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Es un paso de la consciencia reconocer que ustedes cometen faltas contra Mí, Mi Corazón los librará de todo para que no se sientan culpables.
El camino de la trascendencia de sí comienza cuando la consciencia terrena despierta para la Vida del Espíritu, pues buscando esa unión con Mi Padre todos los días, el alma se puede reaproximar.
Ahora que los tiempos cambian, Mi Corazón observa las grandes faltas en el mundo; la entrega y la confianza en Mi Espíritu por parte de todos aquellos que en consciencia reconocen sus errores, permiten aliviar Mi Corazón, transforman esos errores en amor y restauran, a través de la oración, las consecuencias de esas faltas.
Mi Amor por ustedes es infinito, y cada falta que es reconocida por Mi discípulo y es ofrecida a Mí, significa la victoria de Mi Reino de Amor en el corazón de todos los seres. No tengan miedo de decirme qué es lo que aún los ata a esta vida material; aguarden confiados el auxilio de Mi Corazón que siempre estará en el momento justo.
Los reúno en torno a Mi Corazón para que recuerden que no los juzgaré por aquello que les hace tropezar en la vida día a día. Yo Soy el Libertador del mundo y Soy el Pastor del Amor que quiere irradiar sobre ustedes las infinitas luces de Su Corazón para que así encuentren la Luz en el camino.
Si están a oscuras enciendan Mi Luz, llamando por la fuerza de Mi Amor Redentor; siempre vendré en su auxilio para que con valentía sigan el camino de la consagración y de la transformación. Los levanto del suelo para que vuelvan a caminar siguiendo las huellas de Mis Pasos. Si Mi discípulo se transforma, como consecuencia transformará al mundo y todo se salvará a su debido tiempo.
Bajo la Luz Eterna del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mi Luz en sus corazones.
Cristo Jesús, vuestro Consolador
En este mismo día, Cristo entregó un segundo mensaje presentando el inicio de un ciclo de instrucciones mensuales que San José transmitirá a la vidente Hermana Lucía de Jesús.
Queridos hermanos:
Alabados sean María Santísima y San José, Padres de la Sagrada Familia.
Que en este día de Gloria reverbere en ustedes el Humilde Espíritu de Amor del Bienaventurado San José Castísimo. Que abriendo el manantial de sus corazones reciban el Bálsamo
Divino de la Gracia del Obrero de Dios.
Seguidores Míos, que este día de encuentro celestial y universal con el Casto Corazón represente para ustedes un nuevo camino de confianza en los Planes del Padre.
Después de lo vivido en el pasado, los Sacratísimos Corazones de Santa María y de San José se dirigen de manera especial al mundo y a las almas para que toda la humanidad reconozca la importantísima devoción a estos Sabios Corazones Crísticos con el fin de:
- Liberar las faltas graves del mundo - Vivir los Sacratísimos Corazones en el espíritu, como Fieles Mediadores ante Dios
- Poder salvar al mundo de consecuencias irreversibles
- Establecer por más tiempo la paz en el mundo.
Estos Sacratísimos Corazones se han ofrecido amorosamente para ser el puente seguro de luz para llevar a las almas hasta el encuentro con el Maestro Jesús, como también se ofrecieron para despertar una verdadera devoción por el Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos Míos, ustedes así podrán comprender con sus corazones que la especial venida celestial del Castísimo Corazón de San José despertará en ustedes un amor más profundo por Dios, por medio de la Paternidad Espiritual que el amado San José irradia hacia los hijos del Padre.
Mediante la unión de los Sacratísimos Corazones de Santa María y de San José con el Venerable y Bendito Corazón de Jesús, la humanidad, en este Nuevo Tiempo, podrá recibir la Gracia de reparar todas las faltas que han sido generadas durante el siglo XX.
El poder del Amor de la Sagrada Familia es un precioso proyecto de vida que está en los Planes de Dios y que se gestará en la próxima humanidad. La actitud de amor y entrega de ustedes al Castísimo Corazón de San José determinará la posibilidad de que este Santo Padre Espiritual de las almas pueda in terceder por el mundo ante el Trono del Padre por más tiempo.
Que el ejemplo de humildad y devoción, como también de virtud, representado por la confianza que San José tuvo en Dios, inspire en ustedes el despertar de esa confianza y el amor por los Designios del Padre.
Que en esta era, el 19 de marzo de 2013 pueda permanecer guardado como recuerdo y bendición para todos. Que el Santo Padre de las familias acompañe a cada uno de ustedes y una a todas las familias del mundo para que, en estos tiempos, estén en el Eterno Corazón de Dios.
Reciban esa Gracia Divina como si nacieran otra vez ante los Ojos del Padre para que, unidos al Amor Infinito de los tres Sagrados Corazones confirmen su entrega en ayuda y servicio a la humanidad, sobre todo al Dios del Amor.
Bajo el Espíritu del Amor de Dios, sean bienaventurados.
¡Júbilo y alegría! ¡
Salve amado Corazón de San José!
En la Paz,
Cristo Jesús
Mi mirada no deja de irradiar misericordia ni hacia el pecador más empedernido. Por eso, queridos, que las faltas no sean su objetivo ni limiten su existencia; que sus corazones se liberen de ellas por medio del amor y de la constancia que ustedes tengan en vivir en Mi Sagrado Corazón.
Si claman por misericordia, en el día del juicio espiritual e interior ante Dios Yo no seré un juez, sino que seré el Intercesor Misericordioso por toda la historia de ustedes. Mis Ojos observan hoy los grandes y graves pecados en el mundo, ofensas que hieren y flagelan Mi Corazón; eso ocurre por la falta de oración y de acciones de misericordia por parte de todos los seres.
Si ustedes Me fallan, no piensen en el castigo porque Dios es la presencia viva del Amor y de la Compasión, y Su Hijo Primogénito es el Manantial que les lavará las heridas y les purificará las manchas. Si caen, levántense y caminen cargando con valentía la cruz que el Universo les confió.
Recuerden que ustedes, a través de Mí, se estarán redimiendo, y el camino de la redención comienza reconociendo la imperfección de la vida terrenal. Mi Alma observa la belleza que Dios creó en sus almas y, por eso, estoy con cada uno de Mis rebaños, para recordarles lo que Dios les manifestó como vida y amor.
Si dejan caer los velos de la consciencia no se sorprendan por lo que verán y vigilen que el camino de su transformación esté guiado por el ritmo poderoso de la oración. Recuerden que los amo y que Mi Amor es más grande que la gravedad de sus faltas. En Mi Amor Paternal los libero y los purifico, en Mi Amor los guardo y los conduzco, porque en Mi Amor los consagro.
Carguen la cruz con alegría, vean el lado hermoso de su purificación y permitan que Mi Corazón los acompañe dentro de sus moradas. Los aliento a seguir adelante sin demora, el momento lo amerita.
Bajo la Gracia y la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por contemplar Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor de Almas
Desde el Corazón del Universo vengo hoy a vuestro encuentro. En el nombre de Jesús, Mi Alma Maternal viene a curar y restaurar corazones.
Queridos hijos:
Hoy los invito nuevamente a que ingresen dentro de Mi Inmaculado Corazón para que vuestras moradas, a pesar de todo, puedan encontrar, ver y sentir la Presencia Omnipotente de Dios. Si ustedes tan solo ingresaran a Mi Inmaculado y Materno Corazón, vuestras pequeñas vidas estarían saciando la gran sed que Mi Hijo tiene por todas las almas.
Hijos Míos, que hoy vuestros corazones sean manantiales que emanen amor y devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Queridos hijos, que vuestras esencias sean como aguas inagotables que, convertidas en ríos de Misericordia, sacien la sed de amor y de paz de todas las almas del mundo mediante el servicio.
Como Madre del Universo y de la Tierra, hoy llego para manifestarles Mi Amor en un tiempo de fuertes cambios en la consciencia y en la vida de todos Mis hijos.
Pequeños hijos, ante las faltas graves que comete la humanidad día a día, hoy los invito a considerar vuestra vida de oración un ejercicio que repare el Reino de los Cielos. Por eso, que vuestras vidas nunca olviden encontrar al niño interior porque así Mi Hijo derramará sobre ustedes los Dones y las Gracias de Redención y de Misericordia.
Si el mundo solo orara un poco más, la Luz del Altísimo sería otro manantial que calmaría la sed de todos Sus hijos. Pero mientras existan corazones cerrados a Mi Llamado Maternal, a Mis hijos solo les bastará crecer como crece una semilla desde el interior de la tierra. Pero a esa semilla no le podrá faltar el Agua de Vida, el manantial inagotable que hace emerger los verdaderos corazones en las criaturas.
Venerables hijos Míos, estoy aquí para enseñarles a caminar bajo el Amor de Dios y para que vuestros ojos no pierdan de vista la Misericordia en el horizonte.
Queridos hijos, hoy los invito a amar la Creación como Dios la ha manifestado para todos, y eso comenzará a través de vuestro amor a la magnificencia de los Reinos del Señor.
Orando con fervor por este mundo, Yo los llamo para que, durante este día, permanezcan en Mi Reino Maternal de Amor porque ustedes lo necesitan y también la humanidad. Por eso hoy, inundemos de amor a los corazones vacíos y sin Dios.
¡Están a tiempo de cambiar desde el corazón! Para eso ¡Yo estoy con ustedes!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos y Amadísimos hijos Míos:
En nombre de Dios Todopoderoso, en nombre del Espíritu Santo, en nombre del Amor Redentor de Mi Hijo y delante de los Coros Celestiales, bajo el Poder de Dios en el universo, bajo la Luz Misericordiosa de Mi Inmaculado Corazón, Yo, la Bienaventurada Virgen María, Reina de la Paz, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, en este momento y durante esta hora, reflejando el Amor Materno de Mi Inmaculado Corazón, pero con lágrimas en Mis inmaculados ojos, les anuncio con reverencia y paz, el siguiente llamado celestial de atención para todos Mis benditos hijos en la Tierra.
Les digo que, la siempre Virgen María, Reina del Cielo, ha visto una falta importante de parte de Sus hijos delante de Dios. Por eso, en nombre de la paz, Yo los absuelvo y les digo, queridos hijos, que la Reina de la Paz, la Madre del Mundo manifestará Su Faz de Amor, para todos, en el Centro Mariano de Figueira los días 25 y 26 de octubre, celebrando así el mes del Santísimo Rosario en una ceremonia de oración que se extenderá hasta los días 25 y 26 de noviembre de vuestro tiempo del año 2012.
Esta decisión divina es en respuesta a la Voluntad de Dios, el Altísimo y por lo que ha visto nuestro amado Padre Celestial ante la falta de consideración espiritual y material que Mis hijos han dado a Mi tarea de contacto con ustedes1.
Hijos Míos, esto significa que Mi voz y Mi eco se pronunciarán por un tiempo más por la intercesión que Mi Hijo Jesús Cristo realizó ante el trono de Dios. Quiero que entiendan con vuestros corazones que, de parte de ustedes, Mis pequeños, ha sido escasa la colaboración hacia Mi Obra Divina en esta parte de América.
Quiero decirles, Mis hijos, que desde vuestros corazones ha faltado la donación y la providencia para que Mi tarea pudiera abrazar a cada rincón de este mundo.
Por eso, queridos hijos, ante la falta de amor en la consciencia por todo lo que a lo largo del tiempo Yo les he estado derramando por Gracia y con Amor, quiero decirles que las apariciones previstas para los días finales de octubre y de noviembre se llevarán a cabo en el Centro Mariano de Figueira. Esto significa que Yo les pido una amorosa colaboración para que Mi Mensaje prosiga teniendo eco en el mundo.
Por este motivo, como Madre vuestra y como María Auxiliadora, intervengo con Amor por todos ustedes para que la sabiduría del Espíritu Santo despierte en vuestras consciencias. Es hora de crecer en madurez, Mis adultos hijos, porque eso permitirá que vuestros corazones estén bajo la Ley de la Divina Misericordia.
Jesús los espera para que vuestras consciencias mediten y se confiesen con Su Sagrado Corazón. Los invito, en este tiempo final, a amar la Ley de la Divina Providencia porque, para comprender los misterios del Cielo, ellos deben ser amados aún más que todo lo que vuestras vidas conocen en este mundo.
Queridos hijos, en nombre de la Luz del Cielo, les agradezco por contestar a este urgente llamado a la meditación y a la reflexión de vuestras consciencias.
En la Fe profesada por Mi Hijo Jesús los espero en el Centro Mariano de Figueira para que juntos celebremos el mes del Santísimo Rosario porque la paz es urgente en la vida de todos Mis hijos.
¿Mis soldados Me seguirán?
Gracias por vuestra atención interior.
Los ama eternamente,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
1 Se refiere a la tarea de la Madre Divina con los videntes.
Orando el rosario todos los días, las almas, cada vez más, se pondrán a los pies del Señor. Ellas recibirán el bálsamo de la Misericordia de Mi Hijo y, de esa manera, las faltas más graves les serán perdonadas por el Amor de Dios.
Queridos hijos, por este motivo, hoy nuevamente los llamo a perseverar en el propósito de la oración para que vuestros corazones se distancien de las artimañas del enemigo. Lleven en vuestras vidas un ritmo consecuente con la vida de oración, creen momentos indispensables de oración para que vuestras almas estén presentes en cada momento de la vida.
Cuando Yo los invito a observar un ritmo de oración, estoy llamándolos a mantener una consciente tarea espiritual e interna en este final de los tiempos. Vuestros corazones y vuestras vidas deben sentir sed de oración y de descubrir los Misterios Divinos que la fe despierta en vuestros corazones.
Hijos Míos, para eso, busquen la fuente de vuestra inspiración interior en Jesús, y Su Sagrado Corazón les mostrará el camino correcto hacia la redención y la reconciliación de cada una de vuestras vidas.
Será importante, queridos hijos, mantener constancia en la oración porque eso los preparará para enfrentar los tiempos que llegarán para el planeta.
Mis queridos hijos, hoy los llamo a tener como premisa, este, Mi pedido, que los llevará a comprender dónde se encuentra la esencia victoriosa del amor y del perdón.
Hijos Míos, como Madre Divina, cada vez más, quiero que todos Mis niños sean tenidos en cuenta para la salvación porque sé que todos deberían vivir en la belleza y en la Luz del Amor del Paraíso.
Vuestra sincera oración formará a la Nueva Tierra de Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mi Paz Eterna libera y perdona a las almas de todas sus faltas.
Queridos hijos:
Derramando hoy la Gracia del Perdón, les pido: ¡oren con el corazón!, y con todo el amor que Dios, a lo largo de vuestras vidas, depositó en cada uno de ustedes.
Hijos Míos, vivan en la Fuente de la Gracia que Dios Me concedió para que, por amor y por vuestra redención, yo derrame sobre toda la humanidad.
Por eso, queridos hijos, oren con constancia y fe para que los Ángeles Custodios del Señor los guíen por el nuevo camino hacia la fraternidad.
Hoy los invito a convertir vuestras vidas en una rosa pura.
¡No teman, Yo estoy con ustedes!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Como Señora de la Rosa Mística, hoy quiero invitarlos a contemplar a Dios desde el corazón, porque es en el corazón que se encuentra la paz y es a través del corazón que se cierra la puerta al sufrimiento y al mal.
Queridos hijos de Mi Padre, es con la oración del corazón que todas las almas sobre la faz de la Tierra podrán aliviar todo dolor y sufrimiento. Pero existen almas que aún unidas al Dios Vivo, no tienen fuerzas para consagrar la vida por estar inmersas en el mundo actual.
Para que todas las almas puedan ser tocadas por la misma Gracia Virginal por la que ustedes fueron tocados, hoy los invito a colocar en oración dentro del Reino de Dios, a todos los corazones que, confusos, necesitan de la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
En estos días de encuentro orante Conmigo en Luján1, Yo los invito a permanecer como guardianes de la oración para que sus pequeños corazones se vuelvan ángeles custodios que acompañen los propósitos de paz de Mi Inmaculado Corazón.
Hoy también les digo, Mis queridos hijos, que Mi Faz Misericordiosa está obrando por la salvación de todas las almas que, con faltas graves, recibirán el ministerio de Mi devoción para que todas ellas se puedan volver a encender por la asistencia inmediata del Divino Espíritu Santo.
A ustedes, que ya han caminado un poco por el camino de la oración del corazón, Yo los llamo para que, a través de los vuestros, todos los corazones aprendan a orar con fervor y a estar en Mi Corazón Maternal para que Mi Luz Celestial los proteja.
Queridos hijos, dejo una misión interior para cada uno de ustedes y para todas las almas que, en el final de estos tiempos, responden a Mi llamado: vivan en la fe que les irradia la oración para que la fidelidad se manifieste en cada uno de sus corazones, la fidelidad a Mi Hijo, el Amor Redentor.
¡Les agradezco!
Que solo estén Conmigo en el Reino de Mi Eterna Paz.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
1 Ciudad localizada en la provincia de Buenos Aires, Argentina.
Queridos hijos:
Hoy eleven sus oraciones al Cielo porque Mi Corazón los escuchará. Las palabras quedarán entre los hombres pero Mi Inmaculado Corazón viene hacia ustedes para que reconozcan el poder del Amor de Dios.
Hoy los invito a abrir más el corazón para que la Divina Misericordia sea el escudo que los proteja de todo mal. Mi Corazón se dona a ustedes y al mundo como cofre del amor y de lo sagrado.
Queridos hijos, mientras el mundo cambia, fortalezcan el verdadero ardor del Amor y de la Luz que las oraciones despiertan en sus corazones. Por eso, Mi victoria en la vida de cada alma es el rescate del Amor esencial que Dios le entregó a cada criatura. Vengo al mundo anunciando la paz y la reparación de todas las faltas cometidas diariamente. Cuando Mi Corazón les clama por oración, es por amor a todas las almas que niegan a Dios y que no viven a Dios de forma verdadera.
La hora de la Redención, queridos hijos, es para cada alma que se entrega en las Manos de Dios; es un cántico de gloria para los ángeles del Cielo. Por ello, queridos hijos, cada oración hecha con el corazón es una Gracia Perpetua para el mundo dolorido y para toda la humanidad. Yo los invito a ingresar con sus corazones en la escuela de la oración que ustedes ya están cursando porque la oración alumbrará al mundo a través del Sagrado Corazón de Mi Hijo.
Oren y perdonen; así el mundo será reparado y la compasión será como la flor en cada nuevo amanecer.
Gracias a todos por responder a Mi llamado a la oración diaria.
Yo estoy con ustedes,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Despierten la paz en sus corazones. Comulguen a diario de la presencia redentora de Mi Hijo. Aguarden en paz Su retorno desde las nubes. Ofrezcan a Dios toda donación que irradie el corazón. Encuentren fortaleza en la oración para que ella les ilumine el camino.
Queridos hijos:
En la alianza con Cristo, emblema de amor que brota de sus corazones, existe el amor que ustedes deberán buscar para que el espíritu sea permeado por la Misericordia de Mi Hijo. Eleven sus plegarias hasta el trono de Dios, queridos hijos, para que los oídos celestiales del Padre escuchen el llamado de todos sus hijos. Así cada uno de sus corazones estará obrando por amor a la conversión verdadera de la vida, y en esos momentos estarán liberando la culpa que tal vez pueda sentir algún corazón. La falta hacia Dios no es lo grave; lo importante para el alma que ha errado es el retorno hacia Su Corazón.
Toda la vida del mundo es un aprendizaje; ya ha llegado el tiempo de redimir el pasado.
Queridos Míos, amen a Dios. Él los espera todos los días como Sus dignos hijos. El Amor Universal de nuestro Padre abre las puertas para la Luz que vendrá. Para que Mi Inmaculado Corazón triunfe en el mundo y en las almas, la adoración a Mi Hijo Glorificado les permitirá disolver el sufrimiento en muchos corazones perdidos. Todo rescate comienza en la apertura interior del corazón; de esta manera, queridos hijos, el Señor contemplará a cada uno de ustedes como almas.
Sus corazones y el corazón de todos Mis hijos deberán reconciliarse con Dios; Sus Prodigios de Paz y de Conversión aguardan ser derramados desde Mis manos de Amor. Yo los ayudaré a encontrar el camino.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Es así, siempre orando, como cada una de sus almas debe estar, impregnada por la Luz de Mi Corazón.
Día a día, caminando en la confianza en Dios y en Su victoriosa Voluntad, todos ustedes, Mis pequeños, podrán encontrar la paz, porque amando se encuentra la paz y donándose se halla la paz en cada interior.
Queridos hijos, como la humanidad continúa ofendiendo los preceptos de Dios, Yo los invito a realizar y contemplar la oración del corazón. Así sus corazones podrán limpiarse de todo resto de dolor y el mundo será conducido hacia un nuevo rumbo de paz.
El Señor conoce el grado de sus debilidades y de sus imperfecciones; Yo les digo que no teman por eso. Ya llegó la hora de la conversión de las faltas y esto comenzará a partir de la entrega de toda circunstancia interior.
Mis pequeños, la hora de la transformación está llegando para todos Mis hijos. Por eso, pequeños niños, les estoy enseñando cómo deberán dar los primeros pasos en la reconciliación con Dios. Que nadie perturbe su vida si aún le debe mucho a Dios.
Por eso, queridos hijos, el verdadero Juicio comenzará con la renuncia a sus faltas. Si han ofendido por alguna razón a Dios, les digo que caminen hacia Mí para que Yo los presente delante de Mi Hijo. Todo ya fue dado a la humanidad; por eso Yo vengo desde los Cielos trayéndoles Mi Paz Eterna.
Deberán dejar morir todo el pasado para que ya nazca la nueva alma que el Señor espera. Vivan perpetuamente en la Gracia de la Paz. La paz puede curar la vida. La paz brota desde los corazones valientes.
Yo los acompaño desde cerca.
Los protegeré.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Con los corazones que decaen, con todos ellos Yo estoy. La fuerza de la oración les dará valor para la transformación de cada alma. La oración sembrará la paciencia delante de los cambios de la vida y el amor unirá lo que en los corazones pueda estar separado. Para poder convertirse, cada corazón deberá reconocer sus faltas. Reconociéndolas podrá, por medio de la oración, disolver y elevar poco a poco lo que pesa en los corazones.
Yo los quiero ayudar; por eso vengo desde el Cielo para que encuentren consuelo en Mi Corazón. Mi espíritu inmaculado desbordará de alegría cuando Mis hijos recuerden a Dios. Si la vida fuera oración, la vida sería transformada. El amor cultiva la paciencia delante de las pruebas y la paciencia los llevará a la redención del pasado.
Queridos hijos, hoy los llamo para que ustedes amen lo que aún no han superado. En Mi Corazón encontrarán refugio.
Los adora,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Comenzó el trabajo de sintonía con la oración “Ave Luminosa”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Inhalamos y vamos a dejarnos llenar por esta paz. Vamos a unirnos a los atributos de la “Madre Universal” para recibir a nuestra Madre. Y como hicimos hoy a la mañana, vamos a atraer esos atributos hacia aquí, hacia nosotros, aspirando a que, un día, sean una realidad total en nuestras vidas.
Se oró la “Madre Universal”.
En determinado momento se entonó el “Ave María”.
Por el Poder Divino del Creador, perdonados sean los sedientos de Luz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oremos por la paz del mundo entero y por aquellos que están inmersos en las fuerzas del caos. Yo quiero socorrer a todos ellos.
Ahora, elevemos nuestros corazones hacia el Trono del Señor para que Él reciba de Mí sus plegarias, que ahora orarán Conmigo.
Renunciemos al pensamiento y abramos el corazón para penetrar en los Cielos. Para que la Luz llegue debemos abrirnos. Busquen el tesoro de Mi Inmaculado Corazón en este momento, en el silencio y en la paz. Este es Mi último llamado en este día. Vengan a Mí, suban a los Cielos para perdonar y amar, para redimir y restaurar el pasado.
Sean bienaventurados los que suben a Mi Reino porque ellos gozarán de Mi Luz Eterna. Los escucho, los acojo, los protejo. Yo Soy la Patrona del Amor, la Madre y la victoriosa Ave de la Luz, que viene de los Cielos desde hace 17 días a anunciarles el Nuevo Reino que vendrá, la Nueva Raza redimida y perdonada. Y así, hoy les confieso en nombre del Amor Divino, por la Ley que nos rige, que retornaré después de Mi Hijo, Glorificada.
Se sigue orando el “Ave María” en portugués.
Hoy, les sonrío con Mi Luz a sus corazones, porque han respondido al llamado de Mi Paz; aún estamos a tiempo de revertir el dolor y de que todos ustedes encuentren refugio en Mi Corazón.
Hoy, elevo muchas almas a los Cielos, a las que ustedes desconocen, pero que una vez estuvieron en este mundo para aprender a amar y crecer en unión al Señor.
Dejen que sus corazones broten como en los tiempos pasados, para que reconozcan Mi caminar y sigan detrás de Mí, de Mi Luz redentora.
Hoy, le traigo al mundo la reconversión de todas las faltas cometidas al Creador. A los que están presentes aquí, en nombre de sus hermanos, Yo, la Madre de la Divina Misericordia, les irradio Mi Paz y les doy Mi Perdón para que abran sus corazones a Mi Faz, para que encuentren descanso en las tribulaciones que el mundo vivirá antes de la llegada del Redentor. Por eso, les he indicado que lean los pasajes del Apocalipsis de Juan, para que preparen sus seres en este nuevo tiempo de purificación y reversión que llegará.
Ahora, estoy colocando Mi Corazón sobre Medjugorje para cumplir la Voluntad del Señor, pues de aquí partirán peregrinos hacia Mi encuentro y el reencuentro con sus hermanos del hemisferio norte. Así, podrán saber que, como en Fátima, Lourdes, Guadalupe, Medjugorje y ahora aquí, Yo Soy Única y Mi Voz los representa a todos ustedes, como la Madre del Amor, el Ave que les trae la Paz desde los Cielos infinitos.
Hoy, están a Mi derecha los 24 Ancianos y a Mi izquierda los que siguieron a Cristo, el Señor, como Sus apóstoles; para que sepan que descendemos desde lo Alto, obrando bajo las Leyes del Señor para que el mundo restablezca su paz y su unidad con lo que está separado desde hace tiempo.
Por eso, los llamo a abrir sus corazones a todos sus hermanos de creencias y credos diferentes, para que se unan en el mismo fuego que desciende desde el Espíritu Santo al mundo y a cada criatura, bajo Mi intercesión como la Gran Señora del Sol.
He posado Mis Pies aquí, durante 17 días, para que reconozcan Mi Gracia Inmaculada en sus corazones y para que, a partir de hoy, lleven Mi Paz a sus hermanos, para que les enseñen y les transmitan cómo Soy ante ustedes y todos Mis hijos. Pues el Señor Jesús, el Cristo, Me ha confiado a todos ustedes desde el principio hasta el presente, por toda la eternidad, para que lleguemos juntos, al final del camino, para descubrir el portal de la Paz y entrar en el océano de la Misericordia, que el Señor le promete al mundo antes de que llegue Su Justicia.
Por eso, Yo estoy aquí delante de ustedes para traerles Mi Redención y Mi Amor Maternal a sus corazones. Espero que hayan llegado aquí, borrando el pasado, y que este bautismo de 17 días que Yo realicé en nombre del Señor, haga nacer sus corazones en pureza, humildad y entrega.
Para partir hacia los nuevos caminos que vendrán, deberemos orar por aquellos que no los encuentran, por todos los hijos que están ciegos y por los que no escuchan Mi Voz desde hace siglos. No descansaré hasta poder atraer hacia Mi Corazón la última alma, porque Yo he prometido ante el Señor no dejar que ninguna criatura se pierda, para que nadie arda por el fuego que el mal está difundiendo en el mundo. Por eso, Me han visto pisar la serpiente.
Mi Reinado de Luz se establecerá primero en los corazones abiertos, que serán preparados para que vislumbren el gran llamado de los Cielos.
Hoy, Me elevo y Me anuncio a ustedes para repartir de nuevo Mis Gracias Celestiales, a aquellos que quieran confiar en Mí, en una Madre Inmaculada que les promete la redención y la disolución de las faltas.
He abierto una pequeña puerta hacia el Señor para que todos los corazones se eleven en este último ciclo, en esta última hora. Por eso, les digo que deberán orar, a pesar de todo, para construir la columna de Luz hacia Mi Corazón y para que Mi Inmaculado Ser, como la Madre de la Paz, la Reina de los Cielos, pueda entrar en sus corazones y vivir en unión con Dios.
Así, no deberán preocuparse por sus pensamientos en la vida diaria y colocarán sus almas al servicio del Señor, respondiendo a todo a pesar de las pruebas. Solo les puedo decir que cada alma se confirmará en esta última hora. Entonces, Yo estaré para acompañarlos y para mostrarles el camino hacia el Señor.
Guarden en sus memorias y en sus corazones este momento, el momento de Mi Paz, para que vean venir a Cristo sobre las nubes y, cuando Él llame a su puerta en una hora desconocida, los encuentre en oración y vigilia.
Por eso, Yo estoy aquí y en Medjugorje, reuniendo a las almas que se están convirtiendo y consagrando a Mi Inmaculado Corazón. Porque una parte de esta humanidad deberá ayudar en la redención y en la elevación del mundo, que está a oscuras por sus propias acciones desde hace tiempo.
Por eso, el Señor Me ha enviado como Intercesora del Amor y de las almas, para que todos puedan volver a nacer bajo la Luz de Mis Manos.
Oremos, oremos, oremos para que el mundo se convierta y para que la Ley, en su sabiduría, no haga doler a los corazones que no se quieren convertir.
Yo Soy la Madre del Mundo, el Ave Universal de la Paz que les trae el Nuevo Reino para los que lo quieran ver y también para los que se quieren ocultar de Mí.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, Ella está haciendo una irradiación lumínica. En reverencia, los que puedan, se colocan en pie. Sientan lo que Ella está haciendo en este momento.
Yo Soy María, la misma de ayer y la misma de hoy, la Madre Inmaculada que les trae el Reino de la Paz.
¿Por qué tanta Paz?
El mundo deberá convertirse a través de los corazones mansos, para que escuchen de nuevo al Señor a través de Mi Voz que se anuncia al mundo por última vez.
Recuerden, hijos Míos, que no deberán guardar rencores por ninguno de sus hermanos; pues, si así fuera, no estarían escuchando Mi Voz redentora y el Reino no podría entrar en los corazones que se cierran a sí mismos. Por esto, durante estos días, he entrado en cada corazón, para que derrame su dolor y sus miserias sobre Mis Manos, para que Mi Amor los pueda convertir y elevar hacia la Luz, redimiendo el pasado y abriendo sus ojos al nuevo horizonte.
Reciban a Mi Nueva Aurora, la llama que está brillando sobre el mundo. Reconozcan la Ley, el Amor y la Compasión que les traigo, para que pronto se unan al Señor, comulguen con Él y así el mundo se cure.
Hoy, responderé a las últimas plegarias, pero sepan que siempre los escucho cuando oran Conmigo en confianza y en el fortalecimiento de la fe que deberá madurar en algunos, para que la llama permanezca encendida en cada corazón.
Después de responder a sus preguntas, les diré finalmente qué es lo que más quiero en este último día.
Madre Shimani leyó las preguntas.
Hoy, quiero pedirles por última vez, que el 24 de noviembre vengan aquí en retiro a prepararse para Mi Encuentro de Luz y de Amor, y así, lo harán el día 24 de cada mes, para que entremos en oración profunda. A cada uno le restará orar todos los días Conmigo, para que sus vidas encuentren Mis caminos predilectos.
Les envío Mi Paz y les doy Mi Paz. Guarden en sus corazones Mi llamado.
Gracias a todos Mis hijos por responder a Mi llamado.
Que el Cielo del Señor los compenetre.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, Ella se está elevando y cerrando los Cielos desde donde proviene.
Escuchen el eco de Mi Voz para encontrar Mi Corazón.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más