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La Voz de la Virgen María:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos:
Yo Soy la Luz que anuncia el bello horizonte de Dios. Quien contempla esa Luz no se perderá, porque es una Luz divina e inextinguible.
Es esta Luz del bello horizonte de Dios la que anuncia, en este tiempo final, la llegada de Cristo para poner fin a la crueldad del mundo y al sufrimiento interminable de las almas.
Por esta razón, queridos hijos, en nombre del Señor, hoy Yo estoy aquí para cumplir la promesa que Mi Hijo les hizo de poder bendecir esta Sagrada Fuente del Supremo Curador, para que las almas recuerden que el Corazón de Cristo está abierto a todos, sin importar el pecado o el error.
Yo vengo como su Madre Celestial a volver a conducirlos y guiarlos hacia el Corazón de Cristo, para que puedan encontrar Su infinita e inagotable fuente de Amor que brota como agua, como afluente espiritual en todas las almas.
Por eso, esta fuente, que hoy bendeciremos y consagraremos, adquirirá su poder y ampliación espiritual, interno o material, dependiendo de la fe de cada corazón y de cada alma; porque recuerden, queridos hijos, lo que Mi Hijo le dijo al centurión romano: “Tu fe en el Señor salvó a tu siervo”.
Hoy, vengo a renovar en este lugar, y sobre todo en los corazones, el don de la fe. Un don que está siendo transgredido y violado por las situaciones del mundo, por todo lo que está siendo sustituido y cambiado.
Por eso, los vuelvo a acercar a la fuente del Señor, para que no solo purifiquen sus rostros y sus manos, sino también para que alcancen el camino de la conversión del corazón; lo que significa, queridos hijos, que sus vidas a partir de hoy tienen la puerta abierta para que cambien completamente por dentro y por fuera, para que sean otras personas con nuevos valores y nuevos atributos en la vida, imprescindibles en este tiempo de transición y de caos; porque serán esos mismos valores, que pueden cultivar dentro de ustedes, que les permitirán que sean libres de ustedes mismos y del mundo.
Hoy, la humanidad está ante un escenario complejo. Está delante de dos caminos y deberá escoger uno solo: el camino de la Luz o el camino de la perdición.
Mi Hijo viene a interceder por todos ustedes y el mundo en este día, a través del Inmaculado Corazón de María, para que las almas se acerquen a las Gracias de Cristo, Gracias santificantes y renovadoras para las almas, para que cada corazón reciba internamente lo que tanto necesita.
Hijos amados, dependerá en este tiempo, de cada uno de ustedes, que sus vidas se conviertan en la propia Gracia de Dios manifestada y concretada. Ese debería ser el milagro en cada uno de ustedes.
Ustedes mismos deben escoger qué vida quieren llevar en este tiempo, ante un escenario desafiador para la propia humanidad y el planeta. Por eso, les vuelvo a recordar los valores de la vida, los llamados Atributos de Dios, que les son concedidos a todas las almas a través de los Sacramentos y, sobre todo, a los corazones que oran fielmente a Dios todos los días, porque la humanidad en este tiempo necesita de mucha guía espiritual.
Ustedes saben, hijos Míos, que esto es urgente para el mundo, ante tantas cosas que suceden en la humanidad, porque serán estos mismos valores que cultiven en ustedes los que ayudarán a sus familias y a sus seres queridos.
Y así, el núcleo de la familia humana estará protegido y amparado por Dios de las graves interferencias que el mundo manifiesta e irradia a las almas, porque se quiere sustituir al verdadero y único Dios del Cielo y de la Tierra por un dios artificial.
No se dejen confundir ni engañar, hijos amados. Antes de esto, vuelvan a la oración del corazón, a la adoración al Santísimo, al sagrado momento de la Eucaristía, de la confesión y de la oración fervorosa y suplicante; porque todo sucederá en este tiempo, pero depende de ustedes, hijos amados, cuál será el resultado de sus caminos, de sus propias elecciones, de lo que ustedes puedan escoger, el Dios Vivo o el dios muerto, el dios muerto de los hombres que aparenta tener vida e inteligencia propia.
Por eso, en estos momentos simples y sagrados, a través de la fuente que hoy brota del Corazón de Jesús, por medio de esta agua de la fuente que será santificada y consagrada para cada uno de ustedes y de sus hermanos; así como fue en Massabielle, en Lourdes, Nuestros Sagrados Corazones, en donación y en ofrenda, vuelven a otorgar a las almas las Gracias que necesitan, principalmente la Gracia de la conversión del corazón, del cambio de los hábitos y modos de vida, para que sean merecedores de las Gracias y de los milagros que necesitan.
Porque la Gracia de Dios no se desperdicia en este universo. Es una corriente sagrada y sublime que cuando actúa a través del Espíritu Santo, así como en este momento, transforma a las almas en lo que Dios tanto espera desde el principio.
No quiero solamente que hoy coloquen, a los Pies de Mi Hijo, sus miserias, sino también quiero que coloquen a los Pies del Supremo Curador la ofrenda honesta y sincera de cada corazón, de lo más íntimo de su mundo interior, donde Dios habita, vive y expresa Su Reino en las almas.
Así serán escuchados por el Supremo y Sublime Curador, por el Humilde Pastor de las almas, el Sagrado e Insondable Corazón de Jesús que, desde Sus entrañas más profundas, hace verter las Gracias sobre las almas y revela el ardor de Su Amor por los corazones.
Dios escucha a los corazones que claman, pero sobre todo Dios escucha a los corazones que sufren situaciones desconocidas que nunca vivieron sobre la faz de la Tierra. Por eso, Él abre la fuente de Sus Gracias para santificar a las almas, para poder consagrarlas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora dice si alguien puede aproximar un vaso con agua para quien está tosiendo, por favor. Puede traer el vaso con agua aquí, porque lo va a bendecir para quien está tosiendo.
Hay que soltar lo que nos oprime para que nos podamos renovar en la presencia del Amor de Dios.
La purificación en el mundo no es un castigo, es una necesidad para que los corazones se puedan liberar y así se puedan curar de sus más profundas heridas, principalmente de las heridas espirituales.
Jesús siempre nos enseñó, a las santas mujeres y a los apóstoles, que el buen samaritano es aquel que piensa primero en el otro y que es capaz de donarse de corazón por la salvación de su semejante. Y es así como se multiplica la unidad y la fraternidad, a través del servicio y de la caridad entre los corazones.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Y ahora, junto con nuestra Madre, todos vamos a acercarnos a la fuente para su bendición y consagración. Vamos a ir cantando todos juntos, con los hermanos del coral del Núcleo, el cántico de apertura que hoy entonaron.
Vamos en procesión, en solemnidad, en reverencia y silencio, a colocarnos a los Pies del Supremo Curador para que nos lave y nos purifique con Su agua, aquella agua que brotó de Su Costado en la Cruz.
Así vamos a bendecir, junto con Nuestra Señora, esta fuente que se ofrecerá como un instrumento de Cura y de Gracia para las almas.
Y luego vamos a retornar aquí para oficiar la Santa Eucaristía, administrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo a todos los presentes, y enseguida finalizar con el Sacramento del Bautismo.
Podemos comenzar a cantar con el coral.
Canción: “Por la Fuente de Gracia”.
Oración: “Ave María” (tres veces en portugués).
Vengo aquí junto con Mi amado Hijo, así como íbamos a los pozos de Betsaida, para que Nuestro Señor curara y sanara a los leprosos y enfermos, recuperara la vista de los que estaban ciegos y, sobre todo, abriera el corazón de los que lo tenían cerrado a Dios.
Hoy, Mi Hijo viene a bendecirlos a través de Su fuente de Gracia y de Misericordia, de Piedad y de Amor.
La Voz de Cristo:
Por la autoridad que Mi Padre Me concedió, en unión al Cielo y la Tierra, a los ángeles, santos y bienaventurados, vengo a bendecir esta fuente de Gracia para que las almas se purifiquen, se renueven y se consagren al Eterno Corazón de Dios, y se entreguen al Supremo Curador.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Así como una vez lo revelé en una de Mis Parábolas, cuenta la historia que el gran agricultor le entregó a cada uno de sus obreros una cierta cantidad de monedas para que, posteriormente a través del trabajo y del esfuerzo, multiplicaran todo lo que recibieron; pero que, principalmente, lo supieran guardar en un lugar seguro para que, después de pasado el tiempo, cuando el gran agricultor regresara, junto a sus obreros, le rindieran cuenta y, por bien, le entregaran el fruto de todo lo que trabajaron durante la zafra.
Pero, cuenta la historia que el gran agricultor llamó a su primer obrero para pedirle que le entregara lo que le había confiado con tanto celo. El primer obrero se lo entregó conforme a lo que estaba previsto y guardó el tesoro en el lugar correcto.
Luego, el gran agricultor llamó sucesivamente a los demás para que también le rindieran cuenta de todo lo que les había sido confiado con tanto amor. Solo que, a dos de los doce obreros, el padre les entregó lo que merecían porque no fueron atentos, ya que uno gastó de manera desmedida lo que se le confió, el otro llegó a la quiebra y ambos en vez de guardar con celo lo que el padre agricultor les entregó, sin gratitud desvalorizaron la bondad del padre.
Entonces, cada uno llevó consigo lo que había sembrado con el esfuerzo o con la desatención de los tesoros que fueron amorosamente entregados.
El primer obrador fue bendecido porque fue recto en sus principios y códigos.
El segundo obrador fue agraciado, al igual que el tercero, el cuarto y el quinto obrador, porque recibió lo que por su esfuerzo trabajó.
Pero el sexto y el séptimo obrador salieron con sus manos vacías, porque creyeron que la bondad del padre podría ser subestimada y desagradecida.
Los demás obradores, hasta el decimosegundo, también recibieron lo que dieron durante la zafra.
La esencia de esta historia es la siguiente:
El gran agricultor es el Padre que está en los Cielos, que viene lleno de Gracias y de Virtudes para poder depositarlas en cada uno de Sus hijos.
Los obradores son los aspectos inmaduros del ser humano, desde el aspecto más rendido y resignado hasta el aspecto soberbio, mezquino e ingrato que cree saber más que el universo o aun que la Ley.
Lo que cada uno recibió es la prueba de confianza que el Padre le otorga a cada hijo, sabiendo que tal vez no todos podrán corresponderle como está escrito en Su Corazón. Pero el Padre le confía a cada hijo lo mismo, más allá de la inexperiencia o del entrenamiento de cada uno.
El Padre, en todo lo que entrega, no hace diferencias ni halaga a nadie, porque sabe que Sus hijos, los obreros, necesitan saber donarse, así como el mismísimo Padre Celestial se donó a través de Su Amado Hijo, dejándose morir en la Cruz para liberar al mundo del pecado.
En esta historia se cuenta lo que hoy se ve y se contempla en la Obra de Cristo en la Tierra.
El Padre está delante de cada hijo Suyo, esperando recibir el resultado auténtico y verdadero de lo que Él mismo donó, otorgó, confió, entregó y expresó a través de la Obra fundada por Cristo, por intermedio de Sus servidores, colaboradores y consagrados.
Esta es la hora en la que el Padre observa, sin juicio ni condenación, lo que cada hijo y cada hija hicieron con todo lo que recibieron por amor y en qué convirtieron los tesoros que les fueron confiados para poder erguir y elevar la Obra que es de la Jerarquía.
Por eso, este ciclo, en el que las flores más sensibles se abren para expresar el resultado interior, espiritual y moral de los hijos de Dios, es el espacio y el lugar en donde la Ley, que es límpida, neutra y pura, define con base en el resultado de cada uno cómo será el próximo ciclo.
Por eso, recuerden el símbolo revelado en el mes de agosto, cuando su Maestro y Señor trazó una línea en el suelo con Su donada Mano para poder separar la paja del trigo, desde el último 8 de agosto.
Sé que algunos hoy cuestionan y venden con sus palabras lo que sucede en el presente momento de urgente reconstrucción de todos los planos de consciencia y, principalmente, de las Leyes en la vida de los que siempre dijeron estar Conmigo.
Hoy, por ese motivo, Yo les traigo a ustedes la historia del gran agricultor y sus obreros, sus hijos, que dicen vivir el camino espiritual y el servicio abnegado.
Ante un mundo perturbado, egoísta e indiferente, Yo los llamo a meditar y agradecer este momento para que, de la noche a la mañana, nada los sorprenda, ya que estamos en las últimas y más delicadas instancias en las que la humanidad tendrá la última chance de volverse a conectar con Dios.
¿Se olvidaron de lo que les dije sobre la desconexión de la humanidad?
¿Pensaron en algo? ¿Su actitud es la misma después de eso?
Ustedes saben que la realidad es así. Por eso, no desaprovechen estas últimas instancias, porque ya está llegando el momento final en el que cada uno, sí o sí, deberá caminar con sus propios pies, pero con los pies purificados y despojados de sí mismos, porque solo los despojados de sí mismos entrarán al Reino de los Cielos.
Yo siempre estaré para apoyar incondicionalmente a los que sean incondicionales de verdad y sin apariencias, y principalmente sean incondicionales con sus hermanos.
Les agradezco por meditar y por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hoy, vuelve a mirar Mi Corazón traspasado y herido por los sufrimientos de todas las almas del mundo.
Este es el Corazón paciente y bondadoso de Dios a través de Su Hijo, que en perpetua entrega se ofrece incansablemente por la reparación de los graves pecados del mundo.
Mi Corazón es un bálsamo de esperanza y de sostén para las almas, es el espacio sagrado en donde los hijos de Mi Padre se pueden ver y sentir reflejados, porque Mi Corazón es el receptáculo que amorosamente acoge los ofrecimientos honestos de los que Me dicen sí.
Este es el Corazón que se ofreció por todo el género humano a través de la Eucaristía, que fue instituida y celebrada con Mis apóstoles durante la Última Cena.
Este es el Corazón que por su redención soportó las más terribles ofensas y sufrió los más dolorosos e indescriptibles martirios, para que la humanidad de hoy pudiera estar aquí y el planeta no desapareciera.
¿Pero, quién es capaz de meditar sobre esto a través de la sagrada enseñanza de la Vía Dolorosa de su Maestro y Señor? Porque en cada estación dolorosa encontrarán la enseñanza e instrucción que necesitan en cada etapa de la vida.
Fueron muchas las enseñanzas que Yo les dejé a Mis compañeros. Así como, en este tiempo, Yo les dejo estas enseñanzas principalmente a los que se decidieron a seguirme en fidelidad y consagración, más allá de las circunstancias de la vida.
Porque lo más importante para el Padre es que Sus amados hijos de la Tierra aprendan a crecer en el amor y a retirar de sí mismos toda arrogancia y soberbia, para que la luz de sus corazones no quede opacada por la discordia y los conflictos que tanto vive el mundo y que ya no los soporta.
Imiten a Mi Corazón paciente. Reciban de Mi Espíritu la llama incandescente que los retirará de la noche oscura del alma para que, pudiendo ver Mi Luz en lo más profundo del abismo de la consciencia, ustedes sepan y aprendan a reconocer Mi Santa Faz en el momento del Retorno de Cristo.
Que, en esta hora de apremios e incertidumbres para la mayoría, Mi Corazón sea el esperado refugio del espíritu y del alma que acoge Mis Palabras en el nombre de Adonai.
Que sus pies sigan recorriendo la senda hacia el despojamiento total de ustedes mismos y hacia el desprendimiento del pasado. Así, su mirada podrá estar fija en el horizonte para reconocer las señales del Cielo que anuncian el esperado tiempo del Retorno de Cristo.
Que sus oídos internos, los oídos del corazón, estén siempre abiertos a Mí y al semejante, porque podría estar dándoles una simple instrucción.
Reciban Mi Palabra, que es la Palabra del Padre Celestial, porque el Verbo se hizo carne y una vez habitó entre ustedes para que, por Gracia, conocieran la existencia del Reino de los Cielos.
Les agradezco por guardar y por vivir cada una de Mis Palabras.
Le agradezco a España por su cálida acogida y rezo por los que padecieron la catástrofe total en este país, bendecido por una de las más resignadas y emblemáticas santas de todos los tiempos, Santa Teresa de Jesús.
Bendice a España,
Vuestro Maestro,
Cristo Jesús
Las almas no conocen en profundidad el misterio insondable de Mi Amor, porque esto solo es revelado y conocido cuando el alma se rinde en totalidad y en entrega.
Cuando el alma conoce el misterio insondable de Mi Amor, nunca más puede ser la misma, porque su consciencia, aunque pequeña e imperfecta, comienza a formar parte de Mis más predilectos ayudantes espirituales que colaboran y auxilian a través de la oración, en la trayectoria y el destino que las demás almas deberán recorrer. Las almas ayudantes de Mi Corazón también tienen claro que su servicio es interno y anónimo.
En este tiempo, en el que la atención de muchas almas se coloca lejos de Mi Corazón, Yo las preparo, después de casi doce años de Mensajes e Instrucciones, para que estas almas que son escogidas por Mí se decidan finalmente a no solo ser víctimas de Mi Amor, sino también a ser simples instrumentos en las Manos benditas de Cristo.
Por eso, estén atentos al momento que todos están viviendo, interna y externamente en este ciclo, para que la transparencia de corazón y la pureza de intención sean la estrella-guía que indique los próximos caminos a recorrer y a aprender.
Su Maestro y Señor, en Su silencio, prepara este momento para que todas las almas posibles abandonen la zona de riesgo espiritual imperceptible e ingresen en el estado perpetuo de la Gracia y de la Misericordia, sin perder el sentido de la sabiduría.
Pero, para poder llegar a esto, las almas que se postulen deberán purificar sus más íntimas intenciones; deberán ser honestas consigo mismas; deberán practicar con el ejemplo la verdad, porque no existe absolutamente nada que le pueda ser ocultado a Dios, porque Su Ciencia y Entendimiento conocen a cada uno hasta en lo más profundo y desconocido.
Por eso, para que de verdad sean merecedores de la Gracia, deberían identificar cuántas veces la Ley de la Gracia abrazó sus vidas y consciencias, e inclusive todo lo que está a su alrededor.
Pero el mundo insiste en aprender a través del sufrimiento y de la culpa. Esto paraliza la consciencia y la deja inmóvil sin saber cuál será el próximo paso.
Pero, así como Yo lo hice con Lázaro, uno de Mis mejores amigos, Yo los invito y los llamo a la resurrección para que sus vidas, como también sus pies, estén purificados y limpios del polvo del pasado. Así, aprenderán a renacer por ustedes mismos, en sintonía y unión con las esferas celestiales.
Lo más grandioso que existe para un alma despierta, abnegada y donada, es poder encontrar el camino hacia el Infinito; esa sagrada senda que fue pensada desde el principio por el Padre Eterno para que todos tuvieran, a través de Mí, Vida en abundancia.
Pero es necesario que las almas, en esta vida material, aprendan a amar y a crecer a través de la bondad que el universo les puede enseñar e instruir.
Sepan que en esta vida no existen dos realizaciones, sino solamente una, que para ustedes debería ser poder estar en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Así, estarán bajo la Gracia y la Voluntad que aún espera poder cumplirse en la mayoría.
Sean valientes y despójense de ustedes mismos. Busquen no ser nada para que, en el final de estos tiempos difíciles, sean guiados hacia la sagrada meta de sus vidas.
Yo estoy aquí, abriendo el Tabernáculo de Mi Corazón para quienes, decididos y sin demora, acepten soportar Conmigo el peso de la cruz del planeta, que es transformado por el Amor Redentor.
Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice y bendice a toda España,
Vuestro Maestro,
Cristo Jesús
Hijo Mío:
Mira cómo el mundo soberbio y mezquino sigue hiriendo a Mi pobre y humilde Corazón.
Esto Me recuerda el momento de la coronación de espinas, después de haber sido severamente flagelado Me llevaron a un recinto y Me siguieron golpeando sin piedad ni compasión.
Cada una de estas espinas, que hoy te presento, simboliza los profundos e inexplicables dolores que las almas ingratas Me causan.
Quiero que no se olviden, ni por un momento, de lo que Yo viví por cada uno de ustedes.
Por eso, ríndanse para siempre al gran océano de Mi Misericordia, para que Yo los pueda transformar y redimir. No se guarden nada para sí mismos, no teman mostrarse como realmente son.
Yo, con esmero y amor, les he enseñado lo maravilloso que es vivir en el Reino de Dios, Reino que, en este día, toca la tierra de España para bendecirla y consagrarla a Mi Sagrado y Eterno Corazón.
Compañeros, en esta hora en la que todo parece precipitarse de adentro hacia afuera de las almas, Yo los llamo a la sobriedad y a la rectitud de sus vidas para que nada, absolutamente nada, los sorprenda.
Por eso, siempre pidan Luz antes de tomar sus decisiones. Mi enemigo, como un feroz dragón, arrastra con su cola a todos los tibios e inseguros de corazón, a los que aún no se decidieron a entregarme sus vidas por entero.
¿Qué esperan?
La noche oscura de las almas está llegando a su momento culminante. No desistan, no se olviden de Mis Palabras, no aparten de ustedes Mi santo y humilde Amor, así como lo hace el mundo entero.
Porque después de esa noche cruda y difícil, después de que el mundo esté sumergido en su más profundo abismo espiritual y humano, será la hora y el momento indicado, para que Yo retorne en Gloria y reaparezca como la Luz del mundo, así como fue con Mis apóstoles.
Antes de esto, con sabiduría y disciplina, sumérjanse en la oración poderosa del corazón. Que sean sus corazones los que oren Conmigo para que, aun en el último tiempo de Mi Misericordia y antes del tiempo de la Justicia, más almas puedan ser rescatadas y contempladas por Mi ardiente y soberano Corazón Misericordioso.
Los animo a que sean valientes en este tiempo de cruz y de calvario planetario para que, por Mí y a través de sus buenas obras, lleven todo el Amor que Yo les enseñé desde el principio.
Todos los Cálices del Señor están sobre la última Mesa Eucarística, prontos para que los que se decidan puedan beber del ofrecimiento final que Yo les hago en este momento.
¿Quién beberá la Sangre del Cordero?
El pequeño Huerto Getsemaní se muestra en sus corazones. Es la hora de vivir lo que está escrito desde el origen en el Corazón de Dios.
Yo estoy aquí para guiarlos por la senda de la realización de la Voluntad de Mi Padre, ¿quién lo aceptará? ¿Quién no retrocederá? ¿Quién será capaz de no abandonar al Señor cuando todo suceda?
Hoy, medito sobre todos los hechos vividos por su Maestro y Señor en cada momento de Su Agonía.
A pesar de tantas espinas que rodean Mi Cabeza, quisiera ver la pequeña flor, el jazmín del ofrecimiento de las almas confirmadas y decididas.
Hoy, Mi Mano servicial y amorosa, se extiende en especial a todos Mis hijos de España, a los que sufrieron trágicamente el final de estos tiempos. Oremos para que los que ya no están puedan llegar al Cielo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice y bendice a España,
Vuestro Maestro y Señor,
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más