Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LAVALLEJA, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL PRIMER DÍA DE LA 121.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sus oraciones, cantos y mantras se elevan a los Cielos, así como estos árboles que los abrazan se elevan a los Cielos, para buscar incesantemente la Luz de Dios.

¡Qué bello es ver que esto les suceda a Mis compañeros, ante un mundo muy dividido y martirizado, ante la soledad que abunda en muchos corazones, ante aquellos que ya perdieron la esperanza!

Que desde este recinto sagrado pueda emerger la Luz de Aurora y que, a través de sus corazones y almas, esta Luz hoy se pueda expandir al mundo entero; porque Me encontrarán aquí en este lugar simple, pero sagrado y hasta diría imperceptible.

¡Cuántas cosas maravillosas podría vivir toda la humanidad, así como hoy ustedes las viven conscientemente!

Yo estoy aquí para socorrer a los mundos internos y a todos aquellos que, por alguna razón, perdieron la esperanza y las ganas de vivir.

Yo estoy aquí y Soy su Maestro, el Maestro de siempre, el Galileo, Quien caminó al lado de todos los necesitados, Quien visitó a los hogares de los simples, así como hoy Yo los visito. Soy Quien curó y sanó las heridas más profundas, a través del ofrecimiento de Mi Dolorosa Pasión.

Cada golpe que recibí fue por ustedes. Cada latigazo que sentí fue por ustedes. Cada gota de Sangre que derramé fue por ustedes. Cada dolor que sentí en Mi Ser durante el Calvario fue por ustedes, por la redención del mundo.

Y así, Yo cumplí la Voluntad de Mi Padre, así como hoy ustedes tienen la dicha de cumplir la Voluntad de Mi Padre, en este tiempo final desconocido para la mayoría. Pero si sus almas ya escogieron Mi Camino, ¿de qué tienen miedo? Avancen y ya no retrocedan.

De Mi Corazón, Yo les entrego lo mismo que les entregué a Mis apóstoles cuando los envié a predicar el Mensaje del Señor a todos los rincones de la Tierra.

Hoy, Yo los envío como Mis portadores de la paz, de la paz tan necesaria para el mundo y la humanidad, la paz que desaparece día a día de la faz de la Tierra, la paz que desaparece de los mundos internos de muchas almas en el mundo.

Hoy, Mis amigos y compañeros, les vuelvo a presentar Mi sed, Mi sed espiritual, una sed más profunda que la que sentí en lo alto de la Cruz y en los últimos minutos de Mi Vida, antes de terminar de padecer por ustedes y la humanidad.

Por eso, esta respuesta sensata de los consecuentes alegra Mi Corazón, ante tantos ultrajes y agravios en el mundo; porque en verdad, les digo que son muchas las almas que están sufriendo en este tiempo, muchas.

Que sus vidas puedan ser un pilar de Mi Amor en esta superficie. Que, más allá de sus imperfecciones o aun de sus incertidumbres, la fe del Señor los sostenga, los fortalezca y los impulse a aspirar siempre a cumplir la Voluntad de Mi Padre, que también es Mi Voluntad.

Por eso hoy, de manera especial, Aurora se refleja en la humanidad de superficie como un Espejo, en el que todos se pueden ver reflejados por medio de la esencia de la vida y de lo que es real para sus mundos internos.

La aridez de esta humanidad está en el vacío y en la sequedad de los mundos internos, de lo que muchos están viviendo en este tiempo por no confiar en Mi Misericordia. Pero ustedes, que ya conocen Mi Misericordia, decídanse a ser misericordiosos con ustedes mismos y con todos los que los rodean, sin negarle el auxilio a quien lo necesite, sin dejar de socorrer a quien lo pida, sin dejar de atender a quien lo necesite, a quien les golpee la puerta; porque el amor debe reinar en este momento para que la oscuridad sea disipada del mundo y de las almas. 

Yo vengo a cerrar un ciclo con ustedes, para comenzar así una nueva etapa preparatoria del Retorno del Señor. Pero Yo solo podré retornar, compañeros, cuando ustedes ya estén prontos y decididos.

Yo no hablo de forzar un compromiso, Yo les hablo de que sean Mis instrumentos en el mundo, los instrumentos que Yo necesito para poder obrar y hacer milagros, y aunque les parezca imposible, para el Señor nada es imposible.

Hoy, ustedes Me reciben aquí, en este Sagrado Bosque de los Ombúes, así como Mis apóstoles y seguidores Me recibieron muchas veces en Tierra Santa. Y, desde aquí, ayudo a Mi Tierra Santa herida y martirizada por la guerra y por la vida de todos los inocentes que murieron sin justicia ni misericordia.

¿Ahora, entienden a dónde Yo quiero llegar, compañeros?

Es muy simple lo que Yo necesito, lo que necesito es de su verdad, de su incondicionalidad y de su fe para ayudar a cuantos sufren en este momento, para socorrer a cuantos emigran sin ningún futuro y se les cierran todas las puertas en vez de abrírselas para darles una oportunidad, como es el caso de muchas familias inmigrantes.

Yo camino al lado de cada uno de ellos, así como camino a su lado, compañeros. Mi Corazón se ofrece, una vez más a ustedes, como el refugio para su desesperación y agonía, como el portal de la paz para todos los corazones y vidas que confíen en Mí.

Sean valientes y prepárense para los nuevos desafíos, Yo siempre estaré allí para sostenerlos en este camino de la desconocida transición planetaria.

Pero llegará el día y llegará la hora en los que Me verán venir entre las nubes, y algunos Me encontrarán cara a cara en un lugar semejante a este, como fue en el huerto con las santas mujeres que vigilaron ardientemente en oración por la Resurrección del Señor y no dudaron.

Aunque aparentemente todo era una derrota, el triunfo de Mi Amor en el mundo y en las almas fue a través del solemne silencio y de la aceptación del Cáliz de la agonía en el Huerto Getsemaní.

Hoy aquí, en este lugar de Uruguay, Me siento como en el Huerto Getsemaní, pero no en un huerto de agonía, sino en un huerto de consuelo y de fortaleza de todos Mis compañeros y compañeras; la fortaleza que Me da la presencia de Mi Cuerpo Místico en el mundo, formado a través de todas las almas que viven por Cristo y en Cristo.

Sigan así y no desistan, tiempos fuertes llegarán en poco tiempo. Tómense de Mi Manto cuando lo necesiten, agárrense de Mi Mano cuando lo necesiten, sientan el latir de Mi Corazón cuando lo necesiten, y todo estará bien, porque el Amor de Dios siempre triunfará por encima de todo mal y de toda adversidad.

Estén firmes, decididos y abiertos de corazón, para que Yo los pueda guiar como los guíe hasta ahora, en el silencio de Mi paternidad espiritual y de Mi amistad celestial.
Que sus corazones sean portadores de Mi Gracia y de Mi Misericordia, por un mundo que agoniza, perdiendo su propia luz y su propia paz.

Que la eterna Luz de Aurora ilumine todos los espacios, dimensiones y planos para que el Hijo Solar sea reconocido en Su Retorno a la Tierra; porque, así como ascendí a los Cielos, de los Cielos descenderé.

Así como Dios, a través de sus ángeles, en el Huerto Getsemaní Me reveló las maravillas de Mis compañeros y compañeras hasta el final de los tiempos; así, Yo Me maravillaré al encontrarlos cara a cara y poder ver a través de sus ojos, en una amorosa mirada, los frutos de la redención de sus vidas.

Una vez más, les agradezco por acompañarme en solemnidad, reverencia y gratitud por todos los que necesitan ayuda.

Les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Antes de que descienda la Iglesia Celestial el mundo se sentirá movido, porque sus fuerzas terrestres deberán ser liberadas y exorcizadas, y para Mí, hijos Míos, es muy importante que sean conscientes de esto, para que este próximo evento de la Iglesia Celestial no sea vivido como un encuentro más, porque es el último y el mundo lo necesita urgentemente.

Por eso Dios envía, en este día, a Su Sierva fiel para reunir a Sus hijos, para llamar a los apóstoles de Cristo, para prepararlos para el momento del gran tiempo final.

Ese tiempo y esa hora están llegando, no falta mucho, hijos Míos. Por eso, Mi Hijo ha decidido, antes de Su Retorno, llegar con Su Iglesia Celestial para guardar dentro de Su Corazón a todas las almas posibles, a todas las almas que puedan entrar en el Corazón de Dios, aun aquellas que no lo merecen ni siquiera por Misericordia.

Esto les demuestra, a cada uno de ustedes, la poderosa inmensidad del Amor de Mi Hijo, un Amor incansable y eterno que, de tiempo en tiempo, viene a su encuentro para renovarlos, curarlos y redimirlos.

Pero Mi tiempo también termina con ustedes. A medida que los meses pasan, el tiempo entre Mis hijos termina y ese será el gran momento, también para ustedes, de vivir todo lo que Yo les he enseñado desde el principio de Mis Apariciones, en Mi amada Aurora.

Por esa razón, deseo que para el día 8 de agosto todas las pinturas de Mis Apariciones, sucedidas en Aurora durante trece días seguidos, sean expuestas al mundo para que Mis hijos puedan conocer los símbolos que Yo le dejé a la humanidad, que son las señales que Dios determinó entregarles para su preparación interior y espiritual para este gran momento del encuentro con la Iglesia Celestial de Cristo y sobre todo, hijos Míos, para lo que sucederá después de que la Iglesia Espiritual de Mi Hijo haya pasado por aquí.

Será en esa hora también que ustedes deberán ser testigos, deberán declarar sobre todo lo que aquí ha sucedido, como la conversión que han vivido sus corazones al haber escuchado el llamado de la Madre de Dios.

Durante los ocho días de la próxima Sagrada Semana, la Sagrada Iglesia Celestial de Mi Hijo expondrá, en lo alto de la Colina de la Apariciones, el símbolo inmaterial del Arca de la Santa Alianza.

Todos aquellos que vivan de corazón la próxima Sagrada Semana serán colmados de los atributos y los principios del Arca de la Santa Alianza y, sobre todo, recibirán los méritos que alcanzó Mi Hijo desde Su Nacimiento hasta Su Ascensión.

Este acontecimiento es anormal. Significa, hijos Míos, que llega en un momento culminante de la Tierra, en el que la humanidad intenta forzar el volver a la normalidad, y aún no está entendiendo la importancia del arrepentimiento y de la penitencia.

El Arca de la Santa Alianza, que brillará como un sol en lo alto de la Colina de la Apariciones, traerá para el mundo entero la Gracia extraordinaria que cada uno de Mis hijos necesita en este momento para poder superar el fin de los tiempos y, sobre todo, para aprender a transitarlo.

Sé que muchos de Mis hijos no comprenderán lo que esto significa. Por eso, deseo que representen durante la Sagrada Semana el Arca de la Santa Alianza, así como lo hicieron preciosamente en otros años, para que la humanidad tenga un símbolo visual y espiritual para poder ingresar a la consciencia del Arca Sagrada.

De forma especial, Abraham, Moisés y muchos patriarcas que hoy están en los Cielos, acompañarán ese acontecimiento espiritual.

Para que vean, hijos Míos, la emergencia de estos tiempos, Dios envía al mundo lo más sagrado que tiene, los Sagrados Tesoros del Arca de la Santa Alianza para que sean expuestos espiritualmente, y las almas estén en oración, en vigilia y en contacto con ese sagrado Terafín de Dios.

A su vez, los cuatro Ángeles Regentes del Arca de la Santa Alianza, que nunca descendieron al planeta, estarán presentes como guardianes y vigilantes de ese sagrado Terafín, que espiritualmente brillará en la Colina para todo aquel que tenga fe en él y necesite servirse de los atributos y de los méritos que Mi Hijo alcanzó por ustedes en este planeta.

Esta es la demostración de Su más puro Amor, de la donación incansable de Su Corazón eterno, no solo presente en el Arca de la Santa Alianza, sino también en los Sacramentos. Hijos Míos, si comulgan espiritualmente de los Sacramentos durante los días de la Sagrada Semana, les aseguro que recibirán las Gracias que necesiten.

¡Cuánto hará la Iglesia Celestial de Mi Hijo durante los primeros días de agosto!

Él vendrá con Su Poder y Gloria para recordarle al mundo su filiación con lo Alto, para que muchas más almas puedan colocar su cabeza en el suelo y arrepentirse, porque Dios no quiere la Justicia en el mundo, sino la Misericordia.

Quien esté abierto de corazón y en ofrecimiento de alma y espíritu ante la Sagrada Iglesia Celestial de Mi Hijo, será contemplado por el Padre Eterno, porque Él es la propia Arca Sagrada que guarda las experiencias de Amor, de Redención y de Luz que no solo Su Hijo amado alcanzó en la Tierra, sino también muchos de sus hermanos que a través de los tiempos alcanzaron la cristificación.

¿Quién se cristificará por Mi Hijo, después de todo lo que Él les dará y con todo lo que Él les ha dado a través de estos últimos años?

La cristificación no es una forma ni es un método, es una experiencia de amor que se vive en la carne y que transforma la consciencia, los aspectos más profundos del ser hasta llevarlo a la redención.

La sagrada Ley de la Cristificación también llegará durante los días de la Sagrada Semana al mundo. Quien coloque su corazón ante ese misterio, por medio del Arca de la Santa Alianza y de los Sacramentos, renovará su vida, renovará su compromiso, reafirmará su misión y se ofrecerá nuevamente al Padre como víctima de Su Amor universal.

Mi tiempo con ustedes termina y es algo que en verdad no quisiera que sucediera, pero deben aprender a amar la Voluntad del Padre más allá de ustedes mismos, así como Yo aprendí a amarla siendo una joven mujer, en una familia humilde y simple, que recibió el llamado de Dios para engendrar en Mi vientre al Hijo del Altísimo.

Hoy las generaciones, pueblos y naciones, Me proclaman Bienaventurada. En el día de mañana, el mundo proclamará a los últimos apóstoles como bienaventurados, como los Cristos del Nuevo Tiempo, como los que alcanzaron la aspiración del Corazón de Mi Hijo hasta el último momento de sus vidas.

Pero Yo no los abandonaré, así como no abandoné a los pequeños niños en Fátima. Deben amar, conocer el Cielo como ellos vieron el Cielo muchas veces, porque en el Cielo, en donde se encuentra nuestro Padre Eterno, fundirán sus experiencias en la gran Fuente de Su Amor, y la Creación, como muchas veces sucedió, se volverá a renovar.

Hoy rezo por el mundo entero y por cada uno de Mis hijos en los cinco continentes, para que sus almas ingresen en la poderosa Iglesia Celestial, la que abrirá las puertas en el mes de agosto trayendo las Gracias y las Misericordias de Dios para la humanidad.

En esta noche, a pedido de Mi Hijo, dejo aquí fundados los pilares, los primeros pilares de Su Iglesia Celestial, la que hoy se mostrará en Gloria, Amor y Misericordia a las almas.

En esos días de agosto, será el gran momento de su síntesis espiritual de todo lo que han recibido a través de estos doce años.

El Padre Me ha permitido que, en el próximo tiempo y por última vez, Yo pueda aparecer en Aurora para cerrar todo lo que allí comenzó una vez, cuando aún nada existía, porque allí encontré corazones dispuestos a seguirme, cuando aún no tenían nada, porque en el ayuno y en la oración vividos durante esos días Conmigo en Aurora, confiaron en Mi Palabra y sobre todo en Mi Presencia, más allá de lo que dijeran.

Por esa razón, Yo retornaré a Aurora por última vez, porque en Aurora será el fin de Mi tarea con el mundo, antes de que retorne Mi Hijo. Y toda la Hermandad de los Cielos estará ese día, ofreciendo al Padre todo lo que allí fue construido no solo en lo material, sino también en lo espiritual.

Todo lo que ha pasado en Aurora, desde su surgimiento hasta el presente, será ofrecido al Padre como justificación de la redención de la humanidad.

Hoy los ángeles Me han pedido que canten una simple canción para terminar, que cierre este ciclo de los días 25. Es una canción que nació en Aurora y que invoca el poder de su Centro de Amor para las almas no redimidas.

Vamos a escuchar “Reino de Amor”.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Mi Manto y Mi Consciencia reflejan la Aurora, el amanecer en la vida de cada ser.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijos:

Por Sus Llagas fueron curados.

Por Sus martirios fueron liberados.

Por Sus dolores fueron redimidos.

Por Su agonía fueron reconciliados.

Por Sus tres caídas fueron convertidos.

Por Su soledad fueron unificados.

Por Su silencio fueron absueltos.

Y por Su Crucifixión encontraron, nuevamente, la paz.

Que, en vísperas de esta próxima Sagrada Semana, sus corazones se enciendan de amor y de devoción por Jesús, para que los méritos de Su Pasión y Muerte sean el puente hacia la conversión de los pecadores.

Hijos, que por su unión con Cristo, el legado de Su Pasión sea valorado. Que cada hecho de la vida de Mi Hijo sea contemplado como la oportunidad de reconciliarse con la vida y con Dios.

Ante todos los acontecimientos que hoy vive la humanidad y ante el tiempo de perdición que hoy viven las almas, que por los méritos alcanzados por Cristo, las almas de la Tierra reciban la gracia de la recapacitación y de la conversión de sus caminos para que se encuentren con el Amor de Jesús.

Hijos, ahora que tendrán la gracia espiritual de revivir la Pasión de Mi Hijo, que sus vidas testimonien el triunfo del Amor de Cristo en sus corazones. Y que ese testimonio los ayude en la elevación de la consciencia y en la reparación de todo lo sucedido.

Queridos hijos, que en esta próxima Sagrada Semana ustedes puedan volver a atravesar el misterio de lo que significó para el mundo la entrega de Amor de Mi Hijo. Y que ese misterio, colmado de una profunda compasión, ayude al mundo para que viva su purificación como un camino preparatorio para poder recibir por segunda vez al Redentor.

Hagan parte de sí cada momento de la Pasión de Cristo, y que esto se refleje en su día a día, en el compartir con los hermanos, en las obras de caridad y de paz, así podrán ser testigos del Amor del Señor y lo podrán llevar a donde vayan.

Los animo, hijos Míos, a que la Pasión Divina de Mi Hijo los transforme en Sus instrumentos de Paz en estos tiempos críticos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El cierre de un ciclo de Gracias

La Fuente de la Cura a través del sonido y del canto permaneció abierta, durante este último tiempo, mediante los que se adhirieron y se esforzaron para que los encuentros de música se llevaran adelante.

Después de las últimas bendiciones recibidas durante la Sagrada Semana, las almas, en general, se comprometieron a colaborar más y a trabajar para la realización de la Obra de los Mensajeros Divinos.

Los encuentros de música sucedidos en los últimos meses demostraron al Universo la posibilidad que tiene el ser humano de superficie, de revertir y curar espiritualmente ciertas situaciones graves del planeta, al punto de tornarse un cooperador consciente del Plan Evolutivo.

Con el correr del tiempo, la producción de los encuentros de música se fue caracterizando por una intensa exigencia de trabajo y de dedicación material, para que cada próximo 23, como lo es hoy, se pudiera concretar la tarea fundamental entre los corales y su Madre Celeste: la misión de atraer, mes a mes, la actuación de nuevas Leyes que puedan modificar la realidad caótica del planeta.

Tal fue la exigencia práctica en la producción técnica durante los últimos meses, que su Madre Celeste convocó explícitamente a servidores abnegados para colaborar, de forma inmediata, con el fin de continuar la misión que se realiza a través de los encuentros de música.

Esto significó, desde el punto de vista humano, una gran demanda y una exigencia extrema para que en los últimos tres meses se pudieran concretar estos encuentros.

Por esa razón y por la falta de respuesta inmediata, su Madre Celeste solicitó, en estos días, el receso por seis meses del programa en vivo: Encuentro de Música para la Cura y la Elevación de la Humanidad, para que todos los servidores del Plan de Amor, tanto los que activamente participan, como los que presencian estos encuentros los días 23, perciban que la Obra que depositaron los Mensajeros Divinos en la humanidad para generar un estado mayor de cura, de gracia y de misericordia, es responsabilidad de todos los que están unidos a ella de corazón.

Con esto, estoy invitando a Mis servidores a salir del punto constante de querer recibir, de esperar o de suplicar para que, en definitiva, ustedes actúen, trabajen, protejan y cuiden la Obra que les fue confiada con tanto amor.

El receso de música para la cura significará el silencio de la humanidad, la que no podrá estar clamando por la misericordia, que ella necesita con urgencia.

Espero que después de esta Sagrada Semana, así como lo pidió Mi Amado Hijo, sus actitudes y pensamientos no sean más los mismos.

La Jerarquía Espiritual los llama a participar de un plan de rescate y de emergencia planetario, ya estamos en otro ciclo y es hora de actuar con prontitud y no con lentitud o inercia.

Los invito a despertar nuevamente del posible sueño mundial en el que ingresaron.

Todo el Universo espera por el paso de los servidores del Plan de Redención de Cristo.

¡Adelante!

Los concientiza,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA Y DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Los Tres Sagrados Corazones están presentes en este momento.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

¡Gracias!, es Mi Mensaje para todos ustedes en este día, porque es a través de Mis amados hijos que Yo puedo cumplir las Obras del Creador en la Tierra.

En esta tarde, especialmente, he venido con San José y Cristo, para demostrarles a todos que Nuestro Amor se derrama sobre el mundo a pesar de todo lo que suceda en este tiempo. Y ese caudal de Amor es más grande cuando ustedes responden a Mi llamado, como lo hicieron en este momento, abriendo sus corazones y consciencias para encontrarme en este lugar una vez más.

Hoy, un ciclo se cierra para todos y una nueva etapa comienza para aquellos apóstoles de Mi Hijo que siguen los pasos de la Sierva fiel de Dios.

Hoy, abro Mis brazos y extiendo Mis manos hacia todos, aspirando a acariciar sus espíritus, tocar sus almas para que sientan la Gloria de Dios.

Vengo con Cristo y con San José para representar a la Santísima Trinidad, aquella Divina Esencia que originó todo lo que existe en este universo.

Hoy, como su Madre Mayor, con todos los Ángeles del Cielo y con los Ángeles de su Guarda, venimos aquí para glorificar a Dios, porque es a Él a Quien deben honrar. Es a Él a Quien le deben todas las cosas, porque Él es Quien permite todas las cosas en el mundo, las acciones de gracia y de caridad, de misericordia y redención para todos los corazones de la Tierra.

Hoy, vengo coronada por las estrellas de Dios, posando Mis pies sobre la nueva Luna y anunciando los nuevos caminos para todos Mis hijos, caminos libres del sufrimiento y del dolor, pero llenos de esperanza y del Amor de Dios.

Vengo a retirar a cada uno de ustedes del sufrimiento, para que ingresen en el nuevo ciclo Conmigo. Yo los invito, junto a Cristo y a San José, a que crucen ese umbral, ese portal a la nueva conciencia de sus espíritus, de sus almas y de sus corazones. Así, queridos hijos, conocerán la Voluntad de Dios, la cual debe realizarse aún en este mundo, a pesar de que sufra la transición.

Hay corazones en esta humanidad que pueden sustentar el Plan de Dios en la humanidad. Por eso, Yo los vengo fortalecer de tiempo en tiempo, a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Casto Corazón de San José.

Aquí, queridos hijos, todos ustedes, están ante tres Rayos diferentes que se unen en un mismo punto, que es el Corazón de Dios, en donde brota la vida, la esperanza y la Misericordia. Esos tres Rayos llegan a ustedes a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Corazón de San José porque Nosotros les ofrecemos el camino de la simplicidad y de la verdad.

Es en esa simplicidad, queridos hijos, que ustedes deben vivir en este nuevo ciclo. Esa simplicidad de sus corazones y almas permitirá que la Tierra se pueda redimir, que el odio se retire de los corazones ingratos y que los espíritus puedan renacer a la redención. Es en esa simplicidad de sus espíritus que las puertas del Cielo se mantendrán abiertas. Esta es la llave segura para este tiempo, unida a la oración del corazón.

Es así que Yo los quiero ver, queridos hijos, a cada uno de ustedes, como verdaderos espejos de Mi Luz, que puedan irradiar al mundo los atributos que tanto necesita esta raza.

La estrella guía de Mi Consciencia Divina, de la Consciencia de Cristo y de la Consciencia de San José no los abandonará en este tiempo tan difícil, en donde el mundo cruza por sus tinieblas.

Yo los invito a generar y a regenerar la alegría, porque el mundo lo necesita, para que el mal pueda ser vencido. En esa alegría no puede faltar el amor de sus corazones, las obras de servicio, del servicio al prójimo para que todas las almas se puedan curar.

Yo los invito, queridos hijos, en este 8 de agosto, a que renueven los votos Conmigo, como hijos de Mi Corazón y de Mi Consciencia.

Están en cada parte de este mundo para encender la Luz en la humanidad, las llamas sagradas de sus corazones que arden en devoción por los Tres Sagrados Corazones. Eso permitirá también, queridos hijos, que muchas, pero muchas consciencias, que no merecen la Gracia de Dios ni tampoco su Misericordia puedan ser aliviadas y apartadas del mal.

Hoy quiero decirles, queridos hijos, que después de nueve años Conmigo, Mi Corazón está triunfando, pero no como los hombres creen. El verdadero triunfo de Mi Consciencia se da con la transformación de sus corazones. Y hoy estoy ante corazones transformados que caminan por escuelas diferentes, pero que siguen el mismo propósito de Mi llamado. Eso es lo importante, hijos amados, que vean la realización del Plan de Dios en sus vidas, que miren hacia atrás no para recordar el pasado, sino para ver lo que se han transformado, todo lo que se han convertido, de tiempo en tiempo.

Yo necesito, queridos hijos, que sus ojos puedan ver Mis planes concretados en este mundo, en cada uno de ustedes, en cada parte de esta humanidad. Vean como Mi Consciencia trabaja a través de ustedes de una forma simple pero verdadera.

Necesito, queridos hijos, que en este nuevo ciclo sus corazones alcancen el espíritu de la humildad.

Hoy, vengo a traerles este Mensaje, porque sé que lo pueden vivir y lograr.

Queridos hijos, estoy muy agradecida por cada paso que han dado con confianza hacia Mi Corazón. Esto tiene un valor incalculable para el Padre Celestial. Ese valor lo comprenderán en poco tiempo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Porque cuando llegué a sus vidas, hace algunos años, la humanidad buscaba develar grandes ciencias, porque creía que el camino para la evolución se encontraba solo en el conocimiento, en la inteligencia; una inteligencia que se alejaba de Dios, que alimentaba la soberbia y el orgullo de los corazones.

La humanidad, hijos Míos, no estaba aprendiendo verdaderamente el conocimiento, no estaba asimilando la sabiduría que se guardaba en la instrucción. El camino de la instrucción debería conducirlos al amor, pero no supieron aprender y no crecieron en el espíritu; no descubrieron, hijos Míos, que la mayor ciencia es la ciencia de la simplicidad que los lleva al vacío de sí y al encuentro con Dios.

Hoy, ante los Tres Sagrados Corazones, les traemos el ejemplo de Nuestras vidas en la Tierra, cuando Nuestra Consciencia Divina animó un cuerpo tan semejante a los suyos.

En aquella época, la entrega de Jesús lo llevó al aprendizaje del Amor; el silencio de María la llevó al aprendizaje del Amor y la humildad de San José lo divinizó y abrió las puertas del Cielo, porque Él aprendió a amar.

Fue así, hijos, que el Plan de Dios se cumplió en la Sagrada Familia. Todas las ciencias se revelaron en la simplicidad de los Tres Sagrados Corazones, y las puertas del Cielo se abrieron, porque Ellos supieron amar.

En esta noche, muchos esperaban palabras llenas de rebuscamiento, pero con poca simplicidad. Todos esperaban un gran milagro, el develar de un gran misterio; pero pocos, hijos, percibieron que dentro de sí mismos se revela el gran misterio de la Creación.

Sean simples de corazón y permitan que la luz de sus esencias ilumine sus ojos y les muestre que no hay otro misterio para revelarles, sino el misterio del amor que nació en sus corazones. Es ese amor que crece cada día y que los hace olvidarse de sí mismos, para amar cada vez más y comprender al prójimo, lo que simboliza la manifestación de los Planes de Dios en sus vidas.

No esperen grandes misiones, heroicos acontecimientos; no esperen fenómenos porque el mayor milagro, hijos, ya está aconteciendo en sus vidas, y eso es lo que quiero que comprendan en esta noche. 

Quiero que, a partir de ustedes, la humanidad aprenda a ser simple, descubra que la sabiduría se revela en el amor y  todo el conocimiento se encuentra. En el amor, pueden comprender aquello que nunca comprendieron y, más que eso, pueden vivir aquello que siempre creyeron que sabían.

En esta noche, hijos, ante los Tres Sagrados Corazones, reconozcan este ejemplo y acepten la Gracia de poder imitarlos en este tiempo; porque, después de tantos encuentros Conmigo, el Santo Espíritu de Dios ya colmó sus almas y sus vidas, depositó en sus consciencias muchos dones que florecerán en la hora correcta, cuando la humildad pueda ocupar el espacio de la soberbia y del orgullo y ustedes puedan ser libres para expresar la Voluntad de Dios, donde quieran que estén.

No tengan prisa, tengan precisión para dar los pasos correctos y saber en dónde estar y cómo actuar. Siempre escuchen la voz de sus corazones, que les habla en la oración y que los lleva al camino de la simplicidad y del amor, y nunca al engrandecimiento.

Recuerden, hijos, que fue en el silencio de María que Ella descubrió la grandeza de Su Hijo. Fue en la humildad de San José, en una pequeña carpintería, distante del mundo y de sí mismo, que Él descubrió los verdaderos misterios celestiales. Fue amando al prójimo y olvidándose de Sí, entregando el reinado que el mundo esperaba de Él, para morir en la cruz, despojado de Sus vestiduras, que Nuestro Señor, Mi Amado Hijo, les entregó este camino de redención y de Misericordia y expresó plenamente el arquetipo de Dios para la humanidad, que no se guardaba en el sufrimiento de la cruz, sino en el pleno Amor y la Divina Misericordia que de aquella Cruz emanaban.

Sigan el ejemplo de los Sagrados Corazones y descubran, Mis amados, que poco a poco el Plan de Dios se manifiesta en sus vidas, y este horizonte para la nueva raza ya comienza a surgir delante de sus ojos, en lo profundo de sus consciencias.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Y ahora, queridos hijos, daré la palabra a Cristo, porque es a Él que le debemos todo lo que se nos ha sido dado. Porque Él permite esta Gracia, esta redención, esta sagrada oportunidad de que los corazones conozcan sus espíritus y tomen consciencia de su origen, aceptando definitivamente lo que han venido a cumplir sobre este planeta.

Coloquen sus manos en señal de recepción.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Nuestro Reinado es en el Universo y a ese Universo ustedes pertenecen, así como toda la Creación pertenece al Universo de Dios. De ese Universo, Yo provengo, así como provienen sus esencias y viven a través de los tiempos todas las oportunidades de redención.

A ese Universo, quiero que miren siempre, a pesar de lo que suceda. Recuerden que la vida superior siempre los ayudará a dar el gran y último paso, el definitivo paso hacia Dios, en unión perfecta con Su Corazón.

Es por eso, compañeros, que en la devoción ardiente de Mi Madre y en la simplicidad de San José, hemos venido a este Centro de Amor, para bendecir al mundo y prepararlo para lo que sucederá en poco tiempo.

Ahora veo sus corazones fortalecidos, después de haber cruzado el desierto Conmigo. Aún existen almas que necesitan de mucha ayuda para poder soportar las grandes corrientes cósmicas de la transformación. Pero si sus manos están unidas a la Mía y sus cuerpos se aferran a Mi túnica, la Luz de Mi Sagrado Corazón siempre los iluminará y no tendrán por qué temer, porque la purificación es la primera escuela de Mis apóstoles.

Así, queridos y amados compañeros, los invito a la trascendencia interior, una trascendencia que alcanzarán en la perfecta unidad con sus hermanos, abandonando la indiferencia humana, la omisión y el juicio de los errores que otros cometen.

Yo los invito a ser verdaderamente parte de Mi Divina Misericordia, así como Mi Divina Misericordia desciende al mundo para ayudar a esta humanidad perdida.

A través de estos últimos días, compañeros, recorrieron un largo camino interior junto a Mí, que al cabo de los tiempos descubrirán por sí solos. No será para ustedes una gran revelación, pero será la señal que tanto necesitan, la enseñanza que tanto esperaban recibir, para poder dar ese gran paso del cual Yo les hablo.

Hoy, Mi Corazón se glorifica, porque Mis compañeros glorifican el Corazón de Dios. Hoy Mi Corazón se alegra un poco más, porque los hijos de Mi Madre honran y glorifican a la Reina del Cielo.

Así, queridos compañeros, el Plan está muy próximo de sus vidas, dejará de ser tan inmaterial para estar visible en sus consciencias y corazones.

En este nuevo ciclo que comenzamos juntos, a partir de este día 8 de agosto, defínanse, compañeros. Cierren las puertas al mal y ayuden a cerrar las puertas que el mal les abre a todos sus hermanos.

Los invito, compañeros, a ser cooperadores de Mi Obra redentora, a realizar en estos tiempos el gran servicio planetario por esta raza. Los invito, en simplicidad y verdad, a que se constituyan como soles resplandecientes sobre el planeta, estrellas fugaces que se han convertido en luz, en redención y en amor.

Por esta máxima Obra, creadora e infinita, que pertenece al universo y la cual se debe concretar en esta humanidad, en esta misma hora, unimos nuestras manos, entre María y San José, formando esa sagrada triangulación que impulse a las almas a dar el gran paso, bendecidos por el Espíritu de Dios, por la Gracia, por la Misericordia infinita, para que todos Mis discípulos y apóstoles, para los principiantes como para los que están hace tiempo en Mi camino, en la hora justa y cierta, juntos como una sola unidad, puedan cruzar el umbral hacia la Nueva Humanidad.

Recuerden, compañeros, que toda esta Obra del final de tiempo gestará lo nuevo, lo que verán venir desde el horizonte, el nuevo ciclo de la humanidad, libre de los errores, de los pecados, de las maldades y de las indiferencias, llenos del Amor de Dios, de la Gracia, de la Misericordia y de la Compasión.

Al fin, queridos compañeros, aún hay mucho esfuerzo por hacer. Que sus corazones no se cansen de expandirse para que puedan abrazar cada vez más esta Obra, que debe llegar a los cinco continentes. Esta Obra es complementaria de la obra de Mi Santa Iglesia. Esta Obra, queridos compañeros, se expresa en esta humanidad dando oportunidades para todas las consciencias, para que todos puedan conocer el Amor de Dios de alguna forma.

A través de ustedes, Yo deposito una misión importante, una misión que están conociendo de a poco, que deben amar principalmente para que ella se pueda fortalecer en ustedes, y así expresarse y realizarse en esta humanidad.

En este 8 de agosto, el Universo, el Universo Celestial, el Universo Mental y el Universo Material, se detienen por un instante para observar el último ciclo que ahora ha comenzado.

Unan sus manos en oración.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos Míos, Mi Hijo les habla de una última chance. Es esa última chance que muchos recibirán para que puedan cruzar el portal hacia la redención y conversión. Mi Hijo los invita a ser precursores de este tiempo definitivo, que convoca a todas las ovejas perdidas para que puedan entrar en el establo de su Corazón.

Oremos en este momento, porque el último ciclo está descendiendo sobre este universo como una corriente poderosa de Dios que viene a corregir al mundo, que viene a equilibrar a las consciencias, que viene a traer lo nuevo, lo que aún nadie ha conocido, y sobre lo que nadie puede comentar de qué se trata, porque es un ciclo que llega en esta hora, en este preciso momento, para todos sus seres superiores y los seres superiores de toda la humanidad, no importando si están en la luz o en la oscuridad.

El Gobierno del Universo proclama Su Sagrada Palabra, para anunciar al mundo que es momento de que los últimos soles despierten a su verdadera tarea.

Recemos unidos a los Tres Sagrados Corazones, queridos hijos, porque en Nuestros Corazones ustedes siempre podrán estar, para que los podamos guiar hacia el Propósito infinito.

Unifíquense y vivan cada día más la unidad. La unidad los protegerá para que no salgan del camino. Y aquellos que aún no pueden vivir la unidad, que se rindan ante Mi Hijo para que Él los pueda ayudar a ser mansos, pacíficos y buenos con sus semejantes.

Recuerden, queridos hijos, las dádivas que les ha dado el Cielo en estos últimos nueve años.

Recemos.

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

 

Y ahora el nuevo ciclo ya ha ingresado en la consciencia espiritual del planeta. Consciencia poderosa que proviene de Dios, descendiendo sobre el mundo para redimir a los corazones y fortalecer a los apóstoles que sustentarán a este planeta, cuando nosotros ya no estemos presentes, pero sí vivos en sus corazones para siempre.

Agradezcamos a Dios por esta oportunidad. Invoquemos sus Nombres Sagrados. Mientras nos elevamos al Cielo, eleven al Cielo sus intenciones, sus oraciones y súplicas.

¡Feliz 8 de agosto! Han nacido a Mi Paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Compañeros Míos, Mi Corazón es su fortaleza.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Canción: “Los Nombres de Dios”.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Cuando la Divinidad hace un anuncio como éste, una gran emoción, un gran movimiento interior se produce en cada uno. Algo que emiten nuestras almas, que nosotros no comprendemos bien, porque además de la emoción, también nos causa un poco de temor, porque es algo desconocido. Es allí en donde el amor y la fe superan ese sentir y nos podemos aferrar al Manto de Nuestra Señora y a la Túnica de Nuestro Señor, sabiendo que ese paso, guiado por Ellos, será lo mejor para todos.

Hoy, en nuestro corazón, nuestra alma habló y dijo sí, seguimos adelante, a pesar de ese sentir que nos invadió; porque sabe que, en ese sentir, la fe y el amor van a fortalecerse y la confianza total en Dios nos convertirá en otros seres.

Esos fueron los pasos que nosotros dimos hace nueve años y aquí estamos, a punto de dar otros pasos, tal vez mucho más grandes, pero que nos van a llevar a otro punto. Y quién sabe, dentro de algún tiempo, en vez de haber 800 personas aquí, habrán algún día 80 000, para alabar a Nuestro Señor y a Nuestra Señora.

Siempre imaginamos cómo será cantar el Kodoish con 100 000 personas y atraer a los ángeles del Cielo. Quién sabe, de repente no es solo un sueño, liberar finalmente a este mundo de la ignorancia, de la perdición y de la falta de unión con Dios.

Nosotros, desde aquí, saludamos a todos en este día memorable, en el que al fin este mundo da su nuevo paso en la evolución. Y cada uno de nosotros que afirme su corazón en Dios, verá la Nueva Raza.

Y ahora, vamos a cantar para terminar, y vamos a repartir nuestras amadas naranjas. Esas amadas naranjas que fueron el principio de todo esto, y vamos a recordar una profecía que una hija de Dios, aquí en Uruguay, hace mucho tiempo transmitió y que dijo que Cristo cuando retornara, iba a caminar entre los naranjos, y nosotros nos estamos preparando.

Así que ahora vamos a cantar "Únete al Corazón de María", mientras repartimos nuestras naranjas y mientras nos despedimos de todo este planeta, de todos los que nos están acompañando a través de Misericordia María TV.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Las naranjas fueron bendecidas por los Tres Sagrados Corazones. Llevan tres bendiciones en una.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO Y DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Los Tres Sagrados Corazones están presentes en este momento.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

¡Gracias!, es Mi Mensaje para todos ustedes en este día, porque es a través de Mis amados hijos que Yo puedo cumplir las Obras del Creador en la Tierra.

En esta tarde, especialmente, he venido con San José y Cristo, para demostrarles a todos que Nuestro Amor se derrama sobre el mundo a pesar de todo lo que suceda en este tiempo. Y ese caudal de Amor es más grande cuando ustedes responden a Mi llamado, como lo hicieron en este momento, abriendo sus corazones y consciencias para encontrarme en este lugar una vez más.

Hoy, un ciclo se cierra para todos y una nueva etapa comienza para aquellos apóstoles de Mi Hijo que siguen los pasos de la Sierva fiel de Dios.

Hoy, abro Mis brazos y extiendo Mis manos hacia todos, aspirando a acariciar sus espíritus, tocar sus almas para que sientan la Gloria de Dios.

Vengo con Cristo y con San José para representar a la Santísima Trinidad, aquella Divina Esencia que originó todo lo que existe en este universo.

Hoy, como su Madre Mayor, con todos los Ángeles del Cielo y con los Ángeles de su Guarda, venimos aquí para glorificar a Dios, porque es a Él a Quien deben honrar. Es a Él a Quien le deben todas las cosas, porque Él es Quien permite todas las cosas en el mundo, las acciones de gracia y de caridad, de misericordia y redención para todos los corazones de la Tierra.

Hoy, vengo coronada por las estrellas de Dios, posando Mis pies sobre la nueva Luna y anunciando los nuevos caminos para todos Mis hijos, caminos libres del sufrimiento y del dolor, pero llenos de esperanza y del Amor de Dios.

Vengo a retirar a cada uno de ustedes del sufrimiento, para que ingresen en el nuevo ciclo Conmigo. Yo los invito, junto a Cristo y a San José, a que crucen ese umbral, ese portal a la nueva conciencia de sus espíritus, de sus almas y de sus corazones. Así, queridos hijos, conocerán la Voluntad de Dios, la cual debe realizarse aún en este mundo, a pesar de que sufra la transición.

Hay corazones en esta humanidad que pueden sustentar el Plan de Dios en la humanidad. Por eso, Yo los vengo fortalecer de tiempo en tiempo, a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Casto Corazón de San José.

Aquí, queridos hijos, todos ustedes, están ante tres Rayos diferentes que se unen en un mismo punto, que es el Corazón de Dios, en donde brota la vida, la esperanza y la Misericordia. Esos tres Rayos llegan a ustedes a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Corazón de San José porque Nosotros les ofrecemos el camino de la simplicidad y de la verdad.

Es en esa simplicidad, queridos hijos, que ustedes deben vivir en este nuevo ciclo. Esa simplicidad de sus corazones y almas permitirá que la Tierra se pueda redimir, que el odio se retire de los corazones ingratos y que los espíritus puedan renacer a la redención. Es en esa simplicidad de sus espíritus que las puertas del Cielo se mantendrán abiertas. Esta es la llave segura para este tiempo, unida a la oración del corazón.

Es así que Yo los quiero ver, queridos hijos, a cada uno de ustedes, como verdaderos espejos de Mi Luz, que puedan irradiar al mundo los atributos que tanto necesita esta raza.

La estrella guía de Mi Conciencia Divina, de la Consciencia de Cristo y de la Conciencia de San José no los abandonará en este tiempo tan difícil, en donde el mundo cruza por sus tinieblas.

Yo los invito a generar y a regenerar la alegría, porque el mundo lo necesita, para que el mal pueda ser vencido. En esa alegría no puede faltar el amor de sus corazones, las obras de servicio, del servicio al prójimo para que todas las almas se puedan curar.

Yo los invito, queridos hijos, en este 8 de agosto, a que renueven los votos Conmigo, como hijos de Mi Corazón y de Mi Consciencia.

Están en cada parte de este mundo para encender la Luz en la humanidad, las llamas sagradas de sus corazones que arden en devoción por los Tres Sagrados Corazones. Eso permitirá también, queridos hijos, que muchas, pero muchas consciencias, que no merecen la Gracia de Dios ni tampoco su Misericordia puedan ser aliviadas y apartadas del mal.

Hoy quiero decirles, queridos hijos, que después de nueve años Conmigo, Mi Corazón está triunfando, pero no como los hombres creen. El verdadero triunfo de Mi Consciencia se da con la transformación de sus corazones. Y hoy estoy ante corazones transformados que caminan por escuelas diferentes, pero que siguen el mismo propósito de Mi llamado. Eso es lo importante, hijos amados, que vean la realización del Plan de Dios en sus vidas, que miren hacia atrás no para recordar el pasado, sino para ver lo que se han transformado, todo lo que se han convertido, de tiempo en tiempo.

Yo necesito, queridos hijos, que sus ojos puedan ver Mis planes concretados en este mundo, en cada uno de ustedes, en cada parte de esta humanidad. Vean como Mi Consciencia trabaja a través de ustedes de una forma simple pero verdadera.

Necesito, queridos hijos, que en este nuevo ciclo sus corazones alcancen el espíritu de la humildad.

Hoy, vengo a traerles este Mensaje, porque sé que lo pueden vivir y lograr.

Queridos hijos, estoy muy agradecida por cada paso que han dado con confianza hacia Mi Corazón. Esto tiene un valor incalculable para el Padre Celestial. Ese valor lo comprenderán en poco tiempo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Porque cuando llegué a sus vidas, hace algunos años, la humanidad buscaba develar grandes ciencias, porque creía que el camino para la evolución se encontraba solo en el conocimiento, en la inteligencia; una inteligencia que se alejaba de Dios, que alimentaba la soberbia y el orgullo de los corazones.

La humanidad, hijos Míos, no estaba aprendiendo verdaderamente el conocimiento, no estaba asimilando la sabiduría que se guardaba en la instrucción. El camino de la instrucción debería conducirlos al amor, pero no supieron aprender y no crecieron en el espíritu; no descubrieron, hijos Míos, que la mayor ciencia es la ciencia de la simplicidad que los lleva al vacío de sí y al encuentro con Dios.

Hoy, ante los Tres Sagrados Corazones, les traemos el ejemplo de Nuestras vidas en la Tierra, cuando Nuestra Consciencia Divina animó un cuerpo tan semejante a los suyos.

En aquella época, la entrega de Jesús lo llevó al aprendizaje del Amor; el silencio de María la llevó al aprendizaje del Amor y la humildad de San José lo divinizó y abrió las puertas del Cielo, porque Él aprendió a amar.

Fue así, hijos, que el Plan de Dios se cumplió en la Sagrada Familia. Todas las ciencias se revelaron en la simplicidad de los Tres Sagrados Corazones, y las puertas del Cielo se abrieron, porque Ellos supieron amar.

En esta noche, muchos esperaban palabras llenas de rebuscamiento, pero con poca simplicidad. Todos esperaban un gran milagro, el develar de un gran misterio; pero pocos, hijos, percibieron que dentro de sí mismos se revela el gran misterio de la Creación.

Sean simples de corazón y permitan que la luz de sus esencias ilumine sus ojos y les muestre que no hay otro misterio para revelarles, sino el misterio del amor que nació en sus corazones. Es ese amor que crece cada día y que los hace olvidarse de sí mismos, para amar cada vez más y comprender al prójimo, lo que simboliza la manifestación de los Planes de Dios en sus vidas.

No esperen grandes misiones, heroicos acontecimientos; no esperen fenómenos porque el mayor milagro, hijos, ya está aconteciendo en sus vidas, y eso es lo que quiero que comprendan en esta noche. 

Quiero que, a partir de ustedes, la humanidad aprenda a ser simple, descubra que la sabiduría se revela en el amor y  todo el conocimiento se encuentra. En el amor, pueden comprender aquello que nunca comprendieron y, más que eso, pueden vivir aquello que siempre creyeron que sabían.

En esta noche, hijos, ante los Tres Sagrados Corazones, reconozcan este ejemplo y acepten la Gracia de poder imitarlos en este tiempo; porque, después de tantos encuentros Conmigo, el Santo Espíritu de Dios ya colmó sus almas y sus vidas, depositó en sus consciencias muchos dones que florecerán en la hora correcta, cuando la humildad pueda ocupar el espacio de la soberbia y del orgullo y ustedes puedan ser libres para expresar la Voluntad de Dios, donde quieran que estén.

No tengan prisa, tengan precisión para dar los pasos correctos y saber en dónde estar y cómo actuar. Siempre escuchen la voz de sus corazones, que les habla en la oración y que los lleva al camino de la simplicidad y del amor, y nunca al engrandecimiento.

Recuerden, hijos, que fue en el silencio de María que Ella descubrió la grandeza de Su Hijo. Fue en la humildad de San José, en una pequeña carpintería, distante del mundo y de sí mismo, que Él descubrió los verdaderos misterios celestiales. Fue amando al prójimo y olvidándose de Sí, entregando el reinado que el mundo esperaba de Él, para morir en la cruz, despojado de Sus vestiduras, que Nuestro Señor, Mi Amado Hijo, les entregó este camino de redención y de Misericordia y expresó plenamente el arquetipo de Dios para la humanidad, que no se guardaba en el sufrimiento de la cruz, sino en el pleno Amor y la Divina Misericordia que de aquella Cruz emanaban.

Sigan el ejemplo de los Sagrados Corazones y descubran, Mis amados, que poco a poco el Plan de Dios se manifiesta en sus vidas, y este horizonte para la nueva raza ya comienza a surgir delante de sus ojos, en lo profundo de sus consciencias.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Y ahora, queridos hijos, daré la palabra a Cristo, porque es a Él que le debemos todo lo que se nos ha sido dado. Porque Él permite esta Gracia, esta redención, esta sagrada oportunidad de que los corazones conozcan sus espíritus y tomen conciencia de su origen, aceptando definitivamente lo que han venido a cumplir sobre este planeta.

Coloquen sus manos en señal de recepción.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Nuestro Reinado es en el Universo y a ese Universo ustedes pertenecen, así como toda la Creación pertenece al Universo de Dios. De ese Universo, Yo provengo, así como provienen sus esencias y viven a través de los tiempos todas las oportunidades de redención.

A ese Universo, quiero que miren siempre, a pesar de lo que suceda. Recuerden que la vida superior siempre los ayudará a dar el gran y último paso, el definitivo paso hacia Dios, en unión perfecta con Su Corazón.

Es por eso, compañeros, que en la devoción ardiente de Mi Madre y en la simplicidad de San José, hemos venido a este Centro de Amor, para bendecir al mundo y prepararlo para lo que sucederá en poco tiempo.

Ahora veo sus corazones fortalecidos, después de haber cruzado el desierto Conmigo. Aún existen almas que necesitan de mucha ayuda para poder soportar las grandes corrientes cósmicas de la transformación. Pero si sus manos están unidas a la Mía y sus cuerpos se aferran a Mi túnica, la Luz de Mi Sagrado Corazón siempre los iluminará y no tendrán por qué temer, porque la purificación es la primera escuela de Mis apóstoles.

Así, queridos y amados compañeros, los invito a la trascendencia interior, una trascendencia que alcanzarán en la perfecta unidad con sus hermanos, abandonando la indiferencia humana, la omisión y el juicio de los errores que otros cometen.

Yo los invito a ser verdaderamente parte de Mi Divina Misericordia, así como Mi Divina Misericordia desciende al mundo para ayudar a esta humanidad perdida.

A través de estos últimos días, compañeros, recorrieron un largo camino interior junto a Mí, que al cabo de los tiempos descubrirán por sí solos. No será para ustedes una gran revelación, pero será la señal que tanto necesitan, la enseñanza que tanto esperaban recibir, para poder dar ese gran paso del cual Yo les hablo.

Hoy, Mi Corazón se glorifica, porque Mis compañeros glorifican el Corazón de Dios. Hoy Mi Corazón se alegra un poco más, porque los hijos de Mi Madre honran y glorifican a la Reina del Cielo.

Así, queridos compañeros, el Plan está muy próximo de sus vidas, dejará de ser tan inmaterial para estar visible en sus consciencias y corazones.

En este nuevo ciclo que comenzamos juntos, a partir de este día 8 de agosto, defínanse, compañeros. Cierren las puertas al mal y ayuden a cerrar las puertas que el mal les abre a todos sus hermanos.

Los invito, compañeros, a ser cooperadores de Mi Obra redentora, a realizar en estos tiempos el gran servicio planetario por esta raza. Los invito, en simplicidad y verdad, a que se constituyan como soles resplandecientes sobre el planeta, estrellas fugaces que se han convertido en luz, en redención y en amor.

Por esta máxima Obra, creadora e infinita, que pertenece al universo y la cual se debe concretar en esta humanidad, en esta misma hora, unimos nuestras manos, entre María y San José, formando esa sagrada triangulación que impulse a las almas a dar el gran paso, bendecidos por el Espíritu de Dios, por la Gracia, por la Misericordia infinita, para que todos Mis discípulos y apóstoles, para los principiantes como para los que están hace tiempo en Mi camino, en la hora justa y cierta, juntos como una sola unidad, puedan cruzar el umbral hacia la Nueva Humanidad.

Recuerden, compañeros, que toda esta Obra del final de tiempo gestará lo nuevo, lo que verán venir desde el horizonte, el nuevo ciclo de la humanidad, libre de los errores, de los pecados, de las maldades y de las indiferencias, llenos del Amor de Dios, de la Gracia, de la Misericordia y de la Compasión.

Al fin, queridos compañeros, aún hay mucho esfuerzo por hacer. Que sus corazones no se cansen de expandirse para que puedan abrazar cada vez más esta Obra, que debe llegar a los cinco continentes. Esta Obra es complementaria de la obra de Mi Santa Iglesia. Esta Obra, queridos compañeros, se expresa en esta humanidad dando oportunidades para todas las consciencias, para que todos puedan conocer el Amor de Dios de alguna forma.

A través de ustedes, Yo deposito una misión importante, una misión que están conociendo de a poco, que deben amar principalmente para que ella se pueda fortalecer en ustedes, y así expresarse y realizarse en esta humanidad.

En este 8 de agosto, el Universo, el Universo Celestial, el Universo Mental y el Universo Material, se detienen por un instante para observar el último ciclo que ahora ha comenzado.

Unan sus manos en oración.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos Míos, Mi Hijo les habla de una última chance. Es esa última chance que muchos recibirán para que puedan cruzar el portal hacia la redención y conversión. Mi Hijo los invita a ser precursores de este tiempo definitivo, que convoca a todas las ovejas perdidas para que puedan entrar en el establo de su Corazón.

Oremos en este momento, porque el último ciclo está descendiendo sobre este universo como una corriente poderosa de Dios que viene a corregir al mundo, que viene a equilibrar a las consciencias, que viene a traer lo nuevo, lo que aún nadie ha conocido, y sobre lo que nadie puede comentar de qué se trata, porque es un ciclo que llega en esta hora, en este preciso momento, para todos sus seres superiores y los seres superiores de toda la humanidad, no importando si están en la luz o en la oscuridad.

El Gobierno del Universo proclama Su Sagrada Palabra, para anunciar al mundo que es momento de que los últimos soles despierten a su verdadera tarea.

Recemos unidos a los Tres Sagrados Corazones, queridos hijos, porque en Nuestros Corazones ustedes siempre podrán estar, para que los podamos guiar hacia el Propósito infinito.

Unifíquense y vivan cada día más la unidad. La unidad los protegerá para que no salgan del camino. Y aquellos que aún no pueden vivir la unidad, que se rindan ante Mi Hijo para que Él los pueda ayudar a ser mansos, pacíficos y buenos con sus semejantes.

Recuerden, queridos hijos, las dádivas que les ha dado el Cielo en estos últimos nueve años.

Recemos.

 

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

 

Y ahora el nuevo ciclo ya ha ingresado en la consciencia espiritual del planeta. Consciencia poderosa que proviene de Dios, descendiendo sobre el mundo para redimir a los corazones y fortalecer a los apóstoles que sustentarán a este planeta, cuando nosotros ya no estemos presentes, pero sí vivos en sus corazones para siempre.

Agradezcamos a Dios por esta oportunidad. Invoquemos sus Nombres Sagrados. Mientras nos elevamos al Cielo, eleven al Cielo sus intenciones, sus oraciones y súplicas.

¡Feliz 8 de agosto! Han nacido a Mi Paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Compañeros Míos, Mi Corazón es su fortaleza.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Canción: “Los Nombres de Dios”.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Cuando la Divinidad hace un anuncio como éste, una gran emoción, un gran movimiento interior se produce en cada uno. Algo que emiten nuestras almas, que nosotros no comprendemos bien, porque además de la emoción, también nos causa un poco de temor, porque es algo desconocido. Es allí en donde el amor y la fe superan ese sentir y nos podemos aferrar al Manto de Nuestra Señora y a la Túnica de Nuestro Señor, sabiendo que ese paso, guiado por Ellos, será lo mejor para todos.

Hoy, en nuestro corazón, nuestra alma habló y dijo sí, seguimos adelante, a pesar de ese sentir que nos invadió; porque sabe que, en ese sentir, la fe y el amor van a fortalecerse y la confianza total en Dios nos convertirá en otros seres.

Esos fueron los pasos que nosotros dimos hace nueve años y aquí estamos, a punto de dar otros pasos, tal vez mucho más grandes, pero que nos van a llevar a otro punto. Y quién sabe, dentro de algún tiempo, en vez de haber 800 personas aquí, habrán algún día 80 000, para alabar a Nuestro Señor y a Nuestra Señora.

Siempre imaginamos cómo será cantar el Kodoish con 100 000 personas y atraer a los ángeles del Cielo. Quién sabe, de repente no es solo un sueño, liberar finalmente a este mundo de la ignorancia, de la perdición y de la falta de unión con Dios.

Nosotros, desde aquí, saludamos a todos en este día memorable, en el que al fin este mundo da su nuevo paso en la evolución. Y cada uno de nosotros que afirme su corazón en Dios, verá la Nueva Raza.

Y ahora, vamos a cantar para terminar, y vamos a repartir nuestras amadas naranjas. Esas amadas naranjas que fueron el principio de todo esto, y vamos a recordar una profecía que una hija de Dios, aquí en Uruguay, hace mucho tiempo transmitió y que dijo que Cristo cuando retornara, iba a caminar entre los naranjos, y nosotros nos estamos preparando.

Así que ahora vamos a cantar "Únete al Corazón de María", mientras repartimos nuestras naranjas y mientras nos despedimos de todo este planeta, de todos los que nos están acompañando a través de Misericordia María TV.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Las naranjas fueron bendecidas por los Tres Sagrados Corazones. Llevan tres bendiciones en una.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En estos tiempos, el mundo no busca la Luz. Yo vengo del Cielo para darla a conocer, esa Luz poderosa y sublime que brota del Corazón de Dios para el mundo y para todos los universos.

Hoy, estoy aquí con ustedes, queridos hijos, conmemorando con Mi Corazón Sacratísimo este encuentro especial con Mi Consciencia que une a todas sus consciencias con el Hijo de Dios, Jesucristo.

Vengo a restaurar, en este día, sus vidas; a restaurar sus caminos materiales y espirituales para que sigan a Mi llamado, directamente al Corazón del Creador.

Este es Mi mayor prodigio para sus vidas, que sigan un solo camino a través de Mi Corazón Inmaculado. Por eso, Yo vengo a llamarlos, no solo a la oración, sino también al cumplimiento de su tarea espiritual en esta misión de los 144 000, de los nuevos apóstoles de Mi Hijo.

¿Acaso, ustedes creen que son uno de ellos?

Yo les vengo a revelar esta profecía a ustedes, pues la señal de que el mundo necesita cambiar profundamente, antes de que todo suceda, es visible en estos tiempos.

Mi Voz no solo se anuncia en Medjugorje; Yo vengo a esta parte de América, no solo a consagrar el Plan de Dios, sino que también, a través de los pueblos, surjan los nuevos apóstoles de Cristo, aquellos que impartirán los dones y las gracias a todos los que las necesitan. Por eso, Mi Corazón es perseverante, hijos amados.

 Hoy, se cierra un ciclo en sus vidas. Un nuevo ciclo espiritual y superior está llegando al mundo. Está comenzando en este mismo momento, en este tiempo real de Dios, en el que todos son invitados a colocarse, una y otra vez, a través de la elevación de la oración del corazón, de su comunión con Cristo y de su arrepentimiento ante las Leyes Divinas.

Por eso, Yo vengo vestida de Sol, para iluminar sus caminos, para abrir sus ojos, para abrir sus corazones y para que sientan el Propósito de Dios a través de Mí. 

Hoy, toda Mi Consciencia está manifestada en este lugar; así como Dios lo permitió en este fin de los tiempos, en el que todos son llamados a vivir una profunda reflexión en la consciencia, a cambiar los hábitos de sus vidas, a corregir sus caminos, a seguir el camino del Pastor que es el camino verdadero, es la verdadera Jerarquía en esta galaxia, en este sistema solar y en este pequeño mundo en todo el universo.

¿Saben lo que eso significa, queridos hijos?

Yo vengo a revelarles los misterios de Dios. Aquellos profundos secretos que, en la Vida Divina de los Sagrados Corazones, de la Sagrada Familia, fueron vividos plenamente, en la absoluta confianza de que todo era verdadero para la evolución de los corazones del mundo.

Yo vengo con la aspiración de una buena Madre, para instituir aquí el principio de una Nueva Humanidad fortalecida a través de la fe, del amor, de la unidad y principalmente de la confianza de que sus vidas, purificadas en Cristo, encontrarán la meta que tanto han buscado durante mucho tiempo.

La meta de ustedes, hijos Míos, se encuentra más allá de otras filosofías. Yo los invito a vivir la filosofía de Mi Corazón materno, que es la vibración perfecta del Amor de Dios manifestado en el Corazón de su Madre Celeste.

Hoy, les presento nuevamente Mi Corazón Inmaculado, como oferta perfecta para poder vivir la redención y la paz, dentro y fuera de ustedes, para que los caminos confusos se desvanezcan y vuelva a surgir la Luz de Dios en todos los pasos que deben dar hacia el Señor.

Mi Corazón es una Estrella manifestada ante ustedes, que viene desde el universo, cruzando estos umbrales de Luz, para derramar las Gracias que Dios ha concedido en este día. Desearía profundamente que, todos los días de Mi Vida omnipresente, ustedes Me pudieran ver; pero confíen, confíen en la Voluntad de Dios.

Ya es una Gracia, para sus corazones, que hayan sido convocados en este día santo para renovar sus votos espirituales con el Creador; liberar sus amarras; dejar los caminos de la perdición, del descontrol material, de esa vida que promete esta humanidad enferma.

Hoy, vengo a curar a muchos de sus corazones, corazones que están enfermos y que necesitan del alivio de los atributos de la Madre Universal. Si ustedes viven estos atributos, les aseguro, queridos hijos, que no perderán ese camino hacia el infinito que son invitados a vivir en este principio de paz que Yo difundo para sus vidas y el mundo.

Como Madre de esta humanidad, Madre y Princesa de este mundo, Comandante de todos estos corazones, Yo vengo a unir, en este 8 de agosto, a sus corazones con el Espíritu Sublime de Dios, que ustedes conocen como la Fuente Única.

Mi Corazón es ese Portal que hoy está hoy abierto a sus almas, delante de sus ojos, con profundo Amor materno, con mirada de Madre bondadosa, para que todos se animen a ingresar en Mí y a consagrar sus vidas, según sus posibilidades.

Yo vengo a entregarles esta última oferta en esta fecha. Esta es la mayor Gracia que Dios Me ha concedido después de ocho años de caminar a su lado pacientemente, en el amor y en la verdad, para que sus corazones pudieran crecer en la fe y ser nutridos por el Espíritu Santo de Mi Hijo.

Dios concedió, hijos amados, que Mi Hijo llegara hasta aquí para abrir las puertas de esta Aurora, para que los corazones fueran liberados, redimidos y curados a través del Arcángel Miguel. Pero esa es una tarea, es una misión espiritual de Nuestros Corazones Sublimes delante de este mundo infiel, que busca resultados en otras cosas, en otros caminos en los que las almas se pierden y se alejan de Dios cada día más.

Por eso, el universo está alrededor de Mi aura, Mi aura celeste de Luz, para irradiar hacia ustedes la fortaleza que necesitan para que se animen a seguir Mis pasos, tan simples y humildes que, en verdad, queridos hijos, si ustedes se animan a vivirlos, concretarán sus obras, que son las Obras de Dios para el mundo.

Pero hoy, Yo no estoy sola aquí, sino rodeada de los ángeles del Cielo, de todas las Jerarquías Celestes que responden a la Voluntad máxima del Creador. Hoy, estoy uniendo este Universo Espiritual, en donde Me encuentro, con su vida material, una vida de pena y de dolor que debe ser rescatada por Mi Espíritu de Paz, antes de que todo suceda.

Mientras Yo les hablo, queridos hijos, voy trabajando en sus corazones para que alcancen la Luz, la Luz de la redención de Cristo, tan necesaria y urgente para rehabilitar a todos los corazones posibles que caminan en las tinieblas de Mi adversario.

Pero, Yo piso con Mis pies, sobre este suelo de Aurora, la cabeza de la serpiente; para que ella deje de hacer perder a las almas y Yo, a partir de ahora, sea su Gobernanta, su Madre Universal, su Estrella Guía que guíe sus pasos, sus caminos y sus familias hacia la nueva Comunión Reparadora con Cristo, en el momento definitivo de Su Retorno a la Tierra.

Dichosos aquellos que creen sin ver, porque en verdad conocen el Reino de Dios.

Dichosos aquellos que escuchan con los oídos del corazón, porque sentirán el Espíritu Santo del Creador.

Dichosos aquellos que se arrepienten de corazón, que abandonan sus amarras para que la Aurora de Mi Corazón destituya todos los males de este mundo y se abran las puertas de la redención a los corazones que se pierden por no querer seguir a la Madre del Cielo.

Yo les traigo palabras verdaderas, definitivas para sus vidas. Yo les traigo la cura superior, principio femenino, sagrado e inmaculado, en esta vida universal.

Yo vengo a abrirles sus ojos para que alcancen a su alma y para que su alma viva en el Espíritu de Dios, por los siglos que vendrán.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es por eso que abro en este mundo todas las puertas que lo separan del universo, y uno el Tiempo de Dios con el tiempo de esta Tierra, para curar así todos los errores del pasado, un pasado que desconocen, que no proviene de este mundo, pero que Mi Corazón sí puede verlo y curarlo en sus consciencias.

Vengo a liberar los vínculos con el mal de aquellos que dicen sí a Mi Inmaculado Corazón, pero que este sí sea verdadero y que se manifieste en las acciones de sus vidas en los días que vendrán.

Espero, hijos Míos, que no hayan venido a Mi encuentro por la mera curiosidad de saber lo que acontece en este suelo sagrado; que estén aquí porque están dispuestos a transformar sus vidas definitivamente, a liberar las amarras del pasado y a renacer a un nuevo conocimiento, a una nueva vida, a una Nueva Humanidad que debe tener como semilla a cada uno de sus corazones y a cada una de sus consciencias.

No esperen, Mis amados, que esta humanidad surja de repente, porque ella deberá ser construida a través de la purificación y de la transformación consciente de cada uno de ustedes. 

Pero el amor por Dios y por Su Plan Perfecto deberá ser mayor que el amor a las cosas de este mundo; porque Mi adversario buscará, de todas las formas, alimentar los deseos y las aspiraciones que los atan a las ilusiones de este mundo y disfrazará de todas las maneras estas aspiraciones para que parezcan verdaderas y espirituales.

Por eso, abran sus ojos, no los ojos de la mente, sino del corazón; porque es por medio del corazón, Mis amados, que escucharán Mi Voz y sabrán que ella es la portadora de la Voluntad de Dios para sus vidas como para la humanidad, como para todo el universo, que en este día se congrega alrededor de Mi Manto para observar los corazones del mundo y contemplar el Proyecto de Dios.

El universo aguarda la respuesta de todos los seres humanos. Por eso, hoy les pido que sean valientes, en el espíritu como en la materia, para abandonar el pasado y rendirse al nuevo futuro que Yo les traigo ante sus ojos como una oportunidad de redención.

Esta redención está disponible para todos, pero si no Me dicen sí y no se disponen a transformar sus vidas, este manantial de cura se derramará sobre este suelo y retornará a su Fuente sin que haya tocado sus consciencias.

¿Reconocen, Mis amados, la gran pérdida que es para toda esta raza si no aceptan decir sí al Poder de Dios que se manifiesta en Su Sierva?

Dejen que Yo disuelva el miedo de sus corazones, que cure la falta de fe, porque de esta forma podré formarlos y protegerlos para que transiten por los tiempos que vendrán y que, a pesar de todos los acontecimientos del mundo, jamás abandonen el Camino del Señor, porque la gran victoria de Dios es manifestar en sus criaturas la plena certeza de la perfección de Su Proyecto y que estos hijos de Dios acepten seguir la Luz, más allá de la oscuridad que los rodea.

Es por eso, hijos Míos, que hoy les traigo la Luz de la Fuente Divina, que originó a las consciencias del Cosmos como a las de esta Tierra. 

De esta Fuente de Luz provienen sus esencias, a las que hoy busco reencender, para que así se manifieste, en este nuevo ciclo, un gran acto de redención y de reconciliación con Dios; anunciando así al cosmos que la manifestación del Plan de Dios es posible y que, en el inicio de este ciclo planetario, que anuncia el fin de la decadencia humana, una parte de la humanidad escogió seguir los Planes de Dios.

Necesito, Mis amados, que no solo escuchen Mis Palabras, sino que sus caminos sean rectos, que miren con firmeza a Mi Corazón Inmaculado y que no caminen por otro camino, sino por este que conduce a Mi Corazón.

Aspiro a que no solo hoy estén Conmigo, sino todos los días sus vidas; que venzan, en sí mismos, a todas las tendencias de este mundo infiel, para seguir Mis pasos que los conducen al Redentor; que proclamen al Hijo de Dios todos los días, todos los instantes de sus vidas; que anuncien la victoria del Rey del Universo en sus consciencias por medio de su transformación.

Vivan Mis Palabras, no solo las escuchen, porque esta es la gran posibilidad que les traigo en esta noche. Vivan Mis Palabras.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En este día santo, Yo los invito a vivir el camino del corazón, el camino del Amor que la humanidad está perdiendo por alejarse de Dios y preferir otras cosas que no nutren al espíritu, que no hacen resplandecer a la vida, así como Dios lo prevé.

Por eso, en esta noche, bendeciré este Libro Sagrado, que es la mayor expresión de Mi Amor perfecto por ustedes. Espero que lo lleven como un camino para encontrar la Luz.

Cantemos “Inmaculado Corazón de María”.

Queridos hijos, Yo bendigo este Libro, porque son las Palabras que Dios Me enseñó, las que hoy transmito a ustedes, con todo el Amor materno de Mi Corazón. Que estas hojas benditas sean leídas con la humildad del espíritu, con la simplicidad del corazón que busca la unión perfecta con Dios.

Que sus almas y las almas de sus hermanos, cada vez que lean estos documentos, estas Palabras de Mi Corazón materno, se puedan reencender espiritualmente y establecer definitivamente la unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Pero hoy, también bendigo a sus corazones, porque Mi Gracia se derrama sobre sus vidas y las vidas de las almas del mundo. Eso es lo único que deseo, queridos hijos, que vivan en unidad y en amor para que en el mundo no sucedan muchas cosas, por el simple hecho de no querer escuchar.

Bendigo estos frutos que representan al árbol de la vida. Cada uno de ustedes es un fruto de Mi Corazón; y, a través de esta simple cesta, Yo presento esta oferta al Creador, porque Él verá con Sus Ojos misericordiosos que ya están maduros para vivir la vida universal.

Aurora los acoge si tienen un corazón simple, con intenciones puras de buscar la unión con Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina está pidiendo que entonemos el cántico que le habíamos ofertado, porque representa para Ella la voz de todos Sus hijos, buscando la simplicidad y la humildad de Su Corazón Inmaculado.

Ella dijo: “Estoy aquí, en Mi casa de humildad”.


Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Nunca cierren las puertas de sus corazones, porque así Yo podré entrar.
 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, aquí, los hermanos van a entregar una naranja a los que están aquí.

Y María nos decía que tuviéramos estas naranjas, como fruto de Su Corazón simple.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 13.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Glorifiquemos en este momento a los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José.
A pedido de Nuestro Señor realizaremos un minuto de silencio por la paz en el planeta.
Postrémonos ante el Sacratísimo Corazón de Jesús.
Que el campanario siga sonando, por favor.

 

El Cielo desciende a la Tierra y comulga con las almas buenas. ¡Vivifíquenlo! 

Inspiremos el aire del Cielo.

Oren junto Conmigo, Mis compañeros, así como lo han hecho hasta el día de hoy. El Cielo los ha escuchado con atención y amor.

La gran hora se aproxima para todas las almas. Las puertas del Cielo se abren hacia la Tierra y los corazones comulgan del Espíritu de Dios.

Bienaventurados aquellos que prevalecen y siguen los caminos del Señor, porque serán sacados del desierto en el cual viven y el mal se extirpará de los corazones sufrientes.

Reinarán el Amor y la Verdad en todos los que hayan buscado Mi Camino y así alcanzarán la pureza que tanto buscan.

La semilla de la humildad de Dios brotará en los corazones que renacerán en Cristo y vivirán en unidad con el Padre Celestial y no será necesario que nadie más sufra porque la gran absolución del Infinito vendrá en auxilio de los corazones que claman.

Es hora de desterrar lo viejo y permitir que el espíritu de cada uno de ustedes pueda resurgir en el Universo del Señor. De esta forma, todo se cumplirá y nadie quedará afuera del camino que Yo estoy indicando para este tiempo, el camino hacia el Espíritu.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Repitamos las oraciones que el Señor está transmitiendo.

 

Por la liberación de las almas, 
Señor Jesús ten piedad de nosotros.

Por la liberación del Reino Mineral,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.

Por la liberación del Reino Vegetal,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.

Por la liberación del Reino Animal,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.

Por la liberación del Reino Humano,
Señor Jesús ten piedad de nosotros.
 
Por la liberación de los corazones que sufren,
Señor Jesús concédenos la cura profunda.
 
Por todos los que han caído en el espíritu y en la materia, 
en la tentación y en el engaño,
Señor Jesús sálvalos a todos.

Por todos los que sufren y que han perdido la esperanza,
Señor Jesús ten compasión de todos nosotros.

Por aquellos que arden en el fuego del infierno
y que en vida se queman por los engaños del enemigo,
Señor Jesús ten Misericordia de todos nosotros.

Por la Nueva Humanidad que debe resurgir resplandeciente, 
 curada y liberada de todo, renovada por el Retorno de Cristo,
Señor Jesús escucha nuestras súplicas.

Por los Seres Divinos, los llamados Mensajeros Celestiales,
clamamos al Padre Celestial que estos Sagrados Corazones
retornen a este mundo para liberarlo del mal,
desatar las amarras, curar los corazones,
trasmutar las heridas y abrir las puertas a la redención.

Oh, Señor Jesús,
oh, Santa Virgen de las Vírgenes,
oh, Castísimo Corazón de San José,
que, en Vuestra sagrada triangulación, 
 la Santísima Trinidad guíe a la humanidad, 
y que todas las almas que viven sobre la Tierra
puedan alcanzar la morada del Cielo.

 
En este tiempo que vendrá y por toda la eternidad,
que las almas celebren, en Cristo, el glorioso Retorno del Redentor
junto a los ángeles, arcángeles y a todas las consciencias del universo.

Que este mundo sea confederado
y cumpla el Proyecto del Señor,
en el tiempo que llegará.

Amén.

 

Hoy este es Mi Mensaje para ustedes a través de esta oración. Es una proclamación de todos los corazones del mundo, de todos los servidores de Cristo que han aspirado a alcanzar Mi Corazón y a vivir en Mi eterna Paz.

Si decretan esta oración con convicción, todo podrá cumplirse.

Si solo un alma lo hiciera con devoción, abrirá una pequeña puerta en el universo, dando una oportunidad para el rescate y la salvación de las almas. Imagínense si todas las almas, la voz de todos los corazones, dijeran al Cielo esta oración, ¿qué podrá suceder, Mis compañeros? 

Yo les entrego en esta tarde Mi Legado universal, un Legado de simplicidad y de humildad que fue profesado desde Mi Nacimiento en este mundo.

Yo los aproximo a encontrar los Misterios de Dios, aquellos que están guardados dentro de ustedes, en el universo interior de cada ser. Así, todos pueden comulgar del Espíritu de Dios y alcanzar en estos tiempos la redención.

Los Tres Sagrados Corazones hoy se presentan ante vosotros para glorificarlos y alabarlos, elevar vuestros espíritus hacia el Reino Celestial.

Por eso, queridos compañeros, que en esta Comunión Trina todos los corazones se rediman. Que vuestras vidas sean savia de vida, alimento para los que tienen hambre, espíritu para los espíritus que están caídos.

Yo los invito a llevar a Dios en el corazón y a que puedan transmitir este impulso a todos los que encuentren, porque esta Gracia que hoy derramo sobre ustedes es única en un tiempo difícil, para una humanidad enferma espiritualmente. 

Yo Soy vuestro alimento y vuestra cura. Sigan adelante. Liberen vuestras amarras a través del poder infinito de la oración.

Hoy vengo con Mi Madre Santísima y con San José. Ella viene anunciando Su gran momento. San José guía a las almas que deben servir, y Nuestros Tres Sagrados Corazones se donan a todos para anunciar la Buena Nueva a todos los corazones. 

Dejen ya de sufrir. Acepten la cura que el Cielo les quiere entregar, porque a partir de allí vuestras vidas se transformarán rápidamente. Muchos ya no reconocerán vuestros rostros porque reflejarán las nubes del cielo, los rayos del sol universal, aquellos que irradiarán a la oscuridad y disiparán la tribulación. Pero deben tener un corazón confiado, una fe segura y una fortaleza inquebrantable. Si vivieran estos tres principios tan simples podrán ser Mis apóstoles del amor y de la redención.

Hoy todos están unidos en este encuentro y han orado para construir este puente hacia el universo. ¿Saben lo que esto ha repercutido en el mundo actual?, principalmente en los Reinos de la Naturaleza. ¿Cuántas deudas son equilibradas en este momento? ¿Cuántas almas y corazones son ayudados en este momento?

Sé que muchos quisieran ver todas estas cosas, los verdaderos resultados materiales. Pero Mi Padre Me envía para traerles el Espíritu, aquel que siempre se fortalecerá y nunca perecerá, aunque viva en este mundo.

Yo los traigo a todos hacia Mi Corazón para que vivan la Comunión perfecta con el universo.

Y para que esta tarde sea un cierre de ciclo, y un ciclo nuevo comience para todos a partir de mañana, alabemos al Señor de las Alturas.

Enviemos nuestras súplicas a los Sagrados Corazones para que los santos ángeles puedan descender en este momento, no solo para ayudar a este país, sino a toda la humanidad, principalmente a los corazones que claman por la cura suprema y la redención.

Abramos la puerta al Cielo. Ingresen más, dentro de este Cielo. Este Cielo se dispone para servirlos y viene a comulgar con todos los corazones a través de la Presencia de los Mensajeros de Dios.

Recibiremos vuestra oferta en este momento. Ahora, esto es único para todos.

Abramos las puertas a la esencia del Amor de Dios, adonde, después de todo esto, deberán retornar y fundirse con el Padre Celestial.

 

Canción: Elohim.

 

Al Sagrado Corazón de Jesús le agradan las almas que cantan con devoción.

Para terminar de realizar esta glorificación sagrada a los Santos Corazones de Jesús, de María y de San José, glorificaremos al Inmaculado Corazón de María y después al Sagrado Corazón de San José para que vuestras ofertas como humanidad puedan ser derramadas, en Misericordia, sobre los Reinos de la Naturaleza y la Ley deje de pesar tanto sobre la humanidad y sea transformada por el poder de Mi Corazón misericordioso.

Estamos presentes, acompañándolos en esta bendición. Sigan unidos al Espíritu que está fluyendo en esta hora de Misericordia.

Agradecemos también a todos los que le han cantado a Dios desde sus hogares. Imaginen cuántas puertas se abren en los hogares de todos los seres cuando buscan, de verdad, la unidad suprema entre las criaturas. Hoy estamos estableciendo, como Sagrados Corazones, un ejemplo de fraternidad celestial que es vivido en el Cielo y en el universo, en todos los planos y dimensiones divinas, desde los seres que sirven a Dios hasta los ángeles.

Estoy observando si están atentos. El Cielo aquí los reúne de forma especial.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús nos está diciendo, en este momento, que hoy ha traído a este encuentro la Faz de la Asunción de la Virgen María, rodeada de ángeles que la elevan hacia el universo. 
Glorifiquemos a María y a Su Inmaculado Corazón, a Su Corazón maternal.

 

Canción: Ave María.

 

Queridos hijos Míos, confíen en el Corazón Inmaculado de María. Siempre querrá llevarlos hacia el fruto bendito de Su Amor.

Para terminar esta unión entre el Cielo y la Tierra, esta comunión entre las almas y Dios, almas redimidas y renovadas, liberadas y perdonadas por el fuego poderoso de Cristo, glorificaremos a San José Castísimo, Padre de todas las esencias servidoras, Guardián de los corazones que padecen y sufren, de los pobres moribundos, enfermos y solitarios. 

San José que, a través de este canto en el que invocamos Tu Corazón, África entera pueda consagrarse a la cura infinita del Creador. Que así sea.

 

Canción: San José, Padre del Amor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a hacer la oración que Él nos está inspirando en este momento que es la oración por la salvación de las almas de África, repetiremos frase por frase.

Sagrado Corazón de San José, 
Siervo y Vigilante universal,
te clamamos, en esta hora, 
por la salvación de todas las almas
que viven en la amada África.

Que junto a Cristo, Nuestro Señor, 
sirvamos al Padre Celestial 
por la cura de la humanidad 
y su redención.

Amén.

 

Les agradecemos por venir a Nuestro encuentro.

Los bendecimos en nombre de toda la humanidad: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

¡Gracias Sagrados Corazones por cuánto nos dan!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Estamos volviendo después de un momento muy fuerte con los Tres Sagrados Corazones. No esperábamos que Ellos Tres aparecieran al mismo tiempo. Los Tres Sagrados Corazones trajeron el Universo Celestial hasta aquí y cada uno de Ellos, en Sus auras, manifestaba una realidad infinita. Cada uno de Ellos nos fue acogiendo en diferentes momentos. Ellos fueron observando nuestras necesidades internas y espirituales no solo de nosotros, sino también de toda la humanidad.

Es la primera vez que comprendemos, con nuestra consciencia, que Cristo habla sobre los Reinos de la Naturaleza.

Cuando Él se refería a ellos en ese momento y principalmente con la invocación de la oración que nos enseñó, Él fue trayendo la consciencia de cada uno de los Reinos de la Naturaleza hasta aquí, principalmente las situaciones que ellos viven por acción de la humanidad.

Y cuando Él traía, por ejemplo, la imagen o la presencia del Reino Vegetal o del Reino Animal, Él mostraba cosas muy horrorosas que se generaban con situaciones que la humanidad hacía. Él decía que una parte de nuestra consciencia no es consciente de lo que significa esa situación y de los peligros espirituales que estamos corriendo por esa situación. Porque, por esa falta de consciencia, Cristo decía que la humanidad está generando que una ley muy fuerte pueda acontecer.

En un momento de la Aparición a los Pies de Cristo apareció cada uno de los Reinos representados. Él nos mostraba y nos hacía sentir el sufrimiento de cada uno de los Reinos, que era algo inexplicable de poder expresar en palabras o en relatos. 

Pero, a través de la oración de esa invocación que Él nos transmitió, Él fue transmutando esa situación y vimos que varias partes del planeta, específicamente de Asia, fueron ayudadas.

En un momento de la Aparición de Cristo, cuando Él se refería al Reino Animal, Él nos mostraba, como Consciencia universal, por ejemplo, a los laboratorios en donde los animales son manipulados. Él nos mostraba que los Reinos también tienen una esencia crística que no sabría cómo explicarles a ustedes. Él decía que la guardan como esencia porque son parte de la creación del universo. Y a esa creación, nosotros la estamos modificando.

A medida que iba aconteciendo la Aparición, muchos estados diferentes fueron siendo tratados por la Jerarquía, referidos a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza. 

Después de un momento, Ellos comenzaron a derramar la energía de la Gracia.

Hoy María se manifestó en un estado de profundo silencio, de una contemplación que es desconocida. Ella estaba envuelta con un gran paño, una gran tela y estaba en estado de oración, con Sus ojos en dirección al Cielo. Estaba con Su cabello descubierto, no tenía velo, estaba rodeada de muchos Ángeles Querubines, ángeles pequeños. 

A la derecha de Cristo apareció, un momento después, la imagen de San José, Él venía guiando simbólicamente a un grupo de ovejas. Él las venía pastoreando desde un nivel celestial hacia este nivel físico y simbólicamente nos mostraba cómo quería intentar ayudarnos y guiarnos. Por un momento, nos mostró cómo nuestras almas estaban en Sus brazos. Él tenía nuestras almas en Sus brazos. En ese momento, imploraba al Padre a través de Su Casto Corazón por nosotros. Entonces, Ellos nos hicieron entender que no era solo por nosotros, sino por la humanidad como consciencia. En ese momento, San José canalizaba los santos grados de amor que había alcanzado en esta vida en la Tierra y de esa forma Él elevaba esa oferta al Creador.

Hoy estuvimos frente a una Aparición bien diferente y especial, porque los Tres Sagrados Corazones mostraban cómo invocaban al Padre Celestial por Misericordia.

Después de un momento, Cristo comenzó a pedirnos que llamáramos a Su Padre y Él nos dijo: “Quiero que canten Elohim”, y yo le pregunté: ¿Es eso mismo, Maestro?

“Elohim es el Padre, están llamando al Padre, a Mi Padre. Yo les estoy enseñando a traer la Consciencia del Padre hacia la Tierra, y solo a través de la invocación al Padre Celestial, ustedes conocerán la desconocida Conciencia Suprema”.

Y cuando comenzamos a cantar “Elohim”, María estaba divinizada, por así decirlo. Ella adoraba lo que estaba escuchando y los gestos de Su rostro iban cambiando, se transfiguraban en luz. Y San José estaba muy…, no sé cómo explicarlo…

Ellos nos hacen conocer todas esas cosas y esos sentimientos que no son humanos. Era como una gran celebración universal.

Cristo estaba sereno. Él observaba cómo nuestras almas se encendían en el momento de cantar “Elohim”. En ese momento Él observaba, con Su visión de serenidad, como nuestra esencia crística se iba activando y seguía ese ritmo del canto a través de un silencio profundo.

En un momento, Cristo elevó Sus Ojos hacia el Cielo y tan solo con hacer ese movimiento comenzaron a aparecer diferentes Jerarquías Angélicas. A medida que íbamos cantando “Elohim”, ellos se iban congregando en círculos de luz y un gran proceso de transmutación fue liberando al planeta.

Después que Cristo construyó ese canal de luz, Él mandó a los ángeles a que bajaran al infierno terrestre. Entonces Él mostraba por encima de nosotros el Cielo y por debajo de nosotros el infierno. Esas almas que estaban en el infierno querían como prenderse, agarrarse de los ángeles, de las alas de los ángeles. Pero Él mostraba como algunas de ellas todavía no le había llegado el momento de ser liberadas.

Los ángeles obedecieron la indicación del Maestro y fueron retirando, sacando de ese infierno, a algunos grupos de almas. Después se cerró esa situación y escuchamos el cántico de María y el cántico de San José.

San José en el momento en que cantábamos a Su Corazón, Él fue ayudando específicamente a África, a través de la oferta que cada uno de nosotros pudo generar en ese momento.

Y, para terminar, cuando Cristo explicó y nos dijo que Él sentía agrado por escuchar al alma que cantaba, Él nos intentaba explicar que para la humanidad el sentido del canto es muy importante en este tiempo, porque es necesario crear nuevas vibraciones de luz en la Tierra. Él explicaba que eso es más fuerte cuando muchas más almas cantan de forma verdadera. Él dice que otras condiciones positivas se crean en la esfera planetaria y la liberación es más viable y posible para aquellos que no la merecerían.

Ustedes percibieron que Él bendijo al principio las cruces. Son las cruces que llevarán las Hijas de la Caridad Crística, representando a la protección de Cristo en el trabajo de servicio que estas hermanas tienen que desarrollar y que desarrollan en este momento.

Por eso, ahora, nosotros vamos a participar de la colocación de la cruz en las hermanas que, a pedido de Cristo, Madre María Shimani realizará en ellas. Y después, los hermanitos que están aquí de pie van a recibir la unción de óleo como símbolo de la cura interior.

Luego, participaremos de la Comunión y de otras cosas más que el Cielo nos pidió. Entonces vamos a preparar nuestro corazón para ese momento.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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