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Mientras Mi Luz Maternal y Divina penetra la Tierra junto a San José para redimir a los corazones caídos y perdidos, Mi Corazón recibe con júbilo sus oraciones y cantos. Cuando la ofrenda es sincera y espontánea agrada mucho al Corazón de Dios.
Así, queridos hijos, todos los días les enseño a amar un poco más y a perder el miedo de hacerlo, porque si amaran a sus hermanos así como Yo amo a cada uno de ustedes, muchos sufrimientos terminarían.
Los invito, hijos Míos, a reforzar el compromiso con el Padre Eterno de formar una sagrada familia espiritual, depositaria de los mismos códigos del antiguo pueblo de Israel; pueblo que en aquel tiempo vivificó la Palabra de Dios y la hizo carne dentro de sí.
Los invito a amar el conocimiento pero también a vivirlo, para que él sea en ustedes fuente de conversión y ejemplo de redención.
En este momento, queridos hijos, los Sagrados Corazones se aproximan a esta parte del planeta por la gran necesidad de despertar y de redención.
Necesito, Mis hijos, que puedan acompañar cada paso que dan los Mensajeros del Cielo, así ustedes podrán contribuir con el desarrollo de un Plan que no es físico, sino interno y espiritual.
Todos sin excepción son llamados en esta hora para aportar sus virtudes y sus dones, para que Mi Hijo pueda realizar Su Obra redentora en estos tiempos.
Para eso comiencen a amar de forma diferente a como han amado hasta ahora, que su amor humano se transforme por la oración y se transfigure en cada nueva consagración.
Yo los ayudaré a seguir ese camino infinito hacia el verdadero Amor. Yo los motivaré y los impulsaré a concretar en ustedes lo que el Padre tanto espera; para que eso sea posible entréguenme lo que son y así Yo seré en ustedes a imagen y semejanza de Dios.
Anímense todos los días a decirme sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día, en el que desde Aurora se vive la renovación y el comienzo de un nuevo ciclo, quisiera invitarlos a acompañar este nuevo camino que muchos de ustedes se animaron a recorrer, el camino al despertar de la consciencia y a la acción de vivir el Plan de Dios.
Después de muchos años de instrucción, en este encuentro, aquí en Aurora; Mis ojos maternales observan, por primera vez, los pasos que algunas consciencias se están animando a dar en pro de esta humanidad y por la evolución de este planeta.
Mis ojos ven emerger de sus seres internos a los Nuevos Cristos, que no serán conocidos, pero sí contemplados por la Creación que los rige desde el principio.
Hoy, Me retiro de Aurora y de esta casa para elevarme al Cielo y anunciarle a Mi Hijo que una parte de este proyecto interior ya está cumplido.
Seguiré, como en todos los tiempos, orando para que Mis hijos, decididos a amar el Plan de Dios, tengan la fuerza interior de todos los ángeles y arcángeles del Cielo.
Que, en este tiempo de definición interior y de batalla, Mis hijos predilectos cuenten con la intercesión de todos los ángeles del universo, que vendrán por amor a socorrerlos, siempre que lo necesiten.
Ver la concreción y la realización de esta Obra de Redención en los corazones es una infinita alegría; porque desde ahora el Padre Celestial observa desde Su Reino que Sus criaturas más pequeñas e imperfectas abren sus corazones para vivir finalmente Su Propuesta Divina, Su Santa Voluntad.
Así aprenderán, queridos hijos, a ser aquello a lo que tanto aspiraron, ser servidores de Mi Hijo, ser testigos fieles de que es posible sentir y vivir en el Amor de Dios y de todo el universo.
La Gracia de Dios los ha colmado en estos días, ya que ocurrieron sanaciones espirituales en consciencias necesitadas.
Hoy, una nueva hermandad espiritual se forma entre los espíritus congregados por Cristo para esta importante misión de ser soles que alumbren el fin de los tiempos, ser estrellas que revelen al mundo el mensaje de paz y de redención.
Hoy, su Madre los acompaña desde el Cielo sagrado de Aurora y les anuncia que las puertas hacia la Paz permanecerán abiertas aquí para que, cuando retornen a esta Casa de Dios, puedan reencontrar la esencia que los ha salvado y los ha formado como soldados del Plan.
Ahora, vayan con alegría y lleven la misma experiencia de amor y de hermandad que vivieron aquí, desde los primeros días de agosto. Transmitan la esencia del Amor y de la Verdad a la inmensa mayoría de Mis hijos que están dormidos en este mundo.
No se cansen de ser Mis brazos y Mis manos en este planeta, para que Yo pueda trabajar a través de sus pequeños corazones. No se cansen de ser Mis pies, para que Yo pueda seguir sembrando la Luz en esta necesitada humanidad.
Por último, Mis amados hijos, les dejo Mi gratitud por abrir sus consciencias a la transformación y a la transfiguración de sus vidas, porque en ese paso podrán mantener la llama de sus corazones encendida para que estén todo el tiempo en la plenitud de Dios.
He colmado sus consciencias con nuevas Gracias, así como Mi Hijo Me lo ha pedido. He dejado en sus esencias un compromiso mayor, que los impulsará a vivir algo divino en sus vidas.
Derramé sobre Aurora la última parte del Propósito que Dios Me pidió que depositara en este lugar; y ahora, todos los presentes son partícipes de esa parte viva del Plan que poco a poco comienza a materializarse.
Quedará como misión, en este trabajo espiritual, la pronta manifestación del Auditorio de la Misericordia que, para la realidad de estos tiempos, será igual al que aquí se encuentra. Ese auditorio les recordará a todos que será la casa de la Sagrada Familia.
Espero ver erguirse las paredes del mismo, en este año. Las bases de este simple auditorio serán fundadas por Mí y espero que Me acompañen.
Desde este Cielo de Aurora, hago brillar la luz de sus corazones para que el Padre vea que la humanidad no está perdida.
Les dejo a todos Mi Paz y Mi Amor de Madre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Canción: Hijos del mar (en portugués).
Mis amados hijos:
Hoy he venido aquí, en este día, para elevar a través de sus oraciones a todos los que necesitan de la Luz y del Amor de Dios. Amor que está siendo olvidado por el mundo, porque el reino de la oscuridad está presente y solo el Amor lo puede vencer cuando esté en sus corazones todo el tiempo.
Después de estos días vividos Conmigo, en los que compartieron la Verdad, el Sagrado Conocimiento de Dios, Yo vengo a activar definitivamente el espejo sagrado de sus corazones, para que desde allí nazcan y broten los principios del amor y de la hermandad, lo que Dios espera de este mundo y en este tiempo final.
Vengo a construir en ustedes nuevas bases, bases de una vida elevada, de almas que corresponden al Corazón del Padre Celestial y que en este tiempo despiertan por obra de Su Gracia y de Su Misericordia.
Pero aún, queridos hijos, a través de sus corazones, de todas sus oraciones, muchos más corazones deberán despertar.
Después de tantos años, en los que cada uno de ustedes fue instruido, llegó la hora, Mis amados hijos, de que finalmente las bases se puedan fundar en esta Obra que Yo quiero realizar en Europa y más allá de este continente.
Pero sepan, queridos hijos, que todos sus hermanos de América podrán darles el apoyo para motivarlos siempre a dar un paso adelante y animarse a construir, en estos tiempos finales, esta gran red de espejos de amor, que Yo aspiro a instituir en cada uno de ustedes.
Recién han comenzado, queridos hijos, a dar los primeros pasos en este camino del despertar. Sepan que sus estrellas de origen, que vuestras verdaderas esencias, reconocen este momento importante y esta Obra en la cual fueron llamados a participar.
Sepan, queridos hijos, que por encima de toda prueba, sufrimiento o error que comete todo el mundo, está el Plan de Dios esperando cumplirse y siempre podrá prevalecer el amor de sus corazones. Será ese amor que los mantendrá a todos bien unidos, los fortalecerá y lo mantendrá firmes para sustentar esta barca que pasa por última vez por este mundo para rescatar a los que aún están perdidos.
Es así, queridos hijos, que Yo también vengo a abrir los ojos de sus corazones para que, conociendo la Verdad del universo que está escrita hace mucho tiempo, sus espíritus se puedan autoconvocar para esta verdadera misión que nace del Corazón de Dios para todo el universo y para este planeta.
Así, Yo los invito, hijos amados, a vivir en fraternidad y en confraternidad, para que más corazones y almas que aún no encuentran el camino de la Luz y de la Verdad, puedan encontrar ese camino que Yo abro para todos, sin excepción. Porque Yo quiero, queridos hijos, que todos Mis hijos del mundo reciban la misma sagrada oportunidad como a cada uno le corresponde.
En esta hora tan crucial del mundo, en la que la batalla final se acelera, Yo los invito, queridos hijos, a seguir orando con todo el corazón para que puedan descubrir finalmente el amor que existe en ustedes, amor que tiene que estar al servicio de Dios para que pueda triunfar la Luz en este momento final del planeta.
Yo abro las puertas del universo a todos, para que todos puedan conocer la Verdad, el verdadero origen, la verdadera esencia de sus vidas, los verdaderos espíritus que fueron escogidos por las Manos del Altísimo, en esta hora final, para llevar adelante esta Obra que es sustentada por todos los que despertaron al Llamado de Mi Hijo.
El Cielo los contempla con amor, queridos hijos, y ese amor se regocija en Dios y en todos los ángeles del universo.
Su paso en este momento es muy importante para que la Obra se pueda realizar y los pilares se puedan fundar en esta parte del mundo.
Les dejo, en sus corazones, todos los Principios del Amor, porque es ese Amor que los nutrirá y los salvará, que les traerá la vida y la oportunidad de conocer la redención y la paz.
Quiero que vivan unidos a Mí a través de ese Amor. Y así, queridos hijos, podrán conocer los diferentes caudales del Amor que tienen que estar al servicio del Plan y donados a esta humanidad enferma espiritualmente.
Existen muchas almas del mundo que no conocen el Amor de Dios. Y si sus corazones se convocaron para vivir en ese Amor, Yo les pido, queridos hijos, que se animen y que lo hagan, porque es ese Amor de Dios, que habita en cada uno de ustedes, que los llevará a completar la Obra, la Obra que fue pensada por el Creador en esta parte final del tiempo.
Así, Yo los constituyo, queridos hijos, no solo como apóstoles de Mi Hijo, sino como apóstoles de Su Amor y de Su Misericordia. Este apostolado, queridos hijos, lo vivirán a través del ejemplo diario, del servicio y de la fraternidad que deben expandirse por el mundo para poder cambiar todo el mal que existe en la humanidad, transfigurándolo en Luz y en Amor a través de todas las almas que responden a este llamado.
Una y otra vez, visito Portugal para que recuerden su verdadera misión en este tiempo.
Siempre contarán, queridos hijos, con el Centro Sagrado de Fátima que Yo especialmente he fundado para ustedes y para todos vuestros hermanos.
Desearía, queridos hijos, que este Centro Sagrado viviera también en sus corazones; así como muchos de sus hermanos, que están en otros Centros Sagrados, llevan a esos Centros en sus corazones para poder irradiarlos al mundo que tanto lo necesita.
También hoy los invito, hijos amados, a que sean chispas de Lys por medio de la oración y del amor que deben brotar de sus corazones todos los días sus vidas, hasta que se cumpla finalmente el esperado Retorno de Mi Hijo al mundo.
Todo lo que viven en este tiempo, queridos hijos, es una preparación, es una escuela de aprendizaje y de redención. Les pido, por amor, que no se resistan a vivirla. Abran siempre las puertas de sus corazones para que la Luz de Dios pueda entrar.
Recuerden todas las Sagradas Instrucciones que han recibido en estos días, para que esas semillas sean imborrables de sus esencias. Son estas semillas de Luz, queridos hijos, estas chispas de Lys que deben multiplicarse en toda Europa y en la humanidad.
Cuentan con la divina intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe y del Casto Corazón de San José para llevar esta obra adelante en toda Europa.
Las almas de Europa deben ser atraídas hacia el Centro de Lys. Muchas de ellas necesitan recuperar su pureza esencial al igual que ustedes. Es esa pureza original que Mi adversario está borrando, en este momento, a través de las guerras. Es esa pureza que no debería borrarse, queridos hijos.
Su compromiso con Conmigo es muy importante. Es así como Yo les demuestro, hijos amados, que todas las cosas que Yo pido son muy simples, aunque la humanidad no le pone atención y termina perdiéndose en los abismos del infierno, y hasta allá Yo debo ir a rescatar a cada uno. Necesito, queridos hijos, que también me acompañen en esa tarea.
Que todas las enseñanzas que recibieron en estos últimos días puedan rebrotar en sus corazones, que puedan nutrir sus almas, que puedan fecundar sus espíritus así como la Sagrada Familia fecundó la fraternidad en la humanidad.
Les ofrezco en esta noche especial, hijos amados, Mi Inmaculado Corazón que pulsa ardientemente sobre la palma de Mi mano lleno de Amor y de Misericordia para cada uno de ustedes, para cada uno de Mis hijos, para los que están más perdidos y olvidados por la humanidad.
Necesito, queridos hijos, que en ustedes florezca el amor de Lys para que, finalmente, se formen como verdaderos espejos del amor.
Solo les pido que, en esta hora crucial de la humanidad, en la que la guerra condena a muchas almas del mundo, el amor pueda estar en sus corazones por medio de los actos simples y verdaderos.
Les pido, queridos hijos, que solo vivan acciones de bondad y de amor. Pidan ese amor a Mi Corazón Inmaculado, Corazón que está lleno y repleto de Amor para cada uno de Mis hijos. Amor que quiere derramarse, pero aún no puede, no puede porque las almas no lo piden. Mi Amor es una Gracia, queridos hijos, es un Amor que cura y que redime, es el Amor de Jesús en Mí que debe estar en cada uno de ustedes.
Así permitirán, queridos hijos, que Yo tenga la Gracia, en este tiempo final, de volver a Europa una vez más, antes de lo que ustedes imaginan.
Hijos Míos:
Cada vez que desciendo del Cielo, traigo al mundo una sagrada oportunidad para que pueda replantear su actitud ante el Universo de Dios, para que pueda tomar consciencia verdaderamente del lugar en el que se ha colocado y que no le corresponde.
Por eso, hijos Míos, vengo del Cielo para hacerles saber que debemos buscar siempre el santo espíritu de la humildad, de la mansedumbre y de la unidad con el prójimo; para que se establezcan los pilares de la hermandad, del respeto mutuo y de la fraternidad.
Deben construir esas bases en esta humanidad a través de la actitud, del respeto y de la sagrada reverencia que los Sagrados Corazones también vivieron; superando las diferencias por encima de todo.
Queridos hijos, entre los Sagrados Corazones estaba presente el Amor de Dios, que es la esencia que une a todas las cosas más allá de las dificultades y de los errores.
Queridos hijos, la reverencia y el respeto entre todos los seres los ayudarán a recuperar los valores de hermandad y de armonía que hoy no vive el mundo.
Esfuércense todos los días para generar verdaderas condiciones de común unidad entre todos, porque así le estarán cerrando las puertas a Mi adversario de las corrientes de la mala educación, de los hábitos superfluos y de las separaciones, como también de las críticas que vive la mayoría de la humanidad.
Queridos hijos, Yo les doy esta consciencia porque los necesito bien formados y libres de toda superstición y desarmonía; digo esto porque llegó la hora de construir la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama y los educa,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, estoy aquí con todos los ángeles del Cielo para bendecirlos y amarlos.
Y aunque las almas estén perdidas espiritualmente, Mi Corazón Inmaculado nunca desiste, porque Mi promesa delante de Dios es continua y victoriosa.
Mi Plan se cumple en todos los que Me escuchan y no dejo de abrir las puertas de Mi Corazón para aquellos que se pierden.
Y aunque ya no esté la confianza de Dios en los perdidos, Yo la recupero a través de Mi Amor, de Mi Gracia y de Mi Luz; por eso, hijos, nunca deben bajar los brazos.
Lo que Yo les ofrezco en este tiempo es único, nunca más se ofrecerá hasta el próximo mundo.
Mi Gracia todo lo permite y la Gracia de los ángeles también.
Por eso Yo Soy esa Aurora que brilla en el corazón de los autoconvocados para seguirme en esta Obra coredentora con Mi Hijo amado.
Yo Soy esa Estrella que nunca deja de brillar en los espíritus que creen en ella y la admiran, porque Yo, queridos hijos, no hago las cosas por Mí, sino que es Dios quien las hace, a través de Su Sierva fiel y de sus peregrinos.
Yo vengo desde las esferas celestiales a encontrarlos y amarlos cada día más.
Yo vengo a construir en ustedes algo nuevo que aún desconocen. Por esa causa Yo estoy aquí, queridos hijos, por ustedes y por Mis hijos del mundo.
Vengo con toda Mi bondad, para acogerlos, para escucharlos y responderles, en la presencia de la Luz de Dios y de Su Reino.
No quisiera, queridos hijos, que nadie perdiera esta sagrada oportunidad. No puedo mostrarme más a ustedes, porque no tengo el permiso.
Mis Gracias ya fueron depositadas físicamente a través de los tiempos y ustedes lo han podido comprobar.
Ahora Mi Espíritu Divino viene a ustedes para llamar a sus espíritus, que tienen una misión especial Conmigo.
No estoy aquí, queridos hijos, para hacerles perder el tiempo. Por eso aún vengo a Aurora, porque Dios Me envía como Su Mensajera, una y otra vez, hasta que consigan escuchar en lo profundo de sus corazones.
Espero que cumplan Mis designios sin demora, porque los tiempos son urgentes para todos y especialmente para los que sufren y no reciben ninguna Gracia.
Será a través de los apóstoles de Mi Hijo, que Yo podré preparar al mundo para la segunda venida del Maestro. Si ustedes no preparan los campos hacia donde Yo los envío a trabajar queridos hijos, ¿cómo brotarán nuevas semillas en los corazones que están cerrados?
Cada uno de ustedes tiene una llave para con Mi Obra y Yo se las entregué. Ella es la oración.
Es la oración que los formará, es la oración que los unirá a Nuestro Padre que está en los cielos y que siempre los espera con Sus brazos abiertos, para recibirlos y hacerlos sentar en Su amado Trono de Luz
¡Cuántas almas no quieren ver esa oportunidad y demoran, demoran mucho, queridos hijos!
¡Cuántos corazones aún no quieren cambiar su forma de vida y no aceptan encontrar el verdadero Amor de Mi Corazón, que viene para auxiliarlos en este tiempo final!
Por eso en este siglo necesito de soldados comprometidos, decididos y fuertes, para responder a Mi llamado.
Vengo para hacerlos crecer en el amor y en la hermandad, en la unidad y en el espíritu de esta sagrada tarea que Yo les encomiendo.
Cada Centro de Luz que Yo he fundado tiene un propósito, aún cumple una misión ante el Plan del Señor.
Así como es en Fátima, lo es aquí en Aurora, como lo es en Medjugorje, o en Guadalupe. Cada nación tiene una llave que Yo le he entregado, a través de Mis diferentes faces, para que los pueblos aprendieran a aceptarme y a recibirme en el amor.
Pero Yo Soy la misma, queridos hijos. Soy la Madre de Jesús, de su Redentor.
Soy Aquella que ascendió a los cielos para implorar a Dios por este mundo y que regresará después de Su Hijo, abriendo las puertas del Reino de Dios para los que han persistido a través de los tiempos.
Soy la que con Mi Hijo ayudaré a resucitar a los muertos, a elevar a los espíritus y a convocar a los que se han perdido para vivir en el Amor de Dios.
Soy la Gobernanta de la nueva raza.
Soy la que enciende la llama en los corazones que invocan Mi Presencia, porque es la Presencia de Dios en Mi aspecto virginal.
¡Necesito que entiendan y comprendan, queridos hijos, a quién están recibiendo!
Yo Soy una portavoz del Universo, que viene a advertir al mundo, para que él no se pierda en la oscuridad.
Ustedes deben ayudarme a que el mal no triunfe en ningún corazón humano.
Cada vez que oran Conmigo una puerta incierta se cierra a la oscuridad y un alma se eleva al Reino de Mi Amor y de Mi Paz.
Así, queridos hijos, Yo peregrino por el mundo para llamar a los que están dormidos; para los que no Me han podido ver, ni sentir en sus corazones.
Aurora tiene una tarea fundamental Conmigo, que es intransferible. Y ella debe cumplirse cueste lo que cueste, porque a pesar de los tiempos de batalla, Yo les daré la fortaleza y la sustentación, por medio de la oración del corazón.
Les entregué, queridos hijos, la gran herramienta de la humildad para las almas y el escudo contra toda adversidad.
Aunque las bestias estén por caminar sobre la humanidad y entre los pueblos, no tengan miedo. Quien se une a Mí, se vuelve un gran Espejo de oración para el mundo e irradia la paz, cuando la acepta vivir de corazón y de verdad.
Yo necesito, queridos hijos, que abran sus corazones para el olvido de sí, porque el mundo está lleno de sí mismo y no quiere aceptar que eso lo hace hundir, día a día.
Necesito que se abran al Amor de Dios, para que puedan conocer la majestad de Su Plan y de Su Obra redentora en estos tiempos.
Cuenten con sus ángeles y llámenlos todo el tiempo. Ellos aún anhelan poder servirlos en este tiempo final. Es hora, queridos hijos, de que perciban que no están solos en este mundo y que cuentan con el Universo Celestial.
Cada vez que vengo aquí, como en cada Aparición, de San José o de Mi amado Hijo o de Mi Corazón, abrimos las puertas del Cosmos para que cada día se puedan elevar y abandonar esta vieja materia, que corroe el espíritu y a los corazones.
Por eso la Aurora los liberará, aunque su presencia sea silenciosa en estos tiempos.
Somos una Hermandad Celestial que los llama a servir al Plan de Dios y a manifestar sus designios en este tiempo, para que más corazones puedan participar conscientemente de su redención y rehabilitación.
Quisiera que pudieran ver el Universo, así como Yo lo veo, todo el tiempo.
Dios no los castigará por no poder responder. Pero sepan hoy, queridos hijos, que saben Mi Verdad, que es la Verdad que Yo deseo para cada hijo Mío, que es el amor que Yo necesito que vivan y que practiquen, para que la humanidad no fracase por su desamor y por su indiferencia.
Mis Ojos los observan en contemplación y en unidad al Padre. Mis manos derraman su Luz a las tinieblas de la Tierra, para poder disiparlas.
Mi Corazón brilla como un escudo protector para los corazones que lo aceptan.
Y el triunfo de Mi obra corredentora junto a Mi Hijo, se establece en los corazones que se redimen y dicen "sí".
Este es el mensaje, queridos hijos, que hoy deseo que escuchen con atención y que lo vuelvan a escuchar en estos próximos días, para poder sentir cada una de Mis Palabras, y más aún, Mi Energía, que es la Energía de Dios, su Padre que está en los cielos y los espera.
Sientan en esta hora el abrazo de los ángeles y de su Gracia y den gracias a Dios todos los días por haber despertado a Mi llamado en este tiempo final, tan crítico.
Hay almas que desesperan y que son torturadas.
Hay almas que sufren en la soledad y en silencio, sin que nadie las contemple.
Hay almas que mueren sin sentir el amor y Reinos de la Naturaleza que sufren las consecuencias de los hombres.
¿Quién aliviará el dolor de su Madre Celeste?
¿Quién aceptará vivir esta aflicción Conmigo y transformarla en amor y en luz para que triunfe el Padre Celestial?
Les pido, hijos del mundo que no cierren las puertas a Dios, porque Él Me envía para que lo escuchen y lo acepten.
No teman a la tribulación, al fracaso. Vivan la penitencia, la oración y el arrepentimiento y alcanzarán, queridos hijos, con Mi ayuda, la santa humildad, en el último día de sus vidas.
Y así, cuando todo termine aquí, en esta amada Aurora, elevaré hacia los cielos los Pergaminos de Luz, donde estará escrita su experiencia Conmigo y la oferta de este sacrificio de amor por la humanidad.
Hay almas que creen que no es necesario esforzarse por este mundo sufriente y perdido. ¿Acaso, hijos Míos, cuando Dios Me envía, Yo no les he demostrado la constancia de Mi Amor, de Mi Misericordia y de Mi bondad para con todos?
Si Yo Soy para ustedes su Gracia plena ¿por qué no hacen lo mismo que Yo hago por cada hijo del planeta?
Solo les pido, como les pidió Mi Hijo, que cada día más aprendan a amarse los unos a los otros, porque quien no pasa por esa Ley, no soportará su purificación.
Los invito a sentirse unidos todo el tiempo, a través de Mi Corazón Inmaculado, que es la casa que se abre para que ustedes puedan entrar y sentir la paz. Así ,queridos hijos, Me agradarán y como en otras Apariciones pasadas a través de los tiempos, podré elevar al Cielo el Cetro del triunfo de los corazones redimidos.
Y nuevamente les digo, que por este esfuerzo sincero, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Les agradezco y bendigo a su Madre, aquí en la Tierra, con el soplo de Mi Amor y de Mi Espíritu.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
A pedido de Nuestra Señora vamos a escuchar "Encuentro con María en el corazón".
Queridos hijos:
Hoy, les expreso Mi gratitud infinita a todos los hijos de Aurora por estar apoyando y sustentando, en la fe, la expresión interna de Aurora en la superficie.
Este mes de mayo, que se aproxima, será especial porque su Madre Celeste los llevará al origen y a las raíces de la divina historia del nacimiento de Aurora en la superficie, historia construida por los planes de su Madre Celeste y que será compartida con todos los que estén presentes.
En este momento, Aurora necesita ser reconocida como el Centro Sagrado que es y también por su importante tarea espiritual en todo el Uruguay. Es por eso, que su Madre los hace retornar a Aurora después de una larga peregrinación por el Brasil, para que sus vidas y corazones sean depositarios de los códigos de Luz de Aurora.
Hoy, Aurora muestra su belleza de invierno, de recogimiento y silencio tan importantes para toda la vida planetaria, pero también muestra su armonía y alegría de mantener siempre sus puertas abiertas para acoger el sufrimiento espiritual de la humanidad.
Así, queridos hijos, Aurora prepara su Centro Sagrado para volver a recibir, en mayo, a la Reina del Cielo y al Redentor que ya está regresando.
La hermandad entre los servidores y Dios se vuelve a establecer, y las bases de toda la obra de Aurora se renuevan para que después vaya por el mundo dando impulsos de liberación y de redención a corazones y almas.
Aurora se reviste con la naturaleza del invierno para recibir a los Mensajeros de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice desde Aurora,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Vengo en este día para que crean en la existencia de la vida universal, principio de hermandad y amor que se vive en todo el Universo y que lleva a las consciencias a estar dentro del Plan de Dios.
Vivir la vida universal es practicar diariamente los atributos y los patrones de vida que llevan a la consciencia a que esté unida a Dios. Esos patrones los vemos reflejados, por ejemplo, en las acciones fraternas de hermanad y de servicio al prójimo.
En este tiempo, queridos hijos, la vida universal debe ser apreciada para que más consciencias sientan el magnetismo de estar unidas al Plan del Universo.
El mundo de ustedes forma parte de un sistema de vida particular, de un aspecto de la Creación que experimenta cierto grado de Leyes y de Principios llamados fuentes de energía.
La Omnipresencia es uno de los Principios o de esos patrones de vida espiritual en donde la consciencia está presente internamente en varios lugares a la vez. Eso es posible cuando emana el amor por Dios y por toda Su Obra. Es de esa forma que entre las consciencias humanas se puede establecer una comunicación fluida, siempre que predomine la unidad entre las partes.
En el Universo no existen las casualidades, sino que existe la relación interna con ciertas Leyes del Padre que colaboran en la comunicación entre las consciencias y los mundos.
La Jerarquía espiritual es la principal portavoz de todos los impulsos universales, es la encargada de que toda la humanidad ingrese en lo posible al mismo estado de consciencia. La oración es la primera escuela para contactar el Plan del Padre en el universo interior y estar sintonizado con el Propósito por encima de todo.
La vida universal es un camino de permanente esfuerzo, es estar en los Brazos del Padre Eterno todo el tiempo que sea posible. Por eso, en este momento planetario, la humanidad debería estar con su mirada en el Universo para que el auxilio mayor pudiese llegar a todos sin distinción.
Todos los que se consideran orantes tendrán la misión de mantener vivo el Propósito dentro de sí y en el aura planetaria; eso hará que la humanidad entera cuente con la asistencia fundamental que necesita.
En la vida universal se manifiesta la igualdad, Ley de equilibrio, porque todos son considerados miembros del universo material guiados por los Universos Mayores. Es de esa forma, que la perfecta armonía colma al Universo y a toda la galaxia, a la que ustedes pertenecen, la cual vive bajo el Principio de la Paz, aunque en la humanidad sucedan otras cosas. Esto es posible cuando existen consciencias abiertas a recibir los impulsos de la vida universal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien proviene del Universo Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con regocijo y gratitud en el corazón, hoy recordemos la Resurrección del Señor y la victoria grandiosa que Él alcanzó, en Su santa Humildad, por cada uno de ustedes.
Es hora de que guarden la paz en sus corazones y que vivan los principios de la hermandad que Él enseñó a todos en el inicio.
Celebremos con cantos de aleluya la Resurrección del Redentor en los corazones que, en esta Sagrada Semana, se abrieron para recibir el bálsamo de la paz y de la misericordia.
Hijos Míos, veamos el Sepulcro del Señor resplandecer en luz despertando el amor y la verdad en los corazones que nunca los vivieron. Veamos la esencia de este gran misterio de trascender y vencer a la muerte por amor y por la salvación de la humanidad.
Estén como las santas mujeres a la espera del gran momento en que Vuestro Señor reaparece para mostrar el infinito Amor de Dios y traer la Buena Nueva de la redención para todos.
Estén abiertos de corazón para recibir el misterio de amor que entregó todo por ustedes hasta los días de hoy y que vendrá de nuevo entre las nubes para retirar al mundo del cautiverio y liberarlo de todo mal.
Sean apóstoles de Cristo, sean seguidores y ejemplos de Su santa palabra.
Sean testigos de Su Misericordia para que los que aún duermen tengan la dicha de conocer la gloria de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva al Reino de Dios en celebración y paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Gloria
Queridos hijos:
Que en estos tiempos de caos y de guerra en el mundo, sus corazones puedan vivir en el Espíritu de Mi Paz, así Yo tendré donde depositar Mis divinos dones, aquellos que reorganizarán a toda la Tierra.
Que para estos tiempos difíciles que todos están enfrentando, su esmero de elevarse al Cielo y de quedarse allí sea permanente, para que de esa forma Mi Hijo encuentre refugios internos seguros donde poder obrar y estar presente en esta era de intensa transición.
Queridos hijos, que sus ojos estén mirando a los Míos, para que a través de la mirada celestial de Vuestra Madre sientan la paz y la serenidad para seguir adelante hasta que se cumpla el Proyecto del Creador en esta raza.
Queridos hijos, que en el tiempo de su purificación, la oración junto a la unión interna con Cristo sean la llave maestra, con las que se podrá establecer un nuevo principio de hermandad y de luz para el mundo.
Hijos Míos, al abrir sus ojos para mirarme, reciban de Mi Espíritu, el gozo y la santa plenitud de servir a Dios a pesar de los tiempos cruciales.
Animados a vivir una sagrada transformación, queridos hijos, les dejo el impulso divino para que día a día persistan a través de la fe, y sus almas finalmente alcancen a realizar la tarea que en este tiempo vinieron a cumplir.
Hoy estoy con los más necesitados de apoyo espiritual, estoy con todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Paz y Luz para todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mi amado pueblo de Venezuela
Queridos hijos:
Con alegría los reencuentro en el bendito oratorio de Mi Corazón Inmaculado. Hoy vengo desde el Cielo para entregarles Mi Paz, aquella poderosa energía que nadie puede quitarles porque cuando la paz vive y mora en ustedes, todo es diferente y eso se refleja en la vida de sus seres.
Sé, como Vuestra Madre, que a muchos de ustedes les falta la verdadera paz por no haber perdonado, por no haberse confesado con aquel hermano al que una vez le hicieron mal, por no haber encontrado el sentido de vuestra existencia. Pero hoy desde el corazón sagrado de Roraima, he venido para darles esa misma paz que el Arcángel Gabriel Me entregó en la primera anunciación.
Hijos Míos, si sus vidas están en paz, vuestro pueblo rápidamente abandonará este naufragio en el cual se colocó. La falta de amor, de caridad y de fraternidad convirtió a vuestra santa tierra en un escenario de errores y de deudas. Pero Yo que los amo y rezo por ustedes, vengo hoy para ofrecerles esta paz verdadera y espiritual que liberará a sus seres de los constantes errores que los llevan a nunca encontrar el Amor de Dios.
Mi amado pueblo de Venezuela: El Padre los ama, el Padre les dio uno de los lugares más perfectos de toda la Tierra, el Padre les dio las sagradas montañas y los hermosos valles para que pudieran expresar la profunda devoción del corazón. Yo los invito a caminar entre las tinieblas de estos tiempos con fe verdadera y con determinación de cambiar este destino de todo un país, por la ofrenda amorosa de unos pocos. Será de esa forma, queridos hijos, que ustedes también en este lugar bendito creado por Dios, harán triunfar Mi Inmaculado Corazón. Pero mientras se perturben y perturben a los demás e instiguen con el pensamiento la vida de sus semejantes, no podrán encontrar la paz que los transformará y transformará a todo vuestro pueblo.
Queridos hijos, así como en guerras humanas del pasado y del presente, los seres humanos se olvidan que todos son hermanos. Quien es hermano no castiga. Quien es hermano ayuda. Quien es hermano ama y al mismo tiempo perdona y es compasivo. Yo los llamo, amado pueblo, a vivir algo que nunca conocieron. Yo les abro la puerta perfecta para esa experiencia de amor y de redención en donde siempre el bienestar del hermano será vuestra fructífera meta. Eso hará a la humanidad merecedora del sagrado Reino de Dios.
¡Les agradezco por rezar junto a Mi!
Los une en hermandad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón el 19 de junio de 2015 recibe, al inicio de la Aparición, el Mensaje mensual de Cristo Jesús Glorificado y lo lee para todos los presentes. Luego Nuestro Señor le transmite Sus Palabras para esta Aparición.
Eleven vuestra oferta a Dios todos los días, pues eso es lo que les basta a vuestras almas, para que puedan alcanzar la redención y la Misericordia.
A través de Mis Palabras y de este Mensaje, les dejo una energía espiritual, para que la puedan seguir descubriendo, transformándola y cultivándola en vuestros corazones; pues estos son los últimos Códigos que Yo derramo sobre todas las almas del mundo.
En los meses que llegarán, irán descubriendo Mis Peticiones, revelaré Mi Voluntad para todos y derramaré una gran ola de Gracia sobre aquellos que más necesiten.
Por eso, para que sea posible, necesito de instrumentos limpios, más cristalinos que el agua, libres de sí, pero unidos a Mí. Así Yo podré realizar Mis últimas Obras de Misericordia en este mundo cruel.
Yo les entrego Mi Paz. Y por haberse postrado ante Mí, Yo les dejo un acto de Misericordia, especial para cada uno, una llave, una última tabla de salvación.
Si escuchan ahora Mi Mensaje, abiertos de corazón, Yo les aseguro, compañeros, que se liberarán de aquello que nunca se han liberado, por más que trabajen todo el tiempo. Mi Santa Energía Sacerdotal, con el toque simple de Mis Manos sobre vuestros seres, puede disipar todo el mal.
Reflexionen sobre lo que les digo. Busquen la comunión Conmigo. Que esa comunión sea cada vez más profunda delante de los tiempos de tribulación.
Yo necesito de vuestra filiación Conmigo, así Me estarán permitiendo que los transforme completamente, más allá de vuestras expectativas y de vuestros pareceres. Porque la única Voluntad de vuestro Padre es que ya no vivan para sí, sino que vivan en Mí, y Yo podré vivir en ustedes. Cuando eso suceda con una sola alma, habrá valido la pena de que Yo haya llegado aquí, después de tantos encuentros, buscando a las ovejas para que pasten en otros lugares, por los Reinos sublimes de Mi Corazón.
Los ángeles esperan por vuestra respuesta. Ellos están atentos para escuchar vuestras peticiones. Mas, si lo hacen de corazón, abandonándose en Mí y liberándose de vuestros deseos, de todas vuestras ideas, en verdad les digo que en poco tiempo no se reconocerán y todo el esfuerzo que harían hecho para transformarse tan solo un poco, Yo ya lo habré hecho en tan solo un segundo, cuando tan solamente Me hayan abierto el corazón de verdad. Así Mi Gracia actuará y ustedes serán consecuentes Conmigo en los momentos de mayor tribulación.
Que vuestras mentes se unan a la Mía. Que sus almas se unan a Mi Alma. Que vuestra divinidad interior se una a Mi Divinidad. Así estarán conectados Conmigo y nada podrá perturbarlos, porque estarán en Mi Paz, a pesar de las pruebas y de las dificultades.
Yo vengo a trabajar en ustedes lo que nadie se animaría a realizar. Yo vengo a buscar en ustedes la esencia de lo más puro, dentro de una colina de rocas. Vengo a quebrar lo que está duro. Vengo a imantar vuestros corazones con Mi Luz, entregándoles vibraciones sublimes, pues una parte de vuestra responsabilidad es cuidar de esos Códigos de Luz. Porque Yo no estaré mucho tiempo con ustedes y este tiempo que he estado con ustedes deberá haber servido de una profunda preparación.
Cuando las cosas estén más difíciles es cuando deberán estar más unidos y estarán en comunión con Mi Cenáculo, con Mi Corazón. Y Yo veré desde el Cielo, antes de Mi Retorno, que todos Mis nuevos discípulos estarán entendiendo lo que Yo les pedí, liberando sus dificultades, viviendo la esencia de la humildad por encima de todas las cosas y buscando la unidad con Mi Padre Eterno. Así podré seguir realizando las Obras de Misericordia.
Ustedes dejarán este mundo superficial, en el cual siempre se encuentran, para que en verdad se puedan unir al mundo espiritual de Adonai, donde existe permanentemente la esencia de la unidad y del amor, Fuente que se derrama todo el tiempo sobre el mundo. Mas son pocas las almas, las almas que viven en la gratitud, que pueden aprovechar esta Fuente.
Yo necesito de muchas almas más que puedan beber de esa Fuente Primordial. No es suficiente vuestro "sí". Necesito que se abandonen en Mí. Necesito que Me den el permiso para poder transformarlos cada día más, sino estarán creyendo, compañeros, que están transformados. Pero a la vuelta de vuestros caminos lo encontrarán totalmente diferente, y ¿dónde habrá quedado Mi Luz?, ¿en dónde deposité Mi Amor en ustedes?
Ustedes deben cumplir con una parte, compañeros. Esta es la perfecta unidad con la Ley de Dios. Aquel que se salga de la Ley perecerá, y esto no es un castigo del universo. Vean cuántas almas se pierden en el mundo y cuán pocos pueden escuchar Mi Voz sacerdotal.
Mi verdadero Mensaje, para vuestras vidas, es que alcancen la conversión espiritual, mental y física, así como la alcanzaron los apóstoles en el pasado.
Es verdad, compañeros, Yo vengo a pedirles cosas imposibles. Vengo a entregarles desafíos imposibles. Pero sé que es posible que todos esos desafíos se cumplan en ustedes cuando tan solamente se abandonen en Mí y Yo pueda realizar la Obra que le prometí a Mi Padre.
Mi Espíritu no solo retornará al mundo. Yo deberé ser visto en los corazones de todos los seres. Pero, ¿quién en verdad Me quiere corresponder?
Yo vengo a buscar lo más profundo que existe en ustedes. Vengo a pedirles una ayuda espiritual en nombre de los Portales del Cielo, porque será así que, cuando hayan almas que respondan a Mi Llamado, este mundo no se perderá.
Yo escucho a vuestros corazones y les hablo a vuestros oídos internos. Muchos no se han dado cuenta de esto. Pasé muchas veces por vuestras vidas, golpeando en lo profundo de vuestros corazones, llamándolos a la luz y a la hermandad. No se olviden de estos principios. Estos principios los protegerán. La luz, la hermandad y la unidad serán el auxilio de vuestras dificultades.
No vengo a realizar grandes milagros en ustedes. El verdadero milagro, para vuestras vidas, es que alcancen la cura espiritual, que aun no vivieron en otros tiempos. Pero, Yo vengo a darles esta Gracia para que se puedan unificar a Mi Corazón, y en esa sagrada unidad todo esté cumplido.
Mientras les hablo, he bendecido estos sagrados elementos; pues Mi Presencia mueve todas las moléculas de vuestras vidas. Las células se pueden renovar por la Presencia de Mi Luz Crística. Pero, todo eso es posible cuando dan el permiso de corazón.
Vuestra mente debe morir. Vuestros corazones deben renacer. Será en el corazón que encontrarán la sagrada unidad. No hay otra salida, compañeros. No hay otro camino a seguir. Quien no viva en el corazón ni en Mi Corazón, ¿cómo podrá sobrevivir?
Las almas no conocen el poder del Amor porque viven su propio amor todo el tiempo. Pero, cuando alcancen la libertad interior y estén vacíos de ustedes mismos, será Mi Amor que obrará en ustedes, transformará todas las cosas y no perderán tiempo en las cosas superficiales.
La verdadera respuesta se encuentra en Mi Corazón misericordioso. Cada uno de ustedes deberá ser un verdadero guerrero en el fin de los tiempos. No deben perder esta oportunidad, pues es la última chance que Yo les entrego.
Para ser un verdadero guerrero busquen la unión con vuestro corazón y, cuando alcancen esa unión con vuestros corazones, Dios derramará Su Amor sobre ustedes y Mis Obras se cumplirán en estos tiempos críticos.
Glorifiquen a Dios todos los días y reveréncienlo. No se olviden de reverenciarlo cuando sus ojos despierten al amanecer.
Agradezcan cada día que viven. A pesar de las pruebas que trascienden, agradezcan a Dios todo lo que Él les enseña. Así serán merecedores de Mi Misericordia y la humanidad también recibirá una parte de Mi Misericordia.
Yo vengo a construir Mi castillo interior en corazones de barro. Yo puedo convertir y transfigurar todas las cosas cuando el alma se arriesga a vivir en Mí.
Acepten vuestros sufrimientos y vívanlos con alegría. Existen mayores padecimientos en las almas del mundo, cuerpos corruptos que mueren sin ver la luz porque ni siquiera alguien ora por ellos.
Yo quiero que sean misericordiosos y dejen de vivir en vuestra propia propiedad. Yo necesito aún más de ustedes, el esfuerzo interior los recompensará.
Les agradezco.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Jesús está esperando que le cantemos una canción, que será cantada por la hermana Lucía de Jesús y por la hermana María Jerusalén, aquí, a los pies del Maestro y todos nosotros vamos acompañar, en unidad.
Aquellos que no soportan, dice el Maestro, que se sienten, por favor.
Los apóstoles Me cantaban melodías de paz para aliviar Mi Corazón y eso confortaba Mi Espíritu, aun cuando sabía que la hora de la crueldad se acercaba. Era Mi Amor que Me hacía vivir el sacrificio y, así, Yo no padecía porque sabía, por encima de todo, que la Voluntad de Mi Padre estaba cumpliéndose.
Cuando estaba en el huerto, muchas cosas sufrí. Cuando fui flagelado, muchas cosas padecí. Cuando cargué con la Cruz, muchas cosas sentí. Cuando fui traspasado, después de haber sido martirizado, Mi Corazón se expandió.
¿Y saben cuál es la fuerza interior que Yo recibí, para soportar todos los dolores, todos los martirios y negaciones? Era confiar que el Amor de Dios estaba en Mí y Yo en él.
Eso era inquebrantable. Nadie podía quebrar ese amor, el Amor Divino que mora en ustedes y espera mostrarse para vuestra vida espiritual. Allí no hay dolor que se pueda padecer.
Todo encuentra un sentido en la vida cuando el corazón se dona en la confianza de Dios. Todo pueden soportar porque, después de este destierro, encontrarán la eternidad.
Vuestros cuerpos son un proyecto creado y, en esta civilización, muchos deben cumplir con la Voluntad Sagrada del Padre. Vuestros genes deben ser otros y eso será posible por Mi intercesión, por Mi fuerza y poder espiritual en las esencias de todas las criaturas.
En el huerto y en la Cruz trabajé por esas esencias y el Amor venció al mal cuando el Corazón se donó a Dios.
Los ángeles los contemplan con Misericordia y los Cielos se abren para escuchar la cálida voz de los discípulos.
Canción: “Ese hombre llamado Jesús”.
Compañeros, entren en el Corazón de Mi Confederación, a través de esta Comunión ecuménica, con Mi Cuerpo y con Mi Sangre. Por eso, a partir de este momento, por la autoridad que Dios Me concedió a nivel universal, comulgaremos con el Espíritu de Dios, con la Santísima Trinidad, especialmente, con Su Hijo amado, para que todas las faltas sean reparadas por medio de la Comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, como un acto de renovación y de fe para todas las almas.
En Mi Presencia, especial para esta hora y en este lugar santo, invito a que en todos los Centros Marianos repartan Mi Cuerpo y Mi Sangre, en este momento, y hagamos una Comunión planetaria, en todos los lugares del mundo, para que Mi Misericordia se derrame sobre aquellos que no la merecen.
Cuando hayan terminado de comulgar Conmigo, Me elevaré al Cielo para llevar vuestras intenciones ante los Tronos de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cantaremos los Nombres de Dios. Nos prepararemos para comulgar en la Presencia de Cristo.
La cuarta parte del planeta fue invadido por el abismo de Mi Misericordia. Las almas fueron tocadas por la Esencia de Mi Luz.
Por vuestra oferta, los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, pedimos disculpas si fue muy extenso, pero el Maestro hizo una tarea planetaria y una tarea bien profunda en cada uno de nosotros.
A medida que el Maestro llegaba y durante todo el tiempo que Él estuvo, hasta ahora, Él fue llevando a cada una de nuestras consciencias por diferentes niveles. Lo entendimos como dimensiones o estados de consciencia. Comenzaron por dimensiones bien superficiales hasta dimensiones más superiores.
A medida que el Maestro iba hablando, tanto lo que nos dijo a través del diálogo como también por lo que fue escrito, Él fue llevándonos por esos lugares, por esos espacios de consciencia que Él trabajaba. Y como nunca antes, vimos la participación muy activa de los ángeles, estando aquí en el Centro Mariano de Aurora como también en el planeta. La Consciencia de Cristo estaba aquí, pero también en varios lugares del planeta al mismo tiempo. Y a medida que el Él iba diciendo el Mensaje, iba mostrando muchas cosas, de las cuales vamos a hacer una síntesis.
Lo primero que nos mostró fueron cosas de nuestro mundo interior que, a través del Mensaje que compartimos con ustedes, van a entender mejor lo que el Maestro nos quiso decir hoy, como mensaje mensual.
Él fue trabajando varios aspectos profundos de nuestros seres. Los ángeles hacían una parte de esa tarea, a pedido del Maestro; y después Él fue llevándonos por otros lugares. Fue mostrándonos cosas del presente y del futuro; cosas que están sucediendo ahora en el planeta a nivel material, mental y espiritual.
Y también fue mostrándonos situaciones que no estaban resueltas en la humanidad. Pero al mismo tiempo Él nos mostraba cómo actuaba Su Misericordia; por ejemplo, cuando un alma invocaba esa Misericordia.
Él fue haciendo revelaciones bien duras, pero también revelaciones bien importantes que tienen que ver con el futuro de la Nueva Humanidad. Él estaba, con todo Su poder y Su esplendor, trabajando en ese momento con nosotros.
Él mostraba a través del sentimiento de Su Corazón, de Su Mente y de Su Divinidad, en diferentes aspectos o en diferentes faces, cómo Su Consciencia veía esta transición planetaria.
Él iba mostrando también cómo actúan Sus servidores y cómo actúan también todas aquellas almas que están en la ignorancia, en la inconsciencia; y cómo a nivel material, mental y espiritual todas esas acciones, tanto positivas como no positivas, en la humanidad, en el planeta, estaban gestando, generando otros destinos para la humanidad.
En un momento de la Aparición, el Maestro nos mostró la esencia de la Ley de Dios. Él llevó a algunos de nosotros frente a la Mente Única, que se manifestaba como una emanación de Luz, como un estado de consciencia bien superior. Él decía que estábamos ante Emmanuel y nos mostraba cómo Emmanuel veía la evolución de este Proyecto de la Tierra. Pero, sobre todo, Él nos mostraba, a través de Cristo, cómo iban sucediendo todas las situaciones en el planeta y cómo todas esas situaciones estaban generando otros destinos para la humanidad.
No sabemos cómo explicarles, pero Cristo nos mostró a algunos de nosotros, en la Presencia de Emmanuel, cómo veía la concreción del Plan en este momento y las grandes dificultades que estaba generando el planeta, ante esa Voluntad de Dios.
Para eso, muchas Jerarquías de la Luz se congregaron aquí, en Aurora. Y Cristo nos fue llevando por otras realidades del planeta, en las que Él hacía mucho énfasis, principalmente, en aquellas situaciones que estaban dentro de las consciencias y que aún no estaban resueltas.
Era en esos puntos en los que Cristo nos decía hoy que Él no podía interceder, no los podía transformar, porque nosotros estamos bajo un libre albedrío. Y cómo eso también, decía Cristo, impedía a los Ángeles de la Guarda realizar otras transformaciones en nosotros.
Entonces, durante el momento en el que Cristo consagró la Comunión, Él ya nos colocó delante de otra situación, la que algunos comprendíamos y otros no. Y Él decía: "no se preocupe, solo vea y registre, hay cosas que entenderá y otras que no". Él nos colocó delante del Plan de Dios en el futuro.
Él decía cómo esta transición, que hoy vivimos, definiría para la Jerarquía Divina, sobre todo para la Voluntad de Dios, la posibilidad de que sucedan algunas cosas en la Nueva Humanidad y o no.
Ante la Aparición, Él nos colocaba a cada uno de nosotros delante de un compromiso bien verdadero. Él nos mostraba la seriedad de las cosas y también nos mostraba la pequeñez de nuestras cosas, lo insignificante que es lo que vivimos cada uno de nosotros, frente a ese Plan que tiene que llevarse adelante.
Y al final, como síntesis, sucedieron otras cosas más que tenían que ver con el planeta, con los Centros Marianos y con todas las almas que están unidas a Cristo en esa tarea de Misericordia.
Ante todas esas cosas que Él nos decía y nos mostraba, Él repetía todo el tiempo: "Yo cuento con cada uno de ustedes, a pesar de las consecuencias, a pesar de las pruebas, de las tribulaciones que vendrán". Entonces Él nos invitaba a que nosotros pudiéramos beber de esa confianza que nos estaba derramando y entregando en este día.
Después, al final, Él nos pidió que, mientras compartíamos esa Comunión, oráramos la Coronilla a la Divina Misericordia en los idiomas que conocemos. Y cuando la cosa estaba bastante exigida, le preguntamos: Maestro, ¿seguimos?
"Sigan", decía Él, "porque la tarea planetaria está siendo realizada".
Y mientras Él estaba aquí, observándonos a cada uno de nosotros, cómo cada uno de nosotros comulgaba en ese momento con Él, la Consciencia de Cristo estaba resolviendo muchas cosas en el planeta.
Y cuando Él se refirió a esa "cuarta parte" que estaba recibiendo Misericordia, Él comenzó a trabajar con siete niveles de infiernos. Mientras el grupo cantaba con esa devoción, con ese amor por Dios, muchas, pero muchas almas iban siendo liberadas. Era como un afluente que nunca terminaba. Y almas de diferentes grados y con diferentes deudas pasaban por un canal de Luz que estaba por detrás de Cristo y que, todo el tiempo, estaba sustentado por los ángeles. Esa tarea culminó cuando terminamos de comulgar, y Él se quedó un tiempo en silencio, observándonos y viendo cómo Sus Códigos habían entrado en nosotros.
Canción: “Los Nombres de Dios”
Que el Poder de Dios descienda a la Tierra para que las almas sean liberadas de las presiones de la vida material.
Que el supremo Don del Amor de Dios encarne, como verbo y energía, en todas las esencias que se rehabilitan mediante el perdón y la oración.
Que los reinos de oscuridad se disipen de la faz del planeta para que las corrientes del Amor Divino, que vienen en auxilio de la humanidad, hagan restablecer la misión espiritual de cada criatura.
Que hoy los Portales del Cielo se abran para que descienda el poder de la cura y la nueva Aurora encienda nuevamente los corazones heridos a través de la reconciliación mayor.
Que la inocencia original de las almas pueda volver a despertar, para que el espíritu de la hermandad guíe el propósito de los autoconvocados.
Hoy se escucha la Voz de la Mensajera de Dios en el universo, porque el Plan y el Infinito aspiran a vivir en lo profundo de los corazones que fueron llamados.
Se elevan al Cielo todas las torres espirituales que han caído y el sol del universo alumbra los caminos de los que dieron el gran sí a Dios.
Los reyes del Cielo se congregan y celebran la eterna comunión redentora con Jesucristo, el Señor y Maestro del Amor.
Nadie en este mundo dejará de escuchar el llamado, porque la fuerza del Amor de Dios promueve la unión inquebrantable de las almas con el Reino Superior.
Alégrense los que reencontraron el camino que una vez perdieron, porque la Portavoz del Cielo los convoca a la rehabilitación. Así, suelten de sus seres las riendas y las amarras del pasado para que surja, entre los corazones, el espíritu de la paz.
Recojo en Mi Corazón todas su necesidades. Dios contempla la pureza de los justos y la misericordia de los buenos. Ya es hora de abrazar la oportunidad y de no retroceder.
El Corazón del Gran Maestro los llama a la unidad mayor, porque la vida suprema debe gestarse en los seres redimidos.
Sostengan en sus manos la llama divina que los alumbra y no dejen de mirar el firmamento que los acompaña.
Sean portadores del mensaje reparador y liberador. Sean estrellas que forman parte del nuevo Universo de Dios. Alaben al Padre como lo hacen los ángeles en el Cielo y serán dignos de recibir las Gracias universales.
Reconstruyan con la oración a la humanidad y ya no se separen por las apariencias. Reconozcan la Voz que viene del Universo, la mano que acaricia vuestros rostros, el Manto que los protege de todo mal, los ojos que los contemplan con bondad y amor, la sonrisa divina que los alienta a seguir adelante y el abrazo maternal que los acoge.
Sientan en sus vidas el Reino de Mi Paz, la calma que los penetra, la serenidad que los tranquiliza, el destello luminoso de Mi Corazón. Sean Mis soldados y ayuden a redimir este amado planeta que sufre. Acepten Mi convocatoria y profesen, por medio de la oración, el amor a Dios.
No dejen de mirarme ni de escucharme. Yo soy la misma madre y mujer que gestó a Jesús, el Salvador y ahora soy su Madre de la esperanza.
Es hora de cerrar el infierno de este mundo para que Cristo pueda retornar pronto. En sus manos está el poder para su transformación, en sus manos y corazones puede nacer el manantial de la oración del corazón.
Reciban Mi llamado con alegría y regocijo. Canten a Dios todos los días, así aliviarán Su flagelado Corazón de Amor.
Estoy con ustedes en el silencio como en la alegría, estoy con ustedes en la cura como en la enfermedad. Purifíquense a tiempo y reciban Mi Amor maternal.
Deseo que de Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca y Viedma surjan renovados grupos carismáticos de oración, que representen la Ley de la Cura para la humanidad. Eso lo conseguirán a través de su unión interna.
¡Les agradezco a todos Mis hijos de Argentina y del mundo por haber respondido a Mi maternal llamado!
Los bendice y los cura vuestra Madre María, Madre de Dios de la Misericordia
Paz en la Tierra
Hoy, Mi manto se expande por el mundo, acogiendo a todos los desamparados de espíritu y de corazón. El rayo de la hermandad que nace en Mi pecho se irradia a los que les falta amor y madura, en el corazón de los que caminan, la llama de la fraternidad y de la unidad con los seres entre sí, con los reinos de la naturaleza y con Dios.
Hijos Míos, como Reina de la hermandad, les traigo la Paz de Mi Reino y deposito en vuestros corazones la hermandad de la que tanto carece el mundo.
Un corazón que vive en Hermandad, es aquel que sabe reconocer la necesidad en las situaciones de la vida y las suple con sus acciones y con su más pura intención.
Un corazón que pulsa en el ritmo de la Hermandad Universal, es aquel que supera el cansancio y descubre el amor al sacrificio cuando está delante de la necesidad del prójimo.
La Hermandad nace en el descubrimiento de lo Divino en cada ser. La Hermandad ilumina los ojos que no pueden ver la presencia de Mi Hijo en cada corazón.
La Hermandad crece y madura en los seres que aspiran amar al prójimo sobre todas las cosas y descubren, en el servicio a los hermanos, el alimento de su alma.
En la Hermandad está la llave para ingresar a una vida superior. Si buscan amar al prójimo y servirlo encontrarán la puerta que los llevará al reino de la Hermandad. Si comienzan por ser fraternos y compañeros, en este mundo, un día alcanzarán méritos para conocer la Hermandad superior y universal.
Hijos Míos, hoy les traigo el Reino de la Hermandad para que se plasme en vuestros corazones la aspiración permanente e inextinguible de servir al prójimo y amarlo, construyendo en el mundo la nueva vida y atrayendo hacia los seres la fraternidad que se vive en el Universo de Dios.
Deposito en vuestros corazones una nueva semilla que cada una de sus almas deberá cultivar a través de la búsqueda permanente y de la perseverancia en vivir la hermandad y la fraternidad entre los seres. Esto se alcanzará cuando reconozcan el Plan perfecto de Dios para cada alma hermana; cuando reconozcan la esencia cristalina que brilla en el centro de cada ser y que fue creada por manos divinas para manifestar en el universo un principio de amor y de unidad.
Hijos Míos, hoy a pedido de Dios les presento una nueva faz de Mi Reino que les muestra el arquetipo de la vida que todos los mundos deben manifestar.
Ya es tiempo de despertar a lo nuevo y dejar que lo viejo se borre de vuestros corazones. No teman descubrir nuevos seres en ustedes mismos, porque todo lo que necesitan para dar ese salto ya está disponible delante de vuestros ojos y de vuestros espíritus. Solo abran los brazos y el corazón y reciban con amor la oferta que se les entrega.
Yo Soy la reina de la Hermandad, la siempre Virgen y Bienaventurada Madre de Cristo y de todos los seres. De Mi vientre provienen todas las cosas, porque así se lo concedió el Señor a Su Sierva Universal.
Mis amados, hoy los acojo en Mis brazos maternales y los recibo con amor en Mi Reino de Hermandad, para que a través del “sí”de quienes representan a la humanidad, poco a poco una nueva vida pueda surgir sobre la Tierra, para que sea concedido al mundo un tiempo mayor de paz.
Los amo y les agradezco siempre.
María, Madre y Reina de la Hermandad
En cuanto Mis Rayos Misericordiosos se derraman sobre el mundo y muchas almas sedientas reencuentran Mi Camino; Yo busco a los que se comprometieron a preparar Mi Retorno al mundo; Yo busco sin descanso ni pérdida de tiempo a los Apóstoles del Amor; Yo busco a los que se unieron a Mi Corazón en el pasado.
Aunque a vuestro lado se derrumben los castillos de arena, no se perturben, todo lo que he dicho una vez para ustedes se está cumpliendo; no quedará piedra sobre piedra, problema sin resolver, ni cuestiones sin aclarar.
Necesito para este tiempo derramar el rayo de Mi Sabiduría y el Espíritu Santo viene a través de Mi Corazón Misericordioso, para rescatarlos y prepararlos para el Gran Juicio. Sean misericordiosos entre ustedes; la hora indica el momento del gran cambio planetario.
Por medio de la Voluntad Superior y de la oración abandonen la inercia que los derrota. Abran los ojos y vean el camino sagrado que Mi Obra está construyendo para todos, para conducirlos al Paraíso Mayor. Vean en todos los asuntos la necesidad de permanecer en paz y en hermandad. Ya fue todo dicho, es hora de proponerse alcanzar la santidad y el servicio pleno a los semejantes, así perdonarán y no perderán tiempo valioso en cosas mundanas.
El Señor los necesita activos, dispuestos; son ustedes Mis Compañeros, los que ahora deberán empujar la pesada barca de la humanidad. Las llaves ya fueron dadas y los anuncios también; decídanse por lo Divino, el Universo Celestial los aguarda.
Bajo la Gloria de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar siempre el Amor de Mi Corazón!
Cristo Jesús
5.ª Maratón de la Divina Misericordia – segundo día
Hermanos Míos de camino:
Hoy vengo con la aspiración de que en sus vidas los pasos hacia Mi Corazón sean verdaderos y puros, al igual que lo es el Agua que brota de Mi Costado por amor al mundo.
Esa pureza la alcanzarán cuando tan solo ejerciten la observación impersonal de sus pequeñísimas acciones; así pronto sabrán cuándo cometen un acto indiferente e impuro o cuándo realizan una obra de amor. Imaginen por un momento cuántos actos impuros manchan a Mis almas todos los días. Por eso, aquella alma que trabaja conscientemente con Mi Divina Misericordia, será ayudada para ejercitar acciones buenas y amorosas por sus semejantes.
Ustedes saben que el mundo está atravesando una gran tormenta interior. Más allá de ello, Mis Rayos Solares, que brotan de Mi Piadoso Corazón, traspasan esta tempestad que viven las almas para ayudarlas a resucitar a la vida del espíritu y al amor profundo por Dios.
No hay nada más divino que el amor entre hermanos, amor verdadero y puro que cura y cicatriza el corazón de cada ser. Fue ese el amor que Yo les enseñé desde el principio a Mis apóstoles y hoy les recuerdo esta premisa como un ejercicio para su consciencia interior.
El Amor que proviene de Dios es invencible, es maravilloso y magnífico. Busquen todos los días ese Amor que viene de Dios y así podrán superar los obstáculos que ahora les impone el mundo.
Pero no se olviden, Mis amigos, que el mundo, su preciosa y castigada casa, la que fue creada por Dios, necesita de ayuda urgente. Yo sé que no podrán hacer grandes cosas, por eso primero comiencen por las acciones simples y verdaderas, acciones que broten del amor del corazón y que permitan reconciliar y unir a todas las criaturas.
A la humanidad le llegó la hora de salir de la gran ignorancia y ver, en estos tiempos, qué será necesario cambiar para alcanzar el Reino Mayor.
Agradezco en este día a toda Londrina por haber cumplido con Mi Llamado, porque Yo he retornado a sus corazones para curarlos y renovarlos. Yo necesito de sus manos para donarme; Yo necesito de sus pies para caminar, por medio de ustedes, hacia Mis hijos perdidos; Yo necesito de un espacio en sus corazones para activar nuevamente la fe y el amor a Dios, su Señor.
Gracias por buscar siempre Mi Corazón.
Bajo el Bien Mayor que proviene de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer unidos como uno solo a Mi Humilde Corazón.
Cristo Jesús, vuestro Pastor
Hasta el fin de los tiempos Mi Corazón unirá las alianzas que Yo llevo en Mis Manos y que representan la unidad entre los corazones.
Contemplo todavía la gran necesidad de hermandad que existe entre los hijos de Mi Padre, por eso día y noche vengo al mundo para salvarlo y para ayudarlo a fundirse en la Esencia de Mi Amor.
El verdadero Amor soporta y renuncia.
El verdadero Amor perdona y no se separa por las palabras.
El verdadero Amor disuelve y extirpa todo mal entre los servidores, para que pueda prevalecer el amor a la Voluntad Divina.
En estos tiempos, muchas almas se separan unas de las otras, como lo hacen las piedras en un río que corre rápido y ligero.
¿Hacia dónde irán esas preciosas piedras? ¿A qué océano irán a parar?
Solo Mi Océano de Misericordia les permitirá lavar sus heridas y curar sus propios males. Yo vengo en la Hora de la Misericordia para unirlos Conmigo y para que nada relacionado con el entendimiento los separe de Mí.
Confíen en Mi Misericordia, recen cada día más y de corazón. Procuren estar en paz para así superar las barreras mentales. Sean precursores de Mi Amor y distribuyan Mi Luz por donde vayan. No teman transformarse, porque en la transformación se encuentra la liberación de sí.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras con amor.
Cristo Jesús, vuestro Salvador
Quien se dona a su hermano por entero está construyendo dentro de sí el puente de la gran fraternidad, y libre de reconocimientos y méritos el discípulo podrá llegar, a través de la sabiduría, a la comprensión de todas las cosas.
En estos tiempos, la caridad verdadera es tan importante y necesaria que el alma rápidamente, por este gesto fraterno, curará las heridas de su corazón.
Yo amo con predilección a los que se donan sin cuestionar ni imponer tiempo, incluso cuando ellos son rechazados por sus semejantes. El amor que estas consciencias irradian es tan similar al Mío, que puede transformar algo pesado en leve o la tristeza en profunda alegría de vivir.
Por eso hoy los invito a ejercitar la caridad; que ella fluya sin cuestionamientos como fluye el agua de un río. Que entre todos ustedes brote el espíritu de la caridad para que el mundo, tan necesitado de ayuda, pueda remediar todos sus males. La caridad lleva al camino de la misericordia y del saber humilde y simple.
Anímense a ser caritativos todo el tiempo, porque Yo les aseguro que vivirán el gran milagro de amor y redención en sus vidas. Aquellos que ya lo hacen por naturaleza, despierten en sus hermanos el máximo interés por el servicio para que así la paz esté presente en los corazones.
Una de las razones de la falta de paz en el mundo es la ausencia del verdadero espíritu de caridad. Si la humanidad por un instante se detuviera para servir al otro, todo cambiaría y las consciencias serían liberadas de mucho sufrimiento. Por eso Yo Me sirvo de la verdadera caridad de muy pocos; así, lentamente cumplo con la Voluntad de Mi Señor.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir la caridad de corazón.
Cristo Jesús, el Pastor de la Caridad
Cuando una puerta del mal se cierra por la presencia del Sublime y Sabio Amor de Dios entre los hermanos de la humanidad, el Espíritu Santo en Cristo vuelve a ordenar ampliamente a las consciencias llevándolas una vez más al encuentro de la verdadera misión espiritual que Mi Padre les ha confiado.
Por eso, no teman que sus vestiduras se caigan de sus seres o ellas sean retiradas como lo fueron de Mi Glorificado Cuerpo, porque de ustedes se retirará lo viejo para que sean revestidos por el Espíritu Santo.
Cuando Mi Corazón les comunica la hora de los cambios, es para que los corazones se preparen para el camino de la trascendencia y de la purificación.
Quien bebe del cáliz amargo del vacío de sí, después se encontrará Conmigo para beber y cenar del cáliz de la reparación y de la redención.
Pero es urgente que el pasado sea transmutado por Mis Rayos Misericordiosos para que sus seres reciban la absolución y el perdón.
Sé que a veces Mis discípulos se sienten solos ante tanta sequedad del desierto, y por instinto buscan saciar su sed en otras fuentes que podrían estar secas.
Yo les digo que el verdadero amor crístico y casto entre los seres nace cuando se revela la verdad entre ellos, porque allí está presente la Sabiduría de Dios, y el amor que pueda existir entre las almas podrá ser purificado para que se amen en espíritu y en fraternidad.
Por eso Yo les pedí que se amaran los unos a los otros. Les he pedido que se amen tal cual son para que aprendan a amar el alma de cada consciencia, porque esa es la meta interna.
Cuando esté presente el Amor de Mi Corazón entre los seres, se vivirá el Amor Puro de Dios como lo vivieron en la Tierra Mi Madre y José Castísimo. Crean en ese Amor y nútranse de él, así desaparecerá la sensación de vacío. Yo estoy retornando como la renovada Fuente del Amor que está ausente de toda la humanidad.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en la Fuente de Mi crístico Amor.
Cristo Jesús
Yo estoy aquí presente en Aurora todos los días a las tres de la tarde para confortar con Mi Espíritu a aquel que se siente solo como en un desierto.
Yo estoy aquí todos los días a las tres de la tarde para derramar Mi Gracia en los que aún no se han redimido.
Yo estoy aquí todos los días a las tres de la tarde para consagrar a los que aún no han vivido Mi Camino Redentor.
Por esos y otros motivos, Yo estoy aquí entre ustedes y los he escogido para que en estos tiempos difundan Mi Mensaje de piedad, esperanza y misericordia.
Una vez más, la humanidad podrá comprobar que Yo llamo realmente a los que solo Me escuchan a través del corazón, aunque sea por un momento.
Por eso entrego Mis Bienes Celestiales en las manos de los más simples y libres, para que los multipliquen en amor y hermandad. Esta es la verdadera esencia del fin de los tiempos: tener un corazón puro para poder tener una mente pura y, teniendo una mente pura, poder recibir misericordia y redención.
Sepan Mis amigos, Yo conozco todos los rincones de sus consciencias, y Mi Amor por ustedes es tan grande, que Yo Me dejé clavar en la Cruz por amor a la salvación del mundo. Por este motivo hoy Yo estoy con ustedes, para que con valentía y voluntad sigan Mis Pasos hacia la Eterna Luz del Padre.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Yo Soy la Vida para los corazones tristes y solitarios, porque Yo Soy para cada ser la alegría de vivir y de compartir en Dios.
Yo Soy el Fuego Divino del Espíritu Santo que los ilumina.
Soy el Camino recto hacia Dios.
Hoy les pido que sean como Yo para que otros hijos, a través del ejemplo de ustedes, imiten el camino de la entrega y de la confianza absoluta en Dios.
Mi Padre los espera a todos en el Cielo, pero es necesario vivir la única Ley, la Ley del Amor y de la Sabia Justicia del Cielo; ha llegado el momento de corregir simplemente sus vidas para que todos Mis compañeros sean partícipes de Mi Regreso.
Queridos, estoy con ustedes todo el tiempo que Me lo permitan, pues no solo veo imperfecciones, sino también veo el amor de ustedes hacia Mí.
Irradien el sentimiento de hermandad entre ustedes para que todas las almas aprendan a vivir en Dios sin sufrimiento ni dolor.
Yo Me sirvo de simples instrumentos porque espero que ellos sean transmisores de Mi Misericordia en estos tiempos. Encontraré siempre Mi Llama encendida en sus corazones, cuando tan solo Me digan sí, cuando Me digan: “Ven Maestro del Amor”.
Quiero verter sobre ustedes Mis Gracias, Mi Amor Redentor, para que sus seres se vacíen y sean colmados por la Luz de Mi Espíritu Eterno.
Quiero que Mis soldados sean un verdadero escudo de amor, paz y hermandad; el mundo necesita de la ayuda consciente de todas las almas orantes.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más