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Compañeros:
Con el poder y la fuerza de Mi Luz Celestial, cada vez que Me presento ante el mundo exorcizo y libero a la humanidad de una gran presión planetaria, a fin de que el plano psíquico sea aliviado de las corrientes del conflicto y de la perturbación.
Por esa razón, en la Hora de la Misericordia, su Maestro y Señor concede oportunidades únicas para la redención y la conversión de los corazones.
En la Hora de la Misericordia se abren los grandes espacios de la Conciencia de Dios para que las almas sean sumergidas en el océano del Amor y así se puedan curar espiritualmente.
Que en la Hora de la Misericordia sea recordada la Pasión de su Maestro, a fin de que todos los méritos de Su Muerte, de Su Resurrección y de Su Gloria sean depositados como bálsamo de reparación y de alivio interior en la humanidad, para que las almas encuentren el camino para vivir su salvación.
Que en la Hora de la Misericordia sea vivificada la presencia del Hijo de Dios para que, por los méritos de Su Pasión, la redención interior se irradie al mundo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Atraeré hacia Mi Corazón almas desconocidas para ustedes, y ellas se aproximarán a esta Obra por Mi intercesión.
Serán como mariposas que posarán sobre la Flor de Mi Corazón, o como abejas que tomarán el néctar de las flores vivas de Mi Jardín.
Esas almas serán retiradas de la vida superficial de la Tierra y, con todo Mi Amor, Yo las abrigaré para que tengan la gracia de conocer, por única vez, el Manantial de la Divina e insondable Misericordia.
Las colocaré dentro del océano de Mi Amor para que sean purificadas y reciban los impulsos espirituales que necesitan, así como la lluvia que humedece la tierra para tornarla fértil.
Esas almas llegarán de diversos lugares y caminos, y Yo las conduciré hacia un solo camino, les abriré la sagrada puerta de Mi Templo Interior para que reciban la bendición del Divino Espíritu.
Algunas de ellas sentirán el impulso de consagrarse a Mí de forma total; y otras sentirán la necesidad de seguir Mi Camino hasta poder encontrar, por sí mismas, la Fuente de Mi Misericordia y beber de ella para nutrir sus esencias.
A ustedes les corresponderá estar atentos para aprender a reconocer a las almas que enviaré para formar parte de Mis comandos, así como ustedes ahora lo hacen, según Mi Voluntad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cánticos de Figueira - “Aleluya”
En este cántico la invocación interna se centra en la receptividad de la consciencia delante de la enseñanza y el conocimiento dados por su Maestro, es decir, el Instructor; y en la apertura para escuchar la Verdad, a fin de aprender a seguir la Ley y a cumplirla.
Ese amor por la Ley permitirá que el alma despierte aún más hacia el servicio, porque la llevará a buscar el bien en todo lugar y la impulsará hacia la ardiente aspiración de alcanzar, por medio de la devoción, la unión con la vida universal.
El cántico también revela que el discípulo no tiene incertidumbres al respecto de la gran Jerarquía. Eso es porque la fe del discípulo está concentrada en aprender a vivir y a amar la Ley de la Jerarquía.
Esto trae seguridad interior en los pasos que se deberán dar para concretar, algún día, la experiencia de la misión a realizar en este mundo.
Para llevar adelante esa experiencia, que cambiará la vida del discípulo, el cántico indica el camino, diciendo que los hábitos deberán cambiar para que esa experiencia de vivir la misión sobre la Tierra sea verdadera y no tenga oscilaciones.
Toda esa entrega que se realizará será en el nombre del Señor y por Su Gloria. Esto llevará al discípulo a desprenderse de las riquezas a través de la vivencia de la Ley.
Para que esa experiencia total se refleje en la vida del discípulo, él debe medir sus fuerzas durante su purificación y no desafiar al mal.
Así, en esa resignación y entrega, él surgirá como electo, entre tantos, para reflejar solamente gratitud delante de los Mensajeros que llenan el Cielo de señales determinantes para el espíritu y profundas para la transformación del alma.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Sigue las huellas de amor que ha marcado Mi Hijo en tus caminos.
Reconoce Su presencia en tu interior y aférrate a Él para que algún día recibas los sagrados tesoros de Su Corazón.
Revive cada momento compartido en la Comunión con Su Espíritu, en la oración diaria que brota de Su Corazón bondadoso y, así, entrégate a Él, para que Mi Hijo pueda hacer los milagros de la vida, en nombre del Amor que Él le tiene a la humanidad.
No dejes de avanzar, de ser determinado; así permitirás que el Espíritu Santo te colme y seas bendecido por la expresión más pura de Dios.
Protege la inocencia de tu alma. Abre las puertas a tu morada interior, para que allí sea depositado el Amor crístico.
Sé valiente y camina alcanzando los últimos escalones de la redención para que ingreses al Corazón del Padre Celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Camina descalzo, pensando que conseguirás y que podrás librarte del pasado, aspirando todo el tiempo a poder alcanzar en ti la manifestación interior del Sagrado Reino de Dios.
Camina descalzo, imitándome con determinación y mucha valentía, con la esperanza de ver realizarse la Sagrada Voluntad de Dios en todos los planos y en todas las consciencias adheridas al Plan del Creador.
Camina descalzo, confiando en el porvenir de algo mejor, aunque la humanidad y el planeta se purifiquen intensamente, afirmando en tu interior la victoria del Amor y la concreción del Divino Designio.
Camina descalzo, despojado de tus errores y de la falta de aciertos, libre de las cadenas que pudieron haber mantenido presos a tus pies.
Mantén la visión en el Propósito, abriendo todo el tiempo la puerta de tu corazón para que la Luz del Reino de Dios se pueda establecer.
Camina descalzo, confiando en lo desconocido, en lo venidero y en lo renovador, librándote del cautiverio planetario y de la condición que atan a los seres humanos al pasado.
Descubre, dentro de ti, el eterno presente y únete de esa forma al Universo Mayor, dejando que, en cada nuevo paso, tu puedas realizar lo que el Universo espera que realices.
Mantén tu fe en lo Alto, porque de lo Alto vendrá el auxilio para cada nuevo desafío.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Camina y sigue adelante, nadie impedirá la concreción del Plan de Cristo.
Camina y sigue adelante confiando en los Designios Mayores.
Camina y sigue adelante llevando en tu corazón el Fuego, Amor de Cristo.
Camina y sigue adelante teniendo la total seguridad de que el Plan triunfará más allá de todo.
Camina y sigue adelante, sigue al Maestro del Amor y a todas Sus huestes angélicas hacia la meta de la realización del Plan.
Camina y sigue adelante sabiendo que, por encima de todo, se cumplirá la Divina Voluntad.
Camina y sigue adelante teniendo presente en tu corazón todas las promesas de Cristo.
Camina y sigue adelante llevando sobre tus hombros la cruz de la redención.
Camina y sigue adelante mirando hacia el Infinito, buscando y sintiendo dentro de ti el retorno al Origen.
Camina y sigue adelante porque con muy pocos se hará mucho.
Camina y sigue adelante haciendo triunfar en ti el Plan de Amor del Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Coloca tu corazón en el Corazón de Dios para escuchar Mis palabras y que ellas sean fecundas en tu interior.
Sé, hijo, que todos los días te hablo sobre elevar tu consciencia hacia lo Alto y tu pensamiento hacia Dios, pero que tú solo ves a tu alrededor los confusos e infinitos enredos de la vida humana y, dentro de ti, solo ves la batalla constante por estar en el camino de la evolución como te corresponde.
Sé que todo te parece distante y que la Sabiduría y el Conocimiento universal son para ti una esperanza, pero no una realidad. Mas, hoy te digo que en este ciclo vengo para que la Vida Superior deje de ser una esperanza para el futuro y pase a ser una realidad en el presente.
Vengo a enseñarte a estar en este mundo sin pertenecer a él y a comprender la vida desde una perspectiva más amplia que los horizontes que tus ojos pueden ver.
Solo te pido que te dediques a meditar en Mis palabras por un instante, todos los días, y dejes que ellas, por si solas, impregnen y transformen tu consciencia, así como un gran lago que al estar vacío va siendo colmado, gota a gota.
Si Yo te digo: "Piensa en Dios y contempla en tu interior el Infinito", haz eso. Y deja que, en ese segundo, el Creador sea una Consciencia viva en tu interior.
De esa forma simple, experimentando cada día algo de lo que Yo te digo, verás cómo la Vida Universal ingresará en ti y tú en ella, como partes uno del otro, y todo en Dios.
Yo te bendigo y agradezco por seguir, día a día, aquello que coloco en tu interior.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Mis palabras son las poesías del Cielo.
Mi consuelo es la alegría que el corazón tiene de poder vivir a Dios.
Mi aspiración es la conversión de todos los corazones.
Mi mensaje es la realización de la Voluntad en Mis hijos.
Mi gozo es la canción de los corales.
Mi cura es la felicidad de los que le sonríen a Dios.
Mi camino es el retorno de Mis hijos al Corazón de Cristo.
Mi aspiración interior es que todos comprendan a Dios.
Mi canto es la oración de todos Mis hijos.
Mi vida es la vida de los que siguen Mis caminos.
Mi principio es el Propósito de Dios.
Mi meta es el despertar de los que están dormidos.
Mi tristeza es el abandono de los que no vivieron la Voluntad de Dios.
Mi ardor es el fuego orante de Mis hijos.
Mi ofrenda es el amor vivido entre Mis hijos.
Mi espera es la respuesta consciente de los soldados de Cristo.
Mi agonía es el desamor y el odio entre los corazones.
Mi alivio es el rosario ofrecido por Mis hijos.
Mi convicción es la fe absoluta en el Plan Divino.
Mi intercesión es la bondad de los mansos de corazón.
Mi regocijo es la consagración de las esposas de Cristo.
Mi paz es cuando tú, hijo Mío, te animas a decirme "sí".
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si tus pies te duelen por estar cansados, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si tus manos pesan por tanto trabajar, del amanecer hasta el anochecer, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si tus ojos están cansados y solo quieren cerrarse para dormir, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si eres el primero que madrugas y el último que te acuestas cuando cada hermano ya está descansando y confirmes que todo está en su lugar, sin reclamos, repite: “Alabado seas Señor”.
Si estás enfermo o si estás en agonía, si puedes sonreír o solo llorar, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si te dan la tarea más esforzada o si solo puedes estar en oración por tu imposibilidad de trabajar, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si quieres superarte pero no lo consigues, si te quieres trascender todos los días pero siempre tropiezas con la misma piedra, sin justificarte, repite: “Alabado seas Señor”.
Si estás cansado porque el día se hizo largo y ya no quieres ni escuchar una palabra más, sin odio, repite: “Alabado seas Señor”.
Porque todo lo que Dios nos coloca en el camino es solo para que aprendamos a amar más y más, y así alabar a Dios.
Nada está fuera de su lugar. Al contrario, cada prueba o desafío es para que nos resignemos diciendo: “Alabado seas Señor”.
Porque en el Cielo los servidores serán premiados por sus esfuerzos a fin de que, en cada momento como en cada paso, se manifieste la Voluntad de Dios.
Que el Señor sea siempre alabado para que Su eterna confianza esté en ustedes y así todo se renueve.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Realizando con tiempo y dedicación las obras de mejora de los caminos que conducen al Centro Mariano de Aurora, y con la ayuda de los servidores de Uruguay, Argentina y sur del Brasil, las almas le demostrarán al universo, en nombre de muchas más, que aceptarán y aspirarán a la permanencia en Uruguay de la Jerarquía Divina y, sobre todo, de la Presencia de Dios.
Aunque exista Mi Iglesia en este país, no es suficiente el calor interior que las almas de aquí Me dan. Solo siento plenitud cuando los peregrinos llegan al Centro Mariano de Aurora para reconocer y confirmar Mi Presencia.
Importantes jerarcas de Mi Iglesia podrían haber evitado la condenación de este pueblo en vez de volverme a perseguir como lo han hecho con esta Obra, siendo sensacionalistas y omitiendo las barbaridades que el pueblo aceptó asumir, por ejemplo, por medio del aborto.
Mi Iglesia, en vez de colocar la mirada en la perdición de las almas, les cerró las puertas a muchos corazones que debían llegar hasta Aurora para poder encontrarme.
¡Qué condenación!
Por eso, Me sirvo humildemente de los que Me siguen de verdad en este tiempo, sabiendo que todo lo que Yo deseo para el Uruguay es grandioso e infinito.
Llevando adelante la reconstrucción de los caminos físicos de Aurora, los grupos permitirán que Mi Presencia esté aquí a pesar de la indiferencia y, sobre todo, que el propio camino que será arreglado por los servidores sea el símbolo de la corrección de los desvirtuados caminos de esta pobre nación.
Les agradezco por obedecerme.
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Antes de que llegue el mes de agosto de este año, será misión y tarea de los uruguayos y de todos los coligados al Centro Mariano de Aurora, el mejoramiento de los caminos externos que conducen hasta él; así como la canalización de las aguas, para que lo que sucede en estos días no suceda en el mes de agosto, durante los días de los sagrados encuentros.
Por eso, desde ahora, hasta antes que finalice el mes de julio, quisiera que los grupos orantes de Uruguay, de Argentina y del sur del Brasil vinieran al Centro Mariano de Aurora para que, de forma periódica, lleven adelante ese proyecto de mejora de los caminos de tierra como del encauce de las aguas a fin de que, a pesar de las lluvias y el desborde de los ríos, no sean interrumpidos los encuentros.
Por otra parte, les corresponderá también a los grupos de Uruguay concretar, junto al municipio al cual pertenece el Centro Mariano de Aurora, un plan bien ordenado y real para que la caminería municipal que conduce hacia dicho Centro sea mejorada, dada la necesidad de recibir adecuadamente a los peregrinos y para que ellos no sientan no poder llegar al Centro de Amor por las condiciones ambientales y físicas en las cuales, por ejemplo, se encuentran los caminos.
Por eso, vengo para pedirles a los grupos de todo el Uruguay, de Argentina y del sur del Brasil que, con tiempo y planificación, se organicen a fin de que los sagrados encuentros de agosto se puedan llevar adelante normalmente.
Arreglar los caminos y canalizar las aguas no es solo armonizar los Reinos de la Naturaleza, sino también será la muestra de su amor por todo lo que han recibido de Aurora y de los Mensajeros Divinos.
Desde ahora estaré agradecido de que cumplan este pedido por el bien y la existencia del sagrado Centro Mariano de Aurora.
Los acompañaré en esta labor como ofrenda al Plan del Padre y al cuidado de la divina manifestación.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que la Luz de la Misericordia de Cristo guíe el camino de las almas que se entregan, con confianza, a los Brazos del Redentor.
Que esa entrega incondicional pueda abrir la puerta para la cura de los corazones y de las vidas de las personas que confían plenamente en la Misericordia Divina de Jesús; que así se establezca una alianza espiritual entre los redimidos y nuestro Señor, y que esa unión de almas con Cristo fortalezca el desarrollo de la Obra de la Redención y de la Misericordia en la humanidad.
Dejando atrás el pasado, que las almas reencuentren el sentido del Propósito y que siempre lo puedan ver y sentir en su interior como la llama que todo lo guía y que todo lo resguarda.
Abriéndose las puertas a la Misericordia de Jesús, que los corazones se renueven, que pierdan el miedo al fracaso y que se establezca una alianza inquebrantable entre las almas y el Creador.
Que todo sea renovado, que la vida sea permeada por el espíritu de la paz y que, finalmente, todo sea curado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escucha la Voz del Corazón de Dios y fortalécete con Sus Palabras.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y confía en Sus Designios.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y que solo eso te baste.
Escucha la Voz del Corazón de Dios por todos los que no la escuchan.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y siempre haz lo mejor, lo que ninguna otra alma haría.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y fortalece tu fe en Él.
Escucha la Voz del Corazón de Dios porque todo pasará.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y que ella te consuele.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y todo se renovará.
Escucha la Voz del Corazón de Dios para que tu paciencia crezca.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y hazte tan pequeño como Él.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y siente Su inmensa Misericordia.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y encuentra Su sublime Reino.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y todo se restaurará.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y sabrás cuál es el camino.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y hallarás la fuerza interior.
Escucha la Voz del Corazón de Dios y podrás decirle a todo sí; sí al servicio, sí al Infinito, sí a la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El camino de la oración del corazón siempre los llevará a vivir un gran cambio en la consciencia y en la vida. La oración les permitirá sentir la verdadera existencia y así encontrarán el sentido de estar aquí, en este tiempo definitivo.
Todo lo que puede hacer la oración del corazón en la vida de un alma, sinceramente devota, es indescriptible. Es así que, en estos tiempos, la oración del corazón puede abrir las puertas al universo de la Gracia, de la Misericordia y de la Cura a los corazones del mundo.
La oración es capaz de evitar la catástrofe planetaria y puede conducir, hacia el camino de protección, a las almas que en peligro necesitan ingresar en él.
Por eso, la oración es un misterio grande a develar, ya que en su esencia se encuentra el camino para poder vivir simplemente nuevas cosas.
La oración representa el diálogo que las almas deben tener con Dios, en el momento de entrar en comunión con Su Divino Espíritu.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre en este camino de oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios tiene Misericordia de los que persisten en Su Divino Camino y de los que aspiran todos los días a ser mejores en el amor, en la incondicionalidad y en la bondad.
Dios tiene Misericordia y Compasión de los que lo siguen a pesar de tropezar, de herirse a sí mismos y de caer en el camino.
Dios tiene inmensa Misericordia de los que se arrepienten de corazón y de los que le dan la vida para que Él realice Su Voluntad.
Dios tiene Misericordia de los que intentan, todos los días, llevar a la práctica, una a una, las palabras con las que Él instruye, inspirando a los Sagrados Corazones para que las pronuncien.
Dios tiene Misericordia de los que se reconocen indignos, imperfectos y errantes.
Dios tiene Misericordia de los que trabajan todos los días para ser humildes y honestos consigo mismo y con los hermanos de camino.
Dios tiene mucha Misericordia de los que se consagran y de los que han dejado la vida de consagración, pues Su profundo y ardiente deseo es que la humanidad le responda a Su Hijo, el Cristo.
Dios tiene Misericordia de los que temen sentirse separados de Él, en algún plano de consciencia o lejos de Su Amor.
Dios tiene Misericordia de los que se rinden hasta el final y de los que no quieren nada más para sí, sino solo vivir en Su eterna Gracia, en Su divina Fe y en Su poderoso Amor.
Dios tiene tanta misericordia para dar, que la mayoría de Sus hijos se olvidan de ir a buscar el Agua de Vida a la Fuente inmaterial de Su Creación.
Dios espera todos los días que solo miren al Cielo y digan: “Padre, aquí estoy, hágase Tu Voluntad eterna y no la mía. Hazme muy semejante a Tu Hijo, libérame de las amarras, de las faltas que me aprisionan, para que solo abunde Tu Paz y Tu Verdad”.
Con tan solo esas palabras, el Reino de Dios estará descendiendo en la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y siempre los consagra,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras en el mundo y sobre las naciones se precipitan todos los acontecimientos, los invito a orar con el corazón, cada vez más profundamente.
Los invito a ser representantes de la paz que tanto necesita la humanidad. Con sus corazones valientes cambiaremos este planeta, y los oprimidos recibirán la oportunidad de estar rápidamente en libertad.
Vengo con Mi espada de Luz a liberar del error a cuantos se sumergieron en él. Vengo a mostrarles a Mis hijos que existe un camino verdadero de salida para liberarse de sí mismo.
Es hora de que los soldados de Cristo lleven en sus labios la Palabra de salvación y de consuelo que muchas almas esperan.
Por eso, hijos, vengo a motivarlos a vivir el servicio por el Plan, para que sus consciencias siempre estén prontas para saber responder al llamado del Cielo.
De esa forma, Mis queridos hijos, los preparo conscientemente para que sepan abrir las puertas en el momento de vivir su redención.
Que, en este tiempo desconocido que recién se inicia, el camino del servicio y de la paz sea la tónica de sus vidas porque el planeta lo necesita y la humanidad entera debe aprender a servir al Plan de Dios.
Que, en esta hora aguda del planeta, todos los soles de corazón puedan brillar y demostrarle a esta civilización humana que es tiempo de mirar a Dios y de servirlo con humilde prontitud, para que así la mayoría no se quede atrás.
La vida del mundo podrá ser tentadora, pero sepan que quien ama el Plan de Dios encuentra todos los recursos para poder vivirlo y así formar las bases de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los impulsa a servir,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡Oh alma que aspira a consagrarse cada día más a los Planes Celestiales, déjate llevar por los impulsos y no por la impulsividad!
Reconoce la diferencia entre las corrientes poderosas que provienen del cosmos y que te invitan a dar un paso concreto y preciso, y las corrientes desenfrenadas de la mente y de las emociones, que te llevarán a buscar un camino que no es para tus pies. Medita con el corazón y no elucubres.
No pronuncio estas palabras para confundirte en tus decisiones, porque en verdad ya estás lo suficientemente madura para percibir la diferencia entre impulso e impulsividad. Solo te digo esto para que estés atenta y no pierdas jamás tu disposición de seguir adelante, sino que tu ímpetu por caminar te lleve a la meta correcta que Dios pensó para ti.
No es más momento de lanzarte en caminos inciertos por no meditar y no sentir la dirección por dónde ir. Pregúntate antes de dar tus pasos y no respondas con la mente lo que le corresponde al corazón decidir.
Persevera en la meta que Dios tiene para ti y no te resistas a seguir Su Voluntad. Si te alegras con la Voluntad de Dios, tu vida podrá ser pleno regocijo interior. Y, aunque vivas alguna dificultad, nada retirará de ti la alegría de vivir lo que te fue destinado.
Aquel que te alerta para que des pasos precisos en estos tiempos de definición,
San José Castísimo
Renueva tu consagración a Dios todos los días y entra en el eterno movimiento de los ciclos universales.
Renuévate delante del Creador para que Él te conduzca por nuevos caminos internos y jamás te acomodes a los pasos que ya conseguiste dar.
Reconoce lo infinito delante de ti y cuánto te falta crecer mucho más allá de esta vida. Reconoce en el vasto universo las infinitas dimensiones creadas y que cada una de ellas exigirá de ti un determinado aprendizaje, que te hará crecer y unirte cada día más a Dios.
Hijo, lo que la humanidad llama contemplación y unión con Dios, en esta dimensión material, no es nada más que una aproximación a la grandeza del Creador, una experiencia con Su Divina Luz. La contemplación es el acto de reconocer la existencia de Dios y de aproximarse a Él, pero aún le falta a tu corazón y a tu consciencia humana para que ella sea Una con Dios en su origen.
Ese camino se construye y recorre poco a poco. A medida que el ser se vacía de sí mismo y de toda necesidad de explicar y comprender lo que experimenta; a medida que se vacía de los conceptos conocidos por su mente, comienza a ser impregnado por otras leyes y vibraciones que no pertenecen a este mundo y que son palpables para el corazón humano, pero incomprensibles para la mente.
La aproximación y la aceptación de leyes sublimes va logrando que las puertas para otros grados de evolución se abran delante de la consciencia, que solo después de cruzar esas puertas y experimentar esas leyes podrá sentirlas y comprenderlas, pero no explicarlas.
Los hombres no pueden explicar lo que viven en los niveles superiores porque la materia que compone la mente humana no es afín con esa vibración sutil; pero hijo, el corazón, que es semejante al Creador de todas las cosas, sí puede comprender y vivir todas las leyes.
Así como el Señor es ilimitado en Su existencia, así también es el corazón de los hombres. Pero ese corazón necesita expandirse, cruzar umbrales y romper barreras, trascender límites y tendencias humanas, dejar de ser tan cerrado y abrirse al cosmos que, para él, es inexplicable y comprensible al mismo tiempo.
Para llegar a ese estado de unión con la vida superior, que es algo más que una experiencia contemplativa, hijo, es necesario que te renueves todos los días y, al percibir que estás estancándote o retrocediendo, busques siempre una forma de despertar y de avanzar.
Por eso vengo al mundo para impulsar al corazón humano hacia el infinito y llevarlo a una vivencia de lo que él verdaderamente es.
Déjate ser guiado e impulsado por estas palabras. Si no las comprendes, solo siéntelas y deja que ellas por sí solas, vivas como son, trabajen dentro de ti.
Tu padre y compañero,
San José Castísimo
Hijos:
¿Por qué piensan en el pasado?
Olvidar el pasado no es ser indiferente a lo que se vivió ni ignorar todo lo que experimentaron como consciencias. Olvidar el pasado es asimilar en el interior los buenos frutos de las experiencias que los hicieron crecer como seres humanos y, a partir de ahí, dar nuevos pasos, elevando aquello que no estuvo bien en sus vidas.
Cuando ustedes dejan el pasado en el tiempo que le corresponde y no intentan perpetuar una acción ni una experiencia que ya no existe, están dando una oportunidad para trascender ese estado de consciencia que llaman pasado.
Todas las experiencias positivas deben servir de base para que el ser alcance nuevos escalones evolutivos, pero sus ojos no deben estar fijos en los propios pies, sino en lo alto de la gran escalera.
Quedar preso al pasado, hijos, es como estar subiendo una gran escalera que los lleva al Reino de Dios y detener el caminar para fijarse en los detalles de los escalones que pisaron o que siguen pisando. Si, por el contrario, ustedes liberan el pasado y sacan los pies de esos escalones, caminando con pasos firmes, darán lugar a otros, que vendrán detrás de ustedes, para que suban esa escalera.
Muchas veces, hijos, atarse a situaciones y personas del pasado, por querer perpetuar su presencia en una coyuntura que no les corresponde más, es como estar parado en medio de la escalera, queriendo hacer que su presencia allí sea eterna; creyendo que así ayudarán a los demás cuando, en realidad, es caminando y subiendo los escalones como pueden ayudar al prójimo, porque liberarán el camino para que otros puedan subir.
Caminen, hijos, y no miren para atrás. No cuenten cuántos escalones subieron o con qué detalles fueron hechos. No se detengan en la escalera, no se distraigan de la meta que el Creador tiene para ustedes. Den los pasos y dejen que Aquel que sabe todas las cosas encamine a los que no pudieron acompañarlos. Acuérdense que el mayor servicio es evolucionar. Si evolucionan como consciencia, ustedes lo harán como humanidad y, si lo hacen como humanidad, lo harán en nombre de todo el universo y de toda la Creación.
Contemplen un propósito mayor y no se pierdan más en las distracciones de un tiempo que pasó.
Su padre y amigo, el que los impulsa al eterno presente,
San José Castísimo
Durante Su agonía, Jesús pudo ver y sentir, en Su Sagrado Corazón, todos los males que padecería a lo largo de Su Pasión y también a lo largo de los siglos de la existencia humana para sustentar a humanidad en este planeta. Aun así, Él eligió vivir el Amor, el Sacrificio y la Entrega, porque en Su Corazón mucho mayor que el temor, era el Amor por los Planes de Dios.
Su Voluntad era una con la del Padre y no había sentir humano que pudiera separarlo del Creador. Incluso ante la tensión y el temor inmenso, que hicieron que los vasos sanguíneos de Su Cuerpo se rompieran y Él sudara sangre, el Señor no se detuvo en la debilidad del cuerpo y, a partir de ahí, afirmó Su fortaleza en el Espíritu.
Lo que padecía en la materia, a pesar de ser difícil y doloroso, ya no desviaba la atención de Jesús. Su meta estaba en Dios y, trascendiendo lo que sentía Su Cuerpo, abrazó la Cruz, que era el propósito de Su Espíritu.
La Pasión de Cristo, hijos, no es solo para ser contemplada, es para ser vivida y renovada por todos los que dicen ser Sus soldados, Sus compañeros. Aunque no sean martirizados ni muertos en la cruz, pueden valerse de todos los principios espirituales vividos por Cristo y atraer hacia sus vidas todas las Enseñanzas que Él dejó con Su ejemplo.
Ustedes deben aprender a permitir que la consciencia trascienda los hechos y los acontecimientos y se sumerja en la verdadera esencia que mueve todas las acciones divinas. Solo así podrán aprender a actuar como hijos de Dios y serán dignos de representarlo en este mundo, cuando Su Voz se silencie y a los propios hombres les corresponda guiarse los unos a los otros.
Muchos quieren saber con detalles lo que sucederá en los últimos tiempos, en su prueba final, pero ¿quién perseverará al saberlo? ¿Quién continuará al lado de Dios, sabiendo que lo aguarda una cruz eterna? ¿Quién trascenderá los padecimientos del cuerpo para transformar todo dolor que pueda vivir en perdón y en triunfo de Dios?
La Pasión de Cristo es revivida cada año por la humanidad para que los códigos dejados por Él los despierten al propio camino espiritual y puedan obtener del ejemplo del Maestro la inspiración que necesitan para dar sus pasos sin titubear.
No solo sufran por el sacrificio de Cristo, o solo lo admiren; no lo glorifiquen solo porque Él haya hecho algo que ustedes piensan que jamás serán capaces de hacer. Glorifíquenlo, porque Él les mostró el Camino y porque harán del Sacrificio de Él la fuerza para no desistir de cumplir los Planes de Dios, aunque estén frente a la muerte.
Este es el verdadero motivo para recordar la Pasión de Cristo: aprender a amar como Él amó y seguir Sus pasos.
Aquel que los ama y los instruye siempre,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más