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El alma: belleza de la Creación de Dios
Queridos hijos:
Cada vez que un alma consciente de su misión y de su camino en Cristo celebra un nuevo aniversario se establece, en ese día, un puente de unión entre el espíritu y el alma de ese ser.
El alma que celebra el día de su aniversario en la Tierra tiene la Gracia de recibir un impulso de expansión en la consciencia para que la personalidad dé un paso más grande en la transformación.
Mi adversario, con su astucia e inteligencia, borró de la consciencia humana este importante acontecimiento, en que el alma recibe la Gracia de poder emitir un impulso para todo el ser y de expresar el potencial de su belleza. Es así que Mi enemigo creó las fiestas y las diversiones en el día del aniversario de cada alma para que eso no pudiera realizarse.
Los millones de consciencias que existen y que pasan por esas festividades no permiten que un nuevo impulso espiritual descienda a partir del movimiento que lleva adelante el alma de cada una.
Ese impulso que es gestado interiormente por la propia alma en el tiempo que transcurre entre un aniversario y el siguiente, puede traer a cada ser, si la consciencia recibe esa Gracia, los siguientes beneficios espirituales:
Primero, el alma recibe la oportunidad de reposicionar el estado de su encarnación y como consecuencia esto repercute en la vida material.
Segundo, el alma puede concebir estados de expansión de la consciencia a través de cada nuevo aniversario.
Tercero, el alma puede determinar una entrega y una profundización de su camino espiritual dentro del Plan de Dios y así definirse.
Cuarto, el alma puede disponerse para recibir nuevas revelaciones de su consciencia y tomar conocimiento de su origen.
Quinto, el alma puede equilibrar los estados de sus deudas universales y puede recibir impulsos espirituales de la Misericordia.
Sexto, el alma percibe en todo su ser el propósito que la ha colocado en el camino espiritual y el cual vino a cumplir.
Séptimo, el alma tiene la Gracia en su día de aniversario de estar ante Dios y de contemplarlo en Su belleza, recibiendo así un importante impulso que la llevará a vivir grados de amor y de entrega cada vez mayores.
Si cada alma tomara consciencia de esto y, sobre todo, esperara ese sagrado momento, la Divinidad reconocería la verdadera honestidad de cada ser.
Cuando el alma celebra su aniversario, espiritualmente recibe el impulso divino de poder madurar y crecer en consciencia.
Para Dios el alma es una de las principales bellezas de la Creación, porque de ella parten las experiencias de vivir el amor y la escuela del perdón. Todas las almas son emanaciones principales de ese Amor Divino y el alma por sí misma vive su madurez en diferentes etapas, dependiendo de los pasos de la consciencia humana.
Por eso el alma tiene un valor incalculable y es ese tesoro divino que concibe cada alma, el que es buscado todo el tiempo por Mi adversario hasta generar la decadencia de las almas.
Pero como la Madre de todas las almas, Yo establezco Mi legado de amor en cada una de ellas, en todos los corazones que siguen Mis pasos y lucho sin demora para que todas las almas alcancen la iluminación interior y se transfiguren en Cristo.
Hoy derramo Mi Amor en Mi hija Lucía de Jesús, que representa ese ejemplo vivo de conversión para todas las jóvenes almas que en este tiempo encarnan para cumplir su misión.
En Mi hija Lucía de Jesús derramo Mi Luz y la fortalezco para los nuevos tiempos, en unión a Mi santo esposo San José.
¡Cuiden, hijos Míos, la belleza de sus almas!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al día de esta alma,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Muchas veces, los ojos humanos no pueden contemplar la realidad planetaria ni encuentran un motivo real para su propia transformación ni algo que los impacte de forma que genere un cambio inmediato y completo en el ser. Es por eso que, en estos tiempos, vengo al mundo para instruirlos, para que puedan conocer realidades sublimes de la existencia que los conduzcan a una búsqueda superior, a la entrega de la vida a un Propósito Mayor, que es el Propósito de Dios. Vengo para intentar abrir, en los hombres, no los ojos del cuerpo, sino los del corazón.
No vengo para ofrecer a las mentes, hechos concretos ni enseñanzas científicas que comprueben la veracidad de la existencia de una vida superior a la vida de este mundo. Yo vengo para que el corazón sienta, en la simplicidad de Mis palabras, lo que Dios los llama a recordar, y para que la propia consciencia, tocada por la Presencia de los Mensajeros Divinos, pueda encontrar el camino perdido de su Origen.
Como les dijo Nuestro Señor, Cristo Jesús, los Reinos de la Naturaleza padecen por la ignorancia de los hombres, que en todo buscan el poder y el usufructo. Y esa ignorancia es la misma que no les permite encontrar la verdad del corazón humano.
Diciendo así, aquellos que saben oír y que meditan en las palabras de los Mensajeros de Dios comprenderán que todas ellas forman un mismo hilo de luz, que está intentando conducir a la humanidad hacia un único despertar.
Al escuchar las palabras de Cristo, no piensen que son para los otros, sino traten de saber en sus vidas en qué punto están faltando con los Reinos de la Naturaleza; hasta dónde tratan solo de usufructuar física, emocional y mentalmente de los Reinos y desde dónde están intentando colaborar de manera consciente con su evolución.
Su grupo de trabajo debe ser uno solo, unido en el Propósito de Dios. Mientras que unos están con Cristo más directamente, liberando y transmutando las raíces de un mal milenario, los otros deben estar buscando esas raíces dentro de la propia consciencia, para extirparlas con el poder de la Misericordia de Cristo; así, todos juntos, podrán conducir a la humanidad hacia la transformación y darle la oportunidad, a toda la consciencia humana, de vivir algo superior y buscar la vida del espíritu.
Yo los amo y, por eso, les enseño a comprender y a vivir la Voluntad de Dios, expresada en las palabras de Sus Mensajeros.
San José Castísimo
Mediten en este día sobre el retorno al Origen y no busquen los conceptos mentales que dentro de su consciencia se confunden, por la distancia que existe entre lo que el hombre sabe
sobre la verdad y la propia Verdad.
Están en un tiempo en el que recibirán muchas claves, para que, de manera armoniosa, el ser encuentre la unidad con la Creación y se reconozca incluido en ella, dentro de sus leyes y en obediencia al curso de su evolución.
Sé que muchos se sienten sin recursos internos ni externos para meditar sobre algo tan sublime y aparentemente tan distante. Pero el Origen, así como toda la historia de sus espíritus, se encuentra dentro del propio corazón. Lo que sucede es que ustedes se ocupan mucho más en pensar que todas estas cosas no existen o en cómo ellas son inaccesibles, que en buscarlas y seguir las instrucciones que les entrego.
Solo les pido que sean humildes para que no confundan ni interpreten con la mente lo que únicamente el corazón puede comprender, porque de la misma forma que la mente toma muchas decisiones que el corazón no entiende y no acepta, también el corazón tiene dentro de sí verdades que solo él puede comprender.
El tiempo de este mundo, marcado por las agujas del reloj, está dejando de existir para dar lugar a un tiempo eterno, en donde solo el presente es la realidad y todo lo demás está guardado como experiencia en la consciencia.
Por eso deben comenzar, desde ya, a desestructurar los conceptos de la existencia humana, de la vida sobre la Tierra y también los conceptos que tienen formulados en la mente sobre Dios, Su Plan y toda la Creación, porque la Verdad saldrá a la luz, y en nada se asemejará a lo que ustedes conocen.
La consciencia humana mezcló principios de verdad con fantasías en todas las formas de comunicación del mundo y, así, ustedes dieron una señal a sí mismos de que la única verdad que existía era la gran ilusión que vivían en la materia.
Una vez más les pido que Me escuchen con el corazón. Contemplen su interior y busquen ahí la verdad sobre sí mismos y la unión que hay entre lo que está vivo en la propia esencia y todo lo que les digo.
Yo los amo y por eso les entrego pequeñas claves e impulsos para el despertar de la consciencia.
San José Castísimo
Queridos siervos de Dios Altísimo:
En este día les digo que para que puedan vivir aún en este mundo, las Leyes Superiores que se viven en el universo, tendrán que reencontrar lo sagrado.
Lo sagrado es el don de conocer la Presencia de Dios en todas las cosas. Lo sagrado colma el alma y aproxima el espíritu a la materia corrupta, para volverla pura y limpia.
Encontrar lo sagrado es una forma simple de decir que la consciencia está recorriendo el camino de las Leyes Universales. Y la clave para descubrir lo sagrado en todas las cosas es la reverencia.
A diario las fuerzas de oposición al Plan de Dios intentan destruir lo sagrado como concepto en la vida humana, y esto comienza desde la infancia, degradando las relaciones familiares.
Es por eso que Mi Casto Corazón desciende al mundo para hacer un llamado especial a las familias. Así como pude vivir lo sagrado con la Santa Familia de Nazaret, hoy les pido que celen por lo sagrado dentro de sus familias.
Que desde la infancia los niños puedan conocer el amor, la reverencia a Dios, así como al prójimo; la reverencia a las ceremonias, a la oración, a los Reinos de la Naturaleza, a la vida.
No permitan que se pierda de los corazones de los pequeños la pureza que ellos traen. Cuiden las influencias que ellos reciben; prefieran el contacto con los Reinos de la Naturaleza al contacto con las tecnologías. No solo traten de distraer a sus hijos, hermanos, nietos, sobrinos… sino asuman esas pequeñas almas y sean para ellas el ejemplo para seguir. Que encuentren en la vida del espíritu la alegría de estar en la vida, y esto se dará por medio del ejemplo de ustedes.
Una vida vacía de amor, vacía de Dios y de Su Santo Espíritu está construyendo la actual juventud del mundo, que no encuentra más sentido para la vida, porque sus almas que vinieron al mundo en este tiempo para cumplir una misión específica no están encontrando, en lo que el planeta ofrece, aquello que Dios les encomendó realizar.
Por eso, celen por los jóvenes y por los niños del mundo y háganse responsables de aquellos que tienen a su lado. Muéstrenles la vida del espíritu, de la oración, de la búsqueda espiritual, de las cosas que trascienden la vida en la materia. Porque aquellos que están naciendo en este tiempo tienen la misión de recordar su origen, para atraer así hacia el mundo el nuevo tiempo, la Nueva Humanidad. Por eso, es importante conducirlos por el camino correcto, antes de que el alma se confunda con todo lo que el mundo ofrece, como las superficialidades y los falsos caminos espirituales.
Hagan esto por el Plan de Dios y por el futuro de la humanidad,como también de todo el universo.
Yo los amo y les dejo Mi amoroso impulso de salvación, sobre todo a los jóvenes y a los niños de este mundo.
San José Castísimo, siervo de Dios, eternamente
Queridos compañeros y siervos de Cristo:
Hoy los invito a que comprendan la importancia de unirse inmediatamente al Propósito de Dios y, como soldados de Su Ejército de Luz, que estén dispuestos a entregar sus propios planes y aspiraciones para que se cumpla el Plan Único, el Plan de Dios, por el bien y por la salvación de toda la humanidad y de todo el planeta.
En estos tiempos, queridos, el universo entero se congrega a cada instante, por medio de sus representantes, para guiar de la mejor manera a la amada humanidad.
Es de esa forma que descienden al mundo impulsos de luz, de redención y de reconciliación que, muchas veces, los corazones no serían merecedores de recibir; pero la intercesión de los Mensajeros Divinos, junto con los verdaderos soldados orantes de la Tierra, está ofreciendo nuevas posibilidades a los seres de este mundo.
Un tiempo atrás, la probabilidad que Dios tenía para la humanidad era que despertaran unos pocos, que serían las semillas para un nuevo futuro. Ahora, gracias al poder de la oración, esa probabilidad aumenta. Por esto, otros hermanos suyos, que no despertarían a tiempo, están recibiendo la posibilidad de reconocer su origen y, así cumplir, al menos en parte, la propia misión.
En cada vuelta de la espiral de la evolución, los seres humanos sorprenden al universo y, ahora, la tarea de los Mensajeros Divinos encuentra espacio para ampliarse y revelar a los corazones lo que vinieron a hacer en este mundo, despertando así su potencial de amar y perdonando el pasado que los ataba a una cadena involutiva.
Sé que muchos no comprenderán Mis palabras inmediatamente, sin embargo, guárdenlas en el corazón, porque aquellos que hoy no las comprenden verán llegar la hora del propio despertar y, ahí sí, al fin las comprenderán.
Les digo todo esto en este momento para que puedan adherirse a los cambios de los Planes de Dios, que son permanentes, porque la humanidad es imprevisible a los ojos del Creador. En estos tiempos, en el que ningún alma podrá perderse del verdadero camino, el Señor está entregando todo para la manifestación de Su amado proyecto de cura y de redención universal, por medio de los seres humanos.
Yo los amo y nuevamente les pido que guarden Mis palabras solo en el corazón; él, por más que no las comprenda, recibirá los impulsos que provienen de ellas, para algún día poder comprenderlas. Paz y redención para todos.
Su padre e instructor,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Un alma que ora con el corazón es, para Mí, predilecta, porque la llamaré intercesora entre Dios y los hombres.
Un alma que se consagra a la vida de oración es, para Mí, predilecta, porque la llamaré instrumento de Dios en el mundo, puerta de Su Misericordia para los que más la necesitan.
Un alma que busca, sedienta e incansable, la Fuente de la vida universal es, para Mí, predilecta, porque la llamaré precursora de la Nueva Raza, semilla de la Nueva Humanidad, que vivirá la paz, el perdón y la redención.
Un alma que busca la redención y camina en dirección al Infinito sin perder de vista el retorno al origen celestial es, para Mí, predilecta, porque la llamaré luz del mundo, guía de los perdidos, camino seguro, un ejemplo a seguir.
Un alma perdida que Me extiende los brazos es, para Mí, predilecta, porque representa Mi posibilidad de ayudar a muchos más; la llamaré razón de Mi venida al mundo.
Un alma pecadora que se arrepiente de corazón y busca el perdón de Dios es, para Mí, predilecta, porque le muestra al Universo que esta humanidad aún es rescatable; la llamaré esperanza divina en el corazón humano.
Un alma que no cree en Dios, que no lo busca, que no se arrepiente de sus pecados y sigue causando el mal en el mundo, también será, para Mí, predilecta, porque esa alma Me impulsará a ser incansable, y Mi Corazón no se retirará de este mundo hasta que la última de ellas sea rescatada; la llamaré Victoria de Cristo en el mundo y en el Universo, porque algún día esa victoria ocurrirá.
Mis amados, quiero con estas palabras, decirles que todas las almas de este mundo son predilectas ante Mi Corazón; cada una de ellas Me impulsará a derramar sobre la humanidad una Gracia diferente de Dios.
Con el mismo amor, perseverancia y alegría, buscaré a los que Me acompañan y a los que Me niegan todos los días, porque Mis ojos maternales saben lo que representan para Dios y solo ven, en cada alma, su origen divino.
Cuando Mis ojos contemplan al mundo, encuentran en cada ser una posibilidad de manifestación viva del Amor de Dios, así como se dio en Mi Amado Hijo Jesús, porque Dios vive dentro de cada ser, así como vive dentro de Cristo.
En este día en que desciendo al mundo para bendecir de forma especial a la humanidad, los invito a que sean Mis auxiliares en esta bendición. Mis amados, les pido que coloquen dentro de vuestros ojos Mis ojos maternales y dentro de sus corazones Mi Corazón Inmaculado y así vean a cada criatura con Mis ojos y la sientan con Mi Corazón.
Descubran la grandeza que se guarda en la esencia de cada ser y ayúdenme a despertar lo más puro de cada corazón. Ayúdenme a mostrarle a esta humanidad que un Dios Vivo desea vivir en vuestro interior y esto es para todos, incluso para los más perdidos.
En este día, Mis queridos, Dios los llama para que lo contemplen en cada ser y, de esta forma, crear una condición de unidad para que Él pueda despertar en el corazón humano y así, la Nueva Raza, plena de Dios, sea una realidad y no solo una esperanza.
Yo los amo y dejo hoy Mi bendición y Mi gratitud a Mi querido hijo, que con su esfuerzo torna posible Mi venida al mundo.
Oren hijos Míos, por todos los videntes consagrados a Mi Corazón, para que estén fortalecidos y firmes en Cristo en los tiempos que vendrán.
Que la Gracia de Dios y Su Paz estén hoy en vuestros corazones y en el mundo entero.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En esta noche sin paz en el mundo, vengo a traerles la paz para confortar los corazones y llevarlos al Reino de Dios.
La Mujer Vestida de Sol siempre vencerá. Su Amor es profundo y desconocido. El Amor que Ella tiene por todas las criaturas es desconocido; por eso, en esta noche de Gracias, Yo lo vengo a revelar.
Dios envía a Su Mensajera antes del Retorno de Su Hijo. Y, mientras Mis Planes se desarrollan en este mundo a través de las oraciones de todos Mis queridos hijos, vengo a instituir nuevamente la paz en las esencias, que fácilmente la pierden por las cosas de este mundo material.
Pero recuerden, hijos Míos, que en este universo, que ustedes también desconocen, existe el espíritu profundo de la paz, la emanación sublime de la maternidad que viene a reunir a todos Sus hijos en este tiempo, encendiendo en todos ellos el espejo del corazón.
Si siguen rezando Conmigo todos los días, Mi Corazón no solo aliviará a África como lo viene haciendo, sino a otras regiones del mundo que también lo necesitan.
A través de las Apariciones de Mi Corazón Inmaculado, como su Madre Santísima, vengo a tejer la unidad entre sus corazones, pues Su red de Luz debe estar fortalecida. Sigan Mis pasos obedientemente para que estén resguardados dentro de Mi Manto universal.
Hijos amados, deseo profundamente que conozcan su origen, pues en Mi Manto universal se guardan las estrellas de sus orígenes. Y, si siguen aspirando a encontrar ese origen, Yo les aseguro, hijos Míos, que lo encontrarán. Pero para eso, será necesario, hijos amados, que sus corazones vivan el camino de la purificación y que no teman transformarse, pues Dios los necesita renovados y puros, para que Él pueda escribir en sus corazones Sus nuevos Planes.
Mientras esto está por suceder, amados, Yo vengo del Cielo para anunciarles la Buena Nueva, la esperanza que falta en esta humanidad enferma.
Todos los días, a través del Rosario, los invito a recapacitar, pues los Misterios de estos hechos deben ser revelados a todos. En cada nuevo Misterio del Rosario, ustedes encontrarán una llave especial. Mi Hijo Me ha pedido, queridos hijos, que ustedes puedan descubrir los mismos dones que Nosotros descubrimos y lo que es llamado Misterio, ya no sea un misterio, mas sí una ciencia conocida por todos los corazones, una ciencia divina que viene del Corazón de Dios.
Por eso, trabajen, hijos Míos, para salir de la superficialidad. Dios necesita que sus corazones estén purificados. Vayan hacia sus hermanos y perdónense, vivan el acto de la reconciliación y de la paz.
Ya no produzcan palabras profanas, que su verbo sea solo oración y amor; así encenderán los espejos de sus corazones y los Dones de Dios participarán de sus vidas, no tendrán que sufrir, aprenderán a través de la Luz y cultivarán en sus esencias el amor que aún no conocen.
Hoy, la emanación del Amor de Dios está frente a ustedes, como un Corazón resplandeciente y luminoso que pulsa todo el tiempo por esta humanidad; pues necesito, queridos hijos, que no solo Mis misioneros de la paz sirvan a través del Plan de Dios, sino que ustedes también son llamados, hijos Míos, a buscar en cada rincón de este mundo esa África interior.
Hijos amados, ¿ustedes saben por qué Yo envié misioneros a África? Para que pudieran traerles a todos la experiencia del amor y de la caridad, la verdadera experiencia del amor del corazón, el amor que todo entiende, que todo perdona y que todo cura. Pero es necesario que algunos de sus hermanos vayan a África para que salgan de su normalidad y, abriendo sus ojos ante el sufrimiento, ayuden a través de Mi Plan a traerle la paz y la cura a esta humanidad.
Esta misión pasará, pero habrá nuevas misiones en sus vidas. Es necesario, queridos hijos, que no pierdan sus recuerdos de todas las experiencias, porque no habrá más oportunidad para aprender antes de que el gran Juicio se desarrolle en este mundo.
Hoy, vengo a traerles a todos Mis estrellas de Luz, que son representación de los espejos de la oración que se encienden, día y noche, a través de sus oraciones. Por eso, hijos Míos, sigan trabajando por esta paz que aún no han alcanzado.
Hoy, no estoy en Goiânia, pero estoy con todos sus corazones. Mi omnipresencia aún no es conocida por la humanidad, pero unidos a Mi Corazón, a través de la oración del Rosario, no existen distancias ni espacios, no hay fronteras entre sus corazones y el Mío, porque tan solo una pequeña oración les podrá hacer sentir que Yo estoy aquí y en sus vidas.
Mientras estoy aquí con ustedes, estoy mirando al mundo, conociendo profundamente los corazones que sufren. Y, a pesar de que Dios Me permite saberlo todo, hijos Míos, hay una parte en todo esto que ustedes deben cumplir para que la Gracia de Dios pueda descender y Su Misericordia pueda actuar en el fin de estos tiempos.
Por eso, vengo a través de los tiempos, a cada parte de esta humanidad a transmitir un Mensaje de paz pero también de advertencia. Dios solo desea, hijos Míos, que toda la humanidad deje de dormir, salga de ese sueño profundo de ilusión y, de una vez y para siempre, reconozca que deben cambiar, arrepentirse y pedir perdón para que la Misericordia del Altísimo pueda llegar a todos.
Y aunque eso todavía no sucedió, Mi Corazón guarda la esperanza de que sucederá, porque Dios ha visto, a través de estos años, a sus corazones transformados, a millones de corazones en el mundo que se han transformado a través de Mis Apariciones marianas y que no han dejado de buscarme ni un segundo.
Esa unión fraterna y espiritual, que cada uno de ustedes construye con Mi Corazón, les permitirá trascender las barreras, superar los obstáculos y alcanzar la trascendencia que Dios necesita en sus vidas.
Por eso, a lo largo de estos meses, he venido consagrando Hijos de María; no solo porque son Mis predilectos, sino porque Yo los necesito para que la parte del Plan, que Dios Me ha pedido con tanto Amor, se pueda cumplir a través de sus vidas.
Si ustedes testimonian su redención con Cristo, nuevas fuentes de oportunidades llegarán a todos; y no será en vano, hijos Míos, que Yo haya venido aquí, durante tanto tiempo, a reencender sus corazones para la paz y establecer para siempre el Retorno de Cristo en sus seres.
Queridos hijos, recuerden lo que ahora les diré. Ustedes son esas flores de luz que descienden en las manos de los ángeles hacia el mundo. Esas flores de conversión que fueron delicadamente trabajadas por Mi Amor para alcanzar en sus vidas el sagrado Propósito del Creador. Que esas flores de luz hoy se vuelvan a encender, que la tristeza y la amargura se disipe de los corazones.
Existe, sobre ustedes, el gran Universo del Amor que los invita y los llama a buscarlo perpetuamente; pues una parte de ese gran Universo de Dios está manifestado y expresado a través de los Sagrados Corazones.
Que el norte de Brasil se prepare para recibirnos, porque nuevas tareas llegarán para todos. En estos tiempos de emergencia, las necesidades crecen cada día más y sus propias voces, hijos amados, deben ser perpetua oración. Así, justamente, Me alegrarán.
Ahora, llamo a los hijos que se consagrarán en esta Casa Sagrada.
Queridos hijos, no pierdan de vista Mi Presencia, porque mientras hablo con ustedes, hablo con muchas almas de este mundo que también necesitan de redención.
Canción: “Himno de los Hijos de María”.
Queridos hijos Míos, aquellos que se consagran hoy ante Mi Presencia, recen con devoción la oración de la Madre Universal.
Oración: “Madre Universal” (en portugués).
Queridos hijos, recuerden que en esta Isla de Salvación que Yo he bendecido, siempre encontrarán la fuerza y la esperanza para seguir adelante; pues en el Corazón Eucarístico de Mi Hijo se encuentra la fortaleza invencible que les permitirá seguir adelante en estos tiempos de caos.
Hoy, los consagro, los bendigo y les entrego Mi Amor materno en nombre de todas las almas que no escuchan a Dios.
Acuérdense, hijos amados, consagrados Míos, de rezar por aquellos que se olvidan de Dios y pierden el amor.
Hoy los abrazo a todos, en el regazo materno de Mi Corazón, bajo la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Gracias, queridos hijos de Goiânia y de San Pablo, por haber respondido a Mi llamado!
La unidad y la paz sea en ustedes.
Les agradezco.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cantemos para despedir a Nuestra Señora.
Canción: “Himno de los Hijos de María”.
Queridos hermanos, después de la Aparición de María, en la que nos invita realmente a la oración y al recogimiento, llevemos esta Presencia de Su Corazón a nuestros hogares, a nuestros familiares, a nuestros seres queridos.
Queremos contarles que hoy, antes de la Aparición, habían dos Ángeles Custodios aquí, al lado de la imagen de Nuestra Señora, que acompañaban el verbo de la oración y esperaban, en una postura silenciosa y reverente, la llegada de María; hasta que las puertas del Cielo se abrieron y Ella, como una esfera de Luz rosada, llegó hasta aquí, reconociendo este lugar y esta Casa, renovándola espiritualmente en su propósito y en su tarea.
Y, mientras Ella nos transmitía todo los que escuchamos, nos invitaba a cada uno de nosotros, internamente, a responder a un llamado aquí, en la sagrada Casa de María: la adoración al Santísimo. Ella dice que allí encontraremos una fuerza y una sustentación importante para este tiempo.
María fue trabajando no solo con nosotros, sino también con África. En cierto momento, veíamos a María peregrinando con nuestros hermanos misioneros en Congo; Ella, yendo adelante, guiando los pasos. Era eso lo que Ella mostraba.
Queremos terminar esta Aparición, renovando nuestros votos con María, con Cristo, con Dios y confiando en ese Propósito mayor que Nuestra Madre tiene con cada uno de nosotros.
Hermanos, vamos a agradecer: ¡gracias, Madre, por cuánto nos das!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mi Corazón Inmaculado viene a este mundo con el propósito de conquistar sus vidas. Yo los reúno, un día más, para glorificar el Corazón de Dios. Las puertas del cielo se abren, en esta ciudad, para derramar Su Misericordia, y todos están congregados a través de Mi Inmaculado Corazón.
Día y noche, visito sus hogares y todos los rincones de esta ciudad, que tanto necesitan de Mi Luz Maternal, para escuchar sus súplicas.
Por eso, queridos hijos, Yo les pido que sus hogares sean templos de oración y de paz; de esa forma se prepararán, queridos hijos, para la Venida Gloriosa de Cristo.
Que entre sus corazones exista armonía y equilibrio, que ya no haya desunión ni separación.
Que sus familias sean sagradas familias, así Me ayudarán, queridos hijos, a que la Ley de Dios sea leve en este mundo y en todos los puntos de la Tierra.
Yo los invito a crear grupos de oración, cuya misión sea alcanzar Mi Verbo Divino, así estarán unidos al gran Pensamiento de Dios y construirán bases nuevas en sus vidas.
Yo los quiero unir a Mí a través del Santo Rosario, a través de la Comunión y de la Confesión con Mi Hijo.
El enemigo ha logrado distraerlos de los Sagrados Sacramentos que los unen a los Cielos y al Universo. Recuerden vivir los simples Mandamientos de Moisés. Abrirán las puertas de la salvación para sus vidas cuando, en el día a día, a través de sus familias ustedes cumplan con las Leyes de Dios.
Todo se reconstruirá, todo volverá a estar en paz, y en sus corazones no faltará el amor. Yo vengo como la Reina de la Paz, buscando la paz en sus vidas.
Que sus vidas siembren la paz por donde vayan.
Que sus labios proclamen la grandeza de Dios, así sus vidas estarán transformadas por la fuerza de Mi Espíritu mariano, por la grandeza y la Misericordia de Jesús y principalmente por la Compasión de Dios.
Que sus caminos se enderecen, sigan adelante, sigan a través de Mí, no pierdan de vista Mi llamado.
Mis ojos contemplan sus corazones, Mi Manto los protege y los guarda cuando de verdad siguen Mis pasos, pasos que siguen hacia Jesús y que los llevarán a una meta mayor.
Queridos hijos, es hora de formar soldados de la oración, es momento de que existan ejércitos orantes en este mundo.
La luz es más poderosa que el mal. El amor vence siempre, les trae esperanza y paz; por eso, anímense a dar este gran salto en la evolución.
Que sus vidas sean perpetua oración.
Que sus espíritus estén en perpetua comunión, y que no pierdan de vista el camino que Yo les indico.
Queridos hijos, Mi Corazón debe seguir asistiendo a la humanidad, Él debe seguir entregando antorchas de Luz a todos los corazones de la Tierra para que, en este tiempo de transición y de caos, la esencia de la paz no se pierda en el mundo.
Cuanto más oren Conmigo, todos los días, más aprenderán a crecer a través del amor y sentirán lo verdadero en sus corazones; no existirá ningún mal ni ninguna perturbación, porque sus esencias, que provienen de la Fuente de Dios, de la Creación Mayor, estarán firmes y valientes para seguir adelante caminando en Cristo y por Cristo, despertando los nuevos apóstoles en todos.
Yo les traigo un llamado simple, pero urgente.
Mi Voz sigue reverberando en este universo local, todos los Ángeles y Arcángeles escuchan este llamado, toda la Creación trabaja por la salvación de este mundo.
Queridos hijos Míos, ¿han percibido que vengo a evitar muchas cosas?
Observen en sus vidas: ¿cuánto tiempo le dedican a Dios?, ¿cuánto buscan dentro de ustedes el rico universo interior, que vive siempre en ustedes y que debe estar al servicio de Dios, por medio de la caridad y de la donación, por el bien de este mundo y de las almas?
Yo Soy la gran Estrella Guía de este universo, Soy el segundo Sol de este universo que viene a iluminar su vida espiritual, a reconstruir sus corazones y esencias. Yo vengo principalmente a entregarles la reconciliación con Dios.
De esa forma, Mis pequeños, sus vidas se curarán y no será necesario sufrir más; para eso, deben orar con el corazón, estar unidos a Mi Esencia Maternal.
¡Cuánto deseo tenerlos en Mis brazos todo el tiempo! Mi Hijo Me ha permitido esa Gracia especial de abrazarlos y acogerlos, de transmitirles el calor de Mi Corazón Inmaculado para que sientan confianza y fe.
Queridos hijos, los llamo en este tiempo porque es un ciclo definitivo para todos; ya no pueden seguir haciendo lo que siempre hacen, algo debe cambiar en sus vidas espirituales.
Mi Hijo Me ha concedido llegar hasta Betim para poder proclamar el despertar de todos.
El tiempo indica un cambio profundo. Por eso, queridos hijos, busquen el silencio a través de la oración, sepárense de los ruidos de este mundo, busquen en la naturaleza la Creación del Padre, así estarán unidos al universo y podrán conocer la Voluntad de Dios; porque Yo les aseguro, queridos hijos, que en este tiempo final cada uno tiene su misión.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, les agradezco profundamente por vencer la inercia del mundo, por vencer el miedo de encontrarse con lo Divino y venir a Mi encuentro.
Queridos hijos, sé cuán difícil encuentran que el Reino de Dios se manifieste en sus vidas porque viven en un tiempo de caos, en el que las modernidades tomaron cuenta de las mentes y los corazones de los hombres. Pero hoy les pido, hijos Míos, que encuentren en Mi Presencia una fuente de esperanza, porque es esto lo que les traigo en este tiempo. A través de Mi Presencia en el mundo, traigo una oportunidad única para que todas las almas que viven en la Tierra puedan cumplir con la misión que les corresponde y puedan retornar al Origen Celestial con esta divina misión cumplida.
Por eso, hijos Míos, aunque consideren difícil tornar vivas Mis Palabras, en el simple día a día de sus conciencias, les pido a los que me escuchan con el corazón que disuelvan las imposibilidades, porque, delante de este portal que se abre al Reino de Dios, nada es imposible.
Solo necesito que sus vidas tengan el ímpetu de vivir en oración, que tengan el coraje, cada día, de enfrentar las fuerzas mundanas que viven en cada una de sus esencias y que no permiten, Mis queridos, que la Luz del Reino Mayor se pueda manifestar en sus seres. A aquellos que Me dijeran sí, un Rayo del Corazón Celestial diseñará sus vidas y los liberará de todo el mal para que puedan en este tiempo, hijos Míos, vivir las Palabras que les traigo al mundo.
Hoy, les pido que reciban el manantial de esperanza y de la divina piedad que traigo al mundo. Les anuncio que este es aún un tiempo de Misericordia y que aun cuando llegue el tiempo definitivo de la Justicia, a aquellos que clamen con el corazón, les será posible revertir el mal de sus vidas y, a través de la Misericordia de Mi Hijo, atraer la Luz Divina a este mundo.
Mis queridos, hoy los invito a lo que les parece imposible, para que puedan, en este tiempo, ver el mundo desde otro punto de vista.
Ya no se queden, hijos Míos, en las pequeñas cosas de sus vidas, porque, si hoy están aquí, es porque el Señor los convocó a cada una de sus almas a que manifiesten un Propósito Mayor. Deben descubrir, en este tiempo, que la Verdad de Dios desciende al mundo para transformarlo por completo, preparando así la Segunda Venida de Mi Hijo y su Retorno Glorioso para redimir definitivamente a todas las almas de esta Tierra, las que están en vida y las que ya no viven, pero que siguen en la ilusión que este mundo un día les ofreció.
Mis amados, si aceptan responder a Mi llamado, los invito a formar parte de este, Mi ejército de paz, para que la paz pueda llegar a todos los espacios de este mundo, porque en este tiempo el Verbo que les traigo cruza todas las fronteras, disuelve los obstáculos y llega hasta las almas más olvidadas para que reciban una oportunidad de redención.
Mis amados, aspiro en esta noche a que la Luz del Reino Celestial toque cada una de sus esencias y transforme para siempre sus vidas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Por eso, el camino de la persistencia les permitirá alcanzar ese propósito Mío.
Yo les hablo con Amor y en nombre del Amor. Yo les traigo la Gracia de la serenidad y de la esperanza.
Hoy, llevo al Cielo sus súplicas e intenciones, sigan rezando para que ellas se puedan cumplir. Todo tiene su tiempo en el universo de la Voluntad.
En esta noche de Gracias, en la que veo sus corazones encendidos, colmados con el Espíritu de Dios Padre, Yo consagro estas flores y estas imágenes especialmente para ustedes, Mis pequeños hijos; para que a través de este símbolo, a través de las flores, recuerden que sus corazones son una belleza perfecta para Dios, y más aún lo es cada una de sus vidas.
Gracias, Mis pequeños, por responder a Mi llamado.
El Universo los bendice y Mi Corazón les agradece, vayan en paz, en total confianza y fe, recuerden a Cristo en sus vidas.
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Esta noche, Nuestra Señora se acercó a nosotros, se mostró como la Reina de la Paz, y nos mencionó la importancia que tiene para el Plan de Dios sobre la Tierra, que sus hijos la escuchen con el corazón y no con la mente.
También Ella nos mencionó la importancia de Sus próximos pasos en la peregrinación. Ella nos recordó que los Estados Unidos, su próximo lugar de peregrinación, es la nación número uno para que Ella pueda llevar la conversión. Y que Ella espera que todos sus hijos del mundo, sin distinción de nacionalidad, comprendan la importancia de que Ella pueda conversar con Sus hijos de los Estados Unidos.
Ella nos dijo que las almas que viven en esa nación necesitan mucho de Su Amor, necesitan mucho de conversión y necesitan conocerla más profundamente porque Ella irá a esa nación como la Madre del Mundo y espera realizar una gran tarea con todos los habitantes de los Estados Unidos.
Ella mencionó especialmente a la nación originaria, la de los indígenas de ese país.
Ustedes saben que, a lo largo de todos estos años de peregrinación, Nuestra Señora como la Madre de Guadalupe, María de Guadalupe, ha hecho una gran tarea con los pueblos originarios, pueblos que han sufrido mucho en estos últimos siglos. Ella les lleva alivio a esas almas que hoy todavía están en la superficie de la Tierra y a aquellos que aún no han podido trascenderse hacia la luz y que están en otros planos de consciencia.
Por eso, Ella nos pide que estemos bien atentos a esa peregrinación porque será un gran triunfo de la Luz y de Su Inmaculado Corazón, y convoca a todos sus hijos del mundo para que puedan ayudarla a llegar a los Estados Unidos.
Todas las informaciones sobre esa gran peregrinación están en la página web.
Y después de los Estados Unidos, Ella, como les dijimos hoy, quiere ir a África a finalizar una tarea.
Así es que todos estamos muy empeñados en poder llevar la Luz de Dios a todos esos lugares; de la misma forma como hoy recibimos el Amor y la Cura espiritual de Nuestra Señora.
Nuestra Señora bendijo las flores que hay aquí, en el altar, para que ustedes las puedan llevar a sus casas, como si llevaran un pedacito del Corazón de Nuestra Señora.
Por eso, les vamos a pedir a los Hijos de María, que están vestidos con camiseta celeste, que mientras cantamos, ellos suban hasta aquí y luego desciendan para repartir las flores a todos ustedes.
Y, a todos ustedes, les agradecemos de todo corazón por haber estado con nosotros esta noche; y si quieren que María retorne a este lugar pídanselo con el corazón y dentro de un tiempo Ella volverá a estar aquí.
Canción: “María de Nazaret”.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Y después de Mis plegarias, bendigo a aquellos que comerán y beberán de Mi Sangre, aquellos que lavarán sus pies renovando sus votos delante de Dios.
Y en esta magnífica bendición universal dejo para todos, nuevamente, un Llamado importante: perseveren, perseveren, no dejen que el mal los engañe. Mi Misericordia es el gran escudo en el final de los tiempos. A quien se cubra con Mi Misericordia le prometo que no perecerá, y triunfará ante los Ojos de Mi Padre, porque será un misionero consagrado al Plan Mayor.
En esta tarde de Misericordia y de Piedad los bendigo y los amo profundamente como esencias originarias de la Fuente Mayor.
Reconozcan su pasado, el verdadero pasado que se encuentra en el Origen, en la Estrella Mayor, en el Universo del Padre, donde viven el Amor y la Paz.
No se olviden de eso. En los momentos difíciles, la unión con su origen será la llave para trascender los atavismos de esta humanidad, y darán permiso, de esa forma, para que las puertas se abran para aquellos que las tienen cerradas, y entonces todos vivirán en el Universo de Mi Divina Misericordia.
Agradezco sus oraciones y súplicas. Les dejo Mi Paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro Te honramos Jesús.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy la aparición fue especial, porque Jesús apareció como un peregrino, de esos peregrinos que caminan por muchos caminos.
Tenía en Su Mano un báculo y hoy apareció arrodillado frente a nosotros y se apoyaba en ese báculo.
Él nos observó durante un largo tiempo, nos miraba con paz, en silencio. Sentíamos que algo iba a suceder por detrás de todo eso, algo bueno, positivo.
Después de un tiempo Él mostró Su Sagrado Corazón, todavía como peregrino, y después se transformó en el Cristo Glorificado; estaba frente a un libro que levitaba en el aire y en las tapas del libro había un símbolo, el símbolo del Alfa y del Omega.
Cuando Cristo estaba frente a ese libro, el libro se abrió y Él comenzó a leer.
Primero era una lectura silenciosa, y Él no dijo qué había escrito en ese libro, solo dijo que era el Libro del Apocalipsis que era conocido por los grandes Maestros en el Universo.
Más tarde Él comenzó a dar Su Mensaje extraordinario (6 de julio de 2014) . Y comenzó diciendo:
“Plegaria de Cristo” y Yo le pregunté: ¿es eso mismo, Señor? “Sí, es una plegaria que Yo le hago al Padre”.
Sus esencias son flores bellísimas en el Jardín de Mi Infinito Corazón; todas las flores nacen a partir de Mí y Yo renazco a través de las flores. En esta metáfora no existe separación porque las esencias se unen siempre al ritmo y pulsar de Mi Corazón.
Quiero que en este día resplandezca la belleza esencial que Dios entregó a cada uno de ustedes desde el nacimiento de sus pequeñísimas vidas; de esta manera unirán sus seres a la Fuente Creadora de Dios. En el Cielo como en la Tierra existe la Sagrada Unidad, condición que deberán alcanzar caminando hacia Mi Corazón de Amor.
Hoy Me encuentro ante diferentes orígenes y estrellas, hoy Me veo ante la magnitud de las esencias de Mi Padre. Imaginen por un momento que existen tantas esencias como estrellas en el cosmos.
¿Quién las guiará? ¿Hacia dónde irán después de esta trayectoria sobre la Tierra?
Mi Esperanza original es llevarlos al Paraíso, hacia el Océano en donde el Amor y la Unidad Suprema se funden y recrean formas de vida sublime para todo el Universo. Hoy quisiera que aspiraran a buscar esa Fuente Inmaterial que no es de este mundo, sino que pertenece al universo de Mi Corazón Misericordioso.
Yo los guiaré y les daré a conocer estos sabios misterios.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más