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Cuando tu corazón te duele y se llena de angustias, ve a los pies de la Cruz, toca con tus manos a los Pies de Tu Señor y permanece allí.
Pon tus manos sobre las Manos de Cristo y comienza a sentir Sus Llagas. Cierra los ojos, permite que la memoria viva de Su Pasión te sea mostrada y permanece allí.
Deja que tu silencio te conduzca al Corazón de Tu Señor y que tu oración silenciosa se convierta en una oferta de reparación.
Sentirás en tu pecho un dolor mayor que el tuyo. Ese es el dolor de Cristo, una gota del océano infinito que Él asumió para salvarte. Aprende así, hijo, a convertir tu pesar en oración, tu petición en una oferta y tu silencio en un bálsamo que acoge al Corazón de Tu Señor.
Tu angustia se hará pequeña delante de la angustia de Cristo por el mundo. Tu pesar desaparecerá dentro de Su pesar por las almas.
Deja que tus lágrimas se conviertan en un puente para rescatar a aquellos que están perdidos. Ofrece tu silencio por los que no saben escuchar a Dios. Si no consigues orar deja que tu oración sea sostenida por las Manos de Cristo y, en un momento, percibirás que tus manos, que fueron a pedir, estarán allí para amparar y tu dolor se transformará en oferta. Buscando cura, repararás el Corazón de Dios.
Tu llanto se unirá al océano de Su Gracia y, aun pensando que estabas allí para pedir, estarás sirviendo a este mundo.
En este día de reparación, aprende en tu vida a hacer de todo una oportunidad para reparar el Corazón de Dios y aliviar el sufrimiento de las almas en este mundo.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Me alegra visitar la casa de Mis servidores porque en ella no solo encuentro reposo, sino también la fe viva en los corazones que, día a día, se esfuerzan por estar Conmigo en cada momento.
Me alegra visitar la casa de Mis servidores porque de tiempo en tiempo veo los frutos del amor en ellos, un amor que crece y madura por toda la Obra de Mi Amor.
Me alegra visitar la casa de Mis servidores porque la Jerarquía, en un lugar tan simple, encuentra el respiro que necesita para poder continuar adelante.
Me alegra visitar la casa de Mis servidores y amigos porque con ellos puedo compartir los frutos de la redención y de la cura que se muestran en el espíritu.
Me alegra visitar la casa de Mis servidores porque en esa morada puedo entrar, cuantas veces necesite, para sembrar y compartir la paz y la alegría de estar viviendo en el Reino de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En los Universos Superiores, la llamada Fuente de la Creación actúa, universalmente, regenerando los principios y los espacios de la manifestación, los que forman parte del desarrollo espiritual de las constelaciones y de los planetas.
En este tiempo actual, la lucha y el esfuerzo por estar conectado con lo Alto, exigirán dedicación, empeño y dinamismo para que las corrientes contrarias a la luz, las que circulan alrededor de la vida planetaria, no afecten ni desvíen del propósito a los servidores.
Si alguna forma de desvío o de abandono personal del propósito sucede en este tiempo es a consecuencia de la falta de conexión interior y espiritual con la Fuente.
Por otro lado, el ciclo de la autopurificación está llevando a que las consciencias humanas sobre la superficie de la Tierra se enfrenten a sí mismas y conozcan lo que antes les era desconocido y oculto.
Nos referimos a tener consciencia y claridad al respecto de quién es verdaderamente cada ser de la superficie a nivel espiritual, mental, álmico y material.
El conocimiento de los aspectos espirituales, mentales y materiales del ser humano es algo que antes pasaba por alto, porque actuaba de forma inconsciente.
Ahora, debido al cruce universal del tiempo y del espacio, esos aspectos, que antes actuaban solos y con gran poder oculto sobre las consciencias, están quedando en evidencia para que el ser humano los enfrente, los purifique y se libere de esa constante opresión.
Lo que sucede en la actualidad es que la mayoría de la humanidad no sabe ni tiene consciencia sobre cómo resolver una situación que, durante largos periodos de tiempo, ha comprometido la posibilidad de su despertar y de su entrega.
Entonces, por más que una minoría esté alineada con el Propósito Divino y tenga las herramientas internas que necesita para llevar adelante la manifestación del Plan, esa parte, que es la minoría más consciente, tampoco sabe cómo proceder o actuar para resolver su proceso intensivo de purificación.
Por esa razón, la Fuente Suprema de la Creación dispone de grandes retransmisores de atributos y de códigos de luz: los llamados "Espejos".
Los Espejos son el sostén y el puente de unión fundamental para la actual transición planetaria, porque los Espejos más sublimes de la Creación serán el apoyo imprescindible para la evolución del amor en la consciencia terrestre; como también serán los pilares que sostendrán el puente que la propia humanidad deberá construir a través de la oración, la liturgia, los Sacramentos y el servicio a los más necesitados.
Sin estos atributos ampliamente aplicados en la vida cotidiana, el ser humano no tendrá cómo sostenerse a sí mismo.
Hasta ahora, los Reinos de la Naturaleza, así como los grandes océanos y mares, fueron las consciencias espirituales e internas que sostuvieron al hombre de superficie.
Pero este ciclo cambió, ya que la degradación, el maltrato y el descuido para con la Naturaleza generaron deudas impagables para la raza humana y esto recae, una y otra vez, en el planeta, reflejándose en los fenómenos climáticos cambiantes, el derretimiento acelerado de los polos, la contaminación terrestre y aérea y el colapso de todos los ambientes generado por la contaminación sonora y visual.
Todo este contexto planetario ahoga a la Tierra, como consciencia, a los Reinos Menores y a la humanidad entera.
Llegó el momento de que cada ser de la superficie contrarreste este mal causado al planeta y a la Creación.
Llegó el momento de que cada alma asuma su propia purificación y transición y que ya no se alimente ni dependa de nada ni de nadie.
Los instrumentos para saber crear la condición espiritual ya fueron enseñados, ahora solo dependerá del género humano poder revertir y transmutar todo lo generado.
Los Espejos serán, en estos tiempos, el principal soporte espiritual de alineamiento y de equilibrio.
Los Espejos podrán unirse al espejo del corazón de cada ser para que, poco a poco, con determinación y consciencia, vayan cambiando las vibraciones del planeta y de la raza humana.
En los Espejos encontrarán el soporte mayor para el fin de los tiempos y la llave que abrirá la puerta correcta para que pueda llegar la Hermandad Celestial.
Es hora de trabajar conscientemente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Muchos son los servidores que trabajan en Mi Nombre y que promueven obras de paz y de bien en el mundo. Eso va más allá de la religión o de la fe, porque a través de ellos llevo adelante la obra máxima de Mi Divina Misericordia.
En esas almas Yo hago descender el poder y la esencia de Mis Obras para que, por medio de esa cadena de amor y de fraternidad, el resto de la humanidad pueda sentir la presencia invisible y silenciosa de Mi Amor reparador y curador.
Ese servicio, que es ofrecido por todos Mis servidores del mundo, los hace encontrarse con otros servidores Míos y así se establece el espíritu de la hermandad y de la paz; allí se manifiesta la Iglesia Celestial que une, con amor y luz, a todos los servidores.
A través de Mis servidores Yo puedo suplir las carencias espirituales de la humanidad. Y gestando, por medio de ellos, el Amor Crístico, se evitan más conflictos y enfrentamientos en el mundo por el simple hecho de que existen almas donadas, en servicio, a Mi Corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Siente, todo el tiempo, cómo Dios contempla Su Creación y, entre toda la infinidad de galaxias, universos y estrellas, cómo Él ama especialmente a la Tierra.
Siente el valor desconocido que tiene el planeta Tierra y recuerda la experiencia de la cual Él fue partícipe durante la Vida de Jesús.
Recuerda cómo el mismo Dios se hizo pequeño, siendo tan grande y poderoso, para poder encarnar entre los hombres y enseñarles sobre los grados de amor y de perdón.
Ten consciencia de todo esto una y otra vez y afirma que, por encima de toda prueba o dificultad, siempre prevalece esa verdad del amor que es eterna y que se transmite de generación en generación.
Trae hacia tu consciencia el significado de todo lo que el Padre hizo por Sus hijos y cómo Su Amor, que es invencible, continúa obrando y actuando a través de los tiempos.
Aférrate a esa divina Verdad; vive a través de ella para que todos los días seas un servidor tan semejante a como lo fue Cristo, Nuestro Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Serie – Manifestación de Aurora – Parte X
Si se cumplen todas las etapas anteriores, Aurora podrá tener la condición para expresar su tarea hacia la superficie y, especialmente, su trabajo con los principios de la cura, será posible.
Cada etapa que se llevará adelante, dentro de este proyecto de la finalización y de la manifestación de Aurora, no solo le mostrará al Universo que los servidores y los seguidores de la Obra están comprendiendo lo que habla y pide la Jerarquía, sino que también otras serán las oportunidades para el Uruguay, como país, y para la región.
En este sentido, será importante que todos colaboren en cada una de las fases de la nueva manifestación de Aurora, independientemente de si pertenecen a un grupo de sustentación o no. De esa forma, las consciencias podrán constatar que cuando existe unidad de propósito es posible llevar adelante cualquier pedido de la Jerarquía.
Si existiera esa respuesta inmediata y precisa, sin dejar nada hacia atrás, mayor será la consciencia del propósito grupal que se construirá para la Nueva Aurora.
Espero que cada obrero del Plan sepa la importancia de ir construyendo Aurora día a día, hasta que se cumpla el propósito, y de no dejar de colaborar en todos los sentidos, hasta que todos vean el Centro Aurora manifestado en su máximo esplendor.
Para eso, la organización del grupo a través de una programación mensual que detalle etapa por etapa, ayudará a que toda la Obra tome consciencia de los posibles retrasos, así como de las diferentes metas.
En ese organigrama mensual, que será acompañado por un arquitecto y por un constructor, toda la Obra se podrá actualizar de lo que está faltando para finalizar cada etapa.
Es importante que cada servidor de la Obra sepa que, a medida que se vayan completando las diferentes fases de la manifestación de Aurora, también se irán estableciendo los tesoros de la Jerarquía, para que estén activos, ayudando a la humanidad.
Cada paso en la manifestación de Aurora, el acompañamiento y el esfuerzo sincero del grupo para con la Jerarquía, le concederá esa esperada oportunidad al Uruguay y a Sudamérica; algo espiritual que Aurora tiene para ofrecerle a las almas.
En esa actitud de prontitud, de respuesta inmediata y sin demora; en esa actitud verdaderamente fraterna para con Aurora, Yo los invito a estar todo el tiempo, sin vacilar.
¡Les agradezco a todos los que harán posible la nueva etapa de Aurora!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando Mis apóstoles no se comprendían o, por alguna razón, no se unían, Yo les pedía que no se olvidaran de la paz, porque la paz es un medio que lleva a las almas hacia el amor.
Hacer todo en paz es aproximarse al amor y el amor nos lleva al entendimiento y a la sabiduría.
Jamás ninguno de Mis apóstoles tuvo la razón de su lado, porque, siendo imperfectos, unos y otros, nadie era portador de mayor sabiduría, porque la sabiduría nos la da Dios.
En este tiempo, esa separación, inducida por el adversario, ha sucedido entre Mis servidores porque algunos no creyeron en los otros o no se adhirieron a alguna causa, lo que ha debilitado el campo de acción de Mi Obra de Redención.
Si la Jerarquía no interviniera todos los días en las diferentes situaciones que viven Mis apóstoles del fin de los tiempos, no existiría la posibilidad de concretar el Plan.
El crecimiento de la consciencia universalmente se mide en los grados de amor; pero si ese amor aún no está maduro en los corazones o en la vida grupal comunitaria, hay que buscar alcanzar la paz entre los seres para que ese amor tan esencial e importante se manifieste.
Se deberá tener mucho discernimiento al momento de actuar o de hablar para no provocar brechas y, así, cerrar las puertas a posibles embates.
El amor también es decir “no”, así como decir “sí”, porque el amor solo debe expandir la consciencia a través de las experiencias que harán que el ser se redima.
Busquen primero esa paz para encontrar enseguida el amor que les concederá el entendimiento.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Para que haya unidad en el planeta debe haber unidad en los corazones, entre cada ser y Dios y entre los constructores de la nueva vida, los llamados servidores y consagrados de este tiempo.
No teman. El mundo agoniza y las naciones se estremecen; las pruebas del planeta ya comenzaron, pero si en sus corazones habitan la paz y la unidad nada de lo que suceda en el mundo los desanimará ni destruirá su fe.
Vengo para ayudarlos a colocar sus ojos y sus corazones en lo Alto, en el Propósito Divino y en el Plan de Dios que se diseña a través de sus vidas.
No les digo que estén ajenos o ignorantes delante de lo que sucede y sucederá en el mundo, solo les pido que mantengan sus corazones en Dios, porque ya llegó el momento y la hora de cargar la cruz del mundo y la cruz del triunfo del Amor, dentro y fuera de ustedes.
Así como su Señor, Jesucristo, vivirán humillaciones y soledad, vivirán agonías y tristezas; pero, por encima de todo, vivirán la unidad con la Madre de Dios, vivirán el amor y la fidelidad de los que acompañarán sus pasos hasta el fin.
Crezcan y que el propósito de sus vidas sea el establecimiento de un Plan Mayor. Ya no son niños delante del Padre. Cristo los llama compañeros; Yo los llamo amigos, porque eso es lo que deben ser en este tiempo: fieles ante la Voluntad Mayor, osados delante de las pruebas y dispuestos a cargar, con Cristo, Su última cruz que es la cruz del mundo.
Cuando su Señor cargó la Cruz en el Calvario, abrió las puertas de un nuevo tiempo, instituyó en el mundo la Gracia y la Misericordia y le concedió a la humanidad una nueva oportunidad para que pudieran construir en su interior un nuevo hombre, una nueva vida.
Ya pasó mucho tiempo desde ese acontecimiento; ya aprendieron mucho, como seres y como humanidad. Ahora es tiempo de sellar su compromiso y abrir las puertas para que su Señor retorne al mundo, no solo para traer la paz, sino también para enseñarles a cargar, con Él, la cruz de los últimos días.
Ya no huyan de esa cruz. No lo dejen solo. Sean fieles y compañeros, así como Él lo espera.
Aparten sus corazones del sufrimiento y dispónganlos para el establecimiento del amor. Que para ustedes todo sea una oportunidad de superarse y de amar más, así como su Señor se superó, no solo a Sí mismo, sino también a Su Padre, por amor a todos ustedes.
Coloquen sus espíritus y sus corazones en la meta de amar.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que haya unidad entre los servidores de Cristo, que haya paz. Que cada ser profundice, en el propio interior, la unidad con Dios y reconfirme, todos los días, su adhesión al Plan del Creador.
En estos tiempos, hijos, no bastarán los vínculos superficiales y las adhesiones parciales al Plan de Dios. Es necesario que todos los seres le den importancia a su mundo interno y dialoguen con el Padre, para que Él los ayude a estar fortalecidos en estos tiempos.
No bastará con escuchar los mensajes que Dios les envía a través de Sus Mensajeros, porque Su enemigo está sembrando dudas y confusiones en las mentes y en los corazones de los servidores de Cristo y, para no sucumbir ante las tentaciones, su mundo interior debe estar fortalecido.
Hijos, ustedes no estarán libres de pruebas y de tentaciones; al contrario, en estos tiempos, ellas se intensificarán, porque la hora de la definición llegó para todos.
Así como el Padre permitió que Su Hijo fuera probado y tentado, no solo en el Getsemaní, sino durante toda Su Vida, también lo permitirá con ustedes, porque la superación del Amor debe partir de cada mundo interno.
El Padre siempre tendrá Sus Manos puestas sobre Sus hijos, pero para eso es necesario que abran el camino y creen un vínculo consolidado entre su propio corazón y el Corazón de Dios.
Sé que, en tiempos de expansión de la Obra Divina, las sobrecargas externas los llevan a superarse a cada instante, pero para que haya paz y superación en el amor, para que sus espíritus soporten estos tiempos, ustedes deberán sustentarse en un vínculo profundo con Dios.
Ustedes fueron creados para ser un puente directo hacia el Corazón del Padre, pero para eso, hijos, deben querer desarrollar su verdadero potencial, deben amar el propósito de su existencia y reconocer que, más allá de todas las demandas externas de la vida, lo más importante es buscar a Dios y crear un vínculo vivo con Él. De esa forma, tendrán sabiduría, fortaleza, paz y, sobre todo, amor para superar estos tiempos y ser precursores de una Nueva Vida.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
El verdadero recibimiento de los peregrinos de Dios comienza abriéndoles el corazón para sentir su necesidad interior y su súplica.
El recibimiento de los peregrinos representa acoger a esa parte de la humanidad que, a pesar de las circunstancias, de tiempo en tiempo aspira a alcanzar la vivencia de la Sagrada Voluntad de Dios.
Por eso, así como recibes al peregrino es como recibes interiormente al Señor Jesús.
Cada gesto compartido con el peregrino, cada oración realizada en nombre del amor y de una ardiente aspiración, representan una puerta de Misericordia que se abre para aliviar un profundo y antiguo dolor.
El recibimiento de los peregrinos, dentro de la misión de los Centros Marianos, es una de las principales tareas de cura planetaria para el fin de los tiempos.
El recibimiento de los peregrinos representa esa posibilidad que cada servidor tiene de dar lo mejor de sí, más allá del lugar, de la situación o de la nación que provengan.
Recibir a los peregrinos en los Centros Marianos es como recibir a Jesús y encontrarlo en la expresión de la fe, del dolor y del sufrimiento de cada hermano.
La tarea de los que acogen a los peregrinos siempre será dar amor para sembrar la cura y el perdón interior, tan necesarios para estos tiempos críticos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La vida eterna es el mayor tesoro que las almas reciben por haber servido a Dios, en este planeta y en esta humanidad.
La vida eterna es el triunfo del servidor de Dios, de aquel que aprendió a trascender los límites de la materia y los propios límites internos, buscando plenamente, en cada etapa de su vida, cumplir la grandiosa Voluntad de Dios.
La vida eterna es para todos, por eso siempre deben aspirar a ella.
Cada momento de servicio, de oración y de entrega incondicional por el prójimo es una oportunidad de profundizar en la aspiración de encontrar, algún día, esa vida eterna, a fin de fundirse con Dios en Su más misteriosa Esencia, en lo profundo del Templo de Su Corazón.
Deben aprender con este ejemplo, compañeros, a superar los límites de la materia y a encontrar el sentido en lo que es infinito y eterno.
La vida material no termina aquí, sus espíritus son los que se forjarán en nuevas escuelas y con nuevos aprendizajes, los que alcanzarán nuevas esferas y abrazarán nuevos conocimientos para poder seguir recreando esta Creación.
Cada vez que un servidor alcanza esa trascendencia de sí, la confirmación del Plan de Dios se fortalece; pero si más almas en el mundo se animan a hacerlo, eso enriquecería la Obra de Dios y las Gracias que provienen de Su Corazón no dejarían de descender a la humanidad, porque sus vidas serían ese espejo que Dios necesita para que Él pueda refractar Sus Atributos en estos tiempos críticos.
El origen de su existencia y todo lo que han vivido a través de los tiempos son un precioso legado interior que ayudará a constituir a la Nueva Humanidad cuando ella comience a formarse espiritualmente.
Cada esfuerzo que hagan en sus vidas, por más pequeño que parezca, ayudará a Dios en la manifestación de Su Divino Plan en toda la esfera de la Tierra.
Deben aplicar en sus vidas, poco a poco, los Atributos de Dios.
No servirá de nada, compañeros, que se arriesguen a vivir todos los Atributos de una sola vez, porque de forma paralela está su transformación y su redención; deberán redescubrir en ustedes, todo el tiempo, el motivo y el propósito que los trajo aquí, a este despertar de la consciencia profunda para poder servir a Dios, así como Él lo pensó para cada uno de sus seres.
Lo que hoy les digo, compañeros, no es nada nuevo.
La vida eterna palpita en el Universo, es parte de toda la vida universal y esta se recrea de tiempo en tiempo, a fin de fortalecer los grados de amor en todas las consciencias que forman parte de esta Creación en los diferentes planos, en las diferentes dimensiones.
Quiero que se animen a practicar el legado que les fue entregado.
Es hora de que nuevos servidores puedan surgir en esta humanidad.
Es hora de abrir las puertas, aún más, para el conocimiento, para que los misterios dejen de ser misterios y esta humanidad de superficie sea consciente de la verdadera realidad que va más allá de este planeta y de este Universo Local.
Si sus vidas aspiran a esa vida eterna, viviendo cada prueba con gratitud, viviendo cada aprendizaje con alegría, permitirán que nuevos principios lleguen a sus vidas y ustedes sean ejemplos para muchos más que necesitarán de la Fuente de Amor interior para poder soportar estos tiempos y estas grandes definiciones que se acercan a la humanidad.
El último 8 de agosto ya fue el comienzo de un nuevo ciclo. Septiembre vuelve a confirmar ese momento.
Es hora de poner atención en los acontecimientos de la humanidad y aplicar las Leyes superiores, no solo en sus consciencias, sino también en la vida externa para que más almas se puedan salvar y vivan este regocijo interior de haber podido servir a Dios, así como Él lo ha pensado desde el principio, desde el principio de sus orígenes, desde antes que fueran una existencia o una molécula de luz.
La Obra continuará con su trayectoria adelante, aún hay mucho por hacer, por rescatar, por redimir y, especialmente, por perdonar.
Su respuesta en este día es el reflejo de su entendimiento, porque de a poco se van abriendo para poder comprender a la Jerarquía que es la que guía todo esto desde el principio de la Creación.
Ustedes saben, compañeros, que su primera Jerarquía es el Padre Creador y después todas las que están debajo de Él, hasta llegar a los Instructores de la superficie, los que son enviados al mundo a través de los tiempos para que la humanidad no olvide la esencia de su origen, el motivo principal de su propósito, el cual las fuerzas del caos consiguen distraer y desvanecer de la consciencia.
Pero en el caso de ustedes, compañeros, que tienen más herramientas que la mayoría de la humanidad, su responsabilidad es más grande que la del prójimo.
Todo lo que hagan en este tiempo deberá repercutir en el bien.
Por eso es importante que dentro de ustedes tengan los principios claros para saber proceder correctamente, para abrirse correctamente a lo que habrá que seguir transformando.
La evolución de la humanidad deberá continuar adelante.
Hoy una nueva escuela comienza para los discípulos que se han abierto a Mi llamado, para todos los que supieron acogerme aquí, como también en sus corazones, sabiendo que la Jerarquía no pierde el tiempo delante de los acontecimientos que se desencadenan en la humanidad.
Aún hay tiempo de poder revertir los errores del mundo y eso comenzará primero con sus ejemplos, llevando una vida digna, viviendo un compromiso verdadero, lejos de la ilusión o de cualquier fantasía, teniendo consciencia de la importancia del cambio, de la transformación de los tiempos y de la elevación de la consciencia.
Hoy han subido un escalón más dentro del Plan de la Jerarquía. No desciendan de él, continúen elevándose para que la Jerarquía pueda confiar y obrar.
Cada uno tiene su parte en todo esto. Lo que se firma en el Universo no se borra, aunque la consciencia ya no esté aquí, presente.
Los que tienen compromisos con la Jerarquía y no los han comprendido no podrán pensar que nunca los tuvieron, porque es un compromiso espiritual, firmado ante los Señores de la Ley. Aunque el ser lleve otra vida, nunca podrá separarse de ese compromiso. Aunque no lo cumpla, ese compromiso volverá a presentarse de alguna forma para recordarle lo que le debe a Dios.
Por eso los que no están aquí están sufriendo y los que permanecen pueden sentir la paz, más allá de su purificación, porque el Plan se construye con las consciencias y él se realiza con el “sí” de todos.
La Jerarquía no espera el sufrimiento de nadie más ni la incomprensión del semejante.
La Jerarquía espera la ardiente devoción de cada corazón que sabe responder al soplo del espíritu, que se abrirá para escuchar y comprender más allá de las formas.
La Obra no es una persona, es la manifestación de una Voluntad Divina, es una de las grandes ramas del Árbol del Propósito; si ustedes cuidan de él, siempre brotará y dará nuevos frutos.
Los frutos que recibieron fueron las Gracias que les hemos entregado.
Ahora habrá que seguir arando la tierra para volver a sembrar en este nuevo ciclo y que así puedan cosechar, en el futuro, lo que Dios les entregará por medio de su confianza y de la fidelidad de todos.
La fidelidad la construirán siendo verdaderos de corazón y de palabra, eso los hará libres para que puedan servir más y más, y para que, a pesar de cualquier circunstancia, nunca sientan cansancio por esperar a Dios, hasta cuando Él decida llegar, como hoy.
La memoria del amor nunca se borra. La experiencia del amor que puedan vivir con el propio Dios del Universo, enriquecerá sus vidas y les dará la fuerza interior que necesitarán para enfrentar los últimos tiempos.
Pero deben cumplir los atributos para que nunca les falte la esperanza interior, a pesar de cómo se desencadenen los tiempos o todas las purificaciones.
A través de este nuevo escalón que han subido, se abrirá una nueva escuela que se profundizará dentro de la que ya existió y que traerá, para todos, la mayor consciencia de lo que Dios necesita revelarles para que puedan seguir aprendiendo y así se puedan renovar, como hoy se están renovando.
Su Instructor fue hacia una nueva escuela. Él está abriendo el camino para que puedan llegar hasta allí; para que sus espíritus, sus verdaderos seres superiores, puedan traer de esas esferas lo que el mundo necesita hoy, alineados con la Jerarquía y obedientes al sagrado conocimiento.
Es hora de que sean conscientes de lo que han venido a vivir y de lo que han venido a cumplir en este ciclo y en este tiempo.
No se trata de solo escuchar a la Jerarquía, se trata de obrar junto a la Jerarquía, de asumir con alegría cada nueva convocatoria. Eso permitirá que el planeta no se hunda y que la humanidad no se cristalice con sus propios errores, con sus propias acciones, con todos los cometidos que llevan a las almas a perder el sentido de su existencia en este mundo.
La puerta de Mi Misericordia abrió el espacio para esa nueva escuela, en donde hoy su Instructor se encuentra con antiguos hermanos de otras estrellas, que en este día lo reencuentran para seguir viviendo esa trayectoria hacia el Infinito, para seguir emitiendo los impulsos de luz que todos los discípulos que han quedado aquí, en la Tierra, necesitan, a fin de seguir transformándose hasta llegar a ser Nuevos Cristos.
Vamos a seguir reconstruyendo el Plan por medio de los servidores, de los que se han autoconvocado.
Vamos a restaurar esta humanidad por medio de todos los seres superiores que, a pesar de vivir la escuela del amor y del perdón, se están ofreciendo para seguir los pasos de la Jerarquía y ayudar a elevar la consciencia de la humanidad de dimensión y de plano.
Que Mis Palabras puedan resonar más allá de sus oídos.
Que siga siendo sagrada la Instrucción de la Jerarquía y la palabra de los que instruyen y se han ofrecido a Dios para vivirlo en nombre de muchos más.
Que no existan resistencias a los cambios.
La Gloria de Dios les fue dada, ahora deberán glorifican sus vidas para que esa Gloria retorne a Dios y el Universo se recree una vez más.
Eso comenzará con la vivencia de su responsabilidad, de su adhesión y de su unión con el Plan, a pesar de cualquier circunstancia.
Los que se fueron hace un tiempo de aquí hoy son bien recibidos, porque siempre tuvieron un lugar en Mi Corazón, sino Yo no estaría aquí, no tendría sentido.
Pero es hora de vivir correctamente lo que la Jerarquía pide, despojándose de su propia voluntad y hasta de sus propias creencias, sino no podrán vivir el nuevo ciclo. Nadie puede quedar atrás.
Por eso hoy les estoy extendiendo Mi Mano, como Maestro entre los Maestros, como Instructor entre los Instructores del Universo.
Aún tengo Mi Mano extendida hacia la humanidad, porque sé que ella necesita de ayuda y que no podrá hacerlo sola.
Reciban, entonces, el aliento del Instructor del Universo, del Humilde Señor entre los Humildes Señores, del Portador de la Paz entre los Portadores de la Paz, del Hijo de Dios, Jesucristo.
Yo siempre vendré a darles todo lo que tengo, porque nací para ser el Verbo Encarnado y así poder ser el Ejemplo para todos Mis compañeros y amigos que, a través de los tiempos, deben seguir las huellas del Señor.
Hoy sus espíritus terminan una academia interior, porque su Instructor partió hacia nuevas escuelas para poder instruir a nuevos discípulos que necesitan de la misma gracia que ustedes recibieron.
Hoy les dejo a los Instructores que están aquí para que ustedes vivan la nueva escuela que necesito que vivan, abiertos de corazón, en comunión con sus almas y en gratitud hacia el Universo.
Así habrá más tiempo para el rescate planetario, para que muchos más puedan entrar en Mi Barca antes de que venga el diluvio de la Justicia.
Les doy ejemplos y les digo verdades.
Ofrezcan, entonces, su corazón a Dios para que se reconfirme su compromiso y nada sea desperdiciado. Así agradarán a su Redentor y vendré a traerles, como hoy, otra Buena Nueva.
En el nombre del Universo, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Segundo Mensaje
Quisiera que el mundo comprendiera lo que Yo vivo y lo que siento, pero sé que es muy desconocido para la mayoría de Mis compañeros poder comprender lo que verdaderamente necesito para este ciclo, en el que la humanidad agoniza hora tras hora, tiempo tras tiempo.
He venido aquí para compartir lo que Soy y todo lo que tengo.
No vengo a pedir lo que el mundo no Me puede dar, sino que vengo a pedir lo que el mundo Me puede entregar.
Cuando están vacíos, todo Yo lo puedo hacer y aún más Mi Misericordia se puede derramar en aquellos que escuchan Mi Voz y Mi Palabra y la hacen parte de sí en cada momento de la vida, como en cada oportunidad de servir para ampliar la consciencia en los grados del amor y del perdón.
Lo que Dios Nos ha enviado a hacer aquí, a Portugal, y en Europa, es muy grande, algo que no será palpable a la vista de muchos, sino que será conocido por los que abran su corazón para poder comprender la Obra de la Jerarquía y cómo la Jerarquía Espiritual la construye, de ciclo en ciclo y por intermedio de los servidores.
Que no les falten ganas de poder conocer Mis Misterios.
Que no les falte motivación de poder cumplir Mis designios.
Que no les falte ánimo de poder llevar adelante Mi Voluntad.
Porque todo lo que Yo tengo pensado, Pensamiento que proviene de la Mente Divina del Padre, se deberá cumplir, para que, por medio del amor a la cruz que muchos viven la humanidad pueda redimirse de verdad y sin prejuicios.
Por eso Mi Misericordia es la Fuente que todo lo concede y que todo lo realiza.
Recuerden que no pueden llegar al Padre sino a través de Mí.
Y para llegar al Padre a través de Mí, deben pasar por la Fuente de Mi Divina Misericordia, para que se den cuenta y perciban que se deben perdonar a sí mismos y deben perdonar a los demás.
Deben perdonar el pasado y perdonar el presente.
Deben perdonar todo lo que es interno y también lo que es externo.
Deben perdonar lo que no aceptan y deben perdonar lo que les duele.
Así el mundo podrá cambiar y no será necesario sufrir más, no será necesario que algunas almas se ofrezcan al sufrimiento y a ese estado tan desconocido por el mundo.
Cruzar la puerta del sufrimiento por el mundo es cruzar la Puerta hacia Mi Corazón, hacia un espacio en donde muchos, en estos tiempos, no quieren ver la realidad por temer conocerla profundamente.
Pero si Yo Me ofrecí a la Cruz por ustedes, no habrá nada que temer.
Yo les ofrezco incansablemente que Me ayuden a cargar con esa cruz que es la cruz del mundo, la cruz de la Redención y de la Misericordia, la cruz del despertar y de la elevación de la consciencia.
Pero esa cruz que Yo les ofrezco a cada una de sus vidas es una cruz que debe ser liberada, y eso comienza en ustedes mismos, para que después se pueda dar en el mundo y especialmente en la humanidad.
Liberar a la humanidad de sus sufrimientos es algo muy grande y desconocido.
Por eso muy pocos son los convocados para esa tarea, para esa misión especial, de la que no se tiene total consciencia de lo que significa y de lo que representa; pero sí se tiene consciencia al poder sentir y percibir lo que se vive, paso a paso.
Por medio de Mi Misericordia necesito reparar el mundo y sustituir las corrientes negativas que aprisionan a la humanidad cada vez más.
Con su sí Yo podré hacer muchas más cosas.
Con su donación Yo podré conceder muchas más Gracias.
Con su incondicionalidad Yo podré socorrer y auxiliar al mundo y a los que Me dan las espaldas, a los que Me niegan, a los que ofenden a Dios por medio de sus ejemplos y modos de vida.
Hasta que la humanidad no aprenda a amar verdaderamente, deberá pasar por la Ley del Sufrimiento. Yo vine al mundo para poder enseñarles cómo liberarse de ella e ingresar en la Ley de Mi Gracia y de Mi Misericordia.
Aún de Mi Costado sigue brotando la Sangre Preciosa de su Maestro y Señor. Esa Sangre se derrama sobre el mundo y sobre la consciencia de la humanidad para poder justificar, por medio de todos los orantes que invocan Mi Divina Misericordia, los gravísimos errores y ultrajes que el mundo comete hoy, en estos tiempos críticos.
Por medio de la Sangre que brota de Mi Costado vengo a justificar los errores de las naciones, de los pueblos y de toda la humanidad, de cada uno de los seres que vive sobre la superficie de este planeta.
Por medio de Mi Sangre vengo a justificar y a reparar las cosas ante Dios, los hechos que someten y condenan el corazón de los hombres y la vida de todas las criaturas.
Porque desde el Huerto Getsemaní, en ese momento tan agudo para la Vida de su Señor, Yo ya sabía que este momento llegaría y que debería estar presente para testimoniar lo que Mi Padre, una vez, allí Me mostró.
Pero también vengo a testimoniar la Obra de Mi Misericordia que trasciende los tiempos y las formas, los modos de vida y las costumbres.
Vengo a testimoniar a los que en estos tiempos Me siguen y se congregan en torno a su Señor para confirmar Su Presencia en el mundo y especialmente en los corazones, en la esencia divina de cada ser, a pesar de la corrupción de estos tiempos y de las injurias de muchos, de muchos hijos de Dios.
Vengo, por medio de la sangre que brota en Mi Costado en este momento, a reparar Mi Iglesia, que como ven se está derrumbando.
Por eso, son llamados a estar adheridos a este momento junto a su Maestro y Señor; a hacer algo por los demás, algo más verdadero y profundo que pueda traer cura a las almas y los corazones heridos que una vez creyeron en Mi Iglesia y la han desahuciado por sus hechos y experiencias.
Vengo a renovar, en este día, el Sacrificio del Cordero de Dios para que no existan más corderos inmolados en este tiempo final.
Porque la Sangre que derramó su Señor de Su Costado ha sido suficiente, a fin de que ese testimonio de amor perdurara a lo largo de los tiempos y hasta el momento de Su Retorno por segunda vez a la humanidad.
Renueven el Sacrificio del Cordero de Dios todos los días.
No se olviden que el pan y el vino siempre deben estar en la mesa de su Redentor para que día tras día, momento tras momento, comulguen de Mi Cuerpo y de Mi Sangre. Así la vida será renovada a pesar de los acontecimientos y de las crueldades de este tiempo final.
Quisiera que comprendieran, compañeros Míos, de forma universal y de una manera más profunda y abierta, que el legado que testimonió su Maestro y Señor junto a Sus apóstoles en la Última Cena no puede perderse, no podrá desaparecer ni desvanecerse del corazón de los hombres.
Hasta ahora no he revelado lo que verdaderamente pasó en la Última Cena a nivel de la Consciencia del Espíritu y del Universo Celestial, pero ese momento se aproxima, esa hora está llegando, es el último Don que Yo le entregaré al mundo para la verdadera expresión de la vida sacerdotal y crística en las almas.
Sepan que ese legado siempre deberá ser su tesoro, su inspiración y su vida.
Que la comunión con Cristo no sea olvidada, ni un solo día, aunque sus cuerpos ya no puedan más.
Refúgiense en Mi Corazón y todo pasará.
La Llama de Mi Amor es más fuerte que todas las maldades del mundo y que todos los agravios.
Yo puedo transformar lo que ustedes no consiguen, si Me lo permiten. Pero mientras no Me lo permitan, como el mundo en su mayoría no Me lo permite, Mi sed aún será muy grande y amarga.
Sentiré la amargura, en este tiempo, más grande que cuando Me dieron de beber hiel en la Cruz. Ese es el símbolo de la indiferencia de la humanidad que deberá ser extirpada de la consciencia de los hombres y de las mujeres de la Tierra, para que exista una extraordinaria Gracia de despertar y de tener consciencia de lo que en verdad es vivir el Plan de Dios sobre la Tierra. Por eso, su valentía será imprescindible en estos tiempos.
Que su fuego interior nunca se apague y que su llama interior encandile las tinieblas que permean la Tierra por su inseguridad y su ofensa.
Por eso he dicho que esta será la Maratón del sacrificio, el momento de poder entregar el corazón en Mis Manos para que Yo lo pueda ofrecer como testimonio justificable ante Mi Padre y Su Reino por los agravios del mundo y la indiferencia.
Que nadie pierda la oportunidad de comprender lo que estoy diciendo y expresando.
Que nadie pierda la oportunidad de recordar Mis Palabras y de hacerlas parte de sí, porque estas son las últimas palabras que le estoy diciendo al mundo antes de que todo suceda.
Esa es la razón por la cual vengo con Mi Divina Misericordia, intentando expandirla y extenderla en el tiempo, aunque no haya tiempo, para que las almas ingresen en el Océano de Mi Amor y de la reparación, para que la cura se conceda en todos los espíritus.
No dejen de ayudarme en esta Peregrinación por la Paz, porque no será solo la paz que les daremos, sino también la consciencia de saber que es tiempo de cambiar y de vivir los Mandamientos de Dios como fueron escritos en el principio.
Eso renovará Mi Iglesia, eso le concederá a las almas la Gracia de volver a vivirme plenamente.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus mundos internos.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus almas.
Que la Sangre de Mi Costado se derrame completamente sobre ustedes, para que el Sacrificio del Cordero sea aún más justificable ante la Creación.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Si tus pies te duelen por estar cansados, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si tus manos pesan por tanto trabajar, del amanecer hasta el anochecer, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si tus ojos están cansados y solo quieren cerrarse para dormir, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si eres el primero que madrugas y el último que te acuestas cuando cada hermano ya está descansando y confirmes que todo está en su lugar, sin reclamos, repite: “Alabado seas Señor”.
Si estás enfermo o si estás en agonía, si puedes sonreír o solo llorar, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si te dan la tarea más esforzada o si solo puedes estar en oración por tu imposibilidad de trabajar, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si quieres superarte pero no lo consigues, si te quieres trascender todos los días pero siempre tropiezas con la misma piedra, sin justificarte, repite: “Alabado seas Señor”.
Si estás cansado porque el día se hizo largo y ya no quieres ni escuchar una palabra más, sin odio, repite: “Alabado seas Señor”.
Porque todo lo que Dios nos coloca en el camino es solo para que aprendamos a amar más y más, y así alabar a Dios.
Nada está fuera de su lugar. Al contrario, cada prueba o desafío es para que nos resignemos diciendo: “Alabado seas Señor”.
Porque en el Cielo los servidores serán premiados por sus esfuerzos a fin de que, en cada momento como en cada paso, se manifieste la Voluntad de Dios.
Que el Señor sea siempre alabado para que Su eterna confianza esté en ustedes y así todo se renueve.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Realizando con tiempo y dedicación las obras de mejora de los caminos que conducen al Centro Mariano de Aurora, y con la ayuda de los servidores de Uruguay, Argentina y sur del Brasil, las almas le demostrarán al universo, en nombre de muchas más, que aceptarán y aspirarán a la permanencia en Uruguay de la Jerarquía Divina y, sobre todo, de la Presencia de Dios.
Aunque exista Mi Iglesia en este país, no es suficiente el calor interior que las almas de aquí Me dan. Solo siento plenitud cuando los peregrinos llegan al Centro Mariano de Aurora para reconocer y confirmar Mi Presencia.
Importantes jerarcas de Mi Iglesia podrían haber evitado la condenación de este pueblo en vez de volverme a perseguir como lo han hecho con esta Obra, siendo sensacionalistas y omitiendo las barbaridades que el pueblo aceptó asumir, por ejemplo, por medio del aborto.
Mi Iglesia, en vez de colocar la mirada en la perdición de las almas, les cerró las puertas a muchos corazones que debían llegar hasta Aurora para poder encontrarme.
¡Qué condenación!
Por eso, Me sirvo humildemente de los que Me siguen de verdad en este tiempo, sabiendo que todo lo que Yo deseo para el Uruguay es grandioso e infinito.
Llevando adelante la reconstrucción de los caminos físicos de Aurora, los grupos permitirán que Mi Presencia esté aquí a pesar de la indiferencia y, sobre todo, que el propio camino que será arreglado por los servidores sea el símbolo de la corrección de los desvirtuados caminos de esta pobre nación.
Les agradezco por obedecerme.
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mis legiones de Luz están formadas por los ángeles del Cielo y por los servidores de la Tierra. Cuento con cada uno de ellos para derramar la Fuente Reparadora de Mi Divina e Insondable Misericordia.
De tiempo en tiempo, elevo hasta el Reino de los Cielos a todas las esencias y a las almas que incondicionalmente Me sirven, para que estén por un momento en Mis Brazos; pero, sobre todo, para que las almas que Me sirven y que también viven su purificación interior en este tiempo, se sientan aliviadas no solo por el Amor Misericordioso de Mi Corazón, sino también por el afluente de Mi Divina Misericordia.
Todos los ejércitos orantes de la Tierra se fortalecen de manera especial durante los días de Maratón de Oración; como sucedió esta vez que su Maestro y Señor, después de la última Sagrada Semana, se recogió en el Cielo y entregó, con total confianza, la dirección de Su Obra a Sus más preciados seguidores.
De esa forma las almas se van afianzando espiritualmente mediante el contacto interior con el sublime Océano de Mi Misericordia, para que en el futuro, cuando haya que atender a gran parte de la humanidad, las almas reciban los mismos impulsos de amor que hoy ustedes reciben.
La confianza y el fortalecimiento de la misma en estos tiempos, les permitirá a las almas hacer más reales sus santas virtudes y, de esa forma, colocarse por encima de toda ambigüedad u oposición, venciendo con el amor y la unidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Mientras los Mensajeros de Dios dan las primeras señales de Su recogimiento, Sus servidores, extendidos por toda la Tierra, ya deberán poner en práctica los conocimientos recibidos, porque el tiempo de asumir responsabilidades llegó.
Esas primeras señales indican el momento en el que todo estará a prueba, dentro y fuera de los seres.
Esas señales del recogimiento de los Mensajeros de Dios señalan el momento de saber atravesar los últimos tiempos con sabiduría y discernimiento, dejando atrás las acciones impulsivas que siempre llevaron a la humanidad a cometer muchos errores.
Con esto quiero decirles, hijos Míos, que restará de ustedes que, con lo que recibieron durante estos años, sepan guiar la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos teniendo como base de conducción todo lo que fue dictado en los últimos tiempos para poder llevar adelante este Proyecto Redentor de Cristo.
Al recogerse los Mensajeros Divinos, deberán encontrar la guía en nuestros Mensajes, sabiendo diferenciar lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer.
Con todo esto, amorosamente quiero decirles que, como adultos en la vida espiritual, no podrán depender de lo que antes el Cielo les daba de forma fluida.
Llegó la hora, hijos, de que vivan el apostolado, así como los primeros cristianos y cristianas lo vivieron en la más pura fe después de que su Maestro y Señor ascendió a los Cielos.
Les digo esto para que, desde ahora, se preparen y se animen a asumir responsabilidades y resultados, independientemente de lo que pueda decir o no la Jerarquía.
El Plan se cumple asumiendo cada uno su lugar, sin esperar que los llamen.
¡Les agradezco por comprenderme!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sigo camino hacia el encuentro de las necesidades planetarias, hacia el encuentro de las almas que más necesitan de Mi Corazón en este tiempo.
Compañeros, acompañen a su Maestro por esta nueva senda de Luz que los ayudará, como hermanos, a disolver las apariencias, las diferencias y los conflictos.
Caminen a Mi lado con la linda sonrisa del espíritu, para que todo en su interior sea curado y redimido.
Anímense a trascenderse a sí mismos y a ingresar en esta escuela del amor curador para que sus corazones sean aliviados.
Los animo al cambio de la consciencia para que sus corazones sirvan al Creador de todo lo que existe.
Les dejo Mi Paz y Mi Amor renovador.
Sigan adelante y en estos días esperen la llegada del Rey Universal.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mi Madre Santísima reúne en este tiempo a los que se autoconvocaron para servir al Plan de Dios.
Por otro lado, Mi Madre busca la redención del mayor número posible de consciencias, las que aún no dieron ningún paso, pero que están en el momento y en la energía para poder hacerlo.
Es así que, a través de la Obra de redención del Divino Hijo, quien no lo pueda hacer será impulsado a dar el salto significativo de su vida.
Llegó el momento de abrazar el llamado y de hacerlo parte de sí, todos los días. Eso ayudará a elevar la consciencia de los servidores, para que, al final de todo, sean colaboradores incondicionales y se lo demuestren al mundo como una parte de la Victoria de Cristo.
En este tiempo todo será conducido a fin de que nazcan en la Tierra los Nuevos Cristos, los que poblarán el planeta con nuevas enseñanzas y experiencias de amor.
¡Les agradezco por colocar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo Mensaje
Ha llegado el momento de la gran transición en donde los tiempos se unirán, en donde el viejo hombre quedará atrás para que pueda nacer el Nuevo Hombre.
Para ese momento deben estar preparados, porque nunca lo vivieron y nunca lo sintieron.
Yo estoy aquí como el Maestro y Señor para ser ese puente, para llevarlos primero hacia Mi Corazón y para que después vivan lo que tienen que vivir.
Porque ya está escrito, todo está escrito, desde el principio al fin.
Como Yo Soy el Principio, también Yo Soy el Fin, y todo pasará por Mí, para que los hombres lo comprendan.
Si el alma está unida a Mi Corazón, nada pasará porque tendrá guía, tendrá entendimiento y sabiduría para comprender todo lo que sucederá en este próximo tiempo.
Vengo como el Señor del Silencio para hablarles a los mundos internos, porque allí es en donde todo resuena, porque allí es en donde todo se escucha, porque allí es en donde todo germina y florece para la Gracia de Dios.
Vengo a llamar a los hombres y mujeres de la Tierra para que miren hacia dentro de sí y no tanto hacia afuera, porque afuera todo empeorará, ustedes lo saben mejor que Yo, lo pueden ver todos los días en los acontecimientos de la vida, en las noticias, en todas las comunicaciones.
Pero Yo vengo a usar todos esos medios para redimirlos, así como vengo a redimir a los hombres de la Tierra por segunda vez.
Todo lo que hagan en Mi Nombre tendrá un valor incalculable para este tiempo, pero deben hacerlo como Yo lo deseo y no como ustedes lo piensan.
Para saber cómo deben hacerlo, primero deben estar en Mi Corazón, de una forma verdadera y transparente. Segundo, asumir un compromiso verdadero y no tibio. Tercero, cumplir Mi Voluntad de una forma decisiva, afirmando en sus vidas la realización de Mi Plan en esta superficie.
Así estarán haciendo todo en Mi Nombre; porque muchos hacen las cosas en Mi Nombre pero no de una forma verdadera, no como lo prevén Mi Voluntad y el designio que Mi Padre Me ha entregado para cada una de sus vidas.
Necesito, de esa forma, servidores fortalecidos; necesito servidores dentro de Mi Fuego, para ayudar a concretar todo lo que está escrito y que aún no ha sucedido.
Por eso, vengo desde el Universo para generar el gran despertar; porque aún hay tiempo, aunque la mayoría no escuche, aún hay tiempo.
Como el Señor del Silencio vengo a reverberar las Palabras de Dios dentro de los mundos internos en donde se construirá la nueva humanidad, desde donde surgirán el Nuevo Hombre y la nueva consciencia para este planeta, que estará lejos de la autodestrucción y del abandono.
Vengo a construir los nuevos puentes para las almas, para que los corazones los puedan cruzar y encontrarse con lo que es eterno, visible y verdadero en lo divino.
Por eso, contaré con la ayuda de los ángeles y de los Arcángeles para llevar adelante este último impulso espiritual.
Por eso, como el Señor del Silencio, también peregrino en busca de los rebaños que han estado lejos de Mí por mucho tiempo y que ahora tienen la Gracia de retornar a Mi Corazón de una forma consciente y verdadera.
A todos esos rebaños que volveré a reunir, les entregaré Mi Estandarte de la Paz para que Me representen como embajadores sobre este planeta.
Aún es necesario seguir generando la paz en este planeta, delante de todo lo que sucede diariamente.
Aún es necesario que Mi Voz siga resonando en los corazones para que todos se abran a Mi Divina Voluntad, que es suprema e invencible.
Hoy vengo a hablarles a todos los mundos internos de los seres la Tierra.
Hoy vengo a hablar para todos sin excepción, porque allí será en donde se guardarán Mis semillas de Luz; algunas germinarán en los próximos tiempos, y otras en la próxima vida, en el próximo mundo, en la futura humanidad.
Todo es parte de una construcción silenciosa, paciente y sensible.
Nada es para ahora, porque el hombre aún no está preparado para vivir la entrega total que Dios necesita.
Pero Yo los vengo a animar a hacer los esfuerzos necesarios, a cambiar los modos de la vida cotidiana, a adquirir costumbres evolutivas y sanas, a tener como base de la vida espiritual la oración y la Comunión Conmigo, para que estén protegidos de todo y, sobre todo, de Mi adversario.
Porque si toman esas bases como algo sincero e imprescindible, no perecerán y a pesar de los obstáculos y de las pruebas sabrán seguir adelante trascendiendo las barreras, los abismos y toda perturbación.
No pierdan la oportunidad de fortalecerse en estos tiempos.
No pierdan la oportunidad de madurar en estos tiempos y de ser servidores tan verdaderos, así como Dios lo necesita.
En sus mundos internos siempre encontrarán la respuesta. No busquen a otros guías o maestros porque no los encontrarán. La humanidad está enferma y todos están enfermos en algún grado, de una forma espiritual o física.
La humanidad ingresa de lleno en su tiempo de purificación que es algo que desconoce profundamente; ninguna otra civilización, ninguna otra raza en ninguna otra era vivió lo que ustedes viven en estos tiempos; por eso, para ustedes todo es nuevo.
Pero si mantienen su confianza en Mi Corazón Misericordioso, si cumplen los requisitos que les he dictado para una vida evolutiva y verdadera, no perecerán, tendrán fuerza interior para poder vivir todo, por más duro que parezca.
Es necesario que las viejas vestiduras se rasguen para que pueda nacer el espíritu puro, aquel espíritu de la Verdad que está dentro de ustedes y ha estado preso durante siglos, por falta de amor, por falta de misericordia, por falta de paz.
Vengo como el Mensajero directo de Dios, para que en sus mundos internos repercuta Mi Palabra, pues ha llegado la hora de la definición, y en poco tiempo todo estará permitido para que la humanidad escoja la próxima etapa de su evolución.
Mientras tanto, Yo gesto a través del Amor de Mi Corazón, corazones misericordiosos y simples.
No vengo a pedirle al mundo nada difícil y lejano.
Vengo a pedirle a la humanidad que se rinda, de una vez y para siempre, ya que sus modos de vida, su forma de pensar y de actuar está deteriorando el Universo y la próxima etapa.
Quisiera decirles, en verdad, todo lo contrario, pero Mi compromiso es dictarles la verdad tal cual es, por más difícil que parezca.
Aún hay tiempo de rendirse; aún hay tiempo de arrepentirse y de soltar el poder humano para que triunfen la Luz y el Plan.
Aún hay tiempo para que depositen a Mis Pies las espadas y los escudos que solo los atan a la batalla y que los aprisionan al dolor; esos son los símbolos de sus aspectos más difíciles que aún deben rendirse ante Mi Corazón de Luz.
Yo les traigo la Fuente de Mi Misericordia para permitirles todas las Gracias, aunque muchos no las merezcan.
Yo sufrí por ustedes en la Cruz, y en este tiempo también sufro por ustedes, de otra forma, que es desconocida para el mundo.
Vengo a señalar con Mi Mano a los que he escogido, para que sigan un único camino, que es el camino de la cristiandad y no de las diversidades espirituales.
Yo vengo a rehacer la Iglesia primitiva en estos tiempos. Vengo a reconstruir el Credo en todos los hombres y mujeres de la Tierra, porque ha sido desvirtuado por muchos de Mis seguidores, a lo largo de los siglos y de los tiempos.
Yo solo podré remover algunas cosas. Solo necesito que oren Conmigo para que todo se pueda sostener en estos tiempos críticos.
No ofreceré alegrías a los corazones, sino sacrificios y grandes presiones.
Solo a quien se disponga a estar en Mí todo el tiempo, Yo no lo soltaré y guiaré paso a paso su camino para que no caiga en los abismos de estos tiempos.
Seré como una antorcha de Luz frente a su pecho, seré esa llama incandescente ante todas las tinieblas de la Tierra e iluminaré con Mi Fuego y con Mi Misericordia todos los pasos que serán dados por Mis nuevos apóstoles, los apóstoles de estos tiempos.
Pero no prometeré reconocimientos, vanaglorias ni premios mayores.
Mis amigos son muy pocos, pero Mis servidores son muchos y en ellos tengo la base de Mi Infinita Misericordia.
No quisiera que el mundo pasara a un próximo ciclo sin saber la verdad. Por eso hablo para todos los continentes, todas las naciones y todos los pueblos, y deseo que Mi Mensaje llegue en todas las lenguas posibles a fin de poder salvar a muchas más almas que esperan, algún día, Mi Retorno.
Aunque no lo parezca, Yo estoy volviendo.
Mi Hora ha llegado, así como llegó Mi Hora en la Cruz. Pero ahora vendré a liberar al mundo y vendré a expulsar a los demonios que han encarnado en la Tierra para hacerla sucumbir.
El planeta al fin será el Nuevo Edén y las almas no sufrirán nunca más, no sabrán lo que es dolor ni la culpa; al contrario, conocerán lo que es el gozo y el júbilo de estar en el Reino de Dios para siempre.
Dios santifique estos elementos para que las almas sean santificadas, algún día, por el Espíritu Sagrado de Dios.
Dios santifique este espacio para que la oración tenga un efecto planetario en este tiempo y más allá de este país.
Porque a pesar de que se levanten nación contra nación, también se unirán naciones y naciones, se unirán corazones en el Propósito de Cristo para el triunfo de la Redención.
Amado Padre Celestial, santifica todo lo que has creado a imagen y semejanza de Tu Consciencia.
Santifica todo lo que existe y todo lo que es ofrendado en Tus Altares Mayores, para que triunfe en estos tiempos el Amor de Tu Corazón y las almas más sufridas se rediman. Amén.
Santifica, Señor, lo primero que Tú has creado en este mundo, el agua, para que las almas aprendieran a saciar su sed interior y siempre estuvieran nutridas por Tu Espíritu.
Que se establezca aquí, Amado Padre, la Comunión entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Tu Corazón, a fin de que triunfe Tu Sagrada Voluntad.
Y ahora Me iré de aquí bendiciendo a Ecuador y al mundo, a fin de que estos días de oración que compartiremos juntos, sean flores en Mi Jardín de Misericordia.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuando una puerta de Luz se abre para que las almas perdidas ingresen, otra puerta incierta se cierra para que las almas se liberen.
Por eso, cada etapa del Plan que se concreta es una oportunidad de despertar y de asumir el Plan Divino.
Dentro de esa concreción existen batallas, desafíos y pruebas que confirman a los soldados; y todo ese movimiento también desobstruye lo que impide la evolución.
En este ciclo, las etapas del Plan marcarán los diferentes momentos de concreción de la Obra, la que en tiempos críticos y difíciles cumplirá los designios del Todopoderoso, cueste lo que cueste.
En esta corriente de concreción ingresan los que despiertan y los que ya despertaron; y esto genera grandes movimientos, no solo en la consciencia sino también en el plano espiritual, en donde todo se define.
Es necesario vivir estos tiempos con neutralidad, con ánimo de concreción de proyectos y, sobre todo, con amor, porque eso ayudará a que los momentos más difíciles sean más llevaderos, al ser transmutados por el poder del amor de los servidores de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más