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Soy esa fuente de Gracias del Universo, más potente y poderosa que todas las fuentes del mundo.
Soy más sutil que todas las cascadas del mundo, porque a través de Mi Corazón Materno hago florecer y dar vida al alma que antes estaba muerta.
Soy esa agua que todo lava y redime, porque soy ese divino código de luz que puede penetrar más allá de la consciencia y así establecer el propósito espiritual para cada ser.
Soy esa fuente misericordiosa que todo restaura e intercede por Sus hijos para que nunca pierdan el camino que los llevará al amor.
Soy ese manantial vivo y resplandeciente que trae para el espíritu la esencia de la unidad y de la paz.
Soy ese Sagrado Espíritu de Dios que fue gestado en el vientre purísimo de la Creación, que trajo para el mundo la verdad de Dios encarnada a través del Amado Hijo.
Soy ese camino que siempre los llevará a encontrar la gran y única fuente de amor que saciará su sed: Jesucristo.
Por eso, queridos hijos, cada vez que ustedes se unen a Mi fuente de amor, se estarán uniendo a la fuente luminosa de Mi Hijo y a la fuente del Padre Celestial.
Quisiera que de sus corazones brotara ese sentimiento de buscar siempre la unidad entre los seres por encima de todo, porque así sus corazones se curarán y nacerán a través de Mi fuente de paz a la vida renovada en Cristo.
Hijos Míos, dejo esta Mi aspiración: que vivan en la única Fuente de Dios y que sigan un solo camino. Mi Corazón Puro e Inmaculado se ofrece para llevarlos a la revelación del gran misterio del amor.
Estoy feliz por hoy ver a Mis hijos de Europa, reunidos en torno a Mi fuente plena de Gracias.
Los amo y siempre los contemplo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice bajo el Espíritu Santo de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Un alma que ora con el corazón es, para Mí, predilecta, porque la llamaré intercesora entre Dios y los hombres.
Un alma que se consagra a la vida de oración es, para Mí, predilecta, porque la llamaré instrumento de Dios en el mundo, puerta de Su Misericordia para los que más la necesitan.
Un alma que busca, sedienta e incansable, la Fuente de la vida universal es, para Mí, predilecta, porque la llamaré precursora de la Nueva Raza, semilla de la Nueva Humanidad, que vivirá la paz, el perdón y la redención.
Un alma que busca la redención y camina en dirección al Infinito sin perder de vista el retorno al origen celestial es, para Mí, predilecta, porque la llamaré luz del mundo, guía de los perdidos, camino seguro, un ejemplo a seguir.
Un alma perdida que Me extiende los brazos es, para Mí, predilecta, porque representa Mi posibilidad de ayudar a muchos más; la llamaré razón de Mi venida al mundo.
Un alma pecadora que se arrepiente de corazón y busca el perdón de Dios es, para Mí, predilecta, porque le muestra al Universo que esta humanidad aún es rescatable; la llamaré esperanza divina en el corazón humano.
Un alma que no cree en Dios, que no lo busca, que no se arrepiente de sus pecados y sigue causando el mal en el mundo, también será, para Mí, predilecta, porque esa alma Me impulsará a ser incansable, y Mi Corazón no se retirará de este mundo hasta que la última de ellas sea rescatada; la llamaré Victoria de Cristo en el mundo y en el Universo, porque algún día esa victoria ocurrirá.
Mis amados, quiero con estas palabras, decirles que todas las almas de este mundo son predilectas ante Mi Corazón; cada una de ellas Me impulsará a derramar sobre la humanidad una Gracia diferente de Dios.
Con el mismo amor, perseverancia y alegría, buscaré a los que Me acompañan y a los que Me niegan todos los días, porque Mis ojos maternales saben lo que representan para Dios y solo ven, en cada alma, su origen divino.
Cuando Mis ojos contemplan al mundo, encuentran en cada ser una posibilidad de manifestación viva del Amor de Dios, así como se dio en Mi Amado Hijo Jesús, porque Dios vive dentro de cada ser, así como vive dentro de Cristo.
En este día en que desciendo al mundo para bendecir de forma especial a la humanidad, los invito a que sean Mis auxiliares en esta bendición. Mis amados, les pido que coloquen dentro de vuestros ojos Mis ojos maternales y dentro de sus corazones Mi Corazón Inmaculado y así vean a cada criatura con Mis ojos y la sientan con Mi Corazón.
Descubran la grandeza que se guarda en la esencia de cada ser y ayúdenme a despertar lo más puro de cada corazón. Ayúdenme a mostrarle a esta humanidad que un Dios Vivo desea vivir en vuestro interior y esto es para todos, incluso para los más perdidos.
En este día, Mis queridos, Dios los llama para que lo contemplen en cada ser y, de esta forma, crear una condición de unidad para que Él pueda despertar en el corazón humano y así, la Nueva Raza, plena de Dios, sea una realidad y no solo una esperanza.
Yo los amo y dejo hoy Mi bendición y Mi gratitud a Mi querido hijo, que con su esfuerzo torna posible Mi venida al mundo.
Oren hijos Míos, por todos los videntes consagrados a Mi Corazón, para que estén fortalecidos y firmes en Cristo en los tiempos que vendrán.
Que la Gracia de Dios y Su Paz estén hoy en vuestros corazones y en el mundo entero.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que vuestros pies caminen en dirección a Mí, pues el recorrido aún será largo y profundo, y muchos serán llamados por Mi Corazón a imitar Mi sagrada Pasión.
En un día viernes como este, Yo Me encontraba en la Cruz, entregándome completamente al mundo, salvando a muchas almas perdidas, encendiendo muchos corazones y resucitando a muchos que habían muerto.
Las tumbas se abrieron en Jerusalén y muchos dieron testimonio de Mi Resurrección, pues Mi Espíritu Divino, que no es de este mundo, despertó a todos aquellos que debían vivir en Dios.
Sagradas cruces cósmicas se expandieron sobre el mundo y reestablecieron el Plan de Dios, aunque Yo me encontrara en la Cruz.
Yo hice muchas cosas por ustedes y por toda la humanidad.
Aquellos que abrieron su corazón a Mi Llamado fueron partícipes de Mi Sangre preciosa, recibieron Mis códigos y Mi Agua brotó y se expandió por todo el mundo como una gran fuente espiritual de salvación.
Todos los que estaban caídos en aquel tiempo fueron levantados por Mí, resucitaron en el Espíritu de Dios, encontraron el camino de su evolución y su despertar. Y ahora en estos tiempos finales, Yo les vuelvo a recordar Mi sagrada Pasión en la Cruz, porque esa será la llave que los protegerá, que los mantendrá libres de ustedes mismos, y todos los códigos corruptos se transformarán en fuente de Vida y de Gracia. Yo tengo la potestad de transformarlos.
Les pido a aquellos que Me escuchan y Me siguen que ya no cierren más su corazón. Yo estoy intentando entrar cada vez más en vuestras vidas.
Ya no hay más tiempo, Mis compañeros. El tiempo de la tribulación se aproxima a la humanidad. Las tinieblas emergerán de la superficie del planeta y muchos deberán estar preparados antes de Mi Retorno.
Yo necesito que se definan como Mis apóstoles y que se arriesguen a dar más, cada día más, hasta que duela en vuestros huesos. Esa será la confirmación para Mí, de que Yo podré cumplir Mi Plan Divino en ustedes y que Mis palabras no han sido en vano en estos tiempos, porque habrán sido escuchadas por los corazones abiertos.
Los necesito despiertos y disponibles, que Me ayuden a sustentar la espada de Mi Misericordia, porque aún muchos están atados a este mundo material, especialmente aquellos que creen vivir la vida espiritual.
Mi Verdad se revela a ustedes en esta noche, pero muchos deberían haber estado aquí presentes. Los apóstoles llegan hasta el final del camino y, si fuera necesario, dan la vida por los otros.
Yo les vengo a entregar el verdadero testimonio de vida, la esencia de Mi Amor misericordioso y profundo. Mis Células crísticas deben encontrar un lugar en donde reposar para que todo se pueda cumplir como está previsto.
Hoy Mi Voz hace eco en los cuatro puntos de la Tierra. Los ángeles del Padre envían impulsos de Luz para todas las mónadas, para aquellos que quieran despertar a la vida espiritual.
Queridos compañeros, ya no son tiempos de vivir términos medios, defínanse profundamente por Mi Plan. Siempre han sido libres desde el principio de vuestro nacimiento. Yo necesito en esta noche que muchos cumplan los votos que Yo les vengo a presentar y que respeten el camino que muchos han decidido seguir, seguir al gran Maestro del Amor, el Maestro Redentor, el Maestro de la Paz.
Sean consecuentes Conmigo. Yo les presento en esta noche todas las fuentes de Mi Misericordia para que puedan estar fuertes hasta el final. No se permitan caer más. Levántense de donde han caído, ya tienen los instrumentos para poder hacerlo. Mi Padre tomará cuenta de todo esto y Él les preguntará qué han hecho con lo que Él les entregó.
Por eso, como Su Mensajero fiel, Yo vengo a anunciarles este último Llamado.
Les pido que todos los grupos de oración se unifiquen con la propuesta del Plan Divino. Les pido que ya no existan indiferencias, comentarios o ideas vanas; estarán debilitando el Plan de Dios.
Por eso, Yo los necesito transparentes y verdaderos, esa será la señal que permitirá que Yo los transforme.
Los tiempos no son iguales a los de ayer. El mundo se desarrolla equivocadamente y muchos no perciben esta gravedad. Por detrás de todo esto hay muchos que sufren, que padecen, que son olvidados y que nadie se acuerda de ellos. Pero Yo nunca los dejaré solos. Mi Corazón visita a todos los que Me invocan, visita a todos los hogares del mundo que abren la puerta correcta del corazón para que Yo pueda entrar y obrar.
En estos tiempos finales, los Mensajeros Divinos han intentado revelarles cuál es el camino a seguir, el camino de la Voluntad de Dios, del sagrado Propósito y de la verdadera misión para todos.
Ya no es tiempo de perder tiempo. Es tiempo de obrar, de reconstruir, de salvaguardar a la humanidad. Es tiempo de trabajar Conmigo en plenitud y en verdad, sin miedo y sin temor; arriesgándose a todo por este planeta azul que tanto los necesita, que clama por ustedes, que pocos lo escuchan.
Este es Mi Mensaje para ustedes. Es tiempo de reparación. Todos son llamados a la salvación, pero pocos perciben lo que esto significa. Por este motivo, Yo vengo aún a vuestro encuentro para que vuestras consciencias despierten a la esencia de Mi Voluntad.
Aún la humanidad está muy inmadura y muy pocos deberán remar esta gran barca, esta gran y pesada barca que representa a vuestro sagrado mundo.
¿Quién lo auxiliará? ¿Quién se arriesgará? ¿Quién dará más por amor a Dios y a Su Plan original? ¿Quién responderá? ¿Quién abrirá la puerta? ¿Quién la cerrará? ¿Quién esperará por el que ha sido olvidado, por aquel que nunca ha sido visto o por aquel que nunca fue mirado con compasión? ¿Quién se detendrá para reconocerme entre las calles de este mundo como el gran Moribundo que espera el alivio del Corazón?
Yo los llamo a la síntesis de la vida. Algo deben rescatar de todo esto, de estos encuentros Conmigo que son únicos y determinantes, pues queda poco tiempo para que Yo ya no esté más entre ustedes hasta que Mi Padre Me envíe en Gloria, y los que han confiado en Mí Me puedan encontrar sentado a su mesa para comulgar de la nueva comunión, de la alianza con Dios Padre, en la Nueva Humanidad.
Si ustedes no se sienten dignos no podrán cumplir con Mis Planes. Trabajen por vuestra dignidad espiritual a través de la pureza y de la humildad. Sean sinceros Conmigo y Yo los perdonaré.
Clamen a Mi Corazón cuando no puedan estar solos, cuando no consigan por ustedes mismos levantarse del suelo y seguir caminando hacia Mí.
Miren Mis Ojos, vean Mi compasión, vislumbren Mi Divina Misericordia y serán llenados de Mi Espíritu de Amor. Deben permitirlo, aun cuando no puedan, deben permitirlo y Yo actuaré.
En esta noche de unión con el infinito, les transmito Mis Palabras, con algunos silencios, pues Mis Palabras sagradas deben reverberar en vuestros corazones para que ellas permanezcan en vuestras esencias y sean frutos, dones de vida, para poder trabajar en Dios.
Ayúdenme, con la oración, a salvar a este mundo y a tantas almas que se pierden en cada segundo que pasa de vuestro reloj. Mientras Yo estoy aquí, bendiciéndolos, ¿han pensado cuántos se pierden y dejan de ver a Dios?
Necesito que ustedes sean raíces de Mi árbol para que otras criaturas puedan brotar en Mi Corazón y ser savia de vida por la eternidad.
Recen a Mi Padre:
Santísimo Corazón de Cristo,
convierte nuestros corazones en llamas sagradas
de Tu Divina Misericordia,
para que Tu Faz se funda sobre el gran corazón humano.
Que el venidero descenso de Tu Gloria Celestial
redima a todas las consciencias,
en honor y en gloria al Padre Celestial.
Amén.
El Cuerpo de Cristo es el que les da la Vida eterna. Dichosos los invitados a comer de Mi Cuerpo. porque se redimirán.
Padre Eterno,
Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad,
de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo,
como expiación de nuestras faltas y las del mundo entero.
Sangre y Agua
que brotaste del Corazón de Jesús
como Fuente de Misericordia para nosotros,
yo confío en Ti.
Bienaventurados sean aquellos que beban de Mi Cáliz sagrado la Sangre preciosa de Cristo, por el bien y la restauración de todas las almas del mundo.
Bajo el espíritu de la paz y de la sagrada fraternidad, sean bienaventurados todos los que beben de Mi Sangre hasta el fin de los días.
Bajo el espíritu de la paz, Yo los bendigo y los absuelvo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A través del Sagrado Cuerpo Eucarístico de Cristo Yo les doy la paz y vayan en paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro, Te honramos Jesús.
4.ª Maratón de la Divina Misericordia – segundo día
Siempre estaré entre aquellos que más necesitan de Mi Amor y, de manera especial, Mi Mente Divina Omnisciente se proyecta pacífica sobre aquellos que en verdad invocan Mi Nombre Mayor.
Yo Soy el Hijo del Dios de la Humildad. Los que vienen a Mí encuentran un sendero seguro hacia la reconciliación y la paz. En Mi Corazón Misericordioso no existen los desiertos, solo existe la Fuente de Vida que los nutrirá y les saciará la sed interior.
Hoy quiero dedicar Mis agradecimientos y bendiciones a los orantes, porque solo a través de ellos Yo podré llegar a la humanidad enferma en el espíritu y en la consciencia. Es por medio de las almas orantes que Mis rebaños se congregan en estos tiempos para preparar, en silencio y en lo profundo de Mi Corazón, el Retorno que cada hijo espera desde hace tanto tiempo.
Algunos Me verán venir en Gloria, otros Me reconocerán por el diálogo interior, pero a los que no Me escuchan, ¿quién los ayudará?
Por eso, en esta era en la cual ustedes viven, una era avanzada en la materia pero lenta en el espíritu, Mi Corazón los quiere proveer de dones que los ayuden a despertar los talentos del espíritu.
Algunos despertarán el talento de la alegría, que curará la tristeza de los que viven en el desierto de la soledad. Otros despertarán el talento de la caridad, que equilibrará la falta de donación entre hermanos de un mismo Proyecto Divino. En otros seres despertarán los talentos de la fidelidad y de la voluntad suprema, que permitirán que se ordene y evolucione la humanidad futura. Y un talento inolvidable para Mi Corazón es el talento del amor verdadero, que reconstruye espiritualmente todo lo que parece estar desunido y repara los corazones que se sienten insatisfechos de alma y de vida.
Antes de Mi Regreso, el Santo Espíritu de Dios revelará esos talentos, que permitirán disolver el mal en el corazón de los hombres y erguirán otra vez a todos los que, por sus propias acciones, cayeron en el abismo de la Tierra.
Agradezcan día y noche por estar conscientes de este gran momento espiritual que viven Conmigo, porque en nombre de ustedes, hoy muchos recibieron misericordia y piedad. Estoy presente en el corazón que confía, en el manso, en el amoroso y en el pacificador. Estoy retornando a la morada de los puros y de quienes se animan a decirme: “Sí, Señor, ven a mí y quédate en mi corazón”.
Que en esta Hora de Infinita Misericordia, brote de sus seres la eterna gratitud a su Dios del Amor.
Bajo el Bien Mayor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Mi Corazón Misericordioso, a las tres de la tarde, genera una explosión de Luz y de Gracias sobre los corazones que aguardan con fe y confianza Mi Divina Misericordia. Pero Mis Poderes también se derraman sobre los corazones que están ciegos de espíritu y no pueden ver la grandeza de Mi Humilde Presencia.
Yo necesito a todos los rebaños; por eso, en esta era Mi Corazón se servirá de los valientes para poder llegar a las esencias más distantes del camino de la redención espiritual.
Ahora llegó el momento de revertir los males que el mundo genera y a los que la humanidad, en su mayoría dormida, se abraza como ovejas sin pastor. Por eso Mi Misericordia viene para restaurar los espacios profundos de la consciencia.
Mi Corazón se aproxima con la intención de aliviar la gran desesperación de muchas almas a las que les falta la paz, porque les falta la oración del corazón.
Mi Deseo Divino es que todos puedan vislumbrar que el Gran Señor, aquel que les pertenece desde el principio, está retornando; pero esta vez para dar testimonio de la verdadera Presencia de Dios y de la Vida Mayor.
Para eso, los buenos rebaños deberán unirse como uno solo para ayudarme, retirando del pensamiento las críticas, las indiferencias, los pareceres y los juicios; porque a aquella alma que no se disponga a estar vacía de sí, le costará el doble de esfuerzo encontrar la paz.
Es hora de morir para sí mismo y es hora de ver la realidad que acongoja a gran número de corazones que están solos, en un desierto extenso de soledad y sed.
La Fuente de Vida que representa el Sagrado Corazón de Jesús viene para saciar la sed espiritual y Él quiere que la humanidad repare el Bendito Corazón de las ofensas gravísimas que lastiman el Corazón del Todopoderoso.
Si hubiera una respuesta verdadera y permanente por parte de los orantes, la humanidad recibiría la Gracia del Perdón y, si la devoción al Misericordioso Corazón de Jesús se estableciera, ella tendría un tiempo más de paz.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras con atención.
Cristo Jesús
Hijos Míos,
Busquen en Mi Corazón el reposo de sus vidas para que, en él se renueven ante todas las pruebas. Yo soy la Fuente de vitalidad, de vida para el espíritu y de Amor para las almas. A través de Mí, caminarán incansables en dirección a Mi Hijo.
Yo soy Aquella que les da de beber cuando atraviesan el desierto para que puedan cruzar el umbral de la madurez y alcanzar la Consciencia de Dios.
Los misterios de Mi Presencia están encerrados en el universo de la oración. Aquel que ora y se silencia, encuentra en Mí las llaves para conocer lo infinito de Dios.
Por eso, hoy, les digo que busquen descubrir la ciencia de la oración, ciencia que abarca mucho más que las simples palabras pronunciadas con atención.
Hoy, quiero que den un paso más en este camino de consagración a la vida de oración, y esto se alcanza cuando se permiten orar con toda la consciencia, con el corazón, con sentimiento, con la mente, el alma y el espíritu. De esta forma, la concentración abre las puertas para que las palabras se tornen vivas y cada verbo pronunciado sea como una puerta que los llevará a un universo desconocido.
Si hacen como hoy les digo, profundizando en sus oraciones, descubrirán que el simple acto de orar encierra, en sí, grandes misterios de salvación y de evolución para toda la humanidad.
Como Madre del Mundo y Madre Universal, poco a poco, los conduzco a estos universos que están guardados en el silencio de cada oración que les fue entregada.
Muchas veces, se habrán preguntado por qué los Mensajeros de Dios les entregan tantos ejercicios espirituales y tantas oraciones diferentes. Hoy, Yo les digo que el motivo espiritual de este hecho es que cada oración, cuando es pronunciada plenamente, abrirá deferentes puertas en la consciencia para conducirlos a diferentes Universos de Dios. También, cada ejercicio y cada oración conecta sus corazones con diferentes códigos divinos que el Creador aspira a imprimir en sus criaturas.
De esta forma, jamás pierdan la oportunidad de orar con el corazón y con el espíritu. Deben estar más que concentrados en cada palabra; sumérjanse en cada una de ellas y permítanse ser elevados por los ángeles enviados por Dios. En poco tiempo, si practican Mis instrucciones con sinceridad y pureza, descubrirán lo que hoy les digo.
No busquen alcanzar ningún estado de sopor mientras oran, porque lo que hoy les digo se trata de una instrucción profundamente espiritual.
Si oran con amor y se dan el permiso para profundizar en este universo que es orar, el propio Dios, a través de Sus ángeles y Mensajeros, les abrirá la puerta y los conducirá hasta donde corresponda, en cada oración.
Poco a poco, descubrirán que orar es más que orar, y que poco saben sobre este ejercicio divino.
Solo oren, oren siempre.
Les agradezco por responder a Mi llamado y por haber venido a Mi encuentro.
María, Madre Universal y Reina de la Paz
Como Reina y Madre Universal de la Paz quiero que entren al Reino de Dios para que sus corazones encuentren un firme refugio de amor en Mi Inmaculado Corazón. Yo los llevo a todos, como humanidad, en Mis brazos de Misericordia, socorriendo así a cada uno de Mis hijos.
Queridos hijos, quédense en paz porque Mi Reino de Paz está en cada uno de ustedes.
Hijos Míos, el mundo debe con urgencia ir y beber de la Fuente de las Gracias que Mi Corazón está derramando para quienes tienen sed de Mi Hijo. Él, bendito y amoroso, los llevará a la verdadera devoción a Dios Padre, quien es ofendido por la humanidad.
Por eso, queridos hijos, la oración del corazón los guiará en cada paso que deben dar en este final de los tiempos.
Hijos Míos, Mi llamado quiere tener eco en lo profundo de los corazoncitos, más aún en todos Mis hijos que desde hace años se han distanciado del Amor del Dios Vivo. Junto al Sagrado Corazón de Mi Hijo, vuestras vidas podrán reposar en absoluta confianza y el camino que están recorriendo será permeado por la Luz de Su Divino Corazón.
Quiero anunciarles que la llave de la oración les permitirá estar delante del Espíritu Santo. Por eso, este bendito Espíritu de Dios vendrá en auxilio de todos los corazones que en esta última hora se consagran y viven la Paz de Mi Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, la verdadera fraternidad que cada uno de ustedes puede expresar en el día a día, ayudará a disolver la maldad en que muchos corazones viven, por la falta del Amor Misericordioso de Dios.
Por eso, la constancia en la vida de oración ayudará para que todos esos corazones reciban el Don Inmaculado de la Gracia y de la Redención. Mis queridos hijos, en verdad, la Redención es una misión celestial para toda la humanidad.
Gracias por responder a Mi llamado.
Amor Divino para cada uno de Mis niños en el mundo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más