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Y verán venir, como un Sol, al Poderoso Hijo de todos los universos, estrellas y planetas.
Y verán en Su Mano Derecha el Cetro de la Divina Justicia, que aplacará la furia de los injustos y la indignación de los sufridores.
En aquel día, verán a los doce coros angélicos, siendo guiados por el Santo Arcángel Miguel; y como un haz de Luz, verán mover a Su Divina Espada, de oeste a este y de norte a sur, marcando en el cielo la señal de la Venida Gloriosa de Cristo.
Todos se levantarán de sus lechos por lo que verán: el Hijo del Hombre erguir el estandarte de la victoria de los redimidos que han cumplido los Designios de Su Sagrado Corazón; y el Gran Soplo del Espíritu Santo soplará como una corriente mayor que mil vientos, moviendo la barca que flameará irradiando las virtudes alcanzadas por los autoconvocados.
En aquella hora, el Señor Dios, el Todopoderoso, contemplará la inmensidad del mundo y el vasto universo colmado de seres y de estrellas descenderá en Misericordia para restablecer los Mil Años de Paz.
Ningún alma o consciencia quedará atrás, porque el Prodigioso Hijo, con el esplendor de más de mil soles, brillará para derramar Su Soberana Paz.
En ese momento, todo sufrimiento, decadencia y perdición desaparecerá de la faz de la Tierra y lo que ha oprimido durante eras, desde los Adanes y las Evas, será aprisionado y vivirá su redención final; porque el gran ángel caído no soportará el Amor Infinito del Hijo de Dios, se postrará con su cabeza en el suelo con todos sus ejércitos caídos, se convertirá y abandonará el planeta, y los nuevos apóstoles gobernarán la Nueva Tierra.
Cristo posará Sus Pies sobre la tierra en donde Él derramó Su Preciosa Sangre, el Sagrado Cáliz saldrá a la superficie y la humanidad vivirá su última expansión de consciencia.
Los malos serán derrotados. Los prisioneros de sí mismos serán liberados y ya no existirán más angustia ni dolor.
Después que el planeta se haya purificado, los ángeles creadores descenderán y harán de todos los lagos de la Tierra los nuevos estanques de la humanidad.
Que así sea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les revela la verdad del corazón,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando se establece la alianza entre el Cielo y la Tierra, muchas cosas internas se ponen en juego. Esto es por el simple hecho de que se produce una liberación del caos para que esa alianza sea posible, y porque al mismo tiempo los servidores más próximos a Mí se ofrecen por entero en vida para generar la redención planetaria cueste lo que cueste.
Es así, que el sacrificio permanente y el servicio los vuelve fuertes e invencibles, no por sus fortalezas o habilidades. Esas consciencias sin percibirlo reciben una fuerza interior del Espíritu Santo para poder llevar adelante las diferentes fases de la Voluntad de Dios.
Es por eso, queridos hijos, que para que se pueda establecer una vez más la alianza que la Tierra perdió con el Cielo y con todo el universo, será necesario que los nuevos apóstoles se ofrezcan a vivir cosas imborrables, al punto de servir y hacer tareas nunca antes vividas. Pero sepan, Mis hijos, que aunque no parezca ni lo sientan, su Madre Celeste está por encima de toda esta misión, acompañándolos desde Su materno silencio y cuidando cada detalle.
Esa unión, que ha sido construida entre Mis hijos orantes, permitió de manera inexplicable que las deudas de las naciones fueran milagrosamente liberadas y aliviadas, con el fin de evitar perder más almas dentro de los abismos planetarios. Es así, que Yo los guío y no los dejo solos porque sé que en Mi Amor ustedes conseguirán servir a Dios, su Padre del Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los impulsa al servicio mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras la nueva primavera del Señor ingresa en la vida planetaria para anunciar nuevos asuntos, por otra parte, los enemigos que están cerrados a Mi Plan parecen temblar y percibir el daño que han causado a Mi obra mundial.
Es así que con el rosario entre Mis manos, rezo por todos los sacerdotes para que sean el ejemplo vivo de Cristo en la Tierra y no el ejemplo de un desorden espiritual y público.
Por eso, les pido a todos Mis queridos orantes que refuercen su fe y el carisma de vivir el amor por encima de todas las cosas.
Queridos hijos, Yo los invito a estar en Cristo para que Cristo pueda estar en ustedes y en toda la enferma humanidad.
Invito a todos los creyentes a vivir una única religión, la religión del amor y de la unidad, la cual se podrá espejar como verdad en los corazones puros y simples.
Los invito a buscar entre las religiones la esencia del amor y de la unidad, la que se manifiesta en la segunda persona de Dios: en Cristo.
Queridos hijos, no olviden que estamos en un tiempo final, en donde todo está en juego dentro y fuera de las almas.
Con valentía y mucha oración, sean lo que Mi Hijo espera que sean todos los días, embajadores de la paz y del bien, sin importarles lo que digan sus semejantes, porque quien atrae la paz y el bien es un apóstol de Mi Hijo en el fin de estos tiempos.
Anímense a unir lo que está separado entre las consciencias.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Responder a la convocatoria de Cristo significa unirse a Su Corazón y concretar Su Plan de Redención en la superficie de la Tierra.
Esa convocatoria, que Cristo realiza, abraza muchos propósitos, en los cuales la mayoría de las almas son invitadas a participar.
En este tiempo, en el que todo se define, los rebaños de Mi Hijo son llamados a pastar en nuevos campos, en donde sus consciencias y misiones se pueden realizar y expandir, así como lo pensó el Santo Creador.
Es así, queridos hijos, que aquellos que responden a la convocatoria de Cristo consiguen descubrir el propósito interior que vinieron a cumplir, por esta humanidad y por este planeta.
La convocatoria que hace Cristo, en este tiempo, abre las puertas a la Gracia y a la Misericordia; y las consciencias que lo siguen logran revertir todos sus errores y vivir una expiación extraordinaria que disuelve todos los vínculos anteriores con el mal.
Hoy, El Señor de la Misericordia golpea a la puerta de cada alma para llamar a Sus nuevos apóstoles, para que lo acompañen en esta misión preparatoria de Su esperado Retorno.
Es así, hijos Míos, que Cristo llega a la vida de cada discípulo con determinación para que la consciencia interior se active, vislumbre su misión principal y haga de ella la antorcha que iluminará sus caminos hasta el Reino de Dios.
Como su Madre, acompaño este momento, en el que los que despiertan a esta verdad descubren esencialmente que siempre estuvieron aquí para dar un gran paso, el paso hacia el Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando Cristo nos llama para vivir Su Camino, debemos responderle y seguirlo como sea, porque en Él tendremos la fuerza interior necesaria para trascender y superar todas las miserias.
Cristo llama a las ovejas para que se conviertan en Sus apóstoles y así retransmitan los impulsos que Él quiere derramar sobre toda la humanidad.
Cristo llama a las ovejas a la consagración para que lo vivifiquen y sientan todo el amor mayor e infinito que no se encuentra en el mundo ni en ninguna otra consciencia.
Cristo llama a Sus discípulos para que le ofrezcan sus espadas y para que, rendidos ante el Señor de la Misericordia, la vida se pueda redimir.
Cuando Cristo llama a las consciencias para que cambien sus vidas y experiencias, de la noche a la mañana, es porque esas consciencias que son llamadas reciben el impulso único de dar un gran y último paso por el Plan.
Cristo llama para develar de cada consciencia su verdadera y sagrada tarea.
Él llama para cada alma descubra el guerrero de la misericordia que existe en su ser.
Él llama a Sus apóstoles para que estén al servicio del Supremo Señor, del Padre Eterno. Por eso, pido a Mis hijos que no rechacen ese llamado, porque sería la diferencia entre ofrecer la vida por la evolución del planeta o escatimar los esfuerzos y perder la oportunidad.
Oro todos los días por las almas que despiertan para que ellas sientan confianza y estén seguras de dar el esperado paso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mi amada juventud
Queridos hijos Míos:
Es una alegría victoriosa para Mi Inmaculado Corazón que hoy ustedes se reúnan para dar los primeros pasos en la Campaña de la Juventud por la Paz.
Es en esta hora aguda del planeta que la juventud tendrá abiertas las puertas de los universos, para que Dios acoja en Su Corazón las oraciones de todos Sus hijos.
Es así, queridos hijos, que para el encuentro de hoy, vuestra Madre Celeste los estará inspirando espiritualmente, para que los nuevos apóstoles de Cristo comiencen a trabajar por la paz.
En este día en el que la Misericordia de Dios desciende a la humanidad, queridos hijos, abran vuestros corazones para recibir en vuestro mundo interior la semilla crística de la redención.
Fue en este mismo mes, queridos hijos, que Yo los llamé para que se consagraran a Mi materno Corazón, hoy los llamo también para formar los rebaños del apostolado, los que a través de la juventud proclamarán el próximo Retorno de Cristo.
En el encuentro de hoy, hijos Míos, ya podrán dejar fundadas las bases para el primer Festival de la Juventud por la Paz a realizarse aquí en Florianópolis durante el mes de julio.
Recuerden, hijos Míos, que el mes de julio es el mes de la juventud en todo el mundo, cuando ustedes se unirán al importante impulso de implorar la Misericordia de Dios para el planeta.
A través del primer Festival de la Juventud en el mes de julio, las bases del encuentro quedarán más claras para todos.
Este festival tendrá la misión de aliviar a la consciencia planetaria por medio de la oración, del arte y de la música.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Una y otra vez como Vuestra Madre y Guía los hago sumergir en el océano insondable de la Misericordia de Mi Hijo para que todas sus deudas y almas sean lavadas por la Gracia que brota de Su Corazón Infinito.
Todos los días los hago aproximarse a esa gran fuente de Gracias extraordinarias que ofrece Mi Amado Hijo, y así ellas también llegan a todos los corazones del mundo.
En este día la Misericordia de Mi Corazón los ha traído aquí, hasta esta ciudad de Florianópolis para que la juventud, los nuevos apóstoles, en algún plano de consciencia también sean tocados por la fuente de Gracia de Mi Hijo.
No es por casualidad, queridos hijos, que en esta próxima Maratón número 33, se conjugarán leyes y principios celestiales que fortalecerán y unificarán la misión que aquí cumplen los grupos de oración, los que están unidos a esta obra mariana y crística.
Será en este ciclo de última expiación, que la juventud del Brasil tendrá una misión importante a través de su colaboración con los planes de paz de Vuestra Madre Celeste, y Florianópolis será en este caso el epicentro para que esta misión de oración juvenil se comience a desarrollar en mayor grado.
Si el plan se realizara así, eso ayudará significativamente a la nación del Brasil; y desde allí partirá, de cada corazón orante y joven, la ayuda espiritual necesaria en estos tiempos.
En los jóvenes, queridos hijos, está esa semilla apostólica que Mi Hijo dejó guardada hace mucho tiempo, y esa semilla comenzará a brotar para que puedan expresar su verdadera misión.
En el Brasil se espera que la juventud cristiana y ecuménica sea uno de los próximos pilares de la obra corredentora de Vuestra Madre Celeste; para que eso sea posible debemos rezar y esperar las señales visibles que harán despertar esa sagrada tarea de la juventud en el Brasil.
Estoy acompañando de cerca este, Mi propósito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la esencia de la misión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El triunfo del corazón
Queridos hijos:
El triunfo del corazón se dará a través de la conversión.
El triunfo del corazón es la meta de los apóstoles de Cristo.
El triunfo del corazón es el desafío de todo peregrino que debe alcanzar el camino de la redención.
El triunfo del corazón es la propuesta para todo ser orante.
Por el triunfo del corazón, se establecerá la paz en el mundo. En este tiempo, queridos hijos, el triunfo del corazón es el planteo espiritual que las almas reciben para iniciar el camino de su rehabilitación interior.
Por eso, hijos amados, vuestra Madre Celeste trabaja todos los días para que vuestros corazones estén aún más abiertos a la Voluntad del Padre Celestial.
Queridos hijos, en esta hora definitiva vuestra conversión será posible a través del camino de la oración y de la paz.
Yo deseo desde el Universo que todos Mis hijos despierten al triunfo de sus corazones con determinación y fe.
Por eso, a pesar de los tiempos que enfrentan, vuestra Madre los guía de la mano por el camino que los hará encontrar con Cristo, y así vuestras almas encontrarán el triunfo del espíritu por haberse redimido.
En este día mediten sobre el triunfo del corazón, el que es posible también a través de la consciencia que ama y que nunca se separa de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en la esencia del amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La solicitud de los últimos tiempos
Queridos hijos:
En los tiempos que vendrán las exigencias de servicio y de oración por la humanidad serán mayores, exigencias que llevarán a redoblar los esfuerzos de todos los apóstoles de Cristo. Así, en ese constante ofrecerse a los otros, Vuestra Madre Celeste podrá ayudar a las almas que padecerán la propia purificación de estos tiempos de transición.
Con serenidad podrán abrazar todas las necesidades que se presenten; con la oración podrán resolver cosas que parecían imposibles.
En toda solicitud que surja siempre deberá estar presente Mi Hijo para que Su Bendito Corazón los guíe. Eso los ayudará a no tomar decisiones impulsivas sino a que realicen acciones bajo el espíritu del discernimiento y de la paz.
La solicitud del fin de los tiempos llevará a responder todas las necesidades y, aunque a ustedes, Mis hijos, eso les parezca imposible de poder cumplir, las llaves correctas abrirán las puertas correctas para las soluciones que se necesiten.
Solo deberán apelar continuamente a la sabiduría y sobre todo al amor superior, para que la energía del Padre Eterno les muestre el camino de salida.
Los tiempos que llegan a la humanidad están marcados por ritmos de vida y de demanda propios del caos que habita en el corazón de los que están lejos de Dios.
Queridos hijos, la fórmula vital para todos será la humildad, la paciencia y, sobre todo, la donación sin condiciones ni formas. A través de la donación encontrarán el camino que los llevará a vivir todo en nombre de la Misericordia de Mi Hijo.
Entre pocos se hará mucho para que así la mayoría, que no responde, también sea considerada parte del plan de salvación.
En fin, ustedes son llamados a imitar lo que Cristo hizo solo en la Cruz: dar todo por amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ampara,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en tiempos de purificación reine la paz. Que en tiempos de consagración predomine la trascendencia de todos sus seres, siempre con la ayuda del Amado Jesús; Él les mostrará el bendito camino para que sus vidas finalmente encuentren la unión interna con el Reino de Dios.
Queridos hijos, que todos los enfermos sean consolados a través del rayo de Mi cura maternal, que las profundas heridas de la consciencia se curen a través del amor bendito que les entrega Mi Corazón. Dichosos de aquellos que sufren por la humanidad y que ayudan a que el Plan se cumpla a pesar de los tiempos de adversidad.
Queridos hijos, estoy llamando a los nuevos apóstoles de Mi Hijo para que cumplan con la parte del Plan de salvación que el Señor necesita realizar. Así como fue con otras consciencias en el pasado, que santificaron sus vidas.
Todos los días, amorosamente vengo para mostrarles el camino de consagración a Dios, entrega profunda que será realizada en nombre de todas aquellas almas que, teniendo un compromiso con Cristo, se alejaron de su verdadero propósito.
Yo les muestro en esta hora el camino sagrado hacia el Propósito. Yo los llamo a ser cooperadores de este importante Plan de Redención que es guiado por Cristo, Vuestro Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los cura espiritualmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Yo soy la Madre de los perdidos. Soy el Espíritu incesante que busca a las almas que están sin Dios.
Queridos hijos, Yo soy la puerta para su conversión; ríndanse, así estarán en el camino correcto y serán guiados por el espíritu de la sabiduría y de la verdad.
Hijos, el tiempo se acorta y la humanidad entera no cree en ello, los pecados son vendidos y comprados como algo natural y superficial. Recapaciten, hijos Míos, están a tiempo.
Yo soy vuestra Madre que viene a ayudarlos y a llevarlos al cumplimiento del Propósito del amor.
Queridos hijos, no se separen, únanse cada día más. Que su búsqueda esté basada en el Amor de Dios, amor que todo lo resolverá y lo curará.
Hijos Míos, vengo a buscar lo bueno de cada uno, vengo a ayudarlos a tomar consciencia de lo que no hacen bien y de lo que ofende a Dios.
Queridos hijos, vengo a ayudarlos a madurar de corazón, deseo convertirlos en Cristos, en apóstoles del nuevo tiempo. Pero para que eso suceda, hijos Míos, su permiso será la puerta que se abrirá para que more Cristo, su Salvador.
Queridos hijos, sean portadores de Mi Paz y no difusores de la ira que ciega al corazón confiado.
Sean lo mejor que puedan ser; pero hijos, no se olviden de amar.
Yo vengo para enseñarles a caminar en la fe y en la esperanza de siempre poder ver y sentir a Mi Hijo en lo profundo del espíritu.
Justifiquen su consagración ante Dios, Mi Hijo espera que su transformación sea la prueba y la confirmación de este sagrado camino que escogieron vivir.
El tiempo nuevo los llama a una consciencia redimida por el Amor de Cristo. La hora indica el comienzo del apostolado interior.
Hijos, soy vuestra Madre y los amo; espero su respuesta inmediata, así Mis planes se realizarán en este mundo enfermo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les concede la paz del corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como la Madre Peregrina, voy por el mundo en búsqueda incesante de los corazones humildes en el Señor para así construir las nuevas bases de la Tierra Prometida.
En estos tiempos Yo los convoco para amar y perdonar porque así veré también vuestros corazones humildes en el Señor, siendo verdaderos apóstoles de Mi Hijo.
Cuando vuestra redención suceda, hijos amados, será el momento de dar el paso correcto a la conversión del alma y de toda la consciencia.
Todos los días los reúno en este, Mi cenáculo de amor, para que reciban los impulsos internos que los llevarán a la paz y al amor en Cristo.
Hoy visito vuestro Corazón Sagrado y lo renuevo a través de los dones del Santo Espíritu de Dios para que, decididos y simples, ayudemos a reconstruir esta herida humanidad.
Queridos hijos, todos los días los espero en oración. Mi Gracia es vuestra Gracia, Mi silencio será vuestro silencio cuando tan solamente se arriesguen a vivirlo en la fe y en la confianza de que algún día lo conseguirán.
Yo soy vuestra Madre y los guardo a todos en Mi Corazón Sacratísimo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
En este día de gloria, bendición y amor, se abre en el Cielo una gran flor de Luz; efecto de una consagración íntima de algunas almas a Mi Inmaculado y Puro Corazón.
La Madre de Dios ha tejido, con Sus Manos, el nuevo traje de consagración, para que los nuevos apóstoles de Mi Hijo entreguen sus vidas a la Voluntad de Dios.
De esa forma, hijos, hoy muchos serán testigos de una promesa que se cumplirá en este día sagrado, promesa que fue gestada, preparada y sembrada en las consciencias que Mi Amado Hijo convocó para el servicio espiritual y planetario por la humanidad y su pronta salvación.
Hoy, su Madre Celeste refleja la Luz blanca de Sus vestiduras simples, y con el velo de Luz, que protege Su Cabeza, se aproxima a Sus hijos predilectos para extenderles Sus Manos y confirmar el momento de la consagración ante el Creador.
Detrás de ellos, muchos se aproximarán, pues Mi Hijo, el Sacerdote del Amor, deseará todos los días residir en cada uno de ellos, para que la misión primordial, que va más allá de esta esfera terrestre, se pueda cumplir por encima de todo.
Para eso, la guía y la compañía de los ángeles celestes serán las verdaderas ayudas que, en cada nueva Comunión con el Rey Universal, crearán los espacios de Luz para que las almas moren cada vez más en el Corazón del Señor.
Día y noche, estarán saciados, porque la Fuente de Vida y de Redención nutrirá cada espacio de la consciencia para que la tarea más importante se pueda cumplir, la tarea de amar la misión confiada.
El Señor, Dios Todopoderoso, verá nacer en el sur un horizonte nuevo, colmado de los Atributos de la Madre Universal que se harán vida y vibración en las almas que busquen los Dones de Dios.
En este día, la Señora del Cielo, acompañará desde Su Reino, el Reino de Adonai, los pasos que darán los simples, pero buenos de corazón. Ellos recordarán que estarán cumpliendo, más allá de sí mismos, con la Venida Gloriosa del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los consagra, bajo la Luz del infinito,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Esposa Celestial
Como Madre de la Humanidad sigo caminando y cruzando los desiertos de este mundo, en búsqueda de las almas que se pierden y de las almas que claman por alivio y redención.
El llanto de los inocentes toca Mi Corazón, porque veo brotar de los buenos cristianos mutilados un acto de amor y de perdón por los semejantes. Pero el mundo cruel no percibe esto y el universo observa con atención todos los acontecimientos.
Vuestro amado Jesús, salva sin demora a las esencias de los seres que son exterminados y las eleva a lo más Alto del Cielo, para que reciban la Gracia de vivir eternamente en el Corazón de Dios.
Pero aún, hijos, Cristo llora sin consuelo y Su Sagrado Corazón, que está lleno de Piedad y de Misericordia, es despreciado y negado por los corazones crueles. ¡Ay de ellos si no recapacitan a tiempo!, porque la Justicia de Dios ya está actuando, pero Mi Corazón Inmaculado intercede para que al menos se establezca el Reino de Mi Paz, de la Paz del Creador.
Mientras hermanos lastiman a hermanos, la esperanza de los sometidos se ve comprometida al momento de la angustiante muerte, pero Mi Espíritu Inmaculado hace prodigios de amor y retira de la faz de la Tierra a las almas que son condenadas al purgatorio de este mundo.
No habrá mayor consolador que el amor que puedan entregarle a Cristo, Él ahora necesita de vuestra donación y sacrificio, para que Dios al menos vea que la humanidad es rescatable.
Hijos Míos, todavía recorreré los rincones de este mundo para salvar a los que podrían ser el resultado de un grave desastre planetario. El Señor Me ha permitido derramar Mis últimas Gracias; pero si en verdad no hubiera un gran arrepentimiento de corazón y una penitencia mayor de parte de las almas, el mundo entero deberá aprender a restaurar, con sus propios esfuerzos y trabajos pesados, todo lo que fue ignorantemente destruido.
Por eso hoy quiero que sepan que Mi Corazón será el refugio de los inocentes, de los desamparados y de los que son asesinados por las manos del enemigo.
Mientras Dios lo permita, Yo vendré a este mundo, que Me pertenece, y en el cual deseo despertar para Mi Hijo a los apóstoles del nuevo tiempo.
Dejo para cada uno de ustedes la aspiración profunda de siempre buscar el Reino de Dios, a pesar de todo lo que hoy sucede en esta humanidad; en vuestra interna unión Conmigo, permitirán hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón, que es totalmente vuestro desde el principio.
Hoy les recordaré una inspirada oración de un alma unida a Cristo, imprescindible para estos tiempos:
Es maravilloso Señor
Gracias Señor,
por mis brazos sanos
cuando hay tantos mutilados;
por mis ojos perfectos
cuando hay tantos sin luz;
por esta voz que canta
cuando hay tantas mudas;
por mis manos que trabajan
cuando hay tantas que mendigan.
Es maravilloso Señor,
sonreir, amar y soñar,
cuando tantos lloran, tantos odian
y tantos mueren antes de nacer.
Es maravilloso Señor
tener un lugar donde volver
cuando hay tantos que no
tienen un lugar adonde ir.
Es maravilloso Señor,
tener tan poco para pedir
y tanto para agradecer.
Amén
¡Gracias hijos del Cristo del Bien, por haber respondido a Mi importante llamado!
Los reúne, los bendice y los ama,
Vuestra Santísima Madre María, Rosa de la Paz
(1) Autor de la oración: Michel Quoist. Sacerdote católico del siglo XX
Querida alma Mía:
Yo Soy el Ave Luminosa dentro de tu corazón.
Yo Soy el Ave que vuela junto contigo cuando te elevas para ingresar en el Corazón de Dios.
Yo Soy la Madre que mece tu ser para darle paz, alivio, sosiego, cuando tu corazón está afligido, contrariado y cansado de tanto llorar y padecer.
Yo Soy el refugio para tu alma guerrera, tu alma persistente y fiel.
Yo Soy para ti la Luz que le das al mundo, la fortaleza de las grandes montañas que vive en tu consciencia y da fortaleza a otros hermanos.
Yo Soy el pan, el alimento maternal que te nutre y que luego alimenta a otros hijos.
Yo Soy ese espacio de total paz que guía tus pasos y el de los demás.
Yo Soy en ti y tú eres en Mí; madre, María, guía, consejera y guardiana de la paz y del camino del apóstol de Cristo.
Allí donde estás con el ojo de tu corazón, es Mi ojo el que observa y mira, que custodia la salvación de los Hijos de Dios.
Yo Soy en ti el espejo del cosmos, la Luz Redentora del Rey del Universo, que refleja el Corazón de Dios para los hombres.
Yo Soy el Corazón Inmaculado que late dentro de ti y que da cobijo al que tiene frío, alimenta al que siente sed de Dios y cura al que tiene enfermas el alma y la carne.
Yo Soy en ti la guardiana de la evolución, la que reina en tu corazón y te mantiene unida al Corazón de Cristo Jesús.
Yo Soy en ti el esplendor del universo, la fiel y eterna sierva del Padre, aquella que seguirá hasta el final para la Gloria de Dios.
Yo Soy en ti y tú eres en Mí, amada criatura de Dios.
Todo esto y mucho más Yo puedo ser en cada uno de ustedes, hijos Míos, que hoy en Mi presencia están.
Solo permitan que Mi Corazón viva en vuestros corazones; solo permitan que Mi verbo de amor hable a través de ustedes, para llevar paz y luz a este mundo que agoniza sin encontrar el camino a la redención.
Estoy aquí junto a ustedes; les extiendo Mis manos porque ya no hay mucho tiempo. Los estoy llamando por última vez, los estoy llamando hacia Mí para que abracen la salvación.
Y a aquellos que un día Me prometieron fidelidad y hoy caminan sus propios caminos, Yo les digo: arrepiéntanse, antes de que un ángel que no sirve a la luz pase cerca de sus seres y se lleve sus almas para siempre.
Graben en sus consciencias Mis palabras, reciban el amor que les traigo, que es el Amor de Mi Hijo, el Amor de Dios. Sírvanse de este Amor que les ofrezco para curar todas vuestras heridas, para colmar vuestros corazones de paz y para proteger vuestro caminar.
Yo les ofrezco Mi resguardo para vuestras familias, para que la reconciliación y la alegría reinen en vuestros hogares.
¿Qué más necesitan, Mis amados hijos?
Yo los amo, Yo los guardo en Mi Materno Corazón y los protejo de todo mal.
Hoy y siempre los bendigo y los cubro con Mi manto de paz.
Gracias por escuchar Mi voz en vuestros corazones y estar hoy Conmigo.
Vuestra Madre María, Luz y Amor para este mundo
Queridos hijos:
Yo vengo del Cielo como una Estrella de Confraternidad, de Luz y de Oración. Hoy vengo al mundo para que a través de un acto de arrepentimiento y de perdón, él sea depositario del Reino de Mi Paz.
He venido trayendo entre Mis sagradas manos los nudos que están amarrando vuestras vidas. Solo a través de vuestra fe y determinación de alcanzar la santidad en esta vida planetaria, es que Yo podré ayudarlos a desatar los nudos que los ahogan y que no los dejan respirar Mi aire celestial.
Por medio de Mi Gracia Maternal y por la divina autoridad que me ha dado Mi Hijo, vengo a desatar el nudo para liberar así a la humanidad; para que esto sea posible, vuestras oraciones y ofertas sinceras a Mi Inmaculado Corazón permitirán que se abran las puertas para la redención de los corazones.
Una y otra vez Yo he descendido en Gloria sobre esta bendita colina, la que se ha convertido en el punto de luz para esta región.
Pero Yo necesito de ustedes, necesito que vuestros corazones sean luceros de amor y de paz para el mundo; de esa forma ustedes podrán disolver los nudos que se guardan en vuestras pequeñas y simples consciencias.
Solo a través del poder del Santo Rosario, conseguirán vivir el camino de la purificación y de la santidad, vuestras almas deben convertirse en espejos vivos de la Voluntad de Dios; así por medio de Mi intercesión, vuestros pasos y huellas serán más luminosos, serán las huellas de los apóstoles de Mi Hijo.
Hoy desato especialmente el gran nudo de la incomprensión y del mal sentimiento; nudo que el enemigo pacientemente se ha dedicado a crear en las mentes de los que no dedican tiempo a la oración del corazón.
Ahora como almas maduras mediante Mi sagrada instrucción les llegó el momento, después de siete años de Gracias, de que mediten sobre los pasos que han dado junto Conmigo.
Por encima de todo lo que sufre y padece este mundo, Yo les traigo la Gracia de que ustedes puedan reconocer Mi Amor Maternal, el Amor de Dios, el Amor de Madre y Entendida de todos los problemas y conflictos espirituales que muchos hijos viven hoy.
Por eso, hijos amados, vean en vuestros horizontes la Luz Salvadora que los viene a socorrer y que pasa por aquí por última vez. Vean el esplendor del Divino Amor que los quiere liberar y purificar, para que sean verdaderos siervos humildes de Cristo.
Quien me suplique de corazón y de alma, de fe y de espíritu, Yo prometo ayudarlo a desatar los nudos a través de la siguiente oración carismática:
Oración Carismática a Nuestra Señora Desatadora de Nudos
Señora del Poder Celestial,
desata de nuestra consciencia
todos los nudos que nos oprimen
y cierran nuestros caminos.
¡Señora Desatadora de Nudos!,
corta y libera las amarras de la vida,
que Tu Luz de Sabiduría Divina
destierre y disipe los abismos de este mundo.
Que Tu manto celeste de protección y amparo,
nos guarde eternamente
bajo el poder de Tu Amor y de Tu Guía.
¡Sagrada Madre que desatas todos los nudos!,
que junto a Tus Ángeles y Arcángeles
nuestras vidas sean desamarradas
por la imposición de Tus sagradas manos.
Ora por nosotros,
todos los días que vendrán,
para que unidos a Tu Consciencia Maternal
veamos venir en Gloria el día de nuestra redención,
el día del Retorno de Cristo,
Nuestro Salvador.
Amén
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Paz y Bendición.
María, Señora Desatadora de Nudos
Queridos hijos:
Como Madre y Reina de este mundo suplico, a todos Mis hijos de los Estados Unidos y del mundo entero, para que ayuden a que Mis planes de Salvación, de Gracia y de Conversión previstos para el mes de octubre se puedan cumplir.
Para eso necesito primero de vuestras oraciones, para que en segundo lugar, por el don que Dios me ha dado, Yo pueda derramar Mis Gracias sobre esa nación.
Mi Espíritu Inmaculado desea, a través de vuestra oferta, aparecer y dar un mensaje de paz y de esperanza para todos Mis hijos de Norteamérica.
Amados Míos, Mi Plan de Paz para estos tiempos es importante e inmediato. Por medio de ustedes, los que responden a Mi llamado, he sido ayudada a cumplir los designios de Dios sobre la humanidad y el mundo en estos últimos tres años. Eso ha permitido evitar las consecuencias de las leyes universales en muchos corazones y, por vuestra ayuda, ha salvado a muchas almas pecadoras y perdidas.
Como nunca Yo lo he hecho rezo por ustedes para que, siendo Mis Apóstoles del Nuevo Tiempo, continúen obrando a través del corazón y de la donación inmediata.
Mi Corazón los reúne en el Nuevo Cielo que Yo abro para el mundo, donde todos se encuentran con la Misericordia de Mi Hijo y con Su Paz, para poder sobrevivir en estos tiempos.
Estados Unidos es la primera nación dentro de Mi Proyecto Corredentor para que pronto se consagre a Mi Inmaculado Corazón.
Por eso hoy vuestras velas encendidas representan, para Mí, vuestro sí al Plan de Salvación y de peregrinación; Plan que Mi Hijo me ha pedido cumplir con ustedes en América y el mundo.
África debe estar presente en vuestras oraciones; ese continente necesita recibir la Gracia que tanto espera hace tiempo. Por eso Yo debo retornar con Mi Hijo al corazón de África, para concluir la tarea que una vez los Sagrados Corazones comenzamos en Ruanda.
Para entender mejor lo que Yo les pido, los invito Mis queridos hijos, a acompañar y ayudar como soldados marianos en la misión encomendada a los videntes, en Norteamérica; de esa forma ustedes permitirán que Dios cumpla Su Humilde Voluntad por intermedio de Su Sierva Fiel.
Por todo lo que han hecho junto Conmigo, ¡Yo les agradezco!
Paz para todos.
María, Reina de las Américas
Hijos Míos:
Para Mi Inmaculado Corazón, no existen obstáculos que Me separen de Mis hijos. No existen barreras que sean suficientemente fuertes para impedir que Yo me acerque a sus corazones. Lo único que les pido es que Me llamen.
Si aún tienen dudas en sus corazones al respecto de Mi presencia, pidan con amor que Yo las disipe y así lo haré. Si, por algún motivo, sienten algo en sus corazones que los separa de Mi, por algún motivo, solo entréguenme esa dificultad, pues, es grandioso el Poder del Creador que todo lo cura y redime, todo restaura y reconcilia con Su Sacratísimo Corazón.
Hijos Amados, en este tiempo, coloco a disposición de sus almas las mayores Gracias celestiales y, la única cosa que les pido es que se dispongan a enfrentar las barreras que la misma mente coloca delante del corazón, porque a pesar de que no existe nada externo que Me impida aproximarme a sus pequeños corazones, solo ustedes pueden darme el permiso para actuar en sus vidas. Y aunque sea un pequeño sí, poco a poco, Me entregarán sus seres y verán cómo puedo cuidar de ellos y protegerlos bajo cualquier circunstancia; verán cómo dentro de mi manto, todas las necesidades verdaderas serán contempladas.
Hijos Míos, una Vida Celestial los espera, aun cuando estén sobre la Tierra; pero para que esta vida llegue al mundo, es necesario que no detengan sus pasos y que jamás piensen haber llegado a la meta que deberán alcanzar. Aún hay mucho para ser develado, mucho para vivir con el corazón humano y es necesario que haya corazones dispuestos a dar siempre un paso más en el camino de su consagración y entrega a Dios.
Hoy contemplo la necesidad del mundo y veo a muchos de Mis hijos que aguardan el despertar, muchos que están listos para abrir los ojos y el corazón, pero esperan el surgir de los que puedan mostrarles el camino.
Hijos Míos, no se detengan jamás, entréguenme todos los días sus pequeñas vidas y permítanse sumergirse aún más profundamente en el propio mundo interior. Existen quienes esperan que los que ya están en el camino den ese paso, para que así puedan salir de la oscuridad en la que viven.
Por eso los llamo día y noche, con urgencia, a la conversión permanente, a la entrega y al sacrificio, para que sean el ejemplo de los ignorantes y la luz en el camino de los que están en la oscuridad.
Mis amados, cuento con vuestros corazones para que sean los apóstoles del Nuevo Tiempo, aquellos que entregan sus vidas sin condiciones, sin tiempo ni espacio; aquellos que nada buscan para sí mismos y que su bagaje es la aspiración a cumplir los planes de Dios. Lleven en sus corazones Mi mensaje y la esperanza de que él toque a las almas hermanas.
Enciendan en el pecho la devoción y la alegría, para que los corazones fríos sientan el calor cuando estén delante de ustedes. Que la vida entera sea un permanente ejercicio espiritual de amor y caridad.
Vamos querida Argentina, elevad la bandera de la Paz y de la victoria de la Luz, y que la Misión que Yo les entregué sea la oportunidad de despertar a las almas que están por el mundo esperando recibir un llamado.
Enciendan los corazones y activen vuestros espíritus, clamen por Mi Presencia y sepan que quiero llegar a absolutamente todos Mis hijos.
No se preocupen con las críticas ni con los juicios, tampoco con las negaciones. Yo llegaré a cada corazón, en cuanto sepan de Mi presencia en el mundo colocaré en todos la semilla de una nueva vida.
Les agradezco por responder con alegría a Mi último llamado.
Vuestra madre, María, Reina de la Paz y de todos los corazones
Hoy lanzo a las estrellas de Mi Corona sobre la Tierra, para que el brillo celestial que cubre a la Reina del Mundo pueda despertar a los que aún duermen y a los que permanecen en la oscuridad de la consciencia, en la ignorancia.
Hijos Míos, cuando Mis estrellas cruzan el umbral existente entre el Cielo y la Tierra, un nuevo amanecer despunta en la vida de todos los seres. Cada una de Mis estrellas simboliza los atributos vivos de Mi Corazón y del Corazón de Mi Hijo Jesús.
Traigo, en Mi cabeza, una Corona de doce Estrellas para que, cada vez que Mis pies posen en la Tierra, los corazones del mundo puedan recibir esta señal luminosa que desciende a partir de los Cielos, este símbolo de redención que trae en sí los Dones del Santo Espíritu de Dios.
Un gran misterio está guardado en Mi Corona de Estrellas. Cada uno de los nuevos apóstoles de Cristo tendrá, en Mi Corona de Estrellas, la inspiración y la instrucción para su apostolado.
Contemplen con el corazón el brillo de Mis estrellas y permitan que este misterio de la Mujer Vestida de Sol ingrese en sus consciencias.
Mis amados, Dios derrama a través de estas estrellas el despertar de Su Santo Espíritu en las criaturas, vierte sobre el mundo las enseñanzas ocultas que viven en el Reino de los Cielos.
Las estrellas que forman Mi Corona son las llaves para el despertar de sus espíritus, son las llaves para abrir las puertas del corazón y para abrir las puertas del Cielo.
Aquellos hijos Míos que busquen al Creador, portando en su corazón una de Mis estrellas, serán reconocidos como hijos de Dios y de Su Sierva fiel. Aquel que asuma, de forma permanente, esta estrella celestial en su pecho será reconocido como hijo dilecto de la Mujer Vestida de Sol.
Si reciben en sus corazones este símbolo de amor, estarán protegidos de todo mal y, si confían con sinceridad en este misterio que deposito en sus corazones, los dragones que recorren el mundo no los encontrarán.
Perciban, hijos Míos, a las estrellas que descienden del Cielo hacia la Tierra, estrellas que provienen de Mi Corona bendita y que están aquí para sellar el compromiso de Mis hijos con Mi Corazón Inmaculado.
Sean como el niño de la profecía de Juan, el Apóstol; estén en Mis brazos, protegidos por el sol y por las estrellas de Mi Corona; de esa forma, ningún mal se aproximará a sus corazones.
Los Cielos cuentan con la fe en el corazón de los hombres, cuentan con la respuesta que cada uno puede darle al Señor, cuando escucha Mis Palabras.
Sean fieles a la voz del propio corazón cuando Mi Voz, plena del Espíritu Santo, hace eco en su interior. Sean simples y humildes para comprender, siempre a través del corazón, las Palabras que pronuncio.
Los misterios más ocultos que viven en Mi Reino son develados a través de la pureza del corazón y no de la astucia de la mente.
Mis amados, ya es hora de develar algunos misterios a sus seres. Aquellos, que abran el corazón para escucharlos, recibirán del Espíritu de Dios el discernimiento y la comprensión necesaria para percibir y vivir la Voluntad de Dios encerrada en estos misterios.
Aquellos que intenten, a través de la mente, oír Mis Palabras y encontrar Su veracidad, sufrirán la oscuridad de la ignorancia y no permitirán que el Espíritu de Dios resuene en sus corazones, recorra lo profundo de sus espíritus y arranque los velos de sus consciencias.
Hoy, reciban con amor Mi llamado. Reciban en sus corazones el misterio encerrado en Mi Corona de Estrellas. Busquen y pidan al Señor que estas estrellas estén presentes en sus corazones; porque si una de Mis estrellas encuentra espacio en el corazón de los hombres, el Espíritu Santo podrá descender sobre la Tierra e incendiar con Fuego Divino el corazón humano.
Les agradezco, Mis amados y pequeños hijos, por dejarse guiar por Mi Inmaculado Corazón.
María, Madre del Mundo y Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más