; lo que Yo llamo "Principios de Dios", que vienen directamente de la Fuente para acudir a la humanidad.
Dios necesita de instrumentos, de muchos más instrumentos que quieran donar sus vidas al Plan; por un Plan que aún es desconocido y que la humanidad conoce tan solo en un menor porcentaje.
Pero no hay Misterio que no se pueda revelar; su Madre Celeste siempre les traerá la verdad, la guía y el camino para sus vidas, para que ese Divino Plan se cumpla como está previsto.
Sepan, hijos Míos, que estamos llegando al gran momento de los grandes esfuerzos que deberán vivir cada una de sus almas. Esfuerzos mayores de los que han vivido hasta este tiempo, porque es necesario convertir muchas más cosas en el mundo.
Con la dulzura de Mi Voz, hoy les traigo la Verdad; con la calma de Mi Corazón, hoy les traigo la esperanza; y pronuncio el llamado de Dios para el mundo una y otra vez, hasta que finalmente todas las almas escuchen y se den cuenta que es necesario cambiar.
Les agradezco por su perseverancia y su Fe, por medio de esas virtudes Yo también puedo hacer muchas más cosas en el mundo.
La perseverancia siempre los tornará valientes; la esperanza siempre construirá el futuro, dentro y fuera de ustedes y sobre la superficie de la Tierra.
Quiero que hagan triunfar el Plan de Dios en la humanidad, con cada esfuerzo y cada dedicación diaria, con cada oportunidad de servicio y de entrega, para aliviar el Corazón de Dios que está muy ofendido por los hombres, también por Su iglesia.
Quiero que alivien el Corazón del Padre junto Conmigo, con esa alegría que viven y que tienen y que nunca se podrá borrar, con esa devoción que han construido por medio de cada cuenta de oración diaria, con cada servicio que han prestado a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza.
Todas, todas esas virtudes transforman al mundo y reparan el Corazón de Dios aunque a veces estén muy cansados. Todo es valorado por el Altísimo y reconocido por Sus Ángeles del Cielo.
No hay testimonio de amor que ustedes hagan que no quede escrito; todo queda registrado en el Libro de los Cielos; toda obra de bien que se realiza, toda obra de Paz que se propaga, todo servicio prestado que se entrega de una forma incondicional al Universo, es registrado en los Libros del Cielo, y así muchas más Gracias pueden retornar al mundo, como la Gracia de la Presencia de la Madre de Dios en estos tiempos críticos y difíciles.
La dulzura de Mi Corazón siempre estará cerca de ustedes, aunque llega el tiempo en que Me recogeré al Cielo, al igual que Mi Hijo; estaré aquí, en Espíritu con ustedes, haciendo florecer y emanar las Gracias que muchas más almas necesitarán en los tiempos definitivos, en los Centros Marianos .
Todo lo que hagan por Dios, lo harán por la humanidad y en consecuencia el Reino de los Cielos, les retribuirá con Sus Gracias.
Hoy podré decir, querido hijos, que la Misión Espiritual en Europa y África será cumplida; pero será necesario de mucha más ayuda para que ella pueda finalizar como está previsto por el Universo.
Por primera vez, queridos hijos, y por Voluntad del Altísimo Padre del Universo, los Mensajeros Divinos abrazarán a muchas naciones al mismo tiempo y con ellas a todas las almas que allí se encuentran, para evitar una catástrofe universal que podría abarcar gran parte del mundo y sobre todo a muchas, muchas vidas.
Pero ahora que Me han respondido y Me seguirán respondiendo por los días que vendrán, Yo misma evitaré, a pedido de Mi Hijo, lo que podría suceder en esa parte del mundo y que podría traer grandes consecuencias en el resto de la humanidad.
Cuando su Fe se sostiene en el Propósito, la Misión se cumple y las Gracias vuelven al mundo para socorrer a los corazones más perdidos y a las naciones más necesitadas de Misericordia, aunque no lo parezca.
Hoy le pido a Dios para que la humanidad recupere su inocencia interior y que esta inocencia prevalezca y reine en este tiempo.
Como un testimonio Mío de este pedido, hoy consagraré a nuevos Hijos de María, que formarán activamente parte de Mis ejércitos celestiales, para llevar adelante esta obra de Redención y de Perdón en la humanidad, a la cual el mundo necesita despertar.
Que a los pies de este escenario se coloquen los Hijos de María, los que hoy se consagrarán ante Mi Inmaculado Corazón.
Hoy volveré a pedirles que repitan la canción que han cantado, como un llamado Mío al mundo, para que muchos más hijos Míos Me escuchen y encuentren la Paz.
Deseo que traigan ante Mi Presencia agua para bendecir y consagrar, para Mis hijos que hoy se consagrarán.
Los escucho…
Yo los consagro y los bendigo.
Les agradezco por haber respondido a este importante llamado.
Dios derrame su Luz en sus vidas y especialmente en sus corazones.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo.
¡Les agradezco!
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que en el silencio del corazón sean escuchadas las Palabras de la Madre de Dios, la Madre del Cielo que se pronuncia a Sus hijos para llevarlos por el camino del bien y de la paz.
Pero mientras gran parte de la humanidad se sumerge en las ilusiones del mundo, Yo vengo a llamar a los que Me escuchan, a los que han sido valientes a Mi lado, a los que incondicionalmente siguen Mis pasos.
Vengo a hablarles con la Voz de Mi Corazón y de Mi Alma. Vengo a pronunciar Mi Mensaje al mundo, a pedido del Padre Celestial.
Deben ser valientes y seguir adelante. Deben seguir gestando en sus espíritus la segunda venida de Cristo, porque Él aún espera poder vivirla junto a ustedes y a la humanidad.
Pero mientras sus esfuerzos sean pobres, estén carentes de entusiasmo y de dedicación, pobres serán los resultados para ese gran momento planetario. Dependerá de ustedes, hijos Míos, que todo se pueda realizar.
No hay nada más que el Cielo pueda hacer; solo esperar la respuesta de las criaturas de Dios, solo escuchar silenciosamente las oraciones de los que se comprometieron con Cristo para estos tiempos.
En verdad les digo, queridos hijos, aún no es suficiente lo que se hace. Debe reinar en ustedes la consciencia de la igualdad, porque esto protegerá la Obra del propio enemigo, porque esto los equilibrará a todos ustedes bajo el impulso poderoso de la fraternidad y del bien.
Dedico este mensaje a los que quieran escuchar de verdad; a los que se animen a traspasar los umbrales de la indiferencia y de la ignorancia humana; a los que se arriesguen a trascender los tiempos, viviendo la transformación en su propio interior y haciendo viva, una a una, Nuestras Palabras.
Hijos, el Universo necesita de ustedes una mayor integración y no solo de momentos buenos o pasajeros.
Es necesario que el Plan de Dios se encarne en sus células y lo hagan parte de sí, porque así podrán representar a Cristo en la Tierra y ser Sus verdaderos seguidores, ser Su verdadera Iglesia, ser Su verdadero testimonio.
Él espera que todo lo que hizo hace más de dos mil años atrás no haya sido en vano. Y por más que la humanidad aún no conozca todos los misterios de Cristo, algún día tendrá consciencia de lo que significó la verdadera entrega del Señor, en todos los planos de consciencia, en la esencia del plano espiritual.
Yo necesito, queridos hijos, sacarlos de la mediocridad, de lo que es tibio e inseguro. Por eso debo hablarles con una celestial transparencia y una claridad inmediata, libre de confusiones o de pareceres.
Necesito que entiendan y comprendan lo que les digo en este momento. La continuidad de la Obra está en sus manos, porque ustedes fueron llamados para vivirla y ustedes mismos la asumieron, sin pensar en lo que sería o en lo que significaría. De ahí viene su responsabilidad y su compromiso, de ahí viene el valor de lo que eso significa para este tiempo tan crucial en la humanidad.
No estoy queriendo decir que serán los libertadores de estos tiempos, porque el Único es Cristo, Nuestro Señor y Rey del Universo.
Ustedes deben ser chispas multiplicadas de ese Plan de Dios, que de tiempo en tiempo viene a la humanidad para impulsarla a los cambios, a la redención de sus deudas y al perdón de sus pecados.
Por eso, las Gracias que trae Mi Corazón son inextinguibles. La Misericordia que trae Mi Hijo es intransferible, no hay nada que lo pueda cambiar. Dependerá de ustedes dar ese paso a la entrega total, como a cada uno le corresponde en este ciclo, porque Dios no espera de todos la santidad, pero sí la consagración, la vivencia absoluta del compromiso con Mi Amado Hijo y con Su Plan de Rescate.
Cada cosa que puedan dar al Plan será bien recibida pero no lo que les sobra, sino lo que surja del corazón, espontáneamente, y sea verdadero.
El Retorno de Cristo será una tarea laboriosa y de ustedes debe nacer la realización de ese Plan, para que se pueda manifestar en la superficie de la Tierra.
De esta forma, nada les faltará; porque la humanidad, en verdad, le debe mucho al Universo, como también a los Reinos de la Naturaleza, que aún siguen sufriendo las consecuencias de estos tiempos.
Fue dicho que después de la última Sagrada Semana con el Señor, el ciclo cambiaría. He aquí este ciclo que ya llegó, que sus ojos internos necesitan ver y sus corazones necesitan sentir, sin temor de saber lo que eso representa para la Creación.
Por eso deben trabajar el despojamiento interior inmediato, no queriendo nada para sí, sino todo para los demás, compartiendo lo que se tiene y experimentando el amor que los demás viven en su interior.
Así, la gran corriente de la Luz será transformada; la gran corriente de la Luz será renovada y sus pies caminarán libres del pasado y de los errores, porque estarán al servicio de Cristo, en plenitud y gozo.
Y a pesar de lo que suceda en este mundo, no desistirán, sino que cada prueba la tomarán como una confirmación de su confianza en Cristo, porque tampoco temerán a lo que ustedes consideran que podrían perder.
Todo lo que les fue dado, algún día debe retornar al Padre y ese día está cerca, esa retribución está próxima, porque ahora son conscientes y no están dentro de la ignorancia mundial.
El Plan de Dios es una consciencia definitiva que muy pocos se animan a atravesar con determinación. Pero ahora llegó el momento para todos, de que puedan cruzar ese portal hacia la vivencia total del Plan, haciéndolo parte de sus vidas y de su día a día y no dejándolo como algo secundario o momentáneo.
El Plan se cumplirá con la colaboración de todos y no me cansaré de repetirlo, queridos hijos, porque es necesario que sus otras células despierten y que puedan reconocer la Verdad que surge de Dios, a través de Mi Inmaculado Corazón.
En nombre de Mi Amado Hijo, vengo a reforzar Sus pedidos y Sus súplicas.
El planeta aún deberá sostenerse, aunque parezca que se irá a hundir y que luego perderá todo. Pero es la fuerza del amor consolador y del compromiso de los hombres, que hará que el planeta se pueda sostener por sí mismo con esta humanidad indiferente, que solo busca a Dios cuando lo necesita y que no cruza la puerta del arrepentimiento.
Los quiero, hijos, en la libertad del corazón y en la expresión del alma.
El tiempo final se aproxima y es hora de asumir sus compromisos, para que Cristo pueda obrar en ustedes, sin límites y sin obstáculos, para que Él pueda cumplir la promesa de Su retorno a la humanidad y finalmente todo vuelva a comenzar, como lo fue pensado en el principio, en el origen de esta raza. Y en esa entrega absoluta participarán de la Comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y así se renovarán.
Que Mis Palabras los despierten, que Mis impulsos los lleven a caminar hacia ese objetivo de ser precursores, de verdad, de la segunda venida de Cristo; llevándolo adelante en el tiempo que nos resta, para que la mayoría de la humanidad se salve y reconozca su filiación con Dios, y así, el mal acabe en los corazones y en el mundo y pueda reinar la paz, la hermandad y el bien, que son parte del Proyecto de esta raza y de los Nuevos Cristos.
Yo les agradezco por escucharme, abiertos de corazón, viviendo Mi Mensaje y llevándolo a la práctica. Ejercitándolo todos los días, a través del esfuerzo y de la dedicación, sin dejar que Mis Palabras se disipen en sus consciencias, sino que al contrario, ellas sean fuego y luz en sus espíritus.
Les doy la Paz en nombre de Mi Hijo y respondiendo a Su pedido.
Aún hay mucho por hacer y esperamos por sus respuestas, como en otros tiempos lo han hecho, siempre dando un poco más de sí, sin temor a perder nada, sino a ser parte del Universo del Amor.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La Universidad de los Cielos
Queridos hijos:
Así como en la Tierra existen escuelas de aprendizaje y de formación, también en los Cielos existen universidades espirituales de aprendizaje y de formación.
La Universidad de los Cielos es un lugar que está presente a partir del séptimo Cielo hasta el décimo primer Cielo universal.
Allí, hijos, ella recibe y acoge amorosamente a las almas que pasaron por una reciente experiencia en la Tierra y que en sus últimos aprendizajes vivieron en este planeta la escuela del amor y del perdón, del servicio y de la abnegación.
A la Universidad de los Cielos llegan las almas que siempre, o de alguna forma, han buscado la unión con Dios de una manera verdadera; ya sea por algún camino espiritual o por medio del servicio a los demás.
A esa Universidad de los Cielos ingresan las consciencias que ya no necesitan regresar a la Tierra para seguir aprendiendo lo básico de la vida espiritual y de la vida humana.
Existen requisitos simples provenientes de Leyes divinas que son aplicadas en esos altos niveles de conciencia y que son los que permiten el ingreso de las almas a los diferentes Cielos, según los grados de despertar que las consciencias adquirieron en la Tierra, así como en los diferentes momentos de la vida.
A la Universidad de los Cielos las almas llegan para profundizar en las enseñanzas del amor, de la luz y del servicio.
Por eso, la oferta que cada alma efectúa en la Universidad de los Cielos es importante y, según el grado de amor y de esfuerzo colocado, ese acto de oferta podría permitir, en otros niveles, el rescate de alguna consciencia que no ha alcanzado el ingreso a la Universidad de los Cielos y se ha estacionado en espacios más bajos de la consciencia, debido a que sus experiencias de amor y de redención fueron muy prematuras o deficientes.
Es así que los ejércitos angélicos que moran en la Universidad de los Cielos intervienen, y por la oferta sincera de esfuerzo y de amor de parte de esa alma que ingresó a la Universidad de los Cielos, se genera, por Ley de Correspondencia, la salvación de otra alma que es retirada por los propios ángeles y es llevada hacia un reservorio en donde comenzará a sentir y a tomar contacto con Principios sublimes de la Creación del Padre, lugar en el que recibirá los afluentes de la Gracia y de la Misericordia Divina.
Dentro de la Universidad de los Cielos las almas viven y transitan por diferentes estados y escuelas de amor.
En la Universidad de los Cielos se presenta la oportunidad espiritual de vivir las divinas Virtudes y de desarrollar los sublimes Dones; los que se amplían aún más después de haberlos vivido en la Tierra.
La Universidad de los Cielos también reúne y congrega una agrupación de Rayos divinos que provienen de la Fuente Mayor del Padre, en donde se expresan y se muestran según los diferentes niveles de consciencia en los diferentes Cielos.
Estos Rayos de Dios, proyectados directamente por la Fuente y conducidos por los grandes Arcángeles, ayudan a profundizar la virtud o el don que cada consciencia desarrolla según su escuela y según su grado de despertar.
En la Universidad de los Cielos no se dan reconocimientos ni honores porque el amor interior en los seres es lo que hace evolucionar a las consciencias y las hace ir ingresando, según sus aprendizajes, en nuevos Cielos, en donde encontrarán nuevas experiencias creadoras y vivirán nuevos estados de consciencia, a fin de ir perfeccionando la Creación y así recrear el Universo por medio del servicio incondicional y de la entrega de las almas.
En la Universidad de los Cielos se vive la realidad de la consciencia, y la presencia de la paz eterna es lo que reina en esos niveles de consciencia; paz que muchas veces se aproxima a la humanidad cuando los Divinos Mensajeros descienden a la Tierra.
La Consciencia de la Madre de Dios, por medio de la ofrenda sincera y amorosa de las almas, dentro de la Universidad de los Cielos ha abierto un sector para la experiencia divina de la consagración eterna que alguna vez las almas consagradas vivieron en la Tierra.
En ese lugar, en un recinto especial de la Universidad de los Cielos, las almas pueden vivenciar esa unión con la Fuente Divina de una manera más profunda y consciente, experimentando el Sacramento de la Fe y de la Comunión con los niveles del Sagrado Espíritu.
Que la Universidad de los Cielos sea la aspiración de los servidores de Cristo y de todos los que despiertan al llamado de vivir y de expresar el amor y la paz en el planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Corazón paciente se reconforta por los corazones jóvenes que ofrecen sus vidas por Mí y, a pesar de que no tengan consciencia del valor que esto tiene para Mí, Yo los impulso siempre a la renovación de sus sentidos y formas.
En las jóvenes vidas, que se consagran a Mí, deposito Mis preciosos códigos de ascensión y de trascendencia para que ellas alcancen nuevas esferas de consciencia y de madurez.
Mi Corazón se reconforta porque por medio de los más jóvenes que se consagran a Mí completamente, Yo puedo llevar sin obstáculos los planes de Mi Obra y todo se renueva cuantas veces sea necesario.
Por intermedio de los jóvenes que se consagran, se puede abrir siempre un portal de consciencia y de elevación, ya que en ellos se puede gestar el Plan de Dios sin que la mente obstruya el Divino Pensamiento.
Mi Corazón se reconforta en los más jóvenes porque en ellos todo es posible realizar; más aún cuando existe apertura y están libres de resistencias.
Con esa libertad de las almas, que Yo alcanzo, puedo hacer prodigios no solo en esas consciencias, sino también en toda la humanidad.
Mi Corazón se reconforta y se alegra cuando la juventud responde al llamado porque, así, siempre tendré el permiso de guiarlos y de acompañarlos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Los Planes de Dios y todos Sus designios se pueden cumplir en la humanidad cuando emerge de los corazones la verdadera adhesión.
Esa incondicional adhesión es la que permite manifestar los Planes del Altísimo y es la que le concede a la humanidad la oportunidad de recibir Gracias y Misericordia.
Pero cuando esa adhesión por parte de las almas es trabajada honestamente, lo que antes era un designio, o incluso un Propósito Divino, se convierte en realidad porque en el mundo interno de las consciencias existe apertura y disposición a cumplir todo lo que el Universo Divino programa.
Eso también permite la redención y la conversión de los corazones. De esa forma, desde el Universo se derraman gracias que están llenas de oportunidades y que le concederán la cura a la humanidad.
Luego de que las almas den el paso y ayuden a concretar el Plan, después de que se cumpla el Designio como estaba previsto y pensado, allí será cuando los corazones tomarán consciencia sobre la importancia de siempre llevar adelante la Voluntad de Dios, que es una Voluntad que abarca muchas dimensiones y a muchas consciencias.
¡Les agradezco por responder al Propósito Divino!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando Dios anuncia Sus designios y revela Su Voluntad, pídele la Gracia de saber responder a Su Llamado.
Hijo, colócate siempre delante de los Planes de Dios con humildad. ¿Quién eres tú para analizar la Voluntad Divina y evaluar si esa Voluntad se corresponde o no a tu vida?
Estos son tiempos de definiciones y tú ya lo sabes. Por eso, coloca tu cabeza en el suelo, así como el ansia de todo saber, de todo comprender y de todo controlar, y ábrete al misterio de estos tiempos que te lanza a lo desconocido, no solo exteriormente, sino también internamente.
No te aferres a lo que ya sabes de ti. No te quedes solamente consolidando lo que eres y la memoria de todo lo que ya hiciste por el Plan de Dios y por el planeta. Hoy todo debe ser nuevo y mañana todo deberá renovarse.
Ingresa con tu corazón en el ritmo de los nuevos ciclos y deja que Tu Padre y Creador haga emerger de ti aquel potencial que hoy te es oculto. Lánzate a lo nuevo, lánzate al servicio, lánzate a la superación y no temas el cansancio; no temas la fatiga, no temas el resultado de la obra que el Padre realiza en ti, porque solo Él, que te creó, sabe la verdadera razón de tu existencia y puede conducirte a ella.
Pregúntale al Padre porqué y para qué Él te creó y deja que Su respuesta resuene dentro de tu corazón. No temas saber Su Voluntad y caminar hacia ella. No temas deshacerte de tus planes y abrazar algo superior.
Recuerda, hijo, que después de manifestar Su Grandeza y el ápice de Su Gracia, el Hijo del Hombre vivió el rechazo y la incomprensión humana; padeció todas las resistencias de la condición retrógrada de la humanidad y les reveló la llave para la trascendencia de todas las cosas: el Perdón; el Amor y la Misericordia. Y para llegar allí cruzó la puerta de la humillación, de la superación y de la fe en Dios y no en sí mismo. Rindió Su Voluntad al Padre y, aun sabiendo que Su Corazón era partícipe de todos los Poderes y Dones de Dios, escogió la Voluntad de Su Padre y permaneció en la nada.
Tú, hijo, tienes el potencial para alcanzar muchas metas. Como criatura de Dios puedes hacer muchas cosas, pero Yo te digo: no hay nada más apreciado por el Padre, en este momento, que cumplas Su Voluntad, rindiendo la tuya; que vivas Su Misterio, rindiéndote a lo que te es conocido; que venzas tu miedo humano y que seas, para tus hermanos y para el mundo, un testimonio de la fe y del amor que nacen en ti.
Vive con alegría los Planes de Dios. Adhiere tu corazón a Su Voluntad e inspira a otros con tu ejemplo de fe. Porque hoy Dios te llama, ya no para que busques la espiritualidad para ti, sino para seas un puente de espiritualidad para el mundo.
Yo te bendigo y te invito a seguir los pasos y el ejemplo de Aquel que te guía.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
El plano espiritual de Dios siempre envía al mundo material innumerables impulsos de Luz provenientes directamente de Su Fuente Primordial.
Estos impulsos que son enviados por el Padre Eterno, por intermedio de Sus ejércitos angélicos, ayudan en el despertar de la consciencia humana, como también evitan acontecimientos que comprometerían aún más la vida espiritual del planeta.
Es abriéndose a la vida del espíritu que se podrá comprender esos misterios que brotan como impulsos de Luz desde la Fuente Suprema a fin de alinear y de corregir a la actual humanidad.
En este sentido, el Plan espiritual de Dios se aproxima a la Tierra, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo, para que las almas tomen consciencia de su filiación con Dios y para que, habiendo tomado consciencia de la realidad interior, las almas se definan por el camino de la Luz.
En este tiempo el plano espiritual desdobla todos sus poderes superiores para auxiliar a la humanidad de superficie que camina rumbo a una gran definición.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como en pergaminos de luz, los Designios de Dios descienden al mundo y son entregados en las manos de los hombres a través de Sus Mensajeros.
El Padre Creador les dice:
“Vayan y cumplan Mi Plan, sin comprender, sin analizar, sin resistir. Vayan y cumplan Mi Plan con amor, con valentía, con la gratitud que nace del espíritu y se manifiesta en las obras y en las acciones humanas”.
El Creador, hijos, los invita en este tiempo a manifestar una Obra verdaderamente fraterna y renovada por Su Espíritu, en donde lo sagrado puede habitar y todas las almas encuentran su espacio, su lugar, único e insustituible.
Contemplen la Voluntad de Dios para este mundo, así como para cada ser, y comprenderán que Yo vengo en este tiempo para enseñarles a amar y a transformar este mundo de caos y guerra.
Hijos amados, con los portales abiertos hacia el Cielo, vengo a invitarlos a que permitan que este Reino Celestial, hoy aún oculto para el corazón humano, se manifieste en la Tierra.
Vengo a llamarlos, no solo a la oración y al despertar a una vida superior que para muchos aún es invisible, vengo para que aprendan a manifestar en la Tierra aquello que buscan en lo más alto de los Cielos y que, de esa forma, ya no pasen sus vidas buscando algo que nunca alcanzan, sino que sean constructores de eso que la humanidad está buscando encontrar y que ustedes, hijos, sean las manos que se extienden delante de las almas para que ellas vean y sientan que es palpable aquello que tanto buscaron.
Vengo a invitarlos a ser los que concretan Mis Planes, manifestadores de la vida superior y que ella ya no sea solo espiritual, sino que sea también palpable y forme parte de su humanidad, que componga en el espíritu lo que el hombre manifiesta en la materia.
En un mundo de guerras, en un mundo de abismos dentro y fuera de los seres, vengo a llamarlos para que ustedes sean lo nuevo y que siempre estén dispuestos a ser otros, acompañando el flujo de la transformación del Universo, para que en todas las etapas del planeta las almas encuentren en ustedes aquello que necesitan.
Les pido, hijos Míos, que observen los Designios celestiales, que comprendan cómo se mueve la Voluntad de Dios; porque Yo no estaré siempre aquí para dictarles el camino, y en ese momento sus corazones deberán ser uno con la Voluntad y la Sabiduría Divina, porque la aman, la respetan y la reverencian; porque la viven y la saben, la experimentan todos los días.
Llegó el momento de que las islas de salvación cumplan con su papel. El mundo está agonizando y la vida del espíritu ya no debe ser selectiva, todos deben poder encontrar su lugar y la puerta abierta para descubrir su forma de servir a Dios.
Este ciclo es un ciclo de últimas oportunidades para muchos espíritus. Comprendan que su evolución y la de muchos de sus hermanos se define en este tiempo, en este ciclo del planeta. Por eso, todo lo que puedan hacer para que otros conozcan a Dios, es poco.
Mis hijos están perdidos en este mundo y Yo vengo para encontrarlos. Para eso debo hacer de aquellos que ya Me escuchan, Mis Pies que caminan en el mundo, Mis Brazos que amparan a las almas, Mis Manos que se extienden en auxilio, Mis Ojos que encuentran a los perdidos, Mi Corazón que acoge a los que se sentían abandonados y olvidados por Dios y por el mundo.
Por eso, hijos, acepten hoy, más que la vida de oración, la vida que los lleva a ser instrumentos de Dios en el mundo y sean parte de Mi Corazón y prolongamientos de Mi Presencia.
Que esta Obra sea la embajada de Mi Paz en la Tierra y que todos ustedes sean los que proclaman Mi Presencia.
¡Yo los amo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente en tu corazón la certeza de poder estar en comunión con Dios, para que así Su Reino Celestial se exprese en la Tierra.
Siente en tu corazón Su insondable Misericordia, capaz de reparar las faltas más graves cometidas por los hombres.
Siente en tu corazón la alegría de servir al Plan de Dios y de ser parte de esa magnífica, pero desconocida, Obra de Amor.
Siente en tu corazón la confianza en el Infinito y en esa eterna y divina Presencia que es el Padre Celestial.
Siente en tu corazón el resguardo del Padre por medio de Su Palabra y de la manifestación del Amor de Su Reino.
Siente en tu corazón el camino que el propio Universo ha construido en ti, participando en cada momento de tu vida, así como en cada paso dado por tu consciencia.
Siente en tu corazón que jamás estarás solo, ya que siempre Su Divina Compañía complacerá la humildad del corazón.
Siente en tu corazón que eres parte del Nada en donde se encuentra el Todo, el origen de la Fuente y del Infinito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que en el silencio del corazón sean escuchadas las palabras de la Madre de Dios, la Madre del Cielo que se pronuncia a Sus hijos para llevarlos por el camino del bien y de la paz.
Mientras gran parte de la humanidad se sumerge en las ilusiones del mundo, Yo vengo a llamar a los que Me escuchan, a los que han sido valientes a Mi lado, a los que incondicionalmente siguen Mis pasos.
Vengo a hablarles con la voz de Mi Corazón y de Mi Alma. Vengo a pronunciar Mi Mensaje al mundo a pedido del Padre Celestial.
Deben ser valientes y seguir adelante, deben seguir gestando en sus espíritus la segunda venida de Cristo, porque Él aún espera poder vivirla junto a ustedes y a la humanidad.
Pero mientras sus esfuerzos sean pobres, estén carentes de entusiasmo y de dedicación, pobres serán los resultados de ese gran momento planetario. Dependerá de ustedes, hijos Míos, que todo se pueda realizar.
No hay más nada que el Cielo pueda hacer, solo esperar la respuesta de las criaturas de Dios, solo escuchar silenciosamente las oraciones de los que se comprometieron con Cristo para estos tiempos.
En verdad les digo, queridos hijos, aún no es suficiente lo que se hace. Debe reinar en ustedes la consciencia de la igualdad porque eso protegerá la Obra del propio enemigo, porque eso los equilibrará a todos ustedes bajo el impulso poderoso de la fraternidad y del bien.
Dedico este mensaje a los que quieran escuchar de verdad; a los que se animan a traspasar los umbrales de la indiferencia y de la ignorancia humana; a los que se arriesgan a trascender los tiempos, viviendo la transformación en su propio interior y haciendo vivas, una a una, Nuestras Palabras.
Hijos, el Universo necesita una mayor integración de ustedes y no solo momentos buenos o pasajeros.
Es necesario que el Plan de Dios encarne en sus células y lo hagan parte de sí, porque así podrán representar a Cristo en la Tierra y ser Sus verdaderos seguidores, ser Su verdadera Iglesia, ser Su verdadero testimonio.
Él espera que todo lo que Él hizo hace más de dos mil años no haya sido en vano y por más que la humanidad aún no conozca todos los misterios de Cristo, ella algún día tendrá consciencia de lo que significó la verdadera entrega del Señor en todos los planos de consciencia, en la esencia del plano espiritual.
Yo necesito, queridos hijos, sacarlos de la mediocridad, de lo que es tibio e inseguro; por eso, debo hablarles con una celestial transparencia y una claridad inmediata, libre de confusiones o de pareceres.
Necesito que entiendan y que comprendan lo que les digo en este momento. La continuidad de la Obra está en sus manos porque ustedes fueron llamados a vivirla y ustedes mismos la asumieron sin pensar lo que sería o lo que significaría; de ahí viene su responsabilidad y su compromiso, de ahí viene el valor de lo que eso significa en este tiempo tan crucial de la humanidad.
No estoy queriendo decir que serán los libertadores de estos tiempos, porque el Único es Cristo, Nuestro Señor y Rey del Universo.
Ustedes deben ser chispas multiplicadas de ese Plan de Dios que, de tiempo en tiempo, viene a la humanidad para impulsarla a los cambios, a la redención de sus deudas y al perdón de sus pecados.
Por eso las Gracias que trae Mi Corazón son inextinguibles, la Misericordia que trae Mi Hijo es intransferible, no hay nada que lo pueda cambiar; dependerá de ustedes dar ese paso hacia la entrega total como a cada uno le corresponde en este ciclo.
Porque Dios no espera de todos la santidad, pero sí la consagración, la vivencia absoluta del compromiso con Mi amado Hijo y con Su Plan de rescate.
Cada cosa que puedan dar al Plan será bien recibida, pero no lo que les sobra, sino lo que les surja espontáneamente del corazón y sea verdadero.
El retorno de Cristo será una tarea laboriosa y de ustedes debe nacer la realización de ese Plan para que se pueda manifestar en la superficie de la Tierra.
De esa forma, nada les faltará porque la humanidad en verdad le debe mucho al Universo como también a los Reinos de la Naturaleza que aún siguen sufriendo las consecuencias de estos tiempos.
Fue dicho que después de la última Sagrada Semana con el Señor, el ciclo cambiaría. He aquí este ciclo que ya llegó y que sus ojos internos necesitan ver y sus corazones necesitan sentirlo sin temor de saber lo que eso representa para la Creación.
Por eso, deben trabajar el despojamiento interior de inmediato, no queriendo nada para sí, sino todo para los demás, compartiendo lo que se tiene y experimentando el amor que los demás viven en su interior.
Y así, la gran corriente de la luz será transformada, la gran corriente de la luz será renovada, y sus pies caminarán libres del pasado y de los errores porque estarán al servicio de Cristo con plenitud y gozo.
Y, a pesar de lo que suceda en este mundo, no desistirán, sino que tomarán cada prueba como una confirmación de su confianza en Cristo, porque tampoco temerán a lo que ustedes consideran que podrían perder.
Todo lo que les fue dado debe retornar al Padre algún día y ese día está cerca, esa retribución está próxima, porque ahora son conscientes y no están dentro de la ignorancia mundial.
El Plan de Dios es una consciencia definitiva que muy pocos se animan a atravesar con determinación, pero ahora llegó el momento de que todos puedan cruzar ese portal hacia la vivencia total del Plan, haciéndolo parte de sus vidas y de su día a día y no dejándolo como algo secundario o momentáneo.
El Plan se cumplirá con la colaboración de todos y no me cansaré de repetirlo, queridos hijos, porque es necesario que sus otras células despierten y que puedan reconocer la Verdad que surge de Dios a través de Mi Inmaculado Corazón.
En nombre de Mi Amado Hijo vengo a reforzar Sus pedidos y Sus súplicas.
El planeta aún deberá sostenerse, aunque parezca que se va a hundir y que luego se perderá todo. Pero es esa fuerza del amor consolador y del compromiso de los hombres lo que hará que el planeta se pueda sostener por sí mismo, con esta humanidad indiferente que solo busca a Dios cuando lo necesita y que no cruza la puerta del arrepentimiento.
Los quiero, hijos, en la libertad del corazón y en la expresión del alma.
El tiempo final se aproxima y es hora de asumir sus compromisos para que Cristo pueda obrar en ustedes sin límites y sin obstáculos, para que Él pueda cumplir la promesa de Su Retorno a la humanidad y finalmente todo vuelva a comenzar como lo fue pensado en el principio, en el origen de esta raza.
Y en esa entrega absoluta participarán de la comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y, así, se renovarán.
Que Mis palabras los despierten, que Mis impulsos los lleven a caminar hacia ese objetivo de ser precursores de la segunda venida de Cristo, de verdad, llevándolos adelante en el tiempo que nos resta para que la mayoría de la humanidad se salve y reconozca su filiación con Dios y, así, el mal se acabe en los corazones y en el mundo y puedan reinar la paz, la hermandad y el bien que son parte del Proyecto de esta raza y de los Nuevos Cristos.
Yo les agradezco por escucharme abiertos de corazón, viviendo Mi mensaje y llevándolo a la práctica, ejercitándolo todos los días por medio del esfuerzo y de la dedicación, sin dejar que Mis palabras se disipen de sus consciencias, sino que, al contrario, ellas sean fuego y luz en sus espíritus.
Les doy la Paz en nombre de Mi Hijo y respondiendo a Su pedido.
Aún hay mucho por hacer y esperamos su respuesta como en otros tiempos lo han hecho, siempre dando un poco más de sí, sin temor a perder nada, sino a ser parte del Universo del Amor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más