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Queridos hijos en Cristo:
El poder que tiene la adoración al Santísimo es desconocido por el mundo.
Verdaderamente Mi Hijo se encuentra presente en la Eucaristía y principalmente en todos los corazones que, habiéndose confesado, reciben el Cuerpo Eucarístico de Cristo.
En cada adoración como en cada nueva comunión se puede establecer la unión esencial entre el Universo Espiritual y el material, y una gran cantidad de dones divinos pueden encarnar en los corazones de los más simples. Es a través de la adoración que se establece el Reino de Dios, y así las leyes renuevan los principios de la vida de santidad y de servicio.
Hijos, en la adoración se encuentra el gran portal hacia los Cielos, en el que vuestras almas pueden ingresar en comunión con el Altísimo Dios del Universo.
A través de la sagrada adoración al Cuerpo Eucarístico de Cristo son cerradas las puertas al mal, y los ángeles ayudan en la liberación del desorden colectivo y mental.
Queridos hijos, estar frente a Mi Hijo requiere de entrega, de confianza y de humildad para que los verdaderos principios de la fe, los que están basados en el amor y en la devoción, puedan actuar en vuestras vidas.
Hijos, si la humanidad observara por un momento la importancia de la adoración a Cristo y mirara menos la computadora, les aseguro, Mis queridos, que la humanidad estaría lejos del castigo por tanta crueldad y maldad.
Por eso, ustedes que están más despiertos, sean embajadores y adoradores del Cuerpo Vivo de Cristo, así en la Tierra existirá un hilo de misericordia que irá revirtiendo muchas cosas. La decisión está en vuestros corazones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los encuentra en la sagrada adoración a Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en tiempos de Apocalipsis solo vivan en la fe del corazón.
Por eso, hijos, que vuestras almas confirmen al Padre Celestial el sentimiento absoluto de confianza y de amor, que cada uno de ustedes tiene por el Creador.
Hoy derramo sobre vuestros espíritus el poder Creador del Amor de Dios, algo que la humanidad olvida buscar y practicar con el corazón.
En estos tiempos, será el Amor Vivo de Dios que los ayudará a soportar el ciclo de los cambios internos, que llegará para todos sin excepción.
Hijos Míos, busquen el Amor de Dios a través del Amor que Cristo incansablemente les ofrece todos los días. Por eso, Mis manos hoy tocan vuestros corazones para encenderlos en la Luz del Amor del Creador, en el Amor que confía, en el amor paciente, en el amor renovador.
Tomen en vuestras manos el rosario y recen con amor, pues eso los liberará de todo mal y no sufrirán el acecho de las artimañas del enemigo.
Con vuestros corazones en la fe soportarán toda prueba y perturbación y, cuando les llegue el tiempo de enfrentar vuestra purificación, el poder de vuestros rezos los habrá hecho mansos y pacificadores en el Corazón de Cristo.
Permitan, Mis amados niños, que vuestras deudas sean aliviadas y perdonadas.
Confíen siempre en la Misericordia de Dios y no pierdan tiempo en los problemas superficiales.
A pesar de las graves situaciones que vive la humanidad, Yo les traigo la oportunidad definitiva de poder alcanzar la santificación interior.
Todo indica que algo deberá suceder en estos tiempos. Las leyes Universales, que brotan del Corazón de vuestro Padre Celestial, se están conjugando para que la armonía que le falta a este mundo se pueda manifestar.
Solo a través de la determinación abrirán la puerta correcta para que la humanidad entera no pierda la oportunidad de recibir la Misericordia de Mi Hijo.
Siempre los amparo con Mi Amor.
Vuestra Madre reza por ustedes, para que algún día sean aquello que vinieron a ser: ser dignos en el Señor y en Su Insondable Amor.
Recen por aquellos que, influenciados todo el tiempo por las modernidades, están presos en las tecnologías y pierden el hilo interior de luz que los une al Amor de Dios y están presos en las tecnologías.
Sean aquello que Mi Hijo espera: sean apóstoles del amor y de la redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los convoca para amar de corazón y de alma,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día especial, abro nuevamente Mis brazos para derramar sobre el mundo la Misericordia de Dios. Mi Inmaculado Corazón en este día desciende en Gloria y en Espíritu sobre Curitiba, aportándoles para vuestra rápida madurez doce pasos para alcanzar la humildad:
Primero, ver la necesidad del prójimo antes que la propia.
Segundo, reconocer que sin Dios nada se puede hacer.
Tercero, tener un corazón puro, para poder tener una mente pura y en consecuencia un sentimiento puro.
Cuarto, saber que sin Cristo los caminos quedarán inconclusos.
Quinto, considerar como vital la oración permanente y devota.
Sexto, aprender a ser humilde mediante las enseñanzas del Evangelio de Cristo.
Séptimo, ser un instrumento de bien y de caridad para todos.
Octavo, reconocerse como un apóstol y servidor de Cristo.
Noveno, renovarse todos los días a través de los buenos gestos de amor y de hermandad entre los semejantes.
Décimo, vivir todos los días la Pasión de Cristo como un acto y un sacrificio de amor.
Décimo primero, vivir plenamente la unidad con Dios.
Décimo segundo, vaciarse de sí mismo para poder ser llenado por el Espíritu Santo.
Si estos doce simples pasos son experimentados por los buenos corazones, el Señor los ayudará y les mostrará cuán importante es aceptar y vivir la humildad del corazón. Un corazón humilde escucha, no juzga ni cuestiona, se abre para recibir la instrucción del Cielo, después ora y medita en su interior con gratitud y alegría.
Hijos Míos, el mundo ha perdido la humildad, por eso Dios viene nuevamente a vuestro encuentro por intermedio de Mi Corazón Materno. Oremos para que la santa humildad, aquella que les permitirá que se reconozcan como dignos hijos de Dios, pueda gestarse como nueva semilla en vuestros corazones.
Como Madre y Guardiana de todos los corazones, hoy Yo estoy aquí para transmitirles Mi Sagrada Humildad.
Si en verdad el mundo entero orara de corazón y realizara al menos un pequeño acto de caridad y de bien, encontraría el camino de la humildad; pero el enemigo ha conseguido retirar de los buenos corazones esta Sacratísima Llama de la Humildad, por medio de las tentaciones y de los deseos por las cosas modernas y avanzadas.
Queridos hijos, en oración día y noche, Yo clamo a Mi Amadísimo Hijo para que los pocos que hoy son humildes ante los ojos de Dios no pierdan la luz en el camino. Como Madre y Defensora de las almas de Mi Padre, Yo vengo al mundo por última vez para derramar el don de la humildad, sobre aquellos corazones que en verdad se abran para dejar de vivir para sí mismos y, desde este nuevo tiempo, comenzar a vivir en la santa humildad.
El camino de la humildad es para los valientes y en verdad Yo solo lo encuentro entre las almas más simples.
Conságrense todos los días a la Sagrada Familia, para que los tres Sagrados Corazones de Jesús, María y José reflejen, como espejos celestiales, los dones de la humildad y de la nueva vida sobre la Tierra.
Recuerden, queridos hijos, la proclamación que Dios una vez envió para Mi Sagrado Corazón diciendo:
"Mi Alma glorifica al Señor,
Mi Espíritu se alegra en Dios Mi Salvador,
porque miró a Su pobre Sierva.
Por eso de ahora en adelante,
me proclamarán Bienaventurada todas las generaciones,
porque en Mí realizó maravillas Aquel que es poderoso
y cuyo nombre es santo.
Su Misericordia se extiende de generación en generación
sobre los que Le temen.
Manifestó el poder de Su brazo:
derribó a los corazones soberbios.
Derrumbó del trono a los poderosos y glorificó a los humildes.
Sació de bienes a los indigentes
y dejó con las manos vacías a los ricos.
Acogió a Israel, Su Siervo,
recordándole Su Misericordia,
conforme lo prometió a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su posterioridad para siempre".
Guarden en vuestros corazones este lema celestial y pidan a Dios por la santa humildad.
¡Les agradezco por responder en humildad a Mi llamado!
Los ama, los bendice y los cura,
María, Reina de la Paz y de la Santa Humildad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más