El Sagrado Llamado
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LUANDA, ANGOLA, ÁFRICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL DÍA 20

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En aquella noche, mientras Me encontraba con Mis apóstoles en el Mar de Galilea, la tempestad llegó, la oscuridad los abrazó, aun estando Yo presente en la barca.

Todo parecía que iba a precipitarse, hasta que llamaron al Señor, porque sus miedos eran muy grandes y su fe fue probada ante la Presencia del Señor.

Y aun después de todo lo que les enseñé, ellos vivieron en aquel momento su prueba espiritual, que es algo que hoy vive el mundo. Esta es la prueba espiritual que cada uno enfrenta para poder comprender, dentro de sí mismo, cuán fuerte está su fe y su confianza en Dios.

La barca parecía que iba a romperse en aquella noche. La desesperación de Mis apóstoles era muy grande, porque tan solo por un momento se olvidaron de que estaban en la barca con el mismo Dios.

¿Dónde está el límite entre la realidad y la apariencia, entre lo que es verdadero o falso?

Por eso, Yo les demostré, en aquella noche, que el Poder anónimo y secreto de Dios era capaz no solamente de detener la tempestad, sino también de demostrarles cómo estaba la fe en cada uno.

Delante de la tempestad que hoy vive el mundo, en la amplitud de su sufrimiento y agonía, de sus traumas y de sus secuelas, ¿cómo es que cada uno de ustedes atravesará, en la barca del Señor, esta tempestad espiritual que se aproxima?

Recuerden que Yo les enseñé, en lo alto del Monte de las Bienaventuranzas, a orarle al Padre Celestial y a entregarle en confianza todo lo que les sucede o todo lo que experimentan. Pero aquí no existe una causa con grandes víctimas, sino una intención de que cada ser de este planeta sea consciente y responsable de todo lo que ha vivido y causado a través de los tiempos.

Hoy, el Rey de África está aquí, con Su soberana y humilde Majestad, para entregarle a cada uno de Sus hijos de África el tesoro del Relicario de Mi Corazón, en su forma espiritual y divina, para que puedan confiar sus seres al Corazón de Jesús y para que sepan que, más allá de todo, no hay nada más grande que Mi Amor; porque Mi Amor venció en la Cruz, venció al pecado y a los errores del mundo.

Y es este Amor el que se perpetúa, porque es un Amor infinito, inalterable e inmutable. Es un Amor universal que viene a fortalecer a las almas que lo buscan, a los corazones que entran en comunión, a través del Santísimo Sacramento del Altar, con Mi Sagrado Corazón.

El tiempo del cautiverio está llegando a su fin, la orden ya fue dada a todo el universo. Y, a través de las huestes de los ángeles y arcángeles, se disolverán los grilletes, se romperán las cadenas y las almas se liberarán para que, renovadas por la fe y la esperanza, preparen con alegría el Retorno de Cristo a la Tierra, el Retorno del Señor, que hoy es anunciado a través de las voces y de las oraciones de los más pobres y simples de toda Mi amada África.

Vengo a abrazar con Mi Luz a todos los que la necesitan, principalmente a los que más agonizan en este país y en este continente, porque Yo estoy aquí con ellos, así como hoy estoy con ustedes, como Jesús, el Nazareno; Aquel que predicó y enseñó a las orillas del Mar de Galilea; Aquel que resucitó, que curó y que liberó a los corazones; Aquel que dio la vida por ustedes y por sus hermanos, para que a través de la Dolorosa Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, todas las almas posibles en este tiempo reciban la Gracia de la vida eterna, el momento más importante para que al fin de sus días puedan entrar al Paraíso; así como aquel que entró al Paraíso, que, estando crucificado a Mi lado en el Calvario, pudo reconocer la Faz del Señor, lo que lo redimió para siempre y lo hizo ingresar al Reino de los Cielos, aun siendo un gran pecador.

Pero aquí, Yo no vengo a señalarles las faltas, sino los dones y las virtudes, el poder del verbo que, a través de la voz y del canto, les puede expresar, a la Tierra y al universo, la sagrada adoración al Señor no solo en la forma luminosa de la Eucaristía, sino también a través de cada mundo interior y de cada corazón que vive en Mí y por Mí.

Yo vengo a hacer de África, a través de la obra de caridad Santa Isabel, Mi nuevo semillero de Luz para el mundo. Porque en donde aparentemente no existe nada material o humano, digno o sublime, el Señor en Su Retorno revelará la riqueza espiritual que les fue entregada a los corazones de África; riqueza espiritual que se intentó sepultar y marginar, o incluso abolir; riqueza espiritual que despuntará como un sol en el horizonte, como una flor que se abre a los rayos del Sol para mostrar su más íntima belleza y devoción.

Estas son las almas humildes de África. ¡Cuántos valores importantes que el mundo desconoce y margina! ¡Cuántas almas que están aquí encarnadas y que han sufrido tanto, tanto, así como sufrió su Maestro y Señor en la Cruz!

Pero de la aparente derrota surge el poder de la victoria, basado en el auténtico Amor que resucita la vida en los corazones que, a pesar de todo e incluso de las consecuencias, confían en el Señor.

Que, en este día, se comiencen a cumplir las promesas de Cristo a África.

La humanidad necesita urgentemente aprender de la dignidad espiritual que habita aquí y de los mundos preciosos, internos y sublimes, que existen en cada alma y en cada corazón.

Que los ojos del mundo se abran para salir de la ceguera y reconocer el universo espiritual que mora y habita en África.

La fe de este pueblo, honrado y amado por Mí, es lo que hoy sostiene al mundo entero e impide que las dolorosas y graves guerras se agraven en la humanidad y en las naciones.

Por eso, Dios se hizo humilde y pobre en un pesebre, y así Él se hará humilde y pobre una vez más, mostrando Su Poder a través de los corazones simples, de los que viven en la fe perpetuamente.

El Llamado de Mi Corazón al mundo entero se refleja en este sagrado espejo de agua, en Mi Galilea africana, terreno fértil para las semillas de Dios, que serán sembradas en el próximo tiempo; porque en África brotará una fuente de Gracias y de milagros inexplicables, así como lo hizo Nuestra Santísima Madre en Kibeho, Ruanda.

Que la voz de los más inocentes sea escuchada, que los corazones más endurecidos se ablanden y se abran para reconocer la necesidad en cada lugar.

Es tiempo de compartir todo lo que se tiene, porque Dios no hizo ricos y pobres; fue el mundo que lo hizo. Porque Dios es pobre en Su Esencia, en Su Espíritu y Divinidad, como también lo es Su Hijo, el Rey del Universo, Portador de la Paz, del Bien y de la Misericordia.

Aunque Nuestra Obra se estará recogiendo en los próximos tiempos, sepan que Yo siempre podré volver aquí, todas las veces que sea necesario y el Padre Celestial Me lo permita. Porque el Señor, Cristo Jesús, también vive y siente en este tiempo la agonía del mundo.

Yo vengo aquí para que sacien Mi sed a través del amor que Me brindan, a través de la adoración que Me ofrecen, en cada nueva Eucaristía, en cada nuevo momento de oración y de sagrada alabanza.

Sientan el abrazo de los Cielos y de todas Sus moradas.

Que se cumpla el tiempo de la redención, que se establezca la paz y que muchos más resuciten como Lázaro.

Les agradezco por su bien y por su caridad, que estos dones se multipliquen para el mundo entero.

Les doy Mi bendición y les recuerdo que el Señor viene a buscar Su morada en los corazones de África para poder reposar y descansar, así como ustedes pueden reposar y descansar en Mí cuando lo necesiten.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN ALJUSTREL, FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 127.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En una noche como esta, en la que los árboles los abrazan y las estrellas los bendicen, Yo regresaré al mundo como aquel Hombre, Maestro y Pastor que estuvo muy cerca de cada uno para poder sanarles las heridas, para poder levantarlos del suelo, para poder expresarles la grandeza de Mi Amor por las almas.

Hoy, estoy muy cerca, como nunca antes lo hubieran pensado; porque así Yo estoy cerca de los Míos, de los que intentan todos los días de sus vidas levantarse de sus caídas para poder seguir adelante, para poder reconocer en sus propios caminos las Huellas del Señor, las Huellas del Maestro que vienen en este tiempo a indicarles el próximo camino.

Mientras la noche en Lys se prepara para volver a venerar y a glorificar a la Madre del Señor, su Maestro, el Cristo, se presenta en este lugar, así como lo hizo Su Santísima Madre, para demostrarles en este tiempo la cercanía de Nuestros Corazones, la presencia de Nuestros Espíritus, la grandeza de Nuestra Divinidad que está al servicio de la Creación y de las almas.

Por eso, hoy vengo a este bosque y a este huerto para que ingresen con el Señor en la última etapa de la agonía del planeta, en la que por ustedes mismos, compañeros y compañeras Mías, aprenderán a sostener por Mí esta pesada cruz planetaria, formada por todos los pecados del mundo, por todos los ultrajes y ofensas que aún las almas siguen cometiendo en estos tiempos y principalmente sosteniendo la cruz de la indiferencia y de la omisión de este mundo, que Yo necesito que Mis apóstoles sostengan Conmigo hasta que llegue el tiempo y la hora del Retorno del Señor.

Quiero volver a encontrarlos aquí para que puedan vivir, por ustedes mismos, la misma experiencia que su Maestro y Señor vivió en el Huerto Getsemaní, en donde en la aparente oscuridad y agonía encontró la Fortaleza de Dios, encontró el poder de la Fe de Dios para poder cumplir con lo que estaba preestablecido.

Así, de la misma forma, hay algo preestablecido para cada una de sus vidas, para cada uno de sus caminos; y este es el tiempo de que lo vivan si así lo desean, aceptar vivir lo que el Señor tiene previsto para cada corazón de este planeta.

Y ustedes no están separados de esto, compañeros. Ustedes hoy están dentro de este pedido del Señor, porque están siendo conscientes, mucho más que los que son conscientes en el mundo. Porque esta es la hora y es el momento, tan definitivos y tan culminantes, de comenzar a preparar los caminos del Retorno del Señor a través de la vida consagrada de las almas a Mi Sagrado Corazón y a través de la misión que cada ser vino a vivir y a cumplir al planeta.

Quiero decirles, con esto, que Dios ya escribió el destino de cada uno de ustedes por intermedio de Su Soberana y Altísima Voluntad y, sobre todo, a través de Su Altísimo y Poderoso Amor, antes de que ustedes y sus hermanos fueran esencias en este Universo Creador.

Pero sé que muchas almas hoy no siguen ni viven esta Voluntad de Dios. Por eso, Yo vengo a hacer de los imperfectos, corazones valientes. Yo vengo a hacer de los corazones tibios, corazones fuertes y decididos a vivir la Voluntad del Señor.

Yo los preparo a cada uno de ustedes y de sus hermanos, así como preparé a Mis apóstoles durante Pentecostés para que el Espíritu Santo descendiera y siguiera expresando Mi Obra de Redención a través de los tiempos, y también a preparar a Mis apóstoles para el momento de la despedida del Maestro, que cada uno de Mis apóstoles tuvo que vivir en su propio corazón.

Y ustedes están en un momento semejante, tan semejante que parecería igual, porque después de haber sido instruidos y bendecidos a través de los tiempos y, entre tantas, pero tantas almas, en el mundo, haber tenido la Gracia de escuchar directamente la Palabra del Señor, les puedo decir que, a pesar de cualquier situación, ya están prontos para vivir lo que está previsto por el Padre Eterno.

Cada uno sabe en su corazón lo que Dios le habla, lo que Dios le revela, lo que Dios le hace sentir en su más profundo mundo interior.

Así, Yo conduzco a Mis últimos apóstoles hasta el último tramo del camino del final de los tiempos, en el que todos deberán estar dentro de la Confianza de Dios y en la experiencia viva de Su Amor para ayudar a rescatar lo que la humanidad ha perdido y, sobre todo, para el gran tiempo de la redención que será precedido por el tiempo de la Justicia, así como está escrito en la Sagrada Biblia.

Dios, en esta noche, escucha el clamor y las oraciones de todos Sus Hijos. Él los escucha a través del Corazón de Su Amado Hijo, presente en este sagrado y humilde lugar de Aljustrel, en donde las almas pueden encontrar la verdadera vida, la Vida Divina, en el absoluto vacío de sus propias intenciones y expectativas, porque pueden venir a beber de la fuente de la pureza de Lys para que más almas en el mundo ayuden a recuperar la inocencia que esta raza perdió.

¿Ahora, comprenden cuál es la razón por la cual hoy estoy aquí?

No solo para que a través de Galileum escuchen Mi Llamado, sino también para que puedan ver a sus almas aquí reflejadas en el gran espejo de la pureza de Lys, en donde también los ángeles del Cielo y de la Tierra se sirven de la abundancia espiritual e inagotable de este lugar, en donde la llama de la fe siempre estará encendida y se reencenderá todas las veces que sea necesario a través del alma que se rinda a los pies del Reino de Lys.

En esta nueva Maratón, que anuncia el fin de un tiempo y que antecede al próximo mes de agosto, que los corazones se abran definitivamente, así como lo ha dicho Mi amado padre espiritual San José, padre espiritual de todos ustedes, que puedan realizar una síntesis y darse cuenta, por ustedes mismos, de todo lo que han participado con nosotros a través de los tiempos y cuántas Gracias y tesoros espirituales e internos les fueron otorgados a las almas.

Ahora llegó el tiempo, ahora llegó la hora, como lo fue con su Maestro y Señor, de que cada una de sus vidas y la vida de sus hermanos se conviertan en un templo vivo y resplandeciente que irradie los tesoros de los Sacramentos y de todas las Gracias que fueron concedidas a los que los recibieron por un simple acto de Amor Mayor; así como hoy, este simple acto de Amor Vivo permite este encuentro entre Mi Alma y sus almas, entre Mi Corazón y sus corazones.

Porque Yo Soy el Señor de la Cercanía, Soy la Luz que viene a brillar en esta noche de oscuridad para que los que cayeron se levanten y sigan caminando a través de la Luz que les irradia Mi Corazón Vivo a todos; y, principalmente, a través de la Luz que les irradia Mi Corazón Eucarístico, que pueden recibir una y otra vez como una Gracia inexplicable para que, cada día más, ustedes sean parte de Mí, para que Yo pueda algún día ser parte de ustedes y así ustedes sean parte de Dios, como Dios es parte de Su Hijo Amado en Santa Unidad.

Hoy, vengo también como un peregrino junto a ustedes para que, en el recogimiento del Reino de Lys, el Señor medite con Sus compañeros sobre los próximos pasos que deberán ser dados para seguir materializando y concretando la Obra de la Jerarquía. Y, esta Obra, se concretará únicamente a través de las almas que solo Me dicen sí, todos los días de sus vidas hasta el final de los tiempos.

Yo vengo a cumplir con Mi promesa, así como les dije a Mis apóstoles en el Santo Cenáculo que estaría con los Míos hasta el final de los días, hasta que se cumpla el tiempo y el momento del Gran Retorno de Cristo.

Hoy, estoy aquí orando con ustedes y por ustedes, y en especial por los que deben aún dar pasos en esta trayectoria que se presenta ante cada corazón humano. Una trayectoria infinita y desconocida que hoy Yo les traigo como parte de la Voluntad de Mi Dios, su Padre Adonai.

Mientras las voces de los fieles y devotos peregrinos se elevan como un gran espejo hacia el Reino de los Cielos, a través del Santuario de Fátima, que sea concedido al mundo un tiempo más de paz y principalmente un tiempo mayor de paz interior, para que todo pueda ser curado y reparado de las ofensas que sigue cometiendo el mundo.

Abran espacio para que los ángeles de la guarda intercedan ante Dios por todas las causas urgentes y principalmente por los que más necesitan de ayuda. Este es el gran tiempo del apostolado, no lo olviden.

Les agradezco por estar Conmigo honestamente y de corazón, porque la honestidad siempre los llevará a la verdad y la verdad los hará libres.

Hoy, las estrellas son testigos de este momento, así como el universo es testigo de cada Palabra del Señor.

Que los más sufridos y necesitados sean bendecidos.

Mi Corazón se conmueve porque Dios Me concedió la Gracia de que pueda estar más cerca de Mis hijos de África, para estar con los que más sufren, con los que más claman, pero sobre todo para estar más cerca de los que más aman en el mundo a través de la fuerza auténtica de su fe.

Dios conceda la reconstrucción de África en el próximo tiempo para que, algún día, el mundo entero conozca quiénes son en verdad las almas de África. Se los prometo.

Que la paz sea en todos los que la buscan, que la paz sea en todos los que la claman.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL NÚCLEO-LUZ INMACULADA CASA DEL ALIVIO DEL SUFRIMIENTO, SAN CARLOS, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 123.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias por estar hoy aquí, Conmigo; porque en este lugar, en donde ahora se encuentran, para Mí representa espiritualmente una pequeña Tierra Santa. Y lo más maravilloso de todo esto es poder ver que esa Tierra Santa está formada por las almas, por los corazones que fielmente responden al Llamado; así como muchos de sus hermanos y hermanas, en el mundo o aun dentro de esta Obra, responden fielmente al Llamado de Dios.

Hoy, Me quiero detener, compañeros, en la Mirada de Dios sobre este lugar, que fue fundado y concebido para la manifestación del Plan de Dios en la Tierra. Pero este lugar está vivo espiritualmente por las almas que participan en él, por los servidores que se autoconvocan todos los días, más allá de sus propias experiencias de vida.

La Mirada de Dios sobre este lugar es especial, es una Mirada tierna y pacífica, porque Él puede ver reflejada Su Voluntad en este lugar, aunque tal vez sea un poco desconocida para ustedes y sus hermanos; una Voluntad Suprema y Divina que es palpable en esta vida material, en la experiencia de este Núcleo-Luz, una vida que se refleja a través de la Voluntad, de lo que cada corazón cumple ante Dios día a día.

Esto también es maravilloso para Mí, ante la difícil situación planetaria, en donde hermanos se enfrentan contra hermanos, en donde naciones enteras son destruidas por la impunidad, por la falta de amor al prójimo, por la falta de respeto a la propia vida humana.

¿Ahora, comprenden por qué este lugar es para Mí una maravilla de Dios, como tantos otros lugares de esta Obra?

¿Consiguen apreciar, compañeros, el valor que esto tiene y la continuidad de su expresión en esta superficie?

Expresión unida íntimamente a los Retiros de Amor, fuente inagotable que los impulsa a vivir el Plan de Dios todos los días, aunque no sepan cómo comenzar de cero. Esto es parte de la Grandeza de Dios, de Su Amor inagotable e inextinguible.

Son pocos los lugares en el mundo que, en el tiempo actual, pueden vivir la fidelidad a Dios; pero no hay un misterio en todo esto, porque la fidelidad a Dios es sostenida por la transparencia y el amor ardiente a la Voluntad Divina, que es lo que gesta y crea los pilares de la Obra de Cristo en la Tierra, a través de las almas.

Sin la fidelidad, la transparencia y el ardiente amor a la Voluntad de Dios no sería posible que la Jerarquía trabaje en el planeta. Esto permite, ante la deuda espiritual de la humanidad, que la Divina Jerarquía pueda intervenir en estos tiempos críticos. Porque existen lugares como este, pequeñas Tierras Santas, que atraen hacia sí mismos la Voluntad de Dios a través del servicio incansable por los que sufren y padecen, el servicio por todos aquellos que están bajo la condición humana.

Quisiera que, a partir de hoy, compañeros y amigos Míos, contemplaran y valoraran este lugar y otros lugares de la Obra con la misma Mirada de Dios, Mirada de ternura y de pacificación.

Porque Él, que está en Su Reino y en Su Gloria, junto con todos Sus Hijos, cuida de cada paso y de cada detalle hasta el más insignificante, para que las almas puedan crecer en el amor y en la justicia, para que las almas aprendan todos los días a donarse un poco más y a salir de sí mismas para poder alcanzar la redención.

He aquí Mi pequeña Tierra Santa, la nueva Tierra Santa de Dios, entre tantas otras tierras santificadas por el Padre Eterno en este planeta. Dios desea ardientemente que esta Gracia se multiplique, porque es una Gracia para la humanidad, aun para aquellos que no la merecerían por sus errores o pecados.

Vean, entonces, la maravilla de la Misericordia de Dios, infinita, inagotable e inextinguible, Divina Misericordia que puede abrazar a todos Sus Hijos, Divina Misericordia que puede congregar a todas las almas, Divina Misericordia que puede sanar a todos los corazones.

Rezo, junto al Padre Eterno, para que existan más Tierras Santas; así como espero, en lo más profundo de Mi Corazón, que esto pueda suceder en África, para que los valores más auténticos y verdaderos de los que sufren sean reconocidos. Si el Corazón del Maestro se conmueve de Amor por Sus hijos de África, especialmente por los más pequeños e inocentes, ¿sus corazones serían capaces de conmoverse?

¿Qué hay más allá de lo que está aparentemente miserable?

Dios se esconde en los más pequeños e inocentes; así, Dios derriba del trono a los que se dicen poderosos, porque Su Amor está presente en los que son anónimos, en los que no buscan nada para sí, en los que se apartan de cualquier reconocimiento.

¿Será que el mundo colocará su mirada, de una vez y para siempre, en África, para que la humanidad comprenda, de una vez y para siempre, que desde África surgirá la Nueva Humanidad? ¿Por qué la destruyen? ¿Por qué la colonizan? ¿Por qué abusan de África?

Ya no hay sensibilidad en muchos corazones impunes; pero Yo cumpliré Mi promesa de retornar a África, así como está escrito y como fue escrito que Yo esté hoy aquí entre ustedes.

Por eso necesito, compañeros, que, en el final de estos tiempos críticos, coloquen en sus corazones y oraciones los próximos Proyectos de Cristo; porque mientras estos Proyectos no se manifiestan ni se concretan, muchas almas se siguen perdiendo y son abducidas hacia el fuego del infierno.

¿Ahora, comprenden la importancia de los lugares y espacios bendecidos por Mí, como esta pequeña comunidad que aquí expresan?

Todo les está siendo dado, todo les está siendo permitido y todo se les pedirá, sobre todo una respuesta interior verdadera que justifique los tesoros que están recibiendo, porque la Gracia de Dios es abundante.

Él quiere que esta Gracia se multiplique y se expanda en el mundo para que, a través de esta Obra concebida para el Sagrado Corazón de Jesús, a través de los servidores de Cristo que se confirman en este tiempo, esta Obra pueda llegar a lugares muy lejanos del planeta.

Porque ya les dije una vez, compañeros, no serán muchos los que Me servirán en este tiempo final; pero los que Me sirvan en este tiempo final, aunque sean pocos, tendrán que ser verdaderos; así como esta Verdad que los trajo hasta el presente desde el primer día que se manifestó este sagrado lugar, este punto de Luz para la Jerarquía.

Quiero anunciarles con toda gratitud, con toda reverencia y con toda la aspiración interior que aquí colocaré a algunos sacerdotes para que sustenten, junto con sus hermanos y hermanas, este nuevo ciclo del Núcleo-Luz, a través de su sagrada tarea en la Casa de San Lázaro como también en los demás proyectos de los que participarán en los próximos tiempos; porque el canal espiritual deberá estar bien fortalecido para poder abarcar y abrazar a la mayor cantidad de almas, en este y en otros planos, que a través de la Casa de San Lázaro buscarán el alivio del sufrimiento.

Quiero que sepan que aquí, en esta casa consagrada a Mi Madre Santísima, su Maestro y Señor, Cristo Jesús, en el más profundo y anónimo silencio, encuentra un lugar de reposo y de alivio.

Es tiempo, compañeros, que perciban Mi Presencia Espiritual aquí, que sepan que nunca los abandonaré, pero que siempre los impulsaré a que vuelen con sus propias alas hacia las dimensiones y planos de consciencia en donde debe materializarse la Voluntad de Dios en esta superficie.

Como lo pedí en otro lugar de esta Obra, deseo aquí la Fuente del Cristo Curador, el Insondable y Sagrado Corazón de Jesús, para que los que crucen la sagrada puerta de esta casa encuentren Mi Agua de Vida, que los purifique y los lave, que los alivie y que los renueve para el próximo servicio.

Esta agua de la Fuente del Cristo Curador será bendita no solo para el Santo Sacramento del Bautismo, sino también para los que la quieran beber o la quieran llevar consigo para bendecir sus casas y familias.

Vean, compañeros, cuán simple pero cuán profundo es el Amor de Dios, que se esconde en lo que es silencioso y anónimo, que se aparta de cualquier protagonismo y exposición; porque Dios está presente en la vida de los peregrinos, de los buscadores de la paz y del bien, de los que trabajarán en estos tiempos críticos para que los valores de la dignidad humana, de la fraternidad y, sobre todo, del amor no se disuelvan de las consciencias.

Tendrán Conmigo dos días más de encuentro en esta sagrada casa. Les pido que, en estos días que aún vivimos de Cuaresma y de vacío interior a través de sus propios desiertos, ofrezcan cada tarea y cada servicio en nombre del Señor. Así como también ofrezcan los días de la Maratón de oración a Mi Sagrado Corazón.

Mi Mirada estará atenta a las acciones de Misericordia, para que los graves errores que hoy se cometen, en el mundo y a través de las guerras, puedan ser disueltos y se conceda un tiempo más de paz en el mundo.

Por eso, Mis amigos, la paz debe comenzar primero en ustedes, cuidando sus palabras, cuidando sus gestos, cuidando sus actitudes, cuidando sus pensamientos y sentimientos, cuidando al prójimo antes que a ustedes.

Así, la caridad fraterna, inspirada a través de los tiempos por muchos santos y bienaventurados, no se disolverá en el mundo y concederá la paz; y esta caridad fraterna se reflejará en sus rostros con una hermosa sonrisa por servir a Dios. Así, sus propios sufrimientos y agonías se disolverán, porque quién sirve a Dios se libera para siempre de sí mismo.

Tomen en cuenta todo lo que les digo y guarden Mis Palabras en sus corazones.

Una vez más, les agradezco por estar hoy aquí.
 

Bendice, Señor,
a los que escuchan Tu Llamado.

Bendice, Señor,
a los que te sirven incansablemente.

Abraza con Tu Amor
a los que invocan Tu Nombre,
y guía los pasos de los consecuentes.

Que las heridas y los agravios de los corazones,
por todas las ofensas que hayan podido recibir
a través de los tiempos,
se sanen.

Glorifica, Señor,
a los que sirven anónimamente;
 silencia a los que hablan injustamente.

 Porque Tu Poder y Tu Luz estarán
en los que siempre te dicen sí y no retroceden,
porque entregando sus vidas en Tus Manos,
entregando sus consciencias a Tu Corazón, Señor,
el tiempo de la consumación se cumplirá;
así como Tu Amadísimo Hijo lo cumplió
cuando expiró en la Cruz.

Amén.


En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN PRZEMYSL, POLONIA (FRONTERA CON UCRANIA), AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 118.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como los últimos rayos del atardecer, Yo vendré en el final de estos tiempos.

Como el viento que hoy acaricia sus rostros, Yo vendré en el final de estos tiempos.

Como el día que se recoge para mañana comenzar uno nuevo, Yo vendré en el final de estos tiempos.

Y les aseguro que a muchos les costará poder reconocerme, porque Yo vendré con la misma Faz que una vez les revelé a Mis apóstoles en el Monte Tabor, y todo aquello que guardaba su Maestro como secreto en Su Corazón será revelado.

Por eso, hoy Yo les digo: “Estén atentos y vigilantes, porque Mi hora se acerca”, y Mi Presencia Sacerdotal no podrá pasar desapercibida para ninguno de ustedes; porque, así como hoy Yo vengo en Divinidad a encontrarme con ustedes, así Yo vendré en Gloria a reencontrarme con Mis compañeros.

Pero antes de que los cielos se abran y las nubes se aparten, Mi reaparecimiento se dará en el mundo, y esto será gradual en todo el planeta. Porque no habrá lugar en donde Yo no pueda estar, al contrario, el Hijo de Dios podrá estar en todas partes al mismo tiempo y, así, se cumplirá una vez más la Ley de la Omnipresencia en la humanidad y en la Tierra, así como lo fue para el antiguo pueblo de Israel que escuchó de cerca la Palabra de Dios, así como lo fue para los profetas que escucharon el Llamado de Dios.

Mi Retorno dejará de ser un misterio para pasar a ser una revelación.

Y hoy, Yo vengo aquí, a las cercanías de Ucrania, a dar este Mensaje; porque, después de ver tanta sangre inocente siendo derramada en ese país, el Señor de Israel se presenta a esa nación y al mundo entero para anunciarles que, en estos grandes tiempos de tribulación, se acerca la hora del Retorno del Hijo de Dios y, así, se cumplirá la promesa que una vez fue hecha en lo alto del Monte de los Olivos.

Porque, en esa hora, todos los sellos del Libro del Apocalipsis ya estarán abiertos, y el séptimo ángel de los Coros de Dios ya habrá hecho sonar la última trompeta, para que el último sello del Libro del Apocalipsis esté abierto.

La gran puerta de Mi Divina e Insondable Misericordia se convertirá en la gran puerta de Mi Gloria y de Mi Gracia para el mundo entero. Porque, Yo reapareceré a pequeños grupos de almas en el mundo entero, así como lo fue en el camino de Emaús, en donde volví a consagrar y a partir el pan para compartir Mi Glorioso Cuerpo con los Míos. De la misma forma lo haré, como en el tiempo anterior, así podrán reconocerme cara a cara y sabrán que Soy Jesús, el Cristo Glorificado, el Sagrado e Insondable Corazón de Jesús.

Yo vengo a dar este Mensaje de esperanza especialmente a Ucrania; para que su pueblo, al que le fue arrebatada su fe y su confianza en Dios, recupere esa esperanza y esa fe en el Padre, recupere la confianza de ser dignos Hijos de Dios, en el Cielo como en la Tierra.

Yo no Me opondré a las armas, Yo Me opondré a Mis enemigos para convertirlos y redimirlos; así como su Maestro y Señor, durante los tres días en el Sepulcro, mientras Su Divino Cuerpo era restaurado y reparado, la Divina Alma de Jesús redimía, en los infiernos más profundos del planeta, a los que estaban condenados y perdidos, a los que ya no veían la Luz con sus propios ojos. De la misma forma, así lo haré, de una forma tal vez desconocida por la mayoría, pero eso se cumplirá, es Mi Palabra.

Será el gran momento de la redención del mundo, cuando por el precio de la Preciosísima Sangre derramada de Jesús, respondiendo a los Comandos de Cristo, los ángeles de Dios volverán a descender a la Tierra, así como lo hicieron en lo alto del Monte Calvario para recoger, con la Divina y Santa Madre, la Sangre de Jesús.

Así, volverán al mundo para derramar la Preciosa Sangre de Jesús en todos los Sagrarios que fueron profanados y ultrajados en el mundo.

Y así, se restablecerá la Luz en la humanidad y todo comenzará a convertirse, no por obra de un milagro, sino por obra del Espíritu Santo que congregará a los 144 000 de los cuatro puntos del planeta, los llamados Hijos de Dios, los que se han sacrificado por Mí a través de los tiempos y de las generaciones para dar testimonio de Mi Palabra y de Mi Sacerdocio, para todos los que estuvieron Conmigo a los pies del Santísimo Sacramento del Altar para adorarme y reconocerme como el Camino, la Verdad y la Vida.

Así, Yo los reuniré a todos como en el principio, así como en el Edén, Dios reunió a Adán, a Eva y a todas las pequeñas criaturas de los Reinos de la Naturaleza para decirles que deberían amar a Dios por sobre todas las cosas para estar bajo Su Ley, Su Amor y Su Luz. Y así, dentro de Sus Leyes, todos fueran felices como los ángeles son felices en el Reino de los Cielos.

Por eso, prepárense y no duerman. No quiero ver a Mis apóstoles dormidos mientras el Señor llega como un Vigía, como el Guardián de los Portales de la Luz, para decirles que la hora ha llegado en la profunda noche del invierno de este mundo, en la que la indiferencia sustituye al amor, en la que el mal intenta sustituir a la paz.

El Señor del Universo bajará del Cielo, así como los ángeles bajan del Cielo para ayudar a las naciones y hoy, en especial, para ayudar al ángel de Ucrania, para que sea ayudado por las oraciones misericordiosas de todos ustedes; a fin de que el martirio, la esclavitud y la guerra sean disipados de este mundo, a fin de que ninguna arma más sea activada para lastimar al semejante. Esta es la gran causa de Mi Presencia en las cercanías de Ucrania.

Así como los ángeles del Cielo están presentes Conmigo en esta tarde que se recoge, así quiero y deseo que estén también sus corazones y no sus emociones; porque Yo quiero a los corazones imperfectos, pero los quiero verdaderos, a los que se arriesgan a buscar la pureza aun estando en este mundo, a los que no le temen a la superación de sí mismos, a los que no retroceden, a los que no dudan, a los que no son tibios.

Yo busco a los corazones definidos, aunque imperfectos. Busco a los que decidan seguirme hasta el final; porque Mi hora ya está contada, compañeros, y el mundo y la humanidad no pueden continuar como están.

¿Quién seguirá, junto a Mí, cargando el madero de la cruz planetaria?

¿Quién dejará de ser negligente, para ser responsable en Cristo y por Cristo?

Cada vez que Yo vengo al mundo, como en este día, debo recordarles estos principios para que no los olviden; porque el voto de su amor por Mí no podrá disolverse por ninguna circunstancia ni por ninguna situación.

Si no reflexionan sobre todas estas cosas, ¿por qué están aquí?

La Luz de Mi Misericordia aún sigue descendiendo al mundo, aunque no se perciba. Pero en algún momento, esa Luz se recogerá para que la humanidad viva por sí misma su propia definición, así como su Maestro, Cristo Jesús, la vivió en el Huerto Getsemaní.

Que esto no se interprete con un abandono. Dios hace de los corazones imperfectos corazones maduros, corazones consecuentes y disponibles, para que algún día sean corazones incondicionales, que tienen claro, en el centro de su ser, el Propósito que vinieron a cumplir.

Mientras las guerras se desarrollan en el mundo, mientras la sangre inocente sigue siendo derramada bajo la impunidad y el falso poder, mientras millones de niños mueren de hambre y de enfermedad en África, ¿quién será capaz de estar en Mí para siempre?, para que Yo pueda estar en él para siempre, y obrar y trabajar sin nada a cambio, así como Yo lo hice muchas veces en muchos santos, mientras Yo lo necesitara.

¿Comprenden así, en lo más profundo, la vida crística, el espejo que Cristo necesita en la Tierra, a través del corazón humano, para poder reflejar Sus aspiraciones y voluntades?

No vengo aquí a perder el tiempo, vengo aquí como un Mensajero de Dios por una emergencia; porque Mi hora se está terminando, Mis Apariciones se estarán recogiendo, porque es la hora de cada uno de ustedes, compañeros.

Yo los acompañaré en espíritu si Me lo permiten, así como acompañé a Mis apóstoles en el gran tiempo de la evangelización.

¡Oh, herida Ucrania! A pesar de estar siendo cercada, no pierdas la luz de tu fe, pilar sagrado de la confianza; porque vendrá el tiempo de la liberación de tu esclavitud, así como el pueblo de Israel fue liberado. El desierto acabará, la oscuridad desaparecerá y llegará el tiempo de la reconstrucción espiritual y física.

Amadas almas de Ucrania, elévense hacia Mí. Ingresen en las entrañas más profundas de Mi Misericordia, que Yo las aliviaré y las fortaleceré en esta difícil hora. Mis Rayos de Luz y Misericordia están sobre ustedes.

¡Levántate Ucrania y no retrocedas!

Yo estoy aquí para curarte. Yo estoy aquí, Ucrania, como tu Paz.


Nunca se olviden de los que sufren la guerra, porque si algún día ustedes lo vivieran, van a querer que alguien se acuerde de ustedes. Cuando el miedo los abrace y la disociación los perturbe, van a clamar por alguien que ore por ustedes.

¿Ahora, comprenden el motivo de Mi Retorno al mundo?

Que esta próxima Maratón de la Divina e Insondable Misericordia sea una Maratón de oración, que les haga sentir en el corazón la necesidad de orar por este mundo y especialmente por los que sufren las guerras y los conflictos.

Una vez más, estaré atento a la voz de sus súplicas, porque lo necesito. Mis Oídos estarán atentos. Mi Corazón estará atento. El Sagrario de Mi Corazón estará expuesto a todos los que oren Conmigo en esta Maratón de oración.

Quiero saciar la sed de los afligidos.

Quiero calmar el llanto de los niños desprotegidos.

Quiero tener en Mis Brazos a los no nacidos.

Quiero levantar del suelo a los ancianos.

Quiero fortalecer la vida de las madres de la guerra y, en especial, a las madres que viven la guerra en sus familias.

Quiero restablecer la unidad en todos los seres.

Soy el Manantial que quita la sed.

Que vengan a Mí los que están desesperanzados.

Que vengan a Mí los que se sienten solos.

Que vengan a Mí los que han pecado, porque Mi Amor es capaz de transformarlo todo. Yo no los juzgaré con una vara, Yo les enseñaré sobre la rectitud de la Ley, Yo les abriré la puerta de Mi Misericordia, así como Yo les abro la puerta de Mi Insondable Misericordia a Ucrania y a las sometidas naciones de África.

Les estaré agradecido si responden a Mi Llamado, en esta especial e inusual Maratón de la Divina Misericordia.

Recuerden que Mi tiempo está terminando y aún la demanda de este mundo es muy grande.

¿Quiénes serán los apóstoles que se perfilarán para acompañar al Señor sin nada a cambio?

Imparto Mi bendición a Ucrania y al mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 117.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Santos Ángeles de Dios,
fieles guardianes de las Reliquias Divinas,
irradien la Luz y la Paz al mundo.
Amén.
(5 veces)


He cumplido Mi promesa y aquí estoy, con el Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico.

Reverencien una de las Sagradas Reliquias del Arca de la Santa Alianza.

Impregnadas son las formas, en este momento, por la Luz de Mi Corazón.

La materia corrupta se comienza a transformar, la densidad se transmuta y se eleva, y dentro de los átomos y células de los seres se cumple la Sagrada Ciencia de la Cura. Así, los cuerpos de los seres humanos se liberarán de esta condición retrógrada de la superficie.

Los ángeles emiten sus voces hacia los Cielos para que se rompa el grillete de la perdición y las almas se liberen de la jaula de la esclavitud espiritual. Así, se cumple el tiempo de Mi profecía, los corazones comienzan a alcanzar la redención.

Las puertas de los Cielos se abren con la ayuda de los santos y de los ángeles. Aquellos que se animen a atravesarlas descubrirán en sí mismos el sagrado misterio de lo desconocido, que dejará de ser un secreto superior para convertirse en una realidad interna en la consciencia.

Así, los ángeles, respondiendo al pedido del Señor, comienzan a retirar las finísimas capas de la ilusión planetaria. Así, muchos velos comenzarán a caer lentamente de sus ojos, de todos los ojos de la humanidad y, en el horizonte, los que antes eran esclavos y ahora son liberados comienzan a ver venir al Hijo de Dios.

Y el Hijo de Dios ya no se ocultará detrás del Sol, ya no se recogerá en las estrellas; porque el gran misterio es develado y así, como lo fue en el Monte Tabor, el Señor llegará transfigurado.

Y aquello que siempre pareció inalcanzable para muchos, será una realidad palpable para los que tienen fe y persisten en Mi camino crístico. Porque los escogidos y los autoconvocados sentirán Conmigo la cruz planetaria, no como un sufrimiento, sino como un gran momento de liberación.

Y aquella esperanza, que fue suprimida de la humanidad por todos los errores que ha cometido a través de los tiempos y hasta el presente, volverá a nacer y a surgir como una fuerza sobrenatural en el corazón de los que persisten en Cristo.

Y así, la vida en la superficie dejará de ser un calvario, porque ya no será necesaria la escuela del sufrimiento. La ley de la deuda espiritual será disuelta y, los que hayan llegado Conmigo hasta el final, ya no sabrán nunca más sobre la dualidad.

No habrá diferencias, no habrá disociaciones, no habrá maldad, no habrá tristezas, angustias ni enfermedades; porque los que formarán parte de la Última y Nueva Humanidad no sabrán lo que es el pecado, porque el pecado habrá sido trascendido por los méritos del poder de Mi Sangre y las almas serán bañadas por Mi Luz, así como hoy Mi Luz envuelve al mundo.

A pesar de los errores y de los ultrajes, a pesar de las indiferencias y de las omisiones, a pesar de que hoy la mayoría ya no busque a Dios, nada impedirá que Yo Retorne al mundo.

Podrán sentir, en este momento, que el desierto espiritual se vuelve cada vez más árido, que no encuentran el oasis para saciar su sed, que el suelo bajo sus pies se seca y se agrieta, dejando los caminos tal vez confusos.

Cuando todo parezca absolutamente oscuro y parezca que la Luz no brillará en el fondo del abismo, será la hora del Señor, así como fue Su hora durante Su Muerte y Su descanso de tres días en el sepulcro.

En ese momento y en ese tiempo, que no están tan lejos, descenderé a los infiernos de este mundo, en los que muchos habitan en la superficie, para poner fin al sufrimiento y a la desesperanza.

Vendré a curar las heridas más profundas y con Mis propias Manos a tocar sus cuerpos, así como fue en Tierra Santa, en cada lugar por donde pasó su Maestro y Señor.

Y, en la hora que menos lo esperen, abriré la puerta de sus casas y Me verán, así como los apóstoles Me vieron en el Santo Cenáculo después de haber resucitado.

Yo reapareceré y cumpliré Mi promesa. En esa hora, el mal se estremecerá y gritará sin poder salir de sus profundos abismos, porque le daré la orden a San Miguel Arcángel de cerrar las dimensiones inciertas del planeta, porque Él verterá sobre el mundo una Fuente de Luz desconocida, nunca antes vista.

Pero esto no será una analogía ni una teoría, la Fuente de Luz que abrirá su Señor sobre el mundo será vista por todos, tendrá más poder y resplandor que el arco iris.

Y así, poco a poco, la oscuridad espiritual se disipará, los cuerpos enfermos se curarán, los ciegos que nunca vieron verán, muchos de Mis enemigos se convertirán. Y Yo estaré sobre un monte, semejante al Monte de los Olivos, para que todos Me vean venir en gloria.

Sé que aún a muchos les falta preparación para este acontecimiento. Pero no sean perfeccionistas, sean simples, así como es su Maestro y Señor, así como es Su Santísima Madre, así como lo es en la humildad San José.

Porque Dios está en lo que es simple y verdadero. Dios no sobresale por Sí mismo, porque Él se muestra donde vive y reina Su Amor, no solo en los Cielos, sino también en la Tierra. Su Amor se muestra y se manifiesta entre los hermanos y hermanas que se aman, que son capaces de dar la vida por sus amigos, así como Yo la di por ustedes.

Cuando Me tengan cerca en sus hogares o Me encuentren en sus caminos, en el momento y en el día menos pensado, ¿qué es lo que harán?  Porque Yo veré todo en ustedes, así como Yo vi todo en la Cruz, en el solemne Silencio de Dios.

Cuando estén cara a cara Conmigo, ¿qué es lo que Me dirán? ¿Harán lo mismo que María Magdalena, cuando encontró al Señor en el huerto del sepulcro? Así, Yo los llamaré a ustedes por sus nombres, como llamé a María Magdalena; así como Yo llamé a los apóstoles, porque tenían miedo por haberme abandonado.

¿Y cuántas veces, ustedes, Me habrán abandonado, a través del hermano que no aman, a través del servicio que no asumen, a través del paso que no se animan a dar, a través de la falta de la oración? Pero Yo no vendré a señalar esos hechos; Yo vendré con Amor y Misericordia, porque sé quiénes son los Míos.

Por eso, prepárense para encontrarme. Que sus vidas sean un espejo de gratitud, que ya no haya reclamos, que ya no sean mezquinos, que sean capaces de dar valor y honra a todo lo que les He entregado; porque, así como hoy Me escuchan, Me escucharán cuando los llame por su nombre, y sus ángeles de la guarda serán testigos de ese momento.

Por eso, deben recordar los Sagrarios de la Tierra, así como los ángeles los recuerdan todos los días y los adoran; para que sus corazones estén prontos para los primeros momentos del Retorno del Señor.

Porque, así como les mostré Mi verdadera Faz a algunos de Mis apóstoles en el Monte Tabor; así, cuando Yo retorne, les mostraré a los Míos sus seres queridos que han partido. Y, en ese momento, se sellará la alianza de Amor. Y, por sus esfuerzos y sacrificios, permitirán que muchos de sus seres queridos entren a Mi Reino, así como muchos ya entraron.

Ahora, el Cáliz del Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico está en Mis Manos. Es el Sagrado Corazón de Jesús que viene a ofrecer este Cáliz a la humanidad, para que sea llenado de las más preciosas ofrendas de Mis hijos; porque en la propia donación, de cada uno de los Míos, está la liberación.

Dónense y se liberarán, y la cruz de cada uno ya no será un peso, porque existen cruces peores en este mundo y muchas de ellas están en África. Y Mis hijos de África son valientes, porque su fe supera toda adversidad y el Espíritu Santo guía a los humildes de corazón.

Ahora, haremos lo que les He pedido, antes del momento de la Comunión Espiritual, en la que este Cáliz inmaterial estará atento a sus ofrecimientos: ofrecerán la adoración a Mi Eucarístico Corazón, para que el Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico reciba las ofrendas de los corazones.

Es así que Yo los bendigo en esta nueva etapa y en este nuevo ciclo, en los que Mi Amor deberá ser llevado a las naciones del mundo. Recuerden esto: el Amor de Nuestros Sagrados Corazones deberá ser llevado al mundo y a las naciones que más lo necesitan. No lo olviden, porque los próximos meses serán definitivos para evitar más sufrimiento en la humanidad y en el planeta.

Adoremos a Dios, el Creador, a través de Su Hijo Primogénito, el Señor de Israel.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo Soy el Señor de África y les doy de comer de Mi Cuerpo, les doy de beber de Mi Sangre a los que claman por ayuda, por ayuda espiritual.

Desde el desierto de Sahara hasta las tierras de Yemen, desde el corazón de Etiopía hasta Sudáfrica, se extiende Mi Poderosa Cruz, la Cruz de la libertad espiritual de las almas de África, servicio inimaginable que muchos no quieren vivir.

Porque no es solo ensuciarse las manos o ingresar en el mayor e inexplicable sufrimiento de los que no tienen nada, sino que Mi África tiene un tesoro que aún es desconocido por el mundo entero, que es el tesoro del corazón de Mis hijos de África, lleno de amor, aunque rodeado de sufrimiento; lleno de fe, aunque perturbado por la miseria; lleno de pureza y de inocencia, aun viviendo en la esclavitud.

El Señor de África retornará a Su pueblo, dando primero la gran señal de Su Advenimiento, a través de la poderosa Luz de la Cruz del Redentor que se extenderá por ese querido y amado continente.

Pocos son los que se han comprometido Conmigo para este arduo y difícil servicio por las almas de África.

¿Quién más responderá a Mi Llamado, dejando atrás sus emociones e inquietudes, asumiendo la antorcha de la Luz de Cristo que debe brillar e iluminar a toda África, a través de los servidores y de los misioneros?

¿Se han percibido parte de Mi Luz en el servicio humanitario por esta civilización de superficie?

¿Se han percibido parte de Mi Amor en cada lugar visitado, en donde la donación debe ser espontánea y auténtica?

Yo vengo como el Rey del continente africano, que guía a las almas de ese continente por medio del Cetro de Dios; porque más allá de lo que suceda en estos tiempos y de las agresiones que viven todas las naciones de África, todas las almas de ese continente están bajo Mi Luz. Por eso, Yo vendré primero por cada una de ellas, por las que Me sirvieron y por las que Me negaron.

Yo apareceré, en el fin de estos tiempos, de una forma inexplicable. Daré señales visibles, así como lo hice en Israel, para que Mis compañeros Me puedan reconocer.

Vendré de una forma más fuerte que la Luz Eterna, y volveré a hacer prodigios y milagros para los que no tienen fe.

Pero, sobre todo, viviré un gran momento con Mis hijos de África, cuando no solo los podré abrazar a cada uno con el poder de Mi Amor y de Mi Misericordia, sino que también Yo seré colmado por el amor de cada uno de ellos; porque su voz es escuchada en los Cielos, la voz de los pueblos de África resuena en los Oídos de Dios.

Por eso, confíen y tengan fe, el momento de la liberación está cerca y ni una lágrima más correrá sobre el rostro de Mis hijos del África.

Dichosos son aquellos que se donan por África; todos Mis servidores y compañeros que tienen claro lo que significa y representa, más allá de sí mismos, ese gran servicio por las almas.

Dichosos son los que llevan consigo Mi código de Amor; los que no les temen a las tinieblas, a la oscuridad, a la miseria o a la enfermedad.

Benditos son los que sirven en África sin tener miedo.

Benditos son los que sirvieron en África, en algún momento de sus vidas, porque el Señor tiene todo en Su cuenta y en Su Consciencia.

Esas son las perlas preciosas que son presentadas al Creador, a través del esfuerzo y del sacrificio transmutador de Mis misioneros, porque les aseguro que tienen parte Conmigo en el sufrimiento del Corazón del Redentor. Y cada vez que llevan adelante Mi servicio por las almas de África, retiran de Mi Corazón las espinas que Me hacen agonizar perpetuamente.

Porque no solo He dado a conocer al mundo Mi Misericordia; hoy, le doy a conocer al mundo el Corazón Doloroso de Jesús, a aquellos que tienen claro el Llamado que Yo les hago, el Llamado de atravesar las murallas del egocentrismo para donarse al mundo de forma verdadera, auténtica y simple.

Yo Soy Aquel que anuncia la llegada de lo nuevo a toda África. Porque el Señor del Universo nunca se cansa; hay tanto por hacer y tanto por servir, que Mis apóstoles, Mis verdaderos apóstoles, no tienen tiempo de pensar en sí mismos, porque su tiempo es colocar al otro primero, hasta en lo más pequeño e invisible.

Si sus consciencias parten de este principio, que hoy les presento, no le temerán a ninguna otra misión o desafío que Yo les coloque y podrán ser testimonios vivos de Mi Presencia en el mundo, en los lugares donde existe el verdadero sufrimiento, en donde falta la paz, el amor y la tolerancia.

Esto es lo que Yo tengo para ofrecerles, que tengan parte Conmigo en este final de los tiempos, a través del servicio humanitario y a través de la donación de ustedes.

Porque un verdadero misionero nunca se adelanta; un misionero de la Luz prevé el Plan, lo hace parte de sí y lo interioriza, para que ese Plan se materialice y se cumpla, así como está escrito en los Cielos desde el principio.

Porque un misionero de la Luz siempre está preparado, disponible incondicionalmente, tiene su corazón pronto para enfrentar Conmigo el fin de los tiempos. Y el centro de su principio es la Llama insondable de Mi Amor, que nunca se extingue dentro de sí; porque es la Llama de Mi Amor insondable e invisible que lo guía y que lo conduce, es la Llama de Mi Amor la que le otorga el discernimiento, la ciencia y la sabiduría para saber escoger.

Por eso, después de este 8 de agosto, vengo a ofrecerles esta síntesis.

Espero a los corazones que ya se decidieron a estar disponibles para Mí hasta el fin, sea donde sea, no importando el lugar, el momento o la situación. Con ellos haré nuevas todas las cosas y la Luz de Mi Corazón siempre será abundante para aquellos que se confirman Conmigo, día a día.

Yo les daré el poder de Mi Fortaleza para que Me sirvan donde Yo los necesite. Porque no solo podrán ser la Luz de Cristo en la Tierra, a través de las manos que se donan y abrazan en sí mismos el sufrimiento para transformarlo en alivio, amor, cura y redención; sino que a los misioneros que son decididos, Yo les otorgaré Mi Pensamiento Divino para que construyan Conmigo espiritualmente las bases de Mi Retorno.

Si se sienten estancados, bloqueados o incluso cerrados, pregúntense a ustedes mismos:

¿Cómo está mi servicio al Señor? ¿Es auténtico? ¿Es fuerte? ¿Es un servicio decidido?

¿Estoy realmente disponible para el Plan?

No le teman a la transformación; desde ahora, cambien el concepto y la idea de lo que eso realmente significa. Si doce pescadores se convirtieron en Mis apóstoles; hoy, en este tiempo final, ¿ustedes, en qué se podrían convertir?

Mis Gracias han sido abundantes e infinitas para todos.

Mi Amor ha sido amplio y profundo para todos los corazones.

África y el mundo los esperan para que sean puentes de solución, puentes de reconciliación, para que sean centros de amor y de luz en el mundo. Así, permitirán que Yo pueda obrar sin condiciones; y les mostraré, les haré sentir lo que significa y representa la alegría de servir a Dios, sin nada a cambio.

Hoy, finalizan las escuelas preparatorias, mañana comienza la escuela de la madurez y de la entrega absoluta.

Yo vengo aquí a lanzar las semillas en los corazones que se ofrezcan como tierra fértil para que puedan sembrar en sí mismos Mis tesoros. Y como árboles de luz, algún día, den Mis frutos en abundancia; como algunos de los Míos, en estos tiempos, están dando frutos en abundancia y con esfuerzo, pero no es suficiente. Debo reunir a los 144 000 de los cuatro puntos de la Tierra para que esperen Mi llegada y Mi Retorno sea anunciado al mundo, como hoy Yo se los anuncio a ustedes una vez más.

El tiempo de Mi reaparecimiento se aproxima y Me encontrarán entre los humildes y los simples, entre los refugiados y los descartados; Me encontrarán entre los niños, los jóvenes y los adultos que gritan por esperanza. Nunca Me verán en los palacios o en las iglesias.

Yo les dije una vez, como les dije a Mis apóstoles, que el Reino de Dios está dentro de cada uno de ustedes y es allí donde Yo quiero estar para siempre.

¿Sus corazones están dispuestos a recibirme eternamente?

No necesito respuestas. Yo necesito confirmaciones y predisposiciones, es así que estarán entendiendo lo que Yo les digo por Amor, es así que formarán parte de Mi Gobierno Espiritual y serán Mis instrumentos sobre la superficie de este planeta para que el verdadero Gobierno Espiritual de Cristo descienda a la humanidad, enmiende los errores de todas las guerras que hoy se viven, extirpe la impunidad de muchos gobernantes y alivie a las grandes multitudes y pueblos que viven la opresión y el mal en estos tiempos.

Yo les prometo que vendré como la Nueva Aurora, como aquella aurora que aparece en el firmamento; así también aparecerá Mi Santísima Madre y muchos la verán desatando los grandes nudos del planeta en las cúpulas de las iglesias y en lugares inimaginables.

Estén atentos a las señales del corazón, porque todo está permitido.

Hoy, el Señor de África les deja este Mensaje. No lo tomen como una advertencia, tómenlo como una oportunidad de preparación, la última y gran preparación después de este ocho de agosto, cuando lo último del Apocalipsis se desencadenará.

En esa hora más difícil, que ya vive el mundo, es cuando Yo retornaré como el Señor de la Noche, pero también como el Señor del Sol. Los creyentes o aun los ateos no podrán ocultar Mi Presencia.

Felices serán eternamente los que verán Mi Retorno. Bienaventurados serán para siempre los que se hayan esforzado por Mí hasta el final, aun sin saber cómo hacerlo.

Porque, en esa hora más difícil del planeta, como fue en Pentecostés, Yo les mandaré al Gran Consolador, el Divino, el Eterno y Sublime Dios, para hacer de sus corazones y almas grandes fortalezas, que como soldados de la paz y guerreros de la Misericordia sirvan a Cristo en el fin de estos tiempos, porque así harán triunfar a Mi Corazón cuando estén decididos.

Con todos Mis tesoros en sus corazones y almas, hagan valer y honren Mi Presencia en el mundo porque, así como llamé a los doce a las orillas del Mar de Galilea, hoy los vengo a llamar a todos para que estén a Mi lado y sigan Mis Pasos, los pasos de su propia liberación.

Por todos los que son esforzados, les agradezco.

Por todos los que están confirmados, los bendigo.

Por todos los que sirven a los pobres entre los pobres, por todos los que sirven a los que deben recuperar sus valores y su dignidad humana, haciendo de cada servicio un momento de gran fraternidad, los alabo y los honro en nombre de Mi Padre Celestial.

Porque las señales de su sacrificio y entrega quedarán marcadas en los Cielos y sus espíritus después de este gran servicio en el planeta retornarán al origen, donde servirán a la Fuente Creadora con toda la experiencia del amor y de la redención vividas.

Y todo ese legado, que es de cada uno de ustedes por sus propios esfuerzos y entregas a Mí, se convertirá en una nueva estrella en este vasto cosmos. Y los que vendrán después, en los próximos tiempos, después de que hayan nacido en esta Tierra y formen parte de la Nueva Humanidad, mirarán al cielo en la noche y verán muchas estrellas, como ustedes hoy las ven en el cielo. Y esas almas, recién encarnadas, reconocerán el legado que ustedes habrán dejado en nombre de Cristo, su Señor. Amén.

Preparémonos para esta Comunión Espiritual con alegría, reafirmando el Llamado de su Señor en sus corazones. Y lo haremos a través de una canción, la canción que representa Mi Llamado para cada una de las almas, aquella canción que relata el pasaje de Cristo como pescador de almas a las orillas del Mar de Galilea.

Eso es lo que quiero que Me canten, porque no se olviden de que Yo Soy con ustedes, y ustedes pueden ser en Mí.

Yo Soy el Nazareno, Aquel que predicó, Aquel que anunció la Buena Nueva, que curó y que liberó a los corazones. Soy Aquel que multiplicó los panes y los peces, Soy Aquel que caminó sobre las aguas; y que los invita a hacer lo mismo por el triunfo del Reino de los Cielos.

Los bendigo y les vuelvo a dar Mi Paz, la Paz que siempre los fortalecerá para seguir adelante, confiados, sin miedo a nada.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN NAZARET, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 104.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

A través de los océanos, Mi Consciencia se espeja en la humanidad y puede reflejar en los seres humanos el gran estado de la Consciencia Crística. Es ese estado espiritual e interior que Yo busco implantar en toda la raza humana a través de los tiempos y por medio de los impulsos que Yo les traigo para este ciclo.

Hoy, Mi Corazón y todo Mi Ser ya están en África, al igual que sus mundos internos y sus oraciones también lo pueden estar para acompañarme en esta osada tarea de redimir el continente africano y de generar, en todos los pueblos de África, el alivio del sufrimiento y la recuperación de la paz.

Por esa razón, hoy estoy aquí, pero en Espíritu y en Omnipresencia también estoy en África, tratando con asuntos muy importantes y espirituales que hasta los días de hoy sus consciencias desconocen.

Una vez más, Yo los invito a amar el misterio a través del Amor que les ofrezco. Así, podrán sentir, en su mundo interior y en su consciencia, los impulsos que Yo les traigo para que aprendan a reconocer Mi Voluntad; la Voluntad que ya está escrita en la Consciencia del Padre Eterno y en todos Sus Ángeles y Arcángeles; esa Voluntad que intenta implantarse desde los orígenes del planeta, desde el comienzo de la humanidad.

Por esa razón, Mi Consciencia Divina trabaja, desde los orígenes de la Tierra, por este Proyecto Humano que fue pensado amorosamente por el Creador.

Pero deben saber algo importante: este es el tiempo de poder corregir a la humanidad, no con Justicia, sino con Misericordia, para que ella reencuentre el camino que perdió hacia su evolución y despertar.

El continente africano guarda tesoros muy importantes, tesoros preciosos y desconocidos hasta los tiempos de hoy. 

Es Mi tarea, y también es Mi deber revelarles esos tesoros a través de la riqueza espiritual que guardan muchos corazones de África. Una riqueza espiritual que no solo fue explotada y retirada de forma injusta e impune, sino una riqueza espiritual que también fue sepultada, fue silenciada y fue esclavizada por los países y por las consciencias que rigen infelizmente a esas naciones de África.

En Mi Retorno, Yo vendré con un Gran Proyecto para poder realizar y concretar. Uno de esos Proyectos, que guardo en Mi Corazón, es el resurgimiento de la consciencia espiritual de África, lo que ella representa para el Padre Eterno desde el principio y todo el legado que aún nadie conoce. 

Esos tesoros, de los cuales les hablo, no son materiales, sino profundamente espirituales y, hasta diría, suprafísicos.

Esos tesoros permitirán que el planeta, como alma y como consciencia interna, pueda regenerarse y así permitan que surja la Nueva Humanidad; que no es la humanidad de este tiempo, porque esta es una humanidad en transición, en prueba, es una humanidad en sufrimiento y en agonía. 

A través de Mi Divina e Insondable Misericordia, vengo a abrir las puertas en aquellos lugares que están cerradas: las puertas de la luz, las puertas de la consciencia, las puertas de la Gracia y de la cura para aquellas consciencias, almas y corazones que verdaderamente lo necesitan, como son Mis hijos predilectos de África.

Por eso, el comienzo de esta misión en Angola, en esta etapa, será muy significativa y no será igual a las experiencias anteriores que fortalecieron el espíritu del servicio misionero.

Ahora, es un tiempo de hacer despuntar y también de hacer concretar lo que el Padre necesita materializar en la superficie, lo que ustedes ya conocen como Sagrados Puntos de Luz, que no solo beneficiarán a África, sino también al mundo entero. Y esto le demostrará a toda la humanidad, una vez más, el sacrificio de las consciencias de África que no pierden la fe y la esperanza en Mi Corazón, que solo tienen a Mi Corazón para poder sobrevivir.

Por eso, Mi Corazón se dona una vez más, así como lo hizo una vez en Ruanda. Ahora, vengo por toda África, por todas las naciones de África, por todos los pueblos y por todas las culturas. 

Ha llegado el tiempo de que la humanidad reconozca los errores que cometió con África y los pueda corregir y enmendar, no solo de forma material, sino también de manera espiritual. 

Para eso, Yo estoy aquí como el Abogado de Dios, como el Mediador y el Intercesor entre las almas justas y las almas injustas. Yo estoy aquí a través de Mi Divina e Insondable Misericordia y por medio de la Luz de Mi Gracia para hacer resurgir la esperanza en aquellos que la perdieron y que hoy no tienen nada. 

Por eso, los pasos que se darán en este ciclo serán importantes, serán pasos que determinaran los próximos tiempos, determinarán los próximos ciclos y, diría, los próximos acontecimientos.

Por eso, deberán estar atentos y vigilantes. Y como Mis apóstoles, servidores y misioneros llamados a vivir el Plan de Dios, deben llevar adelante el Propósito de su Maestro y Señor de sembrar en los corazones y en las almas el Amor Crístico y, a través de ese Amor Crístico, insondable, infinito e inextinguible, permitir que las almas sufridas reencuentren la esperanza, la fe y la alegría de vivir en este mundo, y que al mismo tiempo puedan reencontrar las virtudes y los dones que hoy desconocen.

Por eso, a través de la fundación de Mi Obra en Sudamérica, hoy se crea un puente de luz, de unidad y de hermandad entre Sudamérica y África para que Europa también se pueda unir a este propósito y el continente africano ya no sea usado como desecho, como basurero de las consciencias que más sufren, sino que toda Europa y el hemisferio norte finalmente den el paso para cerrar la deuda espiritual que aún tienen pendiente con toda África.

Yo les dije, desde el año 2017, de la importancia de llegar a África. Sucedieron algunos movimientos, pero no fueron suficientes; se vivieron algunas experiencias, pero no fueron suficientes. Es hora de que cada consciencia europea, de que cada miembro del hemisferio norte coloque su corazón y, sobre todo, su vida incondicionalmente al servicio de los que más lo necesitan. Eso le demostrará a su Maestro y Señor que están comprendiendo Mi Mensaje y que Mi Mensaje no se pierde con el tiempo o no queda solo guardado en la memoria.

Es hora de actuar con prontitud y determinación. Ustedes, soles en la Tierra que ya están despiertos, saben lo que deben hacer y dónde deben estar. No se resistan, que los europeos no se resistan, que abran sus corazones y puedan saldar las deudas que tienen con África.

Alguien debe dar el paso, y son ustedes que lo deben hacer por aquellos que nunca darán los pasos, por aquellos que nunca mirarán con misericordia y ni siquiera con compasión a los hermanos sufridos de África. 

Yo los invito a repensar sus actitudes y sus intenciones. Yo los invito a colocarse definitivamente en el camino de la concreción del Plan.

Ahora, los tiempos apremian. Por eso, deben estar atentos para no perder los impulsos, para no perder todo lo que Yo les traigo en este tiempo. África espera, hace mucho tiempo, este momento y no podrá esperar más. Por esa razón, Yo estoy aquí para recordárselos, para hacerles saber que este es el tiempo de la acción.

Que esta Maratón de la Divina Misericordia prepare este momento inmediato que tanto espero ver concretado a través de ustedes. Un momento de servir sin condiciones, de donarse sin condiciones, de hacer algo sin condiciones por aquellos que sufren, por los hermanos de África.

Ya no puedo escuchar ni tampoco ver a los niños de África que esperan manos y brazos que los acojan, que se aproximen, que los contengan y, sobre todo, que los amen y los sirvan. Ellos esperan amor y no solo pan. 

Por eso, es importante que cambien sus conceptos sobre lo que es la vida de la sobrevivencia. Es importante que entiendan que en los corazones de África existen tesoros desconocidos e importantes.

Si ese movimiento de servicio permanente al continente africano sucede en estos tiempos, por la colaboración y la donación de todos, permitirá que la deuda espiritual de Europa y también de otras regiones del planeta sean aliviadas, permitiendo que la consciencia africana sea reparada y reconstruida espiritualmente.

No solo deben tener un gesto de buena voluntad, eso no es suficiente para Mí; deben tener un gesto de concreción, de prontitud y no de resistencia. Tienen Mis tesoros y Mis Gracias sobre ustedes, en sus corazones y almas. 

Por eso, les digo a Mis apóstoles: este es el tiempo de actuar y de no permitir que Mi enemigo avance en este mundo y, sobre todo, en aquellos pueblos y naciones condicionados por los sistemas corruptos de este mundo. 

No les pido que hagan grandes cosas, les pido que hagan movimientos y acciones con amor. Allí está la llave de la redención.

Después de aquí, después de este Mensaje y a través de sus oraciones a la Divina e Insondable Misericordia de Mi Corazón, retornaré a África para seguir trabajando, así como lo vengo haciendo en estos días, preparando el continente para una nueva etapa. Pero esa nueva etapa se dará y se concretará a través de la colaboración y, diría, del entusiasmo de aquellos que comprenden Mi Mensaje y no solo lo escuchan.

A través de esta Maratón de la Divina e Insondable Misericordia, les puedo decir, compañeros Míos, que el mundo vivirá un Juicio ante lo que hoy vive y padece África. No esperen que los que se dicen poderosos, o aun los que explotan a toda África, puedan cambiar; el cambio, compañeros, comienza en ustedes, en el anónimo servicio a los demás.

Eso concederá al mundo una amnistía espiritual desconocida e inexplicable, y África se podrá levantar y reerguir como el pueblo y la cultura que representa para Dios.

Yo rezaré para que ustedes, Mis compañeros, den los pasos, en especial todos los miembros de esta Obra que pertenecen a Europa. No es suficiente que uno, dos o tres consciencias hagan un movimiento por África, todos son responsables de la deuda espiritual.

Yo los invito a asumir la cruz, así como Yo la asumí por ustedes. Pero les aseguro que no vivirán el peso ni el calvario que Yo viví por ustedes. Siempre estaré allí, a su lado, para sostenerlos, para impulsarlos, para transformarlos, para convertirlos en Mis apóstoles de los últimos tiempos.

Sean valientes y no retrocedan. 

No le teman a la cruz ni tampoco al sufrimiento, teman estar lejos de Dios y absorbidos por la ilusión del mundo.

Ustedes tienen los tesoros del Padre, a través de Nuestras Palabras y de Nuestras Apariciones han recibido esos tesoros; ahora hay que colocarlos al servicio de los demás, de los que más los necesitan, de los que más los esperan desde hace tanto tiempo. 

Yo estaré allí, esperando sus pasos definitivos.

Ahora sí, retorno a África como Consciencia Espiritual y Divina, esperando que más consciencias asuman un servicio maduro y no pasajero. Recuerden que África tiene una gran herida espiritual y física que aún no fue cicatrizada. La presencia de Mis apóstoles, de Mis servidores y misioneros generará la cura de esa situación inexplicable para todos.

Solo el Amor sanará el dolor.

Los animo a seguir adelante.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 102.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mientras las tinieblas hacen sucumbir al planeta, hoy vengo como la Gran Consciencia Solar a dar vida y renovación a las almas, a detener a los infiernos de este mundo.

Hoy, vengo como la Gran Consciencia Solar para que las almas se vuelvan hacia Dios, para que los corazones que no se arrepintieron, se arrepientan.

Hoy, vengo como la Gran Consciencia Solar a traerles cura a los corazones heridos, a darles abrigo a los exiliados y refugiados, a calmar el llanto de los inocentes, de todos los niños de la guerra.

Yo vengo como la Gran Consciencia Solar a despertar a los corazones dormidos, a traer sabiduría a las mentes cerradas, a nutrir con Mi Luz Solar a los espíritus.

Hoy, vengo como la Gran Consciencia Solar a traer esperanza a los que la perdieron, a entregar Mi Amor a los que no lo tienen, a entregar Mi Misericordia a aquellos que no la merecen. Porque Yo Soy la Gran Consciencia Solar que proviene del corazón del universo y que, cruzando dimensiones y planos de consciencia, hoy llega a Europa y al mundo entero para decirles a todos: ¡persistan!, porque el triunfo de Mi Corazón está cerca, aunque en este momento no lo parezca.

Por eso, este es el tiempo de los apóstoles, este es el tiempo de aquellos que darán la vida por Mí, no solo dando testimonio de Mi Palabra y de Mi Presencia, sino dando la vida por Mí donde sea necesario, en el lugar y en el momento que Yo los necesite, porque hay mucho que ayudar en esta humanidad.

Y mientras los conflictos y las guerras se desatan, muchos Ángeles de las Naciones ya no pueden hacer nada. Y el Ángel de la Ira de Dios se quiere precipitar sobre el mundo con más de miles de rayos, trayendo la fuerza de los elementos cósmicos y solares para poder corregir al mundo. Pero, las oraciones de los consecuentes y justos, el servicio de los abnegados e incondicionales, aplacan la furia de ese Ángel del Universo. 

Pero este Ángel no quiere imponer un castigo, sino una severa corrección, ya que el mundo no ha escuchado el Mensaje ni la advertencia del Cielo y las almas siguen viviendo de la misma forma, con los mismos modos y hábitos, como si lo espiritual y lo divino ya no importaran.

Por esa razón, Mi Madre Celestial, como ha sido en estos últimos días, se coloca entre el Ángel y ustedes para poder intervenir. De esa forma, se desata un Juicio Universal, la primera etapa de este Juicio que ya comenzó a vivir la humanidad.

Pero mientras las armas y las ideas de destrucción y de conquista se lleven adelante, ¿quién podrá detener a este Ángel de la Ira de Dios? Porque el mundo, y sobre todo la humanidad, ya vive fuera de la Ley desde hace más de dos mil años, y para muchos Ángeles Creadores, el precio de Mi Sangre derramada parece que no lo justifica.

Por eso, a través de los ángeles que hoy Me acompañan, y en especial el Ángel de Portugal, vengo a implorarle al mundo un cambio en la consciencia y sobre todo en la actitud, porque no conoce las Leyes Superiores y menos conoce las Leyes Divinas.

Necesito que este Mensaje sea difundido en el mundo y que puedan escuchar muchas veces lo que hoy les digo, porque cielo y tierra pasarán, pero Mis Palabras permanecerán en los corazones abiertos y adheridos para ofrecerse a construir el Retorno de Cristo.

Con estos ángeles que hoy Me acompañan, junto con el Ángel de la Paz, imploramos al Padre Celestial para que los méritos de la Misericordia de Cristo sean contemplados, en honor al sufrimiento que Yo padecí por ustedes en la Cruz.

Para aplacar el poder del Ángel de la Ira de Dios, hoy vengo a exponerles Mi Corazón Espinado, gravemente ultrajado por las guerras y conflictos del mundo y, en especial, por las almas que generan las guerras y que se han condenado al fuego del infierno, aliándose a Mi enemigo.

¿Quién hará lo mismo que Yo hice por ustedes?

¿Quién dará la vida por los amigos como Yo lo hice por ustedes?

¿Quién será capaz no solo de tener el corazón pronto para lo que sea o de entregarle algo más al Señor, sino quién será capaz de vivir algo que no merece por amor, por la salvación de la humanidad?

Pero sí les digo una cosa: no sean ingenuos para que no sean ignorantes. El ofrecimiento que Yo les hago es en lo más pequeño y hasta en lo más simple, en los lugares donde a veces sus corazones se resisten a colaborar Conmigo, aunque no se den cuenta de que Me están sirviendo a través de sus hermanos.

Uniendo los esfuerzos que se necesitan en estos tiempos de tribulación, Mi Consciencia Solar podrá ayudar más al mundo y a la humanidad para que la Ley de la Divina Misericordia se perpetúe y se cumpla en las almas más necesitadas de Luz.

Que esta Maratón de la Divina Misericordia, que en estos días están orando Conmigo a las puertas de la reapertura de los Centros Marianos, sea una Maratón de súplica, de ruego y de intervención junto con los Ángeles de la Guarda de cada uno de ustedes, a fin de que esta situación en Europa del Este no se precipite por un absurdo egoísmo de los hombres, por una impunidad que ya no tiene lugar en estos tiempos y que deberá ser erradicada de la consciencia humana para siempre. 

Porque cuando Yo retorne al mundo, en este próximo tiempo, podrán comprender y ver lo que es el verdadero Poder de Dios, que no está basado en la imposición ni en la autoridad; el Poder de Dios que es nutrido en su centro por el Amor Universal que, como una sublime esfera de consciencia, emana sabiduría y discernimiento a todas las dimensiones y planos.

Hoy, estoy en un lugar diferente al que se han acostumbrado a verme. Estoy en otro espacio de la Comunidad Flor de Lys, que es el más importante para Mí, porque representa la casa de la vida consagrada. Por esa razón, les pido, en esta íntima analogía, que recen por todos los misioneros consagrados a Mi Plan de Redención, porque tanto en África como en Medio Oriente y en Europa, algunas almas de esta Obra, que Yo he formado y fundado a través del esfuerzo, se ofrecerán a dar la vida por Mí, más allá de lo que signifique y represente el servicio que Me ofrecerán para el alivio y la paz de los corazones afligidos.

Desde hace dos mil años, cuando era solo un niño en los brazos de la Madre Celeste, cuando fui llevado a Egipto para ser protegido, no solo Nuestra Familia fue la primera familia refugiada del mundo, sino que también Mi Corazón, desde ese momento hasta el presente, siente pesar por el sufrimiento y el dolor de África, que es la próxima etapa, es la próxima misión que, a pesar de la distancia o del momento, invitaré a vivir a cada uno de ustedes para que la deuda espiritual de África sea aliviada y para que nunca más ningún ser humano, en África o en ninguna otra parte del mundo, sea capaz de tirar una vida a la basura, porque el género humano ha llegado a desmerecer la vida hasta ese punto, por su gran ignorancia y hasta por su gran maldad, por no conocer la esencia de la vida.

Quisiera que tuvieran presente Mi aspiración de que cuando se abran las puertas para las misiones en África, existan manos, brazos y piernas que se ofrezcan a caminar por ese continente para rescatar a los inocentes y perdidos, a los que son descartados en los basurales del mundo.

Si supieran qué es lo que siente el Padre cuando una vida es descartada o abortada, les aseguro que nadie sería capaz de hacerlo, porque desafiaría su evolución y hasta su destino, desviando su propósito del Camino de Dios y asumiendo una deuda espiritual impagable, que solo Mi Divina e Insondable Misericordia puede curar.

Teniendo consciencia de esto y colocando esta situación en esta Maratón de la Divina Misericordia, los invito una vez más a abandonar sus pequeñas miserias, a dejar atrás sus resistencias e incomprensiones y a colocar la consciencia madura en donde verdaderamente existen el sufrimiento y el dolor en el mundo, para que puedan crecer como apóstoles conscientes y disponibles para servir donde sea necesario y cuando sea necesario.

Yo les aseguro, como la Gran Consciencia Solar, que si más almas pusieran atención en todo esto, no habría razón de que existieran guerras, exilios, hambre, sufrimiento, locura o hasta adversidad, porque todos serían más fraternos, unos con otros, y siempre serían impulsados por el Amor de Dios que a través de los tiempos ha golpeado la puerta de sus corazones, ha llamado a sus almas innumerables veces para poderlos despertar a la Verdad, una Verdad que ha sido sepultada en la consciencia del mundo.

Por esa razón, solo con Mi Retorno muchas situaciones serán reparadas y exorcizadas, y un nuevo Gobierno Espiritual emergerá del corazón de todos los que tuvieran fe en Mí hasta el fin de los días, para que aprendan a vivir en comunión con el universo y con la Confraternidad, sin necesidad de seguir perdiendo el tiempo y la oportunidad de elevar la consciencia de todo este planeta hacia la cuarta dimensión. 

Porque cuando tengan la Gracia de ver en la cuarta dimensión, no solo comprenderán la Pasión de Cristo, sino también comprenderán en qué punto se encuentra la humanidad en este momento, un punto de inflexión que se vuelve irreversible.

Por eso, no dejen de orar; que sus labios no se cansen de orar y de pedir a los ángeles del Cielo que intervengan todo el tiempo, porque no solo las almas deberán ser protegidas de la guerra, de la impunidad y del asedio, sino también los más inocentes y pequeños deberán ser protegidos y amparados de ser descartados por sus propios padres en los basurales del mundo.

Si muchas más naciones en el mundo se aferran al ideal de la ley del aborto, ¿cómo se justificará que más guerras no deban suceder o que bombas nucleares no deban activarse?

Después de 1945, con la gravísima deuda espiritual de los Estados Unidos a través de la bomba atómica, la humanidad demostró al universo que sabe autodestruirse y que impuso a través de sistemas corruptos la comercialización e instrumentalización de las armas, para justificar la supuesta libertad de los pueblos y de las naciones.

Pero, compañeros, despierten, estamos en el fin de los tiempos. Desde el Huerto Getsemaní, cuando bebí el cáliz por ustedes y por la humanidad, no esperaba, se los confieso, que el mundo llegara a este momento y que fuera capaz de ir tan lejos, más lejos de lo que fue hace más de dos mil años atrás, crucificando a su Mesías, martirizando al propio Dios, Aquel que los creó desde el origen.

Por eso, una vez más, ese propio Dios, que se hizo carne y se hizo hombre a través de Su Hijo, vuelve a decirle al Padre: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”.

Es hora de estar en las filas del Armagedón, porque mientras pasa el tiempo, no solo el tiempo termina, sino que los acontecimientos se precipitan y las personas no cambian.

Que la Verdad Suprema penetre todos los espacios y consciencias, a fin de que el sacrificio del Hijo de Dios y toda Su Sangre derramada en el camino del Calvario hasta la Cruz justifiquen las atrocidades de estos tiempos, alivien el llanto de los niños y, especialmente, de los no nacidos, para que la Santísima Virgen María restablezca el espíritu del amor maternal en las consciencias que hoy ya no saben amar, para que la vida sea respetada y amada, para que la vida de los inocentes ya no sea descartada, para que la pobreza en muchos lugares del mundo ya no sea la causa de desesperación y de falta de paz.

Que la verdadera Justicia, que proviene de la Fuente Divina, equilibre la balanza de la desigualdad. Porque Mi gran deseo es no escuchar ya el llanto de los niños de la guerra, el llanto de los inocentes descartados en los basurales del mundo.

Aprendan a amar la vida y algún día aprenderán a apreciarla. Mientras la vida sea utilizada como justificación para generar la muerte o la impunidad, el mundo no alcanzará la cura de todas sus enfermedades. Por eso, agradezco a los que han sido conscientes hasta ahora y, semana a semana, han rezado por los no nacidos. Allí está la respuesta de por qué el mundo está como está. 

Y, aunque Mi Corazón y el Corazón de Mi Madre se desgarren por dentro, así como Mi Corazón fue desgarrado en lo alto de la Cruz, Nuestro Amor es inconmensurable e incomprensible, porque viene a dar vida a lo que está muerto en aquellos que creen estar vivos.

Oremos al Padre Celestial. 

Que cada uno haga su oración al Padre, en lo más íntimo de su ser, en el silencio del corazón. Los escucho.

Que sus almas oren al Padre Celestial para que todos los errores reciban la expiación que necesitan.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Repitamos la oración que Jesús nos enseñó:

 

Ángel de la Ira de Dios, 
calma Tu corazón dolido,
recibe el fuego de nuestro amor
y establece la paz.
Amén.

 

Vayan en paz, meditando sobre Mis Palabras y concretando Mis aspiraciones.

Sean bien conscientes de esto, para que no sea un Mensaje más, sino la proyección de una próxima etapa que todos son llamados a vivir.

Les agradezco por tener el coraje de escucharme.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.  

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL PRIMER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En este día de la entrada triunfante de Jesús en Jerusalén, en solemnidad y reverencia, vamos a prepararnos para recibir a nuestro Rey a través del cántico “Pater Noster”.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ha llegado el día del Juicio Universal y, cada día que pasa, ese momento se aproxima a la humanidad. Pero no piensen que ese momento, ese gran acontecimiento universal, podría ser un castigo para el planeta o para todos sus habitantes.

Este es el tiempo de la corrección para que la energía de la impunidad y de la injusticia mundial sea erradicada de la consciencia humana y, de esa forma, sea liberada de todos los habitantes de la superficie del planeta.

Por eso, ese día se aproxima y, todos ustedes, con sus propios ojos, ven suceder esos acontecimientos, eventos muy dolorosos para el Padre Eterno, situaciones muy inexplicables para millones de almas en el mundo.

Pero en este día, en el que Me reciben y Me glorifican, una vez más vengo a concederles la amnistía espiritual, no solo para los presentes, sino también para todos los que Me escuchan en este momento y que creen en la Palabra del Señor.

Por eso, estamos, no solo como planeta, sino también como universo, en un gran momento de inflexión, en el que las corrientes poderosas del universo, a través de la manifestación de los Ángeles y Jerarquías, se movilizan silenciosamente para auxiliar en este momento a la humanidad.

Y aunque, en este momento, la guerra, la persecución o la muerte, sean noticia en todo el mundo: 

 ¡Levántense, compañeros, porque el día de su redención está próximo!

¡Levántense, compañeros, porque los Cielos se abrirán cuando Yo Retorne al mundo!

¡Levántense, compañeros, y sostengan con fe el estandarte de Mi Paz!

Han venido, en este tiempo y en este momento planetario, a vivir por Mí estos acontecimientos. Por eso, como Mis sagradas ovejas y como Mis amados apóstoles, serán colocados por Mí mismo en donde Yo los necesite; eso permitirá que su Maestro y Señor ingrese en aquellos lugares del mundo en donde más se necesita, no solo de Paz, sino también de Misericordia.

En esta Sagrada Semana, culminante para Mí, pero también definitiva, los invito a ingresar en el mismo Espíritu Crístico del Amor, para que la compasión en sus vidas les muestre y les revele la verdadera necesidad de estos tiempos, que ustedes saben, amados Míos, que no se restringe a sus purificaciones o pruebas, sino a la imperiosa necesidad de servirme, de anunciarme y de testimoniarme en el lugar del mundo que Yo necesite.

Por eso, lo más importante en esta Sagrada Semana es que, además de que sus corazones ya tienen que estar prontos, sus corazones ya deben estar abiertos para escucharme, porque Cielo y Tierra pasarán, pero Mis Palabras permanecerán vivas y latentes en los corazones que confían en Mí.

Ahora, que están a las puertas del Templo de la Iglesia Celestial del Padre, preparemos este momento, bendiciendo este altar que han ofrecido a Mi Corazón, a través de una amorosa pero simple oferta de dos almas que Yo he escogido, para que, en nombre de la humanidad y en nombre de Mi amada África, glorifiquen al Señor a las puertas de la Nueva Jerusalén, en donde todos están siendo contemplados y recibidos por el Padre Celestial, Adonai, a través de la Presencia de su Maestro y Señor.

Los invito a colocarse de pie.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y vamos a traer en este momento el incienso que será ofrecido a Nuestro Señor, en el comienzo de esta Sagrada Semana, por las hermanas de Etiopía, Marta y Tseguereda. Pueden venir aquí, delante de Nuestro Señor.

Mantengamos la concentración, a pedido de Cristo, para que nuestra consciencia no se desconecte de Él, sino que, a través de Él, sostengamos este momento de intervención planetaria en este primer día de la Sagrada Semana, que Nuestro Señor hoy bendice y abre para todos.

 

Hoy, Mi Corazón reúne aquí la universalidad de todos los pueblos y razas que, a través de los tiempos y de las generaciones, participaron de la sagrada oportunidad del Proyecto de Dios a través de las culturas, de las razas y de los pueblos, así como fue con el pueblo de Israel.

Este incienso, que hoy están ofreciendo a su Maestro y Señor, representa el mayor ofrecimiento para este ciclo preparatorio del Retorno de Cristo, en el que las almas del mundo se unen a Mí, para preparar este sagrado momento de la llegada del Mesías, el Salvador y Señor del mundo.

Por eso, este incienso traído de las tierras de Etiopía, no solo glorifica al Señor como fue en la Gruta de Belén, sino que prepara el gran momento planetario durante el Viernes Santo, en el que su Maestro y Señor volverá a morir por ustedes para que tengan vida en abundancia y vivan a través de Mí.

Yo santifico estos elementos, así como santifico este altar y a todos los que escuchan en este momento.

Que vuelva a despertar en ustedes la esperanza, esperanza que los llevará a la Paz y a la Luz de Dios, porque el fin del calvario está próximo y tendrán parte Conmigo en la Sagrada Mesa del Retorno de Cristo, en donde junto a los ángeles, santos y bienaventurados gozarán eternamente de la Presencia del Señor.  

Que suenen los Campanarios del Cosmos. Que se abran las puertas y las dimensiones en este mismo momento para que, a través de San Miguel Arcángel, San Gabriel Arcángel y San Rafael Arcángel, las almas reciban en lo más profundo de su ser Mis impulsos de cristificación y santidad, por la victoria y el triunfo de Mi Corazón por los siglos de los siglos. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Turíbulo.

Cristo les está pidiendo a las hermanas que oren el Padre Nuestro en amárico, como oferta para la importante tarea que Él tendrá en África, a través de esta Obra, en algunos países de ese continente y para que, muchas más naciones africanas puedan recibir los códigos regeneradores del Amor y del Perdón.


 

A través de estas consciencias, su Maestro y Señor bendice a todos los exiliados y refugiados del mundo, en especial a aquellos que escapan de la guerra, del peligro y de la adversidad para que, en Mi Nombre y por Mi Nombre, reconstruyan sus vidas y sus familias para siempre. Amén.

 

“Adonai, Padre Amado,
que escuchas en Tu silencio
la voz de Tus hijos que Te claman,
santifica este altar y todos los elementos
que serán ofrecidos en estos días
para recordar la Pasión de Su Maestro y Señor,
por la Redención y la Paz de todo el género humano.

Que se cierren las puertas al mal.
Que se abran las puertas de la Luz
para que los ángeles desciendan
y, en este momento, otorguen a todas las consciencias
la Vida Eterna”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Agua.

 

“Santísimo Padre del Universo, 
Tú que tienes el poder de resucitar toda la vida,
Tú que tienes el poder de curar a todos los corazones,
Tú que tienes el poder de reerguir a todas Tus criaturas,
a través del agua que Tú has creado
a imagen y semejanza de Tus hijos,
bendice al mundo entero,
bendice a todos los que escuchan
y, en especial, bendice, Señor,
a todos los que escapan de la guerra buscando la paz,
para que los que se refugien en Tu Corazón,
los humildes y simples refugiados,
sean reconocidos, honrados, respetados y amados,
como Tú los amas Señor.
Porque Yo Te he prometido, Padre Eterno,
primero retornar por todos ellos,
para que participen Conmigo del júbilo de la Nueva Tierra”.

 

Me recojo en los corazones que Me escuchan.

Me alivio en los corazones que Me abrazan.

Me alegro en los corazones que Me reciben.

Descanso en los corazones que se abren.

Y así, santifico todo lo que toco, para glorificar al Señor, el Dios del Universo.

Es así que Yo los preparo para los próximos tiempos, para que junto a Mí construyamos las bases de la redención por el bien del mundo, por la paz de la humanidad.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

En este momento, vamos a celebrar la Santa Eucaristía en presencia de Nuestro Señor Jesucristo y, en este primer día de la Sagrada Semana, vamos a celebrar este momento a pedido de Cristo por todos los refugiados; para que, a pedido de Nuestro Señor, sean escuchados, acogidos y amados como parte de esta humanidad viva. Y Cristo invita a las hermanas de Etiopía a que nos acompañen en esta celebración. Vamos a prepararnos para ese ejercicio.

 

 “Padre, glorifica todo lo que has creado, 
unifica todo lo que has construido
 y acepta este ofrecimiento del altar, 
para que Tú, Padre, 
seas glorificado, adorado y honrado, 
por los tiempos que vendrán, 
a través de los corazones humildes y simples 
que Te vivifican y Te adoran”.

 

 A las puertas de la Nueva Jerusalén, delante de los Ángeles y de los Arcángeles, de todos los seres de buena voluntad que en este momento están congregados por Mi Amor en esta Sagrada Semana, vuelvo a ofrecer el mismo sacrificio que una vez ofrecí por ustedes.

Como aquel momento que compartí con Mis apóstoles, hoy vuelvo a compartirlo con ustedes, tomando el pan y ofreciéndoselo al Padre para que sea convertido en Mi Cuerpo. Y así, Me vuelvo a partir y a compartir con todos los Míos, diciendoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.
 

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Adoramos el Cuerpo de Cristo, por la redención de todo el género humano, para que se establezcan los Mil Años de Paz.

 

Del mismo modo, antes de terminar esta Cena, vuelvo a tomar el Cáliz entre Mis Manos, ofreciéndoselo al Padre para que sea convertido en Mi Preciosa y Divina Sangre. Es así, que lo vuelvo a ofrecer a Mis compañeros diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza, que hoy es derramada por su Redentor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en Mi memoria, porque Yo ya estoy retornando”.

 

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Adoramos la Preciosa Sangre del Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, nos libera y nos otorga la Paz.

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra, y en un acto de reverencia damos la paz a nuestros hermanos.

 

En esta Sagrada Semana, quiero verlos y sentirlos con la misma fe y convicción del centurión y que, ante Mí, con devoción y fervor, repitan esa simple pero profunda oración:

Señor, 
yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.
(tres veces) 

He aquí el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que se alegren Mis compañeros porque Yo les prometí la reconciliación y la vida. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Así, anunciamos en nombre del Señor la Comunión Espiritual de todos los congregados en el Amor de Jesús, que están presentes en el mundo entero.

Y, a pedido de Nuestro Señor Jesucristo, vamos a acompañar en vivo este momento de Comunión de todos los presentes, para que cada uno de los presentes, a través de este momento de Comunión con Cristo, realice su oferta para esta Sagrada Semana.

Como un solo corazón y una sola voz, mientras los hermanos sacerdotes se preparan para distribuir la Comunión, vamos a cantar una canción que Él nos ha pedido, la canción del centurión: “Señor yo no soy digno”.

 

Quiero convertir sus corazones en sagrarios vivos de Mi Amor, porque Mi fin es que sean instrumentos de Mi Padre, para que Yo pueda curar la Tierra y así renovar al planeta. Esa es Mi aspiración por cada uno de ustedes.

Les agradezco por haberme respondido, y que en esta Semana Santa sus esencias reciban los Códigos de Mi Pasión por la redención de todo el género humano.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Pueden ir en paz.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 101.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Mi Dios, 
yo creo en Ti,
yo Te adoro, yo Te espero y yo Te amo;
y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no Te adoran, no Te esperan y no Te aman.

Amén.
(tres veces)

 

Hoy, ante la majestad y la soberanía de estas montañas, Yo los saludo a todos.

He aquí el Resucitado, he aquí a Quién dio la vida por ustedes y la sigue dando en este tiempo, por un solo fin: la redención y la conversión de la humanidad, más allá de las creencias, más allá de las religiones, más allá de los dogmas, de las ideas o del ateísmo.

Yo Soy el Resucitado y Me presento, una vez más ante el mundo, para anunciarle Mi Mensaje de Paz y del fin de la guerra. Para que esto suceda, todas las almas y consciencias se deben rendir a Mí. Eso permitirá, ante el Padre Celestial, que la humanidad se salve completamente y que no se pierdan áreas de este planeta por ignorancia y por maldad.

He aquí el Resucitado, Aquel que resucitó al tercer día de entre los muertos, que subió a los Cielos, que retornará en Gloria con todas las Consciencias y Jerarquías para restablecer en este mundo el Gobierno del planeta, el verdadero Gobierno de la humanidad, un Gobierno Espiritual que nunca se sembró en la consciencia ni en la vida externa. 

Por eso, cuando el Resucitado retorne al mundo, no solo vendrá en Gloria, sino también en esplendor para anunciarles la llegada del Nuevo Tiempo a todos, la llegada de la Nueva Tierra, después de que esta se purifique como se purifica ahora, después de que esta Tierra y esta humanidad comprendan, de una vez y para siempre, que deben volverse hacia Dios, porque sin Dios la humanidad es nada, es una humanidad muerta, frágil y pobre.

A través de Mis Palabras, Yo vengo a traerles las riquezas del universo, el Verbo de Dios que se puede hacer carne en ustedes a través de los ejemplos de la caridad y del bien, que es lo que le falta a toda la humanidad, que es lo que le falta a la raza humana; le falta vivir el bien y la caridad para poder encontrar en sí misma la Misericordia que necesita para poder redimirse y salvarse, para que este planeta como consciencia espiritual se vuelva rescatable.

Yo vengo desde lo alto de estas majestuosas y soberanas montañas de Montserrat para anunciarle al mundo que el tiempo de Mi Retorno está llegando, y que cada día que pasa ese Retorno se vuelve más cerca, más próximo a todos.

Continúen elevando al Cielo sus oraciones y súplicas por aquellos que no lo hacen, por aquellos que no lo viven, por aquellos que niegan a Dios y no cumplen las Leyes Universales. Si esto sigue sucediendo así, el mundo ingresará en un caos mayor.

Sean inteligentes y no permitan que Mi adversario avance sobre esta humanidad, sean pacificadores, sean misericordiosos, sean representantes de Cristo en la Tierra a través de su transformación y de la transformación de sus consciencias. De esa forma, darán un testimonio vivo y no pasajero, darán un testimonio verdadero y no un testimonio pobre.

Por esa razón, Yo estoy aquí para hacerlos valientes y perseverantes; para que, a través de Mi Corazón, el Corazón del Resucitado, ustedes vuelvan a encontrar la vida, y sus hermanos también vuelvan a encontrar la vida que perdieron, la vida que Yo llamo vida espiritual.

Mientras tanto, quisiera decirles que las Jerarquías que hoy Me acompañan, las Sabias Jerarquías del universo, trabajan incansablemente en este momento planetario, especialmente por aquellos que son golpeados por las guerras y por los conflictos, especialmente por aquellos que siguen siendo descartados, esclavizados y martirizados por sus hermanos de la humanidad.

Llegará el momento que, cuando retorne el Hijo de Dios, Él mismo en Su Soberana Presencia enfrentará a aquellas consciencias que lo negaron, especialmente a las que dirigen los gobiernos de este mundo, que estarán cara a cara ante el Rey y el Hijo de Dios.

Pero no vendré a imponer una ley ni tampoco un castigo, vendré a demostrarles aún más el universo infinito de Mi Amor, al cual los invito a seguir conociendo y penetrando a través de la consciencia y de los actos de amor. De esa forma, no solo serán Mis servidores, serán las consciencias misericordiosas de Dios que atraerán hacia la Tierra las Leyes Divinas, que hasta los días de hoy la humanidad no cumple ni vive. 

La ausencia de las Leyes Superiores, en esta humanidad, genera el caos que hoy está viviendo y atrae muchísima desigualdad e indiferencia a través de aquellos que solo se llenan sus bolsillos de riquezas y no las comparten con los más pobres y descartados.

Por eso, Mi Mensaje viene para los más simples de corazón, los más puros de intención, para los más humildes.

Yo no vengo a buscar a los que son perfectos, inteligentes o astutos; vengo a buscar a los que se consideran pecadores, a los que necesitan de la Llama del Amor de Mi Corazón para poder redimirse y para poder seguir adelante en este camino que Yo les ofrezco hacia Mi Padre Celestial.

Mientras tanto, el Padre Eterno tiene Sus Brazos abiertos, pero Su Corazón lleno de flechas, por el odio, por los conflictos, por las guerras, por las indiferencias y, principalmente, por la falta de amor y de fraternidad en la consciencia humana.

Sé que Mi Presencia Espiritual y Divina, en este momento previo a Mi Retorno, despierta y activa a muchos Cristos Internos que no viven ninguna religión, que no viven ningún dogma ni tampoco practican ninguna filosofía, sino que, a través del servicio, sus corazones se llenan de paz, de gozo y de alegría por servir a los demás.

Es allí, en donde también Mi Amor Redentor y Misericordioso actúa profundamente, en los abismos más difíciles del planeta, en los infiernos de las consciencias de las naciones, en donde solo se practica la violencia, el odio y la maldad.

Aunque todo parezca destruido en algunas naciones del mundo, Yo prometo volver a erguirlas, para que sean el verdadero Reino de Dios que vinieron a cumplir en este mundo y que, por diferentes razones y motivos, sus hermanos de la humanidad impidieron este, Mi Proyecto, para las naciones.

Yo haré florecer en los corazones nuevos tesoros. Yo haré florecer en los corazones nuevas experiencias. Y todos, los que hayan creído en Mí, podrán recibir los impulsos de Mi Amor, los que les traerán sabiduría y discernimiento para estos tiempos de transición.

De esa forma, ustedes no solo estarán preparados, sino también, a través de sus ejemplos de servicio y de amor, prepararán a sus hermanos, especialmente a aquellos que no tienen consciencia de la espiritualidad y de la Vida Mayor.

Por esa razón, hoy vengo especialmente a Montserrat, para que la consciencia se eleve hacia Dios, para que la raza humana se vuelva hacia el universo, contemple el firmamento estrellado de esta Creación y recuerde que hay un lugar muy especial para cada consciencia, para cada alma y para cada ser, que es su origen.

Si las almas se vuelven hacia su origen, sus espíritus retornarán hacia sus orígenes primordiales. De esa forma, el espíritu del gobierno de esta humanidad y de este planeta se reconstruirá, cuando todo se haya purificado.

Muchos se preguntan en los planos internos: ¿cuánto tiempo falta para que retorne el Redentor? 

Hoy, les vuelvo a decir que no falta mucho tiempo; pero hasta que Yo no consiga retornar a sus corazones, hasta que ustedes no Me entreguen sus vidas completamente y no resistan ningún aspecto interior, Yo no podré retornar.

Es de esa forma, que necesito justificar ante el Padre Eterno ese gran movimiento universal. Sean conscientes de este momento, porque ya no hay tiempo.

Mis Labios pronuncian las Palabras de la Voluntad de Dios a todas las consciencias.

Mi Corazón irradia los Impulsos de la Fuente Divina en este momento, ante esta situación del planeta y de la humanidad.

Mientras estoy aquí, estabilizo los planos de la consciencia para todos los que necesitan de la paz, para todos los que escapan de la guerra, de la persecución y de la muerte; porque su Maestro y Señor sabe lo que es morir en soledad. Él lo vivió en la Cruz en carne propia, en cada minuto y en cada segundo del Calvario.

Pero, en esa soledad que hoy muchas consciencias viven en el mundo por diferentes motivos, por pobreza, por descarte, por desigualdad, por indiferencia, por miseria, por enfermedad o hasta por maldad, encuentran una fortaleza interior a través de Mi Presencia, cuando tan solo piensan en Mí.

Es así, que Yo los hago caminar más allá de lo que creen poder hacer, superando sus límites, sus desiertos y hasta sus dificultades. El Amor de Dios es capaz de ir más lejos, y les daré un ejemplo para que lo comprendan: en este momento, de sufrimiento y oscuridad para Ucrania, su Maestro y Señor ha propuesto una ayuda especial a todas las esencias que atraviesan ese momento, mediante un servicio humanitario simple, preciso, pero profundo, porque significa llevar la Luz de Cristo hacia esos lugares, donde más se necesita.

De la misma forma, Mi aspiración por África está latente.

No solo Europa, sino también el mundo entero, todos los que escuchan Mi Voz y creen en Mi Mensaje deben tener presente estas dos aspiraciones de su Maestro y Señor, porque de esas tareas, de esos acontecimientos, dependerá o no el mayor alivio de la humanidad.

Quiero que en esta próxima Maratón ya se sientan Mis apóstoles, y no que aspiren a ser Mis apóstoles.

El mundo necesita de apostolado, no un apostolado de evangelización, sino un apostolado de servicio, de amor, de caridad y hasta de redención; de llevar la paz a donde no existe, de transmutar la maldad en donde esté presente por medio del silencio y de la oración, de la elevación de las consciencias. 

Así, aprenderán a hacer lo mismo que Yo hice por ustedes, cuando estuve en la Tierra. De esa forma, Yo contaré con consciencias que amen la Ley de la Transmutación y que no la esquiven, porque este es el tiempo de hacer algo por los demás.

Que esta Maratón ya sea una confirmación de parte de cada servidor para que, en el próximo encuentro Conmigo o hasta la próxima Sagrada Semana, ya pueda designar las necesidades del Plan que tengo previsto para el mundo; es decir, colocar a las consciencias al servicio en África, en Medio Oriente y en Europa, así como también en otros lugares del mundo.

Pero para que esto sea real, ustedes deben amar Mis aspiraciones y deben querer vivirlas, concretarlas y hasta realizarlas; porque ustedes saben que Yo puedo hacer muchas cosas, pero ahora Me resigno delante de ustedes, para que ustedes puedan hacer más de lo que Yo hice tanto tiempo atrás. 

Deben ser generadores de la esperanza para el mundo, de una esperanza que ha sido condicionada, de una esperanza que ha sido mutada por los proyectos contrarios de la humanidad. Deben hacerle recordar al mundo que Dios les ha dado la vida, y que la vida es lo más preciado que el Padre les entregó. 

El mundo ya no quiere respetar la vida. El mundo quiere abortar la vida y no sabe con lo que se vincula cuando hace ese movimiento. Si una vida está por surgir, esa vida debe ser respetada y amada, así como ustedes fueron amados y respetados desde su nacimiento.

Si Yo no hubiera nacido en un pobre pesebre de Belén, el mundo no hubiera comprendido el Propósito de Dios. Si Yo no hubiera predicado, el mundo no hubiera comprendido las Parábolas. Si Yo no hubiera muerto en la Cruz, el mundo no Me hubiera adorado como el Primogénito. 

Porque, recuerden que Yo Soy un Puente hacia Dios. Soy el Gran Espejo de la Misericordia Divina, que cada vez que se presenta se proyecta y se refracta en el mundo entero, en todas las almas, bajo cualquier condición y situación.

Llegó la hora de los apóstoles confirmados. Llegó la hora de dejar de tener el corazón tibio, de tener los pies en dos caminos, en dos senderos; porque les vuelvo a decir, como les dije una vez, que Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida. 

Les agradezco por orar a Mi Madre Celestial, pues como una Gran Operaria de Dios trabaja por la paz en Europa Oriental, junto a todas las consciencias angélicas.

Sigamos creando los puentes hacia el universo, sigamos abriendo las puertas correctas y cerrando las puertas inciertas, porque el mal se vencerá con el Amor. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en la ciudad de Dornes, Portugal, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Si no comprendes las Obras del Señor, únete a ellas, porque algún día las comprenderás. Yo solo necesito que amen lo que les pido y que lo hagan siempre bien, para que el Padre que está en el Universo sea honrado y glorificado y las almas puedan ser partícipes de Su Gracia por medio de los que responden a Su llamado.

No intentes comprender lo que sucede en este tiempo porque no lo conseguirás. Aférrate a la dulzura de Mi Corazón, porque así todo lo comprenderás a su debido tiempo.

Las señales que Yo traigo para la humanidad son para generar el gran cambio de la consciencia y en algunos casos será doloroso y difícil, pero toda mudanza tiene un porqué y un sentido. 
Yo necesito, compañeros, que se sumerjan en la Comunión Conmigo para que siempre puedan tener disponibles Mis Dones, que serán estrellas guías en sus caminos y sobre todo, en su mundo interior.

Hoy vengo a buscar descanso en los que no se cansan de estar en Mí. 

Hoy vengo a buscar refugio en los corazones fieles a Mi Presencia, en los que se unen a Mí todos los días bajo el espíritu incondicional y bajo la protección del amor.

Hoy, Yo vengo desde el Cielo para darles algo. A través de Mí traigo las profecías del Cielo, las que hoy muestro a algunos para que puedan comprender lo que vendrá. 

Después de que Yo haya salido de aquí, después de haberlos bendecido, esto llegará y se manifestará; por eso, busquen vivir en Mí y únanse a través de Mí con todo el Universo.

Allá arriba está lo que en verdad necesitan. Allá arriba está lo que ustedes vivirán después, pero para que lo que está arriba pueda descender, deben estar conectados con la Fuente y las soluciones llegarán.

No hay prueba en esta vida que no tenga respuesta; por eso, Yo les traigo esa respuesta y por medio de la profecía, les traigo la revelación.

He pedido llegar a este humilde lugar para poder decirles esto, porque aquí, nadie contrario a Mí, los encontrará.

En el refugio de las Comunidades Yo protejo a Mis ovejas. Cuando Mis ovejas están dispersas y no escuchan el llamado del Pastor, no las puedo proteger y tengo que llegar a ellas de alguna forma, por medio de alguna señal o de algún mensaje para que vuelvan a Mi Camino, para que retornen a la Morada del Padre Celestial.

Los rebaños en este tiempo están presentes en esta Tierra, no solo para aprender a pastar nuevos atributos, sino para vivir una transición y una purificación; algo que nadie ha vivido en ningún otro tiempo. Por eso las almas temen a la presión de estos tiempos. Pero Yo les vengo a quitar esa presión que podrán estar viviendo en este tiempo.

Si estoy aquí, es porque Mi Padre lo quiere. Si estoy aquí, compañeros, es porque vengo a ofrecerles Mi Corazón, como ese Manantial inagotable que los renovará,  y los purificará y los aliviará. 

Por medio de la Palabra del Hijo de Dios les traigo la profecía, algo que no puede comprenderse con la mente; solo se puede sentir con el corazón, aunque sea un misterio. 

Algo grandioso podrá ser vivido aquí en Europa, pero dependerá de esa adhesión incondicional con el gran Mensajero de Dios.

Si están aquí es porque les corresponde estar aquí y no en otro lugar. Los que hoy no están aquí es porque les corresponde estar en otro lugar, es decir, en otra escuela y en otro aprendizaje. 

Todo lo que viven tiene un sentido y un camino. Yo les vengo a revelar por medio de Mi Palabra, el sentido de ese Camino, aunque sea un camino doloroso o un camino alegre. 

Yo los invito, compañeros, a encontrar sentido a todo lo que viven en la vida, porque así no se amedrentarán; encontrarán respuesta a todo lo que necesitan y comprenderán el porqué de lo que sucede.

Siento que no están comprendiendo lo que les estoy diciendo, sus mundos internos sí comprenden; sus almas sí escuchan.

Sus corazones pueden sentir o no Mis Palabras, pero si Yo estoy aquí es porque les estoy indicando donde deben estar, que es aquí, en esta parte de la Obra que Yo llevo adelante con ustedes por una Voluntad aún desconocida por todos. 

En esa serenidad que hoy les traigo, les pido que se abran al entendimiento de Mis Palabras, porque ya no hay tiempo.

Lo que deberá construirse para el próximo ciclo es importante. Aún hay muchas almas en Europa que esperan por su servicio. Que salgan de sus hogares, de sus modos de vida, al encuentro de cada una de ellas, así como Yo en estos dos últimos meses, junto a Mi Madre y San José, hemos ido al encuentro de esas almas. Y aquí tienen un ejemplo vivo de esto.

Es hora de movilizarse por el Plan, porque en el propio movimiento y en el propio flujo, en el propio sentido de la energía y de la corriente universal, se transformarán sin percibirlo y ayudarán a construir lo nuevo en lo que ya está viejo y arcaico.

El Plan de Dios no es hermético, el Plan de Dios no es sólido, él vive un dinamismo constante, porque la Fuente Superior lo alimenta para que se pueda realizar. 

Ese Plan aún debe cumplirse y ustedes deben ser conscientes de esto  en el esfuerzo, en la dedicación, en el servicio incondicional, en la presencia y en la adhesión a todo lo que se pide, por más que no se comprenda.

El Plan como un todo está basado en el amor y es ese amor lo que le da su propia inteligencia para que las almas despierten y lo vivan.

Hoy les traigo el Rayo de Mi Soberanía y de Mi Fortaleza, el Principio del Gobernante, porque es hora de que el Propósito Divino se alinee correctamente en sus espíritus, para que lo que está allá arriba en el Universo pueda descender. Solo podrá descender a través de instrumentos, por medio de vehículos, de almas y de esencias.

La ayuda del Universo está disponible para todos, las respuestas a todos los cuestionamientos están disponibles. Dios es pleno en Sabiduría y también en Ciencia. Aprendan a superar las dudas de la vida, las barreras y los obstáculos que les puede estar imponiendo su consciencia inferior.

Colóquense en el epicentro del Amor Universal y dejen que sus células se expandan por medio del fluido de ese Amor Universal que llega para mostrarles la correspondencia y el sentido de los próximos pasos del Plan Divino de Amor.

Solo espero que no pierdan la oportunidad; no me cansaré de avisarles hasta el último momento, porque por detrás de todo lo que no parece concretarse, se está construyendo en los mundos internos una gran obra que los dichosos de espíritu y los humildes de corazón vivirán y podrán ver con sus propios ojos, lo que con tanto esfuerzo ha sido construido.

Nadie tiene el poder en todo lo que les pido, ni Yo mismo tengo el poder en todo lo que les hablo. ¿Comprenden lo que les digo?

Todo proviene de Dios y si Él lo piensa y lo siente, se concreta. Pero Sus hijos, Sus más pequeñas criaturas de esta humanidad, son llamadas a ser partícipes de ese Pensamiento y de ese Sentimiento de Dios, que los quiere llevar a expandir su consciencia más allá de lo normal y de lo superficial. 

Si Yo estoy aquí es porque Me estoy ofreciendo para eso.

Las bases de esta comunidad ya deben despuntar en el firmamento. Las columnas de este Centro Mariano ya deberían estar erguidas, porque él llevará su tarea y su misión espiritual como contraparte del Santuario de Fátima, para acoger a todas las almas que no son comprendidas, que son rechazadas, que son discriminadas y que son expulsadas por su pobreza espiritual o material.

La esencia de Lys y la pureza de Lys está en su humildad y paciencia, es eso lo que la hace verdadera, eso es Lys en la Madre de Dios.

Ustedes deben ser manos que extiendan ese misterio. Por eso deben dejar salir desde dentro de ustedes aquello que ya no los ayuda espiritualmente. Es hora de renovar las bases de este pilar en Europa; no solo por Europa sino también por África. 

África espera por ustedes. Ya hemos dado muestras, compañeros, cuan urgente es la ayuda para Mis hijos de África. Cuando ustedes den el paso, Yo podré llegar a África para llevar a todos hacia Mi Misericordia, así como Yo los he llevado a ustedes desde el principio.

Solo espero que eso se cumpla y se materialice. África debe ser parte de la columna de Mi Misericordia. Y aunque sé que existen allí misioneros valiosos y almas servidoras que alivian el sufrimiento, aún a África le falta su principal columna espiritual, que es un próximo Centro Mariano que dependerá de este, para que se pueda manifestar conforme la Voluntad Divina.

Eso llevará muchas almas de los abismos hacia Mi Misericordia, de la esclavitud a la libertad, de la explotación para la alegría eterna de poder reencontrar a Dios por medio de los Centros espirituales que sirvan a la Jerarquía.

Ya tuvieron treinta años para poder comprender esto. Es hora de unirse por amor a Mi Sagrado Corazón; es hora de construir y no de dividir; es hora de hermanarse, de confraternizarse; es hora de iluminarse y de no oscurecerse; es hora de llevar adelante el designio que Dios les entregó por medio de Mi Corazón a través de la Fuente de la Instrucción.

Las bases de sus conocimientos ya están erguidas. Es hora de terminar de construir el Templo para que Dios, en Su más infinita Sabiduría y Compasión, habite dentro de ustedes para siempre y así se realice el Plan.

No se queden en lo humano. No permanezcan en lo mental. Pregunten a sus corazones: Padre, ¿qué estoy haciendo? Padre, dame la respuesta que necesito. Abre mis ojos a Tu Voluntad y ayúdame a cumplirla, según Tu deseo y Tu divino pensamiento y así sabrán amar más, como Yo los amo, como Yo los entiendo, así como Yo los acepto. 

No tendré otro día ni otra hora, otro ciclo u otro tiempo futuro para venir a decirles esto. Esta es la única vez que podré decirlo. Esta es la única vez en donde ustedes podrán penetrar profundamente en Mi Corazón para que solo acepten lo que necesito, que va más allá de la vida humana, de las incomprensiones o de las dudas que puede estar imponiendo Mi enemigo.

Por eso hoy, el Gobernador del Cielo, el Espíritu de la Sabiduría y del Amor, viene a traerles claridad y transparencia espiritual a sus mundos internos, a fin de que sean colmados por Mi Espíritu reparador.

Me tomo este tiempo porque no tendré otro y estas palabras sirven para todos, no importando la escuela en la cual se encuentren, o vivan. Las palabras son para el despertar del amor en los seres, para la expansión de la consciencia de los últimos Cristos de los últimos días. 

No quiero que más almas pasen por la puerta de la Justicia. Deseo que muchas más almas atraviesen la puerta de Mi Misericordia, porque así Mi Corazón triunfará, así como está escrito en el Cielo.

He escogido este lugar bendito para decirles esto. Dios aún toca con Su Mano este lugar y quiero que nunca más se olviden de esto, porque a pesar de que estén purificando o sufriendo, Dios tiene Su Mano en este lugar y debajo de Su Mano están todos ustedes. ¿Comprenden? 

Si Dios tiene Su Mano aquí, es porque es por algo mayor que aún sus mentes no comprenden. Deben amar la Voluntad de Dios para comprenderla, de lo contrario, vivirán muchos obstáculos para poder comprenderla.

Sean partícipes de este misterio y de esta revelación que hoy les traigo. 

Aquí, Dios por medio de Su Hijo, hoy deja plasmada Su Voluntad, para que alguien la cumpla, para que muchos más se animen a cumplirla, no solo por este lugar, sino también por toda Europa y Rusia; porque aún Rusia deberá ser partícipe del perdón y eso está en sus manos. 

En Mi Silencio podrán sentir Mis Palabras y en Mis Palabras encontrarán las llaves que necesitan para abrir las puertas hacia lo nuevo, para lo que aún deberá descender desde el Universo.

Es así que hoy Me ofrezco en Cuerpo y Sangre, para que vivan en Mí ese Misterio y lo hagan parte de sus seres todos los días, sabiendo que hay algo superior y mayor que mueve todo, que los conduce y que los guía en estos tiempos cruciales en donde el amor batalla contra la indiferencia. 

Elevemos al Cielo nuestra gratitud y reciban en sus corazones el apelo de Dios, el deseo más profundo de Su Espíritu, para que en Europa se realice lo que está escrito conforme en los libros sagrados del Universo.

Celebraremos esta comunión con lo Alto y con lo profundo de ustedes, para que más almas sean merecedoras de este Misterio y de su revelación, que Yo les traigo a través de la Comunión. 

Incienso.

Aquí existen almas que lo darían todo por Mí, por eso estoy aquí, a la espera de ese momento.

Los ángeles del Reino de Lys hoy se congregan en torno al Señor y de todas las almas presentes y no presentes, para que, ingresando a ese Universo de Amor y de Pureza las puertas se abran a la redención de los corazones y a la conversión de los espíritus que deben convertirse en nuevos cristos.

Por medio de los elementos de la Naturaleza, las leyes inmateriales se manifiestan y en la Tierra se siembra el Propósito de Dios; algo que sus almas reciben para siempre y de lo cual deberán cuidar.

Agua

Vuelvo a testimoniar lo que una vez hizo Mi primo Juan Conmigo, de bautizarme con el Espíritu; pero hoy Yo no solo los bautizo con el Espíritu, sino también con la Gracia que convierte y redime lo imposible. Amén.

Este es Mi Cuerpo que ha sido entregado por los hombres para el perdón de los pecados. Coman de él y sean partícipes de Mi Gloria. Amén.

Esta es Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que fue derramada por los hombres para la remisión de los pecados. Beban de ella y sean partícipes de Mi Misericordia.

Pai Nosso...

Estos son los elementos que les darán la vida eterna. Dichosos son los invitados a servirse de este Sacramento, en comunión con los santos y los ángeles del Cielo.

Vayan en paz y sean Mi Palabra en el mundo.

Las bases espirituales de este Centro ya están manifestadas. Es hora de trabajar y de concretar el Plan, así como Dios lo desea en Su más profundo ardor, para que se cumpla el amor en esta Tierra.

Después de ser bendecidos tienen que bendecir, fraternalmente, con el saludo de la paz. 

Les agradezco por escucharme de corazón y de alma. 

Yo los amo y los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El Sagrado Llamado
Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en la ciudad de Lisboa, Portugal, transmitido al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy, África palpita en Mi Corazón Misericordioso. Y hago esto por todos los que la han ofendido, los que la maltrataron, los que la colonizaron y que abrieron puertas inciertas, para la perdición de las almas.

Pero hoy no vengo a hablarles de los abismos, sino de la pureza infinita que existe en cada hijo Mío de África, la que a través de los tiempos he venerado y contemplado con amor.

Por eso, ha llegado la hora y el momento de que su Rey retorne a África, para cerrar las últimas puertas y hacer descender los Cielos y los Universos y poner fin al sufrimiento humano.

Mi Sangre también fue derramada por ellos, para generar en sus almas la salvación y la liberación de todos los abismos de la Tierra. Es con este fin que hoy traigo entre Mis Manos el Santo Grial, para entregarles Mi divina Sangre, para que comulguen de él y pongan fin al sufrimiento, a la falta de esperanza, a la aflicción y al dolor humano.

Hoy, vengo a verter Mi Sangre sobre África. De esa forma, vierto Mi Sangre sobre Portugal y Europa, para poner fin a las discordias humanas, a la explotación de estos tiempos, a la indignación que sienten los niños y jóvenes de África, al ser maltratados a través de los tiempos y de los años.

Hoy, vengo a abrir Mis Brazos y a extender Mis Manos por un continente doloroso y sufrido. Vengo a ofrecer Mi Sagrado Corazón, como expiación universal por todas las causas sucedidas en el continente africano, a través de las últimas décadas.

Vengo a donar la Luz de Mi Espíritu y de Mi Divinidad. Mi Corazón hoy se regocija al haber recibido en Su Altar, una humilde cesta de intenciones y súplicas. Quiero, de esta forma, que Mis más pequeños hijos de África, tengan la total certeza y seguridad, que su Rey está derramando sobre ellos Su divina e infinita Misericordia.

De esa forma, cuando Yo llegue a África en el próximo tiempo, volveré a consagrarla al Inmaculado Corazón de María; porque debemos, compañeros, dar gracias a esa gran Consciencia Maternal y Universal, que ha generado los medios y las condiciones espirituales para que Mi Sagrado Corazón también triunfe en África, finalmente.

Vengo a colocar el bálsamo de Mi Cura en cada corazón africano; a sellar los males, los dolores y los sufrimientos generados por los corazones de Europa, hacia ese continente tan herido.

Vengo a pedir para toda Europa, que recen todos los días de rodillas, un Padrenuestro por la reconsagración de África a Mi Sagrado Corazón. De esa forma, queridos compañeros, ustedes, que son de aquí, de Europa, y todas las almas del mundo entero que conocen la adversidad que vive el continente africano, generada por otras naciones y pueblos, que abrirán las puertas con sus oraciones y corazones, para que Mi Victoria Celestial pueda descender sobre ese continente y sobre todas las naciones.

Hoy, vengo a ofrecer este Cáliz, este Sagrado Grial, por los inocentes, por las víctimas de la explotación, del martirio y de la aniquilación.

Hoy se vierte Mi Sangre espiritual, los códigos de vida y de renovación, como un gran afluente, como un inagotable manantial, sobre todas esas almas que más necesitan. Aquí se encuentra una historia de vida; almas que pertenecen al Proyecto de Dios y que están intentando en estos tiempos de crisis, vivir la esperanza.

Deseo que cada uno de los europeos asuman espiritual y materialmente, a cada una de estas “crianças”. Digo “crianças”, en portugués, porque esta misión es especialmente para los portugueses; para los que están aquí y los que no están aquí. Quiero ser claro y que puedan comprender la importancia de cumplir este pedido a su Maestro y Señor del Universo.

En cada una de estas intenciones, como en cada una de estas fotos, se guarda una historia, un pasado, que debe ser redimido, renovado y restaurado por Mi Sagrado Corazón y todas las súplicas de los que se unen a Mí, en esta misión de generar, en el final de los tiempos, la cura, el amor y la unidad en todas las almas de África; especialmente por las almas que están en esta cesta, suplicando a Mi Misericordioso Corazón, la intercesión divina del Padre Celestial, que hoy concedo por la autoridad que Él Me dió, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aquí hay ciento veintiocho esencias que se ofrecieron a encarnar en África, para que la humanidad aprendiera sobre el sufrimiento ajeno, sobre el dolor humano, sobre la tortura, la explotación y la indiferencia.

Deseo que todos los corazones del mundo no olviden a Mi amada África y miren hacia ella, porque aún sigue sufriendo, silenciosamente.

La causa de esta peregrinación en Europa no es solamente por sus almas y corazones, que tanto ya recibieron, sino para que sus espíritus y sus consciencias se unan a Mi Apostolado universal, y para que vayan de dos en dos, a ayudar a los que más lo necesitan, así como a los Reinos de la Naturaleza.

En este momento sagrado, en donde Adonai escucha la súplica de Su amado Hijo y las intenciones de los corazones simples, su Maestro y Señor orará por cada una de estas almas, en representación de todas las almas de África y de Medio Oriente.

Escuchamos ahora “Así habló el Maestro”.

Colocamos nuestra mano izquierda sobre el corazón, sobre el pecho.


Padre, Adonai, Eli, Yahve, Tú que has generado la vida, vuélvela a dar a Tus criaturas, para que puedan vivificarte y sentirte en lo más profundo de sus espíritus.

Eli, escucha la Voz de Tu Hijo, que suplica por Su amada África. Disipa los sufrimientos. Borra de los corazones las angustias. Enciende en los más pequeños la esperanza de seguir viviéndote hasta el fin de sus días.

Que Tus ángeles desciendan, Eli. Eli es Tu Nombre Santo, Tu Nombre Santo para toda África, para Tu amado pueblo, marcado por las heridas y las huellas de la persecución.

Hoy, retorno a ese pueblo, Eli. Hoy, retorno al origen, en donde todo comenzó en este planeta; al lugar en donde despuntó Tu primera civilización de amor, de servicio y de entrega, al verter sobre ellos Tus Códigos divinos.

Que las almas recuperen la confianza de poder vivir. Que todo sea sanado, para que ninguna célula ni ningún cuerpo sienta el sufrimiento, ni tampoco sienta el dolor, ni pierda la fe de creer en Ti.

Así como le pediste a Moisés cuidar de Tu Pueblo, hoy escucho Tu Voz, Eli, amado Padre; cuido de Tus rebaños, para que las semillas de la vida, de la regeneración, sean sembradas en las almas que han sido sometidas por el castigo humano, por la explotación, en estos tiempos.

Que Tu Fuente de Amor y de Luz, descienda sobre ellos. Que todos recuperen la alegría de poder sentirte y que vivan en la plenitud de Tu poderoso Espíritu, Adonai.

Adonai Manu, Padre, escucha la voz de Tu Pueblo.

Adonai Elah, que se cumpla Tu Voluntad.

Eli, Eli, Eli, que todo sea consumado, para que la humanidad, que está sufriendo, alcance la paz. Amén.


Estas intenciones y estas fotos, volverán a quienes pertenecen. Yo las llevaré hasta Angola, para entregarlas a cada uno de ellos y así, entregarles Mi más profundo abrazo de amor.

Que así sea.

Y ahora, en honor a la Santísima Madre del Cielo, Abogada de ustedes, Intercesora de las almas y Mediadora de todos los corazones, en acción de gracias, gratitud, reverencia y devoción, y para la consagración de estos elementos, que se volverán el Cuerpo y la Sangre de Cristo, hoy les pediré que llamen e invoquen a Nuestra Señora de Kibeho.

Y así, Yo los llevo hacia Mi Paz, porque en la Paz de Dios, todo se realiza. En la Paz, se puede vivir la vida eterna, la renovación y la fe en todos los corazones que creen en Mi Sagrado Corazón.

Que el bien y el amor reinen. Que la humanidad viva el Proyecto de Dios. Que los Reinos de la Naturaleza sean curados y que todas las esencias de este mundo alcancen la redención, para que cuando Yo retorne en Gloria, todos vivamos la alegría del Paraíso. Amén.

Les agradezco a todos los que llevarán a África en su corazón, para que se cumplan Mis Designios; y Mi Misericordia, que es la Misericordia de vuestro Dios, se expanda en el mundo entero.

Que así sea, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Sigamos cantando, porque hoy, su amado Hijo, llevará a su amada Sierva, Madre y Señora del Cielo, las súplicas de todos los que han invocado por África.

Les agradezco. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN BRASILIA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 22.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Escuchen Mi Voz, rebaños perdidos del mundo. La Estrella se está aproximando al horizonte. El gran Sol del universo se acerca a la humanidad para rescatar a las almas, liberarlas de la perdición y encontrar en cada una de ellas la nueva morada de Dios.

Adonai es vuestro Padre de las Alturas. Él es desconocido por la humanidad, de Su Esencia proviene el Amor, la Unidad y la Verdad, de los que las almas se pueden alimentar espiritualmente.

Yo vengo a sacarlos de la vida superficial para que reencuentren a Adonai. Él espera encontrarlos despiertos, valientes y disponibles cuando Su Hijo amado retorne al mundo.

A través de la Luz de Adonai, vengo a ungirlos con Mis Manos para que sean bendecidos por el Espíritu de Dios, se arrepientan y se curen, se liberen de todos los males y reencuentren el camino a la redención.

Adonai espera encontrarlos despiertos, pues Él desea hacer descender Sus Obras a través de vuestros corazones. Por eso, nuevamente envía a Su Hijo en espíritu de omnipresencia y de verdad, para que las almas reconozcan la Luz sublime, realimenten sus espíritus con la Bondad de Dios, con el principio de Su Amor inmaculado, aquel que siempre los nutrirá y nunca los dejará solos.

Adonai los espera. ¡Despierten, Mis rebaños! Tomen las tareas que hoy les entrego. Hay mucho que hacer por esta humanidad. No solo necesito de vuestro verbo, sino también de vuestras manos para expresar el amor de la caridad. Así estarán cumpliendo, compañeros, con el principio de la fraternidad.

Trabajen, compañeros, a pesar del cansancio trabajen. Mi Espíritu siempre los confortará. Yo puedo restaurar todas las cosas, cuando tan solo ustedes Me lo permitan.

Los invito, amados Míos, en nombre de Adonai, a que liberen vuestros controles internos para que se forje el espíritu nuevo y nazca renovado por la Presencia de Adonai.

Su Luz suprema proviene de la Luz profunda. Ese es el principio del Amor, que nutre a todos los universos. Busquen la Fuente de Adonai, así podrán liberarse de vuestras amarras.

Ya no pierdan tiempo, compañeros, con las cosas superficiales. Así como Yo se los dije durante la Sagrada Semana, renuévense a través de Mi Espíritu, en esta hora que marca el momento culminante de la humanidad, la llegada del fin y el principio de la Nueva Humanidad.

Por eso, preparen vuestros corazones. Aíslen vuestras vidas de toda superficialidad. Yo necesito encontrarlos en el amor y en la verdad, con las manos en la oración y en las obras de Dios. 

Y así, como hicieron los misioneros de la paz, liberando sus corazones a través del servicio y de la entrega, Mi infinita Misericordia pudo descender en el corazón de África. Pero ahora, Yo vengo a esta parte del mundo para volver a despertar a los rebaños dormidos. 

Yo les traigo la firmeza de la Nueva Humanidad; el Espíritu desconocido para esta Tierra; el gran Espíritu que proviene de Adonai, que renueva todas las cosas y todas las formas, que trae esperanza, alegría y Misericordia para las almas pecadoras.

Yo los invito al arrepentimiento, así vuestras familias también se arrepentirán. Y este espíritu de arrepentimiento, que es un principio de redención y de rehabilitación, se expandirá por toda la humanidad para que verdaderamente reconozca que debe pedir perdón a Dios por encima de todas las cosas. Así ingresarán en la filosofía de Mi Corazón y nuevos dones despertarán en vuestras esencias. 

Vuestros caminos se liberarán de las amarras y en vuestros senderos ya no existirán piedras, sino un camino de redención y de paz que Yo vengo a reconstruir en la morada de vuestros corazones.

Yo les doy la Fuerza de Adonai. Yo les doy el Amor de Adonai. Les entrego Su profunda Unidad para que se puedan renovar y estar preparados a tiempo para lo que llegará a la humanidad.

Así como Yo estuve en África, anunciando Mi Retorno, Yo vengo a vuestro encuentro, compañeros, buscando a los apóstoles del Amor, a los que se definan por transformarse, alcanzar la purificación para vivir en la trascendencia y encontrar en la propia vida el camino de la Luz que los llevará a Adonai y les permitirá reencontrar la misión que han perdido en toda esta vida material.

Mi Espíritu es invisible, pero recuerden que Yo ya estuve entre ustedes, ascendí a los Cielos, retorné a la Morada de Dios. Estoy viviendo en el Universo de Dios, pero retornaré desde ese Reino para traer la redención y la liberación a la humanidad y, junto a los Arcángeles de Adonai, desterraremos el mal de esta humanidad que somete la evolución de los espíritus y lleva a todas las almas hacia los abismos de la Tierra.

Pero en esta hora de Misericordia, en la que se expresa Mi verdadero Gobierno y la soberanía de Adonai, les derramo las Leyes de Dios, recordándoles los Mandamientos, que están muy olvidados. Nadie coloca interés en ninguno de ellos y así las almas se pierden, simplemente por estar envueltos en la vida material.

Si desde el principio de la Creación hubieran vivido las Leyes del Creador, el mundo ya sería inmaterial y vuestras consciencias estarían en otros mundos viviendo la gran fraternidad universal, el principio de la redención para este universo local.

Enciendan las estrellas de vuestros corazones. Vuestros Cristos internos los están llamando. Despierten de esta ilusión y miren hacia los cielos. Vean en vuestros internos los códigos que son derramados por Mis Manos misericordiosas.

Cuando Yo los vea transformados, sin temer nada, sin guardar ningún miedo, Yo podré decir, compañeros, que habrá valido la pena que Yo esté aquí, entre ustedes, dándoles y entregándoles Mi tiempo ante la gran necesidad de esta humanidad que se sumerge en la modernidad, se aparta de Dios y divide la unión con la Divinidad por buscar otras uniones que no provienen de Adonai.

Estudien Mis Palabras, lean Mis Mensajes, en ellos se guardan las llaves de la preparación. Salgan de la normalidad, busquen todo el tiempo la vida en el espíritu. Que vuestra propia oración los eleve, para que reencuentren el camino hacia el infinito y así se puedan distanciar de este mundo de ilusión que camina hacia la perdición de todas las almas.

Pero Yo vengo a encender, en esta hora, aquello que se guarda dentro de ustedes, el Templo de Dios manifestado que espera reencenderse para reencontrar el camino de la comunión perfecta con Dios que ha perdido.

Mi divina Justicia es desconocida. Por eso, en esta hora, sírvanse de Mi Misericordia. 

El tiempo está anunciando un gran cambio. Por eso, estén despiertos y vigilen Conmigo en la oración perpetua del corazón.

Yo recibo, en el Reino de Mi Padre, las ofrendas de esta sagrada Comunión para que los corazones se purifiquen, las almas se liberen de todas las manchas, y en esta hora definitiva puedan encontrar el manantial de Mi Gracia, Gracia que los salvará, Gracia que los redimirá, Gracia que les dará Mi Misericordia.

Hoy estoy aquí con ustedes, pero también con todos Mis hijos de Brasil, especialmente con aquellos que viven en el norte de este país.

En verdad, les digo que aquel que está Conmigo no siente ninguna separación, porque la fusión con Mi Espíritu es invencible y la unión perfecta que Yo les traigo reside en el Amor de Mi Corazón.

A través de vuestras oraciones, así como Yo pedí en Ruanda, traigan la verdadera Justicia de Dios y no se confundan con las cosas de este mundo.

La verdadera Justicia de Dios se encuentra en la templanza de Mi Corazón. Si buscan Mi Corazón misericordioso nada perderán, serán más justos y libres, prodigiosos y bondadosos, porque así Yo habré conseguido la transformación de vuestras vidas.

Consagremos en nombre de Adonai.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Repitamos:

 

    Alabado sea Dios, 
   glorioso Su Reino.
 
¡Aleluya! ¡Aleluya!

 

Lleven en vuestros corazones Mi Presencia, porque a través de Mi Corazón se expresa la existencia de Adonai.

 

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

Canción: Adonai, Espíritu Santo.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, queremos despedirnos de todos haciendo un pequeño relato sobre la Aparición de Cristo.

Él trajo hoy en Su Presencia a Adonai. ¿Y cómo podríamos entender esa experiencia?

Él estaba rodeado por la Luz de Dios y parecía que Dios hablaba a través de Su Palabra. Él se manifestó con gran Majestad, como un Rey soberano que rige este y otros universos.

Él manifestó, a través de Su Palabra y de Su Presencia, la Ley de Dios. Y sintéticamente, Él nos invitaba, en este día, a que pudiéramos recordar las Leyes de Dios y que buscáramos esa unión con las Leyes a través de nuestra oración.

Cristo sabe que para nosotros las Leyes son desconocidas, pero necesita que nos unamos a Dios para poder vivir en Su Ley.

Él nos estaba invitando en este día a corregir a la humanidad, a que volvamos a educarnos espiritualmente, recordando básicamente los Mandamientos de Moisés.

Y Él también hoy nos decía, que son Leyes básicas y primarias para esta humanidad. Y esas Leyes no están siendo cumplidas, decía Cristo, y otras Leyes tampoco lo están siendo.

Por eso, Cristo nos invitaba en este día al arrepentimiento. Hay algo dentro de nosotros, decía el Maestro, que debe vivir un proceso de perdón. Y ese perdón se dará a través de nuestra aceptación de vivir la redención.

Él nos está alertando ante los acontecimientos del fin de los tiempos, pero no viene a traernos miedo, sino a traernos Su Misericordia. 

Es importante, dice Él, que también recordemos lo que dijo en Ruanda, hace muchos años atrás y que muchos tampoco escucharon.

Él, nuevamente en este día, nos invita a recordar Su Mensaje a través de todas las Instrucciones que ha pasado a lo largo de los últimos tres años. Y a pesar, dice el Maestro, de que siempre parece decirnos lo mismo, siempre nos intenta recordar aquello a lo que debemos estar atentos, porque a partir de allí podremos vivir otras cosas nuevas. En esencia, Él dice que allí se encuentra nuestra vida renovada, cuando seguimos las Leyes a través de la oración, por medio de los actos de servicio y de caridad, de prestar atención al prójimo. Y, en consecuencia, el Maestro dice que nuestra vida se irá redimiendo poco a poco.

Pero Él sabe que la mayoría de la humanidad no quiere prestar atención a estas cosas. Él ve que la humanidad está caminando hacia otros lugares. Su Corazón está afligido porque Él puede hacer hasta un cierto punto, Él puede ayudar hasta un cierto punto.

Por eso, necesita de nuestra oración, de nuestra adhesión interior, que cumplamos básicamente lo que Él nos pide de una forma simple y humilde. Él dice que así estaremos ayudándolo a cumplir el Plan que Dios tiene previsto para este tiempo.

A través de este Mensaje que Cristo hoy nos dejó y de este relato que Él pidió que hiciéramos, queremos dejar esta reflexión para todos. Y como Él nos pidió, invitamos a volver a escuchar Su Mensaje, a leer y a reflexionar sobre Sus palabras, porque simplemente en esas cosas encontraremos la Luz que estamos buscando en nuestro camino.

Dejamos para todos un saludo de paz e invitamos a que piensen en Jesús esta noche.

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

Vean Mi Corazón, altamente ultrajado por las injurias del mundo, y reveréncienlo, Él es el Corazón, el manantial predilecto de todos. De Mi Corazón brotan los Rayos de la Piedad y las causas justas para todos los seres. Bienaventurados aquellos que beben de la Fuente de Mi Corazón, porque resucitarán.

Mientras hoy estoy aquí, también estoy en África con todos, acompañándolos, siguiendo vuestros pasos y guiándolos en el silencio de Mi Corazón misericordioso.

Porque a través de vuestras manos y del caminar de vuestros pies al encuentro del servicio y de la caridad, Yo puedo actuar en omnipresencia y llevar Conmigo a las almas, a las que más sufren desde hace mucho tiempo, a las cuales nadie recuerda en su oración.

El tiempo de la oportunidad ha llegado, antes de que descienda la Justicia de Dios, por eso prepárense con coraje y valentía. No tengan miedo de desterrar aquello que vive dentro de ustedes y que ya no pertenece más a los Planes del Creador.

Mientras viven vuestra purificación alegren vuestros corazones, compañeros, porque la hora de vuestra rendición está llegando y estarán, al igual que muchas almas, a las puertas de la redención para que crucen los umbrales hacia Mi Corazón y, definitivamente, se fundan en Mi Espíritu de Luz y, ahí, en ese momento, sean Mis apóstoles, los apóstoles del nuevo tiempo.

Hoy traigo entre Mis manos las oraciones de muchos hijos Míos para ofertarlas, a través de Mi intercesión, a vuestro Padre Creador Adonai, que está atento a las súplicas de todos cuando estas son verdaderas, simples y responden a la necesidad de la Voluntad Mayor.

De esa forma, compañeros, las Gracias son derramadas, primero en los corazones más necesitados y, después de todos, en ustedes, en la última fila de Mi ejército recibirán la parte que les cabe, aquella que Dios ha pensado desde el principio.

Ya algunos de Mis compañeros recibieron muchas Gracias de parte de Mi Corazón. De la misma forma, Yo espero que puedan responder a Mi Llamado Mayor y, delante de los tiempos de crisis y de caos, ustedes puedan estar dispuestos a servirme independientemente de lo que suceda dentro o fuera de ustedes, en donde se encuentren. En cualquier parte del mundo Yo estaré ahí presente, en omnipresencia, cuando Me invoquen a través de Mi Divina Misericordia.

Mientras Mis Palabras hoy se pronuncian al mundo, Mi Luz y Mi Amor van borrando de vuestros corazones todas las secuelas del mal y los vínculos que realizaron con él, para que puedan renacer en espíritu y, purificados por Mi Amor misericordioso, se coloquen en las filas de Mi ejército celestial, porque la hora de la congregación está llegando y todos los soldados se unirán durante la hora más difícil para poder servir al Creador, en este tiempo de transición.

Mientras algunos caminan hacia su purificación, no vean a vuestro alrededor la oscuridad que los está circundando.

Miren hacia los cielos, porque Mi Luz llegará a ustedes y los envolveré dentro de Mi Manto como un buen pastor lo hace con sus ovejas y prontamente, compañeros, estarán residiendo en el establo de Mi Corazón.

Ahora, reciban con gratitud Mi Mensaje mensual.

 

A continuación, Fray Elías del Sagrado Corazón recibe el Mensaje mensual de Cristo del 17 de abril de 2015.

 

En esta noche, consagraré lo más preciado que tengo para todos, que son Mi Cuerpo y Mi Sangre, motivos perfectos para vuestra redención. Dichosos aquellos que comulgan Conmigo y aceptan el camino de la rehabilitación.

En este momento, compañeros, bajo la autoridad que Dios Me concedió, como vuestro Maestro y Pastor, celebraremos la consagración cantándole a Dios.

Que los ángeles se congreguen, que los Ángeles de la Guarda participen de esta oportunidad de ofertorio que podrá ser realizada por cada uno de ustedes y, nuevamente, Mi Corazón sea reparado. 

 

Oración:

Señor amado, oh Cristo amado,
acepta nuestra reparación 
a través de nuestro amor, nuestra entrega y nuestra oración, 
para que Tu Corazón flagelado, Señor,
sea aliviado por nuestra devoción a Ti.
Amén.

 (tres veces)

Canción: “Adonai, Espíritu Santo”.

 

Recen Conmigo la oración del Ángel de la Paz:

Santísima Trinidad,
 Padre, Hijo y Espíritu Santo
os adoro profundamente, y os ofrezco
el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presentes en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido,
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.

Mientras Me despido de este Centro de Amor, elevando al Padre Eterno vuestras súplicas, derramando sobre las almas pecadoras Mi Misericordia, en honra al Dios del Amor, de la Unidad y de la Justicia, deseo en esta noche que se encienda, nuevamente, el carbón para dar con el incienso la bendición a estas almas presentes, a las que también con predilección Yo he bendecido.

Les agradezco por compartir Conmigo, en esta noche, el océano de Mi Misericordia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Queremos compartir con todos que hoy el Maestro vino como Jesús Glorificado, Aquel que conocimos en la Faz que nos reveló el 5 de enero de 2013, y que hoy llegó hasta aquí, al Reino de Aurora, mostrando Su Corazón lastimado. Pero, dentro de ese Corazón había un portal infinito, en donde se encontraba un gran océano, que Él nos decía que era el océano de Su Amor. Y después de eso, dirigió Sus Palabras a todos los presentes y nos trasmitió este Mensaje. Él dijo que es una revelación interior que hace para cada uno de nosotros.

Y a pedido de Nuestro Señor, vamos a escuchar una reflexión de Madre María Shimani sobre este Mensaje, ya que Nuestro Señor considera que es importante que entendamos bien lo que Él nos quiso decir.

 

Madre María Shimani:

Para todos nosotros debería ser bien clara la oportunidad que estamos recibiendo como representantes de la humanidad.

Nunca antes, en la historia de esta civilización, la Jerarquía Divina habló tan directamente con nosotros, guiándonos paso a paso para vivir esta transición final.

Nuestro Señor nos está explicando que, a través de nuestros encuentros con Él, de alma a Alma, de alma a Divinidad, hemos estado recibiendo directamente desde Su Consciencia códigos de muy alto valor que nos van a proteger de aquí hasta que finalice este proceso de transición en este mundo. Y que Él nos está dando una Gracia especial a través de los pedidos que nos realiza, que nos permiten, al obedecer con amor y con alegría, saldar las deudas que esta humanidad tiene y permitir que algunos acontecimientos que, serían muy difíciles para nuestra humanidad, se puedan evitar.

Porque si bien todos sabemos que este mundo merecería vivir algunos ajustes importantes a través de esos movimientos que el planeta podría vivir, muchos inocentes padecerían algo que no merecen, y la Divinidad con Su amor no solamente piensa y siente a esos inocentes, sino que también siente a todos aquellos que han pecado gravemente en contra de la humanidad, porque nunca nos tenemos que olvidar que, para Nuestro Señor, el más perdido de los pecadores es esa victoria que le quiere ofrecer a Su Padre. Para Su Corazón, Su Amor y Su Misericordia, nada está perdido.

Entonces nosotros, a través de esto que estamos viviendo y compartiendo juntos, estamos teniendo una gran oportunidad para todos y para toda la humanidad, algo que para nosotros sería inimaginable.

Cuando el ser humano aprende a hacer la Voluntad de Dios, cuando se despide de su propia voluntad y con alegría obedece a la Voluntad Suprema, pueden pasar cosas inimaginables, algo tan simple como haber ido a África, que catorce hermanos estén recorriendo África haciendo obras de caridad, en total obediencia y en total servicio, unidos a nuestra oración y que ese evento haya podido evitar muchas dificultades para este planeta.

Es importante que podamos comprender qué pasaría si, como decían hoy nuestros hermanos en el programa del Sagrado Llamado, todos nos reuniéramos a las tres de la tarde a orar por la Misericordia.

Si todos los seres humanos reverenciaran a Dios, este planeta sería un paraíso lleno de vida y de felicidad para todos. Porque eso fue lo que nuestro Padre pensó para esta civilización.

Con estas insignificantes cosas que nosotros hacemos, cuando en rendición amamos y servimos a Dios, pueden cambiar todos los acontecimientos que están previstos.

Por eso Nuestro Señor nos revela que, cuando nosotros estamos unidos en Dios, el Reino de los Cielos puede descender a la Tierra.

Por eso, nosotros intentamos siempre invitarlos a que se unan a orar por este mundo, a hacerlo de corazón como dijo Nuestro Señor, sin arrogancia, en la simpleza del corazón, y así cambiar definitivamente el destino de este mundo.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús, en Montevideo, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón, durante la 17.ª Maratón de la Divina Misericordia

Y ahora que han comprendido lo que Yo les dije ayer, reciban Mi Corazón en Luz y en Gloria, y no separen Mi Corazón de vuestros corazones. Cumplan la promesa de estar Conmigo para siempre.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Repitamos: 

Sagrado Corazón de Jesús, 
Fuente de Amor y de Verdad, 
recibe nuestra consciencia en Tu Reino. 
Amén.
(tres veces)

 

Con estas simples palabras estarán dando el permiso a Dios para que, a través de Su Hijo Primogénito, sus almas puedan ser rescatadas en el fin de los tiempos, para que cuando Yo retorne en Gloria a este mundo las almas Me puedan reconocer, como muchos de ustedes Me conocieron en el pasado.

Por eso, en esta tarde de Misericordia y de Piedad, Yo les traigo Mi Presencia, les traigo el recuerdo de haber estado Conmigo en otros tiempos, compartiendo la Cena con el Señor, la Comunión predilecta con el Universo Mayor.

Nuevamente, les traigo a vuestras consciencias la oportunidad de recordar todas estas cosas, de poder revivir los pasajes que han vivido Conmigo, porque solamente deseo que vuestras vidas estén cerca de Mi Corazón y no sean más flagelos para Mí, sino fuentes de amor y de verdad, como es Mi Corazón misericordioso para ustedes.

A través de este día de oración misericordiosa, pude conocer en profundidad vuestros internos, visitar vuestros mundos internos, vuestros espíritus mayores y reparar muchas cosas a través del simple ejercicio de la oración. Tal vez no notarán este gran cambio, pero dejen pasar un poco de tiempo para poder entender lo que hoy Yo les digo. 

Mis Palabras no son solo simples palabras. A través de ellas Yo traigo la Luz de Dios para el mundo. Yo fui concebido para ser el Portavoz del universo y lo seguiré siendo hasta que pueda retornar al mundo. Y en cuanto eso no sucede, Yo vengo con la esperanza de preparar vuestros mundos internos para poder disipar las sombras y la oscuridad, aquellas energías que envuelven vuestras vidas todo el tiempo cuando tan solo dejan de mirarme por un momento.

Yo los observo todo el tiempo, Mis compañeros. Imaginen cuánto observo a la humanidad entera. A través de Mis hermanos de camino, Yo paso frente a todas las vidas, esperando que un alma más pueda despertar y preparar este rebaño de apóstoles que dará testimonio de Mi Regreso al mundo. 

Cuando las falsas mentiras sobre Mi Aparecimiento surjan en la humanidad, Yo no confundiré a nadie. Mi Amor es inconfundible, porque Yo Soy la emanación de un sentimiento de Amor, de una palabra pura y sana que les trae la Voluntad de Dios, como energía y como Presencia, para aquellos que tan solo Me dicen sí.

Cuando ayer Yo les dije que tienen la gran tarea de la unidad, esto no es algo tan simple. Ustedes deben trabajar con vuestros internos para que Mi Consciencia pueda reinar permanentemente. Y cuando Yo esté presente, entre todos y en todos, podré realizar Mis Obras de salvación para Uruguay.

No dejen de rezar por los sacerdotes y por todos aquellos que se esfuerzan para vivir Mi Camino en los cuatro puntos de la Tierra, porque es necesario, hijos Míos, que los valientes puedan soportar la gran tribulación. 

Cuando llegue el momento de la gran división de la humanidad, vuestros corazones ya deberán ser resplandecientes y las manchas oscuras ya no deberán existir, aquellas que a veces permean vuestros corazones, ciegan vuestros ojos y les quitan la fe.

Por eso, únanse a Mí en este tiempo, mientras la Misericordia de Mi Corazón es derramada sobre el mundo. Solo espero poder cumplir con lo que Dios Me pide para esta era. Así también lo esperan los Mensajeros Divinos y todos los Padres Creadores que mentalizan en Su Amor la mejor idea para este planeta, el mayor propósito para este mundo, la infinita finalidad para la humanidad.

Mientras ustedes comprenden y entienden todas estas cosas con el amor del corazón, reciban Mis Palabras en vuestras esencias. Ya no son tiempos de vivir cosas normales ni tampoco de tener ideas brillantes. Yo les estoy mostrando un Camino de Luz que es muy poco aceptado, que es muy olvidado porque las almas están envueltas en otras cosas. Las cosas del mundo son más fuertes y los quitan del camino de la espiritualidad.

Pero en cuanto ustedes están conscientes de poder reconocer Mis Palabras y Mi Petición, anímense a transformarse por entero. Permitan que Mis Ángeles rasguen vuestras viejas vestiduras para que pueda surgir el verdadero ser que habita dentro de ustedes, el yo superior que es muy desconocido por la humanidad, porque la humanidad vive mucho la vida terrena, se mezcla con las cosas del mundo y se olvida de mirar el cielo, contemplar las estrellas, sentirse parte del universo. Todos los universos esperan por vuestro sí.

Por eso, hasta que se Nos permita, los Mensajeros Divinos viajaremos y peregrinaremos dando el Mensaje, la advertencia, el llamado de atención a la humanidad, porque el gran cambio de esta raza se aproxima y no podrán decir que no lo sabían. Yo ya lo anuncié 2 000 años atrás. Juan lo escribió en el Apocalipsis. 

Las palabras se están revelando al mundo a través de los hechos y de los acontecimientos que suceden hoy, en este siglo XXI, de cambios profundos en los que las almas no saben por dónde seguir.

Yo los invito a formar parte de Mi Fuente de Misericordia, así podrán pensar todo el tiempo en Mi Corazón y vuestros propios motivos desaparecerán de vuestras mentes para que habite la Voluntad de Dios en vuestras consciencias.

Cuando Yo los llamo a seguir un único camino, Yo les anuncio a Mis compañeros y los invito profundamente a buscar Mi Corazón todo el tiempo, a no pensar más que en Mi Corazón para que vuestras vidas sean guiadas correctamente y no pierdan el camino de redención que se les está siendo ofertado.

Esta es la última palabra que es dicha al mundo. Por eso, estén atentos, vigilantes, presentes en este momento, para que Mis Códigos de Luz no se disipen de vuestros seres y así no vuelvan a caer nuevamente en las cosas normales de este mundo por la falta de amor y de unidad.

En estos tiempos difíciles, Yo los invito a buscar el Cielo, a aspirar a encontrar la estrella de origen. Que cada uno pueda vivir su verdadera misión no importando cual que sea, solo siguiendo Mis Pasos para no confundirse y pensar que están viviendo una misión, así como Dios quiere.

Por eso, Él Me envía representando Su Voz universal para que no se confundan y escuchen verdaderamente lo que Yo les digo. Mis Palabras están pasando por esta Tierra, pero ¿dónde ellas quedarán? Yo busco receptáculos de Mis Palabras sagradas, moradores de Mi Misericordia que puedan difundir Mi Mensaje de Luz y de Paz para esta raza que se está perdiendo. 

Mediten en lo que Yo les digo.

Muchos tienen preguntas para hacerme, pero Yo las responderé a lo largo de los tiempos a través de las señales de Luz que Yo les daré a todos, las que demostrarán cuál es Mi deseo para todos.

África se está preparando para recibirnos. Los invito en esta tarde a ser portadores y colaboradores de esta Obra, porque será importante en este tiempo final buscar el espíritu de reconciliación con los africanos, la redención y la cura que debe haber entre las almas de América y África.

Deseo también, Mis compañeros, que Europa se haga presente en esta misión. Si así lo hicieran, muchas conversiones sucederán. Faltas serán liberadas de vuestros corazones a través del servicio de estar y compartir con todos Mis hijos de África que los aguardan y los necesitan en estos momentos difíciles.

Así Yo los invito a ser portadores de Mi Paz para que puedan descubrir, a través de esta sagrada misión, cuántas cosas Yo he hecho a través de ustedes por medio de la oración del corazón.

Nuevamente los bautizaré con Mi Espíritu de Vida, para que siempre tengan presente Mi existencia en todo lugar, en los corazones simples y humildes que buscan a Dios con mucho amor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Mientras Jesús nos pide que oremos, Él va a consagrar los elementos para el Bautismo, el Lavapiés y la Comunión. Él invita de corazón a que todos los hermanos coligados también hagan lo mismo, laven sus pies y comulguen con Su Cuerpo y Su Sangre. Que coloquen cerca de Su Presencia estos sagrados Sacramentos para que Él los bendiga como lo hizo en el pasado.

Jesús me pide que repita una vez la siguiente oración y después la repetiremos, todos juntos, varias veces.

Sagrado Corazón de Jesús, 
Fuente de Amor y de Verdad, 
recibe nuestra consciencia en Tu Reino. 
Amén.

Uruguay ha recibido una Gracia atemporal que deberá permanecer pulsando en vuestros corazones para que ella pueda superar las barreras, convertir los corazones, elevar a los caídos, erguir nuevamente a los no redimidos, y así se pueda cumplir el Plan de Dios.

Que esta Gracia atemporal. que les entrego, pueda permanecer en vuestras vidas y ustedes sean consecuentes con esa Gracia. En vuestras manos estará la permanencia de esta Gracia o la desaparición de la misma.

Mi Corazón les entrega una estrella de Luz del universo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Para la consagración de los elementos, a pedido de Nuestro Señor, cantaremos el Padre Nuestro en arameo. Él pide, en este momento, que toda la Orden Gracia Misericordia coligada haga el mismo ejercicio.

 

Oración cantada: Padre Nuestro (en arameo).

 

Que el Señor pueda recibir en Sus Manos este sacrificio para que Su Nombre sea alabado y glorificado por todo el universo y Su Fuente de Amor y de Unidad pueda ayudar a todas las almas a alcanzar la transfiguración, el camino de la redención.

Estoy aquí presente contemplando al Uruguay y al mundo. Mi Corazón es la Aurora que resplandece en vuestras vidas. Busquen esa esencia, esencia crística de Amor, para que desaparezcan vuestros miedos y prevalezca la fe que los llevará a la vida eterna.

En torno a este cielo universal que Me rodea, Yo los consagro en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sean fuente de Amor y de Verdad. Así Me alegrarán.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús, para Su elevación, quiere que cantemos "Fuente Primordial" y que recordemos la Ascensión gloriosa de Cristo, la cual viviremos también en este momento.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN LA CIUDAD DE ASUNCIÓN, PARAGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 15.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a consagrar la comunión junto con Nuestro Señor y vamos a cantar la señal reparadora del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús.

 

Cristo Jesús:

En amor fraterno, bendigo estos elementos sagrados que representan la vida espiritual para las personas, el motivo esencial para cada alma, para todos aquellos que los portan en sí mismos.

Esto representa para Mi Corazón una señal luminosa de que, en esta Tierra, nuevos pacificadores llevan la señal viva de Cristo mediante la comunión y la oración.

A todos los congrego en Mi Corazón y les agradezco por responder a este Llamado.

La fuerza mayor se encuentra en el espíritu bondadoso y piadoso que le dice sí a Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, hoy Cristo se manifestó como el Sagrado Corazón de Jesús.

Es la primera vez que Él aparece con un rosario.

Le preguntamos que hacía con ese rosario, porque por lo general nunca aparece con un rosario. Él nos dijo: “Yo estoy orando por ustedes y por el mundo”.

Después, Él mostró algunas cosas que estaban aconteciendo en el planeta para que podamos comparar la oportunidad que recibimos con cuántas, cuántas almas que no reciben esa oportunidad.

Él nos hacía esta reflexión para que la oportunidad que nos da pueda pasar por nosotros y no quede como algo normal, sino como una memoria viva de Su Presencia en nuestras vidas.

Vamos a leer el Mensaje extraordinario que nos transmitió hoy 5 de octubre de 2014.

El día viernes pasado (3 de octubre de 2014), día de mensaje semanal de Cristo, Él nos hizo un pedido de oración y pidió que la repitiéramos.

Este mensaje ya está disponible en la página de Divina Madre, donde podrán encontrar las Palabras del Maestro.

Como síntesis, queremos responder a este Llamado que Él hoy nos hizo de orar por una situación urgente en África, por la enfermedad espiritual del ébola, así es como la llama Él.

Él llama a todos Sus seguidores, a todos los que lo escuchan, para que recen el “Rosario a las Siete Agonías de Jesús” que también ya está disponible en la página de Divina Madre.

Cristo colocó esto así, en este día, porque directamente está tratando esa situación que está aconteciendo en África.

Él dijo que ya está escuchando nuestras oraciones, pero que necesita muchas más oraciones para que pueda extirpar esa enfermedad que, según Nuestro Señor, ya se volvió una enfermedad espiritual.

Él dice que es a través de la humanidad, de nosotros, que podrá tratar esa situación, aliviar a las almas, curar a los corazones que están enfermos y derramar Su Misericordia.

Él nos pide que podamos responder a ese Llamado ya que es una situación seria que está aconteciendo en África y que, por más que sea un continente tan distante del nuestro, el Maestro nos está mostrando como todo es uno.

Él dijo que estará muy agradecido por las oraciones que todos puedan hacer.

Y después de este llamado de Cristo y de este mensaje de hoy, vamos a despedirnos, a agradecer a todos los orantes, a todas las Comunidades, a los Monasterios, a todos los que estuvieron coligados con este día de Misericordia. 

Pero esta tarea no termina hoy, continúa trabajando en nuestro plano interno. Mañana, en la mañana, volveremos a estar aquí para iniciar la segunda parte de la Maratón.

Solo nos resta agradecer al universo.

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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