- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Las almas no conocen en profundidad el misterio insondable de Mi Amor, porque esto solo es revelado y conocido cuando el alma se rinde en totalidad y en entrega.
Cuando el alma conoce el misterio insondable de Mi Amor, nunca más puede ser la misma, porque su consciencia, aunque pequeña e imperfecta, comienza a formar parte de Mis más predilectos ayudantes espirituales que colaboran y auxilian a través de la oración, en la trayectoria y el destino que las demás almas deberán recorrer. Las almas ayudantes de Mi Corazón también tienen claro que su servicio es interno y anónimo.
En este tiempo, en el que la atención de muchas almas se coloca lejos de Mi Corazón, Yo las preparo, después de casi doce años de Mensajes e Instrucciones, para que estas almas que son escogidas por Mí se decidan finalmente a no solo ser víctimas de Mi Amor, sino también a ser simples instrumentos en las Manos benditas de Cristo.
Por eso, estén atentos al momento que todos están viviendo, interna y externamente en este ciclo, para que la transparencia de corazón y la pureza de intención sean la estrella-guía que indique los próximos caminos a recorrer y a aprender.
Su Maestro y Señor, en Su silencio, prepara este momento para que todas las almas posibles abandonen la zona de riesgo espiritual imperceptible e ingresen en el estado perpetuo de la Gracia y de la Misericordia, sin perder el sentido de la sabiduría.
Pero, para poder llegar a esto, las almas que se postulen deberán purificar sus más íntimas intenciones; deberán ser honestas consigo mismas; deberán practicar con el ejemplo la verdad, porque no existe absolutamente nada que le pueda ser ocultado a Dios, porque Su Ciencia y Entendimiento conocen a cada uno hasta en lo más profundo y desconocido.
Por eso, para que de verdad sean merecedores de la Gracia, deberían identificar cuántas veces la Ley de la Gracia abrazó sus vidas y consciencias, e inclusive todo lo que está a su alrededor.
Pero el mundo insiste en aprender a través del sufrimiento y de la culpa. Esto paraliza la consciencia y la deja inmóvil sin saber cuál será el próximo paso.
Pero, así como Yo lo hice con Lázaro, uno de Mis mejores amigos, Yo los invito y los llamo a la resurrección para que sus vidas, como también sus pies, estén purificados y limpios del polvo del pasado. Así, aprenderán a renacer por ustedes mismos, en sintonía y unión con las esferas celestiales.
Lo más grandioso que existe para un alma despierta, abnegada y donada, es poder encontrar el camino hacia el Infinito; esa sagrada senda que fue pensada desde el principio por el Padre Eterno para que todos tuvieran, a través de Mí, Vida en abundancia.
Pero es necesario que las almas, en esta vida material, aprendan a amar y a crecer a través de la bondad que el universo les puede enseñar e instruir.
Sepan que en esta vida no existen dos realizaciones, sino solamente una, que para ustedes debería ser poder estar en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Así, estarán bajo la Gracia y la Voluntad que aún espera poder cumplirse en la mayoría.
Sean valientes y despójense de ustedes mismos. Busquen no ser nada para que, en el final de estos tiempos difíciles, sean guiados hacia la sagrada meta de sus vidas.
Yo estoy aquí, abriendo el Tabernáculo de Mi Corazón para quienes, decididos y sin demora, acepten soportar Conmigo el peso de la cruz del planeta, que es transformado por el Amor Redentor.
Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice y bendice a toda España,
Vuestro Maestro,
Cristo Jesús
Refúgiate en Mí.
Soy parte de tu respiración y de todos tus sentidos; y más aún, de todos tus sentidos internos.
No temas, anímate a cruzar los océanos de Mi Consciencia.
Surgiste de un espacio tan bendito y sagrado para Mí, que debes aspirar a recordarlo.
¿Lo sabes?
Ten fe, porque Yo siempre te sostendré.
Estás como una pequeña e inofensiva ave sobre Mis Manos.
Te acaricio y te consuelo con la Luz de Mi Eterno Corazón.
¡Despierta, hijo! Es hora de que te abras internamente para poder conocer Mis más profundos misterios. No dudes de lo que te digo, sé valiente y lo conseguirás.
Todo lo que te di fue para que Me hicieras feliz. Cada parte de Mi Creación fue perfectamente pensada para agradarte y hacerte sentir muy cerca de Mí.
En el silencio, allí estoy. En cada Reino Menor de la naturaleza, allí estoy. En los elementos, allí estoy. Te pido: búscame y Me encontrarás.
Estoy más allá de lo que es concreto. Estoy muy cerca de ti, más cerca de lo que te puedes imaginar.
Aproxímate a Mi Creación. Todo lo que ves, en este planeta y en todo el universo, está de brazos abiertos para recibirte.
Sé fuerte, pero también sé paciente.
Como nadie más, tu Padre Celestial sabe sobre el momento que tú y Sus demás hijos están atravesando.
Pero, donde está Mi Amor, está Mi Creación.
Abre tu mente e imagíname. Soy algo más que lo que se ha escrito sobre Mí.
Mi Ciencia es Sabiduría y les doy a Mis criaturas esa Sabiduría para que Me puedan representar.
Mi Amor es Compasión. Les doy a Mis criaturas Mi Misericordia para que se puedan perdonar a sí mismas y a los demás.
Debes saber que no estoy lejos de todo lo que viven esta humanidad y este planeta.
Yo también sufro el pesar de Mis criaturas, pero muchos de Mis hijos se apartaron de Mi Amor y, al apartarse de Mi Amor, se alejaron de Mi Verdad.
Aún estoy de brazos abiertos, y en silencio espero a cada uno de Mis hijos para que esté a Mi lado, junto a un Padre que los ama desde siempre, con un Amor que no cambia, con un Amor que los lleva hacia la Verdad.
Hoy, estoy emitiendo este Mensaje para el universo interior de todos Mis hijos, porque todos son Mis hijos, sin distinción.
Este es el tiempo de preparar la llegada de Mi Amado Sucesor, el Cristo.
En Él, Yo les di la Vida, Yo les enseñé el Camino y Yo les entregué la suprema Verdad del Corazón.
Hijos, no se dejen confundir por el mundo, miren hacia adentro de ustedes.
Yo estoy allí porque allí está Mi Iglesia.
En ese espacio sagrado, estoy para escucharlos, estoy para atenderlos; los puedo ver, los puedo sentir, puedo saber sobre cada pensamiento.
No tengan miedo, vacíense un poco más para que Mi Amor y Mi Luz los puedan gobernar.
Bienaventurados los que padecen injusticia, porque serán consolados.
Bienaventurados los que son esclavizados, explotados y exiliados, porque en el último día serán reconocidos y serán llamados benditos santos del Padre.
Alégrense los que reciben Mi Misericordia, porque las cadenas y las prisiones se romperán, y la Luz de Emmanuel vencerá.
Que tus manos siempre estén en oración Conmigo, para que, más allá de todo, estemos comunicados en espíritu.
Vengan a Mí los desahuciados, vengan a Mí los oprimidos y los que están cansados; porque Yo los consolaré y los bendeciré con Mi Espíritu, así como Mi bendito Hijo Jesús fue bendecido en el río Jordán.
Que tu vida aspire a ser un nuevo sacramento. Te ofrezco Mi reconciliación para que sepas que Yo Soy la Paz.
Camina, con tus pies, seguro de que sigues la senda de retorno hacia la Casa de tu Padre, que está en los Cielos y que está dentro de ti.
Sacia la sed en Mi Fuente Divina.
Aquí está Mi Nombre, alabado y exaltado, para poder erguir de las ruinas a la consciencia de Mis hijos.
Quédate en Mí, porque escucho tus palabras.
Tu Padre Celestial,
Adonai
Queridos hijos:
He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que abre los espacios de la consciencia para que en ella descienda la Ciencia Divina.
He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que en este tiempo indica a todos Sus hijos el sendero de retorno al Corazón de Dios.
He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que guía y conduce a los corazones orantes hacia el encuentro definitivo con su origen interior.
He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que muestra en este tiempo las señales del Retorno de Cristo a todos los servidores del Redentor
He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que intercede entre la Tierra y el Cielo, por las causas y las situaciones imposibles.
He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que trae a todos, el bendito afluente de la Gracia Celestial para que sean lavados de sus faltas y renazcan como instrumentos redimidos, colocados en oferta a los Pies del Padre Celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Un alma estaba afligida por sentir que de lo profundo de su corazón emergían dolores antiguos, registros de experiencias que ella desconocía y de otras que parecía haber superado. Sentía que en su interior no había un tiempo en el que sus experiencias antiguas pasaban y las nuevas surgían de forma armoniosa, sino que todo se mezclaba y lo que había en su interior se tornaba difícil de comprender y de transformar.
Entonces, en una oración sincera, esa alma le cuestionó a Dios, diciéndole: “Señor, el tiempo pasa afuera de mí, pero adentro parece no existir. ¿Cómo puedo sentir y padecer heridas que ni siquiera tengo consciencia de que existían en mi interior? Hoy, todo es tan confuso, lo que parecía estar superado emerge con más fuerza y, cuando parece que ya me levanté, vuelvo a caer en los abismos de mis miedos e incertidumbres, en los dolores de heridas abiertas nuevamente, que son conocidas y desconocidas. Explícame, Dios, ¿cómo puedo curar y superar lo que sucede dentro de mí?”.
Y, con amor y sabiduría, el Señor le respondió: “En verdad, te digo que no solo dentro de ti, sino también en la verdadera vida, el tiempo no existe. El tiempo es la forma que Yo creé para que las criaturas de este mundo pudieran crecer en una secuencia de leyes y ciencias divinas que las mantienen en una escuela evolutiva hasta el momento de su madurez espiritual.
El tiempo sucede fuera de ti, en tu lado humano. El tiempo es percibido por tu cuerpo, tu mente y tus sentimientos; pero en tu interior, alma pequeña, y en tu esencia más profunda, no hay tiempo. Allí eres semejante a Mí, a Mi Infinito, en ti pulsa una vida eterna.
Cuanto más se aproxima la transición del planeta, la esperada madurez humana, más se llega al momento en el que eso que se oculta en tu interior se manifieste, que la verdad se exprese, que el tiempo ya no exista, sino que la Eternidad se revele. Y es parte de ese proceso de transición que tu alma pequeña vea emerger los registros más internos de aquello que viviste en otros tiempos, porque todo emerge para ser reconocido, conscientizado y equilibrado, según el despertar de tu consciencia y el amor de tu corazón.
Por eso, ante los dolores más antiguos, solo busca el Amor que hay en Mí y la Gracia de Mi Espíritu, para que Yo tenga un lugar para actuar a través de ti, y así equilibrar y curar todo aquello que, por ignorancia, viviste, todas las heridas abiertas por una vida distante de Mí. Solo búscame y dame un espacio dentro de ti, en tu mente, cuerpo, alma y corazón. Así, Yo Seré en tu interior”.
Que este diálogo los haga comprender, hijos, que este es el momento de ver emerger, dentro de ustedes, todos los registros de otros tiempos que aún necesitan curarse. Pero, ante lo que sienten, no se desesperen, es solo buscar y darle lugar a Dios, porque solo Él tiene la Gracia y el Amor para curarlos definitivamente.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Uno de los importantes aspectos de Dios, dentro de Su Fuente Trina, es el Espíritu Santo, aspecto que actuó en la humanidad, en ciertos acontecimientos, con el fin de impulsar, de guiar y de socorrer a las consciencias que lo invocaban.
Hasta los días de hoy, el Espíritu Santo es un misterio no revelado de Dios que después de haber cumplido con Su misión hace más de dos mil años, en este tiempo Su manifestación, Su presencia y Su acción sucede a través de la Madre de Dios como la Señora del Espíritu Santo.
Es en este tiempo que el Santo Espíritu de Dios obrará a través de las almas que se dispongan a recibir Sus impulsos divinos y Sus Dones.
Sería de gran importancia que el ser humano fuera colmado al menos por uno de Sus Dones, porque eso ayudaría a que la verdadera tarea de cada ser se manifieste según la necesidad de la Divina Voluntad.
El Espíritu Santo acompañó acontecimientos puntuales de la humanidad y, al mismo tiempo, auxilió con Su ciencia y sabiduría en momentos culminantes, en los que solo el Santo Espíritu de Dios podía desviar o revertir un hecho que sucedería.
Sin la acción del Espíritu Santo, en la historia de la raza humana, el planeta como consciencia que evoluciona y vive, habría perdido su dignidad espiritual y el carácter de rescatable.
Por esa razón, Dios envió a Su Espíritu en ciertos momentos de la humanidad para ayudar a Sus criaturas, semejantes a Él.
Dios envió a Su Espíritu a los patriarcas para que de los pueblos surgieran los Dones del Padre y Sus Virtudes, para que despertaran los profetas y anunciadores de la Verdad Divina.
Dios envió a Su Espíritu para que Sus criaturas, a través de Cristo, fueran bautizadas por la potentísima Fuente inmaterial que es el propio Espíritu Santo.
Dios envió a Su Espíritu para que, de la célula principal de Su proyecto: la familia, surgieran los conocedores y los buscadores de la Verdad, para que despertaran los dones y las virtudes de los curadores, de los gobernantes, de los espejos, de los eremitas, de los guardianes y de los servidores.
Dios envió a Su Espíritu para repoblar la Tierra con Su Amor infinito, para que Sus criaturas aprendieran a sentir que la única guía proviene del Padre Eterno y que del Padre surgen todas las fuentes de manifestación.
Después de dos mil años, durante los cuales el Espíritu de Dios obró y se hizo carne entre Sus hijos, a través de Cristo, hoy el Espíritu Santo vendrá con los mismos Dones que recibieron los apóstoles y mártires, por medio de la Sagrada Palabra para colmar los corazones dormidos y oscurecidos de una confirmación y de una confianza absoluta en que, a través del Espíritu Santo de Dios, se cumplirá el Proyecto, que nada ni nadie impedirá que Él actúe a través de los hijos de Dios, que el mismo Espíritu del Padre los hará a todos partícipes de Sus obras de Piedad y de Misericordia, que las Santas Virtudes del Espíritu de Dios puedan despertar y encarnar en la esencia de Sus hijos para que todos los talentos y los linajes estén al servicio del actual y crucial tiempo de la humanidad.
Quien se abra y acoja la llegada del Espíritu Santo tendrá la fuerza interna para representar a la Obra redentora de Cristo sobre la superficie de la Tierra; tendrá la fortaleza para proclamar la llegada del Reino de la Paz y del fin del cautiverio planetario; tendrá el impulso de la fe para seguir transformando su vida completamente según ese mismo modelo espiritual que el Padre Celestial manifestó en los patriarcas y en los profetas.
Dios les viene a dar Su Espíritu a través del Cuerpo y de la Sangre Divina de Su Hijo y a través del Mensaje que es anunciado por Sus Mensajeros Divinos.
Que el Espíritu Santo los ayude a enfrentar el fin de los tiempos, dentro y fuera de ustedes; y que se puedan sostener, en este ciclo definitivo, por la acción del Santo Espíritu de Dios.
Que el Espíritu Santo les traiga la fuerza de la renovación y de los cambios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para encontrar a Dios, hijos, basta que sean sinceros de corazón, verdaderos y transparentes.
Cuando se confiesan con Dios y se rinden a Él, lavados por la Misericordia que desciende sobre sus almas, es cuando están preparados para cruzar las puertas del propio interior e ingresar en Su Reino.
No basta querer saber, conocer o adquirir el Conocimiento Divino para engrandecer sus personalidades humanas; porque así, hijos, estarán con sus mentes llenas de las medias verdades que los hombres pueden alcanzar, pero vacíos de la Sabiduría y del Don del Discernimiento y de la Ciencia Divina.
Querer saber es un paso, pero no es todo el camino recorrido. Querer ser es otro paso, que tampoco completa su destino. Rendirse a Dios en humildad es más que un paso, es una llave que les abre la puerta para el encuentro con el Redentor y con el Creador de todas las cosas.
Por eso, les enseño sobre la humildad antes de revelarles las Ciencias Divinas. Por eso, les hablo sobre la rendición antes de hablarles sobre el conocimiento, les hablo sobre el amor antes del entendimiento, les hablo sobre la fe, antes de la revelación de la Verdad.
Para pasar por la puerta estrecha de la unión con el Padre, primero deben retirar de ustedes muchas capas que no les permiten atravesarla. Y eso, hijos, se da a través del Sacramento de la Confesión, de la transparencia, de la humildad y de la rendición ante Dios.
Tienen mi bendición para recorrer ese camino.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Acojan a la Ciencia de Dios que se revela y dejen que ella se asiente en su interior. No busquen comprenderla de inmediato, sino sentirla y experimentarla, poco a poco, hasta que ella los transforme y se revele a sí misma.
Aprendan a conocer, viviendo. Aprender a acoger, amando. Aprendan a transformarse, siendo cada día, un poco más compañeros de Dios y no solo Sus hijos.
Aspiren a ser lo nuevo en este mundo.
Aspiren a vivir lo desconocido.
Aspiren a ser precursores de un nuevo tiempo, verdades manifestadas, una nueva experiencia para toda la Creación.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Oro para que las almas alcancen la paz.
Oro para que las consciencias despierten a la realidad planetaria, a la verdad universal, y así transformen sus vidas según el Propósito Divino.
Oro para que los corazones aspiren a la unidad con el prójimo, con los Reinos de la Naturaleza, con la vida, con Dios.
Oro para que los buscadores reconozcan la verdad en todas las enseñanzas transmitidas por Dios a través de Sus Mensajeros, para que aquellos que buscan, sepan ver más allá de las palabras y encuentren en las entrelíneas la ciencia divina de la Creación.
Oro para que la vida sagrada ya no sea ocultada por las superficialidades humanas y, de la misma forma, para que la esencia de los seres no esté oculta por las creencias ilusorias que ellos tienen sobre sí mismos.
Oro por una nueva vida y una nueva raza, para que después que el aprendizaje humano se consolide, los seres tengan valor y esperanza para hacer emerger la nueva vida y dejar florecer en sí mismos el nuevo ser que, delante de Cristo, comenzará a despuntar.
Oro para que la humanidad no pierda el sentido de su existencia y la vida espiritual deje de ser una costumbre y una práctica, para ser una realidad y una experiencia de vida.
Oro, en fin, para que las Gracias de Dios no permanezcan en el Cielo, sino que sean vertidas sobre la Tierra.
Hoy Yo los llamo a que oren Conmigo y así intercedan por este mundo mientras hay tiempo. Oren Conmigo por la Paz.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Deseo que la Faz de María, Rosa de la Paz finalmente sea pintada y que ella esté en el altar el día del aniversario de Mis mensajes diarios.
Ya pasó mucho tiempo de ese pedido, pero en este año 2019 quiero que María, Rosa de la Paz sea conocida en el mundo conforme a las indicaciones que, una vez, fueron entregadas.
Por esa razón, la revelación de la Faz de María, Rosa de la Paz, en este año 2019 indicará el comienzo de un nuevo ciclo de su Madre Celeste en la Obra que los Sagrados Corazones llevan adelante.
El mundo, conociendo la Faz de la Rosa de la Paz, podrá profundizar en el misterio y en la ciencia divina de la Madre de Dios y así se develarán los conocimientos de la vida universal para todas las almas.
Por este motivo, la Faz pintada de María, Rosa de la Paz, cumplirá promesas espirituales para todos los que tengan la imagen. Dichas promesas ayudarán a las almas para que ellas sepan atravesar el fin de estos tiempos.
Entre esas promesas, a quienes tengan consigo la Faz de María, Rosa de la Paz, no les faltará la paz, el ímpetu de orar de corazón, la alegría y el júbilo de estar en Cristo, el reconocimiento de la Gracia de Dios, el sentirse merecedor de la Divina Misericordia, el reconocerse como digno hijo de Dios, el vivir una fe fortalecida y amparada por el Espíritu Santo.
El día 2 de marzo de 2019 espero ver en los altares de Aurora esta santa Faz de María, Rosa de la Paz, para que así como fue con Faz de Jesús Glorificado, ella sea presentada al mundo en ese día especial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El arte de ser nada
Ser nada es un estado interno que trasciende todas las ciencias y filosofías, todas las enseñanzas.
Todos los seres siempre están buscando ser alguna cosa a través de su profesión, de su formación, de su línea espiritual, de su papel dentro de la vida en la Tierra, dentro de las familias e insertados en los sistemas de vida que el mundo les ofrece.
Ser nada no es dejar de hacer todas las cosas. Ser nada es un conocimiento mayor de la vida universal que le da al corazón la certeza de que nada de lo que él aparenta ser le pertenece. Ser nada es el conocimiento del Todo que es Dios y la sabiduría de que toda la vida parte de ese Todo y que, fuera de Él, es una insignificante nada.
Dentro de un cuerpo nada funciona solo. Un brazo, por más importante que sea en el cuerpo, fuera de él pierde su sentido y se vuelve nada. Así también, el ser que reconoce al Cuerpo Místico del Señor generado por la Vida, sabe que separado de Él es nada y unido a Él es todo.
Ser nada es un arte de amor y de sabiduría, es una ciencia divina, es más que la consciencia de la humildad. Un ser puede ser humilde y sin embargo estar aún lleno de ignorancia creyendo que la humildad le pertenece, que él es la propia manifestación de la humildad.
Ser nada es un camino de conocimiento y de trascendencia, es la finalidad de todo. Ser nada es un camino de amor.
Aspiren a esto, hijos, a ser todo en Dios y a reconocerse nada fuera de Él.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hijos:
Hoy, traigo al mundo la Gracia de Dios, que es derramada como lluvia que toca y nutre la tierra. Por medio de esta gracia divina disuelvo el mal y los corazones se libran de sus dolores, de sus angustias y de sus penas.
Hoy desciende la Gracia de Dios, aquella poderosa ciencia divina que no es merecida por la humanidad, pero que es clamada por la voz de los que oran de corazón.
La Gracia de Dios es como un sol que brilla en el firmamento; es como el sol que nace en el amanecer de la vida de cada ser; es como el sol que se recoge durante la noche e ilumina los mundos internos.
Hoy es la Gracia de Dios la que, como una lluvia de luz, toca al planeta y penetra las capas más profundas de la tierra y de la consciencia para poder restaurarlas.
Hoy es la Gracia de Dios la que realiza el milagro en la vida de los que creen en ella; es la gracia que fortalece la fe de los creyentes en Cristo; es la gracia que transforma toda la vida planetaria.
Por más que haya caos, persecuciones y crisis humanitarias, la Gracia de Dios de alguna forma siempre llega a los que más sufren; la gracia fluye como un gran río y se derrama sobre las almas como pequeñas chispas de luz.
Por medio de la oración constante de los que invocan la Misericordia Universal es que la Gracia desciende a través de los simples instrumentos que, día a día, se ofrecen a ella.
Hoy es la Gracia la que toca a la puerta del corazón y así una puerta se abre hacia nuevas oportunidades de amar y de perdonar todas las experiencias vividas.
En la Gracia de Dios encontrarán la esperanza anhelada y la luz infinita tan buscada, ella es la fuente que alimenta el espíritu y transforma el alma que se abre para recibir su divino fuego.
Hoy, la Gracia repara a toda la consciencia humana, y Dios, en silencio, contempla lo que Su Amor realiza en las esencias creadas por Él.
La Gracia cicatriza las heridas más profundas y les revela a los corazones un júbilo y una exaltación únicos. Porque en la Gracia de Dios está la conversión del corazón endurecido, está la cura del alma enferma; en la gracia está la redención y la fe de aquel que nunca creyó en Dios.
Es la Gracia la que hoy nace como la Aurora y devela los misterios del amor expresados en los dones de la Creación.
La Gracia hoy toca la Tierra, así como la voz orante de Mis hijos toca y llega a los Cielos estableciendo la comunión con el Padre Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A medida que los ciclos cambian y se aceleran, el tiempo alternativo e ilusorio de la Tierra comienza a desvanecerse.
Como capas de vibraciones que permean el planeta, los Reinos y los diferentes cuerpos de los hombres, estas capas se van disolviendo poco a poco y van dando espacio al Tiempo de Dios llamado "Real Tiempo del Universo".
Cuando el Tiempo de Dios ingresa al mundo, hijos Míos, no solo causa confusión en las mentes y en los corazones de los hombres. La confusión es causada por la desconexión entre la mente, el corazón humano y la Verdad Divina.
Cuando un ser está unido a Dios de corazón, mente y espíritu, recibe el Tiempo de Dios con gratitud y, con él, la revelación de la Verdad que, poco a poco, se hace visible para su consciencia, a fin de que pueda comprender de dónde vino, porqué y cuál es el sentido y el propósito de toda existencia humana, cuál es su destino.
A lo largo de la evolución humana, el Señor reveló Su Verdad a los hombres de acuerdo con lo que sus mentes podían comprender, con lo que sus corazones eran capaces de acoger y lo que la propia condición energética y espiritual del planeta era capaz de recibir.
El Universo de Dios es complejo y guarda en sí una Ciencia que se desarrolla desde el principio de la Creación y que hoy es inconcebible para la mente humana.
Por eso, para que ella les sea revelada, es necesario que la reciban poco a poco y que no solo sus mentes, sus espíritus y sus corazones estén preparados para eso, sino que toda la consciencia humana y planetaria también lo estén; porque todo lo que reciben como parte de la humanidad llega como un impulso y como una vibración a toda la consciencia humana.
A medida que la Verdad de Dios se revela y los tiempos se unen, las leyes de la Tierra se transforman y también se unen a las Leyes universales. De esa forma, hijos Míos, el compromiso y la responsabilidad de los seres crecen y se profundizan, porque ya no le responderán al Universo como seres en una experiencia evolutiva, sino como consciencias que participan de la Verdad y del Plan de Dios de forma consciente.
A lo largo de los últimos años, la oración despertó y encendió los espejos de sus corazones para que, así, pudieran captar, amar y comprender la historia que se escribe en los Espejos del Cosmos y que se comienza a espejar en sus internos y en sus consciencias.
Nada está separado. Todo es parte de un Plan perfecto y divino que construye en sus corazones un camino de retorno al Corazón de Dios.
Para saber retornar deben recordar cómo llegaron hasta aquí. Nadie retorna a su casa si no sabe el camino hacia ella.
Les digo todo esto, hijos amados, para que reciban las revelaciones de este tiempo con gratitud y con consciencia, sabiendo que Mis palabras forman parte de la Gracia de Dios que los transforma y los prepara para un nuevo tiempo, en el que finalmente sabrán y vivirán la Verdad; la vida ya no será una secuencia de teorías, de cuestionamientos y de suposiciones y ustedes podrán participar de la Revelación de Dios y vivir a Dios consciente y plenamente en todo su ser.
Para eso los preparo, los bendigo y les agradezco por recibir Mis palabras con la gratitud del corazón.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deja que tu corazón se adentre en la Fuente de la Divina Misericordia todos los días. Sé conocedor de la Presencia de Dios en tu vida.
Busca saber, hijo, cómo actúa la Ciencia Divina y verás que muy simplemente, con muy poco, el Señor transforma todas las cosas y concede nuevas oportunidades de cura, de perdón y de redención a aquellos que no lo merecían.
Aproxímate a Dios en oración, todos los días, para que tu unión con el Padre no se mantenga en el mismo punto, sino que se profundice, se consolide y se torne cada vez más parte de ti.
Recorrer el camino de unión con el Corazón de Dios es el sentido de tu existencia y ese camino se vuelve más largo o más corto según la rendición de tu corazón, para que dejes de ser una parte y retornes al Todo.
Si amas a Dios conocerás Su Divina Misericordia y entonces, hijo, clamarás día y noche para que las almas reciban esa Misericordia y, junto contigo, recorran el camino de retorno, porque comprenderás que de nada vale que retornes solo al Padre. El Todo está formado por la Unidad entre todas las partes.
Por eso, ama a Dios y ama a tus hermanos. Ama la vida y siempre aspira a que, a través de la Divina Misericordia, todos los seres retornen al Corazón del Creador.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Los árboles y la vida - Parte II
Cuando el Señor creó el planeta y lo manifestó a través de Su Pensamiento más puro de Amor por la vida, colocó en cada detalle de la Creación una ciencia profundamente espiritual, en la que todo lo que vive y habita en la Tierra colabora en la renovación del Amor y en el retorno al Corazón de Dios.
La dualidad, el caos y el mal construidos por el hombre son fruto del desvío de la consciencia humana del Corazón de Dios. A través de sus elecciones, los seres escogen estar en Dios y descubrir, en comunión con la Creación, el camino de retorno a Su Corazón, o escogen permanecer en la ilusión y en los enredos de sus limitaciones humanas.
El Creador permite que ciertas cosas existan para conducir al hombre a la superación y al vencimiento de sí mismo y no hacia los abismos del mundo, en donde se adentran las almas todos los días.
La naturaleza aún es un misterio a ser develado por la consciencia humana, y eso no se dará a través de su limitada ciencia, sino que será por medio de su corazón, el que es capaz de adentrarse en la ciencia divina y comprenderla a través de la simple presencia del Espíritu de Dios.
Los árboles, hijos, son el hilo que mantiene la Tierra unida al Cielo y no permite que la consciencia humana se desvincule totalmente de Dios. A pesar de las acciones humanas, de las guerras y de la indiferencia, los árboles silenciosamente penetran con sus raíces físicas en lo profundo de la Tierra y, con sus raíces espirituales, llegan al centro del planeta, manteniendo la unión entre la vida en la superficie y la esencia de la Tierra.
Con sus copas, sus troncos, ramas, hojas y flores físicas los árboles mantienen el camino de elevación hacia el Corazón de Dios. Y con sus copas espirituales, llegan a los Cielos y se nutren en las Fuentes Sublimes para que, al transformar el aire que la vida respira en la Tierra, traigan también las gracias y el alimento espiritual que permite que las consciencias no pierdan la paz y la posibilidad de amar.
Los árboles nacieron para servir y ellos aman su servicio; por eso, hijos, a pesar de ser tantas veces ultrajados, no dejan de crecer, de florecer y de dar sus frutos en este mundo.
Contemplen la donación de los árboles y, enviándoles a ellos su eterna gratitud, dejen que sus consciencias sean conducidas a la esencia de la Tierra y al más alto de los Cielos, recordando, así, el verdadero motivo de su existencia.
Los árboles no se olvidan para qué fueron creados. A través de ellos ustedes también deben comenzar a recordar.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Octavo día
Hoy, aunque parezca imposible de hacer, retira de Mi Corazón la espina de la infidelidad y del agravio.
¡Cuántas almas en el mundo Me son infieles día a día! Y eso está tan arraigado en la consciencia humana que ya se considera algo normal.
La infidelidad de los que lastiman Mi Corazón es tan insoportable que el Fuego de Amor que guardo en Mi Corazón, agoniza, porque las almas pierden la fidelidad y la confianza en el Maestro.
Pídele al Padre Celestial por todos los que Me han sido y Me serán infieles algún día.
Yo les ofrezco abrir Mi Corazón para que las almas puedan entrar en Mi Templo para comulgar de la Verdad y librarse del sufrimiento.
Ustedes deben saber que una de las causas de la infidelidad es la distracción y la ilusión mundial de estos tiempos.
Ruégale al Padre Supremo por todas las almas infieles para que, algún día, tengan la gracia de ser sumergidas en el océano espiritual de Mi Misericordia, a fin de que reciban una nueva oportunidad.
Aún hay tiempo para evitar la perdición en masa de muchos corazones.
Ahora, reconoce tus posibles infidelidades en la palabra, en el sentimiento y en la acción; pero no lo veas como un tormento, míralo como un ejercicio constante de corrección y de persistencia, para que recibas la cura por medio de la ciencia de la fe.
Afirma tu consciencia como parte de Mi Consciencia y, en esa unión inviolable e infinita, conságrate a Mi Corazón Espinado para que en Mi Pecho dolorido nazcan las rosas del amor y de la fidelidad.
Agradezco tus esfuerzos, porque en lo pequeño se construye lo grande y en lo humilde se construye lo inalterable y eterno.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice y los ama,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijos Míos:
Hoy, contemplen bajo Mi Manto la Creación Divina, porque, como Madre de la Vida, vengo a revelarles los misterios de las Fuentes que habitan en el Cosmos, como prolongaciones de la Consciencia Divina; Fuentes en las cuales se generó todo lo que es vida manifestada.
Contemplen bajo Mi Manto la Consciencia infinita de Dios, la que se expresa en las dimensiones divinas como una inmensa Luz que guarda en sí todos los colores y todos los sonidos.
Esa Luz que encandila los ojos y los corazones, pero que también los torna plenos con Su magnitud, es la Consciencia Divina. Como un lago infinito y eterno, cuyo silencio vibra de una forma inexplicable para las mentes humanas y solo es palpable para el corazón: ese es Dios.
Contemplen esta Fuente de Luz. Sientan las vibraciones que emanan de ella como ondas invisibles, que no se ven, pero que se hacen sentir, porque contienen en sí principios creadores, partículas de vida.
De esa Fuente Infinita, que es la Consciencia Divina, emanaron otras Fuentes menores en el Cosmos; se las llama menores debido a su jerarquía celestial, pero, son tan plenas y perfectas como el propio Dios, porque Él encuentra en esas Fuentes Su Morada.
Las Fuentes de Vida, que son la propia Consciencia Divina manifestada, se comunican a través de una red de Espejos Sublimes que llevan el amor, la gracia y el poder creador más allá de las dimensiones, recreando y renovando la Creación.
Esos Espejos Sublimes reciben del Padre Eterno Sus principios de manifestación y de vida, y así crean y alimentan nuevas Fuentes con los principios celestiales que provienen del Corazón de Dios.
Los Espejos Sublimes son los brazos que obran y el Verbo Divino que se manifiesta en el vasto Cosmos y más allá de él, en toda la vida. Los Espejos Sublimes son, en sí, la Ciencia de la Creación, pues guardan en su interior el misterio de la perfección de la vida.
La perfección que proviene de Dios se vierte en los Espejos Sublimes y, a través de ellos, llega a todo lo que existe. Desde una pequeña flor hasta una galaxia, la perfección de la manifestación es conducida por los Espejos Sublimes y, por medio de ellos, permea la vida y permite que haya belleza, que exista la misma perfección de Dios en la expresión de la vida, en la naturaleza, así como en el Universo.
En la Tierra, hijos Míos, los Espejos Sublimes tienen su morada dentro de los océanos, porque la pureza de las aguas y de los seres marinos permiten que la perfección llegue a la materia y allí se renueve, para irradiar a toda la vida en el planeta. Así, los océanos son el hilo entre la Creación que se manifiesta en el planeta y la perfección de la Consciencia Divina. Por medio de ellos, la belleza, la gracia y la vida pueden existir.
Si los océanos mueren, también la vida dejará de expresarse a semejanza de la Consciencia Divina, porque los Espejos Sublimes, que traen las vibraciones, el Amor y la perfección de Dios, ya no encontrarán su morada.
Si los océanos se enferman, también se enfermarán los Reinos de la Naturaleza, la consciencia del planeta y los seres humanos, porque la perfección de Dios ya no conseguirá expresarse con plenitud en la vida sobre la Tierra. Eso hará que las enfermedades, el caos y el mal permeen al planeta, dentro y fuera de los seres.
Hoy vengo para tornarlos conscientes de una vida superior, para que amplíen su conocimiento y, sobre todo, expandan sus corazones y comprendan que para que exista armonía y la humanidad siga evolucionando y expresándose como un Proyecto de Dios, todos los Reinos deben ser respetados, amados y cuidados por los hombres.
Comprendan a los océanos como una Morada Divina, como un puente hacia Dios dentro de la Tierra. Y así amen, respeten y reverencien esos grandes Espejos de Luz que les conceden la vida.
Hoy les traigo y les revelo los Espejos Sublimes de la Creación y, así como los manifiesto en Mi Corazón, también les revelo esta presencia en los océanos.
Sepan amar la vida, hijos Míos. Sepan reverenciar la presencia divina que se expresa en la Tierra y sean parte de este Todo, viviendo en armonía con todos los Reinos de la Naturaleza.
Oren por los océanos y comulguen con ellos de la perfección de Dios.
Yo los bendigo y les agradezco por despertar al conocimiento divino, por abrirse a la ciencia universal y por amar a los océanos, así como lo aman a Dios.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Eleva tu consciencia a través del silencio, de la oración y de la aspiración a descubrir la ciencia espiritual de la vida. Deja que tu naturaleza de criatura divina se revele, a través de la humilde aspiración de expresar lo que verdaderamente eres, lo que naciste para ser.
Hasta hoy, hijo, la vida sobre la Tierra solo expresa una síntesis de las experiencias vividas por cada ser a lo largo de su evolución. A pesar de que este planeta haya sido creado para generar la renovación de la vida, nada aún de lo que en él se vive es nuevo.
No fuiste creado para expresar destrezas, sino virtudes; virtudes espirituales e internas que renuevan los Dones de Dios cuando son vividas por la expresión del amor en el corazón humano.
Todo en la vida sobre la Tierra guarda en sí un propósito sagrado y una ciencia divina y espiritual que cuando es vivida, transforma y eleva al planeta para que alcance el Corazón de Dios.
Los Reinos de la Naturaleza, los elementos, la composición de los seres de la Tierra, los grupos familiares de vida, algunas formas de expresión de la vida humana, todo guarda en sí un propósito sagrado. Y los seres humanos portan en su interior la síntesis de ese propósito, la llave para su manifestación, el misterio para su expresión.
La naturaleza cumple con su parte, hasta donde le es posible. La consciencia del planeta cumple con su parte, hasta donde le es posible. Y el mismo Dios cumple con Su parte, hasta donde le es posible. Pero para que todo se renueve, el corazón humano debe despertar, elevarse y colaborar para la elevación y la renovación de toda la vida.
La existencia humana es un misterio incomprensible para quien no conoce el Amor de Dios.
Medita en lo que te digo y cuando estuvieras delante de una manifestación de la vida, sea un elemento de la naturaleza, de los Reinos, sea de un semejante, emana amor y gratitud y aspira a que ellos expresen lo mejor.
Así se construye la evolución, siendo el motor que al otro lo lleva a amar.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Contemplen la Creación y dejen que la ciencia divina se revele en su interior.
La vida se creó con el Soplo del Espíritu de Dios y se manifestó a través de la vibración de Su Verbo, sin embargo, una ciencia amplia se desarrolló partiendo del Creador. Rayos universales y divinos, Espejos de luz y Fuentes de energía, sonido y color auxiliaron en la creación de los Universos, de las dimensiones y de las consciencias.
Todo en la vida manifiesta la perfección y, así como el Creador envió a Sus hijos para evolucionar en el vasto Cosmos, también creó el camino de retorno hacia Su Corazón, hacia la Fuente de la Unidad, hacia el principio del Amor.
Los Espejos del Cosmos son este camino de retorno al Corazón de Dios; por medio de ellos el Padre manifestó, animó y nutrió la Vida. Sus Fuentes son eternas y se alimentan de la propia existencia de Dios. Fuentes que manifiestan fuentes, de las cuales surgen las esencias y las almas. Estos son los Espejos del Cosmos y, así como el Padre porta, en Su interior, los Espejos que manifiestan la vida, Sus hijos, semejantes a Él en esencia y en amor, también portan en sí los espejos internos que crean por medio del amor y que construyen, en lo invisible, el Plan del Creador.
Sean conscientes de los espejos que pulsan en sus corazones y siéntanse parte de una ciencia universal y divina. Así como los Espejos del Cosmos crean luz y manifiestan vida y perfección, creen ustedes también, hijos, a través de la oración y de las acciones de amor. Manifiesten la nueva vida, atrayendo, con los espejos de sus corazones, los nuevos patrones de conducta para la humanidad. Manifiesten amor, paz y gracia. Sean dignos hijos de Dios y, por medio de los espejos de sus corazones, recreen y renueven esta vida.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Reverencia los misterios de Dios, reconociendo tu ignorancia y amando adentrarte en la Sabiduría Divina.
Reverencia al Dios que se esconde en la Eucaristía y que se revela, en un profundo diálogo de amor, cuando el corazón se abre y es capaz de escucharlo.
Reverencia los misterios de Dios, porque Su Voluntad está más allá de toda comprensión y lógica humana. La Mente y la Voluntad de Dios no se mueven como la mente y la voluntad de los hombres. Por eso, cree que el Padre Creador se esconde en el pan y en el vino y coloca Su Consciencia Divina en los elementos sagrados, escogidos para guardar la memoria de la Pasión de Su Hijo, para que, así, los seres aprendan a revivir esa Pasión y a encontrarla reflejada, en este tiempo, en todas las situaciones de la vida.
Dios no disminuye Su Grandeza para estar en el pan y en el vino; Él revela Su Omnipresencia y, de esa forma, invita a los seres a profundizar en el conocimiento de Su Espíritu, de Su Ciencia Divina.
Hoy, hijo, solo reverencia la Presencia de Dios y deja que Él te renueve y te revele la verdad de tu corazón.
Hoy vengo como Aquel que contempla el Corazón de Dios en la Eucaristía, así como en el Universo, para enseñarte que Dios es Uno solo, presente en el Cosmos, así como en la Eucaristía, presente en el Infinito, así como en la esencia de cada ser.
Busca el camino para encontrarlo, establece una comunicación con el Padre, porque solo Él te sustentará en el tiempo que llegará.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
La Revelación de Dios a los hombres
La Revelación de Dios a los hombres, hijos Míos, es eterna y comienza cuando el corazón humano va madurando y despertando, más que a la sabiduría, a la humildad.
La Revelación de Dios a los hombres sucede cuando el corazón es simple y reconoce la propia pequeñez, sin limitar la sabiduría y la existencia divina a su comprensión y a todo lo que ya fue revelado.
La Revelación de Dios a los hombres no se detiene, sino que, desde los Patriarcas hasta los días actuales, se profundiza y culmina solamente en la unidad plena del ser con Dios, en su retorno al origen.
El hombre en sí es la Revelación de Dios.
El verdadero autoconocimiento, que no es una ciencia humana, sino una ciencia espiritual y divina, es el que los conduce a la revelación del propio Dios.
Los seres humanos son, al mismo tiempo, las criaturas más próximas y más distantes de Dios.
La Presencia Divina en su interior y la unidad que guardan como potencial silencioso en su esencia, los hacen próximos a Dios.
Sin embargo, hijos Míos, la ignorancia y la indiferencia alejan a los hombres de sí mismos, de lo que verdaderamente son y, en consecuencia, los alejan de Dios y de la Verdad.
La Revelación de Dios a los hombres sucede con el despertar de la sed por la vida superior, con el descontento del espíritu con todo lo que la vida en la materia le ofrece, con el descontento del espíritu con su propia expresión de vida.
Cuando el espíritu se ve descontento consigo mismo y con el mundo, se mueve dentro de los seres para que ese descontento espiritual impulse a la consciencia a buscar la vida superior, a profundizar el despertar y el autoconocimiento que, en verdad, es el conocimiento de Dios en sí.
La Revelación de Dios a los hombres se profundiza a medida que la consciencia humana evoluciona y aquello que para los Patriarcas era un sentir inexplicable e incomprensible de Dios, solo una experiencia de Dios sin explicaciones, en este tiempo puede tornarse una revelación profunda y científica de la existencia humana y de la existencia de Dios.
El Padre Creador es simple y en Su Simplicidad guarda Sus misterios. Pero la mente humana coloca barrera tras barrera para conocer a Dios y pocos son los que profundizan en Su Presencia.
Este, hijos Míos, es el tiempo de la Revelación de Dios a los hombres porque está llegando un nuevo ciclo culminante para la consciencia humana.
Ha llegado el tiempo de renovar la historia.
Ha llegado el tiempo de los nuevos profetas, de los nuevos apóstoles, de la renovación de la santidad y de la fe en el corazón humano.
Porque, así como Dios despertó y levantó a los profetas y pueblos en la pura fe en el pasado para preparar el Nacimiento y la llegada de Su Hijo al mundo, también hoy, hijos Míos, levantará pueblos y naciones, corazones y espíritus para que preparen nuevamente la llegada de Cristo al mundo.
El retorno de su Señor será definitivo y marcará el fin de un tiempo, porque las últimas palabras de las Escrituras se cumplirán y el Evangelio que Él dejó en el mundo se renovará por las nuevas revelaciones que el Hijo del Hombre traerá a la Tierra.
Su Palabra será Vida y le revelará al mundo la verdad superior frente a la cual muchos estuvieron ciegos, a pesar de que ella siempre estuvo aquí.
Antes de la llegada de Cristo, así como en el pasado, la Revelación de Dios comenzará para los profetas del nuevo tiempo y el Evangelio Universal de Cristo se comenzará a escribir con la verdad que ya está emergiendo en el corazón de los hombres.
El Nuevo Testamento se está cumpliendo al mismo tiempo que la Revelación de Dios a los hombres se está profundizando, para que puedan escribir las Nuevas Escrituras, las Leyes que dictarán la nueva vida.
Abran sus corazones a la Revelación de Dios porque todo está siendo dicho para despertar y preparar a los corazones y a los espíritus de los hombres para este nuevo y definitivo ciclo.
Yo los amo y los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más