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Para llegar al Corazón de Dios no necesitas grandes ciencias ni profundas filosofías, no necesitas fórmulas y ni siquiera prácticas eternas. Lo que necesitas, hijo, es un corazón sincero, puro y rendido delante del Padre.
Todas las prácticas y ejercicios espirituales forjarán en ti la transformación de tu consciencia y permitirán que permanezcas en unión con el Creador, y que eso no sea solo por un instante, sino que se torne un estado permanente de consciencia.
Pero para tocar el Corazón de Dios, sentirlo y conocerlo, solo necesitas un corazón sincero que se disponga a estar delante del Padre en confesión, en adoración, en comunión y en entrega, para así sentirlo, experimentar en el propio interior lo que es real y, conociendo a Dios, conocerte también a ti mismo.
Por eso, ante de nada más, y aunque no tengas fuerzas o inspiración, solo quédate con el corazón sincero delante del Creador, solo quédate con el corazón rendido frente a Su Altar. Colócate como ofrenda a Sus Pies y deja que Él se haga sentir. En la Presencia Divina, todo en tu vida recobrará su sentido, tus esfuerzos tendrán valor y su peso será menor, porque el Amor de Dios en ti hablará más alto; tus batallas te serán leves, no porque serán más fáciles, sino porque tu corazón ya no estará suelto en los vientos de la oscuridad, sino cimentado en la Presencia de Dios, de donde ningún viento te podrá retirar.
Todo comienza, hijo, con la confesión, la rendición, la entrega, la adoración y, así, la comunión perfecta con Dios. Y eso puede suceder en el silencio, en la alegría espiritual, en el llanto profundo del alma, en la oración o en la adoración, en la propia vida. Solo necesitas un corazón sincero.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
No hay mal que pueda prevalecer donde Yo estoy, porque el triunfo de Mi Corazón es una realidad en los corazones que se abren para recibirme y adorarme. Es allí en donde Yo coloco todos los Códigos y Principios de Dios para que las almas, viviendo la transformación, alcancen la redención.
Es en este momento que eso sucede, en el que todas las almas de la Tierra, independientemente de dónde se encuentren o estén, por medio de este encuentro Conmigo reciban los códigos y los méritos de Mi Pasión y aún más, los méritos alcanzados por su Maestro en el universo, después de la Ascensión.
Hoy vengo a hablarles de ese lugar del universo en donde Me encuentro, una revelación que aún no ha llegado a la raza humana, porque no está escrita en el libro sagrado de la Biblia.
Son ustedes en este tiempo, como Mis siervos y apóstoles que deberán dar continuidad a la historia de su Maestro y Señor en el universo, para que Mi Iglesia Celestial esté más cerca de las almas sedientas de Dios y principalmente de aquellas que aún no encuentran la salida.
Así como ustedes viven aquí, en la superficie de la Tierra, bajo gobiernos que son puramente humanos, en el Universo existe el verdadero Gobierno espiritual, que rige una gran Confederación de consciencias, que en estados puros de ascensión y evolución viven, al igual que ustedes, en el universo material, pero en otros planos de consciencia, en donde esta civilización humana muy, pero muy lentamente ha tomado contacto con esa realidad y sobre todo con esta existencia.
¿Qué les quiero decir con todo esto? Que la vida no termina aquí ni tampoco la vida comienza aquí. La vida original surge del Universo, de la Fuente, y así como la Fuente generó la vida por medio de la Divina Voluntad del Padre, así también el Padre Eterno decidió que existiera un Gobierno Universal del cual ustedes también forman parte, así como muchas otras consciencias que hoy no pueden ver ni percibir.
El Universo espiritual es más real que el universo material. La materia es corrupta y muere, pero es un vehículo fundamental para que la ciencia y la vida de los seres puedan experimentar lo que cada alma necesita para aprender y para evolucionar.
Ese Gobierno Espiritual que existe en el Universo es eterno, poderoso y emblemático, porque su eje principal y primordial es el Amor, que en otras periferias del sistema de vida universal colma a todas las consciencias de sabiduría y unidad.
Ese Gobierno fue asumido por su Maestro y Señor después de la Ascensión, y es desde allí desde donde Yo vendré al mundo, desde donde retornaré para mostrar Mi verdadera Faz, aquella Faz que conocieron los apóstoles, así como Yo les dije en el día de ayer.
A través de ese Gobierno Universal no solo se pueden vivir y cumplir las Leyes, sino que todo lo que es vida y vibración es guiado y conducido por ese Gobierno espiritual.
De ese Gobierno, Moisés recibió los Mandamientos; por ese Gobierno, Abraham fue inspirado a proteger su pueblo; de ese gobierno, Juan, el Bautista, habló, predicó y enseñó a los hombres y mujeres de la Tierra. Y de ese mismo Gobierno espiritual del Universo, Yo traje para ustedes el Evangelio, las parábolas, para que pudieran comprender de una forma más simple lo que verdaderamente existe en el universo y está latente.
Aunque ese Gobierno aún existe en el Universo, y mientras la humanidad aún demora mucho tiempo en ingresar al verdadero sistema de la vida universal para cumplir las leyes y todo lo que de ese Gobierno emana, Yo los estoy preparando en estos últimos tiempos para que todos los seres, que dicen vivir en Cristo y por Cristo, tengan consciencia y conocimiento de esa poderosa emanación del Gobierno Espiritual, al cual su Maestro y Señor rige y acompaña de cerca.
Lo que hoy quiero decirles es que ese Gobierno espiritual fue el que Me envió al mundo no solo hace más de dos mil años, sino que también Me ha enviado en este tiempo final para que, por medio de la Divinidad y del Espíritu de Cristo, las almas tuvieran la Gracia y la oportunidad de encontrar el camino que muchos perdieron a lo largo de estos últimos tiempos.
Todas las consciencias del Universo dependen de ese Gobierno espiritual y ustedes también dependen de ese Gobierno espiritual. Al no estar bajo su gobierno, la humanidad está sufriendo porque pierde la esencia de lo que, en verdad, tiene que realizar y cumplir.
Ese Gobierno espiritual inspiró el surgimiento de esta raza. Desde el principio de todo y hasta los días de hoy, esa aspiración del Gobierno espiritual está latente. Ahora, en este tiempo y en este momento, llamo a todos los corazones para que ingresen con sus consciencias en ese Gobierno espiritual que, desde el principio los viene acompañando y que, a través de los últimos tiempos, después de 1950, ha intervenido en la humanidad para que ella no se volviera a autodestruir como en la Atlántida o en la Lemuria. De esa forma, las almas tienen la oportunidad de liberarse de sus deudas y de la viciada cadena de errores humanos.
Quien está con su consciencia en el Gobierno espiritual, por más que profundamente no lo conozca, pero si lo sintoniza a través del corazón y de la oración es considerado por ese Gobierno espiritual, en este momento final, en todo lo que ese Gobierno realizará en el mundo, especialmente en el momento más difícil de la humanidad, momento que recién comenzó.
No vengo a hablarles de algo abstracto, compañeros, hoy vengo como Portavoz de ese Gobierno espiritual que rige a este universo y a otros, que es un espacio especial de la Consciencia de Dios, en donde el Amor es lo primordial para tomar grandes decisiones, evolutivas e importantes proyectos de vida en todo el universo.
Así como a Abraham y a Moisés ese Gobierno espiritual se les reveló y se les aproximó para fortalecer el Proyecto Sagrado del pueblo de Israel, hoy a través de su Maestro y Señor, Jesucristo, por medio de Su Corazón Misericordioso y Glorificado, las almas tienen la oportunidad esencial y espiritual de ser contempladas y consideradas por ese Gobierno Mayor, para que no solo cada uno de ustedes cumpla con la misión que Dios les confió desde el principio de la Creación, sino también para que se unan a este momento en el que ese Gobierno espiritual del universo se aproxima a la Tierra, para poder socorrerla y ayudarla en este momento crucial.
Esto también es uno de los últimos impulsos que hoy les traigo.
En ese Gobierno espiritual también se encuentra Mi Madre Celeste y todas las consciencias que la acompañan para que pueda llevar adelante su tarea planetaria con cada uno de Sus hijos, con cada una de las naciones, con cada uno de los pueblos, con cada corazón que sufre por no poder encontrar a Dios.
Será este Gobierno espiritual el que volverá a intervenir, en el planeta y en la humanidad, así como lo hizo en otros tiempos, para intentar corregirla y advertirle de lo que la humanidad verdaderamente necesita cumplir y realizar en nombre de Dios; y esto va más allá de cualquier religión o credo. Es una situación espiritual y cósmica que une directamente a cada uno de ustedes con la Fuente mayor de ese Gobierno espiritual.
En los planos internos de la consciencia planetaria, en un lugar poco accesible para cualquier ser humano, en lo alto de los Himalayas, el Gobierno espiritual que Yo rijo y conduzco tiene una base espiritual en el planeta para guiar a la humanidad de cerca.
Consciencias de sabiduría, de amor y de profunda hermandad, se reúnen en ese espacio, de tiempo en tiempo, después de 1950 y hasta el presente, para guiar a la humanidad en los planos internos, para que la humanidad reconozca que no solo perdió su guía a través de la Ley de Dios, sino que también perdió su contacto interno con la Fuente.
Por medio del Gobierno espiritual del universo, hoy su Maestro y Señor vuelve a reintegrar, en lo profundo de las esencias, esa conexión necesaria con el Padre Eterno. Esto no es una Gracia ni un merecimiento, es parte de una gran necesidad planetaria para que por lo menos la mayor parte de la humanidad se pueda salvar y redimir.
Los pilares del conocimiento de la verdad y de la lealtad son las bases fundamentales para la acción de Mi Gobierno espiritual, rodean a estos pilares los grandes principios del amor, de la sabiduría y de la fe.
En este tiempo culminante, esto es posible por las almas que oran a la Fuente de Mi Divina Misericordia, porque lo más importante, compañeros, es lo que las almas necesitan recibir en su interior para poder llevar adelante su compromiso Conmigo.
Ese Gobierno Espiritual se revelará a la humanidad de una forma que nunca nadie ha visto, y el despertar volverá a impulsar a la raza humana para que reconozca lo que aún necesita vivir y cumplir, en este tiempo, para que los nuevos Cristos puedan despertar.
Hoy, bajo esta Consciencia y Sabiduría que los rige, volverán a ofrecerme su Comunión espiritual para que Yo pueda volver a obrar en la humanidad, en los lugares más necesitados de asistencia no solo espiritual, sino también material. Y así, volverán a recibir de Mí los códigos de Luz que necesitan para hacer de sus vidas ejemplos de Mi Obra en la Tierra.
Ante este Gobierno Espiritual que está presente por medio de Cristo, vamos a vaciar nuestros seres completamente, para que los impulsos crísticos colmen nuestros corazones y renueven la vida planetaria en este momento culminante de la humanidad.
Hermanos, por favor, la mesa.
A través de esta celebración eucarística, y por medio de la Comunión espiritual que en este momento podrán vivir las almas del mundo, Yo volveré a traer hacia la Tierra, por medio de Mi Corazón, los pilares del conocimiento, de la sabiduría y de la lealtad.
Los invitamos a ponerse de pie o a arrodillarse en este momento.
“Padre, Tú enviaste a Tu Hijo para que las almas volvieran a aprender sobre el amor y el perdón. A través del sacrificio vivido por Tu Hijo, concédele a este planeta y hasta humanidad, la Gracia extraordinaria de volver a recuperar el sentido y el camino de la evolución para que, a través del conocimiento, de la sabiduría y de la lealtad, las almas despierten a su misión y al sentido y razón de haber venido aquí, a la Tierra, en Tu Nombre. Amén”.
Cuando Yo celebré la Última Cena, los apóstoles conocieron al Gobierno espiritual por medio de la Comunión Conmigo. Esa noche fue definitiva no solo para su Maestro, sino también para toda la humanidad a través de la presencia de los apóstoles.
Hoy vengo a realizar el mismo ejercicio, con una consciencia más amplia en todos, para que no solo recuerden que estoy presente en el Cuerpo y en la Sangre por medio del pan y del vino, sino también que estoy presente en el universo, esperando el gran momento de Mi Retorno a la humanidad.
Fue así que tomé el pan, se lo ofrecí al Padre para que fuera transubstanciado y santificado. Enseguida lo partí y lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman, este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.
Y la Luz del conocimiento, de la sabiduría y de la lealtad ingresó en los apóstoles, para que fueran Mis representantes en el planeta hasta los tiempos de hoy.
Enseguida tomé el Cáliz, el que, después de Mi Ascensión, recorrería algunos lugares del planeta, para que el triunfo y la victoria del Sagrado Cáliz del Señor se derramara en toda la humanidad y en las generaciones siguientes, con el fin y el sabio propósito de que, a través del Cáliz, naciera la primera orden religiosa en la humanidad, y de ella surgieran muchas órdenes más, de las cuales Yo Me serviría para cumplir Mi Obra en el planeta.
Elevé el Santo Cáliz para que fuera transubstanciado y santificado. Enseguida se lo ofrecí a los Apóstoles, diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por su Señor para el perdón de las faltas. Hagan esto en memoria Mía.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.
El Cuerpo y la Sangre viva de Cristo.
En unión con el Gobierno Espiritual de Nuestro Señor Jesucristo, rezamos la oración que Él nos enseñó.
Padre Nuestro.
Padre Nuestro (repetimos en inglés)
Que la Paz, el Amor y la Sabiduría de Cristo desciendan a la Tierra.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra Tuya bastará para sanarme.
En este momento, unidos a todos nuestros hermanos del mundo, en sus hogares, naciones y grupos, recibimos el Sacramento de la Comunión espiritual y así, reparamos el Corazón de Dios.
Escuchamos tres campanadas.
La forma de Luz de Cristo ha ingresado en las almas que se abrieron para comulgar con el Señor. Amén.
Les dejo la Luz de Mi Gobierno espiritual para que también comulguen con él, para que más almas en el mundo aprendan a vivir en el amor poderoso de la Ley.
Agradezco profunda e internamente a todos los que se autoconvocaron espontáneamente para orar por Mi Divina Misericordia, sabiendo que es urgente y necesario rezar por la cura de la humanidad. Pero recuerden que, en los próximos días, y a través de la Poderosa Novena a San Rafael Arcángel, el Padre Creador volverá a ingresar en el planeta y en la consciencia de la humanidad para llevar adelante la segunda etapa de Su misión espiritual.
Únanse a Rafael Arcángel en esa sagrada misión.
Yo los bendigo bajo la Luz y la Sabiduría del Gobierno Espiritual de su Señor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco.
La historia que nunca fue leyenda
En las lejanas y coloradas tierras del norte de Arizona se expresó, una vez, una sagrada civilización que provenía de la unión y de la mezcla de americanos originarios y de asiáticos de remotos lugares, de islas diversas de Asia y de Oceanía.
Esa unión de familia, de raza y de cultura, los trajo con el tiempo hasta el norte de Arizona, región que hace miles de años se comportaba como un terreno fértil para el desarrollo de poblaciones provechosas de la siembra y del cultivo.
Lo que siempre se ofrecía para ese sagrado pueblo era el mismo río Colorado, el que bañaba con sus márgenes a toda la vegetación presente en aquellos tiempos.
La causa de la desaparición de ese pueblo no fue una destrucción ni un acontecimiento extraordinario. El tiempo mostró para ese pueblo, que había alcanzado un grado altísimo de contacto con el universo, por lo que ya no le fue necesario vivir de lo material como siempre lo hacía.
Ese sagrado pueblo del norte de Arizona también vivió su camino de transición como lo vivieron todas las civilizaciones y culturas que pasaron por este planeta.
La antigüedad de este pueblo era anterior a la perdida civilización de la Atlántida.
Ese sagrado pueblo originario, de raíces indígenas, desde el momento de su unión con sus antepasados del lejano oriente nunca más vivió un encuentro con ninguna otra raza.
Su experiencia se basó en el aprendizaje sobre el sostén de la vida grupal. Era esa unión de consciencias lo que fue haciendo del pueblo el ejemplo de una fraternidad y de una solidaridad recíproca.
El escenario del Gran Cañón del Colorado fue el espacio que favoreció el desarrollo del aspecto intuitivo de esa civilización sagrada que, al permanecer naturalmente apartada del mundo y amparada por condiciones extraordinarias de la naturaleza, creó un ambiente propicio para el proceso del contacto.
Esa civilización, originaria de esa región del planeta, fue pasando por diferentes estados, y el conocimiento que recibía sobre la ciencia de la Creación y sobre el Universo, a través del contacto, hicieron que dicho pueblo accediera a principios que abarcaron otros planos superiores de consciencia que eran colmados de conocimiento e instrucción para cada uno de ellos.
Lo más destacado de ese pueblo era que, desde el niño más pequeño hasta el anciano más grande, vivieron un grado de contacto que los hacía estar dentro de una frecuencia de amor muy alta.
Todo ese proceso del pueblo del río Colorado, de pasar de lo material hacia lo espiritual, los llevó un día a ingresar en una escuela de aprendizaje diferente que se reveló espontáneamente sin forzar nada.
Es decir que ese pueblo accedió a la realidad cósmica y universal, y su desaparición de la superficie del planeta se debió a su ingreso total en otros planos de consciencia, en los que ya no era necesario servirse de lo que es material.
Como la presencia de ese pueblo no tiene registros históricos en la humanidad y solo ha sido considerada una leyenda, ese propio pueblo, desde los planos superiores fue el que guió e impulsó a otros pueblos originarios para que hicieran sus experiencias y aprendizajes dentro de la misma región en la que ellos estuvieron.
Por esa misma razón, otros pueblos originarios de otras partes de Norteamérica migraron hacia la región del norte de Arizona, en busca de esa misma fuente de contacto que se reveló para ese primer pueblo sagrado.
Fue así que la civilización indígena, que como pueblo partió hacia otras esferas de consciencia, apeló para poder entregar los mismos impulsos que sus sucesores precisaban a fin de dar continuidad a la evolución de la consciencia.
Cuando el sagrado pueblo del norte de Arizona ya estaba dentro de otra dimensión de consciencia fue cuando todo su pueblo se preparó para dar un nuevo paso y así ellos asumieron colaborar ampliamente en el sostén espiritual del planeta. Así, comenzaron dentro de la Ley de la Jerarquía, a cuidar del alma-grupo de cada uno de los Reinos de la Naturaleza, para que cada alma-grupo también pudiera evolucionar.
Lo mismo hicieron al cuidar y amparar a los núcleos internos de otras almas que, habiendo sido indígenas, no habían accedido a la totalidad de su transfiguración, como lo había vivido el sagrado pueblo.
En los planos internos, la región del Gran Cañón del Colorado se volvió una escuela importantísima de servicio y de amor interno por todo aquello que, esencialmente, es verdadero y nace de la existencia de cada ser.
A pesar del cambio geológico del Gran Cañón del Colorado, con el pasar del tiempo, eso no fue un impedimento para que esa escuela interna pudiera expresarse y realizarse. Fue en ese nivel de consciencia que alcanzó el sagrado pueblo del Gran Cañón del Colorado que el Padre Eterno encontró una puerta segura para dar continuidad al proyecto de la humanidad de superficie.
Ese legado y experiencia, que continuó sucediendo de forma paralela a la encarnación del Hijo de Dios, fueron factores de acontecimientos que colaboraron ampliamente en la Obra Redentora de Cristo, aun después de Su Ascensión a los Cielos.
Con esto les quiero hacer comprender que, desde los tiempos más remotos de la Tierra, ya existían la fraternidad y el amor, los que fueron evolucionando y que hicieron posible salvaguardar la esencia primordial de la experiencia humana, bajo un potencial de experiencia grupal de servicio y de solidaridad mutua.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el Creador pensó en el proyecto humano, contempló desde el principio la posibilidad de hacerse Él mismo criatura entre Sus criaturas.
Los seres humanos fueron creados, entre tantos seres y civilizaciones del Universo, para expresar algo que ninguno de ellos había expresado.
Fueron creados para unir las dimensiones, para expresar el amor que supera los límites de toda la existencia y que permite que los seres se unan a Dios. Fueron creados para expresar la semejanza esencial con el Padre de toda la vida.
El propósito humano es grandioso y es por eso, hijos Míos, que no se alcanza simplemente, a pesar de que todo se pueda dar con el despertar de la consciencia y la firme decisión de amar sin condiciones y de entregar todo por ese propósito de profundizar los misterios divinos en el propio corazón, como en el Cosmos infinito.
Vivir el potencial humano parece algo imposible, porque la mayoría de los seres no se abrió para experimentar verdaderamente el Amor de Dios, que son capaces de encontrar y de sentir dentro de sí mismos.
Yo les enseñé a orar para que, de esa forma, cruzaran las puertas del propio corazón y, poco a poco, descubrieran la posibilidad de unirse a Dios, de sentirlo y de vivirlo.
Cuando un ser vive verdaderamente el Amor a Dios, hijos Míos, aunque sea por un instante, esto es suficiente para llevarlo a comprender que todo sacrificio, esfuerzo, o renuncia de las cosas del mundo y de las ilusiones humanas es poco para alcanzar la Eternidad dentro de este Amor Divino.
Sabiendo Dios que Sus hijos estaban perdidos en su evolución y que cada vez se distanciaban más de su propósito y de su verdad, y para no permitir que la humanidad nuevamente se perdiera como tantas otras veces sucedió, su Padre Creador decidió Él mismo venir al mundo y mostrarles el camino.
Tan inmenso y misericordioso fue el impulso de Dios para la humanidad, impulso nunca antes dado a ninguna criatura en el Cielo ni en la Tierra, que toda la existencia colocó sus ojos, su corazón y su esperanza en este mundo.
Misterio entre misterios es la evolución de los hombres, hijos amados, donde los errores del pasado y la historia de antiguas consciencias universales se detienen para que se inicie una historia de redención y la revelación del Amor de Dios para toda la vida.
Aún ningún ser de la Tierra fue capaz de comprenderse a sí mismo y de profundizar, estando en vida, tanto en su origen como en el verdadero potencial de su esencia. Todos aquellos que recibieron de Dios la posibilidad de vivir la experiencia del Amor en este mundo, solo después de esta vida fueron capaces de percibir la oportunidad que recibieron.
Pero hoy, hijos Míos, ustedes son llamados a vivir el mayor milagro de este y de todos los tiempos, el milagro del despertar de la consciencia, el milagro de la unión de los tiempos, el milagro de comprender lo que fueron antes de llegar a este mundo y cuál es la esencia y el propósito de sus vidas. Son llamados a vivir el milagro de la Ciencia y de la Sabiduría Divina para comunicar al mundo Su Verdad, no solo con el verbo, sino sobre todo con la propia vida.
Hace más de dos mil años, a pedido de su Creador, reuní a los discípulos y compañeros de Cristo para que el Espíritu Consolador vertiera, sobre ellos, Lenguas de Fuego. Su misión era anunciar la Buena Nueva de la llegada del Mesías y plasmar en la consciencia y en la historia de la humanidad la presencia y el ejemplo de Dios entre los hombres.
Hoy los reúno para que el Espíritu Consolador les dé fortaleza, despierte en ustedes el Don de la Ciencia, que se convierte en sabiduría y discernimiento. La ciencia para despertar, hijos amados, la ciencia para saber cómo actuar y cómo hacerse responsables no solo por la propia redención, sino por la sustentación de este mundo en transición.
En cuanto Mis últimas palabras resuenan en el mundo, Yo les derramo Gracias en medio de la Justicia, les traigo Dones entre las correcciones, porque es necesario que sean corregidos, pero también es necesario que despierten y cumplan el Propósito de Dios.
Así como el Creador vino al mundo cuando la humanidad estaba perdiendo su propósito y les mostró el Camino, la Verdad y la Vida, hijos Míos, Él vendrá nuevamente, a mostrarles la revelación de Amor dentro del caos, a mostrarles el despertar de la Verdad en el ápice de la ilusión del sufrimiento humano. Vendrá para que sepan cómo unir los tiempos y las dimensiones y así lo hagan no solo en este mundo, sino en toda la Creación, porque no solo la Tierra necesita de redención, toda la vida debe aprender a retornar a Dios, y esto acontecerá a través de la plenitud de sus vidas y de la expresión de lo que verdaderamente son.
Yo los amo, los bendigo y, con la profunda humildad de Mi Inmaculado Corazón, les agradezco, para que ustedes aprendan que a través de la gratitud el Cielo se abre y el Creador toca todos los corazones del mundo.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Todo lo que buscan se encuentra en su interior. El universo se revela en la esencia humana. Felices los que creen en eso y no buscan fuera de sí las respuestas a sus cuestionamientos, sino que usan la Palabra de la Jerarquía como un camino para adentrar en el propio corazón.
Felices los que saben acoger la sabiduría milenaria que Dios le entregó a la humanidad a lo largo de los siglos, pero que su mente y su corazón no se atienen a lo que está escrito en los libros, sino que hacen del conocimiento el motor de su libertad y descubren que la puerta estrecha está en el propio corazón.
La ciencia de la vida es el autoconocimiento.
Felices los que sepan beber de Mis palabras y de todos los impulsos que Yo le entregué al mundo. Y aún más felices serán aquellos que sepan hacer de Mi silencio el ciclo para vivenciar y experimentar todo lo que Yo le dije a la humanidad.
Le hablo a la esencia de los corazones. Le hablo a lo que es verdadero dentro de cada ser, porque allí podrán comprender todo lo que Yo les diga. Por eso, escúchenme con el corazón, sientan Mis palabras y mediten en ellas como una oración, más que como un estudio. Oren las instrucciones divinas y ellas serán vida.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
El Universo no se oculta en su interior, solo se mantiene silencioso a la espera de que sus seres se puedan volver hacia adentro para encontrarlo.
Los misterios solo permanecen como misterios delante de los corazones de los hombres cuando ellos no los buscan o son indiferentes a la vida espiritual. Todas las ciencias les pueden ser reveladas, porque la Sabiduría del propio Dios se encuentra dentro de ustedes. Su esencia es un puente hacia el Corazón del Padre, hacia todo lo que Él es.
No hay límites o fronteras para el espíritu que recorre incansablemente el camino de retorno a Dios. La ignorancia es una autocondenación de los que escogen permanecer en la ilusión, en la oscuridad de la consciencia. La Sabiduría no es un don para pocos, la Sabiduría es una virtud que está adormecida en la esencia de todos los seres humanos, los que pueden despertarla a través de la búsqueda sincera y pura de la Verdad.
Sean puros de corazón y comiencen a caminar. Sean sinceros y pidan al Padre la gracia de estar en Su Corazón y de vivir aquello para lo que fueron creados.
Aspiren a pasar por la escuela de la Tierra y a vivirla plenamente. Aspiren a expresar todo el potencial que guardan en su interior. Dios manifestó cada ser según Su Perfección. Todos ustedes guardan virtudes únicas a expresar. Aspiren, hijos, a manifestar esta verdad en plenitud.
Vacíos de conceptos humanos, de vanidades y de orgullos que los prenden a los conceptos materiales de la evolución, ustedes podrán encontrar la verdad sobre sí mismos. La Gracia Divina les puede revelar estas y todas las cosas, basta que clamen de corazón y que se abran con todo su ser.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Muchos son los impulsos que el alma recibe cuando ora a la Divina Misericordia.
Muchos principios se renuevan en las naciones cuando las almas se unen para orar a la Divina Misericordia.
Muchas gracias justificables concede la Fuente de la Misericordia cuando las almas invocan su poder.
Muchos prodigios internos y espirituales suceden cuando se ora a la Divina Misericordia.
Pero el principal resultado es interior, porque la Divina Misericordia todo lo transforma y todo lo cambia, tan solo cuando el alma se abre para reconocer la verdad que existe detrás del misterio de la Divina e Insondable Misericordia.
Aún la Misericordia no fue totalmente revelada, pero llegará el tiempo en que su sagrado conocimiento se mostrará como una ciencia inexplicable, capaz de redimir y de concebir una nueva vida en las almas que despiertan.
La Divina Misericordia es el camino para poder comprender y vivir la Voluntad de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Ciencia, madre de todas las ciencias, es el Amor Divino.
El amor renueva, transforma y convierte todas las leyes, en todas las dimensiones.
Del Amor de Dios nació la expresión de toda la vida manifestada, en este universo y en todos los otros.
Del Amor de Dios surgieron Su Espíritu y Su Hijo, Fuentes de vida nueva que dieron origen a todos los rayos, a todos los sonidos y a todos los colores que vibran en las diferentes escuelas de la vida.
Del Amor de Dios nacieron los ángeles y los arcángeles. Sus emanaciones multiplican ese Poder divino para todos los seres y lo protegen en su interior para que siempre tengan la posibilidad de desarrollar el amor, dentro de sí mismos.
Del Amor de Dios surgió la esencia de los seres humanos, como semilla de una nueva fuente, una gota que, cuando es multiplicada, se transforma en un nuevo mar. Esta es la esencia de los hombres, esto es lo que portan en su interior: un potencial de renovación de toda la vida, llamado amor.
Busquen dentro de ustedes ese misterio y dejen que esa pequeña gota de Dios, en su interior, se multiplique, crezca y, en su ápice, sea una nueva fuente de vida.
Dentro de ustedes, hijos, se encuentra un cosmos nuevo, pleno de posibilidades, en el cual todas las criaturas pueden encontrar la renovación. Esta es su misión como seres, como hijos de Dios: renovar todas las cosas.
Amen y verán surgir dentro de ustedes una nueva vida.
Amen y verán los principios divinos despuntando en el propio interior.
Amen e instituirán en la Tierra una nueva vida, porque el amor convierte las leyes del pasado, que hasta entonces guiaron a la humanidad, y les da a todos los seres la oportunidad de recomenzar.
Amen, descubran y vivan el propósito de su existencia.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
En el Universo infinito de la Verdad de Dios se guardan todas las religiones, filosofías y ciencias verdaderas.
Las religiones, las filosofías y las ciencias son las formas que el hombre encontró para expresar, en diferentes épocas, culturas y bajo diferentes influencias, los impulsos que el Creador les enviaba para construir una comunicación con Dios y, así, un camino de retorno al Corazón del Padre.
Después que la humanidad se perdió del Propósito Divino, la vida espiritual comenzó a ser impulsada como forma de religar a los hombres con el Padre, a las criaturas con el Creador. Pero Dios, hijos, es uno solo y Su Verdad también es única.
Para comprender las religiones y encontrar un punto en el cual ellas se unen, no se debe buscar en sus enseñanzas. La esencia de las religiones se encuentra en lo profundo de la consciencia humana y su pureza se revela en la manifestación de sus consecuencias en la vida de los seres.
Una religión cuando es verdadera lleva a la consciencia a experimentar el Amor que proviene de Dios y que los llama a amar todo tipo de vida, indistintamente. El amor es el punto de encuentro que debe existir entre las diferentes expresiones de los caminos que llevan a Dios.
Cuando hay amor, hay comprensión. Cuando hay comprensión, hay respeto. Cuando hay respeto, hay fraternidad. Cuando hay fraternidad, hay amor. Y donde está el amor, allí está Dios. Todo comienza y termina en el mismo principio.
Les digo eso porque este es el tiempo de manifestar el respeto, la fraternidad, la comprensión y, por sobre todas las cosas, el Amor. Así sabrán encontrar al Padre en la diversidad, en la diferencia y cerrarán las puertas para el mal que divide y separa a los hombres, no solo entre ellos, sino también de Dios.
Oren por la unidad y oren por el Amor, porque esta es la única cosa necesaria en este y en todos los tiempos.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Como respuesta del Universo Celestial, hoy llevo entre Mis Manos una Rosa de Luz. Es el tributo del Amor de Mis hijos por la Madre de Dios, de todos los orantes de Argentina que han respondido a Mi llamado de amor delante de estos tiempos críticos.
Esta Rosa de Luz que hoy llevo entre Mis Manos es el testimonio esencial de cada corazón orante; es la respuesta amorosa de Mis hijos de Argentina por la Madre de Dios.
Con toda la dulzura de Mi Corazón y de Mi Alma, llevaré hacia el Reino de Dios este ofrecimiento de las almas.
Podré interceder, no solo por todos los seres del planeta, por los Reinos de la Naturaleza, por los más marginados y pecadores; también podré intervenir por las almas del purgatorio y del infierno que gritan por luz y por paz.
Todo esto es posible, queridos hijos, cuando su respuesta es verdadera, cuando de sus corazones nace la dulzura por Mi Corazón Maternal.
Así el Cielo se comunica con la Tierra, los Espejos del Universo se comunican con los espejos de los corazones, y se establece a través de esta ciencia espiritual la divina energía de la Paz, la que viene a auxiliar del Universo a todos los seres, especialmente a las naciones más necesitadas de Luz y de Redención.
Los invito, queridos hijos de Argentina, a seguir trabajando a través del esfuerzo y del servicio para que en cada corazón humano se pueda constituir el Nuevo Reino de Dios, el que vendrá con la segunda venida de Mi Hijo.
Hoy vengo desde las montañas de los Andes cruzando el lago Nahuel Huapi, porque también soy la Madre de la Divina Naturaleza, y quiero que Mis hijos aprendan, en estos tiempos, la importancia de poder cuidar y proteger la Creación de Dios, todo lo que Él manifestó por Sus criaturas desde el principio, pensando en cada detalle, para que las almas de la Tierra se sintieran acogidas y plenas, y que en cada lugar que observaran o que contemplaran pudieran sentir la Presencia de Dios.
Valorizar a los Reinos de la Naturaleza será un significado importante de la humanidad, y la respuesta de esta protección a los Reinos Menores de parte de esta raza actual, permitirá la continuidad de una nueva raza, con una nueva consciencia y una nueva energía, que partirá con el interés en lo sagrado y en lo reverente, en la preservación y en el cuidado de todo lo manifestado por la Creación de Dios.
Ustedes aquí, queridos hijos, como en toda la Argentina, tienen grandes tesoros espirituales guardados en estas bellezas naturales, que son parte de los Dones de Dios. Por más que no los vean ni los sientan, ellos están allí presentes desde hace mucho tiempo.
Abran su consciencia al interés del Universo y la Vida Mayor descenderá sobre sus vidas, para que reconozcan en estos tiempos que no solo son seres materiales, sino espirituales, que han venido a la Tierra a cumplir con una misión y un propósito, no solo como seres individuales, sino también como nación.
Cada respuesta de Mis hijos a la Madre de Dios, es una nueva oportunidad de intercesión por las almas y por el planeta.
A partir de ahora, queridos hijos, vivan esa nueva cultura interior de preservación de los Reinos de la Naturaleza y sagrados valores de Luz y de Amor despertarán en sus corazones; sentirán la imperiosa necesidad de cuidar a la Creación, para la llegada de las nuevas generaciones.
Por eso hoy vengo de las montañas de los Andes, cruzando el gran Espejo del lago Nahuel Huapi, irradiando desde aquí para toda la Argentina, los Atributos de Dios.
Este fue el lugar escogido por el Padre para que la Madre Celeste en esta nueva etapa de la peregrinación descendiera desde el Universo hacia este sagrado lugar, a fin de volver a establecer en la Argentina los valores necesarios que la protegerán espiritualmente y que permitirán el surgimiento de una nueva consciencia basada en el bien y en la fraternidad, en el amor y en la hermandad entre los seres, hasta en los Reinos Menores de la Naturaleza.
Deseo, queridos hijos, que sientan a Dios en cada espacio aquí presente, que puedan descubrir los prodigios de Su Corazón Eterno, amorosamente manifestado través de los Reinos de la Naturaleza, porque en los Reinos de la Naturaleza, queridos hijos, está la cura de la Humanidad.
Llevaré esta Rosa entre Mis Manos hacia el Reino de Dios, como el ofrecimiento de cada uno de sus corazones para esta nueva etapa que deberá comenzar en Argentina, primero en el plano espiritual, para después suceder en el plano material.
Mi Hijo ya les dio el primer impulso para que esto sucediera. Las bases ya están construidas en sus consciencias. Ahora es hora de erguir el templo interior en cada corazón humano, para que pueda volver a florecer en la Argentina la alegría de vivir a Dios y de sentir Su Reino Celestial en la Tierra.
Entonces, queridos hijos, hoy les traigo lo más sagrado que hay en el Universo de Dios y que también está dentro de ustedes, que es esa Esencia Divina que les hará comprender los Misterios de Dios tan solamente por la oración del corazón.
Así abrirán las puertas para que se develen los secretos que se encuentran en lugares sagrados como este y que vienen a acudir a la humanidad tan necesitada de luz y de amor, de una manera silenciosa e imperceptible.
Los coloco, queridos hijos, ante la Llama sagrada del Amor de Dios, delante del Fuego ardiente de Su Corazón, que impulsó la Creación de los mundos y de las estrellas y de toda la Vida Universal.
Los coloco delante de este Sagrado Fuego Divino para que puedan reconocer su filiación espiritual con el Padre Celestial y descubran dentro de ustedes sus orígenes, lo que les hará renacer y encontrar sentido a sus vidas.
Por eso he venido aquí, queridos hijos, no solo para llevar al Cielo la Rosa de Amor que ustedes Me han donado, sino también para entregarles la Llama de Amor de Dios, aquella Llama que vivifica el espíritu y la consciencia, que trae entendimiento y sabiduría, plenitud y confianza en la Voluntad de Dios,
A partir de ahora, hijos míos, siéntanse diferentes, siéntanse otras personas, almas renovadas por el Amor del Padre, que reencuentran el camino que habían perdido hacia su trayectoria espiritual.
Delante de los Sagrados Reinos invisibles de la Creación, guardados en los paisajes naturales de la Tierra, vengo a testimoniar ante de Mis hijos de Argentina el Amor de Dios por medio de Su Sagrada Llama Divina, para que las almas reencuentren el sentido del propósito y de la vida, sin necesidad de alterar la evolución ni de modificar las Leyes Universales, las cuales forman parte de su planeta y de su humanidad.
Respetando la Ley de la Jerarquía, serán dignos de la Gracia de Dios como consciencias y como pueblo, y podrán abrazar el llamado de Dios como lo han hecho en este momento, por más que no lo comprendan o no lo entiendan, sintiendo la veracidad del Amor de Dios en sus corazones, que viene a guiar al mundo hacia el camino del gran despertar.
Que se cumpla en Argentina el advenimiento del Propósito de Dios; que las almas sean partícipes de ese advenimiento y que refugiadas en el Amor de Dios sean partícipes de la venida de Cristo, siendo merecedores de Su Divina e Insondable Misericordia, para constituir en la Tierra los nuevos cristos.
Hoy, ante Mi Presencia Celestial, se consagran almas tan especiales como tantas otras que han escuchado Mí llamado para seguir viviéndolo y cumplíéndolo en el fin de estos tiempos.
Quiero que vengan aquí los que hoy se consagrarán como Hijos de María, porque en pocas palabras, hijos Míos, Yo les he dicho todo lo que Dios necesitaba que escucharan, para el crecimiento espiritual de sus mundos internos y el despertar de sus consciencias a la Vida Divina.
Pueden arrodillarse.
Este “sí” significa una respuesta importante para el Universo. Esa respuesta la acoge Mi Inmaculado Corazón, no solamente de ustedes, sino de todas las almas que forman parte de Argentina y que algún día recibirán el despertar de la consciencia, para darse cuenta que la vida no termina aquí, sino que ella es eterna.
A través de esta consagración ingresen a las nuevas Leyes del Universo, para que sus vidas sean regidas por nuevos principios y siempre sus espíritus sean encomendados a la magnifica Obra del Espíritu Santo de Dios, para que se cumplan en ustedes sus divinos dones y encuentren el camino de servicio, a fin de concretar en la Tierra la segunda venida del Redentor.
Colocando sus manos en señal de recepción, queridos hijos, reciban esta consagración espiritual por todas las almas del mundo, vivificando a partir de ahora el compromiso sagrado con la oración, para que sus almas sean curadas de todo lo que hayan vivido en el pasado, para que sus consciencias sean abrazadas por el Fuego del Amor de Dios y así se cumplan, en ustedes, las Promesas de Cristo.
Escuchando el Himno de su Consagración, elevando la llama de su corazón al Cielo, reciban esta bendición directamente de Mi Corazón Inmaculado, por ustedes y por la Argentina, por el amor predilecto que le tengo a este pueblo y porque de aquí haya surgido un gran misionero de Dios, el Papa Francisco, embajador de Cristo en la Tierra; un pacificador que aprende a vivir la Palabra de Cristo y hacer sobrevivir su Iglesia en estos tiempos críticos, a fin de que triunfe la Iglesia Celestial de Cristo en la humanidad.
Que no existan diferencias, que no existan barreras, que no exista desunión. Que en la esencia de cada alma todas las consciencias se unan bajo un mismo propósito, sabiendo que siempre deberá prevalecer el Amor de Dios para que triunfe, por todos los siglos, Su divino Reino. Amén.
Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.
Una nueva luz llegará a la humanidad y ella deberá nacer a través de todos los Hijos de María.
Aunque algunos ya no estén Conmigo, el compromiso con la Madre de Dios es imborrable en el Universo.
Pero Yo volveré a reunir al rebaño de Cristo para que descubran que detrás de todo ese Misterio de Dios existe algo esencial y primordial que es el Amor, que triunfa sobre todo mal.
Los escucho.
En donde hay vida, allí habita el Corazón de Dios, esperando manifestarse y expresarse en el interior de los seres.
En donde hay vida, allí habita el Corazón de Dios; a veces silencioso y humilde, oculto, secreto, solo observando y esperando que la mirada tan distraída de los seres se vuelva hacia su propio interior y lo encuentre.
Ve, hijo, dentro de ti, más allá de todo lo que ya conoces de tu propio ser. Traspasa las capas del cuerpo, de la mente, de la consciencia, del subconsciente y deja atrás todo lo que la ciencia espiritual y humana te enseñó hasta hoy.
Llega a aquello que está oculto, que es desconocido y cuya presencia nunca fue verdaderamente develada, sino solo en Aquel que abrió el camino a la Unidad con Dios. El Padre solo se expresó con perfección en Su Hijo, porque la misión de Cristo fue revelarle al hombre el verdadero propósito de su existencia.
Hijo, Cristo no vino al mundo para decir: "Yo Soy un ejemplo para ti". Él te dijo: "Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida".
Si Él es el Camino, coloca tus pies en esta senda. Si Él es la Verdad, cruza el umbral entre la ilusión y lo que es real y entra en Cristo para encontrar la Verdad. Si Él es la Vida, apártate de la muerte y encuentra en Él lo que verdaderamente significa vivir.
Dios envió a Su Hijo al mundo para ser un Espejo para la humanidad y para que, ante Él, los hombres pudieran descubrir cuál es el verdadero sentido de la vida, cuál es el propósito de la existencia, qué es el Camino, la Verdad y la Vida, tanto en la Tierra como en el Cielo.
Adéntrate en ese misterio que está dentro de ti, pero que se oculta de ti mismo. Cumple con la Voluntad y con la Obra de Dios en su manifestación sobre la Tierra; pero, por encima de todo, busca el cumplimiento de la Voluntad y de la Obra Divina en tu interior.
Adéntrate en este Camino, encuentra esta Verdad y vive esa Vida que Dios pensó para Sus criaturas desde el principio.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, para que te conozcas a ti mismo y no solo a las situaciones de la vida humana.
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, para saber cómo reaccionas a los estímulos del mundo y cómo respondes a los impulsos de Dios.
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, para que te conozcas cada vez más profundamente y no te dejes engañar, creyendo ser algo que no eres.
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, con amor, con paz, con la simple intención de saber quién eres, cómo actúas, cómo vives y que, así hijo, tengas consciencia de todo lo que debes transformar.
Que tus ojos no estén solo en el Cielo o en los defectos y virtudes del prójimo. Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, abriéndote a un autoconocimiento verdadero. De esta forma, abrirás las puertas para profundizar en la ciencia de la vida y permitirás que Dios no solo te transforme, sino que te muestre tu verdadero ser, impulsándote a llegar a lo que, en verdad, eres.
Vigila y observa tu corazón y tu consciencia, para que no te engañes a ti mismo y para que, en estos tiempos de ilusiones y de espejismos, tus ojos estén fijos en la Verdad y, sabiendo quién eres y lo que no eres, puedas encontrar lo que Dios espera de ti desde el principio.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cómo recibir Misericordia
Hijos Míos:
Vengo al mundo, en este tiempo, no solo para enseñarles a clamar por Misericordia, sino también a generar méritos para que sean merecedores de la expiación celestial que la Divina Misericordia trae para sus vidas y para el mundo.
Vengo para advertirlos sobre la realidad del planeta, el que agoniza delante de los ojos indiferentes de la mayor parte de los seres humanos de la Tierra.
Vengo para retirarlos de la ignorancia, porque la ignorancia y la indiferencia humana no tienen nación, no tienen religión y no tienen cultura.
La ignorancia y la indiferencia están en la consciencia humana, como raíces profundas que fueron creciendo y ganando espacio a lo largo de todo su desarrollo como humanidad.
Y hoy estas raíces son alimentadas por las modernidades, por las comodidades y por las facilidades que este mundo les ofrece, a través de cosas que son creadas a costa del sacrificio de los hombres y de los Reinos, y por el ultraje de la Tierra.
Por eso, hijos Míos, llego en este tiempo para cortar esas raíces, para conducirlos hacia una nueva vida, para mostrarles una opción que el mundo no les muestra, porque la oscuridad se apoderó del día a día de muchos seres humanos.
Es con la finalidad de despertar en sus corazones el amor que los conduce a la Verdad que los llamo al servicio y a la caridad, los llamo a la oración.
Solo el corazón que comienza a servir puede comprender lo que les digo y, si no experimentan por sí mismos, jamás beberán de la Fuente de la Sabiduría, la que nace de la experiencia y no tanto de las palabras.
Mis Palabras son impulsos divinos, son como la Luz que se enciende en un cuarto oscuro para que encuentren la puerta para salir de la prisión de estos tiempos. Por eso, hijos Míos, escuchen hoy Mi llamado, Mi Voz que se pronuncia por una Voluntad Divina, superior a todas las cosas y que trasciende el entendimiento humano.
Escuchen Mi Voz y síganla.
Este mundo está ciego y su Madre Celeste viene, a pedido de Dios, para traerles la Luz para que puedan volver a ver, para traerles la vida a los que murieron y no lo percibieron, porque día a día se caen en los abismos de la ignorancia y de la indiferencia.
Vengo a una nación que está llena de conocimientos, colmada de ciencias y de filosofías, con la aspiración de transformarse; pero hoy Yo les digo, hijos Míos, que no solo deben cuidar de sus propias vidas. Este mundo, como un todo, es su casa y todos los seres que en él habitan, en todos los Reinos de la Naturaleza, son sus hermanos y son criaturas sagradas de su Padre Celestial.
Hoy vengo a llamarlos para dejar de lado las ciencias y las filosofías, y todo el conocimiento que colma sus mentes en estos tiempos, para que reciban de Dios el Conocimiento, el Entendimiento y la Sabiduría Divina.
Y les digo que no hay otra forma de recibir lo que el Padre les ofrece que no sea cruzando la puerta de la humildad y, de rodillas y en oración, clamar por Misericordia.
No son las riquezas del mundo las que colmarán sus almas, sino la plenitud de saber que todo lo hicieron para que todos sus hermanos tuvieran una oportunidad de sentir y de vivir el amor y la verdadera alegría; la plenitud de saber que cumplieron con su parte y de poder llegar al Padre, delante de Su Altar Celestial, con el corazón limpio y en paz.
Escuchen, hijos Míos, las advertencias de su Madre Celestial. Sirvan, oren y clamen por Misericordia.
Vayan al encuentro de los que más necesitan, y que la caridad actúe en sus corazones transformando su condición humana, cortando las raíces más profundas de la ignorancia y de la indiferencia. Así sabrán y comprenderán lo que Yo les digo.
¡Les agradezco por escuchar Mis Palabras y por abrirse de corazón a los impulsos divinos que hoy les traigo!
Yo los bendigo y los amo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Schoenstatt
Entren en Mi Corazón de Paz
Entren en Mi Corazón de Paz para que les revele en este tiempo la Gracia de Mi Presencia y que, a través de los testimonios de sus vidas, le hable al mundo.
Tomen con sus manos el rosario para clamar por la paz y verán establecerse la paz en el interior de sus corazones y en todos los que se aproximen a ustedes. Esa será la señal viva de aquellos que responden a Mi llamado.
Sepan amar y comprender a pesar de los juzgamientos humanos, y la pacificación de sus corazones hablará más alto que todas las críticas emitidas por el mundo.
Vivan en Mi Iglesia Celestial y en Mi Corazón de Paz; ingresen en Mi Reino y aprendan allí sobre los misterios divinos que el Creador les revela a los corazones puros.
De esta forma, la sabiduría de sus espíritus, adquirida en el Reino Celestial, será impregnada por una Verdad que no proviene de este mundo, y ni el más sabio de los sabios ni el más letrado de los doctores de las ciencias y de las filosofías de este mundo sabrá explicar la ciencia divina que habita en el corazón de Mis hijos.
Respondan a Mi llamado sin miedo y déjense guiar.
No teman romper dentro de ustedes los preconceptos y las resistencias, porque Yo no los estoy conduciendo hacia lo viejo. Yo vengo a renovar sus vidas y a la consciencia humana.
Vengo para enseñarles a renacer en espíritu y a profundizar en la Presencia de Dios que, desde el principio de Su Creación, intenta conducirlos a la Verdad.
Yo vengo para ayudarles a encontrar el camino de la cura del pecado original, para que conviertan no solo en sus espíritus, sino también en su más profunda condición humana, aquello que les impide llegar a Dios.
Dejen de lado, hijos Míos, por un instante, todos los conceptos de sus mentes y sientan en Mis Palabras la Presencia de Dios.
La humanidad está en su último tiempo de despertar y de arrepentimiento; ahora es el momento de rendirse a los Pies de Dios y clamar por perdón, porque Su Espíritu Consolador aún está sobre el mundo, atento a las súplicas de la humanidad, para limpiarlos de toda mancha y prepararlos para un nuevo tiempo.
Porque pronto llegará el día en que los Cielos se abrirán con toda su potencia por segunda vez, para que el Hijo del Hombre retorne a la Tierra y, mirando a los ojos de Sus compañeros, traiga la Justicia para unos y la Gracia para otros que, siendo consecuentes con Su Evangelio y fieles a Sus promesas, aguardaron con amor Su llegada.
Las profecías se cumplirán, como se cumplieron a lo largo de toda la historia de la humanidad, y Yo estoy aquí, más brillante que el sol y tan viva como sus corazones, para enseñarles a elevar, no solo sus súplicas, sino también sus almas, a través de una oración verdadera que los transforma y los conduce al Reino de Dios, aun estando en vida.
Cada misterio que Yo revelo, cada espacio divino que Yo les doy a conocer, es para que aspiren a algo más allá de este mundo; es para que sus almas renueven la esperanza de llegar a Dios; es para que sus corazones, en la eterna aspiración de conocer el Cielo, puedan llegar a él y atraerlo hacia la Tierra.
En sus oraciones, hijos Míos, contemplen con amor lo que Yo les muestro y dejen que su Madre Divina despierte en su interior la pureza que los hace dignos de estar en Dios y participar de Su Verdad.
Con estas palabras los bendigo y les agradezco profundamente por responder a Mi llamado.
Oren por la paz y eleven sus corazones a Dios, pues el mundo así lo necesita.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El poder de unión de los seres humanos con Dios es desconocido, pero esa ciencia y ese conocimiento siempre lo proporcionará el camino de la oración.
Esa unión, cuando es verdadera y amorosa, favorece que el Padre Celestial cumpla Sus Designios en más almas del mundo.
El camino de la oración hace de cada alma un espejo de amor y de perdón, para que así los errores de otrora sean liberados y las almas alcancen la redención.
Siempre estará entre sus manos el poder de la oración que construye los tiempos y que no dejará que pierdan los impulsos que vienen del universo, que los ayudarán a dar pasos seguros hacia el Sagrado Templo del Señor, dentro de Su Divino Corazón de Amor y de Luz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Recibe en esta hora toda la Fuerza y el Amor de Dios, para poder superar las pruebas, las definiciones y los imprevistos.
Recibe en esta hora toda la Confianza y la Gracia de Dios, para poder llevar adelante Su Plan, en un mundo de caos y de abismos.
Recibe en esta hora toda la Fe y la Sabiduría de Dios, para poder concretar, paso a paso, los Divinos Designios y hacer de cada momento una oportunidad de redención.
Recibe en esta hora toda la Inteligencia y la Ciencia de Dios, para poder manifestar, en cada etapa, la Voluntad del Creador y así permitir que cientos de almas sean beneficiadas por esa acción de servicio y de caridad.
Recibe en esta hora toda la Vida y la Regeneración de Dios, para poder expresar la cura espiritual e interna que esta raza tanto necesita.
Recibe en esta hora toda la Misericordia y la Paz de Dios, para poder reunir a los autoconvocados de diferentes escuelas, experiencias y caminos y así manifestar el nuevo rebaño del Señor en estos tiempos de definición.
Recibe en esta hora la Unidad y la Fraternidad de Dios, para que se pueda llevar adelante el Plan de Redención para este mundo y para toda la humanidad, a fin de que se viva el Amor superior y la unión interna y definitiva con la Consciencia del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los protege siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con la Luz de Mis Espejos
Con la Luz de Mis Espejos oceánicos, vengo para irradiarle al mundo el Universo prodigioso de Dios.
Con la Luz de Mis Espejos oceánicos, equilibro la consciencia del planeta y genero, en la humanidad, un tiempo mayor de paz, en donde no existe.
La Luz de Mis Espejos genera la aproximación de Leyes superiores a la humanidad, Leyes que permiten el descenso de la Gracia y de la Misericordia de Dios.
La Luz de los Espejos disuelve ideas de conflictos y de guerras, y se vuelven más potentes y luminosos cuando las almas oran a la Madre de Dios.
La Luz de los Espejos evita y aplaca la ira humana y expande la esencia del Amor en todos los espacios en donde no existe unidad ni amor.
La Luz de los Espejos puede penetrar en la consciencia humana que abre su corazón y su alma para reconocerlos. Así, cuando la Luz de los Espejos es contactada con simplicidad y humildad, otras Leyes actúan sobre la consciencia planetaria.
Deseo que el mundo conozca la Luz de los Espejos oceánicos, dirigidos amorosamente por Mi Inmaculado Corazón, a través de la vida que posee la ciencia divina.
Los Espejos son parte de esa ciencia espiritual y divina que es capaz de elevar cada espacio o cada alma hacia Universos mayores de consciencia.
Con la Luz de los Espejos, vengo para evitar la catástrofe mundial que podría generarse fácilmente por las guerras y las bombas creadas por la ignorancia de algunas naciones.
La Luz de Mis Espejos oceánicos actúa en el inconsciente del planeta, trayendo códigos para una nueva programación atómico celular para la humanidad, con el fin de que su consciencia despierte en el mañana con otro sentir y parecer.
La Luz de los Espejos oceánicos atrae corrientes de cura del universo, ya que ellos captan todo lo positivo y evolutivo que necesita la humanidad de superficie.
Cuando los Espejos oceánicos están activos, generan condiciones para la elevación de la consciencia terrestre y de los Reinos en toda su diversidad.
Los Espejos oceánicos pueden instruir a la humanidad sobre los estados de oración y sintonía. También pueden inspirar a la construcción de una consciencia más fraterna y pacífica.
Los Espejos oceánicos son parte del Reino del Lys, Reino de oración y de cura; ellos están presentes en el Océano Atlántico y ayudan a alcanzar un mayor estado de paz. Sólo basta estar en sintonía interior con ellos para que comiencen a actuar espiritualmente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando las almas se unen en un mismo Propósito y abren las puertas al Amor de Dios y lo claman, el Reino de Dios se establece.
Es así que en este ciclo la verdadera ciencia se encuentra en el amor, que es capaz de comprender, aceptar e incluir al semejante tal cual es. De esa forma las consciencias participan de la escuela crística, la que los impulsa a avanzar sin prejuicios y con el corazón alegre, para descubrir dentro de sí un potencial que el propio ser desconoce.
De esa manera se pueden tejer los lazos de la fraternidad y se pueden construir los puentes de la hermandad entre consciencias o personas tan diferentes.
A partir de este nuevo ciclo que ha comenzado para la humanidad, los actos de unidad fraterna permitirán colocar a las consciencias más cerca de Dios y de Su Propósito. Las almas encontrarán un sentido verdadero a su existencia y tendrán más claridad en su misión individual y grupal.
Esa unidad será la fuerza motriz que moverá a las consciencias de su punto estático y las pondrá al servicio de Dios.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los anima,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Retorno al lugar en donde una vez Me conocieron y Me adoraron como el Gran Espíritu Maternal de la Paz, como la Consciencia robusta y fuerte que traía sabiduría y claridad
a los pueblos del pasado.
Retorno, hijos, como Aquella Consciencia sagrada que una vez invocaron muchos pueblos que les precedieron, para formar parte de la Creación y de la unión entre el Cielo y la Tierra.
Retorno como el Espíritu de la Paz, como la Consciencia Divina que en el pasado inspiró a las tribus para buscar la unión con lo sagrado y lo sublime.
Su Madre Celeste retorna como el Espíritu Sagrado de la maternidad, como el ave cóndor que eleva con Su canto hacia lo alto a la humanidad.
Su Madre retorna en este nuevo año a un lugar en donde una historia inolvidable quedó grabada y de la cual muchos de Mis hijos indígenas participaron.
Retorno al corazón de Oklahoma para cerrar las heridas que quedaron abiertas y para devolver la sabiduría de lo que antes era tan sagrado. Vengo para borrar con Mi Amor el camino de las lágrimas y para reencender el amado culto de los que invocaban la ciencia divina de los elementos.
Retorno como el Espíritu elevado de la Paz para liberar los errores cometidos y las pruebas sufridas por cada uno de Mis hijos.
Soy la Sagrada Madre de todos los pueblos, soy la que anuncia en Oklahoma el renacimiento de un nuevo ciclo. Vengo para unir lo que está separado y lo que quedó inconcluso en las consciencias humanas.
Retorno porque Me llamaron internamente, y por eso de nuevo estoy aquí, entre Mis hijos indígenas norteamericanos, para reavivar en ellos la unión esencial con lo que es más puro y se guarda dentro de cada noble corazón.
Vengo para buscar la reconciliación ante todos los acontecimientos vividos. Por eso vengo para pedir la paz entre las etnias y entre las tribus, entre el hombre blanco y el hombre natural de esta región.
Deseo que todos se comprendan y que al mismo tiempo se acepten, que cada ser ofrezca lo mejor de sí, como fue en el principio de los pueblos, para que se cumpla la Divina Voluntad.
Como la Madre que retorna para buscar a Sus hijos, les pido que se unan a la Consciencia Creadora y que expresen sus devociones y sus semejanzas entre todas las etnias. Cada pueblo originario es capaz de aportar algo verdadero y sagrado al Universo Creador.
Sean esos Espejos, como una vez lo fue su pueblo, que refractaban las corrientes del amor y de la armonía para todo el planeta.
No se desanimen, hijos, hoy vengo aquí como el Gran Espíritu de la Paz porque Me llamaron y he decidido, en el nombre del amor, poner fin a tanto sufrimiento.
Abran sus corazones, en confianza, al Mío, porque en Mi Corazón estarán protegidos y serán conducidos por el camino del bien.
Retorno a su casa para que Me reconozcan y Me sientan. Vengo con la misión de hacer que recuperen y afirmen sus valores esenciales, los que hicieron de su pueblo originario consciencias elevadas por la sabiduría y la reverencia.
Aún el mundo necesita de consciencias como las de ustedes para poder encontrar el sentido de que existan tantas razas con muchos propósitos que cumplir.
Vivan la Ley que una vez encarnaron y no pierdan el brillo que en otros tiempos les hizo reflejar lo más puro e inocente de su civilización.
El Gran Espíritu de la Paz viene para reconstruir lo que una vez fue destruido por los colonizadores en su más profunda ignorancia.
Ahora vengo para que todos pidan perdón, porque ese perdón los librará a todos de las cadenas ancestrales.
Soy ese Espíritu de Sabiduría que una vez los guió y condujo las raíces de su pueblo para que él cumpla con los Designios del Creador, porque parte de sus consciencias internas acompañan y protegen el Plan de Dios por medio de las áreas sagradas del planeta.
Miren al horizonte con esperanza y recuperarán la alegría interior de servir al Creador. Con Mi presencia en Oklahoma en este día, Yo vengo para renovar los tiempos y para que la consciencia indígena ingrese nuevamente en el Tiempo Real, en donde volverá a vivir el eterno presente y ya no existirá pasado ni futuro, solo eternidad y consciencia.
Como el Espíritu de la Paz vengo para hacer de sus caminos, caminos de amor, de paz y de misericordia.
Hoy retorno como el Ave de Luz, la que circunda la esencia de su pueblo para que se establezca la paz. Reconózcanme y sabrán quién soy y que siempre estuve a su lado. Les agradezco por responder a Mi llamado.
Como el Águila de Luz que proclama la redención,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En donde aparenta no suceder nada, acontecen muchas cosas en aquel que está unido a Mi Espíritu.
Es así que hoy vengo a unir los pueblos y las creencias bajo una misma espiritualidad, aquella que Yo enseñé en el pasado a Mis apóstoles y a Mis seguidores a través del Evangelio, la regla del Amor. Esta es la espiritualidad para estos tiempos.
Muchos podrán proclamar Mi Nombre, pero en verdad, no estaré en ellos.
Muchos realizarán obras a través de Mi Nombre, pero, en verdad, no estaré en ellos.
Es la esencia de Mi Amor que permite todas las cosas en este tiempo.
Por eso hoy les aproximo la Gracia de que ustedes estén en Mí, y Yo en ustedes. Es en esta simplicidad que siempre Yo los quiero ver, y no en la opulencia, ni en el poder.
Yo destierro con Mis Manos a los que dicen gobernar a través de Mi Nombre.
Yo vine a enseñar en el pasado para que aprendieran a amar, a perdonar y a comprender al semejante.
Yo vine a estar con todos, sin excepción. Me senté a la mesa con los ricos, Me senté en el suelo con los pobres, conversé con prostitutas, convertí a los ateos y rescaté a aquellos que habían hecho adulterio, porque Yo vengo a ver en ustedes la esencia de sus almas, que es lo que no se puede perder y es lo que muchos están perdiendo en este tiempo.
Vengo a reconectarlos con el compromiso que hicieron Conmigo hace mucho tiempo atrás, del cual hoy no son conscientes, solo a través de Mi Gracia que los despierta hacia esa realidad. Por eso no teman, Yo estoy presente en aquellos que Me viven, en aquellos que Me predican de verdad, sin nada a cambio.
Yo vengo aquí, compañeros, para que ustedes recuperen la filiación con Mi Padre y no pierdan tiempo en las cosas falsas que promete el mundo. Mi verdadero Reino se encuentra en sus corazones y Yo podré estar en sus corazones cuando Me abran la puerta de sus almas; así, Yo podré purificar sus vidas y consciencias, y serán uno con Dios, y uno Conmigo para siempre.
Yo vengo a traer para ustedes la tabla de la salvación que muchos hoy no quieren vivir, porque no aceptan el arrepentimiento.
Muchas cosas sucederán en el mundo, aunque ustedes no lo puedan creer. Por eso los vengo a preparar en este ciclo como Mis nuevos apóstoles, para que puedan vivirme, para que puedan dar testimonio de Mí en cada rincón de este mundo.
Vengo así a renovar los Sacramentos, y a dar los sacramentos a aquellos que nunca los recibieron en sus vidas. El Sacramento es una oportunidad de purificación y de renovación, de santidad y de consagración de todos sus espíritus ante el Padre Celestial.
Están delante de un gran misterio a través de los Sacramentos; pero por más que no los comprendan, Yo les enseño a vivirlos en la simplicidad, porque cuando abran sus corazones podrán acontecer muchas cosas, y milagros inexplicables sucederán en cada una de sus vidas.
Después de tantos encuentros Conmigo, compañeros, están listos para poder soportar el fin de los tiempos, y aunque el cansancio sea grande, la victoria de Mi Corazón será más grande; cuando trabaja en las naciones del mundo, él viene a disipar las tinieblas de los corazones y de los pueblos, viene a abrir una puerta de luz donde no existe, una oportunidad única e inexplicable para todos. Por eso, Yo Soy el Sagrado y Bendito Corazón.
Es la esencia de Mi Corazón vivo la que permite todas estas cosas. Así, Yo les traigo la paz y la posibilidad de renovar la esperanza y de confirmar en cada una de sus vidas la vivencia de Mi Corazón en sus seres, porque será ese gran tesoro de Mi Corazón lo que los librará de todo mal y de toda tentación.
A través de Mis Palabras, que hoy les entrego con Amor, voy liberando las amarras de sus consciencias, desato los nudos de sus espíritus para que las puertas de la redención se puedan abrir sobre ustedes; es a través de esta causa que envío a Mis ángeles del Universo Celestial, para que no solamente sus vidas, sino también sus naciones puedan recibir la expiación de Mi Corazón y no pierdan esta oportunidad de poder volver a encontrarme en este tiempo de tribulación.
Quiero de Costa Rica almas en oración por esta nación y por las naciones hermanas de Centroamérica, para que el equilibrio del Ecuador se mantenga dentro de este planeta en el lugar que le corresponde, y no en otro.
Así les vengo a hablar de física y de ciencia verdadera, porque en la verdadera ciencia de Dios siempre está lo espiritual y lo inmaterial.
Si oran con devoción a Mi Corazón Sagrado, Costa Rica, a pesar de que vive de forma superficial, no tendrá las puertas cerradas a Mi Gracia y muchos más serán tocados por el impulso de su oración y de su sagrada invocación a Mi Nombre Glorioso.
Es así que los invito, amigos Míos, amigos Míos del pasado, a tener consciencia dentro de la consciencia para disipar la distracción y abrir los ojos hacia la verdad que vive el mundo, la verdad de su sufrimiento y de su dolor.
Quiero que sean almas conscientes, disponibles para Mi Servicio, para que Yo pueda obrar a través de sus vidas y corazones, y que hoy no solamente venga por ustedes, sino por todas las almas de Costa Rica que tanto necesitan de Mi Divina e Insondable Misericordia.
Les vengo a decir, amigos Míos, si en verdad no viven el amor, que Yo Soy esa Fuente de Amor para sus vidas que los puede aproximar a Dios por diferentes caminos; es por eso, amigos Míos, que estoy uniendo las creencias y los pueblos bajo una misma espiritualidad; esta es la esencia de Mi Mensaje para este día.
Quiero de Centroamérica que no pierda su hermoso Edén. Mi Padre lo ha creado para que ustedes lo pudieran cuidar a través de sus generaciones y de todos sus pueblos. No dejen que esto se destruya, porque no tendrán dónde poder refugiarse cuando el planeta se mueva, así como está previsto, físicamente.
No les vengo a traer presión ni miedo, sino consciencia y verdad.
Yo Soy la Verdad viva para ustedes. Sus vidas pueden ser verdaderas cuando tan solamente Me busquen y estén en Mí.
He podido cumplir parte de Mi Obra en este lugar, con todas las oraciones de sus hermanos que Me acompañaron bajo el espíritu de la Divina Misericordia.
No saben qué alivio siente Mi Corazón por todos los orantes del mundo que oraron esta Maratón de una forma sincera y no mecánica, sintiendo la necesidad de la redención y de la intervención de Mi Fuente de la Misericordia, porque como les dije, la Justicia de Mi Padre llegará.
Solo quiero que todos se salven, así como Yo los salvé en la Cruz, donando cada parte de Mi Cuerpo y de Mi Espíritu, asumiendo los pecados del mundo hasta Mi última expiración. ¿Saben lo que eso significa, compañeros?
Recuérdenme en la Cruz no como un muerto, sino como el Hijo de Dios vivo, Aquel que hizo victoria a través de las vidas del mundo, cerrando las tinieblas y todos los infiernos.
Pero ahora el mundo se encuentra en una gran ignorancia e indiferencia. Muchísimas, pero muchísimas almas se preguntan por qué sufren en este tiempo y si será un castigo de Dios.
El que los ha creado a Su Imagen y Semejanza nunca podría castigarlos, porque no sería el Dios del Amor.
Él solo puede darles Su Justicia, no la justicia que hay en esta Tierra, sino la Justicia que hay en el Reino Celestial, y dentro de esa Justicia compañeros, está Mi Divina Misericordia.
¿Pueden comprender ahora la expansión de Mi Amor que es infinito, sublime e inmaterial? Es eso lo que no pueden perder.
Por eso los llamo a estar Conmigo en este ciclo, porque no podré estar mucho tiempo más con ustedes. Mi ciclo está finalizando y la humanidad deberá escuchar Mi Palabra. Deben ser difusores de este, Mi Mensaje y de todo lo que he dicho, a través de estos años, para ustedes.
Deseo que cada una de Mis Palabras estén escritas en un libro, pues la humanidad debe recuperar su origen y leer como lee Dios y no con modernidades que afectan la evolución de los espíritus. ¿Ahora comprenden el hipnotismo global?
Vengo a dar para todos Mi Gracia. Por eso, si leen Mis Palabras en los libros, recuperarán su intimidad con Dios, sentirán la vibración de Mis Palabras escritas en el papel, y no en las pantallas.
Por eso uso estos medios de comunicación, cumpliendo la profecía que le di a un gran espíritu, a un gran servidor de Oriente.
Cumpliendo la profecía de ese sabio servidor, estoy cerrando un ciclo antes de que el mundo y la humanidad vivan su Juicio y la última trompeta de los ángeles de Dios resuene en el mundo.
No vengo para ser apocalíptico, sino verdadero en el Amor, y en la esencia del Espíritu.
Dichosos de los que comprenden más allá de lo que digo, porque las palabras habrán entrado en sus corazones y no en sus mentes, y no habré desperdiciado ni un gramo de energía, así como la desperdicia la humanidad todo el tiempo, creando confusión, error y guerras, por su verborragia.
Vivan en el silencio del Universo, miren a las estrellas durante la noche y pregúntenle al Padre: Adonai, ¿quién soy yo? Y así sentirán la paz, saldrán del caos y podrán estar unidos a Mí en oración y en vigilia.
Es así que los necesito para que Yo pueda terminar de realizar Mis Obras en América y más allá de ella.
Vengo a dejar para ustedes Mis más preciados tesoros espirituales, perlas preciosas de la vida inmaterial, de la vida espiritual y del Reino de Dios; aquellas mismas perlas que entregué en el pasado como Jesús de Nazaret.
Por eso, quiero que recuerden en este día de bendiciones un mensaje que se ha vuelto una canción para Mí, de parte de Mis hijas predilectas, que en el mundo hacen resonar Mi Mensaje a través de su voz y de la unión Conmigo.
Es a través de este canto que los bendeciré en este día, y todos estos elementos serán espíritus de Gracia para las almas y para los corazones más necesitados; porque cuando ustedes viven un Sacramento, recuerden que lo estarán haciendo por toda la humanidad que sufre las causas de sus propios males y de su desconexión con Dios.
Es esa Gracia de Dios la que Me permite estar aquí entre ustedes.
Y ahora, bendeciré mientras cantan el relato de Mi Vida.
Los amo y siempre los amaré.
Aunque algún día Me fallen, Mi Amor por ustedes es más grande que todo eso. Yo Amo al planeta, el Proyecto de Dios es esta humanidad que debe ser la nueva Jerusalén que brilla en este Universo, para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más