Sábado, 31 de agosto de 2024

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

La obediencia a Dios nunca puede ser forzada.

En Mi ejemplo de Mujer y Madre en la Tierra, ante el Llamado interno de Dios, a través de la presencia del Arcángel Gabriel, nunca dudé ni cuestioné; porque Dios, con Su Obediencia, había inundado Mi Alma, Mi Vida y Mi Corazón.

Por eso, hijos, una vez le expresé al Padre Eterno: “Hágase en Mí según Tu Palabra”, porque en la verdadera Palabra de Dios el alma encuentra el sentido espiritual de servir a Dios sin excepciones.

Por eso, la obediencia a Dios nunca podría comprenderse como una regla severa o una imposición, porque es una Ley que libera al alma de la condición humana.

En la obediencia está la esencia de la paz y en la paz está la expresión auténtica del amor del corazón.

Hijos, a lo largo de los tiempos, la humanidad tergiversó el concepto de obediencia; porque en la obediencia está la protección de uno mismo, de todo lo que el alma pueda vivir en la Tierra.

La obediencia es el pilar fundamental de la unidad. Por eso, cuando el alma no obedece, destruye la unidad que debe generarse en este mundo para que se concrete el Plan de Dios.

Pero no se puede vivir la obediencia como un camino obligado a cumplirse, porque en la obediencia está la Mirada Paternal de Dios; porque en esa sagrada obediencia, Dios deposita Sus más preciadas aspiraciones.

Cuando se desobedece, el alma pierde la Gracia de vivir su propia liberación, de ser desterrada de sus propias amarras.

Hoy, hijos amados, los invito a pensar en la obediencia de María.

Estoy aquí para enseñarles, por pedido de Mi Hijo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Esclava del Señor

Sábado, 24 de agosto de 2024

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Como su Madre que los ama y los ampara, Soy Quien los guía hasta Jesús para que, en Jesús que es Amor, Verdad y Sabiduría, ustedes vivan en este tiempo la transformación para que la humanidad en toda su condición sea transformada.

Por eso, estoy aquí como la Madre de los apóstoles de Mi Hijo para que se animen a cruzar la senda de la purificación interior, así como su Divina Madre, San José y el pequeño Niño lo vivieron, a fin de que los valores de la vida espiritual estuvieran presentes en la humanidad.

Sin purificación el alma no se libera, recuerden que la purificación no es dolor, sino liberación. La purificación no es un castigo ni una pena, es una Ley que los ayuda en el desprendimiento de la vida superficial e insensible.

Queridos hijos, el planeta atraviesa este momento culminante, previo al Retorno de Cristo. Por eso, estoy aquí como Madre Intercesora para que Mis hijos entiendan que se debe abrir la puerta definitiva de la redención.

En este día y en este mes de agosto, la Sagrada Jerarquía medita y reflexiona sobre sus próximos pasos para poder ayudar a la humanidad; pero para que esto sea una realidad es necesario de servidores confirmados capaces de asumir por sí mismos el Propósito que está diseñado por el propio Dios desde el principio.

Recuerden el lápiz en la Mano de Dios, que sus almas permitan que Dios continúe escribiendo.

Yo estoy aquí como siempre, Soy su Madre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de los que dicen sí



Palabras de la Virgen María durante la consagración de Hijas de María:


Hoy, Mis Palabras se dirigen a lo que verdaderamente son y por qué han venido a la Tierra a servir a Dios.

En ese espacio puro e inmaculado, que habita en sus esencias, es en donde Mi Hijo y Nuestro Padre Dios colocan Sus designios, impulsos que se manifiestan como pequeñas semillas que, a través de sus esfuerzos, entregas y disposición, pueden germinar hasta que algún día se conviertan en algo muy importante para Dios; en eso tan importante que Él tanto busca en cada una de las almas, que los Hijos de Dios, Sus Criaturas, sean Sus instrumentos en la Tierra, vacíos, despojados e incondicionales. Algo que sé plenamente que al ser humano le cuesta, pero con la fuerza de la fe, hijos, todo es posible.

Recuerden lo que dijo Mi Hijo en el Evangelio: “Si tu fe fuera tan grande y fuerte, podrías decirle a la montaña que se mueva de lugar y ella se moverá”. Esto es parte de la realidad de la Ley y de la experiencia de la Ley de la vida.

Por eso, hoy las consagro, aunque ya son Mis hijas, Mis hijas llamadas a ser espejos en la Tierra que reflejen Mi Maternidad y Amor para con las almas y los Reinos de la Naturaleza.
Reciban Mi bendición espiritual como comienzo de una nueva etapa, como la apertura de una nueva senda que, a través de su convicción y fe, descubrirán por ustedes mismas; porque es importante saber y recordar que Dios tiene un destino para cada ser, con la valentía para vivir lo desconocido y el coraje para enfrentar estos tiempos y desafíos.

La Mano de Dios guía a quien la busca. Su Mano Sagrada posa sobre las cabezas de quienes aceptan Su bendición. Él no está lejos de nada, Él está en todo, está en su mundo interior.

La llave maestra es la humildad, que nunca les permitirá que estén lejos de Dios y de Su Amor. Por eso, las almas se pierden en sus propias convicciones, en sus propias ambiciones, porque el poder que no es de Dios ciega a las almas hasta que se pierden.

Yo vengo así y en este día, a través de ustedes, a reconstruir la fe y la convicción que muchas almas sintieron al ser llamadas al camino de la Obra de la Jerarquía.

Nada nos pertenece, estamos aquí de pasaje. Solo debemos servir y orar, y el Padre que está en los Cielos hará el resto sin que a veces lo perciban, porque Su Amor es inconmensurable, Su Sabiduría es infinita y Su Poder es regido por la pobreza, el despojamiento y el vacío.

He aquí el Dios de la Vida que hace nuevas todas las cosas a través de Su Hijo, Nuestro Señor Jesús.

Quien confía su vida a Dios no debería temer perderla, porque no hay nada que perder en este mundo. Él habita en todas las formas. Él se hace presente en todas las geometrías. Su Presencia solemne está en el silencio, pero no en un silencio personal, sino en un silencio despojado, capaz de darse a sí mismo incansablemente, como el Padre Celestial lo hizo desde el principio de la Creación. Él solo quiere que lo vivan, que lo sientan y que lo reconozcan en ustedes mismos; así como Jesús, Mi Hijo, quiere ser reconocido en ustedes a través de la Eucaristía.

Que este comienzo, este nuevo comienzo haga crecer a los servidores no solo de espíritu, sino también en donación, en incansable ofrecimiento para que el mal que es muy grande en este mundo sea extirpado.

Reciban Mi Luz y Amor Maternal a través de esta bendición y consagración, en nombre de la humanidad, como Hijas de María.

Guarden Mis Palabras en el corazón, porque es allí en donde todo siempre se comprenderá, así como siempre lo hizo su Madre, que guardó las Palabras de Dios y Sus misterios en el Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sábado, 17 de agosto de 2024

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Hoy estamos en la víspera de un acontecimiento importante, acontecimiento que una vez cambió los hechos de la historia de la Jerarquía Divina con la humanidad.

Un 18 de agosto del año 2011, su Santísima Madre volvió a aparecer sobre el suelo sagrado de Aurora para pedirles que Mi Mensaje y Mi llamado fueran públicos.

Entonces, fue cuando los acontecimientos, que preveía la Jerarquía, comenzaron a cambiar; porque, a través de Aurora y del 8 de agosto del año 2007, la Madre Divina les dejó a ustedes y a la humanidad la puerta abierta de la redención, que la mayoría aceptó, pero que pocos atravesaron.

Por este motivo, los Sagrados Corazones ampliaron Su misión y tarea con las almas, a fin de que, por intermedio de las instrucciones regulares, las almas fueran comprendiendo por sí mismas que era necesario vivir ese impulso y no solo recibirlo.

Hace diecisiete años, su Madre Divina pisaba con Sus Pies el sagrado suelo de Aurora. Hoy, Yo vengo a decirles a la mayoría de Mis hijos que aún están a tiempo de poder atravesar la puerta segura de la redención, para que algún día también la humanidad sea redimida.

Atravesar la puerta de la redención significa que disuelvan de ustedes mismos toda voluntad propia, poder o autoridad; para que, por la Gracia de la redención, la vida de Mis hijos esté regida por el Poder, la Autoridad impersonal y la Voluntad del Altísimo Padre Eterno, así como su Madre Celeste estuvo regida y está regida por los Poderes Celestiales.

Cuando el alma, por alguna razón, recibe el impulso de la Divinidad, pero tiene sus aspectos de vida no transformados, el alma entra en crisis porque está bajo el juego de su libre albedrío y de la propia voluntad, que genera un sufrimiento innecesario.

Por eso, en la víspera de la celebración del primer día del anuncio sobre la Obra de los Mensajeros Divinos a nivel mundial, su Santa Madre les recuerda y les explica la razón de la revelación que fue recibida en Mi amada Aurora hace muchos años atrás.

Así, podrán comprender que la Jerarquía Universal entrega impulsos e instrucciones con el fin de que las almas den sus pasos y no solamente recuerden un Mensaje.

Por esta razón, agosto, este agosto del año 2024, no solo representa un ciclo anterior que ya finalizó para todos, sino que representa el comienzo de un ciclo de renacimiento espiritual y moral para las almas, que alguna vez profesaron su fe, confianza y confirmación a la Divina Jerarquía.

Como siempre, Yo estaré orando por este momento y por cada uno de Mis hijos, llamados a comenzar a caminar con sus propios pies. Ya es tiempo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de los ciclos espirituales e internos

Martes, 13 de agosto de 2024

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Queridos hijos, hoy vengo a contemplar el espejo que fue construido espiritualmente en cada corazón; ese espejo que ha sido forjado a través de la oración constante, del compromiso de cada hijo Mío con Mi escuela espiritual de oración.

Hoy no vengo a contemplar los pecados, sino que vengo a contemplar las Virtudes de Dios en cada corazón humano que se ha animado, en nombre de Mi Hijo, a esforzarse y a sacrificarse por este planeta y por este Proyecto de la humanidad.

Este espejo del corazón en cada hijo Mío es tan predilecto e importante para Mí como los pasos que ustedes pueden dar con sus propios pies, esos pasos que Mi Hijo los invita a dar en el final de este tiempo para que Sus ejércitos orantes y servidores construyan y preparen espiritualmente Su más esperado Retorno.

Con la grandeza de Dios y la infinidad de Su Gracia, Él Me envía para que sea testigo ante la Ley Creadora y la Ley Intercesora, para que Yo pueda ver, como su Madre y Mediadora, el espejo espiritual que Yo misma construí en cada corazón a lo largo de los tiempos, porque es ese espacio que Mi Hijo buscará cuando Él retorne.

Y desde allí, desde ese espacio interior y espiritual, Mi Hijo Amado les pedirá sus talentos y virtudes, que en el momento de Su Retorno a la Tierra ya deberán tener expresados en esta vida material; porque el planeta lo necesitará, la humanidad lo necesitará.

Y por eso, como su Madre y Guardiana, Me ocupé de construir este espejo espiritual que ustedes mismos, a partir de hoy, deberán cuidar y proteger, como un relicario, de todas las amenazas que este mundo expresa; proteger este sagrado relicario del espejo del corazón de todas las influencias e interferencias que vive el mundo.

Porque, para que en este nuevo ciclo puedan estar unidos a Mí, deberán ingresar al espejo de sus corazones en consciencia y sintonía, y así estarán unidos esencialmente a Mí, no solo a Mi Corazón y a Mi Alma, sino a Mi tarea corredentora, que Mi Hijo Me confió en silencio para el rescate y la salvación de las últimas almas en el fin de estos tiempos, principalmente las que más necesitan de la Misericordia de Dios.

Quisiera que hoy salieran de aquí, de este encuentro Conmigo, no solo contemplando todas las Gracias que fueron recibidas y otorgadas, no solo contemplando los momentos compartidos con la Jerarquía Divina, sino también contemplando, a través de la certeza interior, la presencia espiritual del espejo del corazón, para que sigan recibiendo los impulsos del universo, de otra red de espejos, invisibles y espirituales, que se comunican internamente para ayudar a la actual humanidad.

Por eso, el espejo del corazón en cada hijo Mío deberá estar muy presente en este tiempo, no solo para que la vida intuitiva e interior, en este momento planetario, interceda por la humanidad, sino también para que, por ustedes mismos, con la ayuda de la Madre de Dios, tomen consciencia del momento de la transformación de la vida y de todo a lo que le ha llegado la hora y el tiempo de ya no estar más presente en sus vidas.

Esto solo lo sabrán, queridos hijos, cuando enciendan el espejo del corazón a través de la oración, del contacto con la vida divina e interna en cada espíritu de cada hijo Mío. Porque es allí, desde ese nivel espiritual e intuitivo, desde donde, a partir de ahora y por los tiempos que vendrán, tendrán las herramientas necesarias para que ustedes y sus hermanos aprendan a atravesar estos tiempos de desafíos sin temer y sin retroceder, sin dudar y sin cuestionarse, porque la ayuda que cada uno necesite en este tiempo le llegará. Pero no será en el tiempo que ustedes quieran o desean; la ayuda de Dios llegará a través del Tiempo de Dios, de lo que está escrito para este destino y trayectoria de las almas.

Ahora es el momento de que todos Mis hijos, y especialmente todos los que han sido consagrados como Hijos de María, se coloquen en predisposición, en prontitud y en forma espiritual para sostener el gran espejo de los Centros Marianos. Porque serán las almas que allí estén presentes, en los tiempos que vendrán, que harán de los Centros Marianos verdaderos Puntos de Luz en el planeta, espacios seguros y protegidos para que la Jerarquía pueda intervenir ante las graves crisis que hoy viven el planeta y la humanidad.

Serán las almas, que se autoconvoquen y se presenten en los Centros Marianos, que harán de esos espacios sagrados Espejos del Corazón de María, de Jesús y de San José; desde donde el afluente espiritual de la Gracia y de la Instrucción de Nuestros Sagrados Corazones siempre estará disponible como una fuente inagotable, principalmente para las almas que llegarán con sed espiritual.

Será el momento de que, en estos tiempos finales, después de estos diecisiete años de tareas con los Sagrados Corazones, la vida sacerdotal y monástica sea una experiencia viva y crística en la liturgia de los Centros Marianos. Este es un compromiso personal de cada hijo Mío con la propia Consciencia de Dios.

De ustedes, Mis amados, dependerá que la Fuente de Gracia de Nuestros Sagrados Corazones esté abierta y presente en el final de estos tiempos, a través de la vida espiritual de los Centros Marianos y del compromiso fiel y verdadero de todos los Hijos de María consagrados.

Porque les aseguro que, ante tanta confusión material y espiritual del planeta, ante tantas corrientes espirituales que confunden a las almas y las alejan de Dios, porque los anticristos ya están presentes en el planeta, no habrá otro lugar más seguro y protegido que los propios Centros Marianos, así como los Santuarios que Yo fundé a través de Mis Apariciones en todos los tiempos.

Es en estos sagrados lugares en donde el Cielo desciende de forma infinita e impersonal; porque los Centros Marianos y los Santuarios, otorgados a Mi Materno e Inmaculado Corazón, son propiedad del Cielo, son tesoros de la Creación en la Tierra, son refugios para las almas, son océanos infinitos en donde las almas se pueden sumergir y saciar su sed todas las veces que lo necesiten hasta el momento del Retorno de Cristo, Nuestro Señor.

Estas son las dádivas que deben expresar sus corazones. Para esto Me ha pedido Mi Hijo que los prepare en estos años. Ahora es el tiempo de los apóstoles en la concreción, no en la teoría sino en las obras, en el compromiso con los que más sufren y padecen, incluyendo a los sagrados Reinos de la Naturaleza. Así ustedes, en el servicio incansable, también se curarán y se redimirán.

No hay alma, en este mundo, que se pueda curar sin servir a los demás. El servicio es la puerta de la liberación del cautiverio espiritual. Nunca crean, Mis hijos, que encerrados en una casa o en ustedes mismos alcanzarán las puertas del Cielo.

Dios expresa Su Poder en lo más simple, Dios expresa Su Belleza en los que lo sirven, donde sea y como sea, cuantas veces sea necesario. Esto es también parte del legado de la Sagrada Familia y es lo más sagrado que podemos compartirles en este momento final.

Cuando no puedas caminar con tus propios pies, ponte a servir.

Cuando estés confuso con tus propios pensamientos, ponte a servir.

Cuando dudes del camino que has decidido seguir, no te confundas y ponte a servir.

Cuando no tengas claro cuál es el siguiente paso, no te desanimes y ponte a servir.

Cuando no encuentres la respuesta que aparentemente necesitas, no te perturbes y ponte a servir, porque todo vendrá por añadidura.

Dios espeja, desde Su Corazón, Su abundancia infinita y Su Gracia en los que lo sirven por amor, porque Dios no necesita ser servido por nadie, son las almas que necesitan servir para poder liberarse todos los días.

No se imaginan cuánto crece un espíritu, cuánto se fortalece un alma, cuánto madura una personalidad, cuando sirve a los demás y adonde sea necesario. Esta es la gran clave que Cristo entregó a Sus apóstoles; porque no se aprende solo con las palabras, sino con las acciones; no se instruye solamente con el verbo, sino con los actos de amor.

Espero que comprendan Mi Mensaje en este último día, porque Yo les estoy agradecida por haber llegado hasta aquí, después de tanto tiempo y de tanto camino recorrido.

Mi Hijo también les agradece, así como San José, por los corazones que se han decidido a ser misioneros en este planeta en agonía, necesitado de amor.

Hoy, Me llevo las flores de su oferta, esas flores que nacen y crecen en el corazón de cada hijo Mío, de cada Hijo de María. Y esto para Mí es significativo en este momento planetario, en el que el odio ciega a muchos corazones, en el que la guerra destruye a muchas vidas.

Estas flores, que hoy Me ofrecen sus almas, serán llevadas a los Pies del Creador como una síntesis en el fin de este ciclo y comienzo del nuevo ciclo, para que caminen por sus propios pies, así como Mi Hijo se los anunció a ustedes.

Quiero que Me despidan con una simple canción, no solo para que sus almas siempre Me recuerden y Me tengan presente, sino para que Mi Fe Espiritual, la Fe que Yo sentí siendo María en la Tierra, los pueda fortalecer en este tiempo de grandes desafíos, sabiendo que Dios lo ve todo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Y recuerden que podré volver, si Dios lo necesita, y que los días sábados seguiré instruyéndolos con Amor, con Amor Maternal.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cantar juntos la canción “La Fe de María”, agradeciendo a la Madre de Dios

Sábado, 10 de agosto de 2024

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos y amados hijos:

En este día, les agradezco a los presentes por haberse acercado a Mi Corazón para responder al llamado de orar Conmigo por la paz.

Queridos hijos, la paz es tan urgente en el mundo porque la mayoría de Mis hijos vive en los conflictos internos de sus familias y en los conflictos de las naciones.

Cuando por amor, ustedes se acercan a Mí, como en este día, y oran Conmigo por la paz, se abre una pequeña puerta para que esta paz, que fue invocada por la oración del corazón, pueda evitar escaladas de guerras y de mayores sufrimientos.

¿Ahora, comprenden, hijos Míos, que la oración lo es todo?

Por eso, así como a lo largo de estos últimos diecisiete años, Yo les enseñé a ustedes a orar, quisiera que establecieran espiritualmente más grupos de oración; una escuela de oración en la Tierra que sirva como espejo espiritual, formado por las almas que siempre buscan responder a Mi llamado.

¿Y cómo lo conseguirán, queridos hijos?

Lo conseguirán siendo ustedes mismos una oración a través de los gestos de amor, de servicio, de caridad y de ayuda a quien lo necesite, sin excepción.

Esto significa imitar en plenitud a la Sagrada Familia, porque hoy quiero que sepan que cada uno de ustedes es considerado un miembro de Nuestra Divina Familia Espiritual.

Sigamos invocando la paz, siendo un acto de paz. Sigamos invocando la paz, sin actos de repudio ni violencia, porque el mundo está muy perdido en tanta violencia y agresión.

Que esto termine pronto para que se establezca la paz, la tolerancia y el respeto entre todos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Jueves, 8 de agosto de 2024

Apariciones
APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

A pesar de Mi despedida, como de la despedida de Mi Amado Hijo, seguiré acompañando los pasos de los que se decidieron a vivir en fidelidad a Dios.

Estamos en un momento semejante al de los apóstoles en el pasado, cuando después de la Ascensión de Nuestro Señor, Él envió al Espíritu Santo, el Gran Consolador, para que, como flameantes lenguas de fuego sobre las cabezas de los apóstoles y de Nuestra Señora, el Espíritu Santo guiara, a partir de ese momento, la Obra Crística de la evangelización y del apostolado.

Quiero decirles, a cada uno de Mis hijos, que después de estos diecisiete años de encuentros, están en ese momento semejante en el que, a partir de cada uno, tomen una decisión interior: si aceptan para el resto de sus vidas este camino que Mi Hijo les ofreció y en el que su Santísima Madre cuidó amorosa y maternalmente a cada una de sus almas hasta el presente, como flores preciosas en los Jardines de Dios.

Por eso estoy aquí, queridos hijos, no solo para celebrar este momento con ustedes, como Madre amorosa, humilde y servicial, sino también estoy aquí en este día, enviada por el propio Dios y a pedido de Nuestro Amadísimo Señor Jesucristo, para apoyarlos en este momento de transición; porque llegó ese momento tan esperado por Cristo desde el principio. Desde el año 2007 hasta el presente todo fue una experiencia preparatoria, en la que hubo aprendizajes, aciertos y errores.

Pero Yo deseo en este día, queridos hijos, amados Míos, que Mi dulce Voz pueda reverberar en sus mundos internos a partir de este día; que, a partir de este momento y por los tiempos que vendrán, puedan seguir estudiando el Nuevo Evangelio de Cristo, que Él dictó desde el año 2013 hasta el presente; así como también cada una de sus vidas no solo se pueda seguir sumergiendo en el poder de la oración del corazón, sino también en las Divinas Instrucciones que Mi Hijo dejó en las parábolas y en la experiencia infinita y profunda de los Sacramentos.

Es así, queridos hijos, que este 8 de agosto, así como lo anunció Mi Hijo en los últimos días, coloca a cada uno de ustedes ante el cierre de un ciclo, pero ahora de un ciclo realmente definitivo, en el que ciertas situaciones ya no se repetirán jamás, no solo en ustedes, sino también en el mundo entero.

Pero también este 8 de agosto, tan definitivo y especial, los coloca delante del camino del futuro, de aquel Proyecto que aún Dios tiene pensado poder realizar a través de las almas, a través de cada corazón que siempre le dijo sí.

Yo vengo a apoyar, como bondadosa Madre, este momento en cada uno de Mis hijos, y también vengo a agradecerle a cada hijo Mío personalmente que se haya animado a responder a Mi llamado hasta los tiempos de hoy, que se haya abierto a escuchar Mi convocatoria espiritual desde el primer momento en que cada uno de ustedes tomó contacto con Mi Divina y Soberana Palabra.

Ahora, ya no es tiempo de más Mensajes. Es tiempo, queridos y amados hijos, de que ustedes sean Mi Mensaje vivo en la Tierra, con todos los atributos, con todos los tesoros espirituales, con todas las Gracias que les fueron concedidas, desde el primer momento, desde el primer día en que cada uno de ustedes tuvo la oportunidad de estar ante Mí en una Aparición.

Quiero que sepan, Mis amados, como también quiero que sepa cada uno de Mis hijos en el mundo, que este momento que hoy les recuerdo de su primer contacto Conmigo no se borrará de sus almas nunca más.

Allí se encuentra el impulso que ustedes necesitaban en sus vidas. Allí se encuentra el puente espiritual que Yo coloqué, a pedido de Mi Amado Hijo, en cada uno de sus caminos para salir de la vida irreal, para ingresar en la vida real del espíritu.

Quiero que tengan esto muy presente en este momento y en este día, 8 de agosto; porque, a partir de ese momento y hasta el presente, comprenderán la Obra de Redención y de Misericordia que Mi Hijo construyó en cada uno de los que llamó por su nombre espiritual.

Hoy, Mis ángeles, que acompañan a su Señora, escriben en sus Libros este momento final, en el que, a través de sus más sensatas y verdaderas decisiones, como lo dijo Mi Hijo, Cristo, comenzarán a escribir esta nueva historia en este nuevo ciclo.

Y, sobre sus espaldas y sobre todo en sus corazones, ya no deberá pesar la agonía por la culpa de lo que no hicieron bien o del paso que aún no se animaron a dar.

Mi Hijo, en este mes de agosto, vino a liberarlos para que definitivamente sean Sus nuevos apóstoles, los Cristos de los últimos tiempos, como está escrito en el Corazón de Dios.

Pero ahora, Mis amados hijos, este camino le exigirá una mayor responsabilidad y honestidad a cada uno. Por eso, Mi Hijo vino a sacar de sus rostros las máscaras que han creado, para que el verdadero ser y la verdadera alma, que habita en cada uno, pueda surgir y emerger.

Permitan definitivamente que el espíritu, en cada uno de ustedes, los gobierne; porque cada uno de sus espíritus, que fue creado a imagen y semejanza de Dios, ya sabe desde el principio qué es lo que vino a hacer aquí, a la Tierra; qué es lo que vino a aprender por amor y por redención; qué es lo que vino a cumplir, conforme la Voluntad de Dios lo determinó.

Ahora, después de diecisiete años, ya los puedo contemplar y observar como adultos en el camino espiritual; los puedo contemplar como personas y sobre todo como almas, que ya no se esconderán en la culpa o en el victimismo, que ya no retrocederán ante el Llamado de Dios, que ya no se esconderán de la necesidad que se colocará en sus caminos, sino que la cumplirán con valentía y con determinación bajo el impulso que el Divino Propósito les proporciona.

Porque les recuerdo que Mi Hijo está preparando Su Retorno a la Tierra y esto no demorará mucho. Todos pueden ver con sus propios ojos el cruel escenario de la superficie, los conflictos, las guerras y la impunidad que se agravan.

Pero este momento ya estaba escrito; y ahora es necesario que, a través de la valentía de cada corazón orante, a través de cada corazón valiente, se pueda enfrentar el final de estos tiempos que está llegando.

Por eso, Mis amados hijos, es imperioso que ustedes vivan la fidelidad y la verdad, porque así sus propios pies no se confundirán de camino y no se desviarán por experiencias innecesarias, sino que en sus mentes y sobre todo en sus corazones, con la fuerza del espíritu en cada ser, deberán visualizar el Divino Propósito frente a sus ojos, la llama flameante del Amor de Dios que fue creada en la Fuente, que es eterna e inextinguible y que impulsa en todo este universo la renovación a través de los ciclos.

¿Ustedes, hijos Míos, ingresarán en este nuevo ciclo que Cristo les está presentando?

No necesito que Me respondan en este momento. Necesito que primero escuchen Mi Palabra y que después la vivan, para poder responderle a Mi Hijo con madurez y discernimiento.

Mis amados, el mundo se está ahogando en sus propias emociones y esto genera confusión y conflicto.

A medida que la Ley de la Armonía se aproxima a la Tierra para corregir a la humanidad por todas las Leyes que abandonó y de las cuales se desvió, es inevitable, Mis amados hijos, que, en este 8 de agosto y a partir de esta fecha especial y espiritual, los acontecimientos se precipiten en el planeta.

Pero no tomen esto como una advertencia o como algo extraordinario, las corrientes del universo existen para poder alinear a las almas con esa trayectoria que Dios creó desde el origen de cada ser.

¿Ahora, comprenden la importancia de esa decisión en este nuevo ciclo?

Muchos impulsos ya fueron recibidos, sus almas acogieron estos impulsos a lo largo de los tiempos. Ahora es momento de que esta Divina Instrucción y este Sagrado Conocimiento Espiritual se hagan carne de su propia carne, se hagan verbo de su propio verbo, se concreten en la vida material y en todos los planos.

Por eso, aún queda un poco de tiempo, como les dijo Mi Hijo, para que puedan enmendar sus vidas y corregirse. Porque grandes serán los acontecimientos que llegarán al mundo y deberán estar fortalecidos en la fe cuando Nosotros ya no estemos aquí; porque oramos y contemplamos ese gran día, en el que por ustedes mismos asumirán el Plan de Dios.

Quiero agradecerles a todos los que se han consagrado a Mi Corazón, a los que vivirán esta consagración día a día y a los que renovarán esta consagración a Mi Inmaculado Corazón a lo largo de los próximos tiempos.

En este día, en el que el Infinito se une a la Tierra, en el que la Fuente Divina se contacta y se acerca a la humanidad para que todos Mis hijos puedan retornar a su pureza original; desde el Sagrado Reino de Lys y desde el corazón insondable de Aurora, en donde su Madre una vez se presentó para llamar al mundo al cambio de la consciencia y al despertar flameante de los corazones, vengo a renovar su acto de consagración a Mi Materno e Inmaculado Corazón, bajo la bendición espiritual y especial que Mi Hijo le concedió a cada uno de ustedes en este día.

Que esta consagración los plenifique, los renueve y los impulse a seguir caminando en la reconstrucción de esta humanidad, y en el retorno de la fe y de la esperanza en los corazones, para que todos, algún día, en algún plano de sus consciencias, se sientan curados y sanados por la Gracia de Dios.

Les agradezco por estos diecisiete años de tantos momentos compartidos, de tantas súplicas escuchadas, de tanta devoción otorgada por cada uno de Mis hijos; porque todo lo que irradian para Mí, no queda en Mi Corazón, sino que Yo lo devuelvo en Gracias y oportunidades a las almas, porque es a Nuestro Creador que le debemos gratitud y gloria por todo lo recibido.

Los bendigo, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo y de Nuestro Altísimo Creador, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Sagrada Figueira, en este mes de agosto, comienza a mostrar sus primeros brotes del advenimiento de su nuevo ciclo, de su ciclo original y primordial.


Sagrada Figueira,
acoge a todos tus hijos como Madre Espiritual,
a todos los que fueron llamados
a estar debajo de tu copa de Luz,
para ser nutridos por las raíces de tu Instrucción.

Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das.

Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das.

Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das.

Vamos, a pedido de Nuestra Señora, a cerrar este trabajo, a través de una canción que Ella nos pidió. Vamos a cantar "Mirarte a Ti" y, a través de esta canción, cada uno de nosotros, en este momento, hará su síntesis interna ante el Corazón Inmaculado de María, agradeciendo profundamente por todo lo que fue recibido y confiado.

Desde el Reino de Lys, en Fátima, agradecemos a cada uno de los hermanos que a lo largo de estos diecisiete años ha sostenido esta Obra fielmente; y los invitamos, en nombre de Nuestra Madre, a ingresar confiados en este nuevo ciclo que Cristo, por Amor, nos presenta.

Gracias.

Sábado, 3 de agosto de 2024

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN NAZARÉ, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

El mes de agosto representa el ciclo en el que deberán cerrarse las puertas del pasado para que se abran así las puertas del nuevo ciclo.

Este movimiento, profundamente interno y espiritual, significará que cada uno podrá estar ante la Gracia del verdadero arrepentimiento por todas las acciones causadas y que hayan salido de la Ley. Por eso, Mi Hijo vendrá una vez más, en Gloria, Alma y Divinidad, para indicarles el camino que es tiempo de recorrer.

Les digo esto, Mis hijos, para que cada uno esté atento y, ante el Amor del Padre Celestial, haga su propio examen de consciencia; porque Mi Hijo espera que Su Obra y Su Legado vivan en los corazones y que, a través de los corazones, Él pueda comenzar a preparar Su Retorno.

Queridos hijos, agosto es el momento del recogimiento de Nuestros Sagrados Corazones. La hora llegó y cada uno ya debe comenzar a caminar con sus propios pies hacia el Propósito que fue pensando para cada alma y para cada ser. Ahora es el momento de dar honra y honor, gratitud y reverencia a lo que Cristo depositó en cada uno de ustedes.

En este mes de agosto, en el que la Divina Jerarquía estará reunida una vez más para atender a la grave situación del planeta, Nuestros Corazones Celestiales les piden solemnidad, verdad, adhesión, amor y respeto, para que la humanidad también recupere los valores que perdió.

Yo estaré rezando como su Madre Mediadora para que muchos más puedan recuperar estos atributos y valores de vida en esta etapa de la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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