Martes, 13 de noviembre de 2012

Mensajes semanales
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Hijos Míos:

Recen, recen mucho para que en cada momento de vuestro día Dios los escuche y, así, Su magnífico Espíritu de Amor pueda obrar a través de todas las criaturas.

Queridos hijos, recen, recen mucho para que vuestras almas y las almas en todo el mundo reciban el consuelo y la Misericordia que ellas aguardan.

Recen y no se cansen de rezar porque en la oración se encuentra la fortaleza y el diálogo amoroso de vuestros corazones con Dios.

Recen, recen por el tiempo de cambios que llegará para que cada corazón en este mundo escuche con humildad los amorosos pedidos de Mi Inmaculado Corazón.

Recen para abrir las Puertas de los Cielos y para que los ángeles estén presentes con su amor y servicio sobre la Tierra y eso permita cambiar el corazón de muchas consciencias. Cuando alcancen una oración armoniosa y amorosa, ustedes estarán recorriendo el camino hacia la contemplación del Altísimo y vuestros seres serán como chispas de Luz en el universo.

Recen por los que no rezan. Recen por los que no aman. Recen por toda la humanidad porque la oración del corazón los guiará como una madre guía a su pequeño hijo.

Por eso, queridos hijos, Mi Corazón Maternal y Devocional está entre ustedes para enseñarles a andar por el camino de la oración y de la conversión.

A lo largo de estos últimos meses ustedes han conocido la Faz de la Reina de la Paz, de la Madre de Dios, pero aún hijos Míos, deben amar la oración diaria hasta que vuestros corazones reconozcan que la oración de todos los grupos cambiará al mundo.

Cuando en Lourdes hice el llamado a la penitencia, Yo estaba llamando al mundo a la reflexión, al despertar de la consciencia ante las acciones.

En Fátima, llamé al mundo a la oración diaria para que las almas tejieran, mediante el rosario, una nueva red de paz y redención que pudiera auxiliar al mundo.

En Medjugorje los llamé al ayuno y a la oración al igual que en Aurora donde, desde hace ya cinco años, Yo estoy pidiendo a la humanidad un poco más de sacrificio y de esfuerzo para que ella pueda equilibrarse delante de los acontecimientos que están fuera de la Ley de Dios.

En Salta, Argentina, los llamé a curar el corazón mediante la adoración al Corazón Eucarístico de Mi Hijo. Yo los estaba llamando a todos para que consideraran la importancia de la unión diaria con Mi Hijo, el Redentor, a través de la comunión con Su Santo Cuerpo y Su Sagrada Sangre.

Hoy, queridos hijos, los llamo al despertar del nuevo tiempo en ustedes, a la preparación de vuestros corazones a través de la oración, de la adoración, de la confesión, del ayuno y de la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.

Hijos Míos, después de tantos llamados y advertencias a la humanidad, hoy los llamo para que vivan vuestra conversión y vuestra redención mediante la oración y la paz.

Queridísimos hijos, ustedes son parte del hermoso Proyecto de Dios, ustedes pueden ser una expresión de Mi Paz y de la Divina Paz de Mi Hijo.

Niños de Mi Padre, ahora, reconociendo el poder de Mis Pedidos Maternales, nuevamente los llamo a la oración del corazón porque la oración socorrerá al mundo entero.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad