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Queridos hijos:
Cuando su Madre Celeste tiene la dicha de visitar la casa de Sus hijos, en los mundos internos se fortalece esa confianza en Dios y la fe se manifiesta como una flor a los rayos del Sol.
A través de Mi Visitación a los hogares de las familias, la Madre de Dios encuentra acogimiento y reposo; así, la Madre Celeste retoma fuerzas internas para seguir caminando en este mundo, para buscar y rescatar a Sus hijos más perdidos.
Por esa razón, cuando su Madre Celeste es recibida con mucho amor, Sus ángeles del Cielo, los que descienden junto a Ella, transforman los espacios en recintos sagrados de oración y de vibración, como una ofrenda de devoción a Dios.
La Visitación de María a las familias del mundo representa la posibilidad de reconfirmar esa filiación, espiritual e interna, que cada hijo Mío tiene con la Madre de Dios.
Delante de la desunión predominante de cientos de familias en el mundo por la falta de amor y de solidaridad, que la Madre de Dios hoy visite esta simple casa significa la oportunidad espiritual de interceder, de manera planetaria, por miles de familias.
Desde ahora agradezco esta recepción, porque en este día el seno herido de las familias está siendo cicatrizado por el bálsamo del Amor de Dios.
¡Les agradezco responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cree en el día en el que el Cielo descenderá a la Tierra y los ángeles y los santos habitarán en ella, con la humanidad.
Cree en el día en el que el Cielo descenderá a la Tierra y tu Señor y Rey, en las vestiduras de Su Hijo, volverá a proclamar la Paz, tornando pequeñas todas las dificultades, convirtiendo los miedos sin sentido, transformando los dolores en inexistentes, tornando simple el amor al prójimo y a Dios por encima de todas las cosas.
Cree en el día en el que el Cielo descenderá a la Tierra y la Verdad se manifestará delante de los ojos humanos, revelando los secretos de una existencia superior, revelando a aquellos seres que siempre estuvieron aquí para auxiliar a la humanidad, pero que los hombres nunca los pudieron ver.
Cree en el día en el que el Cielo descenderá a la Tierra y revelará que no solo en las alturas habita la vida superior. Revelará lo sagrado que se guarda en lo profundo del planeta y que se resguarda en la belleza y en la fortaleza de la naturaleza porque aún no llegó el momento de que sea conocido.
Cree en el día en el que el Cielo descenderá a la Tierra y tu Señor y Dios, después de haber derramado Justicia, volverá a emanar Misericordia sobre los corazones, cura sobre las heridas espirituales, restauración para el espíritu de la Tierra y Gracia para establecer los mil años de Paz.
Cree en que todo pasará y que lo que parece el fin es el anuncio de algo nuevo y desconocido por los hombres. Lo que llaman fin es el fin del engaño, el fin del tiempo marcado en los relojes del mundo, el fin de los días y de sus ciclos, para que sea el inicio del Tiempo Eterno, de la Verdad Suprema de Dios.
Cree en que este día llegará y mantén tu fe en lo desconocido porque todas las profecías de tu Padre Creador se van a cumplir y el día de Su Verdad será una realidad en la vida de este mundo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
He aquí que los ángeles del Señor abrirán en el Cielo dos puertas por las cuales ingresarán todas las almas en el momento de su definición.
Cuando la Misericordia y la Justicia ya hubieran descendido sobre el mundo, cuando la paz se haya consolidado en el corazón de los que se abrieron para recibir el Amor y el Reino de la Madre de Dios, cuando las tinieblas se hayan asentado en el corazón de los impíos, los que, clamando, llorarán por una nueva oportunidad, los ángeles del Señor abrirán en el Cielo dos puertas para que por ellas ingresen todas las almas.
La primera será estrecha, simple y luminosa; la segunda será amplia como el mar, pero su destino no conducirá al Reino de los Cielos ni al reino del mundo, sino al recomienzo, al vacío, a la nada.
Hasta el último instante del tiempo de este mundo, el Creador intentará rescatar y despertar a Sus hijos; pero los que insistan en el engaño y con la maldad de sus corazones se condenen a sí mismos, diseñarán su propio destino y construirán para sí el camino a la puerta amplia e incierta, vacía de luz y de Dios, pues en ese momento el Padre solo podrá observar a Sus hijos.
Los ángeles del Señor no sienten como los hombres; en sus corazones solo habita la Ley; sus manos señalan el destino elegido por cada ser, sus rayos apresuran los pasos de los seres.
Todos los que honraron y respetaron al rey de las tinieblas, con él retornarán a su abismo. En su reino solo habrá gemidos y oscuridad, hasta el fin de los Mil años de Paz, cuando también llegue para ellos el día de su redención.
Las profecías dejarán de ser profecías, las que son llamadas de amenazas por los que no conocen a Dios. Sus promesas serán verdaderas para todos.
Los que honraron al Rey de reyes, el Hijo de Dios, la Verdad de los seres, con Él verán el cumplimiento de Sus promesas y en Él servirán hasta sus últimos días, hasta el día de la Unidad, del retorno al Corazón del Padre.
Vacíen sus corazones de los pecados del mundo y no se rindan a las tentaciones de estos tiempos. Recuerden que, así como esta profecía, todo lo que hoy viven ya fue profetizado y nadie dejó de ser avisado sobre su definición.
"¡Perseveren!", dice el Señor en la Voz de Sus Mensajeros. Asegúrense con firmeza de las manos, unos de otros. La vida en el mundo está perdiendo el sentido para los que no descubren el único sentido en la renovación del amor.
No escuchen la voz de los que siembran discordia; primero clámenle al Padre para que reine la unidad y, abrazados a sus hermanos, fortalézcanse unos a otros y tornen indestructible su fortaleza.
La Puerta estrecha del Señor se abrirá para los seres y, en ella, infinita será la Misericordia, eterna será la Vida en Cristo.
"¡Confírmense! ¡Renuévense!", dice el Señor en la Voz de Sus Mensajeros. Por su propio peso caerán a su lado aquellos que no quieren seguir caminando rumbo a la Luz; pero ustedes mantengan los ojos elevados hacia Dios. El Creador debe ser su eterna meta.
Su Padre y Compañero hasta el fin de los días,
San José Castísimo
La muerte está permeada por una Ley, la Ley de la Desintegración.
Esa Ley es aplicada en el momento en que los cuerpos ingresan en el ámbito mortal y espiritual y, de a poco, son preparados para vivir el desprendimiento de toda la vida terrestre para pasar, en seguida, al principio de un juicio espiritual en donde se evalúa toda la vida humana experimentada.
Ese momento es importante porque la consciencia está delante de una síntesis y, a partir de allí, todo se define.
La muerte es el pasaje a nuevas esferas de experiencias que son acompañadas por los ángeles.
Por eso, orar al lado del moribundo ayuda en el desprendimiento de su consciencia y favorece en la elevación de su ser hacia escuelas de madurez mental, álmica y espiritual.
Si todo eso es acompañado por la oración y la unción del cuerpo corrupto por parte de un sacerdote, todo se elevará más rápidamente y ciertas fuerzas terrestres no intervendrán en la atracción de la consciencia hacia la Tierra.
La unción es el vehículo que permite la liberación total.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cómo construir la Nueva Vida sobre la Tierra
La Nueva Vida sobre la Tierra, queridos hijos, comienza con la Gracia de Dios. Desde el Corazón del Padre nace el principio de lo nuevo y se convierte en una Gracia para toda la humanidad. Esa Gracia sublime, que trae consigo todos los códigos y atributos de un nuevo ser, los patrones de conducta de una nueva vida, desciende sobre la Tierra a través del camino de luz creado por los corazones que oran.
Su Padre y Creador emite al Universo esa Gracia que después es conducida por Sus ángeles hacia la Tierra. Y los ángeles de Dios están atentos a las súplicas y a las plegarias de los corazones sinceros para que, por medio de ellos, los principios de la Nueva Vida fecunden la Tierra.
Cuando los corazones que oran unen el poder de la oración con la instrucción y la sabiduría que provienen de Dios, esas gracias encuentran las bases para asentarse, encuentran el suelo fértil para desarrollarse y, entonces, fruto de la oración en el suelo de la instrucción divina, la Nueva Vida comienza a despuntar.
El próximo paso, hijos Míos, es crear la condición para la transformación y la redención del viejo hombre, y eso se alcanza a través del servicio abnegado que puede comenzar dentro de sus casas o abarcar una situación de emergencia planetaria. Todo lo que los hace salir de sí y los lleva hacia la necesidad del prójimo es considerado por Dios un acto de servicio y de amor que despierta en su interior al nuevo hombre.
Desde el principio de Mis Apariciones vengo gestando en sus vidas la Nueva Vida, y llamé a ese "semillero celestial" de Red-Luz. Allí tracé el camino para que sus corazones pudieran dar un paso a la vez y que, casi sin percibirlo, se vieran transformados por la propia gracia que permitieron que actuara en sus vidas.
La Red-Luz, que reúne en sí a la oración, a la instrucción y al servicio, y que tiene como resultado de esa unión la cura, es la manifestación del principio de lo Nuevo. Aquellos que sigan Mis pasos con plenitud y no teman recibir la Gracia y la Misericordia de Dios en sus vidas, cosecharán el fruto del nuevo hombre que nacerá en su interior.
A través de la Red-Luz Planetaria, el Creador lleva a todos los rincones de este mundo los principios de una Nueva Vida, y los siembra en la Tierra para que Su Gracia pueda actuar en todos los continentes y transformar la indiferencia humana en grados elevados de amor y de sabiduría.
La Red-Luz, hijos Míos, no está formada por consciencias perfectas ni santas, pero la única aspiración de su Madre Divina es que estos hijos Suyos sean símbolos de fidelidad, sean frutos de la Misericordia, sean almas que se abren a la redención y que se rinden ante Dios para aprender a cumplir Su Voluntad y no la propia, dejando que el Padre transforme sus vidas en vehículos de paz para la Tierra.
La Red-Luz es un río que parte de su Madre Divina, que llega al mundo, nutriéndolo de nuevos códigos cuando sus seres, a través de su propia redención, atraen una oportunidad de redención para toda la vida sobre la Tierra.
Hoy renueven sus compromisos como miembros de esta Red-Luz que comienza en la Tierra y que debe alcanzar el Infinito, porque la vida en este mundo solo es el inicio de una renovación que debe extenderse a toda la Creación, es el despertar del amor que transformará toda la vida.
Hoy los bendigo y les traigo la Gracia de la Fidelidad para que sean eso que Yo los invito a vivir y que, con plenitud, manifiesten la Red-Luz que surge de la Gracia de Dios y llega a todos los Universos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, Rosa de la Paz
Segunda Serie de Poemas
Decimoprimer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Jesús, Salvador y Redentor,
hazme humilde y semejante
a los ángeles del Cielo.
Hazme semejante a ellos
en obediencia y en servicio
a fin de que toda mi imperfecta consciencia
tenga la Gracia de formar parte, algún día,
de la Ley de la Jerarquía.
Ayúdame y enséñame,
a través de los ejemplos,
a respetar y a reverenciar a mis hermanos
para que se construya en nuestras consciencias
el espíritu sagrado de la hermandad
y de la unidad.
Permíteme, Señor,
abrazar con fervor
cada cruz que deba cargar,
para que la humanidad y el mundo
sean aliviados de sus errores.
Que todos, Señor Jesús,
tengamos la dicha de participar
de Tu Presencia en la Eucaristía,
en la Comunión así como en la Confesión.
Que todos podamos, como hermanos,
sentir y encontrar al Gran Sacerdote del Amor
para que comulguemos
de Su preciosa Energía Divina.
Para eso, Señor,
lava mi rostro con el Agua de Tu Fuente.
Purifica mis manos, mi cabeza y mis pies
con el Agua sagrada
que una vez brotó de Tu Costado
y que, al igual que el soldado romano
que Te lastimó el Corazón,
yo sea bañado por la Luz poderosa
de Tus Células Crísticas.
Conviérteme en el apóstol que necesitas
y hazme pequeño en todo
para que siempre
pueda reconocer
Tu Verdad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Si no comprendes las Obras del Señor, únete a ellas, porque algún día las comprenderás. Yo solo necesito que amen lo que les pido y que lo hagan siempre bien, para que el Padre que está en el Universo sea honrado y glorificado y las almas puedan ser partícipes de Su Gracia por medio de los que responden a Su llamado.
No intentes comprender lo que sucede en este tiempo porque no lo conseguirás. Aférrate a la dulzura de Mi Corazón, porque así todo lo comprenderás a su debido tiempo.
Las señales que Yo traigo para la humanidad son para generar el gran cambio de la consciencia y en algunos casos será doloroso y difícil, pero toda mudanza tiene un porqué y un sentido.
Yo necesito, compañeros, que se sumerjan en la Comunión Conmigo para que siempre puedan tener disponibles Mis Dones, que serán estrellas guías en sus caminos y sobre todo, en su mundo interior.
Hoy vengo a buscar descanso en los que no se cansan de estar en Mí.
Hoy vengo a buscar refugio en los corazones fieles a Mi Presencia, en los que se unen a Mí todos los días bajo el espíritu incondicional y bajo la protección del amor.
Hoy, Yo vengo desde el Cielo para darles algo. A través de Mí traigo las profecías del Cielo, las que hoy muestro a algunos para que puedan comprender lo que vendrá.
Después de que Yo haya salido de aquí, después de haberlos bendecido, esto llegará y se manifestará; por eso, busquen vivir en Mí y únanse a través de Mí con todo el Universo.
Allá arriba está lo que en verdad necesitan. Allá arriba está lo que ustedes vivirán después, pero para que lo que está arriba pueda descender, deben estar conectados con la Fuente y las soluciones llegarán.
No hay prueba en esta vida que no tenga respuesta; por eso, Yo les traigo esa respuesta y por medio de la profecía, les traigo la revelación.
He pedido llegar a este humilde lugar para poder decirles esto, porque aquí, nadie contrario a Mí, los encontrará.
En el refugio de las Comunidades Yo protejo a Mis ovejas. Cuando Mis ovejas están dispersas y no escuchan el llamado del Pastor, no las puedo proteger y tengo que llegar a ellas de alguna forma, por medio de alguna señal o de algún mensaje para que vuelvan a Mi Camino, para que retornen a la Morada del Padre Celestial.
Los rebaños en este tiempo están presentes en esta Tierra, no solo para aprender a pastar nuevos atributos, sino para vivir una transición y una purificación; algo que nadie ha vivido en ningún otro tiempo. Por eso las almas temen a la presión de estos tiempos. Pero Yo les vengo a quitar esa presión que podrán estar viviendo en este tiempo.
Si estoy aquí, es porque Mi Padre lo quiere. Si estoy aquí, compañeros, es porque vengo a ofrecerles Mi Corazón, como ese Manantial inagotable que los renovará, y los purificará y los aliviará.
Por medio de la Palabra del Hijo de Dios les traigo la profecía, algo que no puede comprenderse con la mente; solo se puede sentir con el corazón, aunque sea un misterio.
Algo grandioso podrá ser vivido aquí en Europa, pero dependerá de esa adhesión incondicional con el gran Mensajero de Dios.
Si están aquí es porque les corresponde estar aquí y no en otro lugar. Los que hoy no están aquí es porque les corresponde estar en otro lugar, es decir, en otra escuela y en otro aprendizaje.
Todo lo que viven tiene un sentido y un camino. Yo les vengo a revelar por medio de Mi Palabra, el sentido de ese Camino, aunque sea un camino doloroso o un camino alegre.
Yo los invito, compañeros, a encontrar sentido a todo lo que viven en la vida, porque así no se amedrentarán; encontrarán respuesta a todo lo que necesitan y comprenderán el porqué de lo que sucede.
Siento que no están comprendiendo lo que les estoy diciendo, sus mundos internos sí comprenden; sus almas sí escuchan.
Sus corazones pueden sentir o no Mis Palabras, pero si Yo estoy aquí es porque les estoy indicando donde deben estar, que es aquí, en esta parte de la Obra que Yo llevo adelante con ustedes por una Voluntad aún desconocida por todos.
En esa serenidad que hoy les traigo, les pido que se abran al entendimiento de Mis Palabras, porque ya no hay tiempo.
Lo que deberá construirse para el próximo ciclo es importante. Aún hay muchas almas en Europa que esperan por su servicio. Que salgan de sus hogares, de sus modos de vida, al encuentro de cada una de ellas, así como Yo en estos dos últimos meses, junto a Mi Madre y San José, hemos ido al encuentro de esas almas. Y aquí tienen un ejemplo vivo de esto.
Es hora de movilizarse por el Plan, porque en el propio movimiento y en el propio flujo, en el propio sentido de la energía y de la corriente universal, se transformarán sin percibirlo y ayudarán a construir lo nuevo en lo que ya está viejo y arcaico.
El Plan de Dios no es hermético, el Plan de Dios no es sólido, él vive un dinamismo constante, porque la Fuente Superior lo alimenta para que se pueda realizar.
Ese Plan aún debe cumplirse y ustedes deben ser conscientes de esto en el esfuerzo, en la dedicación, en el servicio incondicional, en la presencia y en la adhesión a todo lo que se pide, por más que no se comprenda.
El Plan como un todo está basado en el amor y es ese amor lo que le da su propia inteligencia para que las almas despierten y lo vivan.
Hoy les traigo el Rayo de Mi Soberanía y de Mi Fortaleza, el Principio del Gobernante, porque es hora de que el Propósito Divino se alinee correctamente en sus espíritus, para que lo que está allá arriba en el Universo pueda descender. Solo podrá descender a través de instrumentos, por medio de vehículos, de almas y de esencias.
La ayuda del Universo está disponible para todos, las respuestas a todos los cuestionamientos están disponibles. Dios es pleno en Sabiduría y también en Ciencia. Aprendan a superar las dudas de la vida, las barreras y los obstáculos que les puede estar imponiendo su consciencia inferior.
Colóquense en el epicentro del Amor Universal y dejen que sus células se expandan por medio del fluido de ese Amor Universal que llega para mostrarles la correspondencia y el sentido de los próximos pasos del Plan Divino de Amor.
Solo espero que no pierdan la oportunidad; no me cansaré de avisarles hasta el último momento, porque por detrás de todo lo que no parece concretarse, se está construyendo en los mundos internos una gran obra que los dichosos de espíritu y los humildes de corazón vivirán y podrán ver con sus propios ojos, lo que con tanto esfuerzo ha sido construido.
Nadie tiene el poder en todo lo que les pido, ni Yo mismo tengo el poder en todo lo que les hablo. ¿Comprenden lo que les digo?
Todo proviene de Dios y si Él lo piensa y lo siente, se concreta. Pero Sus hijos, Sus más pequeñas criaturas de esta humanidad, son llamadas a ser partícipes de ese Pensamiento y de ese Sentimiento de Dios, que los quiere llevar a expandir su consciencia más allá de lo normal y de lo superficial.
Si Yo estoy aquí es porque Me estoy ofreciendo para eso.
Las bases de esta comunidad ya deben despuntar en el firmamento. Las columnas de este Centro Mariano ya deberían estar erguidas, porque él llevará su tarea y su misión espiritual como contraparte del Santuario de Fátima, para acoger a todas las almas que no son comprendidas, que son rechazadas, que son discriminadas y que son expulsadas por su pobreza espiritual o material.
La esencia de Lys y la pureza de Lys está en su humildad y paciencia, es eso lo que la hace verdadera, eso es Lys en la Madre de Dios.
Ustedes deben ser manos que extiendan ese misterio. Por eso deben dejar salir desde dentro de ustedes aquello que ya no los ayuda espiritualmente. Es hora de renovar las bases de este pilar en Europa; no solo por Europa sino también por África.
África espera por ustedes. Ya hemos dado muestras, compañeros, cuan urgente es la ayuda para Mis hijos de África. Cuando ustedes den el paso, Yo podré llegar a África para llevar a todos hacia Mi Misericordia, así como Yo los he llevado a ustedes desde el principio.
Solo espero que eso se cumpla y se materialice. África debe ser parte de la columna de Mi Misericordia. Y aunque sé que existen allí misioneros valiosos y almas servidoras que alivian el sufrimiento, aún a África le falta su principal columna espiritual, que es un próximo Centro Mariano que dependerá de este, para que se pueda manifestar conforme la Voluntad Divina.
Eso llevará muchas almas de los abismos hacia Mi Misericordia, de la esclavitud a la libertad, de la explotación para la alegría eterna de poder reencontrar a Dios por medio de los Centros espirituales que sirvan a la Jerarquía.
Ya tuvieron treinta años para poder comprender esto. Es hora de unirse por amor a Mi Sagrado Corazón; es hora de construir y no de dividir; es hora de hermanarse, de confraternizarse; es hora de iluminarse y de no oscurecerse; es hora de llevar adelante el designio que Dios les entregó por medio de Mi Corazón a través de la Fuente de la Instrucción.
Las bases de sus conocimientos ya están erguidas. Es hora de terminar de construir el Templo para que Dios, en Su más infinita Sabiduría y Compasión, habite dentro de ustedes para siempre y así se realice el Plan.
No se queden en lo humano. No permanezcan en lo mental. Pregunten a sus corazones: Padre, ¿qué estoy haciendo? Padre, dame la respuesta que necesito. Abre mis ojos a Tu Voluntad y ayúdame a cumplirla, según Tu deseo y Tu divino pensamiento y así sabrán amar más, como Yo los amo, como Yo los entiendo, así como Yo los acepto.
No tendré otro día ni otra hora, otro ciclo u otro tiempo futuro para venir a decirles esto. Esta es la única vez que podré decirlo. Esta es la única vez en donde ustedes podrán penetrar profundamente en Mi Corazón para que solo acepten lo que necesito, que va más allá de la vida humana, de las incomprensiones o de las dudas que puede estar imponiendo Mi enemigo.
Por eso hoy, el Gobernador del Cielo, el Espíritu de la Sabiduría y del Amor, viene a traerles claridad y transparencia espiritual a sus mundos internos, a fin de que sean colmados por Mi Espíritu reparador.
Me tomo este tiempo porque no tendré otro y estas palabras sirven para todos, no importando la escuela en la cual se encuentren, o vivan. Las palabras son para el despertar del amor en los seres, para la expansión de la consciencia de los últimos Cristos de los últimos días.
No quiero que más almas pasen por la puerta de la Justicia. Deseo que muchas más almas atraviesen la puerta de Mi Misericordia, porque así Mi Corazón triunfará, así como está escrito en el Cielo.
He escogido este lugar bendito para decirles esto. Dios aún toca con Su Mano este lugar y quiero que nunca más se olviden de esto, porque a pesar de que estén purificando o sufriendo, Dios tiene Su Mano en este lugar y debajo de Su Mano están todos ustedes. ¿Comprenden?
Si Dios tiene Su Mano aquí, es porque es por algo mayor que aún sus mentes no comprenden. Deben amar la Voluntad de Dios para comprenderla, de lo contrario, vivirán muchos obstáculos para poder comprenderla.
Sean partícipes de este misterio y de esta revelación que hoy les traigo.
Aquí, Dios por medio de Su Hijo, hoy deja plasmada Su Voluntad, para que alguien la cumpla, para que muchos más se animen a cumplirla, no solo por este lugar, sino también por toda Europa y Rusia; porque aún Rusia deberá ser partícipe del perdón y eso está en sus manos.
En Mi Silencio podrán sentir Mis Palabras y en Mis Palabras encontrarán las llaves que necesitan para abrir las puertas hacia lo nuevo, para lo que aún deberá descender desde el Universo.
Es así que hoy Me ofrezco en Cuerpo y Sangre, para que vivan en Mí ese Misterio y lo hagan parte de sus seres todos los días, sabiendo que hay algo superior y mayor que mueve todo, que los conduce y que los guía en estos tiempos cruciales en donde el amor batalla contra la indiferencia.
Elevemos al Cielo nuestra gratitud y reciban en sus corazones el apelo de Dios, el deseo más profundo de Su Espíritu, para que en Europa se realice lo que está escrito conforme en los libros sagrados del Universo.
Celebraremos esta comunión con lo Alto y con lo profundo de ustedes, para que más almas sean merecedoras de este Misterio y de su revelación, que Yo les traigo a través de la Comunión.
Incienso.
Aquí existen almas que lo darían todo por Mí, por eso estoy aquí, a la espera de ese momento.
Los ángeles del Reino de Lys hoy se congregan en torno al Señor y de todas las almas presentes y no presentes, para que, ingresando a ese Universo de Amor y de Pureza las puertas se abran a la redención de los corazones y a la conversión de los espíritus que deben convertirse en nuevos cristos.
Por medio de los elementos de la Naturaleza, las leyes inmateriales se manifiestan y en la Tierra se siembra el Propósito de Dios; algo que sus almas reciben para siempre y de lo cual deberán cuidar.
Agua
Vuelvo a testimoniar lo que una vez hizo Mi primo Juan Conmigo, de bautizarme con el Espíritu; pero hoy Yo no solo los bautizo con el Espíritu, sino también con la Gracia que convierte y redime lo imposible. Amén.
Este es Mi Cuerpo que ha sido entregado por los hombres para el perdón de los pecados. Coman de él y sean partícipes de Mi Gloria. Amén.
Esta es Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que fue derramada por los hombres para la remisión de los pecados. Beban de ella y sean partícipes de Mi Misericordia.
Pai Nosso...
Estos son los elementos que les darán la vida eterna. Dichosos son los invitados a servirse de este Sacramento, en comunión con los santos y los ángeles del Cielo.
Vayan en paz y sean Mi Palabra en el mundo.
Las bases espirituales de este Centro ya están manifestadas. Es hora de trabajar y de concretar el Plan, así como Dios lo desea en Su más profundo ardor, para que se cumpla el amor en esta Tierra.
Después de ser bendecidos tienen que bendecir, fraternalmente, con el saludo de la paz.
Les agradezco por escucharme de corazón y de alma.
Yo los amo y los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Segundo Mensaje
Es el amor de Mis amigos lo que Me hace venir al mundo muchas veces, y no Me canso de hacerlo porque en ellos encontraré el motivo para poder realizar Mi Obra en la humanidad y en todas las naciones.
Mientras estaba en el Huerto Getsemaní, el Señor Me reveló las maravillas que sucederían después de Mi Ascensión hasta este presente en el que hoy nos encontramos. Él Me reveló los prodigios y las obras que realizarían Mis seguidores y que, a pesar de que fuesen difíciles de realizar y de llevar adelante, a ellos nunca les faltaría el ímpetu del Divino Espíritu para poder concretarlas.
Después de tantos padecimientos vividos durante la agonía en el Huerto Getsemaní en la noche del Jueves Santo, después que Nuestro Padre Me mostró todo lo que sucedería no solo con Mi Consciencia, sino también con la humanidad y sus generaciones, un Ángel del Señor se Me presentó para darme ánimo y alegría, para darme fortaleza y motivación para seguir bebiendo del Cáliz que el Padre Me estaba ofreciendo por la redención de todos los pecadores, por la salvación de la humanidad, por la conversión de toda la Tierra y de todas sus razas.
El Ángel del Señor Me mostró lo que sucedería después que Yo pasara por la Tierra y ascendiera a los Cielos.
Nadie podría imaginar cuántos prodigios Dios puede realizar por medio de las almas que Me siguen y que Me viven. No estoy aquí por los ingratos, estoy aquí por los que son consecuentes Conmigo y se esfuerzan por serlo en cada etapa de la vida, en cada momento vivir un sacrificio más grande por Mi Corazón y por Mi Consciencia, y en cada oportunidad solo decirme “sí”. De ese “sí” de todos Mis servidores y seguidores Yo Me sirvo para poder venir al mundo y anunciar la Palabra de Dios que resonará en los corazones fieles, que brotará como un manantial de los corazones humildes, que transformará a los que aún no se han redimido y que ni imaginaban que podrían redimirse por Mi Presencia.
Hoy les traigo esa realidad y esa revelación.
En aquel tiempo, el Ángel del Señor vino a consolarme así como hoy vengo a consolarlos a ustedes y a todos los que Me escuchan. Porque el amor es la gran llave que disuelve toda la maldad. El amor es esa corriente poderosa que todo transforma y que vivifica a las almas.
El Amor del Espíritu de Dios es invencible y eterno, así como eterno puede ser el amor de ustedes por Mi Corazón y por Mi Consciencia; eso es lo que Me permitirá llegar al mundo; es su fidelidad la que Me permitirá cumplir, a través de ustedes, con el Plan que el Padre Me entregó para este ciclo, un ciclo tan agudo y sufrido para la humanidad.
Por eso Yo los invito, en esta tarde, a ver el lado positivo de las cosas, a ver la realización del Plan por medio de las dificultades y de las pruebas. Porque lo que más espero es que puedan crecer interiormente, que puedan dar testimonio de Mi Presencia y de Mi llegada al mundo en estos tiempos críticos.
De los que no Me responden o Me dejaron de responder, Yo Me encargaré, porque lo que Dios les ha entregado a esas almas como Propósito no podrá ser interferido ni alterado. Por eso, todo tendrá un Juicio no solo dentro de los hombres, sino también en toda la Tierra.
Les vengo a derramar Mi Misericordia y Mi Gracia para que todo se pueda purificar y sublimar.
Aún hay tiempo para poder salvarse y redimirse, pero la primera regla que Yo les pido es que se rindan. Quien no se rinda no podrá seguirme, y en este momento ya están viendo ejemplos.
La rendición rompe y quiebra la resistencia. La rendición quiebra la piedra más dura de la consciencia y el obstáculo más imposible del ser.
El amor vencerá junto a la rendición de las almas que se entregan en fidelidad a Mi Corazón para que Yo pueda construir lo nuevo en cada una de ellas.
Mi testimonio es decirles la Verdad, porque la Verdad es amor y es transparencia. La transparencia debe ser el sello que se grabe en sus corazones para que puedan soportar los tiempos que llegarán sin engaños ni interferencias. Aún necesito que trabajen en eso por más que les cueste, por más que no sepan vivirlo, por más que aún no lo hayan encarnado en ustedes.
Vivan en Mi Transparencia interior y siempre encontrarán la Verdad, y el corazón de sus seres no estará solitario, será colmado por Mi Espíritu y por Mi Gracia para poder renovarse de tiempo en tiempo.
En esta tarde los animo a contemplar la grandeza que Me reveló el Ángel del Señor por medio de los últimos testigos que pronunciarían Mi Nombre al mundo y que dirían que Yo ya estoy retornando para cambiar definitivamente a esta humanidad.
Sean valientes y sigan la Estrella de la Confraternidad de Mi Corazón, que será el emblema que los guiará cuando Yo ya no esté presente y solo Mis Palabras sean el testimonio de Mi Amor por ustedes y por la humanidad, para que puedan recordar que en cada mensaje entregado Yo les dejé una llave importante para poder cambiar.
Mi Corazón siente gozo por los que Me corresponden. Mi Corazón siente plenitud por los que participan de Mi Obra y la hacen suya en sus vidas en cada momento de oración, en cada momento de servicio por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza, en cada momento en que ustedes le dicen “sí” al Señor.
Que sus corazones no sean confundidos, porque si Yo todavía estoy aquí es porque algo necesito de ustedes y Me lo tienen que dar para que se pueda cumplir el Plan. No hay nada más importante, compañeros, que se realice el Reino de Dios en la Tierra y que las almas sean partícipes de Mi Iglesia Celestial en los confines del mundo y en cada ser interior.
Ayer les di la revelación de Mi dolor por los que Me ofenden, hoy les doy la revelación de Mi alegría, alegría que Me entregó el Ángel del Señor por los que Me aceptan de manera incondicional y verdadera.
No necesito que sean perfectos, necesito que sean transparentes y tan cristalinos como el agua que corre por los ríos y que abarca grandes océanos. Sumérjanse en esa potencia de Mi Corazón vivo y resplandeciente, y el mal allí no los encontrará y no los confundirá.
Porque quien es verdadero con Mi Corazón podrá ser verdadero con el hermano, podrá decirme “sí” a Mí y al prójimo; aun cuando crea que no lo conseguirá, aun cuando piense que no podrá donarse, lo podrá hacer cuando le confirme su “sí” a Mi Corazón.
El dolor puede ser profundo en el Corazón del Maestro, pero la alegría que Me dan los que Me sirven es eterna e invencible.
Aférrense a los atributos vivos de Mi Corazón para que Yo pueda seguir obrando en el mundo y verán en poco tiempo, y no es simbólico lo que les digo, verán en poco tiempo a muchos más que llegarán de una forma impensable a la Obra de su Maestro y Señor.
Que la unidad se establezca en el corazón de los que quieren seguir Mi Camino. No Me detendré por los que Me niegan. No Me apartaré de los que Me siguen.
No detendré Mis pasos por los que Me dan la espalda, porque Mi Corazón triunfará así como triunfó en la Cruz el Corazón vivo de Dios en Su Hijo.
Pero ahora no derramaré Mi Sangre para demostrarles que Dios murió en la Cruz por ustedes para perdonarlos por sus ofensas e ingratitudes.
Ahora Yo les demostraré la corriente de Mi Gracia y de Mi Misericordia, la que iluminará a los corazones del mundo para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La Universidad de los Cielos
Queridos hijos:
Así como en la Tierra existen escuelas de aprendizaje y de formación, también en los Cielos existen universidades espirituales de aprendizaje y de formación.
La Universidad de los Cielos es un lugar que está presente a partir del séptimo Cielo hasta el décimo primer Cielo universal.
Allí, hijos, ella recibe y acoge amorosamente a las almas que pasaron por una reciente experiencia en la Tierra y que en sus últimos aprendizajes vivieron en este planeta la escuela del amor y del perdón, del servicio y de la abnegación.
A la Universidad de los Cielos llegan las almas que siempre, o de alguna forma, han buscado la unión con Dios de una manera verdadera; ya sea por algún camino espiritual o por medio del servicio a los demás.
A esa Universidad de los Cielos ingresan las consciencias que ya no necesitan regresar a la Tierra para seguir aprendiendo lo básico de la vida espiritual y de la vida humana.
Existen requisitos simples provenientes de Leyes divinas que son aplicadas en esos altos niveles de conciencia y que son los que permiten el ingreso de las almas a los diferentes Cielos, según los grados de despertar que las consciencias adquirieron en la Tierra, así como en los diferentes momentos de la vida.
A la Universidad de los Cielos las almas llegan para profundizar en las enseñanzas del amor, de la luz y del servicio.
Por eso, la oferta que cada alma efectúa en la Universidad de los Cielos es importante y, según el grado de amor y de esfuerzo colocado, ese acto de oferta podría permitir, en otros niveles, el rescate de alguna consciencia que no ha alcanzado el ingreso a la Universidad de los Cielos y se ha estacionado en espacios más bajos de la consciencia, debido a que sus experiencias de amor y de redención fueron muy prematuras o deficientes.
Es así que los ejércitos angélicos que moran en la Universidad de los Cielos intervienen, y por la oferta sincera de esfuerzo y de amor de parte de esa alma que ingresó a la Universidad de los Cielos, se genera, por Ley de Correspondencia, la salvación de otra alma que es retirada por los propios ángeles y es llevada hacia un reservorio en donde comenzará a sentir y a tomar contacto con Principios sublimes de la Creación del Padre, lugar en el que recibirá los afluentes de la Gracia y de la Misericordia Divina.
Dentro de la Universidad de los Cielos las almas viven y transitan por diferentes estados y escuelas de amor.
En la Universidad de los Cielos se presenta la oportunidad espiritual de vivir las divinas Virtudes y de desarrollar los sublimes Dones; los que se amplían aún más después de haberlos vivido en la Tierra.
La Universidad de los Cielos también reúne y congrega una agrupación de Rayos divinos que provienen de la Fuente Mayor del Padre, en donde se expresan y se muestran según los diferentes niveles de consciencia en los diferentes Cielos.
Estos Rayos de Dios, proyectados directamente por la Fuente y conducidos por los grandes Arcángeles, ayudan a profundizar la virtud o el don que cada consciencia desarrolla según su escuela y según su grado de despertar.
En la Universidad de los Cielos no se dan reconocimientos ni honores porque el amor interior en los seres es lo que hace evolucionar a las consciencias y las hace ir ingresando, según sus aprendizajes, en nuevos Cielos, en donde encontrarán nuevas experiencias creadoras y vivirán nuevos estados de consciencia, a fin de ir perfeccionando la Creación y así recrear el Universo por medio del servicio incondicional y de la entrega de las almas.
En la Universidad de los Cielos se vive la realidad de la consciencia, y la presencia de la paz eterna es lo que reina en esos niveles de consciencia; paz que muchas veces se aproxima a la humanidad cuando los Divinos Mensajeros descienden a la Tierra.
La Consciencia de la Madre de Dios, por medio de la ofrenda sincera y amorosa de las almas, dentro de la Universidad de los Cielos ha abierto un sector para la experiencia divina de la consagración eterna que alguna vez las almas consagradas vivieron en la Tierra.
En ese lugar, en un recinto especial de la Universidad de los Cielos, las almas pueden vivenciar esa unión con la Fuente Divina de una manera más profunda y consciente, experimentando el Sacramento de la Fe y de la Comunión con los niveles del Sagrado Espíritu.
Que la Universidad de los Cielos sea la aspiración de los servidores de Cristo y de todos los que despiertan al llamado de vivir y de expresar el amor y la paz en el planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo estén en este lugar y en los lugares del mundo que más la necesitan. Amén.
Después que han acogido Mi llamado, ahora sí podré volver a Egipto, luego de haber pasado por allí como niño; pero ahora volverá el Rey, a liberar al pueblo de su esclavitud, a traer a ese lugar y a Medio Oriente, la Paz.
Y aunque aún los acontecimientos se desencadenen en el mundo y en esta humanidad, llevaré Conmigo a las almas que más necesitan y retornaré a los corazones que más Me buscan, no importando su creencia o religión, porque lo que permite la vida en este mundo es el amor; es el amor que los mantiene vivos, es el amor que les permite respirar y soñar con un tiempo mejor, con esperanza.
El cautiverio terminará algún día, no solo en Egipto, sino también en el mundo. Por eso debo retornar a los lugares en donde una vez ya estuve, siendo niño, joven o adulto, en Oriente, o en el lejano Oriente.
Los valores de la espiritualidad se deben recuperar para que el mundo no pierda la paz. Por eso estoy volviendo a esos lugares, como sacrificio y también como Gracia, para llevar a los corazones el reencuentro con Dios desde los planos internos y para que estos se espejen en la superficie, en la sociedad. Eso hará todo más justo y equilibrado, eso aplacará el sufrimiento y las agonías, porque es a través de los méritos que su Maestro y Señor alcanzó en la Pasión, que estas Gracias son posibles en este mundo y en su humanidad.
No puedo dejar de decir que a veces Mi Corazón está triste por los que no entienden, pero el gozo de los que Me viven y de los que creen en Mi y Me dan su confianza Me alegra, como lo han hecho ustedes ayer y hoy, de forma simple.
El Reino de Dios es el mayor tesoro de la simplicidad para este mundo y para las almas. Si son simples siempre vivirán el Reino de Dios y Él siempre estará próximo de sus vidas y sobre todo, estará en sus corazones.
Quiero que este gozo y júbilo que viven Conmigo de tiempo en tiempo llegue al mundo entero y no solo a Sudamérica. Ahora llegó el momento de vivir el apostolado y de hacerlo parte de ustedes en cada etapa de la vida.
Así Mi Misericordia llegará a los que más sufren, como también a los Reinos de la Naturaleza, que en esas partes del mundo también viven su sufrimiento silencioso, porque no pueden hablar como los hombres de la Tierra.
Sé que a su alrededor también existe el sufrimiento, a veces en sus familias, en sus ciudades, en sus trabajos, en sus seres más queridos. Pero Yo les pido, por misericordia, que den un paso más hacia Mí y llevemos este tesoro del amor a los lugares que más necesitan y que durante miles de años no han recibido nada, ni del Universo, ni de los Cielos.
Vengo a recuperar a través de Egipto los valores de las últimas humanidades, porque la evolución continúa y el despertar también.
Llegó el momento, compañeros, de que recuperen lo que una vez vivieron Conmigo en Tierra Santa y más allá de ella. Esto no es una teoría ni tampoco es una ilusión. Es hora de vivir el Plan de forma verídica. Es hora de hacer el Plan vivo en más corazones del mundo, que Me están buscando y no Me encuentran porque no saben la salida.
Ustedes sí encontraron la salida, pero el mundo aún no la ha encontrado. Por eso debo volver y retornar al centro, desde donde todo se crea, como conflicto, guerra y persecución.
Porque esta vez no solo la Señora de la Luz pisará con Sus pies a la serpiente, sino también su Maestro y Señor pisará con Sus Pies a sus aliados y los derrotará, para que se arrepientan algún día. Y ya no existirá arma contra arma, religión contra religión, porque a pesar de que el momento más grave no ha pasado todavía, aún el ímpetu y la fuerza de Mi Corazón poderoso podrán transformar todas las cosas cuando tan solo Me digan “sí, Señor, aquí estoy”.
Así Yo tendré el permiso de seguir obrando, tendré el permiso de seguir transformando y unificando a las almas con Dios, para que Su Reino celestial descienda a la Tierra y se cumpla Su Voluntad. Porque al fin de todo, Su Sagrado y Eterno Corazón triunfará.
Los caídos serán perdonados, los asesinos serán redimidos, los perseguidores serán amados y se disolverá el mal, porque el mal no conoce el Amor que viene de la Fuente. El mal es la incomprensión de la consciencia humana por no aceptar la Voluntad de Dios, como fue la Voluntad de Dios traer a Su Hijo a la Tierra para enseñarles la Escuela del Amor y de la Redención.
Vuelvo a reunir en este tiempo a los que estuvieron Conmigo en algún momento, sea en la vida consagrada, o en la vida del espíritu; en la vida del servicio, o en la vida abnegada; en la vida misionera, o en la vida orante.
Que ese compromiso sea revivido por los que despiertan.
Que ese compromiso sea reconfirmado por los que ya despertaron, para que se siga cumpliendo la Voluntad del Creador en estos tiempos críticos.
Mi Corazón abrazará al Medio Oriente y a todos los que se encuentren en ese lugar, no importando su condición o su condenación. Porque en verdad, compañeros, Mi Misericordia es muy grande y aún desconocida. Mi Misericordia es tan grande, que Mi Sangre se dejó verter en la Cruz gota por gota, dolor por dolor y angustia por angustia, para disolver el mal de la humanidad y su condenación eterna.
Es el tiempo de dar a conocer Mi Amor al mundo. Y que los demás pueblos y razas sepan que los amo, como los amo a ustedes.
Que anuncien que estoy volviendo al mundo por segunda vez y que el Reino celestial se reaproximará a la Tierra junto a los ángeles y arcángeles, para poner fin a la perdición de la humanidad y para disolver las tinieblas por la intervención del poderoso Padre San Miguel Arcángel, de San Rafael Arcángel y de San Gabriel Arcángel.
Los anunciadores de la Palabra de Dios retornarán a la Tierra, como fue en el principio del pueblo antiguo del Medio Oriente.
Y a partir de allí se escribirá una nueva historia y se borrará el sufrimiento, trayendo del Cielo los Libros de Dios abiertos, para mostrarle al mundo Su nuevo Propósito en la Nueva Humanidad.
Bienaventurados serán los que vivan las profecías y se regocijen en ellas, porque el Señor, el Todo Poderoso, le mostrará Su Poder a los humildes.
Con esta Luz que traigo extiendo la Paz hacia la Tierra, renovando este ciclo y este momento para todos; dando la chance a los que están confundidos, de poder retornar a Mi camino antes de que el Portal se cierre.
Que se eleven los corazones hacia Mi Iglesia celestial y que en comunión con la vida de cada ser, todo sea renovado.
El Universo de Dios desciende a la Tierra y en este simple lugar, las almas siempre encontrarán a Dios. Aunque Mi Presencia no sea aceptada, Yo siempre aquí estaré para abrazarlos con la Luz de Emmanuel.
Vengo a bendecirlos con la Palabra de Vida. Vengo a ungirlos con el soplo del Espíritu. Vengo a bautizarlos con el Agua que brotó de Mi Costado en la Cruz, como parte de la Fuente de la Divina Misericordia, para que sean santificados por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Hoy no existen fronteras ni separaciones entre las naciones y los pueblos. El amor que Yo pude ver aquí es el que necesito para renovar los tiempos y sobre todo, a la humanidad. Es el amor de los que se congregan dentro de Mi Iglesia celestial para comulgar de la Llama de la Santísima Trinidad, junto a los Ángeles de nuestro Padre-Madre Creador, Emmanuel.
Hoy, los Elohim, llamados seres resplandecientes del Universo mental, los Ángeles de Dios, testimonian con Su puño y letra que Mi misión en Egipto será realizada por la receptividad y la oración de las almas que colaborarán para que eso sea posible y así, Mi gran Espejo de la Misericordia se encienda en Medio Oriente.
Alegren sus corazones porque están siguiendo el camino correcto. No habrá otro lugar que Me represente en la Tierra, sino este. Porque vuelvo a decirles, compañeros, vengo fuera de Mi Iglesia para llamar a los rebaños que más Me necesitan y que Mis representantes no han sido dignos de acogerlos con castidad.
Que el amor de los simples promueva la Paz en la Tierra.
Que el servicio de los humildes restaure a los Reinos de la Naturaleza.
Que la oración de los que se congregan en comunidad y en luz, transforme los tiempos, a fin de que el Cetro del Hijo de Dios descienda a la Tierra para poner fin a la maldad humana.
Y ahora elevaré al Cielo esta ofrenda que han colocado a Mis Pies, porque en verdad todo pertenece a Dios, nuestro Padre, que está en los cielos y hoy escucha con atención la Voz de Su Hijo y de Sus compañeros, a fin de que un grano de Su Reino celestial se siembre en esta humanidad, para que la humanidad sea recreada por medio del amor y del bien entre los hombres.
Que todo sea santificado y que todo sea elevado bajo el Rayo de la Transubstanciación. Y que a los pies del Altar de Dios sea colocada la ofrenda de cada corazón humano, en esta tarde.
En el silencio, compañeros, pueden hacer su ofrenda ante Mi Iglesia celestial. Los escucho en el silencio de la oración.
Padre Celestial, que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti.
Guíanos por el camino del amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén. (x3)
La oferta ha sido aceptada.
Los que hoy serán bautizados serán iluminados, y al ser iluminados, se convertirán.
Los que hoy serán ungidos recibirán la Gracia que tanto esperan, pero por ella deberán orar.
Padre, que Te has hecho pequeño para que el mundo Te comprendiera y así pudieras ingresar en la esencia de Tus hijos a fin de que te vivificaran y exaltaran Tu Nombre, para siempre, a la mesa de estos nuevos apóstoles Míos, hoy Te vuelvo a declarar, mediante esta fórmula sagrada que Tú has dictado al humilde Corazón de Tu Amado Hijo.
Que escuchen los mundos internos lo que hoy declara su Rey y Señor del Universo: Les pido que tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón y la remisión de los pecados.
Señor Mío y Jesús Mío, que escuchen las almas de la Tierra la Voz de su Maestro y Señor, el Cristo Vivo, que les dice: Tomen y beban todos de Él, porque esta es Mi Sangre, que fue derramada por los hombres para el perdón de los pecados.
Les pido, que por los tiempos que vendrán y los acontecimientos que llegarán, hagan esto en Mi memoria a fin de que la Paz y la Misericordia de Dios estén presentes en el planeta.
Señor Mío y Dios Mío, este es El que ha dado la vida por todos y que ha resucitado para volver al mundo en espíritu y divinidad, a fin de transfigurar la Tierra en una humanidad redimida.
Padre Nuestro...
Y como les dije a Mis apóstoles, Mi Paz les dejo y les doy Mi Paz, porque siempre su Maestro y Señor mirará la fe de los miembros de Su Iglesia celestial a fin de que todo sea reparado y la humanidad sea curada de su enfermedad espiritual.
Que esta Paz sea llevada a Egipto y a los lugares que fueron encomendados por su Maestro y Señor y por Su dulcísima Madre, la Santísima Virgen María, para que Sus Corazones de Servicio y de Humildad, de Amor y de Esperanza, lleguen a todo el mundo. Amén.
Dense ahora la paz.
Que la paz repueble a la Tierra de esperanza y que la esperanza renueve a los corazones que aspiran a alcanzar la Misericordia de Dios.
Con las voces de sus corazones hoy deseo expandir, por medio de una canción, la lluvia de amor en todo el planeta, dando la bendición al mundo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por estar Conmigo en la simplicidad del corazón y de la vida.
Queridos hijos:
El plano espiritual de Dios siempre envía al mundo material innumerables impulsos de Luz provenientes directamente de Su Fuente Primordial.
Estos impulsos que son enviados por el Padre Eterno, por intermedio de Sus ejércitos angélicos, ayudan en el despertar de la consciencia humana, como también evitan acontecimientos que comprometerían aún más la vida espiritual del planeta.
Es abriéndose a la vida del espíritu que se podrá comprender esos misterios que brotan como impulsos de Luz desde la Fuente Suprema a fin de alinear y de corregir a la actual humanidad.
En este sentido, el Plan espiritual de Dios se aproxima a la Tierra, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo, para que las almas tomen consciencia de su filiación con Dios y para que, habiendo tomado consciencia de la realidad interior, las almas se definan por el camino de la Luz.
En este tiempo el plano espiritual desdobla todos sus poderes superiores para auxiliar a la humanidad de superficie que camina rumbo a una gran definición.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A pesar de lo difícil de este tiempo, Yo puedo traer Gracias innumerables cuando los corazones responden a Mi llamado, así como fue hoy en la mañana.
Esa alianza de corazones y de oraciones ayuda a su Madre Celeste para que, con la intervención de los ángeles del Universo, sean derrotados los planes del adversario.
Por eso, cuando los corazones se unen en oración por la paz en las naciones, espontáneamente desde las esencias humanas se manifiestan sinceros pedidos de cura, de reparación y de perdón para todas las situaciones que están en desequilibrio en este planeta.
Cuando la respuesta al llamado de la Madre de Dios es multitudinaria como fue hoy, muchas más puertas inciertas se cierran, muchas más almas son rescatadas, mucho más la Madre de Dios puede realizar en esta humanidad.
Es así, queridos hijos, que la respuesta sincera de cada corazón orante a los pedidos que vienen del Cielo, crea en este mundo oportunidades inexplicables para muchas esencias más que deben reencontrar el camino de la luz y del perdón.
La alianza de los orantes con el Corazón Inmaculado de María también repercute en los niveles internos y una Nueva Humanidad se comienza a construir, primero en el interior de las almas que se adhieren al llamado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Vengo para pedirles, especialmente, que formen un grupo de oración y recen por Siria, para que la Misericordia de Dios intervenga lo antes posible.
Para eso, les pido que unan a la oración regular por Venezuela, a Siria, ya que ambas naciones viven cosas semejantes entre sí.
Esta vez, Siria y su pueblo inocente son objeto de más guerras y caos expandido por todos los lugares de esa región.
Les pido, hijos, que esa oración se rece en la lengua natal de ese país, para que los ángeles del Cielo tengan mayor intervención por las almas inocentes, las que en este tiempo intentan sobrevivir a esa confusa realidad.
Así como lo han hecho con otras naciones del mundo, ahora, hijos, ofrecerán la mitad de un misterio del Rosario en el idioma de Siria y la otra mitad en español, para que así las dos naciones, a pesar del caos reinante en ellas, puedan ser consideradas prioritarias para la intervención divina.
Agradezco que respondan a este pedido, porque otras naciones del mundo se están aprovechando de la guerra para seguir instalando el miedo y el horror. En verdad, esas naciones que incitan y provocan las guerras no saben que el retorno de la Ley les será muy duro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que hoy sea devotamente honrado el Príncipe de la Milicia Celestial, San Miguel Arcángel, para que, en éste, Su día de Gloria, Él entierre Su poderosa Espada de Luz sobre las esencias del mal no redimidas y, así, triunfe la Luz de los Cielos.
Honremos a San Miguel Arcángel porque Sus ejércitos celestiales trabajan en este día, para enviar a los abismos a todos los espíritus perversos que provocan graves faltas en la humanidad y en su contraparte espiritual.
Elevemos el Estandarte de la Paz, ante la Presencia de San Miguel Arcángel, para que Él conceda la derrota de todos los infiernos y las almas del mundo se liberen de las prisiones espirituales de estos tiempos.
Que los corazones se consagren al Padre Celestial San Miguel Arcángel, para que sus núcleos más profundos y, sobre todo, sus esencias estén protegidas de los códigos del mal.
Bendito seas, San Miguel Arcángel, porque con el poder de Tu Corazón angélico y la magnitud poderosa de Tu Espada, Tú vences al mal en nombre del Amor de Dios.
Bendito San Miguel Arcángel, fiel protector del Plan de Dios, protege a todos los que invocan el poder de Tu Nombre Altísimo, ahora y siempre. Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis legiones de Luz están formadas por los ángeles del Cielo y por los servidores de la Tierra. Cuento con cada uno de ellos para derramar la Fuente Reparadora de Mi Divina e Insondable Misericordia.
De tiempo en tiempo, elevo hasta el Reino de los Cielos a todas las esencias y a las almas que incondicionalmente Me sirven, para que estén por un momento en Mis Brazos; pero, sobre todo, para que las almas que Me sirven y que también viven su purificación interior en este tiempo, se sientan aliviadas no solo por el Amor Misericordioso de Mi Corazón, sino también por el afluente de Mi Divina Misericordia.
Todos los ejércitos orantes de la Tierra se fortalecen de manera especial durante los días de Maratón de Oración; como sucedió esta vez que su Maestro y Señor, después de la última Sagrada Semana, se recogió en el Cielo y entregó, con total confianza, la dirección de Su Obra a Sus más preciados seguidores.
De esa forma las almas se van afianzando espiritualmente mediante el contacto interior con el sublime Océano de Mi Misericordia, para que en el futuro, cuando haya que atender a gran parte de la humanidad, las almas reciban los mismos impulsos de amor que hoy ustedes reciben.
La confianza y el fortalecimiento de la misma en estos tiempos, les permitirá a las almas hacer más reales sus santas virtudes y, de esa forma, colocarse por encima de toda ambigüedad u oposición, venciendo con el amor y la unidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Al igual que sus mundos internos, su Madre Celeste se prepara en este día, como fue hace más de dos mil años, para ingresar en el espíritu sagrado de la Pasión del Señor.
De esa forma, hijos Míos, su Madre Celeste abre puertas celestiales para que los santos ángeles del Universo vuelvan a infundir los sagrados códigos de la Pasión de Cristo en todos los corazones abiertos a reconocer, en su universo interior, esa importante unión crística.
Para eso estaré enviando desde el Cielo a los santos ángeles para que se sumerjan en los planos internos y lleven adelante la nueva siembra de códigos crísticos en las almas que, en estos días, revivirán los hechos de la Pasión y Muerte de Cristo.
Todo aquel corazón devoto que de verdad y en sintonía orante se una al Sagrado Corazón de Jesús, estará recibiendo impulsos divinos especiales que ayudarán en el fortalecimiento de su alma para los próximos tiempos y, sobre todo, en el fortalecimiento de su fidelidad con el Señor.
Será importante estar en sintonía y en unión a todo lo que Mi Amado Hijo estará realizando durante los próximos días por intermedio de Su Presencia Celestial.
Mantengan sus corazones abiertos al llamado, a la unión íntima con Cristo y con Su Propósito Redentor.
Así la humanidad será ayudada en esta etapa de grandes definiciones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Nota Musical del Corazón
Mis queridos hijos:
Que hoy sea tocada la nota musical del corazón, la nota que repercute en los espacios de este mundo cuando el alma siente en su interior el Amor de Dios.
Que hoy sea tocada la nota musical del corazón, para que este mundo sea redimido y para que las huestes de Luz del Padre abran las puertas de los Cielos.
Que hoy sea tocada la nota musical del corazón, la nota musical que vibra en los mundos sutiles y atrae, para la Tierra, la Misericordia de Dios.
Que hoy sea tocada la nota musical del corazón, para que las voces se inflamen en el Espíritu Santo y esta humanidad reciba nuevamente la corriente poderosa de la Cura Divina.
Que hoy los corazones toquen la nota musical del amor, para que él se expanda en devoción y Luz por todos los rincones de la Tierra.
Que la nota musical de sus corazones reafirme, en este día, la victoria de Mi Hijo sobre la Tierra y que sus almas ingresen en los coros celestiales, a fin de confirmar el Plan del Creador en esta dolida humanidad.
Que la nota musical de sus corazones hoy encienda el espíritu de la alegría, la devoción por todo lo que es sagrado y la fe que fortalece las consciencias.
Hijos, hoy, en este día tan especial de elevación de la consciencia humana, les pido: hagan vibrar en sus voces e instrumentos la nota musical del corazón, porque esa nota tan profunda en sus almas abrirá puertas al Cielo para que la Gracia, la redención y la cura se establezcan en la humanidad.
Que la nota musical de sus corazones reverencie la Creación y a todos los Reinos de la Naturaleza, desde el Reino Mineral hasta el Reino Angelical.
Que todas sus voces hoy sean una, a fin de gestar en la Tierra la sagrada unidad entre las almas y Dios.
Desde Ecuador, como Madre de los Andes y de todos los cantores de Dios, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Que esta sagrada misión los motive a vivir los cambios.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Quien ora de corazón fortalece su fe.
Quien ora de corazón eleva su pequeña alma al Cielo.
Quien ora de corazón no conoce fronteras, sino cruza puentes de amor y de unidad.
Quien ora de corazón se pacifica.
Quien ora de corazón pierde todos los miedos.
Quien ora de corazón se entrega a Dios y a Su infinito Amor.
Quien ora de corazón trasciende el error.
Quien ora de corazón encuentra la reconciliación.
Quien ora de corazón se une a los ángeles del Cielo.
Quien ora de corazón no pierde la esperanza.
Quien ora de corazón se encuentra, en algún momento, con Cristo.
Quien ora de corazón consigue ver a Cristo en el prójimo.
Quien ora de corazón nada pierde.
Quien ora de corazón es conducido por el Espíritu de Dios.
Quien ora de corazón todo comprende.
Si la oración te despierta tantas virtudes, continúa haciéndolo, porque algún día el mundo entero orará de corazón, pedirá perdón y se unirá verdaderamente a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Bajo Mi protección Maternal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Una Sagrada Noche de Paz
Bajo la Sagrada Estrella de Belén, queridos hijos, su Madre Celeste y San José aguardan en esta noche por el Nacimiento del Cristo interior en cada ser, en cada alma y en cada espíritu, a fin de que se establezca la comunión espiritual con el Creador.
Mientras tanto, San José recoge paja para preparar el Pesebre, y los moradores de Belén le aproximan paños y jarros con agua preparando todo el escenario del gran y esperado momento.
Los ángeles de la guarda de los Cristos internos oran sin cesar junto a su Madre Celeste, a la espera de que los seres de esta Tierra den a luz todo el amor interior.
Las cabras, ovejas y demás animales del establo ofrecen su quietud y silencio, y dan su calor en la Sagrada Gruta para crear un ambiente acogedor de paz y de amor.
Por otro lado, los pastores de Belén se aproximan a la ciudad en la búsqueda de aquel Cristo interno que está por nacer y anuncia lo nuevo.
Todo el escenario está preparado a la espera de la Buena Nueva: el nacimiento del Cristo interno de cada ser, que en esta noche define la próxima etapa de su existencia.
Así, los Maestros de Oriente, los Reyes que traen la mirra, el oro y el incienso, visten sus atuendos de ceremonia porque, como anunciadores y profetas del Universo, traen en sus corazones un mensaje de reconciliación y de amor para los Cristos que hoy nacerán.
Dentro de la Gruta, la sagrada y elevada presencia de los ángeles atrae, de los más altos Cielos, las dádivas que todos necesitan para dar el paso hacia una entrega mayor.
María Santísima no detiene sus plegarias y oraciones, y le pide al Padre Eterno que la haga tan pequeña y semejante a Él para poder acompañar al Cristo interno que, en poco tiempo, tendrá en brazos.
Es hora de vivir el esperado momento.
Es hora de permitir que en la Gruta de Belén nazca el Cristo interior, el que les suplica a los corazones del mundo atención y consciencia para poder percibir la realidad.
Ante todo el escenario del fin de los tiempos, el Sagrado Cristo interno ha nacido. Él viene a anunciar que es la hora del gran cambio de la consciencia. Él viene a testimoniar que no hay otro camino sino el amor del corazón y la transparencia de la vida.
El Cristo interno viene a decir que es tiempo de hacer la paz y ya no de vivir las guerras internas y externas.
Es tiempo de confraternizar y de ser consciente con la vida, con el destino y con el Propósito.
Es hora de repensar el camino, y decidirse por el Camino del Amor y de la energía crística.
Es hora de abrir las puertas del corazón y de confiar.
Que el Cristo interno que hoy nace ante sus ojos, brille como la luz que él es y se perpetúe por siempre para que, en estos tiempos definitivos, haya discernimiento, sabiduría y paz.
Que en esta Nochebuena de Belén recemos por los Cristos internos que aún no nacerán al estar presos por las ilusiones del ser humano.
Recemos por las esencias que necesitarán de mucha ayuda espiritual.
Celebremos esta Navidad del Señor y junto a Él, para siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Nuestros Sagrados Corazones hoy están aquí, presentes entre ustedes, su Madre Celeste abre las puertas para que una legión infinita de ángeles invada la Tierra, con el fin de derramar sobre esta humanidad las Gracias de Dios, las que una vez la Sagrada Familia de Nazaret recibió en el Pesebre de Belén.
Esos mismos méritos que fueron concedidos a los Tres Sagrados Corazones están llegando, por intermedio de San José Castísimo y de su Madre Celeste, a todas las familias del mundo.
La legión de ángeles que hoy envía su Madre Celeste en dirección a los cinco continentes tiene el Propósito divino de disipar y de desarmar los planes de Mi adversario.
Cada oración que hoy fue pronunciada con la sinceridad de sus corazones, hijos Míos, permitió que los Sagrados Corazones expandieran sus Gracias sobre este mundo sufrido y dividido.
Quisiera que ese mismo impulso espiritual emergiera de sus corazones para que una nueva familia espiritual nazca, primero en sus esencias, para después emerger en la consciencia de la humanidad, libre de separaciones, ultrajes e indiferencias.
Hoy, la Sagrada Familia llega por intermedio de sus corazones a las familias que son esclavas del trabajo, de la explotación manual y de la venta de miles de vidas inocentes, que están presas por las cadenas de otros hombres en este mundo.
Sus oraciones llegaron a todos esos corazones que perdieron la fe y la confianza en Dios, porque sus vidas estaban completamente vacías.
Por último, quisiera, hijos Míos, que en este día de bendición espiritual ofrecieran la Eucaristía por la reparación interior de los corazones heridos por tantos ultrajes y explotaciones.
Agradezco a los que hicieron posible Mi venida a la Argentina y espero estar pronto junto a Mis hijos para alabar a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más