MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que la Luz de la Aurora Interior despunte en los mundos internos de los seres de este planeta, para que en este tiempo las consciencias reconozcan el poder de la Cura y del Amor.

Que todos reverencien la Luz de la Aurora Interior porque, por más que estén ante un misterio todavía no develado, podrán sentir la Ciencia de Aurora trabajar en los núcleos profundos de los seres.

Que todos puedan ser sucesores de la Cura Interior de Aurora, para que la humanidad y el planeta reciban el alivio que tanto necesitan.

Que ante la Cura Interior de la Luz de Aurora los corazones participen del tiempo de su redención, capaz de manifestarse y de realizarse en el corazón que simplemente se abre para recibirla.

Que la Luz de la Aurora Interior al fin los coloque a todos en el próximo ciclo, en el que deberá existir curadores de la palabra y del corazón, eficaces instrumentos de la Jerarquía en este tiempo planetario, en el que todo lo que está escrito se cumple en la humanidad.

Cada vez que estén delante de la Luz de la Aurora Interior, agradezcan, porque de nuevo estarán ante una Fuente de Amor de gran misterio.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Todo aquel que llega al Centro Mariano de Figueira debe ser recibido en la Casa del Peregrino, en donde cruzará el primer Portal hacia su redención que es el encuentro con la humildad. A partir de ese momento, reconocerá su pequeñez y la grandeza de Dios que lo condujo hasta este lugar sagrado, en donde los misterios que se ocultaban de la mente, del alma y del corazón humano pueden revelarse.

La Casa del Peregrino debe ser la Puerta de la Redención para las almas, en donde no hay restricciones para la llegada de los corazones; allí todos podrán ser amparados por Mí, en lo profundo de sus espíritus.

En la Casa del Peregrino lavarán sus pies para una nueva vida, un nuevo caminar, en esta senda eterna de la evolución humana.

La Casa del Peregrino es en donde Mi Corazón espera a los corazones del mundo para recibir sus imperfecciones y dificultades, y allí transformarlas.

En la Casa del Peregrino, Yo les concederé una expiación espiritual y una Gracia para recomenzar sus vidas desde un punto que, por sí mismos, jamás podrían alcanzar.

Quiero que la Casa del Peregrino sea grande, lo suficiente, como para acoger a las almas, sus miserias y sus pecados, y también que sea grande, lo suficiente, como para acoger a Dios, a Su Misericordia y a su Expiación.

No imaginan que en este humilde lugar el Creador curará y despertará muchos corazones, convertirá pecadores en instrumentos Suyos y hará tan grandiosos milagros espirituales en las conciencias como lo hizo Conmigo, cuando transformó un humilde y pobre carpintero en Padre y Guardián de su Amado y Eterno Hijo, el Redentor del mundo.

Como portador de este milagro infinito de conversión, Yo permanezco en el mundo para multiplicar este milagro en las almas, porque así Dios Me lo pidió. Y es en la Casa del Peregrino, así como en Mi pequeña Casa en el Centro Mariano del Espíritu Santo y en Mis futuras Casas, en el Centro Mariano de Aurora y en el Centro Mariano del Niño Rey, en donde estos milagros sucederán.

La Casa del Peregrino será la Fuente Madre de todas las Casas que serán levantadas en Mi Nombre en los Centros Marianos que el mundo conocerá, como frutos de esta Obra. Es desde aquí, desde la Casa del Peregrino, desde lo profundo del Relicario de Mi Corazón, que emergerán estas Gracias que cruzarán fronteras, e incluso continentes, y tocarán a las almas.

Por eso, hijos, ahora que levantaron las bases, amplíenlas física y espiritualmente, y todo lo que Yo les digo se cumplirá.

Les dejo Mi Bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo


Al final de la transmisión del Mensaje Semanal, San José nos dio una indicación para el programa Aniversario de Sus Apariciones que será transmitido el 19 de marzo de 2018. Él dijo:

"Quiero que monjes, residentes consagrados de las Comunidades-Luz, Hijos de María y peregrinos que tuvieron o que tienen una experiencia de unión a Mi Casto Corazón para compartir con el mundo, puedan hacerlo y que, de una manera simple, les cuenten a todos como Mi Instrucción y Mis Bendiciones llegaron a sus vidas. De esa forma podrán percibir que el propósito de este programa se está cumpliendo".

Después pidió que hiciéramos un pequeño video para difundir esta invitación y que preparáramos ese programa especial Aniversario*.

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* Para ver ese video y todas las informaciones necesarias sobre ese pedido de San José, haga click aquí

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La Última Alianza

Mi tiempo entre ustedes ya está acabando, y cuando eso suceda, el Señor Todopoderoso probará su fe para saber si en verdad han comulgado de la Palabra de Dios.

Mi tiempo entre ustedes ya está acabando, y cuando eso suceda, será el momento culminante en donde el Sol se pondrá y se elevará la Luna Roja, la que anunciará el último y esperado ciclo.

Mi tiempo entre ustedes ya está acabando, y cuando eso suceda, será el momento en donde su amor deberá estar expandido hacia todos los lugares; será el momento en donde su servicio y su sacrificio por la humanidad deberá ser más grande, a fin de congregar a las almas que están sedientas en la búsqueda de Dios.

Mi tiempo entre ustedes ya está acabando, y cuando eso suceda, la Madre de Dios se recogerá en el desierto a la espera de que el gran y último abismo se abra, momento en el cual el Juicio Universal habrá comenzado.

Pero todos los sellados con el signo del Amor Crístico estarán protegidos y, a pesar de que el mundo esté en su mayor purificación, la paz en esos corazones no faltará; nada ni nadie podrá alterarla, porque será una paz que vendrá del espíritu inmaterial de cada ser.

Mi tiempo entre ustedes ya está acabando, y cuando eso suceda, deberán testimoniar y defender de sí mismos todo lo que han vivido Conmigo, porque eso hará despertar la fe en los hombres ateos y en los que dirigen las naciones del mundo. La fe de los testigos de María permitirá cerrar muchas puertas inciertas y la última Gracia de la salvación se dará para todos.

Mi tiempo entre ustedes ya está acabando y este dictado no son solo palabras; cuando eso suceda deberán hacer avanzar Mi Obra de Paz en el mundo y no podrán detenerse ni retroceder. Que su fe no sea pobre ni oscilante.

Al contrario, hijos, cuando Yo ya no esté más entre ustedes todos los tesoros de la instrucción deberán estar despiertos y activos en cada uno.

Mi tiempo entre ustedes ya está acabando, y cuando eso suceda, verán la señal del Universo aproximarse a la Tierra, será un fenómeno indescriptible y desconocido; ese será el momento de la gran redención planetaria.

Mi tiempo entre ustedes ya está acabando y nada lo detendrá, porque así como fue escrito se cumplirá. La Palabra de Dios es una Fuente viva y de ella provienen todas las Gracias para los que tienen fe en lo que decimos y anunciamos.

Cuando Mi tiempo terminé con ustedes, el Real Tiempo se abrirá y todo estará consumado, porque el Maestro y Señor habrá llegado para limpiar la Tierra y sembrar nuevos principios que serán luz y amor para la Nueva Humanidad.

Mi tiempo entre ustedes ya está acabando, y cuando eso suceda, todo cambiará, y verán erguirse en algunas naciones colonias de salvación y de refugio durante el tiempo del Armagedón.

Antes de que Mi tiempo termine deberán estar confirmados en su fidelidad a la Creación, y la unidad inquebrantable entre sus corazones y vidas derrotará a la última bestia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El triunfo de la Luz y la derrota del mal

El triunfo silencioso del Plan del Altísimo se aproxima y es imperceptible para el mundo de la ilusión; pero existen esencias que sienten, en lo profundo de sí, ese momento.

Es el triunfo de la Luz y la derrota del mal.

Cuando el escenario de los acontecimientos se establezca entre las naciones y en los pueblos, cuando las revoluciones y los conflictos se instalen, esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.

La hora culminante se aproxima y la Madre del Mundo coloca a todos Sus hijos bajo Su manto invisible de estrellas. Ella llega a los lugares más impenetrables de la consciencia, ya que esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.

Nada ni nadie quedará atrás. Los velos de la ilusión caerán y la ceguera espiritual de la humanidad será curada, porque los ángeles del eterno servicio lavarán los ojos de los hombres con el agua de la Divina Fuente, y esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.

Después de tantas intensas batallas espirituales, los soldados del bien se fortalecerán y, a pesar de que la gran y última bestia salga del abismo hacia la superficie, esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.

Mientras tanto, la Madre Universal gesta en Su Vientre sagrado a la Nueva Humanidad, al nuevo planeta que estará libre de sus deudas milenarias y que podrá estar preparado para vivir de verdad el Plan de Dios. Esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.

Verán descender, entonces, al gran Arcángel de la Milicia Celestial desde los Universos superiores y, al toque de la séptima trompeta, el fin del tiempo llegará, no solo para el enemigo, sino también para todo el Universo que aprenderá de la redención.

La fuerza del soplo del Espíritu Sagrado abrirá las puertas para que todo sea revelado; los misterios más ocultos serán develados y la raza humana tomará consciencia del tiempo que perdió para poder unirse a Dios.

Los que hayan respondido al llamado sin comprender, serán felices, porque en ellos radicará una protección impenetrable, los que estuvieron distraídos con el mundo llorarán, porque será demasiado tarde y, aunque el Divino Espíritu los haya llamado, reconocerán muy tarde lo que el Universo muchas veces quiso dictar a su corazón.

Pero el tiempo más difícil cesará porque llegará la Nueva Luz que penetrará con todos sus Rayos al planeta y de la nada toda oscuridad se disolverá en cualquier estado de consciencia. Esa Nueva Luz será la Nueva Faz del Maestro entre los Maestros, será el Sagrado Sol que traerá Consigo los Mil Años de Paz y, entonces, la Tierra será poblada por seres de bondad y de amor.

Los que no hayan encarnado en sí esos  principios ya no estarán en el planeta, tendrán, en el próximo mundo, sus moradas preparadas para aprender de nuevo a ser seres de bien, seres de Luz. Y la Tierra vivirá su máximo gozo cuando el Hijo Solar junto a los Resplandecientes bendigan el comienzo de la Nueva Tierra.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La fuerza proveniente del Sagrado Espíritu de Dios te dará valentía para superar todas las barreras y disipar todos los obstáculos.

Es la fuerza proveniente del Sagrado Espíritu de Dios la que impulsa toda transformación, redención y perdón.

Porque el Sagrado Espíritu de Dios está lleno de Amor y de Compasión infinitos; eso hace de cada etapa, una oportunidad de ampliar los grados de amor a través del Sagrado Espíritu de Dios que todo colma, vivifica y comprende.

Que el Sagrado Espíritu de Dios sea siempre esa Llama Rosa de Amor que todo enciende interiormente, que todo cura y libera para que sus criaturas estén libres para poder dar sus pasos.

Que el Sagrado Espíritu de Dios guíe y reúna a los rebaños de Cristo, a los navegantes que deben encontrar el puerto del Corazón del Redentor, y que todo eso los consagre, finalmente, como soldados de Su Divino Plan.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos del mundo:

Entreguen su corazón a Dios y arrepiéntanse pronto, porque queda poco tiempo.

Entréguense al amor de Dios y estarán a salvo.

No dejen que las tinieblas los sumerjan.  Abran sus corazones y encontrarán la Luz que proviene del Infinito.

Queridos hijos, queridos hijos del mundo, ofrezcan penitencia, reparación y mucha oración, para que más almas sean ayudadas, sean retiradas del error y despierten al Amor de Mi Hijo, al camino del apostolado y de la redención.

Queridos hijos,  lo que Yo les ofrezco, a través de los Centros Marianos, es lo máximo que Yo les puedo entregar, todo lo que el Padre me ha permitido. Llenen estos Centros Marianos de personas necesitadas de amor; de almas sedientas de oración y gran parte del mundo podrá cambiar.

Difundan en el mundo a Mis Centros Marianos; aún es poca la concurrencia y es muy grande la  necesidad de oración en el mundo.

Cuento con Mis fieles colaboradores, con Mis ejércitos celestes, que se han comprometido Conmigo desde su consagración, para que las almas lleguen a los Centros Marianos  y reciban, como ustedes, todas las Gracias.

Queridos hijos,  Dios tiene escrito un destino para esta humanidad, un destino lejos del sufrimiento y del dolor; por eso es importante, Mis hijos amados, que en los  Centros Marianos exista la vida, la alegría y la devoción de servir a Dios.

Necesito, queridos hijos, que puedan ser más creativos, que convoquen a los rebaños de Dios, a las almas dispersas por el mundo que no conocen el Amor de Mi Corazón Inmaculado, ni tampoco el gran Amor de Dios.

Sean peregrinos de Mis Centros Marianos, para que muchos más lo puedan ser. Traigan a las almas hacia los Centros Marianos, a través de todos los medios posibles.

Mis Centros Marianos son consagrados para el mundo herido, para la humanidad enferma, que a través de ellos debe alcanzar la cura, el perdón y la redención.

En Mis Centros Marianos he dejado los tesoros del Cielo, las más grandes dádivas del Universo, que aún son desconocidas por las almas, porque ellas son intangibles y provienen del Espíritu de Dios, del Propósito de Su Fuente Inmaterial.

Queridos hijos, Mis Centros Marianos son para todas las naciones del mundo, así como los Santuarios Marianos en el mundo. 

Quiero que sean voz y eco de Mi Mensaje. Quiero que sean voz y eco de los Centros Marianos de Amor, que ellos estén llenos de almas necesitadas del Amor del Padre y de la Misericordia del Redentor.

Para que eso sea posible, hijos Míos, ustedes deben pensar en grande y no en pequeño; deben asumir grandes desafíos en este tiempo final, porque mientras no los asumen o no los lleven adelante, muchas más almas se pierden en el mundo de  los abismos y son llevadas a la gran ilusión de esta humanidad.

Queridos hijos, en los Centros Marianos están las dádivas que las almas necesitan para este tiempo, las llaves que necesitan encontrar para abrir las nuevas puertas hacia la redención y el perdón.

Por ejemplo, hijos Míos, este Centro Mariano de Aurora tiene un propósito con la cura de la humanidad. Necesito que los hermanos que aquí llegan todo el tiempo, que todos Mis hijos de esta nación y de esta región correspondan a este Centro Mariano; que puedan abrir más sus mentes y corazones para acoger a los más necesitados.

Ustedes, queridos hijos, son los difusores de los Centros Marianos de Amor; mientras esa difusión no se lleve adelante, muchas Gracias que vienen del Cielo, se detienen, no pueden descender y están restringidas a muchas almas.

Necesito, queridos hijos, que asuman ese compromiso Conmigo ayudando a manifestar en los Centros Marianos su verdadera tarea. En cada uno de ellos he dejado un Don especial de Dios, Don que deben descubrir por su trabajo, por su dedicación, por su sintonía con cada uno de ellos. Cuando eso llegue a suceder, las almas vivirán los grandes cambios que necesitan y ya no se sentirán solas, ni tampoco perdidas, porque estarán con Dios y en Dios.

Yo vengo a entregarles esta dádiva y este tesoro de los Centros Marianos, porque es la misión de los hijos de María, de todos los grupos de oración, hacer vivos a los Centros Marianos para que ellos no mueran rápidamente. Es su compromiso y también su obligación como hijos Míos, venir a los Centros Marianos al menos quincenalmente. Porque mientras las Gracias siguen descendiendo, sus corazones deben ser receptáculos para ellas, sus vidas deben ser mediadoras para que esas Gracias que vienen del Universo se retransmitan a las almas.

Si en los Centros Marianos no hay almas físicamente andando y orando, las Gracias no pueden llegar a la humanidad dolorida y menos aun a aquellos corazones que sufren por el horror, por la enfermedad y por la perdición.

Que sus corazones, que sus labios y que sus manos sean difusores de los Centros Marianos de Amor; así ayudarán a su Madre Celeste a que la Obra de Redención y de Misericordia llevada adelante por Mi Amado Hijo, no solo permanezca en los Centro Marianos, sino también en todo el mundo que debe saber y conocer, a través de Mi Mensaje, que Yo estoy aquí presente entre ustedes y convocando a la humanidad para que ella viva su preparación en el fin de este tiempo.

Mis ejércitos de Luz deben crecer,  eso comenzará a partir de los Centros Marianos y del verdadero compromiso de todos los hijos de María.

La consagración no termina en ustedes. La consagración, los lleva a vivir un compromiso con el Plan de Dios y así ustedes, estarán cumpliendo Su Voluntad, así como la cumplen todos los Ángeles del Universo.

Queridos hijos,  desde este nacimiento de Aurora, desde el renacer de su Fuego superior, de su Llama curadora, estamos ingresando en el último tiempo del despertar de la humanidad y ese ciclo en algún momento se cerrará. Dependerá de ustedes, hijos amados, que ese despertar que debe surgir desde los Centros Marianos de Amor pueda llegar a todas las almas posibles, a todos los corazones necesitados, en todas las lenguas posibles.

Primero, queridos hijos, deben expandir su consciencia, su corazón,  para poder abrazar la Obra de forma planetaria; para que más puertas a la conversión y a la redención se puedan abrir en otras naciones del mundo.

Aquí, con todo Mi Amor maternal, en Aurora como en otros Centros Marianos,  he gestado las bases para esa nueva etapa. Es hora de que Mis soldados de la oración y de la paz acompañen a su Madre Celeste en este nuevo desafío.

Hoy les vengo a dejar este mensaje, hijos amados,  porque aún hay mucho por hacer, aún hay mucho por qué corresponder, hay mucha responsabilidad aún por vivir por cada uno de ustedes.

Con este mensaje de preparación, hijos amados,  hoy vengo a consagrar a nuevos hijos de María, que representarán a muchos más, a muchos más que se deberán consagrar en el futuro al Amor de Mi Inmaculado Corazón y a la sagrada tarea de vivir y de asumir los Centros Marianos; para que estos algún día se conviertan en el verdadero Espejo de Dios, que debe reflejar al mundo el último tiempo de la Misericordia, de la Reconciliación y de la Cura de las Almas.

Los Centros Marianos deben ser la morada de los simples, de los buscadores del Amor de Dios y de todos los perdidos que no encuentran sentido en sus vidas, ni en sus caminos.

Deseo ardientemente, queridos hijos, que el mismo impulso espiritual que sus almas recibieron desde el día de su consagración como hijos de María, pueda repercutir y expandirse en más almas del mundo que claman por Mi Corazón y Mi Intercesión. 

De esa forma, respondiendo a las súplicas de Mis hijos de todas las naciones y de las diferentes razas del planeta, Yo vengo a entregarles esta Misión en respuesta a la súplica de Mis hijos del mundo, para que Mis ejércitos de Luz, para que los hijos de María, hagan florecer la misión especial de los Centros Marianos y vayan al encuentro de las almas del mundo llevando Mi Mensaje de Amor, Mi Mensaje de esperanza y de paz para todas las criaturas. 

Para que eso sea posible, hijos amados, deben ofrecerse al Redentor, como Sus apóstoles dispuestos a ir al encuentro de las almas del mundo; no sólo en la vía del servicio, de la oración o de la comunión, sino también, hijos Míos, al encuentro de las naciones del mundo que deben recibir la ayuda espiritual que tanto esperan y que tanto necesitan para tener una nueva oportunidad en este camino de amor y de redención que Yo les ofrezco.

Será de esa forma, hijos amados,  que los Centros Marianos se podrán expandir en el mundo y no se restringirán a la región en donde se encuentran, sino que tendrán sus puertas abiertas para recibir a todos los peregrinos del mundo. Eso espero que suceda algún día; no les pido que los convenzan o los conviertan, sino que los reciban con amor, que les enseñen a vivir la oración y que sepan que existe un camino de salida de todo el caos de este mundo, un camino que los lleva a Mi Inmaculado Corazón y de Mi Inmaculado Corazón al Reino de Dios.

Únanse como grupos y servidores para asumir esta Misión por los Centros Marianos, y ayuden a que los Centros Marianos puedan manifestar los pedidos de los Mensajeros Divinos y que estos se concreten para que más energías espirituales y principios universales desciendan a través de ellos.

Para eso, hijos Míos, también será necesario, ayudar en la concreción de todas las manifestaciones necesarias que los Centros Marianos deben tener, para ayudar a enfrentar el fin de este tiempo y el ciclo final que la humanidad vivirá en poco tiempo.

Los Centros Marianos deben ser islas espirituales de salvación, para que los corazones más solitarios y perdidos, encuentren alivio, paz y esperanza.

Si hoy les pido esto, Yo, que Soy su Madre,  es porque es posible concretarlo; existe el potencial en sus corazones, solo deben dar el primer paso, para que el Universo del Padre lo pueda concretar todo.

Los Centros Marianos serán la referencia para cuando Nosotros ya no estemos aquí. Ustedes saben, hijos amados, que existe un tiempo para estar entre ustedes, y para ese tiempo no falta mucho. Después de diez años de Gracias, sus corazones están listos para asumir la tarea de los Centros Marianos, que los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José, hoy les encomiendan a todos. 

Aquí nos encontrarán espiritualmente porque Nuestros Corazones siempre estarán en los Centros Marianos para traer alivio a las almas, cura y redención a los corazones.

Hoy estoy realizando esta consagración de nuevos hijos de María de forma especial, como si fuera la primera vez que aquí, en Aurora, consagré a los primeros hijos de María, que hoy forman parte de Mi Obra, que se han fortalecido en la fe y en la oración y que peregrinan junto Conmigo de forma incondicional y entregados a vivir la Voluntad de Dios.

Renovando ese Principio de Consagración que fue vivido aquí, hace muchos años, hoy vengo a renovar ese voto de consagración, para que los que llegarán a consagrarse en el futuro puedan vivir el mismo impulso de despertar y de compromiso con Dios, a fin de establecer en la Tierra los mil años de Paz.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán.

Prepararemos hoy el himno de su consagración como si fuera la primera vez que las almas reciben un gran impulso para poder dar un gran paso, como lo dieron muchos hijos de María, en estos últimos años en donde dijeron “si” al Plan de Dios.

Quisiera escuchar la música instrumental introductoria de ese himno para poder bendecir a los que hoy se consagrarán ante su Madre Celeste.

Oraré por estos hijos que hoy se consagran en nombre de todos los que ya se consagraron, para que puedan revivir su compromiso, confirmar sus votos y llevar adelante esta misión especial que hoy les encomiendo en la manifestación de los Centros Marianos y en la difusión de los mismos, como islas espirituales de salvación.

Coloquemos nuestra mano izquierda sobre el corazón y únanse a Mi Inmaculado Corazón. En esta sagrada oferta que hoy realizaremos juntos para nuestro Padre Celestial.

¡Altísimo Señor del Universo, que escuchas las plegarias de Tu Sierva!
¡Altísimo Padre Creador, Fuente de Amor y de Unidad para todo lo que existe!
¡Altísimo Adonai, Venerable Emanuel, Santísimo Abba!

Escucha la oración de Tu Sierva en este momento, para que los corazones del mundo que algún día se consagrarán a Mí puedan florecer Tus Virtudes y puedan descender todas Tus Gracias, a fin de que se establezca el alivio para el sufrimiento, la cura para las enfermedades, la sanación para las almas y la redención para los corazones.

Que todo el Amor que proviene de Ti hoy sea derramado sobre estos hijos que se consagran, para que como muchos otros, se renueven en Tu Propósito Divino y en Tu Infinito Llamado.

Que los Ejércitos de la Luz hoy se multipliquen para que más almas en este mundo sostengan el estandarte de la paz, el que indicará el retorno de Cristo.

Amado Señor concede la Gracia para estos espíritus que hoy se postran ante Tu Sierva para recibir Tu Amor reparador, Tu eterna Misericordia.

Hoy renuevo, en nombre de ellos, la consagración de todos los hijos de María, para que en estos tiempos que llegan Mi Manto Celeste de Luz y de Paz se expanda en todas las naciones del mundo, porque Mi más ardiente deseo, Padre Amado, es que hayan hijos de María en todas las naciones del mundo.

Y hasta que eso no se cumpla, Yo te pido Señor, poder estar aquí, cerca de Mis niños, para poder acompañarlos en esa gran aspiración. Amén.

Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Y ahora, que el Padre escucha la voz de Sus hijos más simples y perseverantes, entonemos este himno de consagración para que más núcleos internos, más almas en esta humanidad, despierten a su consagración en preparación del retorno de Cristo.

Yo les agradezco, a pesar de todo, por responder a Mi llamado y agradezco a todos los que hoy están aquí y a los que estarán algún día. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

AURORA, el nuevo amanecer…

Que los tibios de corazón se aparten, porque Aurora vuelve a amanecer en el interior de los que creyeron en ella desde el principio.

Que los injustos que no supieron reconocer a Aurora se rediman, porque llegará la hora en que la Aurora Azul brillará en el firmamento de este mundo.

Aurora es el rayo que separa el bien del mal.

Aurora es el escudo que repele los embates de las tinieblas, pero su fuego puede calcinar todo lo que toca.

Rendirse a Aurora es una meta. Unirse a Aurora es un propósito.

Por eso Aurora emana su Fuente curadora de luz para revertir todos los males internos. Dichosos serán los que se dejen moldear por su fuego, porque Aurora hará de cada alma un precioso triunfo para Dios.

Mientras puedan, déjense vencer por la corriente poderosa de Aurora y sus lazos con el mundo se romperán, sus cadenas más resistentes serán liberadas y recibirán el soplo del fuego divino de Aurora.

No quieran comprender de dónde proviene su poder. Únanse a la llama flameante de Aurora y forjarán en ustedes un verdadero e inquebrantable soldado de la luz.

Abran camino, reclinen sus cabezas y reverencien al Reino de Aurora, porque su espíritu maternal y femenino vencerá todas las agudas batallas de estos tiempos.

No ostente, ningún hombre sobre la superficie de la Tierra, vencer a Aurora, porque será empujado por su incomprensible magnetismo de luz; como algunos que antes estaban aquí y fueron expulsados muy lejos de Aurora por arrogancia o poder.

Sépanlo bien, Aurora es el Poder del Padre manifestado.

Aurora es la Voluntad concreta que transmuta todas las formas. De nada servirá oponerse a ella, porque perderán esencia y energía.

Aurora tiene el don de resucitar a los muertos en vida.

Aurora tiene la virtud de despertar a los que están más apartados del Amor de Dios y de la Verdad.

Pero Aurora no retiene a los duros de corazón y a los codiciosos de mente, ya que Aurora no se comunica con ningún poder de uso humano.

Aurora está lejos de lo material ya que sus Leyes son inmateriales y están íntegras en su esencia interior.

Aurora no protege a los falsos ni estimula el honor de los fríos de corazón.

Su fuego es poder. Su llama es redención.

Aurora es una Consciencia desconocida, pero quien la ama la conocerá y la comprenderá.

Aurora es el refugio de los humildes y es la morada de los espíritus heridos.

Aurora es la estrella que renueva la consciencia, pero también es el estandarte de los descalzos siervos de Dios.

Aurora es la Esencia Divina en la manifestación de Dios. Es la sagrada corriente curadora que todo impregna y renueva.

Aurora puede ser parte de un ser, y un ser puede ser parte de Aurora; y así se establece la comunión interna con la Hermandad.

Aurora hoy amanece y muestra su gran Espejo, el que le refleja a las almas el mensaje de la redención y del amor.

Aurora despierta de su sueño profundo y, ahora, con toda su infinita Consciencia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Aurora, el Sol interior que vuelve a nacer

Aurora es el Sol interior que vuelve a nacer, es el Sol que despunta en el universo interior de los que la invocan.

Aurora es ese Sol que disipa las tinieblas y trae cura espiritual para todas las almas.

Aurora es ese Sol que nunca muere, porque es un Sol eterno.

Aurora es el fuego que unifica todas las cosas, es la llama que consume las corrientes contrarias.

Aurora es ese Sol que penetra en los abismos de la consciencia, es la fuerza misteriosa de Dios que todo exorciza.

Aurora es el imán que atrae Leyes de cura y de perdón para los seres de la Tierra.

Aurora es esa estrella fugaz que todo ilumina.

De Aurora surge la fuente de reparación para las criaturas terrestres, porque Aurora obra por medio del amor y de la redención.

Aurora aún no es conocida ni comprendida.

Aurora es anterior a la existencia de este mundo. Ella proviene de una concepción espiritual especial, eso hace de Aurora un lugar sagrado e inmaculado, y todos lo que llegan a Aurora deben abrirle su corazón para poder ser impregnados e irradiados por ella.

Aurora es ese Sol desconocido que eternamente brilla; es la luz que no deja que la noche acontezca; es esa llama fugaz que ilumina los mundos internos.

Todos los que llegan a Aurora simples de corazón y puros de intención, son trabajados por este sagrado Sol de Aurora.

Aurora no tiene límites, pero sí tiene puertas. Ella se comunica de corazón a corazón y activa los sentidos internos, que no son sentidos humanos, para establecer una comunicación entre la consciencia y Dios.

Aurora es ese Sol que concentra principios, experiencias y resultados de altos grados de amor que guarda en su interior.

Aurora nace de un misterio, pero vibra como nota musical en el Universo, despierta la voluntad de servir y de vivir el sacrificio por los demás.

Aurora sobrevive en este tiempo porque vive el amor, y eso la hace fuerte y perseverante junto a sus guerreros que la integran.

Aurora forja la verdad del corazón y repele a los falsos. Ella acoge a los enfermos y cura a los miserables, libera a los oprimidos y retira del abismo a los presos de sí.

Aurora concede una gracia intangible, pero duradera. Ella acompaña a los humildes y fortalece la fe de los tibios de corazón.

Aurora es transparencia. Ella repele a los mentirosos y encarcela a los manipuladores.

Aurora es una Ley concreta y justa, para eso fue creada.

Su esencia es Voluntad-Poder de Dios y su espíritu inquebrantable es amor infinito.

Aurora es el sendero para la redención de los que dicen “sí”.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 54ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy vengo a traer el Silencio de Dios al mundo, para que sea sentido, para que sea recepcionado por los corazones, por los que llevan adelante la Obra de Dios en este planeta.

El Silencio de Dios trae un cambio importante para las almas del mundo, especialmente para aquellas que están sumergidas todavía en la ilusión y que no consiguen por sí mismas salir de ella.

El Silencio de Dios fue el que permitió la creación de los universos, de los cuerpos celestes, de los planetas, de los soles y de las estrellas.

Del Silencio de Dios surgió el Divino Pensamiento para toda la Creación. De ese Silencio, después surgió la vida por la fuerza del Soplo del Espíritu, quien manifestó la esencia, y después, la materia.

Dios pensó en todo, en cada detalle y cuidó de todo para que Sus hijos fueran parte de esta Creación y se sintieran partícipes de cumplir con una parte de Su Voluntad, entre tantas humanidades, entre tantos universos, entre tantas galaxias

Pero esta Creación debería vivir un gran aprendizaje, el cual surgió hace mucho tiempo atrás, en el Universo, con la Rebelión.

En ese momento, los Portadores de Dios tuvieron que decidir, en el camino de la dualidad, por el bien o por el mal. Y una cicatriz, una herida, quedó abierta. Y el Silencio de Dios, que regenera la vida y la consciencia, se retiró, desde el momento en que uno de los Padres Creadores no obedeció a la Fuente, ni a las Leyes del Altísimo.

A partir de allí, de esa Rebelión universal, el planeta fue escogido por el Padre para llevar adelante el máximo Proyecto de Amor Crístico.

En ese momento, el Silencio de Dios se recogió en lo más íntimo de Su Ser y de Su Existencia. Pensó, contempló y meditó en toda la Creación, en todo lo que ya existía, para buscar una respuesta a la gran falla de las humanidades del Universo.

Mientras tanto, espíritus valientes y desconocidos, circundaban por las estrellas como grandes ángeles de Luz, llevando un mensaje de Paz y siendo portadores de la Paz que uniría a toda la Confraternidad, a fin de cicatrizar las heridas y borrar las huellas que quedaron grabadas en millones de consciencias que hoy están aquí, en este planeta.

Cuando Dios se recogió en Su Silencio y contempló a la Creación y los errores cometidos por Sus criaturas, fue cuando los Resplandecientes, los Elohim o los Hellel, se reunieron ante los Tronos del Creador para entregar una decisión tomada, que en verdad, compañeros, era una petición de todos los seres de la Luz, de todos los ángeles, que buscaban en Su Sabiduría y Amor, una sabia respuesta.

Esa respuesta y esa petición fue el surgimiento de la Segunda Persona de Dios, de Su Amado Hijo, para que el Espíritu del Amor-Sabiduría descendiera de lo más invisible del Espíritu, hacia lo más material y encarnara entre los hombres de este mundo, llevándolos a la Redención y al aprendizaje del Amor y del Perdón.

A partir de ese momento, el Proyecto de Dios y la Creación fueron recreadas. San Miguel Arcángel, San Rafael Arcángel y San Gabriel Arcángel se comprometieron a llegar a la humanidad, para prepararla para ese gran acontecimiento del Nacimiento de Cristo.

El Hijo del Padre, portador del Amor-Sabiduría, llegó como un Sol, más brillante que todos los soles, trayendo en Su Esencia y Divinidad la experiencia que la humanidad debería vivir, por medio de Su Nacimiento, de Su Vida pública y de Su Muerte.

Hasta los espíritus más caídos de este planeta, durante la existencia de Cristo sobre esta humanidad, aprendieron y vivieron la redención, el perdón de los errores. Y así se cerró un ciclo.

Por eso Judas, el antiguo apóstol, fue el antes y el después para esta humanidad y este planeta. Fue él quien se ofreció, en su más grande ignorancia e indiferencia, a recrear esta Creación. Así, como parte de la condición humana, llevó al mundo a la escuela del perdón y de la reconciliación. Y aunque el destino de Judas no fue muy bueno, su Maestro y Señor, a pesar de que supiera de su traición, lo perdonó, al igual que su Madre María.

¿Por qué hoy les cuento esta historia?

Porque la humanidad todavía no sabe de la esencia de Mi Evangelio y de Mi Existencia en esta humanidad.

Desde la Rebelión hasta el presente, muchos errores se siguen cometiendo. Por eso es tan importante la manifestación de la Obra de la Misericordia en todas las naciones y en todos los pueblos. Esta es la última tabla de salvación que les entrega Dios, para todas las criaturas de este mundo.

Una parte de la humanidad fue redimida durante el tiempo de la Presencia del Señor. Pero otra parte aún no fue redimida, que es esta última civilización del fin del tiempo, que tiene el chance de vivir la redención y el perdón.

Del Silencio de Dios surgió la Fuente del Amor-Sabiduría, la que a través de los tiempos y de los ciclos fue descendiendo de plano en plano, hasta llegar aquí, con el Nacimiento del Mesías y Redentor.

La humanidad necesitaba tener encarnado el propio Amor-Sabiduría, para que lo pudiera comprender, sentir y vivir. De lo contrario, no hubiera sido posible la redención de los espíritus más resistentes que cometieron errores, en tiempos anteriores.

Aún este planeta y esta humanidad son la escuela escogida para la expresión del Amor-Sabiduría entre los seres y las almas. Hasta que Nuevos Cristos no surjan en el fin de estos tiempos, esa escuela de Amor-Sabiduría, de perdón y de redención, estará abierta, para que las almas la puedan vivir y puedan aprender cómo amar cada día más, sin condiciones, así como amó su Maestro y Señor, los mayores ultrajes, las temibles indiferencias, los grandes errores de toda esta raza, aún no redimida.

Aún les cuento esto, compañeros, porque veo en sus corazones el potencial de un Cristo del Nuevo Tiempo, que debe animarse a no ser nada más para sí, sino todo en donación por los demás, y sin condiciones.

A través de estos últimos tiempos, los he llevado de la mano a la experiencia en la escuela del Amor-Sabiduría. Y así como lo fue en el antiguo Oriente, en este tiempo Mi gran deseo y aspiración, es que en Occidente surja una raza de Nuevos Cristos; de seres abiertos de corazón, de almas en donación; de espíritus incansables al servicio del Plan del Creador.

Los Cristos del Nuevo Tiempo, que surgirán de diferentes religiones y caminos, y que se encontrarán en un mismo estado de consciencia y de vibración, son los últimos santos de los últimos días, que prepararán el Retorno de Cristo para el momento más difícil de la humanidad, que ya se aproxima.

Ustedes son parte de la transición de ese acontecimiento. Su historia de redención y de amor está siendo escrita en los Libros de Amor de los Señores de las Vestiduras Blancas. Si esta historia se concreta y finaliza, un importante acontecimiento sucederá, para que más consciencias puedan ser partícipes del Retorno de Cristo y podrá ser evitado que esas consciencias sean trasladadas hacia otras moradas.

Deseo que con su corazón ardiente, que he visto durante esta Maratón, ese ardiente amor que los lleva a encontrar el Amor-Sabiduría, pueda permanecer en ustedes, sobre todo en este ciclo, en donde las pruebas serán más grandes y los desafíos serán más inalcanzables. Pero quien esté en el Amor-Sabiduría, estará en Mí y Mi Padre estará en ustedes, para que siempre los conduzca por el camino de la Verdad y del Amor.

Hay muchas cosas que la humanidad no sabe del Universo ni de la Divina Existencia. Hoy solo les he contado menos del uno por ciento. Imaginen entonces, compañeros, cuánta historia está escrita en los Espejos de Dios y en toda la Fuente de donde surge la vida de las esencias, de las almas y de los espíritus encarnados en este y en otros mundos.

Ya no piensen que esta Tierra, que este planeta, es el único que está vivo, con una humanidad. Abran sus consciencias a lo infinito del Universo y vean que dentro de él existe mucha más vida de lo que parece; que existen consciencias que los aman y que ustedes desconocen que sirven al Proyecto de Dios silenciosamente, para que la Creación, y en este caso los universos, se mantengan en perfecto equilibrio y armonía.

Los invito, con ánimo de alegría y de motivación, a penetrar en las Leyes del Universo, en aquello que es intangible y cósmico. Así, algún día podrán tener la sabiduría y la comprensión de que todo forma parte de una Jerarquía.

En este tiempo compañeros, la obediencia será impredecible. La obediencia también será una escuela para Mis apóstoles, porque será la forma de permanecer en la Luz, o lejos de ella.

La obediencia a Dios y a Su Plan, no son restricciones ni reglas, tampoco lamentaciones ni resistencias. A partir de que uno de los Padres Creadores desobedeció a Dios, decretó en este Universo la prueba de la desobediencia en todas las criaturas, no importando su evolución o despertar. Ustedes, con su compromiso y adhesión a Mi Corazón Misericordioso, deben ayudarme a vencer definitivamente esta dualidad, para que este Universo local viva el ciclo, el ciclo que le espera, de ser recreado como el Padre lo piensa en Su Silencio interno.

Por eso retornaré al mundo, en Gloria, Luz y Potestad. Y nadie podrá escapar a ese acontecimiento tan importante, en donde leyes, puertas y energías sublimes serán movidas, para que el Hijo Solar retorne a esta humanidad.

Cada cumplimiento del Plan y su etapa, es vital. Por eso la importancia de cumplir con Mis pedidos y con la convocatoria de la Jerarquía Celeste. Eso testimoniará al Padre que es posible llevar adelante Su Aspiración Cósmica, no solo en este planeta, sino en el Universo.

Y cuando el Retorno de Mi Glorificado Corazón se concrete, muchas cosas se terminarán. Y como he dicho, no quedará piedra sobre piedra, sino corazones triunfantes.

Cada detalle, cada acto de amor, cada oración, así como cada caridad que ofrezcan, construye el Plan del Padre en esta humanidad y activa pulsantemente a los Cristos del Nuevo Tiempo.

Mi Propósito, amados Míos, es hacer un corte en el tiempo y en el espacio de la historia de este Universo, para que sea purificado, transmutado y liberado. Y que a partir de Mi regreso al mundo por segunda vez, se reescriba finalmente la historia de la redención y el despertar de los Nuevos Cristos al Amor Crístico.

Mi Corazón se aflige por aquellos que no pudieron seguir Mi Propósito y que hoy no pueden escuchar este mensaje, en donde les he revelado, con total apertura, una pequeña parte de la historia de esta Creación, de esta vida infinita que los llama para la elevación de la consciencia, para que todas las razas, todos los pueblos y todo este planeta, se eleven de plano y de liberación y formen parte de la Confraternidad.

Vengo a decir esto fuera de Mi Iglesia, que está extendida por toda esta Tierra, para que muchos más corazones, independientemente de su religión o de su credo, puedan saber que Yo Soy el Amor-Sabiduría, que Soy más que Jesús. Soy el Unigénito, el Primogénito del Padre; el que fue anunciado por los labios del Arcángel Gabriel, para traer al mundo la redención y la misericordia de todas las criaturas.

Hoy, como Profeta y Pastor de nuestro Altísimo Padre del Universo, vengo a extender la historia del Apocalipsis. Vengo a extender lo que ha escrito Juan en el libro del Apocalipsis, porque a medida de que los Cristos despierten y se confirmen, la historia cambia, y la posibilidades de redención en las almas es visible y se concreta.

Yo los invito, compañeros, a persistir en este nuevo tiempo que llega, a soportar los embates, a transmutar las interferencias y a sufrir con valentía las disociaciones y las pruebas, sabiendo que Mi Mano poderosa e invencible, que Mi Rayo glorificado, estarán extendidos hacia ustedes, para siempre salvaguardarlos, y ayudarlos delante de cada prueba.

Para que la humanidad sea merecedora de una nueva oportunidad, grupos de almas en diversas partes del mundo, se ofrecerán a sostener, junto Conmigo, a esta humanidad, a fin de que al menos una cuarta parte de ella se redima y sea la que repoblará la Nueva Tierra y vivirá el principio de una nueva y fraterna humanidad.

Mientras tanto, no dejen de sostener con sus manos la Espada de Fuego que les ha dado el Arcángel Miguel, para que en las batallas sus oraciones sean las grandes vencedoras contra el mal y todo lo que disocia a la mente humana.

Que su Escudo Protector, entregado por el Arcángel Rafael, sea la fe, la que moverá los acontecimientos y generará oportunidades inexplicables en las consciencias, que ni siquiera hoy se imaginan.

Que su Casco de Luz, entregado por el Arcángel Gabriel, sea la protección de su sabiduría y de su discernimiento, para que siempre sepan qué hacer y en dónde estar, cuando la Jerarquía los convoque a la gran misión.

Con todos estos testimonios de la Creación, vengo a bendecir a los que hoy se sacramentarán, sabiendo que por detrás de cada Sacramento aún se encuentra un misterio que no fue develado. Por eso, quien vive un Sacramento con total apertura del corazón, develará ese misterio y penetrará en la esencia de la Divina Existencia.


Padre Altísimo, Creador de todo lo que existe, Te pido, en el nombre de Tu Amor-Sabiduría y de Tu Gracia, que bendigas todos estos elementos, para que sirvan de gozo y de plenitud a las almas que claman por la Redención. Amén.

Padre Altísimo, Soberano de la Misericordia, concede, por medio del Sacrificio de Tu Hijo, la reparación por los pecados cometidos contra Tu Divino Corazón y Tu Plan de Amor para este planeta. Que las almas que se sirvan de este Sacramento vivifiquen el Amor-Sabiduría de Tu Amado Hijo, Jesucristo. Amén.


Siéntanse en este momento chispas de Luz del Padre, y ya no más seres miserables, sino espíritus que pueden, en Cristo y por Cristo, irradiar amor a todo lo que existe y a todo lo que vibra, buscando como aspiración traer la cura, el amor y el perdón para este planeta y su humanidad.

Siempre Me alegro cuando puedo volver a Aurora, porque aquí Yo puedo decir al mundo lo que siempre quiero decir, y no debo cuidarme de lo que debo pronunciar para las almas y su despertar.

Aurora es esa Luz que brotó de la Fuente de los Padres Creadores; la misma Fuente que manifestó la Segunda y Tercera Persona de Dios, el Hijo y el Espíritu Santo.

Entonces, hermanos Míos, están ante un gran misterio, lleno de amor y de sabiduría. Aurora es esa Luz que los lleva a la reconciliación y a la cura interior, y que los hace seres libres, para siempre.

Cuando quieran encontrar Mi Perdón, vengan aquí, a Aurora, que Yo los esperaré. Y cuando no puedan venir, se coliguen con Aurora, y así, se coligarán Conmigo plenamente.

Agradezco en esta noche el ofrecimiento de todas sus oraciones y de todas sus canciones. Me ha llenado de gozo la voz consoladora de las almas que persisten en el camino de la consagración.

Que sus voces, algún día, sean consoladoras para este mundo, que sufre y está enfermo.

Que sus voces nunca se cansen de proclamar el Nombre del Señor, porque así, el Señor estará con ustedes y entre ustedes, trayéndoles la Vida Divina.

Recójanse en el Silencio de Dios y todo será curado. Comulguen de Su Silencio Divino y todo será comprendido, a pesar de que haya sido injusto.

No sufran más.

No padezcan más y no retrocedan más.

Sigan Mis Pasos, contemplen Mis huellas, porque hacia donde Yo los conduzco, nadie podrá conducirlos. Hacia donde Yo los llevaré, nadie podrá llevarlos.

Yo nací de la Fuente del Amor-Sabiduría de Dios, para que ustedes, como almas, vivieran el verdadero Amor.

Que se escuche la voz consoladora de las almas y que en las almas se puedan cicatrizar las heridas más profundas, a fin de que se establezca el Amor del Padre en los corazones.

Yo los bendigo, hijos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi convocatoria. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 54ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy, sus corazones serán perdonados y sus vidas serán renovadas, porque el Todopoderoso está llegando después de Su Hijo, para liberar al mundo de las tinieblas y la perdición.

Él viene a congregar a los espíritus que lo han amado y lo han honrado, que le han dado alabanzas a Su Nombre y a toda Su Creación.

Hoy estoy ante sus miserias más profundas, pero vengo a buscar su más grande amor, aquel amor que hoy Me entregaron y Me donaron, incondicionalmente, para que Yo pudiera estar aquí, entre los Míos y darles a comulgar de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, de Mi Espíritu y de Mi Divinidad.

Hoy, el Padre llega con Su Reino, Sus ángeles y arcángeles, con Sus coros celestiales, a bendecir la primera Cruz Azul. Y el soplo del Espíritu llegará a las almas y encenderá los corazones de un desconocido gozo que nunca vivieron.

Así como los Dones de Dios descendieron en el Cenáculo sobre los apóstoles y María, hoy los siete Dones del Espíritu Santo se congregan aquí para descender en sus corazones y esencias.

Entonces, compañeros, es un gran momento de renovación y de júbilo, en donde el pasado deberá borrarse de su consciencias y mentes, porque ahora sí podré caminar con los que están firmes, con los que han aprendido a salir de la tibieza y del desamor .

Ahora sí, podré caminar con los que han de ser justos, con los que aprenden a llevar adelante Mi Obra, con los que han dicho sí, a Mi Sagrado Corazón. En ellos no recostaré la cruz de las amarguras y del sufrimiento, sino la Cruz de Emmanuel, que es la Cruz de la victoria y de la elevación de la consciencia humana hacia el Reino de Dios.

Así, sus espíritus se elevarán y deberán creer, compañeros Míos, que sus penas se disolverán completamente, siempre y cuando den el permiso para ello.

Por eso, con esta dulzura que ahora brota de Mi Corazón, hoy no vengo a ver a los pecadores sino a los que se redimen y a los que caminan en el sendero de la transformación interior todos los días.

No crean, compañeros, que ganarán el Cielo mientras estén en la Tierra.

Han venido aquí, como la humanidad, para aprender a amar y perdonar, para aprender a vivir la compasión y la justicia en cada detalle.

Cuando eso se alcance, toda la humanidad estará libre de la adversidad y del pecado, y las puertas de los infiernos se cerrarán tantas veces como las ha cerrado Dios a través de Su Hijo y de Su Sierva Fiel, así como de San José.

Beban de este momento como un único momento que no se repetirá nunca más. Unir el Cielo y la Tierra, el Universo y la humanidad es algo grandioso que no sucede todos lo días.

El Padre no desciende al mundo desde que Yo ascendí a los Cielos. Imaginen, compañeros, cuánto tiempo ha pasado para que llegara este momento en donde los méritos de Mi Pasión y de Mi Cruz estarán grabados en el resplandor de la Cruz Azul.

Por eso, hoy he detenido a la tinieblas y a Mi adversario. Aquí está presente ante sus ojos la manifestación de la Voluntad de Dios y de Su divino Propósito. Y ustedes, en este momento, compañeros, están siendo llevados a ingresar en el espíritu de Emmanuel, en donde se encuentra la paz, la armonía, la cura y el perdón de todas sus faltas.

A esto se acrecienta la Luz de Aurora y su divino Rayo de Liberación, que hoy trabaja silencioso sin mover tantas leyes ni energías, sino en el interior de las consciencias y de los corazones que se abren para poder encontrarla.

Vean entonces, compañeros, como en este momento, el tiempo de la ilusión se detiene en una parte de este planeta e ingresa el Real Tiempo de Dios, para hacerles sentir en Su silencio, la unidad con todo el Cosmos y con toda la Vida universal.

Para eso los Resplandecientes, los Elohim, son los que abren las puertas entre los planos, para que el Padre descienda aquí con Su Espíritu.

El viento viene a limpiar el mal pensamiento de los ingratos, para que no los afecte, sino que prevalezca el Soplo del Espíritu de Dios sobre sus consciencias, en este momento.

En recogimiento y oración, vayamos al encuentro del Padre y de la bendición de la Cruz Azul.

Síganme.

Escucha Señor la voz de Tu pueblo. Escucha la voz de toda esta raza, que hoy se postra a Tus Pies para alabarte y glorificarte.

Escucha Emmanuel la voz de Tus hijos y llega a este mundo con todo Tu Poder y Esplendor, para que las tinieblas más impenetrables sean disipadas, para que los corazones se liberen de las cadenas de la perdición y de la ilusión y se establezcan los Cristos del Nuevo Tiempo; aquellos que vendrán de diferentes partes del mundo y se colocarán a los pies de Tu Cruz para esperar la llegada de Tu Hijo.

Escuchemos la Voz del Padre, que hoy no solo esta en los Cielos, sino también está aquí sobre Aurora, como el Sabio Creador de todo lo que existe, como el Padre de la Misericordia y de la Bondad, que en Su aspecto divino de Emmanuel llega a Sus hijos, para bendecirlos con Su Luz redentora y cósmica.

Mientras los Cielos se abren ante Ti Amado Señor, desciende con Tus Rayos el poder de la Creación y de toda la manifestación divina, para que se cumpla sobre este planeta Tu divino Pensamiento y las almas encuentren, finalmente, el camino del amor y de la reconciliación.


La Voz del Padre Eterno:

Amados hijos, escuchen a Su Padre.

Yo Soy el principio y Soy el fin.

Yo Soy el que Soy y vengo del Universo espiritual para congregarlos en Mi Amor y en Mi Justicia.

Los siete Ángeles Regentes que fueron convocados, que ahora desciendan y que se encienda la Cruz .

Hoy, el Padre del Amor bendice este símbolo, que unirá a los pueblos y a las naciones; que traerá la esperanza a los no redimidos y que dará la redención a todo el mal, para que triunfe el Amor de la Fuente; para que reine la Verdad y la Justicia.

Amados hijos, Yo los amo y los espero con Mis Brazos abiertos para que Mi Amado Hijo los lleve hacia Mí y puedan estar sentados a los pies de Mi Trono junto a los ángeles, para que cantemos Gloria y Aleluya.

Mientras sus ángeles de la guarda se postran al suelo, las penas más profundas son perdonadas y por medio de esta Cruz Azul se cumple un Propósito más de Dios sobre la superficie de este planeta.


La Voz de Cristo:

Hijos y compañeros Míos, para que la Luz de Emmanuel se haga visible entre las consciencias, entonemos Su Nombre sagrado, para que los ángeles derramen los códigos y los méritos alcanzados durante Mi Pasión y así se abran las puertas a las oportunidades y a las Gracias para todas las almas que buscan la unidad con el Padre y la Creación.

Hoy cantaré junto a ustedes el Nombre santo de Emmanuel.


Todos entonan Emmanuel.


Sientan sus corazones liberados del pasado, de las amarras y de las perversiones de la vida.

Sientan sus corazones llenos de la Luz de Emmanuel y comulguen del Padre, que hoy está aquí con Su Consciencia divina para traer la Paz a este mundo y también la Fuente de Su Compasión.

Y ahora, llamemos a los Nombres de Dios, para que los Ángeles Regentes, que fueron designados por el Universo, llenen esta Cruz con los códigos de la Divinidad de Su Amado Hijo.


Todos entonan los Nombres santos de Dios: Adonai, Emmanuel, Abba, Elí Elí, Yahvé, Shekinah, Elohim, El Shaddai, Iod He Vaud He.


Que esta renovación traiga para las consciencias la ampliación de sus caminos, en la consagración y en la fe, el ingreso por las puertas de la Misericordia al Reino de Emmanuel para que siempre aprendan a vivir y a cumplir Su Voluntad por más pequeña que sea.

Yo los bendigo, bajo la Luz Poderosa de Emmanuel abriendo en este Centro Sagrado el descenso de Su divino Espíritu para que las almas lo encuentren en su interior.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO PARA LA 54.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Primer Mensaje

Mi Silencio también habla por Dios, y revelo en esta noche Mis Cinco principales Llagas para derramar Mi Sangre sobre los justos, sobre los que perseveran y hacen digno Mi Nombre mientras algunos de los Míos calzan sus sandalias para seguir sus propios caminos y apartarse de Mí.

Hoy ofrezco Mi Agonía por los que aún están aquí, y a Mi lado.

Y si han confiado hasta ahora en Mí, solo les puedo decir, compañeros, que algún día Me encontrarán, y en ese día recordarán que todo lo que he dicho no ha sido en vano.

No sufran por los que se derrotan a sí mismos.

Amen por los que no aman, tengan caridad por los que no sirven y sean misericordiosos por los que ultrajan Mi Sagrado Corazón.

Todo lo que les he dado a los Míos, algún día retornará al Padre, y nada se desperdiciará.

Por eso, quien no sabe cuidar de Mis Tesoros debe pedirme ayuda sincera y abierta para que Yo pueda interceder; mientras eso no suceda, no habrá cómo convertir lo impuro en puro, no habrá cómo transformar lo que es resistente en flexible.

Todo forma parte de una Ley, y si el mundo sale de la Ley para vivir su propia voluntad, sufrirá la Ley, porque la Ley está para generar justicia, igualdad y soberanía.

Nadie puede transgredir las Leyes de Mi Padre como si nada hubiera sucedido.

Tengo el permiso de perdonar y de absolver, pero no tengo el permiso para permitir injusticias ni rebeldías.

Porque quien no ha sido digno de llevar Mis Tesoros, ¿a dónde irá a parar?, ¿quién lo irá a conducir?, ¿y cómo sobrevivirá?

La energía divina que Yo derramo nunca es desperdiciada, ni tampoco usada en vano.

Los hombres creen que lo saben todo y se ríen, tal vez, de Mis Palabras o de Mis Pedidos, pero recuerden, compañeros Míos, que todo lo que Yo les digo de tiempo en tiempo ya fue pensado por Dios.

Gran parte de la humanidad no acepta vivir Mi Voluntad porque sabe que su propia voluntad deberá morir algún día, y ese será el gran momento de dar el gran paso en el amor y en la evolución.

Hoy no vine a dedicar este mensaje por los que han sido injustos o rebeldes.

Hoy vine aquí para estar con ustedes y con los que sin comprender absolutamente nada viven Mi Llamado y confían ciegamente.

Si Judas una vez Me traicionó, ¿acaso los hombres no podrían traicionarme por segunda vez?

La historia se vuelve a repetir y es doloroso poder verlo.

Nadie puede ocultarse a esa verdad. Yo solo les pido que aprendan a morir para sí para que sus enemigos internos no los condenen, así como algunos ya fueron condenados antes de entrar a la vida eterna, quedándose sin ella.

Pero nada quedará sin resolverse, compañeros, porque, así como Soy un Dios de Misericordia, Soy un Dios de Justicia. Y la Justicia de Dios está llena del Amor del Padre; pero ella no puede ser juzgada, ni tampoco tentada, por ninguna criatura de este planeta.

Hoy llevo sobre Mi Cabeza la Corona de Espinas para representar, en este día, la flagelación que vivo por los ingratos y por los soberbios de corazón.

Si Mi Amor aún no pudo llegar a ellos, enséñenles a todos, hijos Míos, que pueden llegar a Mi Amor antes de que sea demasiado tarde para que las almas se arrepientan.

Hoy vengo como el Dios de la Justicia y de la Soberanía, sin dejar de derramar Mi Divina Misericordia.

Para que Yo los pueda renovar deben morir para sí mismos, y eso se consigue con la obediencia y la confianza que muchos hoy no quieren vivir; por eso sufren, por eso se perturban y no encuentran salida.

Pero aquellos a los que Yo les he dado todo porque los he escogido, algún día deberán dar cuenta al Padre Celestial.

Les repito, compañeros, la energía celestial no se desperdicia ni tampoco se ultraja.

Quiero que reparen Mi Corazón por los que mienten, por los que se distancian de Mí y Me rechazan, por los que son ignorantes y están ciegos, por los que no creen en el amor del corazón ni en la regeneración de la vida, por los que Me dan las espaldas, por los que Me hacen sufrir y Me avergüenzan calzando sus sandalias para abandonarme.

Pero hoy les digo que todo esto Yo ya lo sabía, desde el Huerto Getsemaní hasta la Cruz.

Judas Me entregó para que Yo pudiera amar al mundo en su condición más mortal y humana.

Hoy revivo Mi Iglesia Celestial en los que son bienaventurados, en los que hacen honor a Mi Nombre y a Mi Evangelio, viviéndolo todos los días, a pesar de las imperfecciones y de las dudas.

Hoy quisiera que brotara de sus corazones un amor incondicional capaz de superar todas las pruebas, todas las indiferencias y todos los obstáculos.

No deseo que sean mejores que los demás, sino más humildes que los que son humildes y no lo saben.

Dios derrama Su Gracia para los que son más miserables, por eso Yo escojo a los más imperfectos para poder servirme y realizar Mi Obra, al punto de que Mi Presencia y Mi Corazón forjan la liberación de las resistencias y de todo lo que es arcaico.

Cuando les llegue ese momento, compañeros, no desistan, y repitan cuántas veces sea necesario: “Jesús, yo confío en Ti”.

Así, una puerta inexplicable de liberación se abrirá, sus corazones serán aliviados y ya no existirá temor porque habrán confiado en el Nombre del Señor.

Yo vengo aquí para celebrar este reencuentro con Aurora y dejar atrás a los que profanaron Mi Nombre y lo ensuciaron con sus ejemplos y sus palabras.

Yo vengo aquí, a Aurora, a dar honor a Mi Padre, Emmanuel, para que Él vuelva a descender con Su Rayo de Liberación y de Cura en todas las almas que participen en la bendición de la Cruz Azul.

Vendré especialmente a bendecirla el día 5, en la noche, cuando ya hayan orado durante todo el día a Mi Corazón Misericordioso.

Y he llamado a siete Ángeles Regentes para que depositen en la Santa Cruz los siete poderes de la Redención para las almas:

Primero, el arrepentimiento.

Segundo, la introspección.

Tercero, el perdón.

Cuarto, la cura interior.

Quinto, la reconciliación.

Sexto, la transformación interior.

Séptimo, la transfiguración interior.

Esos siete poderes descenderán sobre la Cruz Azul cuando ella sea contemplada como la Victoria de Emmanuel sobre la Tierra y para volver a consagrar los Centros Marianos al Plan del Creador.

Emmanuel vendrá para ver la unión y la congregación de Sus hijos durante ese día, y así, concederá una expiación al Uruguay y al Cono Sur.

Y aquellos que se postren ante la Cruz serán perdonados, porque el Padre que está en los Cielos espera el gran amor de Sus hijos, la gran confianza de Sus criaturas, la reparación de todos los pecadores.

Alegren sus corazones porque un nuevo ciclo comenzará bajo el estandarte universal de la Cruz de Emmanuel.

Bienaventurados serán los que crean en Su Poder, porque vencerán los asedios y el adversario perderá a millones de almas que ha conquistado, porque la Santa Cruz, una vez iluminada, llamará a las esencias, en Aurora y en los demás Centros Marianos en donde se eleve la Cruz de Nuestro Padre eterno.

Infelices serán los que hoy no están aquí para este gran acontecimiento, porque si tan solo hubieran confiado, sus amarras se hubieran liberado y sus deudas hubieran sido perdonadas.

La Confianza de Dios se conquista con el amor del corazón y no con la mente.

La mente es un medio para llevar adelante el Plan de Dios, pero no para dirigirlo ni para concretarlo.

Si el amor no está en sus corazones no pueden vivir el Plan de Dios; no lo intenten, porque fracasarán como algunos fracasaron.

Los que calzaron sus sandalias y se alejaron de Mí están escritos en la última hoja de Mi Libro Sagrado; no quedará piedra sobre piedra, eso ya no es una teoría.

¡Que se arrepientan las almas antes del tiempo de la gran tribulación!

¡Ay de aquellos que Me dieron las espaldas!, porque recordarán vivamente todo lo que ya no tienen, porque han perdido el estado de Gracia y han salido de la guía de Mi Mano.

Pero confíen, porque todo será encaminado, y los que ya no podrán estar aquí, estarán en otras moradas para aprender a amar desde el principio.

Los que Me han negado conocerán el Don del Temor de Dios, y cuando ese Don descienda, en poco tiempo todo estará consumado.

Celebren por los que están vivos de corazón y oren por los que están muertos de espíritu.

El legado que Yo les doy a los que he llamado no se puede desperdiciar ni alterar.

Mientras tanto, aférrense a la Cruz Azul de Emmanuel, porque así no solo Me ayudarán a cargar con el mundo y con la humanidad, sino que sus corazones y vidas se elevarán en unión al Padre por las alas que ella expresa.

Que esta Maratón sea dedicada como una entrega mayor por los que Me ofendieron, por los que Me hieren, por los que ensucian Mi Nombre.

Y con todas sus oraciones y súplicas podré decirle al Padre, así como lo dije en la Cruz antes de expirar:

“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
Perdónalos, Padre, porque no Te viven ni Te sienten;
porque no Te llaman ni Te suplican con humillación y renuncia.
Perdónalos, Padre, y colócalos en Tu Reino para que, algún día, sean Tus dignos hijos.
Amén”.

Mientras Mis Llagas duelen por los clavos de los ingratos, Mi Corazón se alivia con el llanto de los justos.

Y así, todo se recrea, todo se transforma, y las almas participan de la comunión con Mi Espíritu.

Que en esta Maratón se reviva el compromiso de Mis soldados con Mi Sagrado Corazón; que sus cabezas, pies y manos, sean lavados y purificados por el Agua de la Vida para que rebrote en sus corazones la donación incondicional de sí, y el servicio a los semejantes y a los Reinos de este planeta.

Padre de la Humildad y del Amor,
Señor de la Misericordia y de la Justicia,
Yo Te ofrezco este Sacramento en nombre de los que aún Me siguen y persisten,
para que por medio de Tu Gracia y de Tu Sabiduría,
Mis ejércitos, Mis soldados y Mis compañeros
cumplan el porvenir de una nueva y fraterna humanidad.

Que así sea. Amén.

Como todas las veces en las que Me encuentro con ustedes para que Me revivan, Me sientan y escuchen la vibración y el poder de Mi mensaje, en este espíritu de reparación y de consolación deseo escuchar una canción para que Mis Llagas de los Pies, de las Manos y de Mi Costado se cierren y Yo también, como aprendiz de la Obra del Creador, pueda revivir lo que una vez el Padre Me mostró en el Huerto Getsemaní cuando las generaciones futuras, cuando todos Mis seguidores, harían digno Mi Proyecto en este planeta.

“Cristo eres Tú”. (Canción solicitada por nuestro Señor).

Ese es Mi pedido para sus Cristos internos y para los que hoy no están aquí, entre nosotros.

Yo los bendigo y los preparo para una Maratón de interiorización y de reconfirmación de votos, para que le hagan saber al mundo que existe una Cruz Azul que desciende como Proyecto a la Tierra para salvar a las almas más perdidas.

Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.

Bienaventurados los que persisten, porque serán fortalecidos.

Bienaventurados los que confían, porque tendrán sabiduría.

Bienaventurados los que aman, porque conocerán el Reino de Dios.

Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Deja que la corriente curadora y redentora de Aurora ingrese en lo más profundo de tu ser, para que secuelas desconocidas de la consciencia sean borradas por el afluente de la Aurora del amor y del perdón.

Cuando abres tu corazón a este misterio, él primero debe ingresar en tu interior, para que luego se revele y ese conocimiento se vuelva parte de ti.

Por eso, cuando estás dentro de Aurora, Aurora está dentro de ti, y no hay nada ni nadie que pueda romper esa comunión interna con la Esencia de la Cura de las almas.

Siempre agradece por estar en Aurora, porque ella puede hacer de ti un nuevo ser, colmado de los principios de la redención y del perdón.

Deja que la desconocida Aurora esté siempre en ti, aunque creas que no es posible. Ella actúa tan solamente cuando el corazón humano y el alma se abren para recibir esa poderosa energía divina.

Recibe, entonces, ese bálsamo de la Aurora del Amor, y que todas las secuelas espirituales no redimidas se disipen para que el Principio que es Aurora pueda hacer renacer el principio de tu concepción.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Quédate con tu Madre Celeste y abandona tus conceptos

Quédate, hijo Mío, con tu Madre Celeste, a Su lado, acompañando cada paso de Su Obra de Maternidad y de Misericordia, y abandona todos tus conceptos.

Quédate con tu Madre Celeste y deja que el propio Universo de Dios obre en ti y no que tú obres en el Universo.

Abandona todos tus conceptos, ideas y proyectos de querer mejorar un destino que ya está escrito en el Corazón de Dios.

Quédate con tu Madre Celeste y acompáñame, hijo Mío, en cada nueva misión, despojado de tus creencias o de tus pareceres.

Deja que Mi Hijo te vacíe como el odre, para que Él te pueda llenar con Su Paz y Su Voluntad.

Abandona, en este momento, todos tus conceptos e intenciones de perfeccionar las cosas.

Anímate a vivir la pulcritud, primero en la dignidad del espíritu para que después se refleje en la materia.

Quédate, hijo Mío, con tu Madre Celeste para que en este nuevo año que comenzará abandones tus viejas costumbres, tus hábitos de vida que no hacen a la unidad, ni al amor.

Quédate con tu Madre Celeste para que Yo pueda indicarte el camino justo, y no para que tú escojas por dónde caminar.

Confía plenamente en todo lo que no está al alcance de tu consciencia o de tu realidad.

Acepta, hijo Mío, el primer paso, que será curar tu vida y tu consciencia humana, para que después se pueda curar el corazón y todo pueda cicatrizarse.

Retira, con Mi ayuda, el odio y el rencor de tus entrañas; ya no veas que todo está degradado a tu alrededor, sumérgete dentro de tu verdadera realidad y verás que primero deberás despojarte de ti mismo para que, finalmente, el mundo como un todo, se pueda despojar.

Quédate con tu Madre Celeste y ya no coloques tu mirada en los defectos sino en las virtudes y en los esfuerzos amorosos de tus semejantes.

La vida es muy bella, solo el ser humano puede oscurecerla o hacerla brillar según sus intenciones.

Quédate con tu Madre Celeste y darás pasos en el verdadero amor.

No retrocedas más.

Adelanta tu camino para poder encontrarte con el Señor.

Deja, hijo Mío, que el Padre te muestre Su Voluntad, y derrota la propia.

Deja que tu corazón herido se abra para que los Rayos de Mi Corazón te puedan curar.

Quédate con tu Madre Celeste y ya no tomes decisiones precipitadas.

Ábrete, interiormente, a la guía y a la Instrucción que te envía el Cielo, así serás un alma nueva, así serás un espíritu al servicio de la unidad y del amor.

Quédate con tu Madre Celeste y acepta la realidad.

Ya no fuerces tus realizaciones. Ya no sometas a tus hermanos según tus placeres o creencias.

Quédate con tu Madre Celeste para que tu niño interior se pueda expresar y salir del constante silencio en el que se encuentra.

Quédate con tu Madre Celeste y las puertas al Amor se abrirán.

Escucha Mis Palabras con gratitud y el odio en ti, desaparecerá.

Quédate con tu Madre Celeste y no sufrirás.

El Reino de Dios se está cumpliendo, aunque no lo parezca.

Deja de sufrir innecesariamente. Deja de amargar tu corazón con todo lo que ya no tiene sentido y, para que eso sea posible, debes entregarte vacío y humilde, manso y pacífico, así el Espíritu Santo encontrará un camino por dónde poder actuar.

Quédate con tu Madre Celeste y te aseguro que no te reconocerás, siempre y cuando tu entrega sea honesta y cristalina.

Deja que las vendas del espejismo y de la ilusión caigan de tus ojos para que pronto puedas ver la realidad.

Deja, hijo amado, que el amor de tus semejantes y el Amor de Dios curen tu agonía.

Que vivas un año en el Señor y no en el mundo.

Que todo se redima dentro de tu ser para que cumplas con lo que Dios quiere.

Finalmente te pido, hijo Mío: sé libre de ti.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Perdona la Traición, Ama a tus enemigos

Queridos hijos:

Que, en esta Navidad, habiendo ya nacido la Luz de Jesús en sus corazones, sus vidas y consciencias puedan dar un nuevo paso, para concluir así una etapa más en este aprendizaje del amor y del perdón que les ofrece el planeta.

Ama a tus enemigos para que algún día puedas perdonar sus traiciones.

Hijos, que se construya en ustedes esa misma fortaleza interior de amor que Mi Hijo vivió y experimentó sobre este planeta, sabiendo que nació en esta humanidad para redimirla y salvarla de todos sus males.

Por eso, ama a tus enemigos y podrás perdonar sus traiciones.

Jesús, sabiendo que Él encarnó para morir por todos sus hermanos que lo traicionarían una y otra vez, no dejó de amar a Sus enemigos, así como el Padre se lo había pedido.

Ama a tus enemigos y podrás, algún día, perdonar todas sus traiciones.

Es un paso grande, durante esta Navidad, trascender el dolor por haber sido traicionado o sometido por alguna causa.

Es un paso crístico y consciente, vivir el Amor Mayor por encima de todo lo sucedido.

Ama a tus enemigos y podrás perdonar todas sus traiciones.

Cada alma de esta Tierra es llamada a sumergirse en el Océano del Amor de Dios para desterrar, dentro de sí, al propio Judas que intenta comprometer la vida espiritual de los discípulos de Cristo.

El paso seguro y pleno es entregarse al amor, a la confianza y dejarse guiar por la Luz de los Mensajeros Divinos, a cada nuevo paso.

Así, cada alma sobre esta Tierra, a su debido tiempo, aprenderá a amar más y podrá perdonar todas las traiciones que el propio Judas interior haya podido incitar o cometer.

Ama a tus enemigos y, algún día, conseguirás perdonar todas sus traiciones.

Vivimos esta Natividad del Señor para confirmarle al Universo nuestros próximos pasos en esta caminata de aprender a amar lo que nunca podríamos amar y de aprender a perdonar lo que nunca podríamos perdonar.

Es un paso importante y crístico, en la vida espiritual, amar a nuestros enemigos para que algún día aprendan a perdonarlos como Cristo los perdonó después de todo lo vivido hasta la Cruz.

Es así que los tiempos cambiaron y las puertas del Universo del Amor de Dios se abrirán para ofrecerles a los discípulos de Cristo amar más a sus enemigos para poder perdonar todas sus traiciones y faltas cometidas.

Que, en esta Natividad del Señor, la humanidad pueda crecer en la experiencia viva de la Escuela de Amor, pero ahora, trascendiendo todas las ofensas, traiciones y decepciones que el semejante o el hermano nos pueda haber ocasionado para que, en confianza y fe, los discípulos de Cristo ingresen por la puerta mayor a la escuela de aprender a amar a sus enemigos para que el Padre, que es misericordioso, los perdone de todas las traiciones.

Ha llegado la hora de vivir la Parábola del Hijo Pródigo, imitando al Padre de la Justicia Divina y de la Misericordia, animándose a atravesar nuevas experiencias crísticas en el camino del amor y del espíritu incondicional.

Que esta Sagrada Natividad del Señor inspire e impulse a los Cristos internos que nacieron, a vivir el Amor Mayor por los enemigos para que, como ustedes, sean perdonados de todas las traiciones.

Estos son los patrones de vida para una nueva humanidad que primero deberá constituirse y formarse espiritualmente.

Los animo, como a Jesús, a amar a los enemigos para que algún día reciban una oportunidad, como ustedes la recibieron directamente de Cristo.

Anímense a dar pasos en la vida crística del Amor y de la Sabiduría.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Estrella de Belén brilló en lo más alto y profundo de los Cielos, anunciando al mundo la llegada de una nueva y última oportunidad de redención.

Aquellos que miraron hacia el firmamento y la encontraron, como un corazón que pulsa en el infinito, siguieron sus pasos y llegaron hasta donde los llamaba la Voz y la Voluntad del Padre Celestial.

El silencio de la Estrella de Belén guarda su profundo e insondable misterio.

Los corazones pueden seguirla, porque Ella se refleja en el Cielo, así como en el interior de los que se abren a sus señales.

Siguiendo a la Estrella de Belén lleguen al Portal de la humildad, de la pobreza de sí, del misterio, del vacío. Allí podrán encontrar lo que Yo vengo gestando para cada uno de Mis hijos.

Sigan hacia el Portal de la humildad de Belén que guardan en su interior. Allí, Yo los aguardo con todo el Universo, en la Presencia de su Padre Creador, para dar a luz a un nuevo ser, a un nuevo tiempo.

Gracia infinita, hijos Míos, es abrirse al Misterio de la Natividad de su Señor, cuando la memoria del perdón de los pecados humanos vuelve a perdonar y a limpiar los corazones de los hombres que se abren, al menos un poco, para el Camino de la Redención.

Gracia infinita es la Natividad de su Señor, cuando la memoria de la entrega y de la Humildad de Dios le da a los hombres la posibilidad de entregarse y de caminar por una nueva senda, en la que las vanidades, las mentiras y el orgullo quedarán del lado de afuera, pues, tan pequeña y simple es la Gruta de Belén que solo caben en ella la Humildad de Dios y de Sus siervos.

Gracia insondable es el Misterio de la Natividad de su Señor, cuando delante de la memoria viva del momento en el que toda la Creación se detuvo para contemplar a la Tierra, nuevamente el Creador detiene la atención del Infinito, para que, por menor que sea la apertura de las almas, Su Misericordia pueda inundar los corazones.

Pocos conocen la verdadera Gracia de la Natividad del Señor.

Pocos saben todo lo que su Dios y Creador realiza en lo invisible de este mundo y en lo profundo de las almas, cuando los corazones se dejan tocar por la pureza de este momento.

El Nacimiento de Cristo, así como su eterna memoria, hijos Míos, es un misterio aún insondable para los corazones del mundo, pero para vivirlo basta que permitan que sus corazones sean tocados por Su Pureza, lavados por Su Misericordia y renovados por la sagrada humildad que se guarda en este momento, tan santo y único, para toda la Creación.

Cielos y Tierra se detienen para contemplar la Natividad del Señor, porque desde que Dios se hizo carne entre los hombres, una Gracia desconocida se vive en toda la Creación.

Allí, hijos, Dios, dio inicio a un Plan de redención que aún está por cumplirse y que, año tras año, se renueva para la Tierra, a través de los corazones que creen en este misterio y que, sin comprenderlo, se abren para recibir sus Gracias.

Hoy les pediré que oren.

Oren por los que no creen en la esencia de la Natividad y olvidan el verdadero sentido que la humanidad se une para celebrar.

Oren por los que están solitarios, abandonados e infelices, porque no conocen a Dios, no se abren a Su infinito Amor y más que eso, Hijos Míos, porque no tienen en la Tierra quien les dé la dádiva de ser verdaderamente amados.

Oren por las guerras que no se detienen ante este acontecimiento Celestial y dejen que las Gracias que hoy reciben, por abrir las puertas para Dios, lleguen a los cuatro puntos de este mundo.

Oren para que los que se comprometieron con Cristo, desde el principio, se fortalezcan y se renueven en su humildad y en su entrega, por los méritos del Nacimiento del Señor entre los hombres.

Y oren, hijos Míos, para que así como conmemoran la alegría del Nacimiento de Cristo, conmemoren un día la Gracia Mayor de Su Retorno y estén preparados para ese momento, porque pronto llegará.

Yo los amo y bendigo,

Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE BUENOS AIRES, ARGENTINA, HACIA EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Que hoy vuelva a brillar en su interior la Luz de Aurora, que vuelva a emerger de sus espíritus ese fuego guerrero de redención.

Que se active en sus almas la llama flameante de la Cura de Aurora, a fin de que por su entrega y sacrificio, la nación de Uruguay vuelva a ser considerada una nación rescatable.

Que hoy despierten los soldados de Aurora que retornan junto a su Madre Celeste para celebrar la victoria del Plan de Dios.

Que se abran las puertas a la cura planetaria y que el soplo divino del Fuego de Aurora ilumine los espacios.

Que hoy todas las espadas sean entregadas para el receso y que los estandartes de la Paz de Aurora declaren el momento de la paz, porque todo será reconfigurado, todo será transformado.

Que los discípulos de Aurora ingresen al Reino del Amor libres de sí y despojados de sus formas, para que la Aurora Estelar los impregne por completo y les traiga la renovación y la paz.

¡Salve Aurora de Mi Corazón, porque en tu invisible silencio todo lo redimes!

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE PORTO, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He venido del Cielo para traerles Mi Paz y Mi Esperanza.

Esto es motivo de Mi Alegría al ver tantos hijos que hoy se consagran ante Mi Corazón, para hacer triunfar Mi plan en el mundo, que son los Planes de Dios, en esta humanidad y en este planeta.

Hoy abro las puertas de los Cielos para cada uno de ustedes, hijos Míos, para que puedan ingresar, en consciencia y en devoción, al Gran Reino de Fátima que espera despertar en ustedes la pureza original.

Ustedes saben, hijos Míos, que Europa necesita de esa pureza. Esa  pureza debe estar en todos los corazones que aquí viven, para que la Obra de Mi Hijo pueda seguir adelante.

No se cansen, queridos hijos, de escuchar Mis palabras, pues hoy Yo les traigo el signo de Mi estrella de Luz, aquella estrella que indica el nuevo tiempo en la humanidad y que Yo, una vez, hice aparecer en Fátima, a los pies de Mi Manto.

Esa estrella indica que el tiempo  de la purificación de los corazones está llegando, para que limpios de toda mancha, puedan ingresar en el Reino de Dios y nunca más estar separados de la verdad que habita en los mundos superiores.

Queridos hijos,  hoy finalizo Mi peregrinación por Europa. Y a partir de este momento, estaré sembrando un nuevo ciclo cuando retorne una vez más aquí, para abrazarlos y consolarlos, para que sus corazones se curen definitivamente y ellos se postulen para esta Obra Redentora que ofrece Mi Hijo para cada corazón humano.

De la misma forma, queridos hijos, que hoy estoy unida a cada uno de ustedes y a través de Mis palabras, preparando vuestra verdadera consagración,  estoy unida a cada uno de Mis hijos en el mundo, a cada luz que surge de cada Centro Mariano y que se une a Mi Corazón en este momento, para que Mi Obra se pueda expandir en el mundo espiritualmente y así, en todas las almas que más lo necesitan. 

Es  de esa forma, queridos hijos, que a través de sus almas y corazones Yo estoy tejiendo esa Red de Luz que se expande por todos los continentes de este planeta, para reforzar la alianza de los corazones con Dios y así con su Propósito Divino, que hoy vengo a ofrecer amorosamente para cada uno de ustedes. 

Extendiendo Mis Manos hacia ustedes, nuevamente derramo Mis Gracias, así como las derramé en la Argentina, una Gracia para cada uno de ustedes; lo que más necesitan en esta vida y para este camino espiritual, que Yo los invito a vivir Conmigo, por medio de la oración y de la fe que hoy deben profesar sus corazones, como el mayor testimonio de amor del triunfo de Mi Corazón Inmaculado aquí, en Portugal y en Europa.

Vine a esta ciudad, una vez más, para decirles a Mis corazones, a Mis pequeños hijos, que ya se iniciaron en esta tarea espiritual hace tantos años, que deben renovarse, que deben dar el paso, para que muchas más almas  se puedan aproximar aquí y no solamente Portugal reciba la Gracia de Mi Corazón, sino todas las almas que están en Europa, esperando por ese despertar, por ese paso definitivo, que en esta encarnación vinieron a vivir.

Es de esa forma, queridos hijos Míos, que Mi estrella de Luz se posa a los pies de Mi Manto y revela ese signo para todos.

Los nuevos cristos deben despertar, ser los nuevos legionarios del Señor, que vivan Su Palabra, Su Testimonio de Amor, Su Propósito en cada uno de ustedes. Es así que  transmitirán a todo el planeta ese impulso espiritual que hoy les traigo a través del Sagrado Corazón de Jesús.

Queridos hijos, llegó esa hora de que firmen ese documento espiritual en el libro sagrado de Mi Corazón, donde sus nombres están escritos desde hace mucho tiempo, para que junto a Mí, unidos a Cristo vuestro Señor, cumplamos esta Obra Redentora del fin de los tiempos.

Necesito que salgan de sus casas a buscar a los corazones que más necesitan de Luz, necesito que sean Mis brazos y Mis manos en esta hora, para llevar adelante esta Obra de la  Redención de las almas.

Sus corazones están llenos de instrucciones, pues las han recibido a lo largo de los años, a través de Mi Hijo fiel, que Yo traje para ustedes, para que pudieran crecer interiormente y aprender a vivir en la hermandad.

Queridos hijos,  hagan lo que les pido, y no se arrepentirán. Las almas deben aproximarse aún mas a Mi Corazón, ser la luz en estos tiempos de tinieblas. Por eso Yo les traigo y les presento este propósito, propósito divino a los Ojos de Dios, que debe ser cumplido por cada uno de ustedes.

Es así, queridos hijos, que Mi Obra no solo estará en América, sino también más allá de Europa, porque deseo llegar a los corazones de Asia, del Lejano Oriente, que necesitan de Mi Voz, del Abrazo, de Mi Consuelo, de Mi Corazón, de Mi Luz, para poder seguir caminando en esta hora crucial del planeta.

Ustedes tienen ese compromiso, queridos hijos, como consciencias europeas, de abrir las puertas para esos corazones que están tan lejos.

Será el idioma de sus corazones, el amor de sus espíritus y almas que abrirá las puertas para todos esos corazones, pues aún, queridos hijos, hay muchas almas que deben conocerme profundamente.

Yo no solo soy la Virgen María, soy la Madre del mundo, soy la Gobernante Mayor, soy la que rige sus vidas y almas, soy la pastora que conduce a los rebaños de Mi Hijo hacia el Templo del Corazón.

Por eso hoy estoy aquí, renovando sus votos antes de partir para América, para encontrarme con todos Mis hijos y unir a todos los corazones de Sudamérica y del mundo en el Centro Mariano de Aurora, donde el noveno año será vivido con todos, el aniversario en que Mi Consciencia llegó definitivamente a sus vidas. 

Nueve ciclos se cumplirán y nuevas puertas se abrirán para que los corazones sean conducidos hacia su propósito.

Deseo, queridos hijos,  que Me acompañen en esa gran convocatoria que hoy les hago de estar Conmigo en el Centro Mariano de Aurora, recibiendo un poco más de cura interior para sus espíritus, para todos sus semejantes, para toda la consciencia del planeta, que tanto necesita de servidores de la paz, de guerreros de Mi Corazón, que en su templanza, alcancen la redención.

Abriendo las puertas del Reino de Fátima, congrego a los corazones en el Amor de Dios y a todos aquellos que se unan a este momento, para que en esta amada Europa se pueda vivir y profesar la paz, como el propósito para estos tiempos.

Hoy vengo como la Señora de la Gran Estrella, para mostrarles Mi Signo de Luz que aún debe revelarse en los corazones simples que amorosamente siguen Mis pasos, con la vivencia de la oración, de la Paz, del Servicio y del Amor. Amor absoluto que los colma, que los renueva, que los redime, que los eleva al Corazón del Padre Celestial. 

Yo soy esa Señora de la Gran Estrella, que trae para todos la revelación del Universo, de la verdadera Consciencia, la Consciencia Única de vuestro Padre que aún no es conocida por el mundo.

Fátima es una preparación para ese momento. Es así como doy continuidad a Mi Obra en este tiempo.

Después de haber abierto las puertas en Medjugorge, aquí, queridos hijos, doy continuidad a Mi Obra espiritual para que las almas sean consecuentes con Dios y así como lo he pedido a lo largo de los tiempos, por medio de diversos videntes, la humanidad pueda cumplir lo que en verdad vino a realizar, para que pueda nacer la Nueva Humanidad.

Es a través de los hijos que se consagran hoy, como los que ya se han consagrado a través de las apariciones, mes a mes, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo; es así que Yo instituyo, queridos hijos, las semillas de la Nueva Humanidad que brotará en el próximo tiempo. Esta es la señal que trae Mi gran estrella, la promesa que al fin se cumplirá en cada uno de Mis hijos, siempre y cuando sean consecuentes con todo lo que Yo les pido.

Ustedes, queridos hijos, son partes de Mi Obra celestial y mundial. Son piezas de este gran puzle que Yo vengo a reconstruir en el mundo, después de que Mi adversario lo destruyó. 

Yo vengo a concretar en sus vidas el verdadero propósito para sus almas, la tarea que deben realizar Conmigo en esta convocatoria universal que hoy hago para todos.

Y este momento que comparten con Mi Corazón Inmaculado, también servirá para aquellos que se consagrarán en el futuro, asumiendo su compromiso fiel Conmigo de hacer todos los esfuerzos, de cumplir Mis designios, de cumplir la Voluntad de nuestro Dios, del Altísimo Padre.

Sobre este árbol, dejo la presencia de Mi Amor por todos los Reinos de la Naturaleza. Aquí dejo la señal, en este pequeño árbol, de que los Reinos deben ser reverenciados y que también ellos necesitan de sus oraciones. 

Ustedes, queridos hijos, como una única raza, están aquí y han estado aquí hasta este tiempo, dentro de este planeta tan amado por nosotros, porque los Reinos Menores han generado esa Gracia para todos.

Ustedes saben que ellos sufren mucho la consecuencia de la acción humana, la destrucción, la blasfemia, todo lo que el hombre realiza en contra de su evolución. Y aún así, queridos hijos, ellos siguen donándose por ustedes y para ustedes hasta el fin de los tiempos, hasta que retorne Mi Hijo.

Díganle a los hombres injustos que no destruyan la Naturaleza, que cuiden de los Reinos, que no asesinen a las ballenas.

Están destruyendo, queridos hijos,  la evolución de la Creación de Dios y ese es uno de Mis profundos dolores por la falta de consciencia, sobre todo por la falta de amor.

Díganle a toda Europa, y mas allá de ella, que cuiden de los Reinos Menores, que siembren códigos de luz, a través del servicio a cada uno de ellos. Así, en el día del Juicio final no serán juzgados porque habrá actuado la Misericordia de Mi Corazón.

Alguna vez se han preguntado, queridos hijos, ¿por qué Yo anhelo tanto estar sobre los árboles? Les dejo este símbolo para que lo mediten.

El árbol representa la Sabiduría de Dios y ustedes, como seres humanos, inconscientes, destruyen esa sabiduría espiritual que el Reino Vegetal revela al mundo.

Muchos de los que no están hoy aquí, que fueron precursores de esa destrucción a través de los tiempos, tomaron consciencia de todo esto, después de haber partido de la Tierra. 

Rezo por ellos, por las almas del purgatorio, para que puedan alcanzar la Luz del Reino Celestial. 

Que ustedes, queridos hijos,  no sigan los mismos caminos. Adviertan a todos los corazones, principalmente a los más injustos, que están a tiempo de cambiar su actitud.

Las ballenas lloran por las consecuencias de los hombres. Recuerden que Soy la Madre del mundo, la Madre Naturaleza.

Y cuando la Naturaleza es destruida por el hombre, están destruyendo Mi Consciencia.  Pero Mi Amor, que es más infinito, poderoso que todos los errores del mundo, trae la Gracia de despertar sus consciencias y las consciencias de sus hermanos, para esta magnífica Obra de la Redención de los corazones de todos los seres de la tierra.

Recemos:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.

Una más:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos. 
Amén

Recuerden que las ballenas son la consciencia madre para el planeta. Ellas acogen, en su pureza original y en su inocencia, a todos los seres de la Tierra; porque ellas equilibran los océanos, y también a todas las consciencias mentales. Recuerden esta instrucción.

Y ahora, queridos hijos, junto a Mis ángeles, celebraremos este momento de consagración de asumir este compromiso Conmigo, de ser portadores de Mi Paz y de Mi Gracia para toda la humanidad que tanto lo necesita.

Y así, bendeciré los objetos sagrados que han traído a Mi Altar para que sean entregados a los que más lo necesitan. Así trabajarán su desapego, porque Mi Gracia los colmará más allá que los objetos.

Sean misericordiosos como el Padre es Misericordioso con ustedes.

Lleven la paz a todos los que la necesitan y no se olviden que el prójimo debe estar primero en sus vidas.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán como "Hijos de María".

Mientras las puertas aún se abren, que canten el himno de su consagración.

Flores de luz son derramadas...

 Ave María... (x3)

Mis muy queridos hijos, hoy dejo la Gracia de Mi Corazón para que ella se plasme en sus vidas como el mayor testimonio de su conversión y como respuesta de sus corazones al llamado de Mi Hijo, Jesucristo.

Ante la autoridad que el Padre me concedió y desde todos los coros de Lys con todos los ángeles del cielo, bendigo a cada uno de sus corazones y familias, instaurando la paz y el bien en cada uno de Mis hijos, la renovación y la esperanza de todos los corazones de Europa para que cumplan el propósito de seguir el camino hacia su liberación y redención en el momento en que retorne Mi Hijo, glorioso y victorioso entre las nubes.

Coloco Mi mano sobre sus cabezas, rezando a Mi Hijo.

Yo les agradezco por responder a Mi convocatoria y por ser portadores de la paz celestial que es posible vivir en estos tiempos.

Los amo, los bendigo y los abrazo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Y ahora estando consagrados, proclamen este himno en unión a todos los "Hijos de María" en los cuatro puntos de este mundo.

Vayan en paz.

Les agradezco por haberme ayudado a cumplir con esta peregrinación y recuerden que prometo retornar,  cuando así Dios lo decida.

¡Les agradezco!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANT ESTEVE SESROVIRES, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mensaje por el aniversario de Mis Apariciones en Medjugorje

Queridos y amados hijos Míos:

Hoy desde Europa espero que Mi voz celestial sea escuchada.

Las campanas del cosmos tocan sin cesar la melodía de celebración y de paz, porque el Plan de su Madre Celeste, de la Reina de la Paz, aún está vigente en los corazones del mundo.

Deseo que hoy se abra la puerta a la consciencia y a la sabiduría. Por eso, en este día, en el que el Centro Mariano de Medjugorje resplandece de paz, quisiera que todos Mis hijos del mundo valoraran de corazón la magnitud de la Obra celestial de su Santa Madre.

Hijos Míos, ustedes al despertar a la realidad y a la verdad de estos tiempos, tendrán más posibilidades de acompañar la mudanza de los tiempos que ya está a las puertas de sus vidas.

Queridos hijos, hoy espero que un pedacito de Medjugorje, del Santuario de la Paz para el mundo, que está vivo desde hace ya treinta y cinco años, pueda tener un lugar primordial en sus corazones; porque de esa forma permitirán que Dios y Su Reino entren en ustedes y el Plan Divino pueda triunfar.

Queridos hijos, hoy Vuestra Madre contempla con ojos de Misericordia a toda la humanidad, porque llegó la hora de que los corazones despierten a la misión que vinieron a cumplir.

En cada lugar que Yo aparezco, establezco un portal hacia el universo, un camino que las almas pueden recorrer para reencontrarse con Dios, el Padre Celestial.

Esa manifestación divina del Portal de la Paz, que Yo establezco en cada Centro Mariano, debe ser apoyada y sustentada por cada corazón orante.

Es la oración y la devoción de los corazones verdaderos lo que permite, como en Medjugorje, mantener viva la Presencia de Mi amado Hijo.

Es misión de cada grupo de oración, y especialmente de la Red-Luz orante, sustentar los epicentros de las Comunidades y de los Centros Marianos.

Es responsabilidad espiritual de todo su grupo de trabajo proteger, ayudar, colaborar, servir y donar para la evolución de las Islas de Salvación de los Centros Marianos y de las Comunidades-Luz, porque llegará el tiempo, tiempo que no está tan lejos, en el que esos lugares serán refugios para ustedes de toda adversidad espiritual y del caos material.

Es el compromiso y la misión de todos los uruguayos, como también la responsabilidad de todos los hermanos del cono sur la continuidad del Centro Mariano de Aurora.

Es el compromiso y la misión de los brasileros, la continuidad del Centro Mariano de Figueira y del Centro Mariano del Niño Rey, como también es el compromiso de toda Argentina la existencia del Centro Mariano del Espíritu Santo y de su Comunidad, porque Mi compromiso con ustedes en el transcurso de los últimos años nunca ha sido alterado.

Por eso, en constancia, caridad y amor, su Madre Celeste los encuentra en oración y devoción todos los 13 y 25 de cada mes, así como hace ya treinta y cinco años, Mi Presencia ha sido continua en Medjugorje.

Pido amorosamente, queridos hijos, que en estos tiempos críticos, en los que se necesitan servidores de Cristo, ustedes puedan esforzarse un poco más y salir de la comodidad que fue instalada en la consciencia, y los ha llevado a dejar de colaborar activamente con los Centros de Oración, centros consagrados por el Universo Celestial.

Queridos hijos, Mi propósito es decirles la verdad, porque los amo y ya no hay tiempo que perder en las superficialidades de la vida espiritual.

El triunfo de sus vidas estará en el sacrificio y en el amor a este sufrido planeta en redención.

Imiten a Mi Hijo y síganlo, para que así Yo pueda rezar por ustedes.

Los Centros Marianos no son solo fuentes de Gracias que todos van a buscar mes a mes, los Centros Marianos deben ser la esencia de su transformación y rescate.

Hijos, es tiempo de dar y de soltar los bolsillos que están llenos, es tiempo de vivir la fraternidad y la caridad para con el prójimo, así estarán forjando la nueva sagrada familia de la humanidad.

Los amo y los quiero ver verdaderos, para que el Plan finalmente deje de ser una fantasía en segundo plano. Los tiempos son de emergencia, dichoso y santo será quien así lo crea.

Desde Medjugorje, hoy les doy Mi santa bendición maternal, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Les agradezco por responder y por acompañar Mi convocatoria!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos Míos:

Vengo como la nueva y esperada Aurora, para encender nuevamente los corazones de aquellos que se olvidaron de Dios.

Vengo a traer la cura y la redención para aquellos que se dejaron influenciar por Mi adversario y se perdieron del camino que el Creador trazó para sus vidas.

Yo vengo, Mis pequeños, para restablecer Mi Reinado en los corazones de los que se comprometieron Conmigo y para renovarlos a través de Mi presencia.

Traigo en Mis brazos todas las Gracias del Reino de Dios. Traigo en Mi Verbo la Voluntad Celestial. Para recibir estas Gracias, apenas es necesario que abran sus corazones. Para reconocer esa Voluntad Divina, solo es necesario escucharme y seguirme con atención.

Vengo para recordarles lo sagrado que existe en el suelo que pisan y decirles, hijos, que de la Nueva Aurora surgirá la Luz para disipar la oscuridad del mundo y la oscuridad de los corazones de los hombres.

Vengo para despertarlos, porque no solo los llamo a acudir a Mi Centro Mariano para que sientan paz en sus corazones, los llamo para que, en nombre de la humanidad, digan “sí” al Poder de Liberación que Dios quiere enviar a este mundo tan repleto de atavismos.

Los llamo para que, en nombre de sus hermanos, acepten recibir la cura que el Creador les ofrece a través del Reino de Aurora y no permitan que ese manantial, que no proviene de este mundo, se cierre por la ingratitud y por la indiferencia de los seres.

Hijos amados, los llamo a despertar a la realidad espiritual, porque muchos aún tienen sus prioridades en la propia vida material y no descubrieron que la mayor necesidad de estos tiempos no se encuentra en la propia vida, sino en la consciencia planetaria.

Yo los convoqué desde el principio para ser Mis soldados, aquellos que se trascienden a sí mismos y a sus propios planes, para servir a un Plan Mayor y para que sean instrumentos de Dios.

El Reino de Aurora, hijos, así como todos los lugares sagrados que aún habitan los niveles sublimes de consciencia, surgirá para ser la base de una nueva vida en el planeta; y necesita del esfuerzo, del empeño y del sacrificio de todos, para que pueda vencer todos los obstáculos que impone el enemigo y así cumplir con este Propósito divino.

Hoy, hijos, Yo los llamaré a dejar de lado el sentimiento de patriotismo y apego a sus propias naciones o a sus propios grupos, para que vivan en el espíritu de la unidad y sientan que Dios no crea divisiones en Su Plan, mas contempla una Obra única, de la cual todos forman parte.

Yo les demuestro y les demostraré todos los días que no existen preferencias para el Creador; lo que existen son prioridades y urgencias, que no son solo físicas, sino sobre todo espirituales.

Si responden con consciencia, con amor y en espíritu de unidad a los Llamados de Dios, comprenderán la esencia de Su Amor y de Su Plan sagrado.

Los tiempos actuales, Mis amados, exigirán un esfuerzo redoblado por parte de todos. Tan solo les pediré que se unan a Mi Corazón y a los corazones de aquellos que representan esta Obra en el mundo y que vivan en el espíritu de la unidad, de la fraternidad y de la confianza, sin dejar espacio en sus mentes y en sus corazones para las dudas y juicios del enemigo.

Les pido, Mis amados, que en este día se unan de corazón a la instructora que les envié a la Tierra. Pido que confíen en su guía, como confían en Mi Corazón, porque esa confianza la tornará cada vez más fiel a Dios, así como Yo lo soy.

La unidad y el amor entre ustedes son lo que construirá la fortaleza de esta Obra divina

Los amo y les dejo Mi Paz.

Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En este mes de mayo se celebra en Fátima el triunfo de Mi Inmaculado Corazón, y todos Mis hijos del mundo son invitados para hacer triunfar el Corazón de Vuestra Madre en la vida de cada ser de este planeta.

Al mismo tiempo, Aurora comienza en mayo a despuntar en el profundo silencio de su invisible Reino y sin percibirlo los corazones participan de un momento muy especial. Dichosos los que hoy están aquí acompañando sin demora la Obra redentora de Mi Hijo, porque ha llegado el momento de la gran correspondencia de los corazones al Plan de Dios.

Es así, queridos hijos, que dos acontecimientos importantes se manifiestan en el mundo: primero, el despertar de Aurora en cada corazón que respondió al llamado y a la convocatoria en el Centro Mariano de Aurora. Segundo, la congregación de almas en Fátima durante mayo, para ese gran momento en el que la humanidad hará memoria y recordará Mi llegada a Fátima para traer la paz.

Ahora que todos son invitados a definir su camino por el Plan o por la vida común planetaria, el Señor los llama a responder al llamado que viene del Universo para intentar salvar lo que queda de esta humanidad.

Durante mayo se prepararán para lo que vendrá, y aquel corazón que esté despierto podrá reconocer que es necesario responder y cumplir con todos los pedidos de los Mensajeros Divinos en la hora cierta.

Pidan, en oración, capacidad y sabiduría interior para poder corresponder a lo que Dios manda, ahora ese será su deber.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los despierta a la verdadera necesidad de estos tiempos,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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