Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 14ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Madre María Shimani de Montserrat:

Buenas tardes a todos y gracias por acompañarnos. Estamos en la recta final de esta Maratón de la Divina Misericordia y en el día de ayer Nuestro Señor nos dijo que había podido realizar parte de la tarea que nos había encomendado, de llevar las esencias de los no nacidos al Reino de Dios.

Y hoy con esa tarea tan intensa que hubo aquí, que se escuchaba desde todos los espacios de este lugar, seguramente Nuestro Señor hizo la otra parte de la tarea. Así, ahora nos vamos a colocar para orar y cantar preparando Su llegada, y ver lo que Él tiene para nosotros en esta tarde.

Queremos recordarles que Él nos pidió que oráramos con todo nuestro corazón, porque si lo hacemos así vamos a estar unidos a Su Corazón. Él ayer nos dijo que de Su Corazón debería derramarse la piedad para este mundo.

Así, si estamos conectados con Él, seguramente vamos a recibir una gran bendición en la tarde de hoy. Entonces coloquemos toda nuestra energía, todo nuestro amor en esta recta final.

¡Buen trabajo para todos!

 

Hoy Mi Corazón emite Su voz de Paz para el mundo. Traigo la esperanza y la alegría para aquellos que la han perdido. Vengo a traer el gran silencio a este mundo tan ruidoso, para que los corazones ingresen en Mi armonía universal. 

Yo les traigo la fe y la confirmación de Mi Presencia. Por eso, Yo les traigo la Luz del universo para que vuestros ojos se puedan abrir a lo desconocido y a lo nuevo.

Hoy les oferto Mi Corazón como un agradecimiento predilecto por el esfuerzo que han hecho de orar Conmigo en estos días.

Hoy el Cielo se abre ante vuestras almas y él derrama Sus Gracias y tesoros en los corazones simples; semillas que brotarán en el futuro para que los dones estén disponibles en este Proyecto final que debe cumplirse a través de ustedes y de la humanidad. 

Sientan el latir de Mi Corazón y permanezcan Conmigo, en esta hora tan difícil, pues el mundo necesita de mucho alivio y de mucha cura y, en consecuencia, de mucha oración.

Agradezco a todos los compañeros Míos que comulgan Conmigo. Los premios serán entregados en el universo y serán honrados en el Reino de Mi Padre. Las puertas se abren en este lugar para poder bendecir a todos, principalmente a aquellos que han cerrado su corazón a Mi Corazón. Mi Luz penetra en lo más profundo y oscuro, disipa las tinieblas y trae la luz de la cura para esta humanidad. 

Yo los reúno en el nombre del Amor y de la Verdad. Les traigo el consuelo que tanto necesitan para que en el fin de este tiempo sean renovados por el Espíritu de Dios y se preparen como Mis guerreros para el momento del gran Retorno de Cristo.

Muchos de ustedes Me verán, mas algunos no Me reconocerán. Sean consecuentes Conmigo todos los días de vuestra vida, así Yo Me serviré de vuestras virtudes y destrezas para cumplir con Mi Obra Redentora en el fin de este ciclo. 

Entréguenme aquello que aún no Me han entregado. Yo necesito la calidez de vuestros corazones para que puedan percibir el pensamiento y el sentimiento puro, la llama misericordiosa que los trasforma y los redime.

Yo Soy el Glorificado Corazón de Jesús. Bienaventurados serán aquellos que Me honren en este ciclo. Glorificados serán aquellos que Me sirvan plenamente, porque estarán haciendo obras de servicio y de caridad, de entrega y de sacrificio por aquellos que aún no lo hacen. 

Como Yo lo hice en Ruanda, vengo a evitar la Ley de Dios sobre este mundo, pues este mundo Me pertenece desde el principio. 

Yo Soy la emanación del Gran Espíritu del Creador. Mis Leyes sublimes los pueden permear y curar, borrar de vuestras células cualquier dolor para que vivan, en este tiempo tan difícil, en Mi Misericordia.

Todos los días, a las tres de la tarde, Mi manantial se abre para toda la humanidad. Mi Corazón se dona profundamente a aquellos que lo quieran recibir y trasforma lo que es intransformable, redime lo que es irredimible, cura lo que es incurable. Por eso, confíen en Mi hora de Misericordia.

Yo vengo, en este tiempo a este mundo, no solo por ustedes para poder despertarlos, sino por aquellos que aún siguen durmiendo en su propia ilusión. 

¡Ay de aquellos que nieguen al Hijo de Dios! ¿Cómo podré derramar Mis Gracias sobre ellos? 

Para eso, necesito de todos vuestros instrumentos, de vuestros corazones y de vuestras vidas, para que Mis vertientes de redención y de cura puedan ser derramadas sobre toda la humanidad.

Este momento que hoy comparten Conmigo es único y no se volverá a repetir en este lugar. La necesidad en el mundo es muy grande, la emergencia de las almas también es mayor. Existen muchas carencias, muchas necesidades que resolver en esta era. 

Para que todo eso sea cubierto y todos reciban lo necesario, necesito de misioneros de Mi Misericordia, de misioneros de la oración y del servicio que puedan transmitir Mi Ley Mayor, la Ley del Padre, que es la Ley del Amor. Ley que los llevará a la unidad y a la redención.

No teman purificarse en este tiempo. Permitan que Mis ángeles desaten vuestros nudos. Este momento es único para todos y muchos no reciben estas Gracias, pues Mi Espíritu que es inmaculado y puro, que proviene de la Fuente Mayor de Dios, viene desde lo más alto hacia vuestro encuentro para que puedan despertar y entender lo que está sucediendo en ustedes y Conmigo.

¿Alguna vez se lo han preguntado, Mis compañeros?

Muchos de ustedes ya entienden todas estas cosas. Por mucho tiempo caminaron Conmigo en los grandes desiertos y valles, escucharon Mis predicaciones y Mi Palabra de Vida. Ustedes son remanentes de pueblos antiguos, los grandes pueblos del desierto que escucharon a Dios, desde Moisés hasta Abraham, siempre han estado Conmigo en espíritu y en vida. 

Pero llegó el momento, Mis queridos compañeros, de que asuman en este tiempo la tarea final. Cada uno sabe lo que Me puede dar. Yo no vengo a buscar cosas perfectas ni predilectas. Necesito de vuestras miserias para poder transformarlas.

Así, Yo reconstruiré todas vuestras esencias y las de vuestros hermanos para que puedan resucitar en espíritu y, renovados por Mi Luz y Mi Paz, puedan volver a reencontrar el camino que han perdido.

En verdad les digo, Mis amigos, todos los que han pasado por las Maratones de la Misericordia, ya retornaron a Mi Corazón misericordioso. Agradezco a aquellos que han persistido en acompañarme durante los dos días; que renunciaron a cosas tan vanas, tan materiales y tan mundanas para encontrarse con la fuerza de Mi Corazón.

Amados Míos, ustedes han sido transformados por Mi Luz Celestial y esto trae consecuencias de transformación en toda la humanidad. Los pesares de este mundo están siendo aliviados y muchos corazones que sufren están encontrando consuelo.

Yo les quiero hacer reconocer el Reino de Dios, aquel que se aproxima a través de Mi Presencia cósmica.

Este es Mi último Llamado, antes del gran regreso esperado. No piensen en cómo Yo vendré, solo busquen estar en Mí todos los días. Eso bastará para que Me puedan reconocer en el gran momento esperado. Nada los hará temer. Nada los perturbará. Nada les quitará la fe y la fuerza interior porque habrá sido una gran consecuencia de vuestra perfecta transformación a través de Mi Corazón.

Hoy los bendeciré con el Agua de Vida, con el pan y el vino que representan Mi Cuerpo y Mi Sangre, códigos preciosos que los transforman, día a día.

Mis Manos lavarán vuestros pies y también derramaré bendiciones sobre vuestras cabezas, dándoles el Bautismo de Mi Corazón para que sean bañados por Mi Espíritu Santo.

Compañeros Míos, renovados a través de este encuentro Conmigo, ingresen al Reino de Mi Padre, porque Él siempre los aguarda en silencio. Él siempre está allí para ayudarlos, para escucharlos, consolarlos y amarlos.

Crean en lo que Yo les digo, porque el tiempo del gran cambio está llegando y en ese momento vuestros corazones y almas ya deberán estar fortalecidos, porque a través de Mí, a través de Mi infinita Misericordia, serán inamovibles y cumplirán de esa forma con la parte del Proyecto que hoy Yo les entrego. Proyecto que es desconocido para vuestras mentes, pero profundamente conocido por vuestras almas.

A través de este Cielo infinito que comulga con ustedes, Yo los bendigo y los perdono, los renuevo y los redimo. Les entrego Mi santo Cuerpo y Mi preciosa Sangre como códigos de transfiguración para vuestras vidas.

Yo los bendigo y los amo por el Poder que Dios Me dio para este mundo. Vayan en paz y en confianza Conmigo.

Sostengan con vuestras manos la antorcha de la rehabilitación. La liberación está próxima para muchos. Dichosos de aquellos que confían antes de vivirla, porque nada les faltará.

Ahora los observo en silencio para elevar vuestras miserias. Mi Amor es fuerte y transformador, Amor que comprende y entiende vuestras vidas, no importa el grado de equivocación, lo que importa es vuestra confianza en Mí. Así no estarán separados de Mí y siempre serán bendecidos.

Abran vuestro corazón al perdón. Liberen de vuestras esencias las manchas que las oscurecen. Yo les traigo la fuente renovadora, la fuerza palpitante del Universo Mayor, la Unidad Celestial y Divina que quita la sed de todos los corazones. Yo les traigo el poder de la reconciliación y de la vida infinita para los que creen, en verdad, en el Redentor.

Les agradezco por elevar a los no nacidos hacia los Reinos Mayores, en donde podrán nacer nuevamente, en espíritu, en las moradas del Padre.

La fuerza de la Misericordia nunca los separará de Mí, siempre y cuando confíen en lo que hacen. Cuando oren de corazón y de alma, la Misericordia siempre los ayudará y todo se resolverá en este tiempo definitivo.

Les agradezco por intentar ser misericordiosos en estos tiempos.

Sigan adelante y con fe, Mi Corazón los acompaña.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Nuestro Señor vamos a cantar con mucha devoción “Cristos del nuevo tiempo” para despedirnos de Su Consciencia Mayor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat: 

Los esperamos a todos en el Corazón de los Mensajeros Divinos. Recuerden orar siempre, todos los días, para que Sus Planes se puedan concretar.

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo Soy la Vida para los corazones tristes y solitarios, porque Yo Soy para cada ser la alegría de vivir y de compartir en Dios.

Yo Soy el Fuego Divino del Espíritu Santo que los ilumina.

Soy el Camino recto hacia Dios.

Hoy les pido que sean como Yo para que otros hijos, a través del ejemplo de ustedes, imiten el camino de la entrega y de la confianza absoluta en Dios.

Mi Padre los espera a todos en el Cielo, pero es necesario vivir la única Ley, la Ley del Amor y de la Sabia Justicia del Cielo; ha llegado el momento de corregir simplemente sus vidas para que todos Mis compañeros sean partícipes de Mi Regreso.

Queridos, estoy con ustedes todo el tiempo que Me lo permitan, pues no solo veo imperfecciones, sino también veo el amor de ustedes hacia Mí.

Irradien el sentimiento de hermandad entre ustedes para que todas las almas aprendan a vivir en Dios sin sufrimiento ni dolor.

Yo Me sirvo de simples instrumentos porque espero que ellos sean transmisores de Mi Misericordia en estos tiempos. Encontraré siempre Mi Llama encendida en sus corazones, cuando tan solo Me digan sí, cuando Me digan: “Ven Maestro del Amor”.

Quiero verter sobre ustedes Mis Gracias, Mi Amor Redentor, para que sus seres se vacíen y sean colmados por la Luz de Mi Espíritu Eterno.

Quiero que Mis soldados sean un verdadero escudo de amor, paz y hermandad; el mundo necesita de la ayuda consciente de todas las almas orantes.

Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados. 

Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.

Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos compañeros:

Me alegra saber que los que dicen amarme y adorarme están reunidos bajo el Amor y la Misericordia de Mi Corazón.

Por ellos di la vida y por ellos retornaré para darles la Vida Eterna del Espíritu. Por ellos Me presento, porque sé que a pesar de los atavismos aún existe el verdadero fuego ardiente de la devoción que enciende, en amor, a cada corazón.

Busco a los que son simples y puros de corazón, a ellos los reúno para que lleven Mi Mensaje a los que aún no Me llaman, no Me viven y no Me adoran. Y al fin, cuando retorne como el Espíritu Santo en la Gloria de Mi Padre, no seré el juez que los condenará, sino que seré el Gran Hermano del Amor que los libertará del pecado y los transformará en preciosas esencias para Dios.

Por eso en estos tiempos solo llamo a los que Me responden y a los que se animan a pasar por Mi Fuego de Transfiguración. Quiero a Mis semejantes vacíos como la nada y llenos del Amor de Mi Sagrado Corazón, porque con los pocos que cuento deberé reconstruir el mundo antes de Mi amorosa Venida.

Busco también a los que Me han fallado, a los que Me ignoraron, a los que no han confiado en Mi Proyecto Divino y Salvador, porque Yo los amo, los amo como parte del perfecto Diseño Creador, lugar de donde verdaderamente nacieron para ser amor y vida manifestada.

Queridos, espero que nunca se cansen de buscarme ni de llamarme, porque Mi Corazón observa algunos rostros caídos y algunas miradas avergonzadas que no quieren mirarme.

A ellos les digo: vengan a Mí y quítenme la sed que el mundo despierta en Mi Ser por no vivir la Ley del Amor.

Levanten sus rostros y confíen que todo está en la Voluntad del Señor.

Vengan a Mí y beban Conmigo del cáliz de la salvación y de la redención.

Mis queridos, los necesito, los llamo y los busco. Espero de Mis servidores la infinita trascendencia. Les agradeceré su honesta compasión para Conmigo y para con sus hermanos.

Ánimo, porque siempre los espero.

Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados en el amor y en la verdad.

Gracias por escuchar Mis Palabras con el corazón.

Cristo Jesús
 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Sientan el sutil perfume de Mis oraciones por la humanidad. Guarden en vuestros corazones la esencia de la fe. Despierten en vuestros corazones el llamado a la esperanza. Socorran Conmigo a la humanidad mediante la oración del corazón.

Queridos hijos, acepten Mi Buena Nueva porque Jesús quiere habitar por siempre en vuestros corazones. Hijos Míos, hoy los llamo a orar por la salvación de los Reinos de la Naturaleza y por la salvación de la humanidad. Ustedes guardan en este mundo el mayor tesoro que Dios les ha dado: la naturaleza, Su Creación.

Por eso, queridos hijos, oren por la salvación de cada uno de los elementos de la Creación. Que vuestra oración llegue a los Cielos para que sea escuchada por el Corazón de Dios.

Está en vuestras manos la posibilidad de Misericordia para el mundo. Está en vuestras manos la oración, camino hacia lo nuevo y lo bueno, esperanza de un mundo mejor, el cual debe vivir bajo las Leyes del Amor y de la Paz.

Pequeños hijos, para que todo eso sea posible, ustedes tienen la presencia de Mi Corazón Auxiliador, de Mi mirada materna sobre cada uno de ustedes. Como Reina de la Paz, les pido que fortalezcan el camino de oración que, amorosamente, ustedes están realizando.

Sepan, queridos hijos, que cada momento de oración auxilia a un alma de esta humanidad.

Cuando Yo los llamo a la oración, estoy llamándolos a la toma de consciencia delante de la necesidad de Misericordia. Como Señora de las Gracias les doy Mi Bendición Maternal y los invito a seguir adelante.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

No Me cansaré de llegar a vuestras vidas porque, como Madre de la Misericordia, el mérito para todas las almas del mundo es la salvación.

Queridos hijos, con vuestros corazones abiertos alcanzarán la eternidad, por lo que hoy los invito a considerar como primordial la vida de oración. De esa manera, sus vidas estarán dentro del Reino del Creador. Hijos Míos, como Señora de la Paz, hoy les pido que oren, que oren con el corazón porque todo el Universo de Dios está atento a las súplicas de todos Mis hijos.

Queridos Míos, sostengan con manos firmes la oración para que ella, como Luz en el mundo, pueda auxiliar a los que más necesitan. Abran las Puertas de los Cielos a través de la oración, pues todo está permitido cuando ella nace de forma pura desde el corazón.

Hoy, permanezcan en Mí y no teman por nada, ya es momento de reverenciar a Quien los ha creado por amor y por devoción: Él es vuestro Único y Omnipotente Dios.

Queridos hijos, el tiempo de la Misericordia está transcurriendo velozmente en la vida de todas las almas; no tarden en llamar por la Presencia Divina que nace en el donado y amoroso Corazón de Mi Hijo. Todos son invitados a vivir en la insondable Presencia de Jesús. El Sacerdote del Amor, con Sus brazos abiertos hacia el mundo, los espera y les dice que ya es el momento de preparar el Templo Interior para Su retorno. Las sagradas palabras pronunciadas en el ayer por el Redentor se volverán realidad en los tiempos actuales.

Hijos Míos, aguarden día a día la venida silenciosa de Mi Hijo; Él es vuestra Estrella Guía, el Manantial que les saciará la sed que vuestros corazones tienen en estos momentos.

Beban de la Fuente y laven vuestros rostros con el Agua Divina que ha brotado desde Mi Hijo, porque será en esta ofrenda de Jesús donde encontrarán la Ley del Amor.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Solo encuentren el refugio en la Casa de Dios.

Solo esperen con alegría la llegada de Mi Hijo.

Solo aguarden en oración para encontrar la paz.

Queridos hijos:

Hoy los llamo a reverenciar a Dios, el Gran Creador del Universo. Cada nuevo día debe ser una alabanza para el Señor porque así, vuestras vidas serán partícipes de Su Ley de Amor y de Perdón.

Mis hijos olvidan al Padre Eterno. Hoy les recuerdo que siempre deben volver al universo elevados, como almas, a través de la oración. Esperen con alegría la llegada del Enviado de Dios, el Rey del Amor Redentor, Mi Hijo Glorificado, porque en esa espera ustedes estarán abriendo sus corazones para lo nuevo que viene de Jesús.

Reverencien al Creador como Camino de Consagración de sus vidas a la Voluntad del Padre. Sepan, hijos Míos, que en cada acto de reverencia estarán alabando a Dios y, así, formarán parte de la armonía que el mundo tanto necesita y que ha perdido porque olvidó reverenciar al Creador.

Hoy los invito a recordar este acto de reverencia que los llevará a vivir en la devoción del corazón, sendero que se abre para el encuentro de la fe.

Queridos hijos, si la humanidad amara a Dios Creador, los planes ya serían otros. Como Mediadora, les quiero hacer descubrir Su Amor en cada uno de vuestros corazones. Es tiempo de reconocer que sin Jesús, poco podrán ver el camino. Jesús es la visión que, como Luz, ilumina la vida para redimirla. Y para que eso suceda, es importante orar con el corazón.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Vengo hacia ustedes a entregar Mi mensaje de paz a los que sufren y tienen falta de Jesús Consolador. Mi Hijo es eterna consolación porque Su Espíritu cura a las almas para redimirlas y liberarlas de toda falta delante de Dios.

Por eso, queridos hijos, hoy busquen a Jesús Consolador en la oración para que sus almas sean partícipes de la Divina Misericordia. Reconozcan, hijos Míos, que sin Jesús nada serán; Él es el poder que los vitaliza y que los conduce a encontrar el manantial del amor, fuente del perdón insondable que muchos de Mis hijos necesitan.

En esa aspiración, eleven al Cielo todas las plegarias para que Mi Corazón Maternal las pueda recoger y guardar como un presente en el Eterno Corazón de Dios.

Muchos de Mis hijos esperan buenos tiempos para la vida. Ellos son los que aún no cambian desde el corazón. Por eso, Yo los invito a la oración para elevar el pensamiento hacia Dios y, así, permitir que Su Ley Única, la Ley del Amor, actúe sobre la realidad de sus vidas.

Hijos Míos, para que el nuevo Espíritu Santo de la Paz colme sus corazones, primeramente debe borrarse de ellos todo el dolor o la separación que existe entre las criaturas. Ustedes, como orantes, ya saben que la humanidad está muy dividida delante de Dios por la falta de verdadera caridad hacia el prójimo, caridad que comienza con la emanación del amor del corazón.

Nunca olviden, Mis pequeños niños, que el Amor de Mi Hijo, el cual debe residir en sus corazones, es el Amor que les permitirá curar todo el pasado. Sigan los pasos de Mi Inmaculado Corazón.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Cuando las almas se abren para responder a Mi llamado de paz, la Voluntad de Dios se manifiesta en todo lo que es creación y vida. Los corazones reciben la Ley del Amor y de la Gracia porque sus vidas son tocadas por el Amor Misericordioso de Dios a través de Mi Hijo.

Cristo les enseña a caminar en la verdad, en la pureza y en la transparencia porque vuestras vidas, en este tiempo, deben ser cristalinas como el agua, puras como el alma y alegres como el corazón.

Hijos Míos, por la respuesta de todos ustedes a Mi Llamado Maternal, hoy les agradezco por la perseverancia y por la fe de todos. Mientras continúan imitando el camino de Mi Hijo amado podrán auxiliar a la humanidad, no solo a través de la oración del corazón, sino también a través del servicio humilde de cada uno de sus corazones ofrecido a todos Mis hijos que están expandidos sobre la faz de la Tierra.

Por eso, queridos hijos, permitan que desde ustedes brille Mi esperanza por la conversión de todos; de esta manera Mi Paz y Mi Corazón Maternal estarán por más tiempo auxiliando a todos y los conflictos desaparecerán ante la presencia de Mi Inmaculado Amor.

Hoy les entrego la Luz de la Fuente de las Gracias de Dios Padre para que todos, como uno, puedan caminar hacia la redención de la vida y del corazón.

Sepan, hijos Míos, y recuerden que cuentan con la amorosa ayuda de los ángeles de la guarda. Ellos son el suspiro del Amor de Dios sobre la Tierra y ellos esperan ser acogidos y recibidos en cada una de sus pequeñas vidas.

Los llevo siempre hacia Mi Hijo, el Cristo Resucitado, para que en comunión y en oración con Él encuentren el nuevo camino hacia Dios.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

¡Luz para toda la Tierra!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Abran la fuente pura que existe en sus corazones y lleven Conmigo la Ley del Amor a sus hermanos.

Hijos Míos, por el inmenso amparo que emana de Mi Corazón hacia sus vidas, Yo vengo hasta ustedes para hacerlos crecer y, cuando crezcan, puedan dar los pasos en dirección al Reino de Mi Padre.

Queridos hijos, caminen como niños para poder llegar a Mi Hijo, a Sus brazos que Son el camino perfecto para llegar a Su Santísimo Corazón. Por este camino, hijos Míos, ayudarán en la conversión del mundo y, en especial, de muchas almas que cada día se pierden. Por eso, amados corazones en redención, acepten el camino de la paz que a través de la oración Yo los estoy invitando a recorrer.

Queridos hijos, no olviden los dones de paz que sus corazones guardan; compartan diariamente el camino con sus almas para que el Espíritu de Dios permanezca en sus corazones.

Amados hijos, recuerden que la transformación de sus corazones y de sus vidas colaborará en la mudanza del mundo y de la humanidad.

Con la esperanza de estar en Mi Hijo podrán aliviar el peso del dolor que el mundo vive.

Quiero decirles, hijos Míos, que cada uno de ustedes tiene la llave para la conversión del corazón.

Vivan Conmigo; Yo los siento y Yo los conozco profundamente.

Alegren sus corazones por la presencia de Mi Paz Celestial.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Que hoy sonrían sus corazones para que en ellos broten y nazcan las flores de Dios.

Pequeños niños, guarden con predilección la Presencia del Corazón de Mi Hijo; así Él los hará caminar hacia el Reino del Señor en el que siempre deben anhelar vivir y permanecer eternamente.

Hoy los invito a que brote la paz desde lo profundo de sus almas. Muchos corazones aguardan almas bondadosas que puedan irradiar paz y amor para reparar el dolor. Por eso, Yo los preparo diariamente para que vivan Mi escuela de oración. Un buen discípulo vive con fe los preceptos del Maestro del Amor y así comienza a recorrer los caminos del amor y de la esperanza que son necesarios para muchas almas que están solas.

Queridos hijos, cada oración es un nuevo misterio de fe que se revela a la vida de las almas. Por ello Yo los invito a estar delante del Espíritu Divino del Padre para que todos puedan comenzar a vivir Sus Leyes de Amor.

Queridos hijos, todos son llamados a la conversión del corazón y eso empieza a través del amor profundo que sus corazones puedan irradiar a sus semejantes y al mundo. Si la humanidad pudiera amar más allá de la vida y del corazón, el mundo cambiaría y las oportunidades de salvación llegarían a muchos hijos.

Yo los llamo a formar parte de los grupos de oración consagrados a Mi Inmaculado Corazón para que Dios Padre, en Su Infinita Misericordia, contemple al mundo con compasión y amor. Cada oración que es pronunciada con firmeza y devoción permite que más almas alejadas de la Luz puedan ser elevadas por la fuerza interior de Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, estamos a tiempo de que muchas almas puedan aproximarse, en un acto de reconciliación, a Mi Hijo. Con Verdadero Amor Él los aguarda para darles a conocer la inmensidad de Su Bien y de Su Humildad.

La escuela de la oración es para todas las almas que aspiran a ingresar en ella y para aquellos que no hayan encontrado la Luz del Reino Celestial que Mi Corazón les está ofreciendo día a día. Amemos con honestidad y aliviemos al mundo de su propio dolor. Todos están llamados a la hora de la reparación total de aquello que sus almas no realizaron bien. Están llamados a la hora de la Redención.

Gracias por responder a Mi eterno llamado.

Luz en los corazones del mundo,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo. Vive bajo la Ley del Amor. Camina sin pausa hacia el Reino del Señor. En confianza siente la Paz de Mi Corazón en tu corazón. Renuncia al pasado para poder vivir en lo nuevo.

Alegra tu alma cuando le cantes a Dios. Sonríe a la vida que te fue donada y entregada, vive el ejemplo de la humildad para la vida. Si tu corazón está cansado, recoge tu alma dentro de Mi Inmaculado Corazón. Si tu corazón está desanimado, escucha Mi voz que viene desde los Cielos. Aguarda con esperanza lo que después vendrá como Buena Nueva.

Escucha con atención la señal del Señor porque ya puede ser la hora de tu llamado y de tu despertar. Encuentra en la oración el momento para tu esmero, entrega y donación, así las almas sedientas de Dios se servirán de tu servicio. Acepta con gratitud los cambios en la vida; así comprenderás los misterios del plan divino universal.

Une tu corazón al corazón de cada hermano; sé un eslabón que forma parte de la gran cadena de la fraternidad. Imita a Jesús y vive cada día en Cristo Jesús para que puedas seguir desde cerca las huellas que deja Su Sagrado Corazón. Abraza con tu alma el nuevo tiempo, vive la Hora de la Paz en este momento.

Obra como digno hijo de Dios en la unidad de los corazones; no desvíes tu corazón del propósito para que él pueda ver siempre el camino. Supera con valentía las sombras que trae la vida de la transformación; recoge tu corazón dentro del Reino de la Redención. Permite sentir en tu vida el poder divino que rige a cada criatura; únete a la Omnipotencia de Dios.

Acerca tu vida al Señor, siente desde cerca el poder de Su Amor. Cuando alcances el vacío en todo, permitirás que la fuente llene la amplitud de tu corazón. Vuelve a nacer con alegría para que todos vivan bajo Mi Gracia.

Queridos hijos, hoy los llamo a la reflexión del corazón para que todos se unan al único principio de la vida, que es Dios.

Oremos por los que están en la ignorancia del corazón.

Paz para todos. Fe para cada corazón.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Que hoy reine Mi Paz en sus corazones. Quienes busquen esta Paz, encontrarán Amor. Quienes estén en Mi Divino Amor, hallarán confianza para el camino. Quienes ya vivan en la confianza de Dios, encontrarán alivio, porque todos estarán bajo la Voluntad de Dios.

Así, queridos Míos, se revela el camino para la consagración.

Queridos hijos, hoy Yo los invito a celar por la consagración en cada uno de ustedes. Ella es un don precioso que Dios les está concediendo a sus almas. La consagración verdadera comienza en nuestra confianza en la oración; a partir de allí, Mis pequeños, el Universo Celestial se abre para que en cada hora de la vida ustedes puedan ver y sentir la Voluntad de Dios.

De esta forma, queridos hijos, sabrán cómo vivir en paz, en la paz del corazón. Vayamos juntos al encuentro con Dios; Mi Inmaculado Corazón los resguardará en el camino por el que cada uno de sus corazones ha decidido peregrinar. Caminando en la Voluntad de Dios ustedes comprenderán que sus pequeñas voluntades humanas deberán unirse a la Voluntad Única. Este ejercicio de humildad y de entrega les permitirá fortalecer la oración y, así, la paz en el mundo podrá reinar por más tiempo.

Queridos hijos, en estos tiempos, cada momento que pasa en la vida debe ser una constante búsqueda de la Voluntad de Dios; así todos los corazones podrán entrar en las Leyes Celestiales, las que sus almas deberán reconocer y amar. Hoy vivan bajo la primera Ley del Amor. El mundo necesita del amor compasivo y humilde entre todos Mis hijos, para que cada día se pueda aliviar un poco más.

La misión de cada uno de ustedes será aspirar a encontrar la Ley Divina que la humanidad ha perdido, ley que se manifiesta entre las almas y Dios. Por eso, Yo vengo no solo a donarles la Paz Interior que muchas almas desesperadas buscan; vengo también para reconciliar y redimir los corazones que se han alejado de Dios.

Nuestro Altísimo Señor los guarda; el Amor Divino es para todos sus corazones. Yo estoy aquí para guiarlos.

En confianza infinita al Padre Celestial,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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