MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE TUSAYAN A PHOENIX, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El inicio de un nuevo ciclo llegó para cada ser de esta Tierra y, sobre todo, hijos, de esta Obra de Amor que el Creador está construyendo con Sus propias Manos, desde el origen de sus vidas.

Este ciclo que se inicia estará permeado no solo por el despertar o por la purificación, sino también por la madurez y por el crecimiento interior de sus seres.

Llegó el momento de consolidar el vínculo de sus corazones con Dios y, después de todo lo que recibieron en nombre de la humanidad, dar un nuevo paso en la entrega de sus vidas, un nuevo paso en dirección al propio interior, un nuevo paso en dirección al Infinito que se guarda en el propio corazón.

Ha llegado el ciclo de conocer el Perdón de Dios, por Su Amor y Su infinita Gracia, para que, de esa forma, sean verdaderos puentes entre los corazones de los hombres y su Creador.

Este es el ciclo de comenzar a construir lo que los caracteriza como raza y como hijos de Dios, que es la unión profunda con Él a través del conocimiento, no solo de Sus misterios, sino, sobre todo, de Su Amor.

Para eso, deben buscarlo constantemente, sentirlo y dejar que Su Presencia, aunque silenciosa, les hable al corazón, y que sea con el silencio, con Su Gracia o con Su Paz.

Este es el ciclo de experimentar a Dios en su interior. Y, así, hijos, finalmente poder comenzar a unir las dimensiones y atraer un nuevo tiempo para este mundo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oro para que las almas alcancen la paz.

Oro para que las consciencias despierten a la realidad planetaria, a la verdad universal, y así transformen sus vidas según el Propósito Divino.

Oro para que los corazones aspiren a la unidad con el prójimo, con los Reinos de la Naturaleza, con la vida, con Dios.

Oro para que los buscadores reconozcan la verdad en todas las enseñanzas transmitidas por Dios a través de Sus Mensajeros, para que aquellos que buscan, sepan ver más allá de las palabras y encuentren en las entrelíneas la ciencia divina de la Creación.

Oro para que la vida sagrada ya no sea ocultada por las superficialidades humanas y, de la misma forma, para que la esencia de los seres no esté oculta por las creencias ilusorias que ellos tienen sobre sí mismos.

Oro por una nueva vida y una nueva raza, para que después que el aprendizaje humano se consolide, los seres tengan valor y esperanza para hacer emerger la nueva vida y dejar florecer en sí mismos el nuevo ser que, delante de Cristo, comenzará a despuntar. 

Oro para que la humanidad no pierda el sentido de su existencia y la vida espiritual deje de ser una costumbre y una práctica, para ser una realidad y una experiencia de vida.

Oro, en fin, para que las Gracias de Dios no permanezcan en el Cielo, sino que sean vertidas sobre la Tierra.

Hoy Yo los llamo a que oren Conmigo y así intercedan por este mundo mientras hay tiempo. Oren Conmigo por la Paz.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Dar a luz a un nuevo hombre es permitir que sus almas expresen lo que verdaderamente son, dejando que la semejanza con Dios emerja de su interior y se revele al mundo, pero, sobre todo, a ustedes mismos.

Dar a luz al nuevo hombre es amar más las cosas del Cielo que las cosas de la Tierra y saber que la vida en este mundo es un corte en el tiempo y en el espacio y que, para estar aquí, dejaron en lo oculto de sus espíritus una historia y una realidad que revela el verdadero motivo del caos en la Tierra, de la dualidad y, sobre todo, de la gran necesidad de amor. 

Contemplen esta vida como un momento de transición, como una escuela que los ayuda a dar un salto evolutivo, perdonando y curando errores desconocidos con la potencia del amor. 

El hombre nuevo nace para renovar la genética de toda la vida a partir de una nueva raza generada en el amor y que expresa ese amor hasta aun en su respiración. Con ella, tanto la vida en el cosmos como en la Tierra jamás será la misma. Todo se renovará. 

El hombre nuevo, dentro de ustedes, los invita a una batalla contra las tendencias retrógradas humanas, contra la condición de egoísmo y de desamor. Una batalla que es trabada en la consciencia, en la mente, en las emociones, en el corazón y hasta aun en sus células, para que ellas den espacio a un arquetipo nuevo de vida y comprendan que esta condición degenerada de la humanidad debe llegar a su fin. 

El hombre nuevo, en su interior, trae consigo un nuevo tiempo y un nuevo sentido de la vida. Abracen esta transformación, con gratitud y sin resistencia, y verán que donde reina el amor, reina la paz, y allí no hay miedo ni angustia. No importa lo que suceda en este mundo, su fortaleza estará sustentada en los Cielos.

Si quieren abrir espacio a este hombre nuevo, amen plenamente. Si no saben amar, sirvan y ayuden al prójimo, así despertarán al amor.

Y, por encima de todo, más allá de amar y servir, oren, porque este es el diálogo con Dios, y solo el Padre los mantiene firmes en este tiempo. 

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El camino hacia la Nueva Humanidad no debería ser largo, a pesar de ser muy laborioso para la actual consciencia humana.

Mirando a los seres humanos de hoy, muchos se preguntan: “¿De dónde surgirá la Nueva Raza*? ¿Dónde está el nuevo mundo? ¿Será que él aparecerá de un momento a otro, inesperadamente?”.

Hijos:

La Nueva Humanidad es llamada “nueva” porque le hablamos a una consciencia humana que desconoce completamente la verdad sobre sí misma.

Desde el momento en el que la humanidad fue creada por Dios, y este Proyecto divino y arcangélico entró en acción, todo ya estaba cumplido, y la perfección ya estaba manifestada en la materia.

La perfección está escondida, cubierta por capas y más capas de profunda ilusión, que hacen que la consciencia sufra por no poder encontrarse a sí misma en esencia, en verdad.

El sufrimiento más ilusorio de todos es el que ustedes viven cuando están perdidos de sí mismos, porque esta es la hora de la gracia, la gracia de descubrir la verdad.

¿Por qué ustedes sufren por sus imperfecciones, en lugar de buscar la esencia, la verdad?

¿Por qué temen perder algo que jamás les correspondió, para conocer finalmente lo que son, como hijos de Dios?

Muchos se preguntan cómo vivirán en este mundo, en sus vidas tan comunes y humanas, los principios de un Plan que, en verdad, es cósmico y universal. Esos principios, hijos, son internos. La expresión y la manifestación de ellos es lo que transforma la vida sobre la Tierra.

No esperen que el planeta cambie para entonces encontrar las condiciones favorables para la propia transformación, porque son ustedes quienes deben cambiar al mundo. Y no les hablo de un proyecto ideológico, político ni social; les hablo de las pequeñas cosas; les hablo de los actos de fraternidad y de verdadero amor; les hablo de una mirada y de un gesto sinceros para con los que están olvidados; les hablo de un acto de paz para con aquellos que están alterados por el caos del mundo; les hablo de acciones que corten la cadena creciente del mal en el planeta, porque los proyectos sociales son tan humanos como todo lo que ustedes construyeron hasta ahora como humanidad.

Para llegar a algo verdaderamente grande y espiritualmente grande, transformen lo pequeño, lo simple, lo profundo. Y es ahí, a través de su ejemplo, que moverán las estructuras de los incrédulos y harán reflexionar a los que están buscando la verdad y no la encuentran.

Es con el ejemplo que señalarán el camino; es con amor como encenderán una antorcha en este mundo de oscuridad, para que los que caminan ciegos puedan encontrar una salida.

Podría decirles muchas más cosas que las que ya les dije y renovarlos por medio de Mis palabras, pero cuando el padre se aparta, el joven crece y encara la vida y sus dificultades de una forma más madura. No hay otra salida para sobrevivir sino practicando lo que se aprendió.

El hecho de que los Mensajeros Divinos se alejen de sus vidas no es para abandonarlos, sino para hacerlos crecer, porque ya es hora, hijos. Y no solo la sociedad, sino todo el universo reclamará de ustedes ese crecimiento, para que puedan soportar lo que vendrá y para que sean un verdadero triunfo de Dios.

Que en esta reparación de la fraternidad, de la unidad y del amor, ustedes puedan, un día, dejar de reparar la propia consciencia para llegar a la consciencia humana, a los Reinos de la Naturaleza y al planeta, pues más allá de ustedes mismos, hay mucho para ser reparado.

Como buen carpintero y siervo del Señor, Yo los acompañaré siempre.

Su padre y amigo, compañero de todas las eras,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Este es el último tiempo de ilusión planetaria y es por eso, hijos, que las fuerzas del caos y del mal intentan desenfrenadamente crecer y multiplicarse en el mundo. Ellas saben que este es su último tiempo. Así como el Creador conoce Su eternidad, esas fuerzas conocen su fin.

Hijos Míos, este es el tiempo de cerrar los ojos a las influencias del planeta, porque cuanto más se aproxima el fin, más crece la ilusión y más confundidas están las almas, las mentes y los corazones.

Si no se aferran a la vida superior, si no vencen las tendencias del mundo para mantener su fe, mucho les costará seguir un camino espiritual verdadero. Ustedes confundirán el mensaje con el mensajero y, por no ver concretizadas las profecías en el tiempo y en la forma en que esperan, dejarán de creer en todo lo que aprendieron hasta ahora.

Permanecer en el amor es una misión para los valientes de espíritu, aquellos que confían más en Dios que en sí mismos, que están atentos a Sus Mensajes y no tanto a la forma como ellos llegan hasta el propio corazón.

El Apocalipsis ya está en acción, dentro y fuera de muchos seres. América está siendo cuidada por los Mensajeros Divinos; pero también llegará el tiempo, hijos, en que ella deberá vivir su purificación. El nacimiento de una Nueva Raza y de un nuevo principio de vida dependerá de cada corazón que permanezca ahí y de su disposición para perseverar más allá de las pruebas, para reconstruir el mundo, cuando llegue la hora.

Hijos, comprenderán plenamente lo que viven y la instrucción que les entregamos cuando estén despiertos en todos los niveles de consciencia y los velos ya no estén sobre sus ojos. Pero hoy quisiera hacerles comprender que los acontecimientos planetarios no se darán como ustedes esperan. Es tan así, que ya están ocurriendo y muy pocos lo percibieron.

Para que el caos de la Tierra no los confunda, afirmen cada día más la fe y la unidad de unos con otros. La oración que sustenta el corazón es la misma que mantendrá la mente sana.

Permanezcan con lo que les digo y no se olviden. Cuando llegue la hora, estas palabras serán como llaves que abren las puertas del nuevo tiempo.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ser Humano sin ser humano

La ciencia de estos tiempos, hijos, es la trascendencia del viejo hombre y el nacimiento del nuevo. Nacer sin morir en el cuerpo. Hacer renacer la materia, trascendiendo lo que estaba corrupto.

El nuevo hombre nace dentro de la consciencia. Es fruto de la purificación interior, del acto de expurgar lo viejo para que lo verdadero pueda surgir.

El nuevo hombre, hijos, en verdad no es nuevo; él siempre estuvo dentro de cada ser humano; es el principio, la realidad, el inicio de todo y también el fin, la meta hacia la cual ustedes caminan.

El viejo hombre se apoderó de la verdad y construyó sobre la esencia una vida de ilusiones; creó, por encima de lo que es, algo que no existía y ocultó el Pensamiento Divino con el pensamiento humano.

La humanidad, hijos, es una raza semejante al Padre en muchos aspectos que los hombres desconocen. Uno de ellos es la capacidad de crear con el pensamiento, con el sentimiento y con el corazón, capacidad hasta entonces concedida solo a los ángeles. Pero, como una gran paradoja universal, esa semejanza con Dios los apartó del Creador porque, en vez de aprender con el amor, crearon con el pensamiento un falso hombre y una falsa evolución, que los llevaba más hacia el abismo que a los Cielos.

Influenciados por la ilusión del tiempo en que vivían, los seres humanos fueron distanciándose cada vez más del Todo e ingresando en sí mismos. Fueron perdiendo la capacidad de estar en todo, lo que la semejanza con Dios les ofrecía, y perdieron la consciencia de la unidad, fortaleciendo, como una ley humana, la individualidad.

Hijos, ¿cómo puede un ser, que fue creado para vivir la unidad, competir con sus semejantes, crear trampas a la evolución del prójimo, querer ser mejor o peor que los demás?

La respuesta a esas preguntas está, no solo en la dualidad propia de este mundo, sino también en toda la ilusión en la cual se colocó la humanidad como consciencia.

Reconozco, hijos, que, después de tantos ciclos evolutivos como raza, es más fuerte la ilusión que la verdad; es más fácil permanecer en lo viejo que arrancarlo de sí mismos para que lo original pueda surgir. Sin embargo, es necesario que todos sean conscientes de lo que viven y de la batalla interior, individual y humana que deberán vivir en estos tiempos, para volver a los orígenes, al Plan Original de Dios.

Cuando oran de corazón y cuando se permiten vivir virtudes espirituales, como la humildad, la fraternidad, la compasión y el perdón, ustedes están viviendo desde la verdad, del hombre original o del nuevo hombre y, poco a poco, podrán ir destituyendo el reinado de lo viejo sin que eso les cause una gran desestabilización o sufrimiento.

La vivencia de la verdad, de una forma armoniosa, solo depende de la rendición de cada ser.

Todo lo que les digo hoy es para que se inspiren en buscar dentro de ustedes la verdad, y no permanezcan en lo viejo, en lo ilusorio.

Que Mis palabras los lleven a buscar, dentro de sí mismos, esa semejanza con lo Divino, que quedó oculta por las capas de la ilusión y que es ignorada por la gran mayoría de los seres humanos.

Ahora, hijos, es momento de ser Humano, sin ser humano, y descubrir la verdad sobre sí mismos.

Las llaves para todas las puertas que los llevan al Camino de la Luz se guardan en la oración y en la práctica de las virtudes.

Yo los amo y les dejo Mi paz.

Que así como Yo pude descubrir la verdad y la semejanza con Dios, que todos los que Me escuchan puedan hacerlo. Esfuércense y perseveren.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La esencia del silencio es, en verdad, el acto de silenciar las propias aspiraciones. Aquí se encuentra la clave para la ascensión tanto del espíritu como de la materia.

Mientras cada uno de los diferentes aspectos del ser busque la propia satisfacción y conquista, ustedes jamás conseguirán cumplir con perfección la meta espiritual de sus almas y de sus espíritus.

En estos tiempos de purificación, dispónganse interna y conscientemente a purificar las intenciones más profundas de todos los aspectos que componen su ser.

Construyan con la oración una fortaleza que soporte, con amor, serenidad y paciencia, el encontrar las mil resistencias que surgirán del inconsciente.  Dispónganse a conocer la raíz de todos los movimientos que no consiguen transformar y, con mucha calma, iluminen, con el poder del verbo que se eleva a Dios, esos espacios de la consciencia.

La oración es la llave de muchas puertas, no solamente para la salvación de las almas, sino también para prepararlos para todo lo que deberán vivir dentro y fuera de sí, en un futuro próximo.

Si oran de corazón y se disponen a la transformación, todo les será posible. No les digo que sea algo fácil de vivir, porque la peor batalla es la que se vive consigo mismo; sin embargo, no será imposible y, con un poco de valentía y persistencia, estarán aptos para vivir batallas mayores y ayudar a otros que aún no comenzaron a recorrer el camino del espíritu.

En tanto no purifiquen las intenciones, todas las virtudes que viven son pasajeras, como el silencio, la humildad, la caridad y aun la fraternidad, porque en el fondo de todo esto habrá siempre una intención propia que debe ser purificada.

Cuando descubran las raíces de las propias imperfecciones, podrán actuar, sentir y respirar siempre para Dios y en función de Su Plan. Es a partir de ahí que todo lo que hagan se tornará verdadero y las semillas de una Nueva Raza, que obedecen plenamente a Dios, comenzarán a germinar en el mundo.

Por esta razón, Yo los animo a no alarmarse con lo que encuentren en sí mismos. Al contrario, den gracias al descubrir un aspecto imperfecto, porque irán un paso adelante en la manifestación de la Nueva Raza.

Aprendan a vivir la propia transformación con mucha simplicidad y sin grandes angustias, como quien cura una gran herida, limpiándola todos los días. Y aunque sientan dolor o, a veces, exhale un mal olor o pase por una inflamación, en algún momento la herida cicatrizará. Cuanto más paz y cuidado hubiere, más rápido el propio cuerpo, fortalecido por el poder de la oración, la cicatrizará.

Yo los bendigo y los conduzco al descubrimiento de sí mismos y a la pacificación interior ante cualquier circunstancia de la vida.

San José Castísimo, siervo paciente y humilde de Dios

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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