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Queridos hijos:
Cuando algo llega a su fin no significa que sea definitivo, sino que representa el momento y la oportunidad de recapacitar, ante todas las Gracias de instrucción y de guía que brotaron de Nuestros Sagrados Corazones.
Cada momento de finalización representa un momento de introspección, así como su Madre lo vivió en muchos momentos, principalmente durante la agonía, el calvario y la muerte de Mi Hijo Amado.
Ustedes, queridos hijos, no están separados de este momento de cierre. Al contrario, sus vidas tendrán la posibilidad de meditar y de reflexionar ante tanto, pero tanto, que fue recibido por Amor de parte de Nuestros Sagrados Corazones.
Este es un momento de revisión y de conscientización ante lo que hoy viven las naciones y los pueblos. Este es el tiempo de que la Sagrada Palabra se cumpla en cada uno de ustedes y de que, a partir de ahora, dejen de solamente escuchar la Divina Palabra.
Este paso significa un esfuerzo interior para cada hijo Mío, porque representa que están ante la manifestación de los frutos, pero también de los errores cometidos. Están ante la oportunidad de enmendar sus vidas para que sean un espejo no solo de amor, sino también de justicia, de caridad y sobre todo de verdad.
Que, después de todo lo que fue recibido durante tantos años, aprendan a vivir la Verdad de Cristo en ustedes, ante un mundo opaco y oscuro, sin verdad ni transparencia. La Verdad y la transparencia de Cristo los llevará por el camino de la protección de ustedes mismos y del mundo, para que en ustedes reine el Amor del Redentor.
Como Madre y Espejo de Justicia, estoy aquí porque Mi único anhelo es que muchos más vivan la Verdad que es Cristo, Nuestro Señor y Redentor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Gracias por estar hoy aquí, Conmigo; porque en este lugar, en donde ahora se encuentran, para Mí representa espiritualmente una pequeña Tierra Santa. Y lo más maravilloso de todo esto es poder ver que esa Tierra Santa está formada por las almas, por los corazones que fielmente responden al Llamado; así como muchos de sus hermanos y hermanas, en el mundo o aun dentro de esta Obra, responden fielmente al Llamado de Dios.
Hoy, Me quiero detener, compañeros, en la Mirada de Dios sobre este lugar, que fue fundado y concebido para la manifestación del Plan de Dios en la Tierra. Pero este lugar está vivo espiritualmente por las almas que participan en él, por los servidores que se autoconvocan todos los días, más allá de sus propias experiencias de vida.
La Mirada de Dios sobre este lugar es especial, es una Mirada tierna y pacífica, porque Él puede ver reflejada Su Voluntad en este lugar, aunque tal vez sea un poco desconocida para ustedes y sus hermanos; una Voluntad Suprema y Divina que es palpable en esta vida material, en la experiencia de este Núcleo-Luz, una vida que se refleja a través de la Voluntad, de lo que cada corazón cumple ante Dios día a día.
Esto también es maravilloso para Mí, ante la difícil situación planetaria, en donde hermanos se enfrentan contra hermanos, en donde naciones enteras son destruidas por la impunidad, por la falta de amor al prójimo, por la falta de respeto a la propia vida humana.
¿Ahora, comprenden por qué este lugar es para Mí una maravilla de Dios, como tantos otros lugares de esta Obra?
¿Consiguen apreciar, compañeros, el valor que esto tiene y la continuidad de su expresión en esta superficie?
Expresión unida íntimamente a los Retiros de Amor, fuente inagotable que los impulsa a vivir el Plan de Dios todos los días, aunque no sepan cómo comenzar de cero. Esto es parte de la Grandeza de Dios, de Su Amor inagotable e inextinguible.
Son pocos los lugares en el mundo que, en el tiempo actual, pueden vivir la fidelidad a Dios; pero no hay un misterio en todo esto, porque la fidelidad a Dios es sostenida por la transparencia y el amor ardiente a la Voluntad Divina, que es lo que gesta y crea los pilares de la Obra de Cristo en la Tierra, a través de las almas.
Sin la fidelidad, la transparencia y el ardiente amor a la Voluntad de Dios no sería posible que la Jerarquía trabaje en el planeta. Esto permite, ante la deuda espiritual de la humanidad, que la Divina Jerarquía pueda intervenir en estos tiempos críticos. Porque existen lugares como este, pequeñas Tierras Santas, que atraen hacia sí mismos la Voluntad de Dios a través del servicio incansable por los que sufren y padecen, el servicio por todos aquellos que están bajo la condición humana.
Quisiera que, a partir de hoy, compañeros y amigos Míos, contemplaran y valoraran este lugar y otros lugares de la Obra con la misma Mirada de Dios, Mirada de ternura y de pacificación.
Porque Él, que está en Su Reino y en Su Gloria, junto con todos Sus Hijos, cuida de cada paso y de cada detalle hasta el más insignificante, para que las almas puedan crecer en el amor y en la justicia, para que las almas aprendan todos los días a donarse un poco más y a salir de sí mismas para poder alcanzar la redención.
He aquí Mi pequeña Tierra Santa, la nueva Tierra Santa de Dios, entre tantas otras tierras santificadas por el Padre Eterno en este planeta. Dios desea ardientemente que esta Gracia se multiplique, porque es una Gracia para la humanidad, aun para aquellos que no la merecerían por sus errores o pecados.
Vean, entonces, la maravilla de la Misericordia de Dios, infinita, inagotable e inextinguible, Divina Misericordia que puede abrazar a todos Sus Hijos, Divina Misericordia que puede congregar a todas las almas, Divina Misericordia que puede sanar a todos los corazones.
Rezo, junto al Padre Eterno, para que existan más Tierras Santas; así como espero, en lo más profundo de Mi Corazón, que esto pueda suceder en África, para que los valores más auténticos y verdaderos de los que sufren sean reconocidos. Si el Corazón del Maestro se conmueve de Amor por Sus hijos de África, especialmente por los más pequeños e inocentes, ¿sus corazones serían capaces de conmoverse?
¿Qué hay más allá de lo que está aparentemente miserable?
Dios se esconde en los más pequeños e inocentes; así, Dios derriba del trono a los que se dicen poderosos, porque Su Amor está presente en los que son anónimos, en los que no buscan nada para sí, en los que se apartan de cualquier reconocimiento.
¿Será que el mundo colocará su mirada, de una vez y para siempre, en África, para que la humanidad comprenda, de una vez y para siempre, que desde África surgirá la Nueva Humanidad? ¿Por qué la destruyen? ¿Por qué la colonizan? ¿Por qué abusan de África?
Ya no hay sensibilidad en muchos corazones impunes; pero Yo cumpliré Mi promesa de retornar a África, así como está escrito y como fue escrito que Yo esté hoy aquí entre ustedes.
Por eso necesito, compañeros, que, en el final de estos tiempos críticos, coloquen en sus corazones y oraciones los próximos Proyectos de Cristo; porque mientras estos Proyectos no se manifiestan ni se concretan, muchas almas se siguen perdiendo y son abducidas hacia el fuego del infierno.
¿Ahora, comprenden la importancia de los lugares y espacios bendecidos por Mí, como esta pequeña comunidad que aquí expresan?
Todo les está siendo dado, todo les está siendo permitido y todo se les pedirá, sobre todo una respuesta interior verdadera que justifique los tesoros que están recibiendo, porque la Gracia de Dios es abundante.
Él quiere que esta Gracia se multiplique y se expanda en el mundo para que, a través de esta Obra concebida para el Sagrado Corazón de Jesús, a través de los servidores de Cristo que se confirman en este tiempo, esta Obra pueda llegar a lugares muy lejanos del planeta.
Porque ya les dije una vez, compañeros, no serán muchos los que Me servirán en este tiempo final; pero los que Me sirvan en este tiempo final, aunque sean pocos, tendrán que ser verdaderos; así como esta Verdad que los trajo hasta el presente desde el primer día que se manifestó este sagrado lugar, este punto de Luz para la Jerarquía.
Quiero anunciarles con toda gratitud, con toda reverencia y con toda la aspiración interior que aquí colocaré a algunos sacerdotes para que sustenten, junto con sus hermanos y hermanas, este nuevo ciclo del Núcleo-Luz, a través de su sagrada tarea en la Casa de San Lázaro como también en los demás proyectos de los que participarán en los próximos tiempos; porque el canal espiritual deberá estar bien fortalecido para poder abarcar y abrazar a la mayor cantidad de almas, en este y en otros planos, que a través de la Casa de San Lázaro buscarán el alivio del sufrimiento.
Quiero que sepan que aquí, en esta casa consagrada a Mi Madre Santísima, su Maestro y Señor, Cristo Jesús, en el más profundo y anónimo silencio, encuentra un lugar de reposo y de alivio.
Es tiempo, compañeros, que perciban Mi Presencia Espiritual aquí, que sepan que nunca los abandonaré, pero que siempre los impulsaré a que vuelen con sus propias alas hacia las dimensiones y planos de consciencia en donde debe materializarse la Voluntad de Dios en esta superficie.
Como lo pedí en otro lugar de esta Obra, deseo aquí la Fuente del Cristo Curador, el Insondable y Sagrado Corazón de Jesús, para que los que crucen la sagrada puerta de esta casa encuentren Mi Agua de Vida, que los purifique y los lave, que los alivie y que los renueve para el próximo servicio.
Esta agua de la Fuente del Cristo Curador será bendita no solo para el Santo Sacramento del Bautismo, sino también para los que la quieran beber o la quieran llevar consigo para bendecir sus casas y familias.
Vean, compañeros, cuán simple pero cuán profundo es el Amor de Dios, que se esconde en lo que es silencioso y anónimo, que se aparta de cualquier protagonismo y exposición; porque Dios está presente en la vida de los peregrinos, de los buscadores de la paz y del bien, de los que trabajarán en estos tiempos críticos para que los valores de la dignidad humana, de la fraternidad y, sobre todo, del amor no se disuelvan de las consciencias.
Tendrán Conmigo dos días más de encuentro en esta sagrada casa. Les pido que, en estos días que aún vivimos de Cuaresma y de vacío interior a través de sus propios desiertos, ofrezcan cada tarea y cada servicio en nombre del Señor. Así como también ofrezcan los días de la Maratón de oración a Mi Sagrado Corazón.
Mi Mirada estará atenta a las acciones de Misericordia, para que los graves errores que hoy se cometen, en el mundo y a través de las guerras, puedan ser disueltos y se conceda un tiempo más de paz en el mundo.
Por eso, Mis amigos, la paz debe comenzar primero en ustedes, cuidando sus palabras, cuidando sus gestos, cuidando sus actitudes, cuidando sus pensamientos y sentimientos, cuidando al prójimo antes que a ustedes.
Así, la caridad fraterna, inspirada a través de los tiempos por muchos santos y bienaventurados, no se disolverá en el mundo y concederá la paz; y esta caridad fraterna se reflejará en sus rostros con una hermosa sonrisa por servir a Dios. Así, sus propios sufrimientos y agonías se disolverán, porque quién sirve a Dios se libera para siempre de sí mismo.
Tomen en cuenta todo lo que les digo y guarden Mis Palabras en sus corazones.
Una vez más, les agradezco por estar hoy aquí.
Bendice, Señor,
a los que escuchan Tu Llamado.
Bendice, Señor,
a los que te sirven incansablemente.
Abraza con Tu Amor
a los que invocan Tu Nombre,
y guía los pasos de los consecuentes.
Que las heridas y los agravios de los corazones,
por todas las ofensas que hayan podido recibir
a través de los tiempos,
se sanen.
Glorifica, Señor,
a los que sirven anónimamente;
silencia a los que hablan injustamente.
Porque Tu Poder y Tu Luz estarán
en los que siempre te dicen sí y no retroceden,
porque entregando sus vidas en Tus Manos,
entregando sus consciencias a Tu Corazón, Señor,
el tiempo de la consumación se cumplirá;
así como Tu Amadísimo Hijo lo cumplió
cuando expiró en la Cruz.
Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
El guardián y celador del Plan Divino
1. Es aquel que obedece con prontitud, antes de pensar en obedecer.
2. Es quien se adhiere a la Voluntad Divina y desde su plano trabaja para vivirla y manifestarla.
3. Es quien protege, de sí mismo, el Sagrado Misterio.
4. Es quien ama lo desconocido espontáneamente, aunque no lo conozca.
5. Es quien profesa y vive la humildad a través de la donación permanente.
6. Es quien trabaja todos los días para poder vivir la transparencia dentro de su grado de consagración para, algún día, vivir la Verdad.
7. Es quien aspira, ardientemente, a los mejores resultados espirituales en el semejante.
8. Es quien aprende a amar a través de los errores, para algún día poder amar sin condiciones.
9. Es quien no saltea las reglas y los códigos internos que se colocó a sí mismo.
10. Es quien asume vivir el dolor de la humanidad, pero trabaja todos los días para trascender la condición humana.
11. Es quien no teme equivocarse, pero teme no poder reparar el error, mas confía en la infinita Misericordia.
12. Es quien aspira a perder el control de sus decisiones, para algún día vivir las decisiones divinas.
13. Es quien reverencia la Instrucción y la hace parte de sí, aunque crea que no la necesita.
14. Es quien reconoce el Poder y la Gloria en un solo Dios, presente en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
15. Es quien no se olvida del otro.
16. Es quien aprende a ser compasivo consigo mismo, para aprender a ser compasivo con los demás.
17. Es quien ya no se justifica, sino que se coloca siempre disponible.
18. Es quien entiende, más allá de sí mismo, el Plan de Dios.
19. Es quien vive la Justicia, pero primero vive el Amor.
20. Es quien se solidariza con todos.
21. Es quien, más allá de todo, cumple su deber sin reclamos.
22. Es quien no retrocede, sino que siempre avanza.
23. Es quien promueve y gesta la hermandad.
24. Es quien erradica, dentro de sí, la indiferencia y la falta de colaboración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Cuando te aquietas puedes mirar adentro de ti y saber, verdaderamente, qué es lo que sucede.
Este no es solo un trabajo de reflexión y de meditación, sino una búsqueda incesante del conocimiento y de la realidad.
En este momento, volverse hacia adentro de sí es sintonizarse con los mundos internos, es saber descubrir la verdad que está más allá de lo concreto, es encontrar la vida del espíritu y en el espíritu ingresar a través de las puertas hacia el cosmos.
Saber lo que sucede dentro de ti es muy importante, porque el universo te revelará lo que tanto espera. El esfuerzo de hacerlo es permanente, pero las respuestas llegarán de tiempo en tiempo.
¿Por qué hoy te digo esto?
Porque las almas hoy no miran hacia adentro de sí, sino hacia afuera de sí; y muchas de las experiencias que viven en esta Tierra podrían ser aliviadas y tal vez no sería necesario transitar por ciertas pruebas.
La apertura al mundo interior es fundamental en este tiempo, porque el mundo consciente tiene que llegar a descubrir la verdad para poder comprenderla y después aceptarla.
El camino crístico está fundamentado en la búsqueda incesante de la realidad dentro de sí, no como algo personal ni tampoco como algo grupal; es una actividad inteligente, muy interna, que le permite al alma saber en qué momento se encuentra y cuál será su próximo paso.
Saber lo que sucede dentro de ti es tener consciencia de lo que hay que transformar y corregir, dónde debe estar tu atención y tu vigilancia para que nada te sorprenda.
La búsqueda incesante del conocimiento dentro de ti te traerá muchas respuestas, y también claridad para saber cuál será el próximo paso.
En los mundos internos se encuentra la Jerarquía, allí está el epicentro principal de todas sus actividades y obras.
Nada externo podría estar fundamentado o materializado si no existiera un conocimiento interno, una búsqueda permanente de la verdad y de la realidad para poder conocerlas.
Dios escribe en los mundos internos a través de intuiciones, de percepciones y de sentimientos.
En esta búsqueda incesante de la Verdad, la mente solo tiene que colaborar y no interferir; porque lo que hay en los mundos internos de las almas es muy valioso, pero también desconocido.
Es allí, en esa búsqueda, en esa aspiración, en ese trabajo continuo que encontrarán la sabiduría interna para este momento crucial de la humanidad, en el que las respuestas externas no son claras y desvían a las almas del camino del Propósito.
A medida que se aproxima el fin de los tiempos, también aumentan los impulsos humanos que llevan a las almas a tomar una decisión de vida definitiva, sin sabiduría ni discernimiento. Esto trae como consecuencia aprendizajes innecesarios, sufrimientos innecesarios, experiencias que no están previstas, solo porque desde punto de vista externo el alma quiere vivir su propia voluntad.
Desprenderse de aquello de lo que uno cree tener poder, control, autoridad o soberanía, es un trabajo eterno que lleva a la consciencia, a la propia alma, a encontrar en sus niveles internos todo aquello de lo que se deberá despojar paulatinamente. Y en esa búsqueda incesante del conocimiento interno podrá tener las llaves que necesita para resolver sus experiencias inconclusas, pero también las marcas del sufrimiento.
Cuando las almas se vuelvan hacia dentro de sí, no como algo personal e individualista, sino para encontrar la verdad que Dios guarda en cada corazón humano, el mundo comenzará a cambiar. Mientras eso no suceda, el mundo seguirá sufriendo, y eso aumentará.
En esta escuela del planeta Tierra, a las almas les corresponde la mayor parte en el camino de la transmutación, de la purificación y de la redención; porque al no cumplirse las Leyes no existe equilibrio ni armonía. La purificación los coloca, poco a poco, dentro de la Ley, de la cual alguna vez se apartaron.
Las Leyes del universo existen no solo para guiar a la manifestación de la Creación, sino también para orientar a los mundos internos, en los que en verdad, se debe concretar la experiencia de la vida crística, sin teorías ni ilusiones, de una verdadera vida crística basada en el bien común, en la fraternidad, en el amor y en la Misericordia.
Pensar en los atributos, en el día a día, permite ayudar a que los mundos internos de las almas se fortalezcan, y a pesar de lo que suceda en el mundo externo, en la adversidad o en la oscuridad, las almas no perecerán.
Pero la plataforma fundamental de sus vidas debe ser la confianza en Mi Presencia. En esa confianza Yo puedo depositar los principios, leyes y atributos que, de tiempo en tiempo, necesitan para que sus vidas se santifiquen, para que sus misiones se cumplan en este tiempo.
El servicio para con el universo no es personal, sino universal. Esta pautado en la unión fraterna de muchas consciencias internas que, en los diferentes planos de consciencia, colaboran e impulsan Mi Plan.
Es así, que una gran red de Amor, de Luz y de Misericordia se manifiesta en los diferentes planos de consciencia, desde la vida inmaterial hasta la vida material; y es con esa red de unión de consciencias en el Propósito que ustedes deben unirse en este tiempo.
Así podrán salir de lo superficial y de lo indiferente. No serán abrazados por el odio, por la intolerancia, por la rabia, por la indignación, sino que desde sus mundos internos al igual que muchos seres internos en el universo, serán constructores del Plan del Retorno de Cristo.
Porque la gran construcción interna de Mi Retorno es la más importante, es allí en donde todo se dará y se realizará, es en ese estado de consciencia en donde nacerá la Nueva Humanidad.
Una verdadera respuesta, interna, de sabiduría, llega a través de la quietud y no de la aprensión, tengan esto presente en el momento de tomar decisiones.
La Luz del Universo puede guiar a todas las formas y consciencias, la Luz del Universo les entregará lo que estrictamente necesitan sin desperdiciar su Principio Divino.
Si la búsqueda de los mundos internos se detiene, el planeta no lo soportará. Es en los mundos internos en donde todo se comprende y se acepta, en donde todos son iguales como consciencias y espíritus. Porque es allí, en donde todos pueden reconocer su origen en la Fuente y volver al punto inicial, al principio, a la Matriz que los creó en tiempos pasados, cuando aún eran esencias, cuando aún eran parte de la Luz de la Fuente y de la Sabiduría.
Sus experiencias en los mundos internos deben recrear a la Creación para que existan mayores oportunidades en el Plan de salvación de la humanidad y de redención de las almas, en donde la poderosa Fuente de la Misericordia pueda enmendar, reparar y curar a todas las vidas, a todas las consciencias, aunque no lo merezcan.
Mi Consciencia retornará primero a los mundos internos, en donde en lo invisible y en lo aparentemente imperceptible está la verdad de la realización de Mi Obra Redentora.
Desde allí Yo impulsaré el despertar de los Nuevos Cristos, los que, a pesar de sus diferencias y formas de vida, serán colocados a los pies del Sagrado Propósito para cumplir la última Aspiración de Dios: volver a ver a la humanidad en el principio de su origen. Así su historia pesada y traumática se disolverá al actuar la Ley Divina.
Sepan que en lo externo ya no encontrarán la respuesta o la guía que necesitan. Sepan que en lo externo ya no encontrarán aliados para sus ideales o creencias, para sus críticas o juicios de valor.
Quien no se vuelva hacia su mundo interno no soportará la última etapa del fin de los tiempos, porque a medida que pasa el tiempo, el fuego del universo seguirá descendiendo con un voltaje cada vez mayor y removerá las partículas corruptas y malignas de la humanidad para liberarla para siempre.
En los mundos internos ustedes encontrarán el equilibrio, la armonía y principalmente la paz; y podrán ser Mis grandes colaboradores para que otras almas aprendan, a través de ustedes, a soportar el tiempo final.
A medida que el Sol Central expande su corriente de Luz en el universo, también expandirá su presión atómico-molecular, física, eléctrica y magnética; y todo lo que forma parte de la vida, como ustedes, sentirá ese movimiento.
Quien no haya construido su mundo interno, lo haya buscado, reconocido y reverenciado, padecerá las consecuencias del movimiento del universo.
Para que un nuevo ciclo llegue, el actual ciclo debe ser purificado y extirpado en todos los planos de consciencia.
Las energías solares no son ofensivas ni transgresoras, son corrientes del propio universo que regeneran la vida y corrigen lo que ha quedado torcido y fuera de la Ley.
Aún queda muy poco tiempo para trabajar con los mundos internos. Este es el momento culminante, esta es la hora de despertar y no de reclamar, es la hora de la madurez interna, es la hora de corresponder y de seguir el Plan.
Si algún día se sienten cerrados internamente, trabajen para abrirse internamente. Tienen el instrumento de la oración y de la voz para abrir las puertas del universo y para que la ayuda descienda.
Solo les pido que no se sientan víctimas ni se hagan las víctimas; que cada uno, en Mi Nombre, asuma su responsabilidad y sus errores, y los corrija, porque aún la puerta de Mi Misericordia está abierta para auxiliarlos.
Un verdadero mundo interno es aquel que, más allá de sus imperfecciones, busca la transparencia. No es falso, busca la verdad y la intenta reflejar. No es mentiroso, busca el servicio para aprender a sacrificarse. No es traidor, busca la fidelidad para aprender a amar a Dios.
Que el Señor los proteja, que la Luz de la Fuente los impulse a encontrar en sus mundos internos la verdad y el conocimiento, porque los necesitarán. Tienen que aprender a reconocer la realidad más allá de lo que es aparente, su percepción se debe ampliar.
Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Bienaventurados aquellos que, a pesar de todas las dádivas recibidas, siempre se dejan moldear y corregir por las Manos de Dios.
Bienaventurados aquellos que nunca dejan de ser aprendices, aquellos que nunca pierden la oportunidad de observar, aprender y crecer, tornándose cada día más un representante del bien y de la paz en el mundo.
Bienaventurados los que enseñan con el ejemplo y que de sus bocas salen palabras sabias que aman y que corrigen con amor lo que estuviera fuera del camino y del Propósito de Dios.
Bienaventurados los que buscan la humildad, los que trabajan para que otros crezcan, los que aman los pasos dados y las oportunidades recibidas por sus hermanos.
Bienaventurados los que observan las faltas de los demás con compasión y que no afirman y reafirman el error del prójimo para justificar los propios errores y sentirse mejor que los demás.
Bienaventurados los que saben silenciarse para traer la paz, pero que no callan su boca para condenar con el pensamiento, sino que callan la boca para abrir el corazón y, en pensamiento, orar y atraer Misericordia.
Bienaventurados los que son transparentes delante de Dios y del prójimo, los que se liberan de sus amarras a través de la confesión con Cristo, los que no temen verse imperfectos, frágiles y pequeños a los ojos del mundo.
Bienaventurados los que, a pesar de todo, creen y buscan el Reino de Dios en el propio interior, los que no niegan su condición humana, sino que la reconocen como un pasaje hacia algo mayor.
Bienaventurados los que buscan lo sagrado en la vida sobre la Tierra, los que no se contentan con las energías del mundo y solo caminan hacia el Corazón de Dios.
Bienaventurados los que creen en las esferas celestiales, en la vida universal y superior, los que se saben solo una pequeña parte de una vida inmensa y desconocida.
Bienaventurados los que siempre se reconocen ignorantes, pero que no permanecen allí; los que se abren para que, en su ignorancia, Dios derrame sabiduría; y los que están siempre dispuestos a profundizar en el Infinito, por el simple hecho de saberse parte de él.
Bienaventurados los que aman de corazón, porque el propio amor les mostrará el camino.
Bienaventurados los que aspiran a ser bienaventurados y se esfuerzan para eso, teniendo como única aspiración cumplir la Voluntad y el Plan de Dios. Sus esfuerzos serán recompensados con la unión perfecta con el Creador.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Para estar en el Corazón de la Jerarquía y mantenerse allí, deberán vivir, por encima de todo, la unidad. Esa unidad que se construye con transparencia y con amor, unidad que se construye sabiendo primero escuchar y después hablar, unidad que se construye siendo capaz de percibir el verdadero valor de cada ser y cómo el otro es una pieza indispensable en la Obra que Dios está realizando en la consciencia humana.
Estar en unidad es saber relacionarse con el otro, consciente de la Presencia Divina en esa relación; es saber que mientras hablan, piensan, sienten, actúan, los Ojos de Dios están sobre ustedes, Su Presencia los bendice, Sus Leyes los conducen.
Colocarse conscientemente en Presencia de Dios, en cada instante de la vida, es lo que alejará de ustedes los estímulos del enemigo e impedirá que sus aspectos más humanos sean los que gobiernen sus vidas. En Presencia de Dios, esos aspectos se van transformando y sublimando, y son sus almas y sus espíritus los que pueden conducir la expresión de sus seres.
Estando en Presencia de Dios, estarán con el corazón en Su Reino, y ese Reino los envolverá, los protegerá y los amparará siempre. Por eso, hijos, este es el gran secreto para mantenerse en el camino de la Jerarquía: estar siempre en Presencia de Dios, bajo Su Mirada y dentro de Su Corazón.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Sintiendo en su pecho una angustia profunda, que no sabía explicar, un alma le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor, en mi corazón hay un sentimiento que no me explico. No sé si es tristeza o confusión. No sé si es angustia o pesar. No sé si me falta un sentido para vivir o si estoy sintiendo Tu dolor, el dolor del mundo. ¿Me podrías explicar lo que siento?”.
Y el Señor le respondió, diciéndole: “Alma pequeña, contempla el Infinito y la vastedad del universo. Contempla la grandeza y la complejidad de la vida. Contempla los misterios ocultos en las estrellas. Tu propio ser es tan infinito como la vida, y lo que sientes y vives muchas veces no proviene de esta Tierra ni de este tiempo, sino de un espacio y de un tiempo distantes de lo que vives hoy. Muchas veces, la angustia de tu corazón proviene del Infinito, de partes de tu consciencia que habitan en el universo, en donde la vida sigue su evolución, creándose y recreándose constantemente.
Pero no importa lo que sientes o de dónde provienes. Si quieres aliviar tu pequeño corazón, solo ven a Mí, que Soy tu Dios y conozco las raíces más profundas de tu ser, de tus pensamientos y sentimientos, en fin, de tu vida.
Ven, alma pequeña, a Mi encuentro, rendida y sincera, transparente y frágil. No tendrás una explicación para todas las cosas, porque a veces no es el tiempo de que conozcas ciertas cosas sobre ti, pero sí de que tengas un alivio para todo, que se encuentra en Mí.
Por eso, ven a Mí humilde, sabiéndote pequeña. Ven a Mí como una hija que encuentra refugio en su padre, y te explicaré lo que pueda. Y, cuando no fuera el tiempo, solo te aliviaré, y sea cual fuera Mi respuesta, ella te hará crecer, porque a veces creces por el conocimiento y otras veces creces por saber que nada sabes”.
Que este diálogo, hijos, les enseñe a buscar el alivio siempre en Dios y a no siempre encontrar las respuestas, sino a agradecer tanto por Su Silencio como por Su Voz y, sobre todo, acoger el Amor de Su simple Presencia.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimoquinto Poema
Madre y Señora de la Verdad Absoluta,
condúcenos, en esta vida,
por el camino de la transparencia y de la donación.
Que nuestros esfuerzos sean semejantes
a los esfuerzos internos que hizo Cristo
durante Su dolorosa Pasión.
Haznos capaces de escuchar la Verdad,
porque aspiramos a ser más conscientes
y a estar más atentos cada día,
para que aprendamos a cuidar y a proteger,
de nosotros mismos, el Plan del Creador.
Vacíanos de mente y de espíritu
para que Tus sagrados impulsos, Madre,
se reflejen en nuestras vidas.
Enséñanos, querida Señora, a amar la fidelidad.
Que nuestras dudas y pruebas
no nos coloquen en el camino incierto.
Que podamos cumplir, amorosamente,
todo lo que el Universo nos pide.
Así, iremos aprendiendo a salir
un poco más de nosotros mismos,
para que, con madurez y consciencia,
llevemos adelante las aspiraciones de Cristo.
Que en nuestras consciencias
se construya el espíritu de la lealtad.
Que abandonemos para siempre
la mediocridad y la soberbia,
para que Tu Hijo pueda encontrar, en nosotros,
un lugar para poder retornar.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimotercer poema
Santísima Madre de la Verdad,
retira de nuestros ojos los velos que nos ciegan,
para que, siendo liberados por Ti de la ilusión,
de la ignorancia y de la indiferencia,
podamos reconocer la Obra majestuosa
de Cristo en la Tierra.
Señora de la Divina Justicia,
llévanos todos los días a comprometernos
con los Sagrados Mandamientos.
Nadie más que Tú
fue el obediente ejemplo de Dios
sobre la superficie de la Tierra.
Por eso, te suplicamos, dulce Señora,
haznos amar cada Ley Divina,
para que nuestras vidas sean espejos
de transparencia, de fidelidad y de compromiso.
Que nuestras emociones no nos confundan.
Haznos ver la realidad
en cada momento de la vida,
para que podamos aprender
y así, descienda sobre nosotros
el don divino de Tu Sabiduría maternal,
porque necesitamos, querida Madre,
madurar y responder como apóstoles de Cristo.
Impúlsanos a buscar la conscientización en todo.
Que nuestra respuesta al Plan Divino
no sea personal ni impulsiva,
sino que sea una respuesta acorde
a la sabiduría y al discernimiento.
Que seamos, ahora y siempre,
guiados por el Espíritu Santo.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo:
La única cosa que Dios espera de ti es que tu vida esté impregnada de transparencia y de verdad.
Que cuando ores lo hagas de verdad, pronunciando cada palabra con todo tu ser y, aunque no comprendas los misterios celestiales y las Leyes Divinas que se mueven en una oración sincera, que lo hagas simplemente por saber que el mundo lo necesita.
Que cuando cantes lo hagas de verdad, emanando cada nota con la simple intención de alabar a Dios como lo hacen los ángeles y los arcángeles, que no cantan para sí ni tampoco por la armonía o el bienestar que se genera al cantar, sino simplemente por saber que el canto abre las Puertas del Cielo y aproxima a las criaturas más necesitadas a Dios.
Que cuando sirvas lo hagas de verdad, reconociendo tus limitaciones, pero siempre dispuesto a superar limites, para que cada día descubras que eres capaz de dar un poco más de ti y así, en esa superación constante, descubrirás el verdadero potencial del ser humano.
Que cuando te esfuerces para transformar algo, que tu esfuerzo sea de verdad y que no importe el resultado de tu transformación, sino tu esfuerzo verdadero en la dirección correcta. Si así lo hicieras, será la propia Misericordia Divina la que ingresará en tu interior y transformará aquello que te parecía imposible. Así, sabrás lo que es ser hijo de la Misericordia y vivir permanentemente en la Gracia.
Que cuando mires hacia el universo en busca de tu origen lo hagas de verdad, abriendo tu consciencia hacia lo desconocido, y no limitando la existencia a tu pequeña comprensión humana. Así, estarás permitiendo que una realidad sublime sea revelada para ti y para el mundo.
Vive cada instante de la vida inspirado por la verdad, rompiendo con la mentira y la ilusión humana, consagrando tu espíritu, mente y corazón con transparencia, con esfuerzo, con valentía y humildad, siempre dispuesto a transponer obstáculos y, al mismo tiempo, siempre abierto a recibir el auxilio que llega, por muchas vías y formas, enviado por Dios.
Si todo lo hicieras de verdad, permanecerás en la Verdad Divina y aun en un tiempo de locura y de incertidumbres para la humanidad, en el que el caos impregna el mundo con nubes de confusión, cuando los hombres estuvieran ciegos por esta oscuridad, tus ojos estarán más allá de las nubes, viendo el sol que se oculta por encima de las tinieblas y sabiendo que la luz siempre permanece, mucho más allá de la aparente oscuridad.
Por eso, hijo, mantén tu corazón en la verdad.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Las Leyes Evolutivas del Núcleo-Luz
Si esos principios y reglas fueran aplicados, los miembros que formen o que formarán un Núcleo-Luz, aprenderán cosas nuevas y no perderán tiempo ni espacio para ayudar a la Jerarquía en todo lo que Ella deberá establecer en el fin de estos tiempos.
¡Les agradezco por colocar estos principios en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Para encontrar a Dios, hijos, basta que sean sinceros de corazón, verdaderos y transparentes.
Cuando se confiesan con Dios y se rinden a Él, lavados por la Misericordia que desciende sobre sus almas, es cuando están preparados para cruzar las puertas del propio interior e ingresar en Su Reino.
No basta querer saber, conocer o adquirir el Conocimiento Divino para engrandecer sus personalidades humanas; porque así, hijos, estarán con sus mentes llenas de las medias verdades que los hombres pueden alcanzar, pero vacíos de la Sabiduría y del Don del Discernimiento y de la Ciencia Divina.
Querer saber es un paso, pero no es todo el camino recorrido. Querer ser es otro paso, que tampoco completa su destino. Rendirse a Dios en humildad es más que un paso, es una llave que les abre la puerta para el encuentro con el Redentor y con el Creador de todas las cosas.
Por eso, les enseño sobre la humildad antes de revelarles las Ciencias Divinas. Por eso, les hablo sobre la rendición antes de hablarles sobre el conocimiento, les hablo sobre el amor antes del entendimiento, les hablo sobre la fe, antes de la revelación de la Verdad.
Para pasar por la puerta estrecha de la unión con el Padre, primero deben retirar de ustedes muchas capas que no les permiten atravesarla. Y eso, hijos, se da a través del Sacramento de la Confesión, de la transparencia, de la humildad y de la rendición ante Dios.
Tienen mi bendición para recorrer ese camino.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
He aquí a la Señora de todos los pueblos y de todas las razas que viene a su encuentro con la potestad del Cetro de Dios en Sus manos, con el amor de las estrellas del cielo en Su Corazón.
He aquí a la Madre y Señora de todos los pueblos del Cielo y de la Tierra, Madre de los hombres, de los ángeles y del Hijo de Dios que viene a su encuentro, trayendo la paz en Su Corazón, derramando Gracias de Sus manos.
Mi Corona de Estrellas derrama Misericordia sobre el mundo. El Cetro de Dios, en Mis manos, detiene a la Justicia que desciende sobre las almas; porque, a pesar de la indiferencia y de la ignorancia de los hombres ante las cosas celestiales, el Amor de Dios por Sus hijos no tiene fin.
Hoy vengo, hijos, por un pueblo que debe recobrar su fe en Dios y su espiritualidad, arrancando de la consciencia las raíces del mal, de la separatividad, de la injusticia y del desamor.
Vengo a mostrarles las puertas de la Iglesia Celestial de su Padre Creador y el camino a través del cual llegarán a ella, independientemente de su cultura, raza o credo en esta Tierra.
Vengo a conducirlos a la conversión del corazón, de la consciencia y de la vida; no para mostrarles una nueva religión, sino para llevarlos a un nuevo patrón de vida, en el que sus corazones se unen a Dios a través de la transparencia, de la verdad y del amor y expresan esta unidad con sus hermanos a través del servicio, de la fraternidad y del amor al prójimo.
Vengo unir el Cielo y la Tierra, en un sacerdocio de perdón y de cura que Mi Hijo Me concedió en la Cruz.
Vengo a guiar a los apóstoles de los últimos tiempos y a los santos de los últimos días; despertándolos y congregándolos, dentro y fuera de la Iglesia, porque no es solo en las Iglesias de la Tierra en donde están los hijos de Dios y los compañeros de Cristo. Yo vengo a buscarlos en los cuatro puntos del mundo porque llegó la hora de despertar.
Mi Corazón prepara la llegada del Mesías al mundo y, así como una vez lo gesté en Mi Vientre y abrí las puertas para que Su Espíritu, Su Alma, Su Cuerpo y Su Divinidad estuvieran en la Tierra entre los suyos; hoy, hijos, vengo a preparar Su Retorno junto a ustedes. Vengo a anunciar la buena nueva de Su llegada al mundo y a preparar a los rebaños que acompañarán al Pastor en la institución de una Nueva Vida.
Él vendrá más brillante que mil soles, con el resplandor de Dios en Su Corazón. Su Faz se mostrará a todos con verdad y poder, más transparente que lo que Él se mostró a Sus apóstoles en Su Transfiguración. Su Presencia hará visible las miserias y las virtudes de los hombres y, con una simple mirada, derribará las estructuras de las falsas espiritualidades de la Tierra. Y los que no supieron amar comprenderán sus errores y se arrepentirán, pero para algunos ya será tarde.
Por eso, hijos Míos, el Redentor envía al mundo a Su Sierva, no para amedrentar a los corazones, sino para despertarlos, para mostrarles el camino de la Misericordia y de la Gracia de Dios.
Vengo para que sus corazones reconozcan los desvíos de sus vidas y se reconcilien con Dios, mientras hay tiempo.
Vengo para que haya amor en los corazones de los hombres y para que este mismo amor pueda curar las manchas y las heridas más profundas de la consciencia de las naciones.
Vengo a decirles y a mostrarles que, a través de la oración, curarán a sus corazones y a sus naciones de todos los errores del pasado.
Vengo para que se arrepientan, hijos, en nombre de la humanidad y que clamen a Dios, de corazón, por una Gracia mayor, porque ella ya está en Sus Manos, pronta para derramarse sobre el mundo, solo basta que le digan "sí".
Hoy reciban con amor Mis palabras y oren Conmigo por un bien mayor. Sientan Mi Presencia en sus corazones. Que Mi Amor les revele un hombre nuevo en su interior para que, a partir de hoy y para siempre, no sean los mismos, sino que estén perpetuamente unidos en amor a su Padre Celestial.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Su Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Quiero que en este día contemplen Mi Universo más allá de todo y que a través de Mi Universo puedan encontrar la Verdad, esa Verdad que viene de Dios y que los elevará, la Verdad de la transparencia y de la sabiduría, una Verdad Divina que los unirá, que los fortalecerá como consciencias y como grupo.
Vengo desde un lugar muy lejano del Universo para traerles y depositarles Mi Paz, no solo como almas, sino también como consciencia planetaria, como raza y como civilización. Porque es un momento culminante que enfrentan en este tiempo y en este ciclo, en el que deben colocar, por encima de todo, Mi Amor consolador y misericordioso. Así como Yo se los enseñé a los apóstoles en el pasado, hoy se los enseño a ustedes, compañeros Míos.
Deben seguir siendo Mis pacificadores, Mis portadores de la paz, Mis servidores del bien y de la luz que escuchan la Palabra de lo Alto y la hacen resonar dentro de sí para que Mis impulsos divinos los transformen, los eleven y los conduzcan hacia el Propósito de Dios.
Sé que es un momento para todos de superación y de pruebas, de extrema confianza y de una infinita fortaleza que es alcanzada a través de la oración del corazón, oración que siempre los conducirá hacia Mi Portal para que, a través de Mi Universo, encuentren Mi Sabiduría, Mi Entendimiento y Mi Paz; atributos que vengo a depositar en un mundo que está enfermo y herido, que ha perdido el sentido de la vida espiritual completamente.
Por eso, en esta era, en este ciclo, en este tiempo, Yo vengo a su encuentro y al encuentro de sus hermanos para recordarles el compromiso Conmigo, para hacerles ver la realidad, una realidad que surge del Corazón de Dios como una Fuente infinita y que permea todos los espacios, todos los universos, todas las galaxias y todas las estrellas.
Ustedes son parte de un macrocosmos, no pueden quedarse solamente en lo que es superficial y material o en lo que es mental o intelectual. Deben traspasar los umbrales de la consciencia para poder alcanzar la Luz Crística que impulsa a todos los espíritus al momento del gran despertar, no solo bajo el Don del amor y de la sabiduría, sino también a través del Don de la humildad y de la resignación.
Eso permitirá equilibrar el mundo y todos los errores cometidos por todos los pueblos y por todas las naciones que, una y otra vez, se apartan del Propósito de Dios, estableciendo principios y modos de vida que no son evolutivos ni tampoco transparentes, que no traen salud espiritual ni mental.
Por eso Dios encontrará en espacios como este, en donde Su propia Vida se manifiesta a través de los Reinos y de las criaturas, a través de los elementos, de todo lo que Él creó y pensó con detenimiento por amor a ustedes para que pudieran vivir y reconocer la felicidad de Dios de tener criaturas en este planeta y en otros que lo amen, que lo reconozcan, que lo veneren y que lo acepten como Su Padre Celestial.
Por eso hoy vengo desde un horizonte infinito llamado "Universo de la Consciencia de Dios", en donde todas Sus Fuentes de Luz y Sus Fuentes Cósmicas están presentes para interrelacionarse con este universo material y también con el universo mental en el que los ángeles están presentes y también participan de este Propósito Divino desde eones de tiempo, desde un tiempo aún no conocido ni identificado por el ser humano de superficie.
Lo que Yo les traigo desde el Universo es algo más que abstracto, es algo más que inmaterial, es algo más que espiritual. Por medio de Mi Corazón les traigo aquel principio que originó la vida y la existencia, que trajo para todos el sentido y el por qué estar viviendo aquí y estar aprendiendo aquí, junto a sus hermanos de camino y a la humanidad.
Para encontrar ese sentido y ese camino, Dios se espeja y se refleja una y otra vez en la Creación por medio de la naturaleza, de los océanos, de las montañas, de cada Reino menor que aporta a la Tierra un principio espiritual y un principio de elevación que hasta ahora la humanidad no ha conocido y que recién en este tiempo está despertando para conocer esa sabiduría que se expresa y se guarda en los Reinos de la Naturaleza.
Por eso Dios envía a sus Mensajeros, a los Sagrados Corazones, a peregrinar por el mundo para que todas las razas y todos los pueblos puedan despertar y reconocer a Dios en todo lo creado y puedan estar en comunión con Él sin agredirlo ni lastimarlo, sin ofenderlo ni maltratarlo, a través de los Reinos de la Naturaleza.
Dios manifiesta Sus Atributos también en los Reinos menores. Dios espeja Su Voluntad también a través de los Reinos menores que traen en su esencia grupal el Universo de Dios, que es el Universo del Amor y de la Sabiduría que permite mantener un contacto interior con la Fuente y con todos Sus Dones.
Con esto quiero decirles, compañeros, que su misión intelectual y espiritual debe ir más allá de las apariencias, de los aspectos humanos o de las resistencias. Deben aplicar en sus vidas la Ley del Amor que Yo les enseñé por medio de Mi sacrificio, no solo en la vida pública, sino también en la Cruz y en cada gota de Sangre derramada por la liberación y redención del mundo y de sus criaturas.
Ahora es el tiempo de que todo el mal se revierta y sea transmutado en Luz, en la poderosa Luz que viene del Universo espiritual y cósmico, para que las consciencias de la Tierra, los seres humanos, tengan una piadosa oportunidad de despertar y de volver encontrar el sentido de estar aquí, más allá de lo material o de lo intelectual.
Hoy los coloco ante una de las Voluntades de Dios, aún no revelada al mundo, pero que se hace presente a través del Hijo, el Hijo Amado por el Padre, por el Padre que ama a todos Sus hijos.
Coloquen en su corazón este mensaje e intenten descubrir su sentido y su esencia para que, más allá de todo, puedan percibir la realidad de todo lo que les quiero decir en este momento.
Después de todas las oraciones que hoy son ofrecidas amorosamente por ustedes, haciendo expandir el Amor Crístico de Mi Corazón por las almas y el planeta, Me aproximo a ustedes para hacerlos portadores de Mi Paz y de Mi Amor, para que Me sientan cerca y para que escuchen Mi Corazón.
Hoy les dejo Mi bendición y Mi paz, Mi renovación y Mi confianza, a fin de que todo esto pueda tocar a las almas del mundo y sus esencias.
Les doy Mi Paz y bajo Mi Luz los bendigo universalmente.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nadie, hasta ahora, se arrodilló en este lugar y por esta tierra para implorar la Misericordia de Mi Corazón.
Por este motivo y por muchas otras razones, su Maestro y Señor sigue trabajando en tierra italiana para desenmascarar todo lo que ya no estará más en la próxima humanidad.
Los corazones transparentes serán los que alcanzarán el Reino de los Cielos. A través de ellos haré nuevas todas las cosas y entregaré Mis Gracias a todos los que las supieron reconocer y valorar.
Aún hay tiempo para que Italia viva la Misericordia de Dios, pero primero deberá existir un sincero y verdadero arrepentimiento para que la Ley de Mi Amor pueda apartar, del camino de los perdidos, la Ley de la Justicia.
Nápoles es una tierra llena de malas historias. Por eso, solo la Luz de Mi Misericordia podrá limpiar y purificar lo que las almas Me permitan.
Abro la puerta de Mi Corazón para que todo sea liberado.
Los llamo a todos al arrepentimiento total de todos sus actos.
Llamo a Italia a recapacitar y a reparar lo que fue violado y ultrajado. Así la nación será merecedora de algo grandioso que la salvará y que vendrá del Cielo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Confiésate con Dios para llegar al camino de Su Corazón y encontrar las respuestas plenas de sabiduría que Él tiene para ti.
Deja que tu corazón, al ser transparente delante del Padre, encuentre el camino para ingresar en Su Verdad y en Su Amor.
El Creador te quiere hacer partícipe de Su Sabiduría infinita, del conocimiento de Sus Leyes sublimes, de Su Verdad celestial, pero para eso, hijo, debes comenzar a abrirte a conocerte a ti mismo profundamente, sin capas, sin máscaras, sin resistencias, para encontrar lo más oculto que hay en tu consciencia humana.
Es solo develando la ilusión que conocerás la verdad. Siendo verdadero delante de Dios, encontrarás lo más puro que hay en ti, y es en tu propia esencia que todo te será revelado, porque allí encontrarás el camino hacia Dios.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Finalmente, Mi Obra se cumplirá siempre en los corazones humildes, lugar y recinto en donde Yo podré llevar adelante Mi Plan de Amor y podré irradiarlo hasta los confines de la Tierra.
Silenciosamente, Me encuentro en el corazón de los humildes, en todos los que son capaces de representarme con humildad, transparencia y pureza. Yo residiré siempre en esos corazones, estaré presente para acoger al necesitado, al enfermo, al moribundo, al que aún no encontró Mi Luz.
En el corazón de los humildes Yo vivifico Mi Proyecto y cumplo, de tiempo en tiempo, con los pedidos de Mi Padre.
A través del corazón de los simples, Yo puedo elevar la consciencia de la humanidad y puedo santificar a los que ingresan, por primera vez, en Mi Camino.
En el corazón de los humildes Yo deposito, con confianza, Mi Iglesia Celestial y hago partícipe al corazón humilde de Mis Dones y de Mis Gracias.
En el corazón de los humildes encuentro la pobreza y el vacío, la simplicidad y la paz para poder regresar y aliviar Mi Espíritu.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Separarse de Mí significa separarse de la Verdad. Lo mismo es desconsagrarse de Mí, es perder la aproximación de Mi Corazón a la vida del ser.
Existen almas que vinieron a la Tierra con un compromiso espiritual que es irrefutable y que va más allá de toda la situación humana, moral o interna.
Cuando esa alianza entre el alma y Mi Corazón se quiebra, todo lo que rodea al mundo, sus más inexplicables miedos, frustraciones y engaños de un aparente bienestar llegan a la vida de quien, por voluntad propia, se separó de Mí.
En verdad, quien en este tiempo tiene el coraje de llevar adelante semejante acción significa no haber aceptado, vivido ni participado ni una sola vez de los códigos que una vez Yo derramé y entregué a quienes antes Me seguían.
En ese sentido, es la acción de la propia alma lo que impide la intervención de Mi Divina e Insondable Misericordia.
No existe ser sobre la superficie de la Tierra que después de haberme abandonado y después de haber abandonado a sus hermanos descaradamente, pueda tener paz o alegría en un momento tan crucial como este.
Este es el tiempo de darlo todo o de retenerlo todo. Es el tiempo en el que las almas fácilmente ponen en juego su camino espiritual por sentirse desajustadas.
Quien en verdad bebe de Mi Fuente nunca sentirá sed aunque se esté purificando.
Esta es Mi declaración de transparencia para los que se hayan decidido a vivir en la Verdad.
¡Les agradezco por considerar Mis Instrucciones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Me alegra saber que Me puedes abrir tu corazón sinceramente y que, a través de tus hermanos, Yo te puedo escuchar, aliviar y alentar a seguir caminando por esta senda de la Sagrada Redención.
Me alegra saber que puedes ser transparente y cristalino con tus hermanos más próximos y que no sacarás ventaja o beneficio al dialogar con tus semejantes.
Me alegra saber que todavía existe, dentro de ti, esa verdad inalterable, esa humildad que es capaz de colocar la realidad y las situaciones tal como son, sin agregar nada personal o emotivo.
Me alegra saber que puedo contar contigo, que a pesar de tu purificación o de tus pruebas, eres fiel y trabajas todos los días por serlo un poco más.
Me alegra saber que tu ser no se esconde detrás de una máscara de barro para intentar pasar desapercibido.
Amo la verdad que Me pueden dar Mis amigos porque en esa verdad Yo construyo lo nuevo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando el Cielo viene a tu encuentro y la Boca de Dios pronuncia tu nombre, sabe, hijo, que tu corazón ocupa un lugar importante en el Corazón de Dios. No porque tú seas merecedor de ese espacio de amparo en el interior del Padre, sino porque tu frágil alma lo necesita para crecer y evolucionar.
Por eso, deja que las Palabras de Dios para ti suenen como un alivio, a pesar de traer en sí los Rayos que convierten tu condición humana y destituyen el reinado de tu ego en tu interior.
Permite que tu ser sea transparente delante de Dios y solo aspira a encontrar Su Verdad.
Deja que Él te conduzca al vacío; así cumplirás con lo que Él espera de ti y retornarás hacia ese espacio que tienes en Su Corazón.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más