MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A los soldados y guerreros de la Misericordia de la Comunidad de la Hermandad

Mis amados hijos:

A pesar de la soledad, del abandono o de la duda que, en estos dos últimos años, pudieron sentir, hoy son colmados por Mi más profundo y cálido Amor Maternal.

Queridos hijos, todos los días recé por su persistencia y entusiasmo; a pesar de que vivieron, en carne propia, la dolorosa agonía de Mi Hijo, a través de la pandemia en esta perdida humanidad.

Pero ahora, miren, hijos, estoy aquí y Soy su Madre del Espíritu Santo; Soy la Guardiana de su caminar hacia Dios.

Hijos amados, hoy les puedo decir que sobrevivieron y que están prontos, a pesar de sus purificaciones, para seguir sobrellevando el fin de estos tiempos; un tiempo aún desconocido e impredecible para toda la humanidad.

Pero ustedes, a pesar de todo, supieron ser guerreros de la Misericordia; y lo más importante, Mis amados hijos, aprendieron a colocar el Plan de Mi Hijo en primer lugar, a pesar del momento incierto y oscuro que vivió la humanidad.

Mi Hijo, como un Buen Pastor, estuvo allí presente en cada acierto como en cada prueba. El poderoso Amor de Cristo los sostuvo a cada uno y así, ustedes, más allá de todo, aprendieron a sostener este Sagrado Centro Mariano.

Por eso, hoy estoy aquí para agradecerles, para entregarles Mi Gratitud y Amor Consolador.

Hijos, cada esfuerzo sincero, que fue vivido por ustedes, es valorado y reconocido por el Padre Eterno, y es guardado en lo más íntimo de Su Corazón Silencioso.

Por eso, en este día, siéntanse renovados, siéntanse fortalecidos por su Bendita y Humilde Madre Celeste.

Todos los que, en estos dos últimos años, pasaron y compartieron en esta querida Comunidad, le dejaron al Sagrado Corazón de Mi Hijo una marca de amor y de sacrificio.

Ahora, levántense y sigan caminando.

Soy la Madre del Calvario, la Madre que llega hasta cada uno para escuchar de cada Cristo Interno: “Madre, Yo renuevo todas las cosas”.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN NAZARÉ, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis muy queridos hijos:

Con regocijo en Mi Corazón, desde ahora les agradezco las preciosas y humildes oraciones que, desde el día de ayer, están siendo ofrecidas a la Señora de Lourdes.

Ahora, más que nunca, su Madre Celeste está al lado de cada corazón orante que fervorosamente le ruega a Dios por el fin de esta pandemia y por la cura y el alivio de la humanidad.

Hoy, quisiera que cada uno de ustedes se sintiera cerca de la Gruta de Lourdes para ser curado por el agua espiritual que brota incesantemente desde hace años. Quisiera que sus corazones sean purificados por Mi Gracia y curados por Mi Amor de Madre, a fin de que este mundo se transforme, día a día, en la viva Aspiración del Creador.

Con reverencia y devoción, Mi Corazón recibe, en su seno, las oraciones de todos los orantes, especialmente de los que, en estos días, a los pies de la Inmaculada Concepción, rezan con fe y fervor para que desciendan las Gracias necesarias en este doloroso tiempo.

Con esperanza, simbólicamente, Yo los invito a ser lavados y bañados por el agua espiritual de Lourdes, teniendo fe que todas las enfermedades espirituales y corporales serán atendidas por la Madre de Dios, para que Mis hijos vivan la saludable experiencia del Amor de Cristo, de un Amor que se ofreció y se seguirá ofreciendo para sanar las más profundas heridas y miserias de la condición humana.

Si ustedes todos los días se entregan a Mí, les aseguro que se estarán entregando a Mi Hijo, porque eso es lo que Él espera de Sus apóstoles: compañeros despojados de sí mismos para que estén en alianza con el Redentor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Hoy, Mis oraciones son dirigidas a todos los que continúan atravesando esta pandemia y, en especial, a los que perdieron la vida por ella, de una manera inesperada para todos.

Hoy, les pido que, más que nunca, se unan en oración Conmigo, para que su Madre Celeste pueda liberar del plano terrestre a los que quedaron presos y no consiguieron continuar su camino de ascensión.

Por eso, Mis amados, la oración del corazón, hecha con amor, es la gran llave que abre todas las puertas y que concede no solo la paz, sino también la liberación de las almas de la prisión espiritual.

Quisiera, en este momento, que todos los familiares, que hayan perdido a un ser querido y amado, estén en paz y busquen alivio en Mi Corazón de Madre, porque Mi promesa es interceder por las almas que, traumáticamente, sufrieron esta pandemia.

Les pido que sean obedientes y que todos se cuiden para que, poco a poco, esta situación planetaria sea aplacada, y que ya no se permita que almas tan preciosas de este mundo, sean retiradas de su camino terrestre por consecuencias inesperadas y generadas por esta pandemia.

Mis queridos hijos, que la fe nunca se debilite en ustedes. Que la fe y la confianza en el Padre Celestial les concedan la Gracia tan necesaria de la cura y de la redención de esta humanidad.

Recuerden que Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que los ama eternamente.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que el Sagrado Manto Protector de Mi Hijo cure y proteja, en este momento, a cuantos continúan atravesando esta pandemia.

Mi consuelo y amor de Madre están en cada corazón que vive, en este momento, la enfermedad y el sufrimiento.

Por eso, hoy, pido de manera especial que el Manto Sagrado de Cristo cure y alivie a los que necesitan ayuda espiritual y física, porque las almas deberán salir fortalecidas después de esta experiencia con la pandemia.

Mi Corazón y Mi Vida rezan por ustedes en todo momento, pidiéndole y rogándole al Padre que envíe a Sus ángeles curadores para que estén al lado de las personas enfermas y para que, a través de la ayuda angélica, las almas tengan fuerza suficiente para atravesar esta nueva escuela que toda la humanidad, desde hace dos años, atraviesa.

Como Madre, también rezo por otras causas que agravan la situación del planeta y de la humanidad. Rezo por todo el movimiento que la naturaleza ferozmente realiza para que, en los planos internos, se establezca el orden y la paz, a fin de que el cambio climático ya no sea el motivo o la causa de miles de desplazados y desfavorecidos.

También, ruego a Dios por los más vulnerables y solicito que el Bendito Manto Protector de Cristo proteja y resguarde a los que, violentamente, viven el fin de los tiempos.

Este momento, queridos hijos, lleva a cada uno a mirar y a pensar en el otro, no como un problema, sino como una necesidad de llevarle amor, amparo y refugio, no solo espiritual, sino también material.

Cuando realmente exista una consciencia fraterna en esta humanidad, Yo les aseguro que muchas situaciones serán resueltas; mientras tanto, los más vulnerables están sometidos por los que se sirven del caos y lo diseminan en el mundo.

Oremos con más fervor. Que Dios escuche las oraciones de todos Sus hijos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FRANKFURT, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Inesperadamente, Me encuentro con ustedes en Alemania después de que, en estos días, Me visitaron en Medjugorje.  La Madre de Dios les devuelve la visita en un momento crucial de la humanidad, en el que la desinformación, el caos y el miedo agobian a millones de hijos Míos.

Por eso, Yo vengo del Cielo, no solo por una Alemania que amo con todo Mi Corazón y por la que rezo para que recupere el Propósito de Dios, sino también vengo por toda Europa y por toda Asia, por las almas sometidas y perseguidas en la guerra y por los conflictos inventados por el hombre de superficie.

Quiero decirles a todos Mis hijos que Yo Soy la Reina de la Paz, que busquen Mi Corazón, porque Mi Corazón es para ustedes.

Alemania, a través de los últimos años, fue un país de acogimiento de los más desamparados, pero esto no es suficiente, hijos Míos; es necesario que las demás naciones de Europa y del mundo sean países de acogimiento, para que todos puedan vivir como una humanidad más inclusiva, fraterna y caritativa.

Rezo, todos los días, para que los corazones más endurecidos se puedan abrir, para que sientan a los más desamparados y pobres, así como su Madre Celeste los siente.

Si este paso de fraternidad es dado por las grandes naciones del mundo, la humanidad no vivirá más pandemias, no conocerá el dolor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz      

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN NAZARÉ, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Como la brisa del mar y de todos los océanos, llego a este bendito lugar para bendecirlos y entregarles Mi Paz.

En este día, vengo a repetir el último llamado de Mi Hijo: que los corazones despierten en Su Amor Redentor.

Para eso, hijos Míos, ustedes deben buscar, dentro de sí mismos, al Cristo Interior. Es muy urgente y fundamental que esté presente en ustedes para que el planeta se pueda sostener, no solo en su equilibrio espiritual, sino también en su armonía material.

A través de los últimos acontecimientos de la actual pandemia las almas están confundidas, muchas están desorientadas y la mayoría no sabe, en este momento, qué camino seguir.

Díganles a todos que son Mis hijos, que estoy aquí como Sierva y Señora del mundo para que, a través de la Luz de Mi Corazón, muchos más puedan llegar a Dios, puedan retornar al Padre Celestial.

Hijos amados, este es Mi principal Mensaje para todos: dejen que el amor, que confía, renazca en el centro de su ser; para que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo puedan tener una predilecta morada en el corazón de Mis hijos.

Por eso, todos los que oran a la Madre de Dios que lo sigan haciendo, porque el Retorno del Señor está cerca y la mayoría de Mis hijos tiene que estar despierta.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los acompaña,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Deseo, con ardiente amor, que en la próxima Vigilia de Oración del 12 de julio, todos los Centros Marianos ofrezcan al menos una decena del Santo Rosario, a fin de apoyar y de acompañar a su Madre Celeste en la sagrada tarea de liberación y de rescate de las almas más perdidas.

También deseo, con ardiente devoción, que las familias se reúnan en sus hogares y grupos de oración, para acompañar espiritualmente esta tarea de la Madre de Dios. De esa forma, Mis amados, estarán unidos de corazón a la misión especial que la Divina Madre llevará adelante en ese día.

El próximo 12 de julio, la Sagrada Señora de la Paz estará ingresando en espacios de la humanidad en donde, dolorosamente, muchas almas desaparecen sin explicación.

Mi deseo es poder llegar a cada una de ellas, como Madre auxiliadora y protectora de los que padecen injustamente el tráfico de personas y de órganos, gravísima flecha clavada en el Corazón de Mi Señor.

Por eso, desde ahora, los invito a que sus oraciones sean fervorosas para que la inquebrantable cadena del mal, sostenida por muchos hijos Míos perdidos, sea cortada por la poderosa intervención de San Miguel Arcángel, y así las almas sean liberadas de la esclavitud revestida de estos tiempos.

Deseo, con pureza ardiente, que el mundo escuche Mis súplicas; así también, podré aplacar está dolorosa ola de la pandemia que lleva al infierno a muchas almas que no se confiesan ni piden perdón.

Desde ahora y siempre, les estaré agradecida.

Quien los lleva a la Paz del Corazón del Reino de Dios,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 93.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos,
que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Amén.
(tres veces)


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En Mi Corazón pesa la realidad del mundo, la situación de las naciones, la condición en la cual se encuentra la humanidad.

En Mi Corazón pesan las dificultades de todos los cristianos, los problemas graves de los más indigentes, la soledad de los moribundos.

En Mi Corazón pesa la situación de esta pandemia, que es la primera prueba crucial de la humanidad en este tiempo de transición planetaria.

En Mi Corazón pesa la adversidad, en la cual muchos están sumergidos, y de esa adversidad no consiguen salir.

En Mi Corazón pesan los que son indiferentes, los que omiten el Llamado de Dios y, sobre todo, los que una vez lo recibieron y hasta hoy lo rechazaron.

En Mi Corazón pesan muchas cosas, que hoy comparto con ustedes, que hoy les revelo a ustedes, no para que sientan Mi pesar, sino para que Me ayuden a transmutar estas situaciones del mundo.

Vengo en la búsqueda de aquellos que aún no creen en Mí y que no Me han dejado entrar en su corazón.

Vengo por aquellos que aún son tibios y no se deciden.

Vengo por aquellos que aún no han puesto sus pies en Mi Camino y no se han animado a encontrarme.

Lo que alivia el pesar de Mi Corazón es una buena obra, la consecuencia de los apóstoles de los últimos tiempos, la vida sacramental, la vivencia del Evangelio por medio de los ejemplos diarios de la vida, la práctica incesante de los Mandamientos, la fe de los cristianos y de los creyentes, la solidaridad de los que miran al que sufre y lo ayudan.

Los que alivian el pesar de Mi Corazón son también los que se consagran y no retroceden, los que se mantienen unidos a Mí a pesar de las circunstancias.

Los que alivian Mi Corazón son los que ya no dudan ni tampoco desconfían; los que cumplen, paso a paso, lo que Yo les pido.

Los que alivian Mi Corazón son los que se animan a vivir su purificación; los que no se encierran en sus propios problemas; los que no comprometen el Plan de Mi Padre; los que entienden, más allá de sí, la realidad.

Los que alivian Mi Corazón son los que sirven incansablemente; los que están disponibles a cualquier hora y en cualquier momento; los que entienden, más allá de sus ideas y sentires, la verdad.

Los que hacen sufrir Mi Corazón son los que promueven las guerras, los que instigan las crisis humanitarias, los que promueven el desplazamiento de los refugiados.

Los que hacen sufrir Mi Corazón son también los que son conscientes y no ayudan, los que no quieren penetrar en esa situación y realidad para poder resolverla.

Los que hacen sufrir Mi Corazón son los que gobiernan, los que dirigen las naciones y están fuera de la Ley, los que ya no viven la Palabra de Vida, los que profanan el Evangelio.

Los que hacen sufrir Mi Corazón son los que tienen todo y nada comparten, los que guardan con recelo sus riquezas, los que hacen de su vida una ilusión material, a los que no les importan los más pobres.   

Los que alegran Mi Corazón son los que persisten, los que no miran siempre para sí mismos, los que son fraternos y lo intentan todos los días, los que a pesar de sus errores siguen adelante y comienzan de cero.

Los que alegran Mi Corazón son los pacificadores, no solo de la palabra, sino también a través del ejemplo, los que trabajan sin demora por la paz.

Los que alegran Mi Corazón son los que se refugian en Mí, los que buscan en el Sagrario Mi Presencia, los que buscan en la Comunión la Sagrada Alianza con el Rey Universal.

Los que alegran Mi Corazón son los que adoran al Santísimo Sacramento y que, más allá de las formas, comprenden el mensaje inmaterial que emite la Sagrada Custodia.

Los que alegran Mi Corazón son los que están en contacto Conmigo; los que aspiran, día y noche, a vivir en Mí; los que buscan, más allá de sus batallas, Mi Presencia y Mi Corazón.

Los que alegran Mi Corazón son los que viven en Mi Fe, son los que buscan la caridad en cualquier lugar, son los que están abiertos a los cambios y no les temen a sus resistencias.

Los que hieren Mi Corazón son los omisos, los que saben que pueden hacerlo todo y no lo hacen, los que se justifican para no cambiar.

Los que hieren Mi Corazón son los que han recibido todos los tesoros del Cielo y los desperdiciaron, los que no tienen gratitud, los que se olvidan de la compasión.

Los que hieren y lastiman Mi Corazón son los soberbios, los que no invocan a la hermana humildad, los que pierden el tiempo en sus propios procesos.

Los que hieren Mi Corazón son los que se olvidan de Mi Mensaje y de Mi Palabra, los que no han tenido la reverencia suficiente por todo lo que han recibido del Cielo, los que aún no se dieron cuenta de la Gracia que los colma y los abunda.

Los que hieren Mi Corazón son los que reclaman todo el tiempo, los que aún no vieron pasar frente a sus ojos Mi Presencia, los que aún no descubrieron el Misterio.

Los que hieren Mi Corazón son los que entorpecen el Plan, los que cambian a cada momento Mis ideas y Mis Proyectos, los que se olvidan de la redención.

Pero Mi Corazón siente el gozo, en lo más profundo, por los que dan los pasos y no se demoran; por los que no tienen miedo a lo desconocido y pierden el control; por los que entregan a Mis Pies el poder que creen tener, para ser transformado.

Los que traen gozo a Mi Corazón son los bondadosos y misericordiosos; los que no solo hablan, sino también viven Mi Mensaje.

Los que traen gozo a Mi Corazón son los que comulgan de Mí y no se olvidan cuán importante es ese Sacramento.

Los que traen gozo a Mi Corazón son los que se alegran con Mi Buena Nueva, son los que esperan Mi Mensaje cada mes, son los que tienen sed de Mí.

Así, hoy están conociendo el misterio infinito de Mi Corazón, de un Corazón que aún siente y palpita por ustedes, de un Corazón que aún vive por este mundo y por esta humanidad, de un Corazón que se conmueve con el sufrimiento porque ya lo conoció en Su propia carne, en Su propio Cuerpo, de un Corazón que se ha divinizado por ustedes y que les entrega Su Misericordia para que se puedan redimir y para que puedan perdonar.

El misterio infinito de Mi Corazón los prepara para el Armagedón, para cruzar las puertas del Apocalipsis, para seguir adelante a pesar de lo que suceda.

Quiero que hoy mediten sobre todo lo que les he dicho y que, en sinceridad con ustedes mismos, reflexionen, porque ya no hablo para niños, sino para adultos, adultos en la evolución y en el compromiso.

La Obra de Mi Misericordia tiene que cumplirse a través de las almas consecuentes y responsables, a través de los que no temen decir sí.

Que todos los que verdaderamente claman y piden ayuda, hoy entren en Mi Corazón para que sean parte de esa alegría y de ese gozo que Me conmueve al poder presenciar y contemplar a los que siguen adelante, porque así ya no serán espinas en Mi Corona, sino rayos que Yo esparciré sobre el mundo para concederle la cura y la paz, para volver a traer el Reino de Dios a la Tierra.

Sean postulantes para alegrar Mi Corazón, porque así Yo podré sentir que están comprendiendo lo que viven Conmigo y la responsabilidad que esto tiene delante de Dios.

Yo seguiré caminando con pasos firmes, marcando en el suelo las Huellas de Luz para que Mis apóstoles las reconozcan, y sigan así el camino que el Maestro está trazando en el fin de estos tiempos, en este planeta y dentro de esta humanidad.

De esta forma, Yo los vuelvo a sacramentar y por medio de Mi Espíritu les doy la Paz, para que esta Maratón de la Divina Misericordia sea un paso más en el compromiso y en la vivencia de ese voto.

Yo les dejo Mi Mensaje como una tabla de salvación, como un impulso espiritual para dar un gran salto al vacío, al vacío de sí mismos, al vacío de Dios, en donde encontrarán la unidad interna con el Todo y, así, con el Origen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

En este día, de una nueva y urgente Vigilia de Oración, les vuelvo a pedir que estén en oración reparadora Conmigo a fin de que, en la sagrada solemnidad del Inmaculado Corazón de María, su Madre Celeste pueda concederle al mundo el tiempo venidero de la cura, del perdón y de la reconciliación; para que las dolorosas crisis humanitarias y las explotaciones del comercio oculto de niños y adolescentes, en el mundo, puedan terminar.

Deseo que, por medio de esta y de las próximas Vigilias de Oración, sigan rezando por las intenciones del Inmaculado Corazón de María, para que la Madre de Dios guarde, entre Sus brazos, a los más inocentes y marginados por la desigualdad de estos tiempos críticos.

Todas las sinceras y cálidas oraciones deben tocar el Corazón de Dios, especialmente la oración de los niños para que, como fue con los pastores de Fátima, la inocencia de los pequeños le conceda al mundo el fin de la pandemia y la reconstrucción espiritual de la dignidad humana. 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Hoy Mi mirada de Madre se vuelve hacia la Argentina, momento en el cual todos Mis hijos argentinos enfrentan su propio calvario individual y grupal.

Como la Señora de Luján, hoy vengo para decirles a Mis hijos de Argentina que no permitan que la fe se apague en los corazones.

Yo cargo junto a ustedes la pesada cruz de la desigualdad y de la injusticia.

Camino a su lado, como pueblo trabajador e incansable que, una y otra vez, se levanta del suelo para poder seguir caminando.

Rezo por todas las familias de Argentina que perdieron a sus seres queridos en este tiempo de pandemia y de profundo dolor.

Queridos hijos, que su ejemplo de persistencia en la oración se vuelva como un gran espejo que pueda reflejar, para todos sus hermanos, los atributos que las almas necesitarán en este tiempo para enfrentar este temido y desconocido combate.

A través de la apertura de la ley del aborto, Argentina comprometió sus caminos. Como Madre de la vida y de los inocentes, les pido que se arrepientan por los que no se arrepienten. Esto no es por religión, sino por discernimiento y sabiduría.

Hijos Míos, rezo, día y noche, junto a ustedes; en sus hogares y familias. 

Soy la Madre que nunca los abandonará, porque este es el tiempo de la purificación.

Que su fe en Cristo nunca se acabe. Ahora, llegó el momento de que cada uno tome su propia cruz y lo siga.

Esta es la hora en la que Mi Hijo sabrá con quien contará verdaderamente hasta el final.

Mis amados hijos de Argentina, Mi Paz con ustedes y con todo su país. 

Estoy aquí y los escucho. Este es el ciclo del gran final. Prepárense.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz 

 

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Estén firmes en Mi Hijo. Él espera, de cada uno de sus corazones, la respuesta necesaria para el cumplimiento de Su Plan. 

Ahora, en esta pausa que vive el mundo por la pandemia, Yo los invito, hijos Míos, a aprovechar el tiempo y a recapacitar. Así tendrán el impulso para poder seguir dando  pasos en la consagración de sus vidas al Sagrado Corazón de Jesús. 

Queridos hijos, asuman la parte que les corresponde y háganla bien, expresen Amor y Misericordia en cada momento.

Den la oportunidad para que sus almas puedan realizar el compromiso espiritual, con el Padre Celestial, que vinieron a cumplir.

No se confundan, hijos Míos; que la llama de la fe los guíe por los caminos inciertos que atraviesa hoy la humanidad.

Reconozcan la Gracia que recibieron y den valor al significado de lo que representa servir a Mi Hijo en este tiempo.

Amados hijos, ya no hay tiempo para desechar la propia vida en experiencias banales y comunes.

Eleven la consciencia, a través del entendimiento y de la apertura del corazón, sobre la razón primordial de estar respondiendo al Llamado de Dios.

Deseo ardientemente que no pierdan la Gracia de reconocer la única Verdad, la Verdad que es Mi Hijo y que los congrega en este tiempo para preparar Su Retorno en los corazones sufridos y esclavizados.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 84.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Inesperadamente, hoy Me presento a la humanidad para llamarla al arrepentimiento.

Antes la copa estaba casi llena, ahora la copa está desbordando. Tengan consciencia de lo que están haciendo, detengan las agresiones de hermanos contra hermanos.

Las naciones y algunos de sus dirigentes ya son más que títeres en las manos de Mi enemigo. Una red oculta y maligna somete a los inocentes: niños son abandonados, seres humanos son despreciados y repudiados en las fronteras porque intentan escapar del hambre y de la persecución. 

Ya no jueguen con las armas nucleares. Ustedes, seres humanos de la Tierra, no tienen consciencia de lo que un acto fallido generaría en todo el planeta.

A mediados de los años 40 fueron avisados sobre las consecuencias del uso de la energía nuclear y no escucharon a nuestros mensajeros. Ahora corren y compiten, amenazan al mundo y hacen pruebas escondidas en lugares de la Tierra que ya están altamente contaminados por tanta radiación.

¿Cuándo percibirán que el poder no les pertenece?

Deténganse y escuchen la Voz que viene del Corazón del Universo. 

Ya no tienen nada más que experimentar y que procrear. Reconozcan, en este momento, que fallaron con sus experiencias en laboratorios y con seres humanos; y que la actual pandemia es el resultado de una mala praxis.

¿Qué más desean tener?

Ya hubo humanidades anteriores que transgredieron a la Creación y que se lastimaron a sí mismas.

Ustedes son la quinta y última raza. El peligro ya dejó de estar en sus caminos, ahora él está en sus manos y no lo pueden controlar.

Abandonen la carrera armamentista, social y conquistadora que todavía promueven en muchas naciones. Ya no agredan a los mares y a los océanos. El planeta camina rumbo a una salinidad inesperada.

La Tierra ya no puede más y ella reflejará su agonía. No pueden imaginar este mundo sin agua dulce o en largos días oscuros por las expansiones de las cenizas de todos los volcanes.

¿Qué harán si eso sucede?

Mientras los Reinos de la Naturaleza siguen siendo el foco de una explotación desmedida, seguirá corriendo sangre en el mundo, y continuará siendo noticia.

Perdieron la intuición de sus almas, ya no tienen sensibilidad para escuchar a Dios dentro de sí mismos. 

Sus vidas se oscurecieron por la ambición y por la injusticia, mientras que miles de personas en el mundo son golpeadas por la marginación, el exilio y la explotación.

Las mismas manos de siempre se enriquecen a través del sufrimiento global, pero eso terminará. Será una de las primeras correcciones que impondré a la humanidad.

Hoy le hablo al mundo entero, no le hablo a una sola religión. Les hablo a todos los creyentes y no creyentes, a los que desperdiciaron sus vidas por los placeres y por los deseos del mundo, les hablo a los que sienten satisfacción por hacer el mal.

No hay ángel ni Jerarquía que detenga la copa rebasada. Están ante los pies del gran abismo.

Mi Corazón no solo sostiene al mundo sufriente y agonizante; Mi Alma soporta las injusticias y los desprecios de los que me abandonaron y no creyeron en Mí. Ellos no escucharon Mi mensaje. Ellos juzgaron Mi trabajo y Mi dedicación, y Mi enemigo los engañó.

Por eso, estén atentos. Todo lo que les di en estos años fue para prepararlos para este tiempo, y la mayoría dejó pasar Mis Palabras y las perdieron.

Ahora, que resta poco tiempo, recapaciten, enmienden sus errores y pidan por Misericordia, porque nadie conoce la Justicia y, aun así, las almas la desafían por ignorancia y por indiferencia.

En verdad les digo que ya no tengo cómo justificar ante Mi Padre todo lo que hacen. Llegó el momento de que todo se defina entre ustedes y Dios. 

Pero si en sus vidas se viviera el amor, la tolerancia, el respeto y el cuidado, no sufrirán más; porque todo lo que llegará será resultado de la soberbia, de la explotación y de la maldad de los que las siguen viviendo.

Solo les puedo decir que se arrepientan, para que en estos tiempos agudos no les falte la paz.

Aférrense a Mis Palabras. Sean el Nuevo Testamento para que el mundo entero deje de sufrir sus propias consecuencias.

Al cumplirse 12 años, junto a la Madre de Dios y por un periodo indeterminado, les entregaremos Nuestras últimas Palabras, para que las escuchen con atención y sus consciencias comprendan el mensaje.

Por eso, respondiendo a la Voluntad y a la Justicia del Universo y por todo lo recibido en cada nuevo encuentro, escucharán después de las oraciones nuestros Mensajes, los que serán entregados con anterioridad, ya que por un tiempo indeterminado resguardaré al vidente para que Me ayude a sostener este momento, en oración y en silencio, para que Mis Gracias lleguen a otros lugares del mundo.

Es tiempo de que vivan Mis Mensajes, sobre todo los últimos.

Mi Corazón ha soportado ofensas de compañeros muy cercanos, algo que abrió la Llaga de Mi Costado. Las ofensas de los que se van lastiman Mi Corazón, porque Yo les doy la vida y, en vez de vivir en Mí, se dejan morir a sí mismos.

Que el discernimiento y la paz los guíen en estos tiempos difíciles. 

Que está Maratón sea la síntesis y la confirmación de sus vidas ante el Sagrado Corazón del Señor.

Los bendice, 

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Hoy vengo al mundo porque todavía lo necesita, porque aún no encontró la Paz.

Por eso, hijos Míos, en este momento culminante, Yo necesito de ustedes, más allá de lo que les sucede o de todo lo que estén atravesando. Los necesito cerca de Mi Corazón, debajo de Mi Manto, para que me ayuden a establecer la Paz en el mundo, para que después se pueda establecer la cura de la humanidad.

Por eso, es importante rezar el Santo Rosario todos los días, en especial en estos últimos días del mes de julio, que los preparará para agosto, en el que Mi Mensaje anual llegará al mundo como preámbulo de la venida de la Iglesia Celestial de Cristo.

Hoy vengo rodeada de la Creación de Dios, especialmente de los Reinos de la Naturaleza, que aún necesitan de sus oraciones y súplicas, porque no solamente sufre la humanidad; sus hermanos menores, los Reinos, a lo largo y ancho del mundo, también están sufriendo las consecuencias del cambio climático y del calentamiento global que día a día se agrava en este planeta.

Pero existe algo que todo lo puede impedir, que es la oración del corazón y el ayuno, algo fundamental para este tiempo final en el que el hombre podrá reconciliarse con las leyes de la naturaleza a través de la oración y del ayuno. Algo que en los primeros años de apariciones Yo les enseñé, no solo por la causa de los Reinos de la Naturaleza, sino también por otras causas que aún son necesarias y urgentes de atender.

De esa forma, queridos hijos, por medio de la oración y del ayuno, irán despertando dentro de ustedes el talento que Mi Hijo les dejó, lo que el Padre Celestial llama dones. Fundamentales virtudes que, en este momento de la humanidad, necesitan estar disponibles para este planeta y esta raza, porque a través de los Dones de Dios y de las virtudes que pueden vivir, tendrán más consciencia y conocimiento de cómo reconstruir este planeta, de cómo ayudar a los Reinos de la Naturaleza, de cómo sostener esta humanidad.

Yo vengo con este mensaje de la Creación, del universo, de las estrellas y de los soles. Dios espera que al menos una gran parte de Sus hijos, en este tiempo definitivo, pueda comenzar a reconstruir la humanidad y los Reinos de la Naturaleza.

Aquí, en este sagrado lugar, a través del árbol sagrado de Figueira, el conocimiento y la instrucción descendió directamente del propio Dios a través de Su instructor José Trigueirinho, al que Nuestro Padre tiene en Su Gloria.

A través de lo que él les enseñó, en simplicidad y en amor, tuvieron las primeras señales, como humanidad actual, de cómo a través de su contacto interno con el universo, con la oración y el ayuno podrían reconstruir los Reinos de la Naturaleza, porque mientras el mundo siga cometiendo infracciones contra la Creación, seguirá sufriendo.

Hijos Míos, eso es lo que ustedes hoy deben saber y tener presente en sus corazones. No solo el hombre necesita de cura y de redención, no solo la pandemia necesita terminar para que podamos ver qué fue lo que aprendió la humanidad, sino también los demás Reinos de la Naturaleza necesitan de su ayuda y amor.

Nunca podrían imaginar un mundo sin el sol, sin el amanecer, sin la brisa de la mañana, sin la marea de los océanos, sin el cantar de las aves, sin el frescor del Reino Vegetal, sin el esplendor de las flores.

¿Cómo podrían ustedes vivir sin la Creación, hijos Míos?

Dios creó el universo, este Sistema Solar y este planeta, para demostrarle, a cada uno de ustedes, cómo Él los ama.

¿Cuándo el mundo tomará consciencia que ya no es tiempo de destruir, sino de construir?

Si tuvieran la Gracia de escuchar el grito de los Reinos de la Naturaleza, sentirían un gran dolor como Yo lo siento.

Pero, aunque eso sucede, los Reinos no dejan de entregarse y de donarse.

La Madre Tierra sufre por la agresión de Sus hijos y, aun así, ella da los frutos que las criaturas de Dios necesitan para seguir viviendo y creciendo en esta humanidad.

Cada uno de ustedes, como parte de esta civilización humana, como expresión de la Voluntad de Dios, más allá de la fe o de la religión, tiene un deber con la Creación.

Ustedes, hijos Míos, no solo nacieron para vivir o para pensar, ustedes nacieron para tener consciencia de la Creación y del sagrado Propósito Divino.

Gracias al Altísimo existen islas de salvación en el mundo y bellos lugares de la naturaleza que aún están protegidos de la mano del hombre, para que la raza humana aprenda a sentir y a vivir de la Creación, no en la destrucción sino en la unión.

Mientras ese cambio no suceda, las profecías del Apocalipsis se cumplirán, pero Yo que soy Su Madre y deseo el bien para cada uno de Mis hijos, no deseo que vivan esto, que sufran o que padezcan por su falta de consciencia de la Creación y de la Ley.

Pero ustedes Me podrían decir: "Madre, por más que hagamos algo, hay personas en el mundo que por su ambición y poder destruyen el planeta".

No vengo aquí para generar un movimiento paralelo ni tampoco un reclamo mundial. Cada uno hoy tiene la consciencia suficiente para poder cuidar los Reinos de la Naturaleza y saber que sin ellos no es posible vivir en la superficie de este planeta. Por más que hagan cosas pequeñas, sus repercusiones serán muy grandes.

¿Alguna vez pensaron qué siente una flor al ser regada? ¿Qué siente la tierra al ser tocada con amor? ¿Alguna vez se preguntaron qué siente el mar cuando es contemplado por ustedes?

Todo tiene una consciencia, un saber y una sabiduría. Nada es estático. Todo tiene un porqué en la Creación.

Yo soy la Madre del Mundo, la Madre Naturaleza. Yo soy la Gobernanta de la consciencia del planeta. Todos los que vienen a Mí no solo se redimen en el Nombre de Mi Hijo, sino también vienen a la Creación para descubrir su sabiduría y su ciencia.

El planeta necesita ser curado de la explotación del hombre desde hace siglos y eso será posible por su adhesión a Mi llamado. Así, la Tierra no quedará atrás, sino que será contemplada por el resto de la Creación, para que se pueda regenerar y curar profundamente así como el planeta lo espera desde el principio.

Ustedes son parte de la consciencia de este mundo, ¿lo han entendido?, esta es su casa.

Para que la Iglesia Celestial de Mi Hijo descienda, el mundo debe cambiar y no seguir luchando para vivir en lo normal y en lo superficial.

El tiempo se está acabando, es hora de tomar consciencia. Por esa razón, Yo estoy aquí, para que puedan crecer interiormente.

Mi enemigo no quiere que alcancen esa consciencia, pero a través del ofrecimiento de sus oraciones y ayunos, permitirán generar la condición espiritual y material para que ese cambio sea posible en la consciencia humana.

Y ahora, los invito, hijos Míos, a hacer un ejercicio interior con la Creación. Los invito a disponerse y a abrir aún más sus corazones a través del contacto interno con el mundo intraoceánico.

Cierren sus ojos.

Y ahora, a pedido del Padre y por intercesión de la Madre de Dios, vamos a escuchar “Aurora intraoceánica”.

A través de este ejercicio, que comenzaremos en esta noche, Yo llevaré al mundo y a las almas hacia la cura interior del corazón y de las emociones, de la mente y del cuerpo, por intermedio de sus almas.

Abran sus internos, más allá de lo que escuchen sus oídos. Y ahora, véanse ante el océano, en el amanecer. Vean en ese océano a Dios, a través de Su Consciencia de Amor cósmico e interior. Siéntanse vacíos y escuchen el océano como grandes corrientes de luz que vienen hacia ustedes y, en consecuencia, hacia toda la humanidad.

Colocando sus manos en señal de recepción, ofrezcan todo su ser a Dios y, en nombre de la raza humana, ante ese océano que se ilumina en el amanecer, pidan perdón y clamen internamente por reconciliación, por todo lo que ha vivido el planeta Tierra, desde la presencia del hombre hasta los tiempos de hoy.

Vean emerger, en el horizonte del océano, el gran Sol de Dios que, con el poder de Su Presencia y Consciencia, colma con Su Luz todo lo que vive y vibra. Sientan encenderse sus células y átomos por la presencia intraoceánica de la Consciencia del Amor de Dios. Sientan a Adonai, siéntanse uno en la sagrada Unidad Divina. Sientan dentro de ustedes la Verdad de la Creación y de lo que son parte desde el principio.

Respiren lentamente. Cada vez que inspiren sientan como la luz de la Creación entra dentro de su ser y de toda su consciencia. Están ante Adonai y la Madre Naturaleza, en el gran vacío de la consciencia, para ser colmado y bendecido por el Amor y la Sabiduría del Padre.

Entre el Sol de Dios y el océano, vean surgir en el cielo al Hijo de Dios, quien extiende Sus Brazos como el Cristo Redentor, y de Su Corazón y de las palmas de Sus Manos emana la poderosa luz de la Gracia Divina sobre los cuatro puntos de la Tierra.

El océano se enciende en luz azul y su ser, cada una de sus consciencias, se enciende en la luz azul de Aurora.

En nombre de toda la raza humana, en nombre de la fraternidad, del perdón y del amor, afirmen sus votos internos con la Creación y los Reinos de la Naturaleza, para que todo sea renovado conforme a lo previsto por el Propósito Divino.

Ante la Luz de la Gracia de Cristo, ante la Presencia del Padre y de la Madre Naturaleza, nos unimos a la esencia de la Creación, para que recordemos de dónde vinimos y cuál es la razón de estar hoy aquí.

Que las Leyes de la Creación desciendan, que los dones sean entregados a los hombres y mujeres de la Tierra. Que las sagradas virtudes despierten y que la consciencia del ser humano se expanda, a fin de que la ignorancia sea transmutada y la sabiduría traiga la concientización de este momento actual.

Sientan la calma del océano. Sientan la paz de la Creación y el establecimiento de la armonía.

Ahora lleven sus manos hacia el corazón y siéntanse en unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

En reconciliación con el planeta y la Creación, delante del océano, ante el amanecer del Sol de Dios y la Presencia del Divino Hijo, repetiremos una oración, frase a frase, que será traducida para que todos la podamos rezar delante de la Presencia de Adonai:

Señor,
que se cumpla el advenimiento de la nueva raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.

Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu Misterio,
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta Unidad.
Amén.

Y así, Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado.
Que la Creación y toda la naturaleza se renueve en la humanidad. Que así sea.
Los dejo con este instrumental, para que su consciencia sea unida a Dios.

Paz y redención para el mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Ardua será la batalla final de estos tiempos para que el amor venza a la indiferencia.

En esa batalla, sus almas y corazones estarán en lucha para que, a través del poder de la oración diaria, el mundo reciba la última oportunidad que necesita para poder dar el paso que aún no dio.

En esa batalla todo estará permitido, porque las almas deberán aprender a escoger, y su libre albedrío estará en juego, porque lo que vivirán dependerá de lo que elijan. Esta es la realidad actual.

Mientras la humanidad aún está paralizada por la pandemia, que las almas aprovechen para recapacitar y traer hacia la consciencia el verdadero sentido de estar presentes en esta humanidad.

Que la razón de este momento de inflexión mundial sea reparar y reconstruir espiritualmente lo que la humanidad destruyó con sus ideas y acciones. De esa forma, el Universo los mirará con otros ojos, y más Misericordia Divina descenderá para convertir este momento en una oportunidad de cura y de redención. 

Hijos Míos, la escuela de la oración es la base fundamental de este momento, porque a través de ella, ustedes aprenderán a estar más concentrados y alineados con el Propósito Divino, y esto repercutirá en el mundo entero para que más acciones fraternas y equitativas sucedan en el planeta.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy llego aquí como la Señora de Kibeho. Sientan el frescor de ese continente, el amor que Me entregan los corazones más sufridos de África.

Después de casi un año de trabajo en Mi amada África, la Señora de Kibeho cierra un ciclo para comenzar uno nuevo en los meses que vendrán, porque deseo ardientemente que Mis hijos hoy sepan que no Me he ido de África. Mi Corazón es África, el Corazón de la Madre de los Siete Dolores.

Pero hoy, hijos Míos, quiero que sepan que estoy allí presente y que, así como en Kibeho, cuento los días y los meses en la calma de este momento planetario, para poder llegar allí, así como una vez llegué a Ruanda.

Mis hijos de Angola ya son consagrados a Mi Corazón Inmaculado, así como todos los orantes y peregrinos que han colocado su fe en los Rosarios de Luz.

Cada cuenta colocada por sus manos sobre Mi imagen ha significado para su Madre Celeste, y sobre todo para Dios, una gran liberación en los planos internos del continente africano. Y aunque sé que muchas almas aún sufren en ese lugar y que solo esas almas saben lo que es el sufrimiento y el dolor, hoy a la Señora de los Siete Dolores, la Señora del Verbo, se le retiran las Siete Espadas de la agonía de la humanidad, para recibir en Su Corazón las esferas de luz convertidas en rosas brillantes y luminosas en los corazones orantes de África.

Quiero que sepan, hijos Míos, que Mi Plan para ir a África aún está en pie. Y de alguna forma llegaré y celebraremos ese importante encuentro, ese importante encuentro en el que Sudamérica y África se unirán, como un solo corazón y una sola consciencia, para poder sublimar el pecado de los hombres y el sufrimiento que aún existe en ese lugar.

La puerta de entrada que he escogido para retornar es Angola, porque es allí donde necesito que estén, no solo sirviendo y orando como lo hicieron en estos últimos tiempos, sino para que más consciencias del mundo comprendan lo que allí sucede y lo que significa la vida infrahumana.

Yo les traigo, hijos Míos, la posibilidad y la oportunidad de que, a través de los méritos que alcanzó Mi Hijo, África se vuelva a reconsagrar a Mi Corazón Inmaculado y que lo que no le escucharon a la Señora del Verbo en Ruanda, que fue una advertencia maternal en este ciclo final, lo puedan escuchar en las palabras de la Madre de Dios, para que se puedan cumplir los frutos de su conversión y redención.

Para que todo eso sea posible, hijos Míos, vengo a pedirle al mundo que coloque en su oración ese propósito y su amorosa colaboración, para que los Sagrados Corazones puedan tocar el suelo africano una vez más.

Hoy a Mi derecha y a Mi izquierda, hijos Míos, están las almas inocentes del genocidio de Ruanda. Y quiero, deseo y les pido que, en este momento, en nombre de la humanidad entera, por lo que eso significó y representó para Dios, ofrezcan silenciosamente una penitencia por la reparación de Nuestra Señora de Kibeho.

Los escucho internamente.

Mientras Me hacen esa oferta, hijos Míos, Yo puedo seguir penetrando en los lugares más oscuros del mundo, en donde el sufrimiento aún sigue sucediendo y los corazones no se pueden liberar.

En este momento y en esta hora, en los que su Madre Celeste llega del Cielo como la Señora del Verbo, Nuestra Señora de Kibeho, como la Madre de toda África, es en el que abro aún más Mi Corazón Inmaculado ante el mundo entero y ante todas las almas, para recibir la oferta de reparación y de perdón.

Porque por más que no hayan tenido responsabilidad directa sobre los acontecimientos, la humanidad es única y siempre será única ante los Ojos de Dios. Eso los hará crecer en consciencia y en madurez a fin de que los ultrajes e indiferencias no se repitan.

África aprendió sobre esa lección de vida, pero aún África espera por la llegada de los Mensajeros de Dios, por última vez, como preparación del Retorno de Cristo.

Hoy no estoy solamente con ustedes aquí, sino también en este momento estoy en África derramando sobre esos pueblos el Amor de Dios y la Gracia de la reconciliación y de la cura.

Mi silencio trabaja aún más profundamente en las almas necesitadas. No se olviden que también Soy la Madre del Silencio y que, ante los eventos del mundo en estos tiempos cruciales de la humanidad, Yo regreso aquí para que Mis hijos no se sientan solos ni desamparados, para que sepan que estoy aquí de la misma forma que estuve con Mi Hijo a los pies de la Cruz, hasta el último segundo de Su vida, hasta el último segundo en el que Él expiró, su la última y gran entrega por todo el género humano hasta los tiempos de hoy.

Eso es un gran misterio, el misterio del Amor del Hijo de Dios. Con ese Amor Él Me envía al mundo para anunciar Su petición y el deseo ardiente de la Madre de Dios de regresar a África una vez más, así como Yo fui a Kibeho para llevar consciencia y discernimiento a Mis hijos, para poder salvar a la mayor cantidad de almas posibles, cuya mayoría no fue posible salvar.

Y ese es uno de Mis principales dolores por África, porque no son los pueblos los que se agitan o se enfrentan, son los que están por encima de esos pueblos los que provocan la maldad en el mundo y la desesperanza en muchos corazones.

Pero aunque eso suceda, hijos Míos, la fe de los más inocentes, humildes y simples, nunca se perderá, porque esa fe no solo será una fortaleza para Mis hijos de África, sino también será el puente por el cual Yo descenderé del Cielo para encontrarme con cada una de sus almas.

La tarea realizada a través de esta Obra en Angola fue un primer paso, pero no será el último. Muchos más pasos deberán ser dados y muchos más serán llamados a asumir, en Mi continente amado de África, el alivio del sufrimiento, la cura de la inmoralidad, la esperanza de los que sufren, porque solo el amor puede curar el dolor.

Hoy celebro todo lo que sucedió en Angola a través de esta Obra, porque los verdaderos frutos internos son depositados a los Pies del Creador por la Señora de Kibeho. Y esa oferta, esa profunda ofrenda, fue aceptada por su Padre Celestial, los méritos del esfuerzo, del servicio, de la cura, del amor, de la renuncia, de la fraternidad, de la generosidad, del desapego y, principalmente, de la transmutación.

Por esa razón hoy regreso aquí, para que el mundo sepa y tenga consciencia de cómo, con tan poco, se puede hacer mucho en el mundo; porque las verdaderas herramientas que ustedes necesitan, hijos Míos, son internas, y cuando son bien utilizadas la Providencia Divina llega milagrosamente. Así lo vivió la Sagrada Familia y hoy ustedes lo viven Conmigo.

Por eso, siempre deben agradecer cada día que despiertan, cada día que reposan sobre un lecho limpio y cómodo, cada vez que el agua de las nacientes de la Tierra lava sus cuerpos, cada vez que frente a ustedes hay un alimento para poder nutrir sus células; y principalmente, hijos Míos, tienen que agradecer por el Amor de los Mensajeros Divinos, en este lugar y en todos los corazones que han sido agraciados, bendecidos y colmados por Nuestras Apariciones.

Deseo que lo mismo suceda en África y comience en Angola. Hay mucho por hacer en ese lugar, muchas puertas por abrir en otras partes de África que claman por Mi Presencia y por la Presencia de Mi Hijo. Eso será posible a través de ustedes, hijos Míos, sabiendo que en este tiempo son llamados a vivir el servicio por la humanidad, por el planeta, por el alivio del sufrimiento.

Es tan simple lo que les pido, que se los vuelvo a repetir.

Así como África espera Mi llegada algún día, también Asia espera Mi llegada, al igual que Oceanía. La peregrinación aún está pendiente, aún espera su realización cuando esta pandemia termine. Rezo todos los días por ese fin: por la cura de los que sufren la pandemia y para que esta termine.

En este momento y en esta hora, hijos Míos, dependerá de su respuesta consciente que algún cambio pueda, finalmente, suceder en toda la humanidad y que no vuelvan a la normalidad de los tiempos de la ilusión, sino que ingresen, como en otros tiempos, en el ciclo de la concientización y de la fraternidad.

Les agradezco ahora por su penitencia. También fue acogida por Mi Inmaculado Corazón, así como la de todos los corazones que, en este momento, en diversas partes del mundo, escuchan Mi llamado.

Hoy quiero llevar Mi Paz a África. En este momento no existen distancias en el tiempo ni en el espacio, porque Yo estoy allí con Mis queridos hijos, los que verdaderamente sufren la situación mundial.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En este momento, Nuestra Divina Señora está mostrando un rosario formado por rosas, y Ella nos dice:

 

Estos son los frutos, las oraciones, las súplicas y el amor de Mis hijos de África. Este es el Rosario que hoy llevaré a Dios para que Él lo reciba. Lo pondré en Sus Manos para que Nuestro Padre Celestial, con inmensa alegría, lo coloque sobre Su Cuerpo como símbolo espiritual de la cura del sufrimiento, del amor por sobre todo mal.

En esta noche, hijos Míos, también acojo la consagración de las familias del mundo a Mi Inmaculado Corazón, por medio de la respuesta que fue dada a Mis pedidos. Hoy estoy con cada uno de esos corazones que atendieron a Mi llamado.

Por último, quiero decirles que, así como es importante la peregrinación en África en los próximos tiempos, también es importante para Mí la peregrinación más osada de todas, en Asia y en Oceanía, en la cual hoy incluyo a Filipinas.

Si ustedes Me dan lo más simple y verdadero, Yo también les entregaré lo más simple y verdadero que tengo, que son Mi Presencia y Mi Corazón.

Hoy, la Señora de Kibeho irradia Su Luz y Su Gracia sobre África, consumando esta importante tarea realizada en los últimos meses en Angola y en toda África no solo en el plano material, sino también en el plano espiritual.

Y es así que ofrecemos al Padre los aprendizajes y experiencias vividas durante estos últimos tiempos en Angola.

Aspiramos y afirmamos en este momento, hijos Míos, la continuidad de esa sagrada tarea, para que, a través del amor, curen todo dolor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora se eleva con el rosario en Sus manos. Y en esa elevación y asunción de María, escucharemos, en este momento a Su pedido, la canción “Lady of Kibeho”, como última oferta de nuestros corazones por nuestros hermanos de África.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El mundo vive su calvario, vive su cruz, pero Yo les traigo la solución para todo esto.

El Rosario es vuestra salvación, es el instrumento poderoso e inquebrantable de Dios, que su Madre y Sierva fiel utilizó durante mucho tiempo mientras estuvo aquí en la Tierra.

Desde Mi Corazón surgió la escuela de la oración del corazón, que es la que Yo necesito que esté viva en ustedes, que vivan esa escuela interior todos los días para que Mi Corazón Inmaculado siga triunfando en sus vidas y en el planeta.

Es a través de los grupos de oración, es a través de los corazones orantes que Yo puedo venir al mundo. No existe otra razón para estar aquí en este momento.

Su oración es la puerta que se abre para Mí, para que Yo pueda descender al mundo y, mientras estoy con ustedes, Yo pueda socorrer a los que lo necesitan en esta hora culminante de la humanidad.

Hoy vengo revestida de celebración, pero también de paz y de esperanza, sabiendo que en el mundo hay muchos hijos Míos que sufren los efectos de la propia enfermedad que ha generado el planeta.

Pero esto pasará. Rezo por ustedes, por las naciones y por todo el planeta porque espero, como Madre, que la humanidad aprenda esta lección, que la pueda superar y que la pueda grabar en su consciencia para que no vuelva a suceder; porque por más que el Apocalipsis se deba cumplir, Yo vengo aquí a interceder por ustedes, hijos Míos, por sus naciones, pueblos y familias, porque solo deseo la alegría y la felicidad del Cielo para cada uno de ustedes.

Su Madre Celeste es muy simple, tan simple y humilde, servidora incansable que se ofrece ante el Padre Celestial por cada una de sus almas, pero también se sirve de este momento, de este aniversario especial, para que una tarea planetaria se vuelva a cumplir en los planos internos, en donde es necesario verdaderamente de ayuda y de redención.

Yo los invito a unirse a Mí en esta cadena de oración en el mes del Santo Rosario para que en cada nuevo día, hijos Míos, ustedes puedan despertar, en su interior y en sus almas, el interés por esta poderosa pero simple oración.

Nuevamente, hijos Míos, contaré con cada una de sus cuentas y de sus oraciones en cada encuentro de oración que es transmitido a través de esta Obra.

Yo los invito, hijos Míos, a reforzar ese compromiso Conmigo como Hijos de María, como grupos de Rosarios de Luz, como todos los orantes de la Tierra que en este momento necesitan elevar al Cielo sus oraciones y súplicas, para que no solo esta pandemia termine, sino para que no llegue nada más al mundo que lo haga sufrir.

Les diré una verdad, cada vez que desciendo aquí, a la Tierra, siempre veo el sufrimiento del mundo, de millones de almas que aún padecen por sus propias elecciones, como también muchas almas inocentes que sufren por las elecciones de los otros. El sufrimiento tiene que terminar, hijos Míos, es posible vivir en la alegría y en el Amor de Dios.

Por eso, Yo estoy aquí como su Madre y Reina para que puedan renovar en esta noche sus votos, para que el Rosario, en cada día de sus vidas, sea el alimento imprescindible y espiritual para ustedes. Porque así, amados, beberán de la Fuente de Mi Gracia, beberán de la Fuente de la Misericordia de Dios, sus problemas terminarán, su fe se fortalecerá y serán Mis siervos, serán parte de la Legión de María.

Hoy, en este día 8 de mayo, en donde el Cielo toca a la Tierra, en donde Dios toca sus corazones, en donde los ángeles del universo se postran ante la Madre de Dios, vengo a invitarlos y a llamarlos para que a través de la oración del Rosario y de su consagración a Mi materno e Inmaculado Corazón formen parte de la Legión de María, de la orden orante de la Legión de María, una orden puramente espiritual de la que los ángeles del Cielo también forman parte, y muchos hijos Míos en el mundo que oran devotamente a Mi Corazón Inmaculado también forman parte de esa orden espiritual.

Mi Hijo Me ha pedido llamarlos a esto, invitarlos a este ejercicio espiritual, así sus almas, sus familias y todos sus seres queridos, también serán contemplados por esta orden espiritual de la Legión de María.

Necesito que espiritualmente, hijos Míos, por medio de la oración amorosa del Santo Rosario, lleven estampado sobre sus pechos el símbolo mariano de Mi Corazón, la “M” de María con la Cruz victoriosa de Cristo, rodeada por las doce estrellas de Mi Corona.

Ese es el símbolo de los legionarios de María.

Los invito a reforzar no solo su compromiso de la oración por la Paz en la Naciones, por Venezuela y por Siria, por Medio Oriente, por Timor del Este, por Corea del Sur, en este caso también por Japón y por China, para que el triunfo de Mi Corazón también se dé en esa parte del mundo, así como también se debe dar en África.

Todos son llamados a recordar lo que una vez les pedí y les solicité. La oración nunca los cansará, la oración los transmutará y los elevará.

Yo necesito formar esta orden espiritual en este tiempo final. La orden espiritual de la Legión de María también fue inspirada por los templarios que formaron la primera orden espiritual en la humanidad, así como por las santas mujeres que fueron las celadoras de las Reliquias de Cristo.

Los invito, hijos Míos, a ingresar en esta orden espiritual y angélica. Tendrán como intermediarios a sus Ángeles de la Guarda. Ellos están allí en silencio y en oración todo el tiempo, y sé que muchos no llaman a sus Ángeles de la Guarda.

Todos los tesoros, las llaves y las herramientas de la Jerarquía fueron dadas para ustedes.

Este es el tiempo no solo de los legionarios de María, sino también de los apóstoles de Cristo. Este es el tiempo de su actuación, de su definición y su momento de servicio espiritual por la humanidad.

Si Yo los he traído hasta aquí, en este tiempo definitivo y culminante del planeta, es porque necesitan, hijos Míos, llevar adelante esa misión espiritual.

Esa orden espiritual de los legionarios de María no tiene edad, no tiene requisitos, sino tres votos principales: devoción, compromiso y obediencia.

Hoy entrego a sus corazones, pero principalmente a sus almas, el símbolo espiritual de los legionarios de María, estampado en lo más profundo de sus corazones para que lo puedan recibir, reverenciar y aceptar en este momento, en donde todos los servidores de Cristo necesitan prepararse para lo que llegará.

Desde sus hogares y familias, pueden hacer muchas obras, aunque no lo parezca. Existen infinitas intenciones en la humanidad, así como existen infinitas necesidades en los cuatro continentes de este planeta que esperan por su ayuda e intervención.

En este mes de mayo, mes del Rosario, las puertas de los Cielos están abiertas por la oportunidad que fue concedida a su Madre Celeste para que la devoción a Mi maternal Corazón permita descender las Gracias y las Misericordias que en este momento muchas almas sufridoras necesitan, especialmente aquellas que han perdido la vida.

Hoy tengo a Mis pies al mundo y dentro de él a toda la humanidad y a las consciencias que son autoconvocadas para formar parte de esta Legión de María.

Mi deseo es que puedan dar respuesta a Mi pedido por medio de esta Obra, que Mi Hijo fundó por una importantísima razón espiritual y planetaria.

Así como deben dar respuesta a los pedidos que ya les hice en estos días, recibiré de brazos abiertos las postulaciones para la Legión de María, para que sus almas tengan la Gracia y la experiencia de vivir aún más la escuela de la oración.

Esta orden espiritual será fundamental e importante cuando su Madre Celeste ya no venga al mundo ni tampoco se aparezca aquí o en otro lugar del mundo.

La orden de los legionarios de María será la que sustentará la última parte de la transición planetaria.

Aquellos que quieren ingresar a la orden orante de María pueden postularse y Yo les daré como respuesta el símbolo espiritual de esta Legión por medio de esta Obra.

Será un ejercicio profundamente espiritual de cada uno de ustedes Conmigo, pero aquellos que se postulen y se dediquen verdaderamente a no ser solo Mis hijos consagrados por el Manto Celeste, sino que también se puedan dedicar a este ejercicio que hoy les presento, estarán Conmigo para ayudar en el momento más culminante de la humanidad, independientemente de donde se encuentren.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, Nuestra Señora está rezando por nosotros. Nosotros rezamos internamente junto con Ella para que se cumplan Sus divinas intenciones, por el triunfo de Su Corazón Inmaculado.

La oración del Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María es la oración de los legionarios de María.

A pedido de nuestra Madre, rezaremos algunas veces esta oración para que el eco de Su Voz y de Sus Palabras, de Sus pedidos e intenciones, lleguen a todos los corazones posibles en los cuatro puntos de la Tierra, mientras que nuestra Madre Divina abre Sus brazos y extiende Sus manos hacia nosotros, encendiendo la Luz de Su Inmaculado Corazón para recibir estas oraciones, que rezaremos ahora.
 

Inmaculado Corazón de María,
fuerza, luz, protección y esperanza,
en Ti nos renovamos, a Ti nos consagramos
para que seamos testigos, ahora y siempre,
del triunfo de Tu Inmaculado Corazón
en toda la humanidad.
Amén.
(se repite 3 veces)

 

Y Me elevo al Cielo en esta noche, también escuchando una oración especial que Yo misma inspiré, una oración que entre tantas, nació en Aurora, el Centro Mayor de Mi tarea planetaria con la humanidad.

Es así que, recibiendo esta oración en Mi Corazón y en Mi Alma, llevaré al Cielo las intenciones de los que se comprometan con el Santo Rosario en los tiempos que vendrán y de los que se postulen como futuros legionarios Míos.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Por la bendición y por la autoridad que Me ha dado Dios y Mi amado Hijo, Yo los reconsagro a Mi materno e Inmaculado Corazón para que puedan vivir los votos de la devoción, del compromiso y de la obediencia a Mi obra mariana.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Escucharemos “En el simple mirar”.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 81.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He llegado en un momento en el cual la humanidad sigue herida. He llegado en el momento en donde todo parece perderse, en donde la fe de muchos de Mis compañeros en el mundo se debilita, en el momento en donde nada tiene sentido. Llego en este momento importante de la humanidad, aunque difícil para millones de almas en el mundo.

A través de Mi Corazón Yo les traigo la presencia del Cielo y del Universo, para que puedan percibir y sentir que Yo estoy aquí con ustedes, aunque aún no llegó el momento de Mi Retorno al mundo.

Traigo para ustedes lo que cada uno de ustedes necesita en este momento. No es nada material, ni siquiera espiritual, es algo profundamente interior que es depositado en cada una de sus esencias para que aprendan, así como Yo les dije, a transitar en el fin de estos tiempos. Aún lo más culminante no llegó, y ustedes se pueden dar cuenta de eso.

Es momento de seguir con mucha obediencia la Ley divina, para que cada una de sus almas esté protegida bajo el Amor de Dios. Es momento de multiplicar el amor en los corazones que más sufren y padecen, porque en este escenario del fin de los tiempos, la humanidad por sí misma no sabe cómo se conducirá.

Por eso, Yo les ofrezco en este momento las Leyes divinas de Dios, desde los conocidos Mandamientos de Moisés, hasta los nuevos Mandamientos que Yo les he traído a través de los años, lo que Yo llamo de Bienaventuranzas.

Necesito que apliquen esas reglas en sus vidas porque, de esa forma, estará protegida la esencia de esta humanidad, aunque la mayoría no lo haga ni lo cumpla. En una menor proporción de la raza humana, esas reglas y Mandamientos se cumplirán e impulsarán a otros corazones y vidas a no solo alcanzar la bienaventuranza, sino también a perseverar en la fe y en la confianza de Dios.

Si Dios no estuviera con Sus ojos en este momento planetario, no hubiera enviado a Su Hijo en esta tarde. ¿Qué sentido tendría para esta humanidad?

El Amor de Dios está por encima de todas las cosas y situaciones, las almas tienen que volverse a Dios en este tiempo y no pueden demorar. Porque será en ese Amor del Padre en donde sus vidas se renovarán y así renovarán a todos los que están a su alrededor.

¿Qué esperan para poder hacerlo? Aún la puerta de la gran convocatoria está abierta, para que las almas sean impulsadas a vivir el apostolado de Cristo en el fin de estos tiempos, por medio de los impulsos y los dones que les trae el Espíritu Santo.

Atención compañeros, escuchen lo que les estoy diciendo, porque no son unas palabras más. Necesito que sean conscientes de que Mi tarea está terminando con ustedes. Y cuando eso suceda, ustedes deberán dar testimonio y ejemplo de que Yo estuve aquí, así como estoy en cada uno de sus corazones siempre que Me lo permiten. Porque es allí en donde prevalecerá la verdad, la sabiduría y el entendimiento que ustedes necesitan en estos tiempos.

Aunque la situación planetaria parezca difícil o imposible de revertir, no pierdan la fe y renueven sus votos y compromisos con el Padre Eterno. Él también tiene abierta la Fuente de Su Divina Misericordia, Su Océano de Amor y de Misericordia está vacío. Todos son invitados a sumergirse en ese Océano de Amor, de un Amor inmaterial y eterno.

Hoy estoy en paz por su respuesta para este encuentro de oración porque ustedes, por sí mismos, perciben que es necesario orar, orar y orar, para que en el mundo descienda una nueva oportunidad, más allá de lo que la Tierra y la humanidad deberá purificar.

Con todo lo que han aprendido Conmigo, compañeros, vivan su apostolado conscientemente, que ya no sea una teoría, sino que sea una práctica. Que sean capaces de ir más allá de ustedes mismos por la humanidad y por el planeta, que hagan triunfar el Amor de Mi Corazón en el mundo y sobre todo en los que más sufren, en la gran soledad de estos tiempos.

Yo siempre vendré a colmarlos de todo lo que necesitan. Mi Amor no tiene fin ni forma. Por eso estoy aquí, como respuesta a su compromiso Conmigo, sabiendo que es el tiempo de la gran decisión.

Jesús acaba de abrir el Libro de la Sabiduría de Dios y una Luz muy fuerte salió de ese Libro, el cual tiene escrito todas las Voluntades del Padre. Contemplémoslo y reconozcámoslo para entender y comprender por qué Jesús lo trae.

Los profetas y los grandes patriarcas conocieron algo sobre este Libro que hoy está entre Mis manos, el Libro de la Sabiduría de Dios, lo que la humanidad necesita alcanzar para darse cuenta de que no solo deberá redimirse, sino también reconciliarse con el Proyecto Original que la creó. Mientras eso no suceda habrá tiempos difíciles. Pero no serán tiempos difíciles que duren para siempre, porque Yo vendré, retornaré y en Mis manos traeré ese Libro Sagrado de Dios, así como los ángeles traerán el Arca de la Santa Alianza.

Aún la Gran Revelación no llegó al mundo. Mi verdadera Faz solo fue conocida por algunos de Mis Apóstoles y ustedes eso lo saben. Cuando Mi Faz se revele a la humanidad en poco tiempo, todo sucederá. No hablo de caos, de catástrofes, ni tampoco de sufrimientos, hablo del gran momento que cada una de sus vidas tendrá ante Mi Presencia Eterna y Cósmica.

Porque en ese momento y en esa hora, será cuando cada uno de ustedes estará ante la Mirada de Dios, para darle una respuesta definitiva. Y por algunos segundos, el mundo entero tendrá consciencia de lo que hizo durante su vida; toda la historia de su encarnación pasará por sus mentes y reconocerán cada una de las escenas y estarán ante su juicio personal.

Pero en esa hora la Bienaventurada Madre, la Virgen María, ya estará en oración, no solo por el mundo sino por cada uno de Sus hijos y bajo la autoridad que el Padre le concedió como Sierva fiel. Ella enviará a muchos de Sus ángeles para que inspire a las almas y las fortalezca en esa decisión.

Será en esa hora y en ese momento que Dios, antes de que retorne Su Hijo a la Tierra en gloria, abrirá el Libro en donde ha escrito la Voluntad para este planeta. Por un instante, la humanidad tomará consciencia de eso, pero también de todos sus pecados y errores cometidos a través de los tiempos, así como la agresión realizada a los Reinos de la Naturaleza.

Muchos corazones sentirán el grito del centro de la Tierra. Las entrañas se abrirán y lo oculto aparecerá. Y allí, ante esa visión y esa consciencia, Dios mostrará su Faz en los que lo sepan reconocer y amar, y delante de los arcángeles, sus almas podrán escribir en ese Libro la respuesta que Dios tanto espera.

El mundo parecerá perdido por su ilusión. Cientos de estrellas fugaces, grandes consciencias del Universo descenderán a la Tierra y todos las reconocerán, aunque no sepan de sus orígenes.

Dios, ante Su propia Voluntad y ante el momento culminante del planeta, que no está tan lejos, se postrará, para que en humildad la Fuente de la Suprema Fuente Divina conceda una Gracia universal para el planeta y para toda la Creación, y todos escucharán en su interior el Eco del Padre. Y aunque exista el corazón más cerrado en el mundo o el ateo más grande de la humanidad, ellos también escucharán, porque Dios entregará Su última Gracia para que las almas, los corazones y las personas recapaciten sus vidas y se rindan, esa será la hora de Mi Retorno al mundo.

Todo lo que hoy les entrego no solo son Mis últimas palabras, sino también Mis últimas revelaciones, porque hay una parte que aún la humanidad no puede saber.

Atesoren estos momentos. Reverencien estos encuentros, porque lo necesitarán.

Dios Me envía al mundo para poder levantarlo. Es urgente y es necesario para que la profecía de la conversión se cumpla.

Vengo a pedirles, nuevamente, la Comunión reparadora durante todos los días del mes de mayo, especialmente la Comunión espiritual, para que Mis últimos impulsos y palabras abarquen a más personas en el mundo. Aún una parte de la humanidad debe saber que Yo estoy aquí para recibirlos, para escucharlos, para absolverlos y para entregarles Mi Misericordia, lo que restaurará y curará sus vidas.

Todas las almas que han muerto, a través de esta pandemia en estos últimos días, han encontrado un lugar en los planos intermedios de consciencia, en donde ya no sufren, porque sus oraciones, en este día, alcanzaron la Misericordia para cada una de ellas.

Aún la Misericordia más profunda de Mi Corazón sigue actuando a través de la Pascua que aconteció en este año. Y a pesar de que ya pasaron algunas semanas, la Fuente de Mi Misericordia está abierta para que las almas se sumerjan en el océano de Mi Amor. Estamos en el tiempo de la última amnistía, valórenlo.

Celebremos este momento con el regocijo de encontrar la Verdad, el Camino y la Vida. Ofrezcamos este momento por la reparación del Corazón del Padre Eterno, en ofrecimiento de cada una de las oraciones y cánticos por esta actual situación planetaria, para que la Gracia de la cura y de la ciencia inspire a los científicos y médicos del mundo a encontrar la respuesta para esta situación.

Incienso.

Podemos traer el altar.

“Señor y Dios del Universo, que escuchas las oraciones de Tus hijos, que renuevas y consagras el alma y la vida de las personas, sírvete, Padre Eterno, de este momento para que Tu insondable Misericordia y Amor descienda a los lugares más necesitados de la humanidad. Amén”.

Que el Señor nos conceda la Gracia, en este momento, de vivir profundamente este Sacramento, para que más Gracias e impulsos de Luz lleguen a todos los corazones, en este ofrecimiento de la Comunión reparadora y de la Comunión espiritual con nuestro Señor.

Los invitamos a ponerse de pie o a arrodillarse.

Que el legado del Amor, de la Eucaristía y de la Sangre de Cristo pueda colmar, como un bálsamo de Luz, a la humanidad y a nuestro planeta. Amén.

Cuando estaba reunido con los doce, así como hoy estoy reunido con cada uno de ustedes, más allá de la distancia, los hago unificarse a Mí para que estén unificados al Padre y también al Espíritu Santo, Quien obra en este momento a través de sus Dones y Gracias.

Tomé el pan, lo elevé y di gracias al Padre por lo que Él Me estaba ofreciendo. Enseguida lo partí, lo entregué a los Apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

Tomé el Cáliz y realizando la misma oferta de Corazón, lo ofrecí al Padre para que fuera transubstanciado. Enseguida, lo ofrecí a los apóstoles, diciéndoles: “Tomen y beban, este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por los hombres para la remisión de las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Sean felices, dice Nuestro Señor, los que son llamados a servirse del Cordero, que fue inmolado y resucitó para darles vida eterna, vida en abundancia.

Oremos la oración que Cristo nos enseñó, para consumar esta consagración.

Padre Nuestro

Padre Nuestro (repetimos en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra y que la Paz esté en cada corazón. Anunciamos la Paz.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Repetimos en inglés.

Cuando Yo ya no venga al mundo para hablarles e instruirles, tendrán Mi Nuevo Evangelio para encontrar consuelo y fortaleza, pero especialmente tendrán Mi Cuerpo y Mi Sangre para poder sentirme y para que se puedan renovar.

En la bienaventuranza de la Gracia de Dios bendigo, en esta tarde, a todos los que participan de este momento Conmigo, el cual llevo grabado en Mi Corazón como un fuego de amor de cada uno de los corazones valientes y perseverantes. En ellos derramo Mi confianza.

Yo los bendigo y les agradezco. Que la paz esté en la Tierra y que la paz traiga la cura para toda la humanidad. Que así sea, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cerramos esta transmisión agradeciendo a nuestro Señor Jesucristo y a cada uno de los presentes.

Para cerrar esta transmisión vamos a agradecer:

Gracias, Señor, por cuanto nos das. En este encuentro Te honramos, Señor. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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