Viernes, 28 de junio de 2024

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que tu corazón esté en paz, hijo, pues ya aprendiste el camino de unión con Dios, aprendiste a reconciliarte con Él y a llevar contigo a los corazones de tus hermanos del mundo entero.

Que tu corazón esté en paz, hijo, pues ya sabes el camino de la entrega y del servicio, sabes por donde has de ir para no perderte en las tentaciones del mundo, sabes lo que debe ser hecho en los tiempos de transición: solo orar, amar y servir.

Que tu corazón esté en paz, sin permitir que las confusiones de estos tiempos confundan también a tu interior. Concéntrate en la única cosa necesaria en este momento, que es ser todo lo que aprendiste. Coloca tu consciencia y tu energía en la misión única y esencial de mantenerte como un lápiz en las Manos de Dios, a través del cual Él escriba la historia de la humanidad y el triunfo de Su Corazón.

Mantén tu corazón en paz y no le temas a las pruebas que ves aproximarse a la humanidad. Así como llegaste hasta aquí, así seguirás adelante y verás emerger de tu corazón las herramientas necesarias para lidiar con cada situación cuando llegue el tiempo.

No exijas de ti perfección, pero sé persistente y busca la constancia en el diálogo íntimo y profundo con Dios, busca instancias de silencio y momentos de gratitud en los que puedas valorizar todo lo que recibiste hasta aquí y cómo, a pesar de todo, la Mirada del Creador siempre estuvo sobre tu corazón.

No concentres tu atención en las miserias ajenas. Antes, cada día, sé ejemplo de persistencia y de transformación, haz tu parte y sé mejor en todo lo que puedas para que se perfeccione en ti el don de la entrega y del servicio, de la caridad y del amor, y que tu transformación diaria sea el mayor instrumento de cura de las miserias ajenas, como también de las tuyas.

No mires al mundo con temor o juzgamiento. Proyecta antes, en tu mirada, el Pensamiento Divino, el Propósito que Dios tuvo al crear cada detalle de la vida; y solo piensa que, a pesar de las imperfecciones y desvíos, ese Propósito se oculta en algún lugar del interior de las criaturas. Busca encontrarlo.

No pactes con lo que ya no forma parte de tu camino, disfrazando de fraternidad lo que aún tiende a ser mundano dentro de ti. Comprende el momento y el punto en el que se encuentra el prójimo, pero respeta también en dónde debes estar, lo que ya no debes hacer o expresar porque no te corresponde. Entonces, hijo, que no te falte amor ni comprensión, pero que tampoco te falte coherencia con tu propio espíritu ni con el Espíritu de Dios que habita en ti.

Cada día, recuerda que eres un templo de Dios, morada de Su Corazón, portador de Su Propósito. Y que esa verdad tenga más fuerza dentro de ti que cualquier ilusión humana que haga inclinar tu consciencia hacia lo que es irreal.

Recuerda siempre que soy tu padre y amigo, que estoy caminando contigo porque esta es la Voluntad Mayor. Que Mi amor paternal te fortalezca y te renueve.

Sabe que en el silencio siempre te acompañaré. Ora con el corazón y sentirás en tu interior Mi respuesta divina.

Aquel que te ama y te bendice,

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

Viernes, 21 de junio de 2024

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La expansión de la consciencia, en estos tiempos, vendrá del servicio, de la renuncia, del vacío y de la entrega.

La expansión de la consciencia, en estos tiempos, vendrá del silencio, de la oración, de la humildad y de no juzgar.

La expansión de la consciencia, en estos tiempos, vendrá de la capacidad de cada ser de mirarse a sí mismo y transformarse cada día un poco más, basándose en los principios crísticos de mansedumbre, amor y sacrificio.

Por eso, hijo, para darte a ti mismo la oportunidad de expandir la consciencia y adentrarte en un nuevo nivel de servicio por la humanidad, mira hacia adentro y no hacia afuera. Mira hacia lo que guardas en tu interior y que debes vaciar poco a poco.

Mira hacia adentro y no hacia afuera. Mira hacia lo que aún temes enfrentar dentro de ti, para que se instalen virtudes y bienaventuranzas aún desconocidas para tu ser.

Mira hacia adentro y no hacia afuera; y no lo hagas con culpa o miedo, con recelo o autoflagelación. Hazlo con simplicidad, porque este es el tiempo y no otro para que puedas abrir las puertas de tu subconsciente y dejar que la luz ingrese dentro de los espacios oscuros de tu ser.

Este es el tiempo y no otro de que tomes la lámpara de tu amor por Cristo e ingreses en los abismos profundos de tu consciencia con ojos de compasión, pero también con una postura de decisión y definición interior.

No retengas nada ni te ates a nada. Deja que la oscuridad se disipe con la luz de tu lámpara y, en silencio, ve como se torna vacío tu interior. Entonces, verás que tus miedos más profundos se volverán pequeños, tus miserias más arraigadas perderán su fuerza, tus flaquezas más asustadoras darán lugar a la simplicidad del vacío y a la libertad de la entrega.

No quieras nada para ti: ni los dolores, ni las alegrías, ni los sufrimientos, ni los gustos espirituales. No quieras nada para ti: ni el martirio, ni las virtudes, solo la entrega.

Ha llegado el tiempo y la hora de mirar hacia adentro y no hacia afuera, y de vivir la expansión de la consciencia. Tu consciencia se expandirá cuando retires de ella lo que ocupa el espacio del vacío interior.

Por eso, mira hacia adentro y no hacia afuera; y, en el centro de tu ser, enciende tu lámpara para que la luz disipe tu oscuridad interior. Y ya no habrá incomprensiones, ignorancias o incertezas, el vacío te traerá claridad y la entrega te señalará el camino.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

Miércoles, 19 de junio de 2024

APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando la superficialidad del mundo sea tan grande que los corazones ya no sepan quiénes son, será entonces, hijos, que las almas más perdidas se volverán hacia Dios.

Es cuando la naturaleza se agita y le muestra al mundo su dolor, que las almas son capaces de comprender la existencia de todos los Reinos.

Es cuando parezca que los hombres y mujeres del mundo no saben amar, y las guerras estén creciendo cada vez más, dentro y fuera de los seres, que la esencia humana gritará y las almas se volverán hacia Dios.

En este universo de dualidades y de extremos, es de esa forma cómo la consciencia humana escoge aprender: con el sufrimiento extremo. Eso no es así para castigarlos, hijos, sino para que despierten. La esencia divina que habita en su interior jamás permanecerá en silencio, viendo cómo se apaga la Luz que un día Dios depositó en Sus Criaturas.

Tan grande es el Poder Divino que habita dentro de los seres, que no existe nada ni nadie capaz de apagar ese Propósito que el Creador depositó en Sus Criaturas en el principio. Pero, hasta que puedan manifestar este pensamiento, largo será el camino que recorrerán.

Les digo esto no para que teman, sino para que comprendan el sufrimiento, para que comprendan las pruebas. Todo lo que los lleva a los extremos hace que sus almas griten dentro de su interior, y muchas veces, hijos, es solo en el silencio de sus abismos internos, cuando las distracciones del mundo ya no los colmen, cuando estén en el profundo vacío y soledad, es solo entonces que se dispondrán a escuchar a sus almas.

Cuando vean la agonía de la naturaleza, cuando vean que se destruyen sus bienes materiales, sus almas se volverán a preguntar cuál es el propósito de la vida. Las distracciones de los seres terminan ante la grandeza del sufrimiento. El sufrimiento se torna un instrumento del despertar, el vacío se torna un instrumento de escucha, porque en él aprenden a dirigir sus ojos y sus oídos hacia Dios.

Es cuando ya no encuentran respuestas afuera de ustedes, que se vuelven hacia adentro y que descubren que en el propio interior habitan todas las respuestas que necesitan.

Cuando se vuelvan hacia adentro e ingresen por la puerta del propio corazón, descubrirán en sí mismos un misterio infinito, una sabiduría infinita que no proviene de la condición o de la mente humana. No es un conocimiento que sus mentes puedan elaborar ni siquiera explicar; es la sabiduría que proviene del silencio, de lo profundo del Corazón de Dios, de la unión perfecta entre el Creador y Sus Criaturas.

Es en este punto, en el centro de sus seres, que pueden mirar hacia la destrucción y comprender que en ella habita el poder de la renovación. Es en este punto, en el centro de sus seres, que pueden vivenciar el sufrimiento, sabiendo que los lleva a una unión más profunda con Dios, que les revela no solo la fragilidad humana, sino también la grandeza de este Proyecto que está mucho más allá de todo lo que pueden ver, tocar o sentir.

Busquen, hijos, a través de Mi Presencia, este punto en su interior, este espacio interno donde sus almas pueden ser escuchadas. Solo estén allí, en el centro del propio corazón, donde pueden encontrar al Todo, al Corazón del Creador.

Cada día que vengo a su encuentro, vengo a enseñarles a trascender la superficialidad y la apariencia; vengo a enseñarles a trascender los sentidos y todas las prisiones internas, mentales, emocionales, humanas. Porque sus ojos verán muchas cosas que no comprenderán, que les parecerán no poder soportar; sus sentidos estarán ante situaciones que les demostrarán la profunda fragilidad de la materia humana, pero no deben permanecer allí.

Deben ingresar en este punto que hoy Yo les muestro, en el centro del propio corazón, para que en silencio, en el vacío, aprendan a escuchar a sus almas y, a través de ellas, al Corazón de Dios.

Sé que buscan respuestas y referencias, sé que buscan ejemplos para seguir e imitar. Pero en estos tiempos, hijos, no encontrarán referencias ni encontrarán ejemplos; porque, en este tiempo de purificación, todo lo que un día fue ejemplo y referencia demostrará su más profunda imperfección; porque ya no es tiempo de imitar lo que es viejo, no es tiempo de imitar lo que ya existe, sino de encontrar referencias en lo que se debe manifestar, que habita en lo invisible de sus consciencias.

La referencia se encuentra en el centro del propio corazón, porque de allí vendrán las respuestas. No miren al prójimo buscando ejemplos ni se asusten con las miserias que verán.

Ya no busquen afirmarse a través de las imperfecciones ajenas, buscando las miserias del otro para sentirse menos miserables. Ya no lo hagan.

Cuando sus almas sientan la necesidad de ejemplos, sean ejemplo.

Cuando sus almas sientan la necesidad de referencias, busquen la referencia dentro de ustedes mismos, en el centro de sus seres, allí donde donde el nuevo hombre comienza a nacer, allí donde las Gracias que recibieron en los últimos 30 años están siendo fecundas.

Cuando no encuentren ejemplos o referencias afuera de ustedes, comprendan que es tiempo de mirar hacia dentro, porque de allí surge la vida nueva. Y ella no se expresará con palabras, con sentimientos o con pensamientos, ella se manifestará con acciones, ella se manifestará con Rayos Cósmicos, con un patrón de vida superior que se expresará en ejemplos fraternos, en acciones fraternas que cada uno de ustedes es llamado a vivir en este tiempo.

Ya no miren al mundo buscando beber de una fuente que está seca, sino vayan hacia el centro de sus seres, en donde habita una fuente insondable e inagotable que es la unión de cada ser con su Creador. ¿Comprenden lo que les digo?

En este tiempo, muchas almas agonizarán porque su referencia y su sustento están en el mundo, en un mundo de apariencias y de superficialidades. Y esos seres se cansarán, hijos, y necesitarán aprender, como un niño pequeño, cómo ingresar dentro de sí mismos para encontrar la respuesta. Y todos ustedes, que son hijos de la Gracia y de toda la sabiduría que el Creador depositó en la humanidad a través de Sus Mensajeros, deben vivir lo que recibieron.

Mediten en las Palabras Divinas. Mediten en las Sagradas Instrucciones.

Busquen el centro de sus seres, para que sus vidas ya no estén sustentadas en los sentidos, sino en el centro de la consciencia. Esto es lo que vengo a decirles hoy, porque esta es la base de la espiritualidad del final de los tiempos.

Sin ese aprendizaje y esa experiencia, todo cuanto leyeron, escucharon o pareció que aprendieron no tendrá sentido alguno, porque perderá su sentido ante los acontecimientos del mundo. Perderá el sentido si su referencia interna fuera el mundo. Por eso, vuélvanse hacia el centro de sus seres y encuentren allí la Fuente de la Paz.

Que vengan hasta el altar los que se consagrarán como Hijos y Amigos de San José.

Traigan aquí incienso y agua bendita.

Que sus almas encuentren paz, aun cuando no haya paz en el mundo.

Que sus consciencias sean respuesta para un mundo perdido.

Que sus miradas sean esperanza para las almas vacías.

Que sus oraciones sean agua pura para las almas que tienen sed.

Que su clamor sea Misericordia para las almas que viven en la Justicia.

Que su servicio sea alivio para los Reinos ultrajados.

Que su transformación sea alegría para el Corazón de Dios.

Que su redención sea una esperanza para toda la vida universal.

Que el perdón del pasado sea también fuente de perdón para las almas más pecadoras.

Que sus vidas den testimonio de que nada es imposible para el Corazón de Dios.

Que las Gracias depositadas en su interior sean fecundas, manifestando fortaleza en medio de la debilidad humana, manifestando humildad ante las miserias, manifestando comprensión ante las limitaciones, manifestando paciencia ante las dificultades.

No tengan prisa, porque la transformación humana es un proceso. No quieran ser perfectos de la noche a la mañana y no le exijan esta perfección a los demás, sino que cada día, hijos, busquen superar un poco más la condición humana, busquen liberarse un poco más de las superficialidades, de lo que es mundano, de lo que es aparente.

Dense el tiempo y el espacio para mirar hacia adentro, para encontrar el centro de su propio ser y, allí, un momento de unión con Dios. Crean en las respuestas que Él les da, no duden cuando Su Voz les hable en su interior, pero no permanezcan allí, en esa experiencia única con Dios. Dejen que esa experiencia genere frutos; que la Voz de Dios en su interior genere transformación, perdón, redención y paz.

Muchas almas que escuchan la Voz de Dios solo permanecen allí, guardando esa experiencia en los estantes de su interior como un trofeo: “El día que escuché a Dios”. ¿Cuáles son los frutos de esa Voz?

Más vale, hijos, un corazón que fructifica y florece en el desierto y en el vacío que aquel que escucha la Voz de Dios, pero no la sigue. Por eso, cuando estén en el centro de sus seres, con sus almas en silencio, con sus seres en el vacío, y escuchen la Voz de Dios, aunque sea una palabra, un soplo, un susurro, que esa Voz sea fecunda, que los mueva a la transformación, que los lleve a encontrar la paz y a multiplicar la paz para los que la necesitan.

Por eso, hoy los bendigo. Con este incienso, los libero, los purifico y los consagro. Y con esta agua los lavo, los renuevo y los bendigo como Hijos y Amigos de San José, como Mis compañeros en este camino, que se disponen a ser formados y a formar a través del ejemplo de la propia vida.

Yo estaré con ustedes y ustedes Conmigo. Cuenten con Mi intercesión, porque siempre estoy atento a sus súplicas.

No quiero traerlos hacia Mí, sino solo llevarlos a Dios. Y, como un ser que conoció y conoce profundamente la condición humana, Yo vengo a su encuentro para llevarlos de la mano al Corazón de Dios y al encuentro profundo con el Señor.

Hoy, les dejo un camino abierto hacia el centro de su propio ser. Recuerden esta llave que les entrego para vencer lo que es superficial y mundano e ingresar en el espacio de su propio ser, en el centro de sus corazones, donde pueden estar en Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Hermana Lucía de Jesús:

Ahora, vamos a cantar el himno de los Hijos y Amigos de San José, “Padre de las almas”, y nos vamos a preparar para la Comunión.

Viernes, 14 de junio de 2024

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Vive cada día como si fuera el último: sé verdadero en tus palabras, intenciones, gestos y en cada acción diaria.

Vive cada día como si fuera el último: sé simple en tu mirar, dispuesto en tu servicio, atento en tus oraciones, transparente en tus confesiones, sincero en tu amor a Dios y a Sus pequeñas criaturas de todos los Reinos de la Naturaleza.

Vive cada día como si fuera el último: atento a cada detalle y a cada oportunidad de entregarte un poco más a Dios; atento a cada oportunidad de vencer tus resistencias y miedos, tus limitaciones y tu condición humana.

Vive cada día como si fuera el último: permanece vigilante y percibe la Voluntad de Dios para cada detalle de la vida.

Ve, hijo, que Su Propósito habita en todas las cosas, en las pruebas y en los desafíos, en las enfermedades o en la vitalidad, en la tristeza profunda o en la alegría plena. El Propósito de Dios habita en cada detalle de la vida y cuando vivas cada día como si fuera el último, percibirás que este Propósito guía tu vida y te conduce a la transformación de tu consciencia, para que cada instante te traiga plenitud, no lo que tú quieres o como tú piensas, sino plenitud en el cumplimiento de la Voluntad de Dios para tu vida.

Por eso, vive cada día como si fuera el último, pero no con ansia de hacer todas las cosas, sino con la paz de estar con la consciencia en cada detalle, para que percibas las maravillas del don de la vida en las pequeñas cosas.

Y, cuando te llegue el día y la hora de trascender esta oportunidad de la experiencia material de la vida en la Tierra, tu corazón estará pronto, no para volver a aprender en el mundo, sino para dar pasos mayores en la ascensión de tu espíritu, porque ya es el tiempo.

Por eso, no prendas tu espíritu al mundo, no te aferres a las cosas de la Tierra, sino vive con simplicidad cada día como si fuera el último, y encontrarás la paz y la libertad de percibir que no tienes control ni poder sobre cosa alguna, solo tienes la posibilidad de vivir y ser agradecido por todo lo que la vida te concede como crecimiento y aprendizaje.

Que el don de la gratitud eleve tu corazón a Dios y lo torne cada día más Su instrumento.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

Viernes, 7 de junio de 2024

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Coloca tu corazón, hijo, en el Corazón Crucificado de Cristo, en donde comprenderás la esencia del vacío, de la entrega, del despojamiento, de la humildad, el verdadero significado de nada tener o querer para sí, el verdadero sentido de entregar la vida por los demás.

Coloca tu corazón en el Corazón Crucificado de Cristo y comprenderás el sentido de la plenitud, una plenitud que no proviene de este mundo y que no se colma con nada que pertenezca a él; la plenitud de estar en Dios más allá de toda y de cualquier circunstancia.

Ha llegado el tiempo y la hora de que tu ser aprenda a estar en Dios y a vivir la esencia de Su Proyecto de Amor, porque todo ya te fue dado para eso, todas las instrucciones te fueron entregadas, todas las Gracias te fueron entregadas, todos los dones te fueron entregados para que ahora, hijo, sepas despojar tu corazón de sí mismo, del mundo y de sus promesas y profundices en la esencia del Propósito de la vida.

No pases por el mundo sin cumplir tu misión primera, que es plenificar tu corazón, tu espíritu y tu consciencia en la imitación de Cristo, en Su camino crístico. Y eso significa vivir como Cristo en Su entrega, en Su Amor, en Su rendición y en Su vacío.

No busques para ti otra cosa que no sea el Propósito de tu Señor, y abraza todo lo que te conduce al cumplimiento de ese Propósito.

Ama de corazón este ciclo del planeta, pues para eso viniste al mundo. No temas dar testimonio de un corazón vacío, no temas dar testimonio de un Amor perfecto. Y, para llegar a ese vacío y a ese amor, primero debes vivir el despojamiento, la purificación y la entrega absoluta de todo lo que aún retienes en tus manos.

Por eso, solo camina con fe, y en esa caminata, donde solamente el silencio del Creador te acompañará, que tus pasos también sean silenciosos, mas plenos de la certeza del triunfo de Cristo a través de tu corazón.

El mundo agoniza, hijo, y su sufrimiento no tiene límites. La angustia de las almas no tiene sentido ni explicación, no tiene medida. Y, para reparar y equilibrar esto, el Creador llama a Sus compañeros a la vivencia de Sus Palabras y de Su Ley, a la vivencia de Su Propósito y de Su Amor.

¿Tú dirás sí?

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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