- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimoprimer poema
Señora eterna de la Luz,
poder invencible e inmaculado,
sostén de los que necesitan de Ti,
Amor divino de los que lo buscan,
haznos descubrir a Dios en nuestro interior,
para que cualquier adversidad o desafío,
sea superado por el auxilio espiritual
que Tú nos das, Divina Madre.
Te pedimos en este día,
que nos guíes siempre hasta Tu amado Hijo.
Que, en el servicio incondicional de nuestras vidas,
podamos reconocer el Rostro de Cristo.
Que, en cada oportunidad de donarnos,
comprendamos la importancia
del Plan de Amor por la humanidad.
Así, Santísima Madre,
estaremos libres de nosotros mismos,
para que, a cada nuevo día,
nuestra entrega y oferta,
sea cada vez más profunda.
Querida Madre,
protege cada uno de nuestros pasos.
Ayúdanos a encontrar la humildad y el silencio,
en cada ritmo de la vida.
Porque aspiramos imitarte
en la contemplación y en la oración silenciosa.
Para eso, Madre,
nos rendimos ante Ti,
a fin de que Tu purísimo Corazón
nos bendiga para siempre.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Octavo poema
Amantísima Reina del Cielo y de la Tierra,
a Tus humildes pies, dejamos nuestras vidas y corazones,
como ofrecimiento sincero de todo nuestro amor por Ti.
Queridísima Madre del Universo,
gran Espejo de la Misericordia de Dios,
ayúdanos a ser merecedores de las Gracias del Cielo.
Establece, dentro de nosotros,
el Propósito Divino de la Creación,
para que nuestras consciencias representen
al menos una pequeña parte del Infinito
y del gran Plan de Rescate de la humanidad.
Somos Tus siervos, Virgen Santísima.
Somos los que en oración nos ofrecemos
para estar vigilando a Tu lado,
a fin de que se cumplan las promesas de Cristo
en todos los corazones posibles.
Madre, quítale la sed
a los que tienen sed de la Luz y del Amor de Cristo.
Madre, alivia el corazón de los que se desesperan.
Trae para cada uno de nosotros
el universo del Amor de Dios,
para que nos sintamos colmados
de la fuerza y del poder de la Misericordia Divina.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Nunca se olviden del poder que tiene la Fe. Ella es como una llama que ilumina el fin de estos tiempos.
La Fe es un principio superior que los puede sostener y los mantiene en contacto directo con Dios.
La Fe es inmutable y no pasajera. Sus bases provienen del Espíritu Santo y ella actúa en todos los niveles del ser.
La Fe es cultivada por la oración, la que despierta la Fe y la confianza en lo que es espiritual e invisible.
En la Fe existen vertientes importantes que los llevan a encontrar la caridad, la solidaridad, la armonía, la fraternidad y la compasión, entre otros principios internos que hacen de una persona una consciencia capaz de reconocer la Gracia que trae la Fe y la oportunidad de que, a través de la Fe, el ser pueda reconciliarse consigo mismo y con el universo.
Por eso, la Fe es una poderosa corriente que nunca termina, porque no es algo que sucede una sola vez, la Fe es algo interminable. El alma puede estar en comunión con la Fe todos los días de su vida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día, en el que el océano infinito de la Misericordia de Dios se expresa a través de Su amado Hijo, las almas que fueron congregadas por la Luz curadora de San Rafael Arcángel, ya se encuentran recibiendo la asistencia espiritual e interna que necesitan.
Mientras tanto, el Arcángel Rafael envía a Sus ejércitos para que recojan a las almas más miserables, las que quedaron presas de la ilusión y del error. Por medio de la oración de este día, esas almas reciben una nueva oportunidad de tomar consciencia sobre la vida y el propósito por el cual están aquí.
San Rafael Arcángel llega a los espacios de la consciencia planetaria, en donde la mayoría de los seres humanos solo conocen el dolor y el sufrimiento, y a través de la luz de las oraciones de los corazones pacificadores, esas almas también son retiradas de esos niveles de consciencia para que puedan ingresar, por medio de la Divina Misericordia, en la Fuente de la cura y de la restauración.
Continúen orando a San Rafael Arcángel para que el fin de esta pandemia libere a los corazones de la opresión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy tuve la dicha de escuchar a Mis hijos pidiendo por la cura de la humanidad y por el fin de la pandemia.
Confiemos en que, a través de este primer día de la novena, en los planos internos, las almas más necesitadas ya fueron congregadas por el amor de San Rafael Arcángel para ser ayudadas y aliviadas.
A través de la novena, los orantes irán ingresando en los diferentes niveles de la necesidad planetaria, y sus oraciones y canciones serán el puente que se construirá entre el Cielo y la Tierra, puente que San Rafael Arcángel utilizará para llegar a la Tierra y auxiliar a la humanidad.
Desde ahora, todos los ejércitos de San Rafael Arcángel se preparan para llegar al planeta y comenzar a trabajar, en los planos internos, durante estos próximos ocho días.
La unión y la adhesión de los corazones orantes fortalece el espíritu de cura en la humanidad y así, el planeta es también aliviado.
Como Madre de todos, estaré acompañándolos en oración y en súplica.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día, nos situamos en oración e introspección en las proximidades de la ciudad de Jerusalén, en preparación para acompañar a Nuestro Señor en el importante momento de Su entrada triunfal en Jerusalén.
Así como siervos despojados y apóstoles de Cristo, nos colocamos a los Pies del Maestro, para expresarle nuestro amor y apoyo incondicional ante la tarea espiritual y divina que será realizada durante la Semana Santa.
Con una actitud madura y adulta, nos comprometemos a seguir las huellas del Pastor para que, desde cerca, podamos acompañar la dolorosa Pasión del Señor y, unidos a Él espiritualmente, seamos llevados a encontrar el sentido espiritual y oculto de toda Su experiencia vivida en aquellos tiempos.
Mediante un acto de devoción, reconozcamos nuestra filiación con el Padre Eterno a través de la Presencia de Su Hijo y así afirmemos, dentro y fuera de nosotros, el cumplimiento de la Obra Redentora de Cristo en la Tierra, para que más almas y corazones sean retirados de la ilusión mundial y alcancen la gran consciencia del despertar.
Recemos para que el amado Señor lleve adelante Su Plan de Salvación y de Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En tiempos de epidemias que reine la oración, para que la propia oración sea el escudo espiritual y material que los proteja junto a sus ángeles de la guarda.
Que, en este tiempo, sus corazones reconfirmen su compromiso con la oración, porque la humanidad y el planeta lo necesitan.
Para que esta epidemia sea disuelta de la consciencia del planeta es necesario, hijos Míos, que solos, en familia y en sus hogares se construyan altares de oración, a fin de que la situación actual vuelva a su normalidad.
Por eso, concéntrense y no se distraigan, vayan a la fuente correcta y les aseguro que comenzarán a conocer los poderes sublimes de la oración.
Refuercen el importante compromiso con el Santo Rosario y hagan del Rosario el arma de defensa contra toda oscuridad y tribulación, porque de esa forma sus familias también serán amparadas y no les faltará la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo e hija Mía:
Nunca dejes pasar un momento de oración diaria.
Defiende, de ti mismo, el cumplimiento de las oraciones, porque el Padre, a través de ese ejercicio, conseguirá transformarte y así transformará el mundo.
Cumple, en obediencia y sobre todo con amor, tus liturgias diarias, y así estarás siendo amparado y protegido por el Espíritu Santo, porque los ángeles te acompañarán y verterán sus Gracias sobre ti para que siempre seas bendecido.
Comprométete con la oración diaria. Recuerda que no solo lo haces por ti, sino también por el planeta.
La oración mantendrá tu consciencia elevada y libre de expectativas.
En la simplicidad del corazón, estarás cumpliendo y viviendo los designios de Cristo.
Deja que la oración sublime tu ser y toda tu consciencia.
Ábrete para que, cada día más, tú puedas profundizar en el misterio de la oración.
Haz la vida orante parte de ti. Todo el universo lo necesita.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La luz de los misterios emergerá hacia la superficie de la Tierra y las consciencias de la humanidad conocerán la Verdad.
Una Verdad que siempre estuvo allí, latente pero silenciosa, esperando poder emerger hacia la superficie, para que la raza percibiera que nunca estuvo sola en este Universo.
Pero cuando esa Verdad emerja, con ella vendrá la toma de consciencia de cada ser y todos se darán cuenta de las heridas que muchas naciones le ocasionaron al planeta.
En esa hora, todo quedará en evidencia y el planeta mostrará todo lo que ha sufrido a través de los tiempos, todo lo que también tuvo que soportar en silencio.
Porque cuando emerja la Verdad, la oración de los fieles devotos hará esa Verdad más contundente. Ella tomará una forma casi física para que ningún ser se confunda, para que todos puedan comprender lo que estarán viendo sin necesidad de que nadie interprete esos acontecimientos.
La Verdad que emergerá hacia la superficie traerá consigo muchas revelaciones. El ser humano se dará cuenta de todas sus fallas, al tomar conocimiento de la esencia de su propósito como ser y como miembro de esta humanidad.
Esa Verdad abrirá los ojos de los que siempre aspiraron a conocer lo que hay más allá de este mundo, pero el impacto de esa Verdad repercutirá en el conocimiento y en las creencias que cada uno tiene sobre la realidad.
Cuando la Verdad emerja hacia la superficie, Dios enviará un impulso más fuerte, para que toda la Tierra tenga la Gracia de poder rendirse y de reconocer sus fallas y, así, todo pueda ser reparado.
En ese momento, muchos mundos internos podrán retomar lo que dejaron pendiente en el Universo, y se colocarán disponibles para poder realizar lo que tanto esperaba el Plan de Dios.
La Tierra será restaurada de los abusos y de las dolencias que el ser humano le impuso durante décadas.
Así, la naturaleza se curará y ya no perderá el espacio que le corresponde desde el principio de la Creación.
Llegará ese momento, finalmente, después de que el propio planeta haya expurgado lo que le causa adversidad y dolor.
Ese tiempo y ese momento están llegando, por eso debemos orar para que más almas tengan la Gracia de no perder el surgimiento de la Verdad, momento en el cual nadie la podrá ocultar, no habrá arma que la destruya, nación que se le imponga o poder terrestre que la disuelva, porque la Verdad es única y ella está por encima de cualquier realidad material.
Prepárense para ese momento.
Es el tiempo de saber que llegará el despertar final, y todas las religiones deberán reconocer que se estacionaron en sus teorías y que se estancaron en sus dogmas, porque el amor que vendrá de la Verdad lo cambiará todo para siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Agradezco desde ahora, los esfuerzos que están siendo realizados por todos Mis hijos para llevar adelante el cumplimiento de las reglas que establecen las autoridades de los países para poder contener la situación actual de la humanidad.
Millones de hijos Míos pudieron percibir, en estos últimos días, cuán desconectada estaba la humanidad y cuán lejos estaba de Dios.
Este momento de recogimiento ayuda a cada uno de Mis hijos a detenerse por un momento y a replantearse la vida que cada uno lleva.
Pero, otros hijos Míos continúan distraídos con todo lo que no es evolutivo para sus consciencias. Debemos rezar por ellos, día y noche, para que tengan la Gracia Suprema del despertar.
Agradezco la iniciativa espiritual del ayuno y de la oración que fue impulsada por los argentinos, eso demuestra que al menos una parte del país está comprendiendo el mensaje que, a través de los acontecimientos, está llegando.
Es el momento de mirar hacia dentro de sí mismo para encontrar a Dios y prestar atención a este momento planetario de inflexión, en el que las almas tendrán la oportunidad de retornar al camino de Luz y de Misericordia que una vez abandonaron.
Que esas cadenas de oración y de ayuno, que en estos tiempos se ofrecen al Padre Eterno, los impulsen a mantener las puertas abiertas del Universo para que toda la Luz, el Amor y la Cura posible desciendan sobre la humanidad.
Estaré en oración interna junto a Mis hijos de Argentina y del mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy rezo con ustedes, hijos Míos, postrada en el suelo ante la Majestad de Dios, para volver a pedir por todos Mis hijos, y junto a los ángeles hacemos la ofrenda amorosa a Dios para que Él, en su insondable Amor y Piedad, tenga Misericordia del mundo entero.
Rezo, postrada en el suelo, por la humanidad enferma de espíritu, confundida y engañada por la mente, conmovida por sus emociones.
Rezo, junto a ustedes, para que todas las mentiras, que son provocadas y someten a la mayoría de la humanidad, se disuelvan por el poder de la Verdad, de la Verdad que cada uno es desde su esencia espiritual.
Postrada en el suelo, rezo por las naciones y por todos sus habitantes, para que las almas vuelvan a buscar a Dios y no a los ídolos de las comunicaciones ni tampoco a los fanáticos del fin de los tiempos.
Rezo, postrada ante Dios, para que la luz del discernimiento invada con su poder de sabiduría a todas las almas posibles para que, de esa forma, Mis hijos no vuelvan a ingresar en la cadena interminable de los sufrimientos.
Rezo, postrada en el suelo, por todos los que ocultamente promueven y generan el mal en la humanidad, a través de acciones globales que solo perjudican y atemorizan a la humanidad, para que la armonía y el orden interior se establezcan.
Rezo, postrada en el suelo, por los Reinos de la Naturaleza que son los que más sufren los efectos de la polución y de la contaminación del hombre. Algo que se agrava, día a día, y que ya no tiene retorno.
Rezo para que la consciencia del despertar impulse a Mis hijos a la conscientización y al respeto mutuo entre los Reinos menores y el hombre, para que la Creación tenga su espacio esencial y fundamental para poder regenerarse.
Rezo, postrada en el suelo, por todos los que sufren y por los que sufrieron en los últimos tiempos, para que esas almas apenadas alcancen la liberación de sí mismas y encuentren el camino del perdón y de la cura interior.
Rezo por la Iglesia de Mi Hijo, extendida por toda la Tierra, para que el Santo Padre tenga fuerza de determinación y valentía para poder expurgar del seno de la Iglesia lo que no es de Dios, así como Mi Hijo expulsó a los vendedores del Templo.
Rezo, postrada en el suelo, por innumerables causas, pedidos y súplicas.
Yo los invito a rezar junto Conmigo, en este día de Vigilia de Oración y en todos los días que vendrán porque, aunque no lo parezca, la oración será su arma de defensa contra Mi adversario y todos sus planes nefastos que él lleva adelante.
La oración será siempre fortaleza para sus espíritus y consuelo para sus almas.
Nunca dejen de rezar, porque así estarán protegidos y amparados de las consecuencias durísimas que vivirá el planeta y de las barbaridades que cometerán los anticristos.
Amen la oración y no se reconocerán. Así también ayudarán a todas las almas que sufren.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A medida que la consciencia tridimensional accede a la verdad del conocimiento guardado en el Universo Mayor, aún más la consciencia comienza a percibir la amplitud de la condición humana, que cada ser de este planeta necesitará transmutar y trascender.
Eso colocará a la consciencia ante el momento de decidir el camino que ella se determinará a seguir, sea el evolutivo o el involutivo.
Todo eso es algo dual, pero tomando consciencia de toda la realidad individual y afirmando la fe, el ser humano es capaz de lanzarse hacia lo que es verdadero, lo que alimenta su espíritu de valores espirituales y lo que, algún día, lo convertirá en una buena persona.
Ese momento de definición se llama transición interior y espiritual, pero no es el único. Vendrán próximas etapas, y esas etapas volverán a colocar a la consciencia ante el momento de volver a decidir por su propia vida.
Los que tienen el destino de seguir el camino de Dios siempre serán impulsados a cumplirlo por encima de toda dificultad y situación personal.
La propia determinación hace del servidor de Cristo una consciencia decidida a ir desprendiéndose de todo aquello que la ata al pasado.
La oración siempre será la llave que cerrará las puertas inciertas y traerá también el impulso de la elevación permanente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mis queridos hijos consagrados con el Manto Celeste de la Madre de Dios
Mis pequeños:
En este día especial, en el que el altar del corazón de cada hijo Mío es ofrecido en las manos de su Madre Celeste, se vuelven a renovar, por un año más, los votos internos de fidelidad ante el Padre Eterno.
Como parte de Mis ejércitos orantes en la Tierra, a los pies de la Madre de Dios son colocadas las rosas de la oración de cada Hijo de María.
Esas intenciones son recogidas en este día y son llevadas hacia los Altares Mayores del Cielo para que el Divino Padre las acepte y, conforme a Su Santísima Voluntad, Él derrame, aún más, Su Misericordia sobre un mundo y una humanidad dormida por la indiferencia.
Este día de renovación no es solo importante para la vida interior y espiritual de cada hijo consagrado con el Manto Celeste de la Madre de Dios, sino que también la ofrenda y la entrega de este 6.° Encuentro Anual de los Hijos de María, coloca a todos Mis hijos ante el ingreso definitivo en la última etapa del planeta.
La fidelidad, el amor, el servicio y la oración de cada hijo consagrado es lo que permanecerá como luz en el mundo cuando su Madre Celeste se recoja hacia las Esferas Celestiales.
Será la voz orante de los Hijos de María la que protegerá a las familias del mundo y a todos los desamparados, así como también la oración abarcará a la Creación.
Unidos de las manos, los Hijos de María serán los pilares que, en el momento de la gran batalla lucharán, a través de su verbo y amor, por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.
En este día, los preparo para ese momento, porque está próximo.
Que la Luz Divina del Amor de Dios bendiga y reafirme los votos internos de cada hijo consagrado para esta próxima etapa de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado y estoy muy agradecida por el Encuentro de hoy!
Siempre los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que la paz de Dios esté en ustedes.
Me alegra compartir este nuevo ciclo con ustedes. Después de los últimos once años, Su Madre Celeste consiguió profundizar en la tarea con las almas de la humanidad, muy necesitadas de consuelo y de amor.
A lo largo de los años, queridos hijos, ustedes aprendieron a conocer la escuela de la oración diaria, y eso concedió méritos ante el Padre Celestial y permitió, a pesar de cómo se encuentra la humanidad de hoy, que Su Madre Celeste pueda regresar por un ciclo más, para guiar y conducir por el camino de la redención a cada uno de Sus hijos.
Pero ya estamos en el ciclo final de todos los ciclos. Todo, hasta ahora, fue una importante preparación y, al mismo tiempo, fue un camino que los llevó a comprender muchos de los Misterios de Dios.
Ahora, ya es tiempo de que el resto de la humanidad conozca la verdad que habita dentro de cada esencia.
Llegó el tiempo de que la humanidad abandone la ignorancia y despierte a la realidad divina. Ese es el fin y el motivo de la llegada de Su Madre Celeste en este nuevo y último ciclo.
Sigan orando, para que lo que se debe construir se pueda construir, y así estén los pilares fundados para que Mi Hijo pueda retornar.
Los amo y los bendigo a todos, y desde ahora nuevamente les digo que:
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Nunca se olviden de rezar por los que están condenados espiritualmente y no lo saben, para que la Gracia de la consciencia y del despertar llegue a cada uno de ellos.
Hijos Míos, hoy les pido esto, porque la mayoría de la humanidad está en esa situación y si rezan por los que están condenados, estarán concediendo a su Madre Celeste la posibilidad de que intervenga por cada uno de esos hijos.
Ser condenado espiritualmente no es algo tan material, sino profundamente interno.
Por eso, hoy los llamo a rezar de corazón por todas esas almas que, desde hace décadas de la historia planetaria, se encuentran bajo esa condición espiritual que las oprime y no les permite dar ningún paso hacia la Luz Divina.
Rezando por ellos, no solo ellos reciben una Gracia y una amnistía en algún momento de la vida, sino que también aquellos mundos paralelos de sufrimientos y de agonía, que son creados por el propio hombre de superficie, son liberados y cerrados para siempre, llevándose adelante la liberación de los condenados espirituales.
El planeta como estado de consciencia que siente y vive lo que la humanidad le hace, también consigue respirar y restaurar su consciencia y vida espiritual.
Rezar por los que están condenados y no lo saben es como pedir amorosamente que los ángeles envíen un mensaje a los mundos internos de esas almas perdidas para que, por medio de la Gracia Divina, ellas puedan recapacitar y reencontrar el camino que perdieron hacia Dios.
Por eso, Mis hijos, ustedes al rezar conscientemente por los condenados espirituales, también estarán rezando por las naciones y por todo lo que ellas guardan como experiencia y aprendizaje.
Todo puede ser contemplado en la oración. La oración trae consciencia y discernimiento. La oración indica el camino interno a seguir, camino que la humanidad entera necesita en este ciclo de liberación y de perdón.
El centro que impulsa todo este movimiento del poder de la oración es el Amor de Cristo, que trae para todos el Amor misericordioso de Dios, que justifica los errores y los convierte concediendo a las almas piedad y redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Universo Espiritual mostrará su contraparte material. Para que eso suceda los tiempos se unirán. El tiempo material ingresará en el tiempo espiritual y la eternidad estará fusionada como un solo principio y energía.
Para que eso sea posible, las poderosas corrientes solares llegarán a la Tierra y un movimiento peculiar se dará dentro de las consciencias. Muchos recordarán que algo les falta, otros sentirán un vacío y buscarán, de alguna manera, poder encontrar una respuesta para todo lo que están sintiendo.
En ese momento, la coyuntura universal moverá los acontecimientos y ningún ser humano, sobre la superficie de la Tierra, podrá tener el control o el poder sobre lo que es material, porque será la propia energía del Plano Espiritual que revelará y colocará todo en su lugar.
Quien esté en el bien, vivirá en el bien. Quien esté en lo adverso, tendrá la Gracia de abandonar ese estado y de reencontrar el camino que perdió hacia su espíritu.
Todo se removerá por el movimiento de las corrientes materiales del sol. Esa poderosa energía purificará la consciencia y traerá, para cada uno, una respuesta interna delante de todo lo que hizo de su vida. Nada se desperdiciará.
En ese momento, la Jerarquía Espiritual estará muy concentrada en el despertar interior que vivirán las consciencias, en la oportunidad que ellas tendrán de abandonar la indiferencia.
Ese será el tiempo de los grandes e inexplicables milagros, pero también será el tiempo de las purificaciones.
La fe de los autoconvocados erguirá el Propósito Divino y se realizará conforme a la apertura y a la disposición de las almas.
Llegará el momento, y no falta mucho, para que el propio planeta hable a través de los acontecimientos y, en ese momento, todos deberán estar preparados.
Los más pecadores tendrán la Misericordia para poder salvarse y arrepentirse, los que practicaron firmemente el mal vivirán su juicio y no podrán escapar de ese momento, porque la Ley que llegará a través de las corrientes del sol, todo reconfigurará y restablecerá, para que la consciencia del planeta esté libre de todas las decadencias vividas a través de los tiempos.
Aquellos que sostengan con fe la herramienta poderosa de la oración, no solo serán ayudados, sino que también ayudarán a los que no podrán sostenerse por sí mismos.
Todos tendrán la oportunidad de donarse y de servir, antes de que el gran movimiento universal llegue. Así podrán dar el gran salto evolutivo en la consciencia para que, cuando Cristo retorne, todo comience de nuevo.
Les agradezco por responder y por comprender Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, los rayos que brotan de Mi Materno e Inmaculado Corazón se derraman sobre todos los Rosarios por la Paz, que Me fueron amorosamente ofrecidos por todos Mis hijos.
Estas oraciones, estos tiernos Rosarios, hoy son ofrecidos al Padre Celestial por todas las naciones de América del Sur, para que la Justicia y la Misericordia desciendan como un medio de armonía y de amor por las almas que en este ciclo practican el conflicto.
Hoy, a través de la oración por la paz en Sudamérica, Su Madre Celeste ha podido ayudar a las almas y a las esencias que participan del caos y del desorden de estos tiempos, para que espiritualmente puedan recapacitar y cambiar el rumbo de los acontecimientos que viven en sus naciones de origen.
La consagración de las naciones a Mi Inmaculado Corazón por medio de los Rosarios diarios, intervendrá para que en Sudamérica no se siga propagando esa red de conflictos entre los corazones que por indignación y odio reclaman sus derechos y su dignidad.
Esa dignidad, hijos, llegará mediante la oración grupal que puedan difundir cada día más a través de los medios de comunicación, para que las almas puedan recuperar el amor y la confianza en lo Alto.
La Oración por la Paz en Sudamérica está haciendo sus primeros milagros internos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado con esfuerzo y amor!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Después de cuatro años regreso desde el Cielo a esta ciudad de Cali a fin de que su pueblo devoto y fiel a Mi materno Corazón se una a su Madre Celeste para rezar e implorar por Colombia y por el planeta.
Regreso a Cali con la intención de hacerlos más conscientes de la situación delicada de la humanidad y para que, a partir de ahora, en la formación de nuevos grupos de Rosarios de Luz, ustedes asuman definitivamente la oración en las familias, para que la célula principal de Dios esté protegida y amparada de todas las influencias e informaciones superfluas de estos tiempos.
Mis hijos de Cali, regreso a su amoroso encuentro para volver a verter Mis Gracias en sus corazones a fin de que una sagrada alianza y un maduro compromiso se establezca entre ustedes y Yo.
Como Madre y Señora de Chiquinquirá, como patrona y protectora de su pueblo, Yo rezo para que los valores culturales de su raza se mantengan vivos en sus vidas, y para que esos valores internos sean los que protejan a su pueblo y a su país.
Como Madre de la humanidad, regreso a Mi querida Colombia para colocar debajo de Mi manto a los Reinos de la Naturaleza y a toda la biodiversidad que Colombia guarda desde tiempos remotos.
Vengo para pedirles que defiendan y que protejan las grandes reservas naturales y a los animales que este bello país tiene, ya que son la base natural y espiritual para el desarrollo de su cultura.
Que ese cuidado y amparo a los Reinos menores sea algo consciente en todos los colombianos para que no permitan el ingreso de industrias que solo explotan y contaminan químicamente los manantiales y todo el suelo sagrado.
Este es el tiempo en el que la humanidad entera verá caer situaciones increíbles por su propio peso. Por eso ustedes, Mis hijos de Colombia, deberán asumir la oración con seriedad para que nada los sorprenda.
Regreso a su querida patria para darles este mensaje, para que este mensaje sea parte de cada uno de ustedes, sabiendo que llegará el tiempo en el que su Madre Celeste se recogerá.
Por esa razón, ahora Yo llamo a todos Mis hijos para que actúen conforme a la emergencia y a la necesidad espiritual de estos tiempos.
Será esa actitud responsable y consciente de cada hijo Mío lo que evitará acontecimientos inesperados y lo que cortará la cadena del mal que hoy vive todo el género humano.
Colombia es una tierra de tesoros espirituales. Colombia es una tierra que puede vivir la paz y que debe disolver los conflictos, para que el país pueda renacer en Cristo y, en Cristo, él alcance la consagración al Plan Divino.
Es hora de reencender el compromiso crístico de cada corazón colombiano. Así las reliquias más benditas y sagradas estarán entre sus manos para que también aprendan a proteger y a cuidar a Sudamérica como parte del Proyecto Divino de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por escucharme y por responder a Mi llamado!
Hoy bendigo a Mi querida Colombia, de norte a sur y de este a oeste, para que la poderosa Cruz de Mi Hijo los proteja.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como Nuestra Señora de Chiquinquirá vengo, hijos, a colocar a esta nación bajo Mi manto y dentro de Mi Inmaculado Corazón. Vengo a tenderles Mis brazos y a abrir los caminos para que Mis hijos estén más próximos a Mí, resguardados en Mi regazo e inspirados por Mi Corazón.
Vengo en un tiempo en el cual muchas naciones agonizan y colapsan por los estímulos del caos y por los frutos de su propia purificación, porque todo lo que antes estaba oculto, hoy sale a la luz y los espíritus no están preparados para sustentarse a sí mismos y a sus naciones, sin sucumbir a las tentaciones y a los impulsos humanos de rebeldía y de descontrol.
Hoy, hijos Míos, vengo a establecer la paz en sus corazones y a solo pedirles que oren. Oren con sus familias, formen grupos de oración en los cuales sus espíritus se fortalezcan y se ayuden mutuamente para llegar a Dios. Creen lazos de amor con el Creador, a través del verbo que se eleva al Cielo.
La oración, hijos amados, les traerá paz y traerá paz al mundo; resguardará lo sagrado que en él habita y permitirá que estos Recintos Sagrados puedan continuar auxiliando al planeta con su presencia y con su paz.
Colombia, hijos Míos, es una nación bendecida por Dios con los Reinos de la Naturaleza, los que hacen que todos los desequilibrios humanos puedan ser transmutados y liberados. De esa forma, a pesar de tantos conflictos, aún hay paz, mansedumbre y amor en los corazones de muchos de Mis hijos colombianos.
La oración y la devoción de su pueblo los trajeron hasta aquí, los levantaron en cada caída y los irguieron hacia Dios, a pesar de todos los abismos que cruzaron a lo largo de los años. Y hoy vengo para decirles, hijos, que la oración continuará siendo su sustento, pero, a medida de que las pruebas del planeta se tornen más agudas, mayor debe ser el tiempo que dediquen a la oración, más imbuidos deben estar de Dios, de Su Propósito, de Su Presencia, de Su Fortaleza y de Su Paz.
Creen, hijos amados, redes de oración por la paz, por el bien de las familias, por el rescate de los Reinos de la Naturaleza, por los espíritus y por los ángeles de las diferentes naciones de este mundo.
Los tiempos de prueba deben despertar en ustedes el espíritu misionero, para que cada día se sientan responsables por el establecimiento y el sustento del Plan y de la Voluntad Divina para este mundo.
Por todo lo que han vivido, hijos Míos, y cómo han perseverado en cada prueba, a través de la devoción, puedo llamarlos a dar un paso más en la oración, a definirse en el camino de la luz y no solo fortalecer a sus propias vidas y a su propia nación, sino también a otras vidas y a otras naciones, a través de la oración sincera.
Yo los amo, los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Que hoy reine la paz en sus corazones, hijos Míos, para que se aproximen a Dios y así se disuelvan sus inquietudes y miedos, sus abismos y angustias.
Que hoy reine la fe en sus almas y el amor en sus espíritus, para que sepan que cuando responden al llamado celestial, a pesar de todas las batallas, de todas las miserias, dudas y miedos, el Amor de Dios siempre triunfará.
Hoy vengo con el rosario entre Mis manos a pedirles que sigan orando por este mundo. Mis ojos ven cosas que ustedes no pueden alcanzar, no podrían aceptar o creer y que suceden en la humanidad. Pero sus corazones y sus oraciones sí, hijos Míos, pueden llegar no solo a las almas perdidas, sino a situaciones profundas y desconocidas que tienen sus raíces en lo más interno de las consciencias de las naciones.
Ahora que ya aprendieron a estar en Mi Corazón, a amarme y a reconocerme como su Madre y Protectora, como Aquella que acompaña no solo la cruz de Cristo, sino la cruz de cada hijo de Dios, ahora, Mis amados, sean más conscientes de su misión Conmigo.
Que cada día los lleve a profundizar no sólo en la transformación y en la rendición de sus vidas, sino en su servicio a este planeta herido y a su humanidad enferma y carente de amor. Esto se logra a través de la oración cada vez más profunda, del canto cada vez más sincero, del servicio cada día más abnegado, de la entrega cada día más completa de sí mismos.
Tomen sus rosarios todos los días y oren Conmigo. Oren suplicando al Padre por este mundo, por aquello que sus ojos no pueden ver.
El Tiempo de Dios ya se aproxima a la Tierra y las promesas de un nuevo mundo, en donde el Reino de su Padre se expresa, ya se aproximan a su manifestación. Las promesas que unen en sí a todas las religiones verdaderas y que hacen que ellas se plenifiquen en una verdad única, ya se aproximan a su expresión, ya se tornarán vida.
Más antes de esto, hijos amados, el Libro del Apocalipsis y todo lo que fue retirado de él por las manos de los hombres, también se cumplirá.
Muchas pruebas duras y profundas tocarán la consciencia de las naciones como la de los hombres, y para hacer de cada uno de esos momentos verdaderos triunfos de Dios y no del caos, ustedes deben estar en permanente oración.
Es posible, hijos, vivir la cruz y hacer triunfar en ella a un Amor nuevo y a la Misericordia Divina; así como es posible vivir el Apocalipsis y el Armagedón y hacer de esto una confirmación de sus almas ante Dios, del potencial que hay en sus corazones, como Sus hijos.
Fueron creados para amar y para renovar el Amor, y esto sucede más allá de todas las circunstancias del mundo. Solo es necesario, hijos, orar de corazón, servir con amor, entregarse, estar en Dios, buscar al Padre cada día, en cada instante.
Mi Corazón en silencio los inspira, los conduce a este propósito y acompaña sus pasos. Mi Amor sustenta su cruz, Mi Gracia los auxilia en sus caídas, Mi Paz los renueva y los hace descubrir quiénes verdaderamente son.
Por esto, en este camino, oren, hijos Míos. Oren por el mundo, oren por la paz.
Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más