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Queridos Míos:
Hoy los invito a recordar la unión perfecta que existió en el pasado entre los miembros de la Sagrada Familia, para que a través de ese ejemplo sus seres internos puedan alcanzar lo sagrado.
Para mejor entendimiento de ustedes, Yo les diré cuáles fueron los frutos que la Sagrada Familia alcanzó a través de la convivencia y de la vida diaria en Nazaret.
En cada uno de nosotros despertaron Dones del Espíritu de Dios, los que estuvieron al servicio constante de la humanidad, aun cuando vivíamos sobre la faz de la Tierra.
El Espíritu de Dios despertó en la Virgen María el don de la oración para realizar los Planes de Dios, el don de la maternidad para acoger a todos los hijos de Dios, el don de la humildad para reafirmar Su purísima entrega a Dios y el don de la virginidad para irradiar el Amor Puro de Dios.
En Mi Padre San José se despertó el don de la castidad para conservar los Designios de Dios, el don del buen obrero para manifestar la Voluntad del Padre, el don del silencio para construir lo nuevo en los planos internos y el don de la alegría para curar a los enfermos.
Esos y otros dones también se hicieron evidentes en el espíritu del pequeño Niño Jesús como el don de la palabra para transmitir el Amor de Dios, el don de la redención para convertir a los que estaban distantes de Dios, el don del retiro para interiorizar los Planes de Dios, el don del corazón para irradiar el Espíritu de Dios y el don de la meditación para llevar adelante las Ideas del Padre Universal.
Los dones en la Sagrada Familia siempre fueron un misterio para muchos y ellos generaron, por medio de los tres Sagrados Corazones de la Santa Familia, un cambio profundo en la consciencia de la humanidad, llevándola así a la conversión y a la redención.
Por eso, en este día oren y mediten sobre los poderes de los Dones que emanan desde el Corazón de Dios, así ayudarán a consagrar de nuevo a la necesitada humanidad.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en los Dones de Dios.
Cristo Jesús
Queridos amigos:
Lo que para los ojos de la humanidad parece ser desconocido, a Mi Regreso lo podrán conocer pues vendré y retiraré los velos que han cubierto el camino de todos aquellos que por amor Me buscan.
Desde ahora estoy revelando a algunas criaturas, a través de los impulsos crísticos, algunos de los misterios de esos velos que crean separación entre el espíritu y el alma de cada ser.
Hoy les vengo a decir que no se aflijan cuando conscientemente descubran un atavismo que aún no fue trascendido, porque mediante la oración misericordiosa constante perderán en el camino el peso del propio pasado que los ataba a la forma anterior de vida.
Queridos, Yo vengo en Misericordia para liberarlos y aliviarlos de todo aquello que los acongoja y que no les permite dar los pasos hacia Mi Reino. Por amor vuelvo al mundo, pero primero vengo en Espíritu Divino para retirar de sus consciencias los abismos que por error han construido en el pasado.
Mi Compasión llegará a sus vidas como un bálsamo de Misericordia y de Gracia para renovarlos a través de la presencia de Mi Corazón Misericordioso. Por eso no teman por lo que en poco tiempo encontrarán en sus caminos. Mi Luz Espiritual los impregna y los conducirá hacia la meta de vivir en la Eternidad del Señor que está en los Cielos.
Ofrezcan a Dios sus sufrimientos y sus alegrías por aquellos que llevan mil capas de velos frente a sus ojos y que ni siquiera un rayo de sol ha despuntado frente a ellos.
Vean qué sed tan amarga Yo llevo en Mi Ser, que Mi Fuente Inagotable espera derramarse sobre los corazones sedientos y sobre aquellos que caen a Mi derecha y a Mi izquierda. Si abren sus corazones, otros corazones a través de Mi Gracia despertarán a tiempo.
Bajo el Amor del Padre, sean misericordiosos y piadosos.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús, el Mediador Celestial
Dame tu cansancio que Yo te daré la Vida Nueva.
Dame tu pesar que Yo alegraré tu pequeño corazón.
Dame tu tristeza que Yo te irradiaré Mi Alegría.
Dame todo lo que eres y déjate ser en Mí, porque así podré cumplir Mis Planes Predilectos a través de ti.
Quiero de tu vida lo máximo, hasta que tu ser pueda reposar en Mis Brazos y así renovarse.
Estoy aquí para consagrarte a algo que tu ser desconoce; déjame ser todo en ti y así podré revelarte las maravillas de Mi Reino Celestial, porque nadie llegará al Padre sino solo a través de Mí.
Quien vive en Mí no perecerá y será consolado por el Amor Divino de los ángeles del Cielo.
Quien está en Mí, conocerá los verdaderos Misterios del Universo y verá nacer en el horizonte a la Nueva Humanidad bendecida por Mi Padre Eterno.
Sigan, sigan remando, no se detengan por lo que digan; solo brillen como un sol de amor y de caridad, porque estoy retornando y primeramente buscaré durante el frío de la noche una casa amable en donde reposar y cenar en espíritu con ustedes.
La primera vez no Me reconocerán, pero aquel que haya vivido todo por Mí y a través de Mí será recibido en Gloria en el Paraíso, y así estará abriendo la puerta a aquellos que en vida la tienen cerrada.
Pocos podrán reconocerme antes de que Mi Faz Silenciosa se muestre al mundo, y los que Me reconocerán serán los que han sostenido en su mano la antorcha de la victoria de la Luz.
Yo a nadie abandonaré porque Mi Amor es tan grande que podrán sentirlo una vez más.
Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Aquel que Me quite la sed estará Conmigo en el Reino de los Cielos.
Aquel que trate de consolar y glorificar Mi Corazón, herido por la humanidad, será llamado Bienaventurado.
Aquel que Me considere lo primero en su vida será una venerable oveja de Mi santo rebaño.
Aquel que Me confiese profundamente sus pecados y perturbaciones será perdonado todos los días por Mí.
Aquel que confíe en la plenitud, en el amor y en la inmensidad de Mi Sagrado Corazón será llamado Hijo de Dios.
Aquel que obre por amor al Bien y que pacifique los conflictos será un pequeño pastor de Mi Sagrado Corazón.
Aquel que ame la Justicia Divina sin comprenderla y que la viva como la Única Voluntad de Dios, será llamado Siervo de Dios.
En aquellos que Me vivan, Me sientan y Me abran la puerta del corazón, Mi Corazón podrá tener morada y los podrá guiar por los caminos de la paz y del bien.
No teman por nada, mas traten de ser verdaderos a la hora de vivir la Ley Misericordiosa de Dios, porque así sus almas serán transparentes como el agua y puras como las flores. Busquen la Verdad de Mi Padre por sobre todas las cosas de la vida, porque así ustedes podrán comprender Sus Bienaventurados Misterios de la Creación, el Bienaventurado Misterio de Su Magnífica Voluntad.
Día a día estoy con ustedes, recibiendo de sus almas todos los impulsos verdaderos de su ser; sean fuertes en la oración y valientes en el amor al Todo. Sean siempre pacificadores mediante la palabra del Evangelio, sean humildes ante los eventos inesperados de la vida.
La llave para trascenderse es la Ley Venerable del Silencio, porque en el silencio se aprende a vivir y a ser como Dios quiere a Sus hijos en estos tiempos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por responder al Llamado de Mi Sagrado Corazón.
Cristo Jesús, el Salvador de la Humanidad
Camino al lado de ustedes para guiar el recorrido de sus pasos.
Retiro el peso del pecado del corazón de todos los que le faltan día a día a Mi Padre.
Alivio la esencia de las criaturas, las alimento con la Palabra de Vida y les irradio Mi Amor para que Me puedan sentir.
¿Cómo no esperar esas Gracias Misericordiosas? Las almas día a día olvidan todo lo que vertimos sobre sus consciencias. Algunos escuchan Mis Palabras, otros las guardan en el corazón, pero ¿quién las llevará a la práctica espiritual de la vida?
Como Maestro espero el encuentro diario de ustedes Conmigo porque espero revelarles los misterios guardados en Mi Corazón y en las estrellas del universo. Para eso deberán tener los ojos abiertos para que la sabiduría de Mi Espíritu los pueda impregnar y despertar a lo nuevo.
Reconozco que muchos aman a la Jerarquía, pero ¿cuánto más demorarán en dar el salto de retorno al verdadero origen interior que es la pureza de sus corazones?
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Después de aquel 13 de octubre de 1917, cuando el Sol de Dios mostró Su Verdadera Faz, la vida de muchas almas cambió para bien del Plan Divino; la guerra entre los corazones se detuvo y Mi Espíritu Maternal pudo establecer un tiempo más de paz.
Mis hijos aún necesitan de milagros, pero hoy les digo a todos: que después de tantas Gracias que han sido derramadas desde Jesús, desde Su Sagrado Corazón y desde Mi Inmaculado Corazón, la mayor Gracia para este tiempo es que Yo, la Bienaventurada Virgen María, Reina de la Paz, esté entre vuestros corazones llamándolos en nombre de Mi Hijo a vivir la conversión, el perdón y este tiempo de Misericordia.
Hijos Míos, por eso hoy los invito a recordar y a guardar en vuestros corazones el gran milagro de Amor que Dios manifestó a través de Mi Inmaculado Corazón en la presencia luminosa del Sol. La gran semilla de Luz fue sembrada en el corazón de los que tenían fe y en el corazón de los descreídos. La semilla de Mi Luz Maternal fue sembrada en los creyentes y en los ateos. Nadie quedó sin recibir, una vez más, la Gracia de Dios, Su Perdón y Redención.
Por eso, queridos hijos, hoy los estoy llamando a meditar, mediante la oración, sobre estos misterios que se hicieron visibles una vez en Fátima a los ojos de todos Mis hijos.
Dios Me llamó para derramar Su Infinita Gracia en un tiempo en donde la humanidad otra vez caminaba hacia la perdición. Pero el Amor Misericordioso de la Señora del Santísimo Rosario intervino para armonizar los acontecimientos que se dieron en el mundo.
El Ángel de la Paz trajo para la humanidad la señal de la conversión y de la penitencia. Él preparó el camino de salvación de toda la humanidad y eso sucedió a través de Su intervención espiritual sobre todas las almas.
Así, queridos hijos, después llegó la Señora más brillante que el Sol para difundir al mundo el importante llamado por la paz y el perdón.
Hoy, nuevamente, Yo desciendo desde el Cielo para abrir vuestros corazones a este importante ciclo, en el cual la humanidad deberá consagrarse a la Voluntad de Dios.
Quiero decir, Mis pequeños, que cada alma deberá confirmar el grado de su Amor a Dios, pues eso permitirá que otras Leyes del Creador actúen sobre el mundo. Mediante el ejercicio de oración, los corazones serán irradiados por Mi Amor, como lo fueron en Fátima.
Los invito, queridos hijos, a recordar los hechos de las Apariciones de Fátima porque como se los he dicho, vuestras vidas así entrarán al santuario interior para vivir en la fe y en el amor.
Que el Sol de Dios, que una vez alumbró al mundo a través de Su Fuente Universal, ilumine a vuestros pequeños corazones.
Caminen por la senda de Mi Hijo.
Oremos por la paz.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Como Señora de los Dolores, pido a Dios por todos Mis hijos para que Mi Inmaculado Corazón pueda interceder por ellos. Hoy les pido más oración con el corazón para que Dios Padre escuche Mis súplicas por el mundo.
Quien no vive la conversión de la vida, ¿cómo podrá sobrellevar los cambios que llegarán para la purificación de las almas?
Recuerden, hijos Míos, que en la contemplación y en la renuncia desde el corazón encontrarán los verdaderos misterios de la Voluntad del Padre que aún la humanidad no puede vivir.
Mi Corazón los quiere llevar cada día hasta la Presencia de Mi Hijo para que ustedes, imitando las bienaventuranzas del Pastor, puedan disolver a través del amor fraterno el gran mal que vive este mundo.
De época en época, Mi Inmaculado Corazón trae un mensaje para la conversión de todos. Por eso, en este tiempo, la conversión y el desprendimiento de todas las faltas –a través de la oración verdadera del corazón– les permitirán vivir la reconciliación con el Señor.
Queridos hijos, traigo en Mi Rostro una lágrima que muestra el dolor por esta humanidad; aguardo en la esperanza que Mis hijos distantes de Dios se puedan aproximar a Él. Oro por todos ellos y los coloco más cerca de Mi Espíritu Maternal para que alcancen la redención y la conversión.
Aún la humanidad deberá vivir actos de profunda humildad para poder aliviar las ofensas que recibe el Corazón de Dios. Por esto, Mis hijos orantes podrán aliviar el Corazón del Padre a través de la unidad entre las almas, el amor entre los corazones y la paz en todos los hogares de la Tierra; esto ayudará en la conversión de muchos hijos que la necesitan.
El tiempo del llamado es ahora, por eso, hijitos, ¡redímanse! ¡redímanse! Rediman lo que aún no han redimido para poder así desagraviar al Padre por tantas ofensas que Él recibe del mundo.
Sean alegres para que sus corazones se aproximen a la pureza.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Encuentren Mi Corazón en cada uno de sus corazones. Hallen la Luz en sus esencias y vean la pureza de Mi Amor que los fortalece día a día.
Queridos hijos:
Hoy los invito a meditar el Misterio de la Transfiguración de Jesús. En este misterio, que puede ser contemplado a través de la oración, ustedes deben meditar respecto de la señal que se manifestó en la experiencia que Jesús vivió junto a Sus apóstoles. Ellos representan el corazón de la humanidad que a lo largo del tiempo sigue la voz y la instrucción del Maestro.
Mi Hijo es para ustedes la llama de vida que les permite dar los pasos en la consagración de sus corazones a Dios. Por eso, queridos hijos, como humanidad, ustedes fueron partícipes del Misterio Divino de la Transfiguración, misterio que hoy los invito a recordar. Lleven en sus corazones la señal de este misterio divino que los llevará a descubrir una entrega profunda y una transformación constante de sus corazones.
Como humanidad, los apóstoles fueron testigos del misterio infinito del Amor que Mi Hijo vivió y vive con Su Padre Universal. Por eso, pequeños hijos, los apóstoles fueron llamados a encontrar, en lo profundo de sus corazones, la verdad de la existencia divina y de la Presencia de un Padre Mayor y Omnipotente entre las criaturas.
Jesús Instructor los preparó como humanidad en el camino del despertar de la Consciencia Única.
Por eso, queridos hijos, Yo los conduzco, como Mi Hijo lo hizo con los apóstoles, hacia el encuentro de la única verdad universal de Dios. A través del camino de la oración podrán, como Jesús, transfigurar la vida en algo inmaculado para Dios. Así sus almas, como instrumentos del Creador, podrán emanar los atributos de la paz y de la entrega absoluta del corazón. Para que Mi Hijo transfigure sus vidas deben iniciar en confianza la peregrinación de fe hacia Su Santísimo Corazón.
La fe sea en sus corazones bondadosos.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
La Divina Paciencia es el don que les permite comprender con el corazón y con el alma los misterios de Dios. Eso los librará de juzgar los preceptos que la Fe Divina despierta en todas las almas.
Queridos hijos, el mejor camino para saber a Dios es vivir bajo Su Inmenso Amor, para que sus corazones descubran la verdadera devoción a Él. El camino de la fe construye esperanza y les permite sentir los misterios del Padre, los que hasta ahora han estado distantes de los hombres. Por eso, queridos hijos, la devoción a Mi Inmaculado Corazón los elevará hasta el Reino de los Cielos para que en la eternidad de sus corazones, ustedes puedan sentir al Dios Vivo, un Dios de todos entre todos.
Pequeños niños, sus almas deben ser como silenciosos peregrinos que caminan en confianza y en fe hacia los designios de Dios y que emanan pureza desde sus corazones hacia los corazones de sus hermanos. El peregrino vive en la devoción a Mi Inmaculado Corazón y él acepta estar en el Sagrado Corazón de Mi Hijo para comenzar a vivir una reconciliación interior. El alma del peregrino es la llama viva que Mi Corazón de Madre de la Paz está encendiendo en todos los corazones.
Queridos hijos, Mi misión con ustedes es acercarlos a Mi Hijo y, más aún, al ministerio de Su Divina Misericordia. Pero para que eso acontezca en todos ustedes, deben vigilar en oración y en adoración al Santísimo Corazón de Mi Hijo para que la Paz de Su Reino de Amor pueda llegar a todos. Por eso, queridos hijos, ya es tiempo de madurar la consciencia, el corazón y el alma delante de Dios, no solo en la confesión con Mi Hijo Resucitado, sino más aún, en la reconciliación y en la fraternidad entre las criaturas. Así, pequeños niños, los Planes de Dios se irán manifestando, primeramente en la fe absoluta del corazón y en la consciencia de todos Mis hijos.
Caminando en la vida de oración, los Misterios de Dios se irán descubriendo como un verdadero sentimiento de fe en sus corazones. Así, queridos Míos, Me ayudarán en la renovación del amor y de la verdad en todos Mis hijos cuando, en oración, ustedes se unan a Mí.
Mi Inmaculado Corazón es para cada uno de Mis hijos. Por eso Yo aparezco mensualmente para darles a conocer la Voluntad de Dios. Ahora, en el llamado del Padre Celestial, Él los invita a confraternizar sus corazones con todos los corazones de las almas para que Cristo pueda renovar la vida de los hombres.
El primer retorno de Mi Hijo se dará a través de la renovación de la devoción a Mi Inmaculado Corazón y, para eso, todos Mis hijos son llamados por Mi voz celestial para iniciar el camino hacia Mi Humilde Corazón.
Los aguardo en amor para que Conmigo penetren los Cielos con las oraciones y la paz pueda descender sobre los corazones.
Como ha dicho Mi Hijo de Nazaret: “Mi Paz Yo les doy, quédense en Mi Paz”.
Vivan con alegría la presencia de Mi Inmaculado Corazón entre ustedes.
Gracias por responder a Mi llamado.
Misericordia para el mundo entero. Paz para las almas que escuchan Mi voz.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más