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Queridos hijos:
Los misioneros de la paz ya se encuentran a las puertas del Congo para iniciar el último tramo de un misión que fue enriquecida por el amor y el servicio y, principalmente, por la vivencia fraterna de la Paz.
Mientras Mi Hijo extiende Sus manos sobre África para dar la última bendición antes de Su esperado retorno, vuestra Señora de Kibeho se encuentra ingresando en el mundo desconocido del Congo para que por medio de una acción de piedad y de misericordia todas las deudas puedan ser equilibradas.
Hijos, serán vuestras sagradas oraciones del corazón las que permitirán que vuestra Madre Celeste aleje de las almas la perturbación constante de Su adversario. Por eso, hijos, bajo el espíritu de vuestra oferta a la vida de oración, la paz podrá volver a aproximarse a los corazones de todos Mis hijos del Congo y así, una nueva historia de luz se escribirá.
La falta de paz en el Congo y la esclavitud son una deuda impagable, porque ya hace más de quinientos años que la misma injusticia se repite. Pero, hijos Míos del Congo y misioneros Míos, la fuerza del amor de vuestra Madre Santísima y Suprema desterrará el reinado rastrero de la serpiente, y los Ángeles de Dios colmarán las almas con la Misericordia de Mi Hijo.
Por eso, queridos hijos, vuestra tarea en el Congo será principalmente hacer retornar el Santo Espíritu de la Paz para que, al menos los más perjudicados por el trabajo pesado y penoso encuentren la esperanza que tanto buscan.
África es la cuenta pendiente de toda la humanidad, por eso los Sagrados Corazones llegan nuevamente a Kibeho para establecer la inocencia y la pureza interior perdidas.
Mientras ustedes, hijos, acompañan las realidades de Mi amada África por medio de Mis instrucciones diarias, Yo podría contarles lo que sucede con vuestros hermanos de Asia, de Oceanía y de Europa, realidades diferentes que nacen de un mismo mal.
Pero la Misericordia de Dios y Su Justicia vencerán. Por eso, en tiempos de preparación para el Apocalipsis Yo invito, a Mis hijos a la perseverancia, a la fe y al amor del corazón, porque solamente esas tres cosas aliviarán al mundo entero cuando sean vividas de verdad.
Queridos hijos de Goiania, en la esperanza de volver a recibirme hoy les digo: retornaré a vuestro pueblo y a vuestra ciudad. Sigan orando y recen para que Mis Planes en el Brasil y en el mundo puedan cumplirse por intermedio de los instrumentos que Mi Hijo escogió, así todo será posible a pesar de los tiempos difíciles que vive el mundo. Hijos, Yo escuché vuestra oferta, no se decepcionen, no los he abandonado, están en Mi regazo de luz. Vuestra oración permitió que Mi Obra se cumpliera en el Brasil a pesar de hoy estar en otra ciudad. Agradezco vuestra fidelidad y amor fraterno.
Les agradezco por concretar Mis Planes de Paz.
Los bendice en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En el curso del servicio que está aconteciendo en África, Uganda es la nación que más necesita de oración, de adoración y de conversión. Por eso, en estos días en los que Mis hijos misioneros se encuentran trabajando en el corazón de África, pido a todos los grupos de oración que dediquen un momento de meditación por la paz en África y principalmente por las almas que son olvidadas.
A través de esta oferta vuestra, hijos Míos, vuestra Madre de Kibeho podrá recibir el permiso para dar ayuda espiritual a un cierto número de almas, que en esta vida pagan el precio de los errores cometidos durante años enteros.
Vuestro Lucero Universal, vuestra Santísima Madre, ha recorrido las regiones de Kampala y de los pueblos aledaños para derramar Sus Gracias en los corazones que, desde hace tiempo, están clamando por redención y liberación.
Ustedes, Mis hijos de América y del mundo, saben que Uganda es condenada todo el tiempo por la enfermedad y por todo aquello que producen las acciones de los hombres, que dicen ser más sabios que Dios. Esas acciones ingratas paralizan la evolución espiritual de la humanidad entera. La adhesión a las modernidades, a los placeres y a los gustos descontrolados hace perder y desvanecer el camino de la espiritualidad. Y son pocos, hijos amados, los que en verdad trabajan día y noche, y hasta luchan contra sí mismos para mantenerse dentro de la Ley de Dios y de Su Universo de Amor.
Queridos, estos son los tiempos del Apocalipsis, por eso recen Conmigo, vivan la oración como parte del camino de la salvación y de la redención y no se engañen más a ustedes mismos. Dios espera que, a través de vuestros pequeños sacrificios y oraciones diarias, el mundo alcance la Gracia de la liberación final.
Para eso, misioneros Míos, ustedes deben viajar a lugares remotos y olvidados como lo es África, para intentar despertar en los propios pueblos un mínimo de interés por ayudar al prójimo y mirar por un instante lo que sucede alrededor.
Hijos Míos, Uganda es la nación más marcada por la degeneración de la vida de las almas. Ruanda es la nación marcada por la soberbia y la conquista y Congo ha sido la nación que nunca ha encontrado la paz; y todos ustedes, como humanidad, son parte de esta realidad dolorosa. Ya no podrán decir que eso solo lo viven otros hermanos, ya no podrán estar ciegos ante una realidad que desborda.
Hijos Míos, humanidad Mía, ¡despierten!, antes de que la bestia salga de su abismo para barrer las últimas estrellas. Yo les hago un llamado a la consciencia porque los tiempos urgen.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los convoca para amar a través del servicio,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con amor materno les digo que no teman, y arriésguense a entregarse pronto al Sagrado Corazón de Mi Hijo; Él siempre espera recibirlos en la Gloria de Su Divina Misericordia.
Hasta que eso suceda, decídanse a seguir Sus pasos y dejen que Su Corazón Insondable los conquiste y los purifique para que en el gran día esperado formen parte de Su Reino Glorioso.
Hijos, de esa forma transmitan la vivencia de Mi Hijo a los corazones que aún no lo han encontrado. Testimonien el tiempo de vuestra redención y enseñen a vuestros hermanos cómo la oración los ha ido transformando poco a poco en la presencia del esperado Proyecto del Creador.
No bajen los brazos ni se desesperen; Yo Soy vuestra Madre de la Misericordia y todos los días los reúno en este horario universal para que vivan y sientan el cenáculo de Mi Corazón Inmaculado, el Templo de Dios, que los fortalecerá durante las pruebas y los desafíos de la vida.
Y así, hijos, como lo hicieron Mis misioneros de la paz, vayan al descubrimiento del África interior en vuestros semejantes, en vuestros pueblos y naciones. La necesidad, la falta de amor y de servicio se expanden por lo cuatro puntos de la Tierra.
En Uganda Yo les haré conocer la gran sed de amor y de cura espiritual que las almas no han tenido la Gracia de recibir en esta vida. Por eso, como vuestra Madre Celeste y Guía Misionera de la Paz, los introduzco en los caminos de la necesidad, del servicio y del amor, pues necesito, hijos Míos, que en Uganda ustedes hagan valorar y conocer la Misericordia de Mi Hijo.
Si las almas escucharan sobre la Misericordia de Mi Hijo, ya muchas se habrían salvado; no los estoy llamando a evangelizar, sino a transmitir la Misericordia de Mi Hijo a través de vuestros servicios y trabajos donados al Dios del Amor.
Mientras Mis misioneros caminan por las calles de Kampala están viendo los rostros sin esperanza, almas hermanas y solitarias que esperan una sonrisa y un aliento de esperanza.
Misioneros Míos, también verán a Mis niños más pequeños, necesitados de la verdadera paternidad espiritual, la que los haga libres y así puedan recuperar la inocencia.
La pobreza de Uganda es el reflejo de un olvido continuo por parte de la humanidad entera; por eso nuevamente estoy llamando a los misioneros de la paz de todo el mundo para que respondan a Mi llamado. Mi amor los colma a todos.
Por esta causa de paz y de hermandad, Yo les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice bajo la Luz Suprema del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Dentro del corazón de Uganda ya podrán ver la urgencia de responder a la necesidad espiritual colectiva que existe en esa nación hermana.
Por esta razón y por muchas más, la Señora de Kibeho apareció en Ruanda para recordarle a la humanidad entera que existe un gran débito que deberá ser pagado con el servicio y la caridad de muchos hijos Míos. Eso equilibrará la balanza y servirse unos a otros será más justo para todos, para que surja nuevamente el espíritu de la fraternidad.
Hijos misioneros, ustedes son la parte de la humanidad que representa a todos los que les dan la espalda y no quieren ver la gravedad que viven Mis hijos de África.
Ustedes, hijos, hoy sirven y donan sus manos y su trabajo por todos aquellos que no quieren hacer nada, ni siquiera asumir la parte que les corresponde por orgullo y falta de humildad.
Mientras servidores del mundo se congregan en Mi amada África para dar alivio al sufrimiento, de la misma forma se unifican la Ley y la Justicia para actuar en el momento justo en toda la humanidad, antes del Retorno de Cristo.
Por eso, Yo preparo desde la esencia del corazón a todos los que Me escuchan y hacen oídos sordos para que, en el momento culminante de la purificación planetaria, den la ayuda necesaria, el servicio que los colocará en otro plano de la consciencia.
Cada hijo Mío, independientemente de que sea creyente o no creyente, tiene un compromiso ante el Creador y nadie quedará sin recibir y sin saber lo que ha venido a hacer a este mundo.
Los tiempos apremian y exigen un cambio en la consciencia y en la vida diaria, la que deberá estar dirigida a la búsqueda de Dios y a la unión con Su Sagrado Espíritu. ¡Ay de aquellas almas que no lo hagan!
Queridos hijos, Uganda es la representación de la gran enfermedad espiritual de todo el mundo, es el resultado de una acción equivocada y desmedida de algunas almas que no tienen a Dios. Por eso, hijos, que todos ustedes siempre puedan ver el Propósito por encima de todo, así algún día serán libres de sus propios errores.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a la consciencia de la única Verdad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como la Madre de África y del mundo entero, rezo por ustedes y, especialmente, por aquellos que no viven en Mi Hijo y deciden envolverse con la vida del mundo olvidándose de buscar la vida del espíritu.
Por eso, hijos misioneros, su presencia en Uganda marcará un antes y un después para la vida de las almas a las cuales con Amor Crístico ustedes servirán y amarán como nunca han amado. Porque detrás de toda miseria se encuentra el brillo más sagrado que su Padre Celestial depositó en cada corazón, que Mi adversario se ha encargado de apagar y de borrar.
Pero Mi Corazón Inmaculado tendrá nuevamente Su victoria sobre el mundo y hoy, especialmente en el corazón de África, la Madre y Señora del Verbo Divino, desde Kibeho, dará Su bendición espiritual e interna a todas las almas africanas.
Hace unos días, hijos Míos, ustedes estuvieron en Mi casa de Kibeho no solo para rezar, adorar, celebrar, compartir y amar el dolor, ofreciéndolo a Dios en nombre de Su Hijo, sino que también conocieron lo que un simple error y mal entendido puede ocasionar en una nación entera, llevándola a la desaparición total de la vida terrestre.
Espero, hijos, que sus corazones estén prontos para penetrar en la realidad interna de Uganda, que está sometida por el deterioro causado por la enfermedad y por la hambruna que muchos hijos Míos, los más pequeños e inocentes, enfrentan.
En Uganda, misioneros Míos, necesitaré de su paternidad y maternidad en nombre de todos los ugandeses huérfanos que están solitarios de corazón sin recibir la más mínima gota de amor.
Por eso, hijos, en Ruanda los llevé al servicio inmediato, a la cura profunda de todos los errores. Ahora, en Uganda, los llevaré a reconocer la faz oculta de una humanidad aniquilada por la enfermedad, el deterioro y la pobreza extrema.
De esa forma, Mi Corazón materno trabajará a su lado para guiarlos correctamente y para llevarlos cada vez más a la oración restauradora por todos Mis hijos que sufren; pero sus propios ojos verán lo increíble, lo que nadie quiere ver para no sentir vergüenza o desprecio.
Su Madre Celeste con Sus huestes angelicales los hará conocer el infierno terrestre manifestado en la materia y traducido en la enfermedad y en el error cometido con los más pequeños.
Por eso, llevé a cada uno de ustedes hasta Kibeho, para que a través de Mi Verbo Divino sus almas fueran preparadas por la Luz de Mis dones maternales y, fortalecidos a Mi lado, puedan continuar sirviendo por la paz.
En su misión en tan solo tres naciones africanas, verán manifestados el pecado, la enfermedad y el error de la humanidad durante centenas de años. Por eso, la oración los unirá a Mi Corazón, para que algún día las almas estén libres de tanto dolor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne a todos en la fuerza imperiosa de Mi Corazón maternal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Vuestros hermanos, los misioneros de la paz, ya se encuentran camino a Uganda, hacia una nación marcada por las enfermedades internas, las que derivaron en la enfermedad del cuerpo.
En Uganda existe la consciencia de la extrema pobreza y de carencia de recursos básicos para sobrevivir y persistir en la vida. Pero Dios, hijos, conoce y sabe de todas estas cosas y por eso ha enviado desde el principio misioneros de diferentes partes del mundo para aliviar el dolor que es desconocido por muchos.
Mediante esta misión humanitaria, Mi Amado Hijo Me ha permitido llegar a Uganda, lugar en donde nunca descendí, pero hoy, en nombre de la Misericordia Divina, desciendo para trabajar y curar a través de vuestras manos servidoras.
Realidades inmensas, diferentes a las vuestras existen en esta humanidad, solo que gran parte de ella sufre en silencio porque nadie quiere escuchar la verdad. Por eso desciendo sobre Uganda como la Madre del Alivio del Sufrimiento para liberar los cuerpos enfermos y lastimados y, como soy Madre de todos, traigo amorosamente una Gracia de liberación para las almas que tanto esperan entrar al Reino de Dios.
En este día de llegada a la consciencia de Uganda, todos descubrirán y conocerán una parte profunda de la miseria humana y del abandono de las almas más simples.
Por esta razón vuestra Madre del Verbo Divino apareció en Kibeho para llevar a toda África una oportunidad de revertir todas las causas y todos los males.
En estos días en los que irán conociendo la Uganda interior, preparen vuestros corazones para conocer sufrimientos muy semejantes a los que tuvo vuestro Maestro en la Cruz. Porque las cosas que hoy suceden en este mundo son parte del reflejo de la indignación y de la conquista transgresora.
Les enseño a caminar en el amor y al mismo tiempo a reconocer que sin amor no se llega a ninguna parte. Por eso, queridos hijos, esta misión existe para que ustedes ya no sean más los mismos y, a partir de ahí, se conviertan en soldados de Cristo.
Uganda es una nación marcada por lo más desagradable y desconocido por muchos. Los envío en misión de paz para ayudar a esas almas a reencontrar la misericordia y el perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los prepara con amor para descubrir lo inimaginable,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El Santuario de la Madre de Kibeho los recibirá con alegría y regocijo, porque los misioneros de la paz estarán recibiendo los dones sagrados de la palabra divina en sus corazones.
En este día, las culturas de América y de África se unirán por un instante, y la fusión entre las razas se manifestará por medio de la esencia del Amor de Dios. En esta hora importante, en la que la caridad y el servicio se unifican, la Señora de Kibeho trae entre Sus manos las últimas Gracias, las que servirán de ayuda para muchas almas presas.
Recuerden, hijos Míos, que Ruanda, Uganda y Congo fueron naciones marcadas por el sufrimiento, la indignación y la conquista, algo que hasta los días de hoy sigue sucediendo en otros planos de consciencia.
Pero las barbaridades de los tiempos deberán ser suprimidas por la Ley de la Justicia y antes de que eso suceda, vuestra Madre Celeste los acompaña por los caminos de la abnegación y de la confianza para que así algunas situaciones puedan ser revertidas a tiempo.
Por eso desde el Cielo, vuestra Señora del Verbo manifiesta las obras que son parte de la Voluntad del Creador y, desde allí, todos Mis hijos son colocados en los estados de la oportunidad y de la Gracia para que todos los males puedan ser revertidos.
Kibeho fue el lugar escogido por vuestro Señor para que, desde el lugar más simple del mundo, en el corazón de Ruanda, se pronunciara la voz de la Madre del Verbo Divino, para que la humanidad colocara en la consciencia lo que ya no debía suceder jamás.
Por esta razón, cuando vuestra Madre Santísima los envía en misión a África, es porque existe la Gracia para que las secuelas del ayer sean borradas por las oraciones y las caridades de hoy. De esa forma, hijos Míos, las tres naciones africanas recibirán una Gracia de estado extraordinaria y, principalmente, las almas serán ayudadas para recapacitar y corregir sus caminos.
África es el continente del sometimiento y de la injusticia, y los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José se han propuesto ayudar a aliviar el peso que allí agobia debido a la falta de fe y de entrega a Dios.
También en esta hora, vuestra visita al Santuario de Kibeho despertará una unificación interna entre las culturas, es decir, las secuelas del genocidio serán borradas por el simple hecho de fraternizar y de volver a instituir el Espíritu de Cristo en los corazones heridos. Esto es obra de la Gracia y de la Misericordia.
Ahora, encaminados hacia el Santuario, ofrezcan a vuestra Madre el santísimo sacramento de la comunión en agradecimiento a todos vuestros hermanos, por haber llegado a África en espíritu de misión y por cuánto estará siendo curado espiritualmente por la colaboración orante de todos los grupos de oración.
De esa forma, hijos, a cada paso que es dado al responder al llamado divino, se abren puertas de luz que estaban cerradas, y las almas, que son las que más necesitan de auxilio y de piedad, reciben la liberación que tanto esperan; esto también es obra del Amor de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los protege dentro del Santuario de Kibeho,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Verbo Divino
Queridos hijos:
En el corazón de África, la nación de Ruanda está siendo muy ayudada por las Gracias que Mis hijos misioneros están generando a través del servicio y de la transmutación. En la humanidad actual son pocas las almas conscientes que se ofrecen, así como lo hizo Mi Hijo, para sufrir por amor y por la redención de otros.
En este día Mis misioneros de la paz ingresan en una nueva escuela de conocimiento y de madurez de la tarea, profundizando en el espíritu del servicio por la paz y por el bien de la humanidad.
Hijos, Ruanda vive un tiempo de paz que fue generado por las oraciones y las peticiones de todos aquellos que vivieron las consecuencias de una decisión cultural y social. Después que la Madre del Divino Verbo estuvo en Kibeho, la humanidad de esa región sufrió lo que no quiso escuchar, aquello que pudo haber sido evitado.
La humanidad se caracteriza por vivir una necedad y una sordera bien marcadas, que la llevan a cerrar el corazón interior y no comprender las cosas que vienen del Cielo.
En Kibeho, la Señora del Verbo consiguió recuperar cierto grupo de almas que necesitaban de una ayuda que las motivara a vivir un camino de redención. Más tarde surgió el espíritu de la oración y de la restauración de todo lo que sucedió y, a pesar de que el mensaje de Kibeho no alcanzó mayores repercusiones durante la época del gran error, hubo almas que fueron capaces de mantener su fidelidad al llamado del Cielo y eso las protegió espiritualmente de cualquier deterioro interior, a pesar de lo que sucedió después.
El mensaje de Kibeho se basa en el pronto arrepentimiento, algo que la Madre de Dios ejemplificó a través de Ruanda, que caminaba hacia un destino inseguro. Así, la humanidad puede comprender que el acto del arrepentimiento verdadero y sincero es capaz de equilibrar cierto grado de deudas espirituales que comprometen el despertar profundo de un alma.
Por eso, hijos, recuerden y revivan Mi mensaje de Kibeho, pues Mi verbo no solo se pronunció para aquel momento crítico, sino que también quedó presente en todos para que no se volvieran a cometer los mismos errores.
En Ruanda una gran herida está cicatrizando después de muchos años y eso comienza a suceder a través de las misiones de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los encomienda a Dios Padre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que Mi Paz reine en los corazones del mundo y que ellos sean colmados por el Poder Misericordioso que hoy traigo del Reino de los Cielos.
Hijos Míos, alabado sea siempre Nuestro Señor Jesucristo que renueva Su Sacrificio de tiempo en tiempo para que jamás cese de derramar en el mundo Su Infinita Misericordia.
En este día, Mis amados, los invito a meditar, desde el corazón, en lo que están dispuestos a padecer por amor y por la redención de la humanidad.
Queridos, muchos no se cansan de meditar en la Misericordia de Cristo y depositan en ella la esperanza para su salvación, pero pocos son los que reconocen que esta Fuente brota del Corazón Herido de Mi Santo Hijo y de Sus Llagas abiertas para la redención final de todas las almas. Pocos son los que aceptan compartir con el Señor Sus martirios y que ofrecen lo poco que padecen por aquellos que solo buscan la constante comodidad material.
Mis amados, en este día de Gracia y de Misericordia para todas las almas, quiero que graben en vuestras consciencias la Pasión de Mi Hijo, porque de ella proviene toda la Misericordia y todo el amor que hace más de dos mil años se derraman sobre las almas, justas e injustas, de este mundo. Quiero que de esta forma comprendan que el camino para ser misericordioso en la vida se encuentra en el ofrecimiento total de sí, independientemente del estado en que se encuentran.
Mis queridos hijos, Mis ojos contemplan el mundo y casi no encuentran en él, quienes quieran llevar sobre su cabeza la corona de espinas de Mi Hijo, para aliviarlo así de este dolor y permitir que Su Misericordia siga siendo derramada sobre el mundo.
Hoy con los ojos del corazón en Mi amada África, descubran en el servicio la posibilidad de aliviar el dolor que Cristo vive en los corazones de esta Tierra.
Recuerden todos los días que si el Señor fue capaz de entregar la vida en Su Pasión por la Salvación del mundo; también ustedes podrán hacer mucho más de lo que hacen y podrán entregar a Dios Creador grandes ofrendas que provienen del corazón para la salvación de las almas pecadoras.
Mis amados, no les pido que martiricen el cuerpo, solo les digo que todos los días se trasciendan a sí mismos por amor al prójimo y por amor a esta humanidad. Que todos los días renuncien a las comodidades de este mundo por las almas que no conocen el poder del sacrificio.
Les digo todo esto porque, en consciencia, todos están ingresando en el corazón de África y encontrando en la historia de este continente toda la carencia espiritual y física, y también hijos Míos, el poder de trascendencia y de superación que vivió este pueblo para seguir sonriendo en un mundo como este, que pocos conocen en profundidad.
Por eso, delante del África interior, sepan aprender con estos corazones. Y en este intercambio de aprendizajes que viven en el plano de las almas, entreguen a Mi amada África la posibilidad de perdón, de perdón de sí y del prójimo. Así, Mis amados, podré contar con ustedes en este Plan Mío de rescate y de redención.
Quiero que sepan que están siendo colocados internamente delante de la necesidad de dar un gran salto, al estar dentro del corazón de África, pues ahora Mis queridos deberán asumir por amor a Dios la propia redención y la redención de la humanidad, por medio del ofrecimiento de sí y de la trascendencia de los viejos atavismos.
En este día de Misericordia el Señor está atento a sus oraciones y, por medio de Su Sierva Fiel, les anuncia que nada es imposible y que cuando pidan de corazón, todo les será concedido al espíritu.
No desfallezcan ante las pruebas, solo sigan adelante, así como el espíritu de África puede superarse a sí mismo para estar hoy delante de Mi Corazón a través de todos ustedes.
Agradezco vuestras sinceras oraciones y les pido que nunca se cansen de orar. El mundo, la humanidad y los reinos de la naturaleza, necesitan de ustedes en oración.
Yo los bendigo y les dejo Mi Paz.
María, Rosa de la Paz
¡Salve Tierra de Dios, salve!
Vengo a retirar de tus entrañas el mal que somete a Mis hijos.
¡Salve Tierra de Dios, salve!
Vengo a liberar la perdición y el sufrimiento de tu corazón.
¡Salve Tierra de Dios, salve!
El Redentor derrama Sus últimas gotas de Misericordia para que tu espíritu se prepare para la purificación.
¡Salve Tierra de Dios, salve!
En Mis manos traigo el alivio para tus hijos, que son los Míos, porque parte de Mí eres tú.
¡Salve Tierra de Dios, salve!
Con Mis pies recorro tus espacios rescatando a las almas que, engañadas, sufren en los infiernos que el enemigo construyó donde había otros destinos.
En este tiempo de redención y liberación, de rescate y lucha por la supremacía de la Luz, miles de almas esperan, en la desesperación, que Mis soldados abran las puertas a través de la oración del corazón para que una oportunidad de liberación llegue hasta ellas.
Recorro junto a Mis hijos misioneros el África doliente y, por medio de cada palabra y cada servicio que ellos brindan, uno el Cielo con la Tierra y, a través de una puerta segura, las almas y las esencias son liberadas para que puedan seguir su camino de evolución.
La consciencia de cada hijo africano que es tocada por la Gracia que Yo derramo por medio de Mis misioneros, es conducida fuera de los infiernos y purgatorios de este mundo, hacia donde hallarán el camino que Dios Me ha permitido ofrecer a algunas criaturas de esta humanidad.
Por eso les pido a ustedes, hijos Míos, que no padecen lo que Mis hijos de África padecen, que oren con todo el corazón para que, por medio de cada oración, Yo pueda rescatar una alma más, una esencia más.
Cuando el Padre escucha cada una de vuestras plegarias hecha con el corazón, Me permite derramar una Gracia más sobre más hijos Míos que, desde hace tanto tiempo, padecen sin ninguna posibilidad de alivio.
Durante las próximas tres semanas, en las que Mis misioneros caminarán junto a Mí por esas tierras de dolor y sin paz, les ruego que nos mantengamos cada vez más unidos para que, con el más puro amor que emana de los Sagrados Corazones, podamos elevar la consciencia africana al Reino Celeste y así liberar de este planeta la deuda que la humanidad tiene con el Universo antes de que llegue la Gran Justicia Divina.
Estén atentos, hijos, a lo que les digo; sean conscientes del tiempo en el que viven, el cual deben aprovechar correctamente para colaborar, a través de la oración y de la caridad, con este Plan de Rescate que los Sacratísimos Corazones de José y de María llevamos adelante junto al Redentor, Cristo Jesús.
Hoy doy gracias infinitas a los valientes Hijos de María, aquellos que se esfuerzan por acompañarme en Mi vuelo de luz por toda la Tierra.
No olviden que siempre cuento con ustedes.
Los amo y los protejo bajo Mi manto de amor y luz.
Gracias por estar hoy Conmigo.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Hijos míos:
La misión en África recién comenzó, por eso vuestro espíritu de unidad y amor debe ser más fuerte que vuestras diferencias. Pronto ingresarán a la nación de Ruanda, altamente golpeada por el error y la muerte, eventos sucedidos 10 años después que Yo intenté evitar una masacre continental.
Por eso, hijos Míos, fueron llamados para colaborar conscientemente en la liberación y perdón del sufrimiento ocasionado a los ruandeses durante estos últimos años. A través del corazón misionero de todos los que sirven al Plan del Redentor, vuestra Madre Celeste se introduce en el continente africano por segunda vez y, a través de los misioneros de la Paz, Mi Corazón podrá llegar a todos ellos.
Mis hijos misioneros en esta nación no solo verán el resultado material de todo lo que fue gestado por Mi adversario, también encontrarán en los rostros de sus hermanos las secuelas de la degeneración de la cultura y de la fraternidad.
Pero la victoria de Mi Corazón Inmaculado se logrará mediante la ayuda amorosa y abnegada de todos. Por eso, la oración del corazón de todos los misioneros consagrados será la puerta de entrada al Reino de Dios.
Vuestra Madre Santísima ya está descendiendo sobre la nación de Ruanda para impartir nuevamente el espíritu de la paz y de la restauración espiritual a las consciencias.
Hijos Míos, será importante que todos estén bien unidos de alma y de corazón, como también será importante que vuestras ideas y diferencias no prevalezcan entre los grupos que son congregados para servir por el espíritu de la misericordia.
Hijos amados, no abran las puertas a Mi adversario; él intentará hacer temblar vuestro suelo, pero recuerden que la fortaleza de Mi Corazón siempre los socorrerá en cualquier perdición.
Sigan los pasos que les pido. Pronto visitarán el santuario de Kibeho, donde la fe de todos Mis hijos de Ruanda expresa una sincera recuperación de la sociedad y de la dignidad humana.
Mientras Mi plan en África, especialmente en Ruanda, Uganda y Congo, comienza a proyectarse en el corazón de los servidores, Yo les pido que busquen la esencia de la unificación, eso los protegerá de ustedes mismos y evitarán perderse en las cosas superficiales.
Mis hijos misioneros ya ingresan en el primer ciclo de la purificación a través del servicio transmutador, pero Mis manos los sustentarán.
Les agradezco por responder a Mi llamado por la paz.
Los lleva hasta el corazón de Ruanda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con África en Mi Corazón, Yo los preparo a todos para que en espíritu de oración peregrinen Conmigo hasta ese amado lugar para que así las almas que más sufren reciban la ayuda moral y espiritual que tanto necesitan.
Ustedes hijos, fortalecidos por los códigos de luz de Mi Corazón Inmaculado ya están `preparados para seguir encontrando el África en cada hermano, en cada alma y en cada lugar de este mundo. La necesidad de colaboración y de caridad es inmensa en todos los planos de la vida de las almas que sufren.
Como vuestra Madre del Consuelo, hoy Me aproximo a vuestra humanidad para revelarles y recordarles a todos, los lugares que necesitan de ayuda humanitaria y espiritual. La sociedad de este mundo prefiere dar vuelta su rostro para no encontrar la verdadera miseria que ya no solamente es física, sino espiritual, lo que genera la pérdida de la dignidad y del amor que las almas merecen.
Pero vuestro Padre Celestial que está en los Cielos envía a Sus Mensajeros Divinos para que, a través de Ellos, ustedes reconozcan la voluntad inmediata de responder a una necesidad que abraza a otros planos de consciencia.
Hijos Míos, en este día Yo ya les muestro en Mi Corazón al África necesitada, la que a través de los siglos se degeneró y perdió la posibilidad de recibir la caridad que las almas tanto esperaban.
En Mi Corazón Inmaculado habita el África de los pobres y de los indigentes. Desde el corazón interno de Mi ser, vuestra Madre Celeste espera que todos sus soldados alimenten la barriga hambrienta, curen al cuerpo empodrecido, laven y purifiquen las llagas de los moribundos y que, principalmente, reflejen la luz del Reino de los Cielos que está en ustedes sobretodos aquellos que viven la oscuridad eterna.
Por eso, queridos, que este sagrado encuentro los motive a renovar los votos con el servicio abnegado y amoroso por la humanidad que está enterrada en su propio desierto de aridez y de desespero.
Les pido, queridos hijos, que puedan ver en Mis brazos a esta gran África, la que por causa de los hombres no ha podido cumplir con los designios del Creador.
Como Madre de la Paz y de la Misericordia, vengo en este día para derramar las Gracias en todo lo que parece imposible de poder resolverse. Pero sepan, hijos, que ustedes, despertando al amor abnegado por el África interior, Me ayudarán a que las necesidades más básicas puedan ser suplidas por medio de los servidores de la paz.
En este día Yo ya los preparo para embarcar en una nueva misión que todos podrán acompañar de cerca. Con este fin, les pido que desde el primer día de misión hasta el retorno de los misioneros que Me llevarán como luz en sus corazones, deberán rezar el Santo Rosario, o sea, las cincuentas cuentas de un misterio en lengua africana, ofertando al Creador una súplica y un pedido interior para que Su Infinita Misericordia se derrame en los lugares más lastimados por Mi adversario.
Que este día de celebración y de renovación tenga para todos, como consecuencia, la inmediata respuesta a una emergencia planetaria de ayuda por la recuperación y por la restauración espiritual de la dignidad humana.
Recuerden, hijos, que el amor es capaz de transformar todo, pues en el Amor de Mi Hijo se encuentra la llave para revertir todo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los congrega en el Cenáculo predilecto del Corazón de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de la Nueva Humanidad
Queridos Hijos:
Del Cielo les traigo el Santísimo Cuerpo de Mi Hijo, para que siempre recuerden adorarlo en todos los momentos de la vida.
Como su Madre y Madre del Mundo, hoy les anuncio un principal llamado a la oración inmediata por las almas buenas e inocentes que trabajan injustamente en la esclavitud de los campos de refugiados y de las minas de oro, que se encuentran en su mayoría dentro del continente africano.
Por eso, hoy me presento ante ustedes como la Madre y Señora del Verbo Divino, Faz que Yo misma manifesté en Ruanda para evitar una gran catástrofe social y material. A pesar de Mis anuncios, la mayoría de Mis pobres almas no me escucharon y ahora, nuevamente, llego a ustedes, Mis queridos hijos, para que también tomen consciencia de los cambios que sucederán.
Hoy, deseo profundamente que ustedes, los que responden a Mi llamado, puedan responder con sus oraciones, bajo la intercesión de San José Castísimo, por todas la almas que se encuentran en estos campos de sufrimiento y en las minas del dolor y la indignación.
Quiero ayudar, a través de Mi Misericordia bendita, a todos los que padecen día y noche en enfermedad. El mundo sufre por las acciones que se cometen injustamente entre hermanos de una misma raza, creada por el Dios del Amor.
Mi Hijo, a través de Mis plegarias, Me ha permitido llegar en consciencia y omnipresencia a los submundos del sufrimiento, que son realidad y existen en toda la superficie de la Tierra.
Quiero desterrar la injusticia que muchos viven sin salida y sin aliento. Quiero derramar Mi aliento y Mi esperanza a través de su oferta sincera y verdadera.
Yo encuentro en muchos de sus corazones el potencial para poder servir y amar en este tiempo de caos.
Mi Consciencia promete liberaciones profundas y espirituales por medio de su oración mediadora, así Yo podré interceder y auxiliar como Madre de todos los cristianos y de los no cristianos, a cuantos necesitan en este tiempo de la Misericordia de Dios.
Hijos Míos, los grupos de almas, que viven en los campos de refugiados y trabajan en las minas de oro esparcidas por varios puntos de África y el mundo, son el resultado miserable de la condición que el mal sembró en la humanidad.
Yo soy la Luz del Cielo, que viene en honor a Dios, a desatar los nudos que oprimen el camino de las almas y de la santidad.
Yo vengo a establecer el Amor de Dios y la serenidad interior en todos los que sufren injustamente.
Si la humanidad no cambia esta gravísima actitud de esclavitud y muerte a tiempo, muchos padecerán el precio de lo que otros hicieron y, en consecuencia, en amplias regiones el mundo podría perder la paz.
Para que esto no suceda, Yo vengo a pedir urgentemente la devoción a Mi Corazón Inmaculado, así impediré que el mundo pierda la paz y la Gracia de Dios.
Yo no Me cansaré de trabajar por ustedes. Mi Espíritu Inmaculado es inquebrantable y poderoso, él tiene la potestad maternal de transformar lo intransformable, de levantar del suelo lo que está caído y perdido, de amar lo que nunca nadie podría amar.
Yo amo a sus seres, más allá de las miserias que hacen sucumbir al mundo de hoy. Mis ángeles sirven plenamente a Dios Padre para ayudar a los ángeles de la guarda de muchos de Mis hijos, que se mantienen presos con amarras de tentación y deseo.
Yo vengo nuevamente para pisar con Mis pies la impura cabeza del mal y para resucitar en espíritu a las almas que, en esta vida, mueren perdiendo el Amor y la Misericordia de Dios.
Para que Yo pueda ayudar a África y así cumplir Mis Designios de salvación, Yo deseo que, en este 13 de agosto de 2014, los corazones dispuestos a servirme, veneren la Sagrada Faz de la Señora de Kibeho, la Madre del Verbo Divino. De esa forma, Yo podré interceder a través del estado de Gracia que muchos viven.
¡Les agradezco por prestar atención a este importante llamado!
La necesidad planetaria es cada día más profunda en este mundo y en la humanidad.
Los ama, los bendice y los cura,
Vuestra Madre María, Señora de Kibeho
Hoy Nuestra Señora apareció como la Señora de la Caridad, que es una manifestación nueva que se está aproximando a nosotros, es otra faz de Su tarea, que nos está invitando a conocer.
Esa manifestación de Nuestra Señora de la Caridad existió en el mundo y Ella pidió a las hermanas de la Red de Oración, que acercaran a todos los grupos de San Pablo la historia de esa manifestación que sucedió en la Isla de Cuba, ya que los grupos realizarán una tarea con Nuestra Señora de la Caridad.
Hoy Nuestra Madre vino con un niño en brazos, pero no era el Niño Jesús. Ella vestía ropas bien simples, como en la época de Nazaret. El niño que Ella trajo en brazos era un niño africano, que representaba uno o dos años de edad. Nuestra Señora abrazaba fuerte a este niño y nos lo presentaba.
Después, Ella indicó una tarea para este grupo, la cual fue transmitida en el mensaje que nos entregó. En el momento del mensaje Ella nos decía que la humanidad no tenía consciencia de cuántas faltas aún tiene como humanidad y, principalmente, entre las naciones. Dijo que cuando Ella se manifiesta como Nuestra Señora de la Caridad, es para que tengamos una referencia consciente de cómo aliviar las faltas que tenemos con África, lo que en el caso del Brasil todavía no está resuelto.
El Padre hizo un pedido a Nuestra Señora y le encomendó a este grupo de oración que orara por las almas de África, y si el grupo hiciera eso ayudaría a resolver muchas cosas. Ella dijo que necesita especialmente que este grupo se uniera a Nuestra Señora de la Caridad y que, cuando el grupo de oración conociera la historia de esta faz de Nuestra Señora, comprendería lo que Ella les pide a través del mensaje.
Ella no solo quiere que el grupo continúe trabajando como lo ha hecho hasta ahora, sino que crezca un poco más en las tareas. Ella se propuso acompañarlos en esa oración por África. Este camino de oración que el grupo realizará, y que será por un tiempo indeterminado, deberán hacerlo por intermedio de San José; él deberá ser el regente de ese trabajo.
María nos dijo que todo deberá ser encomendado a San José. Lo que reciba San José de los grupos, también lo recibirá la Madre Divina.
Le preguntamos por cuánto tiempo sería la tarea de oración y Ella nos respondió que cada uno sabrá hacer su oferta, pueden ser días, semanas, meses o años, dependerá del compromiso que cada uno quiera asumir ante este pedido. Ella solo necesita de una ayuda, Ella conoce nuestros potenciales.
Al final Nuestra Señora dijo algo importante: que los grupos de oración del Estado de San Pablo tienen esa tarea importante de coligarse con la manifestación de Nuestra Señora de la Caridad y que no era por acaso que Nuestra Madre había pedido reabrir el trabajo de servicio en San Pablo. Ella no solo nos llama a servir, sino que llama a todos los que una vez sirvieron a través del Núcleo de Figueira en San Pablo.
Nuestra Señora dijo en esta noche que Ella quisiera que todos los grupos de San Pablo fueran en algún momento un solo grupo, por eso Ella peregrinará por todos. La tarea de Nuestra Madre es despertar el talento que los grupos de oración cultivaron mediante el trabajo espiritual. María viene para abrir esa puerta y para que podamos tener consciencia de qué es lo que debemos hacer en este tiempo.
Recuerden, Mis queridos hijos, que Yo vengo al mundo para aliviarlo y separarlo rápidamente de las consecuencias graves que trae el pecado cometido por toda la humanidad.
Abriendo Mis brazos de Madre en esta noche, los consuelo y los animo a la búsqueda permanente de la verdad que existe en vuestros corazones. Cuando la sed de un alma es saciada, otra sed despierta en aquellas almas que no viven el Amor de Dios. Así Yo los conduzco como rebaños de Mi Hijo, para que puedan cumplir con una parte de la Divina y Gran Voluntad del Padre Eterno.
Por eso hoy manifiesto y anuncio para este grupo que él vive, sin saberlo, el don de la cura de todas las cosas de la vida a través de la fe, energía primordial que siempre les permitirá caminar hacia adelante y superar las pruebas.
Queridos, lo que fortalece la fe es la renuncia a lo que más le apetece al alma y, principalmente, a la personalidad. Yo, con Mi Gloria y Amor, les vengo a enseñar cómo morir a ustedes mismos, esto ayudará a que vuestros espíritus nazcan a la misión que vinieron a cumplir.
En esta noche los reúno bajo un propósito fundamental, que es servir a vuestros semejantes por medio de la fe y del poder de la oración que Yo les he revelado en estos últimos tiempos.
Dios desea de este grupo un crecimiento en el espíritu de la humildad y de la caridad, así como almas podrán responder a Mi llamado.
Queridos hijos Míos, mientras gran parte de África padece la miseria espiritual, Yo les encomiendo orar por estos hermanos implorando a San José Castísimo por todas estas preciosas esencias que viven la aflicción en carne propia y padecen el hambre material y espiritual. Si ustedes, al menos por un tiempo determinado respondieran a este, Mi especial pedido, vuestra nación será liberada de las faltas graves que ha ocasionado a África a través de la esclavitud y de la colonización espiritual sobre estos hermanos.
Agradeceré que vuestra fe abrace Mis Divinos Misterios. Nos encontraremos en la oración del corazón y en el silencio interior.
¡Les agradezco ahora y siempre por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre Peregrina, Señora de la Caridad
Hoy, Mi Corazón escucha las súplicas de los inocentes y de los pobres.
Hoy, Mi Alma espiritual abraza a los que han sufrido más el caos y la destrucción.
Hoy Me anuncio a sus corazones como la Señora de Akita, para recordarles que Mi Inmaculado Corazón pertenece al mundo entero y hoy, especialmente, a toda Asia.
Queridos hijos, les recuerdo que una vez, no hace tanto tiempo, el Señor Me envío en peregrinación a Japón para transmitir un importante llamado a la conversión, a la oración y a la paz.
Hoy, en un tiempo de grandes emergencias para todos, Mi Hijo Jesús Me ha pedido que les diga la verdad como buena Madre de todos, por más que la verdad sea dolorosa, como lo fue para Mí en el Monte Calvario.
Yo quiero socorrerlos, auxiliarlos, prevenirlos y advertirles que en este ciclo será necesario transformarse para que el mundo también se transforme y se consagre nuevamente al Proyecto original de Dios.
Hijos amados, ustedes han visto que su planeta sufre con cada nuevo movimiento y que estas catástrofes se llevan la preciosa e inocente vida de muchas almas.
Por eso, hoy les pido, queridos Míos, que abran sus ojos al llamado de la Luz que viene del Cielo. Mientras ustedes, sin percibirlo, comparten Mi Reino de Paz; en el otro lado del mundo las almas mueren y desaparecen de la superficie de la Tierra.
Dios desea difundir la devoción absoluta a Mi Inmaculado Corazón; y en Akita, Japón, Yo transmití un llamado importante para transformar las acciones de las consciencias; así como desde el año 1981 Mi Voz se hizo escuchar en toda África a través de las Apariciones en Ruanda.
Ahora, Yo estoy entre ustedes. ¿Será que es por alguna causa? ¿Qué es lo que su Padre Altísimo les quiere decir a través de Mi Santa Presencia, tanto en América del Sur como en Medjugorje?
Como ha sido siempre, la humanidad madura después de que ha sucedido todo; pero ahora, Yo les pido que por amor despierten a tiempo a la Verdad que el Cielo les quiere revelar; será esta Sagrada Verdad la que los preparará para el regreso de Mi Hijo a la Tierra.
Queridísimos hijos Míos, hoy también los invito a amar el sacrificio que realicen por la reparación de las ofensas cometidas contra el Sagrado Corazón de Jesús. Hoy, los llamo a esforzarse un poco más, aunque les parezca que las fuerzas de la voluntad interior desaparecen.
Pequeños, el mundo está llegando a un momento culminante, porque después de Mis Apariciones, aquí en América del Sur y en Medjugorje, los tiempos en la Tierra cambiarán y la humanidad deberá prepararse para el Juicio Universal.
Ahora, en la víspera de Mi llegada especial al Centro Mariano de Aurora, este día 13, la Señora del Cielo ora por las almas inocentes y condenadas, diciendo:
Oración por las almas inocentes
Oración para ser recitada los días lunes y jueves, para ayudar al alivio de la situación mundial.
Señor Altísimo de la Misericordia,
contempla, en Tu Poderoso Corazón,
la necesidad de paz y de redención
en todas las almas que viven sobre la Tierra.
¡Oh, Salvador Mío!,
Dios del Amor y de la Verdad,
aparta de Mis niños el castigo eterno
y eleva, con Mi oferta, a los corazones perdidos.
¡Oh, Sabio Padre de la Luz!,
encuentra en cada esencia la Luz que proviene de Ti
y acepta las ofrendas de amor
que depositamos en Tu Sagrado Altar;
porque junto con Mi Hijo Jesucristo,
el Rey de reyes y Señor del Amor absoluto,
prometemos, ahora y siempre,
consagrar a Tu amada humanidad.
Escucha ahora, Señor, a Tu Mensajera fiel.
Observa, con Tu Mirada paternal,
el vuelo del Ave del Espíritu Santo;
porque los rayos de Piedad y de Compasión,
que brotan de Tu Santísimo Corazón,
redimirán a toda la Tierra
para que, junto a Tus Ángeles y Arcángeles
Te glorifiquemos por toda la eternidad.
Amén
¡Les agradezco, por responder siempre a Mi santo llamado!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Señora de Akita
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más