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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Alabado sea Dios y bendito sea este lugar, por los siglos de los siglos. Amén.
Han llamado a la puerta de la mayor Reliquia de Mi Corazón, un tesoro espiritual e inextinguible para toda la humanidad y el planeta, concebido a través de la vida de Jesús en la Tierra para todo el universo y la Creación. Muchos lugares del universo aprenden con él.
Este es Mi Retiro Espiritual de Galileum, el llamado que hace eco en el corazón humano para que despierte, la revelación que se presenta en la vida de las almas, el misterio que se devela al espíritu.
Este es el Gran Centro de Cristo en la Tierra, del que sus almas comulgan y participan hoy, y la vida sublime del Espíritu Santo desciende a través de este impulso que les trae Mi Retiro Espiritual.
En este momento, siéntanse unidos a todos los Maestros, a todas las Jerarquías y Consciencias de este universo que, por un breve lapso en el tiempo y el espacio, participan de esta comunión espiritual con Galileum.
Y así, su Fuente más profunda se abre, a través del Sagrado Mar de Galilea, y los Sacerdotes se reúnen con el Sacerdote Mayor, aquellos Sacerdotes de otrora, del antiguo pueblo de Israel y de la sagrada comunidad esenia, que trajeron al mundo en aquellos tiempos la concreción de la Voluntad de Dios a través de los Linajes, de la expresión de la vida crística en las almas y en los corazones.
Estos Sacerdotes de Israel hoy están aquí, Conmigo, abriendo las puertas del Templo Sagrado de Galileum; para que las almas reciban los impulsos que necesitan en este tiempo, impulsos que las llevarán a una redención victoriosa y culminante, al encuentro del Amor Mayor a través del Sagrado Corazón de Jesús.
Este es el Espacio Sagrado de Cristo que, como un Sagrado Relicario, hoy se expone al mundo entero, especialmente a las almas que tienen fe en Cristo, que aman el misterio, que se adentran en lo desconocido sin comprenderlo; y que reciben, de este Sagrado Lugar Espiritual de Cristo, todos los Rayos que hoy emana Galileum para poder transfigurar la faz de la Tierra, a través del clamor y de la súplica de los Sacerdotes de Israel que forman parte del Gran Consejo Crístico del planeta, expresado en Medio Oriente.
Ha llegado el tiempo, compañeros, de que las vendas caigan de los ojos para que todos puedan ver la verdad, la verdadera tarea que su Maestro y Señor realizó a través de Israel, así como todos los que participaron a través de los tiempos para que eso fuera posible, desde Abraham, Moisés y los profetas, todos fueron participantes del gran preámbulo del Nacimiento de Cristo, así como muchos en los planos internos fueron participantes de la propia Resurrección de Jesús.
Galileum le trae al mundo el principio y el atributo de la Resurrección, tornando lo que es corrupto en incorrupto, tornando lo que es impune en puro, dentro de cada corazón humano, por la única razón de que, cuando las almas se unen a Galileum, atraen del universo las corrientes que él canaliza al planeta, regidas por la Ley Mayor del Amor-Sabiduría.
Galileum no es solamente un Espacio Sagrado de historia y de hechos, es un Gran Espejo de Dios que, a través del Sagrado Mar de Galilea, recibe los impulsos de la Fuente, reflejados como un llamado interior en las almas, en aquellos que se deciden a seguir a Cristo.
Hoy, les ofrezco este Sagrado Retiro Espiritual como una síntesis de todos los impulsos que han vivido Conmigo a través de los tiempos, a pesar de los desiertos, a pesar de las pruebas, a pesar de los desafíos o de las tribulaciones, a pesar de lo que aparentemente parece incierto o que no tiene solución.
Hoy, han llegado a las puertas de Galileum para recibir del Maestro y Señor, a través de la presencia de Sus Sacerdotes, de los Sacerdotes de otrora, el Legado Mayor del Amor y del triunfo del Redentor.
Recuerden que este sagrado mantra de Galileum es inmaculado. Así, debe ser contemplado y adorado, porque están llamando a los Nombres de Dios, a la Sagrada Presencia de Adonai que los concibió y que los expresó desde el origen, desde el surgimiento de sus moléculas crísticas, de Sus grandes estanques del universo, a donde sus espíritus deberán retornar algún día.
Con esto, quiero decirles, ante la solemnidad del Creador, que Galileum es ese Espacio Sagrado, en donde cada uno de ustedes podrá encontrar la respuesta a ese llamado, podrá encontrar el sentido y la razón de responderle a Dios, podrán encontrar la respuesta de vivir el Divino Propósito.
Hoy, su Maestro y Señor está rodeado por los Sacerdotes de Israel, antiguos maestros esenios de Qumran, que están aquí para contemplar y registrar este momento en los Libros de la Luz.
Ellos oran por la realización del Proyecto de Dios, por la expresión de la vida crística en la Tierra, por el despertar de los Nuevos Cristos, por el cumplimiento de la misión de cada ser y, sobre todo, para que los corazones escuchen el llamado de Galileum, sagrada melodía vibratoria del cosmos traída durante el Nacimiento de Cristo, y elevada a través de Su Resurrección y del gran momento de la Ascensión del Señor.
En este pasaje, que hoy les traigo, podrán comprender, más allá del misterio, la importancia del Retiro Espiritual de Galileum que es el corazón del Corazón de Cristo; eterno templo que guarda las Reliquias de la Pasión, las Reliquias de la predicación, las Reliquias de la conversión y de la redención de todos ustedes; así, como el legado de los patriarcas, de los profetas, y de las experiencias divinas que ha vivido el pueblo de Israel.
En Galileum está la llave que cada uno necesita para formar parte de la Nueva Raza y también en Galileum está el impulso interior de su llamado para que aprendan a atravesar el fin de los tiempos con valentía y coraje, para que reconozcan dentro de ustedes que no están solos y que la Gracia de Dios es amplia e infinita, mayor que todos los errores y pecados.
Están ante los Sacerdotes más antiguos del planeta que anunciaron la Venida del Mesías, que prepararon espiritualmente Su llegada y que hoy, con sus presencias, reconstruyen la vida sacerdotal del planeta, para que la comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo siempre se perpetúe a través de los tiempos y de las generaciones, aun en el tiempo del Apocalipsis.
Una vez más, permitiré que Mis Sagradas Reliquias del Arca de la Santa Alianza se expongan espiritualmente al mundo entero, para que las almas reciban la Gracia que necesitan en este momento.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a cantar nuevamente “Galileum”, hasta que el Señor lo indique.
Canción: “Galileum”.
Y antes de que el Maestro celebre con nosotros la Santa Eucaristía y se retire de este lugar, vamos a acompañar un momento especial que es la consagración de un sacerdote como padre.
Fray El-Shaadir puede venir aquí.
Haz tu oferta a Cristo internamente y nosotros oraremos internamente.
Puedes colocarte la alianza.
Padre El-Shaadir eres Mi pequeño don que trabaja incansablemente por Mi Plan, que le has dado frutos de Misericordia a Mi Corazón a través de tu paciencia e ímpetu.
Hoy, recibe la Gracia de ser padre de todas las almas, de llevarlas hasta el fin de los días hacia Mi Corazón y de darles la Gracia de conocer Mi Iglesia Espiritual que está en los Cielos, de sacramentar, de bendecir y de perdonar los pecados en Mi Nombre, así como de exorcizar los demonios de este mundo.
Que todos te acompañen en este momento, por la renovación de la vida sacerdotal en el planeta.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a prepararnos para el momento de la Comunión Eucarística que Cristo, junto con los Sacerdotes de Israel, hoy celebrará para nosotros de forma extraordinaria.
Y vamos a permitir, a través de este ejercicio espiritual que Él nos ofrecerá nuevamente, que la vida sacerdotal y religiosa en el mundo entero sea reparada y que todas las Gracias que hoy hemos recibido sean depositadas en toda la vida sacerdotal y religiosa del planeta, para que los apóstoles y seguidores de Cristo sigan representándolo en esta humanidad en obediencia, humildad y servicio.
Mientras nos preparamos, vamos a cantar una canción que Cristo nos ha pedido y que nos recuerda a cada uno de nosotros que Su Palabra es Agua Viva.
Celebremos.
Canción: “Tu Palabra es Agua Viva”.
Padre Eterno,
celebramos este momento por la vida sacerdotal del planeta
que une el Cielo y la Tierra, que une a las almas con Dios,
Nuestro Altísimo Señor.
Vuelvo a ofrecerte este misterio de Amor
que se expande en Misericordia y en Redención por las almas.
Acepta estos elementos que son ofrecidos en Tu Altar
y acepta la oferta de Tus compañeros;
para que todo, en este momento,
pueda ser renovado y redimido.
En la noche que iba a ser entregado, tomé el pan, lo elevé al Padre en agradecimiento por Su Eterna Presencia, y le pedí que lo convirtiera en Mi Glorioso Cuerpo, que después partí y se lo ofrecí a los Míos, diciéndoles: "Tomen y coman, este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para la remisión de los pecados".
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Reverenciamos el Cuerpo de Jesús.
Enseguida tomé el Cáliz con Mis Manos, ofreciendo Mi Sangre por la redención de todo el género humano, desde Adán y Eva hasta el fin de los tiempos.
Así, se lo ofrecí al Padre, pidiéndole que Él lo transubstanciara en Mi Preciosa Sangre, para que cada gota de Sangre que sería derramada fuera un impulso de redención y de renovación para todas las consciencias que, a través de los tiempos, tomaran contacto con Cristo.
Fue así que enseguida lo pasé a Mis apóstoles, diciéndoles: "Tomen y beban, este el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la nueva y eterna alianza entre las almas y Dios, la Sangre del Cordero que será derramada para el perdón de todas las faltas. Hagan esto en Mi Memoria hasta que su Redentor retorne al mundo".
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Reverenciamos la presencia de la Preciosa Sangre de Jesús.
Este es Mi Cuerpo y Mi Sangre. Felices los que se sirven de esta Cena, porque siempre serán renovados en espíritu y en esencia, por tan solo confiar en el Señor.
Unidos a los Sacerdotes de Israel y a todos los sacerdotes que llevan adelante el rebaño de Dios, vamos a cantar el Padre Nuestro en arameo, para que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo completen esta consagración eucarística, a través de la intervención divina de los ángeles.
Cantemos en alabanza y en júbilo.
Canción: “Padre Nuestro” en arameo.
Que la Paz de Mi Corazón descienda al planeta, en donde sea más necesario. Amén.
Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestro Señor, nos damos el saludo de la Paz.Vam
os a comulgar ahora entre los sacerdotes, pero antes de este momento de Comunión, vamos a anunciar la Comunión Espiritual para todos los que nos acompañan en las diferentes naciones del mundo, la Comunión con Cristo Redentor.
Vamos a acompañar con el cántico "Fuente Primordial".
Sol de Dios,
que alumbras la oscuridad de nuestras vidas,
Espíritu de Dios,
que liberas las faltas de nuestros seres;
¡ven Sagrado Cuerpo y Preciosa Sangre de Jesús!,
para que unidos a Ti, alcancemos la Eternidad y el Paraíso.
Amén.
Que la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo siempre los acompañe. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro, Te honramos, Señor.
Y ahora, vamos a prepararnos para el momento de los Sacramentos, para ese momento en el que la Fuente de la Gracia del Corazón de Jesús se abre para bendecir a las almas.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Después de mucho tiempo, vuelvo a sentarme debajo de la Higuera, para que las almas se aproximen a Mí y alcancen la elevación de la consciencia, la trascendencia del sufrimiento, para que las almas puedan volver a alcanzar la paz, la paz que falta en este momento, que distancia a las almas del Camino de Dios, que aleja a los corazones de la Verdad.
Vengan a Mí e ingresen a Mi Templo Interior, al Templo de Mi Corazón; así como muchos más están dentro del Templo de Mi Corazón para contemplar en este tiempo el Propósito Divino, la Llama Flameante de la Fuente que nunca se apaga y que ilumina a los mundos internos más allá de donde se encuentren, porque es una Llama Inmaterial, es una Llama Divina que también su Maestro y Señor contempla para poder seguir siempre la Voluntad de Dios.
Por eso, ingresen al Templo Interno de Mi Corazón, así como ingresan los demás Maestros de la Jerarquía. Y debajo de este simple Templo, debajo de esta Luz de la Higuera, reciban la sabiduría y el entendimiento para este tiempo, para que el mundo aprenda a tomar decisiones correctas, decisiones benéficas y fraternas, decisiones que eviten que las consciencias se aparten de la Ley y de la Verdad.
Por esa razón, hoy los He traído hacia este Sagrado Recinto, al Templo Interno de Mi Corazón, debajo de la Higuera de la Luz, para que vuelvan a sus orígenes, a sus raíces; para que recuerden los Principios y los Mandamientos de Dios que son el sostén de su vida espiritual e interna, porque estos Principios y Mandamientos siempre los acompañarán en su trayectoria universal.
Vean los frutos de esta Higuera de Luz, que se expande a través de sus ramas en conocimiento y entrega, que les recuerda a las almas en los mundos internos que más allá de lo material existe lo inmaterial.
Este Sagrado Templo Interno de Mi Corazón está presente en esta Comunidad, fundada bajo los principios por los cuales fue inspirada. Esta gran Comunidad de servicio y de hermandad ha despertado a otras células a través de los tiempos en el mundo entero, trayendo a muchos lugares del planeta beneficios internos inexplicables, Gracias desconocidas, oportunidades únicas para las almas, a través del fundamento de la Fe y de la Verdad.
Por eso, hoy traigo a todos sus mundos internos al Templo Interno de Mi Corazón para que, junto al Maestro entre los maestros, contemplen debajo de esta Higuera de Luz esa Llama del Divino Propósito que es eterna e inextinguible, porque es hacia allí donde deben dirigir sus miradas, es hacia allí donde deben dirigir sus consciencias, para que siempre estén protegidos por el Propósito Divino y, así, sus almas sean una prolongación de ese Propósito en la Tierra. Hacia donde vayan o por donde circulen, ese Propósito Divino tocará a las almas que lo necesiten.
Es así, que Yo los llamo a imitar a los Maestros, a todos los que están reunidos Conmigo en este mismo momento, preparando este próximo encuentro de la Maratón de la Divina Misericordia. Porque después de tantas Maratones de oración, les aseguro que esta no será una Maratón más, porque sus consciencias ya aprendieron a profundizar en el espíritu de la oración, en el amor inagotable al Verbo Divino, a la manifestación de la caridad y del bien.
Por eso, Yo les digo que no teman por aquellos que no comprenden esta Obra, porque muchos se quedarán en lo que es superficial y perderán la Gracia de profundizar en esta riqueza espiritual de Figueira, de la Higuera de la Luz, que fue fundada por la propia Jerarquía con amor, devoción y reverencia.
Por eso, guarden en sus memorias y en sus mentes esta imagen del Templo Interno de Mi Corazón, en este Cónclave de los Maestros, debajo de la Sagrada Higuera de la Luz.
Es así, que los invito a que sus corazones y consciencias renazcan, después de estos dos últimos años de oscuridad organizada. Yo los invito a buscar siempre la verdad interior, aquello que es desconocido y está latente dentro de ustedes, aquella chispa de Luz que proviene de la Fuente Suprema, que los ilumina y que los bendice para poder seguir adelante.
Por esa razón, hoy, su Maestro reenciende la Sagrada Higuera de la Luz, llevando a las consciencias hacia los orígenes y los principios de este Plan, pero también ofreciéndoles a las almas los frutos de la Higuera de la Luz, frutos manifestados a través del esfuerzo, del sacrificio y de la entrega, de la verdadera intención de manifestar el Propósito en la superficie de las Comunidades-Luz y de sus extensiones en este planeta.
Ese Propósito Flameante, que proviene de la Fuente de la Creación, es el que no debe morir en ustedes. En este tiempo crucial del planeta, ese Propósito no puede desaparecer, ni de la faz de la Tierra ni de los mundos internos.
Cuando estén exhaustos o cansados, sobrecargados o perturbados, recuerden el Templo Interno de Mi Corazón, abrazado por la Sagrada Higuera de la Luz, que expresa los frutos de la instrucción y del servicio, no solo por este planeta o por esta humanidad, sino también por todo el universo.
Desearía que muchos más pudieran apreciar esta Gracia, especialmente aquellos que fueron permeados por esta Gracia y que hoy no están aquí. Dios les ha dado a los más simples Sus más preciados tesoros internos, que no provienen del Universo Material, sino que surgen del profundo Universo Espiritual, en donde las almas se pueden alimentar de la Luz de Dios, de Su Amor y de Su Unidad.
Hoy, a través de Mi Presencia, su Maestro y Señor convoca y reúne a los mundos internos a los pies de la Higuera de la Luz, para que juntos invoquemos el poder de la Paz, de la Misericordia y de la Compasión que tanto necesita este planeta, que tanto necesitan esta humanidad y todas las naciones, implorando a Dios a través de esta unidad entre sus corazones y el Mío, entre sus corazones y el corazón de los Maestros, para que el verdadero y sublime Gobierno Espiritual se plasme en la superficie de la Tierra, para que los que dicen dirigir a las naciones ya no generen más sufrimiento, sino que sean responsables de la propia humanidad con entendimiento, sabiduría, verdad y transparencia.
Pero Yo les vuelvo a decir, Mis compañeros, que no busquen los resultados y las soluciones en lo que es material; la Verdad se encuentra dentro de cada uno de sus corazones. Allí, podrán ingresar al Templo Interno de Mi Corazón para poder encontrar una respuesta; porque recuerden que, en el fin de estos tiempos, la humanidad se debe elevar completamente para que, de una vez y para siempre, abandone la ilusión mundial, la injusticia, la impunidad, la esclavitud y hasta la soberbia.
Por eso, los invito, en estos días de oración, a que todos estén a los pies de la Sagrada Higuera de la Luz, para que no solo el Padre los bendiga a través de Su Fuente, sino también para que el Propósito, que está previsto que se cumpla y se realice, se concrete a través de la adhesión de todos los corazones y mundos internos.
Por eso, esta será una Maratón muy importante, porque de la ofrenda de los corazones dependerá que ese Propósito Flameante de Dios se pueda cumplir no solo en Brasil, sino también en toda la humanidad.
Por eso, a aquellos que aman los mundos internos, aquellas consciencias que están en sintonía con los Maestros de la Luz, los invitamos a estar unidos bajo el espíritu de la Misericordia y de la Compasión que tanto el mundo necesita, para que los Principios y los Mandamientos puedan ser vividos por todas las consciencias y, todas las consciencias, recuerden sus orígenes, la experiencia del Amor y del Perdón que todos deberán llevar en espíritu al Universo.
Que los Rayos de la Divina e Insondable Misericordia colmen y permeen este momento.
Que las almas se sientan abrazadas por el Amor de Dios para que, en los tiempos de oscuridad, las almas caminen por el sendero del Maestro hacia el encuentro de Su Templo Interno, en el Templo de la Higuera de la Luz.
Oremos.
Señor,
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio y
que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.
Les agradezco por estar aquí Conmigo, por estar enteros a Mis Pies, cerca del Templo Interno de Mi Corazón, a los pies de la Higuera de la Luz, para que el mundo se convierta y se redima, y la paz se alcance en toda la Tierra.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oremos:
Adonai,
Misericordia, Misericordia, Misericordia,
Redención, Redención, Redención,
para este planeta.
Amén.
(seis veces)
Aunque la oscuridad parezca aprisionar a la consciencia del planeta y a todas las almas posibles, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Aunque todas las guerras se desaten en el mundo y las almas emigren a diferentes naciones, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Aunque se avecinen los tres días de oscuridad y la confusión mental esté presente en la mayoría de Mis hijos, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Aunque, en las ciudades de diferentes lugares del mundo, muchas consciencias vean caminar a entidades, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Aunque la desesperación, la angustia y la ceguera espiritual estén presentes en la mayoría de Mis hijos, especialmente en aquellos que dirigen las naciones y someten a toda la sociedad; Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Aunque el sufrimiento parezca más grande que el amor, aunque el dolor sea más grande que la cura, aunque la mentira parezca más grande que la verdad y aunque la impunidad sea más fuerte que la fraternidad; Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Y aunque las almas de este mundo, es decir todas las personas, vean que suceden cosas horribles, que se abren muchas puertas inciertas y que se sigue sometiendo a las almas por la injusticia y la mentira de este mundo; Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Mi promesa sigue vigente y latente.
Yo vendré, después de Mi Hijo, para restablecer el Reino Espiritual y Celestial en el planeta. Por eso, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Esta es la hora de todos los Hijos de María. Esta es la hora de la confirmación de todos los apóstoles de Cristo.
¿Quién sostendrá, junto a la Madre Celeste, el estandarte de la Paz?
¿Quién no permitirá que su corazón se enfríe delante de esta indiferencia planetaria?
Este es el tiempo de la confirmación final de todos los Hijos de María, porque el tiempo de la preparación ya pasó. Ahora ya no son Mis niños, ahora son los servidores adultos en evolución.
Ahora, deben ser embajadores de la paz y ciudadanos de este universo, para que los Atributos Divinos desciendan a la Tierra y los millones de almas en el mundo, debido a las guerras y los conflictos, no se olviden de que Dios es Amor, Verdad y Justicia, y que nadie, ni ningún acontecimiento borrará de los corazones la esencia del Amor de Dios, aunque parezca que el sufrimiento, los conflictos y las migraciones borren en los corazones la Verdad, que es el propio Dios Vivo.
Por eso, Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
Este es el tiempo de que los Hijos de María sean verdaderas consciencias decididas a servir al Plan, que permitan que el espíritu superior de cada hijo Mío descienda y que, a través de su propio origen universal, se establezcan en la Tierra los Espíritus Guerreros de la oración, los Espejos de la oración, los Contemplativos de la oración, los Guardianes de la oración, los Vigilantes del Plan, los Curadores del Amor de Dios y los Gobernantes del Rey Universal.
Coloquen sus consciencias en la dirección correcta, no permitan que lo superficial y lo horizontal los envuelva. No permitan que las fuerzas contrarias a la Luz sigan sometiendo a todas las consciencias a través de la desinformación y de la mentira.
Coloquen sus consciencias en dirección vertical y vean, en lo alto de los montes de este mundo, la victoriosa y luminosa Cruz del Redentor, que ya no será la Cruz del sufrimiento, sino la Cruz de la Misericordia, de la Justicia y del Amor que se ofrece a ustedes, de tiempo en tiempo, para que a través de la victoria de la Cruz en sus vidas, sus consciencias se eleven a Dios y, en nombre de todos los que niegan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, establezcan en este mundo la Justicia Espiritual y la Compasión, lo que permitirá que los que se han condenado al fuego del infierno, hablo de los que dirigen las naciones y todos sus súbditos, tengan la oportunidad de que, a través de Mi Hijo, el Cristo Redentor y Resucitado, todos se puedan redimir, porque ese es el verdadero Amor, amar al enemigo y no destruirlo.
Aunque el enemigo destruya en lo material, mental o espiritual, los invito, Mis amados ejércitos orantes, los invito, Mis amados Hijos de María, a que en este tiempo sean verdaderos estrategas del Plan de Dios, que no luchen con armas, que no ofendan con palabras, que no atraigan a través del pensamiento lo que es negativo, sino que sean como Mi Hijo, el Cristo, que en lo alto del Monte Calvario redimió al mundo entero, hasta el último momento de Su expiración.
Por eso, Mis amados hijos, es hora de cambiar la frecuencia de este mundo y permitir que, a través de las columnas de la oración, del servicio, del diálogo, de la compasión y del entendimiento, se abran las Puertas de los Cielos para que las Gracias de la reparación, de la cura y de la redención desciendan sobre las almas más necesitadas en este tiempo y, así, se cierren los infiernos de la superficie de la Tierra, en donde grandes consciencias negativas trabajan en la involución de las consciencias y de las almas.
Pero en esta estrategia espiritual que Yo los invito a practicar por medio de la oración, de la adoración, de la Comunión y del servicio, no deben desafiar ni tampoco tentar al enemigo. La estrategia del silencio será su escudo. La estrategia de la oración será su espada que cortará los grilletes del mal y disolverá los infiernos, en donde muchas almas radican sin poder encontrar la Luz y el Amor.
¿Ahora, comprenden la estrategia de estos tiempos?
Porque el mal se disolverá por su propio mal. Recuerden que Mi Hijo es el Amor, Él es la Verdad y Él es su Vida, y que Su Amor es lo que le cierra las puertas al mal.
Decídanse, Hijos de María, no solo a ser los apóstoles del fin de los tiempos, no solo a ser consciencias disponibles, decididas y definidas, sino también ofrézcanse a Mi Hijo y a Mi Materno e Inmaculado Corazón como chispas de la Luz de Cristo, códigos de Su Amor Redentor, espejos de la Madre Celeste, que pueden brillar en la superficie de este planeta para que el caos sea vencido, extirpado y retirado de la consciencia humana.
Así como les dije ayer, no quiero venir con un Mensaje de advertencia o de miedo. A través del Universo Celestial, Yo les traigo la verdad y la realidad para que sus ojos ya no se confundan, para que su atención no sea desviada por el caos de este mundo y por la ilusión.
A través de las almas bondadosas y generosas, a través de las almas de sacrificio y de las víctimas del Amor de Cristo, es en donde, una vez más, triunfará el Amor, la Justicia y el Bien de Dios. Y esa será la gran y victoriosa justificación ante todos los pecados y errores del mundo, y mismo delante de todas las guerras, condenaciones, sacrilegios e indiferencias, porque las almas serán esa justificación ante Dios, las almas, los Hijos de María, que a partir de hoy decidan que sus vidas ya no les pertenecen, sino que sus vidas pertenecen a Dios, el Creador.
Así abrirán la puerta correcta para vivir Su Divina Voluntad. Crean que esto es así. Crean y sientan, en este momento, la misma situación interior y espiritual que su Madre Celeste, la Virgen María, vivió con el Arcángel Gabriel.
¿Acaso ustedes creen que Yo dudé del Llamado de Dios cuando recibí ese Llamado del Cielo?
Ustedes están ante el mismo momento interior. Están ante la gran oportunidad, en nombre de muchos hijos perdidos, de abrazar el Llamado de Dios, de amar la cruz, para que ella se vuelva más victoriosa y redentora.
Hoy, vengo de un lugar del universo, de un lugar de este sistema solar, en donde los Espejos Celestes vuelven a trabajar por la paz en el mundo, de una forma silenciosa e imperceptible.
Por eso, invito a todas las almas orantes, a todos los corazones espejo, a que, en este día, muy especial para Mí, en donde muchos Hijos de María tienen la oportunidad de renovar sus votos internos y de dar un paso definitivo y verdadero, a que los corazones orantes estén muy unidos a los Espejos Celestes de la Madre de Dios; porque ustedes saben que la humanidad lo necesita, necesita de esa paz que fue boicoteada, de esa esperanza que fue condicionada, de ese amor que fue oprimido y sepultado, de esa fraternidad que fue disuelta a través del mal, de la impiedad y de las guerras.
Son los Espejos Celestes de la Madre de Dios que hoy se reflejan en los corazones orantes, que elevan su verbo hasta los Tronos de Dios para suplicar por Misericordia y Redención.
Que se alegren los que han persistido hasta este momento del camino.
Que mediten los que no consiguieron seguir los Pasos de Cristo.
Que oren todos Mis hijos por aquellos que fueron desviados del propósito del Amor, por diversas situaciones y circunstancias.
Quiero que cada Hijo de María, hoy, delante de la cruda realidad del mundo, del dolor y del sufrimiento de las almas más inocentes e inofensivas, que Mis hijos, los Hijos de María, no solo se sientan envueltos por Mi Manto Celeste para que en sus corazones brille la Estrella de la Hermandad, sino que en nombre de aquellos que no pueden llegar hasta Mí, por el conflicto y las guerras, por la desesperación y la angustia, por la oscuridad y el absoluto vacío de los desiertos de la vida, quiero que Mis Hijos de María, en nombre de cada uno de ellos, coloque su cabeza sobre Mi pecho para que Yo los pueda abrazar con Mi Luz y con Mi Amor.
En este momento, sientan en el silencio del corazón el latir del Corazón de la Madre Divina, de un Corazón que los ama, de un Corazón que los acepta, de un Corazón que los abraza, de un Corazón que los baña con el Amor de Dios, de un Corazón que los ilumina en cada uno de sus pasos.
Sientan, por un momento, el Corazón de la Madre de Dios, un Corazón que sufre por el mundo cuando las almas se distancian de Dios, cuando las almas se alejan del Padre de la Divina Misericordia.
Ahora, abrácenme, colocando sus manos en Mi cintura, sobre el cinturón dorado de la Madre de Dios, y coloquen sus oídos sobre Mi pecho, el Centro de Luz Femenino de la Creación, que guarda y protege a todo el universo y la vida.
En esta alianza Conmigo, internamente, renueven sus votos con el Padre Creador.
Yo les agradezco por escucharme y también les agradezco por tener la valentía de persistir, para que el Retorno de Cristo sea una victoria en el mundo entero.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Oremos. Aún con nuestra cabeza sobre el pecho de la Madre de Dios, oremos junto a Ella en unidad y confianza, en fraternidad y amor.
Señor,
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza,
que la humanidad pueda expresar su arquetipo,
que la palabra sea viva y construya Tu Templo,
que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.
(tres veces)
¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El inicio de un nuevo ciclo llegó para cada ser de esta Tierra y, sobre todo, hijos, de esta Obra de Amor que el Creador está construyendo con Sus propias Manos, desde el origen de sus vidas.
Este ciclo que se inicia estará permeado no solo por el despertar o por la purificación, sino también por la madurez y por el crecimiento interior de sus seres.
Llegó el momento de consolidar el vínculo de sus corazones con Dios y, después de todo lo que recibieron en nombre de la humanidad, dar un nuevo paso en la entrega de sus vidas, un nuevo paso en dirección al propio interior, un nuevo paso en dirección al Infinito que se guarda en el propio corazón.
Ha llegado el ciclo de conocer el Perdón de Dios, por Su Amor y Su infinita Gracia, para que, de esa forma, sean verdaderos puentes entre los corazones de los hombres y su Creador.
Este es el ciclo de comenzar a construir lo que los caracteriza como raza y como hijos de Dios, que es la unión profunda con Él a través del conocimiento, no solo de Sus misterios, sino, sobre todo, de Su Amor.
Para eso, deben buscarlo constantemente, sentirlo y dejar que Su Presencia, aunque silenciosa, les hable al corazón, y que sea con el silencio, con Su Gracia o con Su Paz.
Este es el ciclo de experimentar a Dios en su interior. Y, así, hijos, finalmente poder comenzar a unir las dimensiones y atraer un nuevo tiempo para este mundo.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hijos Míos, hoy transmito este mensaje nuevamente desde el Gran Cañón del Colorado, pero esta vez desde su parte más profunda, a donde ustedes hoy llegaron no solo para encontrarse Conmigo, sino también con toda la Hermandad.
Mientras bajaban estas sagradas montañas, sus seres internos y los seres internos de sus hermanos fueron ingresando en la realidad y en la verdad de otros tiempos. Fueron cruzando umbrales, puertas y espacios en donde se guarda la historia de esta humanidad, la historia más evolutiva, más importante y destacada.
Es así que, en este día y bajo el abrazo de estas sagradas montañas, doy continuidad al mensaje que pronuncié en los últimos días, para que la consciencia de la humanidad no pierda el impulso de poder encontrar, en este tiempo de caos, el retorno hacia su origen y hacia la esencia de su propósito en esta humanidad.
Hoy estoy aquí con ustedes, pero también estoy con el mundo entero como la Madre del Mundo, la Madre de la Nueva Humanidad, la Madre que guarda en Su Corazón el conocimiento y la historia de esta civilización de la Tierra, que atravesó y pasó por muchas experiencias, aprendizajes y pruebas.
Pero lo que hoy les revelará Mi Corazón es lo más sagrado que alcanzaron las civilizaciones más antiguas del planeta, desde la Lemuria hasta la actualidad. Y todas esas civilizaciones, pueblos y culturas aprendieron a estar en comunión con el Universo y a conocer el Universo por medio del contacto. Algo que la humanidad siempre ha buscado, siempre ha intentado encontrar la puerta segura para atravesar ese umbral hacia la verdad y la existencia cósmica.
Hoy Mi Corazón maternal abre esa puerta, enciende los espacios sagrados del Gran Cañón del Colorado, para que las informaciones de las civilizaciones más antiguas de la humanidad salgan a la luz, despierten sus consciencias y vivan, así, el compromiso de dar continuidad a este sagrado proyecto genético que aún no ha finalizado y que está en el momento más culminante e importante de poder evolucionar y de representar, dentro de todo este Universo y macrocosmos, la victoria, la misma victoria que alcanzó Mi Hijo, el Cristo; y que la sigue alcanzando y la sigue viviendo por ustedes, por todos sus hermanos, por este pequeño pero bellísimo planeta que el Padre les entregó en confianza, para que ustedes y sus hermanos lo pudieran representar, no solo en la vida material evolutiva, sino también en la espiritualidad, en la esencia del contacto.
Es así que mientras les hablo, las puertas de los mundos internos del Gran Cañón se abren para que sus corazones y, sobre todo, sus almas puedan ser colmados por esos principios y atributos que las civilizaciones más antiguas del planeta alcanzaron y en los que cada una de ellas se destacó por algo muy importante. Y eso que es algo tan importante, hasta los días de hoy, ayuda espiritualmente a toda la humanidad; especialmente a Mis hijos más perdidos, más ignorantes, más distraídos de la realidad y de la verdad superior que están latente en el Universo y que forma parte de la realidad del Plan de Dios.
Por medio de este mensaje quiero que sus consciencias retomen el compromiso de realizar este proyecto genético, que va más allá de algo espiritual, religioso o interno; que llega hasta lo más profundo de sus esencias y consciencias, en donde se guarda también la historia de sus orígenes, de sus experiencias, de sus aprendizajes y vivencias en este sagrado Universo que los rodea y que los aguarda.
Hagan votos, hijos Míos, de poder realizar este proyecto que será finalizado por la Presencia de Mi Hijo, el Cristo, cuando en el momento más culminante de esta humanidad, que está próximo, Él llegue para recoger todos los tesoros, méritos, aprendizajes y experiencias que hayan podido vivir en esta encarnación y en esta actualidad.
Aunque el planeta y su humanidad estén convulsionando, aunque las naciones estén en una gran contrariedad y conflicto, a pesar de cualquier situación que se presente en la superficie de la Tierra, nada impedirá que ustedes puedan experimentar y vivir lo que Dios tanto desea y espera.
Por esa razón, Yo estoy aquí y soy enviada a este planeta como la Madre del Mundo, para que tengan consciencia también de la nueva tarea de su Madre Divina y Espiritual, la que hoy es una tarea más amplia y profunda que no solo abarca este Universo local, sino también otras galaxias, mundos, estrellas y soles que conforman también la existencia y la vivencia del Plan de Dios. Y con él todas sus Jerarquías, Consciencias que han trabajado en este proyecto humano y en otros, a lo largo de millones de años. Hoy la humanidad, después de 1988, tiene la oportunidad y la consciencia de saber todas estas cosas que hoy pronuncia Mi voz, que es la Voz del Padre que resuena en este valle y especialmente en los mundos internos que deben alcanzar la verdad y la consciencia de este tiempo definitivo.
Desde el interior de estas montañas, en el Gran Cañón del Colorado, su Madre Celeste se anuncia antes de tiempo y proclama esta información para todos los seres de la Tierra, independientemente de su creencia, de su religión o de su situación interna; porque en esencia todos son hijos de Dios y todos provienen de la misma Fuente, del mismo impulso, del mismo Origen que los creó y, a partir de allí, sus consciencias, como las sagradas consciencias de las civilizaciones anteriores de la Tierra, vienen de diferentes lugares del Universo para seguir aprendiendo a amar de verdad y a redimirse de corazón, sin miedo ni traumas.
Es así que, por medio de estas informaciones sagradas que emergen del Gran Cañón del Colorado, la humanidad tiene la oportunidad espiritual de volver a curarse, reconciliarse y redimirse, para que todas las estrellas caídas que hoy viven sobre la superficie de la Tierra puedan volver a encenderse, a reencontrar el camino, a reencontrar su existencia y sus orígenes. Así, todas esas estrellas podrán volver a brillar en este firmamento cósmico y de esa forma estarán dentro de la historia que aún sigue siendo escrita por la Mano del propio Padre Eterno.
Si hoy esto sucede aquí, en esta condición y situación interna y espiritual, es porque existen una razón y un propósito mayor que ustedes hoy desconocen, pero que sé que pueden sentir y comprender lo que esto significa, más allá de las formas y del momento.
Hoy Mi Corazón abre los espacios del Universo, fusiona y une las realidades que se encuentran dentro de este sagrado Cañón del Colorado, en el que la humanidad podrá tener la referencia y el lugar en donde poder encontrar, en el mayor silencio y en la más interna sintonía, lo que necesita para este ciclo de transición y para poder superar estos tiempos difíciles, en los que cada vez más la ilusión abraza a la consciencia humana y le hace perder el camino del Propósito.
Mediante estas palabras, Yo les traigo la Gracia de reencontrar el sentido y la razón de estar en este planeta y en esta humanidad, sabiendo que se debe cumplir lo que el Padre ha determinado y ha escrito desde los tiempos más remotos del Universo, desde antes de que existieran los diferentes Universos, las diferentes civilizaciones y todo lo que está creado.
Por eso, es tiempo de agradecer, agradecer de corazón por este impulso que el Padre ha decidido enviarles por medio de la Madre del Mundo.
Y es así, hijos Míos, que los velos de su consciencia seguirán cayendo para que puedan tener conocimiento de la realidad que está dentro de ustedes y que también está escrita en el Universo, realidad que debe vivir una síntesis y un fin para que todo pueda comenzar de nuevo.
Mientras les hablo, a través de Mis palabras y de Mi presencia, envío al mundo entero los atributos y principios más sagrados que alcanzaron las civilizaciones más antiguas de la Tierra, una historia que nunca se perderá, una historia que podrá continuar siendo escrita por cada uno de ustedes, para que el triunfo del amor y de la verdad se cumpla en este tiempo, y para que Mis hijos más perdidos, engañados y oscurecidos por Mi enemigo, tengan la misma Gracia que ustedes reciben hoy.
Así, el planeta y su consciencia espiritual se podrán regenerar. El alma de este planeta podrá volver a respirar y ser lo que vino a ser en este tiempo, desde el principio, cuando fue decidido que este sagrado planeta existiera.
Abracen este llamado, acepten esta convocatoria y den continuidad y respuesta a lo que les pido, porque no estarán cumpliendo Conmigo, sino con el Padre Eterno, que es quien Me envía para que todos los seres de la Tierra, finalmente, vean la verdad que está escrita en el Universo y que también se guarda en lugares más bellos de este planeta.
Envío para todos, Mi mensaje de paz y de consciencia. Que la Luz del Gran Cañón del Colorado brille en el corazón de todos los seres autoconvocados y servidores, para que se pueda seguir cumpliendo el Plan.
Los bendigo y les agradezco, permeándolos con la Luz de Mi Espíritu y de Mi Corazón, porque soy su Madre, la Madre del Mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hermanos y hermanas, a pedido de la Madre Divina, desde aquí, desde el corazón del Gran Cañón del Colorado, vamos a realizar por tres veces la oración del Advenimiento de la nueva Raza, para que podamos decretar y afirmar este compromiso interno con la Divinidad.
Oración del Advenimiento de la Nueva Raza
Señor,
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio y
que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.
Oro para que las almas alcancen la paz.
Oro para que las consciencias despierten a la realidad planetaria, a la verdad universal, y así transformen sus vidas según el Propósito Divino.
Oro para que los corazones aspiren a la unidad con el prójimo, con los Reinos de la Naturaleza, con la vida, con Dios.
Oro para que los buscadores reconozcan la verdad en todas las enseñanzas transmitidas por Dios a través de Sus Mensajeros, para que aquellos que buscan, sepan ver más allá de las palabras y encuentren en las entrelíneas la ciencia divina de la Creación.
Oro para que la vida sagrada ya no sea ocultada por las superficialidades humanas y, de la misma forma, para que la esencia de los seres no esté oculta por las creencias ilusorias que ellos tienen sobre sí mismos.
Oro por una nueva vida y una nueva raza, para que después que el aprendizaje humano se consolide, los seres tengan valor y esperanza para hacer emerger la nueva vida y dejar florecer en sí mismos el nuevo ser que, delante de Cristo, comenzará a despuntar.
Oro para que la humanidad no pierda el sentido de su existencia y la vida espiritual deje de ser una costumbre y una práctica, para ser una realidad y una experiencia de vida.
Oro, en fin, para que las Gracias de Dios no permanezcan en el Cielo, sino que sean vertidas sobre la Tierra.
Hoy Yo los llamo a que oren Conmigo y así intercedan por este mundo mientras hay tiempo. Oren Conmigo por la Paz.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Dar a luz a un nuevo hombre es permitir que sus almas expresen lo que verdaderamente son, dejando que la semejanza con Dios emerja de su interior y se revele al mundo, pero, sobre todo, a ustedes mismos.
Dar a luz al nuevo hombre es amar más las cosas del Cielo que las cosas de la Tierra y saber que la vida en este mundo es un corte en el tiempo y en el espacio y que, para estar aquí, dejaron en lo oculto de sus espíritus una historia y una realidad que revela el verdadero motivo del caos en la Tierra, de la dualidad y, sobre todo, de la gran necesidad de amor.
Contemplen esta vida como un momento de transición, como una escuela que los ayuda a dar un salto evolutivo, perdonando y curando errores desconocidos con la potencia del amor.
El hombre nuevo nace para renovar la genética de toda la vida a partir de una nueva raza generada en el amor y que expresa ese amor hasta aun en su respiración. Con ella, tanto la vida en el cosmos como en la Tierra jamás será la misma. Todo se renovará.
El hombre nuevo, dentro de ustedes, los invita a una batalla contra las tendencias retrógradas humanas, contra la condición de egoísmo y de desamor. Una batalla que es trabada en la consciencia, en la mente, en las emociones, en el corazón y hasta aun en sus células, para que ellas den espacio a un arquetipo nuevo de vida y comprendan que esta condición degenerada de la humanidad debe llegar a su fin.
El hombre nuevo, en su interior, trae consigo un nuevo tiempo y un nuevo sentido de la vida. Abracen esta transformación, con gratitud y sin resistencia, y verán que donde reina el amor, reina la paz, y allí no hay miedo ni angustia. No importa lo que suceda en este mundo, su fortaleza estará sustentada en los Cielos.
Si quieren abrir espacio a este hombre nuevo, amen plenamente. Si no saben amar, sirvan y ayuden al prójimo, así despertarán al amor.
Y, por encima de todo, más allá de amar y servir, oren, porque este es el diálogo con Dios, y solo el Padre los mantiene firmes en este tiempo.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Segundo Mensaje
Y hoy vengo mostrando Mis Llagas para el mundo, para cada una de las almas, como un ofrecimiento por las llagas que hoy tiene la Argentina, como nación espiritual y material.
Hoy vengo a ofrecer Mi Sangre como ese testimonio perfecto de amor por ustedes y por cada nación de este planeta, especialmente por las naciones que más sufren, que son sometidas y colonizadas por proyectos que no provienen de Dios, sino de los hombres.
Pero eso ya acabará. Nada durará por mucho tiempo.
He venido aquí, a la Argentina, para que todo eso comience a cambiar desde ahora.
He escogido a esta nación para que eso comience a suceder, así como Mi Padre lo ha pedido.
Por eso ofrezco Mis Llagas, no como un símbolo de sufrimiento, sino de victoria, derramando de cada una de ellas la Luz de Mi Espíritu por los que quieren ser bañados por Mi Gracia.
Vengo aquí para testimoniar que el Reino de Dios es posible, dentro y fuera de los seres y en la superficie del planeta, que a pesar del caos del fin de los tiempos y de la purificación inmediata, el Señor los invita a prevalecer en la paz, los invita a construir dentro de ustedes un camino que aún es desconocido.
Ese camino que Yo les ofrezco es hacia el Universo, en donde se encuentra la Hermandad y en donde se vive un propósito, de por vida, hasta poder cumplirlo.
Por eso, deben buscar dentro de ustedes, compañeros, la esencia de lo que en verdad son y de lo que han venido a cumplir en estos tiempos finales en donde se definirá el próximo Reino de Dios en la humanidad y en el planeta, en donde muchas cosas más sucederán, las cuales deberán vivir para aprender y experimentar los grados del amor y del perdón para alcanzar, al fin, la redención tan esperada.
Por eso, Yo los invito a ser consecuentes Conmigo, así como lo han sido en todos estos últimos días, en donde en cada detalle, en cada labor y servicio he visto su amor y su esfuerzo por Mí, a fin de que se cumpla la Obra de la Divina Misericordia en la humanidad y, especialmente, en la Argentina.
Como ayer les dije, aquí se encuentran almas muy valiosas que vinieron en este tiempo para experimentar el gran cambio de la consciencia, por medio de experiencias fuertes y de vivencias profundas que los intentan llevar a la comprensión de la reconciliación y de la fe, de la unidad y de la fraternidad en este amado pueblo.
Aquí está el preámbulo de una nueva raza, así como lo está en el Brasil y en otras partes de Sudamérica.
Todo lo que sucede en estos tiempos en la superficie de la Tierra forma parte del objetivo de Mi adversario, que es poder desequilibrar y desestabilizar a las humanidades, a los pueblos y a las naciones. Pero no ingresen en ese ámbito ni tampoco en esa energía de discordia y de disociación.
Aliméntense, día a día, a través del verbo de la oración y podrán alcanzar las esferas sublimes, y las esferas sublimes, como estrellas-guía, les indicarán el nuevo camino, el nuevo rumbo que deberán recorrer a través de sus vidas y experiencias.
No teman enfrentar el fin de los tiempos ni tampoco las purificaciones.
No teman ofrecerse para sufrir por Mí, porque lo que Yo les daré es lo que en verdad necesitan, más allá de lo que merecerían.
Confíen en Mi Corazón, porque allí se encuentra el Templo Sagrado para sus espíritus, para que sus almas vivan la comunión Conmigo, de tiempo en tiempo.
Por eso, hoy vuelvo nuevamente desde Andrómeda para emitir Mi proclamación de paz, para hacer de esa paz una realidad que muchos quisieran vivir y no lo consiguen. Pero si ustedes, compañeros, se deciden a ser Mis instrumentos y no los instrumentos del mundo, Yo podré seguir obrando a través de sus vidas y de sus consciencias.
Así, a pesar de lo que suceda o de lo que se presente en estos tiempos, construiré en ustedes una fortaleza inquebrantable que tendrá su base en la vida espiritual, dada por la fortaleza de la fe y de la confianza en el Único, Nuestro Padre Celestial.
Mi Padre Me envía, no solo para llamarlos al entendimiento y a la comprensión, sino también a la corrección necesaria que es vital para estos tiempos críticos; corrección que intentará llevarlos siempre por el camino del Propósito y de la Verdad para que no pierdan de objetivo lo que Dios necesita construir en la humanidad y en todos los pueblos.
A través de Mis Llagas Yo ilumino sus vidas.
A través de Mi Consciencia Yo ennoblezco sus espíritus. Porque son espíritus antiguos, originarios de otras estrellas y de otros universos; espíritus que se han congregado para cumplir un propósito en el nombre del Hijo de Dios. Un propósito que aún no se ha cumplido y que no ha terminado, que está en el auge de su transición y de su definición.
Por eso, todo lo que hagan para el bien de Dios construirá lo nuevo y lo eterno, lo que será invencible y no se podrá derrotar.
Sobre ustedes está la Mano de la Gracia. Una Gracia que los auxilia, una Gracia que los colma, una Gracia que los lleva a vivir la paz en tiempos sin paz.
Sean constructores de la Nueva Humanidad. Postúlense como pilares que serán las bases para la nueva raza por medio de atributos, de ejemplos y de un servicio incondicional por la humanidad y el planeta, así como por todos sus Reinos.
Eleven su pensamiento hacia lo Alto y unan su pensamiento al Pensamiento del Padre-Madre Creador Emmanuel y allí no existirán interferencias ni perturbaciones, su atención estará fijada en el Propósito y en todo lo que ha de suceder en los próximos tiempos.
Argentina deberá alcanzar su transparencia, deberá manifestar su igualdad. Para eso todo se purificará.
No teman saber que todo se purificará. No teman encontrar el porqué de esa purificación y de ese momento. Sepan que todo ya está previsto y que su tierra ha sido llamada a vivir un nuevo estado de consciencia que nacerá primero de los hombres que vivan en el Señor, que cumplan Sus Designios y Su Voluntad Divina.
De ustedes podrá nacer el nuevo ser y el viejo ser quedará atrás, porque habrán aceptado vivir los Principios de Dios, que no solo constituirán en ustedes nuevas consciencias, sino que formarán a los nuevos pueblos, a la nueva raza, a la Nueva Tierra.
Desde el corazón del Universo emito Mi Voz, para que Mi Voz sea escuchada por todos.
Dejo para ustedes el Amor que tengo por su patria y por su nación, sabiendo que Dios les ha dado lo mejor que Él tiene para que, desde los orígenes, su pueblo aprendiera a expresar su virtud interior y espiritual.
Es esa virtud lo que Yo vengo a buscar del pueblo argentino y esa virtud no podrá ser disuelta de la esencia de todos los que viven aquí.
Por eso todo está en batalla y en definición, así como lo está en el Brasil.
En los principios de la Tierra esta región fue preservada de muchas interferencias.
Aquí era el Edén de Dios, en su exuberancia y esplendor, en su belleza y hermosura a través de todos los Reinos de la Naturaleza. El hombre lo destruyó y lo sigue destruyendo.
Para que todo se pueda revertir y cambiar, para que el Edén pueda volver a florecer y a expresarse, de Argentina deberá nacer ese estado de consciencia, de restauración y de cura que no solo su pueblo necesita, sino también gran parte del mundo.
La Hermandad Celestial está apostando sus herramientas por una región que ha sido llamada a expresar una Voluntad importante de Dios.
Aunque Mi Mensaje sea simbólico Mis Palabras son claras, porque Yo hablo para sus corazones y no para sus mentes. Yo hablo para lo que hay más allá de su ser físico, aquello que es interno, que escucha y que sabe todo lo que Yo le digo.
Es allí en donde se sembrará la nueva consciencia.
Es allí en donde se sembrará la semilla de la nueva consciencia.
Es allí en donde brotará lo que Dios tanto espera, para que los hombres finalmente conozcan su libertad y dejen atrás su constante cautiverio.
Sean semejantes al Pueblo de Israel. Pero no deberán pasar cuarenta años para que encuentren la Tierra Prometida y su verdadera libertad, ya son más conscientes sobre el fin de los tiempos.
Solo sigan Mis pasos y entren en Mi Corazón, en la fe todo se cumplirá. Porque entre pocos se hará lo más grande, entre pocos se llevará al planeta hacia un nuevo estado y ustedes están invitados a participar de esto.
Desde Andrómeda Yo los convoco y los llamo para unirse, en amor, a la gran Confraternidad.
Agradezco todo lo que Me han ofrecido, porque eso multiplica la Gracia, no solo para sus seres, sino también para su país.
Que el Reino de Dios esté en sus corazones y en sus espíritus.
Que el Señor del Universo les muestre Su Sagrada Faz y que contemplen el esplendor de Su Existencia para que se sientan bendecidos por Su Divino Espíritu, por Su Corriente poderosa de Misericordia y de Paz.
Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vengo al mundo por una razón espiritual y universal.
Vengo para abrir aún más la consciencia de Mis hijos, para que sientan en su corazón la Verdad, la Verdad que Yo profeso a través de Mi presencia.
Vengo por un mundo que agoniza y desespera.
Vengo durante un tiempo de purificación intensa.
Vengo para traerles lo que en verdad necesitan, lo que les concederá la libertad, la oportunidad de vivir lo que Dios ha pensado y lo que Él ha planificado para sus vidas.
Mientras tanto, manténganse dentro de Mi Corazón, revivan cada momento de oración como una oportunidad de renovación, para que los códigos divinos lleguen a sus vidas y reciban la sabiduría que necesitan para poder tomar decisiones correctas.
Por eso vengo aquí, una y otra vez, hasta que se cumpla lo que Dios necesita, hasta que se realice lo que Dios ha pensado.
A pesar de que sea un tiempo de caos, si Él decide que todo se lleve adelante, se llevará.
Por eso la confianza de ustedes es imprescindible, y especialmente, la adhesión de todos, para que se pueda cumplir lo que está escrito.
Tal vez sientan que esto lo escucharon muchas veces, pero si lo vuelven a escuchar es porque no se ha cumplido.
Es necesario colocar sus pies en un solo camino.
Es necesario reclinar la cabeza para poder entrar por la puerta de la humildad, así como Nosotros lo hicimos cuando estuvimos aquí presentes en la Tierra como la Sagrada Familia.
Los atributos que son necesarios en la humanidad no podrán perderse.
Deben ser celadores de esos atributos, deben ser guardianes de las Reglas de Dios para que todo se mantenga en su curso, a pesar de los acontecimientos que ya están sucediendo en la humanidad y también de los acontecimientos que sucederán.
Cuando todo esté muy intenso, no habrá hacia donde correr. Solamente en Mi Corazón encontrarán el refugio que necesitan, el aliento que tanto esperan, el alivio que tanto buscan.
Pero Yo los invito en este tiempo a seguir ese camino de fidelidad, como Nosotros lo seguimos hasta el presente y por toda la eternidad.
Ese camino de fidelidad que Yo los invito a vivir los llevará a la transparencia, porque, a pesar de las miserias, sus corazones serán transparentes y puros y algún día podrán vivir la Verdad, a pesar de que el mundo esté en su gran transición.
Quisiera que pudieran beber de la Luz de Mis palabras, que escuchen y que guarden memoria de todo lo que les digo, porque después no habrá nadie que les pueda hacer recordar lo que hoy les estoy diciendo y lo que ya les he dicho en otros momentos.
La Instrucción que viene del Cielo es como el manantial que surge de una montaña, es inagotable e inacabable. Pero para que ese manantial perdure debe ser cuidado y protegido, porque inesperadamente podría terminar.
Deben aprovechar las Palabras de la Jerarquía.
Deben construir en ustedes ese camino hacia la verdadera realidad que en un futuro próximo los librará de ustedes mismos.
Muchos creyeron comprender todo lo que Yo necesitaba y todo lo que Yo decía, pero no comprendieron, porque quien vive la Palabra de la Jerarquía se transforma, a pesar de que lo intente una y otra vez.
Por eso, rezo por los que ya no están aquí, porque no comprendieron al no haber abierto su corazón a Dios, sinceramente.
La Verdad es una sola, no existen dos verdades diferentes; por eso al ser humano le cuesta tanto vivir la Verdad cuando se debe enfrentar a ella para reconocerla y aceptarla.
Estamos en un tiempo de grandes movimientos internos.
Estamos en un tiempo en donde cosas ocultas están saliendo a la luz para que todos las puedan ver.
Ya no habrán engañadores ni mentirosos.
Ya no habrán manipuladores ni consciencias que se puedan aprovechar de todo, porque la Ley ya está descendiendo aunque no lo parezca y Mi amor de Madre viene para auxiliarlos, para decirles: "hijos, no se queden allí, ni tampoco sean así".
No pueden ir contra la Voluntad Divina. No pueden oponerse a ella, porque la Voluntad Divina es invencible.
El Amor de Dios nunca les faltó.
La Gracia de Dios, en muchos casos, fue en abundancia y pocos se dieron cuenta de eso.
No necesito que se entristezcan, ni que se ofendan.
Quisiera que pudieran sentir como siente Mi Corazón y que pudieran vivir como vive Mi consciencia.
No estoy diciendo que serán seres iluminados, ni elevados. La humildad, la obediencia y la entrega los transformarán, pero siempre deberán dar el paso hacia esa búsqueda constante de la Verdad que está en el Corazón del Padre, así como está en el corazón de Sus hijos.
El mundo agoniza, por sí mismo, al haber salido de la Verdad y de la obediencia. Las Leyes de la Gracia ya no están pudiendo tocar la Tierra como antes, solo cuando el corazón se rinde y clama con sinceridad.
Dios los creó para que siempre fueran felices y estuvieran en Su Plenitud Celestial.
Dios no los creó para que sufrieran, ni padecieran.
Por eso, muchos errores están guardados en el Universo y en el planeta. Muchas historias aún son imborrables y nadie ha conseguido desvanecerlas de la consciencia interna de los seres.
Pero llegará el tiempo en que eso sucederá, cuando retorne Mi Hijo para poner fin al cautiverio humano y a la perdición de las almas, para terminar de transmutar a la humanidad y redimirla, y crear así una nueva civilización, con pocos cristos.
La humanidad no está percibiendo que está perdiendo la oportunidad de amar y de encontrar a Dios, y que Él espera que Sus hijos sean consecuentes con Él hasta en los más pequeños detalles.
La Obra es sostenida por la fe, la oración y el servicio de todos.
Aún hay tiempo de revertir muchas situaciones, antes de que el reloj del Universo marque el tiempo final y todo se desencadene.
Las almas no creen que pueden perder la evolución y muchas de ellas se ríen de esto, porque no lo saben, por su ignorancia, por su falta de conocimiento de la Verdad.
El Plano Espiritual es un compromiso de todos; antes, durante y después de esta vida.
El Plano Espiritual no termina aquí, ni tampoco finaliza después.
En el Plano Espiritual está la decisión divina, el Decreto de Dios y Su Afirmación.
Si las almas del mundo no viven el Plano Espiritual, se irán muriendo por sí mismas, se irán apagando, así como el sol desaparece en el horizonte, sin avisar.
El tiempo actual determina una decisión severa de parte de las almas, teniendo consciencia del compromiso y de la responsabilidad, sabiendo que ya no hay espacio para mediocridades.
Es hora de crecer y de forjar el Cristo interior para que gobierne, para que actúe y participe del Plan de Dios.
No dejen que sus niños internos desaparezcan. Cumplan con su deber y todo pasará.
Dios ama profundamente a Sus trabajadores del Plan, pero no olviden que es necesario orar y ayudar al planeta.
La Oración por las Naciones ha sido el refugio para Mi Corazón y también Mi consolación, pero ese compromiso debe sostenerse y no debilitarse por comodidad, cansancio u otra razón.
Ya no son tiempos de justificar sus vidas, es tiempo de remediar los pecados y los graves ultrajes que cometen las naciones día tras día.
Un poco del Amor de Dios aún deberá reinar en la Tierra por intermedio de los corazones que profesan su fe y su comunión con Cristo.
No estamos en tiempos de descanso, ni de poco trabajo.
No estamos en tiempos de pensar si se cumple o no el Plan, o si se deja para mañana o para el próximo mes.
Hijos, ¡despierten, despierten y salgan de su fantasiosa convalecencia!
Miren hacia el firmamento, el Universo espera por interceder y así llevar adelante el Plan de Rescate.
Nadie les prometió tiempos gloriosos, fueron llamados a vivir el Apocalipsis y ustedes se comprometieron.
No se pueden desperdiciar las perlas de la Creación, ni los tesoros del Cielo. Todo, absolutamente todo, tendrá su cuenta final, es parte del gran cálculo del Universo y del equilibrio universal.
Debo anunciarles esto para que despierten, para que la somnolencia no los abrace, no los haga indiferentes, ni mediocres.
La necesidad del planeta será asumida por muy pocos, así como Mi Hijo lo asumió con muy pocos.
Hay almas que se sumergirán en sus propias lamentaciones y en sus propios deseos, pero ya no habrá tiempo para esperar.
El guerrero se forja con la vivencia del Plan y de su cumplimiento.
El soldado se sostiene en la confianza del Propósito y de su meta, así el fuego de la transformación nunca le faltará y podrá librarse de sus cadenas para renacer como un ave de fuego que decreta la realización del Plan.
Que se abran las puertas de sus consciencias.
Que sus corazones se sientan movidos y no conmovidos.
Que sus espíritus reconozcan la tarea y que la cumplan con la mejor voluntad posible y con el mayor amor que puedan expresar para estos tiempos.
Así, la nueva raza se manifestará y dejará de ser una promesa.
Los nuevos cristos habitarán la Tierra y lucharán junto con el Maestro, para vencer el mal y para que se establezcan los mil años de paz.
Deseo que recuerden este mensaje todos los días de sus vidas, porque lo necesitarán.
Bienaventurado será el que cree sin haber visto y sin haber comprendido, porque el Espíritu Santo no lo abandonará.
Me regocijo, hijos Míos, con los que son consecuentes con la Ley y la cumplen.
Mi plenitud llega a los que están más confusos y necesitan de guía, porque Mi Amor siempre será para todos.
Mi plenitud llega a los que están más confusos y necesitan de guía, porque Mi Amor siempre será para todos, a fin de que se cumpla la Divina Voluntad.
Les agradezco por acoger Mis palabras y por no perderlas, por reconocerlas y, humildemente, aceptarlas para la Gloria de Dios.
No pierdan la fe y la convicción de vivir en Cristo, Él los espera.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
“Colombia Humanitaria” es una misión que promueve la paz y el servicio humanitario por los más necesitados. En esta instancia, por todos los que están exiliados de su nación y se refugian en otros países en búsqueda de una nueva vida, lejos del horror y de los conflictos que ciertas naciones viven.
“Colombia Humanitaria” es una mano más que se tiende hacia la humanidad de la Tierra, a fin de que, como puente de servicio y de fraternidad, las almas reencuentren el sentido y la esperanza de ser parte de una nueva raza.
Esta misión constituye la síntesis de todas las misiones humanitarias realizadas en los últimos tiempos.
Dada la importante intervención de servicio y de ayuda social que realiza la Fraternidade, a través de su cuerpo de misioneros matrices y de misioneros en formación, esta nueva misión atenderá la otra parte de uno de los tantos desequilibrios sociales y humanitarios existentes.
La Fraternidade, como esencia misionera de servicio de amor incondicional por el que sufre, es llamada por la Consciencia de la Jerarquía Espiritual e Instructora para reunir sus esfuerzos humanitarios y espirituales con el fin de aliviar el sufrimiento humano e interno.
Las bases fraternas que ya manifestó la Fraternidade, atendiendo la crisis migratoria en Roraima, Brasil, abrieron las puertas de la consciencia para que el verdadero espíritu misionero y abnegado llegara esta vez a Colombia, para que esa red de luz, de servicio y, especialmente, de amor entre hermanos llegue a los que lo esperan y claman por él.
Para la nueva misión “Colombia Humanitaria” la Jerarquía ampliará la acción de su trabajo planetario y la Fraternidade, que estará unida a la ONU a través de ACNUR y de UNICEF, intentará reconstruir el espíritu humano y voluntario por medio de las obras de servicio y de asistencia social.
Con la presencia de la Orden monástica Gracia Misericordia, la vida misionera contará con el brazo de asistencia espiritual de unión y de contacto con la Jerarquía, para que todo lo que será removido y trabajado de la psiquis y del mundo interno de las consciencias encuentre un camino en donde pueda ser conducido y liberado.
La Fraternidade, asumiendo los dos frentes de trabajo planetario a través de la misión “Roraima Humanitaria” y ahora por medio de “Colombia Humanitaria”, a partir del próximo ciclo y en el transcurso del año 2019 comenzará a abrazar, con la vida misionera y junto a la Jerarquía, otros trabajos humanitarios en África, Asia y Oceanía.
La formación, la actualización y el adiestramiento para casos de emergencia de nuevos misioneros voluntarios ayudará en el porvenir de una nueva consciencia basada en la protección y el resguardo del semejante y del que más sufre.
Para esta misión inicial de “Colombia Humanitaria” la Campaña de la Juventud por la Paz y algunos de sus miembros serán convocados para participar y fundar las primeras bases, a fin de aliviar el dolor a través del amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Más allá de los Universos – Parte I
A través de los Nombres de Dios las criaturas de este Universo Material encuentran la posibilidad de coligarse y de acceder a estados de consciencia superiores y desconocidos.
Lo desconocido para las almas de la Tierra podría parecer un misterio, pero por detrás de ese misterio superior y cósmico se encuentra una revelación.
A través de los Nombres de Dios accedemos a la revelación de un conocimiento, es decir, de un aspecto o forma que fue proyectada para contribuir como idea con toda la Creación.
Los diferentes Nombres del Padre Eterno permiten que las criaturas que Él creó contacten Fuentes sublimes y positivas de información, las que ayudan en el despertar de las virtudes del alma y en el cumplimiento de la misión de los diferentes espíritus de la Tierra.
En el caso de este Universo local las diferentes claves que proporcionan los Nombres de Dios construyen, en los Universos Material, Mental y Espiritual, esa interrelación entre los planos de consciencia y las criaturas.
En los Nombres de Dios encontramos aspectos divinos de la Creación y nos unimos a ellos para atraer hacia la vida terrestre el principio de todo lo que Dios pensó, es decir, lo que conocemos como el Propósito.
En cada Nombre de Dios se guarda no solo una clave, sino también una llave de acceso a Principios de la Creación que aún esperan para mostrarse y revelarse a la actual humanidad.
Cuando nos unimos a uno de los Nombres de Dios estamos comunicándonos espiritualmente con una Virtud de Dios representada en un aspecto creador.
Un aspecto creador es uno de los tantos Principios de la Fuente que se revela en altos voltajes de energía, de vibración y de espacios. Es como si ingresáramos al epicentro fundamental de la Energía Creadora, la que se retroalimenta a través de los impulsos cósmicos que la Fuente Primordial emana constantemente desde el Universo Espiritual.
En este sentido, al contactar solo uno de los diversos Nombres de Dios, las criaturas consiguen, por sus propios medios, unirse esencialmente a una red suprema de energía espiritual que es emanada de la Fuente de la Creación, la que genera, todo el tiempo, la evolución y la recreación de la vida por intermedio de experiencias, de escuelas y de aprendizajes.
Por medio de la revelación de los Nombres de Dios la humanidad podría volver a concebir en el seno de su raza los atributos fundamentales que, una vez establecidos en la consciencia humana, permitirán gestar las bases futuras de una nueva civilización, la que estará principalmente basada en la vida del espíritu y no en la vida de la materia.
Esta transición que la actual humanidad está atravesando despertará en todo el planeta una gran definición interior, y eso se dará en el momento más culminante, cuando la raza se defina a permanecer en el amor o en la indiferencia.
Si los seres humanos dieran ese salto cósmico hacia la concepción divina del amor que existe dentro de cada ser, la Tierra sería repoblada por nuevas Leyes de la Fuente, las que hasta los días de hoy no han podido descender para transfigurar y sublimar la consciencia humana.
A partir de esa definición de estar en Dios y de invocar Sus Nombres sagrados se creará la condición necesaria para aprender a superar los tiempos finales y definitivos.
La elección estará en los seres humanos, criaturas que guardan en sí el potencial infinito de saber y de poder comunicarse con Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Del Cielo hoy vengo para decirles, que lo que llevo en Mis manos es lo que verdaderamente son para Dios. Son algo que aún desconocen profundamente. Han tenido pequeños lapsos de consciencia, de saber qué son verdaderamente para Dios y qué es lo que vinieron a realizar aquí en la Tierra.
Hoy traigo en Mis manos la pureza de las criaturas y he venido para hacerles recordar de ese compromiso, porque aún deben retornar a su origen para que la humanidad pueda retornar a su inocencia.
Fijen su mirada y su contemplación en lo que verdaderamente son. No se queden más en las apariencias de la vida, en los traumas de la vida o en los sufrimientos de la vida.
Yo vengo aquí, a este Santuario de Lis, porque este lugar y este Centro Mariano será el que traerá para el mundo la recuperación de su esencia original, el reencuentro con la pureza original, con la preciosa molécula que Dios sembró desde el principio de su existencia.
Hijos, hoy están ante un misterio más, que la Madre de Dios les viene a revelar, porque también ese, que en este momento deja de ser un misterio, también vive, vibra y palpita en el Corazón de la Madre de Dios.
Como Yo puedo ser parte de ustedes, ustedes también pueden ser parte de Mí y en una sola esencia todo se puede recuperar en la humanidad y en el planeta.
Hoy vengo especialmente de los Universos superiores a su encuentro y traigo entre Mis manos lo más valioso que existe en esta Creación, que es lo que Dios concibió desde el principio de esta humanidad y, podría decir, desde antes de que existiera esta raza.
Queridos hijos, retornen verdaderamente a lo que son, para que la humanidad pueda recuperar los atributos que necesita en esta transición planetaria.
Si existieran almas que recuperen su pureza original, el mundo podría recuperarse ampliamente y no tendría que sufrir muchos traumas más de los que vive diariamente.
A través de este Reino y de este Santuario Sagrado, Yo les traigo la revelación en esta noche de lo que verdaderamente son, hijos Míos, a los ojos de Dios, más allá del pecado y de los errores.
Es esa la filiación que ustedes deben recuperar en este ciclo. Digo recuperar porque aún muchas más almas precisan recuperar su filiación con Dios.
Y por medio de la consagración de nuevos hijos, no solo al camino espiritual, a la vida del servicio y de la oración, sino como nuevos hijos de Mi Corazón Inmaculado, es el medio y la forma que Yo encuentro, hijos Míos, para poder donarles y entregarles esto que verdaderamente son a los ojos de todo el Universo.
La humanidad necesita saber que no es solo materia ni tampoco alma. Hay algo más allá de todo esto, hay un más allá que deben descubrir y encontrar.
Por eso Yo les traigo esta revelación tan simple y profunda. Existen esencias muy semejantes a las que Yo tengo en Mis manos, están sufriendo mucho en esta humanidad, porque no solo no encuentran el camino hacia la Luz, sino que son llevadas a los abismos profundos de la Tierra.
Por medio de este mensaje, hijos Míos, hoy vengo a usar este canal de oración y de luz para elevar a todas esas esencias, desde los abismos hacia el Universo, para que Mis más grandes Espejos de luz, de cura y de Misericordia, que se iluminan y que se encienden de forma tan semejante a los soles que existen en este Universo, puedan recibir a las esencias que necesitan de esa oportunidad y de esa Gracia.
El Creador Supremo, Me ha concedido esta intervención especial en esta noche.
Quisiera que pudieran saber, hijos Míos, que lo que existe dentro de su Universo interior, no solo es precioso, sino también es sublime, es algo que la humanidad deberá recuperar en este tiempo para que alcance la Paz y el fin de los conflictos.
Solo volviéndose a Dios es que se podrá recuperar la esencia de la humanidad, viviendo un arrepentimiento sincero, haciendo una penitencia humilde y clamando el perdón que necesitan para que la humanidad y el planeta se puedan recuperar.
Hoy uso este portal que han ofrecido a la Madre de Dios como atributo de Sus apariciones en Fátima, para poder transportarlos, hijos Míos, hacia Mi Universo espiritual, en donde Dios Me ha encomendado estar y permanecer hasta el Retorno de Cristo.
Sé que no podrán comprender lo que les estoy diciendo, pero sí pueden sentirlo. Hijos, ustedes tienen una esencia tan valiosa que les permitirá, siempre y para siempre, tomar contacto con Dios y con Su Universo divino de una forma tan semejante y plena a la de los ángeles del Universo y de todos los coros celestiales.
Ofrezcan esta esencia de sus vidas por la humanidad, como el gran sacrificio de reconciliación de los hombres con Dios a fin de que los espíritus sean aliviados y amparados por la intercesión de la Madre de Dios.
Después de haberles dicho todo esto, hijos Míos, ahora vean por un instante, contemplen por un segundo lo que verdaderamente son y sigan contemplándolo para siempre.
No se identifiquen con lo que sus corazones pueden sentir o sus mentes pueden pensar. Lo humano es humano y solo deberá transformarse en gloria a Dios para que la redención de Cristo triunfe en la Tierra y muchas más almas participen de la plenitud de la vivencia del Reino de los Cielos.
No son solo cuerpo, mente o espíritu. Ustedes son algo más que aún deben descubrir, hijos Míos, así como los apóstoles descubrieron lo que verdaderamente eran, en la sagrada bendición del Pentecostés.
Son espíritus en potencial y en redención, así como muchos más lo son en todo el planeta.
A través de Mi intercesión y en esta noche de Gracia, en la que concluimos juntos una etapa, hijos Míos, vengo a quitarles por un instante las vendas de sus ojos, para que sus almas puedan alcanzar lo que verdaderamente son; para que sus mundos internos puedan percibir desde dónde verdaderamente provienen y hacia dónde irán algún día, después de esta experiencia terrestre.
Hoy deseo, hijos Míos, que se aproximen a Mi Corazón como nunca antes se aproximaron. Y aunque ya lo hayan hecho muchas veces, necesito que penetren en Mi Corazón Inmaculado como esa morada y ese refugio en donde podrán encontrar a Dios y la paz que tanto necesitan.
A través de los hijos que hoy se consagrarán como Hijos de María de una forma extraordinaria, vengo a entregarles en nombre de ellos lo que verdaderamente son como esencias, para que a partir de este nuevo ciclo caminen decididos rumbo a lo desconocido, para que ya no sea más desconocido, sino una vivencia real de estar en comunión plena con el Universo de Dios y con Su Creación.
Que vengan aquí los Hijos de María que se consagrarán.
Las flores que hoy han dejado a Mis Pies serán suyas, como testimonio de Mi Amor por ustedes y por el mundo, sabiendo que en sus esencias pueden ser tan semejantes a la hermosura de una rosa que solo en devoción se entrega a Dios.
Por medio de la canción que ahora pediré, realizaré una tarea planetaria, llevando del abismo hacia el Universo a las esencias perdidas. Les pido que Me acompañen en su interior y en oración silenciosa, sin temer a lo que Yo pueda hacer.
Aquí se cierra un ciclo, pero se abre un ciclo nuevo para los corazones. Dichosos serán los que lo puedan acompañar de verdad a fin de que su Madre Celeste siempre tenga la Gracia, por intermedio de sus hijos, de volver a Europa.
En esta noche estoy aquí, hijos Míos, de una forma tan semejante a como estuve el 13 de mayo durante la primera aparición en Fátima. Es así que, de una forma interna y muy profunda, la Madre Celeste, la Señora del Santísimo Rosario, une los tiempos.
Y ante Mí en este pequeño espacio, dentro de esta simple casa, están en el tiempo presente, el tiempo de Dios, en Su real tiempo. Percíbanlo y llévenlo en su corazón para volver a contactarlo en algún otro momento.
Por medio de esta agua la Madre de Dios los consagrará como Hijos de María para que comiencen a caminar en Su senda de amor y de redención.
Mi misión se ha cumplido y les agradezco por responder a Mi llamado y por haber concretado por medio de la oración del corazón esta Peregrinación por la Paz, en donde las almas celebrarán la Misericordia de Dios y la alegría de vivir en Su Reino para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que se cumpla el advenimiento de la nueva raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.
Hijos, todo es parte de una Gracia suprema, infinita, inalterable e intransferible.
Es esta Gracia suprema que hace renacer a las almas en el Amor de Dios por medio de Sus sacramentos, y de su fe en Su presencia y en Su divina existencia.
Demos gracias a Dios por todo lo que ha sucedido, porque al fin Mi Inmaculado Corazón triunfará. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Despidámonos de la Madre de Dios, de todos Sus ángeles, de San José y del pequeño Niño Jesús cantando "Lluvias de Amor".
Podemos colocarnos de pie.
Para terminar este encuentro, unidos a todos los hermanos, a cada corazón orante que en este momento está coligado a la obra de la Madre de Dios en alguna parte del planeta, nos unimos como una sola esencia para ofrecer nuestra gratitud y amor a Dios por Su infinita Misericordia.
Podemos cantar.
La Igualdad entre los Pueblos – Parte II
Y se construirá una Nueva Humanidad y un nuevo planeta, a partir del momento en el que los seres humanos, fraternalmente, compartan todo lo que poseen y distribuyan todo lo que tienen en perfecta armonía, unidad y equidad.
Eso creará la condición para que en la raza actual se construya, dentro de los seres, la Nueva Humanidad redimida.
Todos los que consigan acompañar ese movimiento y todos los que lleven adelante esa meta, serán merecedores de más Misericordia y perdón, porque estarán saliendo de sí, de todo lo que es mezquino y mediocre, para pasar a vivir un nuevo estado de consciencia.
Así, ya no existirán más pobres entre los pobres, sino una verdadera civilización que conseguirá aproximarse a la vivencia de los Atributos de Dios y a la manifestación de Su Divino Plan.
En este sentido, todos los que promuevan, en el mundo, el equilibrio y la igualdad entre los pueblos, estarán desactivando a las ocultas agrupaciones que fomentan y promueven, pervertidamente, el desequilibrio y la desigualdad.
Llegará el momento en el que ninguna de esas consciencias conseguirá seguir adelante por sus propios medios, debido a la inmensa oscuridad que las absorberá; por eso, buscarán auxilio, consuelo y mucha ayuda.
Por ello, los que estén soberanamente trabajando por la igualdad entre los pueblos concederán, sin percibirlo, una Gracia extraordinaria para esas almas, y ellas recibirán, aunque no lo merezcan, la Misericordia de Dios.
En ese momento, y en esa hora, la Madre del Cielo intercederá y todas esas almas perdidas por el abuso del poder y de los placeres, serán convertidas por el imperioso Amor del Corazón del Padre.
Un Rayo Divino de Justicia desarmará todo el sistema mundial y, de la noche a la mañana, todo mudará.
Por eso, vengo a Suiza para pedirles la comunión reparadora de los cinco primeros sábados, para que aquí, y en el mundo, muchas más almas que están perdidas reciban la ayuda espiritual necesaria para poder arrepentirse de sus errores y pedir Misericordia y perdón.
Mientras tanto, deseo instaurar en Suiza la verdadera devoción a Mi Materno e Inmaculado Corazón, para que algún día, y desde aquí, surja la necesidad imperiosa de abandonar definitivamente la vida superficial y los placeres que hacen morir el alma de las personas por no tener a Dios.
Necesito que los que se decidan a acompañarme en este propósito instauren en Suiza grupos de oración, a fin de generar una potente columna de redención y de Luz que los comunicará espiritualmente Conmigo.
Espero que este pedido se cumpla para que la siempre Virgen María, Madre de Todos los Pueblos y Virgen de Schoenstatt, pueda interceder para establecer el Amor vivo de la Fuente en los corazones endurecidos y vacíos de Dios.
Agradezco, desde ahora, su cordial y amorosa respuesta.
Después de que sean creados los grupos de oración en Suiza les diré, en poco tiempo, un próximo pedido.
¡Les agradezco por escucharme con atención!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Schoenstatt
Frutos de la Cristificación - Parte 1
Después de muchos esfuerzos, renuncias y sacrificios, verán surgir en Occidente a los Nuevos Cristos, llenos de un gozo peculiar y bendecidos por un gran poder espiritual. Ellos serán frutos vivos de la cristificación concedida por el propio Cristo.
En ese momento, los Nuevos Cristos moverán multitudes y reunirán consciencias para preparar el Retorno del Señor.
En todo esto no habrá fanatismo ni extrema devoción y, a pesar de que también aparecerán los falsos cristos, los que estén atentos y dispuestos a trascenderse a sí mismos sabrán qué hacer y con quién estar.
Los falsos cristos harán promesas, supuestos milagros e invocarán el nombre de Mi Hijo; pero aunque las leyes se muevan y algunos hechos se concreten, esos falsos cristos no podrán aprisionar el corazón de las personas por más que llamen la atención de las almas.
Los Nuevos Cristos llegarán silenciosos y anónimos para desmitificar, dentro y fuera de la Iglesia, todas las causas que llevaron a los hombres a la perdición, como también al debilitamiento de la fe de los creyentes.
La propia Energía Divina en los Nuevos Cristos revelará y moverá de lugar lo que durante siglos se mantuvo oculto a los ojos de millones de personas. Será el momento de que cada uno sostenga la fe interior y la confianza en el único Cristo, nuestro Maestro y Señor.
El Universo Espiritual permitirá que todo se manifieste para que finalmente la Iglesia de estos tiempos sea transparente y pura, así como el Padre lo desea.
Esa es la razón por la cual el Maestro despertará a los Nuevos Cristos, dentro y fuera de Su Iglesia, a fin de corregir y de solventar los graves desencuentros y hechos vividos por muchos sacerdotes.
Por intermedio del Espíritu Santo, Cristo les concederá a los nuevos y últimos apóstoles Suyos, el impulso interior que necesitarán para llevar adelante la transición de la vieja Iglesia hacia una verdadera y transparente Iglesia, que estará unida a la única y resplandeciente Iglesia Celestial.
Todo este movimiento provendrá de los impulsos universales de las poderosas corrientes del Cosmos que estarán descendiendo a la Tierra para corregir varios aspectos negativos de la actual humanidad.
Por eso, antes de que lleguen los Nuevos Cristos, que serán enviados por Mi Hijo, que sus corazones se limpien y se purifiquen de todo sentimiento maligno, que sus acciones correspondan a los Designios del Padre y que, sobre todo, sus pasos sean dados en dirección a Cristo.
Esto los ayudará a no envolverse con todo lo que se desencadenará en el mundo y especialmente en el universo interno de cada ser.
Los próximos tiempos que llegarán aún no fueron vividos ni experimentados por ninguna otra civilización sobre la superficie de la Tierra. Ustedes son la primera y la última raza que está en transición hacia el nacimiento de una nueva raza.
Los Nuevos Cristos llegarán finalmente, a pedido de Cristo, para poner fin a muchos acontecimientos y, sobre todo, para sembrar la Tierra antes de Su segunda Venida.
Nadie podrá cambiar lo que está escrito o modificar el acontecimiento que llegará, porque es Voluntad de Dios que la Iglesia de Su Hijo sea purificada y exorcizada antes de que el Maestro y Señor vuelva a poner Sus Pies en ella para disipar las tinieblas.
Recen por los Nuevos Cristos, porque tendrán una misión muy exigente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Presencia diaria de Mi Hijo en este ciclo es para reforzar la advertencia sobre un cambio inmediato en la consciencia de la humanidad, antes de que todo se desencadene rápidamente.
Por eso, hijos, será importante una actitud consciente y responsable ante los acontecimientos de la vida del planeta.
Será necesario que todos los días, la humanidad, como civilización, revise dentro de sí todo lo que hace, eso le permitirá madurar y estar más preparada para enfrentar los próximos tiempos. Esa revisión debe estar colmada de reflexión y madurez para que tenga un efecto positivo en la consciencia.
De esa forma, de una gran parte de la raza nacerán espíritus más dispuestos a revertir lo que la mayoría comete contra la evolución espiritual y física del planeta.
Es momento de que cada ser humano se vuelva responsable de todo lo que hace, capaz de buscar los medios internos y espirituales para poder revertir todas las cosas, a fin de generar un equilibrio mundial que en este tiempo está faltando.
Ese paso ayudará en la manifestación de una Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo Soy la Señora del Amanecer, la eterna y nueva Aurora que trae entre Sus Manos la Gracia de Dios para todos Sus hijos.
Yo Soy la Señora del Amanecer, la que gesta en Su Vientre sagrado una Nueva Humanidad.
Soy la que imparte el Amor de Dios a las criaturas.
Soy la Señora del Amanecer, la que despierta en los corazones las Virtudes de Dios, para que ellas estén al servicio de las almas por medio de los que se consagran al Señor.
Yo Soy la Señora del Amanecer, la que activa en los seres los Soles internos a fin de que la mayoría se ofrende al Plan de Dios.
Yo Soy la Señora del Amanecer, la que anuncia un nuevo tiempo y una nueva raza que será colmada por la victoriosa Misericordia de Dios.
Soy la Señora del Amanecer y guardo en Mi Corazón a las estrellas caídas para que, algún día, por su redención, sean las nuevas estrellas del firmamento redentor.
Soy la Señora del Amanecer y dejo para todos Mi mensaje de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los acompaña,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
El silencio, la oración y la perseverancia harán de tu vida un nuevo ser, porque tu ser recibirá los Dones del Cielo que necesita para vivir en la Voluntad de Dios.
Recibe entonces, todo lo que hará de tu consciencia una consciencia nueva que será impulsada a superar barreras, trascender obstáculos y alcanzar el infinito.
Que en este tiempo todo sea transformado, desde lo más interno hasta lo más externo, con el fin de atraer hacia este mundo las Gracias que el planeta y su humanidad necesitan.
Ten coraje, valentía y empeño. El Señor, que es tu Dios, y Nuestros Sagrados Corazones te ayudarán a dar el gran paso, paso que influenciará a todos los demás hermanos que en algún momento se animarán a dar el paso por toda la humanidad.
Que tu corazón resplandezca de alegría, júbilo y gratitud; porque así la Tierra entera se transformará y, a tiempo, el mal será vencido y disipado de esta preciada raza.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios destruirá los castillos de arena que han construido los hombres para llevar a la humanidad a la perdición. Así, Dios erguirá, desde los mundos internos, los templos de amor que las almas han fecundado interiormente a través de su fe en el Señor. En ese momento, el Juicio comenzará para toda la humanidad.
Los simples de corazón recibirán en sus manos el Legado de otrora y los que se decían poderosos perderán todas sus riquezas, porque los pobres de corazón conocerán todos los misterios que están escritos en la gran bóveda de este universo.
Ya no será necesario interpretar las estrellas, porque la nueva raza sabrá de dónde proviene y cuál es su verdadero origen.Nadie quedará sin saber cuál es la misión que ha venido a desempeñar por amor al Proyecto Universal.
En esa hora, los poderosos ya no tendrán más poder y los puros de corazón serán coronados por las Manos de Cristo.
Las doce huestes angélicas descenderán y una estrella semejante a las del universo anunciará la señal de una nueva etapa.
Finalmente, la humanidad despertará y ya no estará más en el mal, porque habrá abandonado la ilusión y habrá ingresado en los misterios del universo.
Más tarde, los obstáculos no existirán ni tampoco lo que conocemos como ego. Las almas y las consciencias de este mundo finalmente se tornarán libres y serán felices durante los mil años de paz. Así, el Padre Eterno, en Su resplandor, descenderá y hará de esta Tierra Su luminoso hogar en el universo.
Oración para realizar al término de la Comunión
para reconciliarse con Cristo Jesús
Por Su Sacrificio, fuimos liberados.
Por Sus Llagas, fuimos curados.
Por Sus Flagelaciones, fuimos perdonados.
Por Sus Caídas, fuimos elevados.
Por Su Cruz, fuimos redimidos.
Y ahora, por Su Misericordia, somos transfigurados
y Su Luz Espiritual recibimos,
para que libres de toda adversidad,
caminemos con la aspiración
de algún día volver a encontrarlo
en Su Gloria Celestial.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, ahora y siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como un Gran Espejo de Amor, desciendo al mundo, para retornarle los códigos divinos que ha perdido al no haber ingresado en la Fuente de la Pureza Original.
Por eso, intento todos los días que las almas sientan Mi Corazón para que puedan contactarse internamente con Mis Espejos, para que en la consciencia humana se puedan establecer nuevos patrones de conducta y de evolución.
Es así, queridos hijos, que su Madre Celeste les entrega a sus soldados orantes las llaves de la redención planetaria, a fin de que se lleve adelante la liberación del mal de este planeta y de la consciencia de esta civilización de superficie.
En este sentido todo lo que los seres orantes hagan de evolutivo y servicial influenciará positivamente al planeta y ayudará a que la humanidad recupere los principios que necesitará para formar parte de la Nueva Raza.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Con un rayo de Luz de Mi Corazón impregno de Gracia a la Tierra y, al mover los Espejos del Cosmos hacia el planeta, las almas reciben y captan los impulsos del Universo.
Las grandes usinas del Cosmos retransmiten sus códigos a la humanidad, y los espíritus unidos al Padre reciben los Dones que, a partir de hoy, serán parte de su evolución.
Los Espejos del Cosmos emanan impulsos infinitos, y todos los seres de buena voluntad encuentran el sentido interno de sus vidas. Y así se establece una comunión profunda entre las almas que despiertan y Dios.
Todo se renueva al punto de que los que antes estaban lejos del camino crístico retoman su compromiso de otrora, y así, la Faz Gloriosa de Cristo se dibuja sobre la luz de los Espejos, y nuevos códigos sublimes se introducen en la esencia matriz de las criaturas.
Esas almas sienten el impulso, esas almas sienten el llamado. Nada se pierde.
Los corazones consiguen saciar su milenaria sed y, después de tantos siglos y después de tantas experiencias, la raza futura, formada por seres Espejo, despierta a su misión principal.
¿Cuál es esa misión principal?
La de irradiar el Amor de la Fuente hacia un planeta en penumbras.
Cada alma recibe del Universo lo que necesita, y cada corazón es nutrido por nuevas y desconocidas Leyes.
Lo que antes parecía imposible en una consciencia humana, el impulso espiritual que recibe la torna rescatable, y su alma se posiciona en el escalón que le corresponde dentro del Plan.
Todo se transforma, y las puertas al Conocimiento Cósmico son abiertas con el fin de que las criaturas reencuentren su esencia y su pureza original.
Pero la hora indica que los seres más conscientes, los servidores incansables deben estar atentos al movimiento de los Espejos, pues llegó el momento de iluminar la consciencia y de recibir estos impulsos como si fueran los últimos.
Beban del conocimiento y crean que es esa Divina Agua que les quitará la sed de saber quiénes son en verdad y qué vinieron a cumplir.
Es de esa forma que las Leyes resucitan antiguos colaboradores del Plan Evolutivo, para que el planeta enfermo pueda ser curado por las virtudes y las herramientas que cada sol ofrecerá al Padre Universal.
Estamos en los últimos tiempos, y la sagrada Instrucción del Universo tornará a cada alma y a cada ser, más consciente y servicial.
Una etapa se cerró en los últimos meses y una nueva ya ha comenzado.
No pierdan la oportunidad de develar misterios internos y de atraerlos hacia la superficie de sus consciencias con el fin de que ellos cooperen con el Plan.
El tiempo material e interno es precioso. Nunca antes cruzaron un umbral tan definitivo. Nunca antes conocieron el Portal hacia el Real Tiempo del Universo. Pues llegó la hora de penetrarlo a través del caudal del amor del corazón.
Porque así, a pesar de lo que suceda o de que la Tierra tiemble, estarán en profunda hermandad, y los frutos que dio la Figueira, como árbol sagrado, servirán de socorro y de auxilio para los que tendrán hambre espiritual de cosas evolutivas.
Estén atentos, cada paso que den marcará el cumplimiento de nuevas etapas. Es hora de abandonar la individualidad de la consciencia y de abrazar para siempre la fraterna vida grupal.
Recuerden, hijos, las palabras de Jesús: “Ámense los unos a los otros como Yo los he amado”.
Que esa sea su firme premisa y que la Ley de la Unidad Espiritual entre los seres se cumpla para que la indiferencia, la omisión y el abandono sean extirpados del inconsciente de esta humanidad.
Así podrán estar en comunión y servicio con todas las necesidades humanas y planetarias que aflorarán de la noche a la mañana.
Quisiera, hijos, que cada etapa que viven sea bien aprovechada y que nadie más, consagrado o no consagrado, cierre la puerta al auxilio cósmico que está llegando.
Redescubran, entonces, su verdadera civilización y sean parte de ese Proyecto Divino que debe llevarse adelante a través de la fiel y consciente colaboración de todos.
Que las Islas de Salvación aparezcan después de haber sido construidas por las manos de todos.
Que Mis hijos sean verdaderos celadores de esas Islas y guardianes del Gran Portal por el cual Cristo aparecerá para el mundo.
Viertan sus miserias en Mi Corazón, que Yo las transformaré y serán, en poco tiempo, rosas en Mi Jardín de Luz.
Crean en lo verdadero y puro que existe dentro de ustedes, y así la Tierra será repoblada por nuevos principios de amor y de unidad.
No dejen de captar lo que los Espejos están emanando, ellos le indican a la humanidad que está viviendo un último ciclo.
Adelante Mis guerreros de la paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice con la Luz de todo el Cosmos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más