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Su Madre Celeste, junto a Sus hijos en misión, ingresa a otra nación ya consagrada a Mi Hijo, para ser bendecida por Dios por segunda vez.
La primera bendición fue recibida del Santo Padre, quien abrió las puertas internas para la llegada de los Sagrados Corazones.
La segunda bendición será dada por Mi Amado Hijo en la capital de este país, y también su Madre Celeste, en servicio y amor por las almas, extenderá esa divina bendición al resto de Ecuador.
Es así, hijos, que los Sagrados Corazones se preparan, al igual que ustedes, para ingresar a un pueblo también muy dolido y discriminado por los habitantes de las naciones del primer mundo.
Pero Ecuador guarda uno de los tesoros espirituales más importantes para el Plan de Dios. Fue la tierra escogida, espiritualmente, para albergar la Esencia del Amor de la Fuente, Esencia interior que palpita dentro de los Recintos Sagrados que están protegidos en la cadena de los Andes.
Por eso, hijos, esta segunda etapa de la Peregrinación por la Paz comenzará en la ciudad de Cuenca, en donde Mis misioneros se retirarán por algunos días para meditar y contemplar interiormente el porqué de llegar a Ecuador en este fin de ciclo y la importancia de la manifestación de nuevas Comunidades-Luz que sean celadoras de los Tesoros del Padre que emergerán para la nueva humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy Me despido de una tierra y de un pueblo marginado y explotado, pero profundamente bendecido por Dios y por todo Su Reino.
Hoy Me despido de corazones simples, pero fuertes, de almas que quieren proteger sus raíces y enseñanzas para que estas sirvan de apoyo espiritual para la Nueva Humanidad.
Hoy Me despido de un pueblo devoto, pero pobre, caritativo, pero rechazado en el mundo por su condición.
Hoy Me voy feliz, porque nuevos Soles despertaron al conocimiento sagrado de su misión y de la oración.
Llevo en Mi Corazón la expresión cálida de Mis hijos por medio de los cantos y de las oraciones; eso Me hará retornar algún día para dar continuidad a la Obra de Amor y de Redención de Mi Amado Hijo.
Hoy Me despido de un pueblo que fue bendecido por la Gracia y reparado por la Misericordia de Dios.
Hoy Me despido de las esencias que despertaron y de los corazones que, en profunda humildad, respondieron al llamado de la Madre Celeste.
Los bendigo a todos y los animo al apostolado de la oración y al camino del servicio reparador.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El vacío de sí les permitirá atravesar cualquier desierto de la vida; y en ese vacío de nada querer o de nada esperar, permitirán que el Universo fluya a través de ustedes.
El vacío de sí es más que despojamiento, renuncia o penitencia.
El vacío es más que una actitud de introspección o de un profundo silencio.
El vacío de sí es estar en confianza y con fe en los Brazos de Dios para poder sentir Su Voluntad y Su querer a cada nuevo paso de la vida.
El vacío los mantiene en la Ley de la Impermanencia.
El vacío no permite lo estático o lo que lleva a la inercia terrestre.
El vacío de sí es un impulso que puede darles el espíritu, de tiempo en tiempo, para que caminos internos sean desbloqueados y para que, una vez abiertos, los pasos hacia la luz sean dados en humildad.
El vacío de sí no es arrogante, orgulloso ni ostentador de lo que no le pertenece.
Vacío es vacío, es estar en la nada para ingresar en el universo del Todo.
El vacío de sí es una escuela nueva para los discípulos, es un camino que los lleva a encontrar la neutralidad y el sentido de la vida interna.
El vacío de sí es premeditación y, al mismo tiempo, sabiduría.
En el vacío de sí se aprende a callar.
En el vacío se encuentra una puerta a la liberación interior.
El vacío de sí nunca oscila, siempre está preparado para los nuevos desafíos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En verdad, hijos, pocos tendrán la Gracia, en este tiempo, de reconocer los Prodigios de Dios hasta en los más mínimos detalles de la vida; pocos tendrán la capacidad de comprender que por detrás de cada pedido o intención, allí se encuentra la Voluntad de Dios.
Por eso, solo los que tengan un corazón simple y una mente humilde, no dudarán ni fracasarán en su fe, porque estando vacíos de sí, estarán libres de sí mismos.
Nunca pueden, hijos, poner en juego su fe y mucho menos los Designios del Padre por intermedio de Sus Jerarquías, ya que existe, por detrás de todo, un Propósito que no es palpable para los orgullosos ni los propietarios de sí.
En este tiempo, hijos, deben aprender a diferenciar la Voluntad del Padre de su voluntad propia, deben dejar de subestimar lo que no les gusta y les parece falso en comparación con aquello que les apetece y les trae comodidad.
Nunca pueden, en un camino espiritual, juzgar con la misma vara lo que les agrada y lo que les desagrada, deben tener presente que sus oscilaciones internas o sus dudas irreales no pueden desestabilizar la Obra y, sobre todo, a sus consciencias hermanas, como otros ya lo hicieron después de haberles confiado todo.
No se puede juzgar mezquinamente con la Obra de Dios.
Estén atentos y sean celadores de la Verdad Suprema y no de sus conveniencias.
Estaré agradecida de que sean más maduros en la evolución.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Entonces, contempla en tus oraciones a este mundo y ven en dirección a los Altares Celestiales para clamar por un mundo herido y sin amor.
Jamás te olvides, hijo, que más que clamar por ti mismo, por tu evolución, estás llamado a clamar por el mundo. Aún más, te diré: deja tus necesidades a los Pies de Dios y sigue elevándote hacia el Corazón del Padre, para colocar allí a aquellos de tus hermanos que más lo necesitan.
Percibe que el tiempo pasa y las pruebas de la humanidad no cesan, sino que crecen cada día, porque así lo dictan las Leyes del Apocalipsis y de la definición humana.
Eres llamado a estar en paz y a ser, con paz en tu corazón, un puente entre el mundo perdido y el Corazón de Dios, para que la humanidad no pierda jamás su conexión con la Fuente.
Más que de tus tareas, incluso cuando obras para el Plan de Dios, más que de tu transformación, incluso cuando ella transforma la consciencia humana, recuerda, hijo, clamar por el mundo y cantar y orar dos veces, por ti y por los que no oran y no conocen a Dios.
Así como el Padre envió a Su Hijo para cargar la Cruz por ti cuando estabas adormecido, así te despertó el Amor de Dios para que hoy seas intercesor por las almas que están perdidas y para que no solo cargues tu cruz, sino la de toda la humanidad. Esa cruz se carga en el silencio del espíritu que vive el sacrificio con gratitud y que, ante el cansancio, le ofrece a Dios un poco más, clamando por misericordia para este mundo.
Tu mayor misión está en lo desconocido, así como la mayor Obra del Hijo de Dios estuvo oculta, porque lo que Él le trajo al mundo hasta hoy es incomprensible para la humanidad.
Si Cristo, parte del Dios Vivo en la Tierra, no fue comprendido por los hombres, no busques tú este camino sin antes imitarlo, y haz triunfar el amor por la intercesión de Su Verbo, que se eleva en el secreto y, en el poder de una oración oculta, trae la misericordia para este mundo.
Yo oraré contigo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Con alegría, su Madre Celeste hoy se presenta para demostrarle al mundo los sagrados Prodigios de Dios, los que provienen de Su humilde y misericordioso Corazón; Prodigios que permiten hacer sentir en los corazones de Sus hijos que siempre existirán y reinarán el amor y la esperanza.
Queridos hijos, es la fuerza motriz de la esperanza y del amor la que vence al mal, ese que, de tiempo en tiempo, por la falta de amor en los corazones, hace sucumbir a todos los pueblos en el error y en la adversidad.
Pero hoy, vengo a hablarles de un prodigio especial concedido por el Padre Eterno para que el mismo permita la realización del proyecto sagrado de las Familias-Luz. Un proyecto sentido y vivido por el Corazón del Padre y llevado adelante por la Obra de los Mensajeros Divinos en el planeta.
La familia es el modelo de la perfección que debe ser amparado y resguardado en estos tiempos críticos, para que ella encarne el Don del Amor de Dios, el que la hará digna ante el Universo y la Creación.
Como Madre de las familias, vengo a proteger con Mi Manto de Luz a todos los seres que integran una familia, la que algún día deberá tornarse espiritual y evolutiva.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente Mi Amor en la brisa que acaricia tu rostro.
Siente Mi Amor en el soplo del viento.
Siente Mi Amor en el ruido de las olas y en la armonía de su movimiento.
Siente Mi Amor expresado en los Reinos, en cada parte de la naturaleza.
Porque Yo soy la Madre de la naturaleza, la Madre que regenera la vida del espíritu y de la materia.
Soy la Madre que gesta y que concibe lo nuevo para cada ser.
Por eso, siénteme en cada parte de esta Creación porque Yo siempre estoy allí presente.
Sé parte de esa comunión con todo lo creado, con todo lo que el Padre creó con tanto Amor para que Sus hijos lo glorificaran y lo reconocieran en cada aspecto de la Creación.
La unión con la Creación, entre las criaturas y Dios, puede ser inalterable.
Esa sagrada filiación con lo Alto le permite encontrar a las almas el sentido a todo lo que existe y porqué existe de esa forma.
Quisiera que todos Mis hijos ingresaran en esa misma consciencia de unión con la naturaleza, a fin de restaurar las heridas más profundas de la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Las Sagradas Líneas de Nazca
Nazca es un lugar considerado sagrado por el Cielo, debido a la riqueza espiritual e interna que la antigua civilización que vivió allí, dejó como mensaje para la humanidad futura.
Aquella civilización fue uno de los tantos Pueblos del Sol que atrajo hacia el planeta el atributo de la reverencia por lo sagrado.
Nazca es un lugar en el mundo que espiritualmente debería ser reverenciado, ya que en ese lugar se desarrolló una humanidad avanzada en el conocimiento cósmico y divino, y en su relación espontánea con el Universo y con la Creación.
Las Líneas de Nazca representan para el Padre, ese mensaje interior de unión de la humanidad anterior con la Fuente Divina y, de esa forma, de su importantísima comunicación interior con el Cosmos.
Las Líneas de Nazca dejan sobre el desierto el mensaje para el Universo de que, en tiempos remotos, existió una humanidad que pudo espejar, por medio de esos símbolos, su unión con el Padre Eterno y toda su cosmovisión con relación al Sistema Solar que rige este planeta.
De esa forma, las Líneas de Nazca no solo dejaron un mensaje eterno para las civilizaciones futuras, sino que también sirvieron de espejos para entablar ese sistema de comunicación espiritual entre el espejo del corazón de cada ser y los Espejos del Universo.
Esto demuestra, en los tiempos de hoy, que la humanidad tiene condiciones espirituales e internas para poder entrar en contacto con su verdadera realidad interior, y que la vida sobre este planeta no es solo física o material.
Las Líneas de Nazca dejaron para el mundo de hoy, el mensaje de una renovada y permanente unión con el Universo existente en el interior de cada ser, y nos demuestran que podemos entrar en contacto con lo superior y lo divino.
Las Líneas de Nazca también dejaron el mensaje de Amor de los Reinos y la consciencia de reverencia y de devoción que todo ser humano puede concebir por los Reinos de la Naturaleza.
Nazca es el símbolo del despertar de esta parte de las Américas, así como otros lugares sagrados, en los cuales civilizaciones anteriores a esta enseñaron el conocimiento universal y divino a todo su pueblo.
En este sentido, la consciencia de la nación peruana guarda uno de los legados espirituales más importantes, desde el punto de vista humano e interno, ya que la civilización que una vez vivió en ese lugar alcanzó un estado de Amor y de Sabiduría que ninguna otra raza, en ninguna otra época, había vivido.
Esa es la razón por la cual la cultura del Perú y su relación íntima con los pueblos originarios favorecerá, en este tiempo, que los sagrados valores de la Hermandad, de la igualdad de condiciones y del amor, ayuden en la reconstrucción físico-espiritual de un país que es sometido, permanentemente, por la explotación social y humana de otras culturas no evolutivas.
Dependerá de la propia consciencia y de la propia cultura del Perú, ser el puente espiritual e interior para que los sagrados valores de la lealtad y de la unidad con el Universo vuelvan a manifestarse en las almas, y que estos mismos valores eleven la consciencia de su pueblo.
Las Sagradas Líneas de Nazca también están registradas en el Libro de Dios como uno de los mayores legados de la espiritualidad de la raza humana hasta los días de hoy.
Es hora de retornar a nuestros orígenes y a las raíces que fueron la cuna para gestar una Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz y Señora de todos los Pueblos
Con la Luz de los océanos y de los Espejos Celestes, su Madre Universal irradia al gran desequilibrio de la humanidad para poder armonizarlo y repararlo.
Con la esencia interior de los Reinos Marinos, su Madre Celeste mantiene en su eje al planeta y purifica espiritualmente todo lo que el ser humano de superficie le ocasiona a la Creación.
Con la esencia de amor de las ballenas y de los delfines, a pesar de ser ultrajados, su Madre Celeste le proporciona a la humanidad una Fuente de amor espiritual desconocida que no es valorada por parte de los seres humanos.
Con esa Fuente, la Madre de Dios detiene los cataclismos marinos como son los terremotos y los tsunamis.
Con la esencia de amor de todos los Reinos Marinos, su Madre Celestial puede revertir, poco a poco, el grave pensamiento de la caza y de la pesca de las ballenas y de los delfines, como un medio de provecho desenfrenado de la actual humanidad.
Con la esencia de amor de los que oran por los Reinos de la Naturaleza, no solo puedo equilibrar la gran deuda humana, sino también todas las acciones contrarias a la Creación que esta raza comete día a día.
Con la consciencia y el amor de los que despiertan en este tiempo, Yo puedo hacer surgir una Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Contempla la esencia solar entregada a las criaturas a través de los tesoros espirituales que Dios oculta en lo profundo de los seres.
Contempla la esencia solar entregada a las criaturas a través del "sí" que unos pocos emiten al Universo, olvidándose de sí mismos y entregando al Padre sus propias vidas en pro de la evolución humana y, más que eso, en pro de la evolución de todos los Universos y de la renovación que vive el mismo Dios, cuando Sus hijos dicen "sí".
Entra en el desierto de tu interior y acompaña las ceremonias sublimes que se llevan adelante en el silencio, mientras la humanidad, distraída, busca una salida a los enredos y al caos de sus propias vidas.
Contempla la esencia solar que Dios le entrega a Sus hijos, tan invisible pero tan palpable como el viento.
Esta Luz, que no proviene de este mundo, no solo es como el Sol que ilumina sus días; ella no se revela a los que no la quieren ver. Por eso, ingresa, hijo, en el desierto de tu corazón y recibe allí lo que Dios viene a entregarte.
Como los Patriarcas que se abrían a un nuevo ciclo y despertaban la fe en un Dios Único que les hablaba al corazón y despertaba la consciencia; entra, tú también, en el desierto de tu espíritu, abierto a un nuevo ciclo, dispuesto a una nueva Ley.
Sé que, para ti, muchos misterios no son palpables y mucho menos alcanzables delante de tu imperfección; pero hoy, Yo te llevo al desierto y te muestro un lugar en donde el vacío es real, en donde te tornas un vaso nuevo, dispuesto a un nuevo ciclo y a un nuevo aprendizaje interior.
Solo toma Mis Manos e ingresa Conmigo en este desierto y, como los pueblos de otrora, déjate renovar por Dios.
Yo te guiaré y te bendeciré en este camino.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Vivan el Amor de Dios, queridos hijos, y el mundo alcanzará la paz. Este es Mi principal deseo para esta esta Natividad de Nuestro Señor.
Quiero que, en el nacimiento de esta Luz interior, queridos hijos, ustedes puedan abrir más el corazón para que Dios pueda colmarlos completamente y así llevar adelante Su Proyecto en cada uno de sus días.
Vengo aquí como la Madre que todo lo puede, como la Madre que extiende Sus brazos y Sus manos para tomar a Sus hijos, así como ha tomado en brazos a Jesús cuando estuvo en el pesebre.
Pero hoy quiero tener en Mi regazo a cada uno de ustedes, a cada ser de este planeta que no vive la paz, que no practica el amor y que no lleva adelante su misión en estos tiempos definitivos.
Necesito, hijos, que sigan a Mi lado, por más que desconozcan Mis Planes, por más que duden de ellos, por más que no los comprendan.
A través de los Planes de Dios, les llevo y les entrego todo Mi Amor, el Amor de una Madre que comprende, que acepta y que vive junto a Sus hijos el sufrimiento del planeta y de su humanidad.
Hoy vengo rodeada de los Ángeles de Dios, aquellos ángeles que anunciarán los nuevos tiempos, las nuevas etapas y los nuevos ciclos. Por eso, en los planos internos ellos están haciendo sonar sus trompetas, porque son los que anuncian, en vísperas de este tiempo, el Retorno de Nuestro Señor.
Vengo a dejar en ustedes, queridos hijos, una semilla de Luz, de entendimiento, pero también de súplica, para que aprendan todos los días, por medio de su transformación y entrega; para que hagan cumplir el Plan de Dios en cada nuevo paso.
De las almas de esta Tierra depende la concreción del Plan de Dios y de su continuidad a través de los tiempos. Por eso, son llamados a vivir algo que nunca vivieron y que aún no aprendieron.
Por eso, deben pasar por estos tiempos con valentía y experimentando el amor en cada minuto, en cada segundo y en todos los momentos de la vida, para que sus espíritus, queridos hijos, se enriquezcan con lo que es verdadero, para que el amor los lleve a ser transparentes, para que todos crean que su camino es en verdad una entrega.
En el camino de la oración encontrarán una llave, una fortaleza y el ímpetu para trascender las pruebas y los tiempos que llegarán.
No dejen de beber de la fuente de la caridad y de los buenos ejemplos.
Permitan que la Piedad de Dios los transforme por medio de cada nuevo servicio, de cada oportunidad de expresar la entrega y el amor.
Mi Hijo ha venido a nacer, en este tiempo, en los corazones simples. Mi Hijo ha venido, en este año, para terminar de concretar Su esperado Plan de Retorno al mundo.
Cuando no consiguen dar los pasos en el Plan de Dios, detienen los Planes del Creador.
Nuestras Manos y Nuestros Sagrados Corazones se donan, incansablemente, para ayudar a los hijos de Dios a sentirse seguros en el camino de la entrega, de la renuncia y del sacrificio.
No todos vivirán lo que Yo les pido, pero es posible realizarlo y experimentarlo. Cada entrega incondicional de sus corazones mueve el Corazón del Padre y Él, nuevamente, les confía Su Plan de Misericordia y Redención.
Ya no piensen, queridos hijos del mundo entero, que fueron estrellas caídas. Ahora, con el impulso de su Cristo interior sean estrellas redimidas en el firmamento. Sean estrellas más brillantes y radiantes que la gran Estrella de Belén, porque en sus corazones existe el Don del Temor de Dios; existe Su Esencia Divina que aún no es comprendida por el mundo.
Para vivir ese misterio, queridos hijos, Yo les traigo en donación Mi Inmaculado Corazón, para que puedan ingresar en él sin miedo y con confianza.
En Mi Corazón existe el Fuego de Dios que todo lo transforma.
En Mi Corazón existe la Morada de Dios, que a todos refugia, especialmente a las almas heridas, a las almas mediocres, sufridas; a las almas que hacen el mal y no saben cómo salir de él.
Yo vengo a ofrecerles, queridos hijos, en esta Natividad, el gran Presente de Dios: Mi Inmaculado Corazón, para que sea esa llama viva en sus vidas, que todo ilumina, purifica y transmuta.
Crean, queridos hijos, que es posible alcanzar la transparencia, la consagración y la entrega al Plan de Dios.
Los ángeles anuncian con sus trompetas los nuevos ciclos, las nuevas enseñanzas y las experiencias que vendrán a sus caminos para tornarlos, algún día, libres de sí mismos, libres de la arrogancia, libres de la soberbia, libres de la vanidad, libres del pecado y de la mentira.
Deseo, como Madre incansable y perpetua, hacerlos semejantes a Mi Inmaculado Corazón, hacerlos verdaderos en cada paso de la vida y con cada hermano que encuentren en sus caminos.
Así, hijos amados, construiremos en este tiempo la unidad entre las almas y los corazones; la Sagrada Unidad, a la cual le teme Mi adversario porque no la conoce.
La esencia de la Unidad es el Amor y la Verdad que siempre los salvará, que siempre será su tabla de salvación, que siempre los socorrerá y los auxiliará en estos tiempos difíciles.
Necesito, queridos hijos, que vean Mi Obra como una obra mundial, como la gran Obra de Jesús, el Redentor que viene en este tiempo a prepararlos interiormente para Su Retorno.
Después de más de dos mil años, Nuestras Palabras ya no solo serán Mensajes, sino realidad. Verán cumplirse lo que les digo. Por eso, para que sean partícipes del momento del Retorno de Nuestro Señor, fortalezcan su confianza y su credibilidad en la Mensajera fiel de Dios.
Vengo caminando como Madre Peregrina a través de los tiempos, de los siglos y de los años, para anunciar en cada lugar del planeta ese esperado momento.
Ustedes junto a Mí, queridos hijos, tienen una gran misión que no la comprenderán por el resto de sus vidas, solo la terminarán de comprender después de esta vida, cuando todo ya haya sucedido como lo ha pedido Dios.
Ustedes forman parte de una misión transitoria, del pasaje de un viejo tiempo a un nuevo tiempo.
Ustedes, hijos Míos, son la primera célula dentro de Mi Obra que se forma para generar vida en nuevas almas. Por eso, queridos hijos, no todo lo comprenderán ni tampoco lo sabrán por más que así lo crean.
Sean humildes en el camino de la transformación y alcanzarán el Reino de los Cielos que aún tiene las puertas abiertas para los corazones sinceros, para los corazones que clamen de verdad por Misericordia y Redención.
En esta noche, su Madre Celeste prepara Su próxima misión a Perú y Ecuador. Desde ahora, queridos hijos, los invito a acompañarme en la concreción de este designio que viene del Padre y que se pronuncia a través de Mi Inmaculado Corazón. Perú y Ecuador serán el preámbulo para Asia y África.
Aún Mi Obra no ha terminado, pero luego ella se recogerá, cumpliendo así el tiempo que Dios Me ha permitido vivir entre ustedes y con ustedes. Ese será el momento en donde deberán ser Mi Mensaje vivo sobre la superficie de la Tierra. Será el momento en que todas las enseñanzas de Nuestros Corazones ya no solo estarán en los libros, sino vivamente en sus vidas.
Será el momento tan esperado para ayudar y socorrer a las almas del mundo, a las naciones y a los continentes que vivirán su gran y última purificación.
Cuando eso esté por suceder, queridos hijos, estén atentos en vigilia, adoración y oración, porque el Retorno de Mi Hijo estará próximo.
Las Cruces Azules que Él ha pedido instaurar en los Centros Marianos serán la señal e indicarán, en el momento cierto, Su llegada. Por eso, ellas deberán estar encendidas para que las almas reconozcan a dónde llegará el Redentor y dónde Él congregará a las naciones y a los pueblos para volver a hablarles y a anunciarles Su última Buena Nueva.
Que se cumpla entonces, queridos hijos, el advenimiento de los Cristos de los últimos días.
Que este Cristo interior que ha nacido en los corazones del mundo, que vive en la fe y en la oración no solo more interiormente, sino que en este tiempo se exprese en cada detalle, en cada momento como en cada oración. Así permitirán, hijos amados, preparar la Tierra y el planeta para Su Retorno.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Así, comprendan que lo que Yo vengo a construir en este mundo, a través de ustedes, les es desconocido.
Por eso, en esta noche, hijos Míos, les traigo una parte del Plan de Dios para esta Obra, para sus vidas, para sus corazones que deben estar plenamente unidos al Mío.
Les revelo una parte de esta misión que tanto aspiran a conocer para que, siendo conscientes de ella, caminen hacia ese destino, caminen hacia esa meta.
Hoy, les entrego Mi Inmaculado Corazón como una dádiva única, por un pedido del Creador para que, de esta forma, hijos Míos, bajo la renuncia, la entrega, el vacío y el silencio de Mi Inmaculado Corazón, puedan cumplir todas las cosas que hoy Yo les anuncié.
Este nuevo ciclo representará para sus vidas un ciclo de mayor entrega, de mayor renuncia y de mayor silencio.
Mi Corazón comenzará a silenciarse junto con el de ustedes para que, de esta forma, hijos Míos, preparen a este mundo con el ejemplo, con el ejemplo vivo de que son siervos y compañeros de los Sagrados Corazones y del Creador de todos los Universos.
Por eso, se purifican tan intensamente. Por eso, el Universo los coloca ante pruebas y desafíos que desconocen, para que así, hijos, encuentren el vacío, encuentren al Padre en el propio interior.
Hoy, vengo para despojar a sus espíritus, mentes y corazones de las propias destrezas, de las vanidades y de los orgullos de este mundo, para que den espacio a Mi Inmaculado Corazón.
Dejen que él ingrese en sus esencias, en sus cuerpos, como una nueva célula que convertirá no solo a sus consciencias y a sus espíritus, sino también a su carne y a lo profundo de su condición humana, para que estén libres del viejo ser, del viejo hombre.
Dejen que Mi Corazón ingrese en los suyos como un corazón nuevo; que pulse un nuevo ciclo, un nuevo ser; aquél que, en verdad, hijos Míos, es lo que ustedes son desde el principio.
Dejen que Mi Corazón les traiga la Gracia de la renovación y que, con esta Gracia, descubran que el verdadero triunfo del Redentor se construye desde adentro hacia afuera; que esta Obra, Yo la estoy construyendo desde adentro hacia afuera.
El Creador Nos pidió transformar sus vidas por completo; transformar sus seres y sus corazones; quemar con el fuego del Espíritu Divino de Dios a sus viejas vestiduras para que puedan estar vestidos con las túnicas de la humildad, descalzos del pasado en esta Tierra y en otros mundos para que, de esa forma, hijos, sean semejantes a Aquél que caminó descalzo sobre este mundo y preparen Conmigo Su Retorno, que está próximo.
Crean en el Retorno del Redentor. Sientan que Él puede llegar en cualquier momento y, de esa forma, todos los días aspiren a estar prontos para verlo faz a Faz, sin temor, sin vergüenza, porque hoy Mi Inmaculado Corazón los limpió, los redimió, les perdonó sus faltas y los invita a una nueva vida y a un nuevo ciclo, junto a Mí, al Redentor, a su Padre Universal y Divino, y a todos aquellos que responden y responderán eternamente al comando de Su Voz.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Antes de retirarme al Universo de Dios quiero decirles, queridos hijos, que siempre les diré la verdad por más dura y difícil que parezca.
Cuando no consigan escucharme, comprenderme o aceptarme, oren de corazón y permitan que sus corazones se expandan y así el fuego de Mi Espíritu Divino los abrazará como un misterio, les traerá sabiduría y comprensión; sobre todo, les traerá la paz.
Antes de retirarme al Universo de Dios, también he venido a consagrar a los nuevos Hijos de María, que deseo que se aproximen, porque serán los primeros en este ciclo que vivirán el Fuego transformador de Dios en nombre de toda la humanidad, sabiendo que será necesario, hijos amados, que siempre se mantengan firmes en el servicio y en la oración para poder perseverar y trascender estos tiempos definitivos.
Hoy bendeciré a los nuevos hijos de Mi Inmaculado Corazón con el bálsamo de Mi Luz maternal, para que esta Luz también se expanda por el mundo y por los lugares que más necesitan de Redención y de Misericordia, en los corazones que aún no escuchan a Dios.
Coloquen sus manos en señal de recepción para pedirle al Padre Eterno, hijos amados, que los haga fuertes, perseverantes y que aprendan en este ciclo a trascender los errores, las faltas y los pecados para que siempre brille el Cristo interno en el alma de cada ser de este planeta, para que siempre prevalezca el Amor de Dios y Su consuelo, y así se reúnan los rebaños del Señor cuando Él los llame a todos ustedes por segunda vez.
Los bendigo y los consagro como hijos, siervos y esclavos de Mi materno Corazón, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Eleven al Cielo el canto y el himno de su consagración, para que Yo lleve, como Madre de la Providencia y de la Gracia, esta ofrenda a los Pies de Nuestro Padre, el Creador.
Les agradezco por responder a Mi llamado y los dejo dentro de la luz de Aurora.
Que así sea.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más