- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Queridos hijos:
Como en el Mensaje del sábado pasado, les dije claramente que no se cumplió Mi llamado maternal en Garabandal ni en La Salette; hoy, su Madre Celeste, como la Señora de Guadalupe y la Reina de la Paz, viene para extender Su Sagrado Manto sobre todos Sus hijos, para que la mayoría de Mis hijos estén protegidos de las adversidades de la guerra, de la persecución entre cristianos y de las catástrofes de la naturaleza.
Yo vengo, como la Madre del Mundo, para hacerles escuchar el grito de la Madre Tierra y de los Reinos Menores. Y como esto no es tomado en consideración, Mi llamado maternal se vuelve a repetir y a reforzar para que no se siga concretando, de forma tan temida, el Tercer Secreto de Fátima.
Hijos Míos, es necesario hacer algo. Como Madre Dolorosa, a los pies de la cruz del calvario del planeta, vengo a pedirles que ya no sean indiferentes ni insensibles.
Vengo, como su Madre Celestial, a abrirles los ojos de la consciencia para que puedan despertar a través del sentimiento verdadero del corazón.
Queridos hijos, hoy, el grito del planeta, de los volcanes, del clima, de toda la miseria y de la guerra de la humanidad, es también Mi grito, es Mi clamor, es Mi Voz de un ¡basta!
Ya no sean parte de un dolor y de un sufrimiento desgastado; sean parte de la Nueva Tierra, del surgimiento de la Nueva Humanidad, libre de tantos errores y penas.
Hoy, Yo estoy aquí con Mi Corazón marcado por las señales de Mis hijos y de un planeta sufrido.
Estoy aquí como la Portadora de la Paz para el mundo, como la Señora de la Esperanza.
Que la Tierra sea bendecida y sea consagrada a Dios, a través del sí de los apóstoles de Cristo.
A pesar de la actual crisis mundial, les vuelvo a decir que, al fin de todo, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Mientras en el mundo los elementos de la naturaleza demuestran la trágica realidad del fin de los tiempos, la Divinidad interviene en todas las situaciones posibles para que la Ley de la Justicia Divina no se concrete en el espacio material de este planeta.
Por eso, en emergencia y prontitud, la Jerarquía trabaja sin demora para intentar aliviar las diferentes realidades que, movidas por la actuación de silenciosas puertas inciertas, se unen al desequilibrado plano mental planetario, agravando el estado de la consciencia del planeta.
En este sentido, queridos hijos, la oración, en este momento, debe ser la prioridad de todos, porque mientras no estén bajo el espíritu de la oración, muchas más consciencias serán arrastradas por esas puertas inciertas hasta que las almas se pierdan completamente.
Es realmente necesario y urgente que Mis hijos puedan reconocer y percibir cómo está la situación del mundo para que, decididos y como apóstoles maduros, caminen por el mundo junto a la Jerarquía Espiritual para detener lo que, en este momento, se está convirtiendo en irreversible.
Estén atentos y no se distraigan, cada minuto de sus vidas deberán ofrecerlo en un estado de perpetua oración y elevación, para que también los legionarios de Cristo estén invisibles pero activos a través del servicio por la redención y la cura de esta humanidad.
Por ese motivo, no se sorprendan cuando la Jerarquía cambie el destino de su peregrinación. Cuando esto suceda, como lo fue hace pocos días, deberán darse cuanta por ustedes mismos que hay algo que no está bien en la región o en el país por donde la Jerarquía peregrina junto a ustedes.
Siempre, hijos Míos, de alguna forma, la Divinidad decidida y atenta hará todo lo posible, y lo que esté al alcance de cada realidad, para cumplir y concretar la asistencia espiritual e interna que cada espacio del planeta necesita.
Con este preámbulo, ahora nos prepararemos para la siguiente etapa, que es la más importante, ya que los Tres Sagrados Corazones intervendrán, una vez más, por Argentina y Sudamérica.
Desde ahora, les agradezco la estricta obediencia de todos, en este momento tan definitivo para el próximo destino de la nación argentina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Al igual que esta lluvia, que hoy cae sobre Mi bendecida Fátima, así hoy lloran los Ángeles de la Reina del Cielo por todos Mis flagelados, heridos y perseguidos hijos de Ucrania.
Para que ya no existan más guerras por intereses macabros, les pido que no dejen de rezar todos los días, porque aún lo peor está por venir.
Para que ese momento sea lo más suave posible, también vengo a decirles a ustedes que recuerden a todos los que viven en otros conflictos en el mundo, por más que la atención de las naciones esté puesta sobre la sufrida y temida realidad de Ucrania. Los que comunican y, más aún, los que trabajan impunemente, a través de esos medios, quitaron del escenario a los que también sufren, para que sus voces de dolor y de sufrimiento ya no fueran escuchadas.
Por eso, Mis hijos, en este próximo Encuentro Anual de los Hijos de María, a distancia, pero muy unidos a Mí, Yo los invito a consagrarse como los apóstoles orantes de Cristo, para que Su Ministerio Sacerdotal y Divino intervenga en esta dura realidad planetaria y, más aún, para que el resto de la humanidad no se olvide de los que ya fueron descartados y explotados, sin ningún valor y respeto por su dignidad como almas.
Mientras la instalada impunidad siga actuando ferozmente en el mundo, a través de desequilibrados tiranos, la humanidad podría estar ante muchas guerras en el mundo, y la sociedad movida por la indignación, es decir, Mis hijos serían impulsados a cometer acciones nunca antes vistas hasta los tiempos de hoy.
¿Ahora, entienden el llanto de los Ángeles del Señor?
Recen, ofrezcan verdaderos sacrificios, especialmente aquellos sacrificios hechos por amor y, así, la balanza será compensada y justificada.
Mientras tanto, promuevan la paz, el diálogo y la compasión. Ya no sean estigmas en la consciencia del planeta, sean hijos de la Misericordia de Cristo.
Les estoy agradecida, y ahora les pido hacer una nueva Novena a través de la oración transmitida el último sábado, 5 de marzo, la “Oración contra la impunidad mundial”.
Recen con convicción espiritual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, bajo la bendición espiritual de San Gabriel Arcángel, las almas despierten al Llamado de Dios para que cada ser de este planeta cumpla Su Divina Voluntad.
En este día, les transmito la "Novena Espiritual a San Gabriel Arcángel", para que sea rezada por los devotos corazones que, junto a la Madre Celeste, implorarán por el despertar de la humanidad a fin de que, por intercesión de San Gabriel Arcángel, las almas reciban en su interior la Llamada de Dios y las consciencias sean retiradas de la ilusión mundial, para que los nuevos apóstoles y misioneros de Cristo estén al servicio del momento del Retorno del Señor.
Que el Ángel de la Anunciación los impulse en el camino del cumplimiento de la Sagrada Voluntad de Dios.
Novena Espiritual a San Gabriel Arcángel
Cuenta de unión
¡Oh, San Gabriel Arcángel!
Fiel Mensajero de Dios,
que despierte en nosotros el Cristo interior.
Amén.
Primera decena
Por la dulce voz de San Gabriel Arcángel,
que pudo escuchar la Virgen María,
Señor, que podamos también escuchar
el Llamado de Dios.
Amén.
Segunda decena
Por la Anunciación dictada por San Gabriel Arcángel,
que podamos encarnar en nosotros
el Llamado de Dios.
Amén.
Tercera decena
Por la solemne Presencia de San Gabriel Arcángel,
que las almas despierten
al Llamado de Dios.
Amén.
Cuarta decena
Por la Luz y el Poder pronunciados por San Gabriel Arcángel
a la Santísima Virgen María,
que seamos bendecidos y protegidos
en nuestro camino espiritual.
Amén.
Quinta decena
Por el Mensaje de Paz y de Gracia,
anunciado por San Gabriel Arcángel,
que estemos abiertos a escuchar y a reconocer
la Voluntad de Dios.
Amén.
Oración final
(tres veces)
¡Oh, San Gabriel Arcángel!
Que podamos ser los nuevos apóstoles de Cristo,
para que a través del ejemplo y del servicio abnegado,
anunciemos la Venida de nuestro Redentor.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Que el poder transformador del Santo Cáliz los transubstancie por dentro y por fuera.
Que la unión con el Santo Cáliz los eleve como almas, pero también como consciencias.
Que la alianza con el Santo Cáliz los santifique y que expanda sus consciencias en el Amor bondadoso de Cristo.
Que la Adoración al Santo Cáliz les revele los misterios del Amor.
Que los secretos sagrados de la Última Cena sean develados y que el espíritu insondable del sacerdocio crístico los impulse para alcanzar la sagrada transformación.
Que se reúnan en torno al Altar los últimos apóstoles y que, uniendo sus espadas de fe como una sola, se establezca la sagrada e inquebrantable hermandad. Así, que se encienda en el discípulo el fuego del Propósito Divino, y que este se cumpla milagrosamente en estos tiempos.
Sin escudos ni armas, los Templarios de hoy renacen para llevar sobre su pecho el sagrado emblema de la Estrella de la Paz.
Que se levanten los que están caídos.
Que se consagren los que se autoconvocaron, porque ha llegado el tiempo de la gran misión por la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Aprendiendo a cargar con su propia cruz de estos tiempos, los invito, en nombre de Mi Hijo, a acompañarlo con la memoria de Su dolorosa Pasión, para que la Sangre derramada por Cristo vuelva a tener el valor y la veneración que merece de parte de todos Mis hijos en el mundo.
Así, los ángeles del Señor traerán, entre sus serviciales manos, los cálices sagrados de la reparación para que su Luz sea derramada sobre la consciencia espiritual de este mundo, a fin de que el sufrimiento sea aliviado y disipado de los corazones que padecen las consecuencias de estos tiempos.
Yo los invito a perseverar en la fe y en la confianza. Los invito a ingresar conscientemente en las filas de los últimos apóstoles de Cristo, los que se dispondrán a servirlo incondicionalmente y prepararán Su Retorno en las almas que aguardan Su llegada.
Queridos hijos, sean testigos de este momento y no lo desaprovechen. El mundo está en su transición final y el amor deberá triunfar en ustedes y en cada rincón de esta sufrida humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este es el tiempo en el que sus vidas deben ser el ejemplo de una transformación concretada. Es el tiempo de ser el mismo Mensaje de Mi Hijo. Es el tiempo de expresar lo que Mi Hijo tanto espera.
Mientras eso no suceda, Él no podrá retornar. Él necesita que los pilares de Sus divinos Dones estén afirmados en su interior.
En simples palabras, queridos hijos, Mi Hijo necesita que ya sean otras personas y que sus almas, y no sus personalidades, puedan gobernar.
Como Madre, rezo por cada uno de ustedes para que, cada día que pasa, consigan salir de ustedes mismos y se coloquen en el lugar que Mi Hijo les indicó desde el comienzo de su caminata de fe.
Mis hijos, es hora de que abracen con amor la dolorosa situación planetaria, que puedan ser fieles trabajadores de la paz y que protejan, de sí mismos y de los demás, la Palabra de la Jerarquía.
De esa forma, Mis queridos hijos, serán apóstoles del fin de los tiempos, reflejarán todo lo que Mi Hijo espera desde el comienzo de sus caminos de transformación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día de Misericordia, sus oraciones resuenan en Mi Corazón Inmaculado y el Sagrado Corazón de Jesús está atento a la voz de sus súplicas, porque en este crucial momento planetario las almas necesitan de liberación y de perdón.
Que la Divina e Insondable Misericordia del Redentor los ayude, en este momento, a permanecer en la paz, en una paz tan necesaria y urgente para los mundos internos.
Queridos hijos, Yo les traigo en este día la Buena Nueva, la alegría que deben sentir por estar al lado de Mi Hijo, ayudándolo a aliviar la pesada cruz de la humanidad.
Que el propósito de orar para que la Misericordia descienda, continúe sucediendo, porque mientras haya uno o más de uno en súplica, y de corazón, Mi Hijo podrá socorrerlos y les cerrará las puertas del infierno y de la perdición para todas las almas que caminan en dirección a los abismos del planeta.
Que ustedes, como apóstoles de la Misericordia, sean conscientes y agradecidos por participar en los Comandos internos de Cristo, ya que la necesidad de estos tiempos llevará a la humanidad a vivir una definición, antes de que Mi Hijo retorne al mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
La Luz espiritual de la Iglesia Celestial es lo primero que desciende sobre la órbita de la Tierra, y el universo material siente el movimiento de la potentísima energía divina.
La Luz espiritual de la Iglesia Celestial penetra en los espacios intermedios de la consciencia del planeta y esto repercute en la consciencia humana, la que comienza a sentir el tiempo de la definición.
La Luz espiritual de la Iglesia Celestial llega hasta los espacios de sufrimiento más difíciles. Las almas agonizantes respiran el alivio que tanto buscan, la paz llega a cada una de ellas.
La Luz espiritual de la Iglesia Celestial transmuta las corrientes contrarias, las que se oponen al bien y al amor.
La Luz espiritual de la Iglesia Celestial impacta en los aspectos humanos para que estos se rindan y se sublimen.
La Luz espiritual de la Iglesia Celestial prepara el descenso divino del Rey del Universo.
Las puertas de la Casa de Dios comienzan a abrirse, los ángeles se congregan en alabanza y en adoración, para que las almas escuchen la llegada de la Iglesia del Señor.
La Luz espiritual de la Iglesia Celestial gesta en los mundos internos el Templo de la Devoción, el que esperará la llegada de los atributos y de los dones que instituirán los últimos apóstoles de Cristo sobre la superficie de la Tierra.
La Luz espiritual de la Iglesia Celestial impulsa el despertar de la consciencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En vísperas y a las puertas del próximo 8 de agosto, Yo los llamo a la preparación consciente, para que cada una de las Palabras de Mi Hijo sean carne en ustedes, y así Él pueda ver a Sus últimos apóstoles preparando internamente Su retorno a la humanidad.
Esa preparación consciente no solo es a través de la oración que brota del corazón, sino también a través del interés en las instrucciones que impartirá Mi Hijo, porque ya estamos en el ciclo final de la tarea de los Sagrados Corazones y las almas necesitan estar conscientes sobre la existencia del Plan de Dios. Así, habrá corazones que, con todo esfuerzo, llevarán adelante la tarea de la conscientización del Plan Divino, para que el Sagrado Propósito también se cumpla en el resto de la humanidad.
Este pasaje, de un ciclo hacia otro, colocará a la humanidad ante la oportunidad de escoger.
Recemos, hijos Míos, para que las elecciones o las decisiones de las almas estén acordes al Plan del Creador.
Este tiempo definirá la próxima etapa para todos.
El cambio se dará en los corazones que se abran a recibirlo, así los velos de la ceguera mundial serán retirados y todos podrán ver la realidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día, nos situamos en oración e introspección en las proximidades de la ciudad de Jerusalén, en preparación para acompañar a Nuestro Señor en el importante momento de Su entrada triunfal en Jerusalén.
Así como siervos despojados y apóstoles de Cristo, nos colocamos a los Pies del Maestro, para expresarle nuestro amor y apoyo incondicional ante la tarea espiritual y divina que será realizada durante la Semana Santa.
Con una actitud madura y adulta, nos comprometemos a seguir las huellas del Pastor para que, desde cerca, podamos acompañar la dolorosa Pasión del Señor y, unidos a Él espiritualmente, seamos llevados a encontrar el sentido espiritual y oculto de toda Su experiencia vivida en aquellos tiempos.
Mediante un acto de devoción, reconozcamos nuestra filiación con el Padre Eterno a través de la Presencia de Su Hijo y así afirmemos, dentro y fuera de nosotros, el cumplimiento de la Obra Redentora de Cristo en la Tierra, para que más almas y corazones sean retirados de la ilusión mundial y alcancen la gran consciencia del despertar.
Recemos para que el amado Señor lleve adelante Su Plan de Salvación y de Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con el corazón abierto prepárense para ingresar en la Semana Santa, a fin de que conscientemente revivan la dolorosa Pasión del Redentor.
Así, en este momento, sus vidas volverán a ser colmadas de los códigos de Luz alcanzados por Cristo en cada pasaje y en cada hecho de la Pasión.
Hijos Míos, los invito para que con un corazón abierto se sirvan de todo lo que Mi Hijo realizará durante los ocho días de la Semana Santa, en la que ustedes serán acompañados por Su Instrucción Celestial y serán colmados de Su insondable Misericordia.
De esa forma, ustedes, Mis queridos hijos, saldrán de esa Semana Santa más fortalecidos y, como parte de la humanidad, estarán preparados para vivir la última fase del fin de los tiempos, así como Mi Hijo vivió la última fase del Calvario, en silencio, entrega y dolor.
Yo los llamo a tomar consciencia de todo esto para que sus consciencias no estén distraídas y pierdan los divinos impulsos de Cristo.
Desde ahora, su Madre Celeste se prepara, junto a los nuevos apóstoles de Cristo, para ingresar en la Semana Santa y así revivir la dolorosa Pasión del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Como un sol que nace en el horizonte, hoy les traigo el resplandor de Mi Consciencia Universal para iluminar sus caminos y sus corazones.
Vengo bajo la autoridad maternal y divina que el Padre Celestial Me concedió desde el primer momento en el que Su Sierva le dijo “sí” al cumplimiento de Su Plan sobre la superficie de la Tierra.
Bajo toda la luz del Universo, hoy vengo a su amoroso encuentro para disipar y transmutar aquellas fuerzas del mal que aprisionan y condenan a las naciones y a sus pueblos.
Vengo para rendir honor y poder al Nombre de Dios en cada uno de Sus siervos y discípulos de Cristo. Bajo esa poderosa autoridad divina vengo a encontrarlos y hacerlos partícipes de la Verdad que brota del Corazón del Padre Eterno para cada uno de Mis hijos que dijeron “sí” a Su Voluntad.
Es así, queridos hijos, que los vengo a sostener y a consolar.
Vengo para animarlos a renovarse en Cristo, para que ustedes puedan presenciar en el semejante la existencia de Cristo, más allá de lo humano y de lo que es mortal.
Vengo para que le den valor a su mundo interior y a todo lo que ese mundo interno recibió de parte del Universo y de las experiencias de la vida.
Hijos, estos tiempos colocarán a cada hijo Mío frente a la verdad, a su propia y clara verdad interna y personal para que, antes del momento más culminante del Armagedón planetario, ustedes ya hayan resuelto, dentro de sí, todo aquello que los separa de Dios.
Por eso, los invitamos no solo a orar por las naciones sufridas del mundo, los llamamos para sostener un tiempo que nunca vivieron ni atravesaron.
Los estamos conduciendo hacia el camino del Amor y de la sólida Hermandad.
Por eso, todas sus noches oscuras pueden ser momentos de luz, en los que la llama de la fe y de la confianza, por más pequeña que parezca dentro de ustedes, los ayudará a cambiar y a trascender los difíciles momentos que enfrenta el ser humano.
Pero no se olviden, hijos, que Yo estoy aquí en silencio, esperándolos, aguardando que cada uno de ustedes Me llame y Me pida lo que necesite.
Pero sepan que ya dejaron de ser Mis niños, ahora son los nuevos apóstoles de Cristo, los que con esfuerzo y sinceridad asumen responsabilidades y situaciones mayores.
Anímense todos los días a morir para sí mismos, por más que duela, por más que parezca difícil. Mueran para sí mismos todos los días, así Mi Hijo estará en ustedes y ustedes estarán en Él, ayudando a cumplir Sus más profundas aspiraciones, ayudando a redimir a esta humanidad enferma a través de su redención personal y colectiva.
Sé que no es fácil mirarse a sí mismo, pero vean la Luz Divina que Dios concibió en ustedes y en esa Luz poderosa e inextinguible busquen la unión y la Paz de Dios.
Yo estoy a su lado, soy la Madre que los ampara y que los comprende.
¡Les agradezco por escuchar de corazón Mis palabras!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He aquí a la Señora de todos los pueblos y de todas las razas que viene a su encuentro con la potestad del Cetro de Dios en Sus manos, con el amor de las estrellas del cielo en Su Corazón.
He aquí a la Madre y Señora de todos los pueblos del Cielo y de la Tierra, Madre de los hombres, de los ángeles y del Hijo de Dios que viene a su encuentro, trayendo la paz en Su Corazón, derramando Gracias de Sus manos.
Mi Corona de Estrellas derrama Misericordia sobre el mundo. El Cetro de Dios, en Mis manos, detiene a la Justicia que desciende sobre las almas; porque, a pesar de la indiferencia y de la ignorancia de los hombres ante las cosas celestiales, el Amor de Dios por Sus hijos no tiene fin.
Hoy vengo, hijos, por un pueblo que debe recobrar su fe en Dios y su espiritualidad, arrancando de la consciencia las raíces del mal, de la separatividad, de la injusticia y del desamor.
Vengo a mostrarles las puertas de la Iglesia Celestial de su Padre Creador y el camino a través del cual llegarán a ella, independientemente de su cultura, raza o credo en esta Tierra.
Vengo a conducirlos a la conversión del corazón, de la consciencia y de la vida; no para mostrarles una nueva religión, sino para llevarlos a un nuevo patrón de vida, en el que sus corazones se unen a Dios a través de la transparencia, de la verdad y del amor y expresan esta unidad con sus hermanos a través del servicio, de la fraternidad y del amor al prójimo.
Vengo unir el Cielo y la Tierra, en un sacerdocio de perdón y de cura que Mi Hijo Me concedió en la Cruz.
Vengo a guiar a los apóstoles de los últimos tiempos y a los santos de los últimos días; despertándolos y congregándolos, dentro y fuera de la Iglesia, porque no es solo en las Iglesias de la Tierra en donde están los hijos de Dios y los compañeros de Cristo. Yo vengo a buscarlos en los cuatro puntos del mundo porque llegó la hora de despertar.
Mi Corazón prepara la llegada del Mesías al mundo y, así como una vez lo gesté en Mi Vientre y abrí las puertas para que Su Espíritu, Su Alma, Su Cuerpo y Su Divinidad estuvieran en la Tierra entre los suyos; hoy, hijos, vengo a preparar Su Retorno junto a ustedes. Vengo a anunciar la buena nueva de Su llegada al mundo y a preparar a los rebaños que acompañarán al Pastor en la institución de una Nueva Vida.
Él vendrá más brillante que mil soles, con el resplandor de Dios en Su Corazón. Su Faz se mostrará a todos con verdad y poder, más transparente que lo que Él se mostró a Sus apóstoles en Su Transfiguración. Su Presencia hará visible las miserias y las virtudes de los hombres y, con una simple mirada, derribará las estructuras de las falsas espiritualidades de la Tierra. Y los que no supieron amar comprenderán sus errores y se arrepentirán, pero para algunos ya será tarde.
Por eso, hijos Míos, el Redentor envía al mundo a Su Sierva, no para amedrentar a los corazones, sino para despertarlos, para mostrarles el camino de la Misericordia y de la Gracia de Dios.
Vengo para que sus corazones reconozcan los desvíos de sus vidas y se reconcilien con Dios, mientras hay tiempo.
Vengo para que haya amor en los corazones de los hombres y para que este mismo amor pueda curar las manchas y las heridas más profundas de la consciencia de las naciones.
Vengo a decirles y a mostrarles que, a través de la oración, curarán a sus corazones y a sus naciones de todos los errores del pasado.
Vengo para que se arrepientan, hijos, en nombre de la humanidad y que clamen a Dios, de corazón, por una Gracia mayor, porque ella ya está en Sus Manos, pronta para derramarse sobre el mundo, solo basta que le digan "sí".
Hoy reciban con amor Mis palabras y oren Conmigo por un bien mayor. Sientan Mi Presencia en sus corazones. Que Mi Amor les revele un hombre nuevo en su interior para que, a partir de hoy y para siempre, no sean los mismos, sino que estén perpetuamente unidos en amor a su Padre Celestial.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Su Madre María, Rosa de la Paz
La Revelación de Dios a los hombres
La Revelación de Dios a los hombres, hijos Míos, es eterna y comienza cuando el corazón humano va madurando y despertando, más que a la sabiduría, a la humildad.
La Revelación de Dios a los hombres sucede cuando el corazón es simple y reconoce la propia pequeñez, sin limitar la sabiduría y la existencia divina a su comprensión y a todo lo que ya fue revelado.
La Revelación de Dios a los hombres no se detiene, sino que, desde los Patriarcas hasta los días actuales, se profundiza y culmina solamente en la unidad plena del ser con Dios, en su retorno al origen.
El hombre en sí es la Revelación de Dios.
El verdadero autoconocimiento, que no es una ciencia humana, sino una ciencia espiritual y divina, es el que los conduce a la revelación del propio Dios.
Los seres humanos son, al mismo tiempo, las criaturas más próximas y más distantes de Dios.
La Presencia Divina en su interior y la unidad que guardan como potencial silencioso en su esencia, los hacen próximos a Dios.
Sin embargo, hijos Míos, la ignorancia y la indiferencia alejan a los hombres de sí mismos, de lo que verdaderamente son y, en consecuencia, los alejan de Dios y de la Verdad.
La Revelación de Dios a los hombres sucede con el despertar de la sed por la vida superior, con el descontento del espíritu con todo lo que la vida en la materia le ofrece, con el descontento del espíritu con su propia expresión de vida.
Cuando el espíritu se ve descontento consigo mismo y con el mundo, se mueve dentro de los seres para que ese descontento espiritual impulse a la consciencia a buscar la vida superior, a profundizar el despertar y el autoconocimiento que, en verdad, es el conocimiento de Dios en sí.
La Revelación de Dios a los hombres se profundiza a medida que la consciencia humana evoluciona y aquello que para los Patriarcas era un sentir inexplicable e incomprensible de Dios, solo una experiencia de Dios sin explicaciones, en este tiempo puede tornarse una revelación profunda y científica de la existencia humana y de la existencia de Dios.
El Padre Creador es simple y en Su Simplicidad guarda Sus misterios. Pero la mente humana coloca barrera tras barrera para conocer a Dios y pocos son los que profundizan en Su Presencia.
Este, hijos Míos, es el tiempo de la Revelación de Dios a los hombres porque está llegando un nuevo ciclo culminante para la consciencia humana.
Ha llegado el tiempo de renovar la historia.
Ha llegado el tiempo de los nuevos profetas, de los nuevos apóstoles, de la renovación de la santidad y de la fe en el corazón humano.
Porque, así como Dios despertó y levantó a los profetas y pueblos en la pura fe en el pasado para preparar el Nacimiento y la llegada de Su Hijo al mundo, también hoy, hijos Míos, levantará pueblos y naciones, corazones y espíritus para que preparen nuevamente la llegada de Cristo al mundo.
El retorno de su Señor será definitivo y marcará el fin de un tiempo, porque las últimas palabras de las Escrituras se cumplirán y el Evangelio que Él dejó en el mundo se renovará por las nuevas revelaciones que el Hijo del Hombre traerá a la Tierra.
Su Palabra será Vida y le revelará al mundo la verdad superior frente a la cual muchos estuvieron ciegos, a pesar de que ella siempre estuvo aquí.
Antes de la llegada de Cristo, así como en el pasado, la Revelación de Dios comenzará para los profetas del nuevo tiempo y el Evangelio Universal de Cristo se comenzará a escribir con la verdad que ya está emergiendo en el corazón de los hombres.
El Nuevo Testamento se está cumpliendo al mismo tiempo que la Revelación de Dios a los hombres se está profundizando, para que puedan escribir las Nuevas Escrituras, las Leyes que dictarán la nueva vida.
Abran sus corazones a la Revelación de Dios porque todo está siendo dicho para despertar y preparar a los corazones y a los espíritus de los hombres para este nuevo y definitivo ciclo.
Yo los amo y los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los que una vez despertaron a Dios
Mírate y con fe observa lo que ha sucedido en tu vida después de estos últimos y largos años.
Mira con amor y fervor todo lo que de a poco ha cambiado, cuántas cosas ya se disolvieron y cuánto hay aún por sublimar y entregar.
Reconoce que eres un milagro de Dios y que tu consciencia fue bendecida por el Padre Celestial.
Después de tantos esfuerzos, pruebas y desafíos, mira con gratitud dónde te encuentras hoy y quiénes te rodean. Ellos son tus amigos, tus compañeros y tus apóstoles, los apóstoles del camino.
No pierdas la esperanza y vislumbra con alegría las maravillas que el Señor ha hecho en tu vida.
Mira el pasado transformado y convertido, y contempla el presente consagrado a la Voluntad de Dios.
Todo en la vida tiene un porqué. Todo en la vida tiene un sentido y una meta. Todo lo que sucede tiene un motivo y es parte de un principio infinito y eterno.
Alégrate y vuelve a confirmarte en el camino del amor, de la constancia, de la perseverancia, de la fe.
El mundo necesita un alma valiosa como la tuya, que pueda ser receptáculo de todas las Gracias y aliento para los que más sufren.
Escucha, escucha de nuevo el llamado del Señor y deja que sea Él el que guíe tu vida hacia la próxima etapa.
Ha llegado la hora de que reconozcas la divinidad en ti, siendo un alma pobre, despojada y libre a los Pies del Redentor.
Recuerda, día y noche, cuántas cosas ha hecho el Señor de la Vida en tu vida. Penetra, finalmente, el Gran Misterio y sé parte de la Creación, estando en comunión interna con el Cielo y la Tierra.
Solo agradece, una y otra vez; agradece para que el espíritu de la gratitud reconstruya el planeta y, sobre todo, a la humanidad; que la gratitud te lleve a comprenderlo todo y a amarlo todo sin condiciones y sin expectativas.
Y ahora, después de tantos años de bendiciones y de instrucciones, celebra con el Cielo la victoria del Rey en tu pequeñísima vida.
Comparte con el mundo el sentimiento profundo del Amor de Jesús, para que hasta la más pequeña partícula de vida sea renovada. Celebra el Sacramento de la fe y de la esperanza.
Deja que el Santo Espíritu impulse tu vida hacia los nuevos cambios y que, por muchos años más, seas el ejemplo de una conversión alcanzada, de un milagro sucedido, de una obra realizada en lo más íntimo de tu corazón.
Todo es parte de la Gracia y del Amor de Dios.
Todo es parte de una Voluntad Suprema, inalterable e irrefutable.
Todo es parte de la Obra de la redención y de la paz.
Sigue siendo el ejemplo de la persistencia; sigue siendo el ejemplo de la fe y del servicio por la humanidad.
Que toda tu consciencia, alma y vida hoy sean bendecidas, a fin de que se cumpla lo que está escrito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que reine la paz en los corazones que oran.
Que esta paz se expanda más allá del mundo interior.
Que la paz alcance grandes regiones del planeta y que todo sea redimido.
Que todos los creyentes celebren la victoria del Redentor, porque este es el día del Júbilo de Dios, ya que Su Plan se ha cumplido a través de Su Amado Hijo.
Que hoy nadie dé un paso hacia atrás.
Que los valientes sigan caminando por el Sendero de Mi Hijo, para que algún día lo puedan encontrar cara a cara.
Que este día represente, para todos, el momento de Su Ascensión.
Que los apóstoles de Cristo ya puedan plasmar su compromiso con el Maestro y Señor, ya que la Tierra necesita seres redimidos, almas abnegadas que carguen con amor su propia cruz.
Que toda esencia hoy pueda ser colmada del espíritu de la Resurrección del Señor, porque ya es tiempo de que los caminantes en Cristo vivan y lleven adelante la preparación de Su esperado y segundo Retorno.
Que todos sean llamados a vivir la eterna Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sé valiente ante las pruebas y aprenderás, todos los días, a superarte a ti mismo.
Que esa valentía la impulse tu corazón a fin de que puedas proyectar en tu camino pasos mayores, los que nunca imaginaste dar.
Abraza la propuesta de la valentía como el medio de poder trascender los posibles obstáculos y haz de cada experiencia una victoria para el Reino Celestial.
Que tu transformación permanente muestre al mundo la constancia de querer estar cerca del Señor para vivir de Su Gozo y estar en Su Divina Presencia.
Asume entonces, el camino de la valentía para que aprendas a avanzar, sin retroceder ni un solo paso.
Deja hijo, que esa valentía promueva la llegada del Sagrado Espíritu de Dios para que más almas sean transformadas por el Fuego de Dios.
Que en la valentía encuentres el impulso para dar grandes saltos, decidido a trascender las barreras de la inercia planetaria.
Anímate a decir “sí” a cada nuevo desafío y no te sientas derrotado.
Mi Hijo aún espera por los apóstoles de la transformación, los que a través de los buenos ejemplos testimoniarán Su Santa Palabra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras algunas almas se juegan la vida y la evolución por este planeta, Mi Corazón viene para protegerlas y ampararlas dentro de este ciclo de Armagedón.
Todo lo que vivan en este momento será parte de la batalla, y al mismo tiempo, de la preparación interior para lo que ha de venir después a este mundo.
Mientras tanto, no permitan que sus aspiraciones de servir plenamente a Cristo se desvanezcan, no permitan que la aspiración de alcanzar la redención también se desvanezca.
Sigan remando junto Conmigo hasta que podamos encontrar buen puerto dentro de este naufragio espiritual que está enfrentando el planeta.
Continúen viviendo la purificación del corazón, la trascendencia de los sentimientos que forman parte de la degeneración humana de estos tiempos.
Suceda lo que suceda, nunca pierdan la gran capacidad de amar y de servir, porque les aseguro que algún día serán libres de las amarras y de las cadenas que desde hace siglos han dejado presas a muchas almas.
Estoy con ustedes, en la alegría así como en las pruebas. Soy maternalmente inseparable de los nuevos apóstoles de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la luz que Santiago Apóstol dejó grabada en estos caminos, le sirva a las almas que buscan hace tiempo el Camino del Señor.
Hacer el Camino de Santiago es aceptar el camino de la redención y del apostolado que Mi Hijo ofreció a todos Sus seguidores.
Vivir el Camino de Santiago es ofrecerse, como apóstol del Señor, para encontrar los caminos de la purificación, de la redención y de la rehabilitación.
Santiago Apóstol hizo este camino para llevar a las almas la palabra de la Buena Nueva y hacer de ese instante una oportunidad para que las almas se encontraran, en algún momento, con el Amor del Señor.
Seguir este camino es aceptar vivir la propia cruz y aprender, a través de las experiencias, a cargarla con valentía y determinación.
El Camino de Santiago abrió las puertas para la evangelización de Occidente y para la redención de esta parte del planeta.
Santiago Apóstol fue, espiritualmente, acompañado por la Madre de los Apóstoles, para que él pudiera cumplir con la misión que Mi Hijo le había encomendado a cada uno de los Suyos.
El Camino marcado por Santiago fue más tarde recorrido por los pies de la simple Madre, la Madre de Jesús, llevando entre Sus manos el gran símbolo del Grial, despertando así la vida del apostolado en todos.
El Camino de Santiago fue posteriormente el camino de María Santísima.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice, ahora y siempre en el amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más