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Mis amados hijos:
Hoy, como la Madre de la Sagrada Humildad, llego a todos Mis hijos para traer esta presencia de abnegación, desapego y entrega, que Yo aprendí como María de Nazaret.
Cada alma que ingresa en el verdadero camino crístico, aquel que está marcado por Mi Hijo Cristo Jesús, comienza a vivir esta escuela de la Sagrada Humildad; una experiencia totalmente nueva y desconocida para la humanidad.
Mucho se ha dicho y escrito en esta Tierra sobre la Humildad, pero muy pocos han podido realmente experimentarla; ella es tan transformadora que aquel que se anima a recibirla, por lo general, no es consciente de que la vive y piensa que nunca será merecedor de vivirla.
Ella es tan suave como una brisa de primavera, armoniosa como las flores que crecen en los jardines del Cielo y poderosa, sí poderosa, que disuelve cualquier expresión de la propiedad, la auto-realización, el orgullo y el amor propio.
Ella es tan majestuosa, como una reina sin reino, como una espada de amor que corta suavemente los lazos con la materia y tan transparente como un hilo de luz, que hilvana a las almas en un tejido perfecto que las une al servicio eterno al Creador.
Amado hijo, amada hija:
Y tú, ¿quieres recibir en tu vida a la Sagrada Humildad, aquella que Yo viví y compartí con Jesús y José?
¿Quieres saber definitivamente lo que es ser una consciencia humilde?
Entonces, abre tu corazón, entrega tu voluntad al Supremo y obedece eternamente Su Santa Voluntad, así tu pequeña voluntad nunca más será tuya. Aprende que Mi Amada y Sagrada Humildad se encuentra en las pequeñas acciones de la vida, en el anonimato, en la paciencia y la simplicidad.
En estos tiempos de tantas transformaciones, algunas consciencias serán llamadas por el Padre a vivir los caminos de la Sagrada Humildad como apóstoles de Cristo; los nuevos apóstoles que se unirán a Él en cuerpo, alma y espíritu para servirlo eternamente.
Hoy les dejo esta reflexión porque algunos de ustedes, que están presentes ante Mí en este día, serán discípulos de la Sagrada Humildad de Dios.
Oren, sean bienaventurados, entreguen su voluntad a la Voluntad del Altísimo y amen sus destinos.
Gracias por estar hoy Conmigo.
María, Madre de la Sagrada Humildad
Queridos hijos Míos:
Con la bendición del Cielo y el gozo del Espíritu Santo, Yo desciendo desde el Cielo hasta este espacio sagrado de oración y de adoración al Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo Jesús.
Por esta respuesta al llamado de adoración perpetua, Yo les agradezco; el Señor se alegra por el esfuerzo inmediato de los pequeños seres y de los corazones de la Tierra.
Pero ahora es el momento de que este ejercicio de silencio y de oración se expanda hacia las vidas que aún no lo practican como algo sagrado.
El Señor del Cielo espera que, al menos la mayor parte de este grupo que corresponde a la región de esta gran ciudad de San Pablo, realice una vez por semana el ejercicio de adoración; ejercicio que tendrá como finalidad espiritual y divina que la ciudad de San Pablo se consagre al Inmaculado Corazón de María.
El Señor del Cielo, también espera que la ciudad de San Pablo venere y considere la adoración a Jesucristo como un acto de reparación por las ofensas que Él recibe diariamente de las ciudades del mundo entero; y así pueda la ciudad de San Pablo recibir la Gracia de la piedad y de la Misericordia para que al menos una pequeña parte de esta ciudad sea un punto de luz en la oscuridad.
Si los corazones se disponen a responder por un tiempo a Mi llamado, los planes para el Brasil entero cambiarán y las almas recibirán un tiempo más de paz.
Cuando Yo les pedí construir este espacio de oración y de adoración era, y es hoy, por la gran necesidad espiritual de luz y de conversión que existe en las almas que no ven, ni por un momento, al Dios del Amor y de la Misericordia.
Yo soy vuestra Madre Mediadora, soy el Sol del Universo que les trae la luz que necesitan para poder cambiar el rumbo de vuestras vidas. La adoración a Mi Hijo les ayudará a concentrar vuestras vidas en el Corazón de Jesús y reconocerán que, en este tiempo crítico, será necesario actuar y ser a través de Jesús.
Queridos hijos, hoy el Cielo les agradece por vuestra atención y amor, ya que la sagrada imagen de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad será el espejo orante de paz que se reflejará sobre todos los que pasen por este lugar; y la casa de la adoración al Santísimo, será vuestro templo de recogimiento para encontrarse con Jesucristo.
Les agradezco por atender a Mis pedidos espirituales del fin de los tiempos.
Bendigo a los enfermos, a los solitarios, a los buscadores de Dios y a los devotos.
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Hijos Míos,
Estoy tan próxima a vuestros corazones, de una forma que jamás podrían imaginar.
Vengo en Espíritu, en Esencia Sagrada y Divina. Vengo en Virginidad y Pureza infinitas para irradiar el arquetipo reflejado en Mi presencia hacia todos los corazones del mundo.
Hoy dejo Mi Manto sobre esta ciudad y sobre vuestros corazones Mi Infinita Gracia, para que puedan dar los pasos rumbo a la Voluntad Suprema de Nuestro Señor.
Hoy quiero que las llamas encendidas en vuestras manos representen a todos Mis hijos que no están presentes en este lugar, y cuyas almas día a día se apartan todavía más de Dios.
Hoy quiero que caminen en dirección a Mí, en madurez de espíritu, reconociendo Mi presencia en vuestros corazones.
Si hoy ven el crecimiento de esta Mi Casa Mariana -este núcleo de Salvación para las almas- donde los seres buscarán la Eterna Gracia, es porque tendrá importante tarea de unión Conmigo. Dará testimonio del principio de Mi presencia y, delante de las Gracias alcanzadas por los seres que oraren Conmigo aquí, ustedes podrán aportar la Gracia de la memoria de este día. Día en que Mi Espíritu, a través del Espíritu Santo de Dios, traspasó la materia de una imagen; la tornó en algo más que una imagen, en un símbolo eterno de la Presencia Divina y en un portal del Infinito Manantial de Misericordia que desciende sobre la Tierra.
La sala de oración de este lugar representa la morada interior de cada uno de vuestros corazones -esta que Yo vengo a preparar para que sea el Templo eterno del Sagrado Corazón de Jesús- corazón presente en la Eucaristía, de la cual comulgarán todos los viernes.
Este Templo, así como vuestros pequeños corazones, deberá ser el foco de luz mayor para esta ciudad, porque no hay nada más grandioso que el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
Esta custodia luminosa deberá ser tan adorada por vuestros ojos y corazones, que imprima en ellos la pureza de Cristo y Su Eterno Amor, este que unirá a las almas con Dios, apenas la contacten con vuestros ojos y corazones.
Los Misterios del Cielo son infinitos y también es infinita la Ciencia Divina, que convierte corazones y almas en portales para la perpetua unión con Dios, cuando tan solo los corazones se abran a estos Misterios y permitan que esta Divina Voluntad se manifieste.
Yo los convido a vivir bajo Leyes Celestiales.
Les agradezco la respuesta Mi Llamado.
María, Reina de la Paz y del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús
Queridísimos hijos en Cristo:
Me alegra ver, en este día, a los peregrinos simples y dispuestos a seguirme por el camino de la oración y de la paz. Hoy quiero agradecer por el encuentro divino que cada uno de ellos tendrá Conmigo en sus corazones, porque un peregrino es la luz que circunda los espacios para llevar la paz.
Un peregrino es como una estrella incandescente que irradia el amor inmaculado de la Madre Celestial. Un peregrino es como un sol ante la oscuridad, porque su principal instrumento es el rosario. Un peregrino es como un discípulo que acompaña las instrucciones con amor.
Todos los peregrinos tienen diversos fuegos. El fuego de cada peregrino se enciende con la oración y este se complementa con los otros fuegos. Así cada peregrino manifiesta como orante una parte del Plan de Dios. Todos los peregrinos son un solo espíritu crístico que fortalece el caminar y los pasos de sus semejantes.
Por eso, aquel que quiera consagrarse como peregrino, solo deberá orar y afirmar que es un discípulo de Cristo en el mundo; porque peregrino no es solo aquel que vive el Mensaje Divino, sino que también es un puente al servicio abnegado y a la caridad por los más necesitados.
Existen muchos peregrinos en el mundo que, en este tiempo, pasarán a consagrarse internamente a Mi Inmaculado Corazón como nuevos apóstoles de Cristo, como apóstoles de Dios. Así nacerán los nuevos soldados de María que estarán dispuestos a seguir las enseñanzas del nuevo Evangelio de Cristo, Evangelio que preparará la venida de Mi Hijo Jesús.
Hoy quiero irradiar Mi Amor materno y único a todos los peregrinos, porque es a través de todos ellos que Mi Plan mariano se llevará adelante, cuando de corazón y de verdad colaboren para que esta Obra de salvación y de Misericordia sea posible.
Queridos hijos, estoy en oración por ustedes, para proteger a los peregrinos que estarán dispuestos a seguir el camino hacia Mi Hijo Jesús.
Hijos Míos, en este día de alegría y de regocijo para ustedes en Mi materno Corazón, Yo los animo nuevamente a vivir el ecumenismo de Cristo. Esto significa ver que todos los peregrinos son portadores del Amor de Mi Hijo, un Amor que une, un Amor que alivia, un Amor que cura, un Amor que libera, un Amor que no condena, un Amor transfigurador y redentor.
Queridos hijos, la Madre del Cielo los llama a fraternizar a través de la oración por la paz en el mundo y por la unión espiritual entre todos los seres de la Tierra. Aquellos que se dispongan a ser ecuménicos, ayudarán a que los acontecimientos también cambien y a que la paz reine entre los hombres y Dios.
Amados hijos, Mi Espíritu infinito de Amor, hoy ayudará a los más necesitados de alma, de corazón y de cuerpo, ayudará a los que esperan desde hace tiempo un alivio interior.
Oremos para que los nuevos apóstoles de Mi Hijo se presenten y para que la obra mariana se cumpla en el mundo entero, principalmente en las queridas familias de América.
Ayunen, adoren y comulguen de Mi Hijo. Él siempre será vuestro único y fiel sustento para este tiempo.
Ahora, después de cada decena del Santo Rosario y al término de la Oración del Ángel de la Paz, ustedes deberán repetir con devoción:
“Es todo por Ti Jesús, por Tu insondable Misericordia. Amén”.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en el eterno Amor,
María, Vuestra Madre y Reina de la Paz
Hijos Míos,
Busquen en Mi Corazón el reposo de sus vidas para que, en él se renueven ante todas las pruebas. Yo soy la Fuente de vitalidad, de vida para el espíritu y de Amor para las almas. A través de Mí, caminarán incansables en dirección a Mi Hijo.
Yo soy Aquella que les da de beber cuando atraviesan el desierto para que puedan cruzar el umbral de la madurez y alcanzar la Consciencia de Dios.
Los misterios de Mi Presencia están encerrados en el universo de la oración. Aquel que ora y se silencia, encuentra en Mí las llaves para conocer lo infinito de Dios.
Por eso, hoy, les digo que busquen descubrir la ciencia de la oración, ciencia que abarca mucho más que las simples palabras pronunciadas con atención.
Hoy, quiero que den un paso más en este camino de consagración a la vida de oración, y esto se alcanza cuando se permiten orar con toda la consciencia, con el corazón, con sentimiento, con la mente, el alma y el espíritu. De esta forma, la concentración abre las puertas para que las palabras se tornen vivas y cada verbo pronunciado sea como una puerta que los llevará a un universo desconocido.
Si hacen como hoy les digo, profundizando en sus oraciones, descubrirán que el simple acto de orar encierra, en sí, grandes misterios de salvación y de evolución para toda la humanidad.
Como Madre del Mundo y Madre Universal, poco a poco, los conduzco a estos universos que están guardados en el silencio de cada oración que les fue entregada.
Muchas veces, se habrán preguntado por qué los Mensajeros de Dios les entregan tantos ejercicios espirituales y tantas oraciones diferentes. Hoy, Yo les digo que el motivo espiritual de este hecho es que cada oración, cuando es pronunciada plenamente, abrirá deferentes puertas en la consciencia para conducirlos a diferentes Universos de Dios. También, cada ejercicio y cada oración conecta sus corazones con diferentes códigos divinos que el Creador aspira a imprimir en sus criaturas.
De esta forma, jamás pierdan la oportunidad de orar con el corazón y con el espíritu. Deben estar más que concentrados en cada palabra; sumérjanse en cada una de ellas y permítanse ser elevados por los ángeles enviados por Dios. En poco tiempo, si practican Mis instrucciones con sinceridad y pureza, descubrirán lo que hoy les digo.
No busquen alcanzar ningún estado de sopor mientras oran, porque lo que hoy les digo se trata de una instrucción profundamente espiritual.
Si oran con amor y se dan el permiso para profundizar en este universo que es orar, el propio Dios, a través de Sus ángeles y Mensajeros, les abrirá la puerta y los conducirá hasta donde corresponda, en cada oración.
Poco a poco, descubrirán que orar es más que orar, y que poco saben sobre este ejercicio divino.
Solo oren, oren siempre.
Les agradezco por responder a Mi llamado y por haber venido a Mi encuentro.
María, Madre Universal y Reina de la Paz
Queridos hijos:
Como Yo estaré hoy con vuestros corazones en esta comunidad espiritual, también estaré compartiendo con ustedes el aniversario de Mis primeras diecisiete apariciones en la Colina de las Apariciones.
Por este motivo, hijos Míos, hoy los llamo a ser embajadores de la Paz y de la Oración en el mundo entero, porque el Señor me ha pedido preparar vuestras almas para el nuevo tiempo.
Como Madre y Reina de la Paz, les recuerdo este importante atributo de la paz, ya que en el día a día vuestras consciencias pueden olvidarlo con facilidad.
Hoy los llamo para el rescate y la salvación de vuestro corazón espiritual, una morada sagrada para Vuestro Altísimo Padre. Es a través del corazón que las situaciones más graves y complejas de la vida encontrarán la verdadera solución; porque en vuestro corazón se encuentra el Amor de Dios, la Pureza de Dios manifestada en todas Sus Criaturas.
Por ello, queridos hijos, la humanidad de hoy deberá ser una humanidad que viva a través del amor del corazón; eso evitará guerras, confrontaciones, luchas sociales y, sobre todo, movimientos desproporcionados relacionados con la alimentación y el hambre en la humanidad.
Mi Espíritu Maternal hoy les recuerda la consagración al Inmaculado Corazón, así podrá nacer en ustedes el espíritu de la fe y la fortaleza para poder permanecer todo el tiempo en Vuestro Amado Señor.
Queridos hijos, el Cielo les comunica las verdades de vuestro mundo; por eso, con el rosario en las manos y la oración activa y pacífica del corazón, recen por las emergencias que existen en vuestra humanidad, porque en cuanto unos duermen, otros mueren; en cuanto unos tienen todo, otros hijos no tienen nada.
Mi Corazón los invita al ejercicio del equilibrio espiritual, al correcto uso de los bienes que el Padre les envía; ustedes así verdaderamente ayudarán a que el mundo entero reciba la ayuda divina que en estos tiempos necesita.
Hijos amados, con alegría en vuestros corazones, los estoy invitando día a día a vivir la transformación por medio del modelo perfecto que representa Jesús. Imítenlo, síganlo y oren a Su Sagrado Corazón; pidan a Dios lo que en verdad necesitan, los Cielos se abren ante ustedes cada vez que Mi Inmaculado Corazón desciende para vuestro encuentro.
Que esta vigilia de oración sea una vigilia preparatoria para la peregrinación que Mi Corazón realizará, junto a ustedes, por las diferentes ciudades del Brasil.
Agradezco desde ahora a todos Mis queridos peregrinos y orantes por estar respondiendo a Mi llamado de la visitación de Mi Consciencia a cada lugar de esta Nación.
Les agradezco ahora y siempre,
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos de Mi Corazón:
Con alegría y paz retorno a esta, Mi Casa, para bendecirla y consagrarla a través de Mi presencia, renovando así el compromiso de Mis soldados Conmigo y restaurando la paz para que no se pierda, ni en este lugar ni en todos los corazones,.
Hijos Míos, les agradezco por haber orado junto Conmigo, preparando así Mi llegada a esta Casa bendita. Vuestras sinceras oraciones permitieron el despertar y la salvación de muchas almas que vivían olvidadas de Dios.
A través de este impulso vengo para pedirles que se renueven Conmigo en la oración y le den prioridad en sus vidas a las vigilias que realizan en unión a Mi presencia maternal. De esa forma estarán demostrándole a Dios que comprenden la gran necesidad de estos tiempos.
Una vigilia realizada con amor, con pureza y con verdad, por la simple necesidad de unir el corazón al Corazón Sacratísimo de Dios, podrá llevar luz a los espacios más oscuros de la consciencia humana; podrá convertir al pecador más comprometido con el mal y podrá salvar a las almas más perdidas.
No les pido grandes esfuerzos, apenas les pido que se empeñen con alma y espíritu para manifestar Mis pedidos y que oren, oren mucho, para atraer así todas las Gracias que viven en el Reino Celestial y que aguardan para descender sobre la Tierra.
Si oran de verdad, todos los obstáculos que existen en contra de la manifestación de Mi tarea Mariana se disolverán, porque la luz de vuestros corazones llevará el amor a los planes del enemigo, amor que transforma todo lo que es voluntad contraria a la Voluntad de Dios.
La llave necesaria para abrir todas las puertas del Universo y transformar la consciencia está en la oración. Por eso oren, para que los Planes de Dios se manifiesten.
Oren para que las almas se aproximen a Mi Corazón.
Oren para que la luz recorra el mundo e ilumine los abismos de esta Tierra.
Oren para que los Reinos sean aliviados de todo el dolor causado por el ser humano.
Oren para que vuestras almas y espíritus encuentren definitivamente el Corazón de Mi Hijo.
Oren porque deben orar, porque el arquetipo de la vida sobre la Tierra está en seres que se unen perpetuamente a Dios.
Hoy les digo que la tarea primordial de Mis Centros Marianos es la oración, porque sin ella, la Voluntad de Dios no descenderá sobre la Tierra y la conversión no alcanzará a los corazones.
Si no oran, Mi Misión en el mundo no se cumplirá.
Si no oran, vuestros corazones no alcanzarán a Dios.
Sin la oración, caminarán sin salir del lugar.
Oren, hijos Míos, oren siempre Conmigo. Yo vengo en auxilio de vuestros corazones.
Yo los amo y les agradezco siempre por estar Conmigo respondiendo a Mi Llamado.
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos:
Hoy les pido ser pacientes como lo fue Mi Hijo cuando cargo con la Cruz y con el peso de todo el mundo.
Queridos hijos, sean muy pacientes, para que vuestros corazones se conviertan en pacificadores de la luz.
Hijos amados, en esta semana los invito al ayuno del silencio y de la oración, porque por medio de la oración silenciosa, se abren los universos celestiales para el mundo. Como Vuestra Madre del Cielo, vengo en este día de Gloria para curar vuestros corazones, para que ellos puedan vislumbrar la humildad de Mi Hijo Jesús en ustedes.
Queridos hijos, vivan la paz-ciencia, vivan este don de Dios para un momento en donde muchas almas que han asumido el compromiso con Mi Hijo, pierden la voluntad de proseguir en la fe, mismo estando todo a oscuras.
Queridos Míos, Mis ojos iluminan vuestros caminos, porque a través de Mis ojos, Dios me ha permitido ver la realización de vuestros caminos de conversión y de redención. Hoy, el rayo universal de Mi Cura Divina se aproxima a ustedes, para derramar Gracias de cura y de sanación espiritual sobre las causas que impiden el libre caminar de Mis pequeños hijos.
Por eso, como Vuestra Madre Curadora, abro Mis brazos para acogerlos y sentirlos bien cerca de Mi Corazón, con el fin de entregarles Mi dulce consuelo y Mi paz a pesar de todas las pruebas de la vida.
Sábado a sábado les dejo un nuevo mensaje, una lección y una instrucción de Madre y de Sierva de Dios, para que en vuestras vidas siempre resplandezca la esperanza de vivir en Dios y a través de Su Amor Divino.
Queridos hijos, en cuanto el mundo sufre por la falta de cura en el alma y en el corazón de cada ser, Mi Voz se anuncia amorosamente a ustedes para levantarlos de vuestras constantes caídas y para alzarlos en Mis brazos hasta Jesús, para decirle a Él:
“Querido Hijo de Dios, Amado Mío, te suplico, ¡ten Misericordia de esta alma y de todos sus errores cometidos! ¡Mira Jesús Mío, como ella florece en Gloria dentro de Mi Materno Corazón!“
Queridos hijos, esta es Mi Vida Eterna, cuidar de ustedes y del mundo entero. Ahora Dios les envía la prueba de la madurez para vuestras consciencias, de la madurez ante las situaciones mas dolorosas de la vida y del día a día. Pero ya no teman, porque Yo estoy aquí para elevar a Dios vuestras oraciones. Respiren Paz, queridos hijos, respiren el aire renovador del Cielo y oren junto a Mi por la victoria del Plan de Dios.
Los necesito en el bien o en el error, los necesito fuertes o débiles, Mi Espíritu Inmaculado los confortará siempre. ¡Ánimo Mis queridos hijos!
¡Les agradezco ahora y siempre por responder a Mi llamado celestial!
María, Madre y Estrella Universal de la Paz Eterna
Ven a Mi corazón así como eres, ven con tus velos, tus miserias y toda tu ignorancia. Ven a Mí así como estás, con toda soberbia, vanidad, angustia y dolor. Ven porque Mis brazos esperan para acogerte.
No tengan miedo, hijos Míos, de oír Mis palabras, de descubrir lo que está oculto en vuestros corazones. No tengan miedo de caminar hacia Mí, así como están, porque Yo no busco perfección; busco verdad, busco pureza, busco la entrega de vuestros corazones, almas y espíritus.
Aquellos que vislumbran delante de sí un nuevo paso, que lo den; pero que lo den con consciencia, con atención, con certeza; lo den con voluntad, con el corazón encendido en profunda devoción a Dios.
En estos tiempos y más en este día, Mi Corazón los renueva y los impulsa, porque Mis manos reciben vuestros corazones y amparan vuestros seres en este salto que deberán dar; pero antes de tomar cualquier decisión, sientan, clamen por el Espíritu Santo y llamen a Mi Corazón Inmaculado, así el Cielo les confirmará cada etapa que deberán vivir.
Los que tienen dudas que las coloquen hoy en Mis manos, para que Yo las disuelva en la certeza de consagrarse al Único Dios y, los que están firmes, que fortalezcan todavía más las bases de su oferta y de su entrega, para que sean motivo de inspiración divina para otros corazones.
Hoy los convido a reconfirmase delante de Dios y a -consagrarse nuevamante; los convido a fortalecer el corazón y el espíritu, porque tiempos difíciles tocan las puertas del mundo y el enemigo confunde a las almas de Mis hijos. Aquellos que hoy realmente se entreguen a Mi Corazón y al Corazón Sacratísimo de Mi Hijo, verán sus corazones amparados por una Gracia Celestial, que es la Voluntad Divina.
Hoy les digo, hijos Míos, que el enemigo solo vencerá a aquellos que teman colocar su voluntad en las manos del Creador, porque de esta forma podrá apoderarse de la frágil voluntad humana; pero, si por el contrario, ofertan sus pequeñas voluntades a Dios para que se cumpla Su Voluntad Mayor, nada los podrá conmover, porque en vuestras vidas reinará un Único y Poderoso Rey.
Mis queridos, les digo todas estas cosas porque a partir de este día el Universo Celestial procurará que Mis hijos den nuevos pasos.
Mi presencia en el mundo se volverá más intensa y no habrá quien no Me sienta; y no solo aquellos que Me acompañan, directamente, deben madurar para sustentar Mi presencia, sino que todos Mis peregrinos deben ser un único ser, consagrado a Mi Corazón. De esta forma serán las bases que acompañaran los primeros pasos de aquellos que Me encuentren por primera vez.
Tiempos intensos llegarán.
La Luz prevalecerá en los corazones de aquellos que Me digan “sí”.
Les agradezco por responder a Mi Llamado y por perseverar en Mi Corazón.
María, Madre de todas las Gracias
Aquellos de Mis hijos, que trabajan Conmigo por el Plan de Rescate de las almas, no sienten hambre ni frío porque se alimentan de la oración y se recogen bajo Mi Manto.
Aquellas almas, que le dijeron sí al Redentor, no sienten miedo ni tristeza porque se fortalecen en el amor de los Santísimos Corazones y viven la alegría del servicio eterno.
Aquellas consciencias que dijeron sí a la vida eterna ofrecida por Dios Padre Todopoderoso, no tienen dudas en sus espíritus, porque el Espíritu de Dios habita en ellos y los libra de todo mal.
Aquellos peregrinos, que me siguen en este eterno peregrinar por las almas, no sienten cansancio porque descansan en el lecho de Mi Amor maternal que los cubre de paz y gratitud por sus esfuerzos.
Aquellos servidores que, todos los días incondicionalmente, Me entregan sus manos para obrar por los más débiles y los más desamparados se nutren en Mi Inmaculado Corazón, que permanentemente los guarda.
A aquellos que colaboran para que otros puedan plasmar la Obra de Dios en esta Tierra, Yo los guardo de todo mal.
¿Y tú, amado hijo, amada hija, de dónde quieres recibir Mis Gracias, aquellas que Yo traigo desde el Cielo para ti?
Recuerda que siempre habrá un lugar para tu corazón junto al Mío, siempre te esperará un lugar en esta Obra universal, que trata de llevar a todas las criaturas de vuelta a la Casa del Padre, donde todo es paz, armonía, amor y salvación.
Muy amados Míos, hoy quiero entregarles una Gracia especial que traigo del Corazón de Dios. Ella se sembrará en el corazón de aquellos que digan sí desde su corazón a la tarea que los Corazones Sagrados realizan en el mundo. Esa Gracia les dará vida verdadera en la Tierra como en el Cielo; les traerá la paz definitiva a sus vidas, les dará el impulso definitivo para que el dolor desaparezca de sus consciencias y el nuevo amanecer, lleno de luz y esperanza, pueda vivir por siempre en sus corazones.
Hijos Míos, crean que todo es posible, porque la libertad que trae el Amor de Dios a Sus criaturas está tocando a la puerta de sus corazones. Abran la puerta y entrará.
Los amo y los bendigo siempre.
¡Gracias por estar hoy Conmigo!
María, Madre y Reina Universal
Amados hijos:
En el día de ayer fue anunciado Mi pedido materno, el surgimiento espiritual de la red de comunicación de Misericordia María. Este proyecto, que no es un proyecto terrestre, sino un proyecto espiritual, intentará llegar al corazón de los hogares de una forma fraterna, ordenada y pacífica, porque el fin de Misericordia María será abrir las puertas a todas las almas, para que ellas escuchen Mi Mensaje y el Mensaje de Mi Hijo Jesús.
Se habrán preguntando a ustedes mismos: ¿por qué la Jerarquía Celestial necesitará transmitir Sus Palabras a través de un medio de comunicación? Por la urgencia planetaria, por la falta de consciencia sobre los acontecimientos en la humanidad, por la necesidad de paz y de oración en los hogares, por la unión constante con Dios y, lo principal, por la redención de las almas que en estos tiempos están comunicadas con las redes del mal. Es un motivo y una aspiración de Mi Corazón Inmaculado que Mi Reinado de la Paz obtenga la victoria sobre el mundo antes de la gloriosa venida de Mi Hijo.
Pero este proyecto de Mi Corazón es un proyecto atemporal; esto significa, Mis queridos hijos, que la Jerarquía Celestial comunicará Sus Palabras y, en consecuencia, derramará Sus Gracias por un tiempo indeterminado, porque el Padre nos ha pedido a los Mensajeros Celestiales que hagamos todo lo posible para que gran parte de la consciencia de la humanidad se retire de las modernidades e ingrese, a través de este proyecto, a vivir su propia redención.
Misericordia María es un arquetipo de comunicación más directa y avanzada que obrará por medio de principios celestiales, que protegerán el desarrollo de la tarea, y esto evitará la influencia de las realidades externas a la tarea.
Quiero decir, queridos hijos, que Misericordia María no será una transmisora similar a las que hoy día existen en el mundo y las que confunden a las almas. Este proyecto llegará directamente a los núcleos más profundos de los seres internos por obra del Espíritu Santo y así, dejará de ser algo superficial y material.
Todo lo que la Jerarquía Celestial solicita, lo comunicamos con un alto grado de amor y de sabiduría para evitar que los que reciben el llamado lo interpreten o se confundan.
Por primera vez en la historia de la humanidad, el Cielo pide, a través de este llamado, un proyecto poco comprensible para las consciencias. Pero Misericordia María tendrá como bases la oración, el ayuno y la entrega amorosa de los que se dispongan a llevar adelante la tarea, bajo el voto de obediencia y orden para este diseño que está realizando Mi Consciencia maternal.
Misericordia María querrá llevar a los hogares la Misericordia de Dios. Por eso, este proyecto de comunicación vivirá los siguientes principios, para desterrar del inconsciente de los servidores algo que este mundo despierta por error como la vanagloria, la vanidad, el poder y la competencia entre los seres.
Misericordia María, a través de los principios crísticos, liberará poco a poco del inconsciente estas necesidades de autorrealización y así, colocará en el corazón la Luz del Reino Divino.
Será tarea de Misericordia María repolarizar a las consciencias del mundo que han sido dominadas por la modernidad del mal, para que por medio de sus impulsos los seres despierten a Dios, su Señor.
Misericordia María será el corazón del Corazón de María, que latirá amorosamente para transmitir impulsos de fraternidad, de cura y de perdón, que es lo que la humanidad de hoy necesita.
Los principios crísticos de Misericordia María son los siguientes:
1. Transmitir el amor verdadero y curador del Inmaculado Corazón de María.
2. Aproximar a las consciencias y a las almas al Mensaje salvador de los Sagrados Corazones.
3. Rescatar para todos, el valor de la Creación de Dios a través del cuidado de todos los Reinos.
4. Unir a los grupos de oración bajo un mismo Propósito Divino.
5. Ser un puente de redención y de perdón entre las familias.
6. Fraternizar en el mundo entero a través de la devoción a los Sagrados Corazones.
7. Expresar las experiencias de fe de los peregrinos, como un testimonio interno de conversión.
8. Liberar el inconsciente de la humanidad de las influencias y los engaños del mal.
9. Generar en la consciencia del mundo entero la consagración al Inmaculado Corazón de María.
10. Formar a los que despierten como soldados de la oración.
11. Construir entre los peregrinos el Amor de Cristo.
12. Activar en las consciencias la importancia de responder al llamado de Dios.
13. Establecer en los corazones el espíritu de la humildad y de la paz.
14. Desterrar el sufrimiento por medio de la unión con la Divina Misericordia.
15. Congregar a los grupos de oración para que respondan al llamado de oración planetaria.
16. Despertar en las almas la devoción verdadera al Sagrado Corazón de Jesús.
17. Cerrar las puertas inciertas del enemigo en los hogares, para que se abran en los corazones las puertas celestiales.
18. Crear una unidad perfecta entre las almas y el universo.
19. Reunir entre las almas la presencia del Ángel protector de la Guarda.
20. Tener consciencia sobre la importancia de vivir en la Ley de Dios.
21. Ser un hilo de unión entre los hogares y el Inmaculado Corazón.
22. Generar una respuesta pacífica en todos los seres.
23. Elevar las realidades de las familias hacia esferas de oración y de armonía.
24. Apoyar a los que intentan orar todos los días.
25. Acompañar, como María Santísima, al alma que despierta por primera vez al llamado.
26. Convertir el dolor humano en cura espiritual y en redención.
27. Ser el sol resplandeciente del Corazón de María para que todos la puedan reconocer.
28. Trabajar incansablemente por la paz en el mundo.
29. Servir al Plan de Dios sobre todas las cosas.
30. Iluminar los espacios que están a oscuras.
31. Reconciliar a las almas que más lo necesitan con el bien de Cristo.
32. Fundir a los corazones en la Presencia de los Sagrados Corazones.
Queridos hijos, estos principios permitirán que Mi proyecto mariano se cumpla bajo la protección de Mi Luz maternal.
¡Les agradezco por apoyar y por colaborar con este llamado!
María, Madre y Reina de la Reconciliación
Entra en Mi Paz, para descubrir las verdades del Cielo y conocer los misterios más antiguos del corazón.
Entra en Mi Paz, para que tu corazón se aquiete y encuentre un camino seguro por el cual seguir en dirección a Mi Hijo.
Entra en Mi Paz, para que tu consciencia comprenda Mi Presencia y tu corazón reconozca a Mi Espíritu.
Entra en Mi Paz, para que tu alma se aproxime y tu espíritu viva unido a tu corazón, ayudándolo así a consolidar los pasos de la consciencia.
Entra en Mi Paz, porque solo en ella conocerás a Dios y a Su Reino Celestial.
Entra en Mi Paz, porque dentro de ella estarán libres de las tribulaciones del mundo y tu corazón no se envolverá con lo que vive fuera de Mi Corazón.
Entra en Mi Paz, para estar bajo Mi Manto y, a partir de ahí, ser intercesor de las almas que más lo necesitan.
Entra en Mi Paz, para conocer el silencio. Entra en el silencio, para conocer Mi Paz.
Entra en Mi Paz, esa que Mi Presencia deposita en los corazones e irradia al mundo.
Para estar en Mi Paz, hay que estar en Mi Presencia, y para atraer Mi Presencia, hay que estar en oración perpetuamente.
Estén en Mi Paz, viviendo en oración. Irradien Mi Paz, viviendo la oración. Sean Mi Paz, siendo la oración.
Estar en Paz, hijos Míos, es una gran necesidad del mundo, porque la paz muere en los corazones de los hombres, y cuento con los dedos de Mis manos a aquellos de Mis hijos que hoy pueden vivir en eterna paz, porque viven en eterna oración.
Por eso, oren, oren mucho. Disuelvan en la oración las aflicciones de sus corazones y las aflicciones del mundo. Aparten de sus corazones el dolor, a través de la alegría de vivir en Dios y de cumplir con Su Voluntad Divina.
Coloquen, día a día, a Mis pies aquello que les impide vivir en paz y, a través de la oración, fortalezcan esta paz en el mundo e irradien la paz a las consciencias.
Ya no alimenten los conflictos, las críticas, los juzgamientos; no se unan con el prójimo para alimentar el mal, para juzgar, para destruir, para atraer la discordia entre los corazones.
Corten los impulsos de la maldad que viven en las células humanas. No alimenten a las fuerzas mundanas que viven en los corazones; pero sí, como soldados marianos, vivan la primer batalla, en ustedes mismos, para retirar el mal e implantar la paz.
Oren, Mis queridos, oren mucho, porque el mundo así lo necesita.
No se permitan emitir un verbo que no construye la Luz, y si la voluntad de hacerlo fuera mayor que el poder de la paz en sus corazones, silénciense, silénciense y entren en oración.
Es tiempo de crear con consciencia, es tiempo de vivir el amor entre las criaturas. Los invito a disolver, en Mi Corazón, todo lo que fueron hasta este instante, para vivir en Mi Propósito universal de la Paz.
Como en Fátima, despierto los corazones del mundo para que renazcan en Mi eterna Paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos:
Como Madre de la Iglesia de Mi Hijo, Madre de aquella sagrada doctrina espiritual que Jesús estableció antes de Su Ascensión, hoy vengo a comunicarles que como su Madre del Cielo, estoy reuniendo a todos los soldados del mundo entero, principalmente a aquellos que provienen de diferentes caminos espirituales, con el fin de cumplir con las profecías de Mi hijo San Juan Apóstol, de poder unir en un solo rebaño espiritual la Nueva Humanidad, una humanidad de servicio, una humanidad orante y perdonada que en estos tiempos, bajo la intercesión de Mi Gracia, deberá responder al gran Llamado del Altísimo.
Por eso, por aquellos que aún duermen, ¡oren! Por aquellos que se separaron de Mi bendito Corazón materno, ¡oren! Por aquellos que sufren física y moralmente, ¡oren! Por aquellos que no viven en Dios, ¡oren! Oren por todos y por todas las causas.
Les pido, Mis queridos, que hoy ofrenden a Dios la oración del Santo Rosario para que Mi Corazón Inmaculado pueda implorar ante Él. Se aproxima un gran momento para todos Mis hijos de la humanidad, un momento al que ustedes llaman purificación.
A aquellos hijos que sostengan Conmigo la bandera de la paz y de la Divina Misericordia, Yo les prometo, como su Santísima Madre del Cielo, que podré mudar los acontecimientos, ofreciendo a Dios Padre Mi Corazón por todos ustedes.
Queridos hijos, hoy no vengo a traerles inquietud ni preocupación, hoy vengo a traerles consciencia planetaria de las cosas que aún la humanidad hace y repite sin prestar atención a la gravedad de su destino.
Por eso, fortalezcan sus grupos de oración, fortalezcan sus redes de fraternidad, preparen desde ahora el camino para lo que llegará. Ya no pierdan tiempo en ustedes mismos, sino dediquen su tiempo a estar unidos a los Cielos para que, durante este ciclo, ustedes estén dentro del Reino de Mi eterna Gracia.
Como Yo lo hice en el pasado, lo volveré a hacer en el presente, pisaré con Mis pies el mal del mundo y liberaré con Mis poderes a los corazones que solo me digan sí.
Súbanse a la barca salvadora que les está enviando Mi Hijo y, con atención, lean las señales de los acontecimientos.
Queridos hijos, antes de la venida gloriosa de Mi Hijo Jesús, el mundo deberá estar en otro punto; para eso, a los pocos rebaños con que cuento, Yo les daré las orientaciones sobre por dónde caminar hasta que puedan alcanzar el Cielo y el Paraíso.
Hijos, la humanidad necesita de mucha ayuda. Por eso, en todo el tiempo que dispongan, ofrezcan a Dios sus oraciones y sus sacrificios, ofrezcan al Padre su transformación y sus dolores internos; porque el mundo como un todo se está ahogando y necesita respirar con libertad y en su naturaleza, como lo fue en el principio del Génesis.
Queridos amados, su planeta es parte del gran Proyecto redentor de Dios, el universo está atento a la disposición de todos los servidores que, con amor, acepten sustentarlo y apoyarlo en el fin de los tiempos.
Sépanlo y recuérdenlo siempre, Yo estoy con ustedes y en ustedes. Mi Manto protege a los que se esfuerzan por estar en Dios Todopoderoso.
Estamos en el tiempo de la reparación del espíritu y del alma. Estamos en el tiempo de la liberación y de la cura para todas las consciencias.
Oremos con el corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en Gracia y Amor,
María, Señora de las Gracias
Mis queridos:
Les agradezco por la perseverancia de sus corazones.
Les agradezco por el esfuerzo para comprender y vivir Mi Mensaje, pues sé de las dificultades de los corazones humanos en vivir los impulsos celestiales.
Les agradezco porque conozco las barreras que deben ser superadas, barreras creadas hace tiempo y fortalecidas a lo largo de los siglos que separan, con duras piedras, los corazones de Mi Manantial de Gracia.
Sé que no es tan simple quebrar esas barreras que existen en la consciencia, y veo como sus espíritus se empeñan en auxiliarlos en esta larga trayectoria.
Hoy les agradezco, porque de los Cielos vi el movimiento de sus corazones, escuché sus oraciones, sus súplicas, sus pedidos de auxilio en este camino de transformación.
En estos últimos días, llegaron a los Pies del Señor muchas ofertas, ofertas de las almas, de los espíritus y ofertas de todas la consciencias para que, a través de la intervención del Creador, sus corazones puedan dar nuevos pasos.
Mis queridos, después de este primer movimiento que sus consciencias, almas y espíritus realizaron en dirección al Creador, es momento de perseverar, más que nunca, porque el Señor oyó sus súplicas y, en este momento, les envía las pruebas que los fortalecerán en la persistencia y probarán la aspiración verdadera de sus corazones, para que sus consciencias ya no vivan de impulsos pasajeros.
Con fe, aseguren todos los impulsos enviados por Mi Hijo Jesús y por el propio Dios. Nutran sus espíritus con los códigos depositados en sus corazones a través de la Presencia misericordiosa de Cristo y permitan que esos códigos se multipliquen a través de la oración, de la comunión y del ayuno verdadero; porque, de esta forma, esos códigos transformarán las células, la materia, el corazón y la consciencia.
Delante de las pruebas que llegan, reconfírmense. Delante de todas las pruebas, traigan a la luz del corazón el manantial de Misericordia que les ofertó Mi Hijo y perseveren en el propósito de sus corazones.
Sigan con fe hacia las metas que sus consciencias se dispusieron a cumplir y, al retornar a sus casas, no vivan como si todo lo que presenciaron en estos últimos días hubiera sido un sueño.
Vayan y cumplan con las propuestas evolutivas que sus almas los impulsan a cumplir.
Vayan y perseveren en las aspiraciones de vivir los Mensajes enviados por Dios.
Vayan y no dejen morir todo lo que fue depositado en sus consciencias, porque sus almas claman, a los Pies de Dios, para que Él conserve en sus corazones esos impulsos.
Sus almas glorifican al Creador por la oportunidad que les fue dada de despertar definitivamente a la verdadera vida del espíritu. No pierdan estas oportunidades celestiales.
Hijos Míos, hoy solo les pido que continúen siendo perseverantes; que, así como respondieron a este impulso del alma que los trajo hasta aquí, sigan respondiendo a la Voluntad de Dios que resuena en sus corazones e inspira a sus consciencias.
Hoy les agradezco por estar Conmigo y por seguir a Mi lado.
Bajo el impulso de las infinitas Gracias que el Señor derrama sobre el mundo, Yo los bendigo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
A través de Mis seis años de apariciones a los videntes en América, ustedes, por el amor de Dios, han recibido impulsos espirituales de cura, de redención y de salvación, para así encontrar a partir de ahora, el verdadero camino hacia la paz del corazón.
En esta semana sagrada, me presento ante ustedes como la Guardiana del Espíritu Santo, como la Conductora del Espíritu de Dios para la Tierra y para toda la humanidad. Por eso hoy los invito a meditar al respecto de vuestra unión interna con el Santo Espíritu de Dios. Hoy los llamo a despertar a las realidades celestiales que existen sobre vuestros seres y en todo el universo.
Con este fin, hijos amados, Mi Corazón Inmaculado no solamente los guía y los protege, Mi Maternidad muestra a vuestras vidas el camino verdadero para encontrar la paz y la redención en estos tiempos. Para que las sublimes Gracias del Espíritu Santo desciendan en Misericordia sobre vuestras vidas, es hora Mis pequeñísimos hijos, de que ya den los pasos en la madurez espiritual y con vuestra entrega al Plan de Dios sobre la Tierra, permitan que el mundo se salve nuevamente.
Es tiempo de reunir desde el corazón a los rebaños de Mi Hijo, es tiempo de amar la Ley de Dios como se manifieste en vuestras vidas.
Queridos hijos, cuando Yo estuve viviendo entre ustedes sobre la Tierra, Mi Corazón ya palpitaba al ritmo universal del Espíritu Santo; por eso quiero decirles Mis queridos, que la Gracia de Dios espera despertar en vuestras almas, para que a partir de allí, otros planes cambien vuestras consciencias.
En este tiempo, en donde el mundo pierde la fe y el amor de Dios, Yo retorno para demostrarles el camino de regreso a Dios a través del Sagrado y Amado Corazón de Jesús. Entre Mi Hijo y Yo intentaremos reencender en todos los seres aquello que el enemigo disipa, que es el amor verdadero del corazón.
Por eso el ayuno consciente y esforzado, la Biblia leída como una parte de vuestra formación espiritual, la oración como barrera de protección ante el enemigo, la confesión como un acto de humildad y de liberación por intermedio de Jesús Cristo y la Eucaristía en todos los días de vuestras vidas, permitirán como sagrados sacramentos, proteger y amparar vuestras esencias como una acción poderosa de la Gracia de Dios.
El Espíritu Santo debe ser conducido como consciencia hacia el interior del espíritu de cada ser, por eso Dios me ha confiado ser la Madre y Guardiana de este Santo Espíritu, el mismo Espíritu que nosotros recibimos junto a los Apóstoles, como una iniciación en el Santo Cenáculo.
El Espíritu Santo congrega la evolución de todas las leyes de Dios, el Santo Espíritu es el Fuego Divino que permite descender Sus dones sobre las almas y así todas ellas pueden cumplir con la Santa Voluntad.
De esta manera, Mis queridos, hoy los estoy aproximando a la ciencia espiritual y consciente de Mi Camino Mariano; aquella alma que cumpla en la vida con la acción sagrada de los sacramentos que instituyó Mi Bienaventurado Hijo, podrá recibir el auxilio inmediato del Santo Espíritu de Dios. Así permitirán, en consciencia, cumplir en este tiempo una de las profecías de San Juan: Los pueblos se unirán como una sola nación espiritual, a través del Espíritu y del Amor de Dios.
Por este santo día de Misericordia, los bendice en el amor misericordioso de Jesús,
María, Madre y Guardiana del Espíritu Santo de Dios
Como Señora de las Gracias, vengo a la Tierra para derramar sobre los corazones del mundo las Gracias Celestiales e infinitas que les permitirán regresar al Reino de Dios, cuando sea el tiempo.
Como Estrella de la Mañana, vengo para brillar en el Cielo de cada corazón. Aquel que sigue Mis pasos y escucha con amor y atención Mis palabras irá al encuentro del Gran Rey Sol, Nuestro Señor Jesús Cristo.
Como Reina del Santo Rosario, vengo a enseñarles a despojarse de todo el viejo pasado, para que a través de la total oración, nazca poco a poco el nuevo hombre en su interior. Con el rosario entre Mis manos, vengo para entregarles las llaves para la Salvación, para la Transformación y para la Redención. También a través de Mi Rosario luminoso vengo a pedirles que despierten para ser verdaderos intercesores de las almas del mundo y mediadores entre estas almas y Dios.
Como Reina de la Paz, irradio al mundo y transformo en los corazones todo dolor y sufrimiento.
Como Madre del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, vengo a traerles el verdadero alimento a sus seres, aquel que nutre y transfigura cada partícula de vuestras consciencias, desde el cuerpo hasta el espíritu. Unidos al Cuerpo Sacratísimo de Jesús Cristo encontrarán siempre el sustento para vuestras almas y no perecerán delante de las dificultades.
Como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, aproximo el Espíritu de Dios hacia los corazones del mundo; es solo en unión profunda con este Espíritu Divino del Creador, que Sus criaturas se tornarán, al fin, semejantes a su Señor y cumplirán con el Proyecto Divino de Dios.
Como Reina de la Nueva Aurora, vengo para despertar en los corazones la Nueva Concsiencia; para que nazca un nuevo sol que los sacará de la oscuridad de la consciencia y los llevará a la comprensión de nuevas Leyes Universales y de los llamados Misterios Celestiales, que poco a poco están siendo desvelados para el hombre.
Cada una de Mis faces trae un Propósito Divino que conduce a un mismo despertar. A pesar de las diferentes vestiduras y faces de la Reina del Cielo, existe algo que jamás cambia en todas Mis manifestaciones en el mundo. Este algo es Mi Corazón y Mi Propósito Divino de despertar y conducir a las criaturas al Creador y a Su Hijo, el Rey de reyes de este Universo.
Con esto que les digo quiero que encuentren la esencia de Mi presencia y sepan percibir cómo Mi Corazón los conduce por un mismo camino, que terminará en un nuevo comienzo en el Corazón de Dios.
Conociendo Mis distintas faces, tomen Mis manos en las vestiduras que más necesiten, pero jamás separen Mis manifestaciones del mundo, porque la misma que surgió como María de Nazaret viene hoy como la Madre del Mundo, la Madre Universal, la que trae Misterios Divinos para vuestros corazones.
Como un único corazón, Yo los conduzco siempre.
Que Mis diferentes rebaños se unan en este tiempo porque así, cuando estén todos juntos, podré mostrarles Mi verdadera faz Divina, que está por detrás de todas Mis manifestaciones del mundo y que jamás cambia, pues ya es la esencia verdadera que salió del Corazón de Dios.
Con el corazón unido al Mío caminen siempre hacia la unidad del espíritu y hacia la unidad con el prójimo, así descubrirán que también vuestras faces, a pesar de ser tan diferentes, en el fondo son una sola.
Les agradezco por responder a Mi Llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos Míos:
Cuando el Cielo parece que se oscurece en nuestro interior, porque las pruebas no dejan que nuestra vida tenga paz, solo Mi Amor Maternal los cubrirá de Luz y de Amor.
Cuando su mente no tenga sosiego y los pensamientos parezcan cada vez más confusos y disociados, solo Mi Amor Maternal que todo lo cura traerá Paz y Luz para sus consciencias.
Cuando ya no tengan voluntad para superar la inercia, el descontrol de las emociones y solo quieran hundirse en la desesperación, solo Mi Amor Maternal los podrá liberar de las manos del enemigo.
Pero para que Yo pueda llegar hasta donde ustedes están, deberán orar con intensidad, para que Mi Luz salvadora pueda rescatarlos.
No culpen a los demás de lo que les sucede, porque en este tiempo todos Me tienen a Mí, que estoy dispuesta a compartir sus aflicciones y a interceder por ustedes ante Dios.
¿Por qué no Me buscan, hijos? ¿Por qué no Me llaman? ¿Por qué no oran Conmigo para que la luz de la Misericordia y de la Piedad llegue en su auxilio?
Despierten, amados hijos, despierten de la ilusión que les hace creer que no hay ninguna posibilidad de solución para aquello que los gobierna, porque no es verdad.
Nada es imposible para Dios, que observa con dolor cómo muchos de Sus hijos le dan la espalda, lo niegan y no reconocen la posibilidad que les ha dado al entregarles a los Mensajeros Divinos, los Mensajeros del Amor, para conducirlos nuevamente hasta Su Casa, hasta Su Corazón.
El Inmaculado Corazón de María y el Sagrado Corazón de Jesús están hoy con toda la humanidad, día tras día, para que cada criatura de este mundo pueda liberarse de las garras del enemigo, que se aprovecha de sus debilidades para utilizarlas como instrumentos que traen desdicha para sus vidas y para las vidas de aquellos que los rodean.
No se dejen engañar más y corran a Mis brazos. Oren, oren, oren, pidiendo auxilio, oren verdaderamente con el corazón y Mis brazos se abrirán para recibirlos en Mi regazo de Madre Celestial.
Sientan Mi Amor por la humanidad, por los que están caídos, por los que están perdidos, ciegos y sordos. Es un Amor fuerte, paciente, incondicional, que está siempre ahí, abnegado y dispuesto a brindarse con toda la pureza de Mi Inmaculado Corazón.
¿Por qué no vienen a Mí? Corran, corran a Mi encuentro, hijos Míos, que ya no hay más tiempo.
Saben que en la oración del corazón siempre Me encontrarán, para que Yo los renueve en Luz y Paz celestial. Recuerden que los amo y que estoy para sostenerlos en la transformación de sus vidas. Entréguenme sus dudas y sus culpas, que Yo haré de ellas esperanza y confianza en el porvenir.
Recuerden que los espero, Mis queridos, con Mi Inmaculado Corazón abierto para ustedes.
¡Gracias por estar hoy Conmigo!
María, Madre y Reina de la Paz y del Rescate de las almas
Queridos hijos:
Mientras el mundo entero sufre por la falta de mirar a nuestro Dios Supremo con amor, hoy en este bienaventurado y glorificado día de aniversario, Mi Corazón materno está entre ustedes para entregarles de nuevo la paz y el bien, el amor y el perdón del universo.
Como Madre de las Gracias, los invito a colocar sus seres debajo de los Rayos azules que emanan el poderoso manantial de Mi Gracia suprema. Esto lo conseguirán, Mis queridos, a través de la oración.
En estos tiempos de grandes cambios, Dios observa la respuesta amorosa de todas Sus criaturas; por eso Él, en Su eterna Gloria, Me envía al mundo para advertirle y guiarlo por el camino espiritual de cada alma.
Queridos, como Madre Universal, en el fin de estos tiempos de crisis, estoy uniendo almas y corazones bajo un mismo propósito de paz y de conversión.
El Señor me ha pedido que persista por la humanidad y, como Mi Amor inmaculado por ustedes es infinito y predilecto, Mi Hijo también llega a su encuentro para indicarles y para recordarles el único camino que los lleva a Dios, que es el camino de la oración del corazón.
En este aniversario especial de Mi Presencia en Aurora, Yo aspiro a que sus espíritus recojan los frutos que con tanto amor les estaré entregando a través de Mis Apariciones. Por eso, reconozcan ahora, Mis queridos hijos, que ustedes no están solos en este camino que cada uno vive día a día.
Quiero ahora agradecerles la respuesta de todos a Mi llamado para construir el Puente de la Misericordia. Hoy también les pido que me ayuden voluntariamente a terminar de construir los senderos en el Centro Mariano de Aurora. Así, Mis pedidos serán cumplidos por el amor de todos Mis hijos.
Mi Rayo del Orden y del Ceremonial deberá establecerse en el Centro Mariano de Aurora, para eso todo deberá estar terminado según Mis benditas intenciones. De esta manera, esta parte de América del Sur podrá recibir Mis Gracias por medio de la irradiación armoniosa del Centro Mariano de Aurora.
Queridos hijos, hoy es un día de celebración celestial; por eso, únanse a los ángeles del Cielo para que la Misericordia y la Gracia de Dios desciendan sobre la Tierra.
¡Les agradezco a los peregrinos por haber respondido a Mi llamado durante este último tiempo!
Los bendice en el Amor de Jesús,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Reluce en Mi Corazón la esperanza de una Nueva Aurora y, como una verde esmeralda, brota de Mi pecho una señal que fue enviada por el Señor, como respuesta al pedido de cura de las almas.
Hijos Míos, aquellos que en este día abran sus corazones recibirán Gracias especiales, porque hoy las puertas del Cielo están especialmente abiertas. Hoy nace en el universo un nuevo ciclo, en el que podrán renovarse en el perdón y en la redención de Dios.
Es tiempo de soltar definitivamente las viejas vestiduras que ya no les sirven al cuerpo y, sin vergüenza, verse despojados delante de Dios; porque cuando nos permitimos ser verdaderos ante los Ojos del Creador, Él se puede aproximar a nosotros y sacarse Su propio Manto para cubrir nuestro cuerpo.
Hijos Míos, ya no son tiempos de temer lo desconocido, de tener miedo de enfrentar lo que vendrá, tampoco es tiempo de ser indiferentes a las revelaciones que el Señor les envía.
Abran sus corazones y sus espíritus, y de esa forma, Mi Corazón reciba un permiso de la humanidad para que de Mis propios labios broten revelaciones que hasta hoy están ocultas y que deben ser develadas al mundo entero.
Hijos Míos, la única forma de que el mundo salga de la ignorancia en la cual está sumergido es encontrando en otros corazones el ejemplo de fe y persistencia. Si cada uno decide, con la voluntad del espíritu, ser ejemplo para el prójimo, mucho podrá cambiar, porque Mi Verbo solo podrá ser emitido si hubieran corazones dispuestos a oírlo y, más que eso, a seguirlo y practicarlo en la vida, con amor.
Si hoy Mi Corazón conmemora seis años de Apariciones a sus pequeños seres, sepan que hay en el mundo, entre ustedes, seres que viven Mi Mensaje y que posibilitan que Mi Corazón renueve el compromiso con toda la humanidad.
Si unos pocos corazones, que hoy viven Mis pedidos y Mis instrucciones, permitieron que, durante seis años, Yo estuviera a su lado, imaginen ahora cuánto podría hacer y a dónde podría llegar si otros corazones se encendieran en este propósito de vivir la Paz.
Aún falta mucho para que el verdadero Plan de Dios se concrete en este mundo, y también larga deberá ser Mi jornada en la Tierra, pero la plenitud de esta misión mariana depende de la respuesta de los seres humanos.
Por eso, hoy, en el aniversario de Mis Apariciones, Yo les pido que realmente se renueven Conmigo y se permitan dar un nuevo paso en dirección a Dios.
No esperen el ejemplo del prójimo, sino, a través de la fe, enciendan sus corazones y sean, cada uno, una antorcha que llega para iluminar el camino de aquellos que están en la oscuridad y que no saben ni siquiera en qué dirección deberán dar el primer paso.
Vengan a Mí, que Yo los aguardo siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Reina de la Nueva Aurora
Queridos hijos:
Que hoy todos sean bendecidos por la luz de Mi Inmaculado Corazón.
Como Madre que dio origen a la manifestación de este Centro Mariano, hoy queridos hijos, les agradezco después de tantos años, por haber hecho posible la realidad de este epicentro planetario, la realidad de la Aurora que para este mes despertará en el corazón que se una a ella.
Hijos Míos, este mes es un mes de grandes misericordias y de bendiciones. Como Madre, les pido que para estos próximos días, vuestros corazones estén atentos a lo que el Universo les entregará como instrucción y como bendición; es una Gracia Eterna e Infinita que Dios les esté revelando a ustedes, Mis queridos, las realidades internas de vuestro mundo de evolución como despertar para toda la humanidad.
A partir de las revelaciones de Aurora, queridos hijos, junto a la oración del corazón, comprenderán la ciencia de las leyes y se podrán unir a ellas a través de la apertura de vuestro mundo interior.
Como Madre de la Sagrada Filosofía, quiero inspirar a vuestros corazones para que estén bien cerca de los misterios preciosos que el Padre les quiere revelar para estos tiempos.
Mis queridos, como Madre del Bien, oro por ustedes y por la humanidad para que caminen definitivamente por el sendero de la luz que representa el corazón de Mi Amado Hijo. Por eso, bajo la Gracia y la Misericordia de Dios, los dos Sagrados Corazones de Jesús y de María, estarán presentes durante estos días para orar con ustedes, para interceder por ustedes, para aprender junto a ustedes, para curar y redimir vuestras almas.
El Gran Manantial Divino está descendiendo para todos, por eso en tiempos definitivos asuman con el corazón la parte que el Padre por amor y reverencia les quiere entregar para el bien de todos Mis hijos. El Cielo y el Universo Material se estarán uniendo en estos días para que desde Aurora, suceda una gran irradiación de redención, de paz y de despertar para el mundo entero.
Por eso Dios escogió en Sus Planes perfectos a este lugar del Uruguay, para que desde el principio hasta el fin, la humanidad despierte a aquello que muchos quieren ver, que todos despierten a la evolución espiritual y divina.
La Mujer Vestida de Sol se prepara para gestar el Nuevo Ser, que en todos brillará por la eternidad y permitirá hacer surgir a la nueva humanidad como espíritu. Pero antes es necesario seguir ejercitando la oración, el ayuno, la confesión y la constancia en el camino espiritual.
Queridos hijos Míos, más que una celebración anual por Mi presencia, todos estarán en la puerta de un gran júbilo cósmico y universal.
El día 08 de agosto, el universo responderá espiritualmente a todos los que se animen a decir sí.
Yo estoy con ustedes siempre, los bendigo y los amo.
¡Gracias por estar siempre en Mi llamado!
María, Madre de la Paz y Aurora del Mañana
Quiero que en oración Me entreguen sus vidas y que en silencio Me oferten sus dificultades, para que Mi Corazón Materno pueda transformarlas en nuevos pasos para sus corazones.
Quiero que depositen a Mis pies vuestras faltas y conquistas, porque toda oferta sincera es bienvenida al Corazón de Dios, ya sean miserias o actos de misericordia. Siempre que los corazones hacen una oferta a Dios, esta se convierte en Salvación para las almas, porque en el mundo las almas necesitan entregar sus faltas para Dios, igual que necesitan ofertarle actos misericordiosos.
Hoy quiero que eleven sus brazos en dirección a los Míos y permitan que Mis santas manos toquen las vuestras y las sostenga firmemente, renovando el compromiso de vuestros pequeños corazones con Mi Inmaculado Corazón.
Quiero que Me permitan llegar a vuestras casas como un dulce perfume que surge en una bella mañana de sol. Solo necesito que abran las puertas y las ventanas de vuestras moradas internas para que todos puedan sentir Mi aroma Celestial.
Quiero renovarlos en Mi Corazón para que no pierdan la Esperanza de llegar a Mi Reino, aunque las pruebas del camino sean cada vez más intensas.
Quiero expandir Mi Paz en el mundo a través de sus corazones y para eso, necesito que aprendan a orar y a amar la oración, como instrumento de irradiación planetaria.
Quiero auxiliarlos en sus dificultades diarias para ayudarlos a madurar, siempre un poco más, el corazón y el espíritu;la única cosa que les pido es que amen las pruebas y vivan cada una con total intensidad, permitiendo que ellas purifiquen hasta lo más profundo de vuestras consciencias. Si así lo hacen, pronto comprenderán lo que hoy les digo.
Sean obedientes a las indicaciones del corazón que los conducirá a la unión con Dios y, poco a poco, les abrirán las puertas para que un día vuestros oídos escuchen la Voz del Creador resonando en el interior de todo el ser.
Quiero que sean sinceros en todos los actos de la vida, que sean más concientes de cada acción. Quiero que sientan la repercusión de cada acto de un soldado Mariano, porque al decirme “sí”, vuestras obras tendrán otro peso delante del Universo. Así como vuestras oraciones alcanzan el mundo interior, también vuestros actos, pensamientos y sentimientos son irradiados por el mundo con gran fuerza.
Por eso hoy, hijos Míos, los convido sobre todo a vigilar sus acciones, pensamientos y sentimientos. Los invito a actuar con consciencia y a pensar y sentir varias veces la repercusión de vuestros actos, antes de cometer algún error.
Busquen la Luz de Mi Espíritu antes de actuar, así Mi dulce Voz soplará en vuestros corazones cuál es la Voluntad de Dios para estos tiempos.
Sean siempre simples y pacificadores. Sean amorosos, puros y alegres de corazón; así, Me permitirán estar siempre entre ustedes.
Los amo y los bendigo siempre.
María, Madre y Reina de la Paz
Mis amados hijos del Centro Mariano de Aurora y del mundo entero:
Gracias por estar hoy Conmigo, preparando el corazón de este Centro Mariano para recibir a todos los hijos del mundo que llegarán.
He observado, con amor, cómo Mis soldados preparan esta, Mi casa, la casa de la cura del alma y del espíritu, de la cura del corazón.
Quiero, Mis amados, que en estos días que vendrán, en los que caminarán por este campo santo muchos de Mis hijos que necesitan paz, conversión y cura, abran sus corazones y dispongan todo su amor para recibir a todos sus hermanos y peregrinos como Yo les he enseñado.
Este ciclo nuevo que comienza, en este séptimo año de encuentros Conmigo, marcará un antes y un después en sus consciencias, ya que los frutos de su tarea comenzarán a estar maduros para poder entregarlos a aquellos que tienen hambre y sed de amor verdadero, de Misericordia, de caridad y de cura.
En este agosto bendito, al igual que hace seis años, comenzará para todos una intensa etapa de trabajo, en la que se concretará Mi visita a todos Mis hijos de América, Mi amada América, que me ha esperado tanto tiempo.
Después de Mi venida como Nuestra Señora de Guadalupe, Nuestro Padre esperó a que Mis hijos pudieran estar más maduros para comprender profundamente este llamado que el Cielo les hace, para que preparen el Retorno del Redentor.
Ese tiempo ha llegado y todas las almas celebran la gran Buena Nueva, que Mi Hijo llegando está y Mis soldados preparan la mesa para la gran ceremonia, que el Salvador de almas compartirá con todos los que le entreguen sus vidas.
Por eso, preparen el corazón y la casa para recibir a los que comulgarán de la Misericordia de Cristo y de Mi Amor maternal, para que juntos glorifiquemos a Dios eternamente.
Solo les pido, Mis amados, que cada una de las almas de Mis peregrinos sea recibida como si fuera el Alma de Mi Hijo; que cada consciencia que ingrese en esta casa encuentre, en la mirada de cada hermano, la Luz que Cristo tiene para él.
Más adelante, cuando todo haya sucedido, sus consciencias comprenderán lo importante que ha sido esto, que están preparando con tanto amor y dedicación.
Los espero en Mi Inmaculado Corazón, como una peregrina más, para cruzar el nuevo puente hacia la definitiva salvación.
Los amo y los bendigo siempre,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más