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Soy María del Calvario y acompaño, en este tiempo, la dolorosa pasión del planeta.
Soy María del Calvario y estoy al lado de Mis hijos para poder guiarlos por el camino de la absoluta redención.
Soy María del Calvario y llevo en Mi Corazón los dolores de los Reinos de la Naturaleza.
Soy María del Calvario y estoy presente en el corazón de los hijos de Dios que sufren.
Soy María del Calvario y con Mis oraciones alivio la pesada cruz de estos tiempos.
Soy María del Calvario y con Mis súplicas elevo a los pecadores hacia el estado del perdón.
Soy María del Calvario, la Madre que acompaña la purificación interior y exterior de cada hijo.
Soy María del Calvario y coloco sobre Mis brazos a los que están exhaustos de sí mismos, así como a los que tienen sed del Amor de Dios.
Soy María del Calvario y recojo con Mis manos a los que están perdidos, llevándolos al encuentro de la Luz de Dios.
Soy María del Calvario, Soy la Madre de los que repudian y ofenden a Dios, para que ellos tengan una oportunidad espiritual.
Soy María del Calvario, Soy la Madre que siempre está allí para que, bajo el servicio incondicional, la humanidad se pueda salvar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Del más profundo Amor del Corazón de Dios provienen los hombres. La humanidad es la revelación del Amor del Padre y, a lo largo de los siglos, Él se los recuerda, a través de las diferentes expresiones de Su Presencia.
Dios les recordó Su Amor a través de los patriarcas y de los profetas, mediante el Soplo de Su Espíritu, de Su Perdón y de Su Reconciliación con la consciencia humana, a través de Abraham y de Moisés.
Dios les recordó Su Amor a través de Buda, quien comprendió que la humanidad era la expresión del más profundo Amor del Padre y despertó en sí la compasión, como un símbolo, de la forma más elevada que podía alcanzar para imitar ese Amor en aquel tiempo.
Buda buscaba, en la verdadera expresión de la consciencia humana, el objeto del Amor de Dios; y buscando esta Verdad se encontró, no sólo a sí mismo, sino con la propia Consciencia Divina. Cuando conoció la verdad sobre sí, Buda encontró, dentro de sí mismo, a Dios.
La revelación máxima de Dios fue a través de Jesús, cuando el Padre no solo amó a la humanidad, sino que experimentó la humanidad y vivió la condición humana. Dios se manifestó en plenitud, despertando así la plenitud del hombre y revelando Su semejanza con él. Jesús es la manifestación de la semejanza entre Dios y los hombres. Él es la nueva y eterna Alianza, la Revelación del propio Dios.
La semejanza con Dios es el Amor revelado en Cristo. Cristo es la Alianza hecha Vida. Dios pleno, creando al Hombre pleno y, todo eso, solo es posible a través del Amor.
A partir de ese momento la revelación fue hecha, la Verdad fue develada y solo necesita que la consciencia humana la recuerde y la profundice.
Dios, entonces, le recordó Su Amor a Mahoma para que él le recordara ese Amor a los hombres que se perdían en su época. Y así, a lo largo de toda la evolución humana, el Padre viene recordándole Su Amor a Sus hijos.
Lo que llamamos revelaciones en estos tiempos es la profundización de la revelación primera de Dios en Jesús. Hijo, la verdad es única y hoy ella llega nuevamente a los hombres, porque ha llegado el momento de profundizar aún más, no sólo en su comprensión sobre ella, sino en la experiencia y en la vivencia de ella. Porque en estos tiempos el Padre aspira a retirar los velos de sus ojos y de sus corazones para que, conociéndose a sí mismos, ustedes reconozcan a Dios en su interior.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hijo, siéntete amado por Dios, más allá de tus imperfecciones y miserias.
Siéntete amado por Dios, con la certeza de que tu Creador te conoce en profundidad y, así como eres, te ama incondicionalmente.
Siéntete amado por Dios, y no temas no corresponderle a lo que Él necesita de ti, porque si lo amas de verdad todo lo demás se cumplirá en ti, según la Voluntad Celestial, porque el amor al Padre te conducirá por este camino.
Siéntete amado por Dios, y deja que este amor penetre profundo en tu corazón, despertando en ti una respuesta de amor semejante al Amor de Aquel que te creó.
Siéntete amado por Dios, y acoge cada momento de tu vida como un símbolo de ese Amor, porque el Padre te da Gracias, pero también pruebas, para que crezcas en la fe y te confirmes día a día, en este, Su Plan.
Siéntete amado por Dios, y en este nuevo ciclo concibe un contacto más profundo con el Padre, conociendo Su Verdad, reconociendo Su Presencia.
Siéntete amado por Dios, y que este amor cure tus heridas, te libere del pasado, te prepare para el futuro y construya, en el eterno presente, una vida de entrega y de amor para con el prójimo y toda la Creación.
Siéntete amado por Dios, pues Él te acoge, te ampara y te perdona todos los días para que siempre tengas el camino abierto para recomenzar.
Siéntete amado por Dios, y comienza desde cero. Reescribe tu historia, ofrécele al Padre una hoja en blanco para que Él diseñe un triunfo celestial a través de ti.
Siéntete amado por Dios y siempre dile "sí".
Aquel que también te ama,
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Vierte tu amor en Mi Corazón y, así, Yo multiplicaré las Gracias que llegarán como destellos a los corazones que claman por Mi Misericordia.
Recibe de Mí el consuelo, la reparación y la cura, para que hasta en lo más profundo de tus células viva la redención y el perdón.
Vive Conmigo cada momento y comparte cada experiencia de vida con el Maestro, para que puedas aprender a superarme en el Amor y en el Servicio.
Guarda en tu memoria cada momento compartido, porque te será útil cuando lleguen los últimos tiempos en los deberás testimoniar Mi Presencia y Mi Palabra.
Por eso, observa y aprende del sentido del Amor y de la Gracia y, a pesar de lo que suceda, sostente en Mí.
Atrae del Cielo todo lo que existe en él y comparte con tus semejantes este gran momento de poder vivir la redención en todos los aspectos de la vida.
Sigue adelante, hasta que algún día te encuentres Conmigo.
Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Cuando exaltan a Dios con alegría un importante afluente de Piedad y de Misericordia se abre y se derrama espiritualmente sobre toda la humanidad.
Cuando exaltan a Dios con alegría los pecadores más empedernidos reciben el bálsamo de la expiación que necesitan para poder alcanzar el perdón.
Cuando exaltan a Dios con alegría Su Corazón Misericordioso llega, espiritualmente, a todos aquellos seres que estaban condenados a muerte y la luz los libera de esa situación.
Cuando exaltan a Dios con alegría Su Paz se irradia de Universo a Universo, hasta abarcar a toda la consciencia de la humanidad.
Cuando exaltan a Dios con alegría el mundo se reviste de un color más azul y brillante y es aliviado de su sufrimiento.
Cuando exaltan a Dios con alegría extensos infiernos son cerrados y puertas de liberación son abiertas para transmutar a la humanidad.
Cuando exaltan a Dios con alegría, como lo fue en el comienzo de la Maratón de hoy, situaciones imposibles y difíciles se resuelven, porque de sus corazones solo emana el verdadero amor por Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Reza en estos tiempos por tus enemigos, por los que una vez estuvieron sosteniendo el mismo estandarte que tú y pronunciaron la misma fe que la tuya, pero luego dieron las espaldas con sus rebeldías y falsos comentarios.
Reza, como lo hizo Mi Hijo hasta en lo alto de la Cruz, y pide perdón por los que ofenden a Dios con sus palabras y calumnias.
Reza por todos los que no aman de verdad la Voluntad de Dios, así como ella se muestra, para que la gracia que una vez recibieron no caiga sobre sus cabezas como una lluvia de incesante justicia.
Reza, hijo, porque el tiempo final está llegando y los lamentadores serán más que los felices. Lo verás con tus propios ojos.
Reza, hijo, por los que repudian a Cristo sin consciencia y con gran ignorancia, por los que lo rechazan a través de la Obra de Amor que Él en estos tiempos realiza y que no es aceptada por los ingratos.
Reza por los que creen tener seguridad de su salvación y por los que piensan, hasta los días de hoy, que después de sus mentiras y engaños, especialmente los que estaban antes dentro de esta Obra, saldrán victoriosamente ganando.
¡Ay de ellos, pobres almas miserables, no quisiera recordar lo que les espera!
Reza, reza mucho, porque la oración siempre hará milagros y todo pasará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Primer Mensaje
Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Como el agua de la lluvia, hoy traigo Mis Gracias para el mundo y revelo Mi Corazón Confederado para toda la humanidad.
Desde la Nebulosa de Orión traigo Mi Mensaje y hago vibrar las Palabras de Dios en todo el Universo. Que también vibren sus corazones con estas Palabras y así se puedan renovar los tiempos.
Desde Orión envío Mi Energía Espiritual para la humanidad, para todos los representantes de Cristo en la Tierra.
Que Mi Verbo se refleje en los corazones simples y humildes.
Que Mi Propósito se cumpla en los que aspiran a alcanzarme algún día y también llegue a todos los que aspirarán a superarme en el amor viviendo Mi Verdad.
Desde esa constelación envío Mi Mensaje para todos, para que en sus espíritus también se conforme la Hermandad, esa sagrada Fraternidad de todos los tiempos que ha permitido proteger y amparar a este planeta y a este Proyecto humano, desde el Génesis hasta los días de hoy, pasando por tantas civilizaciones, razas y experiencias, viviendo tantos aprendizajes y pruebas a través de todos los tiempos y de todas las eras.
Y a pesar de tantos embates y después de Mi venida al mundo hace más de dos mil años, el Proyecto de Mi Padre aún sigue en pie en esta humanidad y llamo a todos los seres de la Tierra para que lo sigan recreando, para que puedan seguir constituyendo en ustedes ese Proyecto de Amor que va más allá de la dualidad y de toda diferencia.
Yo traje para todos, hace más de dos mil años, el Código Crístico Celular.
Mi Divinidad, Mi Alma y Mi Consciencia se ofrecieron para eso, a fin de testimoniar para el mundo que es posible vivir grandes grados de amor, más allá de todos los errores cometidos.
Hoy estoy desde la Nebulosa de Orión enviando Mi Mensaje de paz a la humanidad para este nuevo ciclo que ha comenzado después del último 8 de agosto, en donde nuevos acontecimientos llegarán para que la humanidad pueda aprender a vivir aún más el amor y el perdón, concibiendo en sí la redención.
Hoy el Universo envía su bendición para todos, su más cordial mensaje de paz y de fraternidad, porque ya no bastará que su Maestro esté solo en el planeta o en algún lugar de él para enviar Su Mensaje.
Hoy estoy desde la Nebulosa de Orión para que todos puedan participar de esa universalidad en el fin de estos tiempos; universalidad que deberán alcanzar a través del amor al Plan y el servicio incondicional a la Jerarquía.
Sean partícipes, entonces, compañeros, del fin de este último tiempo en donde enseñanzas más importantes llegarán, aprendizajes más profundos se vivirán.
Revelaciones muy desconocidas llegarán para que al menos una parte de la consciencia de la humanidad se eleve y encuentre la puerta de salida hacia el Infinito, en nombre de toda esta civilización milenaria que viene caminando en este mundo hace mucho tiempo.
Hemos llegado en el tiempo en donde se vivirá esa gran síntesis, desde el principio del Génesis, pasando por los grandes patriarcas, profetas y apóstoles y todos los mártires de Cristo.
Toda la historia de los que dieron la vida por Mí será reunida para llevarla como experiencia y ofertorio a los Pies del Padre Eterno, y he escogido a la Nebulosa de Orión para que prepare ese acontecimiento.
¿Por qué un lugar tan distante a ustedes debería reunir todas esas informaciones y experiencias?
Ustedes saben, compañeros, que no están solos en este Universo.
Ya es hora de aprender a percibir las realidades superiores que los llaman a través de la Voz del Infinito, la Voz que siempre clama y llama a sus hijos, la Voz del Padre Eterno, la Voz de la Hermandad.
Ustedes entrarán en este tiempo dentro de la cuenta de su ofertorio. Será importante que sus experiencias de amor y de servicio sean verdaderas y que se dispongan a darme más de lo que pueden, aunque a veces duela.
Ese será el verdadero legado que podré entregarle a Mi Padre de parte de la humanidad, así Él Me concederá una Gracia tan expiatoria e importante para este ciclo final en el que todo está en juego.
Las últimas partidas se juegan en el tablero. Estamos en el momento culminante de la definición interior para que después suceda la definición exterior.
Las Jerarquías oran sin detenimiento, reúnen sus principios y aspiraciones para que la voz de todos los Hermanos sea escuchada por el Padre Eterno.
El Universo Material y, especialmente, el planeta se prepara para su último y gran parto.
Es hora de dar a luz al nuevo hombre, a la nueva consciencia, libre de los pecados capitales, libre de las amarras, de las ataduras, de la perdición.
Para eso serán llamados todos los que fueron ungidos alguna vez por Mi Espíritu. Y todos los que una vez fueron sacramentados participarán de esa comunión con Mi Espíritu y con Mi Divinidad.
Cuando ustedes estén compartiendo Conmigo los últimos encuentros ese será el momento en que el Universo realizará su gran ofertorio a la Creación, y sus aspiraciones deberán llegar a lo Alto, así como sus corazones, para que se reúna la síntesis de todo lo vivido desde el principio de esta Creación, especialmente desde el Génesis.
Al fin la caída de Adán y Eva será borrada de la consciencia del Universo y las almas ya no deberán venir al mundo y a la Nueva Humanidad con el pecado original, porque estarán libres de esas consecuencias y de esos errores.
Orión se ha ofrecido para concebir, como Consciencia Universal, a la Nueva Humanidad, haciendo su gran sacrificio después de millones de años.
La Nebulosa de Orión brillará como nunca antes ha brillado y un nuevo tiempo comenzará después de que todo se haya purificado, dentro y fuera de los seres.
Por eso, compañeros, no bajen los brazos, elévenlos hacia Mí para que Yo los pueda tomar de las manos y subirlos a Mi Barca de salvación y de esperanza, la que alcanzará el nuevo puerto hacia el Corazón de Dios.
Porque cuando llegue ese tiempo la Nueva Humanidad no recordará el pasado ni el sufrimiento ni tampoco el dolor, porque Orión habrá donado sus Rayos y Principios para poder formar al nuevo ser y al Nuevo Hombre.
Orión estará tan cercano como la Luna lo está de su planeta.
Reciban este Mensaje con gratitud, por más que no lo comprendan, porque lo que Yo les digo es algo que sucederá en los próximos tiempos.
Tengan dentro de sus aspiraciones este propósito de su Maestro y Señor, y trabajen por él todos los días, incansablemente.
Ya no importará si caen a Mi derecha o a Mi izquierda, si quedan atrás o si están adelantados. Yo necesito el amor de sus corazones para concebir espiritualmente ese ofertorio que Orión elevará a lo más alto del Universo y de la Creación.
Y ya no luchará espada contra espada ni guerrero contra guerrero, porque de los nuevos hombres que repoblarán la Tierra, que en el próximo tiempo llegará, se forjará el espíritu de los valientes, de los curadores, de los silentes y de los contemplativos; de todos los que han trabajado en esta vida en el servicio para espejar en esta humanidad la Voluntad de Dios.
Entonces, compañeros, que se escriba en ustedes este nuevo propósito que hoy les revelo.
Mantengan su corazón en Orión y todo lo comprenderán. Así su luz azul los irradiará y sus espíritus conseguirán la fuerza para seguir adelante siguiendo los principios de la Jerarquía, bajo el espíritu de la fe y de la confianza.
¡Que se levanten los guerreros de la Nebulosa azul!
¡Que los guerreros del amor participen de esta convocatoria y que en la Tierra esta convocatoria se haga realidad!
Amén.
Hoy les hablo así como le hablo al Universo, porque es tiempo que los que creen en el retorno de Cristo escuchen al Maestro así como Él es y siempre lo será, que escuchen la Voz de quien fue recibido en la Casa de Su Padre para llevar adelante, en el Universo, el Proyecto final de la humanidad.
Que esta Maratón represente la oportunidad de forjar el guerrero del amor en cada ser, el luchador incansable de la Jerarquía que ama sin condiciones y que sirve sin obligaciones, que escucha con su corazón y siente lo que es verdadero, que comulga con la Hermandad y que cada encuentro lo hace parte de sí como si fuera el último de estos tiempos.
Quiero ver a los guerreros del amor encendidos en la oración.
Quiero ver a los autoconvocados del gran Maestro felices por vivir cada nuevo encuentro, en ese sagrado cónclave del Universo Creador que envía sus impulsos celestiales en todos los encuentros de oración en donde los espíritus se reúnen para servir al Infinito y para que el Infinito sea parte de sí, eternamente.
Quiero ver sus corazones de fuego.
Quiero su oferta mayor y acojo sus aspiraciones.
Deseo sentir aún más el amor de los que Me aceptan y de los que se convocan en Mi Nombre, porque desde allí reconstruiré a la humanidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Tercera Serie de Poemas
Tercer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
que a pesar de mis faltas,
mi corazón y mi alma alcancen
la Gracia de poder servirte
con plenitud, regocijo y amor.
Ayúdame, Señor,
a vencer los atavismos de la vida.
Que Tu divina y poderosa Luz
resplandezca en todos los espacios.
Que mis pasos
sean bendecidos por Ti, Señor.
Ábreme la puerta
para que yo pueda sumergirme
en Tu Sagrado Corazón,
y así me olvide de mí mismo
y del mundo.
Aléjame, Señor,
de las tentaciones,
de los engaños inminentes
y de todos los peligros.
Que aprenda a cristificarme
a través de la misma paciencia
y el mismo silencio que Tú,
querido Jesús,
expresaste durante
los primeros momentos
de Tu difícil agonía.
Que logre reconocerte
en el corazón de cada hermano
para que las apariencias humanas
desaparezcan.
Enséñame a ser humilde
en el servicio,
fiel en la oración,
verdadero en la palabra
y resignado ante cualquier
prueba y humillación.
Deposita, Señor, en mi corazón
Tus más íntimos tesoros,
y transforma para siempre
esta imperfecta vida
a fin de que ella sirva
como modelo Tuyo
e instrumento para
Tu Obra redentora.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Primer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Jesús,
¿qué haré con tantas
Gracias en mi consciencia?
Te pido, amado Señor,
hazme digno de recibirlas,
una a una.
Haz mi corazón pequeño y humilde
para que tenga la dicha
de conocer Tus Prodigios.
Tú sabes, querido Jesús,
que no soy merecedor
de tantas misericordias.
Ayúdame a profundizar en el amor
así como Tú lo hiciste
en cada paso del Calvario.
¿Cómo poder amar, Señor,
lo que sería imperdonable?
Arranca de mi ser
todo el orgullo y toda la soberbia.
Que en cada momento,
querido Maestro,
yo pueda sostenerme en Ti
para que tenga la suficiente valentía,
como para poder traspasar
mis propios sentimientos,
mis más duras resistencias
y todos los obstáculos
que me separan de Ti
y de Tu Verdad.
Que pueda humillarme
cuantas veces sea necesario
para que en la resignación
de mi persona,
amado Señor,
yo pueda transformar
la condición humana
que siempre me ha condenado
y castigado.
Sagrado Libertador de la vida,
¡Bienaventurado Jesús!,
hazme nada en todo momento
y sométeme a Tu inalterable Voluntad,
para que cualquier vestigio
de poder personal se desvanezca
de mi consciencia y así pueda vivir
Tu grandiosa Voluntad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A las puertas del Reino de Aurora, su Madre Celeste prepara la gran corriente de impulsos espirituales que serán dados durante los primeros días de agosto.
El Reino de Aurora volverá a encenderse como Espejo para que la humanidad reciba del Universo la ayuda espiritual que necesitará para definir los próximos pasos de la raza.
Aurora, como Centro de cura y de redención, le ofrecerá a las consciencias esa dádiva de poder abandonar el pasado y de poder ingresar en las escuelas internas de redención a fin de que algún día puedan vivir la rehabilitación.
Aurora, como Centro Sagrado de Dios, llevará adelante ese movimiento espiritual de redención cósmica para que los seres humanos presentes, en este tiempo, reciban la Gracia de librarse de las amarras de la consciencia e ingresar en la escuela del perdón.
Toda la Jerarquía Espiritual estará trabajando para eso.
En unidad estamos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Nunca te canses de dar amor y perdón, para que tú también recibas amor y perdón.
Los corazones enfermos necesitan cura.
Los corazones heridos necesitan amor.
Los corazones endurecidos necesitan liberación.
Los corazones fríos necesitan calor interior.
Es así que todos los corazones necesitan de algo interno o espiritual.
Trabaja incansablemente por amor a Dios, para que esos corazones reciban lo que necesitan y no lo que quieren.
En el amor, todo corazón en prueba se curará.
Por eso, imita a Jesús en ese amor capaz de curar y de comprender más allá de las palabras y de las formas, así el mundo como consciencia también se curará y todo será renovado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En la hora de la Misericordia las faltas más empedernidas son perdonadas, porque cuando un alma orante sobre la superficie de la Tierra invoca la Divina Misericordia, se concede a sí misma el perdón que necesita para poder ingresar en una nueva etapa, así como le concede Misericordia a los que están más apartados de Dios.
En la hora de la Misericordia no hay justicia que actúe o poder superior que intervenga porque la autoridad es concedida, absolutamente, a la Divina Misericordia. Entonces las almas pueden sumergirse en esa Fuente para que sus pecados sean disueltos y sean lavadas por el Océano reparador del Corazón del Señor.
Por eso, quien invoca la Misericordia, a pesar de la condición espiritual en la que se encuentre, debe saber que primero recibirá expiación y perdón, cuantas veces lo necesite, hasta conseguir generar méritos para su alma y para su espíritu.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Nunca deberá faltar la esperanza en los corazones porque la vida sin esperanza no es vida en Dios.
Por eso, hijos, tengan presente en sus vidas la esperanza, para que este mundo pueda pedir perdón y ser redimido.
Que la esperanza sea la llama que todo ilumina.
Que la esperanza sea el motivo para la concreción del Plan de Dios.
No se aparten de la esperanza. Sean la esperanza que se manifiesta y se muestra al mundo.
Sean esa esperanza que renueva la fe y construye los puentes de amor entre los corazones.
Hijos, no olviden la esperanza.
La esperanza les dará la paz y en la paz verán la sabiduría que la humanidad necesita para aprender a tomar decisiones correctas.
Busquen la llama de la esperanza en Dios y dentro de ustedes, porque así las situaciones más críticas serán aliviadas y nuevamente triunfará el Amor de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo a Austria para concederle el perdón que necesita por el pasado vivido y que aún no fue resuelto.
Por eso, he pedido con anticipación una Maratón de oración a fin de ayudar a los que todavía están prisioneros espiritualmente.
Su Maestro, a través de una gran puerta, trasladará a las almas que fueron partícipes de planes retrógrados y que cambiaron el destino de millones de almas para siempre.
Esa es la razón por la cual vengo a Austria y después vendrá Mi amada Madre para restaurar espiritualmente todo lo que ha sucedido.
Pero primero, todo deberá purificarse y exorcizarse a través del Rayo de la Liberación, el que Yo activaré ante la presencia de los Míos.
Mediante la oración de la Misericordia, el Señor del Amor y del Universo, liberará de las cadenas de los errores a los que se arrastran por los propios abismos desde hace décadas.
Para eso traeré Mi Gracia a fin de conceder la Misericordia y luego la Paz.
¡Les agradezco por unirse Conmigo en esta sagrada tarea!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Como Madre de Austria y de Alemania, en este día, también peregrino por estas tierras a fin de disolver las gravísimas y tristes decisiones que fueron tomadas en el siglo pasado, que afectaron y trasgredieron a millones de almas en el mundo.
Es por esa razón, hijos, que hoy Mi aspiración, por medio de esta peregrinación a Eslovaquia y Austria, es poder ingresar en el corazón de cada eslovaco y de cada austríaco, para que Mi Amor maternal y divino pueda reparar, en niveles profundos, lo que ha quedado guardado en la consciencia de Mis hijos y que ha generado un terrible dolor humano.
Así como Mi Hijo visitará Eslovaquia para volver a concederle la Paz, su Madre Celeste, Virgen de Schoenstatt, Patrona de esta peregrinación, estará presente desde los planos internos, trabajando y obrando para disolver las raíces de la maldad, del poder y de la perversión, para que estas acciones humanas sean revertidas por la Misericordia, el Amor y el Perdón.
Por eso, hijos, a todos los que Me acompañan sinceramente en esta misión, aquí o desde cualquier lugar del mundo, Yo los llamo, hijos, a seguir los pasos internos de la Madre de Dios, que se sirve de esta actual coyuntura de trabajo para poder ayudar a la nación de Austria y especialmente a su Ángel Regente.
Con el rosario en Mi mano, hijos Míos, los invito a seguir penetrando el misterio poderoso de la oración del corazón, para que no solo las almas que más sufren sean ayudadas, sino también las naciones sean permeadas de nuevos valores y principios de Amor que Mi Corazón Inmaculado espera derramar.
¡Yo les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice con la Luz del Cielo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En verdad, hijos Míos, no existe nada que Me impida acercarme a ustedes, porque cuando Yo vengo, el Cielo viene detrás de Mí con todas las Gracias del universo, especialmente esas Gracias que los más pecadores necesitan para alcanzar el perdón y la conversión.
Por eso, ante el caos o la calma, ante la agitación o el más profundo silencio, no existe nada ni nadie que Me pueda impedir estar cerca de Mis hijos, porque Mi deseo de Madre es que todos los días, hasta la eternidad, ustedes aprendan a estar en Dios, a pesar de cualquier circunstancia o acontecimiento, así como Yo lo estoy.
Los animo, mediante la oración y la Comunión con Cristo, a superar y trascender el caos mundial del fin de los tiempos; pero no con indiferencia, sino con inteligencia, a fin de que, en la Inteligencia de Dios, sus vidas alcancen la posibilidad de atraer la Paz a la Tierra a pesar de todas las circunstancias.
Anímense a atravesar ese umbral de caos para ingresar al refugio perfecto del Corazón de Dios, porque así muchos más serán llevados por el mismo camino de liberación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Virgen Negra de Polonia
Que desde Mi Inmaculado Corazón surja la Paz y que ella se expanda hacia los corazones del mundo.
Hijos Míos:
Vengo a perpetuar la Fuente de Gracias que nace del Corazón de Dios para que las almas no solo reciban Misericordia, sino que reconviertan sus vidas y puedan retornar al Corazón del Padre.
Vengo como la Virgen Negra, Nuestra Señora de Czestochowa, para darles una señal de que en Mi Reino no hay diferencias de razas ni de colores, de culturas ni de naciones. En Mi Reino vive y habita la Unidad, y es esa unidad la que lo Yo les revelo a través de Mi Faz en Polonia.
Hijos, vengo a gestar en sus corazones el amor por la vida y la unidad entre los corazones.
Vengo a gestar en sus espíritus, no solo la capacidad de perdonar y de reconciliarse sino, sobre todo, la posibilidad de volver a amar y la esperanza de reconstruir la vida en profunda unión con Dios.
Quiero que sus corazones sean los testimonios vivos para el mundo de que es posible vivir el perdón, la paz y la esperanza, a pesar de los conflictos y de la desunión que aún viven en el corazón humano.
Quiero que le enseñen al mundo herido cómo hacer para curar lo profundo del corazón, simplemente dejando que las Manos de Dios los toquen, los restauren y los purifiquen.
Con unos pocos su Padre Creador opera milagros infinitos y todas las Gracias recibidas en los últimos días son un símbolo fiel de esa verdad.
Demuéstrenle al mundo, hijos Míos, cómo con tan poco pueden transformar la vida sobre la Tierra.
Demuestren, a través de la alegría que surge de sus corazones al encontrar a Dios, cómo el planeta puede ser curado, y anuncien un tiempo mayor de paz, que es posible cuando los corazones se unen en amor al Padre Celestial.
Dejen que desde lo profundo de sus corazones emerja la cura, no solo para esta nación, sino para el mundo entero. Unan sus espíritus a la Fuente de la Divina Misericordia y aspiren, todos los días, a ser instrumentos de la Misericordia para el mundo.
El planeta necesita de la Fuente que aquí emerge a través de la devoción de los corazones; la humanidad necesita encontrar la paz y a través de la Misericordia pueden encontrarla.
Por eso, hijos Míos, aunque sean pocos y se sientan solitarios en un mundo que se sumerge en la ilusión, persistan y crean que, si con Su único Hijo el Creador transformó el destino de Su Creación, con ustedes, hijos Míos, Él renovará esa transformación y le dará al mundo una nueva oportunidad de recomenzar cuando todo haya sido purificado.
Anímense a ser instrumentos de la Divina Misericordia, a unir culturas, razas y religiones en un único corazón que clama por la paz.
Como la Virgen de Czestochowa vengo a enseñarles a curar y a perdonar, a unir y a elevar al Corazón de Dios esta humanidad, el planeta y sus Reinos de la Naturaleza.
Que todas las Gracias que Dios les concedió, sean multiplicadas y que, después de transformar lo más profundo de la consciencia polaca, transformen al mundo entero.
Después de ser curados, aprendan a curar.
Después de ser bendecidos, aprendan a bendecir.
Después de recibir los frutos de las oraciones de sus hermanos, aprendan a orar por los que más necesitan.
Después de recibir el Amor de Dios, aprendan a amar y, de esa forma, hijos Míos, vivan en comunión.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Czestochowa
Recordemos, compañeros, la Fiesta de la Misericordia que es solemnemente celebrada el domingo siguiente después de Pascua.
Celebrar la Misericordia es aceptar en espíritu la Presencia de Dios, sabiendo que en cada momento de la vida necesitamos la Presencia de Dios para enderezar nuestros caminos y encontrar la paz.
Esta vez, la Misericordia volverá a ser celebrada en Polonia y esto concederá, en los planos internos, la cura profunda de todas las generaciones de europeos que de alguna forma atravesaron por las guerras mundiales.
Una expiación será concedida a los grandes pecadores y, así, una historia que quedó grabada en la memoria de los inocentes será disuelta, a fin de conciliar la paz entre las consciencias, tan necesaria y justa para estos tiempos y para los tiempos que vendrán.
Nuevamente la Divina Misericordia actuará y atraerá curas profundas en la esencia de las almas.
Todo lo que será ofrecido por medio de la Peregrinación por la Paz ayudará a la Jerarquía Celeste, para que Ella lleve adelante el desbloqueo espiritual de un proceso que condenó y que condena a miles de almas en esta parte del mundo.
Para que esto sucediera fue necesario revelar, primero, la Faz de Mi Divina Misericordia para que los corazones supieran que, a través de los méritos alcanzados por su Maestro y Señor, la vida planetaria podría ser ayudada ampliamente.
Ahora, y en esta ocasión, Polonia será ayudada de nuevo.
¡Les agradezco por guardar Mi Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo Mensaje
Quisiera que el mundo comprendiera lo que Yo vivo y lo que siento, pero sé que es muy desconocido para la mayoría de Mis compañeros poder comprender lo que verdaderamente necesito para este ciclo, en el que la humanidad agoniza hora tras hora, tiempo tras tiempo.
He venido aquí para compartir lo que Soy y todo lo que tengo.
No vengo a pedir lo que el mundo no Me puede dar, sino que vengo a pedir lo que el mundo Me puede entregar.
Cuando están vacíos, todo Yo lo puedo hacer y aún más Mi Misericordia se puede derramar en aquellos que escuchan Mi Voz y Mi Palabra y la hacen parte de sí en cada momento de la vida, como en cada oportunidad de servir para ampliar la consciencia en los grados del amor y del perdón.
Lo que Dios Nos ha enviado a hacer aquí, a Portugal, y en Europa, es muy grande, algo que no será palpable a la vista de muchos, sino que será conocido por los que abran su corazón para poder comprender la Obra de la Jerarquía y cómo la Jerarquía Espiritual la construye, de ciclo en ciclo y por intermedio de los servidores.
Que no les falten ganas de poder conocer Mis Misterios.
Que no les falte motivación de poder cumplir Mis designios.
Que no les falte ánimo de poder llevar adelante Mi Voluntad.
Porque todo lo que Yo tengo pensado, Pensamiento que proviene de la Mente Divina del Padre, se deberá cumplir, para que, por medio del amor a la cruz que muchos viven la humanidad pueda redimirse de verdad y sin prejuicios.
Por eso Mi Misericordia es la Fuente que todo lo concede y que todo lo realiza.
Recuerden que no pueden llegar al Padre sino a través de Mí.
Y para llegar al Padre a través de Mí, deben pasar por la Fuente de Mi Divina Misericordia, para que se den cuenta y perciban que se deben perdonar a sí mismos y deben perdonar a los demás.
Deben perdonar el pasado y perdonar el presente.
Deben perdonar todo lo que es interno y también lo que es externo.
Deben perdonar lo que no aceptan y deben perdonar lo que les duele.
Así el mundo podrá cambiar y no será necesario sufrir más, no será necesario que algunas almas se ofrezcan al sufrimiento y a ese estado tan desconocido por el mundo.
Cruzar la puerta del sufrimiento por el mundo es cruzar la Puerta hacia Mi Corazón, hacia un espacio en donde muchos, en estos tiempos, no quieren ver la realidad por temer conocerla profundamente.
Pero si Yo Me ofrecí a la Cruz por ustedes, no habrá nada que temer.
Yo les ofrezco incansablemente que Me ayuden a cargar con esa cruz que es la cruz del mundo, la cruz de la Redención y de la Misericordia, la cruz del despertar y de la elevación de la consciencia.
Pero esa cruz que Yo les ofrezco a cada una de sus vidas es una cruz que debe ser liberada, y eso comienza en ustedes mismos, para que después se pueda dar en el mundo y especialmente en la humanidad.
Liberar a la humanidad de sus sufrimientos es algo muy grande y desconocido.
Por eso muy pocos son los convocados para esa tarea, para esa misión especial, de la que no se tiene total consciencia de lo que significa y de lo que representa; pero sí se tiene consciencia al poder sentir y percibir lo que se vive, paso a paso.
Por medio de Mi Misericordia necesito reparar el mundo y sustituir las corrientes negativas que aprisionan a la humanidad cada vez más.
Con su sí Yo podré hacer muchas más cosas.
Con su donación Yo podré conceder muchas más Gracias.
Con su incondicionalidad Yo podré socorrer y auxiliar al mundo y a los que Me dan las espaldas, a los que Me niegan, a los que ofenden a Dios por medio de sus ejemplos y modos de vida.
Hasta que la humanidad no aprenda a amar verdaderamente, deberá pasar por la Ley del Sufrimiento. Yo vine al mundo para poder enseñarles cómo liberarse de ella e ingresar en la Ley de Mi Gracia y de Mi Misericordia.
Aún de Mi Costado sigue brotando la Sangre Preciosa de su Maestro y Señor. Esa Sangre se derrama sobre el mundo y sobre la consciencia de la humanidad para poder justificar, por medio de todos los orantes que invocan Mi Divina Misericordia, los gravísimos errores y ultrajes que el mundo comete hoy, en estos tiempos críticos.
Por medio de la Sangre que brota de Mi Costado vengo a justificar los errores de las naciones, de los pueblos y de toda la humanidad, de cada uno de los seres que vive sobre la superficie de este planeta.
Por medio de Mi Sangre vengo a justificar y a reparar las cosas ante Dios, los hechos que someten y condenan el corazón de los hombres y la vida de todas las criaturas.
Porque desde el Huerto Getsemaní, en ese momento tan agudo para la Vida de su Señor, Yo ya sabía que este momento llegaría y que debería estar presente para testimoniar lo que Mi Padre, una vez, allí Me mostró.
Pero también vengo a testimoniar la Obra de Mi Misericordia que trasciende los tiempos y las formas, los modos de vida y las costumbres.
Vengo a testimoniar a los que en estos tiempos Me siguen y se congregan en torno a su Señor para confirmar Su Presencia en el mundo y especialmente en los corazones, en la esencia divina de cada ser, a pesar de la corrupción de estos tiempos y de las injurias de muchos, de muchos hijos de Dios.
Vengo, por medio de la sangre que brota en Mi Costado en este momento, a reparar Mi Iglesia, que como ven se está derrumbando.
Por eso, son llamados a estar adheridos a este momento junto a su Maestro y Señor; a hacer algo por los demás, algo más verdadero y profundo que pueda traer cura a las almas y los corazones heridos que una vez creyeron en Mi Iglesia y la han desahuciado por sus hechos y experiencias.
Vengo a renovar, en este día, el Sacrificio del Cordero de Dios para que no existan más corderos inmolados en este tiempo final.
Porque la Sangre que derramó su Señor de Su Costado ha sido suficiente, a fin de que ese testimonio de amor perdurara a lo largo de los tiempos y hasta el momento de Su Retorno por segunda vez a la humanidad.
Renueven el Sacrificio del Cordero de Dios todos los días.
No se olviden que el pan y el vino siempre deben estar en la mesa de su Redentor para que día tras día, momento tras momento, comulguen de Mi Cuerpo y de Mi Sangre. Así la vida será renovada a pesar de los acontecimientos y de las crueldades de este tiempo final.
Quisiera que comprendieran, compañeros Míos, de forma universal y de una manera más profunda y abierta, que el legado que testimonió su Maestro y Señor junto a Sus apóstoles en la Última Cena no puede perderse, no podrá desaparecer ni desvanecerse del corazón de los hombres.
Hasta ahora no he revelado lo que verdaderamente pasó en la Última Cena a nivel de la Consciencia del Espíritu y del Universo Celestial, pero ese momento se aproxima, esa hora está llegando, es el último Don que Yo le entregaré al mundo para la verdadera expresión de la vida sacerdotal y crística en las almas.
Sepan que ese legado siempre deberá ser su tesoro, su inspiración y su vida.
Que la comunión con Cristo no sea olvidada, ni un solo día, aunque sus cuerpos ya no puedan más.
Refúgiense en Mi Corazón y todo pasará.
La Llama de Mi Amor es más fuerte que todas las maldades del mundo y que todos los agravios.
Yo puedo transformar lo que ustedes no consiguen, si Me lo permiten. Pero mientras no Me lo permitan, como el mundo en su mayoría no Me lo permite, Mi sed aún será muy grande y amarga.
Sentiré la amargura, en este tiempo, más grande que cuando Me dieron de beber hiel en la Cruz. Ese es el símbolo de la indiferencia de la humanidad que deberá ser extirpada de la consciencia de los hombres y de las mujeres de la Tierra, para que exista una extraordinaria Gracia de despertar y de tener consciencia de lo que en verdad es vivir el Plan de Dios sobre la Tierra. Por eso, su valentía será imprescindible en estos tiempos.
Que su fuego interior nunca se apague y que su llama interior encandile las tinieblas que permean la Tierra por su inseguridad y su ofensa.
Por eso he dicho que esta será la Maratón del sacrificio, el momento de poder entregar el corazón en Mis Manos para que Yo lo pueda ofrecer como testimonio justificable ante Mi Padre y Su Reino por los agravios del mundo y la indiferencia.
Que nadie pierda la oportunidad de comprender lo que estoy diciendo y expresando.
Que nadie pierda la oportunidad de recordar Mis Palabras y de hacerlas parte de sí, porque estas son las últimas palabras que le estoy diciendo al mundo antes de que todo suceda.
Esa es la razón por la cual vengo con Mi Divina Misericordia, intentando expandirla y extenderla en el tiempo, aunque no haya tiempo, para que las almas ingresen en el Océano de Mi Amor y de la reparación, para que la cura se conceda en todos los espíritus.
No dejen de ayudarme en esta Peregrinación por la Paz, porque no será solo la paz que les daremos, sino también la consciencia de saber que es tiempo de cambiar y de vivir los Mandamientos de Dios como fueron escritos en el principio.
Eso renovará Mi Iglesia, eso le concederá a las almas la Gracia de volver a vivirme plenamente.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus mundos internos.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus almas.
Que la Sangre de Mi Costado se derrame completamente sobre ustedes, para que el Sacrificio del Cordero sea aún más justificable ante la Creación.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Primer Mensaje
Que estar Conmigo no sea un compromiso, sino una necesidad esencial para estos tiempos.
Yo no vengo a pedir lo imposible, sino lo que en verdad Me pueden dar, porque lo veo y lo siento.
Al igual que Mi Madre del Cielo, hoy piso con Mis Pies la cabeza de la serpiente de la maldición, la serpiente usurpadora e invasora, y así libero los infiernos, a las almas y, sobre todo, a los pueblos.
Hoy Mi Obra comienza aquí, en este lugar de Portugal, porque también necesita de Mi Misericordia; a pesar de todos los hechos que hayan sucedido en otros tiempos y de todas las Gracias que hayan descendido sobre este país.
Pero ahora estamos en un momento definitivo, en el que la participación de cada uno de Mis compañeros es esencial.
Esa es la respuesta que Yo recibiré de ustedes para seguir llevando adelante Mi Obra, esta vez en esta parte del mundo, en Europa, pero también en otros lugares en donde se necesita Mi Divina Misericordia para poder seguir adelante.
Ahora le llegó el momento a Mis compañeros de darlo todo por amor, y este mensaje es para todos.
Llegó el momento de que se igualen a Mí, que sean tan semejantes a Mí, no solo en el espíritu sino también en las obras.
Mientras estoy con ustedes descomprimo a la humanidad del mal, y permito que las almas se sumerjan en el Océano Infinito de Mi Misericordia.
Será importante que todos puedan entrar a ella, porque la Fuente se está cerrando mientras se aproxima la Justicia Divina.
Será importante que todos los que puedan estén a salvo, porque así podré dar testimonio ante Mi Padre, de que las almas responden a Mis pedidos y a Mis comandos.
Estoy aquí no solo por Portugal, sino también por toda Europa que debe despertar a la esencia de Mi Divina Misericordia; y para poder despertar a la esencia de Mi Misericordia deberá comprenderla y, sobre todo, vivirla en estos tiempos tan cruciales en los que luchan el amor y la indiferencia.
Necesito que sean parte de esa Fuente de la Misericordia mientras estén aquí, en este planeta y formando parte de esta humanidad.
Que cada acto o cada sentir sea parte de Mi Divina Misericordia.
Que cada ofrecimiento o donación de ustedes sea parte de Mi Divina Misericordia para que Mi Cruz Redentora pueda triunfar una vez más.
Ya estamos en el tiempo y, por medio de esta Peregrinación, estamos ingresando al momento más culminante de la humanidad, en el que ya no habrá más qué escoger, sino un solo camino que seguir, que es el camino hacia Mi Corazón, el que Yo le ofrezco incansablemente al mundo, para que las almas se sirvan de Mis méritos y de todos los tesoros que el propio Padre le ha concedido a Mi Consciencia Divina.
Pero ustedes saben, compañeros, que por más que Yo esté en el Cielo, Yo Soy igual que ustedes, como hombre, como alma y espíritu; que Mi Cuerpo resucitado y toda Mi Consciencia subieron a los Cielos para estar protegidos de estos tiempos y, especialmente, para prepararse para el momento del gran retorno a la humanidad.
Estamos en esa transición y en ese camino, estamos a la espera de ese gran momento en el que todo se desencadenará, dentro y fuera de las criaturas.
Mientras tanto, beban de la Fuente de Mi Misericordia para que se puedan purificar y limpiar.
Que sus actos estén llenos de amor.
Que sus palabras estén llenas de sabiduría y no de vibraciones bajas.
Que sus obras estén llenas de caridad y de Misericordia.
Que sus gestos sean gestos de luz y de elevación de su consciencia y de la consciencia de toda la humanidad, para que cuando Yo vuelva los pueda encontrar transformados, sin necesidad de purificarlos un poco más ni de pedirles que permanezcan un tiempo más en la Tierra y no puedan volver Conmigo al Cielo.
Lo que Yo les digo en este momento no es simbólico, es una verdad que emana Mi Corazón.
Cuando Yo retorne al mundo, a muchas, a muchas almas les costará reconocerme porque retornaré diferente a cómo Yo Me fui al Universo.
Pero Mi Voz sí será reconocida. Mi Corazón Glorificado y vivo sí será visto, y todos podrán ser testigos de Mis cinco principales Llagas de Luz, que Yo impartiré como la luz de más que cientos de soles para bendecir a la Tierra y convertirla en redención.
Cuando todo eso esté por suceder los corazones ya deberán estar limpios, sin arrogancia, sin orgullo, sin soberbia y, sobre todo, sin maldad; porque para que el Reino de Dios entre en ustedes, ustedes deberán ser dignos del Reino de Dios.
Y el Reino de Dios podrá entrar en ustedes cuando sus corazones estén limpios de sí y llenos de la entrega que compartirán con su Maestro y Señor, transmutando y liberando el dolor del mundo y el sufrimiento que aprisiona y hace agonizar a las almas.
Esta es la cruz que Yo les ofrezco a muy pocos, porque la recompensa, que no será de este mundo, es muy grande para quien la cargue junto Conmigo y con valentía.
Llegó el momento de que la cruz de esta humanidad, que ha sido pervertida y ultrajada, se redima y resplandezca como victoria de Luz y de Amor, de Unidad y de Hermandad, tan semejante a la Cruz en la cual Yo fui clavado en lo alto del Monte Calvario; en esa redención se unirán a la Esencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Pero aún hay mucho por hacer, hay mucho por hacer con tan pocos.
Sin embargo, la Fuerza de Mi Espíritu no les faltará; porque quien está en Mí, Mi Espíritu lo tornará invencible y le dará la fuerza para poder hacerlo todo, según Mis designios y Mi Voluntad.
Es así que hoy les digo, compañeros, especialmente a los que escuchan este mensaje en este primer día de Maratón, que se han esforzado y han madrugado para recibirme en sus corazones del otro lado del mundo, que con esos Yo contaré, porque no serán corazones tibios ni fríos, serán corazones en los que Yo podré confiar infinitamente y sin excepciones, sin justificaciones y sin reclamos.
Les vuelvo a decir que es hora de darlo todo por los que no lo dan; y cuando llegue el tiempo de Mi regreso, serán bienaventurados como los que están en los Cielos, serán reconocidos a causa de haber sufrido y padecido por Mí, al igual que tantos santos y tantos servidores de los últimos tiempos.
Que esta Maratón de la Divina Misericordia sea la maratón del sacrificio y de la institución del Divino Perdón entre los pueblos y las naciones que se conquistaron y se lastimaron, transgrediendo las Leyes de Dios y los atributos de la evolución.
Que, por medio de la Fuente y del Océano de Mi Divina e Insondable Misericordia, las heridas más profundas del sufrimiento humano sean cerradas, desde el momento de Mi Ascensión hasta el presente.
Confío, confío en lo que Me podrán dar, porque lo que Me han dado hasta ahora ha concedido esta Gracia tan importante de que ustedes estén aquí, junto a Mí, para seguir los caminos del perdón y de la redención.
Escucha, Padre, la voz de los que siempre están Contigo.
Escucha la voz de los que claman por Tu Voluntad y por Tu Gracia.
Que todo sea renovado, Padre, desde lo más íntimo hasta lo más superficial.
Que todo sea curado, Padre, desde lo más pequeño hasta lo más grande.
Porque en todo Tú Te encuentras, Adonai.
Porque en todo Tú vibras, Emmanuel.
Y Tu Espíritu está presente, Abba, en todas las dimensiones.
Que las almas más sedientas y perdidas encuentren Tu Luz por medio de esta oferta a la Divina Misericordia de Mi Corazón, y así estaré cumpliendo, amado Padre, junto a Mis hermanos, la promesa de volver a hacer triunfar Mi Cruz en el mundo. Amén.
Que la Luz del Espíritu Santo los bendiga y que el Espíritu Santo los guíe por medio del Don de Su Sabiduría y Discernimiento.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más