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Vengo en nombre de Mi Hijo para darles las gracias por sus súplicas, por medio de la novena que están realizando al Castísimo Corazón de San José.
He venido desde el Cosmos a decirles esto para que sepan que su Madre Celeste está con ustedes, así como está con el mundo, tan necesitado de Amor y de Luz.
Yo vengo a hacer resplandecer sus vidas por medio de la oración, para que se vuelvan columnas de Luz para este mundo y lleven esa Luz al mundo en donde más se necesita, en donde más claman.
Les agradezco por esta novena, porque las puertas se están abriendo y los corazones están consiguiendo ser sinceros.
Por más que no comprendan en profundidad el Propósito de Dios, su Madre Celeste, por medio de Su Amor, les hará comprender todas las cosas con simplicidad y humildad.
Por eso, sigan orando hasta el término de la Novena de San José, para que también el Castísimo Corazón pueda impartir Sus Gracias sobre Europa y África.
Grandes son las necesidades planetarias, muchísimas son las emergencias en estos tiempos.
Les pido, hijos Míos, que sigan orando por la Paz en las naciones, como vienen haciéndolo: semana tras semana, cuenta por cuenta y corazón con corazón, encendiendo esa Luz de Mi Amor en el mundo por medio del poderoso Rosario.
Con todo esto Yo les pido que continúen adelante, para que puedan seguir renovándose a través de los tiempos, a pesar de que cosas gravísimas suceden en el mundo.
Mi confianza, hijos, está en ustedes, en cada momento de oración que ofrecen a Mi Corazón Inmaculado, para que heridas profundas e internas puedan ser disipadas del Corazón de su Madre, y así, del corazón de Sus hijos, que buscan la paz.
Vengo a su encuentro con todas las estrellas del Cosmos. Vengo a visitarlos con grandes Consciencias angélicas para desatar los nudos de estos tiempos, para que las almas encuentren la paz, vivan el espíritu de la solidaridad y de la cooperación con los semejantes, sabiendo que todo podrá ser superado en el Amor. No hay otro camino.
Mientras el mundo no aprenda a amar, no existirá paz. Mientras más se animen a practicar el ejercicio del amor del corazón, mayores posibilidades existirán para que millones de almas aprendan a vivir el camino del Amor.
Por medio de esta escuela de oración que viven Conmigo todos los días, especialmente en la oración por la Paz en las naciones, todas las cuentas que son realizadas y ofrecidas conceden Gracias inexplicables al mundo entero; cosas que tal vez no verán en este tiempo, pero sí verán suceder en el futuro cercano, cuando su Madre Celeste ya no esté más a su lado para visitarlos y solo esté en el Cielo, deseando ardientemente que vivan Mi instrucción, la instrucción de Mi Hijo y la de San José, para que esta Obra continúe adelante, así como está escrito en el Corazón de Dios.
Mientras tanto, hijos Míos, los invito a seguir amando de verdad, a colocar el amor en práctica en cada detalle, como con cada hermano que se aproxime a sus vidas buscando un poco el amor reparador, buscando un poco el amor curador y consolador, que solo brota de la Fuente del Espíritu Santo y de las almas que se coligan con Él.
La Obra que realizará su Madre Celeste en Europa será importante. Por eso, cada colaboración es imprescindible, por más pequeña que parezca. Pero Yo sé que hay almas que pueden ayudarme más y saben que es verdad lo que les digo.
La Madre de Dios no ostenta riquezas, sino el bien para todos Sus hijos, independientemente de su nación, religión o creencia.
Quiero que aprendan hijos Míos, junto a Mí, que todos pueden ser uno, porque alcanzando esa unidad espiritual, Dios estará en ustedes y ustedes estarán en Dios viviendo en Su Reino; a pesar de los acontecimientos de estos tiempos, de las purificaciones o de las pruebas.
Yo los invito todos los días a ser parte de la Gran Hermandad, la Gran Hermandad que está en el Cielo y también aquellos que están en el interior del planeta y que con su silencio llevan adelante grandes Obras en el mundo por la liberación del planeta y de la humanidad, por la redención de los corazones, por la Paz en todos los pueblos.
Yo los invito todos los días a coligarse a esa gran Hermandad y a seguir encendiendo en sus pechos la Estrella Confederada, la cual los llevará por el camino de la Luz, de la ascensión y del bien.
Leyes muy profundas y desconocidas del Universo podrán transformar sus vidas y las vidas de sus hermanos y ya no será necesario, hijos Míos, sufrir. Quiero que el dolor y el sufrimiento terminen en el mundo. Quiero que las almas conozcan la verdadera alegría de servir a Dios. Lo que Yo llamo “felicidad espiritual”, que no está en este mundo sino en el Universo, en la Vida Universal y en el Conocimiento; en la fe, en el servicio y principalmente, en la gratitud.
Quiero llevarlos, queridos hijos, al Reino de Dios todos los días, para que ustedes se animen a traer el Reino de Dios a la Tierra y muchas, muchas más cosas en el mundo sigan transformándose.
Este es el deseo ardiente de su Madre Celestial, de su Madre humilde y servicial, incansable y eterna, que viene a llamar a Sus hijos a través de los tiempos para que más vidas despierten hacia su verdadera vida espiritual.
Mientras esto no suceda, Yo seguiré viniendo al mundo. Yo seguiré impulsando el despertar de las consciencias, respondiendo al pedido de Cristo y del Padre Celestial; con ustedes y en ustedes. Yo podré, como Madre, hacer muchas cosas más.
Aún hay mucho por hacer, hijos Míos. Hay mucho por materializar y expresar dentro de esta Obra de Amor y de Redención planetaria que recorre el mundo y las naciones, solo para sembrar la Paz y la esperanza.
Hoy traigo el Rayo de la esperanza al mundo, para que las almas lo puedan reconocer y vivir. Sabiendo que cada uno de Mis hijos tiene tantas virtudes y dones para servir a Dios, para poder despertar y reconocer en sí lo que ni siquiera las almas saben completamente.
Por eso, Yo los vengo a impulsar y a motivar, al despertar sus talentos, virtudes y dones. Porque Cristo vendrá a llamarlos y les pedirá sus virtudes y talentos, así como todos sus dones, para que estén al servicio de Él en el momento de Su gran Retorno al mundo.
Ustedes, hijos Míos, son llamados como su Madre Celestial, a ser mediadores del corazón y de la palabra; a buscar en todas las cosas y en todos sus hermanos el espíritu del bien; a ver el bien en sus hermanos y no el mal; lo que es positivo, radiante y elevado en cada consciencia que guarda en sí el Cristo interno.
Promuevan en este tiempo el despertar del Cristo interior y el planeta será repoblado de sublimes energías divinas, que serán atraídas por los hijos de Dios, no solo como columnas de Luz, sino también como espejos de Su Divina Consciencia.
Los invito, hijos Míos, a recrear juntos este planeta y esta humanidad. A re-enseñar el camino del amor y del servicio por medio de las misiones humanitarias, de las peregrinaciones, de las corales, de todo lo que pueda expresar el Amor de Dios en el mundo.
Por eso, esta Obra es para todos y es más amplia de lo que parece y de lo que es. Ustedes, hijos Míos, tienen la llave de Mi confianza para poder hacerlo, siguiendo los pasos de la Jerarquía Espiritual en la obediencia y en el bien, para que todo se mantenga en su camino así como Yo espero ardientemente que se cumpla.
Vengo a agradecerles en esta noche, por su colaboración amorosa, a todos aquellos que están gestando por medio de la oración y de la colaboración, la próxima misión de paz en Europa y África.
Ni siquiera saben, hijos Míos, todo lo que sucederá en ese continente y todo lo que los Mensajeros Divinos harán en cada nación que visitarán, así como en cada lugar al que irán para sembrar la Paz y la Misericordia que ustedes han tenido la Gracia de conocer en los últimos tiempos.
Los invito, por medio de la colaboración y de la construcción de esta próxima misión, a seguir siendo orantes y misericordiosos con los que son más ignorantes, que están distraídos y muy ilusionados con todo lo que les ofrece el mundo.
Todo lo que hagan en la Tierra también lo estarán construyendo en el Cielo. En el último día de sus vidas sabrán y tomarán consciencia de todo lo que hicieron por amor a Dios.
Todo lo que tejen en la Tierra también lo tejerán en el Cielo, y el Universo tendrá memoria de sus acciones y de sus obras de bien por la humanidad.
Hoy Me elevaré al Cielo en profunda tranquilidad, sabiendo que Mis hijos han comprendido, más allá de las palabras, el llamado del Cielo.
Sean propagadores del bien que hoy les traigo, para que el planeta sea colmado de Luz y de Misericordia, hasta que los Mensajeros Divinos terminen de cumplir Su Misión en la humanidad.
En esta noche, quiero que sus corazones, hijos Míos, sean revestidos de esperanza para que la cura se establezca en la humanidad, el bien llegue a muchas más vidas en el mundo y sean tocadas por la Gracia de Dios, por Su Misericordia Infinita.
Vengo a traer la Paz, no solo al Brasil, sino también al mundo. Este encuentro ha ayudado para que eso suceda.
En el Amor y el Bien, Yo los bendigo.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Que este lugar siempre se revista de esperanza, para que la esperanza transforme al mundo y todas las consciencias sean tocadas por el Rayo de la Esperanza de Dios.
¡Les agradezco!
Nunca Me olvidaré de Mis hijos porque, por más que algunos de ellos se equivoquen y estén un poco perdidos, Mi Maternidad y Amor, que provienen del Altísimo, pueden llegar hasta lo profundo del alma o del corazón más herido.
Por eso soy la dulce Madre de todos, porque deseo la paz, el bien y el amor en todos Mis hijos.
Como la Madre de todos, aspiro a que los corazones en este mundo aprendan a amar, así como amó Mi Hijo, sin condiciones y sin reglas.
Deseo, todos los días, que más vidas en la Tierra sean depositarias del Amor de Cristo, para que se vaya disipando el sentimiento de odio y de rencor entre los seres y entre los pueblos.
Por eso soy la Madre de todos, porque arde en Mi Corazón el amor que Mis hijos Me tienen. Llevo en Mis entrañas la devoción de todos los que Me sienten y Me aman.
Pero todo lo que recibo de Mis hijos, Yo lo devuelvo al Creador, porque es Él el que debe recibir el amor y la gloria por todo lo que nos dio.
Como la Madre de todos, solo espero y rezo por el despertar de los Cristos internos en esta actual humanidad. Por eso estoy aquí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El ser abnegado abre puertas internas entre el alma y Dios.
El ser abnegado atrae la humildad y despierta el amor por el servicio.
El ser abnegado no teme renunciar a todo.
El ser abnegado recibe de lo Alto lo que necesita y nada más.
El ser abnegado construye dentro de sí una fortaleza inquebrantable por medio de la oración.
El ser abnegado participa plenamente de la comunión espiritual con Cristo.
El ser abnegado representa a la paz en el planeta.
El ser abnegado reconoce, dentro de sí, la Presencia infinita de Dios.
El ser abnegado se despoja de todo lo que desea, para que prevalezca el deseo ardiente de Dios.
El ser abnegado se abre a escuchar a Dios en todas partes.
El ser abnegado encuentra en todo lugar la presencia del servicio y a él se une para poder donarse.
El ser abnegado está en el vacío de Dios para que, siendo llenado por Su Presencia, esté en incondicional servicio por la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Presencia en el mundo es inextinguible. Llegará un momento, cuando todo haya terminado, en donde Yo retornaré. Y no será una promesa más sino una verdad, porque estaré a su lado compartiendo Mi Gloria y la alegría de ustedes por haber encontrado el Reino de Dios, a pesar de las tribulaciones. Por eso sigan adelante y no bajen los brazos.
La Verdad que Yo traigo es muy dura, pero también es reveladora.
Con la misma pureza que ustedes me dan Yo puedo reconstruir el mundo. No hay nada que sea desaprovechado. Este tiempo tiene un valor incalculable ante los ojos de los hombres.
Pero en Mi Corazón aún se guardan muchos más misterios que espero poder revelarles algún día, para que sean parte del Universo, como son parte de la Tierra. Y para que así, las Leyes se unan y se cumpla la Sagrada Voluntad.
No dejaré para atrás a ninguno de los que he llamado por su nombre, aunque hayan pecado o Me hayan ofendido, porque el misterio de Mi Misericordia aún no es comprendido, solo es reconocido por el corazón que se abre para poder encontrarlo.
Como la proclamación de su fe hoy ha sido tan explícita ante Mi Presencia y sobre todo ante Dios, prometo regresar aquí en el mes de agosto, para que celebremos juntos la victoria de Mi Reino Celestial en todos los corazones de la Tierra que creen en la Palabra del Señor.
Benditos sean los que escuchan sin temor alguno y que solo buscan la verdad, para que estén dentro de Mi Sabiduría y para que, dentro de este momento cruel que vive la humanidad, puedan caminar libres, llevando el Amor de Mi Corazón hacia donde vayan y para los que más lo necesitan.
Hijos Míos, ustedes saben que sin amor nada es posible, ni en el plano espiritual ni en el plano material. El amor fue lo primero que brotó de la Divina Existencia para poder generar la Creación y después la vida. Es hacia esa Fuente que siempre deberán redireccionar sus vidas, para que estén protegidas de todo en este tiempo final, en donde se definirá la próxima humanidad.
Tal vez esperarían escuchar palabras celestiales en Mis últimos mensajes, pero en verdad las escuchan porque el amor también es decir “no”. Eso los corrige. Eso los endereza y los lleva hacia la paz, encontrando siempre refugio en Mi Espíritu, que es insondable e infinito.
El mundo recapacitará a través de grandes sufrimientos, pero eso es lo que Yo no quiero, porque el sufrimiento en el mundo ya es muy grande y doloroso.
Por eso, el amor que coloquen en todo lo que hacen permitirá renovar los tiempos y las consciencias. Pero si ustedes no colocan amor en lo que Yo les pido, ¿cómo triunfará el Reino del Padre en la Tierra? Si es el amor que perdonará, es el amor que reconciliará, es el amor que concederá la cura a las almas. Sin el amor nadie podrá sobrevivir, por más que lo diga con su propia boca y lo pronuncie con sus propios labios.
Yo vine al mundo, hace mucho tiempo, para enseñarles el amor que la humanidad había olvidado por arrogancia, poder y ceguera espiritual.
Con ese mismo Amor que Me llevó hasta la Cruz, hoy Yo vengo a ustedes para bendecirlos y colmarlos con la Luz de Dios, que proviene de la Fuente Primordial. Es esta Luz que los hará invencibles. Es esta Luz que los hará humildes. Es esta Luz que los convertirá en pacificadores para estos tiempos críticos, en donde el juicio no tendrá poder, sino la Misericordia.
Necesito, compañeros, que Mis servidores ingresen en la próxima Escuela de la Lealtad, que es algo que la humanidad desconoce genéticamente.
Por medio de los méritos alcanzados por su Maestro y Señor durante Su Vida pública durante su Pasión, Muerte y Resurrección, Yo les traigo en este día el código de la Lealtad, que los hará verdaderos entre ustedes, como hermanos. Esto los hermanará cada vez más, cuando los tiempos se vuelvan más difíciles y solo exista la unidad entre las criaturas para poder vencer al enemigo, que subirá a la Tierra desde su más profundo abismo, para intentar llevarse a muchos más.
Esta Tierra, este planeta, deberá convertirse en la nueva Tierra prometida. Y esto comenzará en Sudamérica, hasta que finalmente sea en todo el planeta. Pero primero, compañeros, deberá nacer de ustedes esta Tierra Prometida. Ustedes deberán tornar sus vidas sagradas, para que la nueva Tierra, junto a la nueva Aurora, puedan despuntar y llevar hacia el Universo este legado de la redención de sus vidas como el trofeo más preciado de la victoria de Cristo, su Señor.
Por eso llegó la hora, compañeros, de que en el silencio de su corazón se pregunten si están cumpliendo con Mis designios o los están apartando de sus caminos. Cada uno sabe lo que vino a darme, por más de que no tenga consciencia.
El Amor que Yo les traigo, de tiempo en tiempo, es lo que les revelará la virtud de su propósito para esta vida. Por lo tanto, antes de dar un paso en falso, recapaciten. Y a los que están perturbados por no poder trascenderse, que crean más en Mí, para que Yo pueda estar en ustedes y hacer de este momento un triunfo celestial.
Por medio de Mis palabras, Yo les traigo las redes de la salvación, las cuales extiendo del Cielo a la Tierra para que las almas se eleven a Dios y reencuentren el camino hacia el origen, en donde se ha firmado el compromiso real de sus consciencias. Que Me escuchen en el mundo y hagan vivas Mis palabras en sí mismos, desde donde nacerá la nueva Tierra, la que impulsará a un gran cambio, a una gran mudanza planetaria en la humanidad. Y que este impulso sea la preparación para la próxima venida de su Maestro y Señor.
Aún hay mucho por trabajar. Los designios todavía no se han cumplido. Y necesito que comprendan que cada etapa cumplida es un triunfo para el Reino de los Cielos en esta humanidad. Cada aporte y cada esmero que colocan para que Mi Voluntad se cumpla es un triunfo del Reino Celestial, en una humanidad perversa que por alejarse de Dios, ha perdido la paz.
Pero a pesar de que este escenario se encuentre de esa forma, aquí en este planeta despiertan nuevos Cristos, que conocerán qué es estar vacíos de sí y entregados a la nada, para que el Espíritu arrebatador del Amor de Dios los transforme por entero.
No pierdan la oportunidad de amar. No pierdan la oportunidad de servir. No pierdan la oportunidad de convertir sus vidas según Mi mensaje, porque esta es la nueva parábola que Yo les traigo. Ustedes deben superarme en el amor, porque sé que lo pueden hacer, aunque no lo crean.
Vayamos juntos al destino de una nueva humanidad, libre del error, libre del sufrimiento, libre del dolor y de la indiferencia. Concretemos juntos este Plan, que se muestra a esta parte del mundo desde el Universo por medio de la Presencia del Hijo de Dios, de la emanación del Amor de Dios para todas las criaturas de este Universo y de otros.
No pierdan el amor por Mi Obra, porque si no, no podré seguir adelante y eso sería grave, porque muchos se darán cuenta muy tarde de lo que hicieron.
Mientras aún hay tiempo, compañeros, trabajen diariamente por el amor y la lealtad; para que el mundo sea convertido, para que las naciones sea aliviadas, para que más y más sufrimiento desaparezca y triunfe el Amor del Hijo de Dios en los corazones del mundo.
Con el amor de la Luz de Aurora, que hoy nos irradia y nos colma, reconfirmemos, hijos de Mi Padre, este compromiso de hacer vivo el Plan en sus vidas, para siempre:
Que los que están confundidos reciban sabiduría.
Que los que han cerrado su corazón reciban el perdón.
Que los que se han apartado de Mí reciban discernimiento.
Que los que odian por alguna causa reciban Mi Amor, para volverse libres de sí mismos.
Que todo lo que ha sido obstruido sea reparado.
Que el mal que es hecho en el mundo sea disuelto.
Que los infiernos se cierren.
Que la perdición de las almas termine y que la Luz del Cristo vivo, del Dios del Amor, triunfe en las esencias. Amén.
Y así, que se cumpla el advenimiento de lo nuevo y que todo sea renovado, porque en Mi Corazón siempre tendrán refugio para comprenderlo todo.
En el Amor se encuentra la Verdad y la Verdad los llevará a la Paz. Y la Paz les dará la Lealtad para que sus vidas representen a Cristo en la Tierra, a pesar de todos los ultrajes y de todos los errores cometidos hasta el presente.
Hoy bendeciré de forma especial a los que se lavarán los pies, para que reciban el Don de la Sabiduría y para que esa Sabiduría abra sus caminos hacia el sendero de la Redención.
Que todo sea renovado y que nadie quede para atrás, porque Mi deseo es verlos a todos cuando Yo retorne al mundo, para reconsagrar el planeta al Eterno Corazón de Dios.
Que en este momento, los ángeles transustancien los elementos, como el Hijo de Dios transustanció el pan y el vino para que las almas comieran de Su Cuerpo y de Su Sangre, y se unieran así al Dios del Amor.
Que todas las faltas sean disueltas. Que el pasado sea borrado y que el eterno presente sea el propósito que guíe a los corazones.
Tú, Señor, que creaste primero el agua para este planeta, de donde proviene la vida y la humanidad, deposita en ella los Dones de Tu Fuente, para que todo sea curado según Tu Voluntad.
Que el Uruguay sea bendecido con un mayor discernimiento y que las almas tomen consciencia de la verdad; para que, en un profundo arrepentimiento y en una soberana penitencia, todo sea reconstruido para que vuelva a vivirse el Principio de Dios.
Lava los pies, Señor, de los que están heridos. Disuelve sus faltas y tormentos, y entra en sus corazones, para que todos vivan Tu Eternidad.
Y hoy, con especial gozo, recuerdo junto a los Míos este divino legado, tan simple, pero verdadero, que Yo dejé para todos cuando tomé el pan, di gracias a Dios y Él, con el soplo de Su Espíritu, lo bendijo. Y le dije a Mis apóstoles y a todos los que estaban presentes, en el silencio de los planos internos: Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado para el perdón de los pecados.
Y así, la Divina Gracia descendió.
De la misma forma tomé el Cáliz. El Padre lo bendijo con los méritos de Su Gloria. Lo pasé a los apóstoles y les dije: Tomen compañeros y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre, Sangre que será derramada, Sangre de la Nueva Alianza que unirá a los corazones Conmigo, hasta el fin de los tiempos. Hagan esto en Mi memoria y por la redención de la humanidad. Amén.
Padre Nuestro...
Y así se constituyó el legado del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Antes de retirarme del Huerto Getsemaní, para vivir los primeros pasos de Mi agonía y después de la última Cena, Yo les dije a los apóstoles, así como a todos los ángeles que estaban presentes: Yo les doy Mi Paz y vivan en Mi Paz por amor a Mí. Dense el saludo de la paz.
Que esta paz renueve todas las cosas. Que esta paz traiga la esperanza y la alegría de poder vivir siempre en Dios, a pesar de lo que suceda.
Que esta paz se extienda a toda la Tierra y se grabe en los corazones que más necesitan de paz.
Yo los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por proclamar hoy la oración de la Divina Misericordia con el corazón. Y que esto se repita mañana con la misma alegría que hoy.
¡Les agradezco!
Adquiere interiormente el Espíritu Divino de la neutralidad, porque en estos tiempos verás situaciones desconocidas que no podrán hacer vacilar tu corazón.
Adquiere interiormente el Espíritu Divino de la neutralidad, porque en este ciclo verás con tus propios ojos cosas increíbles que no podrán hacer vacilar tu corazón.
Bajo el Espíritu Divino de la neutralidad vivirás cada experiencia con madurez y discernimiento, y estarás ante cada aprendizaje con la consciencia y el resultado que cada etapa deberá expresar.
El Espíritu Divino de la neutralidad ayudará a poder aceptar todo con tranquilidad y sin juicios, porque en el mundo y, sobre todo en esta humanidad, sucederán situaciones nunca antes vividas, realidades nuevas que colocarán a las consciencias en la práctica rigurosa de los grados de amor y de perdón.
Por eso, vive y protégete bajo el Espíritu Divino de la neutralidad, para que cuando los acontecimientos se avecinen a tu vida estés preparado para atravesar cada prueba, lleno de amor y de fe por Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente el latir de Mi Corazón, un Corazón que pulsa de amor por la humanidad y el planeta, un Corazón que siente el amor de Sus semejantes, pero también el rechazo de los no creyentes.
Este es el Corazón vivo de Cristo, un Corazón que vive por cada ser, aspirando a que cada alma de este planeta despierte a su realidad interior y responda al Universo.
Este es el Corazón que se alegra por Sus compañeros, pero es un Corazón que llora por los que lo decepcionaron, por los que una vez estuvieron al lado de Él y después se olvidaron de todo el amor recibido, porque lo cambiaron por otros amores.
Este es el Corazón sincero, un Corazón que se abre como refugio, como tabernáculo de adoración, un Corazón que es herido y también flagelado.
Este es el Corazón de Cristo, un Corazón que se ha abierto a la Vida y se ha entregado por todos, un Corazón que se dona y que pacifica a todos los mundos internos.
Este es el Corazón que espera a los que aún no retornaron, es el Corazón que espera consuelo, un Corazón que escucha a quien se quiera confesar.
Este es el Sagrado Corazón del Señor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Abre tus oídos internos para poder escuchar Mis Palabras y, en tu corazón, sentir sus vibraciones.
Estas son palabras que nacen del Verbo Divino, porque del Verbo se manifestó la vida y toda la existencia.
Entonces, que el Verbo se haga en ti, para que se cumpla la promesa de que el Reino de Dios descienda a la Tierra. Sé parte de ese Reino Mayor.
Escucha Mis Palabras y hazlas parte de ti, para que ellas sigan sembrando los códigos del amor y de la redención.
Que el Verbo sea parte de este mundo, para que las almas reconozcan que desde el Verbo Divino surgió todo y que al Verbo le debemos agradecer, porque nos permitió existir y tener consciencia de la vida.
Que el Verbo sea la razón de cada ser, para que las Palabras de su Redentor se continúen retransmitiendo de generación en generación.
Que del Verbo nazca la llama de fuego que traerá sabiduría a las consciencias y que, en perfecta donación, todo sea renovado, especialmente, en aquellos que viven a través del Verbo de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijo Mío:
Encuentra en tu corazón la esencia de estos tiempos y tu fortaleza.
Comprende las pruebas del planeta no con pesar, sino con paz. Finalmente se cumple en la Tierra, así como fue profetizado desde el principio.
Que tu fe esté en los Planes de Dios y en nada más. Que Su Victoria sea una certeza profunda en tu corazón, a pesar de las aparentes derrotas que están por venir.
La Victoria Divina no se manifiesta como la victoria humana y, para saber comprender los Planes de Dios y dejarse conducir por Él, es necesario amarlo por sobre todas las cosas.
Recuerda lo que hoy te digo, para que no te lamentes ante la cruz. Así como el Hijo del Hombre conoció todo lo que padecería antes de que esos hechos se manifestasen en Su Vida, del mismo modo Dios te da a conocer las pruebas de este planeta por medio de las palabras de Sus Mensajeros Divinos.
Coloca estas palabras en tu corazón y deja que ellas forjen en ti aquella fortaleza que necesitarás, no solo para soportar los tiempos que vendrán, sino para que puedas hacer de cada prueba el motivo para multiplicar el amor dentro de tu corazón.
De nada vale solo soportar la cruz, porque muchos fueron los que murieron en la cruz a lo largo de la evolución humana. El sentido de tu entrega debe ser siempre el amor. Allí también radica la razón de tu existencia y el misterio de la Creación humana.
Ama, a pesar de todas las cosas, y en todo ve la oportunidad de servir y de entregarte por amor a Dios. No pierdas ni un solo segundo de la escuela de este mundo. Que todo sea para hacer valer la pena la Gracia que el Creador te concedió de estar sobre la Tierra.
Aunque la vida sea para ti un misterio a ser develado, abraza con gratitud las circunstancias de tu vida y todo se cumplirá.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hoy estoy coronada por la Santísima Trinidad trayendo hacia sus corazones la Pureza de Dios, aquella pureza tan original que dio inicio a todas las cosas, a la manifestación de la vida y de toda la Creación.
En la Pureza de Dios está el Amor del Padre, aquel Amor que regenera todas las cosas,que hace posible rescatar a los corazones y retirar a las almas perdidas de los infiernos.
Hoy vengo vestida de la Pureza de Dios y coronada por las oraciones de Mis hijos, sabiendo que en estos tiempos es imprescindible reforzar la oración del corazón, no solo para la transformación de la vida sino también para la recuperación y la restauración del planeta.
Hoy vengo colmada de la Esencia de Dios llamada "Pureza Original".
Vengo colmada de aquello que está dentro de ustedes, que vive en sus mundos internos y que siempre los ayudará a religarse con Dios.
Hoy vengo a cerrar un ciclo y a comenzar un nuevo ciclo, por eso vengo llena de la espiritualidad de Dios para purificar sus corazones y vidas, para unificarlos en el Amor de Dios y en el misterio de su gran ciencia en donde una vez se originó todo para esta humanidad, como para otros planetas, para toda la Creación.
Quisiera que supieran, queridos hijos,que esa pureza original que mora en ustedes viene del Universo de Dios, gestada por las santas manos de los Ángeles del Padre, en sus sublimes Fuentes de la Creación.
De ahí, queridos hijos, proviene todo y allí ustedes algún día deberán retornar, con la experiencia vivida del amor y de la redención, con la experiencia vivida del perdón y de la reconciliación, sabiendo que todos los seres humanos, por más imperfectos que sean, nunca perderán la pureza original de sus corazones.
Por eso los invito, queridos hijos, en esta noche, a mirar hacia su interior, a descubrir su universo interior y a encontrarse con Dios en la Llama Viva de Su Pureza Original, en donde no existe pecado, culpa, ni perdición.
Hoy vengo a limpiar sus corazones pero también vengo a cicatrizar sus heridas, buscando en ustedes la pureza del corazón, esa llama viva y resplandeciente que renovará todas las cosas.
Este es Mi principal mensaje para este día, busquen la Pureza de Dios en su interior y podrán ingresar al Reino de los Cielos.
Revivan en estos tiempos el Evangelio de Mi Hijo, para que la pureza en sus corazones pueda despertar.
Ya no busquen queridos hijos la separación, la división o las críticas. Abran sus corazones a la Pureza de Dios y la Pureza del Padre podrá despertar en ustedes en este tiempo.
No compliquen más sus vidas, queridos hijos, hagan las cosas simples en el día a día. Vivan e imiten la Sagrada Familia, para que los tesoros celestiales de la Pureza de Dios, por medio de sus sublimes espejos, puedan reflejarse sobre las almas de la Tierra, que la oscuridad en los corazones desaparezca, pueda triunfar la Luz y el Amor de Cristo en estos tiempos.
Yo los invito en esta noche, queridos hijos, de una forma simple y maternal a reencontrar el camino del corazón en donde no existen las heridas, las culpas, ni los sufrimientos. Crean en ustedes, crean en esa Pureza Original que hay dentro de ustedes, búsquenla por medio del camino de la oración, de una vida misericordiosa, de una vida llena de servicio para con los semejantes.
Así estarán reparando el Corazón herido de Dios y ustedes, queridos hijos, serán ese perfecto bálsamo de amor que concederá al mundo que su Madre Celeste vuelva todos los días para ayudar a los corazones perdidos, para despertar la consciencia planetaria, para conceder en este último ciclo un tiempo más de paz, especialmente en aquellos lugares que no existe.
Den un gran valor queridos hijos, a la oración por la paz en las naciones.
Este simple ejercicio que Mi Corazón les ha concedido realizar todos los días de la semana, orando por aquellas naciones tan sufridas, que viven en la oscuridad y dentro de los abismos del planeta, para que ellas se puedan recuperar y salir adelante. Orando por culturas tan lejanas, por hermanos tan lejanos, que sienten y viven al igual que ustedes la grandeza de Mi Corazón Inmaculado.
Que en este ciclo, queridos hijos todo se pueda renovar y que en esta noche puedan salir de aquí viviendo un verdadero compromiso Conmigo para que Yo pueda retornar todos los días, por un tiempo más, trayendo la luz del Reino de los Cielos y la Misericordia Infinita del Creador.
Porque si Yo no estoy diariamente entre ustedes, queridos hijos, en verdad les confieso, este mundo se desequilibraría tan rápidamente como el pasar de las horas y el planeta se movería bruscamente.
Es la oración de sus corazones, es la oración por las naciones, el servicio, la caridad y el bien, la comunión y la confesión con Mi Hijo, que Me permite volver todos los días al mundo, que me permite traer la Gracia de Dios que el mundo no merece, para que todas las cosas se puedan estabilizar y sobre todo, el eje de la tierra se mantenga en su equilibrio.
Recuerden que Yo Soy la Madre del mundo, la Madre Universal y Madre de la humanidad. Soy la Madre de todos los pueblos, que consuela todos los corazones y todas las vidas, la Madre que está con los pobres y con los ricos, con los que son iguales de corazón y de alma, la Madre que está también con los que son indiferentes y aún no viven a Dios en su corazón.
Yo vengo por todo el mundo, por todas las naciones y todos los pueblos.
Quisiera que esta corriente de oración por la paz en las naciones creciera, que no se sientan limitados, ni tampoco obstaculizados para aprender a orar en diferentes lenguas, para ayudar a los ángeles de las naciones, para que en estos tiempos difíciles ellos cumplan su gran tarea espiritual, con la ayuda amorosa de todos Mis hijos.
Hoy quisiera que no sintieran pena en su corazón, porque si aquí está la Madre de la Vida, la vida se puede regenerar y los sentimientos más profundos se pueden curar. Para Dios nada es imposible, para la Sierva de Dios nada es imposible.
Hoy vengo vestida de la Pureza de Dios para recordarles ese compromiso Conmigo, que por medio de la oración del corazón y de los servicios de amor para con el mundo, todo puede ser renovado y reparado y sus vidas finalmente pueden ser otras, cuando tan simplemente den el paso, así como Yo lo di ante el Arcángel Gabriel.
Hoy no solo vengo a decirles que estaré con ustedes un tiempo más todos los días, sino de la alegría que siente Mi Corazón, el gozo que siente Mi Espíritu al decirles que Mi Hijo también estará aquí todos los días, para traer al mundo la última tabla de salvación para todos los corazones, para todas las religiones, para todos los pueblos, a fin de preparar al mundo durante un año entero, para Su retorno.
Que nadie pierda esta oportunidad de revivir las Palabras de Cristo, de revivir en sus corazones las palabras simples de la Madre de Dios, pero también de volver a estudiarlas como impulsos espirituales presentes para estos tiempos en donde aún tendrán la llave, la llave interior para poder transformarse, así como Dios lo desea, para estos tiempos finales.
Finalmente deseo, queridos hijos, que sus vidas sean Pureza Original y que esa pureza se pueda reflejar al mundo para que las almas despierten de su somnolencia y puedan abrir sus ojos al Reino de Dios, que aún mantiene las puertas abiertas para que muchas almas más puedan ingresar a Su Corazón.
No pierdan esta Gracia, reciban esta Misericordia con toda la humildad de sus corazones, para que en esta noche todo sea renovado , así como Dios lo ha pensado desde el principio.
Yo vengo aquí para traerles el Cielo a la Tierra, la Consciencia de Dios a los hombres, la Verdad a un planeta que vive en mentiras, con el fin de despertar los corazones al gran sentimiento del Amor de Dios, a la filiación espiritual con Su Gran Consciencia Divina.
Digan al mundo que Yo estaré viniendo a ustedes todos los días por un tiempo más, a fin de dejar preparados sus corazones para el tiempo que llegará, que no será un tiempo fácil. Ustedes lo saben, queridos hijos, que el tiempo cambiará, que la humanidad cambiará y su planeta también.
Para eso deben estar preparados y firmes. Deben tomar Mis Palabras y Mis Instrucciones, las Instrucciones de Mi Hijo, como escaleras al Cielo, para que puedan estar protegidos y resguardados por Mi Corazón.
Que Mis palabras sean escuchadas en todas las lenguas; este es Mi más ardiente deseo para este año.
Que Mi mensaje de paz se propague al mundo a fin de que las almas despierten, para que las bombas no detonen en la humanidad y sobre todo aquellos planes que Mi enemigo estimula en los hombres que están ciegos, cerrados de corazón, por no poder ver a Dios.
Los invito al tiempo del gran despertar de la consciencia, al despertar de sus sentidos internos, a salir de lo que es superficial y abrazar a todos sus hermanos con un inmenso amor y una infinita Misericordia.
Así, queridos hijos, a pesar de que todo esté tan duro y difícil en esta humanidad, todo se estará cumpliendo y Yo podré seguir viniendo a ustedes hasta que Dios lo indique, como está escrito en Su Corazón eterno.
Coloquen sus manos en señal de recepción, pues hoy su Madre Celeste, vestida de la Pureza de Dios, la Rosa de la Paz, vine a reafirmar en sus corazones y en los corazones de todo los seres del mundo, el reencuentro con su pureza original.
Agua para bendecir…
Reciban de Mi Corazón esta Gracia que no podrá perderse, pues la Madre de Dios, Madre del Universo y de la Tierra, de los Ángeles y de todas las almas, viene a reabrir la Fuente Espiritual de la Pureza Original, en la almas del mundo que digan "sí" al llamado del Creador.
Que la Fuente del Espíritu Santo descienda sobre este elemento y que todo sea renovado, que las almas despierten a su Fuente original para que todo sea redimido.
Que el agua bautice a las vidas del mundo, redima los pecados y cure a lo corazones de sus más profundas heridas.
Hoy no solo vengo a consagrar a los que han dado el paso a Mi Corazón Inmaculado. Hoy, como Madre de todos y Madre de la humanidad , vengo a renovar esta consagración para todos los presentes y para todos los que escuchan Mi Voz, en los cinco continentes de este mundo.
Que esta agua los consagre a todos, como el agua del Espíritu de Dios que lava las heridas más profundas y que reenciende en las almas la Llama de la Pureza Original.
Hoy cantarán una canción especial para Mí que los hará, en este tiempo, reencontrarse Conmigo todos los días: Mirarte…
Mientras realizan esta canción, Yo me elevo al cielo para algún día retornar y traer hacia sus corazones la misma Paz que Yo vivo en el Reino de los Cielos, para que esta Paz descienda a la Tierra en todos los corazones del mundo.
Yo los bendigo y los consagro, al Inmaculado Corazón del Amor, al Amor inextinguible, al Amor eterno, al Amor incondicional, al Amor perpetuo de la Madre de Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Les agradezco.
El sol interior en cada ser es capaz de iluminar, del principio al fin, el camino espiritual y la redención.
El sol interior puede brillar más o menos, según la actitud interior del ser humano y según su pensamiento.
El sol interior nos puede conectar con nuestra esencia, y nuestra esencia puede conectarnos con el Universo Creador.
El sol interior es capaz de abrir puertas hacia los universos y de cerrar puertas hacia los infiernos.
Quien vive en base a la manifestación de su sol interior, algún día sabrá encenderlo, resguardarlo y despertarlo para irradiar al mundo el amor interior y la cura.
El sol interior se relaciona con nuestro linaje, y el linaje de cada ser se puede hacer consciente según la intensidad con que brilla el sol interior.
Si el sol interior tiene el hábito de orar, sabrá distinguir con premeditación cuando se está apagando y sabrá qué hacer para poder repararlo.
El sol interior es lo que nos relaciona con el universo y es el que registra espiritualmente la historia de nuestra evolución.
El sol interior es el medio para que estemos en comunión con la vida universal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mediante los oratorios formados por los grupos de almas, su Madre Celeste puede derramar las Gracias del Cielo y, al mismo tiempo, el Inmaculado Corazón despierta a las santas virtudes, los talentos que llevan a las almas al camino sincero del servicio mayor, como también de la comunión interior con el universo.
Los oratorios pueden convertirse, algún día, en sagradas células de luz que despierten a otras células, a otros oratorios y grupos de almas que afirman su devoción al Inmaculado Corazón.
En verdad, hijos, cada grupo de oración consagrado a la Madre de Dios es como una pequeña flor que rodea el Corazón de la Madre, el Corazón Inmaculado, que inspira a las almas en el camino de la paz y del bien.
Anuncien a los grupos de oración que pueden ser esas preciosas y pequeñas flores en el jardín inmaculado de su Madre Celeste. Porque es a través de los sagrados oratorios que su Madre Celeste puede trabajar espiritualmente en el mundo, encendiendo cada día más la llama del amor y de la fraternidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si vives dificultades dentro de Mi Plan, es señal de que él se está cumpliendo.
Ten siempre una mente madura y un corazón fuerte, para aprender a superarte a tí mismo todos los días, sabiendo que por detrás de cada prueba y de cada desafío, está Mi Corazón y se proyecta Mi Voluntad sobre tu vida: en todos tus sentidos, en cada respiración, así como también en cada nuevo sueño.
No pierdas tus expectativas. Eso también se lo dije a Mis apóstoles en el pasado. Mantén tu espíritu ardiente y el gozo de Dios siempre te colmará.
No existe amarra ni lazo que no pueda ser desatado. No existe obstáculo ni prueba que no pueda ser superada. Porque si confías en Mí plenamente, Mi Corazón te protegerá y Yo siempre renovaré tu vida a través de los aprendizajes, de las enseñanzas y de las pruebas, que en este próximo tiempo deberás vivir por Mí.
Pero no te desanimes. Si Yo Soy tu Señor y tu Dios, nada te faltará. Tengo grandes tesoros especiales para entregarte, cuando tus pasos se dirijan solo hacia Mí y puedas encontrar la libertad en Mi Camino.
No tengas miedo de saber lo que te espera a la vuelta del camino. No tengas miedo de sentir el poder y el rigor de Mi Voluntad, porque si Yo, que Soy tu Esposo y tu Compañero, estoy a tu lado, nada te pasará. Solo necesito que crezcas en los grados de amor, de la entrega y del servicio.
Muchas almas necesitan aprender por medio de tu ejemplo, sincero y verdadero, para Conmigo.
Cuando estés a punto de caer en el abismo o en una gran dificultad, te sorprenderás, porque Yo te tendré entre Mis Brazos, para consolarte y darte la fuerza del espíritu.
A Mis más preciados soldados, a los que Yo he convocado y he escogido para Mi tarea planetaria, les exigiré grandes cosas. Y sé que tal vez, podrán ser grandes para ellos, pero Yo siempre los socorreré, siempre los auxiliaré. Y a pesar de que Mi Consciencia esté en silencio, no perderé un momento, ni la oportunidad de poder acompañarlos en los pasos hacia la transformación y de la redención.
Apóstol Mío: vierte tus aspiraciones sobre Mí, porque Yo también deseo ser consolado por tu entrega, por tu dedicación y por tu gran perseverancia. Solo deseo el bien para ti, pues Yo, el que te habla, que Soy tu Dios, estoy aquí; confía en Mí y tómate de Mi Mano, para poder llegar hasta el fin, a lo que más deseo para ti, a lo que he pensado y he diseñado en la meditación de Mi Corazón y de Mi Espíritu.
Yo solo seré tu refugio y no existirá otro. El mundo es una ilusión y se sumerge en sí mismo, en la perdición. Por eso Yo ofrezco grandes sacrificios para los que he escogido con Mi propia Mano. Y aunque tú no comprendas completamente Mi Voluntad, Yo te ayudaré a sustentar la cruz que Mi Padre te ha entregado. Y seré el nuevo Cirineo, Aquel que viene a ayudarte para alcanzar la libertad y el perdón de todas tus penas.
¡Vacíate, vacíate, solo vacíate !
Anímate a hacerlo por Mí y Yo haré muchas cosas a través de ti, porque Mis designios son muy desconocidos; Mis Voluntades son inexplicables. Pero Mi Propósito para tu vida es muy claro y nunca lo cambiaré, porque lo que está escrito en el Corazón de Mi Padre se cumplirá.
Por eso, Yo te llamo. ¡Sígueme y no te canses de hacerlo!
No vengo a mirar tus pecados. No vengo a contemplar tus imperfecciones, tus dudas, ni tampoco tus fracasos. Solo necesito que confíes en Mí y que Me esperes todo el tiempo en la adoración, en la oración, en el silencio, en la comunión con la Naturaleza. Y de la nada, todo se disolverá, porque Mi enemigo no conoce el amor, ni el poder que él tiene.
Tú eres una chispa de Dios. Eres una célula inmaterial de Su Espíritu. Y Él una vez sopló y viajaste por el Universo para encarnar como espíritu, dentro de una gran experiencia que es el amor.
Sin amor nadie puede vivir, tampoco el mundo. Sin amor, las almas mueren. Sin amor, las almas enferman. Cuando no puedas estar en el amor, búscalo en Mí, que Yo te lo daré, te lo haré sentir como en el primer día en el que te decidiste a decirme sí. Y todo pasará. No existirá angustia ni temor que prevalezca, porque el Amor que Yo tengo por los que he escogido con Mi Mano es intransferible.
Reposa, en esta noche, tu espíritu sobre Mis Brazos y entrégate a Mi Amor renovador. Yo tengo la potestad de cambiar todas las cosas y todos los acontecimientos. Si por lo menos las almas del mundo miraran con sinceridad a Mi Corazón, ya no existiría el sufrimiento.
Por eso sufro por los que no se entregan. Sufro por los que Me abandonaron y no supieron confiar en Mi Amor; porque Mi Amor, hasta el fin de sus vidas, será desconocido y solamente lo conocerán en la Eternidad, en el Paraíso, en donde ya no existe ni vive el dolor, ni el sufrimiento.
Quisiera, apóstol Mío, que te rindieras a Mis Pies, que te postraras ante Mi Presencia cada vez que lo necesites; porque Yo te levantaré del suelo y te haré fuerte, tan fuerte como lo fueron los apóstoles y nadie perderá su camino, porque quien confía en Mí no perecerá. Podrá atravesar una gran prueba, pero en el mayor naufragio, en la mayor duda o en el mayor cautiverio, Yo estaré allí presente, esperando que Me busquen, que Me encuentren, que Me abracen y que sientan el Fuego Misericordioso de Mi Corazón.
Hoy entrego estas palabras a los que persisten y no se cansan; a los que se animan a amar todos los días más allá de sí mismos. Porque si en verdad amaran el misterio, él se conocería y las almas adquirirían sabiduría para realizar las Obras de Dios.
Hoy vengo a cicatrizar una herida espiritual imperceptible y a pasar Mi Mano sobre ella para poder curarla, sabiendo que la Voluntad de Mi Padre se cumplirá.
No desistas ni te canses. El soplo del Espíritu te auxiliará y se abrirán las puertas, se iluminarán los caminos y las tinieblas desaparecerán a tu alrededor. Solo necesito que te entregues a Mi Confianza, para poder dar el gran y último paso, el que te desposará Conmigo eternamente. Y viviremos una Alianza espiritual y amorosa, desconocida para tu alma. Porque quien se desposa Conmigo alcanza la libertad y es semejante a un ave en alto vuelo, libre para poder alabar a Dios por toda la eternidad y para estar algún día entre los santos y los bienaventurados, proclamando con los coros celestiales, el retorno de su humilde Maestro y Señor.
Padre, hoy Te imploro. Da fuerza a los que Te escuchan. Da ímpetu a los que Te siguen. Haz crecer la fe en los corazones que Te claman. Y Te aseguro, Adonai, que el mundo cambiará, porque la Tierra será repoblada de Nuevos Cristos, que serán como llamas semejantes al Espíritu Santo y que estarán entregadas a Ti, en adoración.
Padre, Amado Señor, fortalece la esperanza; obra en Tus criaturas por medio de la cura y de la redención, para que todos los autoconvocados y los que aún no se convocaron, estén a Mi lado, celebrando junto a Mí la ceremonia del Perdón y de la Reconciliación.
Da a conocer, Señor, Tu Infinita Voluntad. Da de beber a todos de la Fuente de Tu Amor, para que las heridas más profundas y desconocidas se cicatricen y se establezca, Señor, Tu Reino para siempre. Amén.
Deja tu corazón vacío para Mí, y Yo podré depositar Mis mayores tesoros, los que se revelarán con el tiempo por medio de tu servicio, de tu entrega y de tu caridad.
Que Mi Nombre resuene en los corazones del mundo, para que Mi Palabra se cumpla en todos los que he llamado en este tiempo, para servirme.
Quédate en Mis Brazos y siente Mi Paz.
Quédate en Mis Brazos y siente Mi Aliento.
Abrázame fuerte y escucha el latido de Mi Corazón, coloca tu cabeza sobre Mi Pecho, para que resuene en tu interior la flamante Llama de Mi eterno Amor.
Que tus faltas se disuelvan. Que tus pecados sean perdonados y que tu alma se consagre a Mí, para que en los últimos días de la vida, te unas en matrimonio espiritual Conmigo, para siempre.
Y así, los Jardines del Cielo florecerán. Y como una dulce esposa, caminarás entre las rosas hacia Mi encuentro, libre del pasado y de todo dolor. Y al final de los Jardines, Me encontrarás y colocaré en tus manos Mi Sagrada Alianza, para que seas Mi compañera de camino y así vivas, después de esta vida, Mi Voluntad en otros espacios del Infinito.
Y serás una estrella incandescente, que tendrá escrita en su interior la historia de la redención y del perdón. Y muchos seres del Universo conocerán esa historia, porque finalmente tu esencia será como un espejo que derramará de la Fuente, el Amor, que todo perdona, todo cura y todo redime.
Y reuniré a las estrellas del Universo para la ceremonia. Y todas las esencias que se han consagrado a Mí, se desposarán con su Rey y Señor. Y Yo, con el Cetro de la Luz de Dios, en compañía de María Santísima, bendeciré a todas las esencias, las consagraré y las desposaré con Dios, para siempre.
Y en esa hora ya no existirá el mal, porque todos los que hayan confiado en Mí, conocerán el verdadero Amor y la verdadera Sabiduría.
Pacifica tu corazón. Calma tu mente y entrégate a Mis Brazos, para que Yo pueda dejar en ti el Universo de Mi Amor y de Mi Misericordia.
Vean cuán grandioso es el Amor del Padre; Él, que es tan grande e infinito, se hizo pequeño entre Sus criaturas, y entregó lo más grande que tenía: a Su Hijo, para que Él, mediante el pan y el vino, diera de comer de Su Cuerpo y diera de beber de Su Sangre, a fin de establecer la Alianza entre las almas y el Creador.
Con especial gozo y alegría, hoy bendigo este pan. Y vuelvo a repetirles: tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que fue ultrajado por los hombres, para el perdón y la remisión de los pecados.
De la misma forma les digo: tomen y beban todos de él, porque este es Mi Cáliz, es Mi Sangre de la nueva y eterna Alianza entre los hombres y Dios, a fin de que se cumpla Su divino y magnífico Propósito.
Que los que hoy coman y beban de la Mesa del Señor se regocijen, porque sus pecados fueron perdonados, sus amarras fueron liberadas y el Amor del Glorificado y Sagrado Corazón de Jesús triunfó sobre los redimidos. Amén.
Y ahora, deja que Yo lave tus manos, tus pies y tu cabeza, con la Fuente Espiritual del Amor, para que todo sea renovado y no existan dudas de que este es el Camino que Yo te ofrezco para vivir todos los días, hasta que Yo pueda ver con Mis propios Ojos y sentir con Mi propio Corazón, que Me has superado en el Amor.
Y aunque no lo creas, eso es posible, porque quien de verdad ama, se dona; y quien se dona, se entrega a Dios incondicionalmente.
Establece entonces, para los días que vendrán, este matrimonio Conmigo y deja que te coloque el velo para desposarte Conmigo y te entregue Mi Alianza para que te unas a Mí. Porque Mi Corazón no solo guarda tesoros, sino también muchos misterios de amor, que en este tiempo deseo derramar sobre las almas que Me buscan y que deseo entregar a las almas que más Me necesitan.
¡Tengo tanto Amor para dar, pero muchos corazones lo rechazan y lo cambian por otras cosas, por otros deseos o por otras satisfacciones!
¡Necesito de Nuevos Cristos para poder seguir adelante con Mi Obra!
¡Sonríeme!, porque quiero ver tus ojos brillar y que tus lágrimas sean de gratitud y de esperanza por los que sufren, por los que lloran con desconsuelo y no tienen alivio. Y así, a través de ti, Yo podré llegar a cada una de ellas y te reafirmarás en tu camino, hasta que al final te encuentres Conmigo en el Cielo.
Quiero escuchar, en esta noche, una canción de una esposa Mía, canción que revela una historia de amor entre un alma y Mi Corazón. Y por la cual, todas las almas se podrán sentir unidas a Mí, por medio de ese canto tan simple.
Deseo que algún día, en su ardiente aspiración y compromiso Conmigo, nos veamos cara a cara. Porque por más que Mi trabajo y Mi deber sea muy grande para con el mundo, el Señor siempre tiene Su espacio para los que necesitan ser escuchados en la oración y en el silencio.
Yo los bendigo en nombre de todos los ángeles y arcángeles del Cielo, en nombre de la Fuente renovadora del Amor que cura y cicatriza las heridas.
Que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo estén entre ustedes, ahora y siempre. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Llevaré la súplica de esta canción, por todas las almas que no tienen la oportunidad de conocerme ni de escucharme. Eso habla de la importancia de difundir Mi Mensaje al mundo entero y en todas las lenguas posibles.
Les agradezco.
Mientras, por una parte, el Reino Mayor de Aurora vuelve a expresarle al mundo sus más grandiosos tesoros, por otra parte, la cura de las almas vuelve a ser concedida para poder concebir en el mundo y en la humanidad una gracia infinita de redención y de perdón.
Hacia esa aspiración y concreción Yo los invito a seguir para que más consciencias en el mundo puedan recibir las mismas dádivas que ya recibieron sus corazones.
La Cura de Aurora es algo que, de tiempo en tiempo, se profundiza en la consciencia que tiene la gracia de recibirla.
Aurora es ese Espejo Mayor de Amor que refleja en las almas la liberación de las formas y la redención de los atavismos más profundos de la consciencia.
Cuando Aurora, como Esencia Curadora, llega a trabajar de esa forma en la consciencia, con un permiso interior concedido por parte de la propia alma, se establece una comunión con las Leyes de la Cura que no son terrestres, sino cósmicas; y así, la consciencia recibe una ayuda inmediata para poder llevar adelante nuevas y mejores etapas en su vida.
De esa forma, Aurora sigue siendo un misterio espiritual por descubrir, algo que como esencia proviene de Dios, desde hace mucho tiempo, y se manifiesta a las criaturas para poder redimirlas y curarlas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la luz del corazón unifique a los servidores de Cristo para que se cumpla Su Divina Voluntad.
Que la luz del corazón pacifique las vidas para que ellas sean conducidas por el espíritu del Amor.
Que la luz del corazón reúna a las consciencias, para que cada una de ellas revele su sagrada virtud.
Que la luz del corazón disuelva las heridas para que en nadie se instale o exista la maldad.
Que la luz del corazón despierte la consciencia en todos los seres de seguir cumpliendo el Sagrado Plan de Dios.
Que la luz del corazón construya en los corazones la unidad y el principio del Amor Superior.
Que la luz del corazón neutralice las corrientes contrarias.
Que la luz del corazón eleve a las consciencias hacia el estado permanente de la hermandad.
Que la luz del corazón le otorgue a cada ser la libertad espiritual.
Que la luz del corazón pueda mantener las puertas abiertas a la solidaridad.
Que la luz del corazón le entregue a cada ser un Rayo de Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dejen que Mi Espíritu los invada completamente, para que puedan comprender lo que hoy necesito.
Dejen que Mi Corazón los colme y los transforme, a fin de que en ustedes se pueda crear un nuevo ser.
Yo vengo a estar sobre Argentina porque lo necesita para este tiempo final y sus corazones también lo necesitan, para que puedan aprender a vivir en Dios y así saber cumplir Su Propósito, que llega en estos tiempos a llamar a todos los corazones, a todas las vidas que se abran para unificarse Conmigo en el Amor y en la Verdad.
Pero hoy, no solo vengo por ustedes, compañeros; también vengo por los que ya Me siguen, por los que están viviendo sus pruebas, por los que están enfrentando su transformación.
Pero sepan que todo está en su lugar, tanto lo que vive el mundo como lo que ahora viven ustedes en este tiempo de transición, en donde las almas y los corazones deben aprender a amar, como nunca antes han amado.
Por eso sean fuertes, sean valientes y den los pasos definitivos hacia Mi Corazón, Yo los ayudaré compañeros.
Yo estoy aquí extendiéndoles Mi Mano para que la tomen fuerte y sepan caminar Conmigo en este tiempo de tinieblas, en este tiempo de desafíos; en el que ni siquiera ustedes saben que es lo que sucederá de aquí a un segundo.
Por eso vivan en la Fe, vivan en el Amor y aspiren todos lo días por la Divina Unidad, para que Mi Padre los pueda recibir con Sus Brazos abiertos; para que Él les pueda entregar sus Gracias y para que en este tiempo se forje en ustedes el nuevo hombre, aquel hombre que está libre de amarras, de cadenas y de prisiones.
Permitan que el Fuego de Mi Corazón los traspase profundamente.
Permitan que Mi Luz los compenetre desde la esencia, hasta el espíritu: que todo sea modificado, que nada se cristalice, que todo se transfigure y que todo se polarice hacia la Luz, para que puedan conocer en el próximo tiempo Mi Reino; aquel Reino que Yo he hablado en tiempos pasados a los apóstoles y a todos los que tuvieron la Gracia de escuchar Mi Voz en el Nombre de Dios.
Vengo para entregarles lo mismo, Vengo para darles Mi Legado.
Necesitan aprender a vivir en la Ley y a no salir de ella. Si están en la Ley, estarán protegidos y no tendrán que sufrir compañeros.
Acepten este tiempo de transformación como algo único y ya no hagan sufrir a sus hermanos; al contrario, que ellos puedan sentir su amor, su transparencia y su humildad que deben hacer de sus corazones, que debe surgir de sus esencias, para que el viejo hombre muera y surja el verdadero espíritu; aquel espíritu que recibirá los dones de Dios, aquel espíritu que formará parte de la nueva humanidad y de la nueva Tierra.
Mientras tanto, transfórmense, transfórmense mucho, pero de verdad, háganlo por Mí y por sus hermanos.
Demuestren a Dios que están comprendiendo y ya no pierdan tiempo, porque Mi Retorno está próximo y Yo los necesitaré verdaderos; tan verdaderos, tan cristalinos como el agua que surge de las entrañas de la tierra y que les da beber de la vida, que les quita la sed, que los cura y los redime.
Compañeros Míos, sean el bálsamo de Dios; sean curadores del nuevo tiempo por medio de la oración y no de las palabras; sean servidores del ejemplo y de la caridad; que los corazones del mundo puedan sentir las expresiones de su amor, para que todo se vivifique y se redima como Dios, nuestro Padre, que está en los Cielos lo necesita.
Atraviesen, compañeros, el puente sobre los abismos y únanse en lazos de amor y de unidad para que puedan atravesarlo sin miedo y sin dudas.
Porque si su Fe es fuerte, nada les atormentará, y tendrán firmeza y coraje para poder atravesar muchos puentes más; puentes que los esperan mas adelante, en el próximo tiempo, cuando todo termine de definirse.
Hoy vengo aquí por ustedes y por el mundo, con este mensaje para despertar en cada corazón humano la consciencia del Amor; un Amor que los hará libres, un Amor que los quitará y los sacará del cautiverio en el cual puedan estar en este tiempo.
Pero sigan confiando en Mi Divina Misericordia porque así Yo siempre los ayudaré.
Mientras les hablo vengo a liberarlos de las prisiones de aquello que los acongoja, de todo lo que perturba el corazón. El tiempo que se aproxima no será fácil. No puedo prometerles la vida eterna sobre este planeta en llamas y en tribulación; pero puedo prometerles Mi Reino, mientras estén aquí, sirviéndome incansablemente.
Les pido que crezcan no solo de corazón, sino también en consciencia, sabiendo en este tiempo discernir con sabiduría; para que cada prueba que vivan compañeros, la sepan superar y no se coloquen ustedes mismos en un constante naufragio que no existe, que solo vive en la mente.
Permitan en este tiempo que la Jerarquía espiritual abra las puertas a lo desconocido y los secretos puedan ser develados, porque así sus espíritus se elevarán y no estarán tan inmersos en esta materia que los ata a la perdición y que no les permite dar el paso a la verdadera entrega.
Como a Mis apóstoles, Yo les vengo a pedir lo que es simple, lo que nace del corazón; por eso crean en lo que les digo, porque así se cumplirá.
Ya no se dejen engañar, abran los ojos para poder mirar hacia el infinito y encontrar así su verdadero origen.
Vinieron aquí a este mundo para experimentar el amor y el perdón, la aceptación, la compasión, la entrega y la consideración con el semejante.
Si el mundo no se une en este tiempo, no podrá sobrevivir; así como ustedes hoy se unieron en Mí y Yo me puedo unir a ustedes compañeros.
Hagan vivir este ejemplo a sus hermanos y a sus familias, porque lo necesitarán. En esa hora ya no podrán existir divisiones, conflictos, ni dudas. En la hora más culminante de la Tierra, deberá prevalecer la Sagrada Unidad. Eso los hará fuertes los hará invencibles y sabrán de esa forma esperarme, hasta el último segundo cuando Yo ponga Mis pies sobre este planeta.
Vengo a Argentina porque la amo y necesito de su respuesta incondicional, para poder llevar adelante Mi Obra Redentora en esta parte del mundo.
Les envié a la Mensajera fiel de Dios, para que la pudieran escuchar, ahora Yo vengo a su encuentro para que también Me escuchen con el sagrado ardor del corazón y con la devoción plena de Dios.
Vengo a traerles lo nuevo y lo que aún no conocen, Vengo a traerles lo que nunca han vivido en esta vida. Les ofrezco la comunión con Mi Sagrado Corazón, para que se animen todos los días a amar un poco más de lo que creen que aman.
Sean compasivos con los que sufren y no le reclamen, sean compasivos con los que sustentan Mi Obra y no les reclamen; porque en ellos He puesto el peso de Mi Cruz, para que la carguen Conmigo hasta el final, aunque nadie lo comprenda.
Pero Yo no dejaré solos a los que les he confiado Mi Reino, así como hoy les confío a ustedes el Reino, compañeros Míos.
Vivir para Dios es una responsabilidad máxima, pero en su fondo está lleno de Su Gloria , de Su felicidad celestial.
No quiero que en este tiempo, pierdan la oportunidad de crecer interiormente y de hacer todas las cosas por amor y no por fuerza humana. Unan sus manos y sean una sola familia, para que Nuestros Sagrados Corazones puedan estar aquí, entre ustedes, todo el tiempo.
Quisiera que fueran un espejo de Mi Corazón sobre este planeta que está agonizando y muchos no lo quieren ver.
Salgan de sus casas, crucen las puertas de sus hogares y encontrarán la realidad de la cual Yo les hablo en este mismo momento. El sufrimiento y el dolor se ha expandido sobre el mundo y en todos los seres.
Ustedes deben ayudarme a aliviarlo y a no generarlo. Ustedes deben ayudarme a extirparlo y a no crearlo. Sean generadores en este tiempo de la Divina Misericordia de Mi Corazón para que Yo pueda estar presente en los que más necesitan de la Cura y de la Redención.
A los que ya Me siguen desde hace tiempo les digo: Usen las herramientas que Dios les entregó y podrán superar todos los tiempos y todas las pruebas.
Honren el Legado que les fue entregado en sus manos durante tantos años y pónganlo en práctica, así Me ayudarán a que Mi Obra y Mi Misión se expanda en el mundo y no se restrinja por sus formas.
Beban en esta hora, de la fuente del conocimiento que les traigo y se podrán transformar; pero permítanme compañeros, que Yo pueda entrar en sus corazones y vidas y así Yo podré borrar lo que los hace sufrir y lo que los perturba.
Si el mundo escuchara Mis Palabras ya sería otro. Si el mundo viviera Mis Palabras, ya sería otro. Pero sé que eso dependerá de Mis compañeros y de Mis servidores.
Que esta misma Gracia que Yo les traigo, de forma incondicional pueda llegar a los que más la necesitan.
Hoy tendré la Gracia de bendecir una familia, en nombre de muchas más, para que la cura de Mi Sagrado Corazón se establezca en los que aspiran algún día encontrar la paz.
Hoy las ungiré con el aceite de la reparación, de la misma forma que las santas mujeres ungieron Mi Cuerpo en el sepulcro, para dar honra y gloria a su Redentor.
Hoy consagrando a esta familia, consagraré a las familias del mundo para esta Natividad; para que esta misma oportunidad de redención, de perdón y de reconciliación compañeros, llegue a las almas que desesperan y que no tienen Luz interior.
Que se puedan abrir las puertas para la cura de las almas y que todo se pueda renovar.
Que se puedan abrir las puertas a la reconciliación y que todos se puedan perdonar.
Porque Mi deseo es poder vivirlos plenamente y sin restricciones; así como lo pude vivir en muchos corazones de hombres y mujeres imperfectos, pero santos, que vivieron Mi dolorosa Pasión.
Hoy establezco, por intermedio de este aceite, la consagración divina de esta familia que he escogido a pedido de Mi Padre, para que muchas familias más despierten al verdadero amor y al perdón.
Ofrezco esta consagración por la gran familia de la Comunidad de la Nueva Tierra, y deseo, que este aceite pueda ungir a los que están enfermos en ese lugar; y deseo que sepan que no Me he olvidado de nadie y que llegaré hacia ellos a su tiempo, para llevarlos Conmigo a una nueva vida, libres de sufrimiento, libres de la perturbación, del dolor y de la angustia.
Que las alas de esas almas que están enfermas en la Comunidad Nueva Tierra se puedan abrir, porque les ha llegado la hora de dar grandes vuelos hasta Dios, el Creador.
Mi último deseo compañeros, antes de esta unción especial por las familias del mundo y por los niños, es que sepan que esperaré a Mis compañeros, a Mis seguidores y a las familias en el Reino de Aurora durante este mes de diciembre; para que puedan ver a su Señor caminando entre los naranjos, viviendo y sintiendo en los corazones que creen en la cura interior y en la redención; para que brote en ellos la Nueva Aurora, el nuevo amanecer en cada ser.
Señor Todopoderoso, que te dignaste estar presente en el Cuerpo y la Sangre de Tu Hijo, por medio de la Pasión, la Muerte y la Resurrección, Te pido, Padre, en esta noche que bendigas a la Argentina para que ella ingrese en el proyecto de Tu Tierra Prometida. Amén.
Yo les doy la paz para que la vivan, la experimenten, y la den todo el tiempo a sus hermanos.
Deseo que también lleven medallas de Mi Glorificado Corazón para la Comunidad Nueva Tierra; porque Mi aspiración es estar sobre el pecho y los corazones de Mis hijos para protegerlos y acompañarlos más de cerca.
Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Y les agradezco en esta noche por haber buscado Mi paz y Mi consuelo.
Se acerca el fin de septiembre, momento en el que se vivirá un gran cambio y las almas vivirán una prueba de fe, a fin de que el Padre Celestial confirme dónde depositará y sembrará las últimas y más preciadas semillas de la Nueva Humanidad.
Esta prueba les permitirá a los corazones saber en qué grado de amor verdadero se encuentran y cuánto pusieron en práctica cada uno de Mis Mensajes.
Más allá de los Mensajeros, esta prueba de profunda fe, confianza y credibilidad definirá los próximos pasos que la Jerarquía Espiritual deberá desenvolver en los últimos tiempos.
A través de esta prueba llegará la confirmación de que verdaderamente se recibieron los dones del Cielo o de que se desperdiciaron.
Será una prueba de fe porque le permitirá a las almas darse cuenta de dónde están y si han dados pasos según los Mandamientos que les hemos entregado en estos últimos diez años. Cada uno sabrá si verdaderamente ama al prójimo más que a sí mismo y si no se ha olvidado de esa regla primera.
Dios permitirá esta prueba de fe mundial para que nuevas oportunidades de definición se manifiesten, ya que es urgente contar con verdaderos e incondicionales soldados del Plan.
Yo, como su Madre, le estaré rezando al Padre Eterno, a fin de que en esa hora predomine la sabiduría y no la división. Estaré al lado de los que Me llamen de corazón y prometo que los guiaré.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en estos tiempos, en los que el planeta y su humanidad se preparan para vivir situaciones desconocidas, reinen la fe y el amor.
Que reinando la fe y el amor, las almas sientan confianza en Dios y se fortalezcan lo suficiente para poder ayudar a esta civilización a dar un salto desconocido hacia una nueva consciencia.
Que en estos tiempos críticos, el poder de la oración pueda convertir cada espacio de la consciencia y así también se convertirá cada aspecto interno de esta humanidad.
Viviendo los atributos de los Cielos, la humanidad podrá tornarse salva y, de esa forma, no será necesario sufrir la resistencia de los mundos internos.
Sean portadores de lo nuevo y de lo eterno, y serán partícipes de la sagrada Comunión con Mi amado Hijo, que los liberará de muchas situaciones.
Les enseño a amar lo desconocido, para que algún día lo puedan vivir dentro de ustedes y más allá de esta realidad concreta.
Quisiera que, desde ahora, aprendieran a cruzar el portal hacia el infinito, porque así conseguirán expresar paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Primer día de la Novena:
“Por la oportunidad de amarnos más como almas al servicio de Dios”.
El amor, queridos hijos, lo es todo para estos tiempos porque sin amor la obra es hueca y no puede ser realizada.
El amor es la matriz fundamental para la vida de superficie.
El amor es lo que permite, por encima de todo, que las criaturas se amen entre sí, dejando atrás lo superficial y lo aparente.
El amor es una gran llave curadora y redentora, porque el amor incondicional desata los nudos y las amarras de las consciencias.
El amor revitaliza y crece en el interior de quien lo acoge de verdad y sin preconceptos.
El amor es el que impulsa a las almas a vivir el servicio y, en seguida, la entrega a Dios sin condiciones.
El amor suplanta a la ira.
El amor sustituye al orgullo.
El amor se coloca por encima de toda arrogancia.
El amor unifica y multiplica espiritualmente el caudal de la Gracia.
El amor nutre el espíritu y sensibiliza a la consciencia con todo lo que es semejante.
El amor construye un espíritu de servicio por el planeta y por su humanidad.
Es el amor el que brinda la oportunidad, en estos tiempos, para que las almas se amen así como Dios ama a todas Sus criaturas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Un joven de la paz…
Un joven de la paz es aquel espíritu que trae, desde el Universo, el principio de la reconciliación y es quien, a través de su renovación, transforma las cosas, viviendo en sí, la primera regla entre todas las reglas: el amor.
Un joven de la paz es aquel que unifica las formas y el que reordena las ideas, trayendo, a través de sus impulsos internos, la posibilidad de que, de ciclo en ciclo, todo se renueve.
Un joven de la paz representa una nueva célula de la luz para estos tiempos, basada en los estados de la fraternidad, en el principio de amar al prójimo y en la apertura a los pasos internos que el servicio le puede brindar.
Un joven de la paz es aquel que se abre, sin condiciones, para descubrir, dentro de sí, su propio origen y su propia misión.
Él no teme saber quién fue y qué es lo que el Universo espera que sea.
Un joven de la paz aspira a poder reconocer en sí mismo la bondad, el amor, el servicio que puede expresar por el planeta, por los Reinos de la Naturaleza y por su humanidad.
Un joven de la paz reconoce en su camino el Gran y Único Maestro interno.
Sabe que, por encima de toda su vida material y concreta, el joven de la paz necesitará de luz para poder dar sus pasos.
Un joven de la paz no tiene nada que ganar ni tampoco nada que perder.
El joven de la paz representa, en estos tiempos, la expresión de una nueva consciencia que estará siendo corregida a través de los buenos actos y de las buenas acciones de toda la juventud de la humanidad.
Un joven de la paz necesita sentirse pleno en sus acciones y libre en sus decisiones; pero sabe que siempre precisará del divino discernimiento y de la sagrada sabiduría para tomar decisiones correctas.
Un joven de la paz es como un guardián de los Reinos de la Naturaleza. Consigue sentir en sí mismo la expresión de cada Reino y, haciéndolo parte de sí, el joven de la paz puede sentir el sufrimiento del planeta, de la Madre Tierra, y hace lo imposible para poder aliviarlo.
Un joven de la paz construye los nuevos puentes y eleva a las consciencias a través de sus actos de amor, de misericordia y de caridad.
Un joven de la paz trabaja, en estos tiempos, para aprender a construir y cuidar de la Obra divina del Universo; y por más que la desconozca, por su grandeza y amplitud, el joven de la paz nunca pierde la esperanza de saber que él ayudará a preparar el camino para el advenimiento del Amor-Sabiduría.
Un joven de la paz es aquella alma y aquél ser que reúne, bajo el espíritu de la Unidad, a sus semejantes, a los demás jóvenes, e intenta por encima de todas las cosas que todos sientan que, en estos tiempos, es importante responder al llamado divino que surge de cada mundo interior.
El joven de la paz es aquel corazón puro y simple, que unirá Oriente y Occidente, que hará la síntesis del conocimiento espiritual expresado y será quien, dentro de sí mismo, ampliará las fronteras de la consciencia humana para que finalmente se exprese lo nuevo, lo renovado y lo irrefutable.
Un joven de la paz sabe que, a través de su amor a los Reinos de la Naturaleza y de sus sanas acciones, podrá seguir el camino de la redención, dejando atrás todo aquello que podría lastimar su mundo interno y buscando, a través de la oración universal, el único camino para la elevación de su consciencia.
Un joven de la paz es quien a través del arte, de la música, del servicio y de la oración, podrá atraer para el mundo los estados de regeneración y de cura que la humanidad necesita para poder alcanzar la reconciliación.
Un joven de la paz cree, dentro de sí, que existe algo mayor e infinito a lo que es este planeta.
Él busca despertar a lo que es invisible y a todo lo que proviene de la Fuente Única, porque así se sentirá parte de algo mayor.
Un joven de la paz es quien obra sin fronteras y es quien ama, sin condiciones, a todos sus hermanos.
El joven de la paz sabe que es el labrador que, en estos tiempos, prepara la Tierra y toda su consciencia, para reencontrarse, algún día, con el Maestro de la Sabiduría y del Amor, que le dará las llaves para que el joven apóstol abra las puertas al perdón, a la cura y a la reconciliación.
Un joven de la paz es quien nunca se cansa de ser luz infinita en el mundo.
Este tercer Festival de la Juventud por la Paz representa el cierre de un ciclo de preparación y de fortalecimiento de las bases internas, que posibilitaron, en este tiempo, que el propio Festival adquiriera una nueva consciencia y que esa nueva consciencia generara la condición para abrazar a otras regiones del planeta e incluir a más jóvenes.
Les agradezco por responder al llamado de atraer paz a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre Tierra
Yo soy la Señora de la Luz y con esta Luz, que proviene de Dios, ilumino los caminos de Mis hijos.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz guío los caminos de los servidores de Cristo.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz deposito y derramo los Dones de Dios en las almas más necesitadas del mundo.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz establezco el Reino de los Cielos, primero en el mundo interno de cada ser y luego en la consciencia del mundo.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz les indico a Mis hijos el camino de ascensión y de redención, porque así las consciencias se liberarán del pasado.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz cumplo la promesa del surgimiento de la Nueva Humanidad.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz atraigo desde el Universo Celeste lo que más necesita la humanidad, con el fin de que surjan los nuevos patrones que harán cambiar la consciencia del mundo.
Soy la Señora de la Luz y elevo a Mis hijos hacia la Fuente del Amor. Esa Fuente puede estar más próxima del mundo cuando los corazones se rinden a Mí.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz decreto el comienzo de un nuevo ciclo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más