Sábado, 10 de agosto de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL TRANSMITIDO POR LA MADRE Y GUARDIANA DEL ESPÍRITU SANTO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

A través de Mis seis años de apariciones a los videntes en América, ustedes, por el amor de Dios, han recibido impulsos espirituales de cura, de redención y de salvación, para así encontrar a partir de ahora, el verdadero camino hacia la paz del corazón.

En esta semana sagrada, me presento ante ustedes como la Guardiana del Espíritu Santo, como la Conductora del Espíritu de Dios para la Tierra y para toda la humanidad. Por eso hoy los invito a meditar al respecto de vuestra unión interna con el Santo Espíritu de Dios. Hoy los llamo a despertar a las realidades celestiales que existen sobre vuestros seres y en todo el universo.

Con este fin, hijos amados, Mi Corazón Inmaculado no solamente los guía y los protege, Mi Maternidad muestra a vuestras vidas el camino verdadero para encontrar la paz y la redención en estos tiempos. Para que las sublimes Gracias del Espíritu Santo desciendan en Misericordia sobre vuestras vidas, es hora Mis pequeñísimos hijos, de que ya den los pasos en la madurez espiritual y con vuestra entrega al Plan de Dios sobre la Tierra, permitan que el mundo se salve nuevamente.

Es tiempo de reunir desde el corazón a los rebaños de Mi Hijo, es tiempo de amar la Ley de Dios como se manifieste en vuestras vidas.

Queridos hijos, cuando Yo estuve viviendo entre ustedes sobre la Tierra, Mi Corazón ya palpitaba al ritmo universal del Espíritu Santo; por eso quiero decirles Mis queridos, que la Gracia de Dios espera despertar en vuestras almas, para que a partir de allí, otros planes cambien vuestras consciencias.

En este tiempo, en donde el mundo pierde la fe y el amor de Dios, Yo retorno para demostrarles el camino de regreso a Dios a través del Sagrado y Amado Corazón de Jesús. Entre Mi Hijo y Yo intentaremos reencender en todos los seres aquello que el enemigo disipa, que es el amor verdadero del corazón.

Por eso el ayuno consciente y esforzado, la Biblia leída como una parte de vuestra formación espiritual, la oración como barrera de protección ante el enemigo, la confesión como un acto de humildad y de liberación por intermedio de Jesús Cristo y la Eucaristía en todos los días de vuestras vidas, permitirán como sagrados sacramentos, proteger y amparar vuestras esencias como una acción poderosa de la Gracia de Dios.

El Espíritu Santo debe ser conducido como consciencia hacia el interior del espíritu de cada ser, por eso Dios me ha confiado ser la Madre y Guardiana de este Santo Espíritu, el mismo Espíritu que nosotros recibimos junto a los Apóstoles, como una iniciación en el Santo Cenáculo.

El Espíritu Santo congrega la evolución de todas las leyes de Dios, el Santo Espíritu es el Fuego Divino que permite descender Sus dones sobre las almas y así todas ellas pueden cumplir con la Santa Voluntad.

De esta manera, Mis queridos, hoy los estoy aproximando a la ciencia espiritual y consciente de Mi Camino Mariano; aquella alma que cumpla en la vida con la acción sagrada de los sacramentos que instituyó Mi Bienaventurado Hijo, podrá recibir el auxilio inmediato del Santo Espíritu de Dios. Así permitirán, en consciencia, cumplir en este tiempo una de las profecías de San Juan: Los pueblos se unirán como una sola nación espiritual, a través del Espíritu y del Amor de Dios.

Por este santo día de Misericordia, los bendice en el amor misericordioso de Jesús,

María, Madre y Guardiana del Espíritu Santo de Dios