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Oh, Mi Santo Blanco Colibrí,
que visitas una de Mis tierras bendecidas
por la Santa Madre de Dios;
como un humilde peregrino
junto con todos tus hermanos,
tú vienes a Mi encuentro,
al Templo Sagrado de Mi Materno e Inmaculado Corazón,
para suplicarme en unión a Mi Hijo
por la paz en el mundo y por el fin de la guerra.
Oh, Santo Blanco Colibrí,
que vuelas alto para atraer hacia la Tierra
todas las Gracias del Cielo;
hoy, te concedo la Gracia que Me has pedido
desde el silencio de tu corazón.
Oh, Santo Blanco Colibrí,
te animo a seguir adelante,
llevando con firmeza la Palabra de Mi Hijo,
para que los corazones se sigan sintiendo aliviados
por tus gestos de cercanía y de fraternidad.
Hoy, estoy unida en súplica a ti,
para que el mundo se convierta y alcance la paz.
Desde este Sagrado Santuario de Fátima,
junto a los Ángeles del Cielo,
imparto Mi bendición, Mi Amor y Mi Paz
al mundo entero.
Que la Misericordia de Mi Hijo,
hoy, vuelva a descender a la humanidad,
a fin de que más heridas sean sanadas
y los corazones se reconforten.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En los planos internos existe una gran red de almas orantes que se unen entre sí a través de la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Esa unión se establece por medio de las intenciones más puras y de las súplicas más verdaderas que brotan del corazón de esas almas.
En este tiempo, ese trabajo interno se amplió debido a la necesidad del planeta y de la humanidad. El aumento de intenciones y de súplicas llega a los oídos de la Madre de Dios, para que todas las situaciones sean atendidas.
En esa gran red de almas de los planos internos existe una comunicación espiritual que se establece entre el ser orante y Dios. Esa comunicación es alimentada mediante la oración, la que mantiene abierta las puertas de los Cielos para que las Gracias puedan descender.
Todos los seres orantes son llamados a ingresar a esa gran red de almas devotas, que solo oran para que las diferentes realidades de la humanidad sean respondidas.
En todo esto, el universo angélico cumple una misión fundamental y lleva adelante la función de ser un importante intercesor entre las almas y Dios, para que se cumpla la Ley de la Misericordia y del Perdón.
Con cada oración sincera y verdadera un ángel del Señor puede interceder por una situación que, en muchos casos, sucede en otro lugar del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Ten fe, hijo Mío, en que las manos que oran se acercan a Dios, y tu alma es conducida a través del portal correcto hacia el Reino Creador.
Confía, hijo Mío, en que las manos que oran se unen al Propósito Mayor, y tu corazón vive la alianza con Mi Corazón de Madre y Protectora.
Alégrate, hijo Mío, porque las manos que oran reciben la bendición del Espíritu Santo, y el universo angélico se moviliza para ir en auxilio de tu vida, de todo tu ser.
Reverencia, hijo Mío, porque las manos que oran se unen al Amor de Dios y, tomando contacto con el Amor Divino, tu alma encuentra la paz y la fortaleza para seguir adelante, más allá de lo que aprendas en la vida material.
Regocíjate, hijo Mío, porque las manos que oran encuentran el camino directo hacia el Corazón del Redentor.
Sigue orando porque, al final de todo, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los protege,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy Me despido de ustedes porque en este día, después de tantas apariciones y milagros a lo largo del tiempo, finaliza la tarea diaria de su Madre Celeste. Un impulso muy importante que, de tiempo en tiempo, Me permitió estar más cerca de Mis hijos.
Hoy termina este ciclo de mensajes diarios, después de estar con ustedes durante doce años. Mi Corazón sentirá la falta de venir diariamente, pero Mi Alma estará para siempre con todos los que, con devoción y fe, responden a Mi llamado.
Hoy, un día antes del 8 de agosto, antes de cumplirse un ciclo tan importante para la humanidad, los invito, hijos Míos, a recordar las Palabras de Mi Hijo, de San José y de su Madre Celeste, porque en ellas hemos dejado los tesoros más grandes de la Fuente del Conocimiento para la humanidad.
Por medio de la lectura y del estudio de los mensajes de los Sagrados Corazones, encuentren la respuesta y el sentido espiritual de todo lo que les hemos dicho en los últimos doce años.
Que este tesoro sea reconocido por cada uno de ustedes, para que siempre lo tengan presente, y así sus vidas sean el propio testimonio de conversión a través de la Instrucción de los Sagrados Corazones.
Queridos hijos, en este día agradezcamos de corazón, que ese agradecimiento sea verdadero en cada uno de ustedes, para que la humanidad pueda seguir siendo bendecida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En el próximo mes de mayo, mes del Santísimo Rosario, su Madre Celeste ofrecerá Su materno e Inmaculado Corazón que, siendo expuesto al mundo entero, se entregará por amor a Sus hijos a fin de que este momento planetario se pueda revertir, al igual que la situación que viven muchas almas a causa del encierro y de la cuarentena.
Por ese motivo los invito, hijos Míos, a que tengan consigo una imagen del Inmaculado Corazón de María para que, durante el mes de mayo, mientras rezan el Santo Rosario en sus casas y con sus familias, puedan venerar y contemplar a Mi Corazón Inmaculado, como refugio para los desamparados y alivio de los que sufren.
Deseo que cada hijo Mío, ante la imagen del Inmaculado Corazón de María, durante todos los días del mes de mayo, realice su oferta más sincera, y pueda sentirse contenido y protegido por el Amor inmaculado de Mi Corazón.
Los invito a difundir este pedido, porque Mi deseo de Madre es que, durante el mes de mayo, Mis hijos puedan sentirse dentro de Mi Corazón maternal para que Yo les pueda dar lo que cada uno necesita en estos tiempos definitivos.
Invito también a los orantes y a sus familias a que envíen fotos junto a la imagen del Inmaculado Corazón de María, para que sean compartidas durante los eventos de los días 13, 21 y 25 de mayo. Así, una gran red familiar se establecerá entre los corazones devotos del mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Confía en que Mi Inmaculado Corazón te dará la fuerza espiritual e interior que necesitas para saber atravesar el fin de los tiempos. Pero, has de saber que no todo se destruirá, porque la Ley corrige, pero no lastima. La Ley eleva y le da claridad a la consciencia sobre la realidad.
Por eso, confía en que Mi Inmaculado Corazón te dará la fuerza espiritual e interior que necesitas para saber atravesar el fin de los tiempos. Porque, a pesar de que la mayoría de las almas despierten de manera abrupta a lo que desde siempre estuvieron dormidas, esto llevará a que la humanidad viva un proceso de cambio que en algunos casos será intenso.
Pero Mi Corazón Inmaculado, que todo lo soporta, te dará la fuerza espiritual e interior que necesitas para saber atravesar el fin de los tiempos.
Anímate a caminar a Mi lado, tomando fuerte Mi Mano y con la otra mano sosteniendo el rosario con la oración del corazón, sin esperar resultados, solo haciéndolo por amor, a la paciente espera de la Voluntad Divina.
En esa entrega, que es incondicional y sincera, vivirás ese cambio también en tu consciencia.
Confía, porque Mi Inmaculado Corazón te dará la fuerza espiritual e interior que necesitas para saber atravesar el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vuelves a la tierra en donde una vez nació tu pureza íntima y esencial.
Vuelves a la tierra que el Cielo, todos los ángeles y la Madre del Sol bendijeron.
Vuelves a la tierra en donde muchos testimoniaron que el don del amor y de la inocencia era el camino seguro para retornar a Dios.
Vuelves a la tierra en donde reina el poder de Mi Inmaculado Corazón para toda Europa y el mundo.
Estás ante el Santuario del mundo y el altar del ofrecimiento de la humanidad.
Estás casi a las puertas del Reino de Lys, Reino que te recuerda el retorno hacia tu pureza esencial, hacia la esencia de la Unidad de Dios.
Retornas a la casa que una vez visitaste, la Casa de María, la Reina del Rosario.
¡Alégrate, hijo Mío!, estás en los brazos de tu Madre Celeste y de allí nadie te podrá apartar, porque es Mi designio que Me acompañes en esta sagrada y victoriosa misión dentro de Europa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
No temas que yo desate los nudos más profundos de tu consciencia, alégrate porque está próximo el fin de tu cautiverio interior.
Nada podrá oponerse a la liberación y a la redención de tu ser. Si Yo estoy aquí y soy tu Madre vivirás, por encima de todo, lo que Dios ha pensado con tanto amor.
Si Yo puedo desatar los nudos de tu consciencia, tu ser encontrará la paz, llegará a ver el motivo principal de estar en Jesús y Jesús estar dentro de ti.
Ya no te sometas más a ti mismo. Cuando el mayor dolor o aflicción emerge desde tu consciencia, es señal que un nuevo paso se dará. Ya no pienses que retrocedes o que te detienes, eres parte de un proyecto redentor pensado por Cristo para la liberación y la salvación de las almas.
Cree, por encima de ti, que cada etapa es parte de un propósito y que cada aprendizaje es la posibilidad de dar grandes pasos en el amor y en la paciencia.
Sostente en Mí y Yo te tendré en Mis brazos; y todo lo malo pasará, porque el amor que puede brotar de ti disolverá los espejismos, y el camino de la vida se iluminará al recibir la Gracia de la liberación de los nudos de la consciencia.
Fortalécete y camina, camina a Mi lado. Una buena y dulce Madre nunca abandonará a sus hijos porque el propósito maternal es que tú seas parte, algún día, del Reino de Mi Inmaculado Corazón. Confía.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Como sé que ustedes querrán saber, Dios me dará a conocer al mundo después que se cumplan diez años de Apariciones continuas. Luego de eso, muchos darán testimonio vivo de Mi presencia entre ustedes y, principalmente, el Santo Padre me reconocerá como la Señora del Gran Misterio, diferente de lo que hace ya treinta y tres años sucede en Medjugorje.
Para ese momento muchos de ustedes ya no estarán y Mi tarea, que ahora es grupal, será asumida por cada vidente en continentes distintos, pues Mi último llamado será que ellos den a conocer al mundo Mi mensaje final. Ese mensaje final es este, el que les estoy entregando mes a mes, así muchos corazones se prepararán para el retorno esperado de Cristo y todo lo que hasta ahora parece un misterio, pasará a ser una viva revelación para la humanidad actual.
Por eso Yo, en el último tiempo vendré a pedir a la humanidad la consagración de todos los hogares al Inmaculado Corazón; así cuando Yo ya no esté entre ustedes Mi Luz, que proviene del Cielo, se derramará sobre vuestras familias y de esa forma estarán protegidos de los tres días de oscuridad.
Llegado ese momento, Yo Me mostraré por última vez a millones de personas y aquellos que no creyeron en la Mujer Vestida de Sol, por el giro luminoso de Sus doce estrellas sobre la Tierra se convertirán y recibirán como última oportunidad la absolución y el perdón de los pecados.
Esta obra como tantas otras que Yo he realizado por el bien y la paz de la humanidad, quedará grabada en la memoria de todos los que por sus esfuerzos admiraron el poder de Mi Inmaculado Corazón; así, antes del gran ciclo de tribulación, el mundo entero tendrá un tiempo más de paz.
Pero ahora llegó el tiempo de la preparación. Yo los llamo para concretar en vuestras vidas el espíritu de la oración permanente y de la caridad; esto demostrará, después de mucho tiempo, los visibles resultados en vuestros corazones.
Deseo ahora decirles que el don de vuestro grupo es el amor verdadero a Dios, amor que los ha traído para que estén entre Mis brazos de Madre.
Queridos hijos, es ese amor que algunos sintieron en sus corazones el que me ha permitido hoy estar aquí y revelarles este secreto de final de tiempo. De vuestros frutos, nacerán nuevas semillas en el futuro; abran las puertas de vuestros universos internos para que nuevas almas se puedan servir del manantial de Gracias que ha sido derramado sobre ustedes en estos últimos años.
El Padre siempre infundirá Su Fe en vuestros corazones. En cuanto el mundo entero cruza el ciclo de su última transición, Yo vengo a pedirles que sean testimonios vivos para los que no creen, y especialmente recen todos los días de corazón por los que se pierden en manos del enemigo. De esa forma, por vuestras plegarias, ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!
En esta noche les agradezco por acompañarme. Estos días compartidos con todos Mis hijos orantes, fueron dádivas celestiales generadas para los no rescatados, de esta forma el Plan de Dios se cumple.
Los bendigo y los guío.
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Antes del momento de la Aparición, María manifestó algo importante sobre esta región.
Cuando la Virgen descendía del Cielo, también descendían doce palomas de fuego, las cuales se colocaron sobre la casa formando un círculo. Cada una de las doce palomas irradiaba un rayo de luz diferente, que se manifestaban como rayos de diferentes colores y tonos. Esos rayos de colores venían del universo y descendían directamente sobre las doce palomas.
En ese momento percibimos que era algo espiritual que estaba sucediendo en nuestras consciencias.
También la Virgen María, a través de ese acontecimiento, congregaba en los planos internos a los hermanos de los diferentes grupos de oración que hoy no pudieron estar aquí presentes.
Cuando Nuestra Señora apareció sobre nosotros, primero aparecieron Sus brazos de luz abriéndose hacia nosotros, después aparecieron Sus manos y, en cuanto Ella las abría, salía una luz celeste de Sus palmas. Después terminó de aparecer Su silueta de luz y, al final, la Virgen María apareció bien nítida, bien clara. Lo que más nos llamó la atención fue el brillo de Sus ojos celeste turquesa, muy luminosos.
Ella nos miraba con atención, en silencio, con mucho amor de Madre. Después la Madre Divina comenzó a derramar Su luz sobre esta casa y se mostraba alegre, feliz y al mismo tiempo estaba serena; estaba a gusto por hoy estar aquí con nosotros.
Cada vez que Ella nos transmitía ese sentimiento, Su vestimenta se iluminaba de luz clara y transparente. Hoy Ella apareció vestida con un velo blanco, se veía una parte de Su cabello peinado con raya al medio. Tenía un manto celeste, una túnica rosa y un cinturón dorado. Todo el tiempo tuvo Sus brazos extendidos hacia nosotros. Su rostro era rosa claro y Sus ojos turquesa eran muy brillantes.
Queridos hijos Míos:
Vengo del Cielo a vuestro encuentro, con el propósito de que amen mucho más de lo que han amado hasta ahora. Yo les vengo a enseñar todos los días a caminar en la fe del corazón, para que a través de la presencia de Mi Hijo, sean Mis apóstoles de la verdad, de la caridad y de la paz.
Como Vuestra Madre Santísima, a cada uno de ustedes le he entregado una misión espiritual, la cual es vista por Vuestro Padre como una misión interior y más íntima, unida a Mi Inmaculado Corazón.
El Señor desea de este grupo una devoción más amplia, pues ahora este será vuestro don como grupo de almas; el camino de vuestra devoción a Mi Corazón Inmaculado será el que permitirá realizar las obras que Yo tengo previstas a través de vuestros corazones.
Mi abrazo de Madre y Mi maternal consolación los acompaña día y noche. Les pido que ya no lloren más, que vuestras lágrimas sean de alegría, de compasión y de amor por todos los que tienen sed del verdadero amor de Dios.
El Padre espera de vuestro grupo una devoción ardiente, capaz de remediar los dolores que muchas almas sienten por la falta de amor y de oración.
Yo les enseño, Mis queridos, a caminar en la verdad y en la unión predilecta con Mi Amado Hijo. Él me envió como Mensajera para vuestras vidas, para recordarles el compromiso que asumieron desde el principio con el Padre Eterno.
Por eso hoy vengo a pedirles como misión que ustedes, Mis queridos, y con la ayuda de todos los grupos de oración de San Pablo, levanten una ermita en lo alto de la Colina de las Apariciones, si fuera posible para el mes de septiembre. Esta ermita será dedicada en honor y gracias al Cristo Glorificado; ella propagará especialmente la fe por el esperado retorno de Cristo.
Si cumplieran con este pedido, Yo prometo bendecirla el día 25 de septiembre de 2014 y, en honra al Sagrado Corazón de Jesús, abriré sobre ella una Fuente de Gracias y de conversión.
Toda alma que se aproxime en peregrinación hasta la ermita del Cristo Glorificado en lo alto de la Colina, será bendecida en los últimos días de su vida por la intercesión de Mi Inmaculado Corazón y, en el día del Gran Juicio, Yo responderé por ella ante las preguntas de Mi Hijo. Después de muchos años, esta Obra Mariana que Yo llevo adelante en Minas Gerais, Brasil, triunfará y los no creyentes creerán en Mi presencia.
Quien rece con devoción dentro de la Sagrada Ermita de Jesús Glorificado, será escuchado al igual que es escuchado el canto de los Santos Ángeles.
Agradeceré por esta colaboración; siempre todo será por la salvación de la Tierra y de los reinos de la naturaleza.
¡Les agradezco desde ahora por responder a Mi llamado!
Gracias por acogerme en vuestros corazones.
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más