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Que hoy vengan a Mí los cansados, porque Mi Corazón bendito los confortará y sentirán la Gracia de Mi Espíritu como la fuerza y el poder inquebrantables para seguir adelante.
Que vengan a Mí los tímidos y los que sufren, porque Mi Corazón bendito los sanará con los rayos de la maternidad y de la paz.
Que hoy vengan a Mí los buscadores del camino de Cristo, porque Mi Amor los guiará y les abrirá la puerta para poder encontrarse con Mi amado Hijo.
Descansen en Mis brazos, así como Jesús cuando murió descansó en los brazos de la Piadosa Madre. Permítanme que los lave y los cure con el bálsamo de Luz de Mi Corazón.
A pesar de que la batalla sea continua y no cese, la victoria del Corazón de Dios es muy grande. Dichosos de aquellos que hoy vienen a Mí para sentirse amados y protegidos por Mis brazos de Madre.
Sus esencias son las estrellas que Mis ojos pueden ver en el firmamento de este cosmos, son el brillo de la cúspide y de la victoria redentora de Cristo. Brillen, brillen mucho y no dejen de brillar en la Gracia que les concede el Amor de Mi Hijo.
Que en estos tiempos, sus seres sean el brillo de una nueva canción compuesta por las melodías de sus corazones. Abracen el sacrificio y no dejen de amarlo, así ganarán tiempo y se transformarán como Dios lo necesita.
Mis amados hijos, celebro hoy con ustedes en el brillo de un nuevo y posible firmamento, lleno de estrellas redimidas por la Misericordia de Cristo. Caminen en la fe y en la esperanza, la hora de su profunda libertad se aproxima y allá, en el Reino de Dios después de esta trayectoria, seremos uno en el Universo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce al camino del sacrificio mayor por la humanidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deseo todo el tiempo, de corazón y de alma, que todos Mis hijos algún día conozcan el gran Amor de Dios, porque fue ese Amor y esa Misericordia que trajo al mundo a cada uno de ustedes en el grado perfecto de la necesidad.
Por eso, hijos, mientras enfrentan los primeros pasos de una purificación tardía, Yo los invito nuevamente a que se aferren al gran Amor de Adonai, Amor que reconstruye los universos y los corazones heridos. Sin ese Amor de Dios nada sería posible en estos tiempos.
Es ese amor, hijos Míos, que los ha hecho madurar y crecer y así asumir su redención en este planeta.
Aprendan a vivir y a buscar el perdón, porque es el perdón que los llevará al amor, y el amor les hará encontrar la Misericordia tan necesaria y urgente en este tiempo de caos.
Hijos Míos, su Madre Celeste los ayuda a tomar consciencia de que sin el Amor de Dios no se podrán superar las pruebas ni los ciclos de una purificación intensa y acelerada.
El amor de Dios los lleva a la paz, por eso entrego Mi Corazón de Madre para que lo puedan sentir y vivir como parte de sus vidas.
Para eso, hijos, destierren su amor propio, amor humano que controla y deteriora todo lo que toca.
Yo vengo en este tiempo para convertir el amor terrestre en un amor sublime, cada día más puro y sano.
Para eso, Mis queridos hijos, su verdadero permiso permitirá que nuevas Leyes Divinas reformen sus vidas, para que así comiencen a vivir en el océano del Amor de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce hacia el universo del Amor de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Amados hijos Nuestros:
Hoy, estamos reunidos en la Aurora del Amor para renovar los votos de todos aquellos que se han comprometido con Nuestro Hijo, Cristo el Redentor, para que en este final del tiempo desciendan sobre este planeta la Gracia y la Misericordia que llegan desde el Corazón de Dios.
Hoy aquí se reflexionó sobre la humildad, aquella que Nosotros dos aprendimos con Nuestro pequeño Hijo Jesús.
Saben, amados Nuestros, que cuando Jesús tenía tres años y nos reuníamos a orar, Dios ya hablaba a través de Él. Y era por medio de ese Verbo pequeñito y suave que el Creador instruía a la Sagrada Familia, casi a diario.
Así, aprendimos a escuchar a Dios, también a través de Nuestro pequeño Hijo que, en total inocencia y amor, contaba a Sus Padres de la Tierra lo que Su Padre del Cielo le mostraba sobre los mundos, sobre el universo y sobre Sus otros hijos del Cosmos.
Nuestros oídos y Nuestros Corazones aprendieron a escuchar en humildad y a reconocer la Sabiduría infinita que Dios depositaba en Nosotros, a través del pequeño Jesús.
Y ustedes, hijos amados, ¿escuchan con humildad y de corazón lo que viene del Corazón de Dios?
¿Creen verdaderamente que es posible que el Padre Eterno hable por medio de Sus Mensajeros?
¿Viven, en humildad y fraternidad, toda la Sabiduría que Nosotros, sus Padres del Amor, transmitimos por medio de algunos de sus hermanos que se están donando para repetir Nuestras Palabras?
Para que todos podamos construir esta nueva y sagrada familia entre todos, debemos abrirnos y confiar en el Mensaje de Amor y Humildad que hoy Nosotros traemos al mundo.
Para que la fraternidad sea la tónica de sus vidas, deben dejar de ser lo que eran e imitar la vida de la Sagrada Familia. Al principio solo la podrán imitar, pero a medida que experimenten la paz y el sentir profundo del corazón, al unirse a Dios, llegará el tiempo en que todo se convertirá en una extraordinaria experiencia. Esa experiencia será la cuna de la Nueva Humanidad.
No sientan temor a experimentar la humildad, no sientan reparo en ser menos que los demás porque en realidad nada son, solo representan unas pequeñas piedritas en un gran desierto.
Hoy, les damos un impulso de amor y de unidad, y reunidos en el Amor de Dios los invitamos a realizar una oferta a Nuestro Hijo, Quien los visitará al caer la noche de hoy.
Pídanle que les enseñe sobre la humildad, aquella que Él nos enseñó desde bien pequeño a Nosotros dos, Sus Padres del Amor.
Hoy, dejamos Nuestra Gracia en este lugar bendito y Nuestro Amor a todos Nuestros hijos del mundo.
Los aman y los acompañan siempre,
María, Rosa de la Paz, y el Casto Corazón de San José
Queridos hijos:
Colombia, como nación andina e indígena, guarda uno de los más importantes legados originales de los pueblos primitivos y sabios.
Los Andes, como un todo, representa para la Creación la elevación espiritual de la consciencia de la humanidad.
Todos los pueblos originarios, que allí se desarrollaron, consiguieron mantener espiritualmente la unión con la Divinidad del Padre Eterno.
Cuando los pueblos fueron diezmados y esclavizados por el hombre blanco, una gran herida espiritual e interna quedó guardada en los últimos descendientes.
Esta herida imborrable que se expandió por todas las Américas, desde los pueblos de Norteamérica, pasando por los aztecas, mayas e incas, dejó una deuda pendiente por resolver.
Esta es una de las tantas causas de lo que se puede ver en este tiempo, consecuencia de lo que sucedió en otros tiempos.
Es esta herida que su Madre de la Gracia desea curar y disolver a través del poder del amor restaurador.
Por eso, Colombia es la cuna para poder volver a despertar la reverencia y la devoción por los principios de la vida sagrada y divina.
Su Madre Celeste, en Bogotá, intentará abrir una puerta celestial de Misericordia y esto será posible, especialmente, por la ayuda de todos los grupos de oración allí presentes, durante los días de los encuentros con su Madre Divina.
Por eso, hijos, una de las justas causas; por la que todos los grupos de oración de América, especialmente de América Central y del Caribe, oren por esta finalidad mariana; es para que desde ahora se pueda establecer la Ley de la Divina Misericordia sobre esta deuda que Europa provocó.
Por eso, vuestra Madre de Guadalupe será la patrona de la misión en Colombia y en los Estados Unidos. Yo volveré, como en el Tepeyac, para llamar a la humanidad a la reconciliación profunda, porque de esa forma a través del perdón y de la comunión con Mi Hijo Jesús, los Andes y Europa cerrarán un ciclo de sufrimiento y de crueldad generado en las civilizaciones indígenas primitivas.
Queridos hijos Míos, por eso desde ahora Yo los preparo en consciencia, revelándoles la verdadera historia de su humanidad, pues Dios espera que no se vuelvan a repetir los mismos errores.
Para eso, vuestra Señora de Guadalupe retornará a lo más alto de las montañas de América, para que el Ave del Sol emita la voz de la redención y del perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los une a Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Compañeros:
En esta noche de encuentro con Mi Corazón quiero revelarles algo importante, algo que motivará la vida de vuestros espíritus, los que siempre deberán decidirse a seguir Mi Camino.
A través de esta misión especial en África, ustedes, en los planos internos, están ante los Señores y los Ángeles del Juicio Final, rindiendo ante la Mesa Sagrada de Dios, todas las deudas cometidas y reflexionando desde vuestras almas sobre estos asuntos espirituales.
Son estos catorce Señores del Juicio Final, quienes también guiaron a los profetas y santos que, junto a los Ángeles de la Guarda, enseñaron en otros tiempos sobre la Misericordia de Dios y sobre el Don del Temor de Dios.
Hoy, vuestros espíritus, que viven el tiempo de la redención de las deudas, están recibiendo la Gracia universal de saldar los débitos ocasionados hasta los días de hoy. Y, a través del servicio amorosamente ofertado en las naciones de África a las almas que están presas hace centenas de años, el universo de los Señores del Juicio Final, en honor a Adonai, se dispuso a borrar y a hacer desaparecer de los Libros Sagrados del Cielo una parte del gran pecado de la humanidad.
Vuestras almas se encuentran en profunda meditación y tal vez muchos de ustedes hoy no lo perciban, pero quiero decirles que, por haber concretado esta misión humanitaria por la paz y la redención espiritual de África, un mar de Gracias y un universo de oportunidades están siendo generadas para consciencias que, dentro de los atributos de la Ley de Dios, no los merecerían.
Compañeros, a través de la intercesión de los Sagrados Corazones, una especie de congelamiento de la Ley está sucediendo, y los efectos que ella genera debido a las graves faltas de la humanidad, están siendo evitados.
De no haberse realizado la misión a África y la misión al norte del Brasil, ciertas consecuencias no hubieran tenido retorno. También, durante la Sagrada Semana de este mes, una forma de expiación interna fue depositada en todos los que, sin arrogancia pero con fe, participaron de los encuentros con Jesús.
Y una vez más, Cristo tuvo una victoria en los corazones más condenados. Así muchos, ante de los Señores del Juicio Final, se hicieron responsables y se comprometieron de por vida, hasta los últimos momentos de la transición de la Tierra, para responder a los designios finales que Mi Corazón revelará durante los días de tribulación a un cierto grupo de almas que servirán de protección y de amparo espiritual para todas las almas que sigan confiando en Jesús.
Cuando llegue la hora crucial de vuestra purificación será el gran momento de vuestra confirmación ante el Padre Celestial y recibirán la oportunidad de no desviarse del camino y de seguir ciegamente todas las instrucciones de vuestro Señor.
En esos momentos cruciales, Yo ya Me encontraré retirado en oración y vigila, preparándome para retornar como nadie imagina en su mente y en su corazón, pero muchos Me reconocerán cuando llegue, y los códigos de Mi victoria en ustedes deberán ser el escudo contra todo mal, quien ore no los perderá.
Bajo la Gracia que proviene de Emmanuel, sean bienaventurados.
¡Gracias por donarse de corazón para concretar Mis Obras de redención!
Cristo Jesús Glorificado
Queridos hijos:
Todo lo que ven en el mundo, en este tiempo, es el grave resultado de la autodestrucción de la vida espiritual de la humanidad. Son pocas las cosas que hoy se preservan espiritualmente en el consciente de la humanidad; por eso, la ayuda del Cielo al planeta es inmediata y urgente, para evitar que más consciencias vayan por el camino del error.
Por eso, hijos, Su Madre Celeste contempla con Ojos de Compasión y de Misericordia todas estas situaciones; y ora, esperando que, algún día, sus consciencias despierten al Llamado de Dios.
Queridos hijos, ante la inmensidad del universo que los rodea, Su Madre Celeste le implora a Su Hijo que derrame Su Infinita Misericordia, para que al menos las esencias y las almas sean liberadas del mar de la confusión y de la ceguera, efectos de una vida materialista e impune.
Pero ahora, el Universo envía a la Madre del Mundo como Mediadora espiritual, para que los corazones reciban la última Gracia de entrar en el Reino de Adonai y no dejen de conocer la grandeza de Su Amor Paterno.
Hijos, ese Amor es el que ha permitido, por la Gracia invencible de Mi Hijo, desterrar de muchas almas las influencias de Mi adversario.
Por aquellos que se pierden, solo basta orar y esperar que un toque de Gracia Divina llegue a sus corazones.
Recuerden, la oportunidad es para todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los mantiene en Su Regazo de Luz,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Que hoy reine la paz entre los hombres y Dios, porque habiendo resucitado el Salvador en el corazón de los simples, nuevamente la Luz vence al mundo y el Reino de Dios tiene Su victoria sobre los enemigos, llevándolos a la rehabilitación para después vivir la redención del corazón.
Queridos hijos, los ángeles cantan en coros: ¡Aleluya! Jesús resucitó entre los muertos y estableció la Voluntad Suprema en las consciencias que estaban perdidas.
Por eso, hijos, vivan este día como un día de redención y de liberación interior. Cristo salió del sepulcro para demostrar que el Espíritu eterno nunca muere y que silenciosamente actúa en los corazones que lo acogen con gran humildad.
Eleven las manos al Cielo y den gracias al Creador por haber enviado al Redentor de todas las eras y de todos los siglos; porque ustedes habiendo reconocido y aceptado que Jesús resucitó en Su mayor Gloria, han abierto las puertas de Su Misericordia para que llegue a sus semejantes.
Queridos hijos, reúnanse en constante alabanza y permitan que Dios Creador participe en Gloria de la obra que ha hecho Su amado Hijo.
Ahora que sus cadenas se rompieron y sus almas se liberaron del naufragio, vean frente a ustedes el nuevo puerto que los recibe para comenzar a recorrer nuevos caminos, los caminos del Señor.
Su unión con Mi Hijo los hará fuertes y al mismo tiempo los ayudará a encontrar el camino de la santa humildad.
Revelen al mundo su rendición y sepan, hijos Míos, que su Madre siente gozo y alegría, ya que muchos corazones pudieron reconocer al Salvador como el único Maestro y Redentor.
Rehabilitados por este domingo de Resurrección, crucen las puertas de la nueva consciencia y, a través de su escuela de purificación, renuncien a lo que sea, esperando en silencio todo lo que Dios con Su Amor les enviará.
Así, queridos hijos, sean dignos en el Señor y dichosos en este día de gran resurrección planetaria para todas las almas perdidas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los encuentra en júbilo, en este día de resurrección espiritual,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En el inicio de esta Sagrada Semana, en la que juntos recordaremos el mayor sacrificio de amor de Nuestro Señor, Yo los invito a revivir internamente la Pasión de Cristo como un atributo de amor y de sacrificio absoluto por la humanidad y por el planeta.
Así, hijos Míos, ustedes extraerán de esa experiencia de amor la fortaleza para recibir los dones que transformarán vuestras vidas en soldados de Su Sagrado Corazón.
En este día en el que juntos iniciamos la Sagrada Semana de Nuestro Señor, ofrezcan a Dios esta Pasión de Jesús por el mundo y, principalmente, por aquellos que siguen hiriendo el Corazón Bendito de Mi Hijo.
Por eso, hijos, renuévense durante esta semana que llegará y que, este año, ustedes puedan despertar las virtudes de las que Mi Hijo espera servirse para cumplir el proyecto de Su segunda venida al mundo.
En este tiempo, la humanidad enfrenta su propia Pasión y, en muchos casos, son situaciones graves que afectan a sociedades y a pueblos sumergidos en la desesperación que transmite Mi adversario.
Pero recuerden, hijos queridos, que Mi Amado Jesús venció el temor y la tentación durante Su confirmación interna la noche de la última cena y, después, en el Huerto Getsemaní, cuando finalmente bebió del cáliz del sacrificio que Adonai le ofreció. En ese momento, la humanidad fue redimida.
Por eso, glorifiquemos al Señor y acompañémoslo bien despiertos por este calvario que comenzará a vivir por ustedes.
Despierten a la vida de los códigos divinos que Cristo alcanzó por medio de Su sagrada entrega en la cruz. No pierdan tiempo porque la hora de vuestra purificación manifestará el gran momento de aceptar o no el camino de los nuevos Cristos, de los nuevos Apóstoles de Mi Hijo.
Les pido, hijos Míos, que tengan un corazón manso, lleno del amor universal y divino para que así Mi Hijo pueda encontrar un refugio en donde poder reposar.
Quien ingrese en la Pasión de Jesús durante estos días ayudará espiritualmente a que las almas presas, las que están en las mismas condiciones que las que Jesús redimió hace más de dos mil años, reciban la Gracia de la Misericordia de Cristo.
Esta Sagrada Semana será definitiva para muchos, y los valientes contarán con la ayuda que necesitan para proseguir.
Queridos hijos, los que estarán presentes en el Reino de Aurora ¡alégrense! porque Yo les envío nuevos sacerdotes para que pueda ser revivida la Pasión de Mi Hijo hasta en vuestras células.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los prepara para vivir la Pasión de Nuestro Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Llegó la hora de que se rompan las cadenas de la inercia y de la constante maldad.
Que se rasguen los velos de la ceguera y de la impunidad.
Que se cierren las puertas al mal y que se disipen los abismos de las consciencias.
Que se liberen las amarras y que las almas caminen hacia su esperado despertar.
Que se transfiguren los impíos y que se rediman todos los que transgredieron la Ley de Adonai.
Que se congreguen los inocentes y se reúnan los mansos.
Que los pacificadores se entreguen a Dios y que los amedrentados sonrían porque Mi Luz poderosa llegó para su salvación.
Que los impuros sean vencidos por la acción de Mi Misericordia y que se purifiquen todos los verdugos.
Voy a repetir:
Que se venzan los impuros por la acción de Mi Misericordia y que se purifiquen todos los verdugos.
Que los condenados sean libres de sus propias prisiones para que surja, ahora y siempre, el eterno Amor del Creador.
Que se restauren los corazones y se glorifiquen por siempre los Reinos de toda la Creación.
Que los ángeles del universo participen del gran Juicio Final.
Con Mis Manos Yo separaré la paja del trigo y haré nacer del nuevo barro, el nuevo diseño divino para cada ser.
Que se arrepientan los que no lo hicieron, y que todos escuchen el clamor de los mutilados.
Que se terminen las guerras.
Que ya no se martirice ni un cuerpo más, porque la Ley manifestada está descendiendo sobre este Reino llamado mundo.
Que los injustos se conviertan y que los pecadores se entreguen a la Misericordia infinita de Mi Corazón.
Que las causas del pasado se transformen en prodigios para el futuro.
Que la verdad salga a la luz y que los ciegos y sordos de corazón escuchen el Llamado del Rey Universal.
Todo mal es retirado de los espacios del mundo para que rebrote por siempre la Fuente de la Purificación.
Que nadie tema al fin del tiempo.
Que los misericordiosos donen Misericordia y que los buenos orantes recen mucho, recen mucho por la paz.
Ya el Rey se prepara para entregar su principado a los que fueron fieles.
El Hijo de Dios viene para terminar con toda perturbación y para restablecer los mil años de paz. Pero mucho aún deberá pasar para que todo esto suceda.
Abran los ojos del corazón y destierren de vuestras células las imperfectas insignias del mal.
Yo Soy vuestro Amor, Yo Soy vuestra Luz, Yo Soy el que Soy en cada alma y corazón que sepa, humildemente, reconocer Mi única Verdad.
Misericordia para los que Me niegan.
Piedad para los injustos.
Paz para toda la humanidad.
Bajo el Decreto Universal del Creador Supremo, sean testigos vivos de Mi Mensaje final.
Los bendice,
Cristo Jesús Glorificado, el Redentor
Vengo para repetirles el Mensaje que no fue escuchado en Ruanda.
¡Arrepiéntanse!, están a tiempo y en la hora de hacerlo, antes de que sea demasiado tarde. Ofrezcan al Eterno la oportunidad y el momento de vuestro sincero arrepentimiento.
Día y noche, desde lo alto de las montañas y sierras de África, escucho el pedido de auxilio y de alivio de los que les ha tocado ser mutilados. Ofrezcan al Eterno y Supremo vuestro arrepentimiento por todos aquellos que no buscan Mi insondable Misericordia y que en esta hora sangrienta solo buscan generar temor y dolor en el mundo.
Desde el último día en el que Yo estuve con ustedes, les prometí retornar en el momento de mayor tribulación. Hoy les digo, como le dije a toda Ruanda, ¡arrepiéntanse y no solo pidan perdón!, eso ya no bastará para la Ley de Dios, busquen comprender y saber en qué está fallando toda la humanidad.
Pero hoy no vengo para ser vuestro juez, sino vuestro amado intercesor que llora y ve la sangre correr como el agua entre las calles de este mundo. Solo existirá una solución para todo lo que sucede, que clamen todo el tiempo por Mi infinita Misericordia. Así, amigos Míos, serán merecedores, al igual que muchos, de recibir en este tiempo la última tabla de salvación y de piedad.
Mientras Mi Sagrado Corazón recoge el llanto de los inocentes y de todos los fieles cristianos, les pido que aparten de vuestras vidas toda normalidad y que, a partir de hoy, comiencen a penetrar cada vez más en el misterio de Mi Corazón flagelado por el mundo.
Los animo a caminar entre las tinieblas y a no tener miedo, miedo alguno a lo que vendrá, pues si Yo Soy vuestro Maestro, que camina delante de vuestras vidas, ¿por qué dejarán de confiar en Mí?
Acepten Mi última convocatoria. El universo ya está generando el resultado por todas las graves faltas que se cometen y que nuevamente ofenden grandiosamente a vuestro Dios.
Por eso, sean dichosos de escuchar Mi Llamado, él precisa ser eco en lo profundo de vuestros pequeños corazones.
Y les repito: ¡arrepiéntanse!
Es urgente e imprescindible que todos abran las puertas y los caminos para esa importante misión humanitaria y espiritual por la paz en esa región sufrida del mundo.
Hoy les dejo lo único que Yo les puedo legar y entregar, que es Mi Amor misericordioso, aquel que no está siendo bien aprovechado por Mis almas buenas.
Curen Mi Corazón, así Yo siempre podré consolarlos hasta los últimos días de vuestras vidas.
Bajo la suprema Misericordia de Dios, que los inocentes sean elevados al Cielo.
¡Gracias por volver a escuchar Mi Sagrado Llamado!
Cristo Jesús, el flagelado Corazón del Amor
Recuerda, en este último tiempo, Mis Palabras de Luz y abrázate fuerte a Mí para que Mi Amor disipe las confusas ideas del mal.
Por eso, te pido que cada día confíes un poco más en Mí y que recuerdes estos últimos momentos de amor que, en Mi Gloria Celestial, has compartido Conmigo.
No demores, el tiempo pasa y Mi campanario sideral está llamando a las últimas ovejas antes de que llegue el tiempo de la Justicia Divina.
Anímate y entrégate. Mi absoluta confianza ha descendido sobre tu ser. Y en todo este precioso misterio se guarda Mi Amor por las almas.
Por eso, con determinación y vacío de tus propias voluntades y expectativas, pon atención a lo que Yo te digo, pues tienes la Gracia suprema de ser digno ante Mi Padre y de recibir todos los días Mi infinita Misericordia.
Si caminas hacia Mí, la oscuridad del sendero no te tocará ni te abrazará.
Sé inteligente y decídete a buscar las cosas que vienen de Mi Voluntad. Así sabrás qué camino correcto seguir y te librarás, por Mi Gracia, de que tus semejantes se pierdan.
Abre tu corazón, pues aún no lo has hecho. Abrirme tu corazón significa renunciar todo el tiempo a tus propios deseos. Cuídate de ti mismo más que de tus opositores. El puro sendero es construido con base en la unidad perfecta que establezcas con Mi Reino.
A lo largo del tiempo, Yo te he dado Mi Paz y Mi Misericordia. Sé agradecido y bueno. Escucha Mis Palabras a través de tus hermanos.
Recuerda que Yo estoy presente en los sagrarios y en todos los templos orantes de los seres. Si aún no has reconocido Mi sabia y pura Voluntad, hoy te la muestro y esta es Mi petición espiritual: sígueme y renuncia a tus proyectos.
Yo Soy el único portal hacia la salvación y la redención de tu pequeñísima vida terrestre.
Ya no es tiempo ni momento de que tus pies estén en dos barcas. Deja de naufragar en tu propio mundo y reconoce humildemente a Quien ha venido a llamarte y a redimirte.
Cuando abras tu pequeño corazón ya estarás amando las cosas del Cielo. Mientras busques tu propia realización solo serás para Mí una parte del pecado de este mundo cruel.
Resígnate e implora Mi Misericordia. Las Tablas de la Ley ya están a los Pies del Creador y ellas pronto serán reveladas por los coros celestiales antes de Mi Retorno.
He venido durante tanto tiempo y tantos días, para que algún día puedas renunciar y unirte al espíritu de Mi santa Humildad.
Que esta Maratón misericordiosa, después de tantas realizadas, sea el momento de que cada ser recapacite por todo lo que recibió directamente de Mi Sagrado Corazón de Luz.
Cuando hayan recapacitado, meditando sobre Mi Pasión, les aseguro que se darán cuenta de todo lo que les he dicho en nombre de Dios.
Recen y no busquen otra cosa que rezar. Pidan perdón por vuestra inmensa soberbia y decídanse a ser, ahora y siempre, dignos en el Señor.
Por vuestro gesto de humillación y reverencia, les agradezco.
Bajo el perdón infinito de Dios, sean bienaventurados.
Gracias a los que Me adoraron, de corazón, en el Santísimo Cuerpo de Cristo.
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Yo Soy la Luz que existe en los lugares y mundos donde no hay Luz. Yo Soy el Lucero del universo que disipa las penumbras.
Soy el que trae consigo la esencia de la Vida y de la Verdad y espero que todos los Míos, algún día, se vuelvan la misma Luz, la que venció al mal y despertó la Misericordia de Dios en el mundo.
Mientras el tiempo del universo anuncia nuevos cambios profundos, los Mensajeros Divinos nos preparamos para recoger Nuestros Corazones en el Gran Corazón de Dios.
Pero en esencia y en espíritu puro, nosotros estaremos con la humanidad hasta el final, esperando el momento indicado de ayudar en la redención de las últimas almas sobre la faz de la Tierra.
Mientras que ese momento aún está por suceder, tomen buenas decisiones espirituales en vuestras vidas, así estarán verdaderamente prontos y sinceros ante los Planes de Dios, porque así Su Fuente Mayor podrá confiar en ustedes hasta el final.
Vuestros corazones guardan el potencial para vivir una transformación ilimitada, capaz de trascender barreras y dificultades internas y externas.
A través de los últimos tiempos, Yo les he dado la posibilidad de conocer el camino del amor y del perdón, algo que deberá ser practicado cuando surja el momento de la tribulación en toda la humanidad.
Todos, a su debido tiempo, fueron testigos de Mi Presencia y de Mi retorno al corazón de los más simples y de los más pecadores. En todo este tiempo, ustedes fueron el testimonio, para muchos, de una gran oportunidad de piedad y de Misericordia.
Pero todo esto no podrá quedar atrás, olvidado, cuando se aproxime el tiempo de entregar la propia vida por amor.
En ese momento, Yo estaré a vuestro lado para animarlos, en confianza absoluta, a dar el gran paso por la salvación de este mundo perdido.
Vuestro sostén será Mi esperanza, vuestra alegría será el poder de Mi consolación, vuestra fortaleza será el don de Mi fe, vuestro paso inmediato será morir por Mí y por vuestros hermanos.
Cuando ese tiempo llegue para todos, cada ser podrá entender y saber claramente cuánto ha trabajado a Mi lado y cuánto, sin temor, Me ha entregado para que Yo pudiera transformar su ser.
El tiempo está señalando un momento diferente.
Vuestra atención y silencio podrán ser las llaves precisas para comprender las últimas señales que el universo enviará.
Que vuestra sed por vivirme nunca se termine.
Que el amor renovador que Yo les ofrezco, en cada encuentro, sea la marca definitiva que quede grabada por siempre para que, en el gran momento de Mi regreso, Yo pueda reconocerlos como Mis apóstoles y no como Mis verdugos.
Amen la Ley de Dios, aunque no la entiendan, eso los protegerá de ustedes mismos.
Mis Rayos se derraman sobre los justos.
En la Paz del Nuevo Tiempo,
Jesucristo, Rey Solar
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Durante la Vigilia de Oración del 24 de diciembre de 2014, en el Centro Mariano de Aurora, Nuestra Señora anunció que el nuevo ciclo de los Mensajes mensuales de Cristo Jesús, que será realizado a través de un programa el tercer viernes de cada mes, será llamado “El Sagrado Llamado”.
Hoy, durante el último mensaje semanal de Cristo, el Maestro anunció nuevamente que, en el ciclo que llegará de Sus Mensajes mensuales, el programa será llamado “El Sagrado Llamado”.
Queridos hijos Míos:
Con Gracia y Misericordia elevo sus corazones al Cielo, para ofertarle al Padre Celestial la hermosura y la belleza de sus vidas.
Hoy, por última vez, envío Mis Mensajes de Paz al mundo. Hoy se cierra un ciclo en el que la humanidad debió haber atendido a Mi llamado y escuchado Mi Mensaje de advertencia.
En esta noche de Gracias y de redenciones, he rezado por todos ustedes y he recibido en Mi regazo a sus esencias, que son de verdadera importancia evolutiva para su Padre Celestial.
Mientras el mundo coloca su atención en las cosas de la vida material, Yo vengo aquí con el objetivo y con la divina misión de que me lleven a sus casas como corredentora y Madre de todos los corazones. De esa forma ustedes, Mis queridos hijos, permitirán que Yo pueda interceder por sus semejantes para que también alcancen la redención del corazón.
Les pido, en nombre del bendito Amor de Dios, que lleven Mi Palabra sagrada a todos los lugares a donde vayan, así Yo también podré realizar Mis planes en las almas que día y noche se pierden en este mundo de ilusión.
Como Madre del Verbo Divino, Me anuncio a todos ustedes como una vez Me anuncié en Fátima, en Lourdes y recientemente en Medjugorje, porque Dios Me ha permitido aparecerme en todos los lugares que corren un verdadero riesgo espiritual.
Con este fin, en esta noche abro Mis brazos, los elevo al Cielo e imploro por la humanidad y por todos los Reinos de la Naturaleza que son ultrajados por esta raza. Vengo para retirarles la ceguera de sus ojos y para que a través de Mi cura universal y de Mi maternidad, ustedes puedan despertar al Retorno de Cristo, Nuestro Señor.
Mis ojos iluminarán sus caminos cuando tan solo oren Conmigo por los sacerdotes y consagrados, para que ellos consigan ser el espejo luminoso de la Faz de Mi Hijo Jesús; porque, hijos amados, esta humanidad se cierra a escuchar lo que viene del Cielo, para corregirlos y colocarlos en el camino de la paz.
Como Reina del Santo Rosario, les pido que recen Conmigo por Mis planes, antes de que el enemigo consiga convencerlos de vivir una vida de ilusión material.
Mis hijos, deseo que, desde aquí como desde todo el mundo, nazcan los apóstoles del amor y de la redención que podrán dar el fiel testimonio del regreso de Cristo.
Por eso, les pido que se consagren a Mi Inmaculado Corazón para que estén protegidos y resguardados de todo mal, porque cuando todos ustedes consigan abrir las puertas del corazón, Dios podrá entregarles Su Amor reparador y misericordioso.
Están a tiempo de tomar el rosario y de ponerse a orar por la paz, paz que no existe en el hombre ni en ninguna alma. Ustedes tienen la verdad entre sus manos. Recen con devoción, pidan perdón, reconcíliense a tiempo y serán dignos de vivir la cena redentora con Mi Hijo, el Sacerdote Mayor.
A través de Mi Inmaculado Corazón, les abro las puertas del Reino de Dios para que pronto se eleven en espíritu y disipen los códigos del mal de sus vidas.
Por su sí, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Agradezco la compañía grandiosa de todos Mis hijos durante estos tres últimos años de Gracias y de conversiones.
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz y de toda la humanidad
Estoy aquí para pedirte, silenciosamente, que te unas a Mí y no te separes.
En el misterio de las pruebas existe el camino del gran paso a la trascendencia.
Mi Proyecto para tu pequeña vida es transformarte en un instrumento nuevo, siempre disponible, para cuando sea necesario y oportuno ayudar a las almas del mundo.
Después de esta vida, existirá otra mejor que la que has experimentado. Por eso, ten los recaudos necesarios para vivir, en esta vida, Mi santa Palabra.
He venido para pedirte algo que va mas allá de tus expectativas y aspiraciones. Yo vengo a pedirte tu íntima confianza en Mi Sagrado Corazón, porque cuando las almas confían en Mí, muchas decadencias humanas son suplidas por Mis Rayos de Misericordia y todo es transformado por los dones de Mi Luz. De esa forma, las almas no pierden la oportunidad de reencontrar el consuelo que tanto les falta.
Yo vengo para unirlos a Mi Padre, a la gran Emanación Universal del Amor y de la Unidad. Solo les pido que no pierdan el camino de la santificación.
Para poder vivir los cambios actuales, deben fortalecer vuestra fe en Mí, eso les permitirá borrar las dudas y las preocupaciones.
Cuando un alma se esmera en buscarme todos los días, podrá saber que en sus últimos días Mi Corazón la recordará e irá al Reino de Mi Padre.
No teman enfrentar aquello que no pueden enfrentar, el Señor les envía Su Gracia suprema a través de Mi sagrada Presencia en este día.
El Señor los reúne en una sola consciencia de paz para que, en estos tiempos, la redención pueda despertar en todos.
Yo les doy la seguridad que tanto buscan dentro de ustedes. Yo les doy Mi sincero e inseparable Amor del Corazón.
Bajo la Gracia de Dios que los reúne y los sana, sean bienaventurados.
¡Gracias por vivir en Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Como Madre de la Divina Misericordia, llego al mundo para curar y redimir, con la Luz de Mi Hijo, a todos aquellos que tanto necesitan de perdón, de redención y de paz; y que están sobre la Tierra, perdidos de Dios y desamparados de corazón.
Yo soy la Santa Madre de todos los pueblos, de todas las razas.
Yo soy la misma que se esconde en las montañas, Caacupé, como la que se encontró en las aguas, Aparecida.
Yo soy la que entrega la libertad a los 33, soy la que viene al encuentro de los que necesitan dar un nuevo paso, y entrego al mundo los frutos de una Higuera de amor.
Yo soy la que trae a las almas el Espíritu de Dios y concibe la Divina Trinidad en los corazones.
Yo soy la Reina de la Paz, Yo soy la Madre del Verbo Divino.
Yo soy la Madre del mundo, del universo y de todos ustedes.
Aquel que decide estar bajo Mi Manto, reconoce Mi Faz en todas las manifestaciones del mundo y sabe que Yo soy la misma en el Cielo como en la Tierra, y que vengo a enseñarles que nada debe estar separado en este mundo ni en los otros.
Mis amados, recorro las naciones para unir los pueblos, aunque sea a través de sus representantes. Vengo a construir esa red de luz que deberá encender el planeta, a través de la oración, cuando el sol ya no brille en el cielo de este mundo.
Quiero ver, en Mis hijos, la luz que ilumina los caminos de los que andan en la oscuridad. Quiero formarlos, para que el Espíritu Santo encuentre morada en sus consciencias, y otros que no tuvieron la Gracia de estar delante de Mi Presencia, Me puedan encontrar en sus corazones.
Mis queridos hijos, benditos sean los que se arriesgan a responder al llamado de Dios. Ahora, les pido que permitan que este llamado se vuelva semilla fecunda en sus esencias y, poco a poco, sea la vida que da testimonio de conversión y fe para los que están olvidados de Dios.
Que, en la simplicidad de sus seres se encuentre la puerta por la que Mi Hijo retornará al mundo. Que sus corazones sean humildes, para que se tornen la cuna de la pobre, pero sin embargo bendecida Belén interior que recibirá al Nuevo Niño, para que retire, por segunda y última vez, el mal que atormenta al corazón de los hombres y a los Reinos de la Naturaleza.
Amados de Mi Corazón, comiencen hoy a preparar el camino del Señor en sus pequeñas vidas. Retiren de sus vidas, de una vez para siempre, todo aquello que no corresponde a este humilde Pesebre de Belén.
Una vez más, el Nacimiento de Cristo se anuncia al mundo y ahora nacerá en muchos corazones, y a otros los hará renacer en vida, para la redención y la institución de la Paz.
Yo soy la portadora de la Misericordia, la que les pide que sean misericordiosos, para que el Reino de Dios descienda al mundo.
Yo los bendigo y les agradezco, porque la Gracia Divina descendió sobre este lugar, y sus vidas fueron colmadas por la Presencia Divina.
Yo los amo,
María, Reina de la Paz y Madre de la Divina Misericordia
Deja que Mi Sangre circule dentro de tu corazón, los poderes que Yo manifiesto y te presento son desconocidos para ti.
Deja que Mi Sangre circule por tus venas, para que tus códigos del pasado sean renovados por Mis códigos de luz y redención. Deja que Mi Sangre remueva de lugar todas tus células.
Deja que Mi Sangre purifique tus sentimientos y que transmute tus heridas, pues Yo tengo el poder para revertir todos los males. Si aún Mi Sangre no vive dentro de ti, busca el porqué no Me tienes dentro de ti.
Deja que Mi Sangre libere cada parte de tu ser; y que tu cuerpo, aún siendo impuro, alcance la pureza y la consagración a través de Mí, porque lo que Yo te ofrezco no es parte de tu voluntad ni de tu deseo.
Yo provengo de una célula de Vida Mayor que ilumina hasta las pequeñas partículas de aquellos que buscan la cristificación a través de la donación. Por eso, deja que Mi Agua brote dentro de ti, para que cada rincón de tu ser sea bañado por Mi Agua de Vida y de Liberación.
Deja que Mi Espíritu habite dentro de ti y Él haga morir lo que ya está viejo. Tengo la potestad de renovarte y al mismo tiempo de abrazarte con Mi calor y Mi paz durante las duras noches de frío que llegarán.
Déjame que pueda actuar a través de ti y en poco tiempo no te reconocerás, porque Yo haré maravillas en tu vida.
Deja, sobre las palmas de Mis Manos, tus miserias y lágrimas para que Yo, en nombre de Mi Padre, pueda convertir tus maldades en bendiciones, tus pesares en liberaciones, tus tristezas en alegrías, tus dudas en afirmación y verdad.
Por eso, Yo deseo que Mi Espíritu tenga morada en las almas imperfectas, Yo las busco y ellas se esconden de Mí por temor o desconfianza. Si hoy eso sucede contigo es porque no conoces la fuerza de Mi Amor curador.
Déjame ser en ti, día y noche, tanto en tus errores como en tus virtudes. Yo contemplo al mundo y lo guardo todos los días en Mi Corazón, a pesar de las heridas que muchos me ocasionan.
Déjame ser unidad y vida, Misericordia y consagración; si solo me lo permites, en un tiempo breve serás Mi apóstol.
Déjame ser, déjame actuar, déjame vivir en ti, solo deja que Yo sea en ti para siempre, porque en Mí se encuentra la única salida.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados y unidos.
¡Gracias por solo dejarme ser!
Cristo Jesús Glorificado
| Listado
En este tiempo, Yo vengo al mundo como el Sacerdote Mayor a preparar los caminos de los que retornarán, por sí mismos, a comulgar Conmigo en Mi próximo advenimiento al mundo. Así, Yo cumplo con los Designios de Mi Padre y abrazo a todas las almas para que sientan Mi Sagrado Corazón.
En la Luz que Yo irradio se encuentra la Verdad, motivo principal de Mi Venida a este mundo, como Espíritu de Verdad y de Vida. De esta forma, Yo reúno a Mis nuevos discípulos para que, a través de Mí, vivan la Verdad que Yo viví en tiempos pasados. Me reúno con todos los autoconvocados y con los olvidados que han quedado atrás, perdiendo la oportunidad de la cristificación.
Mi Corazón prevalece a lo largo de los tiempos, mientras Yo envío impulsos permanentes a todos los espíritus que viven sobre la faz de la Tierra, pero no todos Me responden como Yo lo desearía. Muchas veces debo forjar la madurez del trigo, pues Mi Padre lo necesita para servirse de él y así poder cumplir el Propósito Divino de derramar Su Misericordia en este mundo herido.
Mientras aún todo está por suceder, Yo los reúno de manera inmediata alrededor de Mi Sagrada Mesa Eucarística, para que el mayor número de esencias reciba los Dones que Yo alcancé durante la Muerte, Resurrección y Gloria por amor infinito a todos Mis rebaños.
Yo les pido, en este tiempo, la fidelidad a Mi Corazón Sacratísimo. Así, Yo podré saber y ver con cuántos talentos podré realizar Mis Obras de Paz en el mundo en este tiempo. Por eso, la formación de los nuevos apóstoles es urgente.
Yo vengo directamente del Universo Celestial y Espiritual a dar los últimos avisos a todos. Ayuden a despertar a los que duermen en la ilusión de este sueño humano, ustedes cuentan desde siempre con Mi Sagrada Intercesión Divina. Los necesito dispuestos a poder dar lo mejor en cualquier momento.
¡Crean!, sus células son redimibles y, a través de Mí, ellas se santificarán por la Ley de Mi Misericordia. Sean pacientes y no descansen en ustedes mismos, sino ábranme la puerta de sus corazones, para que sus almas Me puedan escuchar como la Única Voz Mayor.
Sientan el poder de Mi Confianza, la Paz que nunca acaba y el Amor verdadero de Mi Corazón que los abraza fuerte y los sostiene hasta que vuelvan a caer a Mi lado. Mis Manos, juntas a las suyas, son la seguridad predilecta y la fortaleza que Yo les puedo legar.
Por eso, sean cristalinos como el agua, en todos los sentidos de la vida; así, Yo les aseguro, Mis amados, que alcanzarán la pureza y serán en poco tiempo Mis santos de los últimos días.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados y pacíficos.
¡Gracias por permanecer en Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado, el Sacerdote de la Paz
Mi Corazón es la Eucaristía Viva para las almas del mundo. Mi Corazón disipa las sombras que viven en el interior de los hombres.
A través de la unión con el poder de este Sacramento, las consciencias se redimen y santifican los pasos de su caminar hacia Dios. Bendito sea el corazón sincero que comulgue con este Sacramento Eucarístico, porque tendrá la vida eterna cuando todos los días solo busque el camino a la perfección.
Envío a Mis ángeles celestiales para que en todo el mundo derramen los códigos crísticos que fueron alcanzados por Mí durante la Pasión, así Mi Gracia evita que el poder de las Leyes caiga sobre los justos, porque aún en la Tierra moran almas preciadas por Mi Padre.
Así, a través de Mi Cuerpo y Corazón Eucarístico, Yo estableceré en el mundo la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. De esta forma, aquellas consciencias que, todos los días de sus vidas, Me hayan buscado con sinceridad, superando y trascendiendo los límites de la materia, el día de la Justicia Divina, estas almas no serán causa de Mi Justicia, mas serán mediadoras para la salvación de otras almas que en esos tiempos serán prisioneras del mal.
Dichosos todos los que hayan buscado el camino de la Adoración. Los templos del corazón estarán preparados para llevar adelante obras universales de paz en la miseria y el caos, porque Yo, a través de la efusión del Espíritu Santo, realizaré Mis últimas obras magníficas sobre el consciente de la humanidad; así muchos sabrán quién en verdad Ha sido el Hijo de Dios.
Por eso, antes del gran momento universal, Mi Fuente Espiritual preparará a los rebaños. Llegada la hora de la gran revelación celestial en toda la esfera de la humanidad, aquellos que acompañen el transcurso de Mis Caminos serán como lanzas de fuego, que traspasarán el mal y liberarán, solo por su presencia, toda oscuridad. Pero nadie sabrá quién lo hará, colocaré un velo sobre todo este misterio, solo el amor y la humildad en los simples demostrará el poder de este gran misterio creador.
Y, aunque los espíritus impuros estén sueltos como lobos feroces en el actual mundo, los adoradores, que forman parte de Mi Cuerpo Místico, defenderán el poder de Mi Gloria y de Mi Retorno.
Los ángeles del Cielo serán las estrellas resplandecientes que guiarán el camino de los vigilantes y de los guardianes del Evangelio de Cristo, así llegará el momento de que Mi Iglesia Espiritual será solo una.
No será necesario que ningún hombre o ser sobre la Tierra reine en Mi Nombre, porque cuando Yo retorne revelaré el poder del Reino de Emmanuel a los que escucharon Mis Palabras con los oídos del corazón y del alma.
Entonces, los justos deberán ser compasivos con los injustos. Llegará el momento de ejecutar las obras de misericordia y de caridad, que librarán a los inocentes de envolverse con los enfrentamientos que muchos vivirán. Serán victoriosos aquellos que se hayan convertido en adoradores de Mi Divina Misericordia.
El Reino que se aproxima modificará la miseria espiritual y la indigencia injusta del desequilibrio corrupto que vive la humanidad. Pues Mi Luz Celestial corroerá con el poder del Fuego Divino todos los actos y los modos que llevaron a la perdición de millones de esencias en la humanidad.
En ese tiempo, nada quedará oculto, la vida entre hermanos se volverá como espejos que reflejarán la verdad que siempre se ha ocultado. Por eso, les pido a los valientes determinación rápida en la entrega, así pronto se liberarán del código corrosivo de las pasiones humanas y el espíritu inmaculado de cada ser establecerá el Reino Divino en todas las cosas.
El verdadero paso para la consagración se encuentra en el camino de la permanente fe del corazón, que les dará confianza y suma plenitud para vivir el universo desconocido. Los más simples sobrevivirán a las catástrofes que llegarán como purificación y fuego sobre la humanidad rebelde; así, cuando todo haya sido purificado, como el grano que es pisado en el granero, Yo vendré para restablecer Mi Reino Mayor, aquel que late perpetuamente en el corazón de este Universo Celestial.
Ahora, Mis peticiones se extienden a todos aquellos que quieran escuchar lo que el mundo ha generado. El tiempo próximo indica el camino de la superación de sí y esto será más verdadero cuando la constancia de vivir Mi Reino sea el propósito verdadero para los servidores. En todo paso y superación, Yo Me encontraré intercediendo e irradiando Mi Paz Celestial.
Volveré con el propósito de recuperar los caminos perdidos y confusos de todos los que una vez se quedaron atrás por las acciones y las actitudes de los otros, de aquellos que creyeron estar haciendo las cosas correctas; pero ahora ellos deberán pagar el mismo precio de lo que fue fracturado, molido y herido en el espíritu de los que fueron engañados.
Mi Reino es de Verdad. Yo les enseño, a través de Mi Amor, a ser luz suprema para el mundo, liberando de esa forma los códigos corruptos que se guardan en las células de la herencia humana. Por eso, Yo los reúno para vivir un camino de transparencia y de servicio inmediato al Plan del Padre Celestial. Necesito la rectitud de los servidores, que forjará, en sí mismos, los frutos y los potenciales que se resisten a donarse por un acto de suma apropiación. Pero de a poco, como una Buena Madre, Yo despierto los talentos divinos que servirán de socorro y de ayuda para el actual ciclo de la humanidad.
Hoy, les hablo con esta rectitud, porque todos los seres que ya responden a Mis Comandos están prontos para escuchar en la madurez de la consciencia.
Vigilen Conmigo y encontrarán la respuesta en todo lo que sea necesario aclarar. La Sabiduría de Mi Corazón hoy les derrama Infinita Misericordia. Recuerden que Mi Amor por ustedes es inmediato e inconfundible.
Abrazo a los que una vez Me dijeron sí y llevaron Mis Palabras al centro de su corazón, que ahora será el camino para la liberación de sí mismos.
Ámense crísticamente.
Únanse cósmicamente.
Trabajen fraternalmente, así Me agradarán.
Les agradezco por acompañarme en la Eucaristía, junto a los ángeles mayores.
Paz para todos, la Paz de Dios.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Cristo Jesús Misericordioso
Amigos y almas buenas:
Que la Paz de Mi Señor, el Todopoderoso, permanezca hoy y siempre en sus corazones.
El Cielo les envía las pruebas del fin de tiempo, para que sus almas, las que Me dijeron sí, se puedan fortalecer en la confianza.
Ahora, Yo Soy el único camino para sus vidas. Yo Soy la única y poderosa Luz que los iluminará en las tinieblas o en la desesperación.
Benditos sean aquellos que, a pesar de todo, continúan en Mí y no se separan ni un milímetro del Glorioso y Bendito Corazón de Jesús Amado, porque ellos serán reconocidos como los Hijos de Dios.
Vayan y sean felices. Que sus caminos sean invadidos por el poder de la Palabra de Vida y por la Fuente de Mi Divina e Insondable Misericordia.
Sé que ya estás cansado y que las fuerzas parecen desaparecer de tu interior, pero debes saber que Mis Hombros y Mi Espalda sustentan el peso de la cruz que el Señor te confió.
No te desesperes, confía en la plenitud de Mi Presencia, abre la puerta de tu corazón para que Yo pueda habitar en ti, así conocerás el Amor inconfundible de Mi Corazón.
Sabes que siempre, desde el principio, has sido libre, tan libre como el vuelo de un ave en las alturas.
Únete a Mi Corazón, Mi Agua saciará la sed que sientes, Mi Sangre lavará el pasado y podrás resucitar en espíritu a la Voluntad de Mi Padre Eterno.
Estoy aquí, regresando para todos, en búsqueda de la semilla que Mi entrega sembró en cada alma.
Vengo a llamarte para vivir el sacrificio por amor a la humanidad, para que así conozcas la fuerza de Mi Amor Redentor.
Bajo el Amor que proviene del Padre Amado, Yo los bendigo y los curo en el nombre de Abba, de Cristo y del Santo Espíritu. Amén.
Cristo Jesús, vuestro aliento.
Queridos hijos:
En la víspera del aniversario de los Mensajes semanales transmitidos por Mi Inmaculado Corazón, hoy los llamo a recordar todas las enseñanzas que Yo he comunicado durante este último año y también pido la colaboración de los peregrinos para la publicación del primer libro con todos los Mensajes diarios, el que Yo misma bendeciré el 25 de diciembre de este año, porque prometo venir ese día con Cristo.
En la víspera del aniversario de los Mensajes semanales, estas sagradas pero simples Instrucciones pasarán a ser mensuales, cumpliendo así con el pedido de su Señor, de aparecer también el tercer sábado de cada mes para guiarlos y acompañarlos. Después de que se cumpla un año de Mensajes mensuales, Mi tarea con ustedes tendrá un recogimiento; eso significa, queridos hijos, que después Mi venida será una vez al mes, en el próximo año 2014.
Pero si sus corazones no perdieran la devoción y el amor con los que honran a Mi Corazón Inmaculado, la Señora del Universo Solar podrá visitarlos también de manera extraordinaria.
Hijos amados, hoy declaro este comunicado a ustedes, porque saben que Mis Apariciones a lo largo de los siglos han tenido un ciclo y un tiempo determinado. Pero hoy quiero que fortalezcan esa unión Conmigo, porque de esta forma más corazones se activarán en la oración y así estarán respondiendo a Mi llamado celestial.
Quiero agradecer, en este día de Misericordia, el empeño y el esfuerzo que ustedes colocaron en la vida que le dieron a este, Mi Centro Mariano de Figueira, como también los frutos que ustedes han cultivado a través de cada encuentro mariano en la Colina.
Yo invito a los demás Centros Marianos a que se unan y ejerciten los mismos ritmos de devoción que han realizado en el Centro Mariano de Figueira. De esta forma, sus corazones trabajarán la fraternidad y en los tiempos finales no se sentirán solos ni por un momento.
Queridos hijos, hoy la Reina de la Paz les agradece este momento espiritual que comparten Conmigo, porque la vida de un Centro Mariano se construye y evoluciona por medio de los pasos de amor que se animan a dar Mis hijos.
Hoy, el Centro Mariano de Figueira está en su tarea mayor desde el universo espiritual. Por eso, ahora Yo les pido que los miembros de este Centro trabajen y organicen una peregrinación mensual a la Colina de las Apariciones, para los más simples de los simples; para que en honor a la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, ellos me recen el Santo Rosario por la Paz en el interior de todos los seres de la Tierra. Esta peregrinación podrá incluir la preciosa procesión de velas y los cánticos que Yo siempre escucho desde lo alto de la Colina.
Amados hijos, que el impulso de vivir la paz del corazón sea cada vez más fuerte, pues el mundo entero necesita de sus hermosas oraciones.
¡Les agradezco, queridos hijos, por responder a Mi llamado!
Paz para todos,
María, Reina de los Bienaventurados
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más